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La pedagogía del relato

31 de enero de 2018 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: IDEP

Un trabajo de investigación e innovación educativa, propuesto por generar una cultura del reconocimiento de la infancia a través de la pedagogía del relato. 

Muros altos que bordea el viento. Horas que se repiten una tras otra, día a día, medidas por el mismo compás de obligaciones. Escapadas gloriosas, zancadas de corredor y libertades bien tasadas… cauchos que se estiran entre las piernas, un balonazo en la nariz, cáscaras de mandarina. Borrones tristes, tristes, tristes… algunos que se vuelven huecos en la hoja… una colección de pequeñas pesadumbres, inciertas e inadvertidas, que pasan camufladas entre el ruido de todos los segundos, del yogurt derramado, del ienes miedo de que papá te pegue por arrancar la página.

Cuando todavía no te alcanzan las letras que te sabes para escribir lo que querías y hay siempre alguien listo para enjuiciarte, para hacerte tiritas las buenas intenciones porque debes aprender qué es lo correcto, y a comportarte y a no llorar por tonterías y a sentarte derecho.

Con eso se encontró Sandra Terán en un primero de primaria del colegio Las Violetas, ubicado en la localidad de Usme, la segunda localidad más grande de Bogotá, al nororiente de la capital, y empezó a preguntarse si de verdad era necesario crecer así, a ritmos contrariados, o si acaso los s de los estudiantes podrían convertirse en espejos del mundo capaces de devolver a sus orígenes el rostro de la fantasmagoría y desterrarla.

Sandra, es una de las profesoras que fue reconocida, junto con un grupo de compañeros, por su trabajo de investigación e innovación educativa dentro del sistema educativo oficial de Bogotá, D.C., quienes propusieron generar una cultura del reconocimiento de la infancia a través de la pedagogía del relato.

Y entonces, esas pequeñas tristezas de chorreón, de hueco, de gato censurado, emergieron como una “nueva subjetividad capaz de interpelar el entorno”, de ponerlo en evidencia: surgió el mundo de los niños, que es este mismo, “el nuestro”… que no es otro.

Todo un inventario de narrativas de los niños permitió al equipo de investigación recuperar cuatro voces que reflejaban situaciones cotidianas de desencuentro y llevarlas al escenario de la reflexión. La comunidad académica, en su conjunto, pudo ver y verse del otro lado del espejo y, a partir de algunas preguntas generadoras, discurrir en torno a razones, emociones y mundos posibles, ¿qué habría pasado si?:

“El relato final, configurado por el niño, ―explica la profesora Terán― se presenta como una realidad prístina (primitiva) que puede ser comparada con su mundo posible (deseado, imaginado) ―alternativo―”. Finalmente, esto hizo posible delinear una nueva poética del encuentro cotidiano: “lograr una suerte de correspondencia entre ese mundo y el mundo real”. ¡Ese es el punto!

Así, la iniciativa de indagación de este equipo docente, permitió visualizar la realidad de la escuela Las Violetas y sus posibilidades de transformación. Verse reflejados en la sensibilidad de los más pequeños, enfrentarse a: “la lectura de las situaciones cotidianas, y reconocer su lugar activo en la construcción del mundo a partir de sus interpretaciones”, permitió a los profesores reflexionar sobre sus prácticas desde una perspectiva de derechos de la infancia y principios docentes: “Los niños tienen derecho a jugar, derecho a que se les crea, derecho a ser escuchados y a equivocarse”, fueron algunas de las conclusiones de ese nuevo decálogo para la convivencia.

Lo importante es que ya no se trata sólo de una declaración retórica, sino de un asunto de sensibilización con respecto al gesto, al tono, a la domeño de la impaciencia, que a veces dispara dardos impensados que en su trayectoria desconocen un por qué y un cuándo.

Ahora, en Las Violetas maestros y estudiantes persiguen un sueño compartido: “una escuela donde los niños sean protagonistas, en donde se privilegie el ser feliz y el jugar, por encima de la acumulación de conocimientos, una escuela en la que se discuta con estos sobre sus derechos y necesidades, un espacio donde se les acompañe en la construcción de su identidad, en el que se les permita equivocarse sin señalamientos”.

Una escuela, acaso, donde el gato de Camilo ―ese que a sus 7 años aún no tiene―, pueda salir de su rincón anónimo y ya no tenga que comerse sus propios mocos, si no quiere, pero tenga derecho, por irreal que le parezca a alguien, a seguir con su dieta de maní.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-pedagogia-del-relato

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Para comenzar bien, un compromiso

Por: David Calderón

En la Primera Infancia, de los cero a los 5 años de edad, ocurre a los seres humanos un proceso paradójico: nunca se aprende tanto y con tan profundas consecuencias como en esta etapa, y resulta a la vez un periodo de casi total dependencia. No por una enfermedad o debilidad posterior -“superveniente”, como dirían los abogados- sino en forma generalizada y estructural, las niñas y los niños más pequeños requieren de la asistencia constante y del cuidado deliberado de los adultos para asegurarles los mínimos vitales más elementales. Nuestro momento de ser los máximos aprendices coincide con nuestro momento de máxima fragilidad.

Ríos de tinta y trillones de bits han corrido, en los años recientes, para posicionar dos mensajes: la inversión social en los primeros tres años es la que más beneficios trae. Por cada unidad monetaria invertida en las personas de estas edades, el “retorno” social es de tres y hasta siete veces superior llegando a la vida adulta. Es decir, invertir en nutrición, salud y educación inicial es un posterior ahorro en las enfermedades crónicas que se evitaron o un menor gasto en seguridad y cárceles que no fueron necesarias, o bien, por el lado positivo, niñas y niños con adecuado ambiente y activación de capacidades serán ciudadanos más participativos, población económicamente activa que aporta más y mejor recaudación para redistribuir la riqueza, personas que, a su vez, vivirán su etapa de paternidad y maternidad en forma más dedicada y más sana que sus predecesores. Segundo mensaje: en esos mismo años se producen la mayor cantidad de conexiones neuronales, absolutamente críticas para las capacidades posteriores en lo afectivo y lo cognitivo, pero sin el cuidado y la ejercitación adecuadas generan un déficit que ahonda aceleradamente -como ningún otro factor que no sea guerra, hambruna o desplazamiento-las desigualdades entre los niños de familias más pobres y los de las familias más ricas. Conclusión: no poner atención prioritaria al Desarrollo Infantil Temprano es la peor política pública, la más contraria al crecimiento económico, la equidad y la estabilidad social. Ya tenemos Preescolar, para niñas y niños de 3 a 5 años, y para la etapa anterior, 0 a 3, la denominación que se usa es “Educación Inicial”.

Así de importante. Por eso es una gran noticia la publicación del acuerdo número 04/01/18 de la SEP, referido al Programa de Educación Inicial: Un Buen Comienzo, en el Diario Oficial de la Federación. El Programa es ambicioso, prolijo (¡110 páginas!) y todavía con los resabios del diseño curricular típico de la educación básica, pero hay que reconocerle dos grandes méritos: a) recapitula buena parte de los dispersos enfoques para abordar la responsabilidad del Estado en esta etapa (en 2014, UNICEF contó 45 esfuerzos diferentes de la Federación y 60 de los estados, entre intervenciones del CONAFE, CENDIS, guarderías, estancias, programas de visitas, etcétera), brindando un marco común sensato y compartible por los distintos especialistas y activistas; y b), pone las bases de una articulación de la propuesta educativa de México (aunque la SEP lo ha llamado “Modelo”, lo más adecuado sería llamarle “proyecto educativo”) que, ahora sí, cubre el arco que va desde el nacimiento hasta la educación para adultos, con la concepción de “educación para toda la vida”.

En otra ocasión me ocuparé de los contenidos. Baste decir que el documento es sólido y que plantea cinco principios rectores, muy congruentes con lo que la investigación y las prácticas efectivas a nivel internacional han confirmado:

1. El niño es un aprendiz competente (es decir, las actividades deben orientarse a enriquecer lo que ya ocurre, y no suponer que lo “creamos” con nuestra acción; los niños más pequeños, y tooodos los niños, ya están aprendiendo. No son sub-humanos o pre-humanos; son pequeñitos pero sienten, piensan, saben).

2. El niño como sujeto de derechos (esto es, no es opcional el respeto y promoción de su seguridad, de su libre expresión, a la vida libre de violencia, etc.).

3. Garantizar el juego y el aprendizaje (estos dos derechos de niñas y niños son los que deliberadamente se promueven con el Programa).

4. Orientar y enriquecer las prácticas de crianza (como dijimos, no todo se resuelve en instituciones; la educación inicial es incompleta si no involucra a las familias y toma en cuenta su contexto, sus aspiraciones y su cultura)

5. Ofrecer servicios educativos de calidad (que sean chiquitos no significa que niñas y niños de cero a seis merezcan poquito; no es adecuado tenerlos en condiciones precarias y es mejor una estrategia de activación con las familias y la comunidad, y no instalaciones insalubres o peligrosas, como mostró la tragedia de la guardería ABC, ni tampoco personal impreparado y mal pagado que no tiene la disposición o la formación adecuadas para estimular la exploración y el descubrimiento, el despliegue de los lenguajes y la convivencia armónica y afectuosa.

Ésa es la jugada dibujada, hoy, en el pizarrón nacional. Pero hace falta la selección nacional que se tome las metas y se obligue a financiar y monitorear los avances. Por ello, desde la sociedad civil, convocaremos a un Pacto Nacional por la Primera Infancia.

Esta historia, literalmente, continuará…

* Presidente Ejecutivo de Mexicanos Primero

Fuente del Artículo:

Para comenzar bien, un compromiso

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Una educación cada vez menos física

Por: Marcela Díaz Sandoval.

Lo que empezó como un cambio de paradigma para los estudiantes y un desafío en infraestructura y enseñanza para las instituciones, hoy se convierte en el futuro de la academia. Así avanzan las cifras y este es el perfil de los colombianos que optan por la modalidad virtual.

Colombia incursionó en la educación virtual de una manera muy tímida. En el año 2015, cuando apenas salían los primeros rumores de implementar esta modalidad en las tradicionales aulas físicas, el Gobierno Nacional, en alianza con la Corporación Renata y el Politécnico Grancolombiano, convocaron a los principales líderes e instituciones involucradas para participar en la creación de la primera Estrategia Nacional de Educación Superior Virtual. Hoy, este modelo en el país ha crecido 98,9 %.

Según datos recientes del Ministerio de Educación Nacional, el número de matrículas de educación superior, modalidad virtual, ha evidenciado una tasa de crecimiento desde el 2011 (13,6 %) hasta el 2014 (90 %). Aunque en 2015 la tasa de crecimiento de las matrículas se moderó, en 2016 volvió a repuntar hasta llegar a 98,9 %. Las razones que han influido son diversas.

Un estudio encargado por la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano al Centro Nacional de Consultoría (CNC) logró determinar cuáles son las habilidades que los estudiantes de modalidad virtual de la institución desarrollan durante su formación, reconociendo el modelo como uno de los más incluyentes, en donde se ha nivelado la remuneración económica, una disminución del tiempo en la consecución de empleo y la posibilidad de retomar un ciclo educativo que fue interrumpido.

A esto se suman las palabras de Fernando Dávila, rector de dicha institución, para quien la educación virtual es el futuro. “Este modelo es el mejor aliado en la consecución de una carrera profesional, ajustándose a las necesidades particulares. Para nuestra institución, cada estudiante es único, por esta razón creo en el aprendizaje autónomo y personalizado”.

Pese a los avances, Dávila afirma que aún existen muchos desafíos por afrontar en este camino. El primero de ellos es conseguir un cambio de paradigma, que la academia entienda que el proceso virtual es tan o de más calidad que el presencial cuando se hace con rigurosidad; el segundo es la apertura de todo el sector a esta modalidad; otro importante y en el que ha habido avances tiene que ver con la conectividad que llega a los municipios lejanos, que debe ser de alta calidad; el cuarto depende de las universidades, que implementen tecnología robusta para contar con las plataformas que el estudiante necesita, y el desafío más grande tiene que ver con los procesos de servicio y atención a los jóvenes para lograr que la deserción sea cada vez menor.

De acuerdo con el estudio del CNC, el principal motivo por el que las personas ingresan a un programa virtual es que tienen mayor disponibilidad de tiempo para atender responsabilidades laborales (47 %), seguido por mayor disponibilidad de tiempo para atender responsabilidades familiares (22 %), menor costo en la matrícula (14 %) y que les permite estudiar desde su municipio sin necesidad de trasladarse (12 %).

En cuanto a los planes cuando finalice el programa que está cursando actualmente, el 65 % de los estudiantes virtuales respondieron continuar con los estudios, el 40 % buscar un nuevo trabajo, el 9 % viajar y el 6 % crear empresa.

La metodología de la investigación utilizó mixtas cuantitativas y cualitativas. La muestra cuantitativa incluyó un total de 1.259 encuestas a estudiantes, 593 a egresados de la Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano y 80 a empleadores de egresados.

Aún es largo el camino por recorrer; sin embargo, los resultados que se han logrado con el esfuerzo de estos años ya saltan a la vista. En 2017 el mejor examen Saber Pro del país en Contaduría Pública fue de un estudiante virtual, ese mismo año el mejor Saber Pro en Ingeniería lo obtuvo un estudiante de esta modalidad. La educación virtual es el vehículo a través del cual miles de colombianos han logrado de manera efectiva adelantar una carrera universitaria. El 50 % de los encuestados afirmaron que la educación virtual fue la única herramienta que les permitió obtener un título profesional.

Fuente del Artículo:

https://www.elespectador.com/noticias/educacion/una-educacion-cada-vez-menos-fisica-articulo-735695

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La Educación Católica es Única y debe Inspirar

Por: Obispo James T. Schuerman

¿Por qué es importante la educación católica y de qué manera es única? ¿Qué le da a una escuela una identidad católica?

Bajo el pontificado del Papa Juan Pablo II (ahora San Juan Pablo II), el arzobispo J. Michael Miller, CSB, Arzobispo de Vancouver, fue secretario de la Congregación para la Educación Católica y vicepresidente de la Obra Pontificia de las Vocaciones Sacerdotales. El tercer capítulo de su libro, La Enseñanza de la Santa Sede sobre las escuelas católicas (Atlanta: Sophia Institute Press, 2006) se titula «Cinco marcas esenciales de las escuelas católicas». Este artículo es una reflexión sobre las cinco características de la educación católica nombrada por el Arzobispo Molinero.

Primero, una escuela verdaderamente católica tiene como inspiración una «visión sobrenatural». Es decir, las escuelas católicas forman a los jóvenes para ser buenos ciudadanos del mundo, siguiendo el mandato de Jesús de amar a Dios y al prójimo, para afectar el mundo con la levadura de el Evangelio y convertirse en ciudadanos del Reino de Dios. En otras palabras, el objetivo de quienes reciben educación católica es llegar a ser santos: llegar al cielo. San Juan Pablo II señaló la creencia de que los seres humanos son creados a la imagen de Dios, y por medio del Espíritu Santo son llamados a la vida en Cristo. La educación católica enfatiza la dignidad de la persona humana, especialmente la dimensión espiritual. La educación católica no se trata simplemente de adquirir información que mejorará las posibilidades de éxito y comodidad. Es más bien un levantamiento de la persona humana,

En segundo lugar, la educación católica se basa en una «antropología cristiana», que es una forma elegante de nombrar nuestra autocomprensión como personas humanas y cristianas. Gran parte de lo que hacemos en la educación católica se basa en cómo nos imaginamos a nuestro Dios, nuestro mundo y a nosotros mismos. Algunos autores llaman a la cosmovisión exclusivamente católica la «imaginación católica». La imaginación católica es la perspectiva de que Dios está presente en la creación y en los seres humanos, y así los seres humanos y las cosas materiales pueden ser canales e instrumentos de la gracia de Dios. Por esa razón, la Iglesia Católica le da tanta importancia a los sacramentos. Dios se revela de manera poderosa en los signos sacramentales como el pan y el vino, que se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo en la celebración de la Misa. Como escribió alguna vez el poeta y sacerdote jesuita inglés Gerard Manley Hopkins:

La imaginación católica es una cosmovisión que acepta la idea de que lo sobrenatural y lo natural son complementarios, y que la gracia se basa en la naturaleza. La creación de Dios es buena, y cada persona tiene la dignidad de un hijo de Dios. Jesús, a través de su encarnación, es decir, al convertirse en uno como nosotros, se une a cada persona humana. La educación católica se esfuerza por despertar la conciencia de la presencia de Cristo Maestro y Maestro.

Tercero, la comunidad y la comunión son esenciales para la educación católica. En una sociedad excesivamente individualista, la educación católica enfatiza la realidad de nuestra interdependencia como seres humanos. «Ningún hombre es una isla», escribió el poeta John Donne. Pertenecemos a la comunidad en muchos niveles: familia, amigos, comunidad cívica, parroquia y la Iglesia en general. Nos necesitamos los unos a los otros, y siempre es en el contexto de la comunidad que realmente nos convertimos en nosotros mismos. Las escuelas católicas son comunidades, que incluyen la cooperación entre los educadores y la familia, la cooperación entre los educadores y los obispos y la Iglesia en general, y una interacción profunda entre los educadores y los estudiantes.

La escuela católica es un lugar que es reconocible como católico. Hay elementos del entorno de las escuelas católicas que inspiran un sentimiento de conexión con la comunidad de fe más amplia:
• la presencia del crucifijo en las aulas;
• la expresión de la oración diaria y la liturgia frecuente;
• la disponibilidad de la Misa y el Sacramento de la Reconciliación; y
• devociones correspondientes al año de la Iglesia, como la corona de Adviento, el Estaciones de la Cruz durante la Cuaresma, la oración del rosario en octubre y mayo.

En cuarto lugar, el plan de estudios de las escuelas católicas está imbuido de un espíritu de catolicismo. El plan de estudios tiene como objetivo desarrollar el crecimiento de la persona en todas sus dimensiones: intelectual, física, psicológica, moral y religiosa. La clave de este enfoque integral es el Evangelio. La formación de los jóvenes en estas dimensiones se centra en Jesucristo, quien se hizo como nosotros por amor, murió para liberarnos y resucitó para darnos vida eterna, verdadera y auténtica, que comienza aquí y ahora, y llega a la realización en la vida venidera.

En medio de una sociedad que tiende a ver todo en términos de relativismo, la educación católica busca inspirar una sed de sabiduría y un deseo de verdad. En esta luz, los estudiantes de la escuela católica desarrollan una brújula moral, aprendiendo a discernir qué es realmente valioso en la vida. Sus educadores les dan las herramientas para tomar buenas decisiones, lo que los beneficiará a ellos mismos y a los demás en este mundo, con la mirada puesta en el mundo venidero. El resultado es que los estudiantes de las escuelas católicas no aceptan simplemente la cultura tal como es, ni la rechazan sin más. Más bien, la educación católica los inspira a transformar la cultura con actitudes y acciones llenas de fe.

Quinto, la educación católica se sustenta en los valores del Evangelio. El papel de los maestros y administradores es participar en la misión de evangelización de la Iglesia. Como personas de fe, convencidas de la dignidad innata de los estudiantes que enseñan, los maestros inspiran a sus alumnos a ser lo mejor que pueden ser, intelectualmente y espiritualmente, por la gracia de Dios.

Una orientación sobrenatural, una perspectiva católica única, una fuerte dimensión comunitaria, un plan de estudios empapado en el pensamiento católico, un camino de aprendizaje sostenido por los valores del Evangelio; estas cosas se suman a una visión poderosa. Imagina a nuestros jóvenes realmente creyendo en Dios y en sí mismos. Imagínelos buscando las estrellas en su pasión por la verdad. Imagínelos desarrollando un profundo sentido de su propia dignidad y la dignidad de los demás, y usando su brújula moral para tomar las decisiones correctas en la vida. Imagínenlos dando forma, cambiando y transformando el mundo con sus habilidades intelectuales bien afiladas y sus conocimientos espirituales dados por Dios. Estos son sueños que se vuelven realidad en la educación católica.

Fuente del Artículo:

Catholic Education is Unique and Should Inspire

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Las fallas en el examen de la barra señalan problemas en la educación universitaria

Por BITANGE NDEMO

El informe del Grupo de Trabajo sobre Reformas del Sector Legal (TSLSR), presidido por el prominente abogado y asesor principal Fred Ojiambo, estableció que más estudiantes de las tres mejores universidades públicas no logran superar los exámenes estandarizados de la Escuela de Derecho de Kenia (KSL) que aquellos de otras instituciones que ofrecen títulos de abogado.

Los hallazgos impactantes son probablemente el resultado de una falla del sistema. Para corregir la situación, necesitamos una revisión de todo el sistema educativo.

Para comprender completamente lo que quiero decir con sistema, utilizo una explicación teórica dada por el biólogo Ludwig von Bertalanffy, quien, en la década de 1930, propuso una Teoría General de Sistemas y la definió como «un conjunto de componentes relacionados que trabajan juntos en un particular entorno para realizar cualquier función que se requiera para alcanzar el objetivo del sistema «.

En educación, por ejemplo, tenemos sistemas interrelacionados que trabajan juntos para producir los mejores graduados.

DIFICULTAD DE RETROALIMENTACIÓN

Hemos tenido diferentes sistemas desde la independencia, comenzando con un 4-4-4-3, un 7-4-2-3 y un 8-4-4 que cubre primaria, secundaria, preparatoria y universidad, con cada número representando años de aprender antes de alimentar al siguiente nivel.

Las escuelas secundarias, por ejemplo, alimentan las universidades, donde el sistema de procesamiento (enseñanza) se activa para producir graduados (producción).

Luego, la industria proporciona la retroalimentación y, si es negativa, se debe realizar una revisión de las entradas y los procesos para corregir la situación.

El Consejo de Educación Legal ha dado retroalimentación. Es una fuerte acusación de nuestro sistema de educación superior.

Antes de revisar sistemas pasados, nos estamos moviendo hacia un 2-6-3-3-3. Se necesita una revisión exhaustiva de las entradas antes de implementar otro sistema.

Una de las variables clave de los sistemas es el examen. Anteriormente, las reformas emprendidas por el Dr. Fred Matia’ngi cuando era secretario del Gabinete de Educación habían expuesto la podredumbre que se estaba produciendo con el sistema de exámenes que durante muchos años ha convertido a los estudiantes que no lo merecían en las mejores universidades.

PREGUNTAS FUNDAMENTALES

Por lo tanto, no sorprende que muchos de los que no aprueban los exámenes de derecho profesional provengan de las principales universidades públicas.
Sin embargo, hay preguntas fundamentales que estas instituciones deben comenzar a preguntarse a sí mismas.

Si muchos de los estudiantes que admitieron eran candidatos débiles, ¿cómo lograron pasar cuatro años de universidad sin que el sistema detectara su debilidad?

Es posible que algunos de los subsistemas de las universidades sean defectuosos.

La falta de financiación de las universidades ha obligado a muchas instituciones a acoger a más estudiantes en el Módulo II (programas de patrocinio propio), lo que ha llevado al tamaño de las clases más allá del umbral.

Enseñar una clase de 400 alumnos es diferente de enseñar una clase de 40. Aunque la política de asistencia de la universidad exige que un alumno asista al menos al 75% de las clases, no existen mecanismos herméticos para garantizar que la política se cumpla al pie de la letra.

Como tal, muchos estudiantes se saltan las clases y solo se presentan a los exámenes mal preparados o encuentran formas de hacer trampa en el sistema.

PAPEL DE LAS ORGANIZACIONES PROFESIONALES

El diseño de cada sistema es tal que puede señalar las deficiencias del sistema anterior. Eso no sucedió y eso requiere una revisión del sistema de educación superior.

La Comisión de Educación Superior ha estado marcando instituciones que no cumplen con los estándares mínimos requeridos. Para abordar el problema adecuadamente, deben trabajar en estrecha colaboración con organizaciones profesionales como la Law Society of Kenya, la Kenya Medical Association y otras para erradicar las manzanas podridas.

Necesitan, por ejemplo, elegir a los que no aprobaron los exámenes de la barra y seguir para determinar las escuelas por las que pasaron los estudiantes. Tal vez surja un patrón y el daño pueda ser reparado.

Sin tales controles y equilibrios, estaremos ingresando basura y produciendo basura.

Al igual que el Consejo de Educación Legal, la KMA también debe realizar estudios similares ya que los productos de las escuelas de medicina realizan servicios críticos en la economía.

ESTUDIANTES DIGITALES, SISTEMAS ANALÓGICOS

Estas fallas son puntos de activación para examinar cómo se ofrece la educación universitaria en Kenia.

Ya, algunos problemas se están volviendo obvios. Por ejemplo, las universidades están administrando estudiantes modernos que usan todas las formas de aparatos digitales usando sistemas analógicos.

Con el gran número de estudiantes en las universidades, necesitarás una mejor infraestructura digital para administrar un conjunto complejo de seres humanos.
De hecho, las soluciones emergentes como la Inteligencia Artificial podrían ayudar a resolver muchos de los problemas que van desde la asistencia a mejores métodos pedagógicos.

Es muy difícil administrar clases grandes y garantizar que cada alumno haya alcanzado la asistencia mínima según los requisitos de la política. Como es normal en las mejores universidades del mundo, las clases más grandes se dividen en tamaños manejables para tutoriales.

Para alcanzar el mejor rendimiento para el desarrollo del país, el gobierno debe considerar la utilización óptima de recursos donde los docentes superiores puedan dar conferencias en diferentes universidades y dejar a los becarios tutoriales para trabajar estrechamente con los estudiantes y asegurar que el producto cumpla con los requisitos mínimos de la industria.

EVALUACIONES TRIMESTRALES

En mi opinión, se necesita hacer más en el nivel de entrada. La tasa de aprobación actual en la escuela secundaria está sesgada, lo que significa que el sistema es defectuoso.
En circunstancias normales y dado el hecho de que los exámenes presentan la prueba promedio, más estudiantes deberían caer dentro del promedio si todos cubrieron el plan de estudios adecuadamente.

Las evaluaciones trimestrales deben formalizarse y formar parte de los resultados finales de las pruebas estandarizadas.

Más importante aún, la filosofía de los sistemas debe cambiar. El aprendizaje no es un concurso, sino un proceso para sacar lo mejor de los alumnos.
Por lo tanto, los exámenes deben ofrecerse al menos cuatro veces al año y los estudiantes solo pueden inscribirse en los exámenes cuando estén listos para hacerlo.

Cambiar los sistemas realmente no importa si no tenemos garantías para garantizar que los estudiantes tengan la mejor oportunidad de aprender y ser miembros productivos de la sociedad.

La implementación exitosa de la propuesta 2-6-3-3-3 depende de la participación de las partes interesadas.

DESAFÍO DEL ESTADO QUO

Los problemas del sistema anterior deben ser completamente comprendidos para que puedan ser tratados si surgen en los procesos de implementación de un nuevo sistema.

Cualquier sistema tendrá defectos de una forma u otra, pero es la capacidad de revisar y solucionar los problemas más importantes.

En nuestro sistema educativo, tenemos defectos en todos los niveles que cada subsistema necesita su propia revisión y corrección, sin lo cual tendremos un sistema completamente fallido.

Neil deGrasse Tyson, un astrofísico estadounidense, dijo una vez: «La única forma en que puedes inventar mañana es si sales del recinto que el sistema escolar te ha proporcionado mediante los exámenes escritos por personas entrenadas en otra generación».

Debemos ser capaces de desafiar el status quo y romper con el pasado para cambiar los sistemas que abordan los problemas del siglo XXI.
El marco de políticas debe ser flexible para permitir soluciones innovadoras a los problemas actuales.

El escritor es profesor asociado en la Escuela de Negocios de la Universidad de Nairobi. Twitter: @bantigito

Fuente del Artículo:

https://www.nation.co.ke/oped/blogs/dot9/ndemo/2274486-4283018-727reuz/index.html

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¿Ángeles o Demonios? Lo que hay detrás de los Sistemas de Evaluación de la Calidad Educativa

María Magdalena Sarraute Requesens

mariamsarraute@gmail.com

 

Los organismos mundiales de medición y evaluación cada día más se han apoderado de los sistemas educativos globales, desde que vieron la gestión de la educación como un gran negocio. Por esa razón, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y demás, han desdibujado los sentidos de la educación como horizonte de transformación de los pueblos.

Hoy los países han asumido los sistemas de evaluación como una paradoja estéril, donde la génesis de las contradicciones es nula, ya que se asume como natural la modificación de los sistemas educativos en virtud de encuadrarse en lo establecido por los rankings mundiales de los organismos internacionales de medición.

Esta situación de esterilidad, hace a la cultura dominada por el neoliberalismo, traicione su propia esencia, asumiendo al colonizador, como dominador y padre opresor, convirtiendo ajena a la cultura, que se introduce en la juventud a través de la educación y los medios de comunicación, para convertirlos en hombre y mujeres de masas.

Es por ello, que el conocimiento se reduce a estándares, competencias e instrumentalización del saber, donde el imaginario educativo se convierte en un estudio de mercado, ya que las evaluaciones y reformas son aplicadas con criterios de costo – beneficio, para reducir el costo financiero de la formación del individuo, desplazando así el proyecto pedagógico de los países, dándole prioridad a las necesidades empresariales de las grandes corporaciones y de quienes financian la educación.

En ese sentido, el hecho educativo se ha diseñado desde las corporaciones, quienes se han apropiado del lenguaje técnico “taylorista y toyotista” promovido por la banca multilateral y acogido por las tecnocracias políticas de los ministerios, triada que a nombre de lo técnico no acepta discusión sobre las políticas, reduciendo la deliberación, a anotaciones puntuales en lo legislativo.

De esta forma, la sociedad actual es determinada por esos supuestos expertos que se hacen dueños de la verdad y quienes promueven la no contradicción para que se asuma como borregos la colonización del saber, sin refutar su injerencia en las soberanías nacionales, legitimando lo necesario desde el sentido práctico de la vida y aún peor con el apoyo de Estados, organizaciones, corporaciones e instituciones que tienen intereses particulares en los pueblos. De esta forma, Contreras (2006:64), nos menciona que “la razón instrumental orienta sus decisiones hacia los medios y no hacia los fines”. Por esta razón, es que emergen las llamadas competencias “tecnocráticas” que fragmentan el conocimiento en teórico y práctico, con el fin de que la sociedad se satisfaga bajo soluciones técnicas. Es decir, que, frente a un problema emergido, busquemos una solución técnica y no busquemos la razón que causa la existencia del problema.

Es necesario dejar de mirar la realidad con soluciones instrumentales, ya que ésta hace que se pierda la esencia de una sociedad, convirtiéndose en lo que otros quieren que se convierta. En ese sentido, Contreras (2006), expone, “La ciencia construye una sociedad sin hombres desde el momento en el que no permite un gran debate sobre su evolución y desarrollo. La ciencia pierde su valor contemplativo o su racionalidad pura mediante su tecnificación (…) la tecnocracia es una dictadura dirigida por la voluntad, el consejo y la participación de unos pocos considerados expertos y por ello, capacitados para tomar decisiones sobre el resto de la comunidad” (p.3).

El peligro más acentuado de las transformaciones y modificaciones que se ejecutan en la educación es que no cuentan con una participación popular y protagónica de sobre cómo, cuándo y dónde realizarlos, más bien se le da todo el énfasis a las líneas multilaterales y a las solicitudes que se hacen desde estas instancias en conjunto con una cadena de tecnócratas nacionales que están en posiciones importantes en el sistema educativo y funcionan como el engranaje de ellas para producir paradojas estériles, es decir, una parálisis educativas por su falta de pertinencia e identidad con la necesidades de su nación.

Asimismo, esta parálisis educativa es consecuencia de la brecha entre el discurso político y la realidad educativa, y evidencia las restricciones socioeconómicas del proyecto de construcción de país. Situación que emerge por la incongruencia de los imaginarios colectivos, es decir, el discurso, generado por las élites, ministerios y demás; lo emancipado, es decir, la costumbre, que es vivenciada por el pueblo que transita en una realidad especifica que frecuentemente es desdibujada de las políticas educativas establecidas.

En ese sentido, es que hoy tenemos una cantidad relevante de instrumentos de evaluación de la calidad en el mundo generados por los organismos económicos internacionales que buscan la estandarización de los sistemas educativos, como son:

  • El Sistema Nacional de Evaluación de Resultados de Aprendizaje (SIMCE) de la Agencia de la Calidad Educativa de Chile (1988), que evalúa los logros de aprendizaje en las asignaturas de Lenguaje y Comunicación (Comprensión de Lectura y Escritura); Matemática; Ciencias Naturales; Historia, Geografía y Ciencias Sociales e inglés. Las pruebas se aplican a estudiantes de 2°, 4°, 6°, 8° básico, II y III medio.
  • El Estudio de las Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS) de la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA) (1995), es una evaluación internacional de conocimientos de matemáticas y ciencias de los estudiantes inscritos en los grados cuarto y octavo de todo el mundo. Compara logros educativos de los estudiantes de las diferentes naciones del mundo.
  • El Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la Oficina Regional de Educación de América Latina y el Caribe de la UNESCO (1997), es un estudio que evalúa el desempeño escolar en tercer y sexto grado de escuela primaria en las áreas de Matemática, Lenguaje (lectura y escritura) y, para sexto grado el área de Ciencias Naturales. Su objetivo principal fue aportar información para el debate sobre la calidad de la educación en la región, así como orientar la toma de decisiones en políticas públicas educativas.
  • El Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) de la OCDE (2000), tiene por objeto evaluar el rendimiento de los aprendizajes en matemática, lectura y ciencias de estudiantes con quince (15) años de edad. Es aplicada cada tres (3) años y principalmente compara rendimientos de estudiantes de los países participantes para el establecimiento de rankings.
  • la Encuesta Internacional sobre Docencia y Aprendizaje (TALIS) de la OCDE (2009), encuesta internacional enfocado al entorno del aprendizaje y a las condiciones de trabajo de los maestros en las escuelas; realiza comparaciones internacionales de los sistemas educativos. Además, pretende la generación de análisis educativos para la generación de políticas.
  • Estudio Internacional sobre Educación Cívica y Ciudadana (ICCS) del Ministerio de Educación de España (2009), su objetivo, es investigar, en una serie de países, en qué medida los jóvenes están preparados, y por tanto dispuestos, a asumir su papel como ciudadanos. Para lograr este objetivo, el estudio evalúa el rendimiento de los alumnos mediante una prueba de comprensión de conceptos y de competencia en lo que respecta al civismo y ciudadanía.
  • La Medición Independiente de Aprendizajes (MIA) del CIESAS – Golfo, la Universidad Veracruzana y organizaciones de la sociedad civil de Veracruz en México (2014), que emerge para generar información sobre el rendimiento de los aprendizajes de lectura y matemáticas en los niños y jóvenes que están en el sistema educativo formal y en los que se encuentran en el hogar. Además, el proceso es acompañado por los integrantes de la comunidad donde se aplica la evaluación.
  • El Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación en México (2015), que tiene como propósito general conocer la medida en que los estudiantes logran el dominio de un conjunto de aprendizajes en lenguaje, comunicación y matemáticas en los diferentes momentos de la educación obligatoria.

Es importante destacar que éstos sistemas de evaluación buscan estandarizar los sistemas educativos mundiales en virtud de lo que solicitan las grandes corporaciones, quienes dirigen actualmente la educación en el mundo. Es por ello, que Gentili (2014), menciona que “la evaluación en sí misma no es ni buena ni mala, depende de cómo se evalúe y qué se evalúe. El Banco Mundial y otras organizaciones como la OCDE han desarrollado mecanismos internacionales de evaluación que son profundamente cuestionables” …

PISA es un verdadero invento de la ingeniería genética del neoliberalismo; en el cual se supone que es posible tomar pruebas en tres áreas del conocimiento, que son las matemáticas, las ciencias y el lenguaje en diferentes países del mundo; y a partir de los resultados de esas pruebas comparar cómo funcionan los sistemas educativos del mundo, haciendo caso omiso a las condiciones históricas de desarrollo de los sistemas educativos.

Es decir, que ahora la OCDE, vino a establecer como el mejor juez quienes somos buenos y malos y que debemos saber para sobrevivir en este mundo. Particularmente, para la implementación de PISA lo que hicieron fue convertir esos saberes en competencias y la empezaron su aplicación sin contar que no cuentan con variables, ni indicadores para la medición de la construcción de ciudadanía, de felicidad, esperanza, entre otros. Todo esto bien pintado de tecnocraticismo sobre el hecho educativo. No podemos permitir trabajar con indicadores que nos traen problemas entre maestros(as), escuelas y países, además, que desconocen nuestras realidades, lo que suceden en las comunidades y en el entorno social de la vida de los sujetos.

Para Torres, C. (2014), lo modelos educativos basados en “testing“, han sido impulsado por el neoliberalismo, con el fin de aplicar exámenes basados en indicadores de múltiples respuestas que en gran medida determinan el futuro de muchos jóvenes y niños del mundo entero sin que los proyectos de desarrollo de los países estén articulados a los fines educativos. Todos los sistemas de evaluación se comportan como un termómetro, midiendo que tan enfermos o no están, con un termómetro único que no sirve para todos.

En ese sentido, la educación está secuestrada por los organismos internacionales y por grupos de empresarios que ven en la educación, un negocio, estableciendo indicadores de calidad para la generación de ranking que desdibujan nuestros sistemas educativos de nuestras realidades, ya que deben ajustarse a los indicadores definidos en los instrumentos para poder ser acreditados entre los mejores en el mundo. Torres, C. (2014), “los rankings no tienen ningún sentido, se hacen con variabilidad, porque los que venden las revistas y los materiales necesitan que se mueva el ranking. Por eso existen estos rankings universitarios»… “No hay un solo ranking en el mundo que mida el multiculturalismo de las universidades.»

Es por ello, que la escuela desde esta postura neoliberal tiende a reproducir dentro y fuera de ella, en la sociedad, las diferencias y desigualdades sociales, convirtiéndose en un espacio de reproducción y satisfacción del mercado, donde los ciudadanos son formados para el desempeño de determinadas labores que necesitan los grandes consorcios y corporaciones. En ese sentido, no resulta nada extraño que organismo como el Fondo Monetario Internacional, invierta en educación, ya que se dieron cuenta que a través de la pedagogía logran lo que quieren de los pueblos.

En ese orden de ideas, Anderson (2014), expresa “ellos han tenido éxito en el mundo de los negocios, suponen que tiene sentido que una escuela se maneje como un negocio”…“tienen sentido que las escuelas deberían competir entre ellas, los alumnos y docentes, etc., que deben comportarse más y más como un mercado y deberían medir los resultados en una forma cuantitativa como miden sus productos en sus fábricas».

Continua Anderson (2014), mencionando “El problema es que la transferencia de esas ideas del sector de los negocios al sector de la educación requiere una traducción y una reflexión muy intensa” … “el centro de lo que hace un negocio y el centro de lo que hace una escuela son muy diferentes”. En ese sentido, en los negocios los productos no son estudiantes, por ende, no se puede manejar bajo la misma lógica. “En un negocio tiene sentido eliminar la varianza de producto; en educación tenemos que lidiar con la varianza de los estudiantes, que son diferente, no son productos, entonces, lo que funciona en un negocio no necesariamente funciona en una escuela”.

En congruencia con lo anterior, González (2014), expresa, «Estos gobiernos, que nosotros denominamos neoliberales, colocaron en el centro que la escuela pública sólo debe enseñar aquellos elementos que posteriormente van a ocupar los ciudadanos en el campo laboral”. Es por ello, que la educación se ha visto reducida sólo al mundo laboral y no a la construcción de ciudadanía y de seres humano liberados. Por eso, sigue González (2014), “se acuñó a este término de educación para la vida, entendiendo únicamente la vida, como el mundo del trabajo».

En otro sentido, la educación en contextos neoliberales, lleva la intención de que la educación forme personas para un mundo donde la génesis de la historia es el mercado. Es por ello, que Simón Rodríguez, plantearía que este modelo pedagógico apunta a la formación de papagayos, de repetidores de contenido sin capacidad de pensar con cabeza propia. El tamaño del neoliberalismo ha debilitado lamentablemente todas las esferas, todos los espacios públicos -incluida la escuela-, se ha debilitado la importancia de la democratización de la educación, sea rebajando la calidad de los conceptos teóricos y burocratizando, de alguna forma, los sistemas académicos que se han venido encerrado en sí mismos.

La educación, se ha convertido en un negocio manejados por los organismos económicos del mundo, Torres, J. (2014), «donde compite como cualquier otro sistema productivo” … “lo que lo hace más importante, va a ser educar a un nuevo tipo de ciudadanía, donde vemos lo que es el contenido relevante, las materias que van a estar incluidas en el currículo, las más y las menos importantes”.

Las políticas educativas neoliberales, se expresan principalmente en producir procesos de privatización y exclusión del sistema educativo, ya que la inversión realizada no será para todo el mundo, serán para los que tengan mayores oportunidades, los más marginados que se queden en la educación pública para que sean atendidos allí y no pongan en riesgos todo el dinero que está en el negocio.

Por ello, han generado más exclusión y pobreza, ya que marginan a los ciudadanos principalmente de las periferias, los menos favorecidos por el modelo económico, haciendo así, que el modelo educativo sea un total reflejo de la economía establecida.

Por estas razones y a manera de cierre, es que los sistemas de medición de la calidad educativa hoy en día sólo buscan: a) La medición principalmente es de los aprendizajes y los factores asociados solo se enfocan para verificar como inciden en el rendimiento, sólo valora el resultado y no el proceso, b) Están basadas principalmente en el currículo, fragmentado la educación como totalidad, c) Enfatizan que el rendimiento estudiantil se debe a los niveles socioeconómicos de la población, por ende, los resultados se conocen a priori, ya que en la región existe un sistema con poca equidad e igualdad, sobre todo en los más vulnerable d) Sus indicadores, miden es meramente lo cognitivo, es decir, si sabe leer, escribir, sumar, restar, graficar y demás, en ningún momento existen indicadores para la valoración social, humanística y para la construcción de ciudadanía, e) Establecimiento de rankings mundiales para desvalorar a los Estados que hacen contraposición a las intenciones de los organismos internacionales, f) Son estudios que principalmente se quedan en el diagnóstico estandarizado de los sistemas educativos, donde es estática la brecha entre las políticas públicas y los resultados de desigualdades, g) el maestro/a es el principal responsable del fracaso escolar del estudiante, h) No existen un análisis del proceso de enseñanza y aprendizaje, sólo los resultados del rendimiento estudiantil, i) Los resultados se quedan en el conocimiento de las élites, poco bajan a cada escuela de la región y cuando lo hacen, son en forma de normas y reglas que hay que seguir, sin haberlas discutidas previamente y desdibujadas de la realidad del aula.

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Critica a la educación, critica de los críticos de la educación

Por: Miguel Ángel Pérez

En México, seguimos viviendo tiempos de turbulencia política y de incertidumbre social; tanto al interior como afuera de los centros educativos. La educación en nuestro país vive bajo un paralelismo el cual cada vez se ensancha y se aleja más de sus respectivas coordenadas.

Por un lado tenemos el círculo cerrado en la esfera gubernamental, dentro del cual sus personajes, siguen aferrados a sacar adelante una propuesta (inviable) de reforma educativa y se mantienen atentos a lo que dictan los organismos internacionales con la OCDE a la cabeza, desde ahí se intenta convencer a partir de la fuerza y la imposición de lineamientos y nuevas reglas en el trabajo educativo. En el otro carril, corre la gestión de un proyecto educativo el cual se construye desde abajo, dicho proyecto está disperso, desarticulado entre sí y con fuertes diferencias programáticas. Aquí confluyen las distintas izquierdas, las visiones con aspiración democráticas tanto al interior como cercano al magisterio, pero también confluyen infinidad de personajes sin partido pero que son gente honesta que actúa de buena fe y que no cree en el anuncio triunfalista del gobierno ni tampoco de sus instituciones.

En todo ello los intentos de mediación o de intermisión han sido pocos y pobres, por un lado desde la esfera del gobierno no se ha permitido el dialogo, “ni los veo, ni los oigo” se ha tornado en la consigna de poder desde tiempos de Chauffet, pasando por Nuño y ahora con el apaga-fuegos de Granados. En el otro lado, la beligerancia y las acciones no siempre bien pensadas han hecho que las instancias se cierren o sigan cerradas.

¿Estamos actualmente ante una disputa política y educativa en nuestro país? En estos momentos se confrontan dos proyectos de nación.

Por un lado los neoliberales que tomaron el poder hace mas 20 años y quieren seguir adelante con su proyecto de privatización y convertir a nuestro país en esa gran potencia maquiladora al servicio del gran capital y de los intereses de las empresas transnacionales, aderezado todo ello, en el descarado clima de corrupción y de abusos desde el gobierno en todos sus esferas y niveles, aquí recuerdo la célebre frase del igualmente celebre Heberto Castillo: “Si metieran a la cárcel a todos los funcionarios corruptos de este país, no habría policía que pudiera cerrar las puertas de la prisión”.

Por otro lado se teje un proyecto nacionalista que tiende a amalgamar distintas visiones y distintas tradiciones políticas y educativas que se han presentado a lo largo de nuestra historia. Se trata de hacer una compleja alianza multiclasista y multi muchas cosas, en contra de un enemigo común, el discurso aquí es el de honorabilidad y el buen gobierno pero si tanta claridad al proyecto de nación al que se aspira.

En ambos proyectos también se tejen iniciativas y concepciones educativas, por un lado está muy claro continuar con la actual iniciativa de reforma educativa hasta las últimas consecuencias, las cuales tienen que ver con un mayor control del magisterio y cambios en la regulación laboral de los nuevos docentes.

En el otro lado se encuentra una iniciativa pensada en rescatar los aportes pedagógicos de nuestro país a través de mirar la historia, rescatar de igual manera la llamada educación nacional y los aportes de los grandes (aunque pocos) pedagogos mexicanos clásicos. Rescatar el pasado para construir el futuro, teniendo al magisterio como la columna vertebral de dicho propósito.

En medio de todo esto están los críticos y los intelectuales a sueldo y al servicio del gobierno. Si bien uno de los grandes compromisos en la actual agenda educativa, es la necesidad de tener claridad en cuanto a la gestación y desarrollo de los proyectos educativos, hay personajes que gritan y vociferan por la izquierda pero que cobran y muy bien por la derecha. La corrupción de los intelectuales e investigadores es una nueva veta poco explorada por cierto.

Los pocos críticos no sólo de las ideas y de los fundamentos educativos sino también del curso de acción que se le ha dado a la misma han estado al margen de la actual disputa. Este año de transición y de experimento político sentará las bases para el periodo que viene, en donde la disputa política y pedagógica será en serio. Hoy estamos ante rounds de sombra, la gran disputa inicia en julio del presente año en el marco de la contienda electoral.

Lo importante del asunto educativo en nuestro país, es para muchos de los que estamos en educación es, el ser capaces de construir una mirada crítica que sea capaz de guardar distancia de la intimidación gubernamental y que también le de claridad, a conocer desde el fondo lo que realmente se juega y del tipo de horizonte que conviene para México en este momento. Me parece que los niños y jóvenes nos estarían muy agradecidos por darle cabida a una propuesta verdaderamente crítica para la educación en México, que le dé certeza a su formación.

Fuente del Artículo:

Critica a la educación, critica de los críticos de la educación

 

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