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Victoria para la CNTE

Por: Abelardo Carro Nava

 

Sí, es cierto, tal vez para muchos el actuar de la CNTE sea irracional e incomprensible, pero para buena parte del magisterio hace sentido…

 

Poco más de 20 días tardó en mostrar el verdadero rostro neoliberal el gobierno de Claudia Sheimbaum Pardo; de hecho, su reciente postura con relación a la Ley del ISSSTE 2007 impuesta por el régimen calderonista, no hizo otra cosa más que confirmar la defensa irrestricta del capital y no hacia las y los trabajadores que, en su discurso, dice defender.

En el papel, un gobierno progresista se caracteriza por luchar incansablemente por la justicia social, la igualdad, la democracia y por una amplia participación ciudadana, con el propósito de abordar y/o atender problemas como la desigualdad económica, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos que son harto necesarios para la población; sin embargo, en los hechos, muchos “luchadores sociales” que terminan siendo gobierno, se olvidan rápidamente de ese “progresismo” que supuestamente los caracteriza. Caso concreto el ya referido: el de Sheinbaum y compañía; pues, con sus dichos y acciones frente a una demanda reiterada y muy sentida del magisterio mexicano, como lo es la abrogación de la nefasta Ley del ISSSTE de Calderón y Zedillo, así lo ha evidenciado.

No, la demanda de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no es nueva; tal vez para algunos desinformados lo sea, pero, para quienes tienen conocimiento sobre el tema, de sobra saben que esta lucha la han emprendido desde hace tiempo, sin tregua. Ello permite comprender aquella voz que al unísono expresa: ¡Gobierne quien gobierne, los derechos se defienden!, y es cierto.

No, Sheinbaum Pardo no es López Obrador. Al menos, el ex presidente supo capotear esta lucha emanada de la disidencia magisterial en diversas latitudes de nuestro país. Viejo lobo de mar, supo establecer alianzas, lograr acercamientos y tal vez tomar acuerdos con diversos sectores para obtener su gran sueño: la presidencia de la República.

Por lo que toca al tema que nos ocupa, el de la abrogación de la Ley del ISSSTE 2007, al final del sexenio, este ex presidente supo identificar las necesidades y canalizar las demandas de las y los maestros; era obvio, la elección estaba más cerca que nunca y sabía que una merecida y bien lograda revalorización magisterial le traería buenos dividendos o, mejor dicho, votos. ¿Quién en su sano juicio no querría una jubilación digna después de tantos y tantos años de servicio en las aulas o escuelas? Era obvio que ante tal ofrecimiento y, con alguna efímera iniciativa presentada en alguna de las cámaras de representantes que modificaba de cierta forma lo impuesto por Calderón, los trabajadores de la educación verían la “buena intención” de cristalizar aquello por lo que tanto habían luchado.

Desafortunadamente tal cuestión no se logró y el obradorismo le pasó la estafeta a la actual presidenta quien, siguiendo los pasos de su antecesor, sin despacho alguno y a los cuatro vientos gritaba en sus eventos de campaña que se echaría para atrás la reforma a las pensiones de 1997 y de 2007, porque había condenado a las y los trabajadores de la educación a pensiones de miseria. Meses más tarde, cuando el poder financiero se presentó en su oficina, el discurso cambió e ipso facto defendió a más no poder a unos cuantos adinerados y no al pueblo. Irrisoriamente, en alguna de esas mañaneras en las que se acostumbra a mentirle a ese mismo pueblo, la mandataria nacional, en una intentona por componer el engrudo que desde hace días se le había hecho bola, sugirió que se había mal interpretado aquella promesa de campaña que echaría para atrás la reforma calderonista sobre el sistema de pensiones, porque, según ella, al mencionar que efectivamente se echaría para atrás dicha ley, se refería que esto se lograría con una propuesta (QUE NO FUE SU PROPUESTA) denominada “pensiones del bienestar” ¡Qué estupidez!

En estos días he visto, escuchado y leído con atención a varios analistas, comentaristas y opinológos referiste al tema y, particularmente, sobre el actuar de la CNTE, pero también, a investigadores o académicos reconocidos a nivel nacional o internacional; todos, con una postura que proviene de sus propios referentes, experiencias o conocimientos. Desde luego, son posturas totalmente respetables, pero cortas de miras; pienso que vivir y sentir el problema otorga otros elementos que pueden comprender el fenómeno denominado resistencia. Cierto, tal situación no invalida el pensamiento de quienes desde un escritorio observan dicho fenómeno; aquí el meollo del asunto pasa por, por ejemplo, laborar en una escuela en la sierra, con un calor no menor de 35º, sin las condiciones propicias para el proceso de enseñanza y de aprendizaje, con sueldos paupérrimos, con un sistema de salud (que no es el de Dinamarca sino el de México) y con pensiones de miseria.

Sí, es cierto, tal vez para muchos el actuar de la CNTE sea irracional e incomprensible, pero para buena parte del magisterio hace sentido, sobre todo si se analiza que abrogar la Ley del ISSSTE es una demanda justa que beneficiaría a todas y todos.

Hay quienes desde esa irrisoria “izquierda mexicana” aseguran que estarán en el poder por más de 40 años; se les olvida que el PRI nunca imaginó que, en alguna parte de su historia, caería al bote de la basura. La soberbia nunca es buena consejera. En fin.

Hay quienes piensan que la CNTE fue derrotada; hay quienes consideran que esta misma obtuvo una victoria profunda. Más allá de un tema de triunfos y derrotas, pienso que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, con esta lucha se ha posicionado a lo largo y ancho de la República Mexicana, y ese es su mayor logro, pese a quien le pese.

Casi puedo asegurar que en unas semanas habrán de regresar al corazón del país con más fuerza que nunca; ojalá y así sea. La primera abolladura a un supuesto tren llamado Cuarta Transformación fue bien asestado. Creo, si no me equivoco, que en las oficinas de la presidencia de la República se les ha olvidado quién es la CNTE.

Bien dicen que prometer no empobrece, dar es lo que aniquila…

¿No mentir, no robar y no traicionar? ¡Sí, cómo no!

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Resistir para refundar

La política del gobierno de Milei y Villarruel es desmantelar el sistema de ciencia y tecnología, privatizar aquello estrictamente redituable y liquidar lo que no tiene sentido mercantilista.

El sistema científico-tecnológico público está atravesando sin dudas su peor momento en 25 años. La política del gobierno de Milei y Villarruel es desmantelarlo, privatizar aquello estrictamente redituable y liquidar lo que no tiene sentido mercantilista. Para ello están llevando adelante una serie de políticas, desde hace un año y medio, que van erosionando su capacidad productiva y las condiciones laborales y de vida de las y los trabajadores. Algunas de las medidas son: despidos y retiros voluntarios; amenaza de fusión de organismos de distinta naturaleza; ausencia de presupuesto alguno para investigar; salarios con una pérdida de poder adquisitivo del 35%; reducción de las becas; cierre de los ingresos a la carrera del investigador y de personal de apoyo en CONICET y el incumplimiento de todas las leyes y regulaciones que existen sobre el sector; por mencionar sólo unas cuantas.

A esto se le suma una persecución mediática sobre investigadores y sobre determinadas investigaciones que les disgustan, por abordar problemas que desprecian, como la violencia de género o el análisis de sus políticas.

Foto: Matías Rosingana.

Esto produce, por un lado, la expulsión de trabajadores de la ciencia. Cuentan más de cinco mil quienes hoy trabajan en otro sector o se fueron del país en busca de la posibilidad de seguir produciendo conocimiento. Es inmensa la frustración y el desaliento que implican no continuar con las investigaciones que se estaban desarrollando, además del desarraigo y las consecuencias para cada una de las familias y equipos de investigación involucrados.

Por otro lado, la expulsión de trabajadores científicos significa la pérdida de líneas de investigación valiosas y un desperdicio enorme de la inversión realizada hasta ahora.

No obstante, aún si frente a estas políticas el gobierno se encuentra con el rechazo y la falta de consensos generales, está decidido a sostener sus medidas. El fascismo del Siglo XXI entendió que su tarea es inclinar todo lo posible la cancha hacia la derecha, extremar los argumentos, forzar al máximo el derrotismo, para morigerar las respuestas frente a las políticas que efectivamente disponen.

Quienes trabajamos en el sistema de ciencia y tecnología caímos, mayoritariamente, en la educación pública: desde el jardín de infantes hasta los posgrados en la universidad nacional, toda nuestra formación fue gracias a la conquista popular del derecho a la educación pública y gratuita. Esto exigió décadas de lucha y de defensa contra la doctrina privatizadora de los ’90. En algunos aspectos, de todos modos, estas políticas mercantilizadoras penetraron, pero lo fundamental supimos sostenerlo y recrear una conciencia sobre la educación pública, que se expresó el año pasado de forma contundente en la marcha federal universitaria del 23 de abril.

En esa misma dirección, comprendimos que la ciencia también es un derecho y un bien público. Las y los trabajadores del sistema científico-tecnológico llevamos adelante nuestras tareas con la convicción de que producimos conocimiento significativo para nuestra sociedad, que nos permite construir una sociedad más justa y más igualitaria.

Ciencia
Foto: Matías Rosingana.

El 28 de mayo se llevó a cabo una gigantezca movilización al Polo Científico y a los Centros Científico Tecnológicos de todo el país contra la propuesta para nuestro sector: menos Estado que invierte en ciencia, liberalización e invisibilización de las relaciones laborales, destrucción del pensamiento crítico, mercantilización del conocimiento, la desaparición de las ciencias sociales y humanas, etc. El mismo recetario de este gobierno fascista para cada una de sus políticas.

Sin embargo, las condiciones de producción y trabajo científico no son solamente hoy injustas, a partir del gobierno de Milei. El gobierno fascista monta su estrategia de motosierra sobre la meritocracia y el elitismo; sobre el sálvese-quien-pueda y el individualismo. Esos elementos están en nuestro sistema de ciencia, bajo creencias (sí, creencias, no datos científicos) de que llegar a ser investigador o unx científicx premiadx sólo es producto de la capacidad, inteligencia o trabajo individual. Las reglas del juego de la academia se sostienen sobre bases desiguales, sobre sesgos de clase, de género y nacionales-étnicos-raciales.

Pero las políticas de destrucción actuales también se montan sobre un enfoque corporativo del sistema científico-tecnológico, que masificó el CONICET, pero lo mantuvo alejado de las universidades públicas; que profundizó la jerarquización del elitismo en CONICET, en detrimento de los otros organismos científicos (INTA, INTI, CNEA, CONAE, etc.); que fue incapaz de establecer lineamientos y planificaciones estratégicas que echaran por tierra lo peor de la cultura institucional del sistema, para poner en condiciones a las y los trabajadores hacia objetivos estratégicos. Esto vino de la mano, además, de dejar a las y los trabajadores sin protagonismo para definir esas políticas, de la mano de mejorar las condiciones de trabajo y salario generales.

Ciencia
Foto: Matías Rosingana.

Asimismo, los parámetros de evaluación de lxs trabajadores científicxs, así como el acceso y permanencia en los organismos de ciencia están atravesados por criterios meritocráticos, dictados por las usinas científicas de Estados Unidos y Europa, por sobre cualquier reconocimiento a la producción colectiva, a la capacidad de establecer políticas de articulación institucionales estatales y populares, y a la solidaridad en la difusión e intercambio del conocimiento producido.

Esto, además, se despliega en un marco en que las desigualdades estructurales de la sociedad capitalista no sólo impiden que la mayoría del pueblo estudie carreras científicas y dedique su trabajo a la producción de conocimiento, sino que tampoco accede a la mayoría de los beneficios del mismo.

Este gobierno está poniendo en cuestión todos los derechos conquistados. Todos. Sin buenos modales, rompe todo lo que toca para concentrar aún más la riqueza, sostener la deuda eterna con el Fondo Monetario Internacional y destruir la soberanía de nuestro páis.

Para nosotrxs, entonces, también se trata de confrontar, de discutirlo todo, de rebatir el conjunto de los privilegios. Es tiempo de discutir el rol de las empresas privadas en nuestra sociedad, de impugnar la idea de que de la vinculación público-privada nacen los progresos, de que la iniciativa privada dinamiza la sociedad. No es así, tal como se demuestra científica e históricamente.

Foto: Matías Rosingana.

Por el contrario, si de algo se trata la inmensa e histórica movilización de trabajadores de la ciencia del 28 de mayo es de la disposición, entusiasmo y voluntad de confrontar con la política fascista. La épica de eternautas-científicxs expresa la vocación de democratizar efectivamente el acceso a producir y a la producción de conocimiento científico: participar, ser protagonistas del proceso de resistencia y construir una nueva etapa para la ciencia argentina y para el pueblo de nuestra Patria. La desesperanza y abulia general tiene raíces en la ausencia de convocatoria a las y los trabajadores a ser héroes principales de esta historia.

Hoy que el fascismo quiere arrasar con todo, nuestra tarea es refundar las bases de una propuesta post capitalista, de carácter socialista, que rompa definitivamente las mezquindades institucionales, los sesgos elitistas y mercantilistas sobre el conocimiento, y en el cual el protagonismo popular se convierta en la “norma”.

El gobierno de Milei y sus intelectuales extreman sus posiciones, bajo el criterio de no dar marcha atrás. No se confrontan estas políticas con medias tintas, ni esquemas tibios, ni mucho menos con la esperanza de volver a un pasado que ya pasó. Hay que construir un futuro colectivo, que desafíe al status quo de Milei y también las bases en que se sostienen las desigualdades sociales.

(*) Investigadora de CONICET, docente de la UBA y vocal del Consejo Directivo de ATE Capital

Esta nota forma parte de la edición digital de revista hamartia Año 16 / Mayo 2025

Fuente de la información e imagen:  https://hamartia.com.ar

Fotografía: Hamartia. Matías Rosingana

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La noción de ruta de estudio y aprendizaje como objeto emergente de los sistemas de prácticas en educación matemática: el caso de la proporción inversa

UNIANDES Colombia 11 de junio de 2025

La noción de ruta de estudio y aprendizaje como objeto emergente de los sistemas de prácticas en educación matemática: el caso de la proporción inversa

 

 

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¿Quiénes cuidan a las niñas que cuidan?

¿Cómo vive su maternidad precoz una adolescente? Con esa pregunta, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) inició un estudio en la provincia de Salta en busca de historias y subjetividades que dan cuerpo a las estadísticas. Hoy, esos testimonios documentan cómo se cuida una infancia si recién se está saliendo de la propia, quién las cuida a ellas. No fue fácil contactarlas: probaron suerte con pediatras, iglesias y ONGS. Las encontraron a través de sus escuelas, esa casa que ahora les abre las puertas, defiende su derecho a la educación pero sobre todo abriga, inventa nuevas pedagogías, resiste la cancelación de futuros y aloja vidas.

¿Qué es cuidar? Cuidar es sostener, lavar, alimentar, cobijar, acompañar, acariciar, planificar, ahorrar, comprar, pagar, consolar y mimar. Todos estos verbos tejen los lenguajes de los cuidados, esos actos que demuestran la interdependencia que a lo largo de la vida todos tenemos e intercambiamos, unos con otros. Se sostienen con saberes y también con gestos. Es el corazón de quienes cuidan, quizás, lo que distingue a la humanidad. “En un mundo que descuida, el cuidado es revolucionario”, venía diciendo Eleonor Faur, socióloga, y su tesis se hizo carne y políticas públicas cuando en pandemia el tema salió del closet, emergió de las profundidades familiares y reveló que nadie se cuida en soledad.

“El cuidado sin afecto no es eficiente” y “Eso que llaman amor es trabajo no pago”, señalaron entonces los hashtags para luego repensar: bueno, sí, no todo es mercancía y en ciertos casos puede ser amor. Aciertan. ¿A veces, también, es trabajo infantil? En Argentina, siete de cada diez adolescentes se ocupan de las  tareas domésticas y de cuidados en sus hogares, según el Perfil de País 2024 de ONU Mujeres. Lavar platos, tender camas, levantar juguetes y cuidar hermanos es, sobre todo para ellas, una actividad tan cotidiana como scrollear Instagram o repasar para una prueba. Sus pares varones no se quedan atrás: cinco de cada diez también se ocupan de estas tareas de manera precoz, sobre todo cuando viven en hogares monomarentales o las personas adultas pasan muchas horas fuera de la casa. ¿Cómo estudiar mientras toca hacerse cargo todas las tardes de un hermano? ¿Qué deseo de jugar queda en pie si hay que atender a un bebé? ¿Cómo vivir una infancia plena cargando con preocupaciones y responsabilidades de grandes? ¿Ser mamá es parte de un imaginario futuro incluso si maternar es una experiencia real durante la adolescencia?

Valeria va a la escuela, cursa segundo año de un secundario en un pueblo de Salta. En su tiempo libre, es la encargada de alimentar a las mascotas de la casa, vende comida en la plaza, cuida a nenas y nenes del barrio, sean hijos de vecinas o sobrinitos. Les prepara la merienda, los entretiene, sopla narices, lava las tazas, barre las migas, baja el volumen de la tele, separa peleas y consuela berrinches. Así logra juntar plata propia.

Cuando tenía 14 años, algo impensado marcó su vida para siempre: su hermana de dos años, diagnosticada con epilepsia, murió. Ni la enfermedad le había podido borrar la vitalidad, y así la recuerda Valeria, sonriendo. En ese tiempo de duelo, Valeria perdió las ganas de comer y hasta el impulso por hablar. Sentía que ya no iba a tener a nadie con quien compartir. Todo fue oscuro, nada fue importante. Tampoco notó el atraso en su ciclo menstrual. Una tarde, se tropezó jugando al fútbol. Se cayó al piso, y en el golpe sintió un dolor extremo en la espalda. Hizo cuentas. Recordó fechas. Hilvanó salidas y recuerdos. Pensó que sí, quizás, estaba embarazada.

Su hijo ya tiene dos años. A veces la acompaña a la escuela. Quedar embarazada a los 14 no le pareció extraño: sus primas pasaron por eso en una edad similar, pero abortaron. Valeria sabía que tenía esa opción, pero siguió adelante porque extrañaba esa sensación de compañía que le daba su hermana, la beba con la que posaba frente al espejo jugando a la mamá. Cuando vio las dos rayitas, pensó:

—Capaz me lo manda ella para que yo no esté sola.

***

La maternidad es tema recurrente de la literatura, el cine, el arte, la ciencia. Hablar de una madre en el mundo occidental supone hablar de bondad, dulzura, abnegación y amor infinito. “Nadie podría sobrevivir sin los cuidados imprescindibles en períodos precisos como la infancia, la vejez, en condiciones de discapacidad, enfermedad o eventos traumáticos”, escribe la psicóloga comunitaria Elena de la Aldea en su libro Cuidados en tiempos de descuido. En el corazón de los cuidados están esos gestos, movimientos y mandatos espontáneos, apenas perceptibles, que recién empiezan a incluirse en los programas institucionales y previsiones económicas. “Ese gesto nos deja entrar en el tiempo del otro sin hacer ruido, casi de puntillas.”

No es lo mismo ser madre adolescente en Salta que ser madre treintañera en CABA. ¿Qué pasa cuando la maternidad transcurre en la juventud o la niñez? ¿Qué estereotipos pesan? ¿Cómo se cuida una infancia si recién se está saliendo de la propia? Pero hay algo que ellas sí tienen en común. La maternidad es un territorio en disputa: entre el deseo y la obligación, el amor y la frustración, ejercerla implica estar atravesada de mandatos y estructuras que tienen que ver con la cultura, no con la biología.

En la periferia del mundo industrializado existe una dialéctica entre nacimiento y muerte, entre supervivencia y pérdida. En su libro La muerte sin llanto, la antropóloga estadounidense Nancy Scheper-Hugues desarrolla una investigación de principios de los noventa. Entonces, se instaló en el nordeste brasileño para indagar las altas tasas de muerte infantil. No eran las muertes lo que la sorprendían: la indigencia podría explicar las enfermedades de las infancias. Indagó en la naturalización de esas muertes por parte de las jóvenes madres que sentían cierta paz luego de perder a sus hijos enfermos. ¿Qué hacía que la muerte pareciera algo tan pequeño? La exposición a tanta pérdida no había petrificado el corazón de esas mujeres. “La muerte aparecía como una opción ante la imposibilidad de la vida.”

***

Luciana tenía 14 años cuando se fue de su casa, donde convivía con su mamá, cuatro hermanos y su padrastro, después de padecer muchas discusiones con él. “Yo sentía que no era parte de ahí, y me fui. Siempre eran peleas”. Un año después, quedó embarazada. Vivió con el padre de su hijo, que recién cumplía los 18. Otro año después, ya no se sentía parte de esa pareja, por las adicciones de él. Desde entonces alquila una pieza donde vive con su bebé. Algunas veces lo cruza en la escuela donde ambos estudian. Desde que se separó, él no volvió a ver a su hijo ni a pasarle plata. Su único ingreso es la Asignación Universal por Hijo. Cría sin cuota alimentaria, como el 56 por ciento de las mujeres madres, según el informe de ONU Mujeres. 

Las paredes de madera que alojan a Luciana y a su hijo los hacen tiritar en invierno y transpirar de más en verano. “La casa está medio desarmada”, explica. En la parte de adelante del terreno vive la dueña. Luciana la ayuda a cocinar, hace mate, lava y cuida la casa cuando la señora no está.

A los 13 años, Luciana tuvo que dejar la escuela técnica: imposible comprar los materiales que les pedían. Tres años después, cuando su bebé aprendía a caminar, retomó los estudios, en otra escuela. Ahí puede ir con él.

***

Blanca está sentada junto con su nueva mejor amiga. Tiene 16 años y Guadalupe, 19. Las dos son madres, sus bebés están con ellas, los entretienen mientras charlan antes de la próxima clase. Son compañeras del secundario. En sus mochilas también hay mamaderas, juguetes y mantitas.

Sus adolescencias están atravesadas por la maternidad pero no dejaron de cursar nunca. Si alguna vez les falta plata para comprar pañales, sus profesores las ayudan. Los días que tienen pruebas, ellos las reemplazan: acunan y mecen los cochecitos. Les dan abrigo. La escuela aloja sus vidas, otras pedagogías, no solo sus trayectorias educativas.

***

Valeria, Luciana, Blanca y Guadalupe compartieron sus historias de vida, junto a otras adolescentes, para darles cuerpo a las estadísticas. Sus testimonios son parte del Estudio sobre trayectorias, experiencias y significados en torno al embarazo temprano no intencional en la adolescencia en la Provincia de Salta, una iniciativa del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Argentina. Cada una con su singularidad, hilvanaron vivencias y sentimientos. Entre otros ejes de investigación, el Estudio sobre trayectorias… indaga sobre las responsabilidades domésticas y de cuidado de las que se hacen cargo, de forma precoz.

Anabel Fernández Prieto es Oficial de Programas de UNFPA. Estuvo en los orígenes de esta investigación. En ese entonces, junto al equipo integrado también por las investigadoras salteñas Andrea Flores y Gabriela Ferro, se encontraron con  las cifras de la tasa de fecundidad adolescente temprana y las rodearon de preguntas. Pensaron diversas hipótesis, siempre con el objetivo de impactar en la transformación social.

“¿Qué estará pasando que no logramos ver?”, se preguntaron. Ocupadas en conocer las historias detrás de los datos, formaron equipo. Fue vital que las académicas de la Universidad Nacional de Salta encabezaran de manera situada el contacto con las jóvenes.

¿Dónde están las jóvenes madres? ¿Por qué es tan difícil llegar a ellas a través, por ejemplo, de pediatras, la iglesia o las ONG? Cuando parecía imposible ubicarlas, las encontraron en las escuelas.

—Son casi la única institución que tracciona para que ellas sostengan su trayectoria educativa. Es el lugar donde hay un vínculo diario y cercano.

En el mapa de los cuidados se tiene en cuenta quién los brinda y quién los recibe, y también los principales escenarios donde suceden: se cuida en la familia, se cuida en el barrio, en la comunidad, en las instituciones públicas y en las privadas. Pero, ¿quién enseña a cuidar? No hay estatuto docente que forme para hacer upa a hijos de estudiantes. Ni norma institucional que sugiera armar una vaquita para comprar pañales.

La escuela es un lugar donde lo humano no se relativiza: existe. Es una caja de resonancia de infinitas experiencias personales. Las jóvenes que son mamás siguen necesitando cuidados, y no pierden ese lugar, pero sí se transforma.

Otra vez, un aula. Y una escena que adoran las investigadoras que trabajan por incidir en las políticas de cuidados. Que pasó hace muchos años, pero no importa. Al frente de la clase, la antropóloga Margaret Mead.

—Profesora, ¿cuál fue el primer signo de civilización humana?

Todos esperaban que hablara de la aparición del primer anzuelo, de la piedra afilada o el uso del fuego. Pero no. Todo comenzó con un fémur fracturado que fue sanado. Todo empezó con alguien que eligió quedarse con la persona herida, inmobilizarla, protegerla, acercarle agua, alimento y afecto. Alguien cuidó.

Fuente de la información e imagen:  https://www.resumenlatinoamericano.org

Fotografía: Resumen latinoamericano. Magda Castría

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PALESTINA Y LA SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

El incremento en la agresividad del ejército sionista de ocupación en el territorio palestino se ha denunciado a nivel global, revelándose imágenes realmente atroces en las que se observa cómo, sin reparo ético o moral, disparan a miles de palestinos hambrientos mientras intentan alcanzar un poco de comida entre la muy escasa en la zona, ya que justamente el ejército sionista, entre otros crímenes de guerra, ha evitado la entrada de ayuda humanitaria al territorio, lo que ha puesto a miles de seres humanos apunto de la muerte por desnutrición o enfermedad.

La continuidad de los bombardeos, del asesinato a plena luz el día de infantes y mujeres, la destrucción de hospitales, escuelas y centros religiosos, el impedimento a la población palestina a tener acceso al agua y comida, el continuo y cada vez mayor desplazamiento de la población, así como la persecución a nivel global de los activistas que denuncian el genocidio cometido por el sionismo israelí, no ha sido enfrentado de la manera esperada ni adecuada por las instituciones y organismos internacionales como la ONU y otros, los cuales únicamente han “reconocido” el genocidio y llamado a una “toma de conciencia” por parte de los genocidas, sin que, hasta la fecha, existan medidas reales para frenar el mayor crimen de lesa humanidad del siglo XXI.

El claro sometimiento de la ONU, de los países que integran la Unión Europea, la OTAN y de naciones con gobiernos ultraconservadores o neofascistas como Argentina, han puesto la balanza de la lucha por la humanidad nuevamente en la cúspide de la historia, ya que, sino frenamos la barbarie genocida, el retorno a condiciones de paz y diálogo entre las naciones será aún más difícil de lo que hoy ya lo es. La avanzada imperialista estadounidense y sionista israelí busca destruir todo rasgo de humanidad, su política económica y social de muerte y destrucción ya se ha reconocido para los territorios de Palestina, donde pretenden construir un cínico “paraíso turístico”, pero manchado de la sangre de miles de palestinos asesinados. El exterminio contra el pueblo y la nación palestina es la estrategia central de esa política, que no se limita al exterminio de la población actual, sino que tiene la intensión de negar toda huella de existencia histórica -por absurdo que esto suene-, es decir, quieren hacer creer que nunca existió Palestina.

Sin embargo, y por demás complejo y difícil que el panorama se observe, la historia de la humanidad muestra que por encima del interés de los gobiernos y de las políticas antihumanas como la sionista e imperialista; siempre, siempre la solidaridad entre seres humanos reconocidos entre sí como uno mismo (por clase social o identidad, etc.), es el verdadero motor de la esperanza humana. Desde el 7 de octubre de 2023, cuando el genocidio se recrudeció (no olvidemos que lleva más de 77 años), las voces a favor de Palestina comenzaron a escucharse, las movilizaciones por el alto al fuego iniciaron y las editoriales a contracorriente por la censura fueron escritas, y así, de voz en voz, fue creciendo la indignación por el crimen de lesa humanidad que comete el gobierno de Benjamin Netanyahu y el imperialismo estadounidense, ahora con Donald Trump a la cabeza.

A la fecha, tras muchos meses, diversas acciones se realizan y se fortalecen con el fin de exigir el fin del genocidio y de reconocer el derecho de Palestina a existir, así como por la exigencia del castigo a los criminales de guerra e ideólogos del genocidio como son Netanyahu y Trump, entre otros tantos. Ahora, la iniciativa de la FLOTILLA DE LA LIBERTAD está ya en marcha y se dirige a Palestina, afrontando un bloqueo informativo cada vez más intenso y corriendo el peligro de ser atacada bélicamente por el sionismo e imperialismo, ya que, ante esta iniciativa, el Ministro de Guerra del gobierno sionista a dicho literalmente en las últimas horas a la FLOTILLA: “Daos la vuelta, no llegaréis a Gaza”.

El objetivo de la FLOTILLA DE LA LIBERTAD es crear un corredor humanitario de los pueblos, romper el bloqueo a la ayuda humanitaria que el ejército sionista ha impuesto en los territorios ocupados de la Franja de Gaza, llevar ayuda y solidaridad a la población palestina y visibilizar el sufrimiento que hoy afrontan por la agresión genocida. Esta es una iniciativa internacionalista que requiere de toda nuestra solidaridad y difusión, ya que sólo así podemos influir en la opinión pública global y presionar a los gobiernos para que se pronuncien de forma definitiva contra el genocidio y a favor de la libertad de Palestina.

Hoy en día, prácticamente no hay nadie en el mundo que pueda decir con honestidad que no sabe algo del genocidio, y si así lo afirma es porque ha decidido ser parte de ese crimen, pues callar ante la barbarie es ser cómplice, no hay ya forma de tener medias tintas, no hay manera honesta moralmente de permanecer ajeno a este acontecer, no existe razón real para seguir ignorando el genocidio, esto, sin importar la postura de los diversos gobiernos. Por ello, debemos mirarnos a nosotros mismos en el espejo de Palestina y decidir a dónde queremos dirigirnos: a la perdida de todo sentido humano o al fortalecimiento de la humanidad a través de la solidaridad y la conciencia del derecho de todos los pueblos a existir.

¡PALESTINA SERÁ LIBRE!

Fotografía: Anadolu Ajansı

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En Los Ángeles irrumpe la agresión policial-militar de la administración Trump

En Los Ángeles irrumpe la agresión policial-militar de la administración Trump

Luis Bonilla-Molina[1] & Jorge Lefevre Tavárez[2]

 

  1. Introducción

José es un conductor hondureño, trabajador precario de la plataforma de Uber, quien ha tomado un servicio para buscar a Olivia en el distrito de Hollywood, de los Ángeles. Aunque hace más de una década obtuvo la ciudadanía norteamericana, no puede evitar sentir temor al percatarse que su pasajera es latina, así que enmudece para no asumir el riesgo de tener que hablar en el idioma prohibido del español.

La ruta solicitada no pertenece a una de las zonas de acción del Servicio de Control de Inmigración de Aduanas (Immigration and Customs Enforecement, llamados en todos lados por sus siglas en inglés, ICE), ni las fuerzas policiales anti migrantes, pero prefiere tomar un par de desvíos por calles que acaba de comprobar que están exentas de operaciones policiales y protestas. El temor del conductor y la pasajera se expresan en las miradas que se cruzan en el retrovisor, como si ambos supieran que estaban en riesgo, como los centenares de migrantes detenidos los últimos días.  Prende la radio y las noticias hablan de incidentes callejeros y el incremento de detenciones a la población trabajadora del Estado de California.

Miles de niños quedan atrapados en sus casas por temor a ser separados de sus padres, mientras la juventud latina prefiere perder el semestre en la universidad antes que ser tratados como delincuentes, por el único delito de ser hijos de trabajadores pobres que fueron tras el sueño americano. En estos días, enfermarse y tener que acudir al médico, puede convertirse en el boleto a una celda. La indignación recorre las calles de Los Ángeles y las ciudades de California.

  1. Antecedentes

En su campaña electoral de 2024, Donald Trump prometió liderar la ¨mayor operación de deportación¨ en la historia de los Estados Unidos. Esto, como parte de su discurso reaccionario, nacionalista y xenofóbico, que culpa a la población migrante de robar empleos, y criminaliza esta población llamándoles ilegales y criminales. Esta promesa de campaña no impidió que, según Prensa Asociada, un 43% del voto latino haya sido emitido a favor de Trump en los comicios de noviembre. Esto en parte se debe a que la política del Partido Demócrata hacia los migrantes está lejos de ser un trato humano; Joseph Biden, como presidente, llegó a deportar a un número mayor de migrantes que Trump en su primera presidencia, y Barack Obama, más que George Bush, hijo. Pero la política de terror que ha implementado Trump en su segundo mandato no tiene precedente reciente.

Luego de las elecciones, y habiendo triunfado, el proyecto racista de Trump arrancó desde el inicio de su mandato el 20 de enero de 2025, cuando aprobó la Ley Ejecutiva anti migrantes. Esta moviliza las fuerzas del estado, particularmente a ICE, para hacer redadas y prácticamente secuestrar a personas para procesarlas y deportarlas de Estados Unidos. Al ser política del gobierno federal, requiere la complicidad de los gobiernos estatales. Se ha dicho que en ocasiones se les ha puesto una cuota de deportaciones a las agentes federales. Ha habido, igual, detenciones de personas que cuentan con documentos para permanecer en territorio estadounidense, y son igualmente desplazados. Son verdaderas campañas de terror, que tienen a la población migrante en una situación de extrema vulnerabilidad, y que ha llevado a grandes ausentismos en los trabajos y en las escuelas por miedo al acecho.

En los meses transcurridos desde que asumió su segundo mandato, Trump ha intensificado las acciones contra la población migrante, especialmente la latina. Una de las poblaciones más afectadas es la venezolana, que tiene una diáspora de cerca de 8 millones de ciudadanos, muchos de los cuales se encuentran en los Estados Unidos. A pesar de que Nicolás Maduro se ha convertido en el gran aliado energético de los Estados Unidos, entregando en condiciones coloniales el petróleo venezolano a los gringos, Trump usa el fantasma del enemigo ideológico para expulsar y devolver a Venezuela la población del país dirigido por su aliado seudo izquierdista.

Ningún rincón del territorio estadounidense queda a salvo de esta política. Puerto Rico, colonia caribeña de Estados Unidos desde el 1898, con una población latina, también es víctima de esta política, en este caso, en particular la comunidad migrante de República Dominicana y de Haití. Esto, lamentablemente, con la complicidad del actual gobierno trumpista del Partido Nuevo Progresista y la gobernadora Jenniffer González. El Departamento de Transportación y Obras Públicas le entregó a ICE la dirección de 6,000 personas indocumentadas que contaban con licencias de conducir, desvirtuando una ley aprobada originalmente con la intención de incorporar a personas indocumentadas a la vida social del país. A esta fecha, ya ICE ha arrestado a 568 inmigrantes en Puerto Rico, de los cuales 421 son dominicanos.

Después de eliminar, restringir y someter a evaluación los estatus de toda la población migrante, ahora ha lanzado una ofensiva policial-militar sobre California, el Estado con mayor población extranjera, quienes juegan un papel esencial en la economía regional; en 2022, California aportó 692 millones de dólares en impuestos federales, equivalente al 15% el total de los ingresos federales de los Estados Unidos, mientras que se estima que en 2023 California envió 78 millones de dólares más de lo que recibió de fondos federales.

  1. Narrativa de los hechos de junio 2025

Las redadas masivas de captura de migrantes iniciadas el 6 de junio mostró que se estaba entrando en un escalamiento de las políticas anti migración. Las operaciones de ICE se ejecutaron con especial brutalidad y violación de los derechos de la población migrante. El despliegue de la Guardia Nacional de California, el 7 de junio, generó respuestas y resistencias sociales en Paramount, Compton y el propio centro de Los Ángeles. No es para menos: la Guardia Nacional, un cuerpo militar que cada estado tiene y que responde simultáneamente a cada estado y al gobierno federal, en los Estados Unidos no suele movilizarse para acciones como esta (la propia propaganda de reclutamiento indica que se espera que un miembro de la Guarda Nacional sea movilizado “una vez cada dos o tres años”). Esto ha llevado a una pugna entre el gobierno estatal de California, que repudia la movilización de la Guardia Nacional en estas protestas, y el gobierno federal que los movilizada. Esto explica, también, la razón por la que grandes sectores de la Guardia Nacional han ignorado el llamado de Trump y no se han dejado movilizar (se estima que de los 2000 efectivos de la Guardia Nacional que se pretendía movilizar, solo han podido hacerlo con 300).

El 6 de junio, entre 8 y 10 de la mañana, agentes del ICE junto con agentes el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security, DHS), el Buró Federal de Investigación (Federal Bureau of Investigation, FBI) y la Administración de Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA) realizaron redadas en un almacén textil arrestando a unos 44 trabajadores que fueron trasladados al Centro de Detención Edward R. Roybal, lo cual provocó protestas frente a este centro de confinamiento. Esto generó las primeras contradicciones en el establishment gringo.

En paralelo, ICE había tomado la Tienda Home Depot, en Paramount CA, deteniendo a latinos, a lo cual respondieron con protestas unos 400 manifestantes.  Surgieron las primeras denuncias respecto a la imposibilidad que tenían los prisioneros de acceder a un abogado, poniéndose de manifiesto la violación de los derechos humanos y las garantías mínimas procesales a quienes eran calificados como ilegales y sujetos a deportación.

El 7 de junio, continuaron las operaciones anti migrantes en el Atlantic Boulevard, incrementando las detenciones, pero también las protestas que culminaron en la quema de un vehículo. Los protestantes marchaban con banderas nacionales de los países de la región. Algo similar ocurrió en Compton.

Mientras la policía disparaba balas plásticas y gases lacrimógenos para dispersar las protestas, el funcionario de la administración Trump, Tom Homan, anunciaba el despliegue de 2.000 efectivos de la Guaria Nacional, lo cual generó que los concejales de Los Ángeles aprobaran 500 millones de dólares para fondos legales de protección a migrantes. Esa noche, centenares de manifestantes se concentraron frente al Edward R. Roybal Federal Building, vociferando la consigna de “¡ICE fuera de los Ángeles!”, a lo que Trump respondió en la red social Truth Social defendiendo las redadas.

El capítulo de la American Civil Liberties Union (ACLU, una organización sin fines de lucro que vela por los derechos de la población) del Sur de California expresó su intención de retar las medidas represivas en los Tribunales, y calificó la jornada como un operativo militar.

El 8 de junio, 300 guardias nacionales, armados hasta los dientes, con rifles largos y escudos anti motines, se apostaron frente al Metropolitan Detention Center en el propio centro de Los Ángeles. Mientras esto ocurría, al grito de “¡Paren las deportaciones!”, miles de manifestantes se reunían en la Mariachi Plaza con banderas de México, Honduras y El Salvador. La Policía de Los Ángeles (LAPD) y la Patrulla de Caminos de California (CHP) dispersaron con gases lacrimógenos a los manifestantes.

El gobernador de California, Kevin Newson, y el sheriff, Robert Luna, exigieron por la red social X que la Guardia Nacional debía retirarse. Esa noche, comenzaron los llamados a taxis autónomos (sin conductores) que al llegar al sitio eran quemados por pobladores indignados, como señal de protesta.

El 9 de junio, las protestas continuaron frente a los centros de detención, con un saldo de 27 manifestantes detenidos. Mientras el gobernador Newson anunciaba que demandaría a Trump por movilizar a la Guardia Nacional del estado de manera ilegítima, la congresista Nanette Barragán por un distrito de California develaba que el gobierno federal intencionaba que las redadas en Los Ángeles continuarían por 60 días, apareciendo Nueva York como el próximo territorio a ser ocupado por las fuerzas anti migrantes.

El 10 de junio el Pentágono confirmaba que había desplegaría en Los Ángeles 700 marines, fuerzas militares con alta capacidad destructiva y aniquiladora de vidas humanas. Esto sería una nueva escala de las políticas migratorias que coloca a la clase trabajadora latina como enemigo ideológico de los Estados Unidos, no obstante, al parecer este contingente no ha podido ser movilizado por resistencias internas de efectivos de esta fuerza élite. Ante este anuncio el gobernador de California solicitó públicamente revertir la medida, lo que muestra la agudización de las contradicciones entre sectores del capital norteamericano, cuya evolución y correlación de fuerzas será determinante en los acontecimientos de los próximos días.

Si bien los datos oficiales son escasos, es un hecho que las protestas ciudadanas y las contradicciones entre la administración federal de Trump y el liderazgo local, especialmente del Gobernador de California y la alcaldesa de la ciudad de Los Ángeles, han hecho disminuir el número de arrestos los días 10 y 11 de junio.

Mientras tanto, se eleva el número de manifestantes que protestan las medidas, con pancartas que señalan Fuck ICE; ciudadanos norteamericanos salen de sus casas a evitar la deportación de vecinos, mostrando que el verde oliva y las armas de la Guardia Nacional no son suficientes para detenerlos

  1. Las resistencias antifascistas

Las manifestaciones y choques de la población migrante contra el aparato policial-militar y ICE, si bien son un reflejo de sobrevivencia, son también signos de maduración política contra las políticas reaccionarias del gobierno federal, incluyendo sectores que incluso votaron a Trump. El alto apoyo de la población latina con voto hacia Trump, por ejemplo, que se mencionó al inicio de este artículo, ha decaído estrepitosamente, según encuestas recientes. Una parte importante de las movilizaciones en Los Ángeles ha sido de la comunidad latina, a la vez de las más vulnerables y de las más militantes. Se dice que las actuales movilizaciones pueden ser un presagio de un movimiento similar al “Black Lives Matter” de hace algunos años. Además, estas resistencias comienzan a ser expresión de enfrentamiento a las políticas fascistoides de la administración norteamericana.

Si bien los sectores liberales se oponen a las políticas de Trump, ha habido una oposición igualmente insistente a la manera en que estas manifestaciones se han desarrollado. La alcaldesa de Los Ángeles se ha expresado en contra de las manifestaciones violentas. La policía de Los Ángeles declaró que las concentraciones en el centro de la ciudad, eran asambleas ilegales y los participantes serían castigados con el peso de la Ley. Bernie Sanders, incluso, ha manifestado simpatía con la resistencia no-violenta que promovía Marthin Luther King, en oposición a lo que se ha visto en Los Ángeles. Ante eso, conviene recordar las propias palabras de Marthin Luther King:

“Y debo decir esta noche que un motín es el lenguaje de los que no son escuchados. ¿Y qué es lo que Estados Unidos no ha escuchado? … No ha escuchado que las promesas de libertad y justicia no se han cumplido. Y no ha escuchado que grandes segmentos de la sociedad blanca están más preocupados por la tranquilidad y el statu quo que por la justicia y la humanidad”

Ya hay una convocatoria para manifestaciones a nivel nacional para el 14 de junio, en el que los sectores en lucha han llamado a una protesta “No Kings”, o “sin reyes”. Si bien esta se había convocado con anterioridad a los motines en Los Ángeles, estos hechos han aumentado el interés y la participación en ella.

El mismo 14 de junio, Trump pretende simultáneamente conmemorar su nacimiento – cumple 79 años – y celebrar los 250 años del ejército estadounidense, con un despliegue militar en Washington, D.C que se indica que costará unos $45 millones. Los sectores en lucha, para denunciar el autoritarismo de Trump, favoreciendo el llamado a un gobierno sin “rey” y la vuelta a la “democracia”, convocan a manifestaciones en cada uno de los 50 estados de los Estados Unidos para ese día. Sin embargo, las manifestaciones no se limitan a 50 ciudades, sino que ya superan en número a las 2,000, y también se celebran fuera del territorio estadounidense: en las Islas Vírgenes, en México, en Canadá, en países en Europa y en África y en Puerto Rico (donde el llamado es doble: contra Trump, contra la gobernadora Jenniffer González). A estas manifestaciones se han unido importantes sectores sindicales. Se acrecienta el entusiasmo y la militancia de camino a la manifestación.

  1. La amenaza de guerra civil para consolidar el poder

Gaby Hinsliff advierte en una columna en The Guardian que el despliegue militar en Los Ángeles tendrá un impacto directo en la democracia norteamericana. En efecto, la intervención del gobierno federal en los estados, y el despliegue militar de estas semanas, demuestra la tendencia creciente del gobierno de Trump hacia el autoritarismo, impulsando el poder ejecutivo por encima del estatal e incluso de la rama judicial.

El 9 de junio de 2025, Sunny Hostin señalaba en el programa de televisión The View que el caos fascistoide que genera esta situación está abriendo la posibilidad de una guerra civil en los Estados Unidos. Sin embargo, un escenario de guerra civil no pareciera estar planteado -al menos en el corto plazo- porque aún no se ha afectado de manera decisiva las cadenas productivas y los círculos de inversión en ese país. Solo una quiebra del modelo de acumulación de capital, en el cual los migrantes participan como mano de obra, podría plantear un riesgo de este tipo, pero en realidad no ha sido rota aún la proporción entre necesidades de absorber empleo y el ejército de reserva que sigue siendo aún muy numeroso.

Lo que es evidente, es que el caos le favorece a la consolidación del modo autoritario unipersonal que quiere implementar Trump. Este caos programado, le permitiría gobernar con poderes especiales, disminuyendo el margen de acción del Congreso y el poder judicial, especialmente con este último con el cuál se incrementan las tensiones a partir del desarrollo de la política anti migratoria.

  1. La urgencia de la solidaridad internacional

Las políticas de ataque a la población migrante están en el corazón de las políticas de la nueva derecha mundial y los expresiones fascistas cada vez más comunes en gobiernos dirigidos por la ola neoconservadora mundial que encarna Trump. En ese sentido, la solidaridad hacia el pueblo estadounidense y hacia la comunidad de indocumentados debería incluir, no solo actividades y manifestaciones a favor de esta, sino también acciones y manifestaciones en contra de las expresiones reaccionarias y autoritarias en cada país. Todas las fuerzas progresistas, democráticas, defensoras de los derechos humanos y de izquierdas tienen que conformar un amplio frente mundial que enfrente con la movilización y las ideas este ataque a la clase trabajadora migrante.

Esta alianza mundial alternativa no puede ocultar los acuerdos a los que han llegado muchos gobiernos de la región para servir de anillo de contención y apoyo a las políticas trumpistas, deteniendo y criminalizando a quienes se mueven por necesidades, hacia el norte imperialista. Tampoco se pueden ocultar las políticas anti clase trabajadora de gobiernos nacionales, aliados a sus burguesías de sus países, quienes sostienen niveles de precarización salarial que expulsan a los migrantes; muchos de estos gobernantes quieren pescar en río revuelto, criticando a Trump a la par que destruyen el salario de la clase trabajadora de sus connacionales. Por tanto, una expresión internacional alternativa tiene también que poner los puntos sobre las íes, y promover una visión democrática de la sociedad, lejos del irracionalismo reaccionario, pero también de las políticas anti obreras del establishment liberal. Esta alianza alternativa mundial tiene que ser construida, además, dialogando con la población migrante, organizando junto a ellos acciones internacionales de enuncia y protesta, que tengan en la movilización su estrategia central.

  1. Los migrantes no son números sino vidas humanas

Hoy, cuando han transcurridos días de la ofensiva policial-militar del gobierno fascistoide de Trump, trabajadores migrantes como José, Olivia, Marcos, Raúl, Luis o Pepe, se debaten entre salir de sus casas para buscar el sustento diario de los suyos corriendo el riesgo de ser arrestados y deportados o aumentar la situación de miseria en la que viven. Mientras tanto, las luces de neón de Hollywood le siguen mostrando al mundo un sueño de país y economía que dista mucho de la tragedia en la que viven los humildes que con esperanzas llegan a los Estados Unidos.

Pero no todo está perdido, cada hora se eleva el número de nacionales norteamericanos, de la clase trabajadora de ese país, que se unen a las protestas y rechazan el fascismo trumpista. Solo un despertar el pueblo norteamericano puede salvar al pueblo migrante de este ataque del complejo policial-militar liderado por Trump. En lo inmediato, las manifestaciones – locales e internacionales – del 14 de junio deberán, como mínimo, demostrar la capacidad que tiene el pueblo estadounidense en lucha de movilizarse, y, de esa manera, aguarle no solo el cumpleaños a Donald Trump sino también su inhumana política migratoria.

 

 

 

 

 

[1] Profesor e investigador venezolano. Actualmente profesor visitante em la Universidad Federal de Sergipe (UFS) de Brasil. Integrante del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) e integrante del movimiento del Congreso Mundial contra el Neoliberalismo educativo.

[2] Profesor universitário. Vicepresidente de la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) y militante del Movimiento Político Victoria Ciudadana.

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La CNTE deja el Zócalo

La CNTE deja el Zócalo

Hugo Aboites*


Es una equivocación del gobierno de Claudia Sheinbaum asumir que ha triunfado porque la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se retira del Zócalo. La coordinadora mantiene su fuerza intacta y la rebelión se ha extendido por todo el país. Hoy está en manifestaciones contra la Ley del Issste en Hermosillo, Zacatecas, Mérida, Ciudad Juárez, San Luis Potosí, Valladolid, Fresnillo y en los estados de Jalisco, Morelos, Durango, Michoacán, Oaxaca y Chiapas. Además, gana fuerza porque, como dice su documento de partida, con su movimiento ha desenmascarado que la 4T no está del lado de los trabajadores.

Esta pequeña frase representa un mundo, un cambio de rumbo en la apreciación de un gobierno, cuyo efecto no es notorio de inmediato, pero es el comienzo de un paulatino y callado deterioro y, lo más importante, desde dentro, en el corazón del proceso educativo de una enorme masa de estudiantes y familias.

Con más de 30 millones de estudiantes y casi 2 millones de profesores, su valor es estratégico. Después de la Revolución de 1910, ha sido en la educación en la que se han generado muy importantes movimientos y, por eso, también las más fuertes y sangrientas represiones, a fuerza de repetirse, le han dado un tono antigobiernista. Además del 68 y el 10 de junio, el encarcelamiento y juicio contra más de mil estudiantes de la UNAM en 2000, los 43 desaparecidos de Ayotzinapa en 2014 y, como un goteo constante, el asesinato de estudiantes cada año e incluso en este 2025.

Los profesores que ahora regresan a sus estados, parafraseando a Adolfo Gilly, no son los mismos que llegaron al Zócalo en 2016 y en mayo pasado. Los primeros pudieron estar, durante meses, rodeados de policías militarizados, y los segundos marcaron su presencia con fuertes y masivas manifestaciones durante casi un mes: coparon terminales del aeropuerto, cercaron con sus tiendas y plásticos el Palacio y, también, mostraron su enojo profundo ante una ley injusta e indignante. Y el gobierno se ausentó no sólo de las calles, sino también de la mesa de negociación al declarar que no había nada más que discutir. Y se ausentó, además, porque sabía que lo peor sería reprimir. Y por ausente, perdió.

Es también una equivocación de las autoridades universitarias asumir que con dureza es posible prevenir el impacto que tiene en los estudiantes y trabajadores la presencia políticamente beligerante del magisterio. Lo ocurrido hace unos días en la UAM Xochimilco lo ilustra bien. De manera sorpresiva y aludiendo irregularidades tan graves como que se publicaran más ejemplares que los aprobados (!), las autoridades rectoría-División de Ciencias Sociales y Humanidades obligaron a renunciar a un trabajador (Miguel Ángel Hinojosa), quien durante 27 años y con sólo dos personas más venía publicando un promedio de 40 libros cada año (más que ninguna otra división de la UAM).

Con esto, las autoridades ”recuperaron” el control de un área que es importantísima, pues de ahí depende la publicación del trabajo de cientos de académicos. Pero el tono simbólicamente tan violento de esta recuperación (como si esa área se hubiera vuelto independiente) ha generado enojo y preocupación entre las y los profesores no sólo por el trato indigno a un compañero trabajador, egresado de la carrera de comunicación de la UAM, sino porque ha traído incertidumbre e incluso temor de represalias entre las y los docentes que han firmado cartas de apoyo y sin resultado se han entrevistado con dichas autoridades.

La incertidumbre y el temor se potencian aún más si se tiene en cuenta que en un documento que discretamente se distribuye entre trabajadores se hace un recuento de los despidos y abusos en esa división en los últimos meses. Algo que se interpreta –no sin razón– como un esfuerzo por acomodar fichas ante el proceso de elección de rector general (julio) y el de la unidad Xochimilco (noviembre). Una coyuntura que como nunca muestra la bancarrota que han sufrido las posibles candidatas a esos puestos (rectoras de Azcapotzalco e Iztapalapa) debido a su agresivo trato a estudiantes que mediante paros protestan por medidas unilaterales. Y las autoridades de Xochimilco que, con una excepción, habían asumido un notable tono conciliador, ahora se suman a la campaña hostil contra trabajadores y están generando un clima tan inhóspito que será muy costoso para la UAM, para su trabajo académico y su imagen ante la sociedad.

Perdido el rumbo y el carácter de faro reflexivo y de amplios horizontes de la universidad pública y autónoma, ahora queda la lucha encarnizada por el poder, con la agravante de que la designación de rector la hacen nueve personas y en secreto. Así, sin pretenderlo realmente, el movimiento magisterial ha contribuido, además de mostrar la pobreza de los pequeños grandes intereses gubernamentales (no perturbar al capital), también los de las autoridades de las instituciones (ganar puestos).

*UAM-X

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