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Orientaciones para elaborar trabajos académicos

Por: Emilio Vargas Santiago 

Emplear párrafos cortos, frases breves y usar las palabras con precisión.

Un número considerable de estudiantes que cursa estudios a nivel superior confronta dificultades para elaborar los trabajos académicos cotidianos que se les asignan y más todavía cuando es para concluir una licenciatura o maestría. Cabe destacar que en el país son pocas las instituciones que disponen de una guía de normas propias para la orientación del formato y del estilo para estos trabajos, por tanto, los estudiantes apelan a distintas publicaciones para realizarlos. Desde este espacio se pretende contribuir a la elaboración de distintos tipos de textos académicos.

Los trabajos académicos son una práctica fundamental en la vida académica. De ahí que el estudio de los distintos tipos de textos bajo esta denominación es de suma importancia para que los estudiantes adquieran los conocimientos necesarios para abordarlos con mayor posibilidad de éxitos, debido a que los mismos tienen una marcada característica formal y demandan prestar mucha atención al lenguaje y al estilo que emplean, a la forma de estructurarlos, a las normas para las citas bibliográficas, entre otras.

Estos trabajos presentan el resultado de una investigación, por consiguiente, deben demostrar que el estudiante posee la capacidad de investigación y reflexión al abordar un tema, estructurarlo, presentarlo y demostrar interés por la materia de estudio. Además, es un ejercicio previo al trabajo científico real y potencialmente publicable. En ese sentido, su función, como en toda publicación científica, es informar sobre una determinada materia.

Cuando el tema es sugerido por el profesor, se aconseja concretar con él el alcance del mismo. Si lo elige el estudiante es importante que escoja uno que le resulte atractivo, ya que su realización supone esfuerzo y tiempo. Se considera que elegir un tema de interés hará que la investigación y el proceso de escritura sean más satisfactorios. En cualquier caso, conviene compartir con el profesor las ideas y dudas para asegurar que se avanza por el camino adecuado.

Los tipos y las formas de estos trabajos son variados, ya que cada disciplina emplea métodos particulares. Para redactarlos hay que tener mucho cuidado con el estilo, porque deben estar escritos correctamente, los párrafos inteligibles y prestar atención a la ortografía, redacción y puntuación. Asimismo, el estudiante debe tener presente que es un texto elaborado en torno a un tema que deberá redactarse aplicando unas normas relativamente establecidas. El tema a tratar depende de la disciplina, de ahí que habrá textos académicos educativos, sociales, científicos, etc. Además, también debe tener presente que el destinatario “es siempre un lector culto, supuestamente ignorante del tema que va a desarrollar”.

Según Romero Medina (2010), todo trabajo escrito, sea una publicación científica o un trabajo académico para concluir estudios superiores o proyectos de investigación implican esta secuencia de fases: 1) Decisión: Elección del tema. 2) Documentación: Acopio de bibliografía y documentación sobre el tema. 3) Estudio del tema: Lectura rápida del material obtenido; delimitación del tema; elaboración del esquema de trabajo; lectura minuciosa de la bibliografía y elaboración de fichas de contenido. 4) Comunicación de resultados: Redacción del borrador, redacción final y publicación o entrega.

En cuanto a las partes de un trabajo, este autor establece las siguientes: 1) Introducción: Debe incluir un planteamiento claro y ordenado del tema de investigación, su importancia e implicaciones, así como la manera conveniente de abordar el estudio de los diferentes elementos que lo integran. 2) Desarrollo:Es la fundamentación lógica, minuciosa y gradual de la investigación. Consiste en hilar las ideas o datos tomados de otros autores, y combinarlos con el análisis y la reflexión. 3) Conclusión: Es la última impresión del trabajo. Se debe iniciar generalizando los logros del trabajo a manera de introducción, para luego sacar en claro ordenadamente las ideas más relevantes. Al final conviene llegar a conclusiones generales. Es pertinente complementar las conclusiones con un planteo general de las perspectivas del problema estudiado.

1) Pensar bien el tema propuesto, documentándose sobre el mismo para adueñarse del contenido. 2) Trazar un plan o guión. Evita contrasentidos, repetición de ideas, falta de lógica, incoherencias, etc. 3) Escribir con sencillez, naturalidad y claridad. Evitar la ampulosidad. Aunque se escriba sobre un tema complejo, referirse a él de modo sencillo, teniendo en cuenta que la finalidad es comunicar un pensamiento, no hacer gala de erudición. La claridad es fundamental en un texto escrito, pues toda frase mal construida es incomprensible. La claridad reside en la gramática. Por eso, tener en cuenta las concordancias, la correlación de tiempo, el empleo adecuado de las proposiciones, etc. Emplear párrafos cortos, frases breves y usar las palabras con precisión. 4) Usar correctamente los signos de puntuación. Deben estar bien colocados en cada oración. En caso contrario, modifican el sentido y dificultan la comprensión. Procurar un progresivo conocimiento del idioma y un mayor dominio del vocabulario. 5) Realizar un borrador. Hacer un escrito perfecto en el primer intento no es para estudiantes, porque siempre existen dificultades. Se recomienda hacer un borrador y someterlo a un proceso de pulimiento, de revisión  cuidadosa de la forma y el contenido.

Existen cinco estilos de redacción para comunicar por escrito lo que se desea expresar: académica, literaria, periodística, administrativa y técnica. La redacción académica es “propia del ambiente científico y universitario”. Los temas que pueden tratarse con este estilo son tan amplios, como la variedad de ciencias que existen. Es decir, pueden escribirse trabajos académicos del ámbito de la sociología, la psicología y que investiguen algún fenómeno o producto tecnológico, etc., indica  Cáceres Ramírez (2019).

Otras recomendaciones sobre la redacción apuntan al uso del estilo impersonal, donde el autor adopta la tercera persona; utilizar letras cursivas para resaltar ideas; para usar abreviaturas escribir el nombre completo la primera vez, entre otras.

La siguiente entrega abordará Tipos y estructuras de los trabajos académicos.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/orientaciones-para-elaborar-trabajos-academicos-9000291.html

Imagen: StartupStockPhotos

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Erich Fromm: » El hombre ha perdido su capacidad de desobedecer»

Publicado en:  Bloghemia

«Amar con inteligencia y de forma plena es el resultado de un acto deliberado, un propósito que requiere y al mismo tiempo demanda buscar la excelencia.» – Erich Fromm 

Texto de Erich Fromm, publicado bajo el título «La desobediencia como problema psicológico y moral»

Por: Erich Fromm
Reyes, sacerdotes, señores feudales, patrones de industrias y padres han insistido durante siglos en que la obediencia es una virtud y la desobediencia es un vicio. Para presentar otro punto de vista enfrentamos esta posición con la formulación siguiente: la historia humana comenzó con un acto de desobediencia, y es probable que termine por un acto de obediencia.
Según los mitos hebreos y griegos, la historia humana se inauguró con un acto de desobediencia. Adán  y Eva, cuando vivían en el Jardín del Edén, eran parte de la naturaleza; estaban en armonía con ella, pero no la trascendían. Estaban en la naturaleza como el feto en el útero de la madre. Todo esto cambió cuando desobedecieron una orden. Al romper vínculos con la tierra y madre, al cortar el cordón umbilical, el hombre emergió y fue capaz de dar el primer paso hacia la independencia y la libertad. El acto de desobediencia  liberó a Adán y Eva y les abrió los ojos. Se reconocieron uno a otro como extraños y al mundo exterior como extraño e incluso hostil. El “pecado original” lejos de corromper al hombre, lo liberó; fue el comienzo de la historia humana. El hombre tuvo que abandonar el Jardín del Edén para aprende fiar en sus propias fuerzas y llegar a ser plenamente humano.
Para los profetas la historia es el lugar en que el hombre se vuelve humano, desarrollando sus capacidades de razón y amor, hasta que crear una nueva armonía entre él, sus congéneres y la naturaleza. Esta nueva armonía se describe como “el fin de los días”, ese periodo de la historia en que hay paz entre el hombre y el hombre, y entre el hombre y la naturaleza. Es un “nuevo” paraíso creado por el hombre mismo.
También para el mito griego de Prometeo, toda la civilización humana se basa en un acto de desobediencia. Prometeo, al robar el fuego de los dioses, echó los fundamentos de la evolución del hombre. No habría historia humana si no fuera por el “crimen” de Prometeo. Él, como Adán y Eva, es castigado por su desobediencia. Pero no se arrepiente ni pide perdón. Por el contrario, dice orgullosamente, : “Prefiero estar encadenado a esta roca, antes que ser el siervo obediente de los dioses”.
El hombre continuó evolucionando mediante actos de desobediencia. Su desarrollo espiritual solo fue posible porque hubo hombres que se atrevieron a decir no. Pero además su evolución intelectual dependió de su capacidad de desobediencia – desobediencia a las autoridades que trataban de amordazar los pensamientos nuevos, y a la autoridad de acendradas opiniones según las cuales el cambio no tenía sentido-.
Si la capacidad de desobediencia constituyó el comienzo de la historia humana, la obediencia podría muy bien, provocar el fin de la historia humana. No estoy hablando en términos simbólicos o poéticos. Existe la probabilidad de que la raza humana destruya la civilización y también toda la vida sobre la tierra. Estamos viviendo técnicamente en la era atómica, pero la mayoría de los hombres -incluida la mayoría de los que están en el poder-  viven aún emocionalmente  en la Edad de Piedra. Si la humanidad se suicida, será porque la gente obedecerá a quienes le ordenan apretar los botones de la muerte; porque obedecerá a las pasiones arcaicas de temor, odio, codicia; porque obedecerá a los clisés obsoletos de soberanía estatal y honor nacional.
Pero no quiero significar que toda la desobediencia sea una virtud y toda obediencia un vicio. Tal punto de vista ignoraría la relación dialéctica que existe entre obediencia y desobediencia. Un acto de obediencia a un principio es necesariamente un acto de desobediencia a su contra parte, y viceversa. Antígona constituye el ejemplo clásico de esta dicotomía. Si obedece a las leyes inhumanas del Estado, Antígona debe desobedecer necesariamente las leyes de la humanidad. Si obedece a estas últimas, debe desobedecer a las primeras. Todos los mártires de la fe religiosa, de la libertad y de la ciencia han tenido que desobedecer a quienes deseaban amordazarlos, para obedecer a su propia conciencia, a las leyes de la humanidad y la razón. Si un hombre solo puede obedecer y no desobedecer, es un esclavo; si solo puede desobedecer y no obedecer, es un rebelde (no un revolucionario); actúa por cólera, despecho, resentimiento, pero no en nombre de una convicción o de un principio.
Sin embargo, para prevenir una confusión entre términos, debemos establecer un importante distingo. La obediencia a una persona, institución o poder (obediencia heterónoma) es sometimiento; implica la abdicación de mi autonomía y la aceptación de una voluntad o juicio ajenos en lugar del mío. La obediencia a mi propia razón o convicción (obediencia autónoma) no es un acto de sumisión sino de afirmación. Mi convicción y mi juicio, si son  auténticamente míos, forman parte de mí. Si los sigo, estoy siendo yo mismo.
Es preciso dos precisiones más. La palabra conciencia se utiliza para expresar dos fenómenos que son muy distintos entre sí. Uno es la “conciencia autoritaria”, que es la voz internalizada de una autoridad a la que estamos ansiosos de complacer y temerosos de desagradar. La conciencia autoritaria es la conciencia de la que habla Freud, y a la que llamó superyó. Este superyó representa las órdenes y prohibiciones del padre internalizadas y aceptadas por el hijo debido al temor.
Distinta de la conciencia autoritaria es la “conciencia humanística”; ésta es la voz presente en todo ser humano e independiente de sanciones y recompensas externas. La conciencia humanística se basa en el hecho de que como seres humanos tenemos un conocimiento intuitivo de lo que es humano e inhumano, de lo que contribuye a la vida y de lo que la destruye. Es la voz que nos reconduce a nosotros mismos, a nuestra humanidad.
La conciencia autoritaria (superyó) es también obediencia a un poder exterior a mí, aunque este poder haya sido internalizado. Conscientemente creo que estoy siguiendo a mi conciencia; en realidad, sin embargo, he absorbido los principios del poder. La obediencia a la “conciencia autoritaria”, tiende a debilitar la “conciencia humanística”, la capacidad de ser uno mismo y de juzgarse a sí mismo.
También debe precisarse, por otra parte, la afirmación de que la obediencia a otra persona es ipso facto sumisión, distinguiendo la autoridad “irracional” de la autoridad racional. Un ejemplo de autoridad racional es la relación que existe entre alumno y maestro; uno de autoridad irracional es la relación entre esclavo y dueño. En ambas relaciones se acepta la autoridad de la persona que ejerce el mando, pero los intereses del alumno y del maestro, en el caso ideal,  se orientan en la misma dirección, es decir, el maestro se siente satisfecho si logra hacer progresar al alumno; si fracasa, ese fracaso es suyo y del alumno. El dueño del esclavo, en cambio, desea explotarlo en la mayor medida posible. Al mismo tiempo, el esclavo trata de defender lo mejor que puede sus reclamos a un mínimo de felicidad. Los interese del esclavo y del dueño son antagónicos.
Hay otra distinción paralela a ésta: la autoridad racional lo es porque la autoridad, sea la que posee un maestro o un capitán de barco que da órdenes en una emergencia, actúa en nombre de la razón que, por ser universal, podemos aceptar sin someternos. La autoridad irracional tiene que usar la fuerza o la sugestión, pues nadie se prestaría a la explotación si dependiera de su arbitrio evitarlo.
¿Por qué se inclina tanto el hombre a obedecer y por qué le es tan difícil desobedecer? Mientras obedezco al poder del Estado, de la Iglesia o de la opinión pública, me siento seguro y protegido. En verdad, poco importa cuál es el poder al que obedezco. Es siempre una institución, u hombres, que utilizan de una u otra manera la fuerza y que pretenden fraudulentamente poseer la omnisciencia y la omnipotencia. Mi obediencia me hace participar del poder que reverencio, y por ello me siento fuerte. No puedo cometer errores, pues ese poder decide por mí; no puedo estar solo, porque él me vigila; no puedo cometer pecados, porque él no me permite hacerlo, y aunque los corneta, el castigo es sólo el modo de volver al poder omnímodo.
Para desobedecer debemos tener el coraje de estar solos, errar y pecar. Pero el coraje no basta. La capacidad de coraje depende del estado de desarrollo de una persona.
Sólo si una persona ha emergido del regazo materno y de los mandatos de su padre, sólo si ha emergido como individuo plenamente desarrollado y ha adquirido así la capacidad de pensar y sentir por sí mismo, puede tener el coraje de decir “no” al poder, de desobedecer. Una persona puede llegar a ser libre mediante actos de desobediencia, aprendiendo a decir no al poder. Pero no sólo la capacidad de desobediencia es la condición de la libertad; la libertad es también la condición de la desobediencia. Si temo a la libertad no puedo atreverme a decir “no”, no puedo tener el coraje de ser desobediente. En verdad, la libertad y la capacidad de desobediencia son inseparables; de ahí que cualquier sistema social, político y religioso que proclame la libertad pero reprima la desobediencia, no puede ser sincero. Hay otra razón por la que es tan difícil atreverse a desobedecer, a decir “no” a la autoridad. Durante la mayor parte de la historia humana la obediencia se identificó con la virtud y la desobediencia con el pecado. La razón es simple: hasta ahora, a lo largo de la mayor parte de la historia, una minoría ha gobernado a la mayoría. Este dominio fue necesario por el hecho de que las cosas buenas que existían sólo bastaban para unos pocos, y los más debían conformarse con las migajas.
El hombre ha perdido su capacidad de desobedecer, ni siquiera se da cuenta del hecho de que obedece. En este punto de la historia, la capacidad de dudar, de criticar y de desobedecer puede ser todo lo que media entre la posibilidad de un futuro para la humanidad, y el fin de la civilización.
Fuente e Imagen: https://www.bloghemia.com/2021/10/erich-fromm-el-hombre-ha-perdido-su.html?m=1
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La mujer en Venezuela más allá del lenguaje

Por: Roberto Patiño

En un esfuerzo para ofrecer datos confiables y de libre acceso a todos los ciudadanos, que permitan planificar políticas públicas con verdadera incidencia, la Universidad Católica Andrés Bello divulgó su último estudio sobre las condiciones de vida del venezolano (Encovi, 2021). Una encuesta que muestra, con verdadera rigurosidad, el tamaño del abismo económico y social en el que estamos los venezolanos tras más de veinte años de revolución.

La investigación confirma lo que hemos constatado en nuestro trabajo en las comunidades y en nuestra experiencia personal, un crecimiento dramático de la pobreza que ha alcanzado a 94,5% de la población. Más de 8 años de caída constante del producto interno bruto y una inflación que no ha podido ser controlada, han llevado a que 76,6% de los venezolanos estén en situación de pobreza extrema, una realidad que nos ha restado 3 años a nuestra esperanza de vida. El país, nos advierte la Encovi, tendría que duplicar su PIB para que todos salgan de la pobreza extrema y entren en situación de pobreza.

Son muchos y muy alarmantes los datos que arroja esta investigación, pero en estas líneas queremos detenernos en la información que nos ofrecen sobre la mujer venezolana, un actor clave en la organización popular de base, como hemos podido constatar en todos estos años.

Cuando se reducen las oportunidades de empleo formal y cualificado en esa misma medida, nos señala la investigación, bajan los incentivos para contratar a las mujeres. La desigualdad que persisten en las familias venezolanas en la asignación de responsabilidades por criterios de género, obligan a que la mayoría de las venezolanas asuman, muchas veces en solitario, el cuidado de los niños y de los adultos mayores, un compromiso que las sobrecarga de responsabilidades y las hace menos “competitivas” en el mercado laboral, lo que se expresa en diferencias salariales entre hombres y mujeres, donde ellos pueden llegar a ganar un 17,7% más.

Resulta paradójico y profundamente injusto que las venezolanas, al asumir mayores responsabilidades en la supervivencia de todos los integrantes de las familias, estén expuestas a condiciones de desigualdad frente a sus compañeros y su trabajo esté menos retribuido. Quienes hoy por hoy son el actor clave en la supervivencia de muchos venezolanos y motor del cambio en el país, son ciudadanas de segunda categoría tal y como nos muestra, de manera cruda, los datos de esta investigación.

Desde el trabajo en las comunidades a través de Caracas Mi Convive, hemos comprendido la verdadera importancia del rol de la mujer; es así como en  nuestros programas de formación de liderazgos femeninos y nuestros talleres de educación para el emprendimiento, apuntamos a dos objetivos que son necesarios para hacer frente a la pobreza en Venezuela: el empoderamiento de la mujer y la capacitación en habilidades técnicas y profesionales para que este proceso se traduzca en mejoras condiciones económicas que aminoren la brecha entre hombres y mujeres.

Luchar por la verdadera igualdad entre hombres y mujeres va mucho más allá del debate del lenguaje de género y el uso de artículos y pronombres en pasquines propagandísticos tal y como se limita a hacer el régimen. El esfuerzo debe dirigirse a erradicar, desde la raíz de la familia, la violencia de género e intrafamiliar, trabajar por políticas públicas que garanticen una buena salud sexual y reproductiva, suprimir las arbitrarias diferencias culturales que hacen que ellas carguen con todo el peso de las responsabilidades domésticas y lograr que, efectivamente, este proceso de empoderamiento vaya más allá de la corrección lingüística y tengan efectos económicos concretos sobre la calidad del trabajo y la igualdad en el salario.

El trabajo que hemos sacado adelante en las comunidades ha sido logrado, en gran medida, por el compromiso de nuestras lideresas y a ellas debemos que en nuestro país persista, con tenacidad, una convicción para seguir en la lucha por el cambio que tanto necesitamos. Inspirados en su esfuerzo seguiremos trabajando para lograr la Venezuela donde la mujer ocupe el rol que le corresponde en nuestra sociedad.

Este es nuestro compromiso.

www.rpatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/la-mujer-en-venezuela-mas-alla-del-lenguaje/

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Educación y reforma fiscal

Por: Dinorah García Romero 

Que especialistas en reforma fiscal, políticos comprometidos con el bien común y funcionarios del gobierno formados en este campo y sensibles a los más vulnerables, diseñen una estrategia de información y de educación.

La sociedad dominicana escucha con atención, y con no menos preocupación, una posible e inminente reforma fiscal. Cada vez que se debate un tema de esta naturaleza, las personas más vulnerables, en los ámbitos educativos y económicos, acumulan tensiones y cuentan con poca ayuda para obtener información y orientación clarificadoras. Se institucionaliza, cada vez más, la cultura de hacer un debate entre los teóricos de las reformas. Un grupo reducido, constituido por los versados en temas económicos y en la articulación de estos con la política, se convierten en las estrellas del discurso. Se asumen como los grandes premonitores del presente y del futuro de la sociedad en todos sus niveles y ámbitos. Los medios de comunicación, las redes sociales y los canales con que cuenta el gobierno convierten el tema de la reforma fiscal en prioridad, antes de que se anuncie oficialmente. El conocimiento de los análisis y de las implicaciones de una reforma fiscal es pertinente, pero no lo es mantenerlos en un círculo de eruditos económico-políticos. Estos lanzan epítetos; anuncian convulsiones y fracturas sociales, sin una propuesta educativa para el mayor porcentaje de la población que no tiene formación alguna en el tema.

Es tiempo de cambiar la metodología y de establecer coherencia entre la denuncia permanente sobre la falta de educación de la mayoría de los ciudadanos y un esfuerzo real por el fortalecimiento de su educación. Los grandes temas que inciden de forma directa en la calidad de vida de las personas y en el desarrollo del país requieren la inclusión de una propuesta de formación ciudadana. Este tipo de propuesta no tiene nada que ver con mecanismos manipuladores para que la sociedad acepte una reforma que robustezca el capital de los más ricos y deteriore vertiginosamente la ya precaria situación del porcentaje más elevado de la población. Es recomendable que a la ciudadanía en general, especialmente a la más sencilla en materia educativa, se le explique la naturaleza de la reforma, las razones que le dan sentido y las implicaciones para los ciudadanos. De igual manera, se ha de diseñar una estrategia que involucre a la ciudadanía en la discusión. Es necesaria una discusión inclusiva y democrática. No se debe mantener una discusión elitista que les dicte a los demás los planteamientos centrales de una reforma que va a impactar la vida de la gente.

Es importante que los teóricos de la reforma fiscal y el gobierno revisen qué quieren decir cuando se lamentan por la baja calidad de la formación ciudadana. También deben revisar por qué no aprovechan los temas vitales para mejorar de forma significativa la educación y la participación social. Estos temas vitales son los que deben analizarse en un contexto educativo y de participación amplia. De no ser así, se incide de forma negativa en la calidad de la formación ciudadana; y las personas se convierten en objetos de los economistas, de los políticos y del gobierno. La privatización de los saberes y de los métodos de análisis y discusión deben ser asuntos del pasado.

Parecería que hay interés en el desarrollo de tensiones sociales. Estas se cultivan y emergen sin esfuerzo alguno cuando a la ciudadanía se le mantiene orillada de la información integral, del debate y del diálogo reflexivo. Si ese interés es real, es tiempo de cambiar de posición y abrirse a un proceso que priorice la educación en la reforma fiscal y para la reforma fiscal. Para nadie es un secreto que el contexto de la pandemia ha provocado cambios profundos en la esfera de la salud, de la economía, de la educación y de las condiciones de vida. Estos cambios determinan modificaciones necesarias en diferentes ámbitos de la vida nacional, pero no pueden hacerse acentuando el problema educativo de las personas. Proponemos que especialistas en reforma fiscal, políticos comprometidos con el bien común y funcionarios del gobierno formados en este campo y sensibles a los más vulnerables, diseñen una estrategia de información y de educación. Esta estrategia debe tener como objetivo principal el fortalecimiento de la calidad de la educación de la sociedad; y una participación consciente y corresponsable en la reforma fiscal.

Fuente: https://acento.com.do/politica/taveras-califica-las-exoneraciones-como-privilegios-irritantes-de-ejercicio-politico-8999539.html

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Evaluaciones escolares Tiránicas

Por: Heriberto Prieto Zamudio

«La Tiranía de las evaluaciones es el mayor lastre educativo para el desarrollo humano y formación ciudadana que tanto demanda la era digital…»

El período evaluatorio es la parte del proceso de enseñanza aprendizaje que culmina con asignar una calificación en función de valoración a los aprendientes. ¿Pero qué pasa cuando se realiza ante el autoritarismo docente y descontento de alumnos y padres de familia?

Inicia el curso, en la primera clase el Profesor se dirige a sus alumnos dando la bienvenida, presentándose, dando a conocer el contenidos del curso, los insumos de trabajo, la forma de trabajo y de evaluación. Durante la sesión dice la siguiente frase “Esto no es una Democracia así que lo que yo diga es lo que se hace”, con ella coarta toda posibilidad de una enseñanza democrática y justa

Evaluar es parte de un proceso de un curso. El docente establece los aspectos cómo se llevará a cabo la evaluación pero también implica especificar los criterios de evaluación que se llevarán a cabo con los cuales tomará en cuenta para asignarle una calificación. Es por ello que no puede dejar lugar a duda sin especificar los medios, días y horas en los que se llevará, cualquier cambio deber ser anticipadamente previo a una semana antes por lo menos.

Pero volviendo a la frase autoritaria desgastada en el tiempo para un sistema educativo protocolario de alto rigor apegado a tradiciones que pese a los cambios con un mundo más informado por el uso de las tecnologías de la información y comunicación, en un sistemas educativos donde se promueve el cambio a la democracia. La ética profesional es considerada por el propio egocentrismo del docente al afirmar “Yo estoy bien por encima de todo es mi libertad de cátedra y nadie me puede tocar”.

Algunos docentes ante los cambios que conlleva el uso de las tecnologías, la digitalización y los cambios del modo de vida ante la nueva normalidad han tomado actitudes que en una clase presencial han replicado a sus anteriores prácticas de los espacios cerrados a un espacio en línea donde lo transmitido es visto por otros. Pero el mayor mal está en qué ante el colectivo de padres y alumnos las carencias de la capacidad del docente se refleja por sus propias excusas.

Las actitudes de los docentes se repiten durante el desarrollo de los cursos el que un alumno tiene mala conexión de internet o un dispositivo digital de limitadas capacidades sus fallas son recurrentes. Lo que origina el enfado de algunos docentes al no poder empatizar con él alumno y ser reprimidos con quedar fuera o tener menor puntaje. Una falta de consideración o empatía hacia al alumno que merma la dignidad de los alumnos, situación que desmotiva aprendizajes.

Pasamos a los extremos cuando el docente pasa a un grupo reducido o si no es que a uno solo aprobado, generando inconformidades a la mayoría de un grupo. Al no ser de la empatía del docente para motivar e incentivar al resto de sus grupos a trabajar en sus clases.

Los niveles de aprendizaje de los alumnos por los docentes que sin cambiar sus prácticas educativas (perpetuarse en el tiempo) y sin empatía con sus alumnos. Para mantener sus niveles de aprobación escolar realizan instrumentos evaluatorios con niveles que escasamente llegan a lo elemental.

El usar instrumentos evaluatorios o reactivos con niveles de complejidad elemental en los aprendizajes fundamentales están condenando a la carencia en competencias en el desarrollo del pensamiento critico y creativo dejando indefensos para los trabajos futuros.

La razón principal de una evaluación sea memorística o de desempeño de los alumnos su fin está en saber si tiene las competencias disciplinares y genéricas, también las socioemocionales que se dan en la misma proporción que el docente impacta en sus alumnos.

Cómo bien lo dice Lawrence Stenhouse en 1984:

“La evaluación es el medio menos indicado para mostrar el poder del profesor ante el alumno y el medio menos apropiado para controlar las conductas de los alumnos. Hacerlo es síntoma de debilidad y de cobardía, mostrándose fuerte con el débil, además de que pervierte y distorsiona el significado de la evaluación.”

La Tiranía de las evaluaciones es el mayor lastre educativo para el desarrollo humano y formación ciudadana que tanto demanda la era digital.

¿Y tú docente realizas evaluaciones Tiránicas?


#educación #educacióndisruptiva #evaluación ##formacióndocente #alfabetizacióndigital #habilidadessocioemocionales #competenciasparalavida #tecnologiaysociedad #tecnologiaeducativa #competenciadigitalcero #formadoresdelcambio

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/evaluaciones-escolares-tiranicas/

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100 años de la SEP

Por: Víctor Manuel Silva Galaviz

Mediante un decreto que se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Secretaría de Educación Pública se creó el 3 de octubre de 1921, por tal motivo te invito a realizar el siguiente ejercicio de reflexión.

Imagina  que si alguien hubiese invernado en la Época Victoriana y hoy lograra despertar le sería muy difícil reconocer y comprender la mayoría de las cosas y la forma de vida de hoy, tal vez abriría el cofre de los autos en la ilusión de encontrar mini caballitos reales que sean los que con algún mecanismo hagan girar las ruedas, a los focos les buscaría apagar la flama  de fuego que produce la luz, y seria sumamente divertido acompañarle por primera vez al cine imagino que al igual que las primeras personas que asistieron a la función del llamado zoopraxiscopio, que se dice que salían despavoridas de la pequeña carpa en donde se proyectaba y estas eran en blanco y negro, sin audio y una calidad muy baja, de los aviones y otras tecnologías les serian aparatos más mágicos que científicos y tristemente si  a este personaje imaginario lo pusiéramos a ver un edificio en donde existen estructuras de tipo rectangulares con ventanas  y en su interior en una de las paredes con un pizarrón, un adulto hablando frente de él varios jóvenes con una postura solemne, en un lenguaje corporal de mutis, nuestro personaje los vería a todos sentados en líneas rectas impecables hechas de manera empírica,  más pasarían controles de calidad en alineación y estos jóvenes por alguna razón se ven todos iguales muy parecido a lo que le cometan que es la producción en serie de manera masiva, visten igual cosa que nuestro personaje no entiende si solo venden ese tipo de ropa o será norma, su peinado es muy parecido entre si piensa que tal vez al llegar a este lugar tan silencioso y pulcro meten la cabeza algún tipo de tubo o casco y los peina para que se vean iguales; lo que más le llama la atención y le es inexplicable como le hacen para que todos sean de la misma edad, será que ahora se pueden también producir de manera mecánica a los hijos y que la procreación ya es también un asunto de producción, programada y con controles de estandarización y calidad y si así fuere que hacen para satisfacer el deseo sexual propio de  todo humano, mientras sigue reflexionando sobre lo que ve y sus dudas algo que si tiene la certeza que aquella escena es de una institución educativa como las que el conoció y en donde solo pocos afortunados y casi siempre en adoctrinamiento religioso ya existían en su época, sus dudas son de las formas que ve es lo mas certero que ha experimentado eso es un lugar de instrucción, el método es igual, las herramientas son las mismas, hasta el instructor o maestro se viste igual que los que el conoció, cuando le explican que la primera tercera parte de la vida actual de las personas deben asistir 8 y hasta 10 horas a clases para lograr tener un empleo, le es totalmente irónico porque desperdiciar tanto tiempo de vida entre cuatro paredes y si los preparas para laborar donde están los talleres en donde pondrán en práctica de manera lúdica los conocimientos adquiridos y por qué pasan tanto tiempo encerrados para luego salir a buscar algo que se presupone estuvieron preparándose tanto pero tanto tiempo.

Fuente de la información:  https://www.educacionfutura.org

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Reimaginar la educación para ayudar a los estudiantes a prosperar

Por: Paulette Delgado

 

Se necesita una comunidad para asegurar que los estudiantes tengan un futuro exitoso.

En el último año y medio, gracias al COVID-19, pareciera que todo ha cambiado, especialmente la educación. Más allá de pasar de aulas físicas a clases en línea, la pandemia desafió a la comunidad educativa a imaginar la enseñanza y el aprendizaje de una manera distinta. Obligó a repensar qué es lo que realmente importa cuando se trata de educar a una generación de estudiantes que ha tenido que soportar la contingencia.

El rol de las universidades

Las universidades no pueden seguir descuidando su papel de preparar a los estudiantes para la fuerza laboral. Los alumnos siguen estudiando después del bachillerato para conseguir un trabajo, ganar más dinero, sin embargo, existe una desconexión entre lo que ellos quieren y lo que buscan los empleadores. Las universidades son las guardianas del talento para la fuerza laboral y deben priorizar la preparación profesional. Para los líderes de la industria, la educación superior es la fuente de habilidades profesionales.

Desde el inicio de la pandemia, los trabajos que necesitan un título profesional se desplomaron en un 45 %, lo que demuestra que cada vez son más los empleadores que valoran más las habilidades y la experiencia que completar una carrera universitaria. Es por esto que las instituciones necesitan una comprensión de qué tan bien preparan a sus estudiantes para el mundo laboral y ajustar sus programas curriculares y cocurriculares; deben estar en constante cambio de especializaciones y programas, principalmente las habilidades deseadas por los empleadores.

Actualmente la brecha de habilidades se puede resumir en dos categorías: digitales y blandas. El 66 % de los trabajos creados en la última década requieren habilidades digitales altas o moderadas. Durante la pandemia, cuando muchas empresas pasaron al teletrabajo, se demostró que la fluidez digital no se limita al sector tecnológico y empresarial, es necesario en todas las áreas. Incluso los estudiantes reconocen su necesidad de aprender habilidades digitales. En una encuesta realizada por Internships.com y General Assembly en el 2014, el 52 % de los estudiantes dijeron que estas habilidades deben ser una parte indispensable de su educación. Por otro lado, están las habilidades blandas como la comunicación escrita y oral, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y la aplicación del conocimiento en un ambiente real, entre otras. Sin embargo, sólo el 14 % de los empleadores creen que los recién graduados tienen estas habilidades.

Para abordar los desafíos del futuro laboral de sus alumnos, enfocarse sólo en las habilidades no es suficiente. Las universidades deben observar el panorama institucional general, las tendencias laborales y la saturación del mercado. Deben incluir una revisión centrada en la admisión de carrera, asuntos estudiantiles, plan de estudios y calendario académico. Además de conocer de manera precisa las necesidades de los empleadores y no sólo la demanda laboral existente sino la futura. En conjunto, esta información proporcionará a las universidades una visión más clara de las ofertas curriculares y cocurriculares.

Una vez que una institución tiene una imagen funcional de las demandas laborales y de los programas, así como las habilidades que los empleadores esperan de los estudiantes que ingresan a la fuerza laboral, la próxima tarea será determinar cuándo y cómo entregar ese aprendizaje a secciones transversales más amplias de estudiantes. También es importante considerar que cada vez más trabajos requieren una capacitación constante, especialmente debido a los desarrollos tecnológicos. Por ello, las universidades deben considerar crear programas de microcredenciales que se alinean directamente con las necesidades de la industria, como bootcamps o cursos individuales. Esto abre la puerta a un mercado interminable de asociaciones corporativas que pueden crear cursos o bloques modulares según sus necesidades.

No obstante, para preparar a la fuerza laboral del futuro, es necesario no sólo enfocarse en los estudiantes universitarios, sino también en los más jóvenes. Según un estudio de la organización McKinsey, la pandemia dejó a los alumnos con un promedio de cinco meses de retraso en matemáticas y cuatro meses de retraso en lectura al final del año escolar. Las consecuencias del COVID-19 amenazan con limitar las oportunidades de estas generaciones. La posibilidad de asistir a la universidad es uno de los aspectos que resultó más afectado, lo que impacta en la posibilidad de encontrar un trabajo satisfactorio y digno. El análisis de McKinsey sugiere que los estudiantes americanos pueden ganar entre $49,000 y $61,000 dólares menos a lo largo de su vida debido al impacto de la pandemia en su educación.

El caso de Texas: ayudando a los jóvenes a prosperar

Uno de cada diez jóvenes menores de 18 años en Estados Unidos viven en Texas, ¿cómo se prepara este estado para ofrecer educación de calidad para el 2036? Para contestar esta pregunta, el Instituto George W. Bush junto con “The 74”, una plataforma de publicación digital educativa, se dio a la tarea de mapear los puntajes de lectura de tercer grado, las tasas de graduación de la preparatoria, el nivel de educación superior y los salarios promedio de ciudades como Houston, Dallas y Austin. Los investigadores centraron su atención en examinar qué tan bien se están preparando los estudiantes de Texas para la fuerza laboral mientras el país se recupera de la pandemia.

Su investigación se centró en la coalición de organizaciones y líderes comunitarios centrados en la educación, que describen como “ecosistema”, las acciones de la junta escolar y el uso de la legislación y políticas públicas, es decir, “gobernanza” y por último, el uso de políticas sólidas, “la innovación”. Para ellos, estos tres elementos son complementarios y deberán trabajar juntos al servicio de los jóvenes porque una gobernanza escolar sólida y ecosistemas educativos eficaces son fundamentales para ayudar a los estudiantes a prosperar.

Los datos demuestran que muchos alumnos están atrasados en los niveles de lectura en tercer grado y de matemáticas en octavo grado, y aún así, lograron graduarse de la preparatoria. Para los autores del estudio esto plantea la pregunta: “¿estaban realmente preparados para la oportunidad y su próximo paso, o los preparamos para fallar al pasarlos al sistema?”  Estos datos se vuelven aún más relevantes por su conexión entre el nivel de educación y los ingresos anuales. Un mayor nivel educativo se traduce en una mayor capacidad de generar ingresos, ayudando a evaluar si los texanos tendrán una vida significativa. Entre más grandes sean sus salarios, más grande es su capacidad de tomar decisiones, mayor acceso a oportunidades y capacidad de adaptación durante crisis económicas.

Houston

Hace 15 años, la ciudad de Houston, Texas, tenía un gobierno efectivo y una comunidad de apoyo que producía innovaciones impresionantes y mejores resultados. Hoy en día, según los investigadores, el progreso de los estudiantes se ha detenido. En parte, el problema proviene del Distrito Escolar Independiente (ISD por sus siglas en inglés) de Houston; este es el sistema de escuelas públicas más grande de Texas. Durante los últimos cinco años ha tenido un superintendente que duró dos años en su cargo y dos superintendentes interinos en tan solo tres años. Aunado a esto, la Agencia de Educación de Texas tomó el control del HISD en 2019, provocando una pelea por control por los últimos dos años. Esta lucha interna ha dejado el progreso de los estudiantes y sus resultados en segundo plano.

Afortunadamente, en junio de este año el HISD nombró a Millard House, un educador con experiencia de más de 26 años, como el superintendente. House promete utilizar la investigación a la hora de crear mejores prácticas, especialmente en las escuelas de bajo rendimiento. Esto funcionó antes en la ciudad ya que, a principios de los noventas y durante las siguientes dos décadas, los líderes empresariales, las organizaciones sin fines de lucro y los filántropos se unieron para juntar información y evaluar datos para impulsar estrategias innovadoras en la educación, como el sistema de pago por mérito para los educadores.

Contar con un buen ecosistema ayuda a analizar qué es lo importante para los alumnos. Unir fuerzas con organizaciones puede realmente beneficiar la educación. Está Good Reason Houston, por ejemplo, una organización que lanzó un plan para cambiar la calidad del aprendizaje. Esta organización sugiere replicar o extender escuelas exitosas, crear sistemas para identificar y recompensar a los maestros efectivos dándoles incentivos para que enseñen en las escuelas con más dificultades de la ciudad. Aunado a eso, utilizar planes de estudio que hayan demostrado su eficacia, dar a los alumnos apoyos e intervenciones individuales en caso de que lo necesiten e involucrar a las familias en todas las tomas de decisiones de las escuelas.

Dallas

En el 2011, el ecosistema de Dallas recorrió ciudades de todo el país para conocer distintos sistemas escolares urbanos para saber qué dirección tomar ya que, en el periodo 2010-2011, 33 de sus 230 escuelas fueron calificadas como «académicamente inaceptables». Este viaje resultó en la contratación de un nuevo superintendente en el 2012, Mike Miles, y en el lanzamiento de “The Commit Partnership”, una organización sin fines de lucro que reúne a otras organizaciones para impulsar el éxito educativo y la movilidad económica del condado. Este proyecto fue impulsado por el empresario y filántropo Todd Williams. The Commit Partership se enfoca en recopilar, informar y analizar datos para ayudar a los fideicomisarios escolares a tomar decisiones basadas en investigación. En ese periodo, el alcalde de Dallas era Mike Rawlings, hijo de maestros, lo que reforzó el movimiento de repensar la educación. “No podríamos crecer con escuelas marginales. La educación es lo único para superar las brechas entre los que tienen y los que no tienen en Dallas”, señaló Rawlings en un reporte de Anne Wicks y William McKenzie.

Se empezaron a producir cambios importantes en la educación centrándose en los estudiantes, por ejemplo, Dallas ISD comenzó a diferenciar la enseñanza eficaz. Pasó de un sistema de evaluación en el que el 95 % de los maestros obtuvieron calificaciones altas, a uno de evaluación múltiple para identificar a los educadores más efectivos y con mejor desempeño. Estos recibieron incentivos para enseñar en el programa “Acelerando la Excelencia en el Campus”, creado por Mike Miles, para atender a las escuelas con menor rendimiento.

Aún con todos estos esfuerzos, el progreso académico de los alumnos ha sido desigual. Los puntajes de matemáticas de octavo grado del 2019 estuvieron por debajo del nivel de otros distritos urbanos pero los resultados de lectura de los de tercer grado mejoraron en un 9 % entre el 2012 y el 2019. La creación de un nuevo ecosistema que se basa en los resultados de los estudiantes tomando en cuenta las diferencias entre las minorías, ha ayudado a Dallas a mantener este impulso para garantizar mejores resultados a pesar de la pandemia. Pero, tomando a Houston como ejemplo, este tipo de enfoques puede evaporarse rápidamente si se debilita el ecosistema de apoyo.

Austin

A diferencia de las otras dos ciudades, Austin no ha tenido una gobernanza sólida o una cultura centrada en los resultados. Aún así, entre 1999 y el 2009, bajo la superintendencia de Pat Forgione, el condado tuvo iniciativas como jardín de niños gratuito, pequeñas comunidades de aprendizaje y más opciones de bachillerato. Durante este periodo, el distrito obtuvo dos veces el primer y segundo lugar entre los distritos urbanos en los exámenes de Evaluación Nacional del Progreso Educativo. Una intensa campaña de participación pública impulsó el crecimiento de la matriculación de estudiantes en un 8.5 %. Por otro lado, aumentaron las inscripciones de las escuelas autónomas, lo que resultó en una variedad de opciones entre escuelas. Esto ha disminuido la inscripción a escuelas dentro del Distrito Escolar Independiente de Austin, y la junta escolar se centra en cerrar las escuelas de las comunidades a medida que las inscripciones bajan, en lugar de buscar mejorar la calidad para atraer a más familias del distrito. Además, la junta no promulgó un calendario extendido para abordar las pérdidas de aprendizaje derivadas de la pandemia.

Gracias a los resultados las evaluaciones de preparación académica del estado de Texas, (STAAR por sus siglas en inglés), exámen proporcionado por la Agencia de Educación de Texas, existen datos sobre la brecha antes de la pandemia y cómo esta ha afectado a los estudiantes los últimos 18 meses. El COVID-19 afectó de manera desproporcional a los estudiantes de color de la región.

El trabajo de las escuelas es preparar a sus estudiantes para oportunidades futuras. Para lograrlo, se necesita un trabajo en conjunto entre el gobierno, organizaciones, universidades, estudiantes y familias, Como demostró Texas, tener un buen ecosistema es clave para generar un cambio sustancial. Se necesita recopilar información para reconocer lo que los estudiantes necesitan para mejorar sus resultados, o en caso de las universidades, lo que buscan los empleadores y lo que los alumnos ofrecen. Para que los estudiantes realmente prosperen, se necesita reimaginar la educación desde el jardín de niños. Si desde el tercer grado los estudiantes presentan dificultades para leer y más adelante tienen un mal desempeño en matemáticas, el ecosistema debe evaluar qué es lo que realmente necesitan y cómo mejorar. Lo mismo sucede con las universidades, si los datos demuestran que se necesitan ciertas habilidades para garantizar el éxito de los futuros egresados ¿por qué no cambiar para poder ofrecérselos?

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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