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¿Volver a las aulas?

Sí, porque es en el aula, laboratorio, biblioteca, centro de prácticas, patio, comunidad donde el docente conoce a sus estudiantes y su evolución académica de manera objetiva, y donde el niño, niña, joven puede socializar bajo el espacio educativo.

Sin embargo, las preguntas deberían ser: ¿qué condiciones y garantías necesitamos para volver a las aulas? ¿Con qué propuesta educativa y pedagógica vamos a retornar? ¿Con qué capacitación docente? ¿Qué asistencia deben desarrollar los establecimientos educativos luego de un periodo de dislocación? ¿Cuál es la propuesta de reinserción educativa para quienes salieron del sistema educativo?

Necesitamos mirar al Sistema Nacional de Educación de manera global. Según datos oficiales de MinEduc, durante el año lectivo 2018-2019, el número de estudiantes fue de 4’581.835, de los cuales el 24% estaba matriculado en instituciones educativas del área rural; mientras el número de docentes dentro del Sistema Nacional de Educación fue de 217.748, de los cuales 169.559 docentes corresponden a la educación pública o fiscomisional. La distribución de los docentes por área geográfica demuestra que 7 de cada 10 trabajan en instituciones educativas del área urbana. Mientras el número de establecimientos educativos representó 16.301 instituciones entre todos los sostenimientos, de las cuales el 46% está ubicado en zonas rurales.

Por ahí se ha iniciado el retorno, mediante un grupo de instituciones ubicadas en el área rural; un segundo grupo más reducido son los establecimientos particulares que comienzan a enfrentar posibles casos de contagios en el interior del plantel. La realidad demanda al Gobierno asumir la educación como responsabilidad central del Estado, eso significa: articulación entre los distintos sistemas, destinar presupuesto con eficiencia y eficacia, vincular y fortalecer al sistema de salud y educación pública, promover un sistema educativo que responda a las necesidades sociales en sus diversos aspectos y que ubique a la tecnología al servicio de la pedagogía, ya que también se ha demostrado que la enseñanza telemática versus enseñanza presencial está siendo utilizada para ocultar los problemas estructurales de nuestro sistema educativo. No podemos seguir alabando desde el discurso la enseñanza telemática, eso en los hechos ha significado empobrecer aún más nuestro modelo educativo. Mientras no se pueda volver a las aulas por la pandemia, es urgente dotar a los estudiantes de los sectores populares con las herramientas tecnológicas necesarias e internet gratuito para cerrar la brecha digital.

Es menester señalar que cuando se esgrime desde la autoridad el supuesto derecho de madres o padres para decidir el retorno a las aulas, así sea bajo un plan piloto, se está falseando el debate. Ya que la única elección posible está entre regresar y no regresar. Dejando en segundo plano qué garantías se necesitan y quién es el responsable de darlas, o si es el momento oportuno. Por ahí debería partir una decisión científica y técnica, vinculados el anhelo y necesidad de volver a las aulas. (O)

Fuente: https://www.eluniverso.com/opinion/2020/11/27/nota/8063164/volver-aulas

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Depresión severa, deficiencias cognitivas, riesgo de suicidio

Por: Conocimiento Libre

El domingo 22 de noviembre de 2020 se cumplirán doce meses desde que médicos de todo el mundo escribieron a la ministra del interior británica, Priti Patel, para solicitarle poner fin de inmediato a la tortura y abandono médico de Julian Assange.

Desde entonces, Doctors for Assange ha advertido en repetidas ocasiones que el abuso documentado de los derechos humanos del Sr. Assange, incluida su detención en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh1, es perjudicial para su salud y su propia supervivencia. Nuestros avisos han incluido cartas a los gobiernos, comunicados de prensa, declaraciones públicas y entrevistas, así como dos llamamientos en la destacada revista médica The Lancet. Distintos abogados y políticos han hecho referencia a nuestra preocupación en los medios de comunicación.

En la actualidad, un año después, la tortura y la nula atención médica de Assange lejos de reducirse se han intensificado. Continúa arbitrariamente privado de libertad en la prisión de Belmarsh, según ha determinado el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, encarcelado por ejercer una actividad periodística que era legal cuando y donde tuvo lugar y que así sigue siéndolo. Para el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura Assange corre riesgo de morir y es víctima de tortura psicológica.

El Home Office de Priti Pavel no respondió de forma directa a nuestra carta, pero hizo una declaración a la prensa el 25 de noviembre de 2019: “Las alegaciones a la supuesta tortura a la que estaría sometido Julian Assange carecen de fundamento y son completamente falsas. Reino Unido está comprometido con el principio de legalidad y se asegura de que nadie esté por encima de dicho principio”.

Seamos claros: cuando Doctors for Assange escribió a la ministra del interior, el Sr. Assange ya había sido evaluado como víctima de tortura psicológica y seguía siéndolo.  No se trataba solo de que hubiera sido sufrido tortura, sino de que estaba siendo sometido a una tortura continuada, como es el caso hasta nuestros días.

El gobierno británico ha recluido a Assange en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en deferencia a una solicitud de extradición del gobierno estadounidense basada en acusaciones políticas controvertidas que carecen de precedente, todo ello en represalia por ejercer un periodismo de interés público que ha sido merecedor de premios. Julian Assange es, sencillamente, un prisionero político de la “relación especial” entre Reino Unido y EE.UU.

Y, sin embargo, ninguna de las condiciones médicas y psicológicas detalladas en nuestra primera carta ha sido adecuadamente abordada. Tampoco el gobierno australiano ha intervenido en defensa de su ciudadano a pesar de nuestra solicitud y otras solicitudes similares.

Assange no solo permanece en aislamiento, en una reclusión solitaria que recientemente se ha incrementado de 23 a 24 horas. Su vida corre peligro a cuenta del covid-19 dada su enfermedad pulmonar crónica y probable inmunodepresión debida a una prolongada tortura psicológica. Cumple con todos los criterios internacionales para la liberación de prisioneros vulnerables a la vista del covid-19. A pesar de ello, se le ha negado la libertad urgente bajo fianza aunque el pabellón penitenciario en el que está recluido haya tenido casos de covid-19 en noviembre de 2020. Tanto su madre como su compañera sentimental han expresado justificadamente que temen por su vida.

En Doctors for Assange compartimos esos temores, basados en numerosas consideraciones médicas, y queremos conmemorar el año cumplido desde aquella primera carta renovando nuestro llamamiento para que Julian Assange sea liberado de su cautiverio de forme inmediata.

Predecibles daños médicos y psicológicos

Dada su continuada tortura y la falta de atención médica a la que está sometido, no es raro que en el tribunal donde tuvieron lugar las audiencias para su extradición en septiembre de 2020 se escucharan evidencias de un grave sufrimiento psicológico y médico, que conlleva un elevado riesgo de suicidio. De hecho, diversos expertos médicos testificaron que Assange sufre muchos de los síntomas médicos, psicológicos y cognitivos que Doctors for Assange lleva señalando en los últimos doce meses.

En virtud de los abusos continuados al derecho a la salud a los que está sometido el Sr. Assange a pesar de nuestras advertencias, era previsible que el tribunal escuchara en septiembre que el acusado sufre depresión severa, trauma, riesgo de suicidio y deficiencias cognitivas que afectan a su concentración, a su memoria y a su expresión verbal.

En una carta ampliamente difundida dirigida al gobierno de Australia en diciembre de 2019, Doctors for Assange manifestó que el tratamiento recibido por Assange por parte de gobiernos y autoridades judiciales y carcelarias (arbitrariedad, miedo constante, amenazas y trauma y aislamiento prolongado)

* podría causarle “indefensión extrema, desesperación y desestabilización, afecciones todas ellas relacionadas con el suicidio”

*podría provocar que “el propio deseo de vivir se vea fatalmente debilitado”.

*”puede causarle una grave discapacidad cognitiva, incluyendo déficits de atención, memoria y concentración”, lo que afecta a “la capacidad de la persona de razonar, pensar y hablar”.

Vulnerable a daños psíquicos

El tribunal escuchó asimismo que Assange sufre de psicosis en forma de alucinaciones, algo muy preocupante, también para cualquier persona o para cualquier autoridad que tenga el deber de velar por la salud de Assange, ya que se sabe que las condiciones de su detención pueden precipitar la psicosis. Diversos miembros de Doctors for Assange han avisado en comunicados públicos y entrevistas de que el aislamiento prolongado, como el impuesto a Assange, puede provocar alucinaciones y psicosis en individuos vulnerables.

El tribunal también escuchó que Assange es vulnerable no solo a las alucinaciones y al covid-19, sino también a la depresión y al suicidio. Varios expertos testificaron que Assange tiene un historial de depresión y alucinaciones, antecedentes familiares de suicidio y ha sido diagnosticado con el trastorno del espectro autista (TEA), en concreto de síndrome de Aspergen. Los expertos explicaron al tribunal que el diagnóstico de TEA le sitúa en un riesgo de suicidio nueve veces superior al de la media.

Vulnerable al suicidio

En base a las evidencias médicas, Doctors for Assange coincide con los testigos expertos en que Julian Assange tiene muchas probabilidades de sucumbir a los impulsos suicidas si se confirma la extradición a EE.UU. No obstante, eso no quiere decir que las condiciones actuales de su detención, que constituye una “privación arbitraria de libertad” según el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU, no supongan de por sí un riesgo sustancial.

Doctors for Assange quiere añadir que su vulnerabilidad al suicidio se ha visto agravada por el abandono médico que hemos documentado y denunciado repetidamente. Se sabe que la enfermedad física incrementa el riesgo de suicidio, especialmente cuando se juntan múltiples dolencias. La prolongación del abandono médico de Julian Assange al mantenerlo encerrado en la cárcel de Belmarsh (en lugar de liberarle para que pueda recibir el adecuado tratamiento médico) constituye un riesgo adicional para su salud psicológica y mental, con consecuencias potencialmente fatales.

Vulnerable daños físicos

En marzo de 2020 Doctors for Assange emitió una declaración en la que detallaba la vulnerabilidad médica de Assange ante el covid-19.

En el tribunal de Old Bailey también se dijo Assange se rompió una costilla cuando se ataba los cordones de los zapatos y que sufre de osteoporosis. Doctors for Assange ya había advertido de la posibilidad de que Julian Assange tuviera problemas en los huesos al haber sido forzado a buscar asilo en la embajada de Ecuador y vivir tantos años sin recibir la luz solar, hacer suficiente ejercicio o suficientes cuidados médicos.

Deber de cuidar

Dada su vulnerabilidad, las autoridades y los gobiernos responsables del bienestar de Assange tienen el deber y la responsabilidad de evitar acciones que pudieran dañar aún más su salud física y psicológica.  A pesar de que un testigo de la acusación sostuvo que si los médicos que le trataban no recomendaban su ingreso hospitalario sus síntomas no podían ser graves, las pruebas disponibles indican precisamente lo contrario: que esas recomendaciones se realizaron, por ejemplo, en septiembre de 2015, en enero de 2018 y en junio de 2018.  Incluso esa necesidad fue documentada en nuestra carta al gobierno británico de noviembre de 2019 y es una de las razones de nuestras cartas a The Lancet, en las que hacíamos referencia a la tortura y abandono médico del Sr. Assange, instrumentos utilizados para maltratarle y causar su sufrimiento, de los que muchos funcionarios son cómplices.

Nuestras recomendaciones médicas

A la vista de las evidencias médicas y el cada vez más numeroso historial de tortura psicológica de Assange y de falta de cuidados médicos, corresponde a las autoridades del gobierno británico, incluyendo a los responsables directos de su atención médica, abstenerse de situarle en una situación de mayor riesgo en una prisión de alta seguridad, siendo como es una persona no violenta en prisión preventiva, sin ningún cargo pendiente por la ley británica y que ha sido detenido exclusivamente por controvertidas ofensas políticas bajo la arcaica y draconiana Ley de Espionaje de EE.UU. de 1917.

Por lo tanto, Doctors for Assange se une a destacadas autoridades mundiales en el campo de los derechos humanos y de la libertad de prensa para solicitar la liberación de Assange de su prisión y la negativa a extraditarle por su actividad editora. Como mínimo, Julian Assange debería pasar urgentemente a arresto domiciliario por razones médicas, en consistencia con su derecho humano a la vida y a la salud y en consonancia con la inviolable obligación médica de no causar daño.

Doctors for Assange agrupa a médicos de todo el mundo que se unieron en octubre de 2019 para hacer pública su preocupación por la salud de Julian Assange y condenar las violaciones a su derecho de no sufrir tortura, su derecho a la salud y su derecho a la confidencialidad médico-paciente. Se web es www.doctorsassange.org

Fuente: https://doctorsassange.org/22nov2020/

1. Se conoce a la prisión de Belmarsh como “la mansión de los monstruos”, por la cantidad de asesinos y violadores peligrosos que encierra (N. del T.).

Fuente: https://rebelion.org/depresion-severa-deficiencias-cognitivas-riesgo-de-suicidio/

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Que opinen todos “libremente” (sólo si hay negocio)

“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu erecho a decirlo” , es la frase se atribuye erróneamente a Voltaire pero en realidad es de su biógrafa Evelyn Beatrice Hall.

Ahora resulta que lo “neutral”es “progre”, que puede decirse cualquier cosa como homenaje al “derecho” (aparentemente democrático) de permitir que cualquiera diga lo que se le antoje, en cualquier lugar y a cualquier hora. Que bajo el argumento, siempre en abstracto, de la “libre expresión” (¿de quiénes?) hay que darle palestra a los dichos (y hechos) que le salgan de las amígdalas a quien consiga, gratis o pagado, un altavoz. En suma, parece muy “pluralista”, ser copartícipe de la neo-colonización ideológica que habíamos acordado no volver a permitir en nuestras vidas. Resulta que ahora es de gente “abierta”, reducir la democracia al oficio -rentable- de quedar bien con todos. Los sirvientes de los medios profesan su voltreanismo con aire mesiánico.

En auxilio de semejante mascarada, “ni tardos ni perezosos” los mercenarios disfrazados de periodistas se procuran un “punto medio” (inexistente por otra parte) para granjearse “audiencias plurales” y no exactamente porque respeten las diferencias tanto como adoran los puntos del rating. Ya aprendimos lo suficiente del mercado de la “opinión pública” como para creer en la buena voluntad pluralista esos que, en realidad, inclinan todas las balanzas de sus intereses al lado del negocio, sea éste mercantil o político… o todas sus combinaciones. No compremos emboscadas del liberalismo mediático de comerciantes equilibristas.

Convencidos de que pontifican argumentos incontestables, algunos pícaros de los “mass media” han encontrado un camino “verosímil” para garantizarse amplitud de clientelas. Dan lugar a unos y otros por “igual” con un zopenco “sentido común” hijo del desparpajo y disfrazado de “librepensador”: “todos pueden decir lo que se les dé la gana”; que se es “libre de opinar” y que, al amparo del subjetivismo y el individualismo (“todo es según el color del cristal con que se mire”). Sueltan la lengua bajo el capricho de conspiraciones o compulsiones. Vivimos bajo el imperio de un verdadero torneo de irresponsabilidades lenguaraces. En especial cuando de detecta que, en una controversia asimétrica, el “más fuerte” procede de manera feroz, grosera y ultrajante, que se pasa de una discusión al ataque -e insulto- personal. Aunque parezca muy “educadito”, haciéndose pasar por democrático el oficio de vender publicidades o propagandas, a tiros y troyanos.

Es inaceptable que, sea quien fuere, convoque al asesinato de personas o de grupos, lo disfracen como lo disfracen. Es inaceptable la burla, el linchamiento o la calumnia. Es inaceptable la apología del hambre, la pobreza o la explotación de las personas bajo el interés de unos cuantos magnates. Es inaceptable la violencia verbal o física, la tortura, la persecución y el espionaje. Es intolerable la destrucción de los ecosistemas, el dispendio de los recursos naturales y el tráfico de especies. Es inaceptable la trata de personas, la esclavitud de los pueblos frente a las narco-dependencias y los narco-negocios. Es inaceptable todo aquello que denigre a la especie humana, omita sus derechos fundamentales y pretenda frenar el desarrollo colectivo para, a cambio, privilegiar el lujo y el monopolio de unos cuantos. Semejante in-aceptabilidad es histórica y recorre las entrañas de las más cruciales luchas en el ascenso humano aún incompleto y demorado. No es aceptable que le pongan micrófonos a los paladines de lo anti-humano. Aunque tengan discursos muy bien enmascarados y mucho dinero.

Crece la humanidad cuando fija posiciones firmes e irreconciliables como lo hicimos contra el nazi-fascismo. Crece cuando abraza la democracia participativa y se ocupa de garantizar lugar a las razones que piensan e incluyen a todos. Crece la especie humana cuando se compromete, y no transige, en defender la vida y el buen vivir, no cuando se traiciona todo para entregar negocios a cofradías de mafiosos. Lleven el apellido que lleven. Nuestra historia es la de una especie que asume decisiones y las desarrolla de manera dialéctica… superadora. No habría civilizaciones sin una estructura y superestructura, enormes, descansadas en compromisos irrenunciables.

Algunos ahora (no sin hacerse sospechosos) vociferan la defensa de espacios para escuchar lo “diferente” que, ya desenmascarando, no es sino dar micrófono a criminales imperdonables aunque algunos gocen de libertades arropados por el jet set de la impunidad y la impudicia. Son corifeos retrógradas que en nombre de un liberalismo (de los negocios) pavimentan la libre circulación de ofensivas ideológicas contra la especie humana toda y contra sectores específicos víctimas de las canalladas del sistema. Y ganan fortunas con eso. Hay ejemplos a raudales. Tal estrategia, que no es nueva, se renueva según las urgencias de las derechas que no encuentran cuadros nuevos y se ven obligadas a resucitar a sus muertos vivientes envueltos en celofanes demagógicos. Levantan a sus cadáveres ideológicos para que den conferencias, seminarios y ruedas de prensa. Los insertan en todo tipo de programaciones televisivas o radiofónicas, de prensa escrita o de “redes sociales”. Sacan a pasear a sus difuntos intelectuales para que esparzan las pestes (que creímos superadas) como si fuesen baluartes filosóficos o “tesoro de la juventud”. Y hay charlatanes mercenarios, que limosnean rating a cualquier precio, muy prestos a bajarse los pantalones para hacer de “patiños” ideales al portavoz de las canalladas que lavaran la cara de sus crímenes… ante públicos “pluralistas”. Dicen que tienen “todo el derecho”. Y no lo tienen. Que lo decidan las víctimas.

No es aceptable decir cualquier sandez y menos aceptable es su defensa desvergonzada. Aunque se tengan títulos o licencias. Aunque se digan en tono “culto” o con histrionismo de erudito. Es imperativo sostener mucha firmeza en este terreno. Nos han asfixiado con su verborrea estiércol. No se trata de prohibir las ideas ni el derecho a sostenerlas libremente, de lo que se trata es de asegurarse de que, tales ideas, no trafiquen impúdicamente para infligir más penurias a los más débiles, ni más opresión a los históricamente oprimidos. Ofende la inteligencia de los pueblos que han debido fumarse, hasta el hartazgo, las justificaciones más obscenas del capitalismo en todas sus variedades. Hay que dejar en el mausoleo de la manipulación la “buena voluntad” volteriana y, a cambio, “con los pobres de la tierra la suerte echar”. Y más que ocuparse de dar micrófono a los canallas, hay que expropiarlo desde las luchas sociales que realmente tienen cosas nuevas para decirle a la Historia toda. Hay que democratizar las herramientas de comunicación y de producción de sentido. No más emboscadas plañideras defensoras de la libertad burguesa. Hay que democratizar la palabra. Ponerle a los micrófonos la semántica emancipadora de pueblos en combate contra la dictadura eterna del discurso de los mismos. Los de siempre.

Fuente: https://rebelion.org/que-opinen-todos-libremente-solo-si-hay-negocio/

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A la Inteligencia Artificial le falta sentido común

Aunque se han registrado notables avances en cuanto al procesamiento del lenguaje natural, los dispositivos de Inteligencia Artificial no disponen aún del sentido común necesario para comprender la comunicación humana.

Los robots y otros dispositivos que trabajan en base a los desarrollos de la Inteligencia Artificial han progresado considerablemente en los últimos años en cuanto al procesamiento del lenguaje, pero carecen de una habilidad básica para desenvolverse de manera solvente al comunicarse con el ser humano: sentido común.

De acuerdo a los resultados de una investigación realizada por científicos de la Universidad del Sur de California, en Estados Unidos, las máquinas generan oraciones sin sentido y no conectan con la vida humana cotidiana.

Existen generadores de textos por máquina que se sustentan en desarrollos de Inteligencia Artificial para crear piezas textuales con coherencia y lógica, pero más allá de estos avances la realidad es que los dispositivos robóticos no entienden en profundidad aquello que leen o redactan.

Obtienen su habilidad de la repetición de patrones que han adquirido en sesiones de entrenamiento o a través de técnicas de aprendizaje profundo, pero les falta algo básico: el sentido común que otorga el conocimiento de la realidad cotidiana.

Perros que lanzan frisbees

Según un comunicado, los investigadores estadounidenses han comprobado mediante diferentes experimentos que las máquinas reconocen las palabras y las agrupan lógicamente, pero fallan cuando debe aplicarse el sentido común. Por ejemplo, al proponerles que construyan una oración a partir de las palabras «perro, frisbee, lanzar, atrapar», una de las respuestas fue la frase: «Dos perros se lanzan frisbees».

Aunque la misma tiene lógica en función de la combinación de los vocablos aportados y en cuanto a la sintaxis, no dispone de sentido común: las máquinas no saben que los perros no pueden lanzarse frisbees entre ellos. Esto deja en claro que los dispositivos necesitan adquirir el conocimiento intuitivo de la vida humana cotidiana para poder llegar a comunicarse de una forma convincente y natural.

Los bebés y los niños desarrollan sus habilidades comunicacionales a partir de la capacidad de componer oraciones utilizando conceptos comunes, que reconocen en el entorno que los rodea.

De esta forma, un niño sabe que los perros no pueden lanzarse frisbees porque lo ha experimentado en su vida diaria, al entrar en contacto con sus propias mascotas, mediante la observación directa o porque sus padres se lo han remarcado. ¿Podrían las máquinas y los dispositivos de Inteligencia Artificial adquirir esta capacidad en algún momento?

Sin sentido común

Los expertos de la Universidad del Sur de California quisieron comprobarlo, o como mínimo determinar el estado actual de estos sistemas y conocer cuánto camino les queda por recorrer. Desarrollaron un sistema artificial de generación de textos denominado CommonGen, y lo probaron en diferentes circunstancias.

Los especialistas explicaron que su sistema se puede utilizar como punto de referencia para probar el sentido común generativo de las máquinas. Los investigadores presentaron un conjunto de datos con 35.141 conceptos, asociados mediante 77.449 oraciones.

Los resultados indicaron que incluso el modelo de mejor rendimiento alcanzó solamente una tasa de precisión del 31,6%, frente al 63,5% alcanzado por los seres humanos bajo las mismas condiciones.

Errores tontos

De acuerdo a Bill Yuchen Lin, uno de los especialistas responsables de la investigación, “fue sorprendente comprobar que las máquinas no pudieran recordar un simple conocimiento basado en el sentido común, el cual indica que un humano lanzando un frisbee debería ser mucho más razonable que un perro haciéndolo. Y esto a pesar de haber sido entrenadas al respecto”, explicó.

“Descubrimos que incluso el modelo más sólido y efectivo, después de entrenar con un gran conjunto de datos y en base a técnicas de aprendizaje profundo de vanguardia, aún puede cometer errores tontos”, agregó.

Los científicos seguirán trabajando a futuro en nuevas técnicas de entrenamiento, buscando descubrir finalmente si el límite de la Inteligencia Artificial es el sencillo y cotidiano sentido común humano.

Referencia

CommonGen: A Constrained Text Generation Challenge for Generative Commonsense Reasoning. Bill Yuchen Lin, Wangchunshu Zhou, Ming Shen, Pei Zhou, Chandra Bhagavatula, Yejin Choi and Xiang Ren. arXiv (2020).

Imagen de portada:

A pesar de los avances en el procesamiento del lenguaje en los sistemas de Inteligencia Artificial, las máquinas siguen produciendo oraciones sin sentido común como: “Dos perros se lanzan frisbees el uno al otro”. Ilustración: Adriana Sánchez.

Video y podcast: editados por Pablo Javier Piacente en base a elementos y fuentes libres de derechos de autor.

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/a-la-inteligencia-artificial-le-falta-sentido-comun.html

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Contra el insondable nihilismo que prevalece, precisamos una cultura gaiana

Por: Jorge Riechmann 

Lo ecológica y socialmente necesario es cultural y políticamente imposible. Scranton tiene razón: nos hemos metido en una trampa de la que no podremos salir. Y Greta Thunberg tiene razón: hay que pelear hasta el final.

I

Si es que queda algo más que desechos y detritus. Anotaba José Jiménez Lozano hace años, a propósito de la cultura europea, en sus Cuadernos de letra pequeña: “Primero hablemos, muy en serio y muy despacio, de Auschwitz y Gulag, y sus entornos culturales, y luego hablamos de cultura, si es que, después de aquello, queda algo más que desechos y detritus de ella”. Es un buen criterio, que deberíamos actualizar –en una situación histórica que aún se ha ensombrecido mucho más–: hablemos muy en serio y muy despacio de caos climático, de Sexta Gran Extinción, del Mediterráneo como cementerio marino, del ecocidio más genocidio que estamos organizando, del carácter exterminista del capitalismo; y luego hablemos de cultura española y europea –“si es que queda algo más que desechos y detritus de ella”–.

II

Nihilismo insondable. Subraya el escritor alemán Reinhard Mohr que todos los esfuerzos por alcanzar los objetivos de protección del clima (esfuerzos mucho más serios y continuados en su país que en España, por insuficientes que resulten) “chocan una y otra vez con la realidad de una sociedad industrial, de servicios y de consumo altamente compleja”, donde los intereses no pueden armonizarse de la noche a la mañana. Y concluye: “Por cínico que parezca, hasta dentro de varias décadas no se sabrá si se puede hacer lo bastante para evitar que el clima evolucione hacia la catástrofe”. En realidad el adjetivo adecuado no es cínico, sino nihilista. No acabamos de calibrar la profundidad del nihilismo de la cultura dominante, antes dispuesta a la inhabitabilidad de la Tierra y la extinción de la especie humana que a cuestionar el capitalismo.

III

Sería triste que desapareciéramos como especie. Preguntan a la astrónoma Priyamvada Natarajan a qué tiene miedo una cosmóloga como ella, y la científica de origen hindú responde: “No tengo miedo a ningún fenómeno cósmico. Temo el cambio climático y el hecho de que, a pesar de que vamos entendiendo lo que le estamos haciendo al planeta, no movemos un dedo para revertirlo. Estamos paralizados. Siento mucha decepción con EEUU. No sé cuántas catástrofes hacen falta para que actuemos. No me gustaría que desapareciéramos como especie…” Claro, amiga, a quién le gustaría: pero vamos encaminados hacia ello (¿3, 4, 5ºC por encima de las temperaturas preindustriales?). No deberíamos temer a nada más que a nosotros mismos –pero ni siquiera nos atrevemos a mirarnos en el espejo… Da igual que seamos Homo sapiens con capacidad de raciocinio. A efectos sistémicos, nos comportamos con la inteligencia de una ameba (la Gran Ameba de Nate Hagens). Esto ha hecho de nosotros el capitalismo.

IV

Creer antes que juzgar. “Aún no es tarde” ¿responde al análisis de la realidad, o es básicamente una frase motivacional?

Señalaba el ecólogo Vitousek (en su artículo “Beyond global warming: ecology and global change”) que somos la primera generación que, de forma consciente, sufre las consecuencias del “cambio global” (eufemismo por la crisis ecológico-social), pero somos también la última generación con herramientas para cambiar significativamente buena parte del proceso de degradación, si pasamos a la acción. Eso lo escribió en 1994… hace una generación (o más, según cómo echemos las cuentas).

Bernard Charbonneau advirtió en El Jardín de Babilonia (1969): “La única oportunidad que tiene el espíritu humano es mirar al sol directamente y optar, si es preciso, por una verdad aparentemente mortal antes que por una mentira salvadora”.

Vaclav Smil, el famoso investigador checo-canadiense sobre energía y sociedad, declaró –en una entrevista a Science en 2018– que él nunca se había equivocado en cuestiones de energía y medio ambiente, porque no tenía nada que vender. Es una lección que tendríamos que poder asimilar: no mezclar análisis con gustos y preferencias, en la medida de lo posible.

“Todo el mundo prefiere creer antes que juzgar”, decía ya Séneca, mucho antes de la Ilustración europea del XVIII. Pero en el esfuerzo por superar nuestra pereza cognitiva nos jugamos lo que significa ser humano.

V

Historia de nuestras izquierdas en los dos últimos siglos. Absortos en los importantes debates sobre si socializábamos o no los principales medios de producción, se nos olvidó la cuestión esencial: cómo habitar la Tierra.

VI

Fractura metabólica extralimitación. Con la Revolución industrial capitalista, fractura metabólica (en el intercambio de estas sociedades con la naturaleza) y puesta en marcha de un dispositivo fosilista de crecimiento que conduce inexorablemente a la extralimitación (overshoot). Éstas son las dos cuestiones clave para nuestra “trampa del progreso” (Ronald Wright), las dos nociones básicas para explicar en el plano material el ecocidio (sin entrar en el complejo asunto de los valores y cosmovisiones).

VII

Cuatro años. Supongamos que llenamos el depósito de un automóvil con cuarenta litros de gasolina (más o menos equivalentes a cuarenta de petróleo), dispuestos a “quemar kilómetros” –como tanta gente hace por simple aburrimiento–. Pues bien, la energía que contiene ese precioso líquido equivale casi a cuatro años de trabajo físico humano, en semanas laborales de cinco días. (Un barril de petróleo, 159 litros, equivale a 1.700 kWh, y una jornada de trabajo pone en juego 0’6 kWh de energía metabólica.) El ensayista Nate Hagens llama a menudo, con razón, la atención sobre la abundancia energética casi inimaginable (e irrepetible) sobre la cual hemos construido nuestras muy frágiles sociedades.

Se podría decir también de esta manera: la gran mayoría de los recursos sobre los cuales hemos construido nuestro Progreso no tienen que ver con la inteligencia, sino con la fuerza bruta (energética). Y la inteligencia no nos da ni siquiera para percatarnos de ello, y asumir las (duras) consecuencias de esta Trampa del Progreso. Antonio Turiel nos ilustra sobe todo esto en Petrocalipsis (2020).

VIII

Ecofeminismo de subsistencia. “Muchos son los problemas, una la solución: economía mapuche de subsistencia” (reza uno de los ARTEFACTOS del poeta chileno Nicanor Parra). Pero no hemos hecho el menor caso a las personas sabias que nos han señalado caminos practicables de ecosofía decrecentista. También María Mies y Vandana Shiva (su libro Ecofeminismo se reeditó en castellano en 2016) apuntan a eso: de forma sustentable, podríamos estabilizar economías de subsistencia modernizadas, con energías renovables y tecnologías intermedias… pero no las economías industriales hipertecnológicas que parecen el único horizonte posible a la cultura dominante.

IX

Nadie quiere oír hablar de campesinización. El sentido común dominante da por sentado que el trabajo se convertirá en una suerte de bien escaso, y que el problema será la inexistencia de demanda solvente para consumir lo que produzcan los robots. Y sin embargo será menester trabajar cada vez más, a medida que avancemos en el descenso energético (el pico del petróleo crudo de mejor calidad se alcanzó hacia 2005, y probablemente ya estamos en el pico de todas las clases de petróleo y sucedáneos del mismo). Ciertamente, eliminar producciones superfluas puede ayudar a restablecer un equilibrio; y en cualquier caso necesitamos repartir el empleo y redistribuir los tiempos (de trabajo, de cuidado, de ocio, de participación sociopolítica) como un proyecto de sociedad. Pero eso no cambia el fondo del problema… Las sociedades agrarias preindustriales destinaban alrededor de un 80% de su fuerza de trabajo a la producción de alimentos; no cabe asegurar que un escenario de descenso energético vaya a dar en una relación muy diferente. Emilio Santiago Muíño, a partir de su intenso y extenso análisis de la experiencia cubana en el “período especial” (Opción Cero, 2017), estima que una sociedad industrial que tuviese que abandonar bruscamente la agricultura industrial petrodependiente y realizar una transición agroecológica que prescindiera de combustibles fósiles debería dedicar un 60% de su población activa a la producción de alimentos (y contar con suficientes animales de labor, cabe suponer).

X

Nuestro extravío. El concepto clave no es “electromovilidad”: es menos movilidad. No es “turismo consciente”: es menos turismo. No son “finanzas solidarias”: es expropiar la banca privada. No es “economía verde”: es contracción económica de emergencia. No es “desarrollo sostenible”: es construir resiliencia ante el colapso ecosocial, decrecer de forma justa y ordenada.

El planeta Tierra da para ocho mil millones de Homo sapiens viviendo, en lo material, ascéticamente. No da para generalizar los lifestyles de clase media occidental que el capitalismo nos induce a apreciar (y, por descontado, encandilarse con el modo de vida criminal del 1% en la cúspide es trabajar para el crimen). ¿Cambiamos de sistema económico y de forma de vida? ¿O nos dejamos ir al ecocidio más genocidio, a la inimaginable tragedia?

XI

Todos en la Resistencia. Mary Beard pregunta a veces a sus estudiantes: “Si hubieseis vivido en la Francia ocupada por los nazis, ¿qué hubierais hecho?” Todos contestan: formar parte de la Resistencia, claro. Pero nada de eso, basta repasar las estadísticas: hubieran sido indiferentes o colaboracionistas. “Y eso no nos convierte en peores seres humanos”, observa la profesora especialista en el mundo clásico grecorromano. Necesitamos la libertad de esa mirada compasiva y necesitamos también no engañarnos a nosotros mismos. Ni olvidar que esa parte vil –la que nos empuja a la comodidad de ser peores personas– está ahí, y que hay que hacer algo con ella: tanto a escala social –buenas instituciones– como personal –conversión–. Suelo aunar esas dos escalas en el término autoconstrucción: una tarea humana irrenunciable. Y menos que nunca en el Siglo de la Gran Prueba.

XII

Fracasando, que es gerundio. Los movimientos ecologistas han luchado durante más de medio siglo para evitar que sucediese lo que está sucediendo, para evitar que llegásemos donde ahora nos hallamos: el calentamiento global en camino de convertirse en hecatombe climática, el agotamiento de los recursos minerales (comenzando por el petróleo), la destrucción masiva de ecosistemas, suelo fértil, especies, poblaciones y seres vivos; la degradación, el empobrecimiento y el envenenamiento de la biosfera. Han luchado no por “salvar el planeta” (Gaia cuida de sí misma) sino para preservar las opciones de vida buena (para los seres humanos y las demás criaturas), y para evitar el ecocidio. Y los movimientos ecologistas han fracasado, hemos fracasado en esa lucha. El ecocidio (que va de la mano del genocidio humano) está consumándose. Hemos de partir de la constatación de ese fracaso: todo se hizo para intentar evitar lo que está sucediendo, que era perfectamente previsible hace medio siglo. Y ese fracaso tiene consecuencias catastróficas –no para los movimientos, sino para los seres humanos y para el conjunto de la vida en la Tierra.

XIII

Anticapitalistas, como es obvio. El ecologismo (el ecologismo consecuente, no el ambientalismo banal) cuestiona los supuestos básicos de la sociedad en que nos encontramos: el antropocentrismo, el extractivismo, el consumismo, el productivismo, la mercantilización expansiva, la cultura de la competitividad, la tecnolatría, la espectacularización, la hybris humana… Es el más contracultural de los movimientos sociales realmente existentes. Por eso, también el más anticapitalista de estos movimientos.

Salvarse exigiría dejar de pensar en términos de compatibilidad con el capitalismo y hacerlo considerando la compatibilidad con la biosfera. Necesitamos una cultura gaiana (lean por favor Reencontrando a Gaia de Carlos de Castro). Algo que, por desgracia, parece quedar completamente fuera de nuestro horizonte.

XIV

Tanto él como ella tienen razón. Lo ecológica y socialmente necesario es cultural y políticamente imposible. Roy Scranton tiene razón: nos hemos metido en una trampa de la que no podremos salir. Y Greta Thunberg tiene razón: hay que pelear hasta el final.

XV

Cambiar de plano. Pero hay que recordar enseguida las palabras de aquel sabio que fue Jesús Ibáñez: “Cuando algo es necesario e imposible hay que cambiar las reglas de juego: para inventar nuevas dimensiones.”

Algo muy similar, decenios antes, había apuntado Simone Weil: “Cuando algo parece imposible de obtener, se hagan los esfuerzos que se hagan, significa que se ha llegado a un límite infranqueable en ese plano, e indica la necesidad de un cambio de plano, de una ruptura del techo. Esforzarse hasta el agotamiento en ese plano, degrada. Más vale aceptar el límite, contemplarlo y saborear toda su amargura”.

Fuente: https://ctxt.es/es/20201101/Firmas/34194/Jorge-Riechmann-dobladillo-medioambiente-cambio-climatico.htm

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ARGELIA LAYA: LEER SU DISCURSO PARA APRENDER-HACER LA MILITANCIA

Por: Ana Isabel Márquez Rojas

¿Qué te habría gustado ser en la vida?

Me hubiera gustado… poder dedicarle más tiempo a la educación… a la de los hijos que parí y a la de los otros hijos, mis alumnos.

Extractos de entrevistas realizada a Argelia Laya (1975)

*Ana Isabel Márquez Rojas

aimarquez2002@yahoo.com

Docente de Educación Inicial

Mujer Afroguaireña feminista, antirracista y decolonial

Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez Núcleo Valencia

Cátedra Libre Africa Josefina Brighton Núcleo Maracay

El 10 de julio del año 1926, nació en  la hacienda de cacao Las Mercedes, ubicada en la población de San José de Rio Chico, Estado Miranda Argelia Laya, mujer luchadora de nuestra patria que dedicó su vida a la reivindicación de los derechos sociales de las niñeces, juventudes, mujeres, trabajadores de nuestro país. Muere el 27 de Noviembre de 1997, a los 71 años.

Hoy cuando se cumplen 23 años  de la partida física de nuestra lídereza  feminista afrovenezolana  Argelia Laya,  quiero enaltecerla  reivindicando tres aspectos centrales  de su vida:  primero:  En su defensa incansable,  por los derechos de nuestros  niñas/os y juventudes Venezolanas, a quienes hacía mención siempre en sus discursos. Un segundo momento: El  relativo a  su campaña de alfabetización, agencia política emprendida en La Guaira;  mi terruño amado de nacimiento, en el Colegio República de Panamá.  Y por último:  su preocupación constante por los desastres naturales a las que están expuestos los habitantes de Caracas y La Guaira.

Es importante resaltar que en los discursos que se tejen  en el texto de su autoría: Nuestra Causa (1979) reflejó la realidad de la sociedad Venezolana de su época; en la que tuvo una acción  política-militante digna de admirar y seguir.  Su frase-fuerza disparadora enunciadora:  “Nuestra Causa” proviene de la esperanza como motor, por ver un país con justicia social para todos/as,  país ante el cual,  se sintió comprometida moralmente  como luchadora social. “Nuestra Causa” forma parte de un nosotros inclusivo comprometidos  todos/as/es en la lucha, expresión de una propuesta colectiva de aproximación, complicidad, tal como lo refiere en el presente extracto de su discurso:

“Me siento comprometida moralmente en la defensa de este proyecto transformador que nos ha costado tanto sacrificio a través de veintiséis años. He participado en la política desde hace más de medio siglo, como luchadora social por una democracia verdadera, por la justicia, por la paz, la causa de la mujer y de todos los derechos humanos. Nadando siempre contra corriente, he podido avanzar al lado de las mujeres y de los hombres con quienes he compartido sueños y responsabilidades.       He preservado en el pensamiento y en la acción tratando de dar el mejor ejemplo posible dentro de mis limitaciones personales como cualquier persona”

Siguiendo el hilo discursivo que se entreteje en el presente escrito, haré referencia a la primera dimensión en que se estructura el presente escrito: La reivindicación por el derecho a la  educación de los niños/as y jóvenes.  En el discurso de nuestra lidereza, se  percibe su constante  preocupación  por la reivindicación de los derechos de los niños y niñas venezolanos, tal como se refiere en las siguientes líneas de su discurso político:

“Tomar la educación de los niños y de los jóvenes como una responsabilidad de la pareja, de toda la familia y de la sociedad. Educar para el amor y la compresión,  para la participación en todas las actividades  del país, impulsar la educación regular, escolar y la educación extra-escolar como un proceso permanente en todo momento y durante toda la vida” (06 de Mayo 1975)

“Nuestros hijos menores de 6 años necesitan ser atendidos y educados en casa-cunas y guarderías infantiles, porque en esta época, que es la era de la revolución científico-técnica, la ciencia ha demostrado que es esa la edad más importante del hombre para el desarrollo de su personalidad”

“Se calcula que las tres cuartas partes de los niños venezolanos no conocen a su padre… en la mitad de las familias del país, sólo existe el apellido  materno. La irresponsabilidad del “macho criollo” que hace hijos y los abandona es una característica de la sociedad venezolana que debe ser estudiada profundamente”.

“La cifra de niños en edad preescolar es  cada vez más alta. Y los niños son el futuro de la Patria. Esta es la razón que nos mueve a poner en vuestras manos la segunda tarea a resolver en beneficio d la familia venezolana: impulsar de inmediato la creación de casas-cunas, guarderías y jardines de infancia para los hijos de las mujeres trabajadoras con el aporte de los organismos oficiales y privados, y en especial con la contribución de aquellas empresas cuyos capitales aumentan cada día con la fuerza de trabajo mal pagada de más de un cuarto de millón de mujeres”.

“Por la defensa de los derechos de la infancia y de la juventud. Y especialmente por una solución profunda al problema de la niñez abandonada”

Segunda dimensión: Acerca de la campaña de Alfabetización en el Colegio República de Panamá (1945)

Una  campaña de  alfabetización en el Colegio República de Panamá, un hecho inédito y poco conocido en nuestra historia:  ¿Estará esta campaña narrada en nuestra historiografía Educativa Venezolana? ¿Cuántos maestras del Edo. La Guaira y en particular de la escuela República de Panamá sabrán sobre esta campaña de alfabetización y su metodología de aplicación? Se llegó a aplicar esta propuesta en el Colegio República de Panamá? ¿Esta campaña de alfabetización liderada por una mujer-maestra tendrá algunos elementos de la campaña alfabetizadora emprendida por Paulo Freire en Brasil? Una historia invisibilizada y  por develar, en la que me comprometo a indagar desde la contextualización en el propio colegio, que ahora muestra una cara diferente y transformada  en el marco del Proyecto Escuelas Bolivarianas, donde es necesario reconocer, la gran labor que tuvo el Estado, en el rescate de esta institución, así como de otras en el Edo. La Guaira, que se encontraban en estado deplorable y hoy día son grandes edificaciones y espacios para la vida.

Tercera dimensiónUna Perspectiva Biocéntrica: El valor primordial del Cuidado de la Vida  en el pensamiento de Argelia Laya

Es interesante destacar la visión ecólogica profunda del cuidado de la vida  y la naturaleza, de Argelia Laya, cuando enuncia en  su discurso:

“Resolver los problemas de los damnificados de los cerros¡ Voceros oficiales han señalado el peligro de muerte que corren más de 600.000 personas que habitan en los ranchos de Caracas y del Departamento Vargas. Segura estoy que aquí habrá por lo menos unos cuantos  representantes de las 1.200 familias víctimas de derrumbes del año pasado¡ Quién sabe si en el presente  ese número  se duplicará¡”

Que palabras tan promisorias, de prevención y cuidado  enunciaba Argelia; que  de haberse concienciado y  sentido su discurso ,  se hubiesen diseñado programas de prevención en muchas de las comunidades guaireñas para salvar muchas vidas.  Memorias reciente  de tristes recuerdos en sus pobladores, que vieron transformar sus vidas y entornos con  tragedia de Vargas, hace 21 años.

Estas reflexiones permiten tomar estas tres aristas, a los fines de resignificar nuestro compromiso, como maestras-militantes, en la transformación de la realidad social acompañados en el andar de un aprender-haciendo Robinsoniano;  para desde espacios territoriales  y en juntura colectiva,  podamos construir la comunidad política que queremos, mediante  pedagogías críticas, emancipadoras y liberadoras  nuestraamericanas.

Es oportuno señalar la experiencia de vinculación social que estamos emprendiendo en el Barrio Corapal,  Sector Vista al Mar,  Caraballeda.  Estado La Guaira, en donde, se consideró la demanda creciente de madres jóvenes trabajadoras con hijos/as en la etapa maternal, (6 meses-3 años)  que tenían la necesidad  de inscribirlos es la escuela.  Fue así como en el año 2018, se tuvo varias reuniones en el Ministerio del Poder Popular para la Educación en la dirección del SENIFA (Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y a la Familia) ubicado en Caracas y se creó en unos de los espacios de nuestro hogar materno-paterno, el Simoncito Comunitario Makiritare ( El centro debe su nombre a las poblaciones indígenas  de la familia Caribe que habita en el noroeste del Estado venezolano de Amazonas y en el suroeste del Estado de Bolívar.

Desde estos territorios ancestrales de historia, cultura y tradición,   se han venido construyendo experiencias pedagógicas y comunitarias significativas, haciendo valer el derecho y  el deber humano  social fundamental de este grupo etáreo.  Desde la militancia del barrio, en el andar comprometido, como práctica estética política se rie y se acompaña a los/as/es niño/as/es,  jóvenes, hombres y mujeres de este territorio mediante la celebración de  diversas festividades y tradiciones religiosas, eliminación y transformación  de un basurero que contaminaba  el ambiente desde hace más de 40 años y en tiempos de coronavirus,  con actividades de narración oral y compartir de alimentos  para disfrutar cantar-contar la palabra y  la vida.

Asimismo, es necesario resaltar el proyecto que lleva por nombre: CUMBE LA GUACHARACA,  puesto que en estos territorios son estas aves majestuosas que con sus cantos mañaneros de sororidad, entre montaña y montaña y frente a la mar que nos cobija nos hacen levantar con el país que anhelamos.  Este Cumbe será un  ensayo afrocultural-comunitario-literario que se tiene previsto contextualizar, en 2021, en donde se empleará como estrategia la narración oral como estrategia pedagógica para reivindicar la memoria de la africanía en nuestro país,  fortalecer  la identidad afrovenezolana de las niñeces  y juventudes afroguaireñas.  Y emprender estrategias mediante metodologías horizontales participativas que permitan la Construcción de la Memoria Social del Riesgo, ante las amenazas socionaturales: Una investigación-acción-militante desde el Barrio Corapal, a los fines de formar en la cultura de la prevención a los niños/as/es y juventudes afrocorapaleñas.

Estamos seguros que en este y otros proyectos,  nos acompañará siempre  el espíritu insurgente de Simón Rodríguez y Argelia Laya,  para construir otros mundos y espacios de comunalidad posible con las niñeces y juventudes afroguaireñas.

Artículo enviado a Ediciones OVE

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