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La educación predictiva del mundo que viene

Por: Manuela Astacio

Los estudiantes de hoy ejercerán mañana profesiones que a día de hoy, no existen. Fabricantes, editoriales y desarrolladores idean soluciones para ayudarles a formarse en una revolución tecnológica cuyo futuro aún no está escrito.

Los números y los expertos lo avisan desde hace tiempo: se acerca la revolución robótica. Millones de personas perderán su puesto de trabajo, sustituidas por una máquina, y sí, millones obtendrán un empleo nuevo, uno que, con toda probabilidad, todavía no existe. Pero para poder optar a él, será necesaria más formación en nuevas competencias tecnológicas que permitan a los humanos seguir siendo productivos en un mundo de robots cada día más perfectos. Todo ello pasa por una incorporación consciente y constante de la tecnología a las aulas, desde las etapas más tempranas de la educación.

Según refleja un estudio de IPSOS Samsung de 2016, el 35% de los profesores españoles ya utilizan la tecnología a diario en su labor docente, mientras que ocho de cada diez lo hacen con frecuencia semanal. Una labor exigente, que no solo requiere más preparación para quienes imparten clase, sino que también abre nuevos retos, como superar la brecha de género todavía tan presente en las carreras y profesiones de corte tecnológico, o cambiar la filosofía con la que los profesionales del mañana deberán enfrentarse al nuevo mundo. El actual director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, dijo en una ocasión que un sistema educativo que quiera ser una cantera de talento necesita enseñar a sus estudiantes “a correr riesgos”. En Silicon Valley, añadió, haber fallado en algo, se ha convertido casi en un distintivo de honor.

Mientras todo eso llega, editoriales y empresas del mundo educativo ya se han puesto manos a la obra para ofrecer a las aulas soluciones que les puedan ayudar a afrontar estos desafíos. Firmas de tecnología como HP, pero también jugueteras, como Lego, organizaciones no gubernamentales y desarrolladores independientes, implementan cada día nuevas propuestas para que los más pequeños también aprendan a hablar el lenguaje de la programación. Estas son algunas.

HP Sprout. Un hábitat educativo

Disponible desde hace poco más de un mes, la edición reloaded del Sprout Pro que HP lanzó en 2014 no solo está pensada para desenvolverse en una casa o una oficina, sino que también pretende hacer de las aulas su hábitat natural. Bueno, mejor dicho, y en palabras de su fabricante, el HP Sprout Pro pretende constituir un hábitat educativo en sí mismo, siendo posible ubicarlo tanto en la mesa del profesor como en la de uno o varios alumnos. Gracias a su filosofía todo en uno -combina cámaras, escáner e impresora en 2D y 3D, proyector, pantalla táctil (además del monitor) y un ordenador con Windows 10-, este equipo pretende que profesores y alumnos sean capaces de explorar de la mano nuevas y creativas formas de aprender juntos, a través de tecnologías como la realidad virtual o la impresión 3D.

El Departamento de Educación de Estados Unidos ya señaló en su momento que disciplinas tan necesitadas de esfuerzo como el lenguaje y las matemáticas no solo se aprenden a base de cuentas y dictados, sino también a través de otras actividades capaces de reforzar esas competencias en el alumnado, como, por ejemplo y en el caso de las matemáticas, el modelaje en 3D. HP Sprout Pro también es capaz de funcionar muy bien en otras asignaturas, como la tecnología y la educación plástica. Lo hace con la vocación de conectar el mundo físico con el digital, permitiendo “capturar” el primero a través del segundo con el fin de diseccionarlo.

Lego Education: un entorno familiar

¿Y si el camino hacia el aprendizaje de los niños en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas estuviera en algo tan familiar y amigable para ellos como las figuras y construcciones de Lego? La firma danesa cuenta con un proyecto, Lego Education, con el que explora soluciones para que los alumnos de primaria aprendan a programar utilizando sus coloridos juguetes.

El set Lego MindStorms no solo incluye las típicas piezas de la marca, sino que también cuenta con un ordenador programable que será el que ayuda a los chavales a controlar los motores (tres Servo) y los sensores (un Gyro, un Ultrrasonic, un Color y dos Touch) de su creación y a dar sus primeros pasos en la programación a través de una interfaz basada en iconos muy intuitivos. También viene acompañado de programas, actividades y materiales pensados para el profesorado.

Fuente: http://www.pcworld.es/actualidad/la-educacion-predictiva-del-mundo-que-viene

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La agricultura sostenible como alternativa a los efectos de los cataclismos

Por: Sergio Ferrari
Rebelión

– Cada segundo una persona más *desplazada climática*

– Agricultura y ganadería, 80% de los “daños” climáticos

– Fluctuaciones de temperaturas más impactantes que huracanes

La realidad preocupante de un planeta cada día más marcado por el calentamiento global y los cataclismos derivados. Cada segundo, una persona debe desplazarse de su lugar de vida debido a los cataclismos climáticos. Ante esta situación preocupante la agricultura sostenible puede convertirse de más en más en la clave para contrarrestar el drama.

Así lo enfatiza como tesis principal, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Durante su 40ma Conferencia Anual que se realiza entre el 3 y el 8 de julio en Roma, Italia, la FAO reveló que, en promedio, 26 millones de personas son directamente afectadas anualmente por los cambios en el clima, tales como temperaturas superiores a las normales y sequías.

Los sectores agrícolas y ganaderos padecen más del 80% de los daños y pérdidas por sequía y lluvias crónicas.

Como alternativa a estos problemas, el organismo de la ONU puntualiza la importancia de las actividades económicas de las poblaciones rurales. El desarrollo agrícola y rural debe ser una parte integral de las soluciones a los cataclismos climáticos, que están a la base de un aumento de la migración, afirmó en la Conferencia anual el académico brasilero Jose Graziano da Silva, actual Director General de la FAO.

“Es necesario invertir en los medios de vida rurales, en oportunidades de empleo digno para los jóvenes y en planes de protección social para confrontar los riesgos de desastres naturales”, aseguró el también escritor sudamericano.

Por su parte, el director de la Organización Internacional para los Migraciones (OIM), William Lacy Swing, aseguró en el mismo cónclave, que aunque los cambios en las temperaturas son menos visibles que los fenómenos extremos como los huracanes, con el tiempo tienen un impacto mucho mayor.

“Necesitamos integrar sistemáticamente la migración y el cambio climático en los programas nacionales de desarrollo y reducción de la pobreza, la reducción del riesgo de desastres y la planificación de crisis, y desarrollar políticas y prácticas agrícolas que aumenten la resiliencia frente a la migración forzada inducida por el clima”, afirmó.

Si no se invierte en las áreas rurales de los países *en desarrollo*, se prevé que éstas áreas serán las que pagarán el precio más alto por los cambios en las temperaturas. Debido, principalmente, a su capacidad limitada para hacer frente a este flagelo, concluyó.

La FAO y la OIM fueron elegidas para copresidir en el 2018 el Grupo Mundial sobre Migración, entidad interinstitucional integrada por 22 organizaciones del sistema de Naciones Unidas. Uno de los objetivos comunes de amabas es confrontar las causas profundas de este fenómeno en explosión, de repercusiones cada vez más significativas para la comunidad internacional.

Sergio Ferrari desde la ONU, Ginebra.

*Fuente:http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228876&titular=la-agricultura-sostenible-como-alternativa-a-los-efectos-de-los-cataclismos-

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La desprofesionalización del magisterio

Por: Educación Futura. 

La Real Academia Español (RAE) establece las siguientes acepciones para el término profesional: que ejerce una profesión; que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive; y, dicho de una persona que ejerce su profesión con capacidad y aplicación relevantes. Así pues, al unir las tres acepciones establecidas por la RAE, es posible definir a un profesional como alguien que practica de manera competente una profesión, la cual le da las posibilidades de solventar sus necesidades para vivir dignamente. Para Jurjo Torres (1998), la profesionalización de los docentes pasa ineludiblemente por tres acciones: “a) Incrementar el status social y económico del profesorado. b) Establecer una formación inicial del profesorado de calidad. c) Crear y potenciar la formación continuada del profesorado ya en ejercicio” (p. 177). Al considera estas condiciones, la profesionalización del magisterio queda entredicho.

En relación al status social y económico, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en su publicación Panorama de la Educación 2016. Indicadores de la OCDE (OCDE, 2016), los docentes mexicanos son de los que más trabajan a cambio de tener de los sueldos más bajos dentro de la organización que agrupa a 35 países. Mientras el promedio de ingresos anuales de profesores de los Estados de la OCDE, en 2014, fue de 42,675 dólares, los docentes mexicanos apenas superaron la mitad de estos ingresos: 28,262 dólares. El salario de los maestros mexicanos se abarata aún más al considerar que ocupan las primeras posiciones en cuanto a horas de trabajo anuales, 800en promedio por 788 horas como media de los países miembros de la organización. El ingreso de los maestros mexicanos pierde aún más su valor al tener en cuenta que, en promedio, a cada docente le toca atender a 28 alumnos, es decir, casi el doble de los que atienden el resto de los profesores de la OCDE (15). Así pues, los maestros mexicanos, en relación con los otros países de la organización, son los que pasan más tiempo en las aulas, con los grupos de alumnos más grandes, a cambio de los salarios más bajos.

El declive económico de los docentes mexicanos se ve reflejado en los raquíticos incrementos salariales conseguidos en los últimos años por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).  Año con año el incremento salarial va perdiendo fuerza, al grado que, para 2017, el aumento logrado (3.08%) ni siquiera alcanza para hacer frente a la inflación de los precios de los productos y servicios en México. La evolución del aumento salarial a los profesores no deja duda de que sus condiciones económicas van en un descenso sostenido: de haber tenido un aumento del 4.9% en 2009 y 3.5% en 2014, se llegó a un miserable 3.08% en el presente año. Tales cifras, junto con las proporcionadas por la OCDE, demuestran que uno de los aspectos indispensables para la profesionalización del magisterio (el económico), ha experimentado un deterioro realmente considerable. Las tendencias observadas en la evolución del incremento salarial de los maestros hacen suponer que cada vez será menor el provecho económico de esta profesión.

Jurjo Torres señala, como segunda condición para la profesionalización del docente, una formación inicial de calidad. Las Escuelas Normales, instituciones centenarias en la formación magisterial, han sufrido golpes sin precedentes durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, vislumbrando una posible reducción o incluso desaparición de este tipo de centros escolares: según el Sistema de Información Básica de la Educación Normal (SIBEN), en tan solo cuatro años de su administración (2012-2016) ha aniquilado a más de una cuarta parte de la matrícula normalista (37,259 estudiantes, es decir, 28.5%). La condición laboral de los profesores normalistas es uno de los componentes esenciales para que en este tipo de escuelas se ofrezca una formación de calidad. Al analizar la forma de contratación de los maestros, se advierte que durante el ciclo escolar 2016-2017, sólo el 58.9% se encontraba basificado. La basificación no sólo repercute en la estabilidad laboral sino que es requisito para participar en los procesos de homologación, los cuales permiten al docente ver incrementadas sus percepciones a partir de su desempeño y formación. Así pues, cuatro de cada diez profesores normalistas no tienen opciones de superación laboral y económica, aunado a la carencia de prestaciones. Sin soslayar las áreas de oportunidad de las plantillas docentes normalistas,  es de suponer que este tipo de situaciones tienen un impacto negativo en la calidad del servicio que se ofrece en estas instituciones. Considerando el panorama de maestros y alumnos, es posible advertir un panorama complicado en cuanto a la formación docente inicial.

En relación a la última de las condiciones propuestas por Jurjo Torres para la profesionalización docente, la formación continua, hay una perspectiva desalentadora. En el estudio Los docentes en México. Informe 2015 (INEE, 2015) es posible advertir una crisis severa en la formación continua que se ofrece a los profesores. En el año 2013, el presupuesto otorgado al Sistema Nacional de Formación Continua se tradujo en un raquítico promedio de 363.91 pesos para las actividades formativas de cada docente de Educación Básica. Tal falta de voluntad de las autoridades para asignar recursos a este Sistema es un reflejo del poco interés por contar con cuerpos de docentes mejor preparados. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en suma, reconoce las “desfavorables condiciones materiales y de infraestructura, servicios y recursos humanos para los dispositivos de formación” (2015, p.119) de los docentes.

Un caso muy ilustrativo de la trágica formación continua es el de los Centros de Maestros, instituciones especializadas en la actualización y la capacitación de los docentes. El estudio referido en el párrafo anterior hace alusión a que, producto del escaso presupuesto del Sistema Nacional de Formación Continua, se detectó que “en promedio, cada centro atendía a 267 escuelas (…), y para hacerlo, 83% del conjunto total contaban con un equipo conformado por no más de diez personas” (INEE, p.117).  Con esta carga inhumana a la que son sometidos los Centros de Maestros, no es difícil imaginar la calidad de formación que se ofrece a los centros escolares y docentes a su cargo.

Las deficiencias en la formación continua se manifiestan también en el programa de tutoría destinado a dar acompañamiento a los docentes de nuevo ingreso. En el documento La Educación Obligatoria en México. Informe 2017 (INEE, 2017), se dejan entrever fallas serias en los procesos de tutoría a los maestros de nuevo ingreso, tales como una tasa baja de respuesta para desempeñar la tutoría (¿motivada por aspectos económicos?); dificultades para establecer comunicación entre tutores y tutorados; o necesidades formativas y de acompañamiento no cubiertas por los propios tutores. Asimismo, se advierte una posible simulación de los procesos de tutoría, pues casi la mitad de los tutorados (44.6%) del ciclo escolar 2015-2016 no tuvo al menos una sesión de tutoría, mientras que ni siquiera un tercio de los tutores del ciclo escolar 2014-2015 recibieron incentivos económicos por haber desempeñado su función. El documento referido se deja entrever una posible improvisación para la realización de las tutorías: carencia de condiciones institucionales mínimas y la falta de definición de procesos fundamentales y facultades de los actores.

Así pues, considerando lo expuesto en líneas anteriores, es evidente que la Reforma Educativa concretada en 2013 fue la cereza del pastel de un proceso largo que derivó en hacer de la docencia un empleo prácticamente desechable, en desvalorar la figura del profesor, situaciones que sin duda sufrirán en mayor medida las futuras generaciones de maestros.  Aún sin contar con una retribución económica adecuada para su función y careciendo de opciones de formación inicial y continua adecuadas, los maestros pueden ser despedidos, al menos cada cuatro años, “sin responsabilidad alguna para la autoridad educativa”, tal como se establece repetidamente en la Ley General del Servicio Profesional Docente. Considerando los factores económico y formativo (inicial y continuo) propuestos por Jurjo Torres, es evidente que el magisterio enfrenta un retroceso en su profesionalización, perpetuado por el gobierno en complicidad con otros actores, incluso algunos que se supone deberían impedir esta situación.    

Twitter: @proferoger85

*Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

REFERENCIAS

INEE. La Educación Obligatoria en México. Informe 2017. México: INEE, 2017.

OCDE. Panorama de la Educación 2016. Indicadores de la OCDE. Madrid: Santillana, 2016.

SEP. Sistema de Información Básica de la Educación Normal. (Disponible en: www.siben.sep.gob.mx).

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-desprofesionalizacion-del-magisterio/

Fotografía: otrasvoceseneducacion

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Las grandes cadenas de distribución, un poder global.

Por: Enric Llopis
La crítica se ha centrado habitualmente en la producción y el consumo, pero las cadenas de distribución constituyen grandes centros de poder. Es más, los modelos de distribución y comercialización dominantes influyen de manera decisiva en la producción. Es la tesis central del libro “La dictadura de los supermercados”, publicado por la periodista Nazaret Castro en la colección A Fondo de Akal. Se considere el sector del textil (Inditex, Mango y H&M), las prendas deportivas (Decathlon), los juguetes (Toys’R’Us e Imaginarium), los muebles (Ikea), la electrónica (Media Markt), los cosméticos (Yves Rocher), la alimentación (Carrefour) y los libros, entre otros negocios (Amazon) hay una serie de tendencias que se repiten, como la reducción del comercio de proximidad y el cambio de la correlación de fuerzas entre pequeños productores y grandes empresas. En 2015 los gigantes de la distribución mundial eran las estadounidenses Wal-Mart y Costco; la francesa Carrefour; la alemana Schwarz (propietaria de Lidl); Tesco, de Gran Bretaña y The Kroger, de Estados Unidos. En cuanto a las españolas, Mercadona ocupaba la posición 42 en la ratio global; Inditex, el 44; El Corte Inglés, el 66 y Dia el 72.

Ofrece una idea del poder de estas empresas que la cadena de supermercados Wal-Mart facturara en 2013 el equivalente a más de un tercio del PIB español. El libro de la colección dirigida por el periodista Pascual Serrano responde en 215 páginas a la cuestión de fondo, planteada en el mismo subtítulo: “Cómo los grandes distribuidores deciden lo que consumimos”. El estudio del sector de la alimentación en España ofrece algunas pautas: los grandes distribuidores controlan el 46% del mercado, aunque estudios oficiales elevan la cifra al 72%. Sólo cinco empresas –Mercadona, Eroski, Carrefour, Auchan y Dia- controlan la distribución minorista. El reverso de la concentración en el negocio alimentario es la merma del pequeño comercio, que pasó de 95.000 tiendas en 1998 a 25.000 en el año 2004.

A escala global, la tendencia alcanza límites extremos. Sólo una decena de corporaciones producen y distribuyen más de dos mil productos vendidos por todo el planeta. Por ejemplo los de Coca Cola, que se consumen en una cantidad de más de 1.700 millones por día. Grupos como Nestlé tienen registradas 8.000 marcas diferentes, que circulan por el mundo en busca de consumidores. Entre los múltiples reproches efectuados a estas corporaciones figuran los de evasión fiscal. Nazaret Castro recuerda que Inditex ha sido señalada por utilizar filiales en Holanda, Suiza e Irlanda para tributar menos. La empresa negó estas acusaciones. Denuncians similares se han realizado sobre Ikea (desviación a Liechtenstein durante dos décadas del 3% de cada venta realizada).

Nazaret Castro es cofundadora del colectivo de periodismo de investigación independiente “Carro de Combate”, que denuncia los impactos sociales y ambientales del consumo cotidiano. Junto a la periodista Laura Villadiego ha publicado los ensayos “Amarga dulzura. Una historia de los orígenes del azúcar” (2013) y “Carro de Combate. Consumir es un acto político” (2014). En el libro editado por Akal, destaca la llegada al estado español de gigantes de la distribución como Cotsco, que inició la penetración por Sevilla (2014) y continuó en Getafe (2015). Con el previo pago de una cuota anual, el cliente de Cotsco puede adquirir en una superficie de 1.500 metros cuadrados todo tipo de productos: desde alimentos y electrodomésticos, hasta gasolina barata. En cuanto a las ventas online, Amazon cuenta con un servicio de mensajería (la aplicación Amazon Prime Now) que dsitribuye productos frescos a sus clientes; cuenta asimismo con un Market Place virtual, explica Nazaret Castro, que permite a los pequeños productores vender directamente sus artículos al consumidor, siempre que abonen a Amazon un 15% del precio de venta. El catálogo incluye productos del hogar, belleza y electrónica. La comodidad del consumidor es el argumento que justifica los nuevos métodos.

En “La dictadura de los supermercados” se explica de modo palmario el desequilibrio en la relación mercantil. “Los grandes distribuidores asfixian a sus proveedores con políticas abusivas, como las draconianas condiciones de pago (a veces a meses vista); o descuentos de hasta el 20% en las entregas”, explica la periodista. Uno de los grandes ejemplos apunta a los ganaderos y el sector lácteo. Además, en el estado español las grandes distribuidoras han optado por todo tipo de procedimientos: la apertura de locales de barrio, la guerra de precios para ganarse a los consumidores, la inclinación por los productos frescos y las llamadas “marcas blancas”, que en Mercadona han alcanzado más del 40% de los productos a la venta. Otra vía de expansión ha sido la de las franquicias, que en el caso de Dia han terminado, en diferentes ocasiones, con demandas en los tribunales contra la empresa. Prueba del empuje del franquiciado son las cafeterías (Starbucks), peluquerías (Llongueras), panaderías y clínicas dentales (Vitaldent).

Autora de la investigación “Cara y cruz de las multinacionales españolas en América Latina” (2014), Nazaret Castro cuenta con un máster en Economía Social y Solidaria por la Universidad Nacional General Sarmiento de Buenos Aires. En “La dictadura de los supermercados” no excluye referirse a casos concretos. Así, en el sector textil pone el foco en Inditex, a la que sitúa en pugna con dos grandes rivales: Gap (Estados Unidos) y H&M (Suecia). La periodista llama la atención sobre los 16.000 millones de euros que facturó Inditex en 2012, a través de sus tiendas en 12 países; y sobre el hecho de que el gran patrón, Amancio Ortega, sea uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes. De los 29 euros que puede costar una camiseta distribuida por estas grandes cadenas, la cantidad destinada al salario de los obreros que la producen no supera el 5%. La explicación radica en los procedimientos de subcontratación y deslocalización, con mengua de derechos laborales hacia países del Sur. En ese contexto se produjo la muerte de 1.129 personas al derrumbarse en abril de 2013 el edificio Rana Plaza, en Bangla Desh.

El modo de operar no es muy diferente en el sector del mueble. “Ikea trabaja con 1.800 proveedores de más de 50 países; antes de producir un artículo, investiga qué proveedor realiza más barato cada paso de la cadena de producción, a fin de obtener la máxima ganancia”, explica la investigadora. De hecho, Ikea ha sido objeto de acusaciones por el uso de mano de obra infantil en Pakistán. Otro tanto ocurre en un negocio bien diferente, el del libro, donde emporios como Penguin Random House o Planeta se expansionan a costa de sellos pequeños y medianos, al tiempo que se cierran librerías de barrio.

El modelo global de grandes distribuidoras produce impactos muy negativos en el empleo. Por cada puesto de trabajo que genera la cadena Wal-Mart, se destruyen 1,4 en otros negocios. Y cuando esta multinacional se implantó en México, la ONG ProDesc denunció que transgredía de modo sistemático la legislación laboral; en Estados Unidos, Wal-Mart también ha recibido denuncias por supuestas amenazas a obreros que participaran en huelgas. Sin embargo, esta corporación se presenta como innovadora; por ejemplo, al introducir estrategias como los bonus para los trabajadores que cumplan las ratios de productividad. Nazaret Castro destripa a fondo el correlato de este modelo laboral en España: el submundo de explotación que esconde Mercadona y su principio de “Calidad Total”.

No es una cuestión menor el impacto ambiental generado por el sistema vigente. Fresas que desde California atraviesan 9.000 kilómetros antes de llegar a Inglaterra; o ternera australiana que termina en los mercados británicos tras recorrer 21.000 kilómetros. Por la baratura, el transporte marítimo en contenedores se ha convertido en piedra angular del comercio global. Pero precisamente por esta generalización, ha devenido una de las grandes fuentes emisoras de gases de efecto invernadero. Mientras, los residuos están ahogando los mares y todos los años se desperdician o arrojan a la basura 1.300 millones de toneladas de alimentos, según la FAO. Así, lo que Nazaret Castro denomina la “neoliberalización de la comida” también se resume en el poder de unas pocas –seis- corporaciones: Hendrix, Genus, Monsanto, Cargill, ADM y Bunge.

La periodista ha estudiado a fondo dos componentes de la dieta, el aceite de palma y el azúcar. En cuanto al primero, “el momento del consumo es el último eslabón de una cadena que comienza en regiones tropicales de África, América y sobre todo del sudeste asiático, donde la palma es desde hace años la principal causa de deforestación”. Además expulsa a las poblaciones campesinas de sus territorios y maneras de vida. Se trata, actualmente, del aceite vegetal más consumido en el mundo. La ingesta de azúcar, en muchas ocasiones “invisible” en el pan, los salados, el embutido o las salsas de tomate, deja asimismo profunda huella en los pueblos del Sur.

“Cocinar es un acto político”, defiende Nazaret Castro. Denuncia que el sistema actual convierte a los animales en mercancía. El poder de la industria cárnica puede condensarse en cinco grandes firmas: JBS, Tyson Foods, Cargill, BRF y Vion. El mismo grado de concentración se extiende a otros muchos sectores, por ejemplo a los cosméticos: Procter & Gamble, L’Oreal, Unilever, Estée Lauder y Avon. El último apartado del libro se dedica a las alternativas: grupos de consumo, mercados sociales, agroecología autogestionada y asamblearia… “Cada acto de consumo es un gesto de dimensión planetaria”, afirma el filósofo brasileño de la Economía Solidaria, Euclides André Mance.

*Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=228931&titular=las-grandes-cadenas-de-distribuci%F3n-un-poder-global-

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Educación de las Sexualidades

Por: Luis Bonilla-Molina 

Elementos para una reflexión pedagógica en el marco de los sistemas escolares sobre educación de las sexualidades

  1. ¿Educación sexual o educación de las sexualidades?

Casi todos los manuales y definiciones curriculares sobre la materia hacen mención al tema de la educación sexual en singular. ¿Es correcta esta denominación? Precisamente inicio este artículo problematizando al respecto. En un primer momento, la educación sexual en singular se asocia al concepto de sexo único masculino, el hombre como modelo de sexo perfecto. Adonis, Apolo, Jesús, Mahoma, Buda, Samael Aun Weor, Shiva, entre otros son la cúspide de la creación con rostro y anatomía masculina. El “falo” o pene es la expresión de la sexualidad perfecta. Desde esa perspectiva andro céntrica “lo femenino” es la imperfección sexual, es el hombre no culminado, es el momento en la creación en la cual faltó tela, barro o arena para construirla. Lo “femenino” es la creación hecha con una parte del “molde perfecto”, la costilla del hombre.

En los fundamentos de esa educación unisexual, el clítoris era la expresión anatómica de esta imperfección. Era un “no lugar” del mundo femenino que evidenciaba el medio camino entre el “ser femenino” y la “perfección masculina”. Por ello, la vagina, como introspección de lo masculino, era vista sólo como receptáculo para la reproducción humana. En la educación sexual, las llamadas ETS son vistas como riesgos para la salud que impiden la “tarea fundamental” de los órganos sexuales que “son para la reproducción”. Todo aquello de lo que no se habla, es lo oscuro, lo obsceno, lo pervertido; en esa esfera queda todo aquello cuyo lugar de enunciación en la sexualidad no es la simple y directa reproducción humana. Lo obsceno se “masculiniza” como perversión, es decir se atribuye al hombre a quien se le dota de manera indirecta, de una facultad intrínseca de ver el sexo con otras “inconfesables” funciones. Es la disputa y la dualidad machista permanente a la que se ve sometida la consciencia humana, entre Dios y el Demonio, ambos dos machos. Una antropología misógina construida desde una episteme patriarcal expande y multiplica exponencialmente este enfoque desde los sistemas escolares

La sexualidad es vista como habilitación para reproducir la obra de la creación. Por ello la llamada educación sexual (mono sexuada) se concentra en la prevención del embarazo adolescente y las llamadas enfermedades de transmisión sexual (ETS). Lo que se debe enseñar es a tener relaciones sexuales con una pareja del otro sexo que estemos seguros/as que no tiene una enfermedad de transmisión sexual -el temor como anticipo de las sexualidades- y aprender que el sexo tiene una función vinculante con la reproducción. Por supuesto que se debe enseñar a prevenir las ETS, pero no como el terror de lo que puede ocurrir, sino como posibilidad cierta que ocurra en un marco de disfrute natural de la actividad sexual. Los grandes ausentes en la educación sexual son el placer, el goce y el deseo; solo nombrarlos se “asume” como intención de pervertir la “inocencia” del ser. El sexo no aparece como consciencia en construcción.

De hecho, el deseo y el placer, cuando aparecen en las narrativas proto educativas, suelen hacerlo desde una cierta concepción biomédica, localizados inicialmente en el “pene” y la “vagina”; el primero como actor principal. Incluso algunos relatos religiosos que han permeado a narrativas científicas, hablan del “prepucio” como “lo femenino” a ser eliminado, para borrar todo vestigio de “imperfección” en el hombre. El placer también intenta ser enunciado desde un lenguaje masculinizado con expresiones como “el hombre hace suya a la mujer”; difícilmente escuchamos “la mujer llevó a la cama al hombre y lo hizo suyo”. Aunque en realidad, en el placer sexual liberador, ambos se realizan en el encuentro con el otro, no como dominación del uno sobre el otro, no como “propiedad amatoria”. La sexualidad no escapa a la dicotomía capitalista presente en todos los espacios, consistente en dominar o ser dominado/a. Por ello, por siglos, conceptualmente el goce fue un privilegio masculino, por el hecho de gozar éste de un pene, lugar de enunciación del placer, algo que no le había sido dado a la mujer.

En consecuencia, para esta episteme y literatura patriarcal, la mujer que “no deseaba” ni “disfrutaba” placer sexual alguno, por tener un “pene inacabado”, era y es vista como “objeto de placer” del hombre. El papel activo sexual era del hombre y el pasivo de la mujer. La narrativa machista asociada a esa perspectiva señala que “el hombre propone y la mujer dispone“. Esta mirada patriarcal es alimentada por religiones, expresiones de la pintura, la literatura y el arte en general. Aunque es necesario destacar que en cada época emergieron visiones subversivas que resistieron a ese modo dominante de interpretar las sexualidades.

Desde la antigüedad y especialmente desde los tratados griegos aparece el “pene defectuoso” de la mujer: su clítoris, como lugar “no realizado” del placer. Para Gil, Daniel (1997, Sigmund Freud y el cinturón de castidad, Editorial Trilce, Uruguay), más allá de la polémica entre Falopio, Bartolino y Colón, es este último, Renaldo Colón, quien en 1552, aparece como el primero -en la literatura médica- que define al clítoris como espacio de placer, al referirse a éste como “principalmente la sede del deleite de las mujeres …(y) … como nadie ha discernido esta protuberancia ni su uso, si es permisible poner nombre a cosas descubiertas por mí, que sea llamada amor o dulzura de Venus” (Gil, p.50. op.cit). Es decir, desde el siglo V.A.C. hasta el siglo XVIII, en la literatura médica y en términos sociológicos, existía un solo sexo que se realizaba en el placer: el masculino.

El “descubrimiento” en las ciencias médicas del clítoris como lugar de placer posibilita un emerger de la sexualidad femenina, eso sí en buena medida mediada por la epistemología machista. Lo sexual pasa a ser definitivamente heterosexual, pero ahora el placer aparece condicionado por la posibilidad y capacidad del hombre de dárselo a la mujer, si ella acepta ser su objeto de deseo y fantasías sexuales. Aunque parezca diferente, el deseo, goce y placer abierto -para y desde la mujer-  a pesar de ser reconocida su existencia, ahora aparecen condicionado por su encuentro con el hombre. La seducción y la histeria aparecen como rasgos distintivos de la sexualidad femenina, casi como elementos problémicos del nuevo ser sexuado. Recordemos todas las narrativas policiales respecto a la culpabilidad de la mujer cuando se las viola, dada su “coquetería” y “capacidad automática de seducción”, sobre el “incontrolable” deseo masculino. La seducción femenina jugaría un papel protagónico en narrativas como la de Sade (1740-1814), mientras que Simone de Beauvoir (1908-1986), escribió abundantemente respecto al reconocimiento pleno del segundo sexo.

Los sectores más conservadores de la sociedad, profundamente patriarcales, aunque públicamente puedan aceptarlo, en realidad siempre se han negado a reconocer a la mujer como ser sexuado y con capacidad de iniciativa en el placer, el goce y el deseo. Por ello, han garantizado una educación sexual que aunque hable de dos sexos tenga una epistemología andro céntrica. En todo caso esta “visión” de la “educación sexual” entiende a la reproducción como lo fundamental en materia de sexualidad. Si en el camino de la reproducción de la especie se disfruta, bienvenido sean el placer, el goce y el deseo, pero de ello no se habla para evitar caer en la inmoralidad. Aun reconocida la existencia de un segundo sexo, ello no implica la desaparición de seudo conceptos respecto a la vagina como pene introspectado, como “masculinidad invaginada”, porque para los sectores conservadores expresados en esa educación sexual, la mujer no es igual al hombre sino que sigue siendo una versión suya inmejorada.

Para estos sectores el rol pasivo de la mujer en el sexo tiene como propósito garantizar la reproducción de la especie humana y la salud sexual del macho. Por ello, los preservativos eran fundamentalmente masculinos, porque era la mujer la depositaria de las ETS y el hombre era quien debería protegerse de ellas. El origen del contagio en ETS “era debido a hombres que visitaban lugares donde “mujeres libertinas” ofrecían sus favores”, es decir el origen de las “enfermedades” de transmisión sexual estaba en lo femenino pecaminoso que cedía ante el placer masculino.

Una primera ruptura de esa episteme patriarcal al respecto, lo constituye hablar de educación de las sexualidades donde lo femenino y lo masculino son diferentemente iguales. Es decir, el sexo visto fundamentalmente como goce, deseo y placer pasa por el reconocimiento de lo femenino como sexualidad propia y diferenciada de lo masculino. En ese sentido, la reproducción misma se redimensiona con el protagonismo central de la mujer y no como depositaria del semen del sexo masculino perfecto. En consecuencia, la mujer adquiere el estatus real de ser, capaz de gozar, reproducirse y criar sin la tutela del otro y, cuando lo hace, es por decisión propia. La propias nociones de goce, deseo y placer se ven redimensionadas en esta perspectiva de educación de las sexualidades.

Hablar de la perfección de uno o de otro -del hombre o de la mujer- es no entender la naturaleza contingente y en permanente evolución de la especie humana. La imperfección emerge entonces como una motivación y razón de ser para la auto construcción permanente de sí mismo, en cuya orientación la exploración y el auto conocerse, constituyen un desafío del ser contingente en cada momento histórico. Esa búsqueda sin reglas y sin pre conceptos sociales pasa por entender que todo el cuerpo es escenario de placer y que el cuerpo es un territorio de liberación cognitiva y sensorial. El encuentro con la otra/otro puede estar precedido por el goce individual, la satisfacción del observarse, tocarse y encontrarse a sí mismo(a), no como un acto pecaminoso sino como una búsqueda de seguir construyéndose como ser contingente y en permanente aprendizaje.

En un segundo momento, la educación sexual se concibe como discurso de la heterosexualidad, vista esta como normalidad de lo sexual. Desde esa perspectiva solo es admisible la sexualidad morfológica de hombre y mujer. Ya sea como hombre representación del poder y mujer representación del dominado, o desde la perspectiva del feminismo como política de género. Recordemos que hasta los setenta del siglo XX, en buena parte del planeta, hablar de gays, lesbianas, travestis, queer,  era referirse a la anormalidad del plano psíquico que no encontraba una contraparte biológica, morfológica, en la realidad del cuerpo. Incluso la izquierda estalinista hizo de ello un devocionario.

El concepto de los LGTBQ como anormalidades excluidas de la educación sexual, tenía mucho que ver la consideración del sexo como preámbulo de la reproducción. Todo placer sexual que no discurriera por los canales morfológicos de la reproducción era perversión, era placer enfermizo. Pero, a pesar que el cuerpo en su totalidad disfruta, goza, desea, siente y da placer, la educación sexual se niega a reconocerlo, porque ello implicaría también el reconocimiento de formas y expresiones del placer, sin el otro o en contacto con otros “distintos”. La visibilización de la piel, la boca, el ano, los senos y las tetillas, las manos y dedos, el olfato, los ojos, las piernas, la espalda, el cuello, las orejas como lugares de placer no reproductivo conflictúa una educación sexual basada en la reproducción. Por ello, la educación sexual se concentra en la localización del placer en el pene y la vagina-clítoris. Una educación de las sexualidades considera al cuerpo en su totalidad, no como acompañante anatómico del frenesí del placer, sino como lugar de enunciación de todo placer, goce, deseo y conciencia.

Pero, el deseo no es solo un producto biológico, es una construcción cultural que se abre a distintas búsquedas de placer y goce en cada momento histórico. En las dos primeras décadas del siglo XXI, es innegable el deseo no reproductivo, sino basado en la búsqueda de goce y placer multiforme, por parte de millones de seres humanos. Conceptos como “poliamor”, “parejas abiertas” o “relaciones difíciles de explicar”, “parejas swinger” expresan movimientos sociales que sólo es posible entender de manera incluyente, desde una perspectiva de educación de las sexualidades, lo cual implica un reconocimiento de la existencia de más de dos sexos y de temporalidades diferenciadas de asumir uno o varios roles.

Ello implica también, en el presente, una revalorización de los conceptos de salud y enfermedad, cruzados por perspectivas de género amplias (más de dos sexos). Desde este punto de vista, por ejemplo, el SIDA dejaría de ser una “culpa” y “cuestión” homosexual para valorarse como propio de las sexualidades intervenidas por las disputas del capital. Además que el SIDA no puede ser una nueva cárcel que frene legitimas expresiones de goce, deseo y placer. Desde esta narrativas podríamos indagar y explicar los posibles orígenes del SIDA como arma biológica de construcción “humana”.

Desde una perspectiva no patológica, la educación de las sexualidades, viene desarrollando el concepto de IES (infecciones de transmisión sexual) como superación del concepto bioclínico de ETS, vista esta ultima como estado de postración, de negación de salud. Las infecciones disminuye el terror, al colocar el tema en el plano de otros procesos que se resuelven con distintas medicinas, desde la química pasando por las homeopáticas hasta llegar a las ancestrales, sin descartar ninguna gama que vincula conocimientos científicos con saberes ancestrales, respecto a una práctica humana de siempre.

La educación de las sexualidades se fundamenta en la convergencia indivisible deseo, placer, goce, reproducción y construcción de conciencia sobre el ser, vinculados con salud física, mental y espiritual, al ser las sexualidades un desarrollo consciente en el encuentro con los otros pero enunciado desde cada una/o. En cada uno de los casos, cada uno de los componentes se complementan y tienen sus propias expresiones. En esa ruta toda la piel deja de ser asexuada, para convertirse en lienzo de la realización liberadora del cuerpo que se resiste a ser simplemente emancipado, para ser un ser liberado de todo proyecto de vida externo a sí mismo, conforme a su realidad histórica. Y es la piel, son las sensaciones las que rompen las cadenas epistémicas que no permiten entender, ni atreverse a los encuentros plurales y los disfrutes sin otra restricción que la moral que de manera contingente construyen quienes participan en el encuentro.

En ese camino, la educación de las sexualidades posibilita el reconocimiento de las otredades, las otras formas de encuentro y placer. En esa perspectiva el encuentro entre miembros de un mismo sexo, el deseo de ser el otro o la experimentación permanente de una o distintas sexualidades, pasa a ser una opción individual libremente aceptada, que problematiza el concepto de anormalidad, porque nadie es perfecto, todos nos estamos construyendo en el encuentro con nosotros mismos y con los otros.

Es decir, la educación de las sexualidades es la educación para que cada quien tenga la información y el acompañamiento que requiere en su búsqueda de quien se es, como ser sexuado. No es una educación normativa para cosificar y encarcelar el deseo, el placer y la búsqueda, sino para desatar todas las necesidades de auto conocerse. La educación de las sexualidades, es en consecuencia subversiva porque rompe el papel normativo de una concepción de dominación y emancipación desarrollada desde los sistemas escolares. La educación de las sexualidades es un salto de la emancipación domesticadora a la liberación revolucionaria del ser.

Pero como este debate es esquivo a la lógica de funcionamientos de los sistemas escolares, desde el preescolar hasta los pos doctorados, no por ello desaparece de la realidad social. Eso lo saben muy bien los aparatos y dispositivos del poder. Por ello, lo que procura ocultar el orden normativo, encuentra su expresión en la cotidianidad de la calle y es epicentro de la industria cultural del siglo XXI, es decir de los dispositivos del orden que dominan la rebeldía. Casi nadie quiere hablar de las narrativas propias de las educaciones sexuales, pero el cine, la televisión, los video clips, los textos masivos, las revistas y las rutinas de la cultura underground le abren espacios a nuevas expresiones que la maquinaria de dominación. Ante la carencia de conceptualizaciones de resistencia, la industria cultural capitalista la asume para sí, desarrollando estereotipos y prácticas sociales que castran la rebeldía propia de la liberación de las sexualidades.

  1. Por una educación de las sexualidades que rompa la matriz patriarcal capitalista

Es necesario repolitizar la educación de las sexualidades, entender que la forma de valorar  las distintas formas de sexo diversidad, incluida la heterosexualidad, debe ser vista en la lógica cultural, política y económica de dominación propia del capitalismo del siglo XXI. Dejarlo en el plano de las libertades individuales liberales, sería equivalente a esconder la lógica de dominación capitalista en permanente mutación y actualización. El capitalismo genera, a través de la industria cultural, formas de dominación que absorben parte de las propias resistencias a la dominación. Madonna, Lady Gaga, y la homosexualidad en lenguaje MTV, por ejemplo, desarrolladas como espectáculos Hollywoodenses, procuran canalizar para su propia lógica mercantil de consumo el tema de las sexualidades, dejando intactos los dispositivos conservadores y excluyentes de la educación sexual en los sistemas escolares.

Es necesario desarrollar diseños curriculares, que desde una perspectiva pedagógica aborden el patriarcado en todas las formas de relaciones humanas, como ideología que reproduce al capitalismo en la biopolitica del encuentro humano, convirtiéndonos en máquinas de ampliación del modelo dominante, desde la cotidianidad. Una política de género con amplio protagonismo de la narrativa feminista es urgente en esa redefinición de la educación para las sexualidades. Ello pasa también por el estudio y análisis del llamado “hembrismo” como versión “femenina” del discurso de dominación capitalista en las relaciones sociales.

Combatir la hipersexualidad mediática y el performance de los “monsters” como anormales asimilados al sistema de dominación, no significa cosificar ni domesticar los cuerpos, deseos y placeres. Desde la perspectiva de la pedagogía radical de las resistencias impulsamos una revisión crítica de la educación sexual, para reconfigurarla en educación de las sexualidades desde una perspectiva anticapitalista.

3.Enseñar a vivir juntos como columna vertebral de la educación de las sexualidades

Una educación de las sexualidades, abordada desde el paradigma de la pedagogía radical de las resistencias, entiende lo sexual como parte del encuentro humano, de la construcción de sociedad. Por ello trabaja de manera importancia el desarrollo en las aulas, de  habilidades comunicacionales que nos permitan hablar, pero sobre todo escuchar, que posibiliten resolver conflictos de manera proactiva, que logren apropiarse de la forma particular de caminos para encontrarnos, caminar juntos pero sobre todo para terminar en paz una relación de amistad, laboral, comunitaria o sentimental. Enseñar el encuentro implica trabajar las despedidas, las partidas, las separaciones. Y esto debe ser claramente percibido como parte sustantiva de las relaciones sexuales, de las sexualidades.

Pero no se trata de construir manuales de auto ayuda, sino de entendernos como seres humanos con origen social y capital cultural que nos determinan y construyen en nuestra forma de estar juntos, de convivir y entender las relaciones con los otros, incluidas las sentimentales y sexuales. Las rupturas de noviazgos, los divorcios, la separación de proyectos personales que nos llevaron a juntar o separar amistades o colegas, deben ser analizadas y trabajadas en sus especificidades por la educación de las sexualidades. Se trata de construir las propias herramientas dialógicas y de sociabilidad que hacen de la sexualidad un acto integral del ser humano, que demanda un amplio conocimiento de nosotros mismos, de nuestros límites y áreas de deseo, pero que entiende ello en armonía y respeto por los otros. Nuestros deseos tienen derecho a ser liberados y encontrarse con los de otras/os que así lo deseen y solo por el tiempo que ellos acepten.

Ello pasa ineludiblemente por una revaloración de la soledad cuando sea necesario recurrir a ella y dejar de verla como tragedia o fracaso. Los seres humanos nos encontramos y nos separamos; la calidad de los encuentros hará que las vivencias y el aprender juntos alimente nuestro mañana. La emancipación habla de adultos que realizan por si mismos el proyecto de las generaciones precedentes; la liberación nos permite construirnos diariamente en un proyecto de vida en la cual la palabra fracaso no existe, sino la experiencia. Se trata de una educación de las sexualidades para vivir con criterios de ecología política, amorosa y social.

4.Embarazo no deseado, autonomía cognitiva y libertad del cuerpo

Sólo desde una educación de las sexualidades, que valore el cuerpo como espacio personal y colectivo de liberación, pueden encajar debates y políticas para estudiar de qué opciones se dispone cuando se “tiene” un embarazo no deseado. Opciones no como tabú, sino como caminos a escoger con conciencia y libertad.

El embarazo no deseado es aquel que se desarrolla sin el consentimiento de la mujer, ya sea por concepción de manera forzada, porque fallaron los dispositivos biomédicos de prevención ó porque cambiaron las condiciones de contexto socio-económico y emocional para asumir la maternidad.

Obviamente, la defensa del derecho a la vida es inmanente a cualquier pensamiento de resistencia a la barbarie capitalista. Pero la vida está asociada a la construcción de conciencia, que tiene como asidero el cerebro humano. Mientras no se desarrolle el cerebro la vida como experiencia cognoscente humana no se ha desarrollado. Es hasta ese momento cuando se considera una opción de libre decisión de la mujer el abortar. Otra cosa es cuando el embarazo coloca en riesgo la propia vida de la madre o el bebe viene con malformaciones que la madre no está dispuesta a asumir, por limitaciones de diversa índole, en esos casos la mujer debe tener la opción de decidir independientemente de las semanas del feto. Si bien la decisión del aborto debería ser una opción de pareja, la última palabra la tiene la mujer.

Una educación de las sexualidades que asume la reproducción como uno de los cinco elementos de las relaciones sexuales (deseo, goce, placer, conciencia) construye las herramientas paradigmáticas para asumir individual y colectivamente, de manera menos traumática, la decisión de interrupción del embarazo no deseado. Pero ello es imposible, desde una episteme de educación sexual.

  1. la esquiva verdad para la pedagogía científica

La disputa paradigmática entre “educación sexual” y “educación de las sexualidades” está en el epicentro de la revalorización del carácter científico de las pedagogías, la docencia y la escuela. Los elementos propios de la ética religiosa -respetable pero que tiene lugar de enunciación en las iglesias- no pueden ser los que guíen la actuación y la manera de pensar de una institución como la escuela que es laica y científica por naturaleza.

Los sistemas escolares, orientados por una centralidad pedagógica con una perspectiva radical de las resistencias, están convocadas a trabajar las necesarias reformas que abran paso a la educación de las sexualidades. Estamos conscientes de los prejuicios y oposiciones que existen en nuestras sociedades para ello, pero la ciencias siempre han allanado el camino para la aceptación de sus premisas partiendo del beneficio que lo “nuevo” implicaría para el bienestar y la felicidad humana. Otra cosa es el uso instrumental, para su lógica de dominación, que le ha dado a las ciencias el capitalismo neoliberal del siglo XXI.

Finalmente, como diría mi amiga Indhira Libertad, “el órgano más importante para las relaciones sexuales es el cerebro y el más grande es la piel“. Trabajemos para una educación de las sexualidades que no desperdicie un minuto de nuestros vidas en la negación de todas estas posibilidades que nos plantemos de amar, sentir y ser.

Julio 2017

*Fuente:https://luisbonillamolina.wordpress.com/2017/07/11/educacion-de-las-sexualidades/

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Gigantesco iceberg de 5.800 kilómetros cuadrados se desprende de la Antártida

Julio del 2017/http://www.ecoportal.net/

 

Un satélite estadounidense confirmó lo que se temía: el desprendimiento de un gigantesco iceberg en la Antártida, equivalente a cuatro veces el tamaño de la ciudad de Los Ángeles.

Gigantesco iceberg de 5.800 kilómetros cuadrados se desprende de la Antártida

Los investigadores del proyecto MIDAS monitoreaban desde 2014 la región conocida como Larsen C, año en el que detectaron el aceleramiento del desprendimiento del bloque de hielo, que se estima comenzó al menos hace una década.

Se prevé que este desprendimiento no afectará el nivel del mar global porque el bloque ya estaba a flote en el océano, aunque algunos científicos temen que pueda acelerar la desestabilización de la plataforma de hielo, de acuerdo a lo que recoge Infobae.

El iceberg, que se espera se denomine A68, pesa más de un billón de toneladas, según precisó MIDAS, que informó en su comunicado que la ruptura –producida estimativamente entre el 10 y el 12 de julio-  fue detectada por el instrumento satelital Aqua MODIS de la NASA.

En total unos 5.800 kilómetros cuadrados de hielo se separaron de la plataforma, de acuerdo a la información satelital.

“Hemos estado anticipando este evento por meses. Estamos sorprendidos por cuánto demoró a la grieta causar la ruptura”, declaró el profesor Adrian Luckman, investigador líder del grupo.

Este iceberg se convierte entonces en uno de los más grandes de la Antártida: 190 metros de espesor, 1.155 kilómetros cúbicos de hielo y podría rellenar 462 millones de piscinas olímpicas.

Asimismo Luckman afirmó que es difícil predecir el futuro próximo del iceberg, que podría permanecer en una sola pieza, aunque “es más probable que se rompa en fragmentos”.

“Parte del hielo puede permanecer en el área durante décadas, mientras que partes del iceberg pueden derivar hacia el norte en aguas más cálidas”, explicó.

El desprendimiento ha reducido alrededor de un 12 % el tamaño de Larsen C y los científicos advierten de que este fenómeno transformará para siempre el paisaje de esta península antártica.

El hielo es una parte de la península antártica que se ha calentado con mucha celeridad en las últimas décadas, aunque no todos los científicos lo atribuyen directamente al cambio climático.

No obstante, los investigadores del proyecto MIDAS advierten que desde ahora la plataforma de la Antártida queda en una situación muy vulnerable.

Fuente:

http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Gigantesco-iceberg-de-5.800-kilometros-cuadrados-se-desprende-de-la-Antartida

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/XQZLR4sH7b72oWcQKPnofCK0W-tDoQkRwHOzx7wdVk3EX2brZvea6UrURp2uvYNfCmqj=s85

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De cómo desarmar el criterio de la evaluación del desempeño docente en tiempos de voraz capitalismo neoliberal.

Por: Miguel Andrés Brenner

Buenos Aires, Argentina

Julio de 2017

El presente texto es un discurrir que pretende invitar al cuestionamiento de categorías que pueden encontrarse en el “sentido común” de la camada docente, de sus luchas o anhelos. Es también una crítica a los postulados de la educación en manos del mercado, denominados neoliberales. Ese ideario, desde el vamos, intenta despolitizar a la escuela. La escuela no sería, por ende, una práctica política dentro de proyectos ético-políticos a nivel nacional y regional, tampoco sería una práctica económico-política en función de la producción y reproducción de la vida en comunidad. ¿Qué sería entonces?: solamente un “dispositivo tecnológico”. De ahí, el constante latiguillo enunciativo en múltiples textos de la actual derecha, orales o escritos, que aluden a “una escuela del siglo XIX, con docentes del siglo XX y alumnos del siglo XXI”, según los dispositivos tecnológicos en juego. Bajo tal consideración, las vigentes tecnologías de la información y la comunicación constituyen un importantísimo pretexto para la flexibilización laboral de los docentes y la mercantilización de la educación.

Este trabajo lejos se encuentra de establecer “recetas”, simplemente, señala criterios para la acción, para “qué hacer”.

Sus apartados interrogan acerca de variadas cuestiones bajo el título de…

  • ¿En Defensa de la Escuela Pública? Anacronismo político vigente
  • Resistencia
  • De la evaluación del desempeño docente
  • Y pensando en Argentina, aunque no solamente en ella
  • Concluyendo

¿En Defensa de la Escuela Pública? Anacronismo político vigente

Es demasiado frecuente a nivel gremial la consigna “defensa de la escuela pública”. Ésta, en realidad, tiene como reclamo fundamental, en primer lugar el salario docente, en segundo lugar variadas cuestiones que se sustentan en el financiamiento de la educación.
El interrogante, en tal sentido, es si dicha significación puede sostenerse hoy día sin más. Obviamente, tiene una crucial importancia, pero ¿no habría que modificar el eje o núcleo de la lucha?

Lo “público” no se identifica forzosamente con lo “popular” en el sistema escuela, mientras que la educación popular tiende a darse siempre fuera de la educación formal. En Argentina, la primera ley de educación nº 1420 del año 1884 tiene aspectos valiosísimos entendidos desde lo epocal, sin embargo hay que considerar que el contexto de su promulgación estuvo dado por el Proyecto Político de la Oligarquía Terrateniente, también llamado Proyecto Agroexportador. De ahí que uno de los temas prioritarios de la lectura y la escritura tenía como pivote ejemplificador en la escuela primaria a “La Vaca”.

Cuando se dice “defender la escuela pública” no existen salvedades aclaratorias acerca de cómo se interpreta lo “público”. La elegante zona de la Recoleta en la Ciudad de Buenos Aires” es pública, también el Aeropuerto de Ezeiza, entre otros, espacios en los que resultaría sospechoso el deambular de sujetos con aspecto racial mestizo o lo que en Argentina se denomina “negro de… “, ameritando por ende un control por parte del personal de seguridad asignado a tales lugares, pues pobreza sería indicio de delincuencia, pobreza en estado de sospecha.

La constante “defensa”, a través de los años, hace a una también constante “resistencia”. ¿Cuál es el sentido del eterno retorno de la “resistencia”?

Resistencia

Con el advenimiento del capitalismo neoliberal se dio la masiva “entrada” de los sectores populares en los “edificios escolares”. Véase, al respecto, el documento de Jomtien, Tailandia 1990, “Declaración Mundial sobre Educación para todos”. ¿Puede creerse que la “insistencia” ampliamente lograda responde al derecho humano a la educación en el plexo de un sistema económico donde predominan ante todo las ganancias o lucro? Quizá, mas bien, podría entenderse tal cuestión desde lo que el documento del Banco Mundial (1996:1/2) “Prioridades y estrategias para la educación”) denomina como “garantizar el buen gobierno”.[1]

Así como el Chile de Pinochet necesitó de una represión genocida para instalar “brutalmente” el citado neoliberalismo, en realidad, la condición de posibilidad de la mercantilización de la educación, también “bruta”, se monta sobre las inconsistencias del “meter” dentro de la escuela a cientos y cientos de millones de niños y jóvenes. Dichas inconsistencias son “pedagógicas” referidas a los grandes sectores populares: están en la escuela, pero no aprenden. Aunque, ¿qué es lo que no aprenden?: básicamente la propia lengua desde los cánones pre establecidos. ¿Y para qué debieran aprenderla?: ¿para lograr un sentido comunitario desde la experiencia de un mundo compartido y el diálogo intercultural liberador, lo que supone la lucha transformadora de las condiciones materiales de existencia?, ¿para insertarse dentro de las redes del mercado o bien vagar fuera de sus márgenes, como un vagabundo o excluido?

Incluido en el edificio escolar, excluido pedagógicamente: he aquí el problema. Y dicha exclusión es funcional a todo un sistema económico político que produce “escasez”, donde hay cada vez menos empleo digno, bajo la intencionalidad del poder neoconservador de la no búsqueda de nuevos empleos, sino el de crearlos a partir el ideario del emprendedurismo, donde ya no tendrían sentido los sindicatos, los convenios colectivos de trabajo, el establecimiento de un salario mínimo -vital y móvil-, mientras cada “emprendedor” se haría cargo de ofrecer servicios limitados a “proyectos”, también limitados a su diseño innovador y ejecución en el tiempo, amén de su aceptación por el mundo empresario solicitante. Desde aquí, la estabilidad laboral carece de sentido, por cuanto nada es estable, salvo prioritariamente la especulación financiera, el dinero que produce más dinero y no ingresa en el aparato productivo, generando una exacerbada “escasez”.

La exclusión pedagógica es fomentada desde políticas educativas que sobreabundan en normatividades, mientras que los directivos se encuentran tensionados entre el cumplimiento de las normas y los avatares de cada día escolar (alumnos que no “desean” aprender lo que se les enseña, docentes “quejosos” por sus condiciones laborales, padres que reclaman si sus hijos no están en la escuela por paros o huelgas docentes, las lamparitas de un aula que no funcionan o el ingreso de agua tras una fuerte lluvia, etc., etc., además de la llamada del “Inspector” que controla el cumplimiento de normativas y protocolos). Además, docentes que se encuentran tensionados por el desánimo, el “sentirse solo o huérfano en el aula de la escuela pública”, las insulsas e inconducentes “jornadas de perfeccionamiento docente”, las “bajadas de línea” de inspectores nada originales en tanto siguen órdenes, y directivos temerosos a no obedecer con obsecuencia. Cabe aclarar que lo recientemente dicho es una tendencia, pues tiene sus varianzas en la praxis escolar.

Empero, el docente sería el principal culpable. Por eso habría que evaluarlo, medirlo, compararlo con otras mediciones.

De la evaluación del desempeño docente

La mera evaluación del desempeño docente como medición desde estándares que permiten “datos” comparativos, a partir de donde acceder a cargos y horas de clases, ratificar la permanencia en la docencia, establecer el criterio para incentivos salariales y el despido de docentes tienen, digamos, “fortalezas e inconsistencias”.

Las fortalezas son de las empresas privadas y bancos que mediante consultorías o fundaciones u organizaciones no gubernamentales brindan bienes educativos que les permiten cooptar dineros públicos/estatales en favor del propio lucro, lo que se denomina “mercantilización de la educación”. El Estado sería un inválido si no recurriese al mercado, entre tanto, en Argentina, al respecto, ya no se convocan a las grandes universidades públicas.

Las inconsistencias son por algunos motivos que a continuación señalamos:

  1. La medición desde estándares es para conocer más que nada el dominio de las normativas de la política educativa vigente y de los criterios didácticos establecidos por dichas políticas, cuando en realidad las normas debieran establecerse e interpretarse, y en tal sentido modificarse si fuere necesario, a partir de una pedagogía situada, dadas las condiciones de los sujetos que aprenden, sean económicas, sociales, culturales, psicosociales, etc.
  2. La evaluación es un ingrediente de la didáctica que, aisladamente considerada, produce un olvido intencional del diálogo intercultural, del proceso educativo, de las condiciones de ingreso de los mismos alumnos. También, desde el mencionado olvido, produce el oscurecimiento de las dificultades, los desvelos, la impotencia de tantos docentes que sufren malestar por las condiciones laborales desde donde enseñan; es que también “la enseñanza es situada”[2] dentro de un contexto más amplio, como el político, el económico, el cultural, etc. Así, por ejemplo, y considerando la experiencia mexicana, no es lo mismo “responder frente a una máquina-computadora” que situarse en la vida real del aula en la escuela, con sus sabores y sin sabores, con la sangre de tantos maestros que dan la vida por sus alumnos, aunque otros hayan “bajado la guardia” por tanta impotencia. No es lo mismo responder frente a una máquina que un constante diálogo de los docentes con sus alumnos, que se alegran y sufren con ellos. Una máquina no siente, no llora, no ama, no sufre, no goza, no se impacienta, no se desanima, simplemente, porque es nada más que una máquina que procesa datos. Un docente, por mejor puntaje obtenido en interacción con la máquina, no garantiza una educación de calidad humana digna, amén de criterios psicosociales de salud aceptables en el plexo de las relaciones comunicativas dentro de la escuela toda.
  3. Y siguiendo con la experiencia mexicana valga señalar que “la pedagogía no importa”, es pretexto nada más. En el año 2013 la evaluación del desempeño docente, que impacta como reforma en el sistema educativo, adquiere rango constitucional. En el año 2016 se establece la ratificación de la reforma educativa mediante un modelo pedagógico. Sería como construir primero los ochenta pisos de un edificio y en segundo término construir sus cimientos. Es decir, esta segunda reforma, llamada “modelo educativo”, es pretexto, nada más, y solamente a fin de ratificar la primera reforma, la evaluación del desempeño docente, bajo el predominio de los criterios de mercado. No hay equivocación o error alguno, pues muestra la verdadera fachada de las políticas educativas en juego, o mejor dicho, de las “políticas económico educativas” en juego.
  4. Los criterios pedagógico/economicistas impelen a evaluar los resultados, el desempeño docente, como si fueran objetos medibles y comparables en el mercado internacional en referencia a su eficiencia y eficacia, como dijimos, para una intervención lucrativa de consultorías, fundaciones, organizaciones no gubernamentales, empresas y bancos, bajo el pretexto de la rendición de cuentas o accountability y la consecuente toma de decisiones en favor de un desempeño docente de calidad. Sin embargo, documentación no sospechada de supuestas fantasías utópico-liberadoras, como por ejemplo la PREAL, Programa para la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe, netamente neoliberal, sumamente neoliberal, nos alertan bajo el estudio realizado por Barber, Michael y Mourshed, Mona (2008: 5), señalando que…

“Pese a todo, medir el desempeño docente no conduce automáticamente a obtener una perspectiva sobre cómo pueden las políticas y las prácticas ayudar a los estudiantes a aprender mejor, a los docentes a enseñar mejor y a las escuelas operar de manera más efectiva. Aquí es donde aparece el Informe McKinsey, con su original enfoque que combina resultados cuantitativos con perspectivas cualitativas acerca de qué tienen en común los sistemas educativos con alto desempeño y que mejoran con rapidez. Con énfasis que trascienden los contextos culturales y sociopolíticos, tales como conseguir las personas más aptas para ejercer la docencia, desarrollarlas hasta convertirlas en instructores eficientes y poner en práctica mecanismos de apoyo dirigidos para garantizar que todos los niños pueden aprovechar los beneficios de una instrucción de alta calidad, el informe permite a los encargados de formular políticas conocer las características de sistemas exitosos sin necesidad de copiarlos por completo.”[3]

                        Y más adelante, del mismo texto (Barber y Mourshed, 2008: 45)…

“Todos los distintos sistemas educativos que han experimentado importantes mejoras lo han logrado fundamentalmente porque han creado un sistema que es más eficiente en tres aspectos: conseguir gente que es más talentosa que se interese por la docencia, desarrollar a sus docentes para que sean mejores instructores y garantizar que estos instructores se brinden en forma consistente a todos los niños del sistema.”

A su vez, el Informe McKinsey alerta en sus conclusiones que “el éxito educativo depende de la formación del profesorado”. Comparando los promocionados 10 mejores sistemas educativos del mundo (Finlandia, Corea del Sur, Japón o Canadá…) se consta que el nivel educativo de un país depende de la formación, motivación y aprendizaje permanente de sus profesores. Es decir que “conseguir buenos profesores depende de cómo se los selecciona y se los forma…”[4] Y, valga aclarar en tal sentido, que los discursos político pedagógicos, pretendiendo la evaluación del desempeño docente desde criterios mercantiles, tienden a ocultar el Informe McKinsey, no discuten o polemizan con el mismo, simplemente realizan una “bajada de línea” para establecer la “medición” de una labor eminentemente humana, como lo es la relación educativa, un complejo de relaciones con multiplicidad de dimensiones en juego. La cosa se agrava en tanto la misma PREAL, integralmente neoliberal, lo publicita en algunos de sus documentos, aunque publicita en tanto oculta.

Lo recién explicitado nos da pie para “pensar” desde nuestra realidad latinoamericana, o bien como un malamente considerado “hinterland”

-término alemán que traduzco como “trasero del mundo”-, en primer lugar acerca de los modos de lograr “buenos”[5] aspirantes para la formación, en particular, de maestros -base docente del sistema escuela-[6], sin discriminación alguna, y en segundo lugar acerca de los modos del acompañamiento formativo dentro de la función de enseñanza de los maestros en el situado aula escolar, tratando de evitar conceptualizaciones pedagógico/didácticas meramente genéricas de autores de libros, quienes, quizá, no serían capaces de “soportar” una semana la enseñanza con alumnos provenientes de sectores populares.

Valgan estas reflexiones por cuanto se pretende impactar desde criterios estandarizados economicistas sobre las condiciones de egreso de la formación docente y, además, sobre las “competencias laborales” de los docentes en ejercicio, obviando modificar las condiciones de inicio de la formación docente y obviando un acompañamiento digno del accionar educativo de los docentes en ejercicio. Ciertamente que criterios dignos conllevarían un lapso superior a los réditos políticos dentro de la partidocracia vigente. En tanto se instituye una reforma para los maestros sin los maestros, o sea, “a la fuerza”, la condena desde su comienzo al fracaso, considerando la perspectiva de una calidad humana no mercantilista.

Reiterando, la modificación de las condiciones de inicio de la formación docente implica un estilo de lucha por anticipación superadora de la mera lucha por resistencia, entendiendo dichos cambios bajo el signo de una calidad humana no supeditada más que a la propia dignidad, y sin “echar culpas” ni al nivel educativo secundario ni al primario. A tal efecto importa reconocer las falencias en los procesos de enseñanza-aprendizaje, procesos que son “situados”; es que no solamente “el aprendizaje es situado”, además lo es la enseñanza, y con más precisa expresión “el proceso de enseñanza-aprendizaje es situado”. El “olvido” del enseñante, reducido a un simple “facilitador”, es una argucia a fin de no valorar al docente, docente que puede caer en la trampa de una resistencia que proponga, en vez de la evaluación del desempeño docente, una “evaluación integral”, trampa pues nos anclamos en el mismo terreno del adversario, con una visión más amplia, pero sin contrapropuestas fuertemente alternativas. Contrapropuestas tales debieran ser viables política, económica y culturalmente, más allá de los gobiernos de turno, pues un pretendido falso utopismo conduce a la inacción.

Y pensando en Argentina, aunque no solamente en ella

Existe una especie de “cansancio moral” o “pesadez pedagógica” en la camada docente ante tantas reformas educativas, cada gobierno con la suya, y a su vez la implementación de reformas dentro de las mismas reformas.

Además, resulta imposible una real reforma educativa, más allá de su signo político, si no hay una Política de Estado, independientemente del mandato de un período de gobierno determinado. En la tan mencionada Finlandia hay una voluntad política de Estado desde la década del 80.

La Política de Estado para nuestros pueblos requiere, ante todo, de una firme voluntad entre sectores populares mayoritarios, condición de posibilidad, “a posteriori”, de normas y leyes. Una ley no es forzosamente garantía de mejoras. Más aún, implica un texto que en primer término tiene dos modos de interpretación: uno en sí mismo por sus significados, otro por su praxis en virtud de que la escuela es ante todo una práctica política. Ambos modos deben confrontarse, y desde ahí emitir una tercera interpretación. La sola letra de la ley hace recordar al platónico mundo de las ideas donde no cabían ciertas ideas, así por ejemplo ni el mal, ni las injusticias, ni la explotación, etc. Importa esta aclaración pues, en particular, las leyes referidas a la educación tienen muchísimos conceptos pretendidamente universales o genéricos[7], que pueden redundar, durante el ejercicio de las políticas educativas de un partido o frente político en funciones de gobierno, en determinadas interpretaciones, mientras que la de sus adversarios políticos pueden redundar en otras interpretaciones totalmente disímiles. Por ejemplo, el caso de la Ley Nacional de Educación Argentina 26.206/2006, sancionada en el período del gobierno del presidente Néstor Kirchner, que en la “brutalidad” de las prácticas economicistas del gobierno del presidente Mauricio Macri, es tomada como fundamento de las prácticas mercantilistas educativas en juego, que luego se justificarían con el proyecto de ley Plan Maestro[8], a elevar al Poder Legislativo a fin de su sanción. Es por ello que resulta relevante interpretar la ley no meramente desde su significación discursiva, sino tensionándola con la práctica, siendo esta última decisoria en función de la interpretación.

Concluyendo

En un sentido liberador, amerita la importancia de una lucha por anticipación, y no meramente por resistencia, lo que exige un compromiso más con las comunidades educativas (docentes-alumnos) que con las superestructuras partidarias, independientemente de la adhesión de los miembros sociales a determinadas líneas político-partidarias. El compromiso con las bases no se condice con “bajadas de líneas” partidarias, a la inversa, impelerían a la modificación de las mencionadas “líneas” si fuere necesario, en favor de la producción y reproducción de la vida comunitaria, vida que crea vida, en nuestro caso, vida educativa.

Es que las utopías no han muerto.

[1] Banco Mundial (1996). “Prioridades y estrategias para la educación.” Washington, D.C. Publicación del Banco Mundial. “La educación… contribuye a reducir la pobreza al aumentar la productividad de los pobres, reducir la fecundidad… y a promover el bueno gobierno”. Pgs. y 2.

[2] Desde las pedagogías neoliberales se habla de “aprendizaje situado”, totalmente descontextualizado, bajo el olvido de la “enseñanza situada y contextualizada“. En realidad, lo habría que mencionar es a la “enseñanza-aprendizaje situados”.

[3] http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:utArVZnYi9oJ:www.oei.es/historico/pdfs/documento_preal41.pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=ar Barber, Michael y Mourshed, Mona (2008). “Cómo hicieron los sistemas educativos con mejor desempeño en el mundo para alcanzar sus objetivos.” Santiago de Chile. PREAL. (consulta: 10 de febrero de 2016)

[4] http://www.uco.es/hbarra/Master/Conclusiones_del_informe_MCKINSEY.pdf (consulta: 24 marzo 2017) Investigación realizada entre los años 2006 y 2007.

[5] Es obvio que habría que definir políticamente y en base a las necesidades de nuestros pueblos cuál es el significado de “bueno”.

[6] En Argentina se denomina maestro al docente del nivel primario de educación y profesor al docente del nivel secundario.

[7] Hay un principio de la lógica clásica que dice “a mayor generalización, menor comprensión”.

[8] Conste que de las 57 páginas del proyecto de ley Plan Maestro, prácticamente, 46 de ellas implican generalizaciones conceptuales.

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