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Reflexiones Para Un Futuro Más Justo (A Pesar De La Tecnología)

Por: Luis Meyer

¿Es posible situar al ser humano en el centro de la revolución tecnológica para poder garantizar sus derechos en el futuro que está por venir? El Foro de Humanismo Tecnológico, organizado por ESADE, presenta sus propuestas para que la transformación digital no genere brechas en la democracia.

El siglo pasado y el anterior era habitual que escritores clásicos del género fantástico anticiparan en sus novelas hechos ficticios que se tornaban reales en el futuro. Es el caso de Julio Verne, que predijo que el ser humano sería capaz de llegar a la luna o de recorrer el fondo del mar en algo parecido a un submarino. Hoy asistimos a un hecho similar, si bien los acontecimientos se desarrollan con semejante precipitación que resulta trasnochado llamar al género ‘ciencia-ficción’, y ahora se estila más la etiqueta ‘distópico’: los guiones de la serie Black Mirror, por ejemplo, no son una predicción acertada de lo que sucederá en unas cuantas décadas con la tecnología, sino de lo va a ocurrir mañana. Un mañana en el que las máquinas convivirán con nosotros en nuestro día a día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Nos guste o no.

«La revolución digital no admite vuelta atrás a pesar de los riesgos distópicos y deshumanizadores que aloja en su seno. Para neutralizarlos y no perder su tracción de progreso económico y social debe incorporar un relato crítico que resignifique éticamente su contenido y una agenda legislativa que encauce democráticamente su desarrollo futuro». Esta conclusión resume lo que se trató en el Foro de Humanismo Tecnológico organizado por ESADE (Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas) bajo la dirección de José María Lasalle, y en el que voces expertas de numerosos sectores (concernidos por el hecho digital) reflexionan y debaten sobre el impacto que tiene (y tendrá) la tecnología en la vida y los derechos de las personas. 

El cambio debe resignificarse éticamente y alinearse con los valores de la democracia, una prioridad en la agenda legislativa

Todos los participantes coincidieron en la necesidad de un empeño colectivo que debe traducirse en dos misiones principales de acción pública: «Una, dedicada a preservar la centralidad ética y la primacía decisoria del ser humano en entornos automatizados; otra, volcada en garantizar la protección de la dignidad humana en todos los desarrollos tecnológicos que acompañen la era digital».

Fruto de este encuentro, en la entidad han recopilado 23 propuestas concretas para situar al ser humano el centro de la automatización global. De ellas se desprende que el cambio al que asistimos debe resignificarse éticamente y alinearse con los valores de la democracia, lo cual debe ser una prioridad en la agenda legislativa de políticas públicas, tanto a nivel nacional como europeo, con el objeto de corregir la descompensación entre el poder tecnológico y el democrático.

En este sentido, Jorge Moruno, diputado de la Asamblea de Madrid, alertaba en la jornada del poder extraordinario que acumulan las corporaciones tecnológicas globales. «No solo porque incrementan su cuenta de resultados y su capitalización de forma astronómica, sino porque hegemonizan un desarrollo cultural de la tecnología que fija condiciones materiales de dominación que someten a la sociedad a sus dictados». Otra de las conclusiones de ESADE alude a este respecto: «La ciberdemocracia será posible si la revolución digital neutraliza las tendencias de dominación económica y cultural que despliegan las corporaciones tecnológicas al actuar como monopolios que erosionan la libre competencia».

El trabajo en un futuro dominado por la inteligencia artificial y la robótica ocupó un lugar preponderante en el debate: el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, opina que debemos humanizar la tecnología y, con ella, los avances e innovaciones que introduzca su desarrollo. «Solo desde su humanización se preservará mejor la igualdad de oportunidades y se desarrollará un mundo más equilibrado donde se garantice a cada uno de nosotros seguir siendo dueños de nuestra libertad».

Gramendi (CEOE):«Solo desde la humanización se preservará mejor la igualdad de oportunidades y se desarrollará un mundo más equilibrado»

Una humanización que pasa por evitar esa automatización que promueva contrataciones deslocalizadas e inmediatas, que aumentan la flexibilidad y el dinamismo pero a costa de mayores dosis de precariedad en el sistema laboral, tal y como señala ESADE en otra de sus conclusiones. «Urge afrontar reformas que reactiven el papel del Estado, que debe impedir la desprotección e indefensión de los trabajadores». Para ello, desde la institución académica proponen la  aprobación de una carta digital de derechos laborales individuales y colectivos que incluya la negociación colectiva y la sindicación, la no discriminación algorítmica y la facilitación de la transparencia de los códigos y sesgos de los procesos de automatización que organizan la empresa.

De hecho, la educación es el pilar fundamental que debe sostener la humanización en medio del vendaval tecnológico. Por eso, los participantes en el debate reclaman que apueste por habilidades digitales críticas en las que el conocimiento de las humanidades resulte fundamental: «Solo una sociedad educada en la libertad de decidir y en la capacidad de responsabilizarse de las decisiones, podrá establecer relaciones equitativas dentro de un ecosistema digital sometido a la inteligencia artificial».

Las reflexiones y conclusiones que ha alumbrado el Foro de Humanismo Tecnológico (un espacio de debate que sigue vivo en una web que aloja publicaciones y pódcasts ofrecen análisis y contenidos sobre los déficits éticos y democráticos que acompañan la automatización de nuestra sociedad) abarcan innumerables aspectos de nuestra sociedad, pero tienen un mismo fin: alcanzar un futuro más justo, sin que la tecnología se interponga en este cometido. En esta línea, desde ESADE concluyen: «Para garantizar la libertad y salvaguardar la primacía decisoria de los seres humanos, es necesario que la transformación digital de nuestras sociedades democráticas no agrave las brechas que acompañan su desarrollo. Algo que debe plantearse a nivel nacional y europeo, pero que requiere, también, acciones globales».

Fuente de la información e imagen: https://ethic.es

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Más allá de la USICAMM…

Por: Abelardo Carro Nava

Bien decía José M. Esteve en su texto La aventura de ser maestro publicado en la década de los noventa: “la enseñanza es una profesión ambivalente. En ella te puedes aburrir soberanamente, y vivir cada clase con una profunda ansiedad; pero también puedes estar a gusto, rozar cada día el cielo con las manos, y vivir con pasión el descubrimiento que, en cada clase, hacen tus alumnos”, y no se equivocaba.

Pienso que detrás de esa ambivalencia, se encuentran innumerables estudios y explicaciones que podrían brindarnos un sinfín de diálogos que conducirían a comprender las complejidades de la enseñanza que son propias de un sector que por décadas ha sido objeto de estudio: el magisterio.

También pienso que, dentro de esa misma ambivalencia, subyace lo extenuante y gratificante de tal ejercicio. Supongo, son parte de una actividad humana que, al igual que otras, con sus propias características y peculiaridades, encuentran momentos diversos de aburrimiento, gusto, cansancio o gratificación. ¿No acaso el hombre por ser hombre tiende a actuar de diferente manera a partir de su propia individualidad y circunstancias?, ¿qué motiva a ese hombre a actuar de tal o cual manera? Interrogantes que, indistintamente, merecen la oportunidad de ser dialogadas, por ejemplo, y de manera específica, con quienes se encuentran inmersos en el sistema educativo nacional. Un sistema que, a través de los gobiernos que lo han maniatado y corrompido, no ha podido valorar la profesión docente como se hubiera querido. Me explico.

Levantarse muy de mañana, preparar (tal vez) el desayuno propio y de sus familiares, dirigirse a sus respectivos planteles escolares en lugares muy diversos (cercanos o alejados de sus hogares), ingresar a una escuela que cuenta con lo necesario para el desarrollo de su labor o, por el contrario, que adolece de lo mínimo; y luego, la recepción de alumnos y el saludo para comenzar el día.

Obviamente la planeación que elabora el profesor, con una determinada estructura (inicio, desarrollo y cierre), por cada una de las asignaturas/contenidos, es fundamental para la generación de aprendizajes. Flexible como lo es, este ejercicio es cambiante, día a día, semana tras semana, mes con mes; no se detiene. Obedece a una lógica; una que se desprende del diagnóstico diario que, si bien es cierto que no siempre queda plasmado o registrado en un papel, también es cierto que el mismo saludo del maestro o maestra hacia sus alumnos, y la respuesta de éstos hacia este hecho, ofrece una gama importante de posibilidades que favorecen la adecuación de tiempos, materiales o de conocimientos.

Indagar ideas previas sobre un tema a partir de un cuestionamiento; reajustar esa planeación y la organización diaria por las respuestas obtenidas de los estudiantes derivadas de esa interrogante, no es un asunto menor. Implica un conocimiento fino por parte de quien tiene en sus manos facilitar el aprendizaje. Claro, en mayor o menor medida, pero el enseñante desenreda el estambre para tejer las diferentes nociones de lo aprendido, hasta ese momento, por sus alumnos. Jamás es o se hace lo mismo, aunque por muchos años se haya dado clases en primero, segundo o tercer grado en una escuela primaria. Siempre es cambiante. Obedece a una lógica inserta en eso que llamamos docencia.

Y luego las actividades de los chicos al interior de los planteles (o en momentos de pandemia), ya sea con el libro de texto, cuadernillos, libretas, con una pizarra eléctrica, o bien, con recursos propios de los contextos: unas piedritas, frijoles o lentejas; todo se ajusta de acuerdo al diagnóstico/asignatura/contenido/alumnos puesto que, ya sea de manera individual o en equipo, se da paso a la interacción social para el andamiaje del conocimiento. Todo en un instante. Sí, un instante que se desprende de lo que el mismo enseñante organiza a través de esas actividades, obviamente, a partir de sus alumnos y de las habilidades que son manifiestas en éstos y, desde luego, aunado a su experiencia y formación académica. Siempre tienen un propósito o, como dirían algunos especialistas: una intencionalidad didáctica. Vaya, hay quienes aseguran, que los momentos de improvisación son parte de este ejercicio, siempre y cuando, no se abuse de éstos.

Y luego la socialización de la actividad realizada; ese intercambio de saberes que permite la reflexión propia en virtud de lo compartido. De todo se aprende. No hay duda. Se descubre, por ejemplo, que no hay un procedimiento único para llegar a un resultado, o que el conocimiento que “yo tenía” sobre tal o cual hecho se nutre con las aportaciones de los otros o de la ciencia.

Este ejercicio, desde luego tiene consigo mismo un proceso de valoración y aprendizaje importante.

Sí, de todo se aprende.

Desafortunadamente, en nuestros días, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) no ha aprendido nada o, tal vez, ha aprendido poco. El último proceso relacionado con el Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos, específicamente, en la aplicación del instrumento de valoración de recursos personales y prácticas educativas dejó mucho que desear. Se “evaluó”, en los participantes, la capacidad de responder a ciertas cuestiones a través de la construcción de un texto SOBRE su práctica educativa y no EN su práctica docente. Sí, una práctica docente que, como he referido, ocurre en un salón de clases. Sí, en un salón de clases, donde la ambivalencia se hace latente y donde el cúmulo de conocimientos y habilidades son detonantes para la generación y adquisición de aprendizajes.

Y para variar, la emisión de resultados que, indiscutiblemente, acrecentó la incertidumbre y falta de credibilidad en un proceso plagado de irregularidades.

¿En verdad no hay otra forma de “valorar” la práctica docente más que la que desde 1993, con Carrera Magisterial, se ha venido implementando en México?, ¿hasta cuándo se seguirá impulsando un sistema de estímulos salariales que, bajo las recomendaciones del Banco Mundial y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos, tienden a priorizar el mérito y desvalorizar lo que ocurre en el aula en razón del quehacer y profesión docente?, ¿no hay algo más allá de la USICAMM? Esto último lo pregunto porque la docencia, como bien se sabe, siempre ha estado. Sí, ha estado presente.

Al tiempo.

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org/mas-alla-de-la-usicamm/

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‘El Juego del Calamar’ no es el único: estos contenidos tampoco son para menores

Por:

‘Fornite’, ‘Stranger Things’ o ‘La Casa de Papel’ son algunos de los contenidos que muchos menores conocen y visualizan a pesar de no ser aptos para su edad. Una psicóloga educativa y un docente de Primaria nos explican las razones por las que no deberían consumirlos.

Desde hace unas semanas, la serie surcoreana ‘El Juego del Calamar’ está causando revuelo en el ámbito educativo debido a la reproducción de los violentos juegos de la ficción por parte de algunos estudiantes de Primaria en los patios de los colegios. Te lo contamos aquí.

No obstante, y al hilo de esta polémica, son muchas las familias y docentes que han comentado en redes sociales la problemática que surge con otros contenidos audiovisuales (series, películas, videojuegos…) a los que los menores también tienen acceso.

Un ejemplo ya clásico es la serie de televisión ‘Bob Esponja’, muy conocida entre niños de todas las edades, y que cuenta las aventuras de una esponja cuadrada y amarilla, Bob, y de su mejor amigo Patricio en el fondo del mar. Aunque en la actualidad está catalogada para mayores de siete años, lo cierto es que esta serie animada es una de las ficciones que más quejas ha recibido por parte de la audiencia en TVE (se emite en el canal de dibujos Clan y en Netflix) debido al lenguaje malsonante o la ‘violencia’ que se produce entre los personajes. Tanto es así que en el año 2015, RTVE tuvo que reconocer que no era apta para menores de siete años, y aún así, las quejas no han dejado de sucederse en años posteriores.

Bob esponja

Pero, ¿cuáles son los contenidos que más visualizan los niños a pesar de que no están indicados para ellos? Hemos consultado a una psicóloga educativa y a un docente de Primaria para que nos cuenten, de primera mano, cuáles son los contenidos audiovisuales más populares entre algunos estudiantes y las razones por las que no deberían verlos.

Videojuegos populares, pero no aptos para niños

En la lista de María Jesús Campos, psicóloga educativa y formadora, se encuentran varios videojuegos muy populares como Fornite, Grand Theft Auto o Call of Duty, a los que juegan pequeños y adolescentes. ¿Los principales problemas de todos estos contenidos? La violencia y el sexo implícitos o la aparición de comportamientos o vocabulario no aptos para niños. “Uno de los motivos por lo que los menores no deben visualizar estos contenidos se debe a su madurez cognitiva, que no está preparada para las acciones que aparecen en ellos”, destaca Campos.

videojuegos no aptos menores
  • Fornite. Catalogado para mayores de 12 años, este juego es, para Campos, no recomendable para menores por las acciones y el fin del propio videojuego: “Sobre todo en el modo competitivo del juego (Battle Royale), en el que el jugador tiene que ser el último superviviente del grupo. Además, jugar en modo online supone estar en contacto con personas que en ocasiones son desconocidas, suponiendo un peligro para los niños al no identificar algunos de los riesgos de la red y aportar datos personales mientras se está en las salas de espera del juego”.

Además, destaca las razones por las que atrae poderosamente a los niños: “Por la estética y los famosos bailes, pero también porque es un juego retador ya que hay que ‘acabar’ con los demás para garantizar la supervivencia. Y aquí es donde la madurez de los menores no es adecuada para gestionar y controlar muchos de los comportamientos, vocabularios y exigencias del juego”.

  • Grand Theft Auto. El popular GTA cuenta la historia de diferentes criminales y está recomendado para mayores de 18 años. No obstante, y tal y como indica Campos, juegan menores y adolescentes: “Es muy violento y durante el mismo se desarrollan acciones como violaciones, atracos, atropellos, robos, ‘matar por matar’… Se puede hacer lo que se quiera para cumplir con tu misión. El vocabulario y las imágenes son muy violentas ya que son acciones que el jugador decide realizar, por lo que hay que saber separar la realidad de la ficción”.
  • Call of Duty. También recomendado para mayores de 18 años, es un videojuego de estilo bélico y de disparos en primera persona. Campos destaca el alto contenido de violencia verbal, conductual y sexual. “Muchos niños se pasan horas jugando por el nivel de excitación que proporciona el juego. Esto repercute en sus acciones y expresiones a nivel emocional, de tensión y comportamientos. A nivel madurativo y de desarrollo cognitivo, el cerebro no está preparado para toda esa estimulación, ni para ver y gestionar esas imágenes”.

¿Y cuáles son las series no recomendadas?

Guillermo Buedo, docente de Primaria, destaca que los principales contenidos que visualizan sus alumnos (de 5º y 6º) son series muy populares (independientemente de si se emiten en abierto o en plataformas de streaming) y, curiosamente, también ‘realities’ de televisión. Por su parte, Campos ha añadido a la lista una serie reconocida a nivel mundial y exclusivamente para adultos.

Series de tv no aptas niños
  • Stranger Things y Padre de familia. Buedo destaca el miedo y el terror como los principales motivos por los que Stranger Things (para mayores de 16 años) no es apta para pequeños. La desaparición de un menor en extrañas circunstancias y los fenómenos que ocurren alrededor del mismo son dos de los factores por los que los estudiantes de Buedo la visualizan. El alumnado comenta al propio docente que, incluso, van a verla a casa de un amigo si en la suya no le dejan. Por otro lado, ‘Padre de Familia’ se trata de una ficción de animación creada para adultos que los menores también conocen. Pero Buedo destaca tres elementos no aptos para ellos. “En ella hay violencia, sexo y machismo”.
  • La que se avecina. Las aventuras de la comunidad de vecinos de Montepinar están calificadas para mayores de siete años, por lo que muchos de los alumnos de Buedo la conocen y la ven porque “es lo que hay puesto en la tele y es lo que está viendo la familia en ese momento”. Para el docente, hay razones por las que no verla con menores: “machismo, sexo o clasismo son algunos de ellos”.
  • Élite. Catalogada para mayores de 16 años, esta serie también es conocida por los estudiantes de Buedo. En su opinión, la violencia y el sexo implicitos o la aparición del suicidio son los motivos por los que considera que esta ficción, que relata el día a día de unos jóvenes en un colegio exclusivo para estudiantes adinerados, no debería ser vista por los más pequeños.
  • La Casa de Papel. Para mayores de 16 años, esta serie se ha convertido en todo un éxito a nivel mundial. Campos señala que la estética es uno de los principales motivos por los que atrae a los niños. “La estética y los disfraces (que han surgido después) ha llevado a los menores a visualizar la serie para comportarse (y jugar) como algunos de los personajes”.

Buedo también incluye en su lista un reality, ‘La isla de las tentaciones’, recomendado para mayores de 16 años y que, en su opinión, recoge elementos relacionados no solo con el sexo, sino también con el machismo. Asimismo, subraya que los estudiantes lo ven por ‘estar a la moda’ y porque las redes sociales influyen en ello. “En TikTok (que muchos tienen) parodian series o momentos que hacen crecer la curiosidad por ver todos estos contenidos”. Unas cuestiones en las que la psicóloga Campos coincide y por las que lanza una recomendación a las familias: “No hay que dejarse llevar por las modas y porque los menores les digan que todos sus amigos o compañeros lo ven. Es importante que las familias conozcan esos contenidos, indaguen sobre ellos y pongan límites”, concluye.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/contenidos-no-menores/

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La caja de bobos más grande que pueda existir: El METAverso de Facebook

Luis Bonilla-Molina

 

Mark Zuckerberg acaba de anunciar que desde el 1 de diciembre la empresa Facebook pasará a llamarse META. Esto tiene dos implicaciones, una de carácter empresarial para legitimar y construir viabilidad jurídica a una de las operaciones más importantes que vienen haciendo: la venta de información. Facebook usa la minería de datos para apropiarse la información desagregada de sus usuarios, la cual vende a terceros sin reportar porcentaje de ganancias para quienes de manera inconsciente proporcionan la información. La segunda para crear el metaverso, un universo virtual que modelará actividades como consumo, participación política, sociabilidad, educación e incluso filtrará el acceso a la innovación científica tecnológica.

 

Esto ocurre, en medio de la incredulidad de muchos docentes y gremios docentes respecto al sostenimiento de la ofensiva de las trasnacionales de la tecnología sobre el mundo educativo, tanto en la fase educativa presencial de la pandemia como durante la postpandemia. Hasta ahora, las actividades que pretende asumir el metaverso de Facebook eran parte de las tareas de reproducción cultural asignadas por el capital a los sistemas escolares (consumo, sociabilidad, ciudadanía, democratización del conocimiento).

 

Esto ocurre mientras entre el 40% y 50% de la población estudiantil – e incluso docentes- no tiene siquiera conexión a internet o aun dispositivo de conexión remota. Y el otro 50% -estudiantes y docentes- usó plataformas comunicacionales como zoom, googlemeet, streamyeards, Facebook o WhatsApp para maratones de doce horas de clase y más, evidenciando que no tienen ni la más mínima idea de la tormenta tecnológica que se avecina sobre la educación. En el primero de los casos estaríamos observando el surgimiento de la peor y más abrupta de las exclusiones de los últimos siglos, aún ocultada con discursos de pronta normalización; quienes están quedando rezagados hoy corren el riesgo de quedarlo permanentemente y pasar a la periferia de la peor de las pobrezas y marginaciones. En el segundo de los casos la educación durante la pandemia les convirtió en consumidores de tecnología, analfabetos en programación y algoritmos, destinados a seguir la pauta que impongan los acuerdos de gobiernos y sus ministerios de educación con las corporaciones tecnológicas. Por eso hemos insistido en la urgencia de alfabetización en los algoritmos para poder producir respuestas de emancipación y liberación en el actual contexto y sobre todo sobre la necesidad de un debate pedagógico mundial sobre las implicaciones de la cuarta revolución industrial en educación.

 

¿Que será el metaverso de Facebook?

Hasta Zuckerberg ha anunciado fragmentos de lo que será su metaverso y por ello afirmamos que será la más grande caja de bobos que pueda existir. Será un mercado virtual absurdo, donde van a cobrar dinero real por experiencias virtuales o tal vez sea gratuito para garantizar la alienación que sostenga el modo de producción y acumulación capitalista en la cuarta revolución industrial.

 

En el metaverso de Facebook, podrás tener avatares (réplicas tuyas) en la oficina y de tus amigos en casa. Mediante mecanismos de realidad virtual aumentada podrás compartir con amigos o personajes que tú crees, comprando alimentos, ropa, viajes, casas que solo estarán en este universo paralelo. Podrás viajar con amigos a lugares remotos con una sensación de realidad en tiempo real, propia de tecnología que hoy asociamos en su nivel primario al GPS.

 

En la caja de bobos más grande del mundo, quienes se sumen serán educados en comportamiento social, participación política, consumo y tendrán acceso a información filtrada y trabajada.

 

Claro que esto no será el 1 de diciembre de “golpe y porrazo”. La transición será lenta y sostenida pero seguramente, en el 2030, cuando los teóricos del Foro de Davos prevén el crash del sistema educativo global, el metaverso emergerá como alternativa más allá del entretenimiento.

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Chile, pionero en la vacunación de niños menores de 12 años contra la COVID

Por:

  • El país latinoamericano es uno de los pocos que está inoculando a menores de seis años en adelante en el mundo. Para la campaña de inmunización infantil, muchos colegios se han convertido en centros de vacunación, aunque no todos pueden por falta de recursos

Esta información ha sido publicada por elDiario.es

Chile es de los pocos países de América Latina (y del mundo) que está vacunando a los menores desde los seis años contra la COVID-19. El programa de inoculación infantil chileno se ha desplegado por lo general en los colegios, donde la semana pasada se terminó el plazo para administrar la primera dosis del laboratorio chino Sinovac. Al inicio de la campaña escolar, la subsecretaria de Salud Paula Daza dijo, en referencia a la segunda, que la Atención Primaria de Salud (APS) se coordinará con las escuelas para inmunizar a los niños y niñas, y quienes no puedan hacerlo en instalaciones educativas, podrán posteriormente en centro de salud.

En el Colegio Providencia de Santiago, una veintena de sanitarios del centro de salud y del Ministerio de Salud han sido los encargados de vacunar a cientos de escolares que presentaron el consentimiento de sus familias, dado que el proceso es voluntario.

«Destinamos dos mañanas para vacunar a los estudiantes y, además de la COVID, aprovechamos para poner otras dosis del programa nacional, como la vacuna contra el papiloma», dice Rose Marie Castex, psicóloga y responsable de Salud del centro educativo. Explica que las familias estaban satisfechas con la posibilidad de vacunar a sus hijos y el porcentaje de alumnado inoculado alcanzó el 70% de un total de 1.100 alumnos.

«Me llamó la atención el entusiasmo de los niños, estaban contentos con su carné de vacunas y bien informados porque los profesores hicieron un trabajo previo en las clases», dice. En su opinión, «el colegio es el espacio adecuado para llevar a cabo la vacunación masiva en menores de 12 años porque sienten que están dentro de su entorno diario, en su clase, con sus profesores, y eso ayuda a contenerlos».

El Ministerio de Salud espera vacunar a 1,5 millones de niños y niñas de aquí a diciembre. Hasta la fecha, se ha alcanzado el 60% de las primeras dosis en los menores de 12 años. En las próximas semanas empezarán con la segunda. Los adolescentes de 12 a 17 años vacunados con la pauta completa llegan al 69%.

Retomar las clases presenciales

La planificación de ese proceso se lleva a cabo desde servicios de salud municipales. La atención primaria de salud elabora el programa de los centros educativos de sus barrios. Las escuelas contactan con las familias del alumnado y solicitan su autorización. «Hasta ahora el proceso ha funcionado muy bien, hay buena aceptación y no se han levantado alertas de seguridad de la vacuna», dice Juan Pablo Torres Torretti, pediatra infectólogo y director de innovación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Sin embargo, no todos los colegios han podido convertirse en centros de vacunación. Para hacerlo se requieren recursos materiales y humanos de los que algunas instalaciones educativas no disponen, por lo que han preferido dejarlo en manos de la atención primaria en los centros de salud.

Autoridades y expertos esperan que la vacunación infantil permita retomar cuanto antes la presencialidad total en las escuelas. «Es un elemento adicional que le entrega aún mayor seguridad y confianza a las familias para poder volver a las clases presenciales», ha dicho el ministro de Educación, Raúl Figueroa.

El doctor Torres afirma que se pretende disminuir el impacto de la pandemia en los niños «no por la infección propiamente tal, sino por los problemas colaterales como la falta de contacto con sus pares y la falta de actividad presencial en escuelas que ha tenido consecuencias en la salud mental (con un aumento de cuadros depresivos, ansiosos e intentos de suicidio), física (con aumento de niños con sobrepeso y obesidad) y en trastornos del aprendizaje cognitivo».

Chile ha sido de los países de América Latina que más tiempo ha permanecido con las escuelas totalmente cerradas y con clases exclusivamente online. Cuando se autorizó la apertura parcial y se implementó la presencialidad de forma paulatina, la mayoría de los centros optaron por un modelo híbrido. Si bien hoy el 94% de los centros hace actividades presenciales, la realidad para la mayoría de niños y niñas es que solo asisten a clase una o dos veces a la semana (o cada 15 días) y el resto de horas continúan bajo la modalidad online.

Solo algunos colegios, la mayoría privados, han retomado la presencialidad diaria con sus propios protocolos. El Colegio de Profesores se ha opuesto de forma continuada a la reapertura presencial alegando que muchas escuelas «no están en condiciones de atender estudiantes y abrir sus puertas debido al abandono en el que están» y a la falta de recursos.

Qué países vacunan a los niños

Por ahora no hay un consenso entre la comunidad científica mundial sobre la vacunación de los niños menores de 12 años como sí lo hay en cuanto a los adultos. Quienes prefieren por ahora no aplicarla sostienen que la COVID no parece más preocupante para los niños que otras enfermedades respiratorias, pero quienes apuestan por hacerlo consideran que vacunar a los pequeños puede ayudar a proteger a los demás.

«Si bien los niños se infectan menos y tienden a tener cuadros mas leves o asintomáticos, pueden de igual manera infectarse y transmitir la infección al resto», dice el doctor Torres.

China fue uno de los primeros países en autorizar la vacuna contra la COVID-19 entre los más pequeños, a partir de los tres años, el pasado junio, con las vacunas Sinovac y Sinopharm. En agosto se sumó Emiratos Árabes Unidos, que también empezó a partir de los tres, y luego Israel.

Argentina está siguiendo el mismo camino. Cuba, por su parte, es el primer país del mundo en vacunar a niñas y niños a partir de los dos años, con su fórmula Soberana 02, producida en la isla. El Salvador y Chile están vacunando a los menores a partir de los seis años y Estados Unidos será el próximo en unirse a esta lista.

En Chile, durante las últimas semanas se ha detectado un aumento de los contagios y ya se han anunciado limitaciones de aforo que suponen un retroceso en el lento proceso de apertura que vivía el país. Se teme por la llegada de una tercera ola, que no se sabe cómo puede impactar.

La cobertura de vacunación con pauta completa (para mayores de 18 años) llega al 89,5% y más de cinco millones de personas se han inyectado una tercera dosis (o dosis de refuerzo), que ha pasado a ser parte del esquema de vacunación para los mayores de 55 años. El Ministerio de Salud no descarta incluir una eventual cuarta dosis contra la COVID-19.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2021/10/29/chile-pionero-en-la-vacunacion-de-ninos-menores-de-12-anos-contra-la-covid/

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‘El juego del calamar’: Lo que los padres pueden hacer para «matar» la curiosidad de sus hijos

Por: ABC

El equipo docente del colegio de Infantil y Primaria ‘Teresa de Calcuta’ de San Sebastián de los Reyes (Madrid) ha enviado una circular a todas las familias advirtiendo que han detectado entre los estudiantes «actitudes y juegos» relacionados con la serie ‘El juego del calamar’ y para frenar esta ola de imitación y difusión han decidido prohibir disfraces relacionados con ella para las próximas fiestas de Halloween. Como en éste, en otros colegios se han detectado situaciones similares que preocupan a los padres, ya que la serie contiene escenas de violencia que los más pequeños acaban por normalizarlas.

En declaraciones a Ep Televisión, el exdefensor del Menor y doctor en Psicología y en Ciencias de la Salud, Javier Urra, ha explicado que la serie tiene una violencia «muy clara y gratuita con ideas perversas» y que en ocasiones prohibir «puede ser pedagógico». En este sentido, ha recordado que la serie dice que es para mayores de 16 años y ha apelado a la responsabilidad de los padres.

«El problema de la serie es que es atractiva porque son juegos, por lo que los niños con 7 años en muchos coles ya juegan a ello», ha señalado a la vez que ha destacado que un joven de 16 años «tiene criterio pero uno de 11 no», y que por lo tanto no deben ver la serie.

En esta línea, el Urra ha explicado que lo «más inteligente» podría ser enseñar un trozo de la serie para que maten la curiosidad y no busquen escenas por su cuenta. «Explicarles por qué está mal, de algo tóxico y negativo hacerlo educativo».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-juego-calamar-padres-pueden-hacer-para-matar-curiosidad-hijos-202110190106_noticia.html

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Hacia una nueva aproximación geopolítica

Por: Luis Bonilla-Molina

El gobierno de Venezuela se reúne en México con una de las nueve fracciones de la oposición, estrechamente vinculada al gobierno estadounidense. Un acuerdo puede abrir las compuertas para volver a la política centrada en la gente y que la política de los políticos deje de hegemonizar la cotidianidad de los y las venezolanas.

Venezuela es una molestia para las élites latinoamericanas y occidentales. Y esto porque se atrevió a plantear una ruta distinta al capitalismo neoliberal en un momento en el que se anunciaba el triunfo del pensamiento único. Las élites —locales y extranjeras— han hecho hasta lo imposible por destruir tal iniciativa.

La violencia política auspiciada desde el exterior ha incorporado un elemento a la vida democrática desconocida en el país en las últimas décadas. La mayor esperanza que emerge de las negociaciones de México es que se conjure la violencia como opción política, se retome a la normalidad de la institucionalidad democrática y se levanten las criminales sanciones económicas, que solo han servido para causar sufrimiento al pueblo, enroscar al gobierno en la peor de sus facetas y nutrir el discurso acerca del fracaso el camino socialista. Lamentablemente, en la agenda de México no está incluida la urgencia de mejorar las condiciones salariales y de vida de quienes viven de su trabajo.

Después del fracaso de las negociaciones de Oslo, ahora, con el auspicio de los gobiernos de México, Noruega y el acompañamiento de Rusia, se reinstala una nueva mesa de conversaciones. Pero esta no es continuidad de la anterior, sino un nuevo capítulo. El gobierno venezolano se reúne en la sede del Museo de Antropología con una de las nueve fracciones de la oposición venezolana, estrechamente vinculada al gobierno norteamericano. Un acuerdo puede abrir las compuertas para volver a la política centrada en la gente y que la política de los políticos deje de hegemonizar la cotidianidad de los y las ciudadanas.

Política, economía y geopolítica

La mayoría de los análisis que se hacen al respecto sobrestiman la dimensión política nacional, sin tomar en cuenta las dinámicas económicas y geopolíticas asociadas a este proceso. Por ello, se quedan atascados en la bipolaridad de acuerdo o desacuerdo y les cuesta entender lo que está pasando como proceso.

La actual crispación política venezolana es el resultado de no haber podido resolver en el plano político la crisis económica que estalló hace casi cuarenta años (1983), social (Caracazo, 1989) y geopolítica (globalización e internacionalización del capital) generada en los años ochenta del siglo XX. La alternativa sistémica (Caldera, Chiripero), contestataria (Causa R) y antisistema (MBR 200) resultaron incapaces de construir un camino de solución a esta situación en la década de los noventa.

El triunfo electoral de Chávez (1998), resultante de una alianza amplia, se construyó en base a la posibilidad de resolverla. Durante los tres primeros años de gobierno, Chávez hizo énfasis en el aspecto social de la crisis, teniendo menos posibilidades en el plano económico y topándose con serias dificultades en el geopolítico.

El sector de la burguesía importadora que había acompañado a Chávez se sintió amenazado por las leyes aprobadas en materia de tenencia de la tierra, control de la renta petrolera y redefinición del papel de las instituciones del Estado. El golpe de Estado de 2002, la insurgencia popular para retornar a Chávez al poder y la ruptura con el sector burgués que había acompañado a Chávez crearon una nueva situación: de quiebre de la cadena Estado-burguesía, tan necesarias en un país en el que una parte muy importante de lo que se consume se importa.

Se produce, así, un fenómeno que no ocurría desde el periodo de Juan Vicente Gómez (a comienzos del siglo XX), en el cual el Estado le otorga licencias de importación a sectores cercanos a la burocracia gubernamental para intentar resolver el abastecimiento de productos, amenazado por la ruptura generada con el golpe de Estado de abril de 2002. Esto va generando un nuevo entramado de acumulación de ganancias y formas perversas de relación con el Estado que va conformando, en los años subsiguientes, una nueva burguesía, ahora asociada al proceso de transformación bolivariano.

No obstante, algunos grupos burgueses de la cuarta república —como el Grupo Mendoza o Cisneros— siguieron recibiendo incentivos y apoyos ante la imposibilidad de la nueva burguesía importadora de producir mercancías en el propio país o como resultado del intercambio de información por acceso a una porción de la explotación petrolera. Agreguemos que esto tiene episodios de contradicción entre el rumbo socialista formulado a finales de 2004 y las castas burguesas (de la cuarta y quinta república), que por razones de espacio no podemos desarrollar aquí.

A la crisis abierta en los años ochenta del siglo XX se añade este nuevo elemento: las contradicciones (2002-2012) entre la burguesía de la cuarta y la quinta república, para quienes la disputa del poder tiene una razón fundamentalmente económica que se expresa públicamente con ribetes ideológicos. Esto pasa prácticamente desapercibido por la mayoría de los sectores populares, que apuestan por una profundización socialista del proceso y para quienes Chávez intenta construir un entramado institucional y de apoyos que cada vez amenazan más a la vieja y nueva burguesía.

Mientras Chávez impulsa políticas que reviertan la deuda social acumulada, paralelamente promueve una inserción geopolítica del país que no solo es antimperialista (fundamentalmente antinorteamericana), sino que renueva lógicas de los no alineados a través de las alianzas con gobiernos progresistas, consolidando además una alianza estratégica con Cuba. Este es un factor que rompe con la relación dependiente y privilegiada que tuvieron EE. UU. y Venezuela en el siglo XX, un aspecto que incide hoy en las negociaciones en México y que no debe pasar desapercibido.

Chávez no arbitra la crisis abierta en los ochenta ni asume un papel mediador entre las fracciones burguesas, sino que apuesta por una radicalización del proceso desde abajo, dejando que surja una nueva burguesía como parte de una estrategia económica de sustentabilidad. Su enfermedad y posterior muerte se producen cuando el «juego» aún estaba abierto y en pleno desarrollo; cuando ninguna fracción burguesa se había impuesto, ni la realidad social había dado tiempo para que se afiance una nueva correlación de fuerzas intraclase. Las llamadas finales de Chávez al «golpe de timón» y «comuna o nada» reiteran que su apuesta era por una salida desde el campo popular.

Así, la llegada de Maduro al poder se da de manera prácticamente inesperada, en medio de una brutal caída de los precios del petróleo que pone en jaque el modelo rentista, de acumulación y conformación de burguesías a partir de la apropiación de las divisas extranjeras generadas por la industria petrolera. Los factores políticos asociados a la vieja burguesía entienden lo que implica esta caída de ingresos como posibilidad de generar una ruptura que permita retomar el control del gobierno.

Entre 2014 y 2017 tienen lugar distintas actividades insurreccionales cruzadas con agitaciones y movilizaciones que, sin embargo, no logran desplazar del poder a Maduro. Los gobiernos de Trump, Duque y Piñera estuvieron detrás del mayor peligro de invasión a la patria e inicio de una guerra civil; los incidentes de Cúcuta de 2019 fueron el punto más álgido de una escalada de violencia.

Si hay algo seguro, es que resulta imposible construir política centrada en la gente en medio de una espiral de violencia y con la polarización política a flor de piel. La crisis migratoria, especialmente desde 2014 a 2021, afectó mucho más a la oposición en términos políticos, al hacerle perder parte importante de su capacidad de movilización. No obstante, es incorrecto señalar que «todos los que se marchan son opositores»; la mayoría son ciudadanos que buscan sobrevivir a los estragos económicos de la crisis.

Maduro el hombre fuerte de la política venezolana

Maduro, a diferencia de Chávez, no solo asume el rol de árbitro y mediador entre las fracciones burguesas para estabilizar la situación política, sino que trabaja escenarios y modelos de articulación del capital nacional con el trasnacional. Se equivocan quienes valoran a Maduro como un personaje de reparto. Maduro no será un hombre culto, pero es un político sagaz: ha impuesto la lógica de la burocracia sindical a la política venezolana.

Desde su llegada al poder, paso a paso, se ha venido convirtiendo en el hombre fuerte, alejando cualquier sombra. Primero, debilitando y fragmentando a la oposición al combinar «zanahoria» (acuerdos con fracciones de los partidos, apoyos a disidencias, judicialización de la política) y «garrote» (ilegalización de organizaciones, inhabilitación, prisión de opositores rebeldes a la negociación).

Segundo, alejando de la estructura de los partidos y el gobierno a las figuras morales de referencia del chavismo —hasta llevar a algunas de ellas al terrible error de reunirse con el líder de la oposición que lideraba un intento de invasión al país—, vaciando con ello la posibilidad de construir una referencia ética chavista tradicional con opción política real. Tercero, expulsando de su entorno —y obligando al exilio europeo— al arquitecto financiero de la burguesía bolivariana, alejando su sombra y consolidando su liderazgo en este sector. Cuarto, bajando progresivamente el volumen a otros liderazgos del partido de gobierno, quienes de aspirantes a relevo pasaron a ser comodines (las recientes elecciones internas del PSUV así lo demostraron, reduciendo las fuentes reales de poder en el gobierno a cuatro: Maduro, Delcy y Jorge Rodríguez, Diosdado).

Quinto, estableciendo un nuevo modelo de control militar en las Fuerzas armadas, consolidando el liderazgo de un militar no carismático pero hábil Fouché de la estructura armada. Sexto, convirtiéndose en «la mano que mece la cuna» de las oposiciones: todas las oposiciones gravitan hoy alrededor de lo que dice o hace Maduro, prácticamente sin ninguna capacidad real de iniciativa. Séptimo, desarrollando casi con total impunidad un modelo de autoritarismo sobre quienes protestan ante los efectos terribles de la crisis económica, especialmente sobre dirigencia y sectores de base de la clase obrera. Octavo, usando el criminal bloqueo norteamericano contra Venezuela a su favor, como justificación de las políticas de arbitraje interburgués que procura desarrollar.

Noveno, construyendo una narrativa que se presenta como continuidad del chavismo, pero que en realidad expresa un intento por resolver desde el Estado la crisis burguesa generada en los ochenta. Décimo, instrumentalizando la desesperanza ante los efectos de la inflación desmedida, la devaluación astronómica de la moneda y la pérdida casi total del poder adquisitivo del salario. Décimo primero, logrando que en la mayoría de la izquierda latinoamericana prive la solidaridad automática, alejando la capacidad crítica sobre lo que ocurre. Ciertamente, Maduro pierde apoyos en la izquierda radical; pero en la izquierda ortodoxa y progresista el debate sobre lo que ocurre en el mundo del trabajo en Venezuela está aun pendiente. Décimo segundo: ha desarrollado un programa de ajuste estructural de la economía venezolana con profundo impacto social y en materia salarial que es justificado con las sanciones. De levantarse las sanciones serán los gremios y sindicatos debilitados quienes tendrán que luchar por una recomposición importante de acuerdo a los intereses del mundo del trabajo.

Ha tenido a su favor la migración masiva de venezolanos y venezolanas, que dejó sin una parte importante del ejercito de protesta (y base de votos) a casi todos los partidos políticos de oposición. Cierto es que apenas un pequeño grupo de quienes emigraron se pueden ubicar en la periferia de los partidos de oposición, pero sí eran su base fuerte de movilización.

Maduro es el hombre fuerte de la política venezolana, y su delegación va a las negociaciones de México con una agenda clara: a) desmontar las sanciones norteamericanas sobre la economía venezolana para poder cumplir cabalmente con su papel de árbitro de las burguesías y factor determinante en la contención social; b) generar con los distintos sectores de la burguesía un acuerdo de cohabitación que aleje la conflictividad política y social; c) al haber conocido durante estos años que la oposición cojea de la pata económica, intentarán llegar un acuerdo de nuevas reglas del juego político a cambio de convertir al Estado en garante económico de sus actividades; d) alejar la posibilidad de una convocatoria desde la oposición del revocatorio (ello, por hacerle entender a la oposición que en estas elecciones se concentren en alcaldías y concejalías y no en gobernaciones); e) construir en el imaginario social que ahora son las múltiples oposiciones, quienes se han dividido tanto, las culpables de que no exista recambio político.

En México, Maduro comienza a construir otra aproximación geopolítica, más cercana a la socialdemocracia que al viejo concepto de no alineados; la idea del socialismo ha quedado conjurada para el gobierno, más allá de algunas declaraciones para tranquilizar a sectores internos. No es de extrañar que en un —hasta ahora— hipotético proceso refundacional, el PSUV cambie su nombre borrando la palabra socialismo para liquidar la última resistencia del establishment norteamericano para levantar las sanciones. Ello no implica un alejamiento de Cuba; por el contrario, puede estar haciéndolo con la venia de la isla.

Las oposiciones venezolanas

Las oposición venezolana está fragmentada y, en muchos casos, incluso carece de puentes entre sus distintas variantes. Todas están ancladas de manera reactiva a la agenda del gobierno, sin capacidad de iniciativa propia y cada vez más desprestigiadas en sus bases por el doble discurso que combina radicalidad verbal con conciliación permanente en el plano de la acción.

La primera de las oposiciones es la conformada por los factores hoy reunidos en México, cercanos a las fracciones políticas originales de Primero Justicia (Borges-Capriles), Voluntad Popular (Leopoldo López-Guaidó), Nuevo Tiempo (Manuel Rosales) y Acción Democrática (Allup). Se trata de partidos que han sido intervenidos por la vía judicial y cuyas autoridades han sido designadas ad hoc; de hecho, uno de los puntos de negociación es la devolución de las siglas, cuentas y propiedades de esos partidos. A esta oposición se la denomina «G-4».

En su mayoría (salvo AD), son expresiones políticas renovadas de los intereses de la vieja burguesía cuarta republicana. Su agenda está profundamente vinculada a la relación de sus intereses de clase con el capital trasnacional; procuran la integración armónica entre capital nacional y capital trasnacional, una tarea que ha tenido dificultades desde los ochenta. Ante el nuevo reparto geopolítico en el mundo buscan controlar el Estado (o una fracción de él) para capturar la renta producto de la exacerbación extractivista que le ha asignado el capital a la región en el marco de la cuarta revolución industrial y del consumo de bienes importados. Es un sector sin proyecto productivo capitalista alternativo al extractivismo.

La segunda es una oposición empresarial que actúa como su propia representación ya que no confía en las mediaciones políticas que pretenden representarla. Su cara más visible es Lorenzo Mendoza, quien no descarta ser una opción presidencial.

La tercera aparece conformada por la llamada Alianza Democrática, que reúne a Avanzada Progresista (Henry Falcón) y los llamados «alacranes» (autoridades designadas por la intervención judicial de partidos) de Acción Democrática (Bernabé), Primero Justicia (Primero Venezuela), Voluntad Popular, COPEI, Venezuela Unida, Movimiento ecológico de Venezuela, Unidad Visión Venezuela, Compromiso País, Bandera Roja, UPP89, Opina, Soluciones (Claudio Fermín), Movimiento Republicano, NVIPA, Prociudadanos, MAS, Min-Unidad, Alianza Centro. Este grupo de la oposición es el que más acuerdos y negociaciones parciales con el gobierno ha realizado; por ello, son considerados por el G-4 como una oposición relacionada al gobierno.

En la cuarta están los factores más radicales (María Corina Machado, Antonio Ledezma y Andrés Velásquez), quienes promueven la aplicación del TIAR y la invasión norteamericana. Están prácticamente aislados después del abandono del republicanismo en la Casa Blanca.

La quinta es la Alternativa Popular Revolucionaria (APR), liderada por el Partido Comunista, y de la cual hacen parte una larga lista de exintegrantes de partidos que fueron intervenidos, como el PPT (Patria Para Todos) y Tupamaros, pero también el Partido REDES, Izquierda unida, Nuevo Caminos Revolucionario (NCR) y una pléyade de organizaciones locales y regionales que acompañaron hasta hace poco al gobierno de Maduro.

Es una disidencia por izquierda, es decir, que busca empalmar con el mundo del trabajo. Desde su conformación, la APR no ha podido mostrar capacidad de movilización ni de articulación de su discurso con la izquierda latinoamericana, razón por la cual no ha construido fuerza real para ser factor a favor del mundo del trabajo en la negociación.

La sexta oposición viene conformada por los factores académicos e intelectuales que se estructuran alrededor de la Plataforma en Defensa de la Constitución (PDC) y Pensamiento Crítico. Se suele aludir a ella como «chavismo disidente», aunque no representan a todas las expresiones de este grupo. Este grupo no tiene capacidad alguna de movilización que les habilite para ser tomados en cuenta en una negociación.

La séptima reúne a sectores de la izquierda que articulan desde el movimiento social ecológico, indígena, feminista y educacional en defensa a los dirigentes obreros presos, de la comunicación alternativa, entre otros. Este sector, aunque desarticulado en el presente, es el más dinámico y creativo. Una convergencia de sus fuerzas pueden ser factor determinante en la habilitación de una opción política con presencia real en los territorios. Pero hasta ahora no se ven signos claros en ese sentido.

Un punto aparte es lo que ocurrió en las recientes elecciones del PSUV, donde emergieron nuevos liderazgos locales y regionales —muchos de ellos alimentados por las Comunas— que en algunos casos fue respetada su elección y en otros invalidada. El movimiento de las Comunas puede significar un despertar del espíritu constituyente.

La octava es la izquierda radical trotskista, muy débil. Después de haber producido un reagrupamiento significativo a comienzos del siglo XXI, se fracturaron a raíz de la valoración del gobierno de Chávez. En la actualidad, en el caso de Marea Socialista y el PSL vienen acompañando luchas puntuales, pero con profundas debilidades para insertarse en movimientos de masas; no han logrado construir un polo de referencia. En el caso de LUCHAS, escisión de Marea Socialista, su labor se ha centrado la propaganda, con precaria inserción en la lucha social.

La novena oposición es muy marginal: una derecha fundamentalista y ultraconservadora, liderada por el exministro de planificación de Chávez, Felipe Pérez Martí, que pareciera ser en el mediano plazo el germen de una derecha al estilo de Trump o Le Pen, con el añadido del mesianismo religioso.

La geopolítica como factor determinante

En la cita de México, una agenda oculta estará dada por confirmar a los Estados Unidos, a la Unión Europea y a sus países aliados que Venezuela no representa un peligro comunista, algo en lo que Maduro ha venido trabajando en los últimos años. La separación del Partido Comunista y de los aliados con pasado izquierdista de la coalición gubernamental y de la primera línea de gestión ha sido una señal clara e inequívoca en ese sentido. Ahora, en México, la delegación oficial mostrará que no solo se puede construir una ruta amplia y democrática para las megaelecciones del 21 de noviembre, sino que Maduro es factor determinante en el arbitraje y acuerdo entre las distintas fracciones burguesas.

La diáspora y desarticulación de las oposiciones venezolanas confirma el hecho de que Maduro es hoy el hombre fuerte de la política venezolana. Su gobierno y su forma de relacionarse y negociar con la oposición de derecha, subalternizando su trabajo, se constituyen en garantía para la articulación de capital trasnacional con el nacional.

El problema real de la actual negociación

La reunión de México puede ser el inicio de un nuevo régimen de cohabitación y de relación entre el gobierno de Maduro y la oposición del G-4. Ello le traería algunas fricciones menores con sectores de la llamada Alianza Democrática (opositora). Esta tensión y la manera en que se resuelva la misma podría facilitar o impedir la construcción de un nuevo acuerdo de gobierno de larga duración (que, eso sí, no contempla la alternancia presidencial).

Pareciera que —contrario a lo que pregonan algunos— esto se expresará modestamente en los resultados electorales de noviembre; en las actuales circunstancias, la oposición podría obtener importantes alcaldías y concejalías pero menguados resultados en las gobernaciones.

La suspensión progresiva, gradual y sostenida de las sanciones norteamericanas, será un factor determinante en la estabilización política y el fortalecimiento del cesarismo de Maduro para la convivencia y articulación de las distintas fracciones burguesas.

Sin embargo, la paz de las principales representaciones partidarias burguesas puede significar la ebullición de la creciente inestabilidad social: el pueblo ha sufrido una pérdida de calidad de vida y de poder adquisitivo de los salarios inédita y dramática.

¿Y el mundo del trabajo?

Las decenas de dirigentes obreros judicializados y detenidos muestra los signos de la paz en curso. Con salarios mensuales que no superan los dos dígitos, una inflación acumulada que supera el millón por ciento y la devaluación sostenida del Bolívar (se acaba de anunciar que le quitarán nuevamente seis ceros a la moneda) es previsible que las luchas de la clase trabajadora, empleados públicos y asalariados en general comiencen a hacer saltar por los aires las restricciones impuestas.

La tendencia puede dirigirse hacia la profundización del camino autoritario del gobierno o al tránsito hacia una negociación sostenida con los gremios y sindicatos en pos de una recuperación sustantiva de la calidad de vida. El problema para el gobierno es que la nueva camada de dirigentes obreros que emerge pareciera estar alejada tanto de las oposiciones como del gobierno, quienes en ambos casos poseen maquinarias burocráticas que parecieran no contar con la capacidad de contener la ebullición social en marcha.

¿Hay transición?

No hay transición en el corto plazo del gobierno de Maduro. Por el contrario, lo que se consolida es su capacidad de control de la situación política. Las oposiciones no lucen con la suficiente fortaleza para crear condiciones favorables para la transición. Lo que puede darse es el inicio de una cohabitación política, con el consiguiente reparto de cuotas de poder entre el gobierno y las oposiciones de derecha.

Las alternativas de izquierda, por su parte, atraviesan una crisis propia. Ni la plataforma en defensa de la Constitución Nacional ni la izquierda radical cuentan con una articulación social importante como para poder revertir la actual situación en el corto plazo. La Alternativa Popular Revolucionaria generó expectativas superiores a las que ha podido ejecutar, atrapada como quedó en la lógica del partido revolucionario y los frentes de masas.

Ninguna opción a la izquierda del «madurismo» ha logrado constituirse en un factor relevante de movilización. Ni siquiera han logrado clarificar a la izquierda regional lo que pasa realmente en Venezuela. Se puede argumentar la deriva autoritaria del gobierno como factor determinante, pero incluso en situaciones de dictadura la izquierda no había perdido antes su capacidad de movilización de masas.

En este contexto, las luchas sociales democráticas juegan un papel fundamental en la recomposición democrática del panorama político, económico y social. Por ello, la izquierda radical, más que preocuparse por consolidar microaparatos partidarios, debería abrirse a nuevas y caóticas formas de organización que les permita relacionarse con el rizoma de resistencia que se teje en la sociedad.

¿Qué hacer?

Es hora de recomponer la izquierda a partir de los territorios. Urge salir de las discusiones bizarras sobre teoremas políticos y reconstruirse a partir de las luchas, dejar a un lado la epistemología de partido de vanguardia y recuperar la humildad del acompañamiento y el aprendizaje de la lucha social concreta. La izquierda siempre ha reinventado la esperanza desde las catatumbas. Es hora de volver a hacerlo.

La recuperación de la esperanza y la capacidad democrática movilizadora hoy está mucho más localizada en la actividades comunitarias, sociales y alternativas que en los partidos políticos de derecha o izquierdas; es allí donde pareciera resignificarse la vida nacional.

La migración puede ser el factor que incline la balanza en los próximos años. Millones de venezolanos y venezolanos han tenido que partir del país para sobrevivir y en ese proceso han conocido la barbarie del neoliberalismo, pero también la mano amiga de la gente sencilla en otros territorios. En la medida que las sanciones sean levantadas y se conjure la violencia política muchos(as) regresarán y, potencialmente, podrán constituirse en un factor determinante para otra Venezuela posible, una Venezuela de justicia social, equidad, solidaridad y democracia.

¿Será que podemos recuperar la capacidad de hacer política de calle? Esa política, y no otra, es la que sueña, vibra y abre paso al cambio radical.

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2021/10/22/venezuela-hacia-una-nueva-aproximacion-geopolitica/

Fuente e Imagen: https://rebelion.org/hacia-una-nueva-aproximacion-geopolitica/

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