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La hora de la UPN

Por: Miguel Casillas

La Universidad Pedagógica Nacional concluyó su congreso nacional universitario con una serie de resolutivos que son muy importantes y significativos para esa institución y para el resto de las universidades públicas mexicanas, entre ellos la exigencia de que se reconozca su autonomía. Las conclusiones y acuerdos a las que llegaron democráticamente han sido entregados al Senado de la República (son accesibles desde: https://www.senado.gob.mx/64/gaceta_del_senado/documento/123079) y está en su agenda la discusión y en su caso la resolución sobre la autonomía; ojalá y los legisladores respeten el enorme esfuerzo realizado por la comunidad para construir estos acuerdos y reconozcan la fortaleza académica de la UPN.

La UPN es una universidad especializada en la formación de docentes tanto a nivel de licenciatura como de posgrado. Tiene en su claustro a muy distinguidos investigadores en el campo de la educación y es un referente en cuanto al debate educativo nacional. Comenzó sus funciones en 1978 y progresivamente se ha ido consolidando académicamente. En la actualidad tiene más de 67 mil estudiantes en todo el país, distribuidos en 70 Unidades y 208 Subsedes. Su planta de profesores comprende más de cuatro mil académicos.

El procedimiento seguido por la comunidad de la UPN para construir sus acuerdos de refundación de la Universidad es un ejemplo para el resto de las universidades públicas mexicanas. En junio de 2019, su Consejo Académico elaboró un documento en el que se buscó una participación democrática, directa y horizontal de parte de la comunidad y se estableció una pauta para la construcción de consensos en torno a una agenda. También se estableció una comisión organizadora en cada una de las Unidades, Subsedes y Áreas.

La agenda temática de esta fase se centró en el diagnóstico institucional, el proyecto académico, el modelo educativo y la figura jurídica.

El documento base fue sometido a un proceso de consulta a la comunidad universitaria en septiembre y octubre de 2019. Paralelamente, en septiembre, se inició el proceso de análisis en los temas del congreso a través de cuatro foros nacionales con la participación de varios especialistas en la materia. Debido a la pandemia, las tareas del congreso se desarrollaron de forma virtual durante 2020. El proceso de elección de las comisiones organizadoras concluyó en enero de 2021. Los resultados arrojaron 217 fórmulas ganadoras (titular y suplente) a través de la votación directa y secreta del sector. Entre marzo y agosto se desarrolló el ciclo de Foros y Conferencias del CNU –con la participación de expertos internacionales, nacionales y de la propia UPN– para proporcionar a la comunidad universitaria información relevante sobre los temas de la agenda. Se realizaron en total 21 foros y conferencias. Entre enero y agosto se realizaron reuniones estatales, regionales y luego nacionales para discutir los temas de la agenda. Para la integración y sistematización de los acuerdos nacionales y de los disensos, se conformó la Comisión Integradora integrada por 36 personas, con la participación de seis miembros de las comisiones de cada región. En diciembre de 2021 el Consejo Académico entregó los resolutivos del congreso al Senado.

Entre los acuerdos principales, la UPN se propone renovar su proyecto académico y su modelo educativo. Se plantea recuperar el carácter nacional de la institución con una tradición que logre desmontar la fragmentación bajo el esquema de principios democratizadores, prácticas horizontales y participativas de todos los sectores que conforman la comunidad universitaria. Se propone la homologación de las condiciones laborales de los docentes. Busca la adopción de una figura jurídica que permita dar certeza a la autonomía académica, técnica, financiera y de gestión que se plasme en una ley orgánica con la que no cuenta actualmente la UPN, condición sine qua non para sostener el proyecto institucional nacional de la Universidad.

De acuerdo con lo anterior, la UPN se propone impulsar un cambio profundo que se fundamente en las demandas complejas de la realidad socio-educativa; obtener su autonomía por ley fundamentada en el Artículo 3o constitucional con carácter nacional y asumirse como una institución desconcentrada federal, con una estructura de carácter nacional, que permita la recuperación de la federalización, pero con una desconcentración administrativa. Sobre esa base, la UPN puede tener una Ley Orgánica y una normatividad nacional a partir de un estatuto general que permita establecer criterios académicos comunes.

La UPN se reitera como una universidad pública y referenda su misión institucional principal en torno a la formación de profesionales especializados en el ámbito educativo, la formación docente y su educación continua en relación con los diversos niveles del Sistema Educativo Nacional. Subraya su carácter universitario y con pleno desarrollo de las tres funciones sustantivas que le son inherentes: docencia, investigación, difusión y extensión de la cultura.

¡Enhorabuena!

Fuente de la información:  https://www.educacionfutura.org

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Tecnología digital y educación, ¿necesidad social o negocio para los de siempre?

Por Javier Tolcachier

Antes de intentar dar respuesta a la pregunta formulada sobre cuál podría ser una posible agenda de digitalización para garantizar el Derecho Humano a la educación y entrar en la materia específica de la relación entre tecnologías digitales y educación es preciso trazar las coordenadas de la estructura que subsume a dicha relación.

El nombre de esta estructura es por todas y todo conocido, aunque muchas veces la visión del bosque se pierde por tanto detallar sus árboles, plantas o fauna. Se llama capitalismo. O para ajustarlo a esta época, su derivado, el capitalismo financiarizado.

La única lógica del capital, su entelequia aristotélica (trabajo activo hacia la consecución de un fin, intrínseco a la misma cosa), son el rédito y la acumulación.

De allí que la plena consecución del Derecho Humano a la educación, como cualquier otro derecho universal y por tanto, no pasible de enajenación o apropiación, es en su esencia incompatible con el sistema capitalista.

En palabras del pensador Silo: “Los derechos humanos no tienen la vigencia universal que sería deseable porque no dependen del poder universal del ser humano, sino del poder de una parte sobre el todo.”[1]

Por tanto, el reclamo por los Derechos Humanos en general y por el Derecho Humano a la educación en particular, adquiere sentido, si su reivindicación incluye la superación del sistema mismo, es decir, del tipo de organización social y de valores que impide su plena efectivización.

Por otra parte, la educación cumple un papel importante si ayuda a develar y esclarecer la necesidad de pasar a una fase más digna de la historia humana.

El proceso de acumulación capitalista

El proceso especulativo del capital llevó a la acumulación de sumas enormes, que por su propia lógica necesitaban ser invertidas. Solo para dar un ejemplo, según datos de la consultora Mc Kinsey “la economía productiva, representada por el PIB mundial, se multiplicó por 5,6 entre 1980 y 2007, mientras que los activos de los mercados financieros lo hacían por 16,2, al pasar de 12 billones de dólares en 1980 a 194 billones en 2007 a lo que habría que agregar las operaciones con derivados que superaron en 2007 los 700 billones de dólares.”[2]

Desde entonces, muy poco ha cambiado, continuando con la misma tónica de concentración, especulación y, como contracara, el aumento de la miseria, la desigualdad, el endeudamiento y la asfixia de vastos sectores sociales.

Este ciclo de acumulación lleva casi como un automatismo a “burbujas especulativas”, como la que explotó en la crisis de los 90’ en Japón, en el 2001 con laspunto.com y la más reciente, la de las hipotecas subprime en 2007-2008. La banca central responde a los efectos recesivos de estas explosiones con el aumento de liquidez, lo que lleva a nuevas burbujas, además de la apropiación por parte de cada vez menos actores empresariales.

El fenómeno de la hiperliquidez, asociado al descenso de la rentabilidad de activos productivos y la concentración de capital es uno de los principales factores que han llevado al capital al intento de reconvertir el sistema a través de la digitalización, acompañada de un profuso maquillaje de falso interés ecologista.

Este proceso ha empequeñecido la promesa original de internet de distribuir el conocimiento y aumentar la democracia, constriñendo el ámbito digital a una lógica mercantilista, autoritaria y precarizadora en manos de pocas empresas. Estas corporaciones, cuyo buque insignia son conocidas por el acrónimo GAMAM (google, amazon, meta, apple, microsoft), son controladas a su vez por cinco principales fondos de inversión (Vanguard group, Blackrock, State Street corp, Price (T.Rowe) Associates y FMR).

Cooptación económica e ideológica privada del ámbito público

Tal como sucedió en la década de los 80’, en los inicios de la pretendida imposición universal neoliberal llamada “globalización”, el capital vuelve a por su presa, los espacios públicos que no logró capturar.

Es preciso tener en cuenta que un añadido que suma al fenómeno de la hiperliquidez concentrada, es la práctica extendida de la evasión y la elusión fiscal. Por medio de ésta se asesta al bienestar general una doble herida: por un lado, escamoteando recursos imprescindibles para alcanzar una mayor inversión en la igualdad de condiciones y por otro, arremetiendo luego con estos mismos recursos hasta entonces ocultos o reinvertidos de modo opaco para asaltar espacios públicos con objetivos comerciales  o quitar a los Estados activos invaluables, bajo el mentiroso rótulo de “asociación público-privada”.

Tal es así que instituciones y espacios reconocidos por la defensa acérrima del capitalismo como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Foro Económico Mundial, vienen desarrollando una fuerte ofensiva para vender esta ideología y colocar en la órbita del convencimiento subjetivo, la supuesta necesidad de contar con estos actores corporativos, llamado en la misma jerga publicitaria “partes interesadas”, para resolver los problemas sociales en los que ellos han sido principales “partes involucradas”.

El concepto de “partes interesadas” sería plausible si se le agregara “interesadas en su propio rédito”, quitando al concepto todo valor moral positivo que legitimara a las empresas transnacionales para participar o incidir en decisiones que solo competen a los pueblos, en su carácter de único depositario de la soberanía.

La mirada mercantilista y competitiva del reciente informe  “Tecnología educativa en América Latina y el Caribe”, del BID en conjunto con Holon IQ, (empresa de inteligencia de mercado especializada en el desarrollo de plataformas conceptuales de digitalización para la educación), es fiel muestra de lo que venimos comentando.

En sus párrafos introductorios el texto subraya la apetitosa oferta, indicando que en Latinoamérica y el Caribe viven algo menos de 500 millones de personas que “exigen innovación en lectura, escritura, aritmética y la adquisición de habilidades y conocimientos”, a la par que señala, algo más adelante, que el BID ha creado un laboratorio (BID Lab) cuya función es “invertir o co-crear soluciones basadas en el mercado que aprovechen la tecnología y el espíritu empresarial para lograr un impacto social a escala.”

Para completar la frase anterior de su presentación, como preocupante amenaza de co-optación empresarial del sector público, se agrega: “Dentro del BID, tanto el BID Lab como la división de educación están trabajando en colaboración para desarrollar el ecosistema EdTech en la región en áreas que afrontan los principales desafíos del sector público.”

Dada la dirección actual del BID, no podía resultar otra cosa. El banco, desde Octubre 2020 es presidido por Mauricio Claver-Carone, por la presión del entonces presidente estadounidense Trump y en contra de la tradición de reservar este puesto para algún nacional de los países prestatarios. Antes de ocupar esa función, Claver-Carone fue representante de Estados Unidos en el FMI, director senior de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional, siendo una de las piezas claves en la estrategia de agresión de ese país contra Cuba y Venezuela. Con esos antecedentes a cuestas, no sorprende el lanzamiento en Febrero de 2021, de una “Mesa Redonda de Socios del Sector Privado sobre el Futuro de América Latina y el Caribe”, encuentro en el que participaron 40 ejecutivos de emporios globales tecnológicos, comerciales y financieros con el objeto de forjar una alianza con el BID.[3] ¿Qué puede esperarse de esta alianza sino negocios y más negocios?

A su vez el Banco Mundial, como señala un informe de Luis Bonilla Molina, del Centro Internacional de Investigación “Otras Voces en Educación”, apunta en sus políticas a encuadrar la educación como un servicio, poner énfasis en un perfil de egreso con dominio de las competencias STEM, priorizar para los sectores populares carreras técnicas cortas y apoyarse en una estandarización y cultura evaluativa. Es decir, la focalización en la funcionalidad sistémica y una radical negación de cualquier atisbo de humanización educativa.

Por su parte, las prioridades emanadas del Foro Económico Mundial, colocan a la innovación, el espíritu emprendedor, la digitalización, la adhesión irrestricta al modelo capitalista, ahora propuesto como “capitalismo de múltiples partes interesadas”, recubierto por una pátina de atrayente mercadeo sobre la necesidad de desarrollo sostenible y respeto a los derechos humanos.

Preocupante además es el alto nivel de cooptación de la esfera de relaciones internacionales y de Naciones Unidas, a través de programas y proyectos conjuntos con el sector privado, en el que las corporaciones adquieren voz preponderante.

En el libro “La gran captura: Mapeo del multitakeholderismo en la gobernanza global”, los investigadores Mary Ann Manahan and Madhuresh Kumar detallan 103 iniciativas de este tipo en el campo de la educación, la salud, el medio ambiente, la alimentación/agricultura y los datos e internet. Doce de estas iniciativas relacionadas con el ámbito de la educación, en las que se promueve a la digitalización y a las grandes empresas y las fundaciones filantrópicas como las principales fuentes de inversión y superación educativa.

Desde este brevísimo esbozo, se desprende la orientación que se pretende dar al tan mentado “eco-sistema” para digitalizar la educación en la región y el mundo, lo que también podría ser llamado, en atención al vocabulario ambientalista tan en boga en los altos niveles empresariales “jungla del negocio digital con la educación”.

¡Que vivan los estudiantes!, ¿o los consumidores?

En América Latina y el Caribe viven 180 millones de estudiantes, considerando todos los niveles de educación formal. Un apetecible mercado para inversores sedientos de nuevos nichos de negocios, además cautivo por la obligatoriedad de cursar los niveles básicos.

Sin embargo, la cuestión exhibe algunas dificultades. El primer problema es que 266 millones de personas no tienen acceso a internet y muchos más carecen de conexiones o equipamiento de calidad que permita un contacto fluido y permanente como el que requiere el negocio tecno-educativo.

Por lo que, como señala el informe del BID ya citado: “El principal apoyo que busca EdTech es que el gobierno lance y respalde iniciativas, y que asimismo proporcione incentivos para el uso de EdTech en escuelas, universidades y lugares de trabajo.”  En otras palabras, que el gobierno, en un “revival” sutil de la ola privatista de los 80’ sirva de puente para los negocios de las tecnológicas, bajo la excelente excusa de promover la conectividad universal y, supuestamente, actualizar la oferta educativa bajo los parámetros de la digitalización.

Otro problema es obviamente que 70 millones de personas (12.5% de la población de la región) viven con menos de dos dólares al día, lo que hace que difícilmente estos puedan constituir clientes de “alta gama”.

En este contexto, dada la tan publicitada mecánica naturalista de la demanda, la oferta y el lucro como base de la teoría económica capitalista, es obvio que las tecnológicas apuntan a hacer sus negocios con los segmentos socio-económicos medios y altos y en espacios urbanos, dejando la inversión social a cargo del Estado.

La conectividad, condición necesaria pero no suficiente

En América Latina, el 57% de las escuelas de primaria, y alrededor del 40% de las escuelas secundarias no contaban con acceso a Internet con fines pedagógicos antes del COVID-19 (Banco Mundial, 2021).

No solo la falta de conectividad y la calidad de la misma, los costos de las tarifas como también de los dispositivos electrónicos son un privilegio al que pueden acceder pocos/as estudiantes de poblaciones vulnerables de América Latina. Además de ello, un alto número de educadores tiene también dificultades para sobrellevar la carga adicional que esto representa para su tarea pedagógica.

Más allá de la obvia necesidad de cerrar la brecha digital para comenzar a paliar estas desigualdades en el ámbito del acceso a conocimientos a través de internet, es preciso señalar que no basta con ello, ya que la conectividad universal es una condición necesaria pero no suficiente para avanzar en la formación equitativa y con contenidos de calidad. Deben para esto exigirse políticas públicas que vayan más allá del acceso universal, limitando el accionar de las corporaciones, para que garantizar la conexión a internet no signifique simplemente tender una alfombra dorada a sus negocios.

Otra digitalización, otra educación es posible

¿Cuáles son las alternativas entonces para una digitalización que ayude al desarrollo humano?

Me permitiré citar en este apartado algunas de las conclusiones y propuestas a las que llegó el Grupo de Trabajo sobre Educación en el marco de las Jornadas “Utopías o distopías. Los pueblos de América Latina y el Caribe ante la era digital”, proceso organizado por el espacio latinoamericano-caribeño Internet Ciudadana.

Cito: “El papel de las nuevas tecnologías en el panorama educativo actual suele ser mayormente instrumental. Por la fuerte presencia de ciertas empresas y productos corporativos, la enseñanza suele producir alumnos y alumnas pasivos, consumidores, clientes de ciertas empresas.”

Es necesario cambiar dicho enfoque desde la dimensión social de la educación, que implica una visión inclusiva, equitativa, soberana y conectada al ser humano. Se requiere entonces que las comunidades recuperen el control sobre qué tecnologías emplea, cómo, para qué y en qué condiciones lo hace.

Formar personas autónomas y con espíritu crítico sobre las tecnologías; actoras y no espectadoras; personas que aprendan a producir y mantener tecnología, y no solo a consumirla.

En línea con esto, hacer de la alfabetización digital crítica un elemento transversal a la educación, integrando la formación en tecnología con las demás materias, conectada con las necesidades, motivaciones y actividades humanas.

Impulsar además procesos formativos docentes que consoliden el uso pedagógico de las tecnologías de la información y el conocimiento (TIC). Más allá de su carácter instrumental, se trata de promover con ellas la producción de conocimiento, el trabajo colaborativo, el trabajo entre pares y el desarrollo de nuevas modalidades de evaluación de carácter formativo.

Es fundamental, al mismo tiempo y más allá del campo educativo, comprender la transversalidad de principios que ayuden a construir nuevas realidades en lo digital y en sus implicancias mucho más allá de éste.

Entre estos postulados básicos, debe estar defender a Internet como construcción humana histórica colectiva,  como un Derecho Humano, como un bien común y de acceso universal, aunque respetando la opción de que aquellos que decidan no conectarse voluntariamente, también puedan hacerlo sin sufrir discriminación ni perjuicio alguno.

Alcanzar la soberanía digital, defendiendo los derechos individuales y colectivos desde la esfera pública y fomentar la equidad desde programas del Estado y las iniciativas de administración comunitaria, que hoy felizmente van proliferando en muchos lugares, mientras se privilegia la generación de tecnología y el desarrollo a través de la economía  cooperativa.

Para evitar indebidas posiciones monopólicas, es fundamental regular la actuación del sector privado, evitando su intrusión en la esfera pública y en el sector educativo en particular. Del mismo modo, es muy importante elaborar una legislación sobre datos, colocándolos en calidad de bien individual o común, según sea el caso e impidiendo su utilización para fines mercantiles.

Asimismo, favorecer la autonomía de todas y todos a través de herramientas libres, plataformas descentralizadas y federadas, con un máximo de protección de la integridad y la privacidad.

Finalmente, no es solo la mediación y el artilugio tecnológico lo que está en debate, sino los fundamentos mismos de la educación. El dilema no es digitalización sí o digitalización no, sino si los criterios más elementales de la construcción educativa tendrán como finalidad la adaptación y la funcionalidad en el sistema o si estarán al servicio de la crítica transformadora.

La disyuntiva central es si habrá de continuarse con una educación para el mercado, apenas una modalidad de esclavitud ilustrada, o se abrirá la posibilidad de educar para un desarrollo humano ilimitado, hacia la libertad, hacia el verdadero mundo del futuro, con todas y todos y para todas y todos.

(*) El texto es el contenido de la ponencia presentada en el webinario “Educación en contextos de emergencias en América Latina y el Caribe – género, endeudamiento y digitalización”, organizado por la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) en el contexto de la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME).

(*) Javier Tolcachier es investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en la agencia internacional de noticias Pressenza.


[1] Silo. Cartas a mis amigos. Obras Completas. Volumen I

[2] Zabalo, Patxi. Financiarización. OMAL. Recuperado de https://omal.info/spip.php?article4821

[3] A esa reunión asistieron, según información del BID, representantes de AB InBev, AES, Amazon, AT&T, Banco Santander, Bayer, BNP Paribas, Brookfield, Cabify, Cargill, Central America Bottling Corporation, Cintra, Citibank, Coca-Cola FEMSA, Copa Airlines, DOW, Engie, Google, Grupo Sura, IBM, Itaú Latam, JP Morgan, Mastercard, Mercado Libre, MetLife, Microsoft, Millicom, NEC Corp, NTT Data everis, PepsiCo, Pimco, Salesforce, Sacyr, Scotiabank, SoftBank, Softtek, Telefónica, The Coca-Cola Company, Unilever, Visa y Walmart.

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Estados Unidos: La labor de Silvestre

La labor de Silvestre

Ilka Oliva Corado

Fuentes: Rebelión

Crónica de un inmigrante en Estados Unidos, en el Día de los Trabajadores.

Enciende la máquina para cortar grama, Silvestre se siente como subido en un tractor porque es una podadora industrial, en su vida se había subido en una máquina así, pero en Estados Unidos le ha tocado hacer trabajos que nada han tenido que ver con su labor de maestro panadero en su natal Nayarit.

Trabaja como jardinero, está encargado de una máquina industrial por los 20 años que tiene de experiencia, a los nuevos los ponen a soplar la grama cortada con unas máquinas que se cuelgan en los hombros y a cortar grama con máquinas manuales, todos terminan oliendo a gasolina al terminar la jornada, porque esas máquinas unas necesitan gasolina y otras diésel.

Silvestre se coloca los lentes para cubrir sus ojos de cualquier objeto que pueda volar por los aires, muchas veces son astillas de ramas que están escondidas entre la grama y la máquina las hace pozoles. En donde vive cuando cortan los árboles los muelen para hacer una especie de aserrín que le echan al pie de las plantas y para la curiosidad de Silvestre hasta lo pintan de colores. En su pueblo natal los pobladores le piden perdón al árbol que van a cortar y le dicen que es porque lo necesitan para hacerlo leña para hacer fuego, pero siempre plantan otro pequeño para que el bosque no se termine.

Silvestre trabaja largas jornadas que en verano son interminables y finaliza con insolación, la espalda molida y la piel reventada por el sol por más manga larga que use y bloqueador que se ponga.  En primavera y otoño tiene que lidiar con el frío, la lluvia helada que cae como granizada y las nevadas que aparecen de pronto. Labora de lunes a domingo, entra antes de que salga el sol y termina cuando el sol ya se ha ocultado, pero todas las noches sin falta llama a su esposa y a sus hijos que están en Nayarit, pienso regresar el día que haya terminado de construir su casa y ahorrado para poner un negocio.

Se coloca los guantes, es un día de lluvia de chipi chipi, se puso doble suéter y chompa impermeable. Comienza a cortar grama, desde su cálido Nayarit le llega el aroma de los árboles de nances y mangos maduros cayendo uno tras otro en el suelo, es Primero de Mayo,  el Día Internacional de los Trabajadores.

Blog de la autora:  https://cronicasdeunainquilina.com

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes

Fuente de la Información: https://rebelion.org/la-labor-de-silvestre/

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Venezuela: Elementos teóricos, a través de un modelo de Educación Indígena que ofrezca oportunidades de Participación Competitiva en los Procesos de Desarrollo en Venezuela

Elementos teóricos, a través de un modelo de Educación Indígena que ofrezca oportunidades de Participación Competitiva en los Procesos de Desarrollo en Venezuela

Autora: MSc Indira París

C.I. 8272224

           maraisagrancacique@gmail.com

Resumen

El presente trabajo recupera la experiencia y los testimonios de los actores principales del modelo educativo indígena, modalidad poco conocida en nuestro país. El objetivo es dar a conocer acerca de la educación indígena y la importancia de impulsar la competitividad para lograr mayores oportunidades en cualquier espacio, por ello es necesario hacer el trabajo con los estudiantes, padres de familia y docentes desde una metodología cualitativa.

Varias visitas a las instituciones, permitieron recopilar información a través de observaciones, sistematizaciones y entrevistas cualitativas a los diferentes actores involucrados. El texto se organiza en  apartados cuya articulación se sustenta en enfoque de la escuela y la educación indígena, la educación indígena se convierte así en una simbiosis de la educación ciudadana y competitividad en la educación venezolana. Considerando estos señalamientos, es de mencionar que el proceso social venezolano actual se establece dentro de ideales democráticos, definidos por la eliminación de barreras sociales, y que conducen a la contribución del progreso de la humanidad.

Palabras claves: Escuela, educación, educación indígena, competitividad

 

 Introducción

Una sociedad democrática sin barreras, se caracteriza por la igualdad de oportunidades para recibir y tomar, intercambio libre y equitativo de intereses compartidos, control social, modo de vivir asociado, de experiencia comunicada, etc. Sin embargo, esta sociedad ideal no se ha logrado aún, en su lugar se encuentra una pluralidad de sociedades, caracterizada por organizaciones sociales amplias con numerosos grupos menores (grupos étnicos, asociaciones políticas, grupos religiosos, etc.).

En los que predomina la fractura de la sociedad en clases: una culta y una inculta, una rica y una pobre, una trabajadora y una ociosa, etc. Esta separación se proyecta hasta en los procesos de desarrollo económico. Los indígenas quieren y necesitan una educación diferenciada, pero que llene las expectativas de los estudiantes, pues la actual no prepara a los indígenas para participar activamente en los procesos de desarrollo competitivo del Estado y les mantiene marginados al progreso socio-económico del país, debido a que no existe una diversidad de estudios universitarios donde tengan muchas oportunidades de espacio formativo profesional, muchas veces el distanciamiento entre sus residencias y   las universidades se convierten en la primera barrera de separación y el primer eslabón que los separa de avanzar hacia la prosecución universitaria y profesional. A pesar de que el Gobierno Bolivariano desde 1999 ha intentado transformar está situación, en la actualidad se ha incrementado, ahora por la cantidad de limitaciones que ocurren y afectan a las comunidades indígenas, falta de efectivo, gasolina, transporte, alimentos, hurtos frecuentes, entre otros.

Enfoque de la escuela y la educación indígena

La escuela, es definida como aquella forma de vida en comunidad en la que se han concentrado todos los medios eficaces para llevar al niño y a la niña  a participar en los recursos heredados de su entorno y a utilizar sus propias capacidades para fines sociales.  Se desprende de estas expresiones que la educación surge de la necesidad de adaptar los miembros de una sociedad a sus normas, a fin de mantener una uniformidad en el comportamiento de los individuos. Cada sociedad, según sus necesidades, posee una forma de educar a sus miembros.

En las grandes ciudades, se educa a los individuos para mantener un comportamiento acorde con los preceptos establecidos: el respeto a las normas, la responsabilidad, el racionalismo, el conservacionismo, la competitividad y la sustentabilidad. Estas normas son trasmitidas en el hogar por los padres y en las escuelas por personas preparadas para tal fin, los docentes. En el caso de los pueblos indígenas, educan a sus individuos para mantener sus costumbres, tradiciones, pero en algunos casos la escuela no tributa hacia este propósito, por desconocimiento de quienes convergen en estos espacios llamados en vocablo indígena criollos, limitando la participación y rechazando, a quienes son diferente, tal como ocurre con los estudiantes de condiciones especiales, viéndose limitados la adquisición de conocimientos, ya que los estudiantes indígenas empieza a parecerse más al criollo, a fin de lograr ser aceptados entre sus iguales.

Bajo este panorama las comunidades indígenas, como sociedad con menor cantidad de habitantes, asumen las normas establecidas por el resto de la sociedad mayor en habitantes, haciéndose un requerimiento asistir a la escuela para aprender tales preceptos. En estas dinámicas la escuela ha ido con el transcurrir del tiempo, desarrollando  estrategias y procesos que atiendan todos los niveles y modalidades de educación escolarizada, entre ellos la educación indígena.

Por esto hoy día, se habla de una nueva educación indígena propia que  intenta poner en práctica en las escuelas, la denominación cada vez más extendida como la Readyc.org (2004) “Educación Intercultural Bilingüe comprende también aquellos contenidos propios de la educación básica normal y corriente como, en el caso venezolano…” pág. 10, para preservar el derecho a la educación a los pueblos indígenas. Como tal, es un fenómeno reciente cuya aplicación tropieza con dificultades múltiples: conceptuales, lingüísticas, pedagógicas, sociales y económicas.

 

No obstante, la educación indígena representa un paso muy significativo en el proceso de reconocimiento de la pluralidad lingüístico-cultural en nuestro país y  resto de  los países de la región, plasmando ya en leyes y normas de nivel diverso para una mejor atención en materia educativa, por lo que es importante que Readyc.org (2004) “los primeros defensores de la educación indígena culturalmente establecida deben ser los propios maestros y dirigentes de cada pueblo autóctono” pág. 03.  Porque ellos son un pilar fundamental en la consolidación, inclusión e integración para abrir nuevas puertas a un sistema educativo renovado en donde todas y todos sean aceptados y respetados.

La educación indígena, como simbiosis de la educación ciudadana.

Si se revisan las normas por las cuales se rige la sociedad occidental, los indígenas son parte de esta sociedad, y como tal su educación debe ser igual o en igualdad de condiciones, que brinde las mismas oportunidades y que prepare a sus individuos para incorporarse  a la trasformación de la sociedad venezolana. Vista así, la cultura no se va alterando, sino se va moldeando al progreso, la política y la historia.

La educación así concebida, resume lo que establece La Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2004)  Artículo 65 establece “El Estado garantiza a los pueblos y comunidades indígenas el derecho a su educación propia, como proceso de socialización y a un régimen educativo de carácter intercultural bilingüe, atendiendo a sus prácticas socioculturales, valores, tradiciones, necesidades y aspiraciones” pág. 28. En la que no solo se preserve el derecho, sino que también se  propicie  la participación ciudadana. La participación entendida como el acceso a los bienes y servicios productos del modo de producción de las comunidades indígenas. El indígena como ser social, perteneciente a una sociedad que trata de aislarlo, y de convencerlo que debe aislarse, tiene los mismos derechos que consagra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) y sus leyes a todos los ciudadanos. Tienen derecho a participar en los procesos sociales, políticos y económicos, sin ninguna restricción.

Además, se les forma cívica y moralmente para poder convivir en la diversidad cultural y lingüística, así como en el respeto hacia la naturaleza, entrando la escuela en este rol de acompañante en este proceso. Cuando ellos adquieren, estas competencias, por medio de las escuelas,  los ayudan en su vida cotidiana y en su recorrido escolar, tributando a la formación del nuevo ciudadano (a).  Es necesario distinguir las demandas que hacen los pueblos indígenas para tener el control sobre sus sistemas educativos tradicionales de la obligación que tiene el Estado, por medio de sus autoridades educativas, de ofrecer las condiciones para que las estudiantes indígenas que quieran acceder a los sistemas educativos estadales puedan hacerlo sin tener barreras sociales o de cualquier tipo que normalmente es o la asimilación o la exclusión, ya que también merecen respetados como ciudadanos.

Las comunidades indígenas, son víctimas de las estructuras de inequidad que las restringe y limita a desarrollar un papel determinado dentro de la sociedad. Los obstáculos estructurales que enfrentan para poder acceder y permanecer dentro de los planteles son, en términos generales, mayores que los de las estudiantes no indígenas para dar soporte a estos señalamientos el autor plantea: Ávila, R “Cuando de la educación formal se trata, la exclusión se traduce también en una aguzada pobreza educativa, producto, entre otras cosas, de la insensibilidad” pág. 05. Como consecuencia, estos obstáculos estructurales afectan directamente el rendimiento estudiantil. Muestra de ello es que, por lo general, son los estudiantes indígenas  señalados de alcanzar  los peores resultados académicos que llevan al abandono escolar. Y esto, a su vez, refuerza su situación desventajosa como ciudadanos (as). Así, aun cuando el sistema educativo no es el único responsable de la situación de opresión que viven los estudiantes indígenas, sí juega un papel determinante.

Para que el sistema educativo ofrezca las condiciones adecuadas de modo que todas las estudiantes puedan perseguir sus distintas formas de vida, es necesario que se atienda a las diferencias culturales de quienes convergen en los planteles. En concreto, es necesario intentar proporcionar igualdad de oportunidades educativas a las estudiantes indígenas sin que esto implique que tienen que renunciar a su identidad y a su cultura. En este sentido, es necesario adoptar los principios de las políticas de la diferencia y rechazar el modelo liberal igualitario de neutralidad e igualdad formal.

En este sentido, para que la educación impartida por el Estado sea democrática, las poblaciones indígenas, deben estar implicadas tanto en los principios y valores que se busca transmitir en los planteles educativos, así como en el diseño curricular. Dentro de una educación democrática,  es necesario atender el principio de interculturalidad en la educación que intenta transmitir el respeto por las diferentes identidades culturales y, sobre todo, terminar con los estereotipos y con las relaciones de dominación. Para ello, la interculturalidad en la educación no debe ser sólo dirigida a los estudiantes indígenas, sino a todos los estudiantes, pues para terminar con las relaciones de dominación ciudadana, es necesario también cambiar la actitud de los dominantes, formándose un nuevo ciudadano.

Competitividad en la educación indígena.

A raíz de los procesos de cambio surge la educación cultural bilingüe que persigue la compleja, pero noble labor de integrar a los no indígenas con los indígenas, a partir del ámbito educativo. Se realiza desde el diálogo y relación con otras culturas, lenguas y formas de pensar; está orientada a fortalecer los procesos propios, a crear las condiciones para interactuar con el medio externo en condiciones de igualdad y a impactar positivamente en la cultura nacional.

De igual manera, el Estado debe garantizar un desarrollo armonioso de las comunidades indígenas, ya que atenderlos solo en materia educativa, seria abordar una arista de los múltiples problemas que enfrentan, ya que como menciona Ávila, R. (2017) “atender estos aspectos por parte de las familias, los educadores, los actores sociales presentes en el territorio, contrasta hoy día con el centramiento de los sistemas escolares en la mera promoción de competencias académicas básicas, necesarias…” pág. 05 es común observar muchos indígenas desplazados hacia los principales centros urbanos de América Latina, los cuales, generalmente por su pobreza, pasan a formar parte del cordón de marginalidad de dichas ciudades, muchos de ellos huyendo de sus zonas, porque le son quitadas sus tierras, no encuentran trabajo y no existen oportunidades de estudio.

En el contexto de Venezuela, la educación indígena ha pasado por diferentes etapas y ha tenido distintos objetivos. Con la globalización económica y cultural, las escuelas situadas en comunidades indígenas enfrentan ahora nuevos retos, como es atender y respetar la diversidad cultural conservando la cultura originaria. En este sentido es importante implementar una propuesta que devele el desarrollo hacia una actitud crítica por parte de los estudiantes que fortalezcan su identidad étnica.

La difusión de este saber tradicional, conservado por vía oral, ha estado limitada por la falta de escritura. Tanto como medio de comunicación, como de recurso de defensa y difusión cultural, la alfabetización y la lecto-escritura son hoy imprescindibles para las comunidades indígenas. La estandarización o normalización se convierte, por tanto, en una tarea necesaria para canalizar la recuperación, transmisión y producción de conocimientos propios y ajenos de su cultura, pero además para su utilización no sólo en la educación, sino en los medios de comunicación social y en funciones de tipo jurídico y administrativo. Pero, a pesar de los esfuerzos de normalización lingüística, las limitaciones que en estos sectores padecen las lenguas indígenas siguen siendo, muy amplias.

En la participación competitiva económica y social, deben tener acceso a todos los modos de producción y avances tecnológicos de la modernidad, así como a las riquezas del país, en igualdad de condiciones. No se puede entonces, en nombre del patrimonio cultural de la Nación, mantener a individuos de la raza humana, reducidos a grupos marginados por racismo social, intereses políticos y religiosos, y menos aún como animales de zoológico, para ser observados en su ambiente natural por curiosos, disfrazados de investigadores o turistas. La educación indígena debe orientarse entonces, a propiciar la participación competitiva en el modo de producción de la sociedad, basada en las normas que la rigen. Por lo tanto, es necesario redefinir las políticas educativas que actualmente se están implementando sobre la misma. Esta redefinición conlleva hacia la participación competitiva indígena, necesaria desde la educación propia.

Todo lo antes expuesto, conlleva, también a enfrentar  grandes retos, ya que cambiar la forma tradicional de trabajar en las escuelas no es fácil de asimilar para los docentes, estudiantes y familia. Por lo que para el propósito de este artículo, se concibe la participación competitiva, como una propuesta educativa integral dentro del sistema de educación formal, lo que implica que se relacione con estructuras y formas de trabajo diferentes que requieren, considerar las necesidades de los estudiantes para fortalecer los conocimientos en las áreas de las ciencias sociales.

Es pertinente, tener mucho cuidado de no cerrarse únicamente a los conocimientos de la comunidad, ya que se correría también  el riego de marginar más a los grupos indígenas, como lo reconocen los propios estudiantes y los padres de familia. Por otra parte, el modelo exige a los educadores ser sensibles y flexibles a la forma de vida y de organización de las comunidades, debiendo mantener un diálogo constante con la comunidad y autoridades educativas para fomentar el interés por el bien común.  Desde lo antes señalado, se requiere formar a los estudiantes en contenidos que les permitan integrarse prepararse y capacitarse para apropiarse de nuevos escenarios del hoy.

Referencias

Avila, R. (2017) Ciclo Virtual de Aprendizaje de RedEAmérica. Articulación Escuela Comunidad: Hacia la construcción de Comunidades Educativas Ampliadas.

Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas (2004) Versión de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.

López, L. (2001) “La cuestión de la interculturalidad y la educación latinoamericana” Documento de trabajo presentado al Seminario sobre prospectivas de la Educación en la Región de América Latina y el Caribe, organizado por la Oficina Regional de Educación de la UNESCO.

Readyg.org (2004) Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto. Caracas – Venezuela.

 

Fuente de la Información CII – OVE

 

 

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Guatemala: Mi romance con la Tierra

Mi romance con la Tierra

Carolina Vásquez Araya

Como cualquier hija de vecino, tengo un origen mezclado de raíces europeas con ramajes indios, cultura cosmopolita, arrestos de diletante, gustos caros pero necesidades de poca monta. Y así como yo hay miles, millones de seres humanos que se creen únicos e irrepetibles y actúan en consecuencia como si el sol les alumbrara en exclusiva.

Lo que resulta difícil de aceptar es la realidad simple y cruda de ser un número más entre los miles de millones de entes contaminadores en este planeta pequeño y frágil que nos tocó para nacer, vivir y reciclarnos. Desde la cuna hemos recibido el mensaje falso del dominio humano sobre los elementos, sobre la tierra, el mar y el firmamento, sobre la luna y los planetas; de hecho, nos repitieron hasta la saciedad la escena del alunizaje para grabar en nuestra mente esa noción de superioridad divina que gobierna la conciencia.

Y nos lo hemos creído a pies juntilla, rechazando todo cuanto limite nuestro indiscutible poder sobre el espacio que ocupamos y del cual nos creemos los dueños absolutos. Y así, haciendo gala de nuestro derecho de propiedad, hemos sembrado de basura los mares, convertido vergeles en desiertos áridos e inhóspitos, coronado de laureles y honores a los peores depredadores de las riquezas naturales adjudicándoles el dudoso mérito de generar desarrollo económico, agotado las reservas de agua, talado los bosques y exterminado a insectos, aves, peces, reptiles y mamíferos —por deporte, con saña y porque sí— como si en ello nos fuera la vida.

Hoy vemos con desolación que las advertencias apocalípticas sobre el deterioro ambiental, a las cuales tachamos de exageraciones sin fundamento o pura histeria de unos pocos idealistas, se han transformado en huracanes e inundaciones, sequías, hambre, miseria, epidemias y un futuro cargado de incertidumbre.

Hoy hacemos desfiles para celebrar el Día de la Tierra sobre ciudades contaminadas y contaminantes, sin reparar en nuestro aporte personal a la muerte segura de un mundo que ofreció tanto que, sin nosotros saber apreciar su maravilloso y sutil equilibrio, decidimos explotar hasta su extinción en un afán arrogante por transformarlo todo en objetos desechables. Mi romance con la Tierra -y también el suyo- consiste en manifestaciones carentes de fuerza, en pensamientos idealistas de cómo deberíamos actuar, pero sin la convicción suficiente para hacerlos realidad y aportar al gigantesco desafío de salvar todo esto que nos rodea y en cuya creación ninguno de nosotros ha tenido la menor influencia.

Así como yo, muchos nos hemos alejado de la sagrada regla de la egolatría humana. Por ello, personalmente no creo ni un ápice en el cuento de la superioridad humana por sobre las demás especies, pero tampoco tengo el poder de cambiar ese pensamiento antropocéntrico entre quienes me rodean. A lo largo de los años me he convencido, con pruebas en mano, de que el ser humano en su versión actual y en su promedio más común, no es más que una enfermedad capaz de amenazar y extinguir la supervivencia de otras muchas especies maravillosas y no el motor de desarrollo que la industria del pensamiento nos ha vendido tan caro. La única especie considerada inteligente, es también la única capaz de destruir su propio hábitat y, de ese modo, negar la vida a su propia progenie. Mi romance con la Tierra, por lo tanto, huele a falso cada vez que aporto un gramo de contaminantes.

Somos una especie destructiva, contaminante e incapaz de asumirlo.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Miromance-con-la-Tierra-20220424-0001.html

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Guatemala: ¿Cómo reaccionaron algunos sectores frente al paro plurinacional indocampesino?

Guatemala: ¿Cómo reaccionaron algunos sectores frente al paro plurinacional indocampesino?

En este contexto, las comunidades campesinas e indígenas organizadas en el movimiento CODECA avanzan como hormigas, venciendo incluso el racismo estructural y estructurante instalado en las instituciones del país, con su propuesta de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para reconstituir los buenos vivires para todos los pueblos de Guatemala.

Los días 25 y 26 de abril recientes, comunidades campesinas y colectivos urbanos articulados en el movimiento sociopolítico Comité de Desarrollo Campesino CODECA, junto a otras organizaciones locales del país, paralizaron las principales vías camineras de Guatemala (en 34 puntos) protestando contra el incremento del costo de la canasta básica, los combustibles, insumos agrícolas, la corrupción en el sistema judicial y la criminalización de defensores de derechos y comunicadores.

El paro plurinacional (así denominado por las y los movilizados) de dos días, aparte de ser una protesta, también reiteraba la propuesta de la necesidad de una consulta popular para avanzar hacia un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional en Guatemala, para construir un Estado plurinacional, indicaban las comunidades en paro.

La idea de la necesidad de ir a un proceso de Asamblea Constituyente Plurinacional para resolver los males estructurales del país y diseñar un nuevo marco constitucional e institucional, no es reciente.

 

Desde el año 2012, el movimiento CODECA viene trabajando en ello desde las comunidades rurales, avanzando hacia los núcleos urbanos.

En 2018, con la finalidad de posibilitar el proceso constituyente mediante las urnas, CODECA creó su propia organización política Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), y obtuvo un histórico cuarto lugar en las elecciones generales del 2019.

Reacción de las élites económicas y políticas del país frente al paro plurinacional

Para la élite conservadora en el país, CODECA es el “cáncer social que debe ser destruido”. “Es un enemigo interno para Guatemala”. Por ello, desde sus medios corporativos de comunicación, construyeron e instalaron la idea de: “CODECA son delincuentes que el Estado debe castigar y aniquilar”.

Pero, también está el grupo de la oligarquía liberal, actualmente en “disputa intraoligárquica” con el grupo de los conservadores, que observa a CODECA como la “indiada que busca emanciparse sin mayor probabilidad de éxito”, y en consecuencia, en aras del multiculturalismo folclórico, se los debe permitir existir bajo control.

Los primeros, atacan a CODECA abiertamente como si estarían golpeando a una organización criminal (desde el 2019 a la fecha, 24 defensores de CODECA fueron asesinados).

Los segundos, detestan a este movimiento sociopolítico sin prestarle mayor atención. Los medios de comunicación de la élite liberal (del grupo de Dionicio Gutiérrez), en los últimos tiempos, desprestigian menos a CODECA (aceptan su protesta social) pero no abordan, ni mencionan su propuesta de la necesidad de cambios estructurales para el país, mediante un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional.

Reacciones de la empobrecida/endeudada “clase media” frente al paro plurinacional

Los paros y manifestaciones realizados por CODECA eran y son fustigados/desprestigiados duramente por la generalidad de la ciudadanía/citadinidad de Guatemala.  Esta actitud, configurada por el racismo/clasismo, continúa incólume.

En la coyuntura actual, un mínimo porcentaje de la clase media (indignada frente al caos estatal), muy a pesar de su racismo, mira en las y los codecas a un potencial “actor social a educar”.

Aunque aún se resisten a reconocer en las y los codecas a los “nuevos sujetos sociopolíticos” llamados a instaurar un nuevo ordenamiento jurídico, nueva institucionalidad para el país. Este nicho social clasemediera aún se identifica o guarda esperanzas en la atrofiada institucionalidad criolla/colonial bicentenaria.

Actitudes de las izquierdas tradicionales frente al paro plurinacional

La izquierda social y política post firma de los Acuerdos de Paz (1996) no sabe cómo actuar frente al actor CODECA que emerge como un sujeto constituyente plurinacional.

Hasta hace años recientes, las y los “revolucionarios cualificados” atacaban a CODECA acusándolos de “insolentes ante la jerarquía revolucionaria del país”. CODECA fue parte de las bases de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG)

Ahora que CODECA, con sus falencias, se constituye en el “sujeto sociopolítico” generadora y portadora de la propuesta de cambios estructurales para el país, desde las calles, las comunidades, y desde las urnas, con su propia organización, guiados por el “horizonte del Buen Vivir”, entonces las izquierdas sociales y políticas tradicionales no saben cómo tratar a este movimiento.

Un sector de la izquierda guarda silencio ante el paro plurinacional. Otro, acepta el paro plurinacional como protesta social, pero no oye, ni escucha la propuesta constituyente. Más de alguno se suma o apoya la idea de la propuesta de Asamblea Constituyente.

La “vanguardia revolucionaria”, mira en CODECA y en el paro plurinacional una “protesta de masas (sin horizonte teórico)”. Para esta vanguardia, indígenas y campesinos no pueden ser cualificados como sujetos políticos o sujetos revolucionarios. Mucho menos sujetos generadores/portadores de un proyecto de Estado plurinacional para Guatemala.

Este espectro de reacciones/actitudes se constata en las redes sociodigitales institucionales (tanto de las ONG, como de los partidos) y personales. Incluso la programación o publicaciones de la llamada prensa o periodismo “alternativo” dirigido por ex juventudes revolucionarias de su época, ahora, en función de periodistas, externalizan esas concepciones o prejuicios de la “vanguardia revolucionaria”.

En este contexto, las comunidades campesinas e indígenas organizadas en el movimiento CODECA avanzan como hormigas, venciendo incluso el racismo estructural y estructurante instalado en las instituciones del país, con su propuesta de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para reconstituir los buenos vivires para todos los pueblos de Guatemala. Y lo hacen, desde el campo hacia las ciudades. Por momentos aceleran el paso, por momentos se detienen en su empuje. Pero, allí van intentando ser luz en la oscuridad radiante de la Guatemala sin horizontes.

Fuente de la Información: https://ollantayitzamna.com/2022/04/29/como-reaccionaron-algunos-sectores-frente-al-paro-plurinacional-indocampesina/

 

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Venezuela: El Perfil Científico y los Principios Ideológicos Subyacentes En la Medicina Herbaria

El Perfil Científico y los Principios Ideológicos Subyacentes En la Medicina Herbaria

Edgardo J. Rondón Cedeño

Aragua de Maturín, 2022

 

Resumen

Es necesario reconocer que los aborígenes, que son auténticos experimentadores que lograron descubrir los misterios de la naturaleza, y ofrecerle a todas las generaciones servicios y soluciones, sobre todo en cuestiones de salud y enfermedades, entre otras: como la sobrevivencia en lugares desérticos, es por estas razones que no hay que dejar morir en un simple recuerdo, toda esta sabiduría milenaria que nos representa principalmente a los pueblos del mundo. Como Perú, Colombia, Venezuela, Los chinos, Los Griegos, Romanos, Egipcios e Hindúes, pueblos de la antigüedad, que  sostienen un estudio completo de los principio activos sobre las especies vegétales, de cada área natural exploradas por ellos, sostienen que los  principios activos para tratar enfermedades desde las más comunes como las complejas se encuentra en las plantas. Existe una multitud de razones, que van desde la ciega desaparición hasta la búsqueda activa y positiva de una transformación que explica por que las personas están dispuesta a buscar ayuda de este saber ancestral;  tal vez sobran los motivos, pero hay algunos encaso específicos, donde las personas que reciben el rechazo de los biomédicos por una enfermedad que no pudieron tratar, esta decisión, puede hacer que esas personas busque ayuda en la medicina herbaria, con la fe y la esperanza de encontrar ayuda y solucionar su necesidades. Finalmente y de manera muy individual las personas, toman en cuenta a Dios como principio de su sanación, así lo expresa el siguiente párrafo. “el amor que Dios difunde en todo nuestro ser es un poder vivificante. Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios. Libra el alma de culpas y tristezas, de la ansiedad y congoja que agotan las fuerzas de vida. Con él viene la serenidad y la calma. Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida” (Elena G. de Whitee. Mente, carácter y personalidad, tomo I, pag.256. Miami, Florida: Asociación publicadora Interamericana, 1990).

Palabras claves. (Dios, naturaleza, sabiduría, medicina herbaria, amor)

 

Una de las informaciones derivadas del conocimiento adquirido y de la praxis es la referida al estudio de la evolución de la medicina natural (herbaria). Al respecto nos acogemos a los estudios y reflexiones filosóficas e ideológicas mediante las cuales se ha establecido una diacronía teórica dividida en varias etapas:

  • La premodernidad, cuando la medicina se basaba “en la magia, la religión y la conciencia” en manos de sacerdotes y chamanes; era “una relación de ayuda basada en el amor por lo que se consideraba como “sagrada o espiritual”; se utilizaba la conciencia como potencial de sanación; y se invocaba espíritus, así como las fuerzas naturales y divinas, y, hasta el propio enfermo, sentía que sanaba a través de ciertos estados de conciencia inducidos por todo tipo de técnicas.
  • La modernidad en la cual se llega a establecer la importancia de la objetividad, la certidumbre, obtenida a través del diagnóstico correcto que se logra al analizar los componentes estructurales de una determinada cosa y fragmentándolos para su posterior estudio e instrumentalización. En estos principios –les explico- se basa el ejercicio de la biomedicina. El todo, después de ser fragmentado para su estudio, ofrece la manipulación de la materia desde sus pequeñas partes constituyentes lo que promete alcanzar una perspectiva única, realmente verdadera. A esta visión se le critica el hecho de no tomar en cuenta “al observador”; esta posición es totalmente modernista porque se queda en “la subjetividad” a la que hay que perseguir y anularla a través de todo tipo de métodos de control del sesgo. Se trata, pues, del empirismo positivista; empirismo porque se remite a la información obtenida de la experiencia sensorial y positivista porque exige pruebas explícitas.
  • Frente a esta forma de aplicar la medicina surge, no obstante, otra posición que defiende el tener que rescatarla importancia del médico naturista quien, además de dialogar en tiempo presente, profundiza en la vida del paciente, como sería el yo en primera persona, la conciencia individual o el sujeto último, aquél que observa eternamente la importancia del aquí, el ahora, la atención plena y la valiosa capacidad que tiene el ser humano de mirarse, sentirse y realizar una introspección o contemplación de sí mismo, el instrumento de observación es siempre uno mismo, la experiencia nunca está fuera de la conciencia individual, por lo tanto, cualquier verdad afirmada desde aquí debe ser corroborada en la experiencia interior. Se trata, pues, de un empirismo fenomenológico.

La permanencia de tantos años en el colectivo humano del planeta y, posteriormente, como estudioso e investigador, transformó el yo en nosotros. Paulatinamente, el terapeuta se va insertando en un conglomerado donde las necesidades eran comunes y las soluciones compartidas. Mi condición de investigador inmerso en un escenario temporal y natural demarcado por el ambiente familiar y vecinal, desde la infancia hasta la adultez, me hizo un receptor directo de una práctica medicinal que fui internalizando en la medida en que adquiría consciencia de ciertas limitaciones sociales, culturales y económicas detectadas entre los miembros de mi familia, de los vecinos y los pobladores de cualquier parte del mundo.

La actuación terapéutica directa por la necesidad de confrontar las dificultades de salubridad desde adentro, de conocer los factores de riesgos sanitarios, externos, que afectan a los pueblos del mundo, identificar los recursos con los que cuento para culminar exitosamente la tarea propuesta analizando las fortalezas, la habilidades y los recursos existentes en la población para transformar el deterioro de salud detectado en una situación de sustentabilidad que desarrolle en los afectados hábitos naturistas que los hagan autosustentables como pacientes herbarios.

 

De allí la importancia de que los terapeutas y pacientes herbarios se compenetren con la epistemología de este tipo de medicina ya que ello involucra los elementos objetivos, subjetivos, sociales y culturales que conforman el todo humano en un permanente y dinámico diálogo médico-paciente. El perfil del naturista, del herbario, responde, pues, a esta concepción epistemológica integral sin que se piense que su practicante se proponga invadir los terrenos de la biomedicina. Insistimos en esta visión porque debemos actuar como el médico postmoderno, el ser que indaga acerca de un paciente observado holísticamente, como un todo conformado por elementos objetivos, subjetivos, naturales, sociales y culturales.

 

Es necesario que este acto médico se conciba y ejecute como una estrategia médica pluridireccional, donde se establezca un profundo diálogo horizontal entre el terapeuta y el paciente, sin descartar la implicación de otros especialistas (psicólogos, psiquiatras, neurólogos, urólogos, etc.) lo que permite al herbario conocer lo que el enfermo vive y padece desde el punto de vista externo (objetivo), interno (subjetivo), sociocultural (contexto) y natural (ambiental).

 

Pero, no solo se trata de un diálogo horizontal simple sino de una indagación profunda sobre la sintomatología del paciente, de lo que siente (sus afectos), de lo circunstancial al interactuar dentro de un contexto que determina y marca su existencia, holísticamente, sin fragmentaciones arbitrarias ni aislamientos innecesarios de la enfermedad. Se concibe al paciente dentro de un todo susceptible de ser analizado críticamente a fin de diagnosticar en forma eficaz y eficiente su estado de salud quebrantado por la enfermedad y aliviado o curado, entre otros expertos, a través del tratamiento herbario.

 

La observación meticulosa y perceptiva que asume el médico naturista le permite establecer una interrelación estrecha con el paciente gracias a la cual la comunicación fluye y la confianza se consolida. Las áreas de la enfermedad que el doméstico/herbario no domine serán atendidas por los especialistas. De esa forma complementa su diagnóstico y actúa con rigurosidad sobre el valor medicinal verdadero de las plantas que va a recomendar. Es una responsabilidad compartida aun cuando no se establezca nexo entre uno y otro médico. Corresponde al paciente consciente, como intermediario, de comunicar a ambos terapeutas las indicaciones que responsable y respectivamente asume. De este proceder se infiere la responsabilidad compartida al determinar la validez o no del tratamiento herbario o de la asesoría de los otros especialistas.

En esta concepción epistemológica es prudente insistir en la relación interprofesional de modo que se compartan las responsabilidades a la hora de tomar decisiones o de asumir posturas relacionadas con lo verdadero o lo falso de éstas ya que se aplica criterios objetivos y subjetivos que contribuyen a obtener la verdad más valedera o rechazar aquello que implique riesgos irreparables para el paciente.

Las sociedades del conocimiento servirán de marco referencial cuando de avalar o rechazar decisiones trascendentales se trate. Resulta, en consecuencia, evidente que sería fuera de toda lógica que estas sociedades de especialistas, profesionales y empíricos no pudieran darse las manos para el reconocimiento dialéctico de las consultas y tratamientos en los que coincidan, puesto que ello se traducirá en avances para la ciencia y para los practicantes de la medicina alternativa, concretamente, la herbaria, lo que se traduciría en ganancias científicas, sociales, culturales y económicas para todos.

Por esa razón, procedo a sistematizar los principios provenientes de la cosmovisión indígena y la visión fenomenológica de la realidad. Esta simbiosis étnicocultural desveló puntos de pertinencia epistemológica lo que condujo a relacionar la visión de una medicina fundamentada en la cosmogonía, cosmología y cosmovisión indígenas y la concepción integral de la realidad, con la concepción fenomenológica de la medicina a la que se incorpora principios místicos, fisiológicos, psíquicos, espirituales, subjetivos, afectivos, sociales, étnicos y ecológicos.

En este orden de ideas, se recomienda a los terapeutas herbarios que actúan en territorios rurales y urbanizados como personas que dominan el uso práctico de la medicina doméstica/herbaria evitar complicarse con el uso de los ritos y ceremonias que, en su contexto originario, emplea el chamán para incitar al desarrolla estados de fe y consciencia que, también, complementan el acto de sanación, ya que podrían generar situaciones complejas que complicarían el acto de sanación.

En otras palabras, debemos tener información y conciencia de que la relación misticismo/chamanismo/terapeuta en la que se hace originalmente presente lo afectivo y lo neurológico como elementos naturales en los estados de éxtasis en su ¨medio natural¨ (tribal o comunal) no es un elemento trivial añadido, sino como algo consustancial a la condición étnica que complementa la actuación terapéutica que va más allá de la simple ingesta de los sustratos botánicos.  Son actos de fe y conciencia que en la terapia naturista ejecutada en el ambiente original involucra el rigor de las ceremonias y tradiciones para insertarlas en las complejas estructuras medicinales originarias donde el chamanismo desarrolla una fuerza de convicción indiscutible.

La cuestión que se deriva de esta reflexión y que se abre a una discusión de mayor profundidad sería: ¿Cómo manejan –eliminan o sustituyen- los terapeutas herbarios en la actualidad ese elemento místico-neurológico en su práctica medicinal urbana?

Al fondo de la situación terapéutica doméstica/herbaria, ejercida en cualquier territorio del país y el mundo persiste, y afecta nuestra conciencia, una grave crisis socioeconómica que no podemos ignorar. No obstante, insistimos en la posibilidad de lograr que la población asuma la medicina natural indígena, proveniente de los ancestros originarios, con la misma confianza y fe con las que la aceptan cuando se trata de profesionales, consultas y medicamentos biomédicos.

En correspondencia con esta especie de eje transversal de la problemática esbozada, como habitante de la región monaguense, heredero de parte de esa tradición medicinal milenaria, en mi condición de terapeuta doméstico/herbario y de docente integral, conocedor a profundidad de la calamidades descritas, me he formulado las siguientes preguntas, en aras de orientar mis inquietudes y las de las personas que están iniciándose en la terapia herbaria, hacia la búsqueda de una solución a la crisis sanitaria existente en gran parte de las poblaciones rurales:

  • ¿Sería factible planificar una intervención pedagógica a fin de capacitar a la población para que afronten eficientemente esta situación a través de hábitos de salud basados en el uso de la medicina tradicional indígena?
  • ¿Es pertinente y suficiente una formación andragógica como docente integral para diseñar acciones educativas dirigidas a la poblaciones adultas de manera que se le forme dentro del campo de la medicina doméstica/herbaria a fin de que la aplique responsable y disciplinadamente para que asuma lo herbario y manipule los productos provenientes del procesamiento de las plantas medicinales de la región como la farmacopea naturista correspondiente?
  • ¿Convendría realizar una investigación cualitativa ampliada con técnicas, conocimientos y métodos provenientes de otras metodologías como la pedagogía, la andragogía, la psicología, la etnografía, la resiliencia, la sociología… con la intención de desarrollar entre los piarenses hábitos sanitarios permanentes que contribuyan al mejoramiento de sus condiciones de vida?

La respuesta es sí, siempre y cuando se aplique un programa de esta naturaleza dirigido al saneamiento de una comunidad donde se actúe con equidad y justicia y se satisfaga el derecho a la salud y a la vida que tiene todo ciudadano.  Porque una sociedad es justa si, y solo si, cuenta con las condiciones que aseguren la satisfacción de las necesidades básicas de todos sus miembros, de acuerdo con la determinación de esas necesidades que hagan ellos mismos.

Convencidos, entonces, de la necesidad de investigar para actuar, individual y colectivamente, conforme a los resultados de dicha indagación, los miembros de la comunidad afectada, deben decidir formular el problema de manera que, según nuestro análisis, el epicentro del conflicto se focalice en las poblaciones rurales de los municipios, en las serranías de estos sectores y en el patrimonio histórico y ecológico de cada país.

Con esta propuesta de intervención pedagógica se busca transformar la adversidad sanitaria de los pueblos del mundo, en hábitos y competencias médicas diferentes a los de la biomedicina. Trabajamos para reivindicar la medicina indígena herbaria hasta transformarla en una terapia que esté a la par, acorde con los alcances de su propia naturaleza, de los tratamientos profesionales, en un sistema de sanación regido por algunos principios inherentes a su condición ancestral: la rigurosidad, la responsabilidad y el respeto a sus principios originales.

El avance en la lucha para lograr el objetivo arriba referido lo demuestra los datos estadísticos consultados donde el incremento y el espacio ocupado de lo herbario al lado de lo biomédico crece considerablemente.

A la visión integral del acto médico herbario contribuyeron los estudios de autores reconocidos y especializados, nacionales e internacionales, que nos fueron convenciendo de que la perspectiva del acto médico herbario debía abarcar visiones más amplias e incluyentes de factores tan variados como lo social, lo étnico, lo cultural y lo ecológico a fin de facilitar la identificación epistemológica de cuatro enfoques que se interrelacionan y complementan en la práctica: objetividad, subjetividad, intersubjetividad e interobjetividad, de forma tal que se alcance la estructuración de una medicina fundamentada en el amor, la reflexividad y la trascendencia. Insistimos en sembrar la idea de que la acción médica del herbario debe emular a sus ancestros al igual que lo ha hecho la medicina tradicional indígena en todos los tiempos. Solo así adquiere un perfil científico ya que enmarca su práctica dentro del respeto y apego a los conocimientos científicos sobre la fisiología humana receptora de los tratamientos naturistas recomendados a los pacientes.

Para concluir existe una expresión en lengua Kari´ña, para denotar desprecio: ijsheja vañño, por oposición a ijshe vañño, que quiere decir amar, entre ambas significaciones ha transcurrido el tiempo de la larga travesía que los pueblos originarios emprendieron desde cualquier rincón del mundo, una vez que sus ancianos püddai, se percataron de la inclemencia de ciertos hombres poseído de ambición y poderío, y agotado de guerras y destrucción descubren entre la libre inmensidad de vivir apartados en lugares como: verdes paraderas, montanas, sabanas, ríos, lagos y lagunas, porque la vida era y pese a todo los problemas, es hermosa.

Referencia Bibliográfica

-Elena Adam de Guevara, Angel R. Villarini Jusino, Andragogía Una Antología sobre el Pensamiento Socioeducativa de Félix Adam. Fundación para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento (OFDP), FundCIÓN PARA UNA Educación de Calidad.

– Jorge C. Mosonyi (2002), Diccionario Básico del Idioma kar´ña. Fondo Editorial del Caribe. Barcelona Venezuela.

-Onlin Keith Sherwood”. U.S.A (2000), “Alternativa para la salud, Curación Espiritual”. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública (Revé Peri Medí Exp Salud Publica).

– Plasencia S., R. (2018). “El proceso de incorporación de la medicina tradicional y… Disponible: http://docs.bvsalud.org › biblioref › 2018/03 › el-… PDF. Consulta: 04/07/2021.

Reinaldo Sosa Gómez, (2000). El poder medicinal de las Plantas. Asociación Publicadora Interamericana

 

Fuente de la Información: CII – OVE

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