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Pedagogía de la metamorfosis

12 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Jairo Hernando Gómez Esteban

Esta propuesta pedagógica se centra en los cambios del pensamiento y de la ciencia, en nuestra relación con la Tierra y el sentido de lo humano.

La propuesta de una pedagogía de la metamorfosis (que expuse en revistas.javeriana.edu.co/index.php/MAGIS/article/view/3585/2699) se puede sintetizar en tres grandes cambios que debemos realizar para que sobreviva la especie, la civilización y la Tierra: a) cambiar nuestra forma de pensar; b) nuestra relación con la Tierra; y c) el sentido de lo humano.

Cambiar nuestra forma de pensar, como docentes, significa, por principio, por un lado; entender las diversas formas que existen de pensamiento; y por otro, cambiar los modelos que tenemos de ciencia. En efecto, en su búsqueda de aprehender y describir la inestabilidad y los flujos cambiantes de la mente humana, la psicología cognitiva y las neurociencias se han acercado a modelos matemáticos y físicos como los de los sistemas dinámicos, los cuales parten del presupuesto de la plasticidad y heterogeneidad de las estructuras del cerebro, así como de la interacción de las redes de nodos para resolver problemas simples y complejos simultáneamente; por tanto, el problema central no es la estabilidad de las representaciones sino el cambio y la distribución de los procesos cognitivos.

La cognición distribuida, que surge de la especialización perceptivo-motora como resultado de la variabilidad de la experiencia corporal, posibilita que el cuerpo intractùe, distribuya y deposite conocimiento en los objetos, que, aunque no lo hace de forma intencional, ayuda a orientar y configurar la experiencia consciente. Es lo que se ha llamado cognición enactiva, esto es, el conocimiento que se da en la acción que, por supuesto, está mediada por el cuerpo.

Por otra parte, científicos como Ilya Prigogine, ganador del Nobel de química, considera que las incertidumbres e inestabilidades, el caos y el desequilibrio de la naturaleza son los fenómenos que han llevado a plantear una metamorfosis de la ciencia. (De ahí el título de esta propuesta)

Al contrario de la física mecánica newtoniana, y que generalmente es la que se imparte en la mayoría de nuestros colegios, el paradigma del caos por el que propugna Prigogine, nos abre hacia otras posibles naturalezas, ya no fijas y estáticas, sino a la naturaleza creadora, aleatoria, irreversible e indeterminada. Una ciencia entendida en esos términos no puede ser otra que una ciencia del devenir que supone la recuperación de la incertidumbre y entiende el universo en permanente transformación.

¿Qué implicaciones tiene la metamorfosis de la ciencia para cambiar nuestras relaciones con el planeta Tierra?

Nuestra relación con la Tierra no solo es un problema ecológico y ambiental, también es, y principalmente desde el punto de vista educativo, un problema ético. La pregunta por el futuro del planeta se relaciona con algo que nos atañe a todos, a nuestra familia, a nuestra especie: en qué planeta van a vivir nuestros bisnietos. Algunos filósofos y educadores, siguiendo la ética weberiana de la responsabilidad de mis actos, la han ampliado a mi responsabilidad con la Tierra, a mi compromiso con la conservación de la naturaleza, y la consecuente preservación de la humanidad.

Entre esos educadores se destacan Frtjof Capra y Moacir Gadotti. El primero se propone formar personas “ecológicamente cultas” sin que dicho objetivo se reduzca al plano puramente material y científico, sino que debe incorporar la dimensión espiritual, la cual no tiene nada qué ver con una determinada doctrina religiosa –y sí mucho con la espiritualidad de muchas comunidades indígenas-, como medio para experimentar el sentimiento de vínculo con el cosmos.

Por su parte, apoyado en la pedagogía crítica de Paulo Freire y atendiendo los lineamientos propuestos por la Carta de la Tierra (http://earthcharter.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf) y algunos planteamientos sobre desarrollo sostenible, Gadotti, plantea una Pedagogía de la Tierra o Ecopedagogìa, que entiende como una pedagogía ética cuyo principal propósito es desarrollar “el arte de convivir”, de reconstruir la casa humana -la Tierra- de manera sostenible y prolongada. A esto lo llama ecoformaciòn, un neologismo relacionado con las historias de vida que se centran en aquellos acontecimientos cotidianos con los que se renuevan los asombros, en los que lo común se vuelve sorprendente. Al retomar estas narrativas cotidianas, al incorporarlas a nuestra historia de vida y a nuestras trayectorias vitales, la Tierra y la naturaleza adquieren un nuevo significado, una nueva dignidad.

Ahora bien, si no cambiamos nuestro sentido de lo humano y las formas de asumirnos como humanos, es muy posible que volvamos (¿o lleguemos?) a las sociedades de castas, divididas ya no solo por clases sociales, sino, principalmente, por rasgos y características biológicas y tecnoculturales diferentes.

Dicho cambio solo es posible, por un lado, asumiendo el hecho incontrovertible de que ser humano significa “ser más con los demàs” (Marx), “ser con el otro “(Heidegger); y por otro, retomando la espiritualidad como posibilidad humanizadora.

Apartándome de sus connotaciones dualistas, metafísicas y teológicas, entiendo aquí la espiritualidad como el impulso vital de seguir viviendo y creando; y, por tanto, tener un propósito espiritual -es decir, un objetivo que haga florecer la vida en cualquiera de sus manifestaciones- constituye un requisito para la salud mental y el futuro del planeta. Sin esa fuerza numinosa y creadora, sin ese impulso inmanente que busca fundirse -de nuevo- con la naturaleza y, a la vez, constituye un camino para el encuentro consigo mismo; sin ese instinto vital que lucha por recuperar el cuerpo y el planeta, no es posible entender la espiritualidad que necesitamos para cambiarnos.

En síntesis, la pedagogía de la metamorfosis retoma los cambios paradigmáticos de la ciencia en función de una ética planetaria, unos procesos de pensamiento que incluyen el entorno, el cuerpo y diversos canales de aprendizaje y procesamiento de informaciòn, y una idea del devenir humano que està articulada a la supervivencia de la civilización y de la especie mediante una espiritualidad emanada del propio cuerpo y de la naturaleza. Es una pedagogìa rebelde, insumisa, crítica, que se niega a transar con los modelos científicos dominantes, a considerar que el pensamiento hipotético-deductivo y conceptual es la etapa final del desarrollo intelectual y, sobre todo, que se rehúsa a los que quieren despojar de su humanidad y espiritualidad a esta especie que no puede esperar un futuro si no se replantea las bases mismas de su existencia.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/pedagogia-de-la-metamorfosis

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Identificando desigualdades para impulsar la equidad en la Primera Infancia colombiana

12 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Ángela Escallón Emiliani

Lea el resumen ejecutivo de este documento desarrollado entre la Fundación Corona, la Pontificia Universidad Javeriana, la Red de Ciudades Cómo Vamos y Equidad para la Infancia.

El objetivo principal de este informe es proporcionar evidencias sobre las condiciones de vida y las inequidades que afectan a la primera infancia en las principales ciudades de Colombia. Con ello, se espera hacer un aporte para el desarrollo de políticas públicas locales, potenciar el impacto de los programas nacionales e incidir para mejorar la implementación de intervenciones que permitan alcanzar la amplia realización de los derechos y el potencial de todas las niñas y los niños del país. Se busca poner una mirada centrada en asegurar una efectiva equidad en el alcance de estos derechos.

El ejercicio desarrollado está en línea con el compromiso asumido por el gobierno nacional en su estrategia de atención integral a la primera infancia «De Cero a Siempre» y el esfuerzo de administraciones locales para proteger a esta población. A partir de esta propuesta de medición, se plantea la incorporación y progresiva ampliación de evidencia estadística que, desde los contextos locales, dé cuenta de la aproximación de atención integral, en especial a los sectores vulnerables.

En este contexto, se propone una herramienta para la ciudadanía y sus organizaciones, acorde a los principios de transparencia, participación, monitoreo y responsabilidad social que impulsa la Red Colombiana de Ciudades Cómo Vamos, la Fundación Corona y sus aliados. Se espera que los resultados ofrecidos sean de utilidad para el monitoreo de la sociedad sobre la evolución de la calidad de vida de la primera infancia y el impacto de las políticas que la atienden.

Concretamente, el ejercicio analiza las condiciones de vida de la primera infancia en 7 ciudades: Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Manizales y Medellín. Los indicadores que se presentan constituyen ‘una línea de base’ para monitorear el bienestar de niños/as hasta los 5 años y las inequidades que enfrentan. El informe comparativo se complementa con fichas y análisis locales para las ciudades, ya que es en este nivel que la Red Como Vamos pone su mayor énfasis.

Con este ejercicio piloto se da inicio a un proyecto más amplio para incorporar de manera sistemática un conjunto de indicadores sobre infancia en los análisis sobre calidad de vida de las Ciudades Cómo Vamos, abriendo espacio a la perspectiva poblacional como criterio para analizar los contextos locales.

Lea el informe completo en este enlace.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/otras-investigaciones/identificando-desigualdades-para-impulsar-la-equidad-en-la-primera-infancia

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Educación ambiental y saberes campesinos

12 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Roosevelt Andrés Ramos Osuna

El saber agropecuario llega a crear una episteme estudiantil al objetivizar un dialogo de saberes y construyendo coyunturas entre la interculturalidad y la construcción de conocimiento.

En la actualidad referirnos al termino campesino presenta aislamiento y diferenciación, sin embargo hace 40 o 50 años atrás, era un término de inclusión y descubrimiento. Ser de origen campesino en una Institución educativa puede representar la burla y la discriminación y son estos mismos jóvenes estudiantes rurales quienes debido a un comportamiento social homogenizado terminan siendo oprimidos y adoctrinados.

En la educación como ciencia, se debe hablar del saber campesino, ya que puede problematizar la educación y la realidad social, pues se maneja la identidad rural y el sentido de vida, el encuentro de saberes; para cuestionar la verdad y la existencia de otras realidades distintas, ese claro oscuro intermedio que hace crear un debate subjetivo del devenir dando paso a la emergencia de movimientos sociales que recuperen su tradición.

De manera que el saber de las familias campesinas presenta una gran comunión con la conservación de la naturaleza, a pesar de los paquetes tecnológicos producto de la ¨revolución verde¨ que supuestamente buscaban aliviar el hambre en el mundo pero que criminalmente solo buscaba de manera intencionada vender en el mundo toneladas de productos de síntesis artificial como agro-químicos y miles de plaguicidas que crean dependencia comercial de los campesinos con los almacenes agrícolas. Sin embargo en nuestro país todavía existen mundos posibles para la agricultura y las buenas prácticas ancestrales con la naturaleza. La Colombia indígena sí que sabe de esto, esa Colombia indígena producto de la misma historicidad e intercambio socio-cultural permeo a esa Colombia campesina de muchas prácticas culturales que todavía son resilientes y hacen intentos por mantenerse o conservarse a la sombra de la multinacionales.

Lo que se demuestra es la Colombia multi-cultural que somos y del Cómo podemos interactuar con ella re-aprendiendo de nuestra diversidad y no por el contrario dejarnos guiar como borregos por los medios de comunicación o las palabras sin sentido profundo de algunos dirigentes políticos que quieren dividir la Colombia indígena como han planteado en el departamento del Cauca.

En ese sentido construyendo conocimiento o re-construyendo este, se pueden generar pensamientos críticos en la educación ambiental y posturas reflexivas campesinas. Al Respecto Zemelman (2004) plantea: “Esa es la función de lo que aquí he llamado el pensar epistémico, esto es, el plantearse problemas a partir de lo que observo pero sin quedarme reducido a lo que observo, sino ir a lo profundo de la realidad y reconocer esas potencialidades que se ocultan, que son las que van a permitir construir un conocimiento que muestre posibilidades distintas de construcción de la sociedad”.

El saber agropecuario llega a crear una episteme estudiantil al objetivizar un dialogo de saberes y construyendo coyunturas entre la interculturalidad y la construcción de conocimiento, donde también puede existir la adoptabilidad de saberes étnicos, al consolidar nuevos saberes, nuevas realidades y identidades.

Aprender no solo de la ciencia en el salón de clase, sino de los saberes de los otros. La educación rural es una salida emancipadora en el desarrollo humano, porque el estudiante rural requiere saber lo que la ciencia global le aporta a su educación y su población local, pero también de qué formas se construyen conocimientos culturales sobre su propia existencia y de qué formas se pueden construir sus realidades rurales libre de opresión. Mantener esos saberes que muchas veces son saberes incompletos es como se contribuye a mejorar la calidad de vida de los pobladores del campo, conservando el riesgo cultura, la incertidumbre y dudar a veces un poco de nosotros mismos puede ser una salida esperanzadora pues se problematiza y se plantean estrategias de acción generando saberes locales.

La racionalidad ambiental se logra es enfrentando las necesidades y trabajando con ellas pero sin darles la espalda, donde la participación activa de los miembros de toda la comunidad educativa sea de logros colectivos. Donde se intercambian productos o el llamado trueque en especie, donde se hacen las mingas vecinales para arreglar la carretera rural. Los saberes campesinos no pueden comunicarse completamente como el saber formal y científico, además requieren de la experiencia para su empoderamiento.

Esos saberes se encuentran en los intercambios de empíricos y conocimientos, intercambio de bienes tangibles e intangibles para que esas realidades sean tenidas en cuenta por la Institución educativa y sea ella quien las propicie o esté inmersa en estos procesos. Contrario a las patentes que hacen los extranjeros con nuestra biodiversidad, ahora falta que ¨patenten disimuladamente¨ nuestra cultura, porque mediante las políticas internacionales en cierta forma lo han hecho con los índices de desarrollo humano, con la educación, la salud, la nutrición, el trabajo.

La raíz de la problemática agropecuaria y ambiental está en nuestros valores humanos, ese cambio del sistema de valores debe dar inicio a una nueva Institución educativa donde la carga axiológica no sea antropocéntrica, sino que prevalezca una relación naturaleza – hombre y una misma relación hombre – naturaleza que desencadene una conciencia ambiental (PRAE) y un civismo agropecuario. Respetando la ecología rural y los saberes de nuestros antepasados campesinos, de tal forma que el currículo sea un acontecimiento que vincule y transfiera estas dimensiones para contribuir al legado de conocimientos y al patrimonio que esta generación debe dejar a la siguiente.

Para esto se debe revolucionar el currículo rural y que este no sea la extensión del currículo urbano o de las grandes ciudades, o lo que es peor sea un currículo de dictamen nacional o de políticas internacionales. En la zonas rurales del departamento del Quindío debería existir un currículo para toda la educación secundaria, contextualizado a las necesidades del campo, donde un estudiante y su familia (población flotante) se trasladan de una vereda a otra o de un municipio a otro y la malla curricular sea consecuente con la educación agro-ecológica como derecho de aprendizaje, así como las Instituciones rurales articuladas con el SENA.

Que sea un currículo que facilite al estudiante tener un valioso conocimiento de antaño sino también que sean un currículo contextual de fácil acceso a la educación terciaria o que permita al joven rural ser proyectivo en un su cadena de formación en la educación para el trabajo con relevo generacional rural, pero donde la investigación del contexto sea una asignatura de clase, donde los estudiantes experimenten sobre sus mismas problemáticas y necesidades desde los aspectos sociales, económicos, tecnológicos y ambientales, de esta manera apropiándonos de la investigación y la innovación a temprana edad se pueden generar transformaciones integrales y construcción de conocimientos para graduarse de bachillerato con un proyecto de investigación. Para la educación ambiental (PRAE) debemos olvidarnos un poco las cifras o datos cuantitativos como los índices sintéticos de calidad y re-pensar nuestros enfoques y modelos educativos desde la investigación cualitativa para entendernos y re-considerarnos para luego si, pensar en índices sintéticos que son exigencias de estándares internacionales o foráneos.

Finalmente es de admirar a instituciones educativas como Naranjal en el municipio de Quimbaya donde se están creando hace varios años posibilidades para los jóvenes rurales del Quindío, fomentando la Investigación y la educación ambiental (PRAE) como estrategia pedagógica. El año pasado en el mes de Mayo, dos estudiantes y un docente estuvieron en la feria INTEL ISEF en los Estados Unidos representando a Colombia y recibiendo un reconocimiento a cargo de la OEA, y en el mes de Diciembre otro docente y otros dos jóvenes rurales estudiantes estuvieron en la Feria Desing for change de la Fundación Terpel en Pekín República popular China. No se puede pasar desapercibido el recorrido investigativo de esta Institución que puede servir de pilotaje para otras Instituciones educativas rurales del departamento del Quindío.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/educacion-ambiental-y-saberes-campesinos

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Pensando en el futuro de la educación o, mejor, en la educación del futuro

12 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org/

Por: Germán Pilonieta

Tener el poder de visualizar el futuro incierto resulta toda una aventura sin precedentes. Y mientras eso es posible, podemos contar con algunos presupuestos que nos podrían facilitar la tarea.

Se trata de verificar en el continuo presente que algunos paradigmas deben ser superados con el fin de poner en el presente, el futuro en el que van a vivir los  niños de hoy.

Es posible que la educación de hoy no pueda ser transformada desde ella misma  o lo que es lo mismo, la escuela no será transformada desde dentro, puesto que ella no podrá transformar nada, tal como ella es. La actual educación va a ser transformada desde afuera,  desde los avances  en áreas diferentes de las que tradicionalmente han sido objeto de la pedagogía.

Tras la innovación disruptiva

Si uno observa con mucho cuidado como han sucedido las cosas en la historia del desarrollo,  algunos brotes y fuentes del mismo, ocurren en sitios y lugares, mentes y pasiones, a veces muy lejanos pero que cuando parecen, son determinantes y  de gran poder.

Recientemente se han dado transformaciones  muy significativas que si bien se esperaba que surgieran del mismo seno del sector , no fue así.  Son varios los ejemplos que pueden ilustrar ese punto. El  valor del vapor. El petróleo y su derivados, los relojes de cuarzo  y el paso de lo analógico a lo digital, etc, etc.

En  el campo que nos atañe, ancestralmente se dieron algunos ejemplos que modificaron las tradiciones, como cuando apareció la imprenta y todo lo que de allí se derivó. Las ideas convertidas en acciones,  como aquellas de las que se derivaron  las prácticas  formativas, que después fueron educativas  y luego pedagógicas, desde las concepciones mecanicistas del mundo y su aliado el progreso de la preindustria, se creó la escuela.

Fueron muchos los años en los que ese tipo de escuela ha funcionado y se ha sofisticado en una avalancha de innovaciones  que la han dejado igual. Demencia se llama eso,”  Repetir y repetir esperando siempre resultados diferentes.

Pero bueno, al cabo del tiempo también surge la necesidad de dar un salto paradigmático. Se trata de mirar en algunas direcciones significativas que nada tienen que ver con la escuela  o con la educación , pero que  a la larga será uno de los factores que la harán diferente o al menos, significativa.  Se trata de las neurociencias cognitivas, de las nuevas y más científicas  aproximaciones a los fenómenos del cerebro, tan despreciadas por el verbalismo  y las posiciones generalistas y superficiales asumidas por el gran grueso de los profesores del momento, y de la pedagogía como discurso perenne, aunque sea dialogante.

Se inventaron una serie de conjeturas y suposiciones  desde diferentes rincones del hacer, a lo cual se le llamó la pedagogía  y desde allí se consolidó, no solo la formación de los profesores, sino la estructura de la educación . La pedagogía como el fundamento de la educación.  Educación fragmentaria, sin sentido y sin orientación definida que con él con el correr del tiempo perdió su horizonte y se enredó en su maraña infranqueable. Por esa razón esa educación no podrá transformarse desde dentro, es imposible.

La prepotencia cultural burocrática convertida en actos administrativos coyunturales, se traduce en competencias, programaciones, objetivos , contenidos curriculares y demás formas anacrónicas de procesos fallidos.

En ese pasado, que en nuestro caso ha sido un eterno presente, las cosas se han  hecho bien y razonablemente de acuerdo con las leyes y los decretos del momento, la tecnología de uso y el modelo económico vigente. El error y la equivocación ha sido que se ha hecho todo esto  para y desde los adultos solamente, desde el pasado y el presente, pero sin pensar en el tiempo en que los hijos y los hijos de estos vivirán.

Es posible que el antiguo paradigma de la pedagogía, sea cambiado por uno nuevo , el de las neurociencias cognitivas y la democracia real, dejando entrar a la ciencia en el ámbito de la educación y asumiendo la estructura democrática como escuela, en donde fundamentalmente primaran los presupuestos de la formación de la persona.

No es la tecnología, que nace en otro nicho diferente de la educación, una herramienta (para hacer mal lo que antes se hacía regular),  sino que debe convertirse  en una verdadera plataforma desde la cual y en la cual se originen nuevas miradas y enfoque de un viejo, pero nuevo sentido de lo formativo. Se trata de lograr uno de los sueños más anhelados en la vieja educación, la personalización de la formación a cambio del anonimato y el grupismo de las antiguas aulas de clase.

Es en la innovación disruptiva en donde vienen apareciendo aquellos factores que sin pertenecer, ni originarse en el sector educativo, la que la  va a transformar. Poco poco van apareciendo brotes  significativos en este campo que si bien es cierto son muy tímidos, muy pronto adquirirán el poder que otorgan los nuevos enfoques sobre los fenómenos humanos.

No es conveniente seguir considerando a la educación como un servicio público pues así se la está tratando. Es posible que el sentido que tiene “ servicio público”  sea una afirmación que tiene fundamento en que debe ser para todos y ello no será posible ni económica, ni logísticamente. Es tan solo una ilusión. El paradigma en que se sustenta no lo hace posible ahora ni nunca, así se haya escrito en la constitución.

Poder saltar del paradigma educativo  de “servicio público” al de empresa, permitirá poner en su justo lugar lo que podría ser  pertenencia y compromiso a través del  quehacer mancomunado.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/pensando-en-el-futuro-de-la-educacion-o-mejor-en-la-educacion-del-futuro

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La identidad del docente

12 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Nancy Palacios Mena

La construcción de identidad docente plantea varios retos a nivel profesional y personal para los maestros.

La construcción de identidad docente hoy, plantea entre otros retos, la superación del modelo de profesorado tradicional que conocemos: aquel que centra su preocupación en la realización de una labor de enseñanza de los contenidos de una asignatura, es decir, en los modos de hacer que adopta el profesorado para intentar que los contenidos de la materia en cuestión resulten asequibles y comprensibles. Lo anterior, supone superar la lógica en la que el profesor se sitúa como conocedor de la materia y el alumno como persona inexperta. La función prioritaria que asume el estudiante es la recepción de un saber que le es ajeno y que se le presenta como un producto acabado, organizado y listo para ser almacenado en su memoria y recuperado ante la prueba de evaluación correspondiente de la forma más fidedigna posible.

La construcción de una identidad profesional supone, entre otras cosas, asumir un modo determinado de situarse ante la construcción del conocimiento por parte de los estudiantes. Esto exige la implementación de modelos pedagógicos más centrados en los mecanismos de aprendizaje de los estudiantes y una invitación a los profesores a utilizar formas participativas de trabajar en salón de clases, al tiempo que se diseñan estrategias de actuación más flexibles. El problema de perfilar una identidad profesional docente, pasa por un auténtico proceso de reconversión, en el que el elemento central consiste en comprender que la esencia del trabajo del profesor es estar al servicio del aprendizaje de los alumnos

Construir identidad docente también implica un compromiso ético, el de ayudar a los estudiantes a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea, recuperar y transmitir el sentido de la sabiduría, rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la cultura, el sentido de lo fundamental, permitiéndoles entenderse a sí mismos y explicar el mundo que les rodea.

La construcción de identidad implica también un cambio de mentalidad: construir una identidad docente pasa por una lectura autocrítica de la práctica pedagógica, por una reflexión, sistema, permanente y honesta de nuestra labor en el aula y fuera de ella. Pero este ejercicio de autocrítica, supone la necesidad de un ejercicio docente con la suficiente libertad para estar en clase con seguridad en sí mismo, con un buen conocimiento de lo que se puede y lo que no se puede hacer en una clase; la libertad de decir lo que se piensa, de ensayar nuevas técnicas para explicar un tema, de cambiar formas y modificar contenidos.

Construir identidad docente también implica un compromiso ético, el de ayudar a los estudiantes a comprenderse a sí mismos y a entender el mundo que les rodea, recuperar y transmitir el sentido de la sabiduría, rescatar para nuestros alumnos, de entre la maraña de la ciencia y la cultura, el sentido de lo fundamental, permitiéndoles entenderse a sí mismos y explicar el mundo que les rodea.

Finalmente hay que decir que la construcción de la identidad docente pasa por poner la mirada también por fuera del salón de clases. Ello requiere que el docente tenga en cuenta los elementos contextuales que condicionan su labor educativa. Las influencias del contexto institucional en el que se sitúa, es decir, la idiosincrasia de cada organización educativa, la cultura profesional que se vive, la propia estructura departamental, el estilo comunicativo y relacional que existe, las normas de cada institución, los valores, los ritos, las tradiciones. Lo esencial, es tener presente que los docentes están allí para compartir con los estudiantes los valores y las certezas que la humanidad ha ido recopilando con el paso del tiempo, y para advertir a las nuevas generaciones del alcance de los grandes fracasos colectivos. Esa es la tarea con la que el docente ha de llegar a identificarse.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-identidad-del-docente

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Periodismo estudiantil para la posverdad

12 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Mauricio Mora Rodríguez

En tiempos en que la desinformación y la ‘posverdad’ tergiversan e inducen al error, el periodismo en el aula surge como una necesidad para desarrollar conciencia crítica ante lo que ocurre alrededor.

Una de las críticas más constantes que se hacen a nuestra educación es que no está sintonizada con las realidades de la sociedad, que en las escuelas no se enseña nada que de verdad necesiten los estudiantes. Esto puede ser cierto aunque creo que ha habido un esfuerzo por parte del ministerio y de los docentes para readaptar los contenidos y hacerlos menos teóricos y más prácticos.

Para cumplir esta necesidad el periodismo estudiantil surge como una herramienta efectiva,  interesante y fácil de implementar en el aula. Es un medio con el que los estudiantes no sólo comprenden sus contextos sino que pueden abrir su mente para encontrar hechos que noticiosos que merezcan la pena resaltar y desarrollarán el pensamiento crítico ante las publicaciones de otros medios.

Lo primero es entender el lenguaje periodístico: leer con ellos reportajes y noticias les ayudará a entender el estilo; la parte de la creación comienza con motivar a los estudiantes para que encuentren el tema sobre el cual hablar, tengo la teoría de que en todos los colegios y sus barrios ocurren a diario cosas que merecen ser tratadas como noticias, sólo es que encuentren el tema: un grupo social que hace una labor, un talento desconocido en el colegio, un problema que aqueje a la institución; después de esto invitarlos a que identifiquen las fuentes y le planteen las preguntas necesarias, sería interesante despertar su olfato periodístico pidiéndoles que vayan más allá de una sola fuente y busquen varias versiones.

El periodismo estudiantil Es un medio con el que los estudiantes no sólo comprenden sus contextos sino que pueden abrir su mente para encontrar hechos que noticiosos que merezcan la pena resaltar y desarrollarán el pensamiento crítico ante las publicaciones de otros medios.

Posteriormente viene la redacción teniendo en cuenta las particularidades de si es para radio o para un formato escrito, finalmente que hagan un proceso de revisión y corrección de sus textos para pasar a la publicación; de la noticia el docente podría pasar a la argumentación pidiéndole a los estudiantes que acerca de esas problemáticas elaboren columnas de opinión y así responden a las dos funciones del periodismo utilizando su capacidad crítica.

Si le damos un espacio a la publicación de los escritos de nuestros estudiantes en un blog o dentro de la página web institucional y se comparten en las redes sociales, aparte de incluir las TIC’s en el proceso de creación textual se está generando interacción con el resto de la comunidad educativa, se debate respetuosamente, se aprenden normas de netiqueta e incluso se fortalece el sentido de pertenencia de los estudiantes y padres de familia a la institución educativa.

El periodismo estudiantil es una forma interesante en la que los estudiantes adquieren y construyen su conocimiento, reflexionan sobre lo que ocurre a su alrededor y acerca de sus propias producciones, expresan sus opiniones y debaten respetuosamente. El maestro solamente tiene que guiar ese proceso para que termine siendo satisfactorio.

Adenda: El tema de Gabriela, la niña a la que el presidente Santos le ayudó con una tarea, levantó un debate acerca de la pertinencia de esta clase de deberes: Si la tarea refuerza, promueve la indagación y el diálogo no debería eliminarse.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/periodismo-estudiantil-para-la-posverdad

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Distribución de plazas magisteriales: problema y solución

12 de abril de 2017 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx/

Por: Carlos Ornelas

Hay infinidad de maneras para mirar asuntos de interés público, depende de la plataforma que escoja el observador. Por ejemplo, dentro de la Reforma Educativa del gobierno de Peña Nieto, la trama de la adjudicación y distribución de plazas de los docentes puede escudriñarse desde perspectivas distintas.

Los maestros en ejercicio, pienso, juzgan la reforma y los cambios en la distribución de plazas desde su experiencia laboral. Pueden considerar la entrega de plazas por concurso como un ataque a la tradición o, en el otro extremo, como la aparición del mérito profesional para no depender de los favores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Otros analizamos la Reforma Educativa desde la perspectiva de las relaciones de poder para indagar cómo trastoca los arreglos institucionales prevalecientes, basados en el corporativismo. Otros verán la racionalidad de las leyes que provocó la reforma a partir de las doctrinas jurídicas.

En la prensa y los medios se discute que los componentes de la reforma son políticas públicas mas, por la prontitud del trabajo periodístico y los límites de espacio, no se profundiza en el concepto. Pienso que el término de políticas públicas es una mala traducción del inglés, Public Policy, porque policy no es política, es algo así como estrategia para alcanzar un fin. No obstante, el uso de políticas públicas ya se legitimó y se asentó en la academia de habla española.

En la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, mi Casa Abierta al Tiempo, incluso tenemos una maestría en políticas públicas, con un enfoque aplicado al análisis de planes y prácticas gubernamentales, más que al examen de las relaciones y la tecnología del poder que subyacen tras los enunciados, ése es territorio de la ciencia política.

He tenido la suerte de ofrecer seminarios y asesorar tesis de estudiantes brillantes que avizoran al sistema escolar mexicano y a diversos programas desde alguna de las tendencias del campo de las políticas públicas. Uno de ellos, Jorge Carmona Navarrete, se graduó el mes pasado con una tesis de distinción académica: Aportaciones de la política educativa de Enrique Peña Nieto al sistema de plazas.

En esta tesis, Jorge trata con parsimonia ese eje, ofrece los antecedentes del caso, analiza las nuevas normas en contraste con las viejas ordenanzas y prácticas. No hace una apología de la política del gobierno de Peña Nieto, aunque observa con simpatía los intentos de introducir el mérito como principio y el profesionalismo como fin en la distribución de las nuevas plazas.

Dentro de la gama de opciones teóricas y de método, Jorge escogió lo que especialistas del campo destacan como el enfoque por etapas. Explica cómo surgió la cuestión, resume las prácticas clientelares preexistentes y cómo ciertos actores políticos en posiciones de mando —los firmantes del Pacto por México— reconocieron que era un problema público severo y, en consecuencia, lo introdujeron a la agenda pública. Consideraban que cambiar las reglas del juego era un proyecto realizable.

Jorge se apoya en aportaciones de teóricos de su campo académico, pero se acoge a las enseñanzas de Luis Aguilar Villanueva para conceptuar cómo la Reforma Educativa representó un desafío doble para el gobierno. Primero, para que la sociedad aceptara que era una necesidad y, segundo, el método de abordaje para la acción pública. La iniciación acarreó enmiendas a la Constitución.

Jorge también dilucida cómo se dio el proceso de toma de decisiones, cómo el gobierno lidió con la oposición en diversos tiempos y luego hace una valoración de la política. Su discernimiento es congruente con el enfoque que eligió.

Por ser un trabajo académico, Jorge glosa las estrategias que siguió para su análisis, los métodos de investigación y el tipo de información que utilizó, documental y bibliográfica. Aunque trata de no estampar juicios de valor (un requisito del enfoque), expresa que —tal vez— este sistema de distribución de plazas (ingreso, promoción, movilidad y reconocimiento) de los maestros encierra la parte profunda de la Reforma Educativa. Quizá sea un cambio de fondo.

El trabajo de Jorge Carmona Navarrete contiene un argumento coherente de prólogo a epílogo, escrito con prosa sin rebuscamientos y con una economía de palabras notable.

Siento orgullo por haberlo apoyado en esta etapa, su iniciación a una vida de producción académica que —estoy convencido— será fructífera.

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2017/04/05/1155975

Foto: http://www.uan.edu.mx/d/i/2012/02/expositor_inaug_maest_educ.jpg

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