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¿Cómo desarrollar el pensamiento crítico en alumnos de la Generación Z?

Por: Rubí Román Salgado

“El pensamiento crítico no es una actividad espontánea. Primero se deben construir las ideas y ese es el mayor desafío”.

Los reportes especializados más recientes en innovación educativa resaltan la necesidad de desarrollar en mayor medida las competencias transversales de los estudiantes con el fin de lograr su eficiente incorporación laboral en un mundo cambiante y volátil. Así lo explicó la Dra. Patricia Caratozzolo en nuestro webinar del mes de marzo 2020.

En este webinar, Patricia nos compartió algunas sugerencias para desarrollar la creatividad y el pensamiento crítico en grupos mayoritariamente de la Generación Z (individuos menores de 24 años que se encuentran iniciando su preparación universitaria). También presentó los resultados de su trabajo de investigación que realizó en el Tec de Monterrey para atacar los siguientes problemas en los estudiantes de esta institución:

  1. La reducción del vocabulario activo de los estudiantes

  2. La inseguridad en la comunicación oral y escrita

  3. La dificultad para el desarrollo del pensamiento crítico

Para hacer frente a estas problemáticas, se identificaron las mejores actividades y dinámicas para promover la lectoescritura en los jóvenes, los mecanismos que permiten el desarrollo de la riqueza léxica, así como también se hizo una selección y evaluación de un plan de mejora de la competencia del pensamiento crítico.

El pensamiento está hecho de palabras. Si los estudiantes manejan en su día a día tan solo 300 palabras, ese pensamiento será pobre y débil; si les pides una argumentación no podrán sostenerla”.

La mayoría de los docentes limita su enseñanza en el desarrollo de las competencias disciplinares de su materia, mientras que las competencias transversales como la flexibilidad cognitiva, la creatividad y el pensamiento crítico, suelen quedarse relegadas al criterio de cada escuela y de cada profesor. Esto representa un enorme riesgo, porque son muy pocos los docentes que tienen una preparación continua en técnicas didácticas de enseñanza-aprendizaje adaptadas a las generaciones actuales.

A continuación, les compartimos algunas características de los jóvenes de la generación Z de acuerdo con la investigadora Patricia Caratozzolo. Para conocer los resultados completos del estudio consulta el video de la sesión en cualquier momento.

Características de la Gen Z

  • Se entretienen con plataformas visuales pasivas (YouTube, Instagram)

  • Leen solo breves textos pre-digeridos

  • No ejercitan la concentración por periodos largos

  • Prefieren no realizar esfuerzos cognitivos

  • Las redes sociales estimulan solo relaciones virtuales

  • Escriben mensajes de texto cortos en WhatsApp

  • Expresan opiniones a través de memes y emojis

El desarrollo de las competencias transversales para los jóvenes de entre 15 y 25 años representa una dificultad especial debido a que, es el período en el cual se están preparando fuertemente en sus competencias disciplinares: primero, decidiendo qué carrera elegir durante la preparatoria, luego, descubriendo sus propias áreas de interés entre las materias de la currícula universitaria y finalmente, especializándose en diplomados y cursos de posgrado.

La doctora Caratozzolo considera que cada generación de estudiantes tiene sus características y sus diferencias en los procesos de aprendizaje, por lo cual los profesores deben estar preparados para utilizar diferentes enfoques dependiendo si estamos frente a un grupo perteneciente a la Generación Y (Millennials), Generación Z (post-millennials) o incluso a la nueva Generación T (táctil). Revive el webinar completo aquí.

La Dra. Patricia Caratozzolo (pcaratozzolo@tec.mx) es profesora e investigadora del Departamento de Mecatrónica de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey campus Santa Fe. Es Líder de proyectos en Innovación Educativa y Senior Member de la IEEE (la mayor organización de ingenieros del mundo). Es miembro de IAS, PES, Women in Engineering Association y de la International Association for Continuing Engineering Education.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/pensamiento-critico-generacion-z

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Educación y Posneoliberalismo

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Cuando hace unas semanas hicimos la pregunta ¿qué va a pasar con los trabajadores de la educación que se encuentran en situación de vulnerabilidad? Esto frente a las condiciones difíciles que se vivirán durante el retorno a las clases presenciales (próximo agosto 2020), las autoridades educativas contestaron que se evaluaría caso por caso y que eso estaría supeditado a un examen médico, una certificación o una prueba sobre la presencia o no de la enfermedad Covid-19.

En los hechos, sin embargo, las autoridades educativas federales y estatales, en términos generales, no tienen disposición ni herramientas administrativas (jurídicas) para dar más licencias médicas o permisos para que las y los docentes, directivos escolares, asesoras y asesores técnicos, así como otras figuras educativas y personal de apoyo a la educación, que tienen antecedentes de enfermedades o situación adversa de salud (como diabetes, cáncer, hipertensión, obesidad, asma u otras enfermedades crónicas), no se incorporen de inmediato a las labores de la “nueva realidad” social y educativa (la noción de “nueva normalidad” no termina por convencerme).

Así, en los hechos, las autoridades educativas dan signos o pistas de retorno, pero hacia la “vieja normalidad”. De esa manera se traza el camino hacia la “regresión burocrática”. No permisos, no concesiones, no autorizaciones, no condescendencias. La lógica administrativa que viene será la de ¡¡¡No más suspensiones de clases, no más interrupciones injustificadas, no más ruptura de la continuidad institucional!!! (Aunque cuando llegan los Juegos Magisteriales, una buena parte de las maestras y los maestros interrumpen clases). Como si las y los trabajadores fueran los responsables de la cuarentena-cincuentena. Por lo tanto, se nos viene la etapa del no, no, no. La palabra favorita de la burocracia. Entonces, la otra pregunta sería: ¿Quedarán en el abandono y sin protección legal e institucional las y los trabajadores de la educación que presenten esos cuadros o síntomas de enfermedades, o que sean mayores de 60 años? ¿Qué cada quien se rasque con sus propias uñas?

El Poder del escritorio

A propósito de lo anterior (y casi como mera coincidencia) la semana pasada me enteré que un organismo público desconcentrado, administrador de la educación básica en un estado de la República (no digo de qué entidad, pero cualquiera puede deducir a cuál me refiero), pidió a sus directivos(as) altos y medios: Directores de área, jefes de departamento, jefes de sector, supervisoras y supervisores escolares y directoras(es) de escuela, el viernes por la noche, que hicieran una relación de nombres y claves presupuestales o claves de plazas magisteriales, de aquellos trabajadores y trabajadoras que estarían en situaciones de vulnerabilidad para identificarlos. ¿Cuál será la política específica a seguir acerca de estos trabajadores?

Aparte de que esa información podrían obtenerla directamente, es decir, desde la dirección de recursos humanos, se nota que el movimiento burocrático es como un “acto reflejo”, porque implica solicitar información de manera absurda, sin sentido. Ello nos indica, además, cómo funciona el poder del escritorio y cómo se justifica la existencia disfuncional de la burocracia dorada. La burocracia que caracteriza a la etapa del “posneoliberalismo”. Así en la educación pública; en los servicios de salud, y en todos, sin excepción, los demás ámbitos del sector público. Por cierto, algunos segmentos de la iniciativa privada, no se quedan atrás en estas regresiones burocráticas (por ej.: los servicios bancarios).

Más allá de la corrupción: la burocratización

Ello muestra, una vez más, que el “cambio de régimen” (que habría de incluir la modificación de los patrones administrativos cerrados y verticalistas), no llegará a su término o no sucederá pronto. No al menos en los próximos cuatro años. Las prácticas institucionales (los hábitos y las costumbres) se comen a las buenas intenciones del presidente López Obrador, de acabar con el régimen “neoliberal” para dar paso al “posneoliberalismo”.

Esta burocracia educativa, en particular, que insiste en solicitar información sin sentido a sus directivos y mandos medios, y que termina por perder la mirada hacia las necesidades apremiantes de sus trabajadores de base; es decir, una burocracia que se define por poner al trámite por delante y a las personas por detrás, es el sello del accionar público del Estado mexicano, hoy. Es la marca de nuestras instituciones nacionales y locales que se encargan de (des)administrar al sistema educativo.

Para finalizar este breve comentario, planteo otra pregunta-reflexión: ¿Qué capacidad financiera tiene el Estado mexicano (a través del ISSSTE) para dar soporte al personal educativo y de apoyo a la educación, ante los escenarios laborales y del derecho a la salud que se presentarán a partir del siguiente ciclo escolar 2020-2021?

Una más ¿Habrá fondos, así mismo, para contratar a personal interino que ocuparía temporalmente los puestos de trabajo de quienes se encuentran en situación vulnerable?

La posición y el papel del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y demás organizaciones gremiales, en ese sentido, y que están para defender los intereses de los trabajadores y las trabajadoras del sector (ello sin afectar el servicio educativo), se pondrá nuevamente a prueba. Y los altos dirigentes gremiales ¿Se quedarán acaso limitados en su actuación como simples “soldados intelectuales” del nuevo régimen?

Ahí está sobre la mesa no sólo el paquete de combatir las nocivas prácticas de la corrupción en las instituciones nacionales y estatales, a partir de la llegada del “posneoliberalismo”, sino también las añejas prácticas burocráticas en general, y en especial, de la educación pública.

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23

Fuente: https://profelandia.com/educacion-y-posneoliberalismo/

Imagen: https://www.flickr.com/photos/ansesgob/7297227242/

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Los bastiones de la convivencia

Por: Roberto Patiño

En Venezuela vivimos graves momentos de caos y colapso. La terrible conjunción de la crisis del país, sometido al modelo destructivo del régimen, y los efectos de la pandemia del covid-19 en lo social y económico, castigan diariamente a los venezolanos.

Los testimonios de líderes y voluntarios en las comunidades hablan de la grave situación que estamos viviendo, en la que el hambre, la hiperinflación, la escasez de combustible, el colapso de servicios básicos y la violencia desbordan a las personas. Una de nuestras líderes nos relata: “La comunidad pasa demasiado trabajo, no hay agua, ni luz. No hay nada que comer, jamás me imaginé tanta hambre, miseria en mi comunidad y mi país”.

En Petare, enfrentamientos entre bandas a principios de mayo se mantuvieron por más de una semana, en medio del silencio y la inacción de cualquier autoridad. Así lo cuenta una de nuestras madres: “Las Hermanas se fueron de la escuela. Los vecinos se han ido. Ventanas partidas. Puertas violentadas. De noche es una boca de lobos. No dejan encender las luces a los que habitan por allí… Yo vivo en medio de las dos zonas… y vemos pasar las balas… ha sido horrible. Mis niños lloran, nos escondemos. Son horas seguidas de angustia”.

La escasez de combustible ha generado graves trastornos. Se testimonia el maltrato de efectivos asignados al resguardo y control de las estaciones de servicio, el tener que hacer colas enormes, desde horas de la madrugada o la noche anterior, sin saber si se recibirá el combustible o no, así como el surgimiento de situaciones ilegales en las que se empieza a establecer un mercado negro de gasolina.

La actual situación del país es la de un régimen que impone un modelo de represión y sometimiento que busca reemplazar cualquier forma de convivencia. El Estado persigue y hostiga, criminaliza y excluye. Incluso acusa a organizaciones que defienden los derechos humanos, como Provea y Cofavic, de ser “enemigos internos”.

Pero frente a esta situación debemos resaltar el esfuerzo que la gente, en comunidades y desde grupos de la sociedad civil, realiza todos los días para mantener vivos los valores convivenciales que son atacados todos los días por el poder. Las personas en la calle,  a pesar de las dificultades y de la violencia, mantienen en sus vidas la luz de la humanidad y el reconocimiento del otro.

Frente a la situación de violencia en Petare, se tomaron medidas para reiniciar actividades cuando cesaran los enfrentamientos. Así los afirma Andrés Schloeter: “Con mucho dolor se tuvieron que retirar temporalmente de la escuela para preservar su seguridad. Sin embargo,  estoy seguro que las hermanas volverán con más fuerza a la escuela, nosotros podremos abrir nuevamente las puertas del comedor y todos juntos continuaremos al servicio de nuestra gente”.

También lo vemos en nuestro trabajo en iniciativas como Alimenta La Solidaridad en la que vecinos se organizan en cadenas humanas de distribución para poder llevar los almuerzos en diversos sectores de una comunidad en medio de la cuarentena. En sectores de Petare como Santa Lucía, los vecinos generan grupos de apoyo para las personas de la tercera edad que no tienen acceso a alimentos y medicinas.

En zonas como La Vega, la voluntad de continuar trabajando es la fuerza impulsora que ayuda a seguir día a día frente a las dificultades. Así lo cuenta uno de nuestros líderes: “Vivo matando tigres, con la moto me rebusco. Hay que ser un varón, y como sea hay que resolver. En Propatria, la gente se está organizando ante tanta tragedia, hambre y miseria. No hay agua, ni luz, el sueldo no rinde, no hay medicamentos. El derecho a la vida está pisoteado. Pero lo que seguimos haciendo por nuestros chamos me mantiene en pie de lucha”.

Estas son solo algunas voces que expresan la voluntad de superación de los problemas, negándose a reproducir la cadena de violencia y subyugación del modelo dictatorial.  Frente a la imposición de la violencia, las personas se convierten en bastiones de convivencia y solidaridad, que desde el ejercicio cotidiano de estos valores significan una esperanza cierta de que podremos atravesar la tragedia que hoy nos embarga.

robertopatino.com

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Los docentes, molestos con las medidas para la vuelta al cole

Por: Jennifer Tejada

Mascarillas y geles desinfectantes, aulas instaladas en los patios y las bibliotecas… las medidas anunciadas por el Gobierno para la vuelta al cole han despertado el malestar y la incertidumbre entre los docentes del país. Las redes sociales han sido el lugar elegido para compartir este enfado.

Desde hace semanas se está hablando y mucho de cómo será la vuelta a las clases el próximo mes de septiembre. Han sido numerosas las ideas que desde el propio Gobierno se han venido realizando a este respecto. Así, primero se habló de un nuevo curso escolar en el que la enseñanza presencial tendría que compaginarse con la formación online o de, incluso, una reducción del ratio de alumnos que estuvieran físicamente en las aulas.

Sin embargo, las últimas medidas anunciadas por Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, han causado un gran malestar entre la comunidad educativa porque serán los propios centros los que deben controlar al virus al volver a las aulas. Los alumnos y profesores tendrán que cumplir con las medidas higiénico-sanitarias de lavado frecuente de manos, uso de mascarillas y mantenimiento de distancia de seguridad de al menos metro y medio de distancia de seguridad siempre y cuando sea posible. Si fuera necesario, se habilitarán para ello espacios como gimnasios o bibliotecas.

Docentes molestos

Este malestar ha sido especialmente significativo entre los docentes, que han utilizado las redes sociales para manifestar su contrariedad ante esta situación. Muchos de ellos se preguntan si los únicos cambios que propone el Gobierno serán la incorporación de la mascarilla y geles desinfectantes en las aulas.

P. Duchement🍏@PDuchement

Teníamos la oportunidad de oro y la mejor de las razones para bajar las ratios, volver el currículo más realista, contratar más profes y poner una buena infraestructura TIC.
En lugar de eso, mascarillas para todo el mundo y a rezar para que el rebrote nos pille confesado.

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“Teníamos la oportunidad de oro y la mejor de las razones para bajar las ratios, volver el currículo más realista, contratar más profes y poner una buena infraestructura TIC”, se lamenta el profesor canario @PDuchement. Y, añade: “En lugar de eso, mascarillas para todo el mundo y a rezar para que el rebrote nos pille confesado”, zanja.

“El plan es que no se note mucho que no hay plan”

Esta preocupación, compartida por la mayoría de los docentes, va más allá del uso de mascarillas y muchos sienten que las autoridades no tienen un plan a seguir para asegurar una enseñanza de calidad tras la pandemia.

Carlos Magro@c_magro

Apenas estamos saliendo de lo peor de la crisis sanitaria y las perspectivas para el curso que viene son cada día más preocupantes. Las declaraciones, en los últimos días de varios presidentes de CCAA, revelan lo que muchos sospechábamos. ¡No hay plan! Abro mini hilo 👇

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Carlos Magro (@C_magro), consultor independiente en estrategia digital en el sector educativo y presidente de la Asociación Abierta, señala a los presidentes de las Comunidades Autónomas: “Apenas estamos saliendo de lo peor de la crisis sanitaria y las perspectivas para el curso que viene son cada día más preocupantes. Las declaraciones, en los últimos días de varios presidentes de CCAA, revelan lo que muchos sospechábamos. ¡No hay plan!”, tuitea. E insiste que “en realidad, el plan es que no se note mucho que no hay plan. No habrá inversión de ningún tipo, ni estrategia, ni nada. No hay nadie al mando. Volveremos en septiembre a las aulas como si nada hubiera pasado (mismas ratios, sin refuerzos, sin medidas compensatorias…)”.

Carlos Magro@c_magro

Pero no volveremos igual. Lo haremos en peores condiciones sociales y económicas. Y el punto de partida no era precisamente bueno, con una sociedad cada vez más desigual, que se traduce en unas desigualdades educativas y un fracaso escolar crecientes https://fernandotrujillo.es/reflexiones-tras-un-viaje-al-amazonas-educacion-lenguas-y-desigualdad-social/  👇

Reflexiones tras un viaje al Amazonas: educación, lenguas y desigualdad social – Fernando Trujillo…

“Todos los viajes impulsan al individuo a crecer.” “Viajar era algo más que conocer mundo, era un práctica que me daba la oportunidad de conocer mis límites.” Nélida Piñon. Una furtiva lágrima…

fernandotrujillo.es

Carlos Magro@c_magro

Llegados a este punto, quizá no esté de más recordar que el fracaso escolar es una consecuencia de nuestro fracaso social. Sin equidad social no hay calidad educativa posible https://carlosmagro.wordpress.com/2019/11/19/que-nadie-se-quede-atras/  👇

Jonathan Cohen cc by-nc https://flic.kr/p/93WhXb

Que nadie se quede atrás

Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino. Vikto…

carlosmagro.wordpress.com

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¿Y la distancia?

También preocupa cómo mantener las distancias de seguridad con la cantidad de niños que hay por aula. La ministra Isabel Celáa, en una reciente entrevista en La Vanguardia, proponía “poner aulas en la biblioteca o al aire libre, bajo el techado del patio”. Sin embargo, el profesor de Informática @J_moreno, abre un hilo en el que explica por qué la propuesta de la Ministra no sería eficaz:

“Fundamentalmente el problema es que en España tenemos centros educativos muy viejos, muy mal mantenidos, muy pequeños con respecto al número de estudiantes y que ya incumplían la normativa previa sobre personas por metro cuadrado en las aulas.” Y, además, la idea que propone Celáa no ayudaría, ya que, como apunta este docente: “Salvo en zonas rurales poco pobladas, la mayoría de los centros educativos de núcleos urbanos poblados ya estaban usando laboratorios, talleres o bibliotecas como aulas muchas horas a la semana por falta de espacios”.

Jesús Moreno León@J_MorenoL

Algunos amigos que no son del mundo de la educación me preguntan, sinceramente, por qué en España es más difícil abrir los centros educativos que en otros países. Doy mi visión en este breve hilo pero ya os adelanto (spoiler alert): no, no es porque seamos más torpes o más vagos

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Además, señala que esos espacios abiertos, “son en general pequeños y muy poco preparados para desarrollar actividades formativas. Y se cuenta con muy poco personal de apoyo y profesores para desdobles que permitan dividir al alumnado en grupos de trabajo más pequeños”.

Jesús Moreno León@J_MorenoL

Algunos amigos que no son del mundo de la educación me preguntan, sinceramente, por qué en España es más difícil abrir los centros educativos que en otros países. Doy mi visión en este breve hilo pero ya os adelanto (spoiler alert): no, no es porque seamos más torpes o más vagos

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Jesús Moreno León@J_MorenoL

Fundamentalmente el problema es que en España tenemos centros educativos muy viejos, muy mal mantenidos, muy pequeños con respecto al número de estudiantes y que ya incumplían la normativa previa sobre personas por metro cuadrado en las aulas.

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El malestar y la preocupación generados por estas escasas medidas también lo sienten los alumnos. El director del IES Cártima (Málaga), José María Ruiz, relata cómo los suyos ven carencias en las medidas que pretenden adoptar en septiembre. “Hoy me ha planteado un alumno que convive con un abuelo en casa, que le podría contagiar el #COVID19 cuando volvamos en septiembre. Me pregunta qué medidas vamos a tomar y me dice que los niños de 12, 13, 14 años no van a respetar la distancia de seguridad, que en el recreo se van a juntar todos y que es muy probable que se extienda el virus”.

José María Ruiz@jmruiz

Se está creando un conflicto interesado entre el derecho a la educación y el derecho a la seguridad sanitaria en los centros educativos. Se está olvidando el enorme esfuerzo que han hecho los docentes por garantizar el derecho a la educación desde casa. Y se olvidan más cosas…

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Ante la preocupación evidente de sus alumnos, y tras dedicar una clase entera a hablar del tema y su conclusión es clara: “Es un temor natural de cualquier persona sensata ante la incertidumbre y ante la falta de respuestas claras de la administración. Nos tocará otra vez darlas a los centros”.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/docentes-molestos-vuelta-al-cole/

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STERM considera insuficiente el Plan de Continuidad de la Actividad Educativa y denuncia la falta de apoyos al profesorado

Por: Tercera Información

El sindicato denuncia que el Plan no cuenta con medidas de refuerzo de la educación pública ni un presupuesto para apoyar al profesorado en la atención al alumnado.

El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación de la Región Murciana, STERM Intersindical, considera el Plan de Continuidad de la Actividad Educativa publicado por la Consejería de Educación el pasado 22 de junio como un parche que no se adelanta a los problemas y las causas del fracaso o el abandono escolar. Desde el sindicato insisten en la necesidad de aportar soluciones estructurales para el sistema educativo murciano que garanticen la máxima calidad educativa en cualquier escenario posible, no solo ante el cierre parcial o total de los centros educativos.

Para ello, desde STERM Intersindical señalan que es necesario reforzar la enseñanza pública regional de modo que se dote a los centros educativos de más recursos humanos y materiales. Esto conlleva un descenso de las ratios de alumnado por aula, el aumento de las plantillas docentes, el refuerzo de la atención a la diversidad y la mejora de la dotación tecnológica de los centros educativos, entre otras medidas que garantizan una mejor atención educativa y el cumplimiento de las normas de seguridad.

José Manuel Fernández, co-portavoz de STERM Intersindical, critica “que este Plan no contempla ni una sola medida concreta de apoyo a los centros educativos. Se trata de un Plan que le sale gratis a la Consejería de Educación pero que deja recaer toda la responsabilidad sobre el profesorado sin mostrar ni tan siquiera una mínima intención de bajar ratios o reforzar las plantillas docentes. El único Plan que puede funcionar en cualquier escenario posible, presencial o telemático, es el refuerzo de la Escuela Pública desde el 1 de septiembre”.

STERM-i ha exigido nuevamente que la Consejería de Educación abra espacios de negociación con los sindicatos para establecer las condiciones laborales en las que se llevará a cabo la vuelta a los centros educativos. Fernández señala que “la consolidación de los recortes en un contexto como el actual nos situaría en peores condiciones para poder actuar de manera correcta ante cualquier escenario posible el curso próximo. Además, podría agravar las consecuencias del cierre educativo de este curso en términos de abandono y fracaso escolar. No vamos a permitirlo y exigiremos que se terminen las excusas, los Planes sin recursos y que se retome la senda de la recuperación y el refuerzo de la Escuela Pública”.

Secretariado de STERM Intersindical

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/2020/06/24/sterm-considera-insuficiente-el-plan-de-continuidad-de-la-actividad-educativa-y-denuncia-la-falta-de-apoyos-al-profesorado

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Educación, racismo y aceite barato

Por: Cinthia Wanschelbaum

En el campo de la educación, uno de los problemas que comenzó a aflorar con mayor fuerza, a partir de la forzosa virtualización que se produjo con la pandemia, es el de la desigualdad educativa.

La desigualdad educativa no es un fenómeno nuevo, ni resultado específico de las diferenciales posibilidades de acceso a la educación a distancia. Es una relación social históricamente configurada que excede a las condiciones de estudio actuales, pero que la virtualización hizo profundizar.

Hace unos días escribí un artículo en el cual relataba las historias de Felipe y Maite. Maite vive en un barrio popular de Rosario. Hasta que llegó el coronavirus, estaba estudiando en una escuela de adultos. Tiene un hijo y trabaja en un supermercado. Tanto a ella como a su hijo se les complica la posibilidad de la continuidad pedagógica. En el barrio en el que viven no hay conexión y el gasto que genera la utilización de datos con el celular es mucha plata que, con su salario, no puede pagar. Felipe vive en la ciudad de Santa Fe, estudia en la universidad, su papá es profesor y su mamá maestra. Comparten la computadora que hay en la casa o, en su defecto, utilizan el celular. Felipe está pudiendo cursar sin ningún tipo de problema sus clases, amén de las tensiones pedagógicas que genera lo virtual.

Esta es la historia de dos jóvenes, que viven en la misma provincia, en el mismo momento, pero de muy distintas formas. Si bien sus desiguales condiciones de existencia no son una novedad, la crisis sanitaria y la virtualizacion de la educación las profundizaron, a la vez que las hicieron más visibles para el conjunto de la sociedad.

Lxs personajes ficcionales de mi artículo viven en la provincia de Santa Fe. Hace unos días, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció la intervención y expropiación de Vicentín, que es una de las empresas cerealeras más importantes del país y que justamente tiene su planta de producción en esa provincia. Seguramente, para muchxs de nosotrxs, antes del día en el que se dio a conocer la diversificada producción de esta corporación, el vínculo más directo, por así decirlo, con la empresa era a través de sus aceites. O por lo menos, así lo era para mí porque era el aceite que usaba mi abuela. Quizás mi abuela, como miles de consumidores de ese alimento, no advertían que cocinar con ese aceite constituye un acto social y mucho menos que esa práctica cotidiana podía tener vínculo con las desiguales condiciones de acceso al derecho de la educación. A comienzos de los años 2000, Michael Apple, uno de los pedagogos críticos más importantes de Estados Unidos, escribió un texto a partir de una anécdota personal ocurrida en un local de comidas rápidas. En esa obra reconstruye lo que ocurrió con la educación de las niñas y los niños en un país asiático donde se plantan las papas que luego, por toda una cadena de producción, devienen en las papas fritas baratas de ese local de fast food, el más conocido a nivel mundial. En ese texto, nos enseñó que comer una papa frita barata es una acción social que contiene atrás todo un conjunto de relaciones sociales desiguales en términos de clase, género y raza, que produjeron que miles de niños y niñas de ese país en Asia se quedaran sin escuela.

Como se está denunciando y demostrando actualmente, durante el gobierno de Macri, Vicentín -como tantas otras empresas- fue beneficiada por el Estado de diferentes formas. Y si de capitalismo/neoliberalismo estamos hablando, y si al capitalismo estamos analizando, siempre que se beneficia un sector, a una clase, en este caso al empresariado, se lo hace en detrimento de otra. El proyecto político-económico-cultural del macrismo se sustentó en el extractivismo en todos sus sentidos y dimensiones. De la naturaleza, sí, pero sobre todo de una clase para satisfacer a otra. Vicentín sobrevivió durante muchos años a costa de un Estado que lo financió a la par que desfinanció y desmanteló programas educativos, como, por ejemplo, el Plan Conectar Igualdad que garantizaba que lxs estudiantes de todos los niveles del país y sus docentes tuvieran computadoras y formación en el uso de las mismas, de modo de generar mayores niveles de igualdad. Con Apple, podríamos decir entonces que detrás de las imposibilidades de conexión de Maite y detrás de cada bocado de los fideos Don Vicente existe un conjunto de relaciones sociales que privilegiaron el salvataje de empresarios millonarios y la ganancia empresarial, por sobre el financiamiento de la educación.

¿Qué estoy queriendo decir? Que el problema de la imposibilidad de conexión no es ni técnico, ni estrictamente educativo. Es un problema político. Y que las diferentes posibilidades de acceso a la educación en las condiciones actuales que impuso la pandemia no son una novedad, sino que expresan relaciones sociales históricamente construidas en una violenta y arrolladora desigualdad.

Y eso es lo que el asesinato de George Floyd en Estados Unidos vino también a denunciar.

Hace unos días, en una de las tantas movilizaciones que se están produciendo en todo el imperio –que nos está mostrando su fase de decadencia–, una maestra sostenía una pancarta que decía “Debería estar en casa enseñando a mis estudiantes ciencia. Sin embargo, estoy acá enseñando a la policía de Nueva York que mis estudiantes son personas”. En ese pizarrón del pueblo, sintetizó la historia de violencia y racismo hacia los afroamericanos que existe desde el origen mismo de los Estados Unidos.

Las calles y movilizaciones se han convertido en la nueva escuela de resistencia popular. Miles de jóvenes, a costa de arriesgar su vida contagiándose de covid-19, todos los días salen a las calles a combatir a un sistema que, como la pandemia ha demostrado, no da para más.

Expropiar para educar y movilizar para enseñar pueden convertirse en las prácticas educativas más necesarias de este momento histórico, para que la opresión por raza, género y/o clase no existan nunca más.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/274423-educacion-racismo-y-aceite-barato

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La exclusión sigue marcando la educación en todo el mundo

La educación en todo el mundo permanece signada por la exclusión que afecta sobre todo a los pobres, las minorías y las mujeres, y esa marca se agrava con la pandemia covid-19, señaló un informe de la situación divulgado este martes 23 por la Unesco.

El dato más voluminoso es que hay 258 millones de niños y jóvenes totalmente fuera del sistema educativo y la pobreza fue el principal obstáculo para su acceso, según el estudio de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).

De ellos, 93 millones (31 por ciento de población en edad escolar) están en África subsahariana, 94 millones en Asia meridional y central (21 por ciento), 33 millones en Asia oriental y sudoriental (nueve por ciento), 15 millones en África del norte y Asia occidental (17 por ciento), y casi 12 millones en América Latina y el Caribe.

De la población no escolarizada, 15 por ciento son niños y niñas con discapacidades.

La aparición de la pandemia y el consiguiente cierre de escuelas dejó a 40 por ciento de los países con ingresos bajos y medios-bajos sin apoyos para los alumnos desfavorecidos, según el informe, que aboga por la inclusión bajo el lema “Todos significa todos”.

La pobreza “incide en la asistencia, la finalización y las oportunidades de aprendizaje”, sostiene el texto, y muestra algunas disparidades.

En 65 países de ingresos bajos y medianos, la diferencia en las tasas de asistencia entre el 20 por ciento más pobre y el 20 por ciento más rico de los hogares era de nueve puntos porcentuales para los niños en edad de asistir a la escuela primaria.

Para los adolescentes en edad de acudir al primer ciclo de secundaria la diferencia era de 13 puntos, y de 27 para los jóvenes en edad de asistir al segundo ciclo de secundaria.

En todas las regiones, excepto en Europa y América del Norte, por cada 100 adolescentes del 20 por ciento de hogares más ricos que estudiaron y completaron el primer ciclo de secundaria, concurrieron a cursarlo 87 muchachos del 20 por ciento más pobre, pero solo 37 lo terminaron.

El segundo ciclo de secundaria lo terminan 18 jóvenes de los sectores más pobres por cada 100 de los sectores más ricos, y en 27 países del Sur para los que se dispuso de datos, prácticamente ninguna joven pobre de zonas rurales termina ese ciclo.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, destacó que “es imperativo avanzar hacia una educación más inclusiva” y resaltó la necesidad de “repensar el futuro de la educación, especialmente tras las desigualdades que ha puesto de manifiesto la covid-19”.

Menos de 10 por ciento de los países del mundo poseen leyes que garanticen la plena inclusión en la educación.

Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, 29 por ciento de escuelas no han hecho cambios para admitir estudiantes con discapacidades, solo siete países reconocen oficialmente al lenguaje de señas, y en Brasil, México y Perú persisten rasgos de desigualdad por el origen indígena de los alumnos.

Algunos países de África prohíben la escolarización de las niñas embarazadas, 117 naciones permiten matrimonios infantiles y 20 aún no ratifican el convenio de la Organización Internacional del Trabajo que proscribe el trabajo infantil.

En los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los más industrializados, “más de dos tercios de los estudiantes de origen inmigrante asisten a escuelas en las que representan por lo menos la mitad de la población estudiantil, lo que reduce sus posibilidades de éxito académico”.

En Asia, los estudiantes de grupos desplazados, como los rohinyá, aprenden en sistemas educativos paralelos, y en varios países de Europa central y oriental los niños romaníes son segregados en las escuelas normales.

Según el informe, “a menudo los sistemas educativos no consideran las necesidades especiales de los alumnos y, a nivel global, las escuelas están más interesadas en obtener acceso a internet que en atender a los alumnos con discapacidades”.

La inclusión no solo es un imperativo moral, recuerda el estudio, sino que “aporta beneficios, porque una educación inclusiva planificada e impartida de forma cuidadosa puede mejorar los logros académicos, el desarrollo social y emocional, la autoestima y la aceptación de los compañeros”.

El informe evoca los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y una de las metas del ODS 4 que pauta para el año 2030 “eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad”.

La Unesco reconoce que “el paso a la inclusión no es fácil” y recomienda, en primer lugar “entender la educación inclusiva de manera más amplia: incluir a todos los educandos, independientemente de su identidad, origen o capacidad”.

Luego, “centrar la financiación en los que se han quedado atrás” pues “la inclusión no existe cuando millones de personas no tienen acceso a la educación”.

A continuación recomienda compartir competencias y recursos, la cooperación entre ministerios y niveles gubernamentales y dejar espacio para que sectores no gubernamentales cuestionen y colmen lagunas.

Se debe también “preparar, empoderar y motivar al personal educativo: todos los docentes deben estar preparados para enseñar a todos los educandos” y consultar a las comunidades y los padres pues “la inclusión no se puede imponer desde arriba”.

Fuente: https://rebelion.org/la-exclusion-sigue-marcando-la-educacion-en-todo-el-mundo/

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