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Confinamiento, teletrabajo y estrés

Por: Manuel Bernales

¿Qué pueden hacer las organizaciones para ayudar a sus trabajadores frente al estrés y la presión laboral?

Me frustra mucho en la noche, cuando quiero acompañar a mis hijos a acostarse, tener que estar atendiendo cosas “urgentes” del trabajo, mientras mis hijos me esperan y yo no llego.

Padre

Acabo de terminar otro taller más sobre “Estrategias de Bienestar frente al Escenario de Presión Laboral” para un organismo de Naciones Unidas. Hace poco hice otros similares para el equipo del Tribunal Constitucional y otras organizaciones privadas también. ¿Qué han tenido en común estos talleres? Que la organización reconoce que su equipo humano está siendo impactado negativamente por el confinamiento y el teletrabajo. Esto causa estrés y buscan ofrecer herramientas para fomentar el bienestar de su personal.

Información básica, herramientas e intercambio

Ejercicio, alimentos, amistades y sueño.

La información que brindo en estos talleres incluye elementos básicos, tales como, nutrición, sueño, deporte o socializar con los amigos. También incluye consejos prácticos para esta situación especial que estamos enfrentando producto del Covid-19. Pero, el valor principal es lograr, durante una hora o dos, crear un espacio en el cual nos escuchamos. En esos minutos las personas se abren y sienten que el problema con sus hijos, con sus parejas o con su madre no es algo solo de ellos. Se comparten experiencias y se apoyan entre sí. Hay que recordar que el soporte social, es decir, el apoyo de la familia, amigos o colegas de trabajo es una vacuna poderosa contra el estrés, así como un mecanismo de alivio para enfrentar eventos negativos.

Cuatro pilares

Una herramienta que suelo presentar está referida a los cuatro pilares: familia, amigos, trabajo y pareja. Estos deben ser pilares de bienestar. Y si uno está mal los otros deben ser puntos de apoyo. No podemos darnos el lujo de tener dos o más pilares como fuentes de problema. Eso nos pasará una factura emocional y física.

Los cuatro pilares para nuestro bienestar

Y es a partir de este esquema que los participantes pueden hacer una breve evaluación de sus pilares de bienestar. Para ello utilizamos la siguiente herramienta:

Con esta matriz puedes evaluar tus pilares de bienestar

Conociendo a nuestros colegas

Pero, lo más valioso, tal como les decía, es la oportunidad de escucharnos. Por lo general, al hablar de teletrabajo y estrés pensamos en las mujeres que tienen roles de madre que deben de compatibilizar con su trabajo, que sin duda es una situación generalizada en nuestra sociedad y frente a la cual debemos de ser sensibles. Este espacio nos permite redescubrir a nuestros colegas. Algunos que cuidan de su madre o padre de edad avanzada; padres que quieren aprovechar el tiempo con sus hijos y se les hace difícil lograrlo por lo que experimentan frustración, personas que deben además estar doblemente alerta por sus condiciones de salud tales como hipertensión, diabetes, migraña u otros. Todas estas situaciones nos hacen ver a nuestros compañeros de trabajo en una dimensión integral que normalmente no percibimos. Darnos este tiempo nos permite tener una mejor disposición para construir un mejor clima laboral.

Separando espacios

Los consejos prácticos no pueden dejar de faltar en este tipo de reuniones. Aprovecho mucho de escuchar las prácticas que los propios participantes ejecutan para enfrentar algunos problemas difíciles. Y resulta aleccionador escucharlas. Tal como decía una persona hoy: “no hay recetas mágicas” pero sí funciona cuidarnos a nosotros mismos para, con ese bienestar, poder cuidar mejor a nuestros colegas y familia.

USAR AUDÍFONOS MÁS VISIBLES AYUDA A QUE VEAN CUANDO NECESITAMOS PRIVACIDAD EN NUESTRO TRABAJO

Un consejo que ofrezco con regularidad es evidenciar cuando no podemos ser interrumpidos. Avisar sobre este horario y usar, por ejemplo, audífonos más grandes ayuda a que sea fácil para nuestros familiares en casa darse cuenta cuando necesitamos privacidad. Pero, del mismo modo que exigimos privacidad para nuestro trabajo, corresponde tener un tiempo para la familia, como puede ser los almuerzos y cenas, o el momento de acostar a los pequeño para quienes tienen hijos menores, o la hora de las cartas para quienes les gusta disfrutar con sus padres de esta actividad.

Finalmente, instalar rutinas saludables ayudará mucho a cuidar y desarrollar nuestro bienestar. Las rutinas harán que nuestro esfuerzo se instale y se normalice. Haga su plan personal.

Fuente de la información e imagen: https://transforma.lamula.pe/

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Evaluación USICAMM: Un agravio contra la verdadera revalorización docente

Por: Erica Franco Lavín

A partir de la evaluación de Promoción Horizontal llevada a cabo los días 2, 3 y 4 de julio en todo el país, donde un gran porcentaje de docentes con aspiraciones a una mejora salarial se sometieron a una evaluación en línea diseñada por la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM), es necesario generar un análisis sobre lo acontecido durante este proceso y de esta manera corregir, proponer, mejorar y diseñar en un futuro, programas que respondan a las necesidades y a la realidad que viven los docentes.

  Indudablemente la vocación es el eje rector de esta profesión, pues la retribución salarial no es acorde a la diversificación de la labor educativa, a las actividades tanto escolares como extraescolares que realizan, sobre todo durante la pandemia, donde  el tiempo destinado para trabajar a distancia se incrementó, sin embargo la precariedad en su salario fue más evidente, así como la falta de recursos y apoyos para realizar su labor; las negociaciones fallidas del SNTE solo han conseguido un raquítico  3.4 por ciento en el aumento directo al salario, esto resulta ofensivo y contrario a una inflación y encarecimiento de vida que se ha hecho patente en las últimas dos décadas.

Debido a lo anterior, resulta admirable la actitud, la responsabilidad, el compromiso y la fortaleza de los maestros y maestras, porque a pesar de todo, siguen dando su mejor esfuerzo, y con justo derecho buscan una mejora en su salario. La travesía para conseguirlo se remonta al mes de marzo cuando se emitió la convocatoria para el programa de Promoción Horizontal y Vertical donde  miles de docentes se enfrentaron a las fallas de una plataforma tecnológica, a la ausencia del titular  de USICAMM para dar la cara por los errores, y se toparon  con  la indiferencia de las  autoridades  de la SEP, quienes evadieron sus responsabilidades y no asumieron nunca el compromiso de garantizar un proceso de cobertura amplia, de pronta respuesta y solución a los problemas que resultaban durante cada fase y que diera oportunidad a todos los docentes de ingresar. Por fallas en la plataforma varios maestros no pudieron acceder a los procesos a pesar de que su práctica educativa era por demás admirable, otros más lograron pasar los filtros administrativos, burocráticos y tecnológicos, llegaron a la evaluación, pero nuevamente los errores de la plataforma los relegaron a la lista de incidencias, donde quizá resulten ignorados.

En cuanto al  examen,  no fue diseñado especialmente para un nivel específico, algo que  generó molestia,  considerando que existen diferencias normativas, de trabajo,  y sobre todo  problemas específicos en  preescolar, primaria y secundaria;  a pesar de haberse dado un extenso material bibliográfico para estudiar, de manera conceptual y explícita esto solo se aproximó a un 30% de los reactivos, lo demás se centró en el análisis de conflictos escolares, funciones, acciones y estrategias utilizados por los maestros para dar solución adecuada a los casos presentados; temas como la inclusión, interculturalidad y acoso escolar fueron también ejes considerados  para su evaluación, a esto se anexó  el conocimiento sobre  las medidas adecuadas para atender a alumnos con problemas visuales, auditivos y motrices,  y el conocer dispositivos y recursos de apoyo, algo que  llegó a  resultar ajeno  por ser  instrumentos de carácter más técnico y especializado.

La ambigüedad en las respuestas, el juego de palabras, el hecho de que solo un inciso es el correcto ante algunos planteamientos resulta una ironía, cuando en el discurso  se ha insistido en que el maestro según su contexto sea capaz de diseñar diversas estrategias para dar solución a lo que acontece en su salón de clases  o en la institución donde labora, se reconoce que los protocolos y  manuales brindan una orientación general, pero  las soluciones presentadas en los reactivos  pueden llegar a ser todas adecuadas bajo ciertas circunstancias y por ello no existe solo una  respuesta correcta.

En cuanto las preguntas sobre la práctica educativa, resultó interesante el que los docentes pudieran tener la oportunidad de relatar y ejemplificar sus experiencias exitosas en  la resolución de conflictos entre alumnos, con los padres y madres de familia, narrar sus intervenciones e innovaciones pedagógicas, las acciones implementadas con el colectivo docente y la manera en que todo esto ha impactado en el aprendizaje de los estudiantes; ojala que el USICAMM recupere lo que de manera libre y abierta los maestros expresaron en sus respuestas, que las autoridades tengan la capacidad de analizar  y al mismo tiempo comprendan y valoren  el gran trabajo que realizan, pero sobre todo que no se  pretenda que sean solo unas las respuestas correctas, ¿Cuál será el mecanismo de revisión de esta evaluación? ¿Serán elegidos al azar o con el uso de palabras clave definidas por la autoridad? No debiera ser así, ya que la diversidad de voces, contextos, expresiones, experiencias vividas, recursos y estrategias usadas son la riqueza de la labor docente.

Sería interesante que al final de este proceso podamos conocer en voz de las autoridades del USICAMM y de la SEP, las cifras exactas de los docentes que ingresaron satisfactoriamente en cada fase, para contrastar dichos  números con la cantidad  total de maestros y maestras de todo el país;  incongruente  resultaría que el programa de Promoción Horizontal no haya permitido el acceso hasta la etapa de la evaluación a por lo menos el 80% de los docentes, y más lamentable sería que en la publicación de resultados solo sea un mínimo porcentaje de maestros que sean reconocidos para obtener el incentivo.

En este proceso se demuestra que no ha llegado aún el programa de incentivos y estímulos que estén diseñados para poder dar un trato digno a los trabajadores de la educación, con apego a sus derechos, que permitan un acceso amplio, que no sea solo una simulación y que no genere falsas esperanzas para acceder a un estímulo, cuando en la realidad los recursos presupuestales destinados son raquíticos. Una deuda pendiente se tiene con los trabajadores de la educación, no pueden seguir implementando programas de incentivos excluyentes y selectivos, de manera unilateral, sin consensos y desde una oficina, esto resulta un agravio, primero debe garantizarse un incremento salarial digno a todos los maestros y maestras de México, eso sí representaría una verdadera revalorización.

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La verdad, un bien escaso

Por: Carolina Vásquez Araya

Cada mañana, la sociedad enfrenta el enorme desafío de descubrir la verdad.

El virus ha marcado de manera rotunda un cambio de era a lo largo y ancho de este planeta. Ese parteaguas se ha producido a raíz de la invasión ocasionada por un accidente –premeditado o no- cuyo resultado ha sido la liberación de este elemento mortífero desde un centro de investigación cuyas consecuencias, a la par de las sanitarias, han devenido en un nuevo estatus social, político y económico. Ha sido entonces cuando el mundo se ha sumergido en una batalla comunicacional de dimensiones épicas y, para mayor confusión, con carencia de recursos para profundizar en las verdaderas causas y consecuencias de tan impactante fenómeno.

La verdad se nos escapa y, para mientras, nos entretenemos en desarrollar cuanta hipótesis se nos cruza por la cabeza para mantener cierto nivel de lucidez frente al caos y a la pérdida de algunos derechos civiles que creíamos inviolables. En el transcurrir de los meses, inmersos en esta broma macabra, nos hemos sometido a regañadientes a normas restrictivas cuya pertinencia es objeto de debate, pero que han adquirido fuerza de ley sin derecho a protesta. Es justo reconocer que la pandemia ha requerido medidas draconianas contra la libertad de la ciudadanía; sin embargo, la opacidad de la información al alcance de los pueblos provoca una enorme desconfianza hacia quienes poseen el poder para controlar la situación y manipular los mecanismos legales.

En este sentido, no es ningún misterio cómo algunos gobernantes han aprovechado de manera ilícita y con marcado sesgo criminal este riesgo sanitario, cuyos efectos no solo amenazan la salud sino han enlutado a millones de hogares alrededor del mundo, tanto en países ricos como en naciones pobres. Las estratagemas funcionan gracias al ocultamiento de la información sobre el manejo de fondos públicos, pero también con respecto de los sistemas de vacunación –otro tema cargado de misterio- y la atención de emergencia para las víctimas del contagio. A ello hay que sumar la carencia de recursos hospitalarios y, como uno de los mejores mecanismos de control social, el miedo colectivo.

El debate sobre la efectividad y características de las distintas vacunas es el gran tema del día. En corrillos de amigos, colegas o simples desconocidos, entusiasmados por aportar sus muy variadas teorías, las vacunas se han convertido en un sujeto propicio para evadir el hecho de que, por abundante y válida que sea la información captada en distintos medios físicos y virtuales, es contundente la ignorancia en la cual nos mantienen tanto autoridades como centros de investigación. Es imposible rebatir el hecho de que nuestros conocimientos sobre la materia derivan de un universo informativo susceptible de ser condicionado por cúpulas de poder político y económico, las mismas que han transformado a nuestros países en ejemplos de subdesarrollo. Nuestro acceso a la verdad es, por tanto, inexistente o muy reducido; y, por nuestra propia salud mental, hemos de asumir ese hecho.

¿Cuál sería entonces la manera de tomar el control de nuestro papel en el escenario? Aun cuando existe una enorme dificultad para obtener información sobre las verdaderas características de las vacunas, todavía en desarrollo, y el único parapeto contra el poderoso virus, hay otros temas como el manejo de fondos públicos para hacer frente a esta emergencia y cuyos entretelones han de ser del dominio general. La realidad nos ha demostrado cómo las restricciones han abierto las puertas al saqueo y al completo abandono de la población y es en ese terreno en donde aún se puede luchar por la verdad.

La opacidad de la información nos impide ejercer nuestros derechos.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com/la-verdad-un-bien-escaso/

Fotografía: Fundación Centro Histórico

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El legado de la generación de las estudiantes de la Unach

Por: Sandra De Los Santos Chandomi

El 2 de febrero del 2021 cientos de estudiantes de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) realizaron una marcha e iniciaron un paro de labores después de que el cuerpo de su compañera Mariana Sánchez Dávalos, quien realizaba su servicio social en la comunidad Nueva Palestina, de Ocosingo, fuera encontrado en ese lugar. La joven había hecho denuncias de acoso sexual, pero no fueron atendidas.

Una de sus demandas principales era que se realizara un protocolo efectivo, avalado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), para la atención de la violencia de género en la universidad.

No era la primera vez que demandaban un instrumento de este tipo. El primer protocolo que se hizo en la universidad fue producto también de la movilización de las estudiantes, pero este se hizo al vapor y tuvo muchas deficiencias en su implementación además de que consideraba la mediación entre las personas agraviadas y quien estaba siendo denunciado.

¿Por qué tanta preocupación por un Protocolo de actuación ante situaciones de violencia, violencia de género, hostigamiento sexual y discriminación?

Este documento marca las pautas que deben de seguir tanto la institución como autoridad y toda la comunidad universitaria para presentar una denuncia por violencia, violencia de género, hostigamiento sexual y discriminación, así como para atender esa queja.

La Defensoría de los Derechos Universitarios de la Unach tiene alrededor de 260 denuncias formalmente interpuestas por algún tipo de estos hechos, algunos de estos casos están ante la Fiscalía General del Estado por su gravedad. Ninguna universidad se puede sentir orgullosa de esta cifra, pero también hay que decir que hay instituciones de nivel superior que ni siquiera tienen un número que reportar porque no tienen una instancia en dónde denunciar y ni hablar de documentar esas denuncias o darle seguimiento o tener un protocolo de actuación (aunque sea igual de “chafa” como lo tenía la Unach).

Cinco meses después, la semana pasada, se hizo entrega del nuevo protocolo al Inmujeres, y el documento fue publicado en la Gaceta de la Unach el pasado 25 de junio.

Hacer realidad este protocolo le costó a la universidad, sobre toda a las integrantes de la Red de Colectivas Feministas Universitarias de Chiapas (Recofuch), un paro de labores de casi dos meses y un plantón de un mes, y casi tres meses de mesas de trabajo con sesiones maratónicas para que el documento quedara listo.

Las negociaciones pasaron de ser de un ambiente muy tenso hasta lograr el entendimiento, y esperamos que así siga. A las autoridades de rectoría de la Unach les costó entender que lo que demandaban las estudiantes era algo justo, que no eran “una bola de chamacas berrinchudas”, sino todo lo contrario, son mujeres jóvenes que no están dispuestas a tolerar ninguna clase de abuso. Es una nueva generación que quien no la atienda debería de jubilarse de la educación.

Las integrantes de Recofuch pasaron meses arrastrando el lápiz, leyendo sobre protocolos y lineamientos de actuación para estos casos, consultando expertas en el tema, peleando cada punto y coma que iba a ir en el documento, que todavía es perfectible y que posiblemente al implementarlo se vean otras deficiencias, que exija de nueva cuenta una revisión.

A algunas de las estudiantes que participaron en el movimiento y las mesas de trabajo les falta poco para egresar, pero el legado que dejan a la universidad es enorme. A las que se van y a las que se quedan debe de ir todo el reconocimiento, a esas estudiantes que renunciaron a su nombre por temor a represalias y decidieron nombrarse como otras feministas: Hermelinda Galindo, Malala, Fidelia Brindis, Elena Poniatowska, Leonora Vicario.

Y las otras tantas mujeres jóvenes que sostuvieron el movimiento y que me encantaría nombrar, pero ni siquiera yo que seguí toda la movilización, termino de ubicarlas porque son muchas. La lucha empezó con cuatro colectivas y terminó con once y se siguen formando en cada Facultad.

El movimiento estudiantil también sumó a hombres aliados que trabajan en su deconstrucción y ahí la llevan, tropezando y levantándose. Ojalá y haya más hombres que trabajen con nuevas masculinidades que quieran entrarle a dialogar con este grupo, acompañarlos en su proceso. En lo personal me declaro incompetente.

El movimiento universitario también logró la integración de las comisiones de género, que tienen mucho trabajo por hacer en cada Facultad porque el protocolo apenas es el inicio de la gran transformación que las estudiantes desean hacer.

Entre lo que falta está: atender todas las quejas pendientes; cambiar el reglamento del servicio social; que las comisiones de género tengan planes de trabajo producto de la evaluación de cada contexto, sean consensados y operativamente viables; capacitar al personal docente y administrativo de la universidad en materia de género y Derechos Humanos; y la implementación del protocolo de manera efectiva.

El trabajo continúa, pero el primer paso está dado, las colectivas universitarias siguen organizadas y están cada vez más fortalecidas, lo que me da mucho gusto porque estoy segura que la transformación se logrará sólo con su participación activa y su mirada crítica.

Lo que está sucediendo en la Unach debe de servir de ejemplo para todas las instituciones educativas de Chiapas, no esperen a que les reviente la realidad en la cara. Las aulas (virtuales y presenciales) deben ser espacios libres de violencia, donde todas las personas puedan desarrollarse en toda su potencialidad porque sólo cuando lo logremos el lema de la universidad “por la consciencia de la necesidad de servir” no sonará hueco.

Queridas estudiantas, siéntanse profundamente orgullosas de lo que lograron, honran la memoria de las que ya no están y marca el camino para las que vienen.

Fuente de la información e imagen: CIMAC Noticias

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El mantenimiento de las comunidades de aprendizaje durante y más allá del COVID-19

Por: Keith Holmes

El espacio LAB de Ideas de los futuros de la educación está diseñado para destacar visiones académicas y foros sobre temas que se exploran como parte de la iniciativa Los futuros de la educación de la UNESCO. Las ideas expresadas aquí son las de los autores; no son necesariamente las de la UNESCO y no comprometen a la Organización.

Según la UNESCO, 1 580 millones de estudiantes que deberían estar en la escuela o la universidad están ahora en casa, lo que representa más del 91% de todos los educandos matriculados. Un total de 191 países han decretado el cierre de escuelas y universidades en todo su territorio.

Hace apenas unas semanas, habría sido inimaginable oír a tantos gobiernos decir a los estudiantes que no fueran a la escuela o a la universidad y a los trabajadores que no fueran a trabajar a menos que su trabajo fuera esencial. Ahora, su mensaje es “quédense en casa”.

Aunque los países están viviendo la pandemia de COVID-19 de diferentes maneras y en diferentes marcos temporales, hay una sensación cada vez mayor que la humanidad está unida ante esta situación. En general, las medidas de política nacional parecen haber convergido en lugar de divergir, incluyendo a la esfera de la educación.

Estos cierres de escuelas tan generalizados dicen mucho sobre lo que piensan las sociedades respecto a la educación y, en particular, respecto al papel de las escuelas. Conceptos como “ir a la escuela” o “abandonar la escuela”, e incluso “cierre de escuelas” se refieren a a los edificios donde se lleva a cabo la escolarización, y no a las personas que componen la escuela: la comunidad del aprendizaje. En el marco del COVID-19, con el apoyo adecuado, los estudiantes y el personal pueden continuar aprendiendo y enseñando, aunque estén separados físicamente.

La primera reacción instintiva al cierre de escuelas por el COVID-19 generalmente consistió en recurrir a las tecnologías de la educación. Para compensar por el cierre de los edificios escolares, la prioridad fue movilizar “soluciones de aprendizaje a distancia”. Los estudiantes, los docentes y los padres o cuidadores tuvieron que adoptar rápidamente las tecnologías digitales para hacer posible la transferencia del aprendizaje basado en los planes de estudios a los hogares y los espacios virtuales, a fin de reducir al mínimo la interrupción del aprendizaje y la enseñanza. Ya sea a través de programas de radio y televisión de baja tecnología o de aplicaciones móviles de alta tecnología, la visión era la misma: construir entornos de aprendizaje que no dependieran de los edificios escolares.

Sin embargo, si el concepto de “escuela” se hubiera entendido principalmente como referencia a la gente, es decir, la comunidad del aprendizaje formada por los estudiantes, el personal, los padres y otras partes interesadas —y no a los edificios—, las reacciones iniciales y posteriores podrían haber sido diferentes. En lugar de una respuesta material o tecnológica a los cierres, podría haber habido una respuesta más humanista, que diera prioridad a las relaciones humanas y la amplia gama de necesidades de los niños, jóvenes y adultos sometidos al distanciamiento físico. El mantenimiento de la salud y el bienestar socioemocional de los estudiantes, los docentes, los padres y otras personas —especialmente las más vulnerables— podría haber recibido una atención más inmediata que el aprendizaje basado en los planes de estudios. La prioridad del contacto y la comunicación entre escuelas, hogares y comunidades, así como la facilitación de información y asesoramiento, podrían haber servido de base para evaluar necesidades y tomar decisiones sobre los servicios necesarios y las tecnologías, si hay alguna, que hubiera habido que desplegar.

En condiciones de distanciamiento físico, las niñas y los niños, los jóvenes y los adultos no solo se ven privados de sus interacciones sociales y rutinas normales, sino que también se ven obligados a adaptarse a circunstancias nuevas, en una amplia variedad de condiciones y con un apoyo social, emocional o psicológico mínimo. También se interrumpen las actividades extracurriculares y otras actividades sociales. Muchos estudiantes ya no se benefician de las comidas escolares, las instalaciones sanitarias u otros servicios médicos y sociales a los que antes accedían en los edificios escolares. Para los educandos cuyos exámenes se han cancelado o pospuesto, ha desaparecido un hito decisivo en su vida. La ansiedad por los exámenes ha sido sustituida por la ansiedad por el COVID-19, las perspectivas educativas y profesionales y los planes para el futuro. Todos los afectados por esta crisis estamos sintiendo, hasta cierto punto, una sensación de pérdida y posiblemente de duelo.

En estas circunstancias, en las que el distanciamiento físico es una medida preventiva temporal, la idea de la “escuela” como comunidad del aprendizaje puede ayudar a replantear el problema. El “problema” pasa a ser cómo mantener —a corto y medio plazo— las relaciones, el aprendizaje entre compañeros, la actividad intelectual, los servicios y el sentimiento de pertenencia. Es posible que las soluciones requieran más continuidad que cambio, a fin de velar por que la escuela, como comunidad de aprendizaje, se mantenga próspera y empática, inclusiva y activa, utilizando tecnologías apropiadas, entre ellas la radio, la televisión, el teléfono y los servicios postales de la comunidad.

En los casos en los que los sistemas educativos ya han estado invirtiendo en el desarrollo de comunidades de aprendizaje, como las escuelas comunitarias de la ciudad de Nueva York, mediante el fomento de altos niveles de confianza entre las escuelas y las comunidades, compromiso y apoyo familiar, podría ser más factible mantener el aprendizaje durante el COVID-19 y posteriormente que en otras situaciones. Como miembros de las comunidades de aprendizaje, los estudiantes han forjado relaciones mutuamente enriquecedoras y han adquirido competencias y valores como la capacidad de aprender a aprender, la empatía y la solidaridad, que resistirán la prueba del tiempo. Los papeles pueden cambiar, pero los educandos, los docentes, los padres y otras personas con redes sólidas y capital social pueden averiguar juntos cómo mantener las comunidades de aprendizaje, incluyendo los procesos de aprendizaje, prósperos en épocas de crisis. En tales contextos podría haber un riesgo menor de desconexión y “abandono” cuando los edificios escolares vuelvan a abrir sus puertas. Sin embargo, en aquellos casos en los que ya existe una gran distancia social y cultural entre la “escuela” y el “hogar”, es posible que las comunidades de aprendizaje formales sean más débiles y tengan una resiliencia menor. En esas situaciones, será necesario redoblar los esfuerzos para mantener la comunicación y las relaciones, especialmente con los grupos desfavorecidos.

La crisis del COVID-19 es cualitativamente diferente a otras emergencias como conflictos, huracanes, terremotos o incendios forestales. Además, es de una escala sin precedentes. Desviar la atención en los entornos físicos o virtuales y centrarla en las personas y en el desarrollo de competencias sociales y emocionales esenciales, comprendidas la empatía y la solidaridad, podría ser una estrategia de supervivencia para mantener las comunidades de aprendizaje durante y más allá de la crisis del COVID-19. La inversión en las comunidades de aprendizaje podría fortalecer la resiliencia antes de que se produzcan otras crisis y situaciones de emergencia.

Un día, cuando el mundo recuerde el año 2020, tendremos mucho que aprender unos de otros. Las respuestas educativas a la crisis tienen el potencial de cambiar los significados, propósitos y valores de la “escuela” y podrían ayudar a crear futuros más humanistas para la educación y el aprendizaje en todo el mundo.

Keith Holmes trabaja en el Equipo de Investigación y Prospectiva en Educación de la UNESCO. Este artículo fue publicado simultáneamente en el blog de la Red sobre las políticas y la cooperación internacionales en educación y formación (NORRAG), el 27 de abril de 2020.}

Fuente de la información e imagen: https://es.unesco.org

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Un mapa de la precarización para controlar y gobernar a las maestras y maestros en la 4t

Por: Marcelino Guerra Mendoza, Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal

Trazar mapas para comprender de dónde venimos, en qué lugar nos encontramos y hacia dónde nos dirigimos, resulta totalmente necesario para entender el territorio en el que actuamos, sentimos y pensamos. Como todo proceso, la precarización del trabajo docente no se da de la noche a la mañana, de manera fortuita, implica un antes, durante y, también, un después.

En este caso, nos referiremos al territorio en el que se desenvuelve la práctica docente actual, un reconocimiento necesario para poder moverlo, cambiarlo, transformarlo, incluso desterritorializarlo para construir nuevos senderos, caminos, tiempos y lugares diferentes orientados por el bien común del magisterio. Esta es la intención de este Cortocircuito.

Primera coordenada

La primera coordenada del mapa tiene que ver con situar la intención de fondo de la reforma educativa 2013: la construcción de un maestro neoliberal para la formación del nuevo capital humano, acorde con la lógica y racionalidad del mercado. La construcción de esta primera coordenada ha transitado por distintas estaciones, veamos cuáles son.

  • La reforma educativa aprobada en 2013, logró profundizar la interiorización de valores como el individualismo y la competitividad, características del sujeto empresario de sí mismo, responsable de sus propios logros, en este caso, para alcanzar los mejores resultados en las evaluaciones y ser reconocido como idóneo, y por ende,  aceptado, social y educativamente. No es que los maestros produzcan bienes para el libre comercio, sino que ellos mismos fueron sus propios bienes, al aceptar y adoptar como suya, la racionalidad neoliberal inherente a la evaluación docente, transitando primero por la pérdida de identidad gremial, y adentrándose en las veredas de la inseguridad, la incertidumbre y la ruptura de la colectividad. para llegar a su reconfiguración.
  • Esta reconfiguración no ocurrió de la noche a la mañana, tampoco surgió de un simple y llano y decreto. Se emplearon distintos medios, uno de ellos la denostación del magisterio, señalándolo como el principal responsable de la baja calidad educativa; estas campañas se impulsaron por diferentes grupos poderosos, mucho antes de la aprobación de la reforma 2013, generando una percepción negativa en la población. Cuando el magisterio comenzó a   protestar contra la reforma, la animadversión social previamente alimentada, se convirtió en un muro de contención, un dique que impidió defender o protestar en contra de la violencia, las agresiones y muertes desatada contra el magisterio nacional, principalmente, contra las fracciones disidentes.
  • En el mapa de la precarización, un elemento fundamental ha sido la serie conceptual calidad-máximo logro de aprendizajes-evaluación docente, así como el establecimiento de la idoneidad como atributo o cualidad a ser demostrada a partir de la evaluación de ingreso, permanencia y promoción. Pasó tiempo para que el magisterio cayera en cuenta del enlace perverso entre estos tres conceptos, aún ahora no son del todo claros. Esto se debió en buena medida, al papel desempeñado por el canon crítico de la reforma 2013, definiéndola como simplemente, laboral, administrativa y punitiva, asegurando que no era educativa porque carecía de modelo pedagógico. Pero sus críticas pronto fueron escuchadas: en 2016 se dio a conocer, en 2017 se publicó en el Diario Oficial, y a partir del ciclo escolar 2018-19, se puso en práctica el Nuevo Modelo Educativo (NME).
  • No fue necesario contar con el NME desde el principio de la reforma, tampoco evaluar al millón de maestros y maestras para sentar las bases de la obediencia irrestricta y seguir al pie de la letra los designios de la autoridad educativa en turno. La percepción en la población de que los maestros eran flojos e irresponsables había ganado terreno, difícilmente iba a salir en su defensa cuando se desataron la violencia y las agresiones físicas contra los maestros. Esta es otra vereda por la transitó la inseguridad e incertidumbre del magisterio, contribuyendo a instalar rápidamente la aceptación, así fuese por la fuerza, de la evaluación; hoy día los propios docentes demandan su aplicación. El canon crítico continúo deshierbando el terreno, facilitándole al gobierno de la 4T la continuidad de la evaluación docente, eliminando únicamente la evaluación de permanencia y aceptando todo lo demás. Se mantuvo así la racionalidad neoliberal, predisponiendo y orientando a los maestros para actuar sobre sí mismos, reforzando la idea de que para sobrevivir hay que competir, asumiendo como norma de conducta cumplir con la evaluación para no ser castigado en el empleo, en la remuneración o en el desarrollo de la carrera docente.
  • Así llegamos al reconocimiento de uno de los principales logros de la racionalidad neoliberal: que los docentes se gobiernen a sí mismos; esta es la gran innovación de la evaluación como tecnología del sí. El gobierno de sí no consiste, por lo tanto, en conducir la vida de uno mismo de forma lineal, rígida y dentro de un marco definido, sino que se logra a través de mostrar que se es capaz de adaptarse a la flexibilidad, de desplegar el esfuerzo individual y la disposición a los cambios y respuestas requeridas de manera eficaz en tiempo y forma, naturalizando el emprendimiento como un atributo cada vez más valorado en la práctica docente. El maestro competente y competitivo se encuentra caracterizado por el proceso mismo de mejora de sí al que se ve conducido, que lo lleva a perfeccionar sin cesar sus resultados y sus rendimientos.
  • En síntesis, la  primera coordenada para comprender cómo se forjó el territorio de la precarización, es que la reforma educativa 2013, además de reconfigurar el sistema educativo, generó un modo de gobernar a maestros, alumnos, directores, supervisores, apoyos técnicos pedagógicos, autoridades y padres de familia sin gobernarlos directamente.  El máximo logro de aprendizajes de los alumnos y la demostración de idoneidad de los maestros mediante las evaluaciones, tiene repercusiones sociales, cultural, políticas y económicas. Las prácticas pedagógicas se han visto cada vez más influidas por la forma mercado, y junto con ello, emergen subjetividades que regulan comportamientos, relaciones e interacciones entre maestros y entre maestros-alumnos, lo importante en educación no es lo que se enseña sino cómo se enseña y ahí se sitúa su largo alcance en el tiempo.

Segunda coordenada

Como siguiente coordenada, tenemos la mal llamada cancelación de la reforma educativa, una promesa incumplida a los maestros por parte del gobierno de la cuarta transformación. r la “mal llamada reforma educativa”.

  • En 2018, después de las elecciones, las protestas magisteriales desaparecieron del mapa; maestras y maestros dejaron de luchar, suponiendo quizá que la promesa de cancelación de la reforma 2013 se cumpliría a cabalidad y todos los agravios de que fueron objeto serían resueltos por el nuevo gobierno, después de todo había sido una promesa de campaña reiterada. Parecía que así sería, en diciembre AMLO envió la iniciativa de reforma constitucional al Congreso y para el 15 de mayo, ya había sido aprobada.  El 27 de mayo de 2019, el grito de la dirigencia de la CNTE al salir de una de las tantas reuniones sostenidas con AMLO, se escuchó fuerte y claro: “Ya cayó, ya cayó, la Reforma ya cayó”, gritan líderes de la CNTE en Palacio
  • El gobierno de la 4T logró contener las resistencias y gestionaron las resistencias magisteriales; hoy sabemos que todo fue parte de una estrategia política para hacerle creer  a los maestros que se había cumplido con la cancelación prometida. Ahora sabemos que en realidad  la reforma 2013 no cayó; la promulgada en 2019 sirvió para hacer más tersa e imperceptible la normalización y profundización de la racionalidad neoliberal en educación. Sostenemos que la reforma educativa de la 4T legitima, continúa y profundiza la reforma educativa neoliberal del 2013; en el libro La Continuidad Neoliberal explicamos con detalle por qué.
  • Uno de los efectos de la reforma de la 4T es la normalización de la precariedad -o al menos eso es lo que pretende-, ahora potenciada por la pandemia y la sobreexplotación del trabajo docente a la que ha llevado a los maestros y maestras.
  • La reforma educativa de la cuarta transformación dejó intacto el concepto de calidad entendida como máximo logro de aprendizajes; y por si eso no fuera suficiente, le adicionó el de excelencia. Ésta no es una cuestión menor, considerando el desbrozamiento del territorio de la precarización que ya comentamos en la primera coordenada. Nunca se cortó el dispositivo de la racionalidad neoliberal, como advertimos que era necesario en el texto Cancelar la reforma-educativa en México: un kit para luchar contra la educación neoliberal. Ciertamente, la evaluación de permanencia se eliminó, pero la de ingreso  y promoción siguen haciendo estragos, pero las sentidas protestas y resistencias no son escuchadas. Y quienes se atrevieron a demandar condiciones para presentar el examen de admisión a las normales  en forma presencial, como fue el caso de los normalistas de Mactumatzá,   fueron detenidos y se les siguen procesos penales. Y aunque amplios sectores magisteriales fueron objeto de fuertes agresiones en el pasado inmediato, no se observan las muestras de apoyo que hechos similares detonaron en otros momentos. Estos hechos muestran que la reforma anterior no cayó, pero la actual si calló al magisterio.
  • No se nos olvide que tampoco existieron mayores protestas cuando AMLO anunció que un pro empresario ocuparía el máximo cargo en la SEP. Tampoco sucedió nada con su reemplazo, una excandidata a la gubernatura del Estado de México y exsenadora por Morena, quien en esa calidad lo único que propuso fue incorporar en los planes y programas de estudio, una asignatura de emprendedurismo, máximo valor neoliberal (Delfina, una emprendedora en la SEP). Por si quedaba duda alguna, al llegar a la SEP declaró que no venía a cambiar nada, continuaría lo que Moctezuma Barragán dejó establecido antes y durante la emergencia sanitaria producida por la pandemia de la COVID-19.
  • Sin duda alguna, la emergencia sanitaria agudizó la precariedad docente. Aprende en Casa I y II dieron la pauta para profundizar la sobre explotación de las maestras, pero también arrastró a las familias, principalmente a las madres de familia, en el apoyo y supervisión de las clases remotas; los gastos se incrementaron,  hasta la fecha siguen corriendo a cargo de las familias y maestras la compra de dispositivos, el pago de servicios y la adquisición de los materiales necesarios para desarrollar los programas y asegurar el máximo logro de aprendizajes en los estudiantes., que es al parecer, lo más importante para la SEP.
  • En el caso de las y los maestros, a pesar de estar asumiendo desde hace más de un año los gastos que implica sostener las clases vía remota, cual si fuera una burla y humillación, la SEP y el SNTE pactan un aumento de 3.9% al salario y 1.8% en prestaciones como forma de reconocer el “extraordinario compromiso del magisterio con la educación, en los meses de confinamiento sanitario por la pandemia” y para demostrar “el aprecio y el cariño del pueblo mexicano, en especial de las madres y padres de familia con hijos en edad escolar, pues han constatado que son insustituibles”, dijo Delfina Gómez, titular de la SEP ( SEP y SNTE acuerdan aumento salarial del 3.9% al salario). Siguiendo la misma tónica, anunció a mediados de junio un bono de 720 pesos como “reconocimiento extraordinario a la labor docente ( Docentes recibirán 720 pesos como reconocimiento extraordinario). Año y medio de gastos sin los ingresos necesarios para solventarlos, tampoco parece ser motivo suficiente para que se desaten las protestas y la movilización del magisterio nacional. Gastar lo que no se tiene para cubrir el servicio educativo y conservar el empleo, es una evidencia más de la precariedad docente profundizada y bien aprovechada por la t4 para gobernar el sistema educativo y al magisterio en general. En las actuales circunstancias, este bono raquítico simboliza la sobreexplotación a la que se han visto expuestas principalmente las maestras, quienes se enfrentan a una sobrecarga de trabajo.
  • Finalmente, pero no menos importante: la precariedad docente no se detiene, al contrario, amenaza con profundizarse luego de la imposición de medidas arbitrarias como la extensión del calendario escolar a 200 días para el ciclo 2021-2022; de facto se reducen las vacaciones, el llamado receso escolar desaparece y se agregan capacitaciones, consejos técnicos, valoraciones diagnósticas, más lo que se le ocurra a la SEP en el camino. Esta vez, hay que decirlo, sí hubo reacciones de enojo e indignación por parte de las y los maestros; el video mensaje de la secretaria deslizando que, por instrucciones del Sr, presidente, el magisterio había recibido su salario. Ésta fue la gota que derramó el vaso del desacuerdo y la indignación magisterial, expresados en redes sociales hace unos días. Habrá que ver si se sostiene y hasta dónde llega. Un gobierno que pretende una transformación nacional, no solo incumplió la promesa de cancelar la “mal llamada reforma educativa”; también ha propiciado el maltrato al magisterio que prometió combatir.

Así es como vemos el modo en que se ha ido trazando el territorio de la precarización docente. Una vez que sabemos dónde estamos parados, lo que sigue es discutir hacia dónde queremos dirigir nuestros pensamientos, sentimientos y acciones para no quedarnos en las lamentaciones ni en la aceptación de la precariedad como si fuese nuestro único destino.  En esto, las maestras y comunidades escolares, tiene mucho que decir.

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

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La Continuidad Neoliberal

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Existen diversas interpretaciones e ideas de coincidencia con el contenido del libro: “La continuidad neoliberal”, de Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro y Marcelino Guerra Mendoza (Ediciones Navarra, 2020), el cual comentaremos en una mesa de análisis dentro de unos días (1).

En esta ocasión comparto un adelanto de mis comentarios sobre ese interesante texto, escrito por la conocida “banda de los tres”, que también son autores de la columna “Cortocircuito” de Insurgencia Magisterial; investigadores y docentes que trabajan en el doctorado en Política de los Procesos Socioeducativos, de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN, Ajusco).

En este libro: “Se trata de analizar la producción de una reforma constitucional a partir de la problematización de la que surge; de las diversas opciones que se presentaron, de sus particularidades y sus razones; de sus conceptos y medios de acción; de las formas institucionales propuestas y los organismos que se crean o modifican. Se trata, en consecuencia, de la conformación del marco constitucional que cancelaría la reforma del Pacto por México (Guerra Mendoza, 2018).” (p. 13)

Un punto de coincidencia es el hecho de señalar la diferencia entre lo prometido y lo realizado en el proceso de generación de la Reforma Educativa impulsada por el gobierno de la 4T (2018-2019).

De hecho, al respecto he planteado que existen dos momentos en el proceso reformista en cuestión:

√ 1) Los planteamientos de AMLO como candidato a la presidencia (2018), en dos actos importantes realizados en Zacatecas y Oaxaca, cuando habló de un “cambio radical” de la educación en México.

√ 2) Lo expresado por el gobierno federal, meses después, al dar a conocer los términos de las reformas realizadas (o logradas) al texto constitucional, sobre todo al Artículo Tercero, en mayo de 2019.

También encuentro consenso con lo dicho por la y los autores mencionados, en torno a la importancia de realizar una interpretación del reformismo educativo en nuestro país, a partir de las relaciones de poder que se tejen para concretar cada proyecto de reforma (como procedimiento y como escenografía del complejo proceso reformista); así como con la ocupación y tránsito de las formas-estructuras institucionales para concretar la iniciativa del “cambio” educativo (la dinámica de las intencionalidades políticas); y con la pertinencia y necesidad de llevar a cabo un análisis detallado del proceso legislativo, que en sí mismo es una virtud del libro referido.

Una selección parcial de textos

Algunos párrafos que me parecieron significativos para entender la racionalidad del análisis propuesto por la y los autores de este libro, son los siguientes: “En realidad, el proceso de producción de esta reforma constitucional estuvo plagado de dificultades, críticas y contradicciones de todo tipo. Desde cuestiones técnico-jurídicas hasta confrontaciones paradigmáticas entre los funcionarios del Instituto Nacional para la Calidad de la Educación (INEE) y el nuevo gobierno; desde acuerdos con la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) hasta largas confrontaciones con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), comentaristas e investigadores.” (p. 12-13)

“Una reforma constitucional es una forma de institucionalización de un dispositivo de gobierno. Ésta es la perspectiva que hemos desarrollado en un conjunto de investigaciones sobre la reforma educativa en México. Se trata de considerarla un momento, una fase de un proceso que se despliega en múltiples direcciones, con diversos medios de acción, en un discurrir agonista, en el que se enfrentan distintas fuerzas sociales, en espacios diferenciados, a partir de problematizaciones histórico-políticas que se manifiestan en diversas iniciativas, programas, acciones, proyectos, cambios institucionales y formas organizativas (González Villarreal, R., Rivera Ferreiro, L., Guerra Mendoza, M, 2017). (p. 13)

La crítica conceptual y metodológica

“No se trata, en consecuencia, del análisis de actores en la política educativa, como en cierta sociología política o los estudios del political decision-making process (Fischer, 2006), sino de la configuración de problematizaciones sociales, en las que se forman fuerzas políticas, que definen objetos de intervención específicos, con objetivos diferenciados y libran batallas puntuales que se traducen institucional, organizativa y/o programáticamente. Las fuerzas se constituyen, no están constituidas, ni actúan de manera homogénea, sino por reparticiones diferenciadas, según sintaxis políticas y dimensiones particulares de deseos, tácticas y estrategias.” (p. 15)

Los ejes de análisis

“…el análisis de la reforma es particularmente sensible a la estructuración del territorio en el que se desenvuelven los conflictos para la producción de la ley, así como a los tiempos que forma, densifica, extiende, surca y/o ralentiza. El tiempo, por ejemplo, está íntimamente relacionado con los procesos decisionales por límites calendáricos: duración de legislaturas, de períodos, de discusión, de análisis, de sanción, llamados, convocatorias; pero también por surcos marcados por la intensidad de las refriegas, por la amplitud de los espacios agonistas, por la cantidad de objetos de intervención; además por la aceleración de los intercambios políticos, entre muchas otras cuestiones. El espacio educativo, por su parte, está en permanente redefinición, alargamiento, concentración, dispersión, por la intervención de problematizaciones históricas, por la ordenación de nuevos objetos educables, por la introducción de nuevas técnicas de regulación, por la pedagogización de otros campos sociales, por la aparición de fuerzas políticas, entre otras cuestiones.” (p. 15)

Otro punto de coincidencia con las ideas contenidas en este libro, es la percepción de ausencia de un proyecto educativo propio, estructurado, de mediano o largo plazo por parte del gobierno de López Obrador: “En ninguno de los casos se establecen propuestas alternativas, a no ser modificaciones puntuales, derogaciones y abrogaciones. Sólo el PT llama a realizar discusiones y consensos en los transitorios; pero nadie relaciona la cancelación con un programa de transición hacia otra reforma educativa y menos hacia un nuevo sistema educativo nacional. No hay ninguna relación entre la cancelación de la reforma y la 4T, a no ser un compromiso de campaña con un magisterio ofendido, dolido y humillado.” (p. 39)

“La Iniciativa (reformista), entonces, ensambla cuestiones estructurales de la 4T, como son las desigualdades sociales, con los problemas de implementación de la reforma educativa precedente; sobre todo, diríase única y exclusivamente, en las afectaciones laborales al magisterio y sus efectos contraproducentes en el aprendizaje escolar.” (p. 45)… “: los problemas planteados en la Iniciativa de reforma a los artículos 3º, 31 y 73 constitucionales, enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados, el 12 de diciembre de 2018, son de dos tipos: la lucha contra las desigualdades, una lucha histórica, que da fundamento y destino a la 4T; y los problemas derivados de la implementación de la reforma neoliberal de 2012-2013.” (p. 47)

“De esta manera se construyó el adversario político, legislativo y conceptualmente poderoso, aunque numéricamente débil. Su fuerza fue estratégica: tuvo que ser considerado para negociar, por eso se concentró en el discurso, en las percepciones, en las referencias; y estableció sus líneas rojas, sus puntos de no retorno, sus límites en la negociación. En otras palabras, en el momento en el que se presenta la iniciativa de reforma constitucional del Bloque Opositor –el Pacto por México reloaded–, la iniciativa para reformar la reforma neoliberal entra en un combate parlamentario de posiciones, en el que las presiones, las fintas, las percepciones, los chantajes, los ataques parciales y los objetivos estratégicos son fundamentales.” (p. 126)

A propósito de lo señalado al final del párrafo anterior, y para entender el fondo del proceso reformista en México, un concepto o una apreciación interesante que proponen la y los autores del libro analizado, es el que se refiere a “El Pacto por México reloaded”. Si bien los términos de la reforma educativa de la 4T se negociaron con un interlocutor-adversario político existente, tangible, (las inercias del “Pacto por México” o “PRIANRD”), lo cierto es que el impulso del proyecto educativo de Peña Nieto (2012-2018), quedó severamente debilitado.

Sin embargo, esa transformación sólo fue superficial: Como fue evidente, a partir de 2019, ya no fue viable imponer, sino negociar los nuevos consensos desde “arriba” (con las élites dirigentes), para dar continuidad a una “reforma educativa estructural” que descansara en los conceptos de calidad (con “excelencia”, con enfoque de derechos y énfasis en la equidad con dignificación humana); en la evaluación de las figuras educativas (docentes, directivos escolares y asesores técnicos, sin efectos en la estabilidad laboral); en la noción de “mejora continua” y un INEE reciclado; y en reglamentar la lógica que piensa los avances educativos en términos, principalmente, de los aprendizajes escolares y su respectiva evaluación estandarizada. Así va, así sigue “La Continuidad Neoliberal”.

Fuente consultada:

(1) Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro y Marcelino Guerra Mendoza (2020) La Continuidad Neoliberal. La producción de la reforma constitucional en educación: 2018-2019. Ediciones Navarra. Este texto será comentado con Erick Juárez Pineda (EF), Alberto Colín Huizar (UV) y Marcelino Guerra (moderador), el próximo día 8 de julio, 2021, a través de plataformas digitales.


Fuente de la información:  SDPnoticias

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