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Inclusión y discapacidad: un tema pendiente

Por: Paulette Obreque

Académica Paulette Obreque afirma que “un buen colegio no filtra y selecciona, sino que se hace cargo de los niños que asisten a sus aulas, entregando herramientas que les permitan transitar exitosamente por el sistema escolar”.

La legislación chilena en relación a la educación inclusiva ha experimentado un progresivo enriquecimiento a partir de la promulgación de la Ley General de Educación N°20.370 (2009), ya que es allí donde se explicita la inclusión de niños, niñas y jóvenes con discapacidad, considerando que la educación es un derecho social que debe ser garantizado, en igualdad de condiciones y sin ningún tipo de discriminación.

Es por esto que en los establecimientos de educación regular se incrementan los equipos y recursos, para dar respuesta educativa a todos los niños de nuestro país. El promulgado Decreto Nº 83 de 2015 tiene un alcance extraordinario, escolarizando a todos los niños bajo un único currículum, dando espacio para que los profesores puedan adecuar sus elementos, en función de los niños que atiende para dar respuesta a las distintas Necesidades Educativas Especiales (NEE) que estos pudieran generar.

La educación es un derecho social que debe ser garantizado, en igualdad de condiciones y sin ningún tipo de discriminación.

Chile sin duda, ha dado pasos agigantados, entendiendo que un buen colegio no es aquel que filtra y selecciona estudiantes, sino aquel que se hace cargo de los niños que asisten a sus aulas, entregando herramientas que les permitan transitar exitosamente por el sistema escolar. Las herramientas están y son los profesores quienes deben tomarlas; utilizar las adecuaciones curriculares, planificar con diseño universal de aprendizaje, fortalecer los equipos de trabajo, fomentar la co-docencia, entre otras.

Ahora bien, la inclusión de personas con discapacidad en la sociedad forma parte de un cambio cultural que acompaña estos procesos en educación. Es preciso realizar un análisis como sociedad, entender que somos un país unido frente a situaciones traumáticas no es extraño, pero levantar una cultura relativa a dar respuesta y respetar a quienes presentan discapacidad es una deuda que debemos saldar hoy. Nuestras ciudades deben ser planificadas bajo diseños universales, es decir que los edificios, espacios y servicios sean accesibles a toda la población.

Es preciso realizar un análisis como sociedad, entender que somos un país unido frente a situaciones traumáticas no es extraño, pero levantar una cultura relativa a dar respuesta y respetar a quienes presentan discapacidad es una deuda que debemos saldar hoy

La llegada del Instituto Teletón a Valdivia es un primer paso, la rehabilitación que hace Teletón es tremenda. Sin embargo, somos nosotros como sociedad los que debemos seguir avanzando para dejar de ser discapacitantes. El trabajo colaborativo entre las distintas instituciones permite fomentar la inclusión, en todas sus formas, y verla como el eje central para construir una sociedad más solidaria.

Fuente: http://www.uss.cl/ciencias-educacion/inclusion-discapacidad-tema-pendiente/

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El profesor como obstáculo

08 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org/

Por: Miyer Pineda

Hechos coyunturales ocurridos en el 2016 comprobaron la importancia de la Escuela como espacio de construcción de saberes que hicieran posible el ingreso de Colombia a la modernidad. 

Se hace necesario conversar en las aulas sobre al menos dos de los acontecimientos referentes a educación más importantes del año pasado: el primero, las marchas de rechazo a la gestión de la entonces ministra de Educación, Gina Parody, motivadas por su identidad sexual; y el segundo, un hecho insólito, que fue los miles de “profes” que le hicieron campaña al NO en el plebiscito celebrado el dos de octubre del 2016, y más allá del resultado obtenido con una vergonzosa campaña de manipulación, la alta abstención en dicha votación.

En cierto sentido, estos hechos fueron una bofetada para los equipos de burócratas que estaban detrás de las iniciativas, y ese es el problema, precisamente estos personajes desconocen el país en el que viven, y por tanto, no comprenden la visión de mundo de una sociedad que tiene que cargar de manera cotidiana con problemas estructurales que ellos apenas intuyen.

Y en mitad del escenario coyuntural, la Escuela, a ella llegan todos los problemas que nos aquejan como país: hambre, pobreza y el inquietante culto a la ignorancia o a la pereza, a su alrededor, la ausencia de la ética emulando la vergonzosa existencia de un sistema de justicia parasitario que nunca ha podido ser garantía de derecho, y mucho menos en una frontal lucha contra el mal de males, la corrupción. Así nunca entenderemos que la corrupción mata más gente que la guerrilla.

Sin embargo, hay que decir que existen prácticas nocivas y corruptas en la Escuela, más allá del negocio que se tejió alrededor del transporte, de la alimentación escolar o de la construcción de colegios. Puertas para adentro los establecimientos educativos se convirtieron en el reflejo de lo que es nuestro país: ya se naturalizó la verborrea que encubre nuestra realidad, dirigida por directivos mediocres, y amañada por docentes del mismo nivel intelectual. Por supuesto, los afectados son los estudiantes, y a la larga, el país. Es lamentable esta situación para una sociedad que debe cambiar su mentalidad, si es que quiere con el tiempo lograr algo de dignidad para las generaciones futuras. Por ejemplo, Gina Parody  comprobó en carne propia, y como parte de esa élite, la nefasta influencia de las ideologías pre-modernas que se impusieron desde la colonia: religión, chisme y fanatismo.

Es fundamental que en las aulas se reflexione al respecto haciendo un análisis desde parámetros ofrecidos por la modernidad. La imposición de esta mentalidad retrograda dio como resultado que salieran a marchar los líderes del atraso cultural, y tras ellos, miles de incautos que no pudieron superar, en este caso, esa torpe y falsa dicotomía, religión Vs. lesbianismo, dos tópicos que a estas alturas de la civilización no deberían preocupar a nadie.

Pero aquí es dónde se hace palpable el profesor como obstáculo. Ese empleado sin vocación interesado en cobrar un salario sin preocuparse por la lectura y la creación de saber a partir de su labor cotidiana; profesores parásitos que no aportan mucho a la transformación del país. Por esta línea hubo miles de docentes quienes atentos a la orientación sexual de la Ministra, también apoyaron el NO en el plebiscito, sin analizar su posición a la luz de una seria reflexión política e histórica que lograra ir más allá de la nefasta enfermedad que han significado las FARC, para una nación inmersa en una constante crisis económica.

Se negaron a tomar un libro y leer la historia de Colombia a la luz de los verdaderos problemas de nuestro país: la corrupción y la falta de una honesta y necesaria cultura política. No quisieron ver que las guerrillas se volvieron la cortina de humo para que el país no vea que existen otros males aún más atroces: un malsano sistema de salud, desempleo, pésimos salarios, impuestos (serán despilfarrados o se los robarán), la desigualdad, el irrespeto a los más elementales derechos humanos, etc.; no pensaron que estos males son en buena medida consecuencias de los increíbles niveles de corrupción que existen en nuestra nación.

Estos “profes” no comprendieron que era una oportunidad para realizar una crítica de medios y del uso de las redes sociales, tampoco lograron pensar en el gasto anual que tiene la guerra y la corrupción cuando existe un conflicto, no pudieron hacer cuentas y ver que nos salía más barato un proceso de paz que seguir combatiendo con ellos. Esto comprobó, incluso, lo beneficiosa que ha resultado la guerrilla para la mediocridad: si deja de existir tenemos que explicar los problemas del país desde otros ángulos y desde otras causas, y eso implicaría comenzar a estudiar.

Con los días se supo la deshonesta estrategia de campaña de muchos promotores del NO: desde fanáticos religiosos hasta fanáticos de la guerra, desde lacras corruptas hasta señores de la muerte. Las redes sociales se encontraban inundadas de verdaderas mentiras producto de la más ingenua y retorcida forma de la ignorancia: la de repetir discursos sin analizarlos. La negación de Kant y su sapere aude (atrévete a pensar por ti mismo). Algunos de estos “profes” pre-modernos, con sus sonrisas sardónicas, quizás alcanzaron a vislumbrar que se sumaron al discurso corrupto que quiere la guerra para encubrir la corrupción.

Sin embargo, el resultado comprobó que la guerrilla de las FARC al fin se dio cuenta de que solo son un obstáculo para pensar un país distinto, al fin comprendieron que fueron ellos quienes eligieron a Andrés Pastrana, a Álvaro Uribe, a Juan Manuel Santos (Premio Nobel de Paz quien tendrá que pensar para siempre en la expresión “falsos positivos”) y al fin se dieron cuenta de que el pueblo colombiano nunca dejará de elegir a mediocres, neoliberales y verdugos, mientras ellos existan. Eso terminó siendo la guerrilla en Colombia, un pretexto para apoyar a seres peores que ellos mismos.

Ahora solo falta que buena parte de este país también se desmovilice de la ignorancia y del prejuicio, es por esto que se hace necesario que los profes también se desmovilicen y se sumen al pacto de construir un país moderno, porque para esto las aulas son fundamentales.

Creo que esto alcanzaron a intuirlo Santos y Parody. Hablar de un aula digna, inclusiva y dialógica requiere de buenos docentes, y para formar buenos docentes se necesita de procesos de dignificación de esta profesión. Recogieron lo que las políticas educativas han sembrado durante años. Parody lo vivió en carne propia, tuvo que asistir al Congreso a defender la diferencia que ella encarna y logró conmoverme su participación aún a sabiendas de que la educación en Colombia no ha podido quitarse el lastre del Concordato de 1887, mediante el cual la Iglesia impuso fanatismo y forjó una mentalidad totalitaria en múltiples generaciones.

Esto se debe matizar, el Papa Francisco y cientos de sacerdotes en Colombia participaron en la campaña por el SÍ, también muchos miembros de otros grupos religiosos con quienes conversé manifestaron una postura reflexionada en la que el perdón permitía superar el odio y vislumbrar la reconciliación.

Cuando más del 60% de la población se queda al margen de la coyuntura, el país no se humaniza, esto demuestra la falta de cultura política que nos aqueja, por lo tanto, aquí el papel de la Escuela es fundamental; por ello se espera que el profesor deje de ser un obstáculo y logre deshacerse del fetiche temático y comience a pensar un país moderno en el que la ciencia, el asombro y la dignidad tengan la palabra.

Existe el problema del profesor como un obstáculo, pero, ¿cómo hacerle frente? Por ahora el llamado es a los estudiantes, profesores y directivos para que de una u otra manera comprendan que el aula es un espacio de construcción del sentido a través del diálogo respaldado con lectura y análisis que vayan más allá de fanatismos y dogmas; que la Constitución de 1991 es una herramienta para poder respaldar una educación moderna que a lo mejor en algunas décadas logre hacernos entender las razones por las cuáles hasta el momento hemos sido un país experto en elegir a nuestros verdugos.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/el-profesor-como-obstaculo

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Lo que dejaron las Pruebas Pisa

08 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org/

Por: Mauricio Mora Rodríguez

Un somero análisis acerca del resultado de las pruebas internacionales.

Diferentes reflexiones se han hecho a los resultados de las pruebas PISA que se entregaron en días anteriores y que evidenciaron un mejoramiento en los puntajes de nuestros estudiantes frente a países de la región como Brasil, Perú y México.

las indicaciones de la OCDE reflejan lo que los docentes nos hemos empeñado en decir desde hace mucho rato: que en un país de desigualdades como éste, la educación es un síntoma y una esperanza.

Más que los números y las estadísticas, a las que no hay que satanizar ni encumbrar,  las indicaciones de la OCDE reflejan lo que los docentes nos hemos empeñado en decir desde hace mucho rato: que en un país de desigualdades como éste, la educación es un síntoma y una esperanza, las diferencias entre los resultados de estudiantes con distintas condiciones socioeconómicas son abismales y esta situación se va a acentuar si sigue el desfinanciamiento de la educación pública sobre todo la universitaria.

Apostarle a los docentes es otra de las interpretaciones que se le pueden dar a estos resultados de PISA: docentes más capacitados, con mejor ambiente de trabajo y más remunerados entregan mejores resultados, también el ministerio debe trabajar más, como lo ha estado haciendo, en el tema de visibilizar las buenas prácticas docentes, es otra manera de reconocer y retroalimentar a los profesores y motivarlos a mejorar su trabajo

Relacionado con el anterior hay un aspecto que parece preocupar a la OCDE y es el del alto número de repitencia escolar, creo que los docentes tenemos pendiente estudiar esa materia: cómo reducir a lo estrictamente necesario la pérdida del año de nuestros estudiantes, el tema siempre será debatible y hay que conciliar las muchas diferencias entre los que creen que exigir y tener un sistema casi punitivo es necesario para mejorar la calidad y quienes opinan que la repitencia es desmotivante y costosa.

La comprensión lectora pasó de 403 en 2012 a 425 en esta oportunidad, sin duda habrá que estudiar el impacto que han tenido los distintos programas en torno a la lectura que se han hecho desde el ministerio de educación y el de cultura (PTA, maratones de lectura, leer es mi cuento, entre otros) pero también hay medidas que desmotivan como la de incluir los libros en la reforma tributaria que se está aprobando en el congreso, una de nuestras comunes contradicciones de nuestro paradójico país.

Si bien es cierto que la calidad de nuestra educación no se puede medir únicamente por las pruebas internacionales, estas son un buen indicador y proporcionan insumos a nuestras autoevaluaciones en este plan que tenemos de ser el país más educado de la región para 2025.

Adendo: Nada nuevo, pero siempre desalentador el estudio de La universidad de la Sabana sobre la pobre comprensión lectora de nuestros estudiantes en los primeros semestres de la universidad. ¿Cómo hacemos para que ellos lean menos memes y más libros y artículos?

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/lo-que-dejaron-las-pruebas-pisa

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Gasto, desconfianza y transparencia en educación

08 de febrero de 2017 / Fuente: http://www.excelsior.com.mx/

En su artículo en Milenio (18 de octubre), el subsecretario de Planeación, Coordinación y Evaluación de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Otto Granados Roldán, llegó a la conclusión de que el gasto en educación es ineficiente. Por eso aboga por cambiar la visión e invertir (no gastar) mejor.

Si uno ve el uso de los fondos del gobierno federal destinados a educación desde la lógica de la teoría del capital humano, el argumento del subsecretario es correcto. ¿Cómo no pensar que hay ineficiencia cuando 97% del presupuesto va para gasto corriente y, de ése, 91% para salarios y prestaciones? Además, el dispendio es incalculable.

Lo que no esclarece el subsecretario es cómo el gasto se comió la inversión. Aunque reconozco el valor de las herramientas de análisis de esa teoría, apuesto más al análisis político para entender las causas de ese desbarajuste. Y no se trata de encontrar culpables concretos, que sí los hay, pero el fenómeno es histórico.

El subsecretario Granados Roldán señala, además del malgasto en educación, otras fuentes causantes del embrollo presupuestal: 1) desequilibrios entre la asignación a los diferentes tipos y niveles. Más a educación superior y menos a básica; 2) disparidad entre gasto en general y por alumno; el primero crece, el segundo se estanca; y, 3) el descontrol que causó la descentralización educativa que, en lugar de transparencia y orden, trajo corrupción que el Fondo de Aportaciones a la Nómina Educativa, con todo y su centralización, no corrige todavía.

Estoy convencido —aunque el subsecretario no mencionó a un actor en particular— que pensaba en rectores de universidades y líderes sindicales. Los jefes de las universidades públicas estatales exigen más recursos, abogan por salvar a sus instituciones de la bancarrota (no hay quiebra técnica, pues no son empresas mercantiles), pero no hacen esfuerzos por limpiar sus finanzas ni arreglar el asunto de las pensiones. Claro, la culpa es del pasado, pero no se atreven a tocar ese punto.

Es más, no quieren disminuir sus ingresos como rectores. Un reportaje de Teresa Moreno (El Universal, 24 de octubre) pone en perspectiva el asunto. Nada más un ejemplo: Rogelio Garza Rivera, rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, percibe ingresos brutos por 193 mil 210 pesos, 46% más que el gobernador del estado. Esto incluye: “Sueldo de profesor titular ‘B’ de tiempo completo por 43 mil 415 pesos; por profesor de asignatura “B”, nueve mil 500 pesos; la percepción como rector, 82 mil 947 pesos; monto de previsión social, mil 80 pesos; impuestos por 39 mil 597, y deducciones por contrato colectivo de trabajo de 16 mil 671 pesos”.

El caso del jefe nato de la UANL es paradigmático, pero no único: es rector y cobra como profesor de tiempo completo y de asignatura; además, el pago de impuestos (que, se supone, son sobre sus ingresos) y otros descuentos los carga a la nómina.

En educación básica el asunto no es menos turbio. No sólo más de 90% se va en salarios, los líderes del SNTE —aunque en menores proporciones que en el pasado reciente— siguen medrando, la SEP les proporciona medios para ello. Lilián Hernández (Excélsior, 23 de octubre) reporta que el SNTE recibió 290 millones de pesos del gobierno federal para difundir la Reforma Educativa y asuntos de fomento cultural. No hay informes sobre cómo utilizó esos fondos.

Mientras que todavía hay maestros interinos (o temporales en las universidades) mal pagados, hay altos funcionarios con ingresos abultados, sin contar rentas ocultas y dispendio en actos insustanciales. Eso genera desconfianza en las instituciones y sus jefes. Y, como señala el educador chileno Ricardo Hevia, la desconfianza carcome a la sociedad: “Hoy vivimos una crisis que no está asociada exclusivamente a la relación entre dinero y política; es más profunda y extendida. La credibilidad de las instituciones está en entredicho. Se sospecha de los empresarios, las autoridades de gobierno, los partidos políticos, los medios de comunicación, las iglesias…” y las escuelas, se pudiera agregar.

La falta de transparencia, la rendición de cuentas falseada y declaraciones altisonantes de actores políticos pidiendo más dinero, agrandan la falta de credibilidad en las instituciones; la desconfianza resta legitimidad a la acción política.

En esas estamos y ningún presupuesto podrá solventar los aprietos en credibilidad en el corto plazo, aunque se invierta mejor y se gaste menos.

Fuente artículo: http://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/2016/10/26/1124482

Imagen: http://www.legalchile.cl/beneficios-tributarios-por-gastos-en-educacion/

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Los manuales de convivencia: retos para una educación en el posconflicto

08 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org/

Por: Edgardo Romero Rodríguez

Así como una sociedad llega a acuerdos de convivencia a modo de un contrato social, un colegio también necesita esos acuerdos mínimos de convivencia.

Las instituciones educativas pueden ser vistas como unas microsociedades en donde las relaciones de poder, las jerarquías, los diálogos y los conflictos, son elementos esenciales de su naturaleza social, por lo tanto, así como una sociedad llega a acuerdos de convivencia a modo de un contrato social que hoy se manifiesta en regímenes constitucionales en la mayoría de los Estados del mundo, un colegio también necesita esos acuerdos mínimos de convivencia.

Antes de la Constitución de 1991 y de la Ley General de Educación 115 de 1994, los colegios ya tenían un reglamento, pero era una especie de manual de funciones para los diferentes estamentos educativos y dejaba por fuera las relaciones entre comunidad educativa de estudiantes, padres de familia y docentes. Existían casos excepcionales como el de los colegios Benposta, que proponían ya para esa época la idea de autogobierno Escolar, donde los mismos estudiantes asumían responsabilidades de sus procesos disciplinarios.

El artículo 87, de la Ley General de Educación, plantea: “Los establecimientos educativos tendrán un reglamento o manual de convivencia, en el cual se definan los derechos y obligaciones de los estudiantes. Los padres o tutores y los educandos al firmar la matrícula correspondiente en representación de sus hijos, estarán aceptando el mismo”. Este mandato al igual que los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), llevó a una fiebre de manuales de convivencia en los colegios de Colombia, a tal punto que algunas instituciones contrataron a “expertos” para su elaboración, sin tener en cuenta, que la idea de manual de convivencia tenía su asidero en que una sociedad es una comunidad de hablantes que pueden llegar a acuerdos intersubjetivos, (Habermas, 1987).

En este sentido, la idea es que la misma comunidad educativa llegara a acuerdos mínimos para una convivencia sana, y para eso se necesitaba el aporte de directivos, docentes, estudiantes, padres de familia e incluso de la comunidad de influencia en el entorno del colegio; esto no quitaba la necesidad de recibir algunas asesorías jurídicas y de redacción para el documento final. Sin embargo, la mayoría de los colegios en Colombia hicieron la tarea de convocar a la comunidad para su creación.

Los que pensaron que con la implementación de los manuales de convivencia en los establecimientos educativos, acabaría con los conflictos, estaban centrados en la idea de una paz negativa, en el sentido de que piensan que los acuerdos son el fin de los conflictos, a cambio de ello,  existe el concepto de paz positiva (Lederach , 2000), en que los acuerdos son vistos como una manera de transformar los conflictos en oportunidades de los cuales se aprende. Pero que ellos estarán presentes en la sociedad mientras existan personas que tienen que negociar sus intereses, motivaciones y necesidades.

Los colegios son una microsociedad, como ya lo habíamos planteado, que se garantizan precisamente por estar conformados por personas insociablemente sociables, según la tesis de Kant (Kant , 2003) en su extraordinario ensayo de la paz perpetua, el cual plantea que los seres humanos son sociables por naturaleza, necesitan del otro, del par, del amigo para poder convivir; pero en esa sociabilidad entran en conflicto con esos mismos seres que necesita, por el choque de intereses, desacuerdos, malos entendidos, y por lo tanto, se necesitan firmar tratados que eviten las reservas mentales, es decir, pactos de convivencia que prevengan conflictos futuros.

Ahora bien, esos pactos de convivencia no pueden ser vistos como un documento cerrado, y lo pactado es un especie de statu quo en donde no se admite ningún cambio, como la sociedad cambia los establecimientos educativos también, por lo tanto, los manuales tienen que ser unos dispositivos dinámicos que no pueden estar escritos en mármol, sino que tienen que tener las puertas abiertas para incluir los nuevos enfoques e ideas que surgen de una nueva lectura de la realidad.

Uno de los primeros cambios que tuvieron que enfrentar los manuales, fue la atención especial a la idea de educar en la paz y los derechos humanos, el manual de convivencia no podía ser ese documento policivo que sólo busca disciplinar los cuerpos (Foucault , 1990), sino más bien, una herramienta para convivir en paz y promover la defensa de los derechos humanos.

Con el surgimiento de la ley 1620 de 2013 que creó el sistema Nacional de convivencia escolar, las instituciones educativas se ven en la necesidad de incluir en sus manuales los organismos que  propone esta ley, lo mismo que las rutas de atención y los protocolos para precisamente estar atentos a los conflictos escolares y evitar la violación de los derechos humanos en el proceso de abordaje.

Aunque no basta con lo que propone la ley, se necesita un verdadero acuerdo de convivencia que tenga en cuenta las necesidades de los estudiantes y que contribuya a mejorar el clima escolar por medio de una nueva forma de vida en las instituciones educativas, que empiecen por un modelo educativo democrático y participativo, que expulse de las aulas de clase el regaño como pedagogía y que forme verdaderos ciudadanos respetuosos de las instituciones y las normas. Pero también, que al mismo tiempo tenga un análisis crítico de la sociedad que parta del recuerdo, porque una educación sin recuerdo es inhumana.

La mayoría de las instituciones educativas de este país les tocó vivir el conflicto armado en la puerta del colegio, eso implica un mayor reto de cara al posconflicto, por lo tanto, el modelo educativo que afronta los rezagos que dejó la violencia, tiene que dar cuenta de una memoria colectiva que sirva  como fundamento para la no repetición, una educación para la paz y los derechos humanos que tenga en cuenta el rostro del otro, desarrollar lo que Lévinas denomina la “sensibilidad del rostro” (Lévinas , 1989).

En la Institución educativa Normal Montes de María, institución donde laboro, no está exenta de este reto, mayor aun cuando fue blanco de desaparición forzada, desplazamiento y reclutamiento. El esfuerzo que hemos venido haciendo todos estos años nos ha llevado a replantear nuestro modelo educativo orientado desde la escritura y la oralidad, con elementos de educación para la paz, lo mismo que la puesta en marcha de proyectos transversales en educación ambiental, sexualidad, educación en ejercicio de los derechos humanos y uso de tiempo libre.

Eso ha implicado una revisión constante de nuestro manual de convivencia, que desde el primer momento tomó elementos del colegio Benposta con su modelo de autogobierno escolar y se incluyeron categorías en el marco de la educación en ejercicio de los derechos humanos, y el último cambio que realizamos, tuvo que ver con los ajustes propios de la ley 1620 y algunas sentencias de la corte constitucional.

Todos estos cambios no se han realizado de manera unilateral, han sido el producto constante de acuerdos y diálogos permanentes con la comunidad educativa donde la palabra del estudiante ha sido prioritaria. Una manera adecuada para enfrentar los retos del posconflicto, pasa por replantar nuestros modelos educativos y reformar los manuales de convivencia para formar ciudadanos participativos, democráticos y sensibles con el otro, que no vean en la violencia física y verbal como la manera más adecuada de resolver sus conflictos sino el diálogo, el acuerdo, el respeto por los derechos humanos y la civilidad como referentes mínimos de convivencia.

REFERENCIA

Foucault, M. (1990). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. siglo xxi.

Habermas, J. (1987). Teoría de la acción comunicativa . Madrid : Taurus.

Kant, I. (2003). La paz perpetua .

Lederach, J. (2000). El abcé de la paz y los conflictos: Educar para la paz. Los libros de la catarata.

Lévinas, E. (1989). Éthics as first philosophy. The Lévinas reader.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/los-manuales-de-convivencia-retos-para-una-educacion-en-el-posconflicto

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La suspensión de estudiantes de la escuela: ¿Funciona?

08 de febrero de 2017 / Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com

Por: Claudia García

Los maestros son responsables de crear un ambiente seguro, estable a sus estudiantes a través de diversas tácticas disciplinarias. La suspensión de los estudiantes de la escuela es una de las formas más comunes de la disciplina.

La historia de la disciplina escolar

Una de las primeras formas de disciplina de la escuela era el castigo corporal (azotes, palmadas, etc.), aunque se ha vuelto cada vez más eliminado debido a la evidencia que confirma su daño.

Los cambios importantes en la disciplina escolar surgieron en la década de 1990 con el advenimiento de las políticas de “tolerancia cero”. La creciente prevalencia del consumo de drogas entre los jóvenes y la violencia en la década de 1980 llevó a la mayoría de las escuelas empezaron a adoptar la política de suspensión automático para las infracciones tales como drogas y alcohol posesión, la lucha, la posesión de armas, y la actividad relacionada con pandillas. Algunas escuelas han ampliado sus políticas de “tolerancia cero” para incluir suspensiones para otros delitos, incluyendo toma de posesión, la falta de respeto verbal, y que viola el código de vestimenta de la escuela.

Suspender los niños como castigo

Como se mencionó anteriormente, la eficacia de las políticas de “tolerancia cero” OSS ha sido ampliamente debatido en la historia reciente. Muchos estudios se han publicado en los últimos años que demuestran los efectos peligrosos de los OSS en todo el ecosistema educativo. Primero y ante todo, el OSS elimina los estudiantes de la clase y con frecuencia no presenta otra alternativa de la educación, lo que resulta en problemas de aprendizaje que pueden afectar el éxito continuo del estudiante en la vida.

El estudiante suspendido no es el único afectado significativamente por el OSS. Los educadores, los padres y otros estudiantes también se ven afectados. Los padres de los niños que están suspendidos de forma inesperada de la escuela pueden verse obligados a ir al trabajo o encontrar otras opciones de cuidado de niños, lo que resulta en una pérdida imprevista de ingresos.

El impacto en los padres y los estudiantes pueden agravar el impacto negativo sobre los educadores que deben tomar las decisiones difíciles de retirar a un estudiante de la escuela y obstaculizar su capacidad para aprender y socializar. Un estudio realizado en 2009 por el Centro Nacional de Estadísticas de Educación encontró que el 12% de los maestros dejó la profesión debido a problemas con la disciplina dentro de su último año de enseñanza.

Alternativas a la suspensión en la escuela tradicional

Las escuelas están tratando de eliminar algunos aspectos negativos de sus políticas, por enfoques basados en enfoques basados en pro actividad, que abordan las causas subyacentes de la mala conducta y proporcionan un refuerzo positivo para los comportamientos que aumentan la participación y el logro académico. Este cambio ha ya mostrado ser prometedor en algunas escuelas, donde ha mejorado el clima escolar y el rendimiento académico, y la reducción de referencias disciplinarias. En general, la interrupción de la OSS y la aplicación de protocolos de disciplina positivas se está convirtiendo en el método preferido para la manipulación de los estudiantes que pueden ser de otra manera perjudicial para el ambiente de aprendizaje.

Fuente artículo: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/2886

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La orientación socio ocupacional en la educación media: una necesidad que no da espera

08 de febrero de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org/

Por: Ángela Escallón Emiliani

Momentos en los que hay que elegir una carrera u oficio o continuar estudios siempre nos enfrentan a la incertidumbre de estar tomando la decisión correcta con la información correcta.

Las épocas de transición y cambio son siempre difíciles en la vida. Momentos en los que hay que elegir una carrera u oficio, cambiar de trabajo o continuar estudios siempre nos enfrentan a la incertidumbre de estar tomando la decisión correcta con la información correcta.

Para nuestros estudiantes de educación media (10° y 11° grado), es sin duda, su principal preocupación y lo que hemos estudiado y entendido desde la Fundación Corona es la importancia que tiene la orientación socio ocupacional no sólo para los estudiantes sino para el destino y competitividad del país.

La orientación socio ocupacional, entendida por el Ministerio de Educación Nacional como un proceso de acompañamiento a las personas durante los momentos de transición que les permite tomar decisiones informadas y racionales, a partir del reconocimiento de sus intereses, aptitudes, valores y deseos y la ponderación de las oportunidades de formación y de las oportunidades de trabajo que ofrece el contexto (social, cultural, político y económico)

Los datos que arrojó una caracterización de los estudiantes del programa Ser Pilo Paga, mostró que  50% de los estudiantes no reciben orientación y  el 50% que sí la recibe, es bastante esporádica y poco sistemática. Existe la figura del “orientador”, que a diferencia de otros países no es reconocida como profesión, y generalmente es una persona que con la mejor voluntad atiende  un promedio de dos mil estudiantes, además de hacerse cargo por lo general, de  otros temas de bienestar estudiantil en general.

La teoría y las buenas prácticas tanto internacionales como nacionales nos muestra que la orientación debe abarcar tres aspectos básicos: autoconocimiento y plan de vida; información sobre opciones de educación terciaria y conocimiento y mecanismos de acceso a las oportunidades laborales existentes.

Veamos cada uno con detalle. El autoconocimiento y  plan de vida de cada persona, es un proceso complejo. En el colegio se asocia con las habilidades e intereses, con los resultados académicos y test de personalidad o test vocacionales. Es indispensable dimensionar este aspecto y comenzarlo a trabajar desde noveno para que el entendimiento no sea lo que dice un test, sino la mirada juiciosa de los intereses y competencias personales.

Es difícil saber que se quiere en la vida cuando uno tiene 14 o 15 años y es necesario que este análisis esté acompañado de otras estrategias, que en otros países son muy reconocidas, como son los mentores o padrinos.

Sobre la disponibilidad de la información, los jóvenes recurren a internet. “Mr. Google” como coloquialmente se le llama al buscador, es  la principal fuente de información. Bueno por lo democrático en la disponibilidad de la misma, pero triste porque nadie está mostrando el panorama completo, ni las alternativas  existentes.

Cuando vemos el abanico de educación terciaria – formación para el trabajo; técnica y tecnológica y universitaria -encontramos  un imaginario bastante generalizado que desacredita la educación técnica y tecnológica y la formación para el trabajo y considera sólo como válida  los estudios universitarios.

Para los estudiantes las carreras técnicas son o un trampolín para la universidad o la opción por descarte. Aquí hay un gran trabajo por hacer a todo nivel. La relación de estudiantes -cuando nos comparamos con los países desarrollados- es totalmente inversa. 6 técnicos por 3 universitarios, cuando nosotros tenemos 3 técnicos por 6 universitarios.

En este punto lo que queremos resaltar es la importante que los jóvenes conozcan las rutas y características de cada opción educativa.

En cuanto a los mecanismos de acceso e información del mercado laboral, existen una serie de becas, becas crédito y programas de financiación que no son tan conocidos. La relación de estas oportunidades acompañada de información sobre el mercado laboral, expectativas salariales, perfiles y competencias es de vital importancia que esté disponible para todos.

Se debe reconocer que hay esfuerzos que se están realizando con este fin, como el Observatorio laboral del MEN y las Red Ormet del Ministerio de Trabajo y PNUD. De igual forma en diferentes estudios se reconoce que las empresas no están encontrando al personal que buscan por la falta de competencias que requiere el mercado laboral.

La necesidad que los jóvenes conozcan y tengan acceso a este tipo de información, es una prioridad  y debe ser un  objetivo en las políticas públicas. El destino de nuestros jóvenes bachilleres, que como bien sabemos son pocos en relación con los que ya hemos perdido en el camino que representan más del 50%  de la población estudiantil, se preguntan con razón que les espera. Su posición incierta y sus decisiones poco informadas y sin proyecciones, acompañados de la presión familiar por generar ingresos y por encontrar una ocupación digna no hacen fácil este momento de transición.

Otro punto central donde focalizar la atención, tiene que ver obviamente con los problemas de calidad. Más allá de reconocer y considerar como válidas todas las opciones, lo que encontramos en  los tres niveles de educación terciaria es el problema de la calidad.

Pesa entonces la sombra de “instituciones de garaje” sobre el esfuerzo y sacrificio económico y personal que hacen miles de estudiantes y sus familias para tener un título que no les garantiza los sueños que ellos habían imaginado.

Pongamos en la agenda pública la ruta de la empleabilidad, un compromiso por articular y hacer efectivo la demanda de los empleadores, las instituciones educativas y las expectativas de los jóvenes. Hagamos un esfuerzo serio por entender y entre todos ofrecer lo mejor para las generaciones que comienzan su primera transición y que definirán el rumbo de todo un país.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-orientacion-socio-ocupacional-en-la-educacion-media-una-necesidad-que-no-da-espera

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