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Cinco consejos para desenganchar a los niños de las pantallas

Por: ABC

Aunque se haya podido acentuar en estos últimos meses, el abuso de las pantallas viene de atrás.

Los interminables meses de confinamiento se convirtieron en una «tormenta perfecta» para que los niños se engancharan a las pantallas. Mientras muchas familias se vieron obligadas a teletrabajar, los más pequeños quedaron bajo el amparo de los móviles, las tabletas y la televisión. Estas mismas herramientas también se convirtieron en el principal recurso educativo con el que conectarse a las clases en línea y seguir aprendiendo. Y, al acabar la jornada lectiva, los momentos de ocio (individual y en familia) se vieron reflejados en los mismos dispositivos. «¿Se abusó de las pantallas? Sí, pero no creo que debamos buscar culpables. Todos lo hicimos lo mejor que pudimos. Ahora solo podemos mirar hacia atrás e intentar aprender algo de aquella etapa», reflexiona Manuel Armayones, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) e investigador del eHealth Center.

Aunque se haya podido acentuar en estos últimos meses, el abuso de las pantallas viene de atrás. «Se trata de un abuso, no de una adicción. Entendemos que es un problema cuando distorsiona otras esferas de la vida personal», puntualiza Armayones. En el caso de los niños, una exposición abusiva a estas tecnologías puede generar un excesivo malestar, irritabilidad y aislamiento. A largo plazo, la actividad sedentaria puede alterar las horas de sueño y puede provocar problemas de sobrepeso u obesidad. Algunos estudios, publicados en revistas científicas como The Lancet, también sugieren que el uso excesivo de las pantallas en menores podría lastrar su desarrollo cognitivo. De ahí la necesidad de romper el vínculo de dependencia con la tecnología, es decir, de una «desconexión digital».

Los expertos recomiendan limitar el tiempo dedicado a las pantallas en función de la edad. Por norma general, se recomienda que los menores de dos años no hagan un uso rutinario de las pantallas. De tres a cinco años, se recomienda un uso máximo de 30 minutos diarios. De seis a doce años, se aconseja usarlas una hora al día como mucho. Y de trece a dieciséis años, el límite es de dos horas diarias. Hasta ahora, se estimaba que los niños españoles pasaban unas tres horas diarias enganchados a todo tipo de pantallas. Pero durante el confinamiento, los pequeños aumentaron su consumo de televisión hasta un 70 %, y el uso de móviles, tabletas y consolas subió un 80 %, tal y como recoge el último Boletín de información sobre el audiovisual en Cataluña (BIAC), de Kantar Media.

Armayones, experto en el impacto de estas nuevas tecnologías y autor del libro El efecto smartphone: conectarse con sentido, apunta cinco consejos para hacer que los niños desconecten de las pantallas.

1. Establece unas normas claras

El primer paso para regular el uso de las pantallas en menores es establecer normas claras. «Hay que mantener una conversación sincera para que entiendan por qué no pueden estar todo el día «enganchados» y «por qué deben seguir algunas normas», explica Armayones. En este sentido, hay que explicarles qué se puede (y qué no se puede) hacer con el móvil, cuánto tiempo se le puede dedicar y en qué momentos hay que reducir su uso.

«Todos sabemos que los venenos son veneno en función de la dosis. Con las nuevas tecnologías pasa lo mismo», explica el experto. «Cuánto es mucho o cuánto es poco depende del efecto que tenga en la vida personal. En el caso de los niños, hay que prestar atención a si el uso de estos dispositivos cambia su comportamiento o si las actividades que realizan, como es el caso de los videojuegos, les crean una cierta adicción», añade.

2. Negocia sin miedo

Más allá de las recomendaciones generales, Armayones recuerda que «no hay normas de oro para el uso de los móviles» y que, por lo tanto, «como cada niño es diferente, las condiciones se pueden pactar». De ahí la importancia de negociar el tiempo de uso. «Si un niño se porta bien y tiene buen rendimiento escolar, a veces podemos dejarle el móvil un ratito más. En otros casos, cuando vemos que el uso de estas herramientas genera un problema, es importante restringir su uso», explica el experto. Asimismo, hay que aclarar que el tiempo pactado también puede variar en función de las circunstancias. En periodos de exámenes, por ejemplo, habrá casos en los que será necesario reducir el uso de estas herramientas.

«Hay que recordar que abordamos esta conversación como padres; ni como amigos, ni como colegas. Hay veces que, nos guste más o menos, tenemos que imponer ciertas normas», comenta. Por eso mismo, la última palabra siempre debe recaer en los progenitores.

3. Antes que prohibir, es mejor ofrecer alternativas

Los límites sobre el uso del móvil pueden resultar más llevaderos si, a cambio, se ofrece una alternativa. Las actividades al aire libre, por ejemplo, resultan claves para el desarrollo de los más pequeños. Y en ellas no hace falta depender de ningún elemento tecnológico. «Los niños nunca piden el móvil cuando están en la playa o en un parque acuático, porque se lo están pasando bien y andan entretenidos. Sí lo piden, por ejemplo, cuando vamos a comer y se aburren con las conversaciones de los adultos. Esto nos debería hacer pensar», comenta.

Las alternativas al móvil pasan por actividades recreativas de todo tipo: desde jugar al aire libre hasta hacer deporte, pintar, hacer manualidades, leer un cuento o pasar un rato en familia. «Es lo que se ha hecho toda la vida. No tiene más secretos», explica Armayones.

4. No prediques, también da ejemplo

De nada sirven los consejos sobre el buen uso del móvil si los niños ven que sus padres hacen justamente lo contrario. Antes de predicar, pues, es mejor intentar dar ejemplo. «Enseñamos muchas más cosas a los niños cuando no les intentamos enseñar nada que cuando sí intentamos hacerlo», comenta Armayones. «Si queremos enseñar a los niños que no deben depender de una pantalla, es imprescindible que los mayores les demostremos lo mismo con nuestras acciones», señala el investigador, quien también recuerda que el uso excesivo de las pantallas también perjudica (y mucho) a los adultos. De hecho, se estima que los adultos miran el móvil cada diez minutos. Y los menores de 25 años, cada siete.

5. Con seguridad y sin contraseñas

Los móviles que utilizan los niños deben estar siempre bajo supervisión, de modo que nada de contraseñas en estos dispositivos. Y es mejor no utilizarlos a puerta cerrada. «Es más importante la seguridad de los niños que su privacidad. Por eso es fundamental que estemos pendientes de cómo utilizan el móvil y de qué hacen con él», comenta. Para ello, el experto también recomienda aplicaciones diseñadas para el control parental de estos dispositivos.

Y un consejo extra: paciencia en tiempos de rebrotes

La incierta expansión de la pandemia de la COVID-19 hace temer que haya nuevos confinamientos. «No hay que culpabilizar ni a los padres ni a los niños. Ambos lo han pasado mal y ambos lo han llevado lo mejor que han podido», reflexiona el profesor de la UOC. Ahora, pues, toca aprovechar los periodos de calma para desconectar del móvil y pasar más tiempo en familia alejados de las pantallas. Estos momentos servirán para «cargar las pilas» de cara a un futuro incierto. Y, cuando llegue otro (posible) encierro, tocará adaptarse de nuevo a las circunstancias, siempre con cabeza y empatía.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-cinco-consejos-para-desenganchar-ninos-pantallas-202009130126_noticia.html

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La Federación Plataforma Trans, indignada por un nuevo crimen de violencia machista

Por: Tercera Información

En lo que llevamos de 2020, el número de víctimas de violencia machista asciende a 32 y en menos de un año este constituye el segundo feminicidio de una mujer trans en Asturias.

En la noche del pasado sábado se conocía la noticia del asesinato de Susana, mujer trans de 61 años y residente en Oviedo a manos de un hombre, presuntamente su pareja que ya se encuentra detenido.

Según ha declarado un portavoz policial, los primeros indicios apuntan a un crimen de violencia machista.

En lo que llevamos de 2020, el número de víctimas de violencia machista asciende a 32 y en menos de un año este constituye el segundo feminicidio de una mujer trans en Asturias, por lo que desde la Federación Plataforma Trans consideran imprescindible abordar desde el sistema educativo, con una asignatura de obligado cumplimiento en el respeto a la igualdad de género y la diversidad sexual para acabar con la lacra de las violencias machistas y contra los discursos de odio hacia la diversidad sexual y en concreto hacia las mujeres trans.

En esta misma línea la federación lleva años trabajando y reclamando de manera urgente un marco legislativo estatal que dé protección y reconocimiento en derechos a las personas trans a través de la Ley Trans Estatal que ya fue registrada en 2018 y nunca terminó de arrancar en la pasada legislatura y en la actual se vive una situación de «inmovilismo» con respecto a ella.

“Los discursos negacionistas de la violencia de género por parte de la ultraderecha y los sectores ultra conservadores están suponiendo un aumento de esta, pero no podemos obviar que también el discurso negacionista de la identidad de las personas trans y con mucha más virulencia de las mujeres trans por parte del sector ‘feminista trans excluyente’ (TERF) y su influencia e intoxicación, está provocando un aumento en el odio hacia las personas trans que se traduce, después, en agresiones en las calles, escuelas, lugares de trabajo, en distintas formas y niveles de violencia”, declara la presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé.

“Las mujeres trans sufrimos las mismas violencias que las mujeres que no son trans, nos asesinan igual, pero además se suman más componentes de odio y menos protección ante estas violencias que la impunidad está normalizando,  por eso es necesario que aparezca la voluntad política para, con valentía, generar ese marco legislativo con la Ley Trans y frenar esta situación sangrante que vivimos las personas trans para quienes todavía después de 42 años la democracia no ha llegado”, concluye Cambrollé.

Fuente  e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/14/09/2020/la-federacion-plataforma-trans-indignada-por-un-nuevo-crimen-de-violencia-machista/

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Roles de apoyo en la educación, ¿los conoces?

Por:

La educación no es un proceso unilateral, cuenta con muchas intersecciones que influyen la experiencia de aprendizaje, para navegar esas intersecciones, existen los profesionales educativos de apoyo.

La jornada educativa no se trata solamente de recibir información y hacer las tareas asignadas, es necesaria la práctica, la retroalimentación, la continuidad, el acompañamiento, la interacción social, el trabajo en equipo y la comunicación efectiva entre otros elementos.

Se espera que los docentes manejen todas estas habilidades, pero también que estén a cargo de un grupo completo, por lo que el reforzamiento de estas y la atención individual recae en los roles educativos de apoyo, la columna vertebral que apoya el aprendizaje efectivo. A continuación presentamos ejemplos de distintos roles educativos de apoyo y sus funciones.

Roles educativos de apoyo

Facilitador: Un puente entre la educación y el aprendizaje

Un facilitador es un profesional que converge principios de educación, psicología, pedagogía y andragogía. Su trabajo no es propiamente enseñar como lo haría un maestro o un profesor, sino facilitar el aprendizaje de una teoría, disciplina o práctica determinada para grupos.

En su tarea de facilitar el alcanzar los objetivos de este grupo, el facilitador o facilitadora hará uso de sus conocimientos en aprendizaje vivencial, procesos grupales y comunicación efectiva. Habilidades como toma de decisiones, diseño de talleres e intervención en crisis son también cruciales para que el facilitador sea capaz de resolver cualquier necesidad del grupo en su camino a conseguir un objetivo común.

Más que el aula, el ecosistema de un facilitador se encuentra en las mesas de trabajo, los talleres, proyectos y cualquier actividad que requiera trabajo conjunto y aprendizaje, ya sea de carácter académico, laboral o de desarrollo personal.

Tutor: Un indispensable refuerzo

Los tutores pueden ser los principales aliados de los estudiantes para fortalecer el conocimiento y dominio de diversas áreas de aprendizaje. Usualmente, escuelas y universidades se apoyan en los tutores para brindar ayuda extra a los estudiantes que necesitan repaso o práctica extra en alguna materia o disciplina.

Los tutores y tutoras son expertos en el tema que refuerzan y también tienen conocimiento de pedagogía y distintos métodos de aprendizaje, para dar una atención más personalizada trabajan con un solo estudiante o grupos pequeños.

Además de esto, los tutores deben conocer la historia académica de los alumnos que asesoran, además de problemas pedagógicos o cognitivos que podrían estar obstaculizando el aprendizaje del estudiante en cuestión, trabajar en su desarrollo personal y madurativo además de fomentar su participación en las sesiones.

Consejero: Un acompañante en la jornada educativa

El principal propósito de una escuela es educar a los alumnos que asisten a esta, pero para lograrlo es necesario poner atención a los elementos y experiencias que influyen en la experiencia educativa o la impactan.

Las vivencias personales de los estudiantes son importantes al momento de medir su disposición y capacidad de aprender. Si un estudiante sufre de bullying, si hay problemas en casa, si sufre de ansiedad, si no logra conectar con un grupo de amigos, si está pasando por una crisis de identidad, todos estos son asuntos que requieren de una atención personalizada por parte de alguien con una alta capacidad de escucha, análisis, empatía, comprensión y comunicación efectiva, esta persona es el consejero o consejera.

El trabajo de un consejero consiste en brindar un espacio seguro para la conversación y la generación de soluciones o el acompañamiento que el estudiante necesita para mejorar tanto su experiencia de vida como su presteza al aprendizaje.

Un consejero es la persona que ayuda a determinar si un estudiante solo necesita un espacio para hablar, una reunión (o reuniones) con sus padres presentes o la ayuda de un psicólogo. Los consejeros también tienden a ofrecer sesiones educativas para el desarrollo personal, sobre valores, ética, manejo de emociones y cómo hacer amigos, entre otros temas relevantes para la maduración emocional y psicológica de los estudiantes.

Orientador Vocacional: Un guía para planear el futuro

Al término de la educación básica, es necesario que el estudiante tenga un conjunto de intereses y habilidades dominantes que le permitan darse una idea de qué formación profesional quiere o en qué ámbito laboral se desarrollaría mejor.

El orientador u orientadora lleva con el estudiante durante el proceso psicológico y pedagógico a través del cual el educando descubrirá cuáles son sus áreas de interés más fuertes y las disciplinas en las que destaca. Este conocimiento hará más clara la elección del estudiante y le ayudará a construir un plan para su educación continua y desarrollo laboral.

¿En tu trayectoria académica has recibido la ayuda de alguno de estos profesionales de apoyo? ¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Tú eres uno de ellos? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/roles-apoyo-educacion

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La entelequia educativa

Un camión de la policía estatal embiste a estudiantes de la escuela normal rural Francisco de Quiroga en Michoacán, durante una protesta para solicitar apoyos del gobierno con el fin de realizar actividades culturales; como resultado, varios estudiantes heridos, uno de ellos en condición grave. En el Presupuesto de Egresos de la Federación se propone un recorte de más del 90% del presupuesto destinado a las escuelas normales, formadoras de docentes.

Se presenta también una Iniciativa de la Ley General de Educación Superior, en la cual se consideran elementos que abren la puerta a la exclusión educativa y docentes del Estado de México y Veracruz viajan a la Ciudad de México para exigir la resolución a distintas demandas pendientes. Todo esto prácticamente en la misma semana. Al parecer, el panorama educativo nacional no ha cambiado mucho a dos años de gobierno de la 4T,    salvo por la legitimidad de la cual goza el gobierno federal en amplios sectores del magisterio.

Más allá de las vicisitudes multinivel (federal, estatal, municipal) y partidista que desarrolla toda política, y el recurrente asedio directo a las instituciones formadoras de docentes por parte de autoridades estatales -entre las cuales el gobernador Silvano Aureoles ocupa un lugar importantísimo- lo cierto es que ha terminado por aclararse algo que muchos no esperaban y otras voces se han negado a aceptar: la continuidad del neoliberalismo en rubros importantes de la política educativa nacional, el cual, declarado en algún momento muerto, sigue vivito y coleando. Muestra de ello es el recorte presupuestal a programas docentes y escolares, la proliferación de alianzas público-privadas con grandes consorcios empresariales para la provisión del servicio educativo público, la creación de mercados educativos con el pretexto de la imperativa digitalización en tiempos de pandemia y post pandemia y el continuo golpeteo a la profesión docente, por la vía del des-financiamiento federal o de la represión física a nivel estatal.

Los elementos mencionados son herencia directa del neoliberalismo en educación, entendido este tanto en clave de política económica (ampliación de espacios de inversión al capital, contención del gasto público en servicios sociales) como de políticas de gestión de las poblaciones y colectivos (generación de lógicas disciplinarias y subjetivaciones específicas) solo que ahora recubierto de una retórica de cambio y primacía de los intereses populares.  Algo que no resulta precisamente novedoso en el contexto latinoamericano si tomamos en cuenta la experiencia en años recientes de Ecuador y Brasil, por ejemplo.

Si partirnos de la máxima cristiana por sus frutos los conoceréis, podemos afirmar con seguridad que la gran transformación educativa de la 4T es realmente una entelequia; es decir, una cosa irreal que habita en la imaginación de la burocracia educativa, de algunos cuadros del lopezobradorismo y del propio Presidente. Dicha idea ha generado cierto arraigo en distintos sectores de la población mexicana, lo cual responde parcialmente a que para la opinión pública ha resultado cuando menos nebuloso el proceso de diseño y ejecución de la política educativa en el sexenio en curso, con todo y el desfase entre el discurso público con el cual se han justificado las decisiones oficiales, los elementos clave plasmados en los documentos rectores de política educativa y los hechos concretos de su actuación.

Basta dar un vistazo tanto al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 como al Programa Sectorial de Educación 2020-2024, en los cuales se hacen afirmaciones como: “el proyecto educativo de la presente administración garantizará el respeto a los derechos del magisterio, el fortalecimiento de las escuelas normales publicas, la creación de un sistema de promoción vertical y horizontal justo, y el reconocimiento del esfuerzo que realiza el personal docente en el aula” o “ningún joven que desee cursas estudios de licenciatura se quedará fuera de la educación superior” para comprender el desarrollo de una grandes expectativas que siguen vigentes en el el magisterio y las comunidades educativas.

En el Plan se afirma que durante el periodo neoliberal “se pretendió acabar con la gratuidad de la educación superior”, que “los ciclos básico, medio y medio superior fueron vistos como oportunidades de negocio para venderle al gobierno insumos educativos” y que “se emprendió una ofensiva brutal en contra de las normales rurales”. Ante ello, afirma, el gobierno federal se comprometió a “mejorar las condiciones materiales de las escuelas del país, a garantizar el acceso a todos los jóvenes a la educación y a revertir la mal llamada reforma educativa”.

Por su parte, el Programa matiza la retórica de ruptura total al recordar el compromiso adquirido por el Estado mexicano respecto a la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, enfocado a “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje”, lo cual plantea una continuidad tácita en ciertos rubros de política pública. Aún así, el documento afirma un cambio profundo en el proyecto educativo a través del desarrollo de seis objetivos prioritarios: a) educación equitativa, inclusiva, intercultural e integral; b) educación de excelencia; c) revalorizar a las maestras y los maestros; d) entornos favorables para el proceso de enseñanza-aprendizaje; e) derecho a la cultura física y f) fortalecer la rectoría del Estado en la educación. Todos articulados en 30 estrategias prioritarias y 274 acciones puntuales.

El preocupante desfase entre retórica y acción resulta cada vez más claro. Es curioso ver cómo a escasos dos meses de la publicación del Programa, sus contenidos parecen ya quedar inoperantes. Como muestra, dos cuestiones:

La acción puntual 1.6.4, perteneciente a la Estrategia Prioritaria 1.6, respecto a la obligatoriedad y gratuidad de la educación media superior y superior consiste en: “promover la revisión de los mecanismos de selección y admisión de estudiantes para la inclusión de grupos sociales desfavorecidos en las oportunidades de acceso al sistema, respetando, en su caso, la autonomía de las universidades. No obstante, en la Iniciativa de Ley General de Educación Superior se mantiene una política de exclusión educativa fundada en los “requisitos” de las instituciones de educación superior, lo cual permite pensar que “estamos frente a una inaudita cesión de una función del Estado (garantizar la educación) a lo que decidan establecer las autoridades de las instituciones públicas y también las de las privadas” (https://www.jornada.com.mx/2020/09/12/opinion/016a2pol). ¿Hasta qué punto dicha sesión fue producto de un acuerdo cupular entre burocracias universitarias y élites empresariales del CCE y la COPARMEX? Aún no lo sabemos.

Por otro lado, la acción puntual 4.1.4, de la Estrategia Prioritaria 4.1 respecto a asegurar las condiciones de infraestructura física educativa, considera: “fortalecer la infraestructura y el equipamiento de las escuelas normales y de las instituciones de educación superior formadoras de maestras y maestros”. Algo prácticamente impensable tras las proyecciones de gasto destinadas a las necesidades de las escuelas normales así como programas de formación docente.

En un contexto de confusión respecto a la práctica concreta de la política educativa lopezobradorista, el presupuesto y la unidireccionalidad de la toma de decisiones han resultado clarificadores. Y es que es importante preguntarnos que, sin fortalecimiento a la profesión docente, sin acciones afirmativas del Estado por extender la educación superior a un número cada vez mayor de jóvenes (más allá del proyecto de Universidades para el Bienestar Benito Juárez García), sin inversión considerable en educación de primera infancia, sin un criterio novedoso para evaluar el sistema educativo nacional (dada la primacía acrítica por la prueba PISA, establecida también en el Programa), sin una participación real de las distintas expresiones magisteriales en las discusiones sobre el desarrollo de su trabajo, etc.,  resulta muy complicado aceptar la narrativa de la transformación.

Es verdad que la reforma constitucional de la 4T desvinculó la evaluación docente de su permanencia en el empleo, y con ello puso fin a la terapia de choque a la cual había sido sometido el sistema educativo nacional. Sin embargo, dado el apoyo electoral brindado por el magisterio en la campaña electoral de López Obrador, así como su entrega constante en el trabajo en el aula, ya sea física, virtual o inexistente, tal medida debería ser el inicio de un sistemático cambio educativo de largo aliento, y no un dispositivo de control sobre la crítica y la movilización. Alguien podrá decir que de poco sirve señalar las inconsistencias de la política educativa en curso. Sin embargo, vale la pena reconocer que la educación es esencialmente, un campo en disputa. Una disputa que se construye con las luchas cotidianas y que en términos concretos, no está definida a priori. Y ante el contexto de un gobierno que pese a ciertas definiciones aún se construye, resulta fundamental identificar las los claroscuros, para llamar a caminar en un sentido distinto.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-entelequia-educativa/

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“La pobreza no puede determinar el destino de nadie”: experta internacional en educación

Avis Glaze ha asesorado a más de 50 gobiernos en diferentes países del mundo para reformar sus sistemas educativos. En la Cumbre Líderes por la Educación habló sobre lo principal que debe tenerse en cuenta a la hora de garantizar un sistema equitativo.

La excomisionada de Educación de Ontario, Avis Glaze, quien a lo largo de su carrera ha asesorado a diferentes jurisdicciones de países como Alemania, Canadá, Escocia entre otros, considera que, para mejorar los niveles de equidad en un sistema educativo, los gobiernos deben concentrarse en unos objetivos específicos y no intentar abarcar muchos frentes, pues terminarán alcanzando malos resultados en todos.

Si el problema es de recursos, Glaze asegura que dos elementos fundamentales en los que deben concentrarse son el mejoramiento de la efectividad educativa y el desarrollo de liderazgo en los directivos de los colegios. “Los rectores son responsables de sus escuelas y saben perfectamente lo que la comunidad necesita. Ellos solo quieren aprender cómo transformar sus entornos y en eso deben invertir los gobiernos”, dice.

 

 

Además, explica que es fundamental que las escuelas trabajen en la equidad, pues no se puede alcanzar la excelencia si aún persisten las brechas sociales y económicas. Tenemos que asegurarnos de que la pobreza no condicione el destino de un niño o una niña, ni debemos nunca subestimar su potencial. Ellos solo necesitan tener acompañamiento profesional para alcanzar todo lo que se proponen, agrega la experta en educación, para quien las bajas expectativas que históricamente han tenido los entornos más pobres se deben a que no han tenido modelos a seguir ni se han rodeado de personas que los motiven a conseguir un futuro diferente.

Allí, los profesores tienen un rol determinante. Por esto, Glaze considera que la formación que se le dé a los maestros debe ser personalizada, pues cada uno tiene una necesidad diferente. Algunos requerirán conocimientos sobre cómo mejorar los niveles de disciplina de sus estudiantes, otros sobre herramientas tecnológicas u otros sobre pedagogías para enseñar a escribir, a razonar o a argumentar, por poner algunos ejemplos. “Los profesores saben lo que saben y lo que no saben. Por eso hay que escucharlos para diseñar sus programas de capacitación”, asevera.

Por último, el otro elemento trascendental para mejorar los resultados educativos es ganarse la confianza pública de los padres y las comunidades en el sistema de educación. Los padres quieren ayudar a sus hijos y si se les involucra en su educación y en sus colegios, los resultados serán ampliamente mejores. Las estrategias para alcanzar ese objetivo son múltiples. Desde escuelas de padres, hasta festivales comunitarios en los entornos educativos. El caso, concluye, es que los padres se sientan comprometidos y quieran con convicción enviar a sus hijos a las escuelas públicas.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/la-pobreza-no-puede-determinar-el-destino-de-nadie/632841/

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Todo el universo podría ser una red neuronal

Todo el universo sería una enorme red neuronal que concilia la relatividad general, la mecánica cuántica y los observadores: es el eslabón perdido del conocimiento humano.

Todo el universo en su nivel más fundamental sería una red neuronal, según explica el físico y cosmólogo Vitaly Vanchurin, de la Universidad de Minnesota en Duluth, en una prepublicación presentada en arXiv.

Vanchurin cree que la hipótesis de que todo el universo es una enorme red neuronal podría constituir el eslabón perdido del conocimiento humano, que permitiría reconciliar la mecánica cuántica y la relatividad general.

En su artículo, Vanchurin considera que las redes neuronales artificiales se comportan en la práctica como si la mecánica cuántica y la relatividad general ya se hubieran reconciliado.

La principal diferencia entre ambas teorías universales es el así llamado “problema del tiempo”: si para la mecánica cuántica el tiempo es universal y absoluto, para la relatividad general el tiempo es relativo, ya que no siempre discurre de la misma forma.

Hay otra diferencia notable entre ambas teorías universales, la conocida como el problema de la gravedad cuántica: los efectos gravitatorios del universo se confunden con los del mundo cuántico cuando las distancias entre objetos son mayúsculas y las energías extremas. Sin embargo, el problema es que no tenemos una teoría que explique este aparente imposible.

El tercer factor que enfrenta a ambas teorías universales son los llamados observadores: todavía no sabemos realmente qué papel desempeñamos en el conocimiento de la materia, ni en qué medida el mundo depende de nuestra observación. Hay todavía un apasionado debate sobre este tema y sobre la validez de la objetividad científica.

Salto cuántico

Vanchurin da un salto de audacia para proponer, no la pretendida teoría del todo unificado, que explicaría todos los fenómenos físicos conocidos, mayúsculos y minúsculos, sino más bien abrir un posible trayecto que conduzca a ella.

Para conseguirlo propone añadir a la ecuación cósmica un tercer factor, además de la relatividad general y a la mecánica cuántica: el observador, ese oscuro objeto del deseo que ha llevado a convertir el conocimiento humano en un consenso, más que en una descripción objetiva e inapelable de lo real.

Aun asumiendo que la mayoría de los físicos considera la mecánica cuántica como el pilar de todo lo que conocemos, Vanchurin propone que la realidad es más sutil: todo emana de una red neuronal microscópica, tanto la mecánica cuántica, como la relatividad general y los observadores.

«La red neuronal es todo lo que existe. Es un sistema dinámico que experimenta una evolución de aprendizaje y, como resultado, experimentamos muchos fenómenos emergentes interesantes como el espacio-tiempo, las partículas y, quizás lo más importante, los observadores», declara a Turingchurch.

Por lo tanto, si queremos reconciliar los tres aspectos conocidos de la realidad, habría que considerar que el sustrato del universo es una red neuronal, presumiblemente cuántica: integraría las leyes de la relatividad general, los principios del mundo cuántico y el papel de los observadores en este nuevo marco teórico.

También resolvería el dilema de los supuestos multiversos de Everett y de las variables ocultas que, supuestamente, tendrían los secretos del mundo cuántico.

Según Vanchurin, las variables ocultas serían los estados de las neuronas individuales y las neuronas aprendices representarían a lo que llama variables cuánticas.

Aprendizaje profundo

Para comprender cómo ha sido concebida esta propuesta teórica, que ha suscitado escepticismo entre otros físicos, Vanchurin cuenta que es la deducción lógica del estudio de las redes neuronales artificiales a las que ha dedicado mucho tiempo.

Las redes neuronales artificiales están formadas por una serie de circuitos electrónicos que se comportan como las neuronas biológicas.

Son una rama de la Inteligencia Artificial que imitan al cerebro humano a través del llamado aprendizaje profundo, una forma de automatizar el análisis predictivo: la capacidad que tiene el cerebro biológico de analizar un amplio espectro de datos para anticipar posibles acontecimientos.

Analizando esta tecnología, Vanchurin apreció que la dinámica de aprendizaje de las redes neuronales artificiales era muy similar a la dinámica que se observa en los sistemas cuánticos.

Las dos teorías universales y los observadores conviven en los procesos de aprendizaje de las redes neuronales artificiales. Esta constatación le llevó a suponer que, en los niveles más básicos del universo, todo se reduce a lo mismo: a una red neuronal que todo lo engloba.

Vanchurin reconoce que la idea es una locura, pero al mismo tiempo señala, en declaraciones a Futurism, que será relativamente fácil rebatirla: sólo es preciso encontrar un fenómeno físico que no pueda modelarse como una red neuronal.

Eso no significa que vivamos en Matrix, concluye Vanchurin, sino que vivimos y formamos parte de una red neuronal universal, aunque no podemos notar la diferencia.

Referencia

The world as a neural network. Vitaly Vanchurin.  arXiv:2008.01540 [physics.gen-ph]

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/todo-el-universo-podria-ser-una-red-neuronal.html

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Lo que la pandemia nos dejó

Por: Sergio Martínez Dunstan

 

En mi colaboración anterior, “Rezago Educativo”, señalé que la pandemia arrojó un saldo negativo traducido en crisis sanitaria, económica y educativa. Esta última, a diferencia de las otras dos, resulta de proporciones incuantificables dada la ausencia de unidades de medidas precisas o indicadores que den cuenta de la magnitud. Advertí que el rezago educativo bien pudiera ser de la misma magnitud que el daño económico. Al parecer, juzgué, se están dando palos de ciego en la política educativa porque se desconocen las dimensiones del problema. Es indudable el retraso del aprendizaje en los alumnos, concluí. Cuestioné: ¿cómo se resolverá tan grave situación? Y propuse la necesidad de contar con un Plan Emergente de Educación. Al menos concretar y darle viabilidad al Acuerdo Nacional referido en la Ley General de Educación.

Al día siguiente de la publicación de mi columna, el ocho de septiembre, entregó el Paquete Económico 2021 a la Cámara de Diputados, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Su titular, resaltó cuatro elementos que influyen en el panorama. Entre otros la contracción económica derivada de la pandemia. Algunos académicos analizaron y externaron sus puntos de vista sobre este Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación en diversos medios. Por ejemplo, Profelandia, cabeceó “Perfilan desaparición del Programa de Escuelas de Tiempo Completo”. Se citaron algunos twiter que dieron cuenta del cese de algunos programas de gobierno tendientes a garantizar el derecho a la educación. Por ejemplo, el aludido en el título así como la atención a la diversidad de la educación indígena y de la Población Migrante. Se precisó con toda puntualidad en la nota informativa  “¡Estos son los programas educativos que desaparecen del presupuesto de egresos 2021!”

Por otra parte, ese mismo día, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, conocida como la OCDE por sus siglas en inglés, presentó “Education at a Glance. OECD Indicators” acerca del estado que guarda la educación en el mundo así como el desempeño de los sistemas educativo en los países aglutinados en dicha organismo. En este marco, se presentó también “The Impact of COVID-19 on Education. Insights from Education at the Glance” de la autoría de Andreas Schleicher. Resalta que la pandemia está afectando con mayor severidad a quienes provienen de entornos más desfavorecidos. Se asevera que la inequidad se ha acentuado. Las poblaciones más vulnerables , se dice, dependen de sus escasos recursos para continuar aprendiendo de forma remota a través del internet y corren el riesgo de rezagarse.

Los efectos en el aprendizaje, arrojaría el bajo o nulo desarrollo de ciertas habilidades que las personas poseen las cuales están relacionadas con la productividad, se menciona en dicho estudio. Se sustenta en la investigación de Hanushec y Woessman quienes afirman que el PIB podría estimarse en 1.5% más bajo en promedio durante el resto del siglo y el valor actual del costo total podría ascender al 69% en algunos países (p. 4). Es previsible, se menciona, que el gasto en educación se reducirá porque los fondos públicos se destinarán a la salud y el bienestar social. De igual manera, el financiamiento privado también escaseará  a medida que la economía se debilite y aumente el desempleo (p. 5). También se pondera la importancia de los impuestos para la educación y resulta clave para los futuros ingresos fiscales. Se observa la desaceleración del crecimiento económico asociada con la propagación del virus. Traerá como afectación la disponibilidad de fondos públicos para la educación porque los ingresos fiscales disminuirán y los fondos de emergencia se canalizarán para respaldar el aumento de los costos de atención (p. 7). Se sentencia que la crisis actual afectará los presupuestos de educación a la par que los ingresos públicos disminuyan drásticamente y los gobiernos revisen la priorización de la educación en los presupuestos nacionales. De igual manera, se contempla un crecimiento del gasto en educación a tasas significativamente más bajas en comparación de como sucedía antes de la pandemia.

Además del impacto anteriormente aludido, refiere a la encuesta realizada recientemente por la OCDE y la Universidad de Harvard, bajo la conducción del propio Andreas Schleicher y Fernando Reimers, sobre las condiciones educativas que enfrentan los países y los enfoques adoptados para mantener las oportunidades educativas durante la pandemia. Afirman que el aprendizaje de los estudiantes ha sucedido sólo en una pequeña proporción durante el periodo que las escuelas se mantuvieron cerradas. Asimismo, consideran que la reapertura de la escuelas traerá beneficios que repercutirá a la contribución económica a largo plazo. Concluyen que este tipo de rezago educativo, de no remediarse, probablemente se presente en forma de reducción de la productividad  y el crecimiento. Consideran de particular relevancia evaluar la pérdida de aprendizaje poniendo foco en las competencias desarrolladas en relación con lo previsto en el currículum. Cuando la pandemia deje de representar un problema sanitario mayúsculo la educación quizá no vuelva a ser igual que antes. Con todo y ello, las afectaciones dependerá de la naturaleza de las respuestas colectivas y sistémicas, remata.

En otras palabras, del contexto mundial emana la preocupación por una crisis educativa derivada de la pandemia. Un bajo o nulo desarrollo de determinadas competencias en los estudiantes reduciría la productividad laboral y, por ende, el crecimiento económico, entre otras repercusiones, en las sociedades. Afortunadamente las consecuencias resultan indeterminadas. Dependen en buena medida de la forma en cómo se acometa el problema para atenuar sus efectos. Desde esta perspectiva es entendible el PEF 2021. Pero también a partir de ello es incomprensible la obtusa visión gubernamental de negar soslayar la grave situación. a un problema que se avizora de proporciones descomunales. ¿Y el plan emergente de educación? ¿y el financiamiento para garantizar su correcta implementación? No se habla de ninguna crisis en la educación, se niega su existencia. Tampoco se dice de sus efectos mas allá del propio ámbito educativo y menos se ha puesto sobre la mesa la manera de afrontarlo. Y del financiamiento mejor ni decimos nada porque en lugar de disponer recursos extraordinarios se restringe considerablemente el gasto público en comparación con los ejercicios anteriores. Lo que la pandemia nos dejó y quedará dada la prevalencia de sus causas.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente: http://www.educacionfutura.org/lo-que-la-pandemia-nos-dejo/

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