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Brasil: O que sabemos e o que não sabemos sobre o Covid de longa duração

O que sabemos e o que não sabemos sobre o Covid de longa duração

Leonardo Boff

Publicamos aqui um pequeno artigo traduzido do ECONOMIST de 30/4/22 que nos relata sobre as consequências do Covid-19, chamado de “long covid” , prolongamento do covid-19 ou de Covid de longa duração. São raras as informações sobre este tema. Com no Brasil mais de 20 milhões pessoas foram afectadas por este vírus, é de bom juízo trazer informações acerca do que pode ocorrer após a infecção, superada pelas várias vacinas. Uma razão a mais para continuarmos com as prevenções pois o vírus pode conhecer outras mutações que eventualmente tornam a afetar os já imunizados ou portadores de sequelas danosas. LBoff

27 de abril de 2022 (Atualizado em 29 de abril de 2022) Eis o texto:

Mais de dois anos desde o início da pandemia de covid-19, os cientistas aprenderam muito sobre como o vírus SARS-CoV-2 afeta o corpo. Mas os sintomas e as complicações conhecidas como “covíd longo” são muito menos compreendidos. Os Centros de Controle e Prevenção de Doenças (CDC) dos Estados Unidos definem o covid longo como a continuação dos sintomas por pelo menos quatro semanas após a infecção. A Organização Mundial da Saúde diz que geralmente ocorre três meses após o início do vírus e dura pelo menos dois meses. Fadiga, falta de ar e neblina cerebral são características comuns. Há pouco consenso sobre como tratá-lo. O que é o covid prolongado?

A prevalência do covid longo é difícil de calcular e alguns relatórios iniciais deram estimativas inflacionadas. O CDC acredita que um em cada dez americanos desenvolverá sintomas de covid longo mais de um mês após a infecção. O Escritório Britânico de Estatísticas Nacionais (ONS) estima que 1,7 milhões de pessoas, ou 2,7% da população, estavam experimentando o auto-relatado covid de longa duração a partir de 5 de março. Dessas, 1,1 milhões encontraram sua capacidade de realizar atividades do dia-a-dia seriamente reduzida. A maioria experimentou fadiga, um terço teve falta de ar, e quase um quarto relatou dores musculares. A condição era mais comum em mulheres, entre 35 e 49 anos de idade e em pessoas que viviam em áreas pobres. As pessoas empregadas na assistência social, educação ou cuidados de saúde também eram mais propensas a relatar sintomas.

Mas há problemas até mesmo com estas estimativas cuidadosas. A fadiga e a dor muscular poderiam ser causadas por uma série de outras condições. Um estudo anterior da ONS descobriu que 5% das pessoas infectadas com covid tinham pelo menos um dos 12 sintomas comuns 12 a 16 semanas após a infecção; 3,4% de um grupo de controle que não tinha sido infectado também relatou um desses sintomas.

Confusamente, o covid longo pode na verdade ser uma coleção de síndromes bem diferentes. Por exemplo, qualquer encontro com uma doença infecciosa pode ter sérias consequências a longo prazo. O covid pode causar danos duradouros ou permanentes aos pulmões e ao coração. Alguns casos de covid longo podem realmente ser “síndrome de cuidados pós-intensivos”, que pode afetar qualquer pessoa que passe tempo em uma unidade de terapia intensiva. Os doentes enfrentam sérias fraquezas físicas, danos pulmonares e problemas de memória e atenção. Eles podem ter distúrbio de estresse pós-traumático. E os pesquisadores também se perguntam se alguns casos de covid prolongado podem ser uma forma de síndrome pós-viral, como a fadiga crônica. Por último, alguns pacientes que parecem ter  covid longo podem, de fato, ter uma infecção contínua que seu sistema imunológico ainda não foi eliminada.

Como muitas pessoas já contraíram o covid, se mesmo uma porcentagem mínima sofrer de problemas de saúde contínuos, uma enorme crise de saúde pública poderia ocorrer. Alguns a chamam de pandemia após a pandemia. As empresas farmacêuticas estão buscando ensaios de medicamentos que possam ajudar. Estão em andamento estudos com um medicamento chamado Paxlovid, que já é usado para tratar o próprio covid, bem como com outros antivirais. Outro estudo está testando uma hipótese de que o vírus pode prejudicar a capacidade das células humanas de gerar energia (o que causaria fadiga e fraqueza muscular). Algumas empresas estão procurando soluções para dor crônica, função pulmonar danificada e defeitos cognitivos. Além de ajudar os que sofrem de uma doença de longa duração, este trabalho pode beneficiar aqueles com outras condições pós-virais, que há muito são ignoradas.

Fonte: The Economits 30/4//22

 

Fuente de la Información: https://leonardoboff.org/2022/04/30/o-que-sabemos-e-o-que-nao-sabemos-sobre-o-covid-de-longa-duracao/

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Guerra en Ucrania: apoyo a niños y familias

Guerra en Ucrania: apoyo a niños y familias

UNICEF y sus aliados están sobre el terreno brindando apoyo a los niños y las familias que necesitan desesperadamente seguridad, estabilidad y protección.

La guerra en Ucrania está teniendo un impacto devastador en los 7,5 millones de niños del país. Las necesidades humanitarias se multiplican cada hora a medida que continúan los combates. Los niños siguen siendo asesinados, heridos y profundamente traumatizados por la violencia que los rodea. Las familias están aterrorizadas, en estado de shock y desesperadas por estar a salvo.

Los últimos ocho años de conflicto en Ucrania ya han infligido un daño profundo y duradero a los niños. Ahora, las amenazas a los niños de Ucrania solo han aumentado. El 21 de abril, más de 5,1 millones de refugiados habían huido de Ucrania, alrededor de la mitad de ellos niños. Millones de personas más han sido desplazadas internamente. Tales desplazamientos a gran escala podrían tener consecuencias duraderas para las generaciones venideras. Los niños que huyen de la guerra en Ucrania también corren un mayor riesgo de trata y explotación de personas.. Mientras tanto, los ataques con armas explosivas en zonas urbanas pobladas siguen provocando bajas civiles, incluidos niños, y daños considerables a infraestructuras y servicios esenciales. Como resultado, los hogares de niños, las escuelas, los hospitales, los sistemas de agua, las centrales eléctricas y los lugares donde los civiles buscan refugio han resultado dañados o destruidos.

UNICEF está trabajando con aliados para llegar a los niños y familias vulnerables con servicios esenciales, que incluyen salud, educación, protección, agua y saneamiento, así como suministros que salvan vidas.

Para obtener más información sobre la situación, visite UNICEF Ucrania y UNICEF en Europa y Asia Central.

 

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/emergencies/war-ukraine-pose-immediate-threat-children

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El futuro de América Latina

Por: Emir Sader

En este artículo el autor analiza los factores que pueden determinar el futuro de América Latina durante los próximos años.

América Latina ingresó al siglo XXI dominada por gobiernos neoliberales. Era la región del mundo con los gobiernos más neoliberales y los más radicales. El neoliberalismo llegó a América Latina a través de los Chicago Boys durante la dictadura de Pinochet.

Por ello, fue la región del mundo donde surgieron las mayores manifestaciones de resistencia popular a los efectos de las políticas neoliberales. Desde el caracazo en Venezuela, en 1989, hasta las manifestaciones en Argentina, a principios de este siglo, hasta expresarse en gobiernos antineoliberales.

El continente vivió así la impresionante secuencia de elecciones de gobiernos antineoliberales: Hugo Chávez en 1998, Lula en 2002, Néstor Kirchner en 2003, Tabaré Vázquez en 2004, Evo Morales en 2005, Rafael Correa en 2006. Gobiernos que favorecieron políticas sociales, en lugar de los ajustes fiscales; los procesos de integración regional, en lugar de los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos; y el rescate del papel activo del Estado, en lugar de la centralidad del mercado.

La primera década del siglo XXI estuvo marcada por estos gobiernos, que lograron reducir significativamente las desigualdades, el desempleo y la pobreza en esos seis países. Y se proyectaron los principales líderes políticos de izquierda en el mundo.

En la segunda década hubo crisis de algunos de estos gobiernos, retorno efímero de gobiernos conservadores –algunos vía golpes de Estado–, hasta que los gobiernos antineoliberales se extendieron a México, Honduras, Chile, Perú. Y el continente llega a la tercera década del siglo con la posibilidad de que Colombia y Brasil se sumen a este grupo de gobiernos, constituyendo el mayor bloque de gobiernos progresistas que haya conocido el continente. Lo que, a la vez, representa la situación de mayor aislamiento de Estados Unidos en América Latina.

A partir de la tercera década del siglo, ¿qué futuro podemos imaginar para América Latina?

La primera pregunta es saber, ¿hasta qué punto los gobiernos progresistas podrán superar el neoliberalismo e instalar un nuevo modelo económico? ¿Hasta qué punto podrán pasar de ser antineoliberales a posneoliberales?

Es un obstáculo muy grande, porque el neoliberalismo sigue predominando en el capitalismo a escala mundial. Además, incluso en los países latinoamericanos, el peso del capital financiero sigue siendo muy grande, bloqueando la posibilidad de retomar un nuevo ciclo de crecimiento económico, condición para la generación de empleo y las políticas de distribución del ingreso.

Será un gran desafío para los gobiernos progresistas implementar políticas que puedan pasar la página del neoliberalismo. Esto solo es posible a través de tres factores: el primero es la integración de los gobiernos latinoamericanos y la construcción de políticas económicas coordinadas.

El segundo es la necesidad de superar el aislamiento de América Latina, lo que se puede hacer a través de los BRICS, un espacio que reúne a gobiernos favorables a un mundo multipolar, con países emergentes.

El tercero es la necesidad de construir otro tipo de Estado que pueda democratizar radicalmente nuestras sociedades.

El futuro de América Latina depende de estos factores, pero depende especialmente del futuro de algunos países clave del continente, como Brasil, Argentina, México, Colombia y Bolivia, cuyo peso en el continente es decisivo.

Que en Argentina, aprovechando la crisis de gobierno, la derecha no pueda ganar las próximas elecciones presidenciales. Que el peronismo logre, una vez más, reencontrarse, tener una candidatura consensuada y dar continuidad a la reconstrucción del país.

Que López Obrador, a pesar del sabotaje de las grandes empresas, logre que la economía mexicana vuelva a crecer, para apoyar las políticas sociales del gobierno.

Que Petro triunfe en Colombia y logre pacificar el país, luego de décadas de violencia e inestabilidad.

Que Lula vuelva a ser elegido presidente en Brasil y logre recuperar al país de la peor crisis de su historia, vuelva a ser el gran líder que necesita Brasil, con una destacada actuación internacional, que vuelva a proyectar a América Latina como el epicentro de la democracia.

El futuro de América Latina está abierto. Ya cuenta con varios gobiernos progresistas y un apoyo popular antineoliberal muy fuerte. Pero la supervivencia del neoliberalismo en el continente y en el mundo, y la existencia de una derecha y una ultraderecha que llegaron para quedarse, presentan desafíos que los gobiernos y líderes políticos latinoamericanos tienen que enfrentar.

El destino de América Latina en los próximos años definirá el destino del continente en toda la primera mitad del siglo y, de alguna manera, pesará en el destino del neoliberalismo y del posneoliberalismo en el mundo.

Fuente de la información e imagen: https://rebelion.org

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Los niños bombardeados en Guernica

Por: Claudia Rafael

Guernica ardía como una “gigantesca bola de fuego” y el cielo se pintaba de “rojo, rojo, rojo” en el recuerdo de Paco García San Román que apenas rozaba los 7 años. La memoria de la masacre se cinceló con las miradas de las niñas y niños que sobrevivieron 85 años atrás. Tenían 3, 5, 10, 12 años. Como Paco, que aquel 26 de abril por la tarde jugaba en el patio de la escuela con “amiguitos” cuando alrededor de las 15.30 “pasó el primer avión de reconocimiento. Volaba muy bajo, hoy diría que a unos 200 metros de altura, y no arrojó bombas. Pero luego empezaron a sonar las campanas y mi mamá vino con mis tres hermanos y nos llevó al refugio de la fábrica de armamentos Astra, que era muy grande y estaba bien instalado”. Como Luis Iriondo, que tenía 14, era dependiente en un banco y estaba en la plaza del ayuntamiento, donde había mercado y feriantes y se tuvo que esconder en un refugio sin terminar en el que se moría de terror. Como Andone Bidagueren, que tenía 9 años, y se escondió en las orillas del río con tres de sus cinco hermanos. “Del miedo no sentíamos frío”, seguía repitiendo ella como un mantra años después.

Son las infancias arrasadas por las bombas de un mundo que las tuvo con sistematicidad como el excedente prescindible. En blanco y negro Picasso vio esa niñez en los brazos de una madre que clama al cielo una pincelada de piedad en medio de adulteces estragadas. El hombre casi desmembrado en la base como un Cristo de carne y hueso que grita sin que el mundo lo escuche mientras una mujer, en la margen derecha se va hundiendo en las llamas de aquella gigantesca bola de fuego que quedó clavada en la memoria de Paco.

Los 85 años de Guernica desnudan la crueldad. Los 139 aviones –la mayor parte de la Alemania de Hitler y el resto de la Italia fascista- lanzaron toneladas de bombas sobre aquel poblado vasco en medio de la avanzada franquista. “Las mismas piedras de la calle lloraban en silencio”, escribió Joshua Perle, testigo del instante en que 200 niñas y niños acompañados por su maestro Janusz Korczak eran deportados al campo de concentración nazi Treblinkla. Las palabras valen también para Guernica. Valen para todas las opresiones. Para todas las guerras. Cuando las niñeces ven tatuada en sus frentes y en sus emociones la crudeza de las opresiones que se desatan como látigos.

Esas niñas y niños son aquellos de los que hablaba don Gregorio en La lengua de las mariposas. Cuando decía que si conseguimos que una generación, una sola generación, crezca libre en España […] ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad. Esas infancias truncadas en la belleza del despliegue de una revolución no acabada son las que jugaban en el patio de la escuela, que se refugiaban en la ribera del río, que se escondían en los sótanos para huir de las bombas que irrumpían y arrasaban.

85 años atrás esas niñeces eran interrumpidas por la oscuridad y la brutalidad de ese entramado tejido por Hitler, Mussolini y Franco para exterminar la República. Con el pulso firme de quienes están habituados a reorganizar los tableros de modo tal de deshacerse de las humanidades sobrantes a las que les esculpen con sangre el adjetivo de dolientes, de olvidadas. A las que arrojan a las tinieblas.

Una y otra vez ciertas infancias son estalladas –simbólicamente o en carne y hueso- en baldíos perpetuos.

Por la desidia adulta. Por la confabulación adulta. Por la crueldad y la brutalidad adulta. Por una perversidad y una ambición sin fronteras.

Alguna vez Alberto Morlachetti escribió que si el futuro tiene textura de niños cada muerte lo disminuye.

Hace 85 años, como hace 77 durante el nazismo, como hoy en cada rincón del planeta en el que la impiedad y la inequidad se despliegan con sus garras, las muertes niñas volvieron a talar el futuro.

Fuente de la información e imagen: https://desinformemonos.org
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Interrogantes ante las Reglas de Operación de La Escuela es Nuestra

Por: Pedro Flores

Ante la publicación del “Acuerdo número 08/04/22 por el que se modifican las Reglas de Operación del Programa La Escuela es Nuestra para el ejercicio fiscal 2022, emitidas mediante diverso número 05/02/22, publicado el 28 de febrero de 2022”, desde Mexicanos Primero reconocemos la reincorporación de las horas adicionales de aprendizaje y alimentos al Programa “La Escuela es Nuestra” (LEEN), mediante la autorización del uso de los recursos para lo que ahora se llamará “extensión de horario” y los “servicios de alimentación”. Sin embargo, tras la revisión de estas nuevas Reglas de Operación (RO), se detectan interrogantes, imprecisiones y fallas de diseño que será urgente queden aclaradas de manera formal.

Aquí las mas trascendentes:
No se establecen montos específicos en los apoyos económicos por concepto de horas adicionales desempeñadas por docentes y directivos. Como está planeada actualmente la ejecución del horario extendido, implica una negociación entre los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP) y las y los docentes y directivos, delegando una responsabilidad desproporcionada a las madres y padres, y creando un grave peligro de confrontación en las comunidades escolares. Consideramos una omisión importante que no se establece el mecanismo contemplado para el pago a las y los docentes lo cual puede tener un impacto negativo en la logística del proceso y en su posterior rendición de cuentas.

Lo que se refiere al “servicio de alimentación”, si bien las RO señalan que los montos promedio a ser ejercidos por alumno vienen sugeridos en una Guía disponible en la página “laescuelaesnuestra.sep.gob.mx”, actualmente dicha Guía no está disponible en ese sitio web. De hecho, ninguna de las guías a las que hace referencia las RO están disponibles por lo que es imprescindible que se actualizaran de inmediato.

En segundo lugar, está el peligro que corre la continuidad de escuelas con horario extendido y servicios de alimentación. En estas RO se determina que las escuelas beneficiadas por el Programa en 2021 no pueden volver a serlo en este ejercicio fiscal. Esto es particularmente grave porque se sigue violando el principio de progresividad de los derechos a la educación y a la alimentación de niñas, niños y adolescentes y, además, se alteran los beneficios que este tipo de servicios brindan, toda vez que estos se alcanzan a través del tiempo. En otras palabras, sería un despropósito tener escuelas con horario extendido y servicios de alimentación durante un año solamente.

Desde el martes en la conferencia matutina, y nuevamente hoy en el Boletín SEP no. 100, se ha planteado la reincorporación de servicios como una readaptación o ampliación de LEEN. Sin embargo, es destacable que ha sido hasta que pesó sobre la SEP una orden judicial y la presión de la sociedad civil organizada y las comunidades escolares que decidieron, 8 semanas después, revertir la eliminación que esa misma autoridad hizo de los conceptos jornada escolar ampliada y servicios de alimentación.

LEEN es el programa más importante en materia educativa de la actual administración federal. Es por eso que las interrogantes que persisten en la operación del programa no pueden tomarse a la ligera. Si bien recuperamos y revertimos una violación gravísima a los derechos de las NNA, las fallas en el diseño del Programa representan un riesgo para su continuidad.

Como ya lo hemos dicho anteriormente, en Mexicanos Primero NO vamos a permitir que se violen los derechos al aprendizaje y alimentación de NNA que ya ejercían este derecho en las escuelas de jornada ampliada y seguiremos luchando hasta que la reintegración de los componentes sea una realidad en las 27 mil escuelas que ya eran beneficiadas.

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org
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Mi romance con la Tierra

Por: Carolina Vásquez Araya

 

De nada sirve el conocimiento si solo se aplica para destruir nuestro planeta.

Como cualquier hija de vecino, tengo un origen mezclado de raíces europeas con ramajes indios, cultura cosmopolita, arrestos de diletante, gustos caros pero necesidades de poca monta. Y así como yo hay miles, millones de seres humanos que se creen únicos e irrepetibles y actúan en consecuencia como si el sol les alumbrara en exclusiva.

Lo que resulta difícil de aceptar es la realidad simple y cruda de ser un número más entre los miles de millones de entes contaminadores en este planeta pequeño y frágil que nos tocó para nacer, vivir y reciclarnos. Desde la cuna hemos recibido el mensaje falso del dominio humano sobre los elementos, sobre la tierra, el mar y el firmamento, sobre la luna y los planetas; de hecho, nos repitieron hasta la saciedad la escena del alunizaje para grabar en nuestra mente esa noción de superioridad divina que gobierna la conciencia.

Y nos lo hemos creído a pies juntilla, rechazando todo cuanto limite nuestro indiscutible poder sobre el espacio que ocupamos y del cual nos creemos los dueños absolutos. Y así, haciendo gala de nuestro derecho de propiedad, hemos sembrado de basura los mares, convertido vergeles en desiertos áridos e inhóspitos, coronado de laureles y honores a los peores depredadores de las riquezas naturales adjudicándoles el dudoso mérito de generar desarrollo económico, agotado las reservas de agua, talado los bosques y exterminado a insectos, aves, peces, reptiles y mamíferos —por deporte, con saña y porque sí— como si en ello nos fuera la vida.

Hoy vemos con desolación que las advertencias apocalípticas sobre el deterioro ambiental, a las cuales tachamos de exageraciones sin fundamento o pura histeria de unos pocos idealistas, se han transformado en huracanes e inundaciones, sequías, hambre, miseria, epidemias y un futuro cargado de incertidumbre.

Hoy hacemos desfiles para celebrar el Día de la Tierra sobre ciudades contaminadas y contaminantes, sin reparar en nuestro aporte personal a la muerte segura de un mundo que ofreció tanto que, sin nosotros saber apreciar su maravilloso y sutil equilibrio, decidimos explotar hasta su extinción en un afán arrogante por transformarlo todo en objetos desechables. Mi romance con la Tierra -y también el suyo- consiste en manifestaciones carentes de fuerza, en pensamientos idealistas de cómo deberíamos actuar, pero sin la convicción suficiente para hacerlos realidad y aportar al gigantesco desafío de salvar todo esto que nos rodea y en cuya creación ninguno de nosotros ha tenido la menor influencia.

Así como yo, muchos nos hemos alejado de la sagrada regla de la egolatría humana. Por ello, personalmente no creo ni un ápice en el cuento de la superioridad humana por sobre las demás especies, pero tampoco tengo el poder de cambiar ese pensamiento antropocéntrico entre quienes me rodean. A lo largo de los años me he convencido, con pruebas en mano, de que el ser humano en su versión actual y en su promedio más común, no es más que una enfermedad capaz de amenazar y extinguir la supervivencia de otras muchas especies maravillosas y no el motor de desarrollo que la industria del pensamiento nos ha vendido tan caro. La única especie considerada inteligente, es también la única capaz de destruir su propio hábitat y, de ese modo, negar la vida a su propia progenie. Mi romance con la Tierra, por lo tanto, huele a falso cada vez que aporto un gramo de contaminantes.

Somos una especie destructiva, contaminante e incapaz de asumirlo.

 

elquintopatio@gmail.com @carvasar

Fuente de la información: www.carolinavasquezaraya.com

 

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Los Estados nación están destruyendo el mundo. ¿Podrían las «biorregiones» ser la respuesta?

Por: Vari@s autor@s

 

Desde las regiones fronterizas del sur de Asia hasta la selva amazónica, los pueblos buscan nuevas formas de organizar sociedades que respeten a los seres humanos y a la naturaleza

Panchi nadiya pawan ke jhonke/ Koi sarhad na inhe roke/ Sarhadein insaano ke liye ha/ Socho tumne aur maine kya paaya insaan hoke»

Traducción:

«Los pájaros, los ríos y las ráfagas de viento/ No hay fronteras que los detengan/ Las fronteras son para los humanos/ Piensa, ¿qué hemos conseguido siendo humanos? (Javed Akhtar, letrista indio)

Cada vez es más evidente que debemos reflexionar conjuntamente sobre los problemas de la crisis climática y las fronteras. El deterioro del medio ambiente desplaza a millones de personas  cada año, mientras que los Estados responden militarizando sus fronteras, provocando más sufrimiento y muerte.

No es casualidad que la degradación del clima y las fronteras estatales estén vinculadas. Históricamente, el Estado nación nació de una lógica que también veía a la naturaleza -y a los pueblos colonizados- como algo que había que conquistar y dominar. Ahora, desde las regiones fronterizas desgarradas por la guerra en el sur de Asia hasta la selva amazónica, la gente se cuestiona si la sostenibilidad puede alcanzarse a través del marco de los Estados nación. Están recurriendo a otras formas de organizar la sociedad basadas en cosmovisiones y prácticas indígenas que respetan a todos los seres humanos y al resto de la naturaleza.

Colonialismo, capitalismo y Estado nación

En los últimos 500 años, las conquistas coloniales de vastas regiones de la tierra por parte de las potencias europeas y norteamericanas, basadas en el afán de lucro capitalista y el rápido desarrollo tecnológico, han provocado la diezma de innumerables culturas y comunidades. Esto incluye la muerte de más de 50 millones de nativos en lo que posteriormente se conoció como América Latina, hambrunas devastadoras en Asia y África causadas por las políticas impuestas por los colonizadores, y la conversión de millones de hectáreas de ecosistemas naturales en plantaciones comerciales, fincas madereras o ranchos ganaderos para alimentar las demandas de consumo de Europa y Norteamérica.

En el mismo periodo, surgió la idea y la práctica del Estado nación. Aunque sus orígenes y naturaleza son diversos y complejos, la centralización del poder en manos del Estado nación fue una de las bases del capitalismo: en la práctica, el capitalismo se lleva a cabo a través de las instituciones políticas, jurídicas y militares de los Estados nación. La construcción del Estado nación se apoyó en una ideología que afirmaba que la modernidad capitalista es la única forma de organizar la vida, y que esto justifica la toma de territorios de los pueblos indígenas y las comunidades locales para alcanzar objetivos nacionales como el desarrollo y la seguridad. Los símbolos del Estado nación, como una bandera, una lengua y una identidad única, sumergen y a menudo no respetan las diversas bioculturas, es decir, los entornos humanos biológicos y culturales combinados. Debemos considerar que el Estado nación, el capitalismo y el colonialismo van de la mano.

La ideología de la era colonial-industrial afirmaba, ilusoriamente, que los seres humanos estaban separados de la naturaleza y que el progreso humano estaba supeditado a su conquista. Tras la Segunda Guerra Mundial, las viejas formas de colonialismo fueron derrotadas en la mayor parte del mundo. En su lugar se necesitaba una nueva ideología para continuar la dominación de Occidente. Se trataba de la ideología del desarrollo, o «desarrollismo». Podríamos suponer que la idea de «desarrollo» es progresista, pero nos equivocaríamosDevelopmentality convenció al mundo de que el progreso humano estaba ligado a un crecimiento material y energético cada vez mayor. Las crisis ecológicas a las que se enfrenta el mundo hoy son en gran medida el resultado de estos cinco siglos de colonialismo y desarrollismo.

En este contexto, se está produciendo una intensa búsqueda de alternativas radicales que puedan satisfacer las necesidades y aspiraciones de todos los pueblos, al tiempo que se vive en armonía con el resto de la naturaleza.

Biorregionalismo y democracia radical

En el centro de la India, 90 aldeas formaron una mahagram sabha (federación de asambleas de aldeas) en 2017 y están haciendo valer su capacidad de decisión sobre toda la región, unidas por un sentido tradicional de identidad biocultural más que por las actuales fronteras administrativas o políticas. En 1999, 65 pueblos que formaban parte de una cuenca fluvial en el estado indio de Rajastán, formaron un parlamento popular que la gobernó durante una década, ignorando la división administrativa de la cuenca. Estos y otros ejemplos apuntan a un enfoque radicalmente distinto de la gobernanza: el biorregionalismo.

El biorregionalismo se basa en la comprensión de que los atributos geográficos, climáticos, hidrológicos y ecológicos de la naturaleza sustentan toda la vida, y sus flujos deben ser respetados. Las biorregiones, también conocidas como regiones bioculturales, son áreas con sus propias ecologías y culturas, en las que los seres humanos y otras especies están arraigados, participando activamente en varias escalas más allá del lugar inmediato. Aunque muchas de las fronteras actuales creadas por el ser humano ignoran los flujos y territorios de la naturaleza -como una cordillera o un río-, muchas comunidades locales y pueblos indígenas han vivido durante mucho tiempo con un profundo conocimiento y respeto de estos. Entienden la interdependencia de todos los seres vivos en un paisaje terrestre o marino.

Hay muchos ejemplos de gobernanza biorregional, tanto antiguos como nuevos. Durante miles de años, los pastores nómadas de Irán utilizaron amplios territorios que abarcaban una gran diversidad de ecosistemas, y sus prácticas se ajustaban a una aguda comprensión de qué ecosistemas podían soportar cuánto y qué tipo de uso. En tiempos más recientes, la nación indígena de Monkox de Lomerío (Bolivia) obtuvo derechos de autodeterminación territorial en 2006, y están intentando transformar su vida económica, política, social y cultural basadas en un plan de vida para toda la región. El proyecto Great Eastern Ranges pretende proteger, conectar y restaurar hábitats en una franja de 3.600 km del este de Australia, creando canales de coordinación regional entre diversos actores. En muchas otras partes del mundo, los pueblos indígenas u otras comunidades locales están manteniendo los mecanismos tradicionales de gobernanza del paisaje, o creando otros nuevos, como parte de un fenómeno global conocido ahora como Territorios de Vida. Muchos de estos proyectos atraviesan las fronteras políticas y administrativas, respetando en cambio los flujos y los límites ecológicos y culturales.

En el mejor de los casos, estos proyectos biorregionales se basan en una democracia radical y directa. El poder de decisión se ejerce en última instancia a nivel local, por lo que todo el mundo puede participar. Para las decisiones que afectan a territorios más amplios, se envían delegados a asambleas de toma de decisiones adecuadas a esa escala. Existen estrechas afinidades entre estos movimientos y lo que Mahatma Gandhi llamó swaraj, una visión del mundo que afirma la autonomía, la libertad y la soberanía, pero de forma no violenta y responsable con la autonomía y el bienestar de todos los demás.

Reimaginar el sur de Asia desde una perspectiva biorregional

Por diversas razones históricas, incluida la colonización, el sur de Asia está actualmente dividido en varios Estados nación, con fronteras políticas que atraviesan ecosistemas y culturas. Por ejemplo, el mayor bosque de manglares del mundo, los Sundarbans, está dividido por la frontera entre India y Bangladesh. Las altas montañas del Himalaya y las vastas zonas desérticas del oeste están divididas entre India y Pakistán. La gran meseta de gran altitud al norte del Himalaya está cercada con Ladakh a un lado y el Tíbet (gobernado por China) al otro. Las aguas del océano Índico están parcialmente repartidas entre India, Sri Lanka y las Maldivas.

He aquí una visión del sur de Asia muy diferente de la realidad actual, adaptada de un ensayo del que uno de nosotros es coautor. Forma parte de un discurso imaginario dirigido a los habitantes del sur de Asia por una tal Meera Gond-Vankar, en el año 2100:

«Mientras que India, Pakistán, Bangladesh, Nepal, Bután, Sri Lanka y China siguen conservando sus identidades «nacionales», las fronteras se han vuelto porosas, sin necesidad de visados para cruzarlas. Las comunidades locales han asumido la mayor parte de la gobernanza en estas zonas fronterizas, tras haber declarado la paz en anteriores zonas de conflicto como Siachen, los desiertos de Kachchh y Thar, y los Sundarbans. Lo mismo ocurre con el Estrecho de Palk, donde las comunidades pesqueras de la India y Sri Lanka están facultadas para garantizar un uso sostenible y pacífico de las zonas marinas. El Gran Tíbet se ha convertido en una realidad, autogobernado, y tanto India como China han renunciado a su dominio político y económico sobre él. Tanto las comunidades nómadas como la fauna silvestre pueden ahora moverse libremente de un lado a otro. En todas estas iniciativas, el nacionalismo estrecho está siendo sustituido por las identidades civilizatorias, el orgullo y el intercambio, una especie de etnicidad autofabricada que fomenta el respeto y el aprendizaje mutuo entre diferentes civilizaciones y culturas. El sur de Asia aprendió de los errores de bloques como la Unión Europea, con su extraña mezcla de centralización y descentralización y su continua dependencia del Estado nación, y elaboró su propia receta para respetar la diversidad dentro de una unidad de propósito».

Si bien se trata de una visión futurista, ya se están forjando algunos caminos tentativos en este sentido. Además de los ejemplos citados anteriormente de pueblos que se unen para gobernar democráticamente las biorregiones, se están llevando a cabo diálogos entre personas centrados en la paz, como el Foro Popular para la Paz y la Democracia entre Pakistán y la India. La idea de un Parque de la Paz de Siachen en la zona de intenso conflicto entre India y Pakistán se ha propuesto durante muchos años, e incluso ha sido respaldada por el ex primer ministro indio Manmohan Singh. Existe una cooperación transfronteriza en materia de conservación entre la reserva de tigres de Manas, en la India, y Royal Manas, en Bután, que se suma a varias docenas de iniciativas de este tipo ya establecidas en todo el mundo. Pero, por supuesto, dado el continuo ambiente de desconfianza y conflicto en la región, acompañado de los periódicamente crecientes discursos hipernacionalistas (actualmente, promovidos por el partido en el poder en Nueva Delhi), hay un largo camino por recorrer para que estas vías sean transitadas.

La configuración de un enfoque biorregional para las cabeceras sagradas del Amazonas

La región de la Cabecera Sagrada en el Alto Amazonas es uno de los lugares de nacimiento del río Amazonas. Se extiende por 35 millones de hectáreas (86 millones de acres) en Ecuador y Perú, y es el hogar de casi 600.000 indígenas de 30 nacionalidades, incluidos los pueblos que viven en aislamiento voluntario. Es el ecosistema terrestre más biodiverso del planeta y representa tanto la esperanza como el peligro de nuestro tiempo. Las luchas de los pueblos indígenas han mantenido esta región en gran medida libre de la extracción industrial. Estudios realizados por organizaciones internacionales como la ONURainforest Alliance e Hivos han demostrado que los pueblos indígenas son los mejores guardianes de la naturaleza, especialmente en la biorregión amazónica.

En respuesta a las nuevas amenazas de los Estados ecuatoriano y peruano de ampliar los proyectos petrolerosmineros y agroindustriales intensivos, las confederaciones indígenas de ambos países se unieron para formar la Iniciativa de Cabeceras Sagradas del Amazonas (ASHI). En 2019, Sacred Headwaters hizo una declaración pública:

«Pedimos el reconocimiento mundial de la selva amazónica como órgano vital de la Biosfera. Hacemos un llamado a los gobiernos de Ecuador y Perú, a las corporaciones e instituciones financieras para que respeten los derechos y territorios indígenas y detengan la expansión de nuevos proyectos de petróleo, gas, minería, agricultura industrial, ganadería, mega-infraestructura y carreteras en la Cabecera Sagrada. El legado destructivo de este modelo de «desarrollo» ha sido la gran deforestación, la degradación de los bosques, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, lo que ha diezmado a las poblaciones indígenas y ha provocado abusos de los derechos humanos. Desafiamos la errónea visión del mundo que ve la Amazonia como una región rica en recursos donde se extraen materias primas en pos del crecimiento económico y el desarrollo industrial…»

En lugar de una visión del desarrollo que considera el progreso humano como la conquista de la naturaleza, Sacred Headwaters entiende la interdependencia de toda la vida más allá de las fronteras nacionales. El Plan Biorregional de ASHI propone la autodeterminación indígena con la participación efectiva de las mujeres; una economía muy diversa que combine los nuevos métodos agrícolas ancestrales con la soberanía alimentaria y energética; sistemas de salud interculturales que respeten la diversidad de género y generacional; sistemas educativos que combinen el aprendizaje formal con el no formal; y un programa exhaustivo de conservación y restauración de la Amazonia.

Hacer realidad el biorregionalismo

Los enfoques biorregionales, que abarcan la democracia radical, ofrecen a las comunidades la posibilidad de reconstruir y mejorar sus vidas y medios de subsistencia, libres del miedo constante a los conflictos y a las industrias extractivas violentas. En el Amazonas podrían ayudar a garantizar el sustento ecológico, económico y cultural de las naciones indígenas y otras comunidades locales, proporcionando al mismo tiempo todos los beneficios ecológicos locales y globales de la mayor selva tropical del mundo. En el sur de Asia, la retirada de las fuerzas armadas y otras fuerzas policiales y paramilitares de la tierra y el mar significaría que se podría eliminar el sufrimiento por el que pasa este personal, especialmente en las condiciones traicioneras y heladas de las zonas fronterizas del Himalaya entre India, Pakistán y China. También significaría que se podría reasignar una parte sustancial de los 72.000 millones de dólares de gastos de defensa de la India.

Este enfoque también implicaría deshacer los daños sufridos por las biorregiones en el pasado, en la medida de lo posible. Los impactos del cambio climático en forma de sequías e inundaciones van a empeorar. Es crucial reimaginar cómo gobernamos los humedales, y biorregiones enteras. Es posible que haya que desmantelar algunas presas existentes en ríos transfronterizos para restablecer los flujos hídricos, ecológicos y biológicos. Hay que evitar más presas y grandes desvíos. Un río sano es a menudo una primera línea de defensa contra las crisis climáticas para las comunidades, incluidas sus funciones al desembocar en el mar. Un enfoque biorregional también puede ayudar a hacer frente a algunos de los peores impactos del cambio climático, como el desplazamiento de las comunidades costeras -incluido el probable intento de los refugiados climáticos de Bangladesh de entrar en la India, que podría convertirse en una enorme crisis humanitaria si no se planifica adecuadamente- o el desplazamiento de la vida silvestre a mayores alturas.

Los enfoques biorregionales se enfrentan a importantes retos, entre los que destacan las nociones nacionalistas que siguen apoyando las duras fronteras de los Estados nación. Sin embargo, los diálogos de paz, los proyectos de conservación transfronteriza y las iniciativas biorregionales indígenas que hemos mencionado anteriormente son fuentes de esperanza.

Otro paso importante es el reconocimiento de los derechos de la naturaleza. En 2017, el Parlamento neozelandés aprobó la ley Te Awa Tupua (Whanganui River Claims Settlement), que otorga al río y al ecosistema Whanganui personalidad jurídica y derecho propio, garantizando su «salud y bienestar», reconociendo la cosmología iwi «somos el río y el río es nosotros», y reconociendo que los derechos se extienden a toda la biorregión, desde la montaña hasta el mar.

Muy cerca, el Tribunal Superior de Uttarakhand, en la India, dictaminó en 2017 que los ríos del norte de la India, el Ganges y el Yamuna, sus afluentes, y los glaciares y la cuenca que alimentan estos ríos en el estado de Uttarakhand, tienen derechos como «persona jurídica/legal/entidad viva».

El reconocimiento de estos derechos podría permitir una gestión y una gobernanza basadas en las realidades ecológicas de la región. Esto también nos abre la oportunidad de modificar el derecho antropocéntrico y colonial actualmente dominante, hacia un nuevo marco jurídico que respete el «pluriverso«, la hermosa diversidad del mundo. Más allá de la ley, el reconocimiento de los derechos de la naturaleza abre la posibilidad de articular las cosmovisiones indígenas de la naturaleza como un ser vivo, incluso dentro de las instituciones formales; y de crear un futuro mutuamente floreciente para los seres humanos y los más-que-humanos, en el que las vidas de las personas estén arraigadas en territorios que no tengan fronteras militarizadas arbitrarias, sino que estén ecológica y culturalmente definidos, abiertos y conectados.

Autor@s:

Juan Manuel Crespo

Ashish Kothari

Shrishtee Bajpai

Fuente e imagen: https://www.opendemocracy.net

 

 

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