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¿Qué es la renuncia silenciosa? Te vi en línea y te escribí

Por Sofía Scasserra

La imagen de un trabajador que comienza joven en un puesto, hace su carrera y se jubila glorioso después de 40 años de servicio está en peligro de extinción. La falta de una estabilidad laboral propia de nuestra época nos vuelve disponibles 24/7.

No sólo hacemos lo que se supone que debemos hacer, sino que también estamos cada vez más ocupados en un mundo que no descansa. Frente a este escenario crece una tendencia: la renuncia silenciosa, una forma de ir “desapareciendo” del entorno laboral, sin iniciativa, sin compromiso, sin respuestas imaginativas.

Un trabajador comienza a temprana edad en un puesto, crece, adquiere conocimiento, hace su carrera y se jubila glorioso luego de 50 años de servicio (¡o más!) con un premio en la mano, una placa de agradecimiento y un brindis con compañeros a los que seguramente les enseñó cómo moverse en la empresa. Una imagen en peligro de extinción.

Se dice que vivimos una nueva revolución industrial, que existen nuevas formas de trabajo. No estoy tan segura de que así sea. Son, más bien, viejas costumbres laborales con elementos novedosos que cambiaron algunos procesos productivos. La introducción de tecnología de forma vertiginosa y masiva resulta disruptiva: nos agregó tareas y simplificó otras, nos resolvió problemas y nos generó nuevas demandas, nos exigió nuevas habilidades y capacitaciones, nos sumió a través de la hipercomunicación a una disponibilidad 24/7. Esto no quiere decir que antes no hacíamos más de lo que nos correspondía, sino todo lo contrario. Tener puesta la camiseta de la empresa significaba también hacer cosas que no eran propias de nuestra labor. Trabajar más, poner más de nosotros y sumarnos actividades fue la cultura del trabajo que nos enseñaron y se promocionó a nivel institucional en los espacios laborales.

A medida que la tecnología avanzaba se sumaban más tareas rutinarias, más informes, más cargas de sistema y más verificaciones. Hoy no sólo hacemos lo que se supone que tenemos que hacer, sino que también estamos cada vez más disponibles en un mundo que no descansa.

Con su llegada a Twitter, el multimillonario Elon Musk echó a la mitad de sus empleados, avisó que debían trabajar más horas y, si era necesario, dormir en la oficina. Hace pocos días publicó un tweet mostrando unas remeras encontradas en un placard de la empresa que decían #StayWoke(mantenete despierto), y entre risas y bromas sugirió cambiarlas por #stay@work (quedate en el trabajo). Evidentemente la cultura de la explotación en la compañía no comenzó con él. Solo la exacerbó.

***

Laura corrige exámenes en su casa desde hace varias horas. Es fin de trimestre, llega  exhausta. Todavía tiene que preparar contenidos para la clase de mañana. Por momentos se acuerda de ese chico, Matías, el del segundo banco a la izquierda, que siempre se olvida los útiles. Piensa en ir a comprar algunos y charlar con él para ver si pasa algo en su casa. Necesita un café. Se levanta. En el camino recuerda todo lo que le queda por hacer: cargar informes en el sistema, los presentes de la semana, mandarle un mail a la directora y hacer otro informe, uno interno para la institución. Mira el teléfono, son las 9 de la noche y el Whatsapp de profes está estallado. Alguien preguntó por ideas para una clase y algunos salieron a socorrer. Le cae un mensaje privado.

—¡Hola Lau! Te vi conectada y aprovecho para consultarte algo. Viene el egreso de los chicos de 6to grado, ¿les preparamos algún regalito? Ya estamos con la colación de grados. Quiero que salga bien la ceremonia, ¿pero tendremos que agregarle alguna cosa más personal?

Laura no puede más. Piensa si tan solo pudiera concentrarse en enseñar. No reniega de su trabajo, pero sí de las horas que nadie reconoce ni paga. Y le surge una pregunta: ¿qué pasaría si trabajamos a reglamento?

***

Estamos, también, frente a otro cambio importante: la falta de estabilidad laboral es propia de nuestra época. La terciarización, el teletrabajo, la volatilidad del mercado laboral y la puja por la flexibilidad son elementos que nos jugaron en contra como trabajadores y trabajadoras, y nos quisieron convencer de que a esa realidad había que disfrutarla y vivirla en incertidumbre. Existen películas de Hollywood en las que ser despedido no es más que un nuevo comienzo y que lo mejor es lo que está por venir. No nos mintamos: si las empresas buscan precarizar el mercado, necesitan convencernos de que lo mejor que nos puede pasar es el cambio, ser dúctiles y flexibles, ser resilientes y capaces de generar nuestro propio empleo o, de lo contrario, abrazar el salto de empresa a empresa como un plus. ¿Cómo pretenden sostener el compromiso con la empresa y el amor al lugar donde trabajamos si, por otro lado, nos convencen de que el touch and go laboral es lo mejor de la vida?

Hoy estamos, mañana no. ¿De qué sirve comprometerse con una institución que sólo desea descartarnos apenas pueda? Esto comenzó a formar una nueva cultura entre los jóvenes conocida como quiet quitting (en nuestro idioma, renuncia silenciosa). Esto es, trabajar de forma estricta dentro de los horarios estipulados y ejecutar solamente las tareas requeridas. Una forma de ir “desapareciendo” del entorno laboral, sin iniciativa, sin compromiso, sin respuestas imaginativas. Y un círculo vicioso: al trabajar cada vez menos, la demanda será cada vez menor. Esta tendencia comparte muchas características con una forma ya utilizada de protesta sindical: trabajar a reglamento, hacer sólo lo que se nos exige y en los horarios establecidos de forma exigente y taxativa. Esta práctica deja en evidencia no sólo todo lo que realizamos y que jamás se nos reconoce, sino que ralentiza el trabajo haciendo, en cierta medida, inoperativa a la empresa.

Un ejemplo de lucha sindical fue un vuelo de la empresa Iberia que venía para Argentina. Los pasajeros ya estaban listos para el despegue cuando el comandante anunció por parlantes que el vuelo no salía ya que no había cumplido con las 10 horas y media reglamentarias de descanso. En medio de un conflicto entre los trabajadores y la empresa, la medida fue efectiva y llamó la atención de quien correspondía.

La renuncia silenciosa ya es una práctica común en nuestros tiempos. Se estima que en Estados Unidos el 50% de las personas trabajadoras entran dentro de esa categoría. Para las empresas la situación es alarmante, puede significar serios problemas. Existen culpas cruzadas: ¿son los malos jefes que no saben motivar a sus equipos de trabajo y desalientan la participación? ¿O es la generación Z la que debe ser juzgada como una generación de vagos que quieren todo fácil y que tienen una falta de compromiso con sus entornos laborales?

Señalados con el dedo, culpabilizados y preocupados: si la tendencia es la deserción silenciosa, va a ser cada vez más difícil trabajar, hacer equipos, tener espíritu de empresa, comprometerse con los objetivos a perseguir y, finalmente, tener un capitalismo que no para de monetizar nuestras vidas. La pregunta que subyace es: ¿no será que se les fue la mano con la precarización y la rebelión silenciosa los pasó por arriba?

***

Ramiro está frente a la computadora en su casa. Quiere cerrar el día pero no puede. Tiene que entregar una ilustración para mañana a un cliente. Sigue dibujando. Sigue perfeccionando su trabajo. Sigue diseñando. Pero el teléfono no para de sonar. Entre chats familiares y de amigos que lo invitan a jugar al fútbol también hay nuevos trabajos, los que consultan por presupuestos, plazos y formas de entrega, los clientes ya fieles que se tomaron la confianza de pedir cualquier cosa y los que reclaman porque no les gustó algo que fue entregado hace semanas. Tampoco falta el que le pide favores, el que quiere que trabaje gratis porque —dice— “te va a servir promocionarte”, ni la invitación a dar alguna charla a estudiantes jóvenes que quieren saber qué tal es dedicarse a esto.

Todo se suma a la agenda. Todo parece hacerlo colapsar. Se acuerda que debería mejorar su página web y darle más bola a sus redes sociales. El trabajo no le falta, pero hay tanta competencia que si uno no se sostiene y muestra una imagen innovadora y diversa, esa suerte rápidamente puede cambiar. Los ojos se le cierran. “¡Bueno, basta!”, piensa, y apaga la computadora con el fiel compromiso de levantarse temprano para terminar y enviar antes del mediodía. Ya sabe que mañana es sábado, pero para el freelancer no existen los fines de semana. No se puede trabajar a reglamento cuando sos “tu propio jefe”. No se puede renunciar silenciosamente. Para la generación de monotributistas no existen formas de protesta sindical.

***

La misma revolución silenciosa que se gestó en los puestos de trabajo formales puede jugarnos en contra generando más “emprendedores” que no pueden renunciar a ser explotados 24/7. Si de algo sirvieron estas nuevas formas de emprendedurismo es para generar de nuevo empleados “con la camiseta puesta” para hacer lo que hay que hacer. La oficina virtual no cesa en un teléfono saturado de mensajes y de tareas por hacer. Aunque sea para potenciar el propio trabajo, esa búsqueda de excelencia se debe a un sistema que se plantea como una forma de explotación en un mundo que le ha dado la espalda al trabajo registrado. No somos autoexplotados. Somos explotados por un sistema.

Pero ese no es el camino inevitable. No es la única salida. No es aceptar o morir en el intento. Existen formas de cambiar la realidad, y es a través de más revoluciones silenciosas. En el mundo se está luchando por un nuevo derecho: el derecho a la desconexión digital. Ciertamente vivimos en una cultura de la disponibilidad legitimada con frases como “me clavó el visto” o “te vi conectado y te escribí”: si tenés un teléfono en la mano debés estar disponible para el mundo, donde sea, cuando sea, como sea. ¿No llegó la hora de poner cada cosa en su lugar y reclamar como sociedades el derecho a no estar disponibles? Que yo esté conectado, ¿le da a mi interlocutor el derecho a obtener una respuesta inmediata?

Es necesario empezar a imponernos límites de tiempo y de espacio, tanto para los trabajadores en relación de dependencia como para los autónomos. Hay que recuperar el orden en los nuevos espacios de trabajo virtuales y establecer, también, límites claros en los trabajos a realizar: plazos, formas, intervenciones, correcciones y otros menesteres deben ser fijados de antemano. Si no se puede trabajar a reglamento, deben existir las normas mínimas que permitan escudarse en lo pactado previamente. Y la responsabilidad no puede quedar en manos de individuos aislados. Se necesita organización, promoción y nuevas reglas.

Para el discurso hegemónico empresarial la culpa siempre es del otro: de los malos jefes que no saben motivar o de los empleados que quieren comodidad y la vida resuelta. Nunca se plantean la posibilidad de que el problema sea sistémico y estructural a una precariedad que avanza al ritmo de la extinción del trabajo asalariado. Si se va a poner en jaque al propio capitalismo a través de la renuncia silenciosa, la respuesta no puede ser hacer remeras que incitan a quedarse en el trabajo 24 horas al día, 365 días al año. Al contrario, es preciso humanizar el trabajo, brindar seguridad y reglas claras para combatir la cultura de la renuncia silenciosa. Si quieren que nos pongamos la camiseta, vuelvan a mostrar compromiso, vuelvan a enamorar a la clase trabajadora.

El Estado tiene mucho por hacer. En primer lugar, promover comunicaciones sanas desde la educación inicial. Hoy vivimos en internet, accedemos a nuestros derechos, a un trabajo, a entretenimiento, al consumo y a la información. Hay que enseñar a ordenar ese mundo online desde la educación. Esas comunicaciones saludables se deben promover también en espacios de trabajo, de militancia, de familia, y comerciales, prohibiendo el spam y las llamadas a cualquier horario.

En segundo lugar -y principalmente-, debe combatir esta cultura del descarte de los trabajadores que busca una flexibilización laboral a imagen y semejanza de los intereses corporativos. Las quejas y las líneas editoriales en contra de la defensa de los derechos de los trabajadores serán, en definitiva, para salvar un sistema capitalista que colapsa porque se está comiendo su propia cola. Por eso, y ante estos abusos, la renuncia silenciosa se instala en una generación desenamorada.

Fuente: https://www.revistaanfibia.com/renuncia-silenciosa-te-vi-en-linea-y-te-escribi/

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Libro: El día que las máquinas se volvieron locas

El día que las máquinas se volvieron locas

Alexander Estrada Ramírez

Primera Edición 2018

Universidad Autónoma del Estado de México

AV instituto Literario 100 OTE

Toluca – Estado de México

ISBN: 978 – 607 – 422 – 624 – 9

«Es satisfactorio ver cuando los adultos se acercan al auténtico pensamiento del niño, a su espontánea conducta que brota de sentimientos y emociones libres de prejuicios y de miradas; de y hacia un mundo adulto convencional.
Hasta hace poco tiempo algunos escritores han confundido lo ‘infantil’ con lo ‘tonto’ cuando redactan cuentos
‘infantiles’. Olvidan que si un adulto es un niño que ha crecido, entonces el niño debe ser una persona mayor en
potencia. Y ese olvido, que no es otra cosa que una gran falta de respeto a los pequeños, provoca el desequilibrio al resaltar la idea de lo ingenuo como un concepto obsoleto y preexistente y no como una producción dinámica.» (Introducción, p.6)

Descarga este libro para leerlo en familia durante estos días de descanso, en el siguiente enlace:

el-dia-que-las-maquinas

 

 

 

Fuente de la Información: https://openlibra.com/es/book/el-dia-que-las-maquinas-se-volvieron-locas

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Portugal: Por una autocrítica de Europa

Por una autocrítica de Europa

Boaventura de Sousa Santos

 

Debido a que Europa no ha sido capaz de hacer frente a las causas de la crisis, está condenada a hacer frente a sus consecuencias.

El polvo de la tragedia está lejos de haberse asentado, pero, aun así, nos vemos obligados a concluir que los líderes europeos no estaban ni están a la altura de la situación que estamos viviendo. Pasarán a la historia como los líderes más mediocres que Europa ha tenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Ahora están haciendo todo lo posible en la ayuda humanitaria, y no se puede cuestionar el mérito de dicho esfuerzo. Pero lo hacen para salvar las apariencias ante el mayor escándalo de este tiempo. Gobiernan pueblos que, en los últimos setenta años, más se han organizado y manifestado contra la guerra en cualquier parte del mundo donde sea que esta se haya producido. Y no fueron capaces de defenderlos de la guerra que, al menos desde 2014, se venía gestando en casa. Las democracias europeas acaban de demostrar que gobiernan sin el pueblo. Hay muchas razones que nos llevan a esta conclusión.

Esta guerra estaba siendo preparada hace mucho tiempo tanto por Rusia como por los Estados Unidos. En el caso de Rusia, la acumulación de inmensas reservas de oro en los últimos años y la prioridad otorgada a la asociación estratégica con China, concretamente en el ámbito financiero, con miras a la fusión bancaria y la creación de una nueva moneda internacional, y en el comercio donde hay enormes posibilidades de expansión con la iniciativa Belt and Road en Eurasia. En las relaciones con los socios europeos, Rusia ha demostrado ser un socio creíble, dejando claras sus preocupaciones de seguridad.

Preocupaciones legítimas, si por un momento pensamos que en el mundo de las superpotencias no hay buenos ni malos, hay intereses estratégicos que hay que acomodar. Este fue el caso en la crisis de los misiles de 1962 con la línea roja de los Estados Unidos que no quería misiles de mediano alcance instalados a 70 km de su frontera. Que no se piense que fue solo la Unión Soviética la que cedió. Los Estados Unidos también desistieron de los misiles de mediano alcance que tenían en Turquía. Cedieron de manera recíproca, se acomodaron, y tuvieron un acuerdo duradero. ¿Por qué no fue posible lo mismo en el caso de Ucrania?  Veamos la preparación en el lado estadounidense.

Ante el declive del dominio global que ha tenido desde 1945, los EE.UU. buscan consolidar a toda costa zonas de influencia, que garanticen facilidades comerciales para sus empresas y acceso a materias primas. Lo que escribo a continuación se puede leer en documentos oficiales y think tanks, por lo que se prescinde de teorías conspirativas. La política del regime change no está dirigida a crear democracias, solo gobiernos que sean fieles a los intereses de Estados Unidos. No fueron estados democráticos los que surgieron de las sangrientas intervenciones en Vietnam, Afganistán, Iraq, Siria, y Libia. No fue para promover la democracia que alentaron golpes de Estado que depusieron a presidentes elegidos democráticamente en Honduras (2009), Paraguay (2012), Brasil (2016), Bolivia (2019), sin mencionar el golpe de 2014 en Ucrania. Desde hace algún tiempo, el principal rival es China.

En el caso de Europa, la estrategia estadounidense tiene dos pilares: provocar a Rusia y neutralizar a Europa (especialmente a Alemania). La Rand Corporation, una conocida organización de investigación estratégica publicó en 2019 un informe preparado a petición del Pentágono, titulado «Extendiendo Rusia. Competir desde terreno ventajoso».

En él se analiza cómo provocar a los países para que la provocación pueda ser explotada por los Estados Unidos. Con respecto a Rusia, dice: «Hemos analizado una serie de medidas no violentas capaces de explotar las vulnerabilidades y ansiedades reales de Rusia como un medio para presionar al ejército y la economía de Rusia y el estatus político del   régimen en el país y en el extranjero. Los pasos que hemos examinado no tendrían la defensa ni la disuasión como objetivo principal, aunque podrían contribuir a ambos. Por el contrario, tales pasos se consideran elementos de una campaña diseñada para desestabilizar al adversario, obligando a Rusia a competir en campos o regiones donde Estados Unidos tiene una ventaja competitiva, llevando a Rusia a expandirse militar o económicamente, o haciendo que el régimen pierda prestigio e influencia a nivel nacional y/o internacional.”

¿Necesitamos saber más para entender lo que está sucediendo en Ucrania? Rusia fue provocada a expandirse para luego ser criticada por hacerlo. La expansión de la OTAN hacia el este, en contra de lo que se había acordado con Gorbachov en 1990, fue la pieza clave inicial de la provocación. La violación de los acuerdos de Minsk fue otra pieza. Cabe señalar que Rusia comenzó por no apoyar el reclamo de independencia de Donetsk y Lugansk después del golpe de 2014.  Prefería una fuerte autonomía dentro de Ucrania, como está establecido en los acuerdos de Minsk. Estos acuerdos fueron rotos por Ucrania con el apoyo de Estados Unidos, no por Rusia.

En cuanto a Europa, el principio es consolidar la condición de socio menor que no se atreva a perturbar la política de las zonas de influencia. Europa debe ser un socio fiable, pero no puede esperar reciprocidad. Por eso la UE, ante la ignorante sorpresa de sus líderes, fue excluida del AUKUS, el tratado de seguridad para la región del Índico y el Pacífico entre EE.UU., Australia e Inglaterra. La estrategia del socio menor requiere que se profundice la dependencia europea, no sólo en el ámbito militar (ya garantizado por la OTAN) sino también en el económico, es decir, en términos energéticos.

La política exterior (y la democracia) de EE. UU. está dominada por tres oligarquías (no solo hay oligarcas en Rusia y Ucrania): el complejo militar-industrial; el complejo gasífero, petrolero y minero; y el complejo bancario-inmobiliario. Estos complejos tienen ganancias fabulosas gracias a las llamadas rentas monopólicas, situaciones privilegiadas de mercado que les permiten inflar los precios. El objetivo de estos complejos es mantener al mundo en guerra y crear una mayor dependencia de los suministros de armas estadounidenses. La dependencia energética de Europa en relación con Rusia era inaceptable. Desde el punto de vista de Europa, no se trataba de dependencia, se trataba de racionalidad económica y diversidad de socios.

Con la invasión de Ucrania y las sanciones, todo se consumó como estaba previsto, y la apreciación inmediata de los precios de las acciones de los tres complejos tenía champán esperándolos.  Una Europa mediocre, ignorante y sin visión estratégica cae impotente en manos de estos complejos, que ahora les dirán los precios a cobrar. Europa está empobrecida y desestabilizada por no haber tenido líderes a la altura del momento. Además de eso, se apresura a armar a los nazis. Tampoco recuerda que, en diciembre de 2021, la Asamblea General de la ONU adoptó, a propuesta de Rusia, una resolución contra la “glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que promuevan el racismo, la xenofobia y la intolerancia”. Dos países votaron en contra, Estados Unidos y Ucrania.

Las negociaciones de paz en curso son una equivocación. No tiene sentido que sean entre Rusia y Ucrania. Deberían ser entre Rusia y los EE.UU./OTAN/Unión Europea. La crisis de los misiles de 1962 se resolvió entre la URSS y los Estados Unidos. ¿Alguien se acordó de llamar a Fidel Castro para las negociaciones? Es una cruel ilusión pensar que habrá una paz duradera en Europa sin compromiso real por parte de occidente. Ucrania, cuya independencia todos queremos, no debería unirse a la OTAN. ¿Finlandia, Suecia, Suiza o Austria han necesitado hasta ahora la OTAN para sentirse seguros y desarrollarse?

De hecho, la OTAN debería haber sido desmantelada tan pronto como acabó el Pacto de Varsovia. Sólo entonces la UE podría haber creado una política y una fuerza de defensa militar que respondiera a sus intereses, no a los intereses estadounidenses. ¿Qué amenaza había para la seguridad de Europa que justificara las intervenciones de la OTAN en Serbia (1999), Afganistán (2001), Irak (2004), y Libia (2011)?  Después de todo esto, ¿Es posible seguir considerando a la OTAN como una organización defensiva?

Fuente de la Información: https://rebelion.org/por-una-autocritica-de-europa/

 

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Libro: La revolución del arcoiris y su escala de grises: movimiento indígena del Ecuador

La revolución del arcoiris y su escala de grises: movimiento indígena del Ecuador

Stalin Herrera Revelo

CLACSO Secretaría Ejecutiva
Karina Batthyány – Directora Ejecutiva
María Fernanda Pampín – Directora de Publicaciones
Equipo Editorial
Lucas Sablich – Coordinador Editorial
Solange Victory y Marcela Alemandi – Producción Editorial
Julián Rebón y Bernardo Mançano Fernandes – Coordinación de la colección
Herrera Revelo, Stalin
La revolución del arcoiris : movimiento indígena del Ecuador / Stalin Herrera Revelo. – 1a ed. –
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CLACSO, 2022.
Libro digital, PDF – (En movimiento)
Archivo Digital: descarga
ISBN 978-987-813-379-9
1. Pueblos Originarios. 2. Movimiento Social. I. Título.
CDD 305.8
Corrección: Licia López de Casenave
Diseño de cubierta: Ezequiel Cafaro
Diseño y diagramación: María Clara Diez
CC BY-NC-ND 4.0
© Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales | Queda hecho el depósito que establece
la Ley 11723.
El contenido de este libro expresa la posición de los autores y autoras y no necesariamente
la de los centros e instituciones que componen la red internacional de CLACSO, su Comité
Directivo o su Secretaría Ejecutiva.
CLACSO
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – Conselho Latino-americano de Ciências Sociais
Estados Unidos 1168 | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | Argentina
Tel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875 | <clacso@clacsoinst.edu.ar> | <www.clacso.org>
Este material/producción ha sido financiado por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Asdi. La responsabilidad del contenido recae enteramente sobre el creador.
Asdi no comparte necesariamente las opiniones e interpretaciones expresadas.

«La potencia de las luchas sociales se destaca en los trazos de la historia reciente y en la geografía denuestra América. Diferentes movimientos y, en ocasiones, verdaderas rebeliones ciudadanas han empujado cambios en los tiempos sociales y políticos de nuestra región…

La política de las calles y de los campos representa así un elemento significativo en la disputa por el futuro y el horizonte del cambio.» (Bernardo Mançano Fernandes / Julián Rebón, p.17-18)

Este interesante LIBRO puedes descargarlo en el siguiente enlace:

 

 

Revolucion-arcoiris

Fuente de la Información: CLACSO / Novedad Editorial: Dos nuevos libros de la Colección en Movimiento

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Libro: Por estar inventando

Por estar inventando

Aivelí Bolívar Moscaritolo

Ilustrado por Henry Rojas

Aivelí Bolívar Moscaritolo
Fundación Editorial El perro y la rana, 2018 (digital)
Centro Simón Bolívar, Torre Norte, piso 21, El Silencio,
Caracas – Venezuela, 1010.
Teléfonos: (0212) 768.8300 / 768.8399
Correos electrónicos
atencionalescritorfepr@gmail.com
comunicacionesperroyrana@gmail.com
Páginas web
www.elperroylarana.gob.ve
www.mincultura.gob.ve
Redes sociales
Facebook: Fundación Editorial Escuela El perro y la rana
Twitter: @perroyranalibro
Diseño de portada y diagramación
Henry Rojas
Ilustraciones
Henry Rojas
Edición
Yanuva León
Corrección
Marwelys Pinto
Hecho el Depósito de Ley
Depósito legal DC2018001971
ISBN 978-980-14-4345-2

Esta licencia Creative Commons permite la redistribución
comercial y no comercial de la obra, siempre y cuando se haga
sin modificaciones y en su totalidad, con crédito al creador.

 

Por estar inventando corresponde a la Colección AVÍSPATE de la Fundación Editorial El Perro y la Rana. Es un hermoso texto para los pequeños, que les permite acercarse con frecuencia a la lectura y a los descubrimientos científicos, puntuales para la humanidad.

«La colección Avíspate reúne libros didácticos como apoyo sólido al proceso formativo de las generaciones emergentes. Para esta casa editorial es imperativo cubrir no solo el espectro de géneros literarios, sino también
las diversas áreas del conocimiento que contribuyen a la conformación de sujetos integrales y para lograrlo es determinante atender al público lector en sus primeras edades.» (Por estar inventando, p.6)

Puedes descargar el libro en el siguiente enlace:

por_estar_inventando

 

Fuente de la Información: Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación / CII OVE

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Venezuela: El pan nuestro de cada día

El pan nuestro de cada día

Luis Brito García

1

Por dos cosas, apunta el pícaro Arcipreste de Hita, trabaja humanidad entera: el alimento, la primera, y por haber coyunda con hembra placentera. Así es. Por más vueltas que le demos o ropajes ideológicos que esgrimamos, en el fondo de todo acto y de toda controversia está la prosaica alimentación. Procede preguntarse quiénes la manejan.

2

La tierra, en principio patrimonio de la humanidad, ha sido acaparada por un número ínfimo de terratenientes, que en última instancia decide quién podrá vivir y quién no. Así como crece una progresiva concentración del capital industrial y el financiero, se incrementa la del capital agrícola y pecuario. En el mundo unas 75 grandes empresas dominan la producción y comercialización de alimentos, clasificadas en 2018 de acuerdo con el monto de su índice de capitalización bursátil en miles de millones en euros, en una escala que arranca con los 202,67 € de la suiza Nestlé y concluye con los 3,99€ de la estadounidense Snyders Lance. Examinemos las primeras doce empresas de la lista. Siete pertenecen a Estados Unidos: Kraft Heinz, Mondelez International, General Mills, Tyson Foods, Kellog Co., Archer-Daniels-Midland Co. y Hershey. Una es francesa (Danone), otra inglesa (Associated British Foods), dos son chinas (Inner Mongolia Yili Indus, Foshan Haitian Flavouring). Para mayor detalle, en la lista de total de 75 empresas, 20 son estadounidenses, 16 chinas. (https://economipedia.com/definiciones/empresas/empresas-de-alimentos-mas-grandes-del-mundo.html). Por alguna razón, no se incluyen compañías de Rusia y Ucrania, que en 2019 exportaban más del 25% por ciento del trigo del mundo (https://bit.ly/3tEtf01).

3

La organización Oxfam ofrece un cuadro todavía más sencillo en su informe de 2012 sobre «El lado oscuro del comercio mundial de cereales: El impacto de las cuatro grandes comercializadoras sobre la agricultura mundial». En dicho documentado e irrefutable estudio se revela que sólo cuatro grandes empresas –Archer Daniels Midland (ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, conocidas colectivamente como las ABCD– dominan el 90% del comercio de los cereales a escala mundial, y tienen un papel central en el sistema agroalimentario del planeta. Según demuestran Sophia Murphy, David Burch y Jennifer Clap, autores del Informe, «Estas comercializadoras no sólo operan con las materias primas en su estado físico, sino que lo hacen desde el terreno donde se producen y a lo largo de toda la cadena hasta el procesamiento de los alimentos. Suministran semillas, fertilizantes y agroquímicos a los productores, y adquieren los productos agrícolas, almacenándolos en sus propias instalaciones. Actúan como propietarias de la tierra, productoras ganaderas y avícolas, procesadoras de alimentos, transportistas y productoras de biocombustibles, así como proporcionan servicios financieros en los mercados de materias primas (rr-cereal-secrets-grain-traders-agriculture-30082012-es).

4

Que sólo cuatro empresas privadas administren a voluntad la producción de la cual depende la vida de las nueve décimas partes de los 8.000 millones de habitantes del mundo, parece desproporcionado. Es lo que los más acérrimos neoliberales llamarían un mercado de competencia imperfecta, en el cual no rigen las leyes de la demanda y la oferta porque esta última depende apenas de cuatro oferentes que fácilmente pueden ponerse de acuerdo para eliminar la competencia.

5

Así como el capital tiende a concentrarse en un número cada vez menor de manos, la tierra tiende a caer en un cada vez más reducido número de propietarios. En los orígenes de la humanidad la tierra era común. La escisión de la sociedad en clases reservó violentamente para una élite su propiedad, y para las clases dominadas el duro trabajo que la hacía producir. Todavía en la actualidad son los campesinos arrojados de sus fundos o «desplazados» por supuestas operaciones militares en Indonesia o en Colombia. A veces la desposesión es más sutil: opera por vía de «deudas» impagables o la imposición de leyes que quiebran a los pequeños agricultores, como el TLC en México, que permitió que la producción agrícola altamente mecanizada de Estados Unidos arruinará a más de cuatro millones de campesinos mexicanos que debieron emigrar para engrosar la marginalidad de las ciudades. Pero la lucha contra los grandes latifundios transnacionales no cesa. En Brasil, sigue activo el Movimiento de los Sin Tierra, en el cual centenares de miles de campesinos sin fundos o expulsados de ellos acampan en el borde de las carreteras exigiendo disponer de medios de vida. En la India estalló una masiva revuelta campesina en 2020 y 2021, «contra la desigualdad producida por el neoliberalismo, el capitalismo y el imperialismo en el Sur Global», que obtuvo importantes victorias a pesar de una represión que causó 715 víctimas fatales (https://www.tni.org/en/article/dare-to-win-lessons-from-the-indian-farmers-movement?gclid=Cj0KCQiAkMGcBhCSARIsAIW6d0CJFQue2eYzCcB0YP2Qs0LF8X0afrHOSbQ12Vcm4U6EzcnqSIrNS3UaAqSDEALw_wcB).

En Sri Lanka, otra masiva sublevación campesina hizo huir en 2022 a un gobierno, que había puesto en peligro la producción de alimentos mediante un paquete de extremas medidas «conservacionistas» que entre otras cosas prohibían el uso de fertilizantes nitrogenados químicos. Durante tres años, los granjeros holandeses han protestado contra «crecientes regulaciones ambientales» tendientes a reducir las emisiones de óxido de nitrógeno y amoníaco en un 50% para 2030. (https://www.dailysignal.com/2022/07/15/sri-lanka-collapses-and-dutch-farmers-revolt-blame-green-policies/).


6

Así como el capital financiero se desvía de la producción real para concentrarse en una especulación ficticia que sólo produce dividendos, también aplica la producción alimenticia como instrumento especulativo. De igual manera que el capital incurre cíclicamente en crisis de sobreproducción que arruinan a los productores pequeños y medianos a favor de los grandes, el capital agrícola y pecuario está sujeto a graves crisis periódicas que pagan los consumidores. Desde principios de siglo el precio de los alimentos no ha hecho más que aumentar. Como advierte el editorialista inglés George Monbiot, del cotidiano The Guardian, «nuestro sistema alimentario está a punto de colapsar como sucedió con los bancos en 2008 (https://bit.ly/3NXoZAF)».

7

Para remediar la situación, movimientos y gobiernos progresistas debemos frenar la devastación de las zonas verdes y humedales del planeta; vetar todas las iniciativas de privatización de las aguas o de los sistemas para su distribución; colocar bajo control social aguas y tierras cultivables; prohibir las compras masivas de tierras por transnacionales o potencias extranjeras, ejecutar radicales reformas agrarias; declarar de interés público y proteger la producción de alimentos; limitar el cultivo de textiles, agrocombustibles o vegetales para consumo del ganado, y favorecer el de especies para alimentación humana directa; sujetar la importación o exportación de tales bienes al interés público; controlar rigurosamente los transgénicos y penalizar drásticamente la especulación con tierras o con productos alimenticios.

8

De poco servirán sin embargo tales medidas mientras se las intente dentro del modo de producción capitalista, que funda la acumulación de cuatro empresas sobre el hambre de toda la humanidad.

TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO

 

Fuente de la Información: https://www.aporrea.org/ideologia/a317903.html

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UNICEF: 11 emergencias que necesitan más atención y apoyo en 2023

11 emergencias que necesitan más atención y apoyo en 2023

En todo el mundo, UNICEF seguirá apoyando a los niños y las familias que se enfrentan a crisis humanitarias.

Hoy en día, hay más niños que necesitan asistencia humanitaria que en cualquier otro momento desde la Segunda Guerra Mundial. En todo el mundo, los niños y sus familias se enfrentan a una combinación letal de crisis, desde conflictos y desplazamientos hasta brotes de enfermedades y tasas vertiginosas de desnutrición. Mientras tanto, el cambio climático está empeorando estas crisis y desencadenando otras nuevas.

Pero si bien la situación es grave, está lejos de ser desesperada. Sabemos cómo llegar a los niños con mayor riesgo y mayor necesidad. Ya sea distribuyendo ropa de invierno, brindando espacios seguros para familias desplazadas o entregando tratamientos como Alimentos Terapéuticos Listos para Usar (RUTF), UNICEF está en el terreno, desde Bangladesh hasta Yemen, desde Haití hasta Sudán del Sur.

La financiación flexible de socios y donantes es fundamental para permitirnos responder rápidamente, dónde y cuándo las familias necesitan ayuda, al mismo tiempo que nos preparamos para amenazas futuras.

Estas son 11 emergencias donde los recursos se han quedado cortos:

Sudán del Sur

Sudán del Sur. Un niño vadea las aguas de la inundación en el estado de Jonglei.

Un niño vadea las aguas de la inundación en el estado de Jonglei en Sudán del Sur.

Las inundaciones sin precedentes en Sudán del Sur han cobrado un precio devastador en las familias. Los cultivos han sido destruidos, los espacios de pastoreo para el ganado y otros animales han quedado sumergidos y las familias se han visto obligadas a huir de sus hogares. Con el aumento del hambre y la desnutrición en las regiones inundadas, es probable que algunas comunidades se enfrenten al hambre sin una asistencia humanitaria sostenida.

UNICEF está trabajando para detectar y tratar a los niños con desnutrición aguda severa, también conocida como emaciación severa, la forma más letal de desnutrición y una de las principales amenazas para la supervivencia infantil. Para ayudar a preparar a las familias para futuras crisis climáticas, UNICEF también está introduciendo medidas como infraestructura elevada para ayudar a reducir el impacto de las inundaciones repetidas.

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Yemen

Yemen. Un niño come de una bolsita de alimentos terapéuticos listos para usar en un centro de alimentación terapéutica en la gobernación de Raymah, Yemen.

Un niño come de una bolsita de alimentos terapéuticos listos para usar en un centro de alimentación terapéutica en la gobernación de Raymah, Yemen.

Después de ocho años de conflicto, los sistemas de los que dependen las familias de Yemen siguen al borde del colapso total. Más de 11.000 niños han sido asesinados o mutilados desde 2015, mientras que los conflictos, los desplazamientos masivos y las perturbaciones climáticas recurrentes han dejado a más de 2 millones de niños con desnutrición aguda y luchando por sobrevivir.

UNICEF está sobre el terreno en Yemen , brindando apoyo nutricional y de salud que salva vidas a través de actividades comunitarias como la detección temprana y el tratamiento de la desnutrición infantil. RUTF ha sido una de las herramientas más efectivas para abordar la desnutrición en todo el mundo. Esta pasta de micronutrientes, densa en energía, ha ayudado a tratar a millones de niños en todo el mundo amenazados por una emaciación severa.

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Haití

Haití. Pesan a un niño en una clínica comunitaria cerca de la ciudad de Camp-Perrin en Haití antes de recibir múltiples vacunas.

Se pesa a un niño antes de recibir múltiples vacunas en una clínica de extensión cerca de Camp-Perrin, Haití.

Agitación política, disturbios civiles y violencia de pandillas, pobreza paralizante y desastres naturales: una combinación mortal de amenazas ya representaba un desafío enorme para las familias en Haití. Pero un aumento del cólera en 2022 plantea otro riesgo para la salud de los niños y sus vidas.

A pesar del entorno extremadamente volátil, UNICEF ha estado trabajando con sus aliados para intensificar los esfuerzos para proteger a las familias contra el cólera mediante la entrega de kits contra el cólera y tabletas purificadoras de agua y el transporte de agua limpia en camiones. Para contener la desnutrición, UNICEF también está examinando a los niños en busca de emaciación para garantizar que aquellos que necesitan ayuda puedan recibir tratamiento en clínicas móviles y otras instalaciones.

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República Democrática del Congo

República Democrática del Congo. Una mujer que huyó de su casa cuando estallaron los enfrentamientos en una aldea de la provincia de Kivu del Norte, República Democrática del Congo, recoge agua frente a una escuela de la provincia.

Una mujer que huyó de su casa cuando estallaron los enfrentamientos en una aldea de la provincia de Kivu del Norte, República Democrática del Congo, recoge agua frente a una escuela de la provincia.

La escalada del conflicto armado y los brotes recurrentes de enfermedades mortales están cobrando un alto precio a millones de niños en la República Democrática del Congo. El país alberga el segundo mayor número de desplazados internos del mundo. Las condiciones de hacinamiento en los campamentos en los que viven las familias están llenas de peligros para los niños, que se enfrentan a un mayor riesgo de violencia y enfermedades.

A pesar del entorno impredecible en algunas partes del país, los programas continúan para las familias más vulnerables, incluidos los servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH), protección infantil, salud y nutrición.

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Pakistán

Pakistán. Una niña llena un balde incluido en un kit de higiene distribuido por UNICEF en un punto de agua en un campamento en la provincia de Sindh, Pakistán.

Una niña llena un balde incluido en un kit de higiene distribuido por UNICEF en un punto de agua en un campamento en la provincia de Sindh, Pakistán.

Las lluvias que provocaron inundaciones históricas en gran parte de Pakistán en 2022 pueden haber terminado, pero la crisis para los niños no. Meses después de que las inundaciones asolaran el país, grandes extensiones de tierras de cultivo y aldeas siguen bajo el agua, mientras que millones de niñas y niños siguen necesitando apoyo inmediato para salvar sus vidas. Alrededor de 8 millones de personas todavía están expuestas a inundaciones o viven cerca de áreas inundadas. Muchas de estas familias aún viven en tiendas de campaña improvisadas junto a la carretera o cerca de los escombros de su hogar, a menudo al aire libre, justo al lado de agua contaminada y estancada.

UNICEF continúa respondiendo a las necesidades humanitarias urgentes, al mismo tiempo que restaura y rehabilita las instalaciones existentes de salud, agua, saneamiento y educación para las familias que regresan a sus hogares.

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Burkina Faso

Burkina Faso. Una niña juega en un espacio acogedor para los niños que recibe apoyo de UNICEF en Wedbare, Región Centro-Norte, Burkina Faso.

Una niña juega en un espacio acogedor para los niños que recibe apoyo de UNICEF en Wedbare, Región Centro-Norte, Burkina Faso.

La fragilidad política, los impactos del cambio climático y las crisis económicas y sanitarias han contribuido al desplazamiento interno de alrededor de 1,7 millones de personas en Burkina Faso, el 60 % de ellos niños. La ansiedad, la depresión y otros problemas relacionados con el estrés asociados con el desplazamiento pueden afectar la salud emocional y física de los niños durante toda su vida.

Al trabajar con aliados, UNICEF se está enfocando en establecer espacios seguros que brinden actividades regulares y estructuradas para ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar habilidades para enfrentar crisis, resolver problemas, regular sus emociones y formar y mantener relaciones.

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Birmania

Birmania. Un especialista en salud y nutrición de UNICEF habla con una mujer que sostiene a su bebé durante una sesión de asesoramiento sobre nutrición en el este del estado de Shan, en Myanmar.

Un especialista en salud y nutrición de UNICEF habla con una mujer que sostiene a su bebé durante una sesión de asesoramiento sobre nutrición en el este del estado de Shan, en Myanmar.

La profundización del conflicto civil en Myanmar sigue afectando a los niños y sus familias, con unos 5,6 millones de niños que necesitan asistencia humanitaria. Los ataques contra escuelas y hospitales han continuado a niveles alarmantes, mientras que se han denunciado graves violaciones de los derechos del niño en los conflictos armados . El conflicto ha socavado la prestación de servicios de salud infantil, incluida la inmunización de rutina, lo que amenaza con causar estragos duraderos en la salud y el bienestar de los niños.

Con un gran número de niños sin vacunar, UNICEF está trabajando para reanudar la inmunización completa para todos los niños que la necesitan. UNICEF también está trabajando para aumentar el acceso de los niños a entornos de aprendizaje seguros y colaborando con socios para educar a los niños en Myanmar sobre los riesgos de los artefactos explosivos.

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Estado de Palestina

Una niña se encuentra en la cocina de la casa de su familia. Su familia recibió protección social centrada en los niños y asistencia en efectivo para familias con niños que se vieron afectadas por la escalada de mayo de 2021 en la Franja de Gaza.

Una niña se encuentra en la cocina de la casa de su familia. Su familia recibió protección social centrada en los niños y asistencia en efectivo para familias con niños que se vieron afectadas por la escalada de mayo de 2021 en la Franja de Gaza.

Los niños en el Estado de Palestina continúan enfrentando una crisis de protección prolongada y una ocupación continua. Alrededor de 2,1 millones de personas , más de la mitad de ellos niños, ahora requieren asistencia humanitaria.

Desde 2009 , UNICEF ha estado apoyando centros familiares en la Franja de Gaza para brindar atención psicosocial a los niños. Los niños que necesitan servicios más especializados, como los que enfrentan violencia en el hogar, la escuela o el trabajo, cuentan con un administrador de casos que trabaja directamente con ellos y sus familias. Estos centros familiares también brindan un espacio seguro para jugar y participar en actividades grupales, lo que no solo apoya el desarrollo de los niños, sino que también ayuda a educarlos sobre algunas de las amenazas a la seguridad que pueden enfrentar, incluida la forma de identificar restos explosivos de guerra .

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Bangladesh

Bangladés. Niñas rohingya estudian el plan de estudios de Myanmar en un centro de aprendizaje de UNICEF en un campo de refugiados en Bangladesh.

Niñas rohingya estudian el plan de estudios de Myanmar en un centro de aprendizaje de UNICEF en un campo de refugiados en Bangladesh.

A medida que la crisis de los refugiados rohingya entra en su quinto año, Bangladesh todavía alberga a cientos de miles de refugiados rohingya que se establecieron en el distrito de Cox’s Bazar después de huir de la violencia extrema en Myanmar. Si bien se han brindado servicios básicos en los campamentos, los niños aún enfrentan brotes de enfermedades, desnutrición, oportunidades educativas inadecuadas y otros riesgos como la explotación y la violencia.

UNICEF continúa apoyando una amplia gama de servicios para las familias rohingya, incluidos los centros de atención primaria de la salud y los centros de aprendizaje, al tiempo que mejora el acceso a los servicios para los niños con discapacidad.

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Siria

Siria. Una niña dibuja en un aula de primera infancia en una escuela en la ciudad de Homs, Siria.

Una niña dibuja en un aula de primera infancia en una escuela en la ciudad de Homs, Siria.

Más de una década de crisis humanitarias y hostilidades ha dejado a los niños en Siria enfrentando una de las emergencias más complejas del mundo . Dos tercios de la población requieren asistencia debido al empeoramiento de la crisis económica, las continuas hostilidades localizadas, el desplazamiento masivo y la infraestructura pública devastada. El conflicto ha sido testigo de una de las mayores crisis educativas de la historia reciente, con toda una generación de niños sirios pagando un precio devastador.

UNICEF está llegando a los niños con educación, apoyo psicosocial y oportunidades de desarrollo para adolescentes. Como parte de su respuesta de invierno, UNICEF y sus aliados están brindando asistencia en efectivo a las familias registradas, combustible para la calefacción de las escuelas y los espacios de aprendizaje, así como ventanas aislantes para que los niños puedan continuar aprendiendo incluso en medio de las duras condiciones climáticas.

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Kenia

Kenia. Las personas recolectan agua en un punto de agua alimentado por una bomba solar instalada por UNICEF en Garissa, Kenia.

Las personas recolectan agua en un punto de agua alimentado por una bomba solar instalada por UNICEF en Garissa, Kenia.

Cuatro temporadas de lluvias fallidas seguidas han dejado a Kenia experimentando su peor sequía en 40 años. Sin agua, los cultivos no pueden crecer y los animales y el ganado mueren. La pérdida resultante de alimentos nutritivos, combinada con un saneamiento deficiente, ha dejado a cientos de miles de niños que requieren tratamiento por emaciación. Los niños con emaciación son demasiado delgados y sus sistemas inmunológicos son débiles, lo que los hace vulnerables a retrasos en el desarrollo, enfermedades y muerte.

En asociación con otros organismos de las Naciones Unidas y organizaciones nacionales e internacionales, UNICEF continúa apoyando al Gobierno de Kenia para que brinde asistencia vital a las personas afectadas por sequías, inundaciones y brotes de enfermedades, lo que incluye exámenes de nutrición, distribución de ATLC y rehabilitación de pozos para mejorar acceso al agua que tanto se necesita.

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Fuente de la información: https://www.unicef.org/emergencies/11-emergencies-need-more-support-2023

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