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Comunicarse no es tan fácil: ¿Dialogamos?

Por: Fernando Buen Abad Domínguez

Dialogar es un hecho social que a muchos les indica “civilidad”. Dialogar tiene “buena prensa” y normalmente es la mejor estrategia para dirimir (bien o mal) acuerdos o desacuerdos. Y muy raramente un diálogo verdadero omite la igualdad de oportunidades y, principalmente, la igualdad de condiciones. Dialogar es un hecho humano, exigente, que tiene requisitos concretos y abstractos raramente cumplidos. Otra cosa es mantener “conversaciones” que el viento suele llevarse. Dialogar no significa coloquio de monólogos o soliloquios.

Sabemos que el requisito principal para desarrollar un diálogo, en toda su extensión semántica y práctica, radica en voluntades abiertas, verificables y proactivas para escuchar, nos guste o no, lo que un interlocutor piensa y hace. Que tal voluntad de escucha, en su proactividad, pide también disposición para alcanzar acuerdos pertinentes, concretos y conjuntos, con cambios de actitudes. Que, en igualdad de circunstancias, los dialogantes tendrían equidad en las contribuciones, y en los recursos, para realizar cambios, incluso cooperativamente. Que el siguiente paso de un buen diálogo sería una convivencia armónica. Pero se requiere igualdad (no uniformidad) de posiciones objetivas y subjetivas. ¿Es eso posible en sociedades divididas en clases?  Sólo los pueblos hermanos dialogan honestamente.

Aún en condiciones desiguales, es posible cierto nivel de diálogo, pero será siempre un diálogo determinado por las asimetrías y es de importancia metodológica primordial observar cómo y cuánto influyen tales asimetrías en las características del diálogo, y sus consecuencias, en el corto, mediano y largo plazo. Esto parecería perfecto si no fuese porque, evaluamos porcentajes y resultados de los diálogos asimétricos, se detectan emboscadas generalmente abusivas, que traicionan lo que pudo parecer voluntad civilizada para resolver diferendos. Hemos visto diálogos revestidos con sonrisas y discursos muy promisorios, inmediatamente traicionados con mil y un canalladas originadas por las disparidades de poderes, de economías y de armamentos. Como fueron traicionados los diálogos de Paz por Colombia. Como las farsas dialoguistas del Movimiento (golpista) San Isidro en Cuba. Y miles de ejemplos más.

La historia de los diálogos está plagada por las más diversas experiencias que incluyen el parto de los saberes (en la mayéutica de Sócrates) hasta las falsificaciones en el uso del diálogomanipulado como emboscada ideológica para poner tramposamente, “en pie de igualdad” lo que es simplemente irreconocible, inadmisible e inmoral. Tal como suelen ser los diálogos convocados por el imperio o los diálogos obrero-patronales; los diálogos usados en la televisión como ejemplos de democracia burguesa farandulizada o los diálogos propuestos a la juventud para que se crea el cuento de que “todos somos iguales” bajo el capitalismo. Y muchos caen ingenuamente.

Bajo las condiciones actuales de dominación capitalista, acudir a una mesa de diálogo, o exigirla, implica hacer explícitas las agendas concretas, el currículum de los interlocutores y todas las desigualdades que rodean a la iniciativa. No podemos dialogar sobre la pobreza en el mundo si alguno de los dialogantes acude hambriento. No se puede dialogar sin denunciar las  coacciones, las amenazas o las limitaciones impuestas antes o durante el diálogo. No se puede dialogar sobre la Paz si ellos son dueños de la industria bélica planetaria; no se puede dialogar sobre cultura si ellos son los dueños de las máquinas de guerra ideológica que disfrazan como “medios de comunicación”; no se puede dialogar sobre democracia si ellos mantienen bloqueados a nuestros países. Nada de eso se parece al diálogo ni a la civilización. No caigamos en sus emboscadas. Podemos ir a sus mesas, pero jamás iremos ingenuamente. Iremos a denunciarlos, principalmente. Por método.

No es intransigente exigir condiciones dignas. Lo inaceptable es prestarse a una trampa que nos han tendido miles de veces abusando de su poderío autoritario y clasista. No es arrogancia exigir igualdad de oportunidades e igualdad de condiciones. No es petulancia someter a revisión minuciosa el contenido de las agendas y, especialmente, hacer valer nuestro derecho a incluir en las agendas los temas que nos importan y preocupan históricamente. Necesitamos una metodología social y justa para el desarrollo de los diálogos, sus acuerdos, seguimiento y correcciones. Como lo hacen algunas asambleas populares en no pocos territorios de nuestra Patria Grande.

¿Hay que dialogar con todos? Sólo si respetan a los pueblos, si merecen la confianza de las luchas que tienen bien puestos los en las batallas. Necesitamos instrumentos científicos y ayudas teórico-metodológicas para acudir suficientemente informados a una mesa de diálogo; acudir suficientemente advertidos sobre toda posible triquiñuela burguesa; acudir nutridos por la experiencia que da la lucha desde las bases. Evitar, a toda costa, obedecer cualquier agenda inconsulta, aunque la disfracen de colectiva. Asistir seguros de que hablaremos lenguajes comunes, sin palabrerío “técnico”, sin enredos semánticos que no entendamos o no se nos hubiere consultado. Asistir con la fuerza moral de nuestras historias de lucha y nuestras grandes victorias revolucionarias. Pero jamás asistir ingenuos. “Por el engaño nos han derrotado más que por la fuerza” decía el gigante Simón Bolívar. Que bastante sabía de diálogos.

Fernando Buen Abad Domínguez

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Recrudece el trabajo infantil. La pandemia jaquea al empleo

Por: Sergio Ferrari

Las tibias señales de recuperación laboral de fines del año pasado en el continente chocan contra los impactos de las nuevas olas. Las proyecciones son inciertas y el futuro dependerá de cómo siga afectando la pandemia. Sin embargo, ya hay que programar la postpandemia.

La región deberá implementar políticas que estimulen la generación de empleos, particularmente entre los sectores más vulnerables: la juventud y las mujeres. Este es uno de los argumentos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) quienes publicaron en junio su Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe(https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/46955/1/S2100277_es.pdf ), donde analizan los efectos críticos del COVID-19 en el continente.

Según las dos organizaciones onusianas, la crisis económica del año pasado, la más significativa del último siglo, se expresó en una caída del Producto Interno Bruto de -7.1%, y en una tasa de desempleo media continental superior al 10%. La que tuvo una particular incidencia en los sectores hotelero (19.2%), de la construcción (11.7%), del comercio (10.8%) y del transporte (9.2%). Los cuatro, en conjunto, concentran cerca del 40% del empleo regional total. A la industria la afectó en un       8.6%, en tanto en la agricultura un 2.4%.

Los cálculos de los organismos internacionales señalan que, debido a la crisis sanitaria, el año pasado, se perdieron en el continente más de 26 millones de puestos de trabajo. La Organización Internacional del Trabajo reveló que la tasa de ocupación promedio de la región se redujo del 57.4% al 51.7% entre 2019 y 2020. Otro estudio señala que una de cada seis personas de entre 18 y 29 años ha perdido su empleo en la región desde que se desató la pandemia.

De cara al futuro cercano, la CEPAL y la OIT sugieren la implementación de estrategias que permitan sentar las bases para un retorno, con mejores condiciones laborales, para todos los trabajadores. Entre ellas: apuntalar la recuperación del empleo en las categorías y sectores altamente afectados; mejorar aspectos institucionales referidos a la salud y seguridad en el trabajo; la formalización de la situación de los trabajadores; la promoción de la inclusión laboral de las mujeres, así como la regulación adecuada de nuevas modalidades de trabajo.

En su diagnóstico del mundo del trabajo dado a conocer el tercer lunes de junio, las dos organizaciones sostienen que los impactos más negativos se observaron en el segundo trimestre del año pasado, cuando se implementaron las medidas de confinamiento para intentar contener el pico pandémico. Lo que implicó la caída de la actividad económica, del empleo y de las horas trabajadas.

Especial incidencia negativa se registró en el sector informal y en los países en los cuales dicho sector es predominante. Un número significativo de trabajadoras y trabajadores no pudo continuar con sus labores, lo que les impidió generar ingresos para sus hogares y actuar de forma contra cíclica, a diferencia de lo sucedido con el sector informal en crisis anteriores. El cierre temporal de los servicios de cuidado y de las escuelas repercutió, además, en una sobrecarga del trabajo en los hogares. Fueron entonces las mujeres las que soportaron el peso principal de esta tendencia dado el rol decisivo que juegan en los quehaceres hogareños y en la gestión de la vida familiar.

Drama en la tragedia: la niñez trabajadora

Un efecto significativo colateral de la crisis pandémica regional fue el retroceso en los esfuerzos que América Latina y el Caribe venían realizando con la perspectiva de reducir o eliminar el trabajo infantil hasta el 2025. Entre 2016 y 2020 cerca de 2.300.000 infantes habían podido dejar de trabajar.

A partir del COVID-19, el prolongado cierre de escuelas y el aumento de la pobreza entre las familias más vulnerables arrastraron a más niñas y niños de la región a buscar formas de subsistencia. Según un nuevo estudio de la OIT y UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la infancia) que fue divulgado en la segunda semana de junio, más de 8 millones de niñas y niños de entre 5 y 17 años se ven obligada-os, actualmente, a trabajar en el continente. Se trata mayoritariamente de adolescentes varones, aunque un 33% corresponde a niñas. (https://data.unicef.org/resources/child-labour-2020-global-estimates-trends-and-the-road-forward/ ).

El número de niños y niñas en hogares con pocos ingresos aumentó como consecuencia de la pérdida del empleo o la reducción salarial de muchas familias, que deben ahora recurrir al trabajo infantil como aporte complementario a la sobrevivencia.

El trabajo infantil está presente tanto en las zonas rurales como en las urbanas, y casi la mitad (el 48.7%) se practica en el sector agrícola. Más del 50% de la niñez trabajadora realiza tareas peligrosas, es decir, con riesgos o consecuencias negativas para su salud, educación o bienestar.

Ante esta compleja realidad continental, la Organización Internacional del Trabajo y UNICEF recomiendan que se aumente el gasto en servicios públicos como la protección social; el acceso universal a una educación gratuita y de buena calidad y que se reabran las escuelas, pero de forma segura. También proponen el trabajo decente para la-os jóvenes en edad legal de trabajar; que se vuelva a prestar atención al trabajo infantil en la agricultura; que se promulguen leyes que protejan mejor a la niñez que promuevan sistemas integrales de protección de la infancia allí donde no existan.

Opciones de futuro

Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe analiza el impacto negativo de la pandemia –mayor que en todas las crisis anteriores– en los mercados laborales de América Latina y el Caribe. Y enumera sus expresiones más constantes: la destrucción y precarización del empleo; el aumento de la desocupación; la abrupta disminución de la participación laboral y los efectos en el empleo y en la participación de las mujeres, entre otros. Y sugiere anticipar los desafíos de corto y mediano plazo para una transición paulatina hacia la postpandemia.

Ésta dependerá tanto de la efectividad y la masificación de las medidas de control de la crisis sanitaria — en particular la vacunación–, como de la robustez de la recuperación de la actividad económica en un contexto de gran fragilidad.

Dada la profundidad del impacto de la crisis en 2020 y de las segundas y terceras olas que confrontan varios países, es muy probable que desde 2021 la región conviva con tasas de desocupación más altas respecto a los años precedentes.

Es posible, enfatizan la OIT y la CEPAL, que los empleos formales que se generen en el futuro, no recuperen en el corto plazo los niveles previos a la crisis sanitaria. Debido a los problemas que están experimentando muchas empresas, particularmente las micro, pequeñas y medianas, para sostener y recuperar su actividad.

En consecuencia, ciertos mecanismos como los seguros de desempleo, junto con las políticas de capacitación e intermediación laboral, son y serán muy importantes tanto para sostener los ingresos de los desocupados como para facilitar su retorno al mercado laboral.

Como opciones de salida de la crisis recomiendan la promoción de la inversión pública y privada con alta intensidad de mano de obra, especialmente en los sectores más afectados en cada país, “de manera que la reactivación del tejido productivo en esos sectores acelere la demanda del empleo a nivel sectorial”.

El sector informal, por otra parte, deberá estar también en el centro de la preocupación oficial. Será importante sostener políticas de ingreso para los trabajadores informales y sus familias durante las siguientes olas de la pandemia y en la postpandemia, enfatiza el estudio. Subraya también la atención particular, en esta etapa, a las opciones del trabajo femenino, particularmente afectado durante la crisis. “Para facilitar la reincorporación de las mujeres al mercado laboral — además de promover la recuperación del empleo–, se deberán priorizar las medidas que fortalezcan las políticas e instituciones de los sistemas de cuidado, tanto en términos de educación como de salud.

Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe subraya una realidad “novedosa” que explotó con fuerza en los últimos meses: los trabajadores intermediados por plataformas digitales. Constituyeron una fuente de empleo muy importante debido a la necesidad de reducir los contactos personales y de mantener el reparto de bienes esenciales. Sin embargo, la realidad muestra que existe una alta precarización de esta modalidad de trabajo caracterizada por la inestabilidad, largas jornadas, ausencia de protección socio-laboral y la falta de opciones de diálogo y representación. De ahí, la necesidad de bregar por condiciones realmente decentes en esta nueva modalidad laboral, insisten la OIT y la CEPAL.

Aunque no lo señalen explícitamente estos organismos, el futuro laboral-social en el continente – y a nivel mundial— va a generalizar el debate sobre quién pagará realmente los costos de la crisis. Una pugna esencial de sociedad, que, si bien ya se visualiza, sigue parcialmente velada por las restricciones pandémicas que limitan la movilización social. Todo anticipa que la recuperación del empleo y la vigencia de condiciones laborales decentes no solo dependerán de la buena voluntad de los gobiernos sino también de la presión social en las calles.

La pandemia jaquea al empleo

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Otra vuelta de tuerca a la precarización docente

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. Columna: CORTOCIRCUITOS

En las últimas semanas se han dado a conocer nuevas acciones de la SEP que afectan los ingresos, el tiempo de trabajo, las vacaciones y la práctica docente. Aquí un recuento inicial:

  • El aumento salarial de 3.9 % al salario base y 1.8% a prestaciones, algo así como 19 pesos diarios en promedio; la inflación anualizada es de 3.15%, o sea, en el año de la pandemia, una recuperación ínfima del salario real;
  • El bono extraordinario de 720 pesos prometido hace meses para premiar los esfuerzos docentes en la pandemia;
  • El nuevo calendario escolar, con doscientos días efectivos, casi un mes más largo que el vigente;
  • Las actividades de limpieza y preparación de las escuelas para el regreso a las clases presenciales y/o remotas, incluidas las actividades en el Centro de Aprendizaje Comunitario

Son las recientes; más las acumuladas antes y durante la pandemia: el pago en UMAs a las jubilaciones, lo que representa una disminución nominal respecto a los salarios mínimos;

carga administrativa excesiva, jornada laboral más allá de las horas pagadas; colaboración en tiempo, espacio y recursos con las clases remotas.

¿Qué significan estas acciones? Para muchxs profesorxs, desconocimiento de funcionarios, impericia, malas decisiones, desencuentros, faltas de atención, incapacidades.

No es así. Hay que decirlo abiertamente: se trata de una vuelta más en la tuerca de la precarización docente.

Sabemos muy bien que el magisterio es reacio a ser clasificado como un conjunto de trabajadores que ejercen su labor en condiciones precarias. Somos profesionistas, se recuerda, ¡y con razón!, una y otra vez. Sin embargo, la precarización no tiene que ver con ausencia de calificación o de preparación profesional, sino con las condiciones en que se desarrolla el trabajo docente y la reproducción de la fuerza de trabajo del magisterio; es decir, con las condiciones materiales, profesionales y simbólicas en que se realiza la práctica docente y en el modo como se produce y reproducen los maestros y sus familias.

La precarización es un resultado, un objetivo, una producción de múltiples acciones gubernamentales a lo largo del tiempo. Se observa en los siguientes procesos:

  1. La sobre-explotación de la fuerza de trabajo magisterial; consiste en el pago por debajo de su valor del trabajo docente; aquí se encuentran todas las acciones que durante décadas
    1. Han reducido sistemáticamente el salario real de los trabajadores (en otras palabras, el salario que resulta una vez descontada la inflación, o el poder adquisitivo de los ingresos del magisterio), que se calcula superior a 60% en los últimos cuarenta años;
    1. Han extendido la jornada laboral por muchas horas más que no son remuneradas ni reconocidas, como el trabajo en casa, el alargamiento del calendario, la reducción de vacaciones;
    1. Han multiplicado las tareas, funciones y responsabilidades docentes por el mismo pago; las denuncias de sobrecarga administrativa es la prueba palpable de esto;
    1. Han disminuido las prestaciones laborales, económicas y sociales del magisterio, como la reducción de aguinaldos y todo el paquete de modificaciones de lo que antes era un derecho laboral y ahora es un reconocimiento;
  2. La flexibilidad e incertidumbre en las condiciones laborales:
    1. Multiplicación de contratos de corto plazo con ausencia o reducción de prestaciones de ley;
    1. Subcontrataciones y formas laborales no contractuales ( becas, estímulos, recompensas);
    1. Reducción, congelación y cancelación de plazas;
    1. Proliferación y cambios abruptos en las tareas asignadas (clubes, talleres, seguridad escolar, ahora salud).
    1. El más reciente: la eliminación de las plazas y la aparición de las vacantes en la legislación secundaria;
    1. El retraso y la judicialización de pagos por trabajos realizados.
  3. Las implicaciones de la autonomía de gestión:
    1. Responsabilidad docente en las condiciones de operación cotidiana de la escuela;
    1. La provisión de recursos para el mantenimiento de la infraestructura escolar;
    1. La responsabilidad directiva y magisterial en la administración de la escuela y las actividades comunitarias.

Estamos convencidxs de que las maestras podrán aumentar, corregir y modificar este listado inicial; lo que nos interesa es resaltar tres  cuestiones que nos parecen primordiales:

  • La precarización es un ensamblaje histórico de múltiples acciones que minan progresivamente las condiciones de producción y reproducción de la fuerza de trabajo magisterial;
  • La precarización responsabiliza al magisterio cada vez más de las condiciones en que se desarrollan los procesos escolares; y
  • La precarización no es un proceso aleatorio ni accidental, sino un condicionante estructural del Sistema Educativo Nacional; en otras palabras, la sobre-explotación y la precarización son condicionantes y derivas del mismo sistema; como está construido no puede operar sin ellas.

Reiteramos: la precarización no se produce en un gobierno ni en un sexenio, es el resultado de muchos años de políticas gubernamentales que no han cambiado ni un ápice su modo de concebir y atender los problemas educativos. No han cambiado nada, por el contrario, se han ido perfeccionado y desarrollando cada vez en mayores direcciones.

Diremos más: la precarización es un resultado del flujo histórico de las decisiones gubernamentales, pero a la vez se ha convertido en un elemento estructural del SEN; de hecho, no puede funcionar sin la sobre-explotación, la precarización y la autonomía de gestión; está atado racional, presupuestal, administrativa y cognitivamente a eso.

Es en esta perspectiva donde se perciben con mayor claridad los desafíos de un gobierno que se auto-proclama como la IV Transformación Nacional; una gesta a la altura de la Independencia, la Reforma y la Revolución. Ni más ni menos.

La pregunta es: ¿las acciones que desarrolla la SEP contribuyen a transformar las condiciones de operación del SEN que producen la sobre-explotación y la precarización, o las mantienen y profundizan?

La respuesta es evidente; ¿no les parece?

Fuente:  https://insurgenciamagisterial.com/otra-vuelca-de-tuerca-a-la-precarizacion-docente/

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Brasil: La voracidad del capitalismo trajo la Covid-19

La voracidad del capitalismo trajo la Covid-19

Leonardo Boff

He sostenido la tesis de que la Covid-19 es un contraataque de la Madre-Tierra contra el sistema del capital y de su expresión política, el neoliberalismo. Ella ha sido agredida y devastada de tal manera que nos envió un arma suya, invisible, el coronavirus, como una alerta y una lección. El virus puso de rodillas, humilladas, a las potencias militaristas, que con sus armas de destrucción masiva podrían acabar con la vida sobre el planeta. Si se perpetúa la guerra contra el planeta, éste podrá no querernos más. Un virus más letal, inmune a cualquier vacuna, podría llevar a gran parte de la especie humana a su fin.

Tal eventualidad no es imposible, pues este sistema de muerte de seres de la naturaleza y de seres humanos, al decir del Papa Francisco, posee una tendencia suicida. Prefiere correr el riesgo de morir antes que renunciar a su voracidad.

Este cuento de Leo Tolstoi (1828-1910), contado a los peones de su hacienda Yásnaya Poliana, con el título Cuánta Tierra necesita un hombre, puede hacernos reflexionar.

 

«Había una vez un campesino que trabajaba un trozo de tierra que no era muy fértil. Trabajaba mucho pero sin mucho fruto. Envidiaba a sus vecinos que tenían más tierra y cosechas más abundantes. Estaba especialmente molesto por los elevados impuestos que tenía que pagar sobre su pequeña tierra y sus escasas ganancias.

Un día, después de mucho pensar, resolvió: “me voy con mi compañera lejos de aquí, en busca de tierras mejores”. Supo que a muchas leguas de su casa había gitanos que vendían tierras muy baratas, hasta por precios irrisorios cuando veían a alguien muy necesitado y con ganas de trabajar.

Aquel campesino, deseoso de poseer mucha más tierra para cultivar y hacerse rico, pensó: “voy a hacer un pacto con el diablo. Éste me va a dar suerte”, dijo a su mujer, que torció el gesto. Y le advirtió:

“Marido mío, mucho cuidado con el diablo, nunca sale nada bueno de hacer pactos con él; esa codicia tuya te va a echar a perder”.

Pero, ante la insistencia del marido, decidió acompañarlo para realizar su ambicioso proyecto. Así que partieron, llevando pocas pertenencias.

Cuando llegaron a las tierras de los gitanos, el diablo ya estaba allí, bien trajeado, dando la impresión de ser un influyente mercader de tierras. El campesino y su mujer saludaron educadamente a los gitanos. Cuando iban a expresar su deseo de adquirir tierras, el diablo, sin ceremonias, se le anticipó y dijo:

“Buen señor, veo que viene de lejos y tiene gran deseo de poseer buenas tierras para plantar y hacer alguna fortuna. Tengo una excelente propuesta que hacerle. Las tierras son baratas, al alcance de su bolsillo. Le propongo lo siguiente: usted pone una cantidad razonable de dinero en una bolsa aquí, a mi lado. El territorio que usted recorra a lo largo de todo un día, desde el amanecer hasta la puesta del sol, siempre que esté de vuelta antes de ponerse el sol, esa tierra recorrida será suya. En caso contrario perderá el dinero de la bolsa”.

Los ojos del campesino brillaron de emoción y dijo:

“Me parece una propuesta excelente. Tengo piernas fuertes y acepto. Mañana bien temprano, al amanecer, me pongo a correr y todo el territorio que mis piernas puedan alcanzar será mío”.

El diablo, siempre malicioso, sonrió contento.

Y así fue, bien temprano, apenas el sol rompió el horizonte, el campesino echó a correr. Saltó cercas, atravesó riachuelos y no satisfecho ni siquiera se paró para descansar. Veía delante de sí una encantadora planicie verde y rápidamente pensó:“aquí voy a plantar trigo en abundancia”. Mirando a la izquierda se abría un valle muy llano y pensó: “aquí puedo hacer una plantación de lino para ropa fina”.

Subió, un poco sin aliento, una pequeña colina y vió que allá abajo surgía un campo de tierra virgen. Y pensó: “quiero también aquella tierra. Allí voy a criar ganado y ovejas y voy a llenar las alforjas de las burras con dinero a más no poder”.

Y así recorrió muchos kilómetros, no satisfecho con lo que había conquistado, pues los lugares que veía eran atractivos y fértiles y alimentaban su deseo incontenible de poseerlos también.

De repente miró el cielo y se dió cuenta de que el sol se estaba ocultando detrás de una montaña. Dijo para sí mismo:

”No hay tiempo que perder. Tengo que volver corriendo, si no perderé todos los terrenos recorridos y, encima, el dinero. Un día de dolor, una vida de amor”, pensó, como decía su abuelo.

Se puso a correr con una velocidad desmedida para sus piernas cansadas. Pero tenía que correr sin reparar en los límites de sus tensos músculos. Incluso se quitó la camisa y dejó caer la bolsa con algo de comida. Siguió mirando la posición del sol, ya cerca del horizonte, enorme y rojo como sangre. Pero aún no se había puesto del todo. Aunque estaba cansadísimo, corría cada vez más, ya no sentía las piernas de tanto esfuerzo. Con tristeza, pensó: “quizás he abarcado demasiado y podría perderlo todo. Pero sigamos adelante”.

Viendo, a lo lejos al diablo, solemnemente de pie y a su lado la saca de dinero, recobró más ánimo, seguro de que iba llegar antes de la puesta de sol. Reunió todas las energías que tenía e hizo un último esfuerzo. Corría, sin pensar en los límites de sus piernas, como que fuera volando. No muy lejos de la llegada, se tiró hacia delante, casi perdiendo el equilibrio. Rehecho, todavía dio algunos pasos largos.

Fue entonces cuando extenuado y ya sin fuerzas, se desplomó en el suelo. Y murió. Su boca sangraba y todo su cuerpo estaba cubierto de arañazos y de sudor.

El diablo, maliciosamente, apenas sonrió. Indiferente al muerto y codicioso, miraba la bolsa de dinero. Todavía se dio el trabajo de hacer una fosa del tamaño del campesino y lo metió dentro. Eran sólo siete palmos de tierra, la parte menor que le tocaba de todos los terrenos recorridos. No necesitaba más que eso. Su mujer, como petrificada, presenciaba todo, llorando copiosamente».

 

Este cuento reverbera las palabras de João Cabral de Melo Neto (1920-1999) en su obra Muerte y Vida Severina (1995). En el funeral del labrador dice el poeta: ”Esta fosa en que estás, con palmos medida, es la cuenta menor que sacaste en vida; es la parte que te cabe de este latifundio” .

De todos los terrenos atrayentes que veía y deseaba poseer, al ávido campesino sólo le quedaron al final los siete palmos para su sepultura.

¿No será este el destino del capitalismo y del neoliberalismo?

Fuente de la Información: https://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=1029

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Guatemala: Dignificar al arrabal

Dignificar al arrabal

Fuentes: Rebelión

Históricamente para la sociedad clasista y racista, en el arrabal se conjugan todos los males del mundo, por ende, quien es del arrabal automáticamente tiene que ser: ladrón, abusador, extorsionador, violador, asesino y todo lo que a la mente humana se le pueda ocurrir.

Quitarse ese señalamiento es una labor titánica porque el estigma es una especie de ADN. Porque ser de arrabal se convierte en un impedimento para conseguir trabajo, para estudiar, para entablar relaciones interpersonales fuera del mismo. La gente ve a una persona de arrabal como a un delincuente del que tiene que cuidarse. Es excluida de entrada.

Por eso ser de arrabal es luchar contra corriente permanentemente, contra el sistema que ha violentado a las periferias, que las ha empobrecido y que las ha excluido de todo derecho y beneficio como parte de la sociedad. Las ha acusado de ser el máximo peligro del país. Las famosas zonas rojas que abundan en Latinoamérica. Esa América Latina socavada, despojada, humillada y mancillada por las grandes mafias oligárquicas que son el peligro real para la población. Literariamente las célebres favelas que le dan un romanticismo a la ensoñación.

Pero, cómo es vivir sin agua potable, sin energía eléctrica, sin calles pavimentadas y sin servicio de drenajes, sin autobuses, sin trabajo, sin casa. Cómo es vivir en hacinamiento y sin los alimentos básicos, sin medicinas y sin servicio de salud. ¿Cómo pretende la sociedad que un ser humano sobreviviendo en estas condiciones pueda terminar el nivel básico de educación, el diversificado y la universidad? ¿Cómo se supone que los padres de familia pueden alimentar a sus hijos si se les niegan las oportunidades de desarrollo? ¿Cómo se pretende que tengan una vida integral si son violentados diariamente por las fuerzas de seguridad? ¿Si viven las limpiezas sociales que buscan eliminarlos? ¿Si a los jóvenes los encierran en las cárceles que son centros de tortura por su origen y apariencia? ¿Si la violencia institucionalizada los obliga a delinquir?

Porque los ha violentado toda su vida que los que llegan a la edad de la adolescencia, sin amor propio, sin sueños, en un estado de depresión profundo, peleados con la vida, sintiéndose basura, son utilizados por las mafias oligárquicas para que repartan la droga que ellos producen, para que entreguen los paquetes, para que cobren las deudas de los hijos de papi y mami que por su privilegio de clase son los intocables. Y les va la vida en ello, porque qué vale un adolescente de arrabal, lo desaparecen y no pasa nada, negarse a delinquir o a hacer el trabajo sucio de las mafias oligárquicas significa morir. ¿Qué vale una niña de arrabal? Son las que forman parte de las estadísticas de desaparecidas, sus vidas terminan en bares del país y en el extranjero porque son el mejor negocio, el más rentable: sus cuerpos como tráfico sexual.  ¿A qué esperan que se dedique un niño cuando crezca si lo bombardean con la televisión con telenovelas y series de narcotraficantes? ¿Si en la radio lo aniquilan con canciones de drogas y cárteles todo el día? Si el mensaje del gobierno es entre más tranza más triunfador. Si además le niegan todo recurso y oportunidad.  ¿Y qué esperan que hagan los papás si tienen que trabajar 16, 18 horas al día para darles por lo menos una comida al día?

Ser de arrabal es tenerlo todo en contra, por eso nadar contra corriente es la resistencia de la periferia. Sólo el arrabal mismo se puede dignificar. De afuera solo llegará la exclusión, la calumnia, el rechazo, el abuso, el menosprecio, la injusticia. Por eso quien es de arrabal tiene la misión titánica de ser rostro y voz de su comunidad, que representa a la periferia en cualquier lugar a donde vaya. Por esa razón tiene que cuidar sus palabras y sus actos. Tiene que ser un ente de cambio, entre la infancia y la adolescencia, tiene que influir para que esos niños, niñas y adolescentes en lugar de verse a sí mismos como basura, se vean como seres humanos que pueden derrumbar la barrera del odio y de la injustica y lograr sus sueños. Porque para eso han cultivado toda su vida la habilidad de la resistencia y de nadar contra corriente.

Quien es de arrabal tiene que cuidar la forma en que camina, en que se para, en que habla, sus ademanes porque hay gente observándolo, gente que lo verá hacia abajo siempre y gente que lo verá como un ejemplo a seguir. Ser de arrabal es esforzarse tres, diez veces más que cualquier otro. Es dar el 110% en todo lo que hace. Es madrugar y acostarse tarde; estudiando, repasando, ejercitando su mente y su espíritu. Siendo parte activa de la comunidad. Ser una persona funcional dentro y fuera del hogar, con esto rompiendo la estructura patriarcal de los roles de género. Un niño de arrabal igual puede lavar ropa que una niña y hacer limpieza y arreglar las camas y lavar el baño. Lavar los platos. Es utilizar la tecnología a su favor, ver documentales sobre cultura, arte, deportes, pueblos inhóspitos, todo lo que no les permite las circunstancias económicas y de movilidad lo pueden encontrar en la tecnología. Se juntan en grupo y van a la casa de alguien que tenga internet y algún aparato donde puedan visitar las plataformas digitales. Se puede hacer, claro que se puede, porque es una de las responsabilidades de la resistencia. El recurso que no está se busca hasta encontrarlo.

Es el arrabal mismo el que tiene que luchar contra el bombardeo televisivo que solo busca denigrarlo. ¿Cómo? Realizando programas culturales dentro de la comunidad, ambientales, políticos, deportivos. Y para eso se necesita la ayuda de todos, de los docentes, de los vendedores de mercado, de los pilotos de autobús, de los padres de familia, de los adultos. Solo el arrabal puede dignificarse a sí mismo. Es un trabajo lento, al que no se le verá el cambio a corto plazo y que será generacional, pero debe hacerse. Lo mismo que plantar árboles en los barrancos que los circundan, eso impedirá los deslaves.  Se puede hacer y para eso tenemos nada más que informarnos de las hazañas realizadas por otros en otros tiempos en peores circunstancias. El ser humano tiene la capacidad de realizar lo impensable.

El arrabal tiene la obligación de ser semillero de mentes analíticas que cuestionen el sistema y que tengan las agallas para cambiarlo, para eso debe nutrirse diariamente de la memoria histórica y tener fuerza de voluntad.

Blog de  la autora: https://cronicasdeunainquilina.com

Fuente de la Información: https://rebelion.org/dignificar-al-arrabal/

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México: ¿Una hora menos para “Artes” en educación básica?

¿Una hora menos para “Artes” en educación básica?

Publicado por Pluma Invitada

Etien Daniel Fass Alonso*

Recién se ha corrido el rumor de que la Educación Artística (erróneamente definida como “Artes” en los planes y programas de la SEP) tendría 1 hora menos a la semana para el nivel secundaria en el ciclo escolar 2021-2022, con el fin de dárselo a la nueva materia “vida saludable”.

Si bien, lo normal sería esperar a el anuncio oficial, es importante difundir lo que puede evitarse si las voces se unen para evitarlo al crear una reflexión colectiva que llegue a esos funcionarios públicos federales, por ello, hay que actuar, pues no sería extraño que fuera una realidad adelantada y no tanto un secreto a voces.

La pandemia nos ha mostrado el lado más duro de la vida en tan poco tiempo, y a pesar de ello, las manifestaciones artísticas están ahí para equilibrar anímica y psicológicamente al mundo. Las artes son la tinta de la historia de la humanidad.

La BBC News publicó hace un par de días un artículo sustancial sobre la “flexibilidad COGNITIVA” como llave para el aprendizaje creativo y para entender el valor de las artes en todo proceso educativo formal e informal a través de la imaginación creadora; y he puesto “cognitiva” en mayúsculas para resaltar que, el encasillar a las artes en una sola área: “desarrollo personal y social”, es reducir a una simple experiencia estética (que según Mandoki, es un pleonasmo u oxímoron) e invalida el potencial de la Educación Artística dentro de todo el currículo de forma transversal e integradora, transformada y transformadora para un planeta más empático, más fraterno y más humano. Y sí, también en lo académico. ¿Qué acaso la ciencia no es artística y viceversa?

Y he dicho antes, a manera de eco de grandes personas: las artes son la herramienta más poderosa de transformación social que la humanidad conoce.

Ahora reflexionemos ¿qué efecto tendría la aplicación de este poder en el Sistema Educativo Nacional, si se ejecutara cabalmente acorde a las necesidades educativas en el México del siglo XXI y que subyace y palpita en todo infante y cada joven? Sorprendentemente, parece que nada de esto es suficiente para lograr un giro de tuerca en la forma de pensar de quienes son responsables del currículo nacional.

Sin duda, desde la formación del maestro o de la sociedad general, hemos venido arrastrando muchos mitos y fetiches en torno al por qué y para qué de las artes en la escuela. Asimismo, no basta agregar horas, sino un cambio de pensar a fondo.

No es gratuito que los países con mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH) posean en sus políticas públicas a la Educación Artística como eje fundamental de sus programas educativos oficiales de manera integradora con todas las áreas del desarrollo no solo lo afectivo y social. ¿Qué pasa con México? ¿Por qué no termina de cuajar una política educativa acorde a los principios constitucionales de humanismo, equidad, excelencia e integralidad que exige la Nueva Escuela Mexicana y quienes no encuentran una mejor abanderada que la Educación Artística para la educación general? Algo nos está faltando, y es crítico.

Confiamos en la nueva titular de la SEP para abrazar en su sensibilidad y escuchar a sus más de 54,000 maestros de artes en una necesaria revolución educativa que considere a las artes como piedra angular de todo el proceso formativo humano y en la que sea ejecutada por todos los actores educativos del país.

Todo esto, de la mano de sus docentes; en especial, de las organizaciones inéditas y de gran valor como la Asociación Mexicana de Docentes de Artes, A.C., que busca precisamente esta revalorización y dignificación de la Educación Artística en la SEP y en la vida de todo mexicano.

Por ello, en el albor de los primeros cien años de la institución más importante para el desarrollo integral de cualquier nación, esto sería (sin duda) un gran logro histórico no solo para el sistema educativo sino para nuestras culturas, para nuestra humanidad.

Esperamos que el rumor de mutilar a la ya manca Educación Artística, sea solo eso: un murmullo y nada más. Aun así…una hora más, una hora menos, ¡basta ya!

Que suene fuerte y claro: la Educación Artística no es una papa caliente, sino es un camino único para lograr formar sociedades creativas, escuelas más fuertes con un pensamiento crítico y una persona resiliente.

¡La ruptura de paradigmas para la educación hacia un mundo mejor, es ahora!

*Docente, consultor y especialista en educación musical y políticas públicas educativas y culturales

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/una-hora-menos-para-artes-en-educacion-basica/

 

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Atención educativa de niños con discapacidad en contexto de pandemia por COVID-19

Por: Moreno Lozano Alejandro /Instituto de Estudios Superiores de Progreso de Obregón Hidalgo, SEPH

 

La intervención educativa del profesor de educación especial, tiene como fin principal el logro efectivo del derecho a la educación de todas y todos los mexicanos a pesar de las característica física o intelectual incorporadas. Esta cuestión se complejiza en la atención que se debe brindar en el contexto de alerta sanitaria mundial por COVID-19, que fuerza a virar la forma en que se debe lograr el aprendizaje, sin comprometer la salud de las madres, padres, estudiantes y maestros.

Las tecnologías de la información como herramientas que se introducen en todos los campos del proceso educativo en estos momentos de crisis sanitaria, juega un papel fundamental sin embargo, su empleo no logra acortar la brecha históricamente construida, mientras que las formas de discriminación negativa con obediencia a reglas estrictas de construcción en la sociedad sigan ejerciendose bajo nuevas lógicas de operación discreta y francamente excluyentes (Kars, 2000) al sector con carencias económicas y de salud.

Dos motores son los generadores de una discriminación negativa que afecta perjudicialmente a las personas que lo padecen y que se ubican en las siguientes esferas a) el estigma como un mecanismo fundamentalmente irracional y b) el prejuicio que se instala precisamente en el terreno de “Las actitudes de exclusión y desprecio sistemático hacia grupos determinados; y que tiene como consecuencia la disminución o anulación de los derechos fundamentales de quienes los componen” (Rodríguez, 2011, pág. 49).

Cambio de dirección: Cuidado de la salud y el aprendizaje

Frente a la declaración de pandemia mundial por COVID-19, México realizó varias acciones encaminadas a disminuir los efectos a la salud de la población más vulnerable: en materia educativa fue la emisión de un acuerdo en el Diario Oficial de la Federación  (DOF) el 31 de marzo de 2020 donde se manifiesta sincronía con la OMS  en Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones “Declara la suspensión de labores por causa de fuerza mayor, con motivo de las medidas de contingencia de la pandemia de coronavirus COVID-19 y determina las funciones esenciales a cargo del propio Instituto, cuya continuidad deberá garantizarse para coadyuvar, en su ámbito de competencia, en la mitigación y control de los riesgos para la salud que implica la enfermedad por el virus SARS-CoV 2 (COVID-19). (DOF, 2020)

Para los servicios de educación especial, la educación presencial se suspendió antes de la emisión normativa desde el 20 de marzo, con acciones preventivas para protección de toda la comunidad educativa. Una de las primeras acciones fue la estandarización de un formato denominado de “Corresponsabilidad”, promovido del documento denominado “Lineamientos para prevenir enfermedades respiratorias, COVID-19”. En este formato, el padre,  madre o tutor, aseguraba que había revisado a su hija o hijo y no presentaba ningún síntoma de: Fiebre, dificultad para respirar, dolor de cabeza, estornudos, tos y/o malestar general. (Salud, 2020)

Los casos detectados con alguna sintomatología de enfermedad respiratoria se canalizaron al médico escolar en caso de contar con él o su médico familiar. Esta acción provocó la molestia de algunas madres y padres de familia que referían en el acto como negación del derecho a la educación.

Los desencuentros comenzaron a circular en descalificaciones verbales hasta quejas en los diarios electrónicos de circulación local, dónde exponían un supuesto ejercicio de exclusión al derecho de la educación en perjuicio de sus hijos por el personal de los Centros de Atención Múltiple. En respuesta, el personal agredido se concretaba en guardar silencio frente a inquisitivas posturas de reporteros que grababan las escenas. Además de los vilipendios, había una revictimización de los actos, esta vez por parte de sus autoridades educativas, quienes les pedían redactar sesudos reportes donde dieran cuenta de los hechos acontecidos para aclarar el proceder estipulado en el filtro sanitario escolar.

Antes del cierre temporal de las instalaciones, en sesión de Consejo Técnico Escolar (CTE), se diseñaron planes personalizados para casa, como una propuesta de actividades para reforzar los Aprendizajes Esperados durante el aislamiento preventivo que contemplaba el acompañamiento de las familias a los estudiantes. La distribución de dicha propuesta se dispersó a través de dos medios principales: correos electrónicos y mensajería de WhatsApp. De esta socialización, se desprende un proceso de seguimiento de las acciones diseñadas por parte de los profesores en la modalidad que la autoridad educativa denomina como “trabajo desde casa”, que fluía con las orientaciones a las madres y padres sobre las actividades funcionales para la vida.

El proceder de rendición de cuentas a través de evidencias ocasionaron inconformidades de los padres de familia que solventaron en redes sociales e inevitablemente fueron del conocimiento del Secretario de Educación, Lic. Esteban Moctezuma Barragán, quien en un comunicado por Youtube  en el minuto 2:55 ubicado en:  https://youtu.be/naFNJEg_Xzc se  dio indicación a la estructura de SEP para que redujera las evidencia a una por semana

Implicaciones docentes de educación especial: acomodarse la camiseta en la educación a distancia 

Los apoyos educativos que requieren las Niñas, Niños y Adolescentes con discapacidad o Trastornos del Espectro Autista (TEA) son distintos, desde aquellos que requieren ayuda total, hasta los que solo requieren la observación constante para que lleven una vida lo más normalizada posible, tomando en cuenta la gama entre aquellos que no logran diferenciar lo que es comestible de lo que no lo es. La discriminación de olores es un aprendizaje social que algunas veces no ha quedado resuelto. La asistencia en estos casos es muy cercana para cuidar las cuestiones de salud con afectaciones de las vías respiratorias, sialorrea frecuente y accidentes fecales.

Este hecho natural de algunos seres humanos, otorga la primacía al desarrollo de habilidades prelaborales y para la vida como: aumento a la resistencia física que se logra por medio de la ampliación de horarios, observación de reglas de cortesía y cuidado de la higiene. El objetivo es el logro de la independencia lo más normalizada posible y la integración de la persona con discapacidad al sector productivo.

La deuda histórica sobre los niños con discapacidad y las mujeres sigue siendo una piedra en el desarrollo de la sociedad mexicana. Empoderar a la mujer y velar por las Niñas, Niños y Jóvenes con discapacidad debe contemplar también mejores condiciones para el desarrollo de ambos. La reflexión sobre el tema es prioritaria para seguir dignificando a la humanidad hasta llegar a restituir lo que de suyo le pertenece como un ser humano pleno con independencia de la posición familiar que ocupe o de las características físicas o intelectuales que se posea.

Sin duda El contexto de pandemia mundial por COVID-19, ha dejado manifiesta la segregación histórica que se ha construido sobre las personas que se consideran significativamente diferentes como las Niñas, Niños y Jóvenes con discapacidad, discapacidad múltiple y Trastornos Generalizados del Desarrollo (TEA) que se son atendidas por la educación Especial. En el contexto de pandemia mundial padecen condición de encierro y poca o nula atención educativa que les permitan seguir desarrollando sus capacidades motrices e intelectuales En algunos casos la única posibilidad de interacción es con los profesores de educación especial por mediación de la tecnología para superar su condición de encierro.

Las resistencias de madres, padres de familia y de los propios profesores en el diseño y ejecución de los planes para casa con actividades que contemplen el uso de las TIC´s, aunado a la limitación de los recursos económicos para contratar un buen servicio de conexión a internet son el caldo en que se cocina la desventaja de las Niñas, Niños y Adolescentes en cuestión y se presentifica como factores que juegan en contra de esta población históricamente vulnerada en cuanto a su derecho a la educación de calidad y equidad.

En este contexto, las profesoras y profesores, han buscado un nuevo sentido a su práctica docente a distancia con sus estudiantes. El proceso ha transitado por un sinnúmero de manifestaciones que van por supuesto desde la negación hasta la incorporación y desarrollo de las competencias requeridas en el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Bibliografía

Rodríguez, J. (2011). Democracia, educación y no discriminación. México : Cal y Arena.

Salud, S. d. (20 de Marzo de 2020). Gobierno de México. Obtenido de https://drive.google.com/file/d/1VkF4Zvgf1UYAfN6xW-GgsE2mgncFswD1/view

Fuente de la información: https://www.educacionfutura.org/

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