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Desarrollo del pensamiento crítico

Objetividad y neutralidad son dos de sus elementos. La racionalidad forma parte de su dinámica.

Por · Martín López Calva

“La ética está en conexión necesaria con la racionalidad. Para que algo sea moral tiene que ser, al mismo tiempo, razonable… Si pretende superar los niveles infrahumanos del comportamiento, la persona no puede por menos de obrar con criticidad, es decir, con racionalidad…”

Vivimos en un país marcado por el enojo, la frustración, la desmoralización y la desesperanza por las evidencias cada vez más frecuentes, numerosas y contundentes de actos de corrupción que quedan en la total impunidad, por el cinismo con el que el gobierno y toda la clase política se empeñan en negar esta realidad ofensiva y pretenden incluso hacernos creer que el problema está en nuestra percepción equivocada por empeñarnos en ver las cosas al revés.

Nos encontramos en un momento muy delicado porque los candidatos y los partidos están intentando capitalizar a su favor este enojo para obtener votos para sus respectivas causas y proyectos, en los que más que el bienestar del país parece estar de fondo la mera ambición del poder por el poder.

Las campañas apenas inician pero el período de los neologismos absurdos de nuestra legislación electoral –precampañas, intercampaña- han sido caldo de cultivo para generar un clima de creciente agresión entre las distintas fuerzas políticas que se refleja automáticamente en una escalada de polarización social.

Un simple vistazo a las redes sociales basta para constatar esta creciente ola de agresiones mutuas, insultos y descalificaciones en las que todo el mundo parte de que su candidato y su partido está sujeto a una campaña de noticias falsas –“fake news”- , calumnias y campañas que buscan destruirlos pero comparte al mismo tiempo sus propias fake news asumiéndolas como verdades incuestionables aunque se sustenten en datos evidentemente falsos.

Los graves problemas de nuestro país y la urgencia de enfrentar y empezar a resolver todas las carencias y afrentas que sufre cotidianamente la ciudadanía están pidiendo que todos los ciudadanos dejemos a un lado la apatía, la indiferencia y la inactividad para tomar una postura clara y defender con claridad y fuerza los principios que consideramos deben regir la transformación indispensable de un México que no puede ni debe esperar más.

No son tiempos de neutralidad. Son tiempos de definiciones existenciales y cívicas. Esta toma de posición es una cuestión moral. Nuestra definición personal y ciudadana va a definir la forma en que decidimos y vivimos nuestro día a día y en el tejido de lo que Edgar Morin llama la “Ecología de la acción” irá influyendo en la orientación de nuestra patria en el futuro.

Pero la ética está conectada estructural e inevitablemente con la racionalidad. Como afirma la cita que sirve de epígrafe al artículo de hoy, “para que algo sea moral tiene que ser, al mismo tiempo, razonable.”

Como afirma Vidal, si queremos dejar atrás la actuación infrahumana, debemos actuar con criticidad, es decir, apegados a la racionalidad, sustentados en evidencias y fundamentos más que en meras percepciones o emociones espontáneas, movidos por valores auténticos y no por simples latidos viscerales o reacciones espontáneas de odio y revancha.

Dejar de lado la neutralidad no implica actuar sin criticidad o racionalidad sino por el contrario, apela a un compromiso real con la búsqueda de lo verdadero y la afirmación de lo razonable.

Decir que no son tiempos de neutralidad significa en el fondo decir que son tiempos de criticidad. De criticidad bien entendida en la que debemos trascender la visión simplista y superficial que asume como criticidad la simple oposición o reacción contra todo lo establecido y que lleva consigo el seguimiento ciego –acrítico- de cualquier candidato o partido que vocifere cosas –por más falsas o irracionales que sean- en contra de quienes hoy detentan el poder.

Tristemente estamos hoy muy lejos de este escenario de no neutralidad crítica. Nos encontramos más bien en el México de las descalificaciones mutuas y del cuestionamiento de las vigas de las fake news ajenas combinado con la absoluta ceguera de la viga de las fake news propias.

Los ciudadanos mexicanos deberíamos, si ejercitamos nuestra criticidad, darnos cuenta de que el escenario de las disyuntivas entre “el pueblo bueno contra la mafia en el poder” o entre “el cambio con rumbo frente al peligro de volvernos como Venezuela” constituyen dos visiones igualmente simplificadoras y falsas y que optar por una de ellas es romper la neutralidad desde un nivel que Vidal llamaría infrahumano porque carece de toda racionalidad.

El rompimiento de la neutralidad para adoptar una postura emotiva en el marco de uno de los dos polos de estas dos visiones de falsas disyuntivas no nos va a llevar a una situación de mejoría real ni abonará a la emergencia de condiciones de probabilidad para una transformación real de nuestro país.

La adopción de una postura emotiva y acrítica para impulsar estas alternativas ficticias nos llevará solamente a apoyar el mantenimiento del statu quo que pretendemos cambiar.

Hoy más que nunca requerimos de una ruptura de la neutralidad que sea verdaderamente crítica y razonable y nos lleve a la construcción de una sociedad civil exigente y comprometida con lo que de manera sustentada se muestre como mejor para lograr enfrentar los enormes desafíos del México del siglo veintiuno.

Este escenario actual debería hacernos reflexionar sobre la enorme relevancia del pensamiento crítico en la formación ciudadana de las nuevas generaciones de mexicanos y a capacitarnos para trabajar en esta dimensión fundamental de una educación que esté a la altura de nuestros tiempos.

Imagen de archivo OVE

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2018-04-01/desarrollo-del-pensamiento-critico

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Las Organizaciones en A.L. y Discapacidad

Por JUAN KUJAWA HAIMOVICI

En América Latina, como lo señaláramos en el artículo anterior, existen organizaciones creadas por los Estados – países –gobiernos, con el objeto de garantizarles a las personas con discapacidad, sus derechos. Continuaremos con los siguientes países:

Costa Rica: Conapdis. Consejo Nacional de Personas con Discapacidad. Adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Cuba: Conaped. Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad.  Adscrito al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

El Salvador: Conaipd. Consejo Nacional de Atención Integral a las Personas con Discapacidad. Adscrito al Pleno del Consejo Presidencial.

Guatemala: Conadi. Consejo Nacional para la Atención de las Personas con Discapacidad. Entidad Autónoma.

Honduras: (SDHJGD). Secretaría de Derechos Humanos, Gobernación y Descentralización.

Haití: Secretaría de Estado para la Integración de Personas con Discapacidad (SEIPH)

México: Conadis. Consejo Nacional para el Desarrollo y la Inclusión de las Personas con Discapacidad. Adscrito a la Secretaría de Desarrollo Social.

Nicaragua: Consejo Nacional de Prevención, Rehabilitación y Equiparación de Oportunidades para las Personas con Discapacidad. Adscrito al Ministerio de Salud.

Panamá: Senadis. Secretaría Nacional de Discapacidad. Adscrito a la Presidencia de la República.

República Dominicana: Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS). Adscrito a la Presidencia de la República.

Estas estructuras, tienen características comunes, en su Organización, Misión y Visión, Valores, Principios, Metas, Programas, Proyectos, etc.

Se basan para el cumplimiento de sus actividades, en la propia legislación para Personas con Discapacidad y en la Convención Internacional sobre los Derechos de las PcD,

Están adscritos a otros organismos nacionales, lo cual denota, en nuestra opinión, carencia de autonomía funcional y decisoria.

Sus presupuestos no reflejan necesariamente las necesidades de atención de las Pcd.

En mayor o menor grado promueven a las ONG de personas con discapacidad en sus planes, proyectos y programas, pero no en la toma de decisiones.

Denotan una mayor política asistencialista que de derechos y participación, por el alto componente político – partidista de sus gestiones.

Existen problemas comunes como la asistencia e inclusión laboral, educativa, social, asistencial, y recreativa, entre otras.

No hay políticas organizacionales coordinadas entre ellas, a pesar del Alba, Mercosur ó del Caricom.

No hay estadísticas actualizadas sobre cuantas personas con discapacidad hay en esos países, que permitan una adecuada planificación de políticas públicas en general.

Se confunde (Enfatiza) más la visibilización que la inclusión de las Pcd, en donde la segunda de ellas aun no alcanza un grado considerable en las sociedades de estos países.

Es poca la atención de las PcD en condición de pobreza, mendicidad, género, raza, discapacidad múltiple, tercera edad, etc.

No se observa la participación de personas con discapacidad dirigiendo dichos organismos y menos en los cuerpos ejecutivos y legislativos de estos países, salvo mejor opinión.

No se encontraron en los documentos y páginas Web consultadas, planes estratégicos a corto – mediano y largo plazo para la atención de las personas con discapacidad, incluyendo al Conapdis de Venezuela.

En este último y como caso excepcional, mucha propaganda e información política no vinculada a la problemática de la discapacidad. La filiación política como vinculo de sus actividades.

juankujawa@gmail.com

Fuente: http://www.eluniversal.com/el-universal/3913/organizaciones-al-discapacidad

Imagen de archivo OVE

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Education and copyright. It matters to you!

Prensa IE

Resumen:

Reseña: Los maestros y profesores enseñan e investigan; los estudiantes aprenden; y los ciudadanos contribuyen a crear e intercambiar información en beneficio de la sociedad europea en la era de la educación digital . Como educadores , queremos un marco de derechos de autor que nos permita brindar educación innovadora y de calidad. Educación apta para el siglo XXI. Los derechos de autor deben reformarse para mejorar la calidad y la educación pública que abarca las vidas de los estudiantes, y se lleva a cabo en una variedad de entornos formales e informales, tanto en línea como fuera de línea. Internacional acuerdos de derechos de autor y el derecho interno debe ser equilibrada entre los derechos de los creadores y los derechos de los usuarios con el fin de apoyar el desarrollo y la difusión de la educación, el conocimiento y la investigación. En la actualidad, la Comisión Europea está finalizando una iniciativa para aprobar una directiva sobre derecho de autor que tendrá un amplio impacto en el trabajo de profesores, profesores, académicos e investigadores.  Con una vi ew para influir en el debate político a nivel de la UE y de la luz de la evolución de las políticas a nivel mundial nivel,  la europea Comercio U n ión Comité para la Educación ( E T T CE ) – Educación Internacional región de Europa ‘s – , C OMMUNIA – una red de activistas, investigadores y profesionales de universidades, ONG y PYME establecida en 10 Estados miembros de la promoción de políticas que amplían el dominio público y aumentar el acceso y la reutilización de la cultura y el conocimiento – yXX e  Federación Europea de Empleadores Educación ( FEEE) son org anising un Conferencia para discutir y pr Ovide ins ERECHOS en los derechos de propiedad intelectual y creativo de los académicos e investigadores, en particular en sus derechos de autor en la educación superior y el nivel de la investigación.   El acceso a una buena educación es un derecho humano fundamental y un requisito previo para una economía próspera basada en el conocimiento y para el avance de la ciencia y la innovación. Necesitamos una excepción que incluya a todos los proveedores de educación relevantes y una excepción que permita la diversidad de usos educativos. digital y análogo – de contenido protegido por derechos de autor.


Teachers and professors teach and research; students learn; and citizens contribute tocreating and exchanging information for the benefit of European society in the digital education era.

As educators, we want a copyright framework that enables us to provide quality and innovative education. Education fit for the 21st century. Copyright needs to be reshaped in order to enhance quality and public education which spans the lives of learners, andtakes place in a variety of formal and informal settings, online as well as offline. 

International copyright agreements and domestic law should be balanced between the rights of creators and the rights of users in order to support the development and diffusion of education, knowledge and research. 

At present the European Commission is finalising an initiative to pass a directive on Copyright which will have a broad impact on the work of teachers, professors, academics and researchers.  

With a view to influence the political debate at EU level and in light of the policy developments at global level, the European Trade Union Committee for Education (ETUCE) – Education International’s European region -, COMMUNIA – a network of activists, researchers and practitioners from universities, NGOs and SMEs established in 10 Member States advocating for policies that expand the public domain and increase access to and reuse of culture and knowledge – and the European Federation of Education Employers (EFEE) are organising a conference to discuss and provide insights into intellectual and creative property rights of academics and researchers, in particular into their copyrights at higher education and research level. 

Access to good education is a fundamental human right and a prerequisite for a thriving knowledge-based economy and for the advancement of science and innovation We need an exception that includes all relevant providers of education and an exception that permits the diversity of educational uses – both digital and analogue – of copyrighted content.
Watch the livestream and participate in the discussion!

Find out more about how copyrights affect teachers, librarians, researchers and students:

2011 EI Resolution on Copyright and Education 

ETUCE Copyright Conference page

ETUCE Statement on Copyright in the Digital Single Market 

Copyright and education, by Professor Teresa Nobre/COMMUNIA

Why educators ask for a better Copyright reform?, by COMMUNIA

Dear teacher: copyright concerns you, by Lisette Kalshoven/COMMUNIA 

5 outrageous things educators can’t do because of copyright, by Lisette Kalshoven/COMMUNIA

4 approaches for teachers on how to work with copyright in the classroom, by Lisette Kalshoven/COMMUNIA

Fuente: https://www.ei-ie.org/en/detail/15782/education-and-copyright-it-matters-to-you

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Patas arriba. La escuela del descompromiso

Habría que recordarles a los caciques de las oficinas que la escuela gira pero no alrededor de ellos.

Por Marco Fidel Gómez Londoño

Hace ciento treinta años, después de visitar el país de las maravillas,

Alicia se metió en un espejo para descubrir el mundo al revés.

Si Alicia renaciera en nuestros días, no necesitaría atravesar ningún espejo:

le bastaría con asomarse a la ventana.

Eduardo Galeano

Parece que algunas escuelas (las del mundo al revés) han sabido digerir el lenguaje con el que las últimas reformas educativas, impulsadas por los gobiernos de turno, se han apoyado para legitimar el giro urgente que posibilite el desarrollo de nuestro país. Las ministras de escolarización- que saben más de otras cosas que de educación- han sido excelentes transmisoras de un mensaje en el que las escuelas, para ser buenas,  deben invertir su prioridad: hacer énfasis en aspectos administrativos más que en sus procesos pedagógicos.

El sentido formativo es trastocado por el sentido administrativo. Esa escuela -esa empresa, desde una perspectiva economicista- gira alrededor de la oficina, y quien la ocupa, hoy, es el “gerente educativo”. Patas arriba estamos, para citar a Eduardo Galeano, la escuela del mundo al revés.

Sí. Las reformas y políticas educativas han creado toda suerte de personalidades,como bien lo dice el profesor Jurjo Torres, que estén capacitadas para reproducir esas políticas, afianzarlas y perpetuarlas. El “gerente educativo”, el “líder administrativo”, y otras de nombre y apellido similar, son un ejemplo de ellas.

Como en una película de cine aparece el bueno para apaciguar la crisis, el burócrata escolar, en la escena educativa, asoma para darle “brillo” a una escuela que es designada verticalmente como nicho de la competencia y de la productividad. No es casualidad el auge de estas personalidades. Su pensamiento y acción se alinean con las demandas de las políticas educativas que, a su vez, se soportan en las económicas.

Ahora, es gravísimo que estos caciques de oficina tengan por encargo una escuela que bien sabemos no se lidera detrás de los escritorios sino, mejor, al lado de las comunidades en las que hunde su estructura. Su ineptitud pedagógica se convierte en un yerro que socava toda intención educativa, y que imposibilita el enriquecimiento de propuestas que puedan darse al seno del profesorado y de la misma comunidad.

El rigor con el que asumen el compromiso social es el mismo que han tenido las últimas ministras de escolarización en nuestro país: ninguno. Estos caciques administran pero no gobiernan en democracia, dirigen mas no se untan, ellos son, desde el terreno pedagógico, los descomprometidos.

Los descomprometidos son aquellos que se esconden en la burocracia escolar, y, desde allí, se atrincheran para evitar ser tocados por las demandas reales de las comunidades. Servir al sistema es el lema que los cobija, aunque muchos lo nieguen, pues defienden con orgullo que su atrincheramiento permite que las escuelas mejoren. Una contradicción épica que encuentra sustento en la actual corriente administrativa y administradora de la educación. La tesis es bastante simple: la escuela se hace desde el escritorio.

No advierten la realidad, pues la evitan; no comprenden las comunidades, pues las resisten; no reconocen sus territorios, pues el que mejor conocen es el de papel: el de las montañas de cifras y datos que lo rodean. El burócrata es un descomprometido con los sujetos para los cuales dice servir. Ordena el dato, presenta cifras, aceita la maquinaria, pero nunca, nunca, pone su existencia al servicio de los demás.

La burocracia es la ventaja canalla del descomprometido, pues de allí no saldrá malherido ni señalado. Es comodidad y exceso. Eso sí, los burócratas escolares, que son amos y esclavos,  dirán que la escuela gira a su alrededor, y que lo que se hace en ella se debe a su “gestión”. Su estoicismo empapelador insiste en que la escuela es escuela por sus procesos, siendo el formato y el informe el producto que la revoluciona.

Es la oficina el lugar sagrado desde la que pretende ordenar la escuela y la morada de todos los datos. Finalmente, el dedo en el teclado guarda la asepsia que la mano comunitaria ni tiene ni le interesa pero que construye y deja huella. Tal vez por eso Jesucristo no tuvo despacho.

Habría que recordarles a los caciques de las oficinas que la escuela gira (pero no alrededor de ellos) mientras  llenan el último informe, y que ese mismo -cuando se entrega- ha caducado, pues en la eterna actualización nada tendrá vigencia. Esto indica que la oficina solo es un lugar de la robusta escuela, y que desde allí se pueden hacer cosas, solo y solo si, no se confunde burocracia con educación.

Acudo a Mario Moreno “Cantinflas” en la película “El Ministro y Yo” (1975) quien, a modo de despedida de su jefe y compañeros, que es más indignación, nos revela que la burocracia debe estar al servicio del pueblo: “el verdadero sentido de la burocracia”. Los burócratas, que en antítesis de la democracia: “se olvidan de los que están ahí afuera, de los que esperan, de los que hacen cola como éstos, que también son pueblo”, pero que también, paradójicamente, dependen de ellos, pues: “ellos al pagar sus impuestos, sus contribuciones, están pagando los sueldos de todos ustedes. Sus vacaciones, sus servicios médicos y sus jubilaciones”. Untarse, querido burócrata escolar, de pueblo, untarse.

El compromiso implica vínculo social y político. Recuérdese que la sincronía del dato en el formato no reemplaza a los sujetos, ni desde el pulcro y perfumado escritorio puede comprenderse y transformarse las realidades complejas de las comunidades. Confundir lo uno con lo otro es un signo de que algo anda mal. De estar patas arriba.

Fuente: https://laorejaroja.com/patas-arriba-la-escuela-del-descompromiso/

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La educación privada en tiempos de mala educación pública

Por Juan María Segura

Mientras un nuevo paro docente vuelve a la primera plana de los medios y a la consideración de la población -que suele preocuparse cuando esto ocurre, bajo la creencia de que cuando hay clases todo transcurre con normalida-, los resultados del Operativo Aprender van pasando a un segundo y lejano plano.

Debo confesar que me entusiasmo mucho cuando aparecen datos como los publicados por el gobierno sobre este tema, más allá de lo que muestren y de cómo salga el país en la fotografía. Los dos informes de resultados de primaria y secundaria subidos a la página web del Ministerio de Educación de la Nación días pasados son un recurso analítico de extraordinario valor, no solo por la calidad propiamente dicha de sus datos y observaciones, sino también porque corresponden a una evaluación tomada hace escasos meses. Son muchos datos, y son actuales, aportando una pequeña mirada comparativa, y abriendo la posibilidad de delimitar con mayor precisión el contorno de los problemas a resolver, que son una cantidad y son complejos.

La publicación de los citados informes se suma a estadísticas y análisis que desde otros sectores han comenzado a sistematizarse, sea desde el sector privado (por ejemplo, del Centro de Estudios de Educación Argentina, de la Universidad de Belgrano), desde la sociedad civil (por ejemplo, del Observatorio Argentinos por la Educación) o desde organismos multilaterales (por ejemplo, la OEI y el Diálogo Interamericano acaban de publica un valioso trabajo sobre el estado de las políticas públicas docentes).

El Operativo Aprender durante 2017 hizo foco en la medición de los aprendizajes de ciencias sociales y naturales en grado 6, y de lengua y matemática en grado 12. La información es abundante, ya que se procesaron 900 mil exámenes (casi el doble de evaluaciones que se completan en las pruebas PISA) provenientes de 30 mil establecimientos educativos, y casi toda la discusión pública giró en torno a si había o no progresos en algunas mediciones en comparación con el año o la medición anterior.

Más allá del poco progreso mostrado en los aprendizajes entre Operativos (a mi juicio, dentro de lo esperable), me interesó especialmente la mirada comparativa entre la educación de gestión estatal y aquella de gestión privada. Ahora sabemos con contundencia que los alumnos aprenden mejor en las escuelas de gestión privada en todos los contenidos evaluados. Se vuelve a dejar en evidencia la gran brecha que separa ambos niveles de aprendizajes, agregando ahora el dato de que en el nivel socioeconómico (NSE) bajo solo el 4% del alumnado de primaria asiste a escuelas privadas, mientras que en el NSE alto lo hacen el 64% de los alumnos del mismo segmento educativo. En la escuela secundaria pasa algo parecido, con 10% del NSE bajo en escuela privada, contra un 67% en el NSE alto. El dato novedoso, sin embargo, es que en las escuelas de gestión privada los alumnos miden mejor aún cuando se hace la apertura por NSE. El NSE bajo de la privada mide mejor que el propio de la pública, y lo mismo con los NSE medio y alto. Eso significa que la escuela de gestión privada, para un mismo NSE, ofrece mejores oportunidades de aprendizaje en todos los campos curriculares medidos. No podemos enojarnos con el Presidente cuando habla de «caer a la escuela pública», pues estos informes lo están dejando planteado con claridad.

Estos datos son inquietantes, pues hablan a nivel sistema de la falla estructural que está teniendo el funcionamiento de la escuela pública en todo el país. Por supuesto que no toda escuela pública funciona mal, pero a nivel sistema tenemos un problema de gran magnitud y complejidad, que en parte explica que Argentina ya posea el 29% de sus alumnos escolares en escuela de gestión privada, con o sin subsidio estatal.

Los padres saben que los chicos aprenden mejor en instituciones en donde se falta menos, en donde la infraestructura es mejor, en donde se repite menos de grado, en donde hay más materiales didácticos y recursos pedagógicos, y en donde estos se cuidan como propios. Existe en los informes una gran cantidad de información sobre clima escolar, alimentada por la opinión de los alumnos y los docentes. Una pena que no se haya respetado la misma apertura realizada en la medición de aprendizajes (publica y privada, rural y urbana), pues estoy seguro se hubiese verificado con claridad lo anterior.

No tenemos que enojarnos con aquellos que huyen hacia la escuela privada. Todo lo contrario, en especial para los que pertenecen a los NSE más bajos. La escuela privada es un mecanismo de protección, caro y no apto para todos, pero de resguardo al fin, para evitar que las malas políticas y los dirigentes gremiales egoístas exploten a nuestros hijos.

Mire que interesante lo que pasó con la provincia de Neuquén en el Operativo Aprender. Del total de los establecimientos educativos de la provincia propuestos para realizar la medición, solo funcionaron un 52% en primaria (versus un promedio nacional del 91%) y un 64% en la escuela secundaria (versus un promedio nacional del 95%). Es la provincia que presentó valores más bajos de adhesión al operativo, tanto a nivel de establecimiento como a nivel de alumnos (32% vs 75% de promedio nacional en primaria, y 33% vs 66% de promedio nacional en secundaria – solo mejor que Santa Cruz, con apenas el 31% de los alumnos completando el operativo). Ahora, cuando uno hace la apertura de las escuelas por tipo de gestión, en la primaria pública completaron el operativo apenas el 25% de los alumnos, en comparación con el 75% de la privada. En la escuela secundaria pasó lo mismo, con 29% de la pública versus un 55% de la privada. ¿Por qué esta provincia tuvo niveles tan bajos de adhesión a un operativo tan importante de medición de la calidad de los aprendizajes? Pues porque los gremios locales llamaron a un paro ese día, y la fotografía de los aprendizajes casi no se pudo sacar…. salvo para los que lograron escapar hacia la escuela privada.

En casi todas las mediciones provinciales se recabaron más datos (y por lo tanto se logró mayor confianza en los resultados) en los establecimientos de gestión privada, tanto a nivel de escuela primaria (+14% de promedio nacional) como secundaria (+21% de promedio nacional).

Por lo tanto, cuidado con la forma en la que hacemos referencia hacia la escuela de gestión privada, pues para muchos padres y madres está resultado una forma de liberarse de la esclavitud de los malos dirigentes educativos y de las políticas públicas conniventes pensadas más para los grandes que para los chicos.

Nuevamente, celebro tener tantos datos, celebro que podamos arriesgar miradas e hipótesis, y celebro el ocaso de los opinólogos y engatusadores de siempre. El país necesita acordar la forma en la cual dará respuesta a estos graves problemas de aprendizaje con los cuales estamos condenando a nuestros pequeños.

Fuente: https://www.infobae.com/opinion/2018/04/10/la-educacion-privada-en-tiempos-de-mala-educacion-publica/

Imagen tomada de: http://www.elsoldenayarit.mx/site/images/notas/58434_17_2018022700724_117privada.jpg

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Repensando el acceso a la universidad (I)

Por: Blanca Heredia

López Obrador ha señalado reiteradamente que cuando él sea presidente no habrá rechazados en las universidades. En una entrevista grupal en Milenio TV, Silva-Herzog Márquez le preguntó si eliminar los exámenes de admisión no implicaba violar la autonomía universitaria. AMLO respondió que no, pues buscaría un acuerdo con todas las universidades (públicas y privadas) para ampliar los cupos en estas y lograr que todos los jóvenes interesados pudiesen ser admitidos.

El académico reviró recordándole al candidato de Morena que él había inaugurado el sorteo como medio para acceder a la universidad y preguntándole si consideraba que el azar –en lugar del mérito– era un buen modelo para el resto de las universidades. AMLO respondió que sí y explicó que el objetivo central de eliminar el examen de admisión en la UACM había sido el de evitar la marginación de los jóvenes.

Silva-Herzog Márquez puso el dedo en la llaga enfocándose en dos pilares sobre los que se sostienen los exámenes de admisión y la idea misma de universidad: el principio de la autonomía y el mérito como criterio eje para determinar el ingreso a la universidad. La primera, porque en ella se funda la vigencia de principios como la libertad de cátedra y la neutralidad valorativa en la búsqueda de la verdad dentro de la universidad, sin los cuales le resultaría imposible cumplir su función como generadora, guardiana y transmisora del conocimiento. El mérito, porque es el criterio de selección (para alumnos y profesores) que permite asegurar la persistencia de una comunidad conformada por personas con las capacidades y la disposición para dedicarse a las labores propias de la universidad.

López Obrador, por su parte, también trajo a la discusión dos temas clave. Primero, el tamaño de la oferta y, segundo, la inequidad y exclusión que producen, en la práctica, los exámenes de admisión a las universidades en un país tan profundamente desigual como México.

La condición material que explica la existencia de exámenes de admisión o de cualquier mecanismo de selección (incluyendo el sorteo) es que los espacios disponibles no alcanzan para satisfacer la demanda. En breve y sobre la base de la pura lógica numérica de oferta y demanda, si el número de postulantes no fuese mayor al de los lugares disponibles en las universidades, no habría necesidad mecanismos de selección.

Tiene razón, así, López Obrador en traer a la discusión el tema del tamaño de oferta. Básicamente, pues, si se ampliara y, en el extremo, se hiciera universal, ello cancelaría la necesidad de seleccionar alumnos, dado que habría lugar para todos los que quisieran entrar. Al respecto, sin embargo, resultan indispensables varias consideraciones.

Primero, ¿podría sobrevivir la institución conocida como “universidad” a la eliminación de mecanismos de selección basados en el mérito, entendido como la capacidad para aprovechar y contribuir a la función social de la universidad, más allá de que se cerrara la brecha cuantitativa entre oferta y demanda?

Segundo, México carece de los recursos para ampliar la oferta de espacios en las universidades tanto como para eliminar la necesidad de algún mecanismo de selección. Ello implica que tendremos que seguir discutiendo cómo asignar cupos escasos en las universidades.

Tercero, dado lo ocurrido con la vertiginosa ampliación de la cobertura educativa en México y sus costos en términos de calidad, así como de la imposibilidad de generar suficientes empleos calificados y productivos para traducir mayor escolaridad en mayor y mejor crecimiento económico, resulta indispensable valorar qué tanto conviene ampliar la oferta universitaria. La pregunta es central y no tiene una sola respuesta correcta.

La de AMLO es que es “mejor tener becarios que sicarios”. Yo coincido (¿quién no?), pero me pregunto si no habrá alguna manera de lograrlo sin acabar, en el camino, con las universidades del país.

Las propuestas de López Obrador sobre el acceso a la educación superior dan mucho para analizar y discutir. Para empezar, ponen sobre la mesa la necesidad de enfocarnos a encontrar soluciones para los dilemas concretos planteados por la defensa de la autonomía universitaria y el mérito, en un contexto marcado por la escasez de espacios en las universidades y, sobre todo, por desigualdades sociales que excluyen a la mayoría de la población de la posibilidad de acceder a la universidad sobre la base del mérito. Seguiré con estos temas en columnas futuras.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/repensando-el-acceso-a-la-universidad-i/

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Reformas educativas en Latinoamérica. Derecho a la educación en Argentina

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ)

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente

La tensión entre la lógica de la educación como derecho o como servicio a ser intercambiado en el mercado, atraviesa la historia reciente en la Argentina. La matriz fundacional de la educación moderna que priorizaba la formación del ciudadano y del trabajador, está muy arraigada en este país de fuerte inmigración, que encontró en la escuela uno de los principales lugares de inserción y movilidad social.

Con la dictadura militar iniciada en 1976 comenzó a instalarse el mercado educativo, que luego se profundizó en los gobiernos democráticos especialmente en la década de 1990. Una nueva etapa se inició en el 2003 durante los gobiernos nacional populares de Néstor Kirchner (desde el 25 de mayo de 2003) al que siguió el de Cristina Fernández de Kirchner (10-12-2007-09-12-2015).

Durante esos años el sector educativo, en el marco de las políticas sociales, estuvo orientado a la ampliación de derechos e inclusión. Se realizaron transformaciones muy importantes, pero también quedaron muchos aspectos pendientes. Sobre esas debilidades se asienta el discurso educativo de esta nueva derecha, a partir de la asunción del presidente Macri en diciembre del 2015.

Dos leyes fundamentales marcaron la gestión kirchnerista en el terreno educativo. En el 2006, con la sanción de la Ley de Educación Nacional No. 26.206 se derogó la Ley Federal de Educación N° 24195 de 1993, de inspiración neoliberal. La educación pasó a ser considerada como un “bien social y responsabilidad común” (Art.1), “bien público y un derecho personal y social” y se estableció que ese derecho “está garantizado por el Estado nacional” (Art. 2). Una segunda Ley fundamental promulgada también en el 2006 fue la Nº 26075, conocida como Ley de Financiamiento Educativo, que estableció la aplicación del 6% del PBI al sector, y el apoyo nacional a las jurisdicciones para garantizar un piso salarial común. [1]

Ese proceso democratizador caducó con la llegada al gobierno nacional de la Alianza Cambiemos en diciembre del 2015. El modelo educativo de mercado nuevamente pasó a ser asumido por la política nacional, pero a diferencia de las décadas del setenta y noventa, está ahora mucho más afinado, y ha mejorado su forma de ser comunicado al conjunto de la sociedad. Las declaraciones y documentos formales son cuidadosos en las formas teniendo en cuenta la fuerte tradición de la cultura argentina de defensa de la escuela pública, respeto al trabajo docente y a la creencia en la movilidad social por los créditos escolares. Pero en algunos momentos, quizás por descuido o porque también representa parte de lo que somos como sociedad, los principales funcionarios deslizan frases o ideas que causan estupor y a veces escándalo, y suelen ser rápidamente reproducidas en las redes sociales. Por ejemplo: “esta es la nueva Campaña del Desierto, pero sin espadas con educación”, dijo el que fuera primer ministro de Educación de este gobierno – Esteban Bullrich -, en setiembre del 2016, al inaugurar el Hospital Escuela de Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Negro, haciendo alusión, en el propio territorio de la Patagonia Argentina, a la masacre a los pueblos originarios ocurrida a fines del siglo XIX, que la historia oficial y conservadora enalteció con esa denominación.

En marzo del 2017, a tres semanas de inicio de paros docentes en varias provincias, el presidente Macri presentó los resultados de las ya conocidas pruebas estandarizadas de resultados escolares, ahora llamadas Operativo Aprender. Señaló los resultados como “dolorosos”, y acuñó una expresión que se hizo histórica, descubriendo que existe una: “terrible inequidad entre aquel que puede ir a una escuela privada y aquel que tiene que caeren la escuela pública”. Con esta frase, el presidente inauguró el discurso oficial de desprestigio de la escuela pública y a sus docentes, dando cuenta de su posicionamiento privatizador de la educación.

Sin embargo, no les está resultando tan fácil imponer su proyecto. Han encontrado, como ellos dicen, una “pesada herencia”. La gestión kirchnerista produjo avances en el derecho a la educación que no son fáciles de remover, sobre todo cuando son ancladas en bases normativas o institucionales, o en la conciencia social. Por ello, el nuevo gobierno debió enfrentar una cultura de valorización de la escuela y los maestros, cuyo arraigo en la historia nacional se fortaleció en esos años.

La primera medida que generó malestar fue un cambio de nombre. El que fuera Ministerio de Educación pasó a llamarse Ministerio de Educación y Deportes. Al poco tiempo, nos fuimos dando cuenta que la propuesta de supuesta ampliación de la jornada escolar tan prometida, se realizaría por fuera de la escuela, en algún tipo de articulación con instituciones deportivas y extra escolares. A dos años de gobierno no se formularon precisiones ni se produjeron avances al respecto.

Lo más grave de esos primeros días de comienzo de gestión fue que en Ley de Ministerios,  a través del DNU No 13/2015, -en algo que luego se aclaró que se había tratado de un “error”- se hizo referencia a un conjunto de normas sancionadas durante los años noventa, ya caducas (Ley Federal de Educación No 24.195 ya mencionada, la Ley de Educación Superior No 24.521 y el Pacto Federal Educativo, Ley N° 24.856), y desconociendo abiertamente las leyes de Educación Nacional, de Educación Técnica, de Educación Sexual y de Financiamiento Educativo, sancionadas durante la gestión precedente.

Apenas asumidas las funciones, en el 2016, comenzó la desarticulación de programas. A pesar de las luchas y la conflictividad gremial y social, el gobierno desarmó los equipos nacionales del Plan Nacional de Lectura, los programas de Memoria, Educación Sexual Integral, Comunidad y Convivencia Escolar y Políticas Universitarias. Otros importantes programas, como el de Finalización de la Estudios Secundarios (FinEs) fueron vaciados de financiamiento del Ministerio de Educación de la Nación, quedando su suerte en manos de las decisiones provinciales, perdiendo el status de proyecto nacional. Otro tanto ocurrió luego con los diversos proyectos del Instituto Nacional de Formación Docente que, de a poco fueron cerrando, y dejaron un vacío que apenas comienza a ser completado con propuestas y mucha incertidumbre.

Más difícil les está resultando avanzar sobre aspectos afianzados en la Legislación, y sobre todo desarticular los sujetos políticos con capacidad de plantear una oposición y construir alternativas. Este último punto parece ser en el que más energías han puesto en estos dos años, a costa de producir avances significativos en el plano de la gestión. La conflictividad gremial a nivel nacional y jurisdiccional ha acompañado al gobierno de modo constante, pero un punto central ha sido el cierre del espacio nacional para la discusión paritaria. Con esa medida el gobierno no sólo debilita a los trabajadores de la educación, sino que contribuye a una desarticulación del sistema educativo, y genera las condiciones para el desarrollo de un escenario que permita una apertura al mercado educativo internacional. Queda a la vista que no desperdicia espacios internacionales de encuentro para avanzar en esa dirección.

Por ello se ha dado una estrategia progresiva de diseño de políticas en fuerte acuerdo con los gobernadores, incluso de diversas líneas políticas.[2] En febrero del 2016, en el marco del Consejo Federal, se firmó la llamada Declaración de Purmamarca, nombre de la ciudad donde se realizó la reunión. No obstante la diversidad de colores políticos de los gobernadores, los documentos que se produjeron en su seno fueron muy negociados, y no pudieron sino basarse en la legislación heredada, que, recordemos, sostiene que “la educación y el conocimiento como un bien público y un derecho personal y social que deben ser garantizados por el Estado, acorde a lo establecido por las leyes nacionales vigentes.”
[3]

Los lineamientos de política que plantea son también de corte democratizador, aunque, al igual que la declaración de principios, no dejan de ser una expresión de deseos en la medida en que no expone los mecanismos de gestión ni los recursos para su concreción. Posiblemente sea por eso que se han realizado muy pocos avances a la fecha, bastante lejos de la Revolución Educativa que se proponía.

En julio de ese primer año de gobierno, nuevamente se acordaron una serie de líneas de política conocida como “Compromiso por la educación”, el cual se define como la creación de un ámbito de debate, con participación de los individuos, a nivel sobre todo jurisdiccional. Sin embargo, no parece haber tenido trascendencia en instalar territorialmente un movimiento de apoyo al sector.

En septiembre del 2016 se acordó en el mismo ámbito interprovincial el Plan Estratégico Nacional 2016-2021 “Argentina Enseña y Aprende”. En éste se reafirman nuevamente los principios de la ley Nacional de Educación, sosteniendo la responsabilidad indelegable del Estado y se reconoce a la educación como bien público y como derecho personal y social.

Al inicio del ciclo lectivo del año siguiente, en el marco de una fuerte conflictividad, sobre todo por la negativa del gobierno de convocar a una paritaria nacional docente y, como se mencionó antes, en el marco de la presentación de resultados del Operativo Aprender, el presidente de la Nación anunció que enviaría al congreso un proyecto de ley para el decenio 2016-2026. Eso produjo muchas críticas, tanto por el modo completamente inconsulto de su elaboración, su escasa articulación con la normativa vigente, como por los errores diversos en su formulación. Plantea seis dimensiones estratégicas y áreas prioritarias de acción, pero, como en los documentos anteriores, no establece el modo en que esas metas se lograrían, cuál sería el grado de participación provincial y nacional, ni la inversión que suponen. Parecería que se trató únicamente de una estrategia para lograr impacto mediático.

En fin, ha habido producción de documentos y firma de acuerdos con los gobiernos jurisdiccionales, que no se han traducido en un plan de trabajo que especifique mecanismos de gestión y asignación de recursos.

A pesar de los escasos avances realizados en la ampliación del derecho a la educación, no se trata de una improvisación ni la ausencia de una prospectiva de mediano plazo. Se busca generar una transformación profunda de la tradición escolar Argentina, en la valoración del espacio público y en el respeto al cuerpo docente. En el marco de un plan más general de mediano plazo, se pueden ubicar cinco puntos que se han formulado como lineamientos de política que resultan los más significativos.

El primero es la obligatoriedad del nivel inicial a partir de los tres años de edad, sobre el que prácticamente no se ha avanzado en estos dos años, ya que requiere una importantísima inversión en infraestructura sobre la que poco se ha hecho. El segundo es la propuesta de Jornada extendida, que es parte del modo confuso en que formulan sus propuestas. Se trata, como dicen, de que la “escuela salga de la escuela”, a partir de articular trabajos con otras instancias vinculadas al deporte o la recreación, pero tampoco se han realizado avances de articulación institucional o de algún apoyo de gestión, hay apenas algunas experiencias organizadas a partir de iniciativas locales.

El tercer punto es el de la transformación de la escuela secundaria. Recién en marzo del 2018 el Consejo Federal aprobó el proyecto “Secundaria 2030”, se trata de una serie de lineamientos sobre los cuales cada provincia realizará sus planes. Lo más preocupante es la tendencia a vincularla fuertemente con las necesidades empresariales. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a implementarse en algunas escuelas públicas, el 50% del último año está destinado a trabajar en empresas y organizaciones.

Los documentos establecen un fuerte impulso a las pruebas estandarizadas, especialmente a través de la propuesta de Creación del Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad. Se trata nuevamente de mecanismos de control, que ligan la mejora en la calidad con ese tipo de pruebas, más que con inversión y planificación estratégica.

El tema de la formación y capacitación docente es sin duda un capitulo central. Se ha desarticulado el Instituto Nacional de Capacitación Docente. En la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires se propuso la transformación de la carrera docente en nivel universitario, desarticulando los tradicionales Institutos Terciarios[4] sin claridad respecto a los mecanismos para su implementación, ni formulación del Plan de Estudios.

Respecto de las políticas universitarias, la Alianza Cambiemos ha recortado el presupuesto universitario en tres mil millones de pesos y comenzó el 2018 con un congelamiento de varias obras de infraestructura en las Universidades. Así también, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, de quien dependen los organismos de investigación como el prestigioso CONICET, redujeron de manera sustancial las becas y el acceso a la carrera de investigador.

La cuestión presupuestaria no es el único golpe que resiste el sector: la apertura de convocatorias a proyectos con financiamiento del Estado a las Universidades Privadas da cuenta de la lógica de este gobierno. A su vez, una batería de artículos y notas en los medios de comunicación afines a Cambiemos propone el arancelamiento de la Universidad Pública y diferentes mecanismos de limitación del acceso a carreras de grado.

La sanción, hacia finales de 2015, de una modificatoria propuesta por la entonces diputada Adriana Puiggrós a la Ley de Educación Superior les obstaculiza por el momento una avanzada privatizadora de la Universidad Pública, sin embargo, la mercantilización de la educación superior avanza en nuestro país de la mano de convenios con privados en diferentes modalidades: plataformas virtuales, equipamiento de laboratorios, compra/venta de patentes, bancarización de trabajadores, etc.

A dos años de iniciado este gobierno, parece haber más declaraciones que logros; y parecería también que las energías más importantes han sido el debilitamiento de los sectores sindicales y las organizaciones sociales.

En fin, si bien los documentos oficiales no pueden sino basarse en la legislación heredada y reconocer la educación como derecho, las formulaciones de política concreta en general sólo son, en el mejor de los casos, expresiones de deseos que no establecen ni mecanismos de gestión ni administración de recursos para su implementación. Mientras tanto, las políticas educativas efectivamente implementadas en algunas jurisdicciones, están marcadas por el desfinanciamiento, argumentadas en el progreso individual, y en lógicas de inserción en el nuevo mundo empresarial. No hay una preocupación por la formación del ciudadano, la consolidación del lazo social, y están lejos de sostenerse en el principio del derecho.

[1] La República Argentina está organizada de modo federal, en veintitrés provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es además la capital de la República. Tanto las provincias como la Ciudad son jurisdicciones autónomas con poderes políticos, económicos y administrativos propios. Por lo tanto, existen leyes nacionales que regulan el sistema educativo, pero también cada provincia tiene su propia normativa y sus propias estructuras para el sector.

[2] El espacio común para la concertación de políticas es el Consejo Federal de Cultura y Educación, creado por Ley Nº 22.047 del año 1979, conformado por los 24 ministros de educación, y presidido por el Ministro Nacional. El sistema educativo argentino está conformado aproximadamente por 40.000 establecimientos de los niveles inicial, primario, secundario y/o superior no universitario y más de 100 instituciones universitarias, con un total de más de 10.000.000 de alumnos.

[3] Consejo Federal de Educación (Argentina). (2017). Declaración de Purmamarca. Buenos Aires: [Ministerio de Educación y Deportes].

[4] Los Institutos terciarios o Institutos Superiores de Formación Docente o Técnica son las instituciones que dictan las carreras docentes.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reformas-educativas-en-latinoamerica-derecho-a-la-educacion-en-argentina/

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