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Tiempos de escuela: Días y horas muertos

POR: JUAN CARLOS MIRANDA ARROYO

«La existencia de reiteradas suspensiones de clases, que afectan a NNyJ, parecen no representar un escándalo.»

Esta historia me la contó una supervisora de educación primaria: Cuando ella llegó a la zona escolar se encontró con que, en las primarias públicas a su cargo, se suspendían las clases a las 11:00 am dos veces al mes. Justo el día de la quincena. Sorprendida, la supervisora escolar preguntó a las/los directores escolares acerca de dicha suspensión de clases, debido a que la terminación regular de la jornada en la escuela pública, es a las 12:30 horas. Si se inicia a las 8:00 am la jornada escolar, (turno matutino), en total se deben realizar actividades escolares durante 4 horas y media, diarias, incluyendo el recreo. De ahí la sorpresa.

La respuesta de las/los directores fue que ya había un acuerdo entre ellos, docentes, dirigencia sindical y padres de familia para suspender las actividades a las 11:00 am, los días de quincena, debido a que algunos docentes requerían de un tiempo para ir al banco a cobrar sus cheques de pago.

“Pero no todos cobran mediante cheque, sino que a algunos les depositan en sus tarjetas de débito ¿Por qué todos suspenden labores en las escuelas antes de que concluya la jornada de trabajo?” preguntó, consternada, la supervisora recién llegada a la zona escolar.

“Es que así todos aprovechamos para hacer otras actividades durante esas horas”, fue la respuesta desconcertante que dieron las/los directores escolares.

Entonces, la supervisora indicó que se eliminarían esas suspensiones porque no estaban establecidas en el reglamento y afectaban las oportunidades de aprendizaje de las niñas y los niños. En respuesta a esta medida, las/los docentes protestaron y solicitaron la intervención de la dirigencia sindical, porque -decían- esa práctica ya se había vuelto costumbre, y no la iban a cambiar; y porque tanto las familias, autoridades superiores y sindicato estaban de acuerdo en ello.

La historia termina en que la supervisora fue removida de esa zona escolar, por indicación de las autoridades superiores. Cómo se atrevió a contradecir un acuerdo tomado y a poner en entredicho las tradiciones y costumbres. Qué barbaridad.

Prácticas como esas, en donde los tiempos de la escuela se convierten en días y horas muertos, son repetidas en algunas zonas escolares, no en todas.

Como se puede apreciar, el interés superior de niñas, niños y jóvenes, en términos de aprovechar al máximo las horas de clases, no parece ser una de las prioridades en algunas zonas escolares.

A esa pérdida de horas que acabo de describir, habrá que sumar la suspensión de clases por otros motivos y circunstancias: Por la realización de reuniones sindicales, (que son importantes, pero que no deben interferir los horarios de clases); por la celebración de juegos magisteriales (¿Por qué no se hacen los fines de semana?); por comisiones laborales diversas, propias o ajenas, o debido a situaciones no previstas (ante una licencia médica, por ejemplo, no hay mecanismos ágiles para gestionar una suplencia de docentes); e incluso por casos se dan, cotidianamente, de suspensión de clases aun cuando estén registradas como licencias programadas por enfermedad o gravidez (embarazo).

¿Por qué se pone en segundo plano el interés primordial de las niñas, los niños y los jóvenes en la escuela pública?

Durante días recientes, en medios periodísticos y redes sociales digitales se ha escrito acerca de la tragedia que representa la desaparición del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC).

Especialistas, grupos interesados y hasta organizaciones proempresariales, se han dedicado a informar y argumentar, en diferentes foros o espacios de prensa, sobre las desventajas, e incluso el agravio, que representa para niñas, niños y jóvenes (NNyJ), y sus familias, la interrupción del mencionado programa.

Pienso que, en muchos casos, lo que se ha dicho al respecto es medio verdad y medio mentira, o al menos es incompleto lo que se ha escrito. Entre otras cosas, convendría revisar la historia de ese tipo de proyectos de compactación de horas laborales en el magisterio, como para contar –al menos- la historia completa.

¿Cómo surgieron las primeras escuelas de tiempo completo? ¿A qué necesidades respondían? Lo digo, sobre todo, porque sabemos que uno de los primeros grupos de interés que impulsaron esos esquemas de jornada ampliada, fue el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyo interés principal fue más de carácter gremial (en esa historia están las turbias figuras de las dobles plazas), que sobre el interés superior de atender, educativamente, a NNyJ.

La tragedia de los días y las horas perdidas en la escuela pública, va más allá de la cancelación de un programa. La mala noticia es que dichas suspensiones han sido “normalizadas” y forman parte de la vida cotidiana escolar.

Recién se reinició el retorno a clases presenciales en la escuela pública, después de los momentos más críticos de la pandemia por Covid (en estos días se cumplen dos años de la suspensión de clases más larga y lamentable de la historia). ¿Qué sucederá con todas las pérdidas hormiga, de días y horas, que afectan a NNyJ?

Aunque esto es más evidente en ciertos tramos de la vida formativa de las y los estudiantes de la educación básica (por ejemplo, durante el cambio de preescolar a primaria o de ésta hacia secundaria), la existencia de suspensiones de clases de manera sistemática, que afectan a NNyJ, parecen no representar un escándalo.

¿Cuáles serán las medidas institucionales, del sector educativo, que contribuirán a superar esta tragedia? ¿Cómo serán modificadas las prácticas de suspensiones reiteradas de clases que afectan gravemente a las/los estudiantes? Más allá de los cambios curriculares que están en puerta, es urgente discutir y rehacer consensos sobre este delicado tema de los días y las horas muertos en la escuela pública.

Fuente de la información:  SDPnoticias.
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Educación de, en y para la vida

POR: NOEL AGUIRRE LEDEZMA

Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués, afirma que la “pandemia ha creado tal incertidumbre que los gobiernos, ciudadanos, sociólogos y epidemiólogos no saben qué va a pasar…”, además que los efectos que produce el virus son “una marca muy fuerte en toda la sociabilidad de este siglo”. Señala además que “este tiempo es una gran oportunidad de pensar de otra manera: otro modelo civilizatorio, distinto del que viene desde el siglo XVII y que se profundizó en los últimos 40 años con el neoliberalismo (…) Hace mucho tiempo que este modelo está totalmente roto, desde un punto de vista social, ético y político. No tiene futuro. Es un cambio social, de conocimientos, político y cultural.”

Es más, los efectos del coronavirus profundizan las múltiples crisis surgidas en décadas pasadas y tienen impactos directos en la existencia de los seres vivientes. La pandemia ha puesto de manifiesto que la vida está en peligro y en un momento crucial que, de no tomarse medidas radicales en las formas de concebir la pervivencia y relaciones de y entre seres humanos, animales, plantas y toda forma de ser viviente, la humanidad hasta está en peligro de desaparecer. Esta mirada puede ser entendida como fatalista pero también como una oportunidad de forjar otro modelo civilizatorio con profundos y múltiples cambios a partir de la centralidad de toda expresión de vida. Ahora más que nunca, la vida tiene que ser el centro del quehacer cotidiano del conjunto de la población, de toda forma de desarrollo, de toda política pública y, por supuesto, de la praxis educativa. En este contexto, la educación tiene que ser de la vida, en la vida y para vivir.

Educación de la vida. La educación tiene que desarrollar la capacidad de leer la realidad con sentido ético. Esta lectura de la realidad, como dice Paolo Freire, educador popular brasileño, no se queda solo en los libros, es la lectura del mundo. Asumiendo que “el mundo de la vida es un mundo permanentemente inacabado, en movimiento” como parte de un proceso de liberación, la lectura del mundo precede a la lectura de las palabras. “Muchos siglos antes de saber leer y escribir los hombres y las mujeres han estado ‘inteligiendo’ el mundo, captándolo, comprendiéndolo, leyéndolo” donde la curiosidad es el motor de la construcción del conocimiento. Las y los humanos somos los únicos seres “que podemos asumir una opción ética (…) El mundo se salva si todos, en términos políticos, peleamos para salvarlo.”

Educación en la vida. No más teorización, menos simulacros o ensayos de laboratorio, la educación tiene que desarrollarse en la vida. Aprendamos de la Escuela Ayllu de Warisata donde la escuela y el aula no eran una entidad separada del taller o de la siembra; es más, vinculaba estas formas de trabajo en un determinado territorio, en la vida misma de la comunidad. El “aprender haciendo” tiene que ponerse en plena vigencia. La educación tiene que integrarse y realizarse en el centro de producción, en la siembra, donde se crea arte y cultura, en las organizaciones sociales y comunitarias. Lo productivo dejará de ser solo un momento de carácter metodológico o un aprendizaje cuya base solo es la racionalidad y se convertirá en un real proceso de creación material e intelectual; se aprenderá mientras se crea, mientras se produce, se convertirá en el generador de valores como la construcción del bien común, responsabilidad, solidaridad y reciprocidad, y contribuirá a la formación integral. Así lo educativo, en realidad los aprendizajes, también tendrá pertinencia y relevancia con lo cultural, social y político del contexto y la territorialidad.

Educación para la vida. La educación no es preparación para la vida, es la vida misma. De esta manera el dilema sigue vigente, ¿se educa para transformar la realidad o para adecuarse al estado de cosas? En un contexto donde se tiene que plantear otro modelo civilizatorio y la existencia de los seres vivientes está en peligro, no tiene sentido una educación que contemple, es más mantenga posiciones conservadoras de injusticia, desigualdad o discriminación. La educación tiene que ser para la formación integral de las personas y para contribuir a la transformación de la comunidad, país, región y el mundo, siendo la vida de las y los seres vivientes el centro de nuestras acciones y propuestas.

Como dice Freire: “La educación nunca es neutra”, los retos siguen y las decisiones son nuestras.

Fuente de la información e imagen: https://www.la-razon.com

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Lo arcaico y lo nuevo. Pensando la educación desde la potencia del brote

Por: Ana Kurtzbart

“Pobres de nosotrxs si olvidamos que somos un telar. Y que no importa dónde se corte el hilo, de allí Misáianes comenzará a tirar hasta deshacer el paisaje”.

La trama infinita – Los días del venado. (Fragmento de “La Saga de los Confines”) de Liliana Bodoc.

¿Qué podríamos decir acerca de los tiempos en los que vivimos?

Tiempos signados por la ligereza, por la inmediatez, por el exceso de información y por una creciente necesidad de rendimiento, entre otras urgencias.

Tiempos en los que muchxs niñxs viven desprovistxs y carentes de condiciones dignas de existencia, que solo parecen pertenecer a lxs favorecidxs o privilegiadxs, por el solo hecho de haber nacido en un contexto marginado y vulnerado, y no marginal o vulnerable, ya que no se trata de una condición natural de quienes la poseen, sino que fue otorgada por aquellxs que la producen.

¿Qué estaremos haciendo con nuestras infancias? ¿Qué capital simbólico heredarán cuando no podemos detenernos para escuchar sus voces?

Narrativas distorsionantes que obstaculizan el reconocimiento de las desigualdades como efecto de lo que se omite, se ignora o se desecha.

¿Será entonces el paradigma de la ausencia, de lo que no hay, de lo que se segrega o se desprecia lo que permite mantener el estado de las cosas tal cual está dado?

Por otro lado se idealiza el progreso, el brillo de lo nuevo, del cambio, de la innovación, como si fueran las palabras mágicas, relucientes y esplendorosas, las que se supone repararán cualquier daño, quedando el pasado del lado de lo viejo o de la opacidad de lo anticuado, lo obsoleto y por lo tanto despreciado.

Pero, ¿qué es el progreso?

Dijo Walter Benjamin ante un cuadro de Paul Klee llamado Angelus Novus:

“En este cuadro se representa a un ángel que parece a punto de alejarse de algo a lo que mira fijamente. Los ojos se le ven desorbitados, tiene la boca abierta y además las alas desplegadas, pues este aspecto deberá tener el ángel de la historia. Él ha vuelto el rostro hacia el pasado, donde ante nosotros aparece una cadena de datos, él ve una única catástrofe que amontona incansablemente ruina tras ruina y se las va arrojando a los pies. Bien le gustaría detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destrozado, pero, soplando desde el Paraíso, una tempestad se enreda en sus alas, y es tan fuerte que el ángel no puede cerrarlas. Esta tempestad lo empuja incontenible hacia el futuro, al cual vuelve la espalda mientras el cúmulo de ruinas ante él va creciendo hasta el cielo. Lo que llamamos progreso es justamente esta tempestad”.

¿Podremos acaso pensarnos en comunidad, siendo parte de una red de redes abandonando el consumismo y el antropocentrismo; el que ha dado pruebas suficientes de su capacidad de daño al creernos superiores a las otras especies?

¿Qué forma ha tomado la tempestad que hoy estamos atravesando y que al mismo tiempo nos atraviesa? ¿Cómo será el futuro que estamos construyendo?

¿Qué tendremos que admitir y comprender para dejar de estar a-terradxs, o sea desligadxs de la tierra, y para decidirnos a recomponer la conexión con ella y con todos los seres que la habitamos?

¿Podremos acaso pensarnos en comunidad, siendo parte de una red de redes abandonando el consumismo y el antropocentrismo; el que ha dado pruebas suficientes de su capacidad de daño al creernos superiores a las otras especies, al destrozar el equilibrio ecológico, envenenando la tierra, el aire y el agua, contaminando nuestros alimentos, expandiendo enfermedades, relegando sectores sociales al condenarlos a la pobreza y exterminando especies enteras o poniéndolas en situación de peligro de extinción, entre otras calamidades?

Reconocer tales hechos es un acto fundamental para ser dignos de la vida que se nos ha donado.

Es también materia de preocupación, cuando el énfasis recae casi exclusivamente en una respuesta personal e individual que apela al voluntarismo del “tú puedes” y a la afamada “resiliencia”, sin percatarnos de que se trata de una capacidad que se teje con otrxs y no hay que buscarla en la interioridad de cada unx ni en el entorno, sino en el “entre” las partes implicadas.

Esta posición elimina la dicotomía fuerza / debilidad enfocada como un asunto propio y singular.

John Bowlby en su Teoría del apego, coincide con los desarrollos del psicoanalista Donald Winnicott sobre el duelo en la infancia y habla de “la importancia de desarrollar la capacidad de preocuparse por el otrodesde el imperativo ético del amor”.

Se trata entonces de considerar la complejidad de los acontecimientos y de nuestra afectividad dado que entrama la experiencia, que siempre es relacional, con la vivencia que puede considerarse del orden de lo subjetivo.

Por lo tanto, podemos entender la resiliencia como un proceso íntimo en un contexto social siendo el apuntalamiento y el sostén de lxs otrxs lo que modera la angustia.

La esencia de la angustia es compleja dado que se trata del nivel de simbolización más bajo y requiere de presencia, disponibilidad y cuidado de lxs otrxs para que circule la confianza como si se tratase de la sangre social de un cuerpo que representa el lazo primordial y vital de protección dada por los cuidados ambientales, en el más amplio sentido de la palabra.

Desde este punto de vista podemos pensar al desamparo desde su nexo relacional y situado, por lo cual para que prime la confianza en los vínculos es necesario que circule la sangre social, como cualidad ambiental, siendo la disponibilidad de lxs otrxs ineludible.

Esto también implica valorar el acontecimiento tanto desde el afecto como desde la provisión de las condiciones materiales de existencia, tal como el techo, el alimento, etc., que garanticen el cobijo y el resguardo de quienes se encuentran vulneradxs.

La pandemia puso una lupa en nuestros ojos y nos permitió visibilizar con mayor claridad el estado de las cosas. En este tiempo llegamos a percibir al otrx como una amenaza que limita nuestra libertad y quedamos así entrampadxs en la herencia que nos dejó la modernidad con todos sus adelantos científicos y tecnológicos pero que a su vez fue imponiendo gradualmente una perspectiva binaria, simplificadora y mecanicista que tiende a clasificar, a normalizar y a ordenar la realidad en términos dicotómicos, enfrentados y excluyentes tales como individuo – sociedad, naturaleza – cultura, mente – cuerpo, yo – otrxs, etc.

El concepto de individuo y el de ciudadano nacieron al mismo tiempo reforzando la idea de que el hombre (sin distinción de otros géneros) era el principal protagonista de la historia del mundo.

El culto a la autonomía personal fue creciendo a lo largo del siglo XX y XXI dando por resultado una sociedad hiperindividualista, pero como contrapartida comenzaron a abrirse paso diferentes movimientos sociales, inmensas “minorías” que vienen trabajando por la equidad social y por la ampliación de derechos. 

Baruch Spinoza, filósofo que vivió en el siglo XVII, pensaba el mundo desde la complejidad e intentaba por todos los medios, e incluso poniendo en peligro su propia vida, en tiempos en los que la inquisición expulsaba, perseguía y se deshacía de quienes objetaban el pensamiento disciplinario y autoritario de la Fe reinante, la que no debía ser cuestionada.

Su mirada amplia y entramada, nos abrió a las paradojas y a las tensiones que habitamos y nos habitan.

Si consideramos al universo como múltiple y diverso, un “multiverso” y rescatamos a su vez la dimensión común de la existencia, podremos salir de las escisiones, de las clasificaciones fijas y limitantes, como del individualismo más radical.

Por otro lado, paradójicamente, la singularidad no se opone a lo común, dado que lo singular existe tan sólo siendo parte de una trama colectiva.

Spinoza despliega un pensamiento que rescata la potencia del brote que contiene lo nuevo y lo arcaico en su interior. Lo recién nacido y lo viejo como una reserva de lo vivo a salvo de cualquier poder.

Lo arcaico y lo más nuevo que contiene lo más antiguo y que conserva en sí la historia del mundo. El brote trae lo que no declina, dado que es una potencia indeclinable de lo nuevo y de lo arcaico.

Concebía la idea de pensar la potencia de lo inmemorial, de lo más antiguo pero que a la vez es lo más nuevo. Su filosofía habla de la fuerza de existir como potencia, como algo inalienable que todxs poseemos y cuya manifestación es imprevisible.

Si la potencia es la capacidad de afectar, de ser afectadxs y de producir efectos, podemos pensarnos activxs al reducir la pasividad incrementando las pasiones que nos componen en un encuentro con algo o con otrxs que aumentan nuestra capacidad de actuar con la potencia de lxs demás.

Entender el mundo dicotómicamente nos lleva a clasificar, a crear estructuras que organizan el pensamiento con cierta rigidez, lo cual suele ubicarnos frente a lo distinto en posiciones condenatorias, en lugar de percibir aquello que podría nutrir nuestras observaciones e ideas.

Si consideramos que fue el racismo el que inventó a las razas, al nombrarlas deviniendo estigma, podemos deducir que la exclusión dio lugar a la necesidad de promover la inclusión como un imperativo para restituir lo expulsado.

Hoy hablamos de inclusión educativa y la ética reflexiona y pone en tensión el cuidado de sí y del otrx en sus diversas formas de ser y estar en el mundo.

Emmanuel Lévinas, el filósofo llamado de la alteridad o de la otredad dijo: “… Es el rostro del otro el que nos interpela éticamente y nos llama a responder siendo responsables ante su llamado, sin violentarlo ni reducirlo a una sola representación, que es la que tengo de él, o a una categoría de sí. El otro es quien me constituye, me modifica y me define a mí mismo a la vez que yo soy su otro.” La alteridad vista como un tercero en un espacio de dos es lo desconocido en mí que irrumpe desde una interpelación ética, nos abre la puerta a la complejidad humana dado que el otro está y exige un trabajo. Lo extraño, lo extranjero que me desacomoda sacándome de lo conocido, de lo mismo, exige un plus de mí, de mi entrega, de un esfuerzo de comprensión de lo distinto que también habita en mí.

El/la otrx siempre estuvo. Nacimos de otro cuerpo y en lugar de considerarlo como quien nos limita podemos pensarlo como quien nos constituyea la vez que nosotrxs lx constituimos reconociendo su existencia. Es la madre quien da existencia a sus hijxs al mismo tiempo que sus hijxs la hacen madre naciendo.

El Yo nunca fue yo en estado puro. La pureza remite a experiencias de la humanidad demasiado dolorosas. La cerrazón religiosa, la de pertenecer a una comunidad sin “mezclarse” con quienes tienen otros orígenes o la de considerar la superioridad de unxs por sobre otrxs dieron lugar a los episodios más tremendos y despreciables de la historia de la humanidad.

Además siguiendo la línea de la estigmatización podemos agregar la creación de ciertos ideales respecto del rendimiento, de prototipos de belleza, de ciertos atributos que implican en sí mismos cierta ventaja, ser altx, rubix, de ojos azules, propietarix, etc.

El mundo se historiza a través de los relatos, de las narraciones en todas sus formas, pero muchas veces se ejerce con violencia el intento de imponer a toda costa la centralidad de una postura.

La naturaleza del pensar es errática, nómade, habita la experiencia y la nombra con palabras que luego son traducidas por quienes las escuchan, según su perspectiva, su historia, su cosmovisión.

¿Cómo abandonar la centralidad de un Yo, que viene hace siglos oponiéndose a un nosotrxs? ¿Qué pasa cuando el lazo con el otrx se torna fallido y no podemos percibir su ser – siendo en la diferencia, cuando no podemos salirnos del “sí mismx” que nos habita?

Es el Otrx quien nos permite visualizar la diversidad de los modos de existir, en una tensión y en un interjuego “entre” lo propio y lo ajeno, la singularidad y lo plural…y podríamos seguir agregando una larga lista de distinciones.

¿Cómo pensar la construcción de comunidad en el terreno educativo desde la ética del cuidado y la alteridad enfrentando el problema de la diversidad, de lo nuevo y de lo que queremos conservar?

Nos constituimos desde lxs otrxs y tenemos registro de nosotrxs mismxs en virtud de las afecciones que nos producen los intercambios con otros cuerpos. Entonces, ¿cómo propiciar encuentros que potencien la vitalidad de los vínculos respetando la singularidad, la diferencia de ritmos, de culturas, de intereses, de capacidades, de talentos, de necesidades o de circunstancias personales?

En esta época signada por el desasosiego y la prisa, entre otras cuestiones, es oportuno recordar a Sócrates quien sostenía que la verdad la construía en el diálogo con sus discípulos.

Para la democracia griega cada cual era parte de un todo y la verdad era una búsqueda compartida. La perspectiva troyana, que por antigua podríamos considerarla obsoleta, mantiene total actualidad, afirmaba que la falta de diálogo implica falta de justicia. Todo tenía que ver con el espacio común.

Tomando éstas ideas, ¿cómo podríamos contribuir al debate y a la reflexión sobre la construcción colectiva de un pensamiento que le dé a la educación un sustento desde un enfoque multifacético, desde una multiplicidad de perspectivas, desde una concepción dinámica, atenta a las problemáticas y a las necesidades de las infancias, que merecen ser consideradas, respetadas en sus derechos y no acalladas, ni etiquetadas o controladas, sosteniendo que los conflictos son tensiones inherentes a la vida y a las relaciones humanas?

Cada situación es única, su configuración no es igual a ninguna otra, aun cuando pueda parecerse a otros sucesos. La palabra universo denota una única versión, sin derivas ni transformaciones, una imagen congelada, fija y detenida.

Las alianzas, los acuerdos y el entramado en lo común nos permiten perseverar en la vida impulsadxs por el deseo de incrementar la potencia de existir, de pensar y de actuar evitando que las fuerzas que se oponen nos disuelvan y rompan las ligazones que nos nutren y fortalecen desde la experiencia colectiva y personal al mismo tiempo.

No se trata de aspirar a la ausencia de los conflictos sino desde ellos mismos fortalecer los lazos.

Las sombras para ser precisan tanto de la luz como de la oscuridad, de la riqueza de los contrastes propios de las diferencias.

Para ello es preciso salir de la oposición que implantan los dualismos, para ampliar nuestra mirada, para no quedar encandiladxs y seducidxs por el fulgor de la innovación banal o de la mercancía y para seguir extasiándonos con la luminosidad de la noche y con todo lo que brilla en la oscuridad.

Fuente de la información e imagen:  https://www.topia.com.ar

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El Deja vu de la mala política en Venezuela

Por: Rose Mary Hernández

Venezuela es un país que se encuentra en contante retroceso en Derechos Laborales desde los gobiernos capitalistas como los que dicen llamarse socialistas.

Una escena reciente y  escalofriante se ha vivido desde el año 2018, cuando luego de que el Presidente anunciara la implementación del programa que llevó por nombre “Plan de Recuperación, Crecimiento y Estabilidad Económica”,  se contemplaran modificaciones en materia fiscal, tributaria, además de contractuales, deteriorando el patrono sin explicación ni basamento legal que lo soporte, la capacidad adquisitiva de las y los trabajadores de la administración pública.

Se trata de la Resolución 27921 emanada por el Ministerio del Proceso Social del Trabajo, a través del entonces Ministro Eduardo Piñate, lo cual ha significado una violación flagrante de disposiciones legales que contemplan derechos de la clase obrera.

Esto ha conllevado en los hechos a la supresión de otros derechos que derivaban de las negociaciones y resoluciones de esas instancias, entre lo que se menciona el limitado derecho a huelga, puesto que, la posibilidad de ejercerlo “en los marcos de la ley”, está supeditada al cumplimiento de los pasos en esas instancias. Con ese Decreto, el Ministerio del Proceso Social del Trabajo establece como único canal  de exigencia al diálogo, unas “mesas técnicas” que buscan despojar a los trabajadores del derecho a ejercer mecanismos de lucha como los pliegos conflictivos y los paros a los que estos pliegos habilitan.

La legalidad del derecho a huelga queda en un “limbo”, una indeterminación que por supuesto se resolverá con el aparato judicial y represivo al servicio de los patronos. Una verdadera contrarreforma laboral, un retroceso brutal en los derechos de la clase obrera venezolana.

La política regresiva, además de ilegal, violenta totalmente la intangibilidad, progresividad y carácter irrenunciable de los derechos laborales, principios establecidos tanto en el artículo 89 de la Constitución (CRBV)2 así como en el artículo 18 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT)3“Ninguna ley podrá establecer disposiciones que alteren la intangibilidad y progresividad de los derechos y beneficios laborales”, dice el 89, “Es nula toda acción, acuerdo o convenio que implique renuncia o menoscabo de estos derechos”, rezan tanto el 89 de la CRBV como el 18 de la LOTTT, por el contrario, las decisiones que se toman y aplican siguen haciendo hirientes en quienes todavía apuestan por una mejora económica, social y laboral en Venezuela.

La precariedad con la cual se han enfrentado estos últimos tiempos las y los trabajadores venezolanos ha sido desgarradora. Luchar contra sanciones impuestas a nuestra economía y que solo paga el ciudadano (a) común, al igual que, el opuesto accionar de quienes trazan las políticas pública y sociales, se ha convertido en un desgaste emocional, físico. Las carencias se han hecho presente de manera humillante, vergonzosa. A diario toca ver cómo las personas luego de años de servicio al país, les resulta imposible pagar sus medicinas, costear sus alimentos, cubrir con sus necesidades básicas, poder tener en casa servicios estables como agua, luz, gas doméstico, tener asistencia médica satisfactoria en los hospitales sin necesidad de pagar desde la aguja para recibir tratamiento o cama para hospitalización.

Escuchar al Presidente anunciar este 04 de marzo 2022 un incremento del salario mínimo4, el cuál pasaba de 7 bs (1.5 dólares) a 130 bs (28 dólares mensuales)  y, con incidencia directa en los sueldos de las y los trabajadores de la Administración Pública y Privada, generó expectativas en quienes todavía se mantienen como empleados del Estado, aunque sigue siendo un intento mínimo  puesto que todavía está por debajo del costo de la canasta básica que, según organismos de consulta, se ubica entre 340 y 400 dólares al mes. Además, ese monto de nuevo salario mínimo (130 bs) se corresponde con 1,90 dólares al día y, que el Banco Mundial considera como línea de pobreza extrema por rango de ingresos, sin entender entonces, por qué países con menor ingreso per cápita como Haití y México o con bloqueo económico de muchos más años que Venezuela, como es el caso de Cuba, tengan  salarios mínimos mayores para sus trabajadores y pensionados/as5.

Aunado a esto, el atropello con el cual ahora el Ministerio del Poder Popular de Planificación decide reducir los porcentajes de los beneficios económicos en las Convenciones de las y los maestros y profesores, lo que resulta inconcebible, ilegal, violatorio y fuera de orden, porque los derechos conquistados en la Convenciones Colectivas son irrenunciables. El principio de irrenunciabilidad es una norma sustantiva de orden público en la legislación laboral venezolana, constituye una de sus notas emblemáticas, junto al principio de la progresividad de los derechos laborales; cualquier acto que vulnere o violente el principio de irrenunciabilidad o desmejora es nulo.

No puede existir pacto, acuerdo o negociación con algún representante de las y los trabajadores que soporte tan semejante atrevimiento que vulnera los derechos refrendados.

Según el Nuevo Salario Mínimo con incidencia en el Salario Mínimo de la Administración Pública en función de la IV Convención Colectiva Universitaria , un profesor Agregado Dedicación Exclusiva  tendría a su favor el siguiente cálculo:

Salario Base: Bs 668
Prima Familiar: Bs 70
Prima por Hijo: Bs. 30
Bono Transporte: Bs 46
Prima Actividad Universitaria: Bs 167
Prima Profesionalización: (Msc) Bs. 334
Prima Antigüedad (18 a): 240
Complemento Especial: Bs. 993
Cesta Ticket: Bs 45
*Total: Bs. 2.594*
Sin embargo,  hay una trasgresión  aplicada en el sector educativo, nivel universitario, donde  quedan reducidasy/o eliminadas  las siguientes clausulas económicas:

a). Prima de Titularidad: que correspondía con el 20% del salario básico.

b). Prima Familiar:  40% del ingreso mínimo mensual ha sido rebajada al 10% del Salario mínimo.

c). Prima por hijos: de 31 bs ahora 12,50 bs.

d). Prima por actividad universitaria; 25% del Salario Básico, queda en 12,5% del Salario Básico.

e). Prima por profesionalización: Doctorado, de 60% lo reducen a 40%; Maestría, de 50% a 35%; Especialización, de 40% a 30%; Licenciado, de 30% a 25%.

Se  eliminan las primas de Rector, Vicerrectores, Decanos, Directores, Jefes de Área.

Por lo que ahora, ese mismo docente, clasificado como Profesor Agregado, Dedicación Exclusiva

Salario Base: Bs 408
Prima Familiar: Bs 17,5
Prima por Hijo: Bs. 12,5
Bono Transporte: Bs 0
Prima Actividad Universitaria: Bs 51
Prima Profesionalización: (Msc) Bs. 142
Prima Antigüedad (18 a): 93
Complemento Especial: Bs. 0
Cesta Tikect: Bs 45
*Total: Bs 769*
Esta grotesca diferencia: Bs.1.825, producto de lo que nos roban como pago representa un aproximado de 397 dólares, con los cuales se podría estar dando cumplimiento al artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales. Y, que además es nuestro DERECHO, NOSOTROS, NOSOTRAS, NOSOTRES NO HEMOS RENUNCIADO A TALES CLAÚSULAS PORQUE  NO ES POSIBLE. VIVIMOS UN DEJA VU DE POLÍTICA REGRESIVA Y OPRESORA QUE SE NOS APLICA CON LA VENIA SINDICAL PATRONAL.

Todo esto es una muestra de cuánto se desprecia a las y los trabajadores, al sector Educativo, a la enseñanza, a la formación, al conocimiento, a la Constitución que en algún momento firmaron y juraron defender, pero sobretodo, al País. Es necesaria y urgente la nueva forma de organización, el desmarque de los actuales gremios, sindicatos y federaciones que a diario se sientan a trazar las malas jugadas en contra de sus afiliadas y afiliados, necesitamos avanzar en otra posible estructura sindical q favor de la Clase Trabajadora. Es necesario denunciar lo que nos sucede, pero también exigir a las y los responsables, subsanar de inmediato el error y recomponer nuestros derechos económicos.

Referencias:

1Resolución 2798: https://lascomadrespurpuras.com/wp-content/uploads/2019/09/Memorando-oficial-2792-del-Ministerio-del-Trabajo.pdf

2 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Gaceta Oficial Extraordinaria N° 36.860 de fecha 30 de diciembre de 1.999 https://www.oas.org/dil/esp/constitucion_venezuela.pdf

3 Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (Gaceta Oficial N° 6.076 Extraordinario del 7 de mayo de 2012) https://oig.cepal.org/sites/default/files/2012_leyorgtrabajo_ven.pdf

4 Gaceta 6.691, fechada el 15 de marzo de 2021, incluye el decreto Nº 4.653 https://finanzasdigital.com/category/gacetas/

5 Informe de Coyuntura OVE: Inversión, salarios y condiciones de trabajo de los y las docentes en América (pdf) https://otrasvoceseneducacion.org/archivos/381852

 

 

 

 

 

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«Para educar en la democracia, tenemos que educar en el antifascismo”

Enrique Díez es muchísimas cosas. Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León, miembro del colectivo Uni-Digna, ha sido responsable de educación en Izquierda Unida, participa y ha participado en todo tipo de movimientos sociales, desde feminismos hasta de memoria histórica democrática.

Acaba de publicar un libro, Pedagogía antifasciata (Octaedro 2022) en el que hace un repaso de las palancas que el neofascismo utiliza desde hace tiempo para meter la cabeza en la educación para, acto seguido, hacer un repaso de las palancas que las y los demócratas tienen en sus manos para luchar contra ese neofascismo desde los centros educativos.

Es un momento muy acertado para la publicación del libro. No sé si lo teníais en el radar, pero la coincidencia con el acuerdo de gobierno en Castilla y León y la entrada de la extrema derecha en un gobierno…

Realmente esperábamos que no sucediera, pero lo teníamos previsto de alguna forma. Es el primer gobierno de ultraderecha en la región más extensa de Europa y parece un hecho significativo como para publicar, y más porque en educación nos tenemos que involucrar en el combate del fascismo. No podemos quedar al margen pensando que es una cuestión solo política, o social. Tiene que ser también desde la educación.

A esto, precisamente es a lo que dedicas la segunda mitad del libro. En la primera haces un análisis de cómo entra el neofascismo en la educación y la segunda la dedicas a hablar de qué hacer frente a esto.

Sí, justamente. La primera es el análisis de cómo se está organizando el neofascismo, más vinculado al neoliberalismo. Se introduce en el relato, en la batalla ideológica que desarrollan de forma intensa. Y uno de los espacios centrales es el educativo.

En la segunda parte recojo herramientas y estrategias que podemos utilizar en la escuela para combatir el neofascismo. Lo que hago, en el fondo o es lo que me parece, es caminar a hombros de gigantes, como decía Newton, es decir, recojo lo que han hecho mucha gente de las comunidades educativas, parte del profesorado, MRP, Mareas Verdes… que se asientan en lo que considero que son las auténticas revoluciones en educación y no estos modelos de venta de la innovación que se hacen ahora, tipo marketing, sino algo asentado en grandes pedagogos y pedagogas. Gracias a ellos podemos pensar en otro modelo más allá del que se está implantando de neofascismo, y plantear alternativas realizadas desde una línea de educación crítica desde siempre.

¿Qué es lo que no hemos hecho en España en los últimos 40 o 45 años para evitar este auge del neofascismo?

En educación lo que hemos hecho ha sido banalizar el fascismo, por una parte, pero sobre todo, hemos invisibilizado o desprestigiar la política. Este es el error mayúsculo. Te pongo una anécdota de hace dos días. Estaba en clase, en la Facultad de Educación de la Universidad de León, impartiendo Organización escolar, en donde abordamos las leyes educativas. Al preguntar a mi alumnado quién había decidido y porqué esas leyes, a qué ideología respondían, quiénes las habían diseñado un altísimo porcentaje respondió con un “yo no quiero saber nada de política”. Esa respuesta permanente como si la educación viviera al margen de la política, como si educar no fuera un acto esencialmente político como decía Paulo Freire o que dice Jaume Carbonell en su libro La educación es política. La educación es una concepción del mundo y de la sociedad y eso, creo, la educación formal ha tratado de ocultarlo, por una presión muy fuerte de la derecha.

Para la derecha y ahora para el neofascismo, todo lo que no sea su doctrina ideológica es adoctrinamiento. Siempre están acusando de adoctrinar a los demás si no practican su doctrina ideológica. La escuela pública y su profesorado seleccionado por igualdad, mérito y capacidad representan la pluralidad social que tenemos, y esto no lo admiten. Tiene que ser su doctrina; la religión católica no es adoctrinamiento como sí lo es hablar de derechos humanos o de igualdad entre hombres y mujeres. Esto es lo que me preocupa.

Hablar de cualquier cosa que tenga que ver con la vida real, para la derecha y la derecha radical, es politizar la educación. Creo que buena parte de la escuela le ha comprado ese discurso a la derecha

Tanta presión de la derecha para hablar de esa falsa neutralidad ideológica. Algo que se ha infiltrado de manera perniciosa diciendo: “No, no, no se puede educar en democracia; no se puede educar en derechos humanos porque eso es politizar”. Hablar de cualquier cosa que tenga que ver con la vida real, para la derecha y la derecha radical, es politizar la educación. Creo que buena parte de la escuela le ha comprado ese discurso a la derecha y hemos dejado de ejercer una labor fundamental: educar en derechos humanos y de tal forma que defendamos radicalmente esos derechos humanos frente a todos los ataques.

No podemos admitir en la escuela aquello que va en contra de los derechos humanos, lo que hemos adoptado la comunidad internacional como principios y valores básicos. Eso es fundamental. ¿Que pueden ser mejorables desde el feminismo, desde los discursos decoloniales y las críticas interculturales e interseccionales? De acuerdo. Podemos mejorarlos, pero al menos esos son fundamentales.

Esa abdicación de ese compromiso con una sociedad más justa y mejor que es la esencia fundamental para la que educamos es crucial. Creo que la escuela ha abdicado de esa parte y se ha centrado en la parte de formación técnica. Formar para el mundo del trabajo; meterles en el sistema y reproducir el modelo neoliberal de forma prácticamente inconsciente como el único modelo que hay.

Revertir esto me parece uno de los pasos más importantes a la par que complicado.

Por eso el libro. La ultraderecha tiene un discurso sin complejos; ha inaugurado una agenda mediática sin complejos; para decir las mayores barbaridades no tiene ningún complejo mientras que las personas que se preocupan por el bien común, la gente que defiende la solidaridad, la justicia, siempre habla como pidiendo perdón y permiso. Un ejemplo: tras la II Guerra Mundial, todos los países europeos se constituyeron desde el antifascismo. España fue esa anomalía que se constituyó desde el olvido del pasado, como en la transición. Cuando aquí hablamos de antifascismo parece que la imagen que se nos viene es un grupo de chavales con cresta, okupas tirando piedras a la policía, mientras que en cualquier país de Europa, el antifascismo es un elemento básico de prestigio. Aquí somos una anomalía y por eso creo que es fundamental recuperar el término antifascismo. Tenemos que hacer una pedagogía antifascista. Tenemos que educar en el antifascismo igual que educamos en la inclusión, en la diversidad, en los derechos humanos, en el bien común, en la interculturalidad, en el feminismo. Porque no se puede ser demócrata sin ser antifascista. Para educar en la democracia, tenemos que educar en el antifascismo si no, estamos educando en el pensamiento único.

Uno de los puntos que desglosas en la segunda parte del libro y que me pareció particularmente importante es el relacionado con la memoria histórica democrática. Parece uno de los debes más importantes de nuestra democracia.

Por eso el libro que publiqué antes que este se titula La asignatura pendiente. Lo que se ha hecho es un memoricidio, una amnesia histórica que se impuso durante la dictadura que pervivió durante la transición. La Ley de Amnistía se convirtió realmente en una ley de punto final. Nadie enganchó, claro, con la memoria democrática de los republicanos, de la que somos herederos.

Leyendo los libros de texto, parece como si la primera democracia que existiera en España fuera la de ahora. ¿Cómo es posible que esto se implante en los planes de estudios? Me preocupa esencialmente porque vemos que la nueva ministra de Educación no tiene intención ni voluntad política para introducir la represión franquista, la lucha antifranquista o la de las asociaciones de memoria histórica en el currículo escolar.

Tenemos que educar en el antifascismo igual que educamos en la inclusión, en la diversidad, en los derechos humanos

Hemos tenido reuniones en el Ministerio, se lo hemos planteado reiteradas veces para que no pasase lo mismo que en las normativas de las CCAA en las que aparece que se incluirá la memoria democrática, pero las tímidas iniciativas que había se eliminaron cuando llegó en neofascismo en Andalucía, ahora en Castilla y León… O han quedado en declaraciones. La Ley de Memoria Democrática dice que es obligatorio introducirla, pero luego vas a los decretos de currículo y en el de primaria y en el de secundaria o bachillerato prácticamente no aparece.

El 31 de marzo vamos a reunirnos con la ministra para entregarle las 34.643 firmas que se han recogido exigiendo que se incluya la memoria histórica democrática en el currículo: sin falsas equidistancias, sin excusas, que se ponga en práctica.

La equidistancia es otra de esas herramientas que este neofascismos han utilizado para evitar según qué contenidos, no solo relacionado con la memoria, también temas de igualdad de derechos entre hombres y mujeres, otro de los temas que defiendes.

En un instituto de secundaria, un profesor de filosofía, amigo y compañero que me lo contó, para explicar la construcción literaria de los textos, comparó la Biblia con Harry Potter. El alumnado lo denunció y el equipo directivo le dijo que pidiera perdón al alumnado, que se retractara en clase. Lo más sorprendente fue que la jefa de estudios le explicó que ella, como profesora de Historia, cuando llega al tema de la guerra civil procura tenerlo en cuenta y ser cuidadosa “porque aquí hay de ambas partes y no podemos herir a ninguna de las partes”. Lo que hace la teoría de la equidistancia es equiparar al torturador con la persona torturada. No podemos molestar a ninguna de las partes. Pero ¿cómo puedes equiparar al victimario con la víctima?

En democracia, el fascismo no es pensable ni admisible. Y esto es lo que se ha hecho: blanquearlo y admitirlo

La teoría de la equidistancia maneja este modelo. Equiparar el fascismo con el comunismo. La defensa del bien común no puede ser equiparable al exterminio de las razas inferiores; no puede ser equiparable aquello que dice que tiene que haber un líder autoritario frente a quienes dicen que tiene que repartirse el modelo de sociedad y compartir los recursos. No hablo de las concreciones históricas, sino de las filosofías. No puedes decir que el fascismo es otra opción política más. Porque en democracia, el fascismo no es pensable ni admisible. Y esto es lo que se ha hecho: blanquearlo y admitirlo.

Pasa lo mismo con el combate que tiene con la igualdad y el feminismo. Que es terrible. No hablo de una pedagogía de la igualdad, sino del feminismo, lo digo claramente. Que también eduque a los chicos; no solo en decirle a las chicas que tienen los mismos derechos que los chicos, sino que estos debemos dar un paso atrás en nuestros privilegios, que es lo que más nos cuesta. Porque, al final, dicen “eso de la paridad”. He estado en discusiones sobre la paridad, y al final la solución después de tres horas de discusión, “se amplía la reunión” para que haya más chicas, pero los chicos no nos bajamos de la reunión. No damos nunca un paso atrás. Esto es una de las cosas que en general más incomoda a los chicos cuando hablamos de igualdad. Por el hecho de haber nacido hombre tenemos privilegios de los que ni siquiera somos conscientes.

¿Qué papel tiene el profesorado?

El profesorado no puede simplemente dedicarse a la labor técnica: “Ahora la formación que se pide es, a ver, digitalización, gamificación, mindfulnes,…”. El profesorado no puede limitarse a ser una parte del sistema, técnicamente solvente en resolver lo que le manda la administración. Eso ya se hizo, aquello del currículo a prueba de profesorado. Para eso, los sustituimos por Google o por las grandes multinacionales digitales.

Yo siempre les digo a mis alumnos que el profesor, luchando también está enseñando. Esos lemas del 15M deben asumirlos como propios porque el profesorado es ciudadano y ciudadana también; y como responsable de la sociedad en la que vive y del modelo que quiere construir, también elige a sus representantes, reivindica una serie de mejoras, de formas de hacer las cosas en nuestra sociedad. Esto es fundamental. La educación es política y, en nuestra labor, debemos implicarnos activamente en conseguir la mejor educación posible para nuestro alumnado, la mejor organización posible para nuestro alumnado y que mejor le ayude en su proceso de desarrollo personal y social.

La educación es política y, en nuestra labor, debemos implicarnos activamente en conseguir la mejor educación posible para nuestro alumnado

¿Y la administración?

También la administración. Elegimos a nuestros representantes y debemos exigirles que apliquen sus programas. Cuando gobierna el PP y, ahora, Vox, aplican sus programas a sangre y fuego. Un ejemplo, el PP en 12 días implantó la reforma laboral. Cuando gobiernan partidos más progresistas, como este gobierno de coalición o la socialdemocracia, marean la perdiz. Iban a derogar los acuerdos con el Vaticano; recuerdo cuando firmaron en el parlamento ese acuerdo. Era un postulado de Pedro Sánchez. Pero cuando llegan al gobierno, parece que les haya abducido la derecha, y donde dije, digo, digo Diego.

Es una de las razones del auge del neofascismo, la gestión de la socialdemocracia cuando ha gobernado en Europa. La socialdemocracia ha gestionado el capitalismo en vez de aplicar sus programas de socialdemocracia. Desde Felipe González. ¿Qué pasa con la clase trabajadora cuando ve que aquellos a quienes vota hacen lo contrario? Que se siente defraudada. “Si cada uno se la tiene que componer como pueda porque vosotros nos abandonáis, para eso los míos los primeros”. Y se vota a quien dice esto.

El gobierno de la socialdemocracia en Europa y España es una de las causas que explica el auge del neofascismo, dicho por la mayoría de los especialistas en este campo. A parte de todo el tema del miedo del discurso de odio, etc. Por eso quiero que la ministra Pilar Alegría diga: “Señores, en los decretos de currículo vamos a introducir la memoria histórica”. Quiero que diga que la inclusión se va a llevar a cabo y que van a invertir cifras escandalosas no en rescatar bancos, ni armamento, sino en educación. Quiero esto, porque es lo que venía en los programas y para lo que les votamos. Las administraciones educativas tienen un alto grado de responsabilidad en el auge del neofascismo actualmente.

Es duro esto que acabas de decir.

Sí, sí, lo digo y no hablo solo de esta ministra, hablo exactamente igual de la anterior. Puede ser duro, pero es la realidad. Me parece tan evidente que el problema es que la derecha habla sin complejos y la izquierda, la progresía mejor dicho, siempre habla acomplejada, gobierna acomplejada, están en negociaciones y cesiones permanentes.
Que se hagan políticas claras. La administración educativa está haciendo unas políticas de cesión a la derecha absolutamente impresentables y las declaraciones de esta ministra y de la anterior son, en este sentido, lamentables y sus prácticas, peores.

¿Qué le queda al profesorado, qué puede hacer un profe solo?

Un profe solo, nada. Una comunidad educativa unida, mucho. Tenemos que recuperar lo que hicieron los MRP, aprender de cómo trabajaban. Dejar de vendernos estas motos de superprofe que le dan premios y luego va de divo por la vida haciendo estrenos mediáticos, diciendo cosas de perogrullo que no tocan al poder… que son parte del sistema.

Frente a esas recetas de innovación pedagógica como el mindfulnes, de marketing, coaching o emprendimiento, recuperar los Movimientos de Renovación Pedagógica, lo que pusieron en marcha las mareas verdes por la educación pública, todos los movimientos de resistencia. Hacer pedagogía de resistencia ante esta doctrina neoliberal y neofascista y, también, empezar a contarnos las alternativas educativas que se están desarollando.

La educación es inseparable de la vida, del modelo social y político que queremos defender. Y por eso creo que debemos implicarnos hasta mancharnos, como decía el poeta

Creo que la comunidad educativa tiene una responsabilidad enorme en dejar de estar tan centrada en las puntuaciones, en las notas de mates o ciencias e implicar a la generación siguiente en el mantenimiento de una democracia real y la construcción de una sociedad más justa para los que más la necesitan. Esto es uno de los elementos fundamentales. Creo que el desafío fundamental para las comunidades educativas, dentro de esta época de auge del neofascismo, es facilitar las condiciones y dotar de las posibilidades de conocimiento imprescindible para reconocer las formas antidemocráticas de poder.

¿Cómo se hace esto?

Esto significa que tenemos que conectar el trabajo escolar con los asuntos de la vida social, política y real de nuestra sociedad. La educación es inseparable de la vida, del modelo social y político que queremos defender. Y por eso creo que debemos implicarnos hasta mancharnos, como decía el poeta. Tomar partido, comprometernos con una pedagogía claramente desobediente, democrática, ecosocial, decolonial, de la igualdad… porque no podemos permanecer indiferentes ante la barbarie.

Sé que hay gente que dirá que es difícil. Siempre recuerdo que en el siglo IV Séneca dijo: “No nos atrevemos a hacer cosas porque aseguramos que son difíciles, pero lo son porque no nos atrevemos a hacerlas”. Tenemos que atrevernos a soñar y esto es uno de los elementos fundamentales. Nos estamos jugando el futuro de las próximas generaciones y de la sociedad en su conjunto.

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SACO: El colegio donde los niños con Síndrome de Down (u otras discapacidades) son uno más

Por: Carlota Fominaya

Este centro es la ONU de la educación para niños con y sin discapacidad intelectual, porque en él se dan cita todo tipo de situaciones, necesidades y circunstancias en un solo ideal: Educar y formar a las personas del mañana.

En el colegio concertado de educación ordinaria Colegio Sagrado Corazón (SACO) Fundación Educativa Sofía Barat, los niños con Síndrome de Down son «uno más», advierte el orientador del centro, Antonio Nieva. «pero al igual que lo son el resto de alumnos, bien sean niños con altas capacidades, o tengan un trastorno del espectro autista o una enfermedad rara». Ese espíritu de integración de niños de necesidades especiales cobra especial relevancia hoy, en el Día Mundial del Síndrome de Down, quizás la discapacidad intelectual más reconocible y que más simpatía y defensa concita. Sin embargo, advierte Ramón Pinna, padre de una niña con SD escolarizada en el SACO, «se trata también de una discapacidad en vías de extinción, donde según los datos el 98 por ciento de los embarazos no llegan a término».

Escondidos tras los Down y su luz, reflexiona Pinna, «o tras la preciosa iniciativa de los calcetines desparejados que muchos llevarán hoy, conviven con nosotros otras muchas discapacidades invisibles, desconocidas, olvidadas o que impresionan más y que adornan el corazón de decenas de miles de niños en nuestra sociedad, que necesitan de nuestro foco y de nuestra voz». «Podríamos pedirle a la ONU que ya que no puede parar la extinción del Down, que utilice su fuerza para hacer visibles al resto y comience a celebrarse, de una vez, el Día Mundial de la Discapacidad Intelectual», sugiere.

Alumnos del SACO en clase de música
Alumnos del SACO en clase de música – sabel Permuy

El Sagrado Corazón fue uno de los primeros centros en entender esto así. «Fue el primer gran colegio de Madrid que movió su carisma hacia la universalidad de la discapacidad intelectual sin filtros ni accesos. Su valor es que se adaptan a todos y ofrece a cada uno lo que necesitan», asegura Pinna. El SACO, resume, «es la ONU de la educación para niños con y sin discapacidad intelectualporque en él se dan cita todo tipo de situaciones, necesidades y circunstancias en un solo ideal: educar y formar a las personas del mañana». De hecho, continúa Ana Jiménez, coordinadora de pedagogía terapeútica (PT) en Infantil y Primaria, «así se lo explicamos a los padres que se acercan a conocernos: Tenemos todo tipo de estudiantes porque nuestro colegio es un reflejo de la sociedad. Y para ello hay que hacer una gran labor de aceptación, de sensibilización, de concienciación… Para los alumnos escolarizados aquí es algo natural compartir el aula con un niño con Síndrome de Down, por ejemplo».

La orientadora de infantil lleva de la mano a una niña con Síndrome de Down
La orientadora de infantil lleva de la mano a una niña con Síndrome de Down – Isabe Permuy

Pero esa convivencia, reconoce Antonio Nieva, «se trabaja día a día. Porque en nuestro colegio surgen los mismos problemas que se pueden dar en cualquier centro escolar, o en cualquier empresa. Afloran todos los sentimientos de sobreprotección, curiosidad o de rechazo. Por eso hacemos un trabajo constante de concienciación, que les sirva luego para poder salir al paso de cualquier situación que se pueda presentar. Es una labor educativa incansable». Pero es verdad, asegura Elena Salado, coordinadora de PT de Secundaria, «que esa labor realizada desde Infantil en Primaria, cuando estos menores llegan a ciclos superiores, se nota. Intentamos hacer personalidades plásticas, que tienenq ue aprender a convivir en sociedad y actuar dependiendo de la persona que tienen delante. Es curioso, pero pensamos que los adolescentes de hoy en día son muy rígidos, pero con los adultos, no con sus compañeros de pupitre con otras capacidades, a los que sí son capaces de escuchar»

No es fácil, admite Nieva, pero tampoco una quimera. «Es posible, siempre y cuando se den las condiciones adecuadas y sería bueno un acompañamiento de la Administración en medios e inversión porque las situaciones a las que nos enfrentamos son complicadas. Pero en cualquier caso, para lograr una integración real hay que hacer un seguimiento contínuo, realizar intervención si es necesario, y por supuesto mantener una actitud de entendimiento y actitud de escucha hacia quien mantiene esos sentimientos de rechazo. No se trata de ir por la vía de la imposición o de la penalización».

Implicación de todo el profesorado

Es verdad, corrobora este orientador, «que gracias a nuestro espíritu fundacional llevábamos ya mucho ganado. Es decir, mucho antes incluso de que se conocieran las instrucciones del Ministerio la inclusión estaba en nuestro ideario». Pero también es verdad que para mantener este trabajo, añade este profesional, son necesarias varias cosas. Una de ellas, apunta, es la implicación de todos los profesionales del centro: «No existe inclusión sin la implicación de los docentes de área. Se suele decir que muchas veces son los profesores de Pedagogía Terapéutica (PT) los que lo hacen posible y en parte es verdad, pero la realidad es que es el trabajo de todo el equipo del colegio hace que sea posible atender a estos niños». «Todos hablamos el mismo idioma», concluye Teresa Fernández Morodo, también orientadora del Sagrado Corazón.

Un alula del colegio Sagrado Corazón de Chamartín
Un alula del colegio Sagrado Corazón de Chamartín – Isabel Permuy

Este proyecto educativo es el mayor desafío de adaptación de una educación ordinaria a las necesidades de la discapacidad por toda la diversidad que atesoran sus alumnos y, recalca Jiménez, «por poner a la persona en el centro». «La pelea es diaria mientras son niños pero tenemos muchos ejemplos de alumnos que han terminado la escolaridad a los que hemos preguntado y que afirman que una de las cosas que más valoran es la convivencia con alumnos de todo tipo. Esa es nuestra apuesta: formar a personas que van a tener un determinado talante en la sociedad», finaliza Antonio Nieva.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-saco-colegio-donde-ninos-sindrome-down-otras-discapacidades-mas-202203210018_noticia.html#ancla_comentarios

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La apertura de centros desde 2020 frena la pérdida de aprendizajes

Por: 

  • Un estudio elaborado por Cotec y EsadePol con datos del Instituto Vasco de Evaluación llega a la conclusión de que a pesar de la pérdida de aprendizajes durante los meses de confibnamiento y el verano de 2020, estos se vieron muy equilibrados a partir de septiembre.

España es uno de los países de la OCDE que menos tiempo cerró los centros educativos. Tan solo desde marzo hasta junio (y hasta septiembre si se cuentan los meses de vacaciones de verano). Desde septiembre de 2020 por supuesto, ha habido cierres de centros y aulas, así como miles y miles de cuarentenas, pero no cierres de todo el sistema educativo. En otros países sí.

Tanto la anterior ministrar de Educación, Isabel Celaá, como la actual, Pilar Alegría, han asegurado todo este tiempo que esto suponía un hito importantísimo para el sistema educativo español. Tal vez la investigación realizada por la Fundación Cotec junto a EsadeEcPol (el Centro de Políticas Económicas de Esade) pueda dar la razón, al menos en parte, a estas afirmaciones.

Ambas instituciones han contado con los datos de las evaluaciones que realiza el Instituto Vasco de Evaluación Educativa, una entidad del Gobierno vasco que realiza importantes informes sobre el estado de salud de su sistema educativo. Elaboran pruebas censales en 4º de primaria y 2º de ESO, con seguimiento del alumnado, con preguntas iguales para poder comparar a lo largo del tiempo y siempre hechas por personal externo a los centros educativos.

Con estas cifras han llegado a la conclusión de que el alumnado español ha sufrido una cierta pérdida de aprendizajes equilavelante, en algunos casos, al 20% de un curso lectivo. De media, a un 13% de dicho curso. A pesar de que no es poco, al comparar con los otros tres estudios hechos en diferentes países más allá del confinamiento (Dinamarca, Alemania y Brasil), la perdida de aprendizaje es menor en España. La clave, así lo entienden los investigadores como Lucas Gortázar, de EsadeEcPol, uno de los cuatro que firman el estudio, se encuentra en el hecho de que no se hayan cerrado las escuelas. Pero no solo.

Además de esta continuidad en la presencialidad a partir de septiembre, que podría relazionarse con otro proceso que se da todos los veranos y es el de la perdida de aprendizajes que rápidamente se recuperan en el momento en el que se retoman las clases, habría un elemento más, el de la «compresión de los aprendizajes». El hecho de que durante el confinamiento y en la reapertura del curso pasado hubiese una apuesta importante por ir a los contenidos mínimos y básicos ha tenido sus efectos positivos, aunque también contradictorios.

Por una parte, el alumnado que tenía peores resultados antes de la pandemia ha podido sostener su aprendizaje sin sufrir una pérdida este tiempo. Gortázar cree, como el resto de los compañeros de investigación, que esto se debe a esa compresión de los aprendizajes. Pero al mismo tiempo que se producía este efecto, había otro, que el alumnado que antes del confinamiento tenía mejores rendimientos perdía más aprendizajes al comparar sus resultados en las evaluaciones con el alumnado de su mismo año de la evaluación anterior.

Para realizar la investigación se han tenido en cuenta dos puntos diferentes: la evaluación que el Gobierno vasco realizó en marzo de 2021 a alumnado de 2º de ESO y 4º de primaria y la comparó con la evaluación que se realizó dos años antes, en 2019. La comparación entre ambas es la que refleja esa pérdida de aprendizajes.

Peor la pública

Los datos del alumnado de la escuela pública, aseguran los investigadores, son sustancialmente peores que los de la concertada. Eso sí, dice el informe que este resultado no tiene relación con el nivel socioeconómico ni del alumnado ni de la escuela en sí misma. A mismo nivel pública-concertada, la primera obtuvo peores resultados.

Preguntado Gortázar por este particular, asegura que no tienen información suficiente como para señalar una o varias razones unívocas. Pero sí plantean la hipótesis, apoyada en un informe previo realizado en Cataluña por el equipo de Xavier Bonal, sociólogo de la Universidad de Barcelona. Ambos creen que esta diferencia se debe a que la concertada ha estado más presionada este tiempo atrás, entre confinamiento y vuelta a la presencialidad, para mantener la relación estrecha con las familias y el alumnado. La posibilidad de perder estudiantes ante unas situaciones económicas muy inciertas para todas las partes, podría haber sid un acicate importante para la concertada a la hora de recuperar aprendizajes.

También señalan una mayor autonomía de los centros educativos para dar respuestas a los problemas y necesidades de su alumnado así como una mayor costumbre o posibilidad de llevar a cabo educación online.

Eso sí, señala el informe que también hay importantes diferencias dentro de la propia concertada, de manera que aquella con peores resultados previos a la pandemia tenía, ha perido aprendizajes, frente a la que tenía buenos resultados que no lo ha hecho.

Euskera y Matemáticas, peor

Las evaluaciones del ISEI-IVEI, así como los resultado de la investigación ahora publicada, toman en cuenta tres materias: Euskera, Matemáticas y Castellano. Las tres primeras son las que han salido peor paradas en esta pérdida de aprendizajes después de un año de pandemia. El castellano, sin embargo, se ha mantenido en el valor cero.

En este punto, así como en el de las razones para que la concertada salga mejor parada que la pública, no hay explicaciones claras. Comenta Gortázar que no han encontrado grandes diferencias de resultados entre los alumnos que hablan euskera o castellano en casa en estas pérdidas de aprendizaje. Es decir, que sus resultados han sido igual de buenos o malos independientemente del idioma que se habla principalmente en su casa.

En cualquier caso, Matemáticas y Euskera son las dos materias que se perciben como más complicadas y que, además, se aprenden fundamentalmente en la escuela. Además de que en el País Vasco, las matemáticas en secundaria se imparten en euskera.

Para Gortázar, más allá de que haya datos que podrían ser mejores, el hecho de que no haya habido una sangría en los aprendizajes, que las y los estudiantes con peores resultados hayan aguantado mejor el tirón estos meses o el uso de flexibilización y compresión curricular, son buenas noticias. Buenas noticias producto del no haber cerrado los centros educativos más allá del confinamiento de 2020.

Eso sí, lo malo de estos datos es que no son extrapolables a todos los territorios. Es presumible que hayan sucedido cosas parecidas en el resto de las comunidades autónomas, pero muy pocas administraciones se han tomado la molestia de realizar evaluaciones parecidas (Gortázar enumera Canarias y Cataluña, aunque insiste que el ISEI-IVEI «va 15 años por delante» del resto). Tampoco lo hizo en su momento el Ministerio de Educación y FP a pesar, recuerda el investigador, que personas y entidades se lo solicitaran.

Otra de las cuestiones que queda en el aire es que los datos que recoge el ISEI-IVEI con los que se ha elaborado el informe se refieren a primaria y, justamente, 2º de secundaria obligatoria, es decir, etapas y cursos en los que la presencialidad estuvo garantizada en todo el país. A partir de 3º y 4º de la ESO, cada territorio, cada centro, tuvo que hacer de su capa un sayo por la falta de recursos (materiales y humano), así como de espacios, para organizar las cosas: semanas, días u horas en casa porque no cabían todos los estudiantes al mismo tiempo fueron bastante comunes en buena parte del país. Ninguna adminsitración educativa ha recogido datos en este tiempo sobre los aprendizajes que se han perdido o no este tiempo en los últimos años de la ESO o en el bachillerato y la FP.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/03/16/la-apertura-de-centros-desde-2020-frena-la-perdida-de-aprendizajes/

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