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Innovar en educación: Aprender una nueva sintaxis

Por: Redem

Una búsqueda rápida de la palabra “innovación” en Google genera casi ¡500 millones de resultados! Y es que los jóvenes emprendedores están transformando el panorama económico, político y social cambiando la forma en que hacemos negocios, obtenemos créditos, nos comunicamos y, más aún: cómo nos educamos. La innovación ha venido desempeñando un papel importante en discusiones sobre la educación desde los estudios de pregrado y postgrado en las universidades estadounidenses hasta las escuelas primarias y secundarias en Perú. Pero, ¿Es ¨innovación¨ sólo una palabra de moda con alto valor comercial o hay algo más?

Para ser justos, la innovación siempre ha jugado un papel en producir el cambio. Pensemos, por ejemplo, en ideas tan grandes como la máquina de vapor, el estado-nación o la bomba atómica. Pero ¿qué es lo nuevo ahora? La diferencia clave es que, mientras que en el pasado las innovaciones importantes eran tan raras que marcaban la transición de una época a otra, la nuestra es una edad definida por transformaciones constantes y de largo alcance. El mareo que a veces sentimos no es porque el ritmo de los cambios es demasiado rápido o su alcance demasiado amplio; es porque esta es la nueva normalidad.

En pocas palabras, ahora estamos trabajando con un estilo de vida que utiliza una sintaxis diferente que dificulta el entendimiento del significado y la profundidad de tantos cambios. En este mundo tan cambiante, la mejor opción que tenemos es desarrollar las habilidades cognitivas y no cognitivas para navegar e interactuar productivamente con los cambios en curso. A escala, esto sólo puede provenir de una sola fuente: la educación.

Entonces, en lugar de hablar de innovaciones en educación, ¿es la educación es en sí misma la innovación?. En cierto sentido, sí. En todo el mundo, más de 70 millones de niños no reciben educación formal y más de 700 millones de adultos son analfabetos. Para ellos, cualquier educación es transformadora. Asegurar su educación es imprescindible, y los programas intensivos en tecnología, como el Media Center, en el estado brasileño de Amazonas, pueden ser una herramienta poderosa y rentable. Esto se refiere a un importante foco de las innovaciones: la eficiencia. Hacer las cosas de una manera más barata y/o más rápida puede preparar el camino para reducir las desigualdades, ya que más personas pueden beneficiarse de lo que anteriormente estaba restringido.

Sin embargo, los aumentos de eficiencia no serán suficientes. La educación misma tendrá que transformarse profundamente tanto en los países avanzados como en los países en desarrollo. Una razón es que, como algunos han argumentado, el 65% de los niños que entran a la escuela primaria terminarán trabajando en trabajos que ni siquiera existen hoy en día. Y es muy probable que las habilidades enseñadas y desarrolladas en las escuelas no sean las necesarias para esos nuevos trabajos. Deberán entonces desarrollarse y ampliarse a niveles masivos programas y políticas que permitan nuevas formas de interacción entre profesores y alumnos, con currículos y prácticas docentes que integren múltiples materias de manera atractiva y que se enfoquen en la resolución de problemas, al mismo tiempo que potencien la colaboración y la creatividad.

La buena noticia es que estamos presenciando más y más iniciativas con esas características, y más gente se une a la tendencia. Por ejemplo, el BID y Google for Education firmaron recientemente un acuerdo para aprovechar sus respectivas fortalezas y mejorar los enfoques tradicionales de la enseñanza, el aprendizaje y la recopilación de datos educativos en América Latina y el Caribe. Una de las actividades incluidas en este acuerdo es el diseño de soluciones tecnológicas para brindar acceso a educación de calidad a comunidades remotas en países como Panamá y Brasil.

Otro ejemplo de esta tendencia es la consolidación de uno de los mejores depósitos de innovaciones educativas: el Centro de Innovaciones Educativas. Del mismo modo, iniciativas como el programa NTPPS en Ceará, Brasil, han mostrado impactos prometedores en las habilidades cognitivas y socioemocionales de los estudiantes de secundaria.

Desde la División de Educación, al promover el debate sobre innovación, queremos resaltar la importancia de las innovaciones educativas que reconocen este mundo lleno de transformaciones y preparan a los niños y jóvenes para desarrollar las habilidades necesarias para dar sen

Fuente: http://www.redem.org/innovar-en-educacion-aprender-una-nueva-sintaxis/

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La sensación de fracaso en la persona con autismo

Por: Daniel Comin

Una vez escuché a alguien decir “La persona con autismo tiene muy pocos momentos agradables”, es quizá una de las frases más duras, pero a la vez más realistas que he oído sobre las personas con autismo y su calidad de vida. Y es que el entorno, en general, puede ser muy hostil hacia estas personas. Ya sea por saturación sensorial, por incomprensión de lo que sucede, por cero empatía por parte de los demás hacia él o ella, etcétera, en suma, un entorno que le dificulta fuertemente el día a día, y como resultado vemos que esos momentos agradables son escasos.

Pero no debemos obviar que la persona puede desarrollar un sentimiento sostenido de fracaso, aspecto que en muchas ocasiones empieza en la infancia. Intento hacer una construcción con piezas en base a una idea que llevo en mi mente, pero las piezas no se mantienen y se caen. Me frustro, y exploto lanzando todas las piezas y gritando. Cuando el niño, con problemas para gestionar sus propias emociones y frustración presenta conductas explosivas, recibe en muchos casos una corrección de la conducta inadecuada, “así no, esto no se hace, etc, etc, etc”, es decir, ante una frustración por no poder hacer algo recibe una actitud que él percibe como negativa y correctora. No olvidemos que en muchos casos la capacidad de ideación y construcción espacial está fuertemente afectada, siendo un déficit no atendido per se. Este es un ejemplo, pero las situaciones pueden ser muy diversas.

Esta sensación de fracaso acompaña a la baja autoestima, que es un problema que podemos observar ya en la infancia, aunque quizá exista la tendencia a pensar que lo de la autoestima es algo que se despierta en la adolescencia. Pues no hay nada más triste que ver a niños de 5 años con baja autoestima, aunque es más triste ver que nadie se de cuenta.

A su vez los problemas de comunicación, incluyendo a quienes tienen buen dominio del lenguaje (Hablar no implica entender correctamente), han de ser atajados para evitar que la sensación de incomprensión e incomunicación perdure en el tiempo.

Los problemas de comprensión, reciprocidad social, interacción, inflexibilidad, es decir, esas bases nucleares del autismo, generan que -desde la infancia- la persona con autismo fracase muchas veces, y estamos viendo como a nivel emocional esta situación pasa factura, en muchos casos con una respuesta puramente conductual. También podemos encontrar una situación distinta, donde la persona ha sido totalmente dirigida en todas sus acciones, coartando actitudes de autodeterminación e independencia. De esta forma, al no fomentar la independencia de la persona no ayudamos a que se desarrollen esas capacidades que, a priori, pueden ser deficitarias. No olvidemos los problemas de función ejecutiva que están presentes también en el autismo.

Vemos por tanto que existe una larga lista de factores que condicionan de forma negativa la interacción de la persona con su entorno, y que está, por tanto, afectando a su visión e interacción global, en cómo me desenvuelvo en la vida. Desde personas con altas a cero necesidad de apoyo esto se va a poder dar si no enfrentamos esta situación. No es algo exclusivo del Asperger, ese fracaso social (por ejemplo), también en personas con altas necesidades de apoyo, donde cosas a priori sencillas pueden ser actividades extremadamente complejas para ellos. Muchas veces hablamos del déficit en la reciprocidad social y de empatía social de las personas con autismo, aunque no nos damos cuenta de que ese déficit es aplicable también al que emite ese juicio, ya que en muchas ocasiones no somos capaces de comprender ese déficit social y tampoco somos capaces de ponernos nosotros en sus zapatos, al final se hace cierto eso de ver la paja en el ojo ajeno pero no ver la viga en el propio.

En resumen, vemos como los aspectos que dificultan la vida social de la persona con autismo pueden generar no solo ansiedad, frustración, irritabilidad, etcétera, pueden generar una sensación de fracaso, de indefensión aprendida incluso. Y este aspecto puede evitar que en el futuro la persona desee asumir nuevos retos, por aquello de “para qué me voy a esforzar si no lo voy a conseguir” o peor aún “no quiero hacer nada nuevo porque el miedo al fracaso me paraliza”, ese pensamiento, que nos lleva a un sentimiento depresivo, debe ser atajado e identificado lo antes posible. Debemos ser conscientes que trabajar la autodeterminación e independencia de la persona es básico y fundamental. En muchas ocasiones quizá seamos nosotros mismos los que -de manera inconsciente- estemos restringiendo esa actitud. Es por tanto muy importante que tengamos como uno de los objetivos el fomentar esa independencia, crear siempre los apoyos necesarios, y aseguranos que la persona comprende bien el proceso, lo realiza, lo acaba con éxito, y sobre todo, que reciba ese reforzador emocional, siempre adecuado a su edad y entorno. No será lo mismo reforzar a un niño de 5 años que a un adolescente de 15, o a una persona con Asperger que a una persona con altas necesidades de apoyo. Debemos ser muy conscientes de estos aspectos siempre que vayamos a preparar actividades destinadas, precisamente, a reforzar los aspectos que tienen que ver con esa independencia y autodeterminación, que esas acciones convertidas en un logro exitoso deben tener un sentido lógico en la vida de la persona. Y sobre todo, tengamos claro que realizar una sobre-exigencia puede ser frustrante para todos, tanto para la persona como para el terapeuta o familiar.

No debemos olvidar que a nivel emocional, el sentimiento de fracaso puede ser un freno tremendo a la adquisición de nuevas habilidades. Por tanto, hay que considerar algunos factores previos al inicio de un programa de refuerzo emocional:

  • Evaluar las competencias comunicativas y de comprensión.
  • Evaluar los aspectos sensoriomotrices que pueden ser necesarios para el desempeño de una determinada actividad.
  • Diseñar actividades que desemboquen en un logro útil para la persona.
  • Evitar actividades excesivamente complejas, es mejor ir paso a paso, incluso en determinados casos no pasa nada si empezamos por cosas ya conseguidas, de forma que generemos un plan lineal de hitos a conseguir, del muy fácil al más complejo.
  • Generar secuencias temporales para que la persona pueda tener una guía visual de cada actividad, recuerden, en muchas ocasiones su memoria de trabajo puede jugarles malas pasadas.
  • Diseñar adecuadamente el modelo de apoyo para cada actividad, procurar no generar actividades que aumenten la dependencia, el ¡tú puedes solo! debe ser una máxima. Una cosa es enseñar a hacer algo, y otra es enseñar a hacer algo con el apoyo de otra persona.

El refuerzo emocional es muy potente, y por tanto ha de ser usado con prudencia, todo lo que tiene de bueno, podría volverse en nuestra contra.

Hay aspectos sobre el fracaso que pueden ser positivos y que deberemos saber trabajar de forma consciente. Si hay alguna actividad que nos cuesta mucho llevarla a cabo con éxito, el día que lo conseguimos, como es lógico, tendremos una gran alegría. Esa alegría es tremendamente motivadora, nos enseña a que si nos esforzamos podremos conseguir cosas a priori difíciles. Es un principio básico de la motivación, pero ojo, debemos tener claras dos cosas que deben ser perfectamente comprendidas y asumidas por la persona con autismo: La motivación y el motivo. Que no son lo mismo. Por ejemplo: quiero aprender a hacer aviones de papel para jugar con otros niños, el motivo puede ser jugar con otros niños. Pero la motivación puede ser sencillamente que jugar con otros niños me produce un gran placer y felicidad, por tanto, tener esa sensación placentera es mi motivación, y el motivo es jugar con otros niños. Estos aspectos, algo abstractos, pueden resultar complejos para la persona con autismo, que quizá no sepa encadenar adecuadamente la acción con la consecuencia y con la reacción emocional. Echarles una mano con secuencias temporales realizadas ad hoc puede ser una buena idea, pero no una secuencia temporal como las de me cepillo los dientes, sino más encaminada a ayudar a establecer aspectos emocionales en cada una de las situaciones.

Pongamos un ejemplo, aprender a ir en bicicleta. En muchos casos es una tarea muy compleja para el niño con autismo, implica una coordinación sensoriomotriz importante, si el niño tiene un problema vestibular y propioceptivo, le puede dar mucho miedo, por aquello del pánico grativacional, si lo forzamos a aprender a ir en bicicleta, quizá le generemos un miedo innecesario. Sería por tanto adecuado llevar a cabo un proceso previo de integración sensorial para resolver esa situación y posteriormente enseñarle a ir en bicicleta. En casos donde el niño tenga una mala coordinación oculo-manual y una pobre motricidad fina, pues estamos en la misma situación, no forcemos al niño a intentar tener una buena caligrafía, a realizar trazados perfectos, en tanto en cuanto no resolvamos esa problemática previa. Aquí la evaluación de los déficits es básica, para que podamos realizar una intervención correcta, el orden de los factores altera el producto, así que hay que prestar la atención adecuada a esos aspectos.

Tanto en familia, como en gabinete, como en el colegio, tenemos muchas oportunidades para poder trabajar este tipo de aspectos, ya sean en solitario o en grupo. Es importante conocer las fortalezas y debilidades del niño, sus intereses, y sobre todo, tener una buena evaluación, y nuevamente la importancia de que todos quienes intervienen con el niño compartan información es vital, de la misma forma que preparar programas encadenados, que pueda ser iniciado en gabinete, donde se marcan las pautas, llevado a casa para el refuerzo, y rematado en el colegio, donde además tenemos el input del grupo. Este tipo de trabajo nos puede ser útil para aspectos como ir al baño en niños pequeños, a animarse a tener relaciones sociales en jóvenes con autismo de alto funcionamiento, etc. Dar esa seguridad a la persona le va a ser algo tremendamente útil en el día a día. Incluso que sepa en un momento determinado pedir ayuda para algo concreto, pero pedirá ayuda con un propósito claro, para un fin específico, eso ya es un gran logro, ya que esa petición implica una reciprocidad, una comprensión de la situación, un deseo claro, y un reconocimiento de que una ayuda puntual me es útil a mi, que soy quien deseo resolver la situación.

Sean por tanto creativos, muy observadores, y recuerden no solo compartir la información (por ejemplo si en el colegio se va a llevar a cabo determinada actividad, anticiparla a la familia y/o gabinete para ir dando al niño las herramientas necesarias), sino extender las actividades a todos los contextos del niño. Fomentar la independencia y la autodeterminación pasa por reforzar su estado emocional, por que la persona entienda que no siempre las cosas salen a la primera, pero ¡ojo! Que no se acomoden a que siempre un tercero le resuelva la situación. Que también puede suceder, ser hábiles también detectando una necesidad real de apoyo o simple comodidad.

Los aspectos emocionales de la persona han de ser abordados, ya que es uno de los aspectos con los que menos se contiende, y no confundamos los aspectos de la educación emocional, no es enseñar al niño a reconocer si está contento o triste, las emociones son algo más extenso y complejo. Y debemos poder entender los efectos de la problemática que el autismo conlleva en estos aspectos emocionales, sabemos -por ejemplo- que las personas con autismo de alto funcionamiento son proclives a desarrollar episodios de depresión, o que los estados de ansiedad están presentes desde la infancia, entender esto es básico para desarrollar programas educativos y de intervención en el autismo.

Fuente: https://autismodiario.org/2016/06/02/la-sensacion-fracaso-la-persona-autismo/

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Cómo disfrutar del reto de la igualdad

Por:

Emakunde lanza un videojuego para promover la igualdad y prevenir la violencia machista entre los jóvenes.

La promoción de la igualdad y  la prevención de la violencia machista entre los jóvenes son los objetivos del videojuego Gazteak Berdintasunean 2.0, lanzado por el Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde. La idea es que los jóvenes se impliquen, pero a la vez disfruten, del reto de la igualdad. El público objetivo del videojuego son jóvenes, especialmente chicos (aunque está diseñado para que jueguen chicos y chicas) de entre 14 y 18 años.

La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, ha destacado que la influencia de las nuevas tecnologías y el mundo audiovisual en la vida de las y los jóvenes a la hora de apostar por la fórmula del videojuego. “Se trata de una herramienta que además de sensibilizar a favor de la igualdad, ayuda a detectar actitudes de violencia o de control y propone nuevas formas de entender la masculinidad. El sexismo perdura entre los jóvenes, pero no lo reconocen como una forma de maltrato. El videojuego les va a ayudar a identificar esas actitudes”.

Situaciones cotidianas

El videojuego está disponible para su uso directo a través de  la web de Emakunde y la de Gizonduz. Además, existen unas unidades y guías didácticas dirigidas al profesorado para el trabajo en el aula, o a las personas que trabajen en distintos ámbitos con gente joven.  “El proyecto se complementa con formación al profesorado y también al alumnado”.

En el videojuego se plantean situaciones cotidianas en las que la persona protagonista tiene que tomar algunas decisiones ante situaciones concretas. Al comenzar la aventura al personaje protagonista se le van planteando episodios (situaciones sexistas, homófobas, violentas…) ante las que tiene que posicionarse y según las decisiones que tome, irá acumulando o restando “capacidades”.

A través de las decisiones que vaya tomando se trabajarán temas como la violencia masculina, la violencia contra las mujeres, las relaciones de pareja y el control, la homofobia….“Se analiza de manera crítica las consecuencias negativas del sexismo, pero siempre proponiendo otras maneras de ser hombre y otras maneras de relacionarse entre las personas”, explica Landaida.

El proyecto ha sido probado en seis centros educativos, en los que han participado 549 alumnos y alumnas y 81 profesores y profesoras. La empresa Nesplora ha sido la encargada del proyecto en lo tecnológico. La directora del proyecto ha sido Gema Climent, finalista este año del  Premio Mujer Innovadora de la Comisión Europea.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/euskadi/disfrutar-reto-igualdad-emakunde_0_654085577.html

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Porque los profes también leen

21 de junio de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Miyer Pineda

Una reflexión a propósito de la novela ‘Los muertos’ de Jorge Carrión.

Leí Los muertos (2010) en unas cuantas horas; esa poderosa novela de Jorge Carrión que poco a poco se vuelve un clásico de la literatura. Hace mucho no leía en los terrenos literarios un texto así. No era uno de esos típicos novelones pseudo-existencialistas cargado de injertos y de hallazgos fáciles que ahora se imponen ofrecidas como el secreto más grande –hay que decirlo- del mercado. Los muertos es una maquiavélica construcción; una suerte de caja china con la que el lector se distrae hasta que cae en un laberinto que lo pone a cuestionar múltiples nichos en los que intentaba refugiarse.

Me recordó la novela Los detectives salvajes (1998) aun sabiendo que el laberinto de Bolaño extraviaba al lector en el desierto y en otras zonas muertas propias de su extensión; también me recordó The fight club (1996) de Chuck Palahniuk, consciente de la voluble pesadez que impone el ritmo de esa nocturna y extraña forma de resistir el mundo que significa esta novela.

Pero Los muertos es otra cosa; me recordó a Huxley: “¿Y si este mundo fuera el infierno de otro planeta?”. La novela de Carrión es un rigor distinto que recorre los rituales de las últimas generaciones que son lúcidas y conscientes de su mundo; de la virtualización terrible de las emociones.

Y al fondo la novela de Phillip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?  O incluso las Crónicas marcianas de Ray Bradbury con Blade Runner (1982) de fondo.

También el guiño al cine: me recordó Soy leyenda (2007), pero sobre todo Seven (1995); películas que nos dejaron habitar el infierno, la ciudad de Nueva York, uno de los círculos del infierno de Dante.

Sin embargo estoy siendo sesgado: la novela también se ofrece como un diálogo sobre el impacto en la construcción de lo humano que ha sostenido la industria del entretenimiento y su simbiosis con el arte durante las últimas décadas.

He dicho los rituales de las últimas generaciones, y entonces debo señalar algunos de ellos para dar cuenta de uno que otro de los problemas que nos plantea esta novela:

La televisión como una suerte de matrix a través de la cual nos encontramos con nuestras emociones y con nuestra necesidad de complejidad; y no estoy hablando de la estupidez que la mayor parte del tiempo nos inyectan a través de ese aparato; recordemos que R-H Moreno Durán decía que la televisión no era más que un poco de propagandas interrumpidas por unos programas; no, hablo de la complejidad laberíntica que se encuentra ahora en esos recintos a través de series que hacen las veces de folletines contemporáneos y que logran seducir por su poder argumental.

Se tiene que aceptar que hay series de televisión que se pueden considerar como obras maestras. Personalmente considero que Breaking Bad logró unos  niveles únicos y hasta ahora insuperables de rigor estético; y son ese tipo de series las que se terminan convirtiendo en parte de la banda sonora de nuestro ocio vital; camino que había sido inaugurado por The Wonder Years a finales de los ochenta.

En la novela también se encuentran los problemas de la ficción y de la realidad, o el de los derechos que poseen los personajes de ficción a morir dignamente, a que los dejen tranquilos, a que no abusen de su memoria, ni de sus restos. Sí, así como lo leen. Y de la mano con este tópico, tenemos el dolor que produce la muerte de uno de estos personajes. Recuerdo una anécdota que contaba el poeta Jorge Eliécer Ordóñez sobre el llanto que le produjo a Gabo la muerte del coronel Aureliano Buendía. O para no ir más lejos, la desazón que produjo en el espectador la golpiza que le propinó Bane a Batman en la tercera parte de la trilogía de Nolan, The Dark knight Rises (2012): Bane le ha quebrado la espalda al murciélago luego de propinarle una paliza, la pantalla se pone oscura por un segundo, y todos nos sentimos angustiados, pensamos que el murciélago ha muerto, o peor, que ha quedado inválido, y entonces ¿qué haremos sin héroes?

Sin embargo, más allá de esta subversiva idea se encuentra una radiografía de lo que sucede con los planteamientos de teóricos como Peter Singer quien plantea que así como es necesario comenzar a reconocer los derechos humanos en verdad, también debe legislarse sobre los derechos de los animales, las ballenas, los delfines, los perros, etc., y si esto es plausible e incluso necesario, ¿por qué no pensar que don Quijote o los replicantes de Blade Runner también tienen derechos?

La novela encara la relación entre identidad y memoria; en alguna parte plantea la tesis de que “tener un nombre significa poseernos” (47); así abordamos el nombre del esclavo, el del desaparecido, el de la víctima, el del replicante, pero sobre todo, el derecho a la memoria, a poseer críticamente un pasado, esa otra ficción que se le debe disputar a la Historia.

Desde esta perspectiva se pueden advertir los nefastos ataques a la memoria, ya sea desde la estupidez y la frivolidad, o desde los mecanismos de control del sistema, y así entonces resignificar la cada vez más importante labor de la hermenéutica para dignificar a Mnemósine en los terrenos de la comprensión.

En Los muertos toda cicatriz es un segundo ombligo porque nadie se conoce hasta que no ha dado vida, o la ha defendido, o la ha guerreado. La novela propone esa noción de que todo es un relato, y de que somos piezas en el relato dramático del cosmos, esa novela escrita a miles de voces, a través del gran narrador que es un Topo desapareciendo frente a los ojos de Nadia (Los muertos), o de Nadie (La Odisea).

Los muertos aborda el problema de la Historia como ficción y el de la ideología como ficción, porque es un hecho que necesitamos ficciones para vivir y no sucumbir ante la horda de las vivencias primitivas; el problema es que esas ficciones aplastan y delimitan la utopía de lo humano: En la novela un adolescente pinta en un muro “No hay futuro”” (131), y otro personaje cuenta que “Estábamos muertos y podíamos respirar” (154).

Como lo hacen muchas novelas en los últimos años, Los muertos también asume la reflexión sobre la novela, ese dispositivo estético que reflexiona sobre sí mismo; así entonces se presenta como el terreno ideal en el que se despliegan los abismos y los fantasmas interiores en su diálogo con el mundo. Jugar a ser Dios, dirigir el concierto interpretar todos los instrumentos y ser el único público.

Carrión estuvo en Tunja. No sé quién hizo la gestión para traerlo a estas tierras en las que alguna vez estuvo el mar. Conversó con Darío Rodríguez, otro gestor cultural y desocupado lector. El Festival se llamó Carmina ¡Qué labor tan importante cumplen estos señores que se dedican a hacer encuentros, talleres literarios y a mantener espacios de lectura! Revitalizan nuestro encuentro con la literatura, esa otra forma de desaparecer.

Carrión habló de sus novelas, de sus ensayos, de sus series favoritas. Firmó libros, y en cierta forma enalteció el quehacer literario en estas tierras áridas para la escritura de rigor, capaz de conversar con el mundo.

Escribí este texto porque hace unos días uno de mis estudiantes me pidió que le recomendara un libro que lo golpeara. Le dije que le respondería en una columna para que la sugerencia llegara a más oídos ávidos de leer cosas geniales. Por ahora les recomiendo algunos consejos de Carrión sobre el arte de escribir[1], mientras, me dispongo a leer Los huérfanos, la novela que le sigue a Los muertos y que hace parte de una tetralogía. Sin embargo confieso que me toma algo de tiempo; es un problema proponer en este juego a Carrión contra Carrión. Ahí nos vemos.

[1] www.microrevista.com/consejos-a-un-joven-escritor/

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/blog/porque-los-profes-tambien-leen

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Ser ejemplo

21 de junio de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Ángela Escallón Emiliani

En el siglo XXI, siglo de la conexión global, del acceso inmediato a la información, del contacto con hechos y personas de todo el mundo, el maestro está presionado a repensar su rol como formador.

Alguna vez escuché la siguiente metáfora: si un doctor de hace más de 100 años se despertara y entrara a una sala de cirugía hoy, probablemente no la reconocería por los múltiples cambios y evoluciones de la medicina; pero si es un maestro de hace un siglo se levantara y entrara a un aula, la encontraría con los mismos elementos físicos y con la misma estructura relacional.

Esto nos hace pensar que todavía hoy -así como hace siglos atrás- niños, niñas y jóvenes pasan la mayor parte del tiempo en la escuela a cargo de los maestros. Esta es una de las pocas cosas que, por el momento, no han cambiado pese a que el contexto en general si es otro muy distinto al que conocíamos antes.

Gracias a las nuevas tecnologías, aplicaciones, softwares y dispositivos, los estudiantes tienen acceso a la información, a los hechos, a la historia, a las opiniones, en cualquier momento y lugar. Entonces, ¿Cuál es su aporte único en esa compleja tarea del desarrollo físico, emocional, intelectual, social, ético y espiritual de las nuevas generaciones con estos volúmenes de información y comunicaciones?

Ante esta pregunta, surgen mil reflexiones sobre cómo debe adaptarse el rol de los maestros para hacer frente a los cambios que ha traído las tecnologías. Si el profesor – como los estudiantes-, en términos de información actualizada y en tiempo real tiene a su lado fuentes como Wikipedia, o Google Earth ¿Qué puede y debe aportar al desarrollo integral de las nuevas generaciones?

En la Fundación Corona pensamos que uno de los aspectos, que a nuestro juicio, hace la diferencia cuando pensamos en el rol del maestro actualmente -dada su relación cotidiana y cercana con los niños, niñas y jóvenes-, es el ser ejemplo.

La investigación psicológica y pedagógica ha demostrado que los valores, los principios, las actitudes, los enfoques y, en últimas, la cultura; se adquieren más por la aceptación de modelos considerados dignos de imitar que por conceptos, teorías o exhortaciones discursivas. El maestro como formador debe ser un ejemplo vivo. Ello implica un profundo cuestionamiento: lo que se quiere promover en los estudiantes debe ser primero realidad en el profesor.

El compromiso por ser ejemplo e inspirar a los demás hizo que anteriormente el maestro fuera una figura de máxima importancia y autoridad para la sociedad, admirado y querido por todos. Esto hay que recobrarlo nuevamente. Para ello el profesor debe recuperar la conciencia del sentido de su valor para la sociedad y ella, a su vez, debe promover que esto se dé, reconociendo el importante e insustituible papel de los docentes.

Es bien conocido que las competencias básicas son lo mínimo que debe dominar un maestro: saber enseñar a leer, escribir, comprender lo que lee, saber comunicar, tener pensamiento crítico, capacidad de resolución de problemas, manejar las nuevas tecnologías e integrarlas a los procesos de aprendizaje en el salón de clase, y una fundamental en estos tiempos de crisis ambiental: la valoración y el respeto por la naturaleza.

En complemento a estas competencias se encuentran las capacidades requeridas para la profesión misma, como la creación de ambientes de aprendizaje y el mejoramiento constante en estrategias pedagógicas para el desarrollo de estas habilidades y competencias, la preocupación por el aprendizaje continuo, entre otras.

Pero además de estas capacidades y competencias básicas están también las competencias transversales, aquellas que se refieren al ser mismo y que todo ser humano de este siglo debe preocuparse por desarrollar, como son un comportamiento ético, un manejo adecuado de las emociones, el reconocimiento y respeto por la diversidad, la empatía, la habilidad de experimentar, indagar, ser creativo, flexible, saber trabajar en equipo y cooperar, ser abierto y receptivo a perspectivas nuevas y diversas, ser capaz de ver el fracaso como una oportunidad para aprender.

En un mundo globalizado, donde la información se ha democratizado y tener conocimiento ya no es la mayor diferencia; el maestro debe ser una perfecta combinación entre el conocimiento, las capacidades y un ser humano ético, integro e integral, que inspire a sus alumnos a conocer más, a aprender más, a analizar, a probar, a innovar, a ser buenos ciudadanos, etc.

Por supuesto, no es un reto menor el que se le plantea al profesor. Pero es urgente que la sociedad y él vuelvan a tomar conciencia de su rol esencial, de sus debilidades y fortalezas, siendo reflexivo y autocrítico para poder mejorar su auto-desarrollo. El mensaje para los maestros es único: ustedes son el pilar del cambio, con el compromiso diario que evidenciamos todos los días de miles de ellos sabemos que ya hay conciencia y compromiso. Necesitamos que por encima de todos los intereses políticos y personales, sean todos los maestros un gran ejemplo.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/ser-ejemplo

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La lectura y la formación de ciudadanos para la paz II

21 de junio de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Nancy Palacios Mena

La consolidación de la paz solo será posible en una sociedad mucho más democrática que la que tenemos.

La consolidación de la paz solo será posible en una sociedad mucho más democrática que la que tenemos, y esa sociedad solo será posible en la medida en que logremos avanzar en la formación política de los ciudadanos. Sin embargo, esta meta parece estar lejos. Todo indica que no es una tarea fácil y posible de alcanzar en un tiempo corto.

Una investigación de Didier Álvarez (2005), sobre lectura y formación de ciudadanía realizada en Medellín, le permitió establecer, entre otras conclusiones, que sólo algunos estudios de historia de la pedagogía se han acercado a la reflexión política de la lectura pero, en general, puede decirse que ha habido poco interés en explorar la lectura desde los intereses de la ciencia y la filosofía política o, viceversa, en nutrir a la reflexión política con estudios socioculturales y bibliotecológicos sobre la lectura, en temas tan actuales y críticos como, por ejemplo, el de la relaciones entre formación de opinión pública, lectura, consumo de información y comunidades lectoras; o las relaciones de la lectura con la formación de ciudadanía y participación política, entre otros.

Pero todavía más, en la sociedad latinoamericana, a la lectura se le ha representado, normalmente, como una práctica reducida a la lectura de textos escritos, lejana de lo oral y aun mucho más distante de lo audiovisual y lo multimedial. (Lea: Lectura, democracia y ciudadanía)

Álvarez (2010) denomina este fenómeno centramiento es colar de la lectura, es decir la reducción de la lectura a una actividad que se limita exclusivamente a la escuela y a los procesos de formación no formales y formales es causa de que con demasiada frecuencia se le vea como un instrumento, y que casi nunca se pregunte en qué consiste como hecho sociocultural y cuál, entonces, es su importancia en la conformación y desintegración del vínculo político.

Para Álvarez, con todo y su riqueza explicativa, la perspectiva sicolingüística de la lectura y la escritura debe ser complementada con un enfoque sociocultural. Para ello, debe haber una renovación de los estudios sobre la lectura, de forma que pase a ser comprendida como una práctica de orden sociocultural y política, y no como una acción restringida al uso de habilidades y competencias sicolingüísticas.

Según Álvarez (2005) la apertura a una visión sociocultural de la lectura con lleva necesariamente a hacer énfasis especial en interrogantes como ¿Por qué se lee? ¿Para qué se lee? ¿Qué se lee? como preguntas centrales de comprensión de la práctica lectora. Debemos entender la lectura no como una actividad escolar que reviste aburrimiento y que incluso algunas veces se utiliza como un castigo, sino que debemos entender la lectura “como una práctica de orden sociocultural y política que habilita a las personas para interactuar con un texto (en cualquiera de sus modalidades o conformaciones: oral, escrito, audiovisual o multimedial) y producir significado, dentro de un contexto sociocultural, político e histórico preciso”.

De tal manera, leer se asume como el proceso cognitivo, semiológico, cultural, social e histórico de carácter complejo e interactivo entre el mensaje expuesto en el texto (que no sólo es el escrito) y el conocimiento, las expectativas y los propósitos del lector, dentro de contextos sociales, culturales, políticos e históricos determinados

En esta misma línea de argumentación Álvarez (2005) resalta que la lectura se perfila como una práctica que requiere del esfuerzo intencionado de las personas por construir sentido sobre el mundo y sobre ellas mismas como sujetos presentes en el mundo, en la perspectiva de su propia comprensión y emancipación de factores alienantes y auto alienantes. En consecuencia con lo anterior y como planteé en el fragmento que antecede éste; leer debe convertirse en una práctica   permanente, un hábito cultivado y multiplicado por toda la ciudadanía desde sus necesidades e intereses.

Adherimos a la conclusión de Álvarez según la cual la lectura es un acto de construcción de sentido en que se interactúa con el pensamiento de otro y un contexto, “leer el mundo” es un acto comúnmente representado como accesible para todos, pero que requiere una cierta “alfabetización” desde, principalmente, la lectura de la palabra, es decir, desde los acumulados históricos registrados; desde la valoración de la tradición oral vuelta memoria colectiva, desde el reconocimiento de la imagen vuelta signo que comunica y señala ideales y realidades

Referencias

Álvarez, Didier. (2005) Lectura y formación ciudadana. Un estudio aplicado a la Escuela Juvenil. Medellín.  Colombia. Revista Interamericana de Bibliotecología. Volumen. 28, Número. 1. p. 147-167.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-lectura-y-la-formacion-de-ciudadanos-para-la-paz-ii

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¿Qué pasa con la carrera docente en Colombia? Parte I

21 de junio de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Alexander Ballén C.

¿Cuál es el estado actual del proceso de evaluación de los maestros del 1278? ¿Cuál es la situación de los maestros del 2277? ¿Cuál es la política detrás del congelamiento salarial? 

Toda la literatura académica sobre educación tiene como un consenso general la importancia de los maestros en la consecución del objetivo de la calidad educativa. La gobernanza, además de interesarse por llevar a los docentes a sofisticar cada día sus buenas prácticas de enseñanza y su saber-hacer pedagógico, tiene la responsabilidad de velar por favorecer las condiciones para su desarrollo profesional, incluso desde el momento en que comienza su formación inicial. En éste sentido las políticas de remuneración y ascenso en carrera deben ser muy claras y favorables para que los maestros puedan contribuir de la mejor manera posible a lograr los beneficios sociales de una educación de calidad.

La evaluación docente es un proceso necesario para el mejoramiento individual y colectivo. Sin embargo parece ser que a esta evaluación se le cambió la forma pero no el fondo, de ahí que el ascenso de los docentes sigue condicionado al presupuesto de la nación. Situación que debe cambiar de forma contundente. El gobierno nacional debe proyectar los recursos suficientes para garantizar el ascenso de quienes cumplen con los requerimientos para ello, sin demoras, sin sofismas, sin obligar a los “paros”, sin hipocresías. Sin embargo, en Colombia la situación del magisterio frente a su presente y futuro es incierto.  Con dos estatutos diferentes hoy, el 2277 para el 44% de los maestros que ingresaron al escalafón en el sector oficial hasta el año 2002 y el 1278, para el 56% que ingresaron después de ese año, la incertidumbre frente a los mecanismos de reubicación y ascenso aún se encuentran en vilo.

La Evaluación con Carácter Diagnóstico Formativa (ECDF)

En el fondo el problema no era la evaluación de competencias que aplicaban a los regidos por el 1278 para efectos de su reubicación y ascenso, sino que sólo aprobaba cerca del 20% de los maestros que se presentaban, esto debido al monto presupuestal destinado para tal fin. Es decir, un ascenso proyectado no a las capacidades reales de los maestros sino a la partida presupuestal disponible; como sabemos, el gasto público en educación en Colombia sigue siendo bajo en comparación con otros países de la región.

A partir del paro de docentes de 2015, la Federación Colombiana de Educadores -FECODE- aceptó el cambio de forma de la evaluación y ahora los maestros tienen que presentar un video de su práctica pedagógica, evaluación de estudiantes, autoevaluación y las evaluaciones anuales de desempeño que realiza el rector de la Institución. Como veremos, el problema sigue siendo el mismo: la partida presupuestal para los ascensos es insuficiente para la demanda, más allá de lo sofisticada o no que sea la evaluación docente.

¿En qué va el proceso de la evaluación?

Desde el mes de mayo de 2015 el MEN y FECODE llegaron a “acuerdos” para el establecimiento de un instrumento que permitiese la reubicación y ascenso de los maestros de una forma más rigurosa y que no sólo impactara sus salarios sino la calidad de la enseñanza y de la educación misma. No obstante, lo que se logró fue congelar la evaluación a que los maestros anualmente se presentaban para efectos de su avance en la carrera docente. Solamente un grupo de maestros fueron autorizados a presentar esta nueva evaluación (aquellos quienes no habían superado nunca una evaluación docente), dejando a un porcentaje importante de maestros sin esta posibilidad. En este proceso solo hay inscritos 34.000 maestros y no los 145.000 que estarían habilitados y con pleno derecho a participar, ¿qué pasará en la siguiente convocatoria cuando el número de docentes que presenten la ECDF sea el esperado?

El MEN se comprometió a entregar los resultados de esta evaluación el 23 de julio de 2016. Resultados que no fueron publicados. Ante las reclamaciones de los docentes enviadas el mismo sábado 23 de julio, el ICFES, organización encargada del proceso de la ECDF, respondió que éstos serían publicados en el transcurso de la tarde. A pesar de lo anterior, FECODE en su programa televisivo  «Encuentro» del mismo día[1], emitió un editorial declarando el éxito en los resultados de la ECDF en donde se supone muchos docentes lograron su esperado ascenso.

El lío está en que este proceso ha sido ambiguo e ineficiente. El Ministerio de Educación –MEN- no tuvo en cuenta la logística necesaria para enviar los camarógrafos requeridos y garantizar la grabación a los docentes, persistiendo aun las complicaciones al respecto. En segundo lugar, las encuestas de evaluación de estudiantes no han sido enviadas a los colegios y en muchos casos fueron enviadas a otras instituciones. Además, respecto a las evaluaciones de desempeño, en algunos casos las Secretarías de educación no reportaron o reportaron erróneamente los datos de los maestros. Por último, el pasado 23 de junio los maestros obtuvieron unos «resultados» no oficiales del proceso que, en ese momento, llevaba más de seis meses en espera y que potenció la especulación y enfado sobre el proceso.

¿Qué debe hacer el movimiento pedagógico?

  • Se debe hacer un análisis comparado internacional en la región, para entender los límites y posibilidades de una propuesta de reforma al estatuto docente en el marco del mejoramiento de sus salarios, de ascenso en el escalafón y de condiciones laborales.
  • Construir una propuesta viable y consensuada.
  • Movilización social a través de las vías de derecho y apoyo ciudadano.
  • Fortalecer los espacios de diálogo y encuentro de organizaciones magisteriales para consolidar dicha propuesta e instalarla en la agenda pública.

El ciclo de conversatorios “Realidades Educativas Contemporáneas”, es un iniciativa de la Red Distrital de Docentes Investigadores, con apoyo de la Universidad de los Andes, Universidad de la Sabana, el Observatorio Nacional para la Calidad Educativa, Editorial Magisterio y el IDEP, con el objetivo de crear puentes de diálogo y reflexión académica e investigativa entre los docentes del distrito, que hacen investigación, y otras comunidades académicas.

Se espera que la discusión resultante proporcione elementos de juicio y valor a la comunidad académica del magisterio, para orientar una posición argumentada sobre el presente y futuro de esta política nacional. Además, se presentará una iniciativa popular que viene ganado fuerza a nivel nacional en el magisterio del 1278 y que se presentará formalmente en Bogotá el próximo 29 de Julio.

[1]https://www.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=gNNcs9ye1hM&app=desktop

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/que-pasa-con-la-carrera-docente-en-colombia-parte-i

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