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En defensa del software libre: mi demanda contra Lenovo en México

 Este artículo aborda la historia de la compra de un equipo de cómputo personal. Compré el equipo Yoga 2 de Lenovo, por sus funciones operativas, capacidad y precio en noviembre de 2014. Tenía la intención de instalar un sistema operativo de software libre GNU/Linux que está construido de una forma que permite la ejecución, copia, distribución, estudio, modificación y mejora por parte del usuario.

Fue así que descubrí una característica oculta en mi computadora llamada Secure Boot, cuya función en la práctica resultó restringir el derecho de instalar sistemas operativos diferentes al de fábrica. Nunca fui informado de esta característica al momento de la compra.

Al principio intenté resolverlo de forma técnica y con la ayuda de colegas, pero los varios intentos que hicimos no fueron exitosos. Después, elegí seguir el asunto por el camino legal, con el soporte de la organización Enjambre Digital. A partir de una serie de encuentros con los abogados de Lenovo y la Procuraduría Federal del Consumidor, la autoridad mexicana declaró a Lenovo infractor de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

La Fundación de Software Libre (Free Software Foundation) en 2011manifestó en una carta, firmada por más de 48 mil personas, el potencial restrictivo de Secure Boot. Por ello instaron a que los fabricantes “permitan a los propietarios de los ordenadores deshabilitar las restricciones del arranque, o proporcionarle una alternativa segura para instalar y ejecutar sistemas operativos libres de su elección”. Con mi caso, y seguramente otros parecidos, queda en evidencia que todavía falta para llegar al ideal propuesto por la carta de la FSF.

Por otro lado, mi caso comprueba que a pesar de que Lenovo aceptó la función Secure Boot establece una restricción, no logró deshabilitarla durante el litigio. Y la infracción a la ley mexicana, declarada por la autoridad encargada de la defensa de los derechos del consumidor, no logro revertir la falta de información.

El caso

Me entregaron el equipo portátil Lenovo modelo Yoga 2 que compré por medio del distribuidor Intelcompras el día 19 de noviembre de 2014.

Cuando me dispuse a instalar el sistema operativo de mi elección, descubrí que no era posible ya que la computadora tenía la llamada opción de carga Secure Boot. Esta característica obliga a que los sistemas operativos a instalar deban estar autorizados a través de firmas digitales otorgadas por Microsoft. Por esta razón, intenté desactivar Secure Boot, puesto que en la práctica impedía la instalación del sistema operativo que deseaba. Los intentos que realicé no tuvieron éxito.

Busqué apoyo de Enjambre Digital, organización de defensa de las libertades en internet, y del Rancho Electrónico, un hackerspace en la Ciudad de México.

Luego, asistí al Hackmitin, conocido por ser el encuentro de la cultura hacker en México. Allí, en conjunto con varios amigos, intentamos resolver el problema pero tampoco logramos la instalación del nuevo sistema operativo gracias a Secure Boot.

El diagnóstico técnico de los hackers confirmó que con dicha característica activada solamente es posible utilizar software que tenga la firma de Microsoft. Por lo tanto, para lograr la instalación de otro sistema operativo, como por ejemplo Debian GNU/Linux, necesitaba deshabilitar esta opción de carga o conseguir una versión autorizada por Microsoft.

El siguiente paso fue comunicarme con el proveedor y solicitar soporte técnico. El 26 de noviembre le pregunté a la cuenta verificada de Lenovo de México vía Twitter:

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Me remitieron al número 01 800 de soporte. Lo llamé, y me negaron el servicio tras explicar el problema, argumentando que no podían indicarme cómo deshabilitar Secure Boot porque la política de la empresa se los prohibía.

El camino legal

Tras agotar las alternativas técnicas a mi alcance y el soporte del fabricante, finalmente el 15 de enero de 2015 decidí interponer una queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor de México (Profeco) en la que narré mi caso.

En la audiencia de conciliación del 17 de abril de 2015, volví a explicar el problema que tenía con el equipo de cómputo al proveedor, al árbitro de la Profeco y al abogado de Enjambre Digital. Solicité información sobre cómo podría deshabilitar el Secure Boot al abogado de Lenovo, quien respondió que no conocía sobre el problema pero que lo revisaría con el área correspondiente para buscar una solución, y me solicitó el número de serie y modelo. Profeco programó la segunda audiencia de conciliación para el 10 de junio de 2015.

El diagnostico de Lenovo

Diez días después, se comunicó telefónicamente conmigo Miguel Díaz, quien se acreditó como Customer Support Analyst de Lenovo. Me dijo que era muy sencillo desactivar el Secure Boot y me brindó una serie de opciones para que pudiera hacerlo. Para dicho propósito me hizo llegar por correo electrónico:

Buenas tarde estimado Jacobo:
En acuerdo a nuestra llamada telefónica las opciones para la correcta instalación del su sistema operativo y configuración del “secure boot” son:
Ingresar el equipo a un centro de servicio autorizado por Lenovo, ahí realizarán la configuración correcta, además a manera de excepción instalarán el sistema operativo de su preferencia mismo que debe ser proporcionado por usted junto con la licencia del software.
Envío por esta vía de un paso a paso (manual) de como activa y desactivar el “secure boot”.
Quedo atento a sus comentarios.
Saludos
Nota: Una vez el centro de servicio haya realizado las pruebas suficientes de funcionamiento será entregado el equipo, incluso podría verificar le enseñaran como activar y desactivar la opción.

Le pedí me hiciera llegar el referido manual para hacerlo por mí mismo, pero no logré desactivarlo. Entonces, decidí ingresar el equipo al servicio autorizado de Lenovo. Ahí me indicaron que lo revisarían para hacer un diagnóstico. El diagnóstico concluyó que era imposible instalar el sistema operativo de mi elección “por la tecnología que tiene de fábrica el equipo”. Se hizo constancia de dicho diagnóstico en el documento que entregó el representante legal de Lenovo a la Profeco en la segunda reunión de conciliación, que resultó fue infructuosa.

El representante legal de Lenovo declaró:

Solicito se envíe el expediente al archivo general toda vez que mi representada ingresó el equipo materia de queja al centro de servicio y este fue revisado y no muestra algún problema en su funcionamiento solamente la limitante que el consumidor manifiesta y ya le fue notificado que eso se deriva de la fabricación del equipo y sus características aclarando que mi representada no omitió información en la venta toda vez que esta fue hecha por otro proveedor denominada Intelcompras.

El abogado de Enjambre Digital y yo decidimos no aceptar la propuesta de conciliación debido a que el problema planeado por mí desde un inicio (la deshabilitación de Secure Boot) no fue resuelto.

La queja contra Lenovo

Al no lograrse la conciliación, la Profeco inició formalmente el procedimiento por infracciones a la ley en contra de Lenovo, otorgándole un término de diez días hábiles para que ofreciera las pruebas y manifestara por escrito lo que a su derecho conviniera como parte de su defensa.

Por nuestra parte, el abogado de Enjambre Digital y yo entregamos un escrito en los días siguientes en el que reiteramos los puntos expresados en la queja, y señalamos adicionalmente que no procedía sostener que la obligación de informar sobre el llamado Secure Boot corría a cargo del distribuidor (Intelcompras), como argumentaba el representante de Lenovo, por dos razones de fondo: la primera, es que Lenovo es el fabricante del bien que consiste en un equipo de cómputo, por lo que las características intrínsecas del producto son responsabilidad del mismo; y la segunda, que legalmente no pueden trasladar la responsabilidad de dichas características al vendedor/distribuidor Intelcompras.

Con los anteriores elementos expresados por mi parte y por Lenovo, la Procuraduría Federal del Consumidor resolvió que “Lenovo de México S DE RL DE CV infringió lo dispuesto en el artículo 7 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, tal y como quedó debidamente demostrado en la presente resolución”.

El artículo 7 de la Ley Federal de Protección al Consumidor indica que:

Todo proveedor está obligado a informar y respetar los precios, tarifas, garantías, cantidades, calidades, medidas, intereses, cargos, términos, plazos, fechas, modalidades, reservaciones y demás condiciones conforme a las cuales se hubiera ofrecido, obligado o convenido con el consumidor la entrega del bien o prestación del servicio, y bajo ninguna circunstancia serán negados estos bienes o servicios a persona alguna”.

Conclusiones

Actualmente el modelo Yoga 2 de Lenovo sigue en el mercado con el Secure Boot instalado y sin la opción para deshabilitarlo. Tampoco se advierte en la documentación oficial sobre esta característica.

Las comunidades de desarrollo de software libre buscan conseguir con estrategias técnicas que los sistemas operativos que desarrollan sean autorizados por Microsoft y funcionen con Secure Boot. Sin embargo, esto no deja de ser una medida unidireccional, ya que depende de un tercero, además del fabricante, la decisión sobre las condiciones del software que hacen funcionar las computadoras, dejando al propietario de un equipo sin opciones.

Frente a un violación a la ley que tiene el potencial de impactar nuestros derechos masivamente no se espera una respuesta con acciones mínimas, por el contrario, un papel activo. Ya que la sanción económica de Profeco no solucionó la falta de información relevante para la compra, en conjunto con Enjambre Digital estamos estudiando las vías que tenemos para que este reconocimiento que hace Profeco y que califica de muy grave tenga efectos concretos.

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Radicalmente abierto

Por Sebastián Vallejo

Hay un problema con el conocimiento, y es un problema de acceso. Vivimos en una época donde la gran mayoría del conocimiento se produce en las universidades a través de la investigación de sus profesores, quienes publican en revistas académicas. Luego las universidades pagan a los editores de esas revistas un estimado global de $ 10 mil millones anuales para tener acceso.

Los editores han reportado ganancias del 40%, convirtiéndola en una industria casi tan lucrativa que debería ser ilegal. Los costos por mantener a las revistas varían entre $ 200 y $ 800 millones, dependiendo del año. Para lograr esto, bajos costos y altos ingresos, ningún investigador es pagado por publicar en una revista académica (lo cual es una práctica común) y los precios por tener acceso a estas revistas es exorbitante. Tan alto es el precio que hay veces en que los propios investigadores no tienen acceso a sus artículos.

“Es escandaloso e inaceptable que se provea artículos científicos para aquellos en las universidades élites en el primer mundo, pero no a los niños en el sur global. (…) Debemos tomar la información, donde sea que esté almacenada, hacer copias y compartirlas con el mundo. (…) Debemos descargar revistas académicas y subirlas a redes para compartir archivos. Necesitamos luchar para la Guerrilla de Acceso Abierto”. Ese es un pasaje del Manifiesto de la Guerrilla de Acceso Abierto. Hay un proceso orgánico que ha surgido como una respuesta a esta falta de acceso. Son las ‘bibliotecas piratas’.

Dentro de la política pública (cuando consideramos en el acceso al conocimiento dentro de nuestras políticas públicas), seguimos pensando en la biblioteca como estas estructuras magnánimas, representativas de lo genuino y puro. Un concepto que ha cambiado poco desde su incepción. Sin menospreciar el valor innato de la biblioteca tradicional como símbolo y como repositorio de conocimiento, pero la biblioteca moderna, la que brinda verdadero alcance masivo, la que democratiza el acceso al conocimiento, la que ayuda a igualar las condiciones para generar el conocimiento, es un buscador en una página web. Un buscador en una página web con una base de datos que puede ser replicada y transferida, aumentada y compartida, mejorada y especializada, y que se mantiene esencialmente abierta. En el mundo ideal (o para los economistas, en un mercado sin fallas) no habría la necesidad de estas ‘bibliotecas piratas’.

La oferta y el acceso a esta oferta serían lo suficientemente amplio y accesible para suplir la demanda. Pero en las condiciones actuales, lo que tenemos es un mundo donde el conocimiento se está convirtiendo en un bien de lujo. Balázs Bodó, un investigador sobre piratería de la Universidad de Ámsterdam, mostró que solo 33% de los textos encontrados en ‘bibliotecas piratas’ está disponible para Kindle en Amazon. También mostró que el flujo hacia estas ‘bibliotecas piratas’ venía tanto de países desarrollados como en países de vías de desarrollo. Es decir, el acceso a artículos académicos y libros científicos (y libros en general) es un problema en más de un tipo de mercado.

Lo que más llama la atención sobre el flujo de información a las ‘bibliotecas piratas’ es que aquel proveniente de América Latina (y buena parte de África Subsahariana) es desdeñable. Es decir, que no estamos siendo parte de la conversación. Ni siquiera estamos siendo parte del problema. Lo cual es indicativo del estado de la investigación y la generación de conocimiento en el continente, pero también presenta una oportunidad. Una oportunidad por decantarse por el lado más democrático del conocimiento. Un conocimiento abierto y transferible. Un conocimiento accesible. Un conocimiento radical y radicalmente abierto. (O)

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/columnistas/1/radicalmente-abierto

Fuente de la imagen; http://medialab-prado.es/mmedia/13/13790/500_0.jpg

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El retorno de la clase privilegiada

Por Leonardo Boff

2016-05-20


 

  El principal problema brasileño que atraviesa toda nuestra historia es la monumental desigualdad social que reduce gran parte de la población a la condición de chusma.

Los datos son alarmantes. Según Marcio Pochman y Jesse Souza, que reemplazó a Pochman en la presidencia de IPEA, son sólo 71.000 personas (el 1% de la población, que representa solo el 0,05% de los adultos), los multimillonarios brasileños que controlan prácticamente nuestras riquezas y nuestras finanzas y a través de ellas el juego político. Esta clase adinerada, que Jesse Souza llama la clase privilegiada, además de ser socialmente perversa es muy hábil, pues se articula nacional e internacionalmente de manera que siempre consigue maniobrar el poder del Estado en su beneficio.

Estimo que su logro más reciente fue inclinar la orientación de la política de los gobiernos de Lula-Dilma hacia sus intereses económicos y sociales, a pesar de las intenciones originales del gobierno de practicar una política alternativa, propia de un hijo de la pobreza y del caos social, como era el caso de Lula.

Con el pretexto de asegurar la gobernabilidad y de evitar el caos sistémico, como se alegaba, esta clase privilegiada consiguió imponer lo que le interesaba: mantener inalterable la lógica acumuladora del capital. Los proyectos sociales del gobierno no obligaban a renunciar a nada, antes bien eran adecuados para sus propósitos. Llegaban a decir entre sí, que en lugar de que nosotros, la élite, gobernemos el país, es mejor que gobierne el PT, manteniendo intocables nuestros intereses históricos, con la ventaja de ya no tenemos ninguna oposición. Él firma nuestros proyectos esenciales.

Esta clase adinerada obligaba al gobierno a pagar la deuda pública antes de responder a las demandas históricas de la población. Así quitaba la deuda monetaria con el sacrificio de la deuda social, que era el precio para poder hacer las políticas sociales. Estas, nunca antes habidas, fueron vigorosas e incluyeron en el consumo alrededor de 40 millones de pobres.

Los más críticos se dieron cuenta de que este camino era demasiado irracional e inhumano para prolongarlo. Fue aquí donde se instaló una falla entre los movimientos sociales y el gobierno Lula-Dilma.

Todo indicaba que con cuatro elecciones ganadas, a pesar de las limitaciones sistémicas, se consolidaba otro sujeto de poder, venido desde abajo, de las grandes mayorías procedentes de las senzalas (viviendas de los esclavos) y de los movimientos sociales. Estas comenzaron a ocupar los lugares y a utilizar los medios antes reservados a la clase media y a la clase privilegiada, que en el fondo nunca aceptó al obrero Lula y nunca se reconcilió con el pueblo, sino que lo despreciaba y humillaba. Entonces los antiguos dueños del poder despertaron con rabia, pues a través del voto podrían no volver al poder nunca más.

Instaurada una crisis político-económica bajo el gobierno de Dilma, crisis cuyos contornos son globales, la clase privilegiada aprovechó la oportunidad para agravar la situación, y por la puerta de atrás, llegar a Planalto. Se creó una articulación nada nueva, ya probada contra Vargas, Jango y Juscelino Kubischek, asentada sobre el tema moralista del combate contra la corrupción, salvar la democracia (la de ellos, que es de pocos). Para esto era necesario suscitar la fuerza de choque que son los partidos de la macroeconomía capitalista (PSDB, PMDB y otros), con el apoyo de la prensa empresarial, que era el brazo extendido de las fuerzas más conservadoras y reaccionarias de nuestra historia, con periodistas que se prestan a la distorsión, la difamación y directamente a la difusión de mentiras.

La historia es vieja, se sataniza al Estado como un antro de corrupción y se magnifica el mercado como lugar de las virtudes económicas y de la integridad de los negocios. Nada más falso. En los estados, incluso en los países centrales, existe la corrupción. Pero donde es más salvaje es en el mercado debido a que su lógica no se rige por la cooperación, sino por la competición donde casi todo vale, cada uno buscando tragarse al otro. Hay evasiones millonarias de impuestos y grandes empresarios esconden sus ganancias absurdas en cuentas en el extranjero, en paraísos fiscales, como recientemente ha sido denunciado por los Zelotes, Lava jato y los papeles de Panamá. Por lo tanto es pura falsedad atribuir las buenas obras al mercado y las malas al Estado. Pero este discurso, martilleado continuamente por los medios de comunicación ha conquistado la clase media. Jesse Souza dice con razón que «literalmente en todos los casos la clase media conservadora fue usada como fuerza de choque para derrocar al gobierno de Vargas, de Jango y ahora al de Lula-Dilma y dar el «apoyo popular» y la consecuente legitimidad a esos golpes, siempre en interés de media docena de poderosos» (El atontamiento de la inteligencia brasilera, 2015, p. 207).

En la base está una mezquina visión mercantilista de la sociedad, sin ningún interés por la cultura, que excluye y humilla a los más pobres, robándoles tiempo de vida en transportes sin calidad, en bajos salarios y negándoles cualquier posibilidad de mejora, ya que carecen de capital social (educación, tradición familiar, etc.). Para asegurar el éxito en esta empresa perversa se creó una articulación que incluye a grandes bancos, FIESP, MP, la Policía Federal y la justicia. En lugar de bayonetas ahora trabajan jueces justicieros que no son reacios a llevarse por delante los derechos humanos y la presunción de inocencia de los acusados con prisiones preventivas y presión psicológica a la delación premiada con información confidencial divulgada por la prensa.

El actual proceso de impeachment a la presidenta Dilma cae dentro de este marco golpista, pues se trata de quitarla del poder no a través de elecciones, sino mediante la exageración de prácticas administrativas consideradas delito de responsabilidad. Por errores eventuales (concedidos y no aceptados) se castiga con la pena suprema a una persona honesta a la que no se le reconoce ningún delito. La injusticia es lo que más lastima la dignidad de una persona. Dilma no merece este dolor, peor que el sufrido a manos de los torturadores.

Fuente: http://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=770

Imagen tomada de: http://www.aulafacil.com/uploads/cursos/2215/editor/724px-sem_la_tribune_des_proprietaires.es.jpg

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«Enfants du Pays»: Proyecto que recuerda a las víctimas de la crisis de Burundi con Historias de vida

Liam Anderson

Enfants du pays (Niños del País) es un proyecto de un equipo de Burundi para documentar y compartir las historias individuales de personas que murieron durante la crisis en curso con el fin de mantener»viva » su memoria

En abril de 2015, se reprimieron las protestas contra el presidente quien estipulaba postularse por otro término, lo que provocó la violencia politizada que luego se intensificó , generando rebeliones armadas,  detenciones en masa,  huida de refugiados y asesinatos.

Muchos de Burundi, a través de alianzas políticas, se han visto atrapados en el enfrentamiento. A veces, sin embargo, la cobertura de los eventos que tratan de explicar el panorama más amplio no acaba de capturar los cuentos individuales de la pérdida y de lucha.

El Enfants du pays página web se registran las historias de algunas de las víctimas, con los testimonios emocionales de la familia y los amigos. Informan, por ejemplo, el caso de Charlotte Umugwaneza, activista contra la corrupción y el Movimiento para el partido solidario y Democracia  quien fue encontrada muerta a tiros en octubre de 2015, después de ser detenido por agentes del Servicio Nacional de Inteligencia, dejando atrás a su marido y sus hijos.

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Jean Nepomuceno Komezamahoro, un adolescente muerto a tiros por la policía después de que se encontró en el medio de la primera jornada de protestas, dejando a su familia aturdida por el luto.

La inseguridad ha hecho que la recopilación de la información haya sido difícil, y los organizadores del Enfants du pays  han dejado Burundi desde que el proyecto comenzó el año pasado ,debido a las amenazas de violencia.

Su página web expone como su objetivo:

Este espacio es para contar la historia de las víctimas del tercer mandato de Pierre Nkurunziza, las historias de la gente, «enfants du pays», sus esperanzas, sueños, desafíos, deficiencias, y sus muertes prematuras e injustas. Nuestro objetivo es contar sus historias individuales, para humanizar su lucha, para devolver su dignidad … .para reconocer su contribución a la nación y no dejar que sus vidas se pierdan en vano, ni dejar en el anonimato.

Los observadores, un sitio de periodismo participativo organizado por el canal de noticias France 24, hablaron con los autores del proyecto, quienes describieron su decisión a mediados de 2015 de tomar medidas para expresar su enojo por la violencia  y el deterioro en su país:

Ha habido tanta sangre que muchas personas aquí piensan que las acciones no violentas no tienen sentido. Pero seguimos decididos. A pesar de que este proyecto es agotador,  significa mucho  ver lo importante que es para las familias. La mayoría de ellos son tan felices de que alguien quiere saber acerca de su ser querido.

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El proyecto también tiene como objetivo trabajar con la diáspora de Burundi y mantener las exposiciones de arte en ciudades de todo el mundo para dar a conocer el costo humano de la crisis, con obras de arte en relación con las víctimas y las experiencias de la inseguridad política, para las que han buscado crowdfunding . Llevaron a cabo recientemente una exposición de este tipo en Nueva York, y las imágenes fueron compartidas en su página  de Facebook

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La pintura en el tweet anterior muestra Pierre-Claver Mbonimpa, un destacado activista de derechos humanos que recibió un disparo en un intento de asesinato a finales de 2015, y luego fue a Bélgica para recibir tratamiento. También ha perdido a miembros de su familia a ataques violentos.

Durante esta crisis, la prensa independiente ha sido fuertemente restringida , y a lo largo del país periodistas, activistas de los derechos, y los ciudadanos han utilizado de manera innovadora los medios de comunicación para informar y registrar documentos, como la radio y los medios sociales subterráneas que informan desde el exilio.

Del mismo modo, Enfants du pays utiliza los medios de comunicación para crear una conexión ampliamente accesible con los recuerdos de los muertos por la crisis política violenta, y el trauma de la pérdida de los restantes. Esto ayuda a matizar simplificados narrativas de confrontación con rostros humanos. Sus esfuerzos han recibido entusiastas mensajes en línea de apoyo. Como usuario de Twitter @kagapina dijo:oie_7SEv4UvN4jrs

Tomado de: https://globalvoices.org/2016/05/18/enfants-du-pays-project-remembers-victims-of-burundis-crisis-with-life-stories-and-artwork/

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Quererse bien: Autoamor y autoestima

Por Coral Herrera Gomez

La guerra contra mi, la guerra contra todas

Quererse bien a una misma es un acto de desobediencia civil, y una forma de resistencia política ante la guerra que el capitalismo y el patriarcado sostienen contra nosotras.

La guerra contra las mujeres está basada en dos objetivos estratégicos: uno, que todas batallemos contra una misma, dos, que luchemos también contra las demás. El primer objetivo se logra minando nuestra autoestima para convencernos de que somos imperfectas, feas, viejas, gordas, o peludas. El segundo, se logra fomentando la competitividad entre las mujeres, haciéndonos creer que nosotras somos nuestras peores enemigas, que lo normal es compararnos y competir por la atención de los hombres, y que somos malas personas que no sabemos comportarnos cuando estamos juntas. Por eso es tan frecuente escuchar cosas como: «no hay nada peor que trabajar con mujeres, son todas unas chismosas», «las mujeres se tratan fatal entre ellas». Y es cierto: esta guerra es real, y cotidiana, y está basada en el lema: «divide y vencerás».

La industria de la belleza nos lanza bombardeos a diario, y por todas las vías posibles: cuñas publicitarias de radio, reportajes en revistas «femeninas», anuncios en vallas publicitarias, programas de televisión, anuncios en redes sociales… en todos ellos nos animan a auto torturarnos voluntariamente bajo la amenaza de que sin belleza no valemos nada, y que estando feas nadie nos va a querer.

 Los medios de comunicación tratan de convencernos de que nos faltan muchas cosas que pueden comprarse con dinero, y de que tenemos muchos problemas que pueden arreglarse si una realmente lo desea y se esfuerza lo suficiente. Por eso nos animan a luchar contra los kilos, las arrugas, los pelos, las imperfecciones ofreciéndonos diversas soluciones para ganar la batalla contra nosotras mismas. Y por eso nos arrancamos los pelos, pasamos hambre, compramos medicinas milagrosas y productos mágicos, sudamos en el gimnasio, y nos sometemos a todo tipo de tratamientos de belleza y cirugías invasivas.

Como cualquier religión, la tiranía de la belleza nos asegura que el dolor, el gasto y el sacrificio merecen la pena: «para ser bella hay que sufrir». El sufrimiento te lleva al paraíso, que es aquel lugar en el que seremos admiradas por los hombres y envidiadas por las mujeres. El premio es el amor de un hombre que caerá rendido ante nuestros encantos, un Salvador que al elegirnos nos hará sentir especiales, un varón exitoso que pagará nuestras operaciones y tratamientos para que sigamos bellas hasta la eternidad.

El infierno es la soledad: la amenaza constante es que nadie te va a querer si no luchas contra la fealdad, contra la edad y la grasa. La publicidad de la industria de la belleza fabrica las inseguridades, los complejos y los miedos que interiorizamos sin darnos cuenta (el miedo a envejecer, el miedo a quedarte sola, el miedo al fracaso personal y profesional, el miedo a la invisibilidad social…). A los publicistas no les falta razón: en el capitalismo patriarcal las mujeres guapas, jóvenes, y delgadas tienen muchas más posibilidades de encontrar un buen trabajo (especialmente si es de cara al público), y ganar más dinero que las demás.

Además, las más bellas son las que consiguen emparejarse con los hombres más exitosos del planeta: futbolistas millonarios, actores famosos, empresarios y políticos situados en a cúspide del poder y la riqueza. No importa si ellos son gordos, viejos y feos: lo que importa es que tienen recursos de sobra para mantenerte, y eso es lo que les hace deseables: si te eligen para acompañarlos, te contagias de su poder y su fama, y dejas de ser pobre y desconocida. Como las princesas Disney cuando son elegidas por el príncipe azul.

Desde pequeñas nos inculcan el deseo de ser especiales y diferentes al resto para que no se nos ocurra sentirnos iguales a las demás (para que jamás nos veamos como hermanas, ni como compañeras, y estemos siempre en guerra ). Por eso las protagonistas de los cuentos están siempre solas, sin amigas, y muy necesitadas de amor y protección: son tan débiles que ni se salvan a sí mismas, ni se ayudan entre ellas.

El objetivo final de esta guerra contra una misma y contra las demás, es tenernos solas y aisladas, y muy entretenidas con nuestra salvación personal. Cuanto más divididas estamos y más nos comparamos entre nosotras, más débiles y vulnerables somos. Cuanto más insatisfechas y frustradas estamos, más consumimos (productos de belleza, medicamentos, gimnasios, clínicas, peluquerías, centros de adelgazamiento, psicólogos, coachers, etc).

Cuanto más centradas estamos en nuestros problemas, y cuanto más nos deprimimos, más recursos invertimos en terapias con profesionales cuya principal tarea es subirnos la autoestima y hacernos creer que somos las mejores, que los demás no nos comprenden, que los que se equivocan son los demás. Nos irresponsabilizamos de nuestros actos creyendo que nosotras somos las buenas, y los demás son los malos. Nos dicen que todo está dentro de nosotras, y que para alcanzar la perfección sólo tenemos que tener fe en nosotras mismas, y en nuestra capacidad para transformarnos (como el cuento del patito feo que llega a ser cisne, o el cuento de la muchacha pobre que llega a princesa).

La super mujer y otros mitos patriarcales

La mayor parte de nosotras hemos sido educadas para ser las mejores en todo, por eso nuestros niveles de auto-exigencia son tan altos. No nos conformamos con estar sanas y tener un buen aspecto físico: además queremos ser las mejores estudiantes en el colegio y en la Universidad, ganar todos los concursos deportivos, de belleza o de inteligencia, tener las mejores calificaciones y destacar por encima de las demás en todas las áreas posibles.

Queremos conseguir un buen trabajo y escalar puestos dentro del mismo, queremos ser buenas amantes, novias y esposas, queremos ser las mejores hijas, las mejores madres, las mejores nietas, las mejores hermanas, las mejores amigas de nuestras amigas, por eso cuando fallamos nos sentimos culpables. Especialmente cuando creemos que las demás si pueden y nosotras no.

El mito de la super woman es tremendamente dañino porque nos hace creer que es posible hacerlo todo: trabajar 8 horas o más como una leona, ir al gimnasio y darlo todo, dedicar tiempo a tus hijxs y ayudarles a hacer las tareas, hacer lavadoras, planchar y cocinar la cena y la comida del día siguiente, pasear al perro y llevarlo al veterinario, hacerle terapia a tu amiga que está pasando un mal momento, visitar a tu madre y comprobar que está todo bien, ir a clases de inglés, visitar al dentista, hacer el amor con tu pareja aunque estés rota de cansancio, y todo ello sin perder el buen humor y la alegría de vivir.

La super mujer es un mito porque no es cierto que podamos con todo, y tampoco es cierto que nos alcancen las horas del día. De ahí que nos frustremos tanto: nunca cumplimos cien por cien  con los mandatos de género ni con nuestras propias expectativas sobre lo que nos gustaría ser o deberíamos ser, porque es materialmente imposible. Nunca damos la talla por mucho que tratemos de impresionar a los demás, lo que nos genera aún más frustración e impotencia. Estas imperfecciones nos hacen sentir culpables (no me esfuerzo lo suficiente), nos llevan a sentir envidia de las demás (cómo harán ellas para ser tan divinas), nos hacen sentir poca cosa, nos provocan una constante ansiedad, y nos deprimen profundamente.

Así nos quiere el patriarcado capitalista: tristes, pequeñitas, solas, en guerra con el mundo y contra nosotras mismas. ¿Por qué nos necesitan así?, porque una mujer centrada en lo suyo (en sus necesidades, en sus miserias, en sus frustraciones, en sus sueños), es más obediente y dócil que una mujer empoderada, alegre, combativa y unida a otras mujeres. Una mujer que compite por «ser la mejor» es más patriarcal que una mujer que dedica su tiempo y sus energías a luchar por «un mundo mejor para todas». Una mujer que no se somete a los mandatos de género es una mujer peligrosa porque revoluciona la sociedad entera. Por todo ello, es fundamental que paremos la guerra y nos rebelemos contra un sistema que nos quiere hundidas, deprimidas y entretenidas en la búsqueda de soluciones individuales.

 Auto-estima y  auto-reconocimiento

En la búsqueda de la perfección y la felicidad, ahora se ha puesto de moda trabajarse la autoestima, o sea, quererse mucho a una misma sin dejar de guerrear contra las demás. Quererse bien es fundamental, pero no es posible si no sabemos querer bien a las demás personas.

Para aprender a valorarnos y para reconciliarnos con nosotras mismas tenemos que dejar de repetirnos una y otra vez: «Soy la mejor, yo puedo hacerlo». Nos sentiríamos mucho más libres si pudiésemos eliminar las jerarquías y las comparaciones con las demás mujeres: «Ninguna de nosotras es la mejor, somos todas estupendas».

 Y es que no podremos aprender a practicar el auto-amor, si estamos en guerra con los demás.Quererse bien a una misma es querer también bien a los demás, porque el amor no puede reducirse a una sola persona, y porque el amor es en realidad una forma de relacionarnos con el mundo entero. Por eso cuando nos tratamos mal a nosotras mismas, es más difícil tratar bien a las demás personas, y viceversa: si odiamos a los demás, es más fácil desarrollar sentimientos negativos hacia una misma.

Para querernos bien, necesitamos ser nuestras mejores amigas, y tratarnos con el mismo amor con el que las tratamos a ellas. Sin embargo, nos cuesta mucho darnos cariño porque nos han enseñado que todo (el orgullo, el reconocimiento, los halagos) vienen de fuera: desde pequeñas nos enseñan a buscar la aprobación en los demás, especialmente en los hombres.

Las mujeres perdemos mucho tiempo y energías en resultar atractivas y encantadoras porque no sabemos valorarnos a nosotras mismas: el valor personal nos es siempre dado por otros. Nos enseñan que somos valiosas si tenemos la capacidad para generar admiración, orgullo, envidia y sentimientos de inferioridad en los demás. En la publicidad explotan al máximo esta necesidad de admiración, por eso es tan frecuente que en los anuncios haya gente mirando con envidia a la dueña de esa cabellera larga y hermosa que usa tal o cual champú, o al dueño del auto deportivo al que todo el mundo vuelve a ver como si fuese una divinidad del Olimpo.

Si no logramos el reconocimiento de los demás, las que nos sentimos inferiores somos nosotras: la autoestima se nos baja cuando, por ejemplo en una fiesta, es otra persona el centro de todas las miradas. Cuanto más dependemos del reconocimiento externo, más vulnerables somos. No nos enseñan a obtener el reconocimiento de una misma, y mucho menos a decirlo en voz alta delante de los demás: se me da bien esto, soy buena en lo otro, qué bien he hecho el examen, qué bien se me da aprender idiomas, qué rica me queda la paella, qué bien me he portado hoy, qué generosa estoy siendo, qué valiente fui aquel día…

Cualquier auto-alabanza es inmediatamente señalada como falta de humildad por parte de quien la emite, de manera que hay que esperar siempre a que alguien más nos felicite para poder sentirnos satisfechas, o para poder sentirnos orgullosas de nosotras mismas. El Ego y la autoestima son cosas diferentes, pero las confundimos a menudo. Las alabanzas de los demás pueden hincharnos el Ego, pero no necesariamente nos lleva a querernos más a nosotras mismas. El Ego es el que nos mueve a competir con otras mujeres, a compararnos y a exigirnos la victoria, y a castigarnos a nosotras mismas cuando no logramos ser las mejores.

Auto-castigo y auto-boicot

El auto-castigo es la peor arma en la guerra contra nosotras mismas, pero la utilizamos a diario sin ningún tipo de pudor. La práctica del auto-boicot es de lo más corriente en nuestra cultura patriarcal: nos construimos muros y barreras al disfrute porque tenemos miedo a ser felices y estar bien, y porque nuestra cultura sublima el placer sadomasoquista del sufrimiento.

Una mujer que se auto-destruye es una mujer poética, como Virgina Woolf, como Janis Joplin, como Amy Winehouse. Ellas son ejemplos de mujeres hiper-sensibles que sucumben ante la dureza del entorno, que pese a tener enormes cualidades no creían en sí mismas, y no tenían herramientas para sobrevivir a un mundo tan competitivo como el que les tocó vivir. Nuestra cultura ensalza a este tipo de mujeres porque se las considera románticas y especiales: se matan ellas solitas, no hace falta que nadie las aniquile. Es la guerra contra las mujeres librada en el interior de cada una de nosotras.

El auto-boicot entonces puede parecer bello a la par que sublime, pero en realidad no nos sirve para nada: la crítica destructiva contra nosotras mismas incrementa nuestro sufrimiento, nuestra dependencia, nuestra vulnerabilidad. La clave es que cuanto peor nos tratamos a nosotras mismas, peor nos sentimos y más tristes estamos (por eso necesitamos que llegue alguien a convencernos de lo maravillosas que somos).

Nos insultamos, nos minusvaloramos, nos hablamos mal y nos empequeñecemos, y por eso necesitamos que alguien nos trate bien, nos quiera y nos salve de nosotras mismas. Es un círculo vicioso: cuanto más tristes estamos por nuestra inutilidad, nuestra estupidez, nuestra fealdad, etc, más necesitamos la atención y las alabanzas de los demás. Nosotras mismas nos fabricamos el sufrimiento, y nosotras buscamos a alguien que nos salve de nuestro infierno y nos de amor.

Por eso las mujeres utilizamos tanto el victimismo para obtener reconocimiento externo: nuestro Ego siempre rechaza las muestras de auto-amor, y prefiere recibir lo que necesita de otras personas. Por eso pagamos a alguien para que nos lleve la contraria y nos anime (tú eres especial, claro que puedes), por eso buscamos a alguien que nos ame de un modo total (y ese alguien nunca somos nosotras mismas)

 Cuánto has adelgazado, qué bien te sientan los pechos nuevos que te has puesto, qué bien te sienta esa falda, qué guapa estás con ese bronceado divino, qué bien te lucen esas joyas, qué pedazo de novio te has echado, qué gran trabajo has hecho este año en la oficina… nos es mucho más fácil creer a los demás que creernos a nosotras mismas.  Nos gusta despertar admiración y envidia en los demás porque así se construye el status y el prestigio: en base al reconocimiento externo.

El máximo reconocimiento viene siempre del príncipe azul: si El nos ama y nos elige entre todas las mujeres, es una prueba de que valemos mucho, de que somos especiales, o de que somos las mejores.

Si no nos ama, es porque no valemos lo suficiente (ante lo cual podemos hundirnos y resignarnos, o esforzarnos más para ser deseables y atractivas). Frente a estos absurdos pensamientos, urge destronar al príncipe azul y encontrar compañeros y compañeras con las que poder relacionarnos horizontal e igualitariamente.

Auto-conocimiento y auto-crítica

La alternativa al castigo y el auto-boicot, es mucho amor del bueno, y la auto-crítica constructiva. Si trabajamos para conocernos bien, podremos identificar todas las virtudes y los defectos, las potencialidades y las debilidades, y las cosas que no nos gustan y que podríamos mejorar de nosotras mismas. No para alcanzar la perfección, sino para ser buenas personas, estar más a gusto, y hacerle la vida más fácil a la gente que nos rodea. Confundimos ser buenas personas con ser perfectas, por eso le damos más importancia a la apariencia o la imagen que ofrecemos, que a nuestra manera de relacionarnos con los demás.

 A las niñas les pedimos que sean encantadoras, pero no les animamos a que sean solidarias o generosas. Por eso todo el mundo corre al gimnasio para quitarse la grasa pero a nadie le molesta esas miserias personales que todo el mundo tiene que trabajarse. Según los mandatos de género, las mujeres han de esforzarse primeramente en ser atractivas y agradar a los hombres. Por eso no nos educan para ser personas solidarias, generosas, inteligentes, valientes, honestas, coherentes, sinceras, igualitarias, comprensivas, empáticas, sensibles, y no violentas.

La gente emplea muchas horas en desarrollar sus músculos, en rebajar la grasa o en cuidar su cabello, pero apenas hay gente cuyo objetivo en la vida sea trabajarse el egoísmo, el afán de dominar, la codicia, la insensibilidad ante el dolor ajeno, la envidia, la violencia, la capacidad para manipular o para mentir a los demás…

Muchas mujeres se avergüenzan por tener los pechos caídos o las caderas demasiado anchas, pero pocas se sienten mal cuando se han portado horriblemente con la persona que limpia la mierda en su casa, por ejemplo. Muchas quieren curarse la tristeza y el vacío existencial, pero pocas piden ayuda para curarse de todas esas enfermedades sociales que nos llevan a discriminar y a tratar con desprecio a las personas por ser de un país diferente, por tener otra orientación sexual, por profesar una religión diferente a la tuya….

En las películas, las únicas batallas que libran las mujeres son contra si mismas, y contra las demás (la violencia de las madrastras contra las hijastras, por ejemplo). Nunca aparecemos luchando por un mundo mejor, y apenas hay mujeres poderosas que construyen alianzas con otras mujeres para salir de su encierro en la torre o para salvar a la Humanidad. La violencia femenina siempre se dirige contra una misma: nos suicidamos, nos sacrificamos, nos obligamos a pasar hambre, nos auto-torturamos mediante los más variados métodos, y podemos llegar a ser terriblemente crueles y despiadadas con nosotras mismas (qué gorda me veo en el espejo, qué mal me sienta este vestido, qué mediocre soy, qué ignorante me siento, qué indisciplinada soy, qué vaga soy, qué tonta soy, qué mal me veo, nunca me van a querer, no me merezco que me amen…).

Es urgente, entonces, que las mujeres nos rebelemos ante la guerra contra nosotras mismas y las demás mujeres. Tenemos que independizarnos de esta necesidad de reconocimiento externo, y aprender a tratarnos a nosotras mismas con el mismo amor y el mismo cariño con el que tratamos a los demás.

Quererse bien a una misma es un acto transformador y revolucionario: el auto-amor nos permitirá desviar nuestro foco de atención desde el ombligo propio, al mundo que nos rodea. Emplear nuestro tiempo y nuestras energías en el bienestar personal y en el colectivo es mucho más placentero y gozoso que dedicarse a la autotortura o la autodestrucción: no le hagamos ese favor al capitalismo patriarcal.

Para disfrutar de la vida es esencial que podamos disfrutar de nosotras mismas, cuidarnos, mimarnos, dedicarnos tiempo y atenciones como lo hacemos con nuestros seres queridos. Para relacionarnos con amor con nuestros cuerpos y nuestras mentes, tenemos que parar la guerra contra las demás mujeres, y contra nosotras mismas. Cuidarnos y trabajar por nuestro bienestar es un acto político, porque así contribuimos a la lucha contra el patriarcado: es una batalla diaria, personal y colectiva, para empoderarnos individual y colectivamente.

Cuidarnos y querernos contribuye a que las demás también se quieran y se cuiden, y toda esta energía genera amor del bueno para todas nosotras… de ahí la importancia de querernos bien, de tratarnos con amor, de querernos mucho, y de expandir el amor desde dentro hacia fuera, y desde fuera hacia dentro…

Sigamos luchando, chicas, desde nuestros cuerpos, desde nuestro placer, desde nuestro gozo, desde nuestro derecho al bienestar y a la felicidad…

Tomado de: http://haikita.blogspot.com/2016/04/quererse-bien-autoamor-y-autoestima.html

Fuente de la imagen: https://pixabay.com/static/uploads/photo/2014/04/05/11/32/beautiful-316287_960_720.jpg

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Una escuela vinculada a la vida

Por CARLOSMAGRO

“Hace medio siglo, cuando los soviéticos nos superaron con el lanzamiento del Sputnik no teníamos ni idea de cómo íbamos a superarles en la carrera espacial hacia la Luna. Aún, no teníamos la ciencia y la NASA no existía. Pero la gran inversión que se hizo entonces en investigación y educación no solo nos permitió superar a los soviéticos sino que desató una ola de innovación que creó nuevas industrias y millones de nuevos puestos de trabajo”.

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“Ha llegado el momento Sputnik de nuestra generación. Hace dos años afirmé que teníamos que alcanzar un nivel de investigación y desarrollo no visto desde los tiempos de la carrera espacial. En unas semanas enviaré un presupuesto al Congreso que nos ayudará a cumplir con este objetivo. Vamos a invertir en investigación biomédica, en tecnologías de la información y en tecnologías limpias. Una inversión que incrementará nuestra seguridad, protegerá nuestro Planeta y creará un sin número de nuevos puestos de trabajo para nuestro pueblo.”

Con estos vehementes y patrióticos términos se expresaba Barak Obama el 25 de enero de 2011 durante su discurso a la Nación. Obama reclamó entonces un nuevo momento Sputnik para salvar al país y también ¡cómo no! para salvar de paso a todo el Mundo.

El momento Sputnik al que se refería Obama fue más conocido en su época como la crisis del Sputnik. El Sputnik fue lanzado al espacio el 4 de Octubre de 1957 convirtiéndose en el primer satélite artificial en la órbita terrestre. El problema, para Estados Unidos, es fue la Unión Soviética quien lo puso en órbita. A éste primer lanzamiento, le siguió el 3 de noviembre del mismo año, el Sputnik II, conocido por llevar por primera vez un pasajero, la perra Laika. Los lanzamientos de satélites soviéticos continuaron durante los siguientes años. La reacción por parte de Estados Unidos no se hizo esperar. La crisis del Sputnik provocó que Eisenhower incrementara notablemente la inversión en el programa espacial, creara la NASA y una agencia de proyectos de investigación y desarrollo (A.R.P.A) que en 1972 pasaría a llamarse D.A.R.P.A (Defense Advanced Research Projects Agency).

A.R.P.A. sería desde entonces la responsable de gran parte de la investigación en computadores. En 1969 se constituye la primera red científica y académica conocida como ARPANET, antecedente directo de Internet.

circa 1934: Shoppers admiring a fortune-telling robot at Selfridges Store, London. (Photo by London Express/Getty Images)
circa 1934: Shoppers admiring a fortune-telling robot at Selfridges Store, London. (Photo by London Express/Getty Images)

En ese mismo discurso a la nación Obama también habló de “ganar el futuro” y de ganar la carrera por la educación proponiendo la creación de una agencia especial para la educación llamada ARPA-ED, un guiño a la historia que dejó intranquilos a más de uno y que en el borrador de los presupuestos para 2015 ha supuesto una partida de 50 millones de dólares de los 2.900 millones previstos para STEM.

La crisis del Sputnik puso en evidencia un retraso científico frente a la Unión Soviética y las carencias, por tanto, de la formación científica y cuestionó la enseñanza de las ciencias, abriendo un debate para cambiar tanto los curriculums como las metodologías o quiénes debían recibir formación científica.

Han pasado casi 60 años del lanzamiento del Sputnik pero desde hace al menos una década vivimos de nuevo muy preocupados por la escasez de personas formadas en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM usando el acrónimo en inglés). El argumento de la brecha en competencias STEM (STEM Skills Gap) recorre los despachos de los gobiernos. Los principales países occidentales abogan de nuevo hoy, como hace 60 años, por una modernización de la enseñanza de las ciencias en los centros escolares, que sirva para motivar a un mayor número de estudiantes a seguir carreras de ciencias.

Ilustración de un libro infantil. Owen Davey
Ilustración de un libro infantil. Owen Davey

En la Unión Europea, la Estrategia Horizon 2020 dedica un capítulo especial a la ciencia bajo la rúbrica de Ciencia por y para la sociedad con el que se pretende involucrar a la sociedad en la ciencia y en las actividades de investigación e innovación; incrementar el acceso a los resultados de la investigación; asegurar igualdad de género; tener en cuenta la dimensión ética en la ciencia y promover la educación formal e informal en ciencia. Este último punto busca hacer las carreras de ciencia atractivas a los jóvenes y de paso aumentar sensiblemente el nivel de alfabetización científica de la sociedad en general.

El debate, como no podía ser de otra manera, es intenso, abierto y lleno de matices. No falta quien considera que no existe tal brecha y que la carencia de personas formada en ciencia y tecnología no deja de ser un mito.

En la misma década de los años 50, en concreto el 7 de mayo de 1959 en Cambridge, C.P Snow impartió una conferencia titulada Las dos culturas, en la que sostenía que la “ruptura de comunicación entre las ciencias y las humanidades y la falta de interdisciplinariedad es uno de los principales inconvenientes para la resolución de los problemas mundiales.” Desde entonces, son miles las páginas que se han escrito sobre el tema de la incomprensión entre ciencias y letras. El texto tuvo y sigue teniendo muchos críticos pero no dejaba de plantear una cuestión real que lejos de solucionarse para que ha ido a más. No parece que hayamos avanzado mucho. La escuela de hoy con una estructuración del conocimiento muy fragmentario y curricular y una organización departamental parece sigue respondiendo en muchos casos a una visión del mundo escindida al menos en dos culturas. Muy lejos en todo caso de las necesidades multidisciplinares que exigen los problemas actuales.

Laboratorio de ciencias hacia 1950
Laboratorio de ciencias hacia 1950

En los últimos años, uno de las derivadas de las políticas STEM ha sido la incorporación de la A de Arts (STEAM) como medio para fomenta la creatividad y desde ahí favorecer la innovación que esperamos traigan las políticas STEM. Un intento quizá de superar la división entre las dos culturas que señalaba Snow y de ir más allá de la cerrada división de materias para de adecuarnos a lo que entendemos hoy por aprender y educar.

Hoy cada vez es más claro que aprender es adquirir competencias que nos sirvan para interpretar y dar sentido al mundo que nos rodea. Interpretar el mundo es una tarea compleja que nos pide poner sobre la mesa muchos y diversos conocimientos (no solo de un tipo); nos demanda mezclar espíritu crítico y constructivo; y nos exige mucha capacidad de trabajo en equipo. Como dice Daniel Innerarity, debemos ser conscientes de nuestros no-saberes. Debemos asumir que progresamos, más que aumentando nuestros conocimientos, aprendiendo a gestionar el desconocimiento en sus diversas manifestaciones: inseguridad, verosimilitud, riesgo e incertidumbre. Aprender hoy es aprender a gestionar incertidumbres.

Educar, por su parte, dice José Manuel Pérez Tornero, “es informar, formar, conformar, transformar, trasladar, difundir, divulgar, aprender, enseñar a aprender, aprender a enseñar, aprender a aprender. No importan tanto los objetos de conocimiento, como los procesos. No importan tanto los procesos como los métodos. No importan tanto los métodos como los sistemas. No importan tanto los sistemas como los contextos. Y lo importante es crear y proporcionar oportunidades para el aprendizaje, para el diálogo creativo y educativo. Critico y constructivo.”

PerezTornero
PerezTornero

Ayer, en el marco de los #direcTIC mensuales de Educalab (Ministerio de Educación), tuve la suerte de poder conversar durante una hora con Neus Sanmarti. Neus lleva toda una vida vinculada a la educación y a la ciencia. Hace años que decidió aprender ciencias y enseñar ciencias.

Es Doctora en Ciencias Químicas, Profesora emérita de la Universidad Autónoma de Barcelona y Catedrática de Didáctica de Ciencias Experimentales. Durante años fue también directora del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE) de la Universidad Autónoma de Barcelona. Entiende la didáctica de las ciencias como una manera de provocar un aprendizaje significativo que responda a los cambios que se están produciendo en la ciencia, en la sociedad y en las maneras de aprender y enseñar. De aprender y educar.

En 2007 publicó un excelente libro, cuya lectura recomiendo, titulado 10 ideas claves. Evaluar para aprender en el que, entre otras cosas, sostenía que aprender es revisar las maneras en las que hacemos las cosas y que en ese sentido la reflexión y la evaluación son el motor del aprendizaje; que la finalidad de la evaluación es la regulación tanto de la enseñanza como del aprendizaje; que lo más importante es aprender a autoevaluarse y que evaluar es una condición necesaria para mejorar la enseñanza (puedes ver aquí y aquí un resumen).

Ayer con Neus, hablamos del Sputnik y me hubiera gustado también hablar con ella de coches voladores y tecnologías poéticas, pero no encajó. Hablamos, claro, de didáctica de la ciencia y de las políticas STEM vistas desde la escuela y desde los especialistas precisamente en didáctica de la ciencia. Nos habló de la importancia de promover el interés por las ciencias pero también de los recelos existentes antes unas iniciativas que surgen en su mayoría fuera de la Escuela, desde la industria, fundaciones privadas y gobiernos y que tienen, para algunos, un enfoque excesivamente utilitarista y economicista. Hablamos también del impulso actual hacia un aprendizaje de la ciencia mucho más centrado en hacer, construir e inventar y no solo en adquirir conocimientos.

Hablamos de competencias, de transversalidad y multidisciplinariedad y, por tanto, de aprendizaje basado en proyectos. Le preguntamos si estábamos preparando a los alumnos a abordar problemas complejos. Y hablamos de cambio educativo y de las dificultades para cambiar las prácticas del aula. De la importancia de los primeros años de práctica docente. Hablamos también de competencia científica y de la importancia de aprender a hacerse preguntas y desarrollar el pensamiento crítico. De la capacidad de evaluación y de reflexión. Y la necesidad de contextualizar los aprendizajes para vincularlos a la vida. También de lectura y de la importancia de leer para aprender ciencias.

Diapositiva1
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Y terminamos hablando de la situación actual de la educación que ella considera positiva (se ha producido un giro importante en los dos últimos años, sostiene) y de la escuela del futuro que debe ser ante todo una escuela muy relacionada con la comunidad. Una escuela que atienda a sus contextos y que esté integrada con su entorno. Una escuela que sea crítica pero no esté aislada. Que responda a las necesidades de la comunidad. Que sirva para resolver los problemas de la vida. Una Escuela, en definitiva, vinculada a la vida. Una escuela, si me permiten, muy deweyana: “¿Aprender? sí, pero antes que todo vivir. Aprender a través y en relación con la vida.”

Os dejo el vídeo de la conversación. Aprovecho para agradecer a Neus Sanmarti que aceptara conversar con educacontic.

Fuente: https://carlosmagro.wordpress.com/2015/12/24/una-escuela-vinculada-a-la-vida/

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Formación del Pedagogo: ¿Pedagógica o Andragógica?

Por: Flavio de Jesús Castillo Silva
doctor.flaviocastillo@gmail.com
México

Resumen
En varias escuelas normales de México, donde forman al futuro Licenciado en Educación Básica, quienes en algún momento podrán estar frente a grupo de estudiantes de cualquier año de la educación primaria (ciclo básico), tienen en común los docentes como estrategia didáctica el hecho de tratar a sus estudiantes como si fueran los niños con los que éstos al egresar interactuarán en algún momento. Significa que existe un porcentaje considerable de infantilización de la formación del pedagogo.

Abstract
In several normal schools in Mexico, where they form the Graduate future in Basic Education, who at some point will be in front of group of students in any year of primary education (basic cycle), have in common teachers as a teaching strategy the fact treat students as if they were the children with whom they interact to graduate at some point. It means that there is a considerable percentage of childishness of teacher training.
Keywords
Pedagogy, Andragogy, training process, childishness.

Introducción
Los estudiantes de las Licenciaturas en Educación Preescolar y de Educación Primaria – a quienes denominaré en este artículo como pedagogos – en algunas escuelas normales de México ingresan prácticamente a los 18 años al igual que otros jóvenes en otras áreas de conocimiento a lo largo y ancho del país. la formación de estos futuros profesores consta de ocho semestres o cuatro años (ciclos), su campo de acción al término de su carrera será integrarse al sistema educativo frente a grupo, en el caso de los Licenciados en Educación Preescolar (o educadoras como las conocemos generalmente y generalmente son mujeres quien estudia en este nivel educativo) en cualquiera de los tres años en el nivel preescolar, en cualquier jardín de niños tanto públicos (la gran mayoría de los licenciados) como particulares en el país, para el caso de los Licenciados en Educación Primaria, estos se incorporarán a las escuelas primarias públicas y privadas del país.

Durante su formación, las actividades diseñadas por sus facilitadores tienden a hacerlos sentir como si ellos fueran los escolares con los que irán a tratar cuando egresen, bajo el argumento que deben contextualizarse a su futuro campo de acción, los ponen a realizar actividades didácticas simulando al niño que tendrán en el aula y entonces, el pedagogo llega en su momento a conocer por vivencias propias a sus estudiantes dejando en un segundo plano la preparación docente, por lo que al incorporarse al ejercicio docente repetirá las mismas prácticas vividas durante su formación profesional, denotando deficiencias por no tener sustentos teóricos que le dicten hacia dónde dirigir su práctica docente.

La Pedagogía conduce las acciones a desarrollar en preescolar y educación primaria, en donde el profesor se erige como un mediador entre la generación adulta y la nueva generación, el proceso educativo es vertical ya que el profesor sabe qué estudiar y qué hacer y los estudiantes reciben las indicaciones directas de él. El proceso de Enseñanza-Aprendizaje (PEA) sucede con énfasis más en el proceso de enseñanza que el de aprendizaje.

Los estudiantes se vuelven diestros en recibir órdenes y ejecutarlas, pocos promueven el desarrollo básico de las operaciones mentales como: observación, comparación, clasificar, definir, abstraer, análisis, síntesis, inducción y deducción, entre otras.
Ante este panorama, el pedagogo en formación aprenderá las actividades usadas por sus facilitadores, recreando en cada clase situaciones netamente pedagógicas, sin embargo, el pedagogo que está en proceso formativo es al final de cuentas un adulto en cualquier momento de su ciclo vital, ergo, sus cursos debiesen ser atendidos desde la Andragogía, llego a esa idea debido a que siendo la Pedagogía la ciencia que atiende a los niños en situación de aprendizaje, los pedagogos en formación debiesen utilizar la Pedagogía para las prácticas con poblaciones similares a las que atenderá cuando estén frente a grupo en una escuela primaria o preescolar de acuerdo a su licenciatura, pero lo que es indiscutible es que ellos, como adultos que son, su proceso debiese ser de manera andragógica.

Para Knowles citado por Adam (1977), “la diferencia fundamental entre el niño y el adulto está referida al concepto de sí mismo; la personalidad de aquél es un apéndice de éste y toda la conducta del niño gira alrededor de la vida del adulto” (p. 26), por lo que, si los estudiantes de Licenciatura en Educación Preescolar y de Educación Primaria son adultos jóvenes, la ciencia de educación para atenderlos es por consecuencia la Andragogía aunque los contenidos de sus asignaturas tengan que ver con Pedagogía, por lo que según Adam (1987), los principios andragógicos de horizontalidad y participación se aplican sin problema alguno.

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Figura 1. Procesos andragógico y pedagógico

En esta representación se aprecian los dos momentos que un pedagogo en su formación debiese tener, en la situación de su aprendizaje y en otro momento que pueden ser prácticas o ya su vida laboral, andragógico y pedagógico respectivamente, en otras palabras, “…el acto pedagógico está centrado en el maestro, por cuanto es el poseedor del conocimiento y experiencia, en cambio, el acto andragógico el centro de los aprendizajes es el educando o participante en cualquier nivel del sistema educativo” (Adam, 1987, p. 22).

¿Qué ventajas traería a las escuelas normales utilizar la Andragogía para formar a los futuros pedagogos?, en primer lugar, se reconocería en capacidades y cualidades al ser humano que está en formación, eso significa, que ya no serían válidos los tratos infantiloides al pedagogo en formación, por ello se considerarían cuatro factores importantes en el proceso de aprendizaje andragógico: (a) autenticidad, (b) respeto mutuo, (c) comportamiento ético y (d) factor empático (Adam, 1987).

Esto tendría como implicación en el resignificado del participante:

  • Altos niveles de responsabilidad durante el proceso de aprendizaje.
  • Énfasis en la creatividad y criticidad objetiva.
  • Apertura sostenida hacia los procesos de innovación y cambios.
  • Utilización de la auto-evaluación para estimular el crecimiento personal.
  • Reconocimiento al crecimiento individual como vía para afianzar los logros personales.
  • Aceptar la co-evaluación como un proceso de retroalimentación permanente y altamente participativo.
  • Énfasis en la producción continua de trabajos de investigación significativa (Adam, 1987, p. 38).

El re-encuentro entre un andragogo facilitador con sus participantes – adultos jóvenes en su mayoría -, fortalecería definitivamente el proceso de aprendizaje de dichos participantes, en donde a éste le quedaría claro cuándo está presente la Andragogía y cuando haría uso de la Pedagogía.

Conclusiones
Aunque pareciera inicialmente un tanto atrevido hacer la reflexión si al pedagogo se le forma con Pedagogía o Andragogía, partiendo de un análisis desapegado a la situación y contenidos, queda claro que la Andragogía promovería mejores procesos de aprendizaje con los participantes por todo lo que conlleva el uso de ésta, en cambio, continuar formando a los pedagogos utilizando la Pedagogía sería continuar manteniendo una tradición de formación infantilizada del adulto, hecho que no debiese ser de peso específico para mantenerlo en el aula.

Referencias
Adam, F. (1987). Andragogía y docencia universitaria. Caracas: FIDEA.
Adam, F. (1977). Andragogía. Ciencia de la educación de adultos. Segunda edición. Caracas: Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez.

Artículo enviado por su autor a la redacción de OVE

Imagen tomada de: https://i.ytimg.com/vi/LEjH3-j1VJg/hqdefault.jpg

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