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Feminismo y prostitución: Breve genealogía hasta nuestros días

Marina Pibernat Vilas

El debate sobre prostitución no es nuevo dentro del feminismo. Ésta vieja institución socio-económica ha atravesado sin problemas los sucesivos sistemas políticos, culturales y de producción que se han dado a lo largo de la historia.

Limitándonos al contexto europeo, en el s. XVIII feministas e ilustradas – como Mary Wollstonecraft u Olympe de Gouges – asistieron al acontecer del nuevo orden social ligado a la eclosión del capitalismo industrial. A inicios del s. XIX pudieron dar cuenta de cómo aquellas transformaciones habían afectado a las mujeres. Habían sido excluidas de los grandes discursos filosóficos de la igualdad que motivaron y legitimaron ideológicamente los cambios sociales, políticos y económicos, pero sufrieron todas las desventuras que la acumulación de capital produce. Por ejemplo, el aumento de la prostitución, que se nutrió de la miseria urbana y desprotección social de las mujeres.

En 1840, Flora Tristán denunció en Mujeres Públicas el funcionamiento de las redes de proxenetas y burdeles de Londres. Describió amargamente los mecanismos de engaño y captación de mujeres jóvenes. Alejadas de sus familias, eran retenidas en los burdeles; primero los importantes y, a medida que su salud se resentía, eran trasladadas a otros de más baja categoría. Unos diez años después, morían a causa de múltiples enfermedades.

Tristán señala como culpables a los industriales de la época y su hipócrita moral corrompida por la riqueza generada por el nuevo modelo económico liberal. Muchos después, Carole Pateman definiría la prostitución como una práctica por la que los hombres se aseguran el acceso grupal y reglado al cuerpo de las mujeres. Este acceso depende del capital del que se disponga, así que se trata de una cuestión intrínsecamente relacionada con el reparto desigual de la riqueza.

Con el sufragio, feministas de clase alta como Emmeline Pankhurst, educadas para no ser más que las respetables esposas sin voz ni voto de los industriales, denunciaron la doble moral sexual de sus esposos y hablaron en favor de la abolición de la prostitución. Como ocurre a las abolicionistas hoy día, fueron acusadas de puritanas. En 1921, la feminista y comunista Aleksandra Kolontái describió la prostitución como una oscura herencia capitalista sin cabida en una sociedad basada en la igualdad social y económica.

A mediados del s.XX se publicó El Segundo Sexo. Simone de Beauvoir analizaba ahí la consideración social de las mujeres, incluyendo la prostitución y contemplando la vieja figura de la hetaira. Como la geisha, la hetaira es la prostituta que ve aumentado su valor de mercado gracias a la distinción de la opinión y las habilidades artísticas. Es la prostituta hecha a medida de la élite cultural y económica. Y ésta, a su vez, la proyectó para el consumo cultural masivo con la “vedette” del star system hollywoodiense.

La más pobre de las putas, distinguida de las hetairas, la geisha y el mito de Marilyn Monroe – así como la contrapartida de todas ellas, la figura de la esposa y madre abnegada – tienen en común una existencia definida por su sumisión a los intereses sexuales, afectivos, reproductivos y sociales de los hombres. Y esto no cambiará por mucho que llamemos “trabajadora sexual” a la prostituta.

Actualmente encontramos voces defensoras de la prostitución como salida laboral para las mujeres con pocas alternativas, alegando que es una profesión como cualquier otra, a la que hay que reconocer unos derechos laborales cuando se ejerce libremente. Estos argumentos descansan indefectiblemente en el ideal liberal de la libre elección, una mina de oro legitimadora para multitud de discriminaciones.

No sorprende esta reelaboración de la legitimación, que se concreta a la práctica en una mejora del servicio y más respetable acceso grupal y reglado de los hombres al cuerpo de las mujeres. Pero es irónico que precisamente la regidora de feminismos del ayuntamiento de Barcelona, Laura Pérez, sostenga estos argumentos, que demuestran una preocupante falta de conocimiento de la historia y teoría feministas. Recientemente Pérez criticó una iniciativa abolicionista del Movimiento Democrático de Mujeres por su ligereza, partidismo y comodidad. “Las prostitutas también son mujeres” dice, como si las feministas abolicionistas arriba mencionadas no lo hubiesen notado.

Contrariamente a la tradición feminista, Pérez bien se guarda de señalar el origen de la prostitución: el derecho tácito del hombre a acceder al cuerpo de las mujeres mediante el pago. Su defensa de los derechos laborales de las prostitutas esconde eficazmente la aceptación de la demanda masculina de mujeres. Nada más ligero, partidista y cómodo que obviar las causas y actuar sobre las consecuencias, y nada más cínico que hacerlo con aires filantrópicos mientras se acusa a la oposición de no querer mejor la situación de las prostitutas.

En el contexto actual de creciente desigualdad, como en Barcelona, florece el discurso legitimador de la prostitución. Desde activistas hasta intelectuales pasando por representantes políticas se esfuerzan por defender esta institución basada en la sumisión de la mujer y la desigualdad económica, presentándola socialmente como una opción liberadora cuando se elije por voluntad propia. Pero ¿Quién se beneficia? Fácil: el cliente. Ciertamente, los engaños del proxenetismo se han sofisticado muchísimo desde que Flora Tristán paseaba por Londres.

* Marina Pibernat Vila es miembro del Movimiento Democrático de Mujeres (MDM)

Fuente: Feminismo y prostitución: Breve genealogía hasta nuestros días

Fuente de la foto: http://1.bp.blogspot.com/-OUCmAd9MCP4/Vifn6JanFCI/AAAAAAAAAtw/Pst3zlegOX8/s1600/prostitucion-codigo-barra_big.jpg

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Día del Niño, un festejo enmarcado en la pobreza

Celia Rosado Romero

Abr 29, 2016

Festejar mañana a la infancia, oficializado su día, en 1954 por la Asamblea General de las Naciones Unidad, ante la petición de la Unión Internacional de Protección de la Infancia dos años antes, no cubrirá a todos los niños que habitan en el país.

Con motivo de hacer efectivo los derechos de la infancia, 40 países decidieron unirse a la idea. México lo instituyo para el día 30 abril. Por tanto, escuelas y padres de familia se han unido para llenarlos de alegría con eventos, pero, desgraciadamente no todos los niños tiene esa oportunidad.

Hay que recordar que al inicio del año dos mil en la Cumbre Milenio, se elaboraron los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, seis de ellos dirigidos específicamente a la población infantil; siendo uno de ellos, la promesa de reducir a la mitad la pobreza extrema, y que a todos los infantes se les proporcionara la enseñanza primaria universal, teniendo como fecha de cumplirse el año pasado (2015)

En el año 2012 se observó el impacto que tendría tales objetivos en la reducción de la mortalidad infantil y maternal, en la mejora de la salud, cuidado al medio ambiente y sobre todo en el incremento de mayores ingresos a las familias, para que en su conjunto, repercutieran en la calidad de vida de la población infantil.

Sin embargo, las estadísticas de la página de la web Save The Children: “calcula que 85 millones de niños y niñas en todo el mundo se exponen a alguna de las peores formas de trabajo infantil. Trabajos que son mental, física y moralmente peligrosos para su bienestar y que les impiden, además, disfrutar de su derecho a ir a la escuela. En Save the Children, puntualizan, trabajamos llevando a cabo programas para erradicar todas las formas de trabajo peligroso y de esclavitud infantil.”

Pero no paran ahí, es decir desde un concepto global, sino se refieren específicamente a nuestro país afirmando:

“Desde hace algunos años en México se ha visto un incremento preocupante de la violencia y el maltrato que ha dañado tanto física y psicológicamente a la sociedad. Ello habla de una grave invisibilización de niñas y niños que a diario desarrollan sus vidas en un entorno de maltrato, ya sea en su ambiente familiar, escolar, o comunitario, normalizando el castigo, abuso, la explotación, las agresiones, los enfrentamientos armados, y el contacto con el crimen organizado, entre otros”.

Otro dato publicado en el periódico La Jornada en su edición del 18 de marzo, muestra el escenario de ese sector de la población mexicana, al redactar que la desnutrición en México afecta a un millón y medio de menores de cinco años, por lo que es considerada un problema de sanidad pública y es mayor que en países con ingresos similares, como Chile y Brasil, cuando se entrevistó a Juan Rivera Dommarco, director del Instituto Nacional de Salud Púbica en el acto de información global recopilado en el 2014

Reafirmando sus palabras, confirmó, que la mala nutrición es uno de los problemas que enfrenta el país, dando como resultado que el 13. 6 por ciento de menores de cinco años tienen un retraso de crecimiento y existe un 22 por ciento de niños con anemia.

Tal lacerante fenómeno, requiere toma de conciencia sobre las estrategias alimentarias, abanderadas por los programas sociales enmarcados en las políticas, tanto federales como estatales, para hacer de éste Día del Niño una respuesta a esos objetivos que se plantearon hace más medio siglo y que no se han cumplido.

Es urgente una coordinación a nivel nacional para poner fin a la desgracia que padecen miles y miles de infantes en las zonas marginas o rurales, que hoy seguramente no tendrán festejo.

Para ellos, no habrá juguetes o dulces, ni siquiera una comida que satisfaga sus primarias necesidades de alimentación, como un derecho humano.

La contradicción de un modelo económico diseñado por los funcionarios mexicanos para ingresar a los países en desarrollo, no está reflejada en la población más vulnerable: la infantil.

La concentración de riqueza con esquemas económicos depredadores de pobreza, dirían los economistas, empujaran cada día a esa población a convertirse en actores de una sociedad descontenta y deseosa de castigar a los que les negaron el derecho a ser ciudadanos sanos y educados.

Urge poner el ojo en ese huracán que se pronostica.

Fuente: http://www.cambiodigital.com.mx/mosco.php?columna=10127

Fuente de la imagen: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/8/82/Jakarta_slumlife31.JPG

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Convocatoria abierta: profesores genéricos

Por: Alberto Sebastián Barragán

En lo que va del “año clave”, los hechos educativos que se van registrando, se anuncian como “bien intencionados”, pero en la realidad apuntan en sentido contrario. Esta enmarañada configuración educativa viene asentando lo establecido desde la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPF) de 2013. Me refiero al concurso de oposición para ingresar a la docencia de nivel básico y medio superior.

La mera existencia de la LGSPD, nos ilustra la necesidad de un perfil suficiente. Esa Ley fue encabezada e implementada por un político versado en materia jurídica (Emilio Chuayffet), y es aplicada por un funcionario con perfil de administración pública (Aurelio Nuño). Elformato de la política educativa ha seguido los cánones acostumbrados, aunque el contenidode esas acciones no tenga el sentido educativo necesario.

Desde el 25 de abril aparecieron las convocatorias para registrarse al concurso de oposición para entrar a trabajar como docentes de educación preescolar, primaria, secundaria y bachillerato. El Artículo 21 de dicha ley, establece que el concurso será público. Y además se describen los requisitos y características del proceso.

El Artículo 24, estipula que “podrán participar todas las personas que cumplan con el perfil relacionado con el nivel, tipo, modalidad y materia educativa correspondiente”. En esos requisitos, también se consideran otros perfiles que no se relacionan directamente con el nivel, tipo, modalidad o materia. Parece ser que el discurso de “igualdad de condiciones” pesa más que el de “perfil profesional específico”.

El transitorio Vigésimo primero menciona que “El artículo 24 de la presente Ley entrará en vigor para la Educación Básica a los dos años siguientes a su publicación en el Diario Oficial de la Federación”. Este tiempo se cumplió en septiembre de 2015, pero la convocatoria se abrió apenas el 25 de abril de 2016.

Ante la aprobación de la avasallante ley secundaria, en el ámbito normalista salía a flote ese artículo transitorio para subrayar el ‘periodo de gracia’ que tenían las escuelas normales. Y también se esbozaba una especie de expectativa, porque, desde el Pacto por México, se había prometido el compromiso “13. Fortalecer la educación inicial de los maestros”, y se explicitaba que habría apoyo a las escuelas normales.

No hay plazo que no se cumpla, pero sí hay deuda que no se pague

En estos últimos días se percibe el cumplimiento de los dos años, pero no se percibe el cumplimiento de fortalecer a las Normales. Peor aún, se agudiza la demanda por espacios para trabajar frente a grupo en educación básica.

Recordemos que esta oleada de evaluación docente, data desde 1992, pero no logró su objetivo: el pago al mérito. Sabemos los efectos perversos que provocó Carrera magisterial, y por ello no prosperó la siguiente generación de evaluaciones propuestas como el “examen universal”.

Desde la Alianza por la Calidad de la Educación (2008) se impulsó el examen de oposición, pero desde un manejo bilateral SEP-SNTE. El formato de ese examen de ingreso al servicio docente, era un práctico examen estandarizado, fácil de aplicar, y fácil de calificar con lectores ópticos.

Sobre estos instrumentos, Pedro Flores Crespo y Dulce Carolina Mendoza (2012) han cuestionado ¿Con qué criterios se diseña el examen de ingreso al servicio profesional docente? ¿Qué competencias se priorizan? ¿Cuáles son las características de las preguntas y las ponderaciones para calificarlas? ¿Contribuye el examen introducido por la SEP a definir un perfil de maestro de educación básica? Las interrogantes mantienen su vigencia y se multiplican con la realidad.

El examen de oposición hace perceptibles las habilidades de los sustentantes para discernir entre los planteamientos de una supuesta práctica hipotética. Los estudiantes de escuelas normales, dedican toda su formación a elaborar estrategias de enseñanza, explorar posibilidades de aprendizaje, y aplicar secuencias didácticas en condiciones reales de práctica docente. Los universitarios reconocen en referencias teóricas la didáctica, pedagogía y contenidos disciplinares necesarios, pero desde una mayor distancia que los normalistas.

imageHace unos días, se llevó a cabo el evento “Voces de la evaluación” en el Departamento de Investigaciones Educativas, del CINVESTAV, y se denunció que la evaluación docente para efectos de permanencia no es contextualizada. Pues el examen de oposición para el ingreso al servicio docente tampoco.

En esta convocatoria abierta se registrarán los universitarios, con todo el derecho de hacerlo, aunque no necesariamente con los méritos ganados. Los resultados se publicarán y entrarán profesionistas con un título universitario, y tal vez con ninguna experiencia frente a grupo. ¿Esto es culpa del universitario? No. La LGSPD lo permite.

También quisiera subrayar que algunos normalistas no ingresarán al servicio docente en el primer intento. ¿Es culpa de los normalistas? En parte. Los resultados también se distribuyen en función de los espacios ofertados, y depende determinantemente de la demanda.

Sin embargo, no hay que dejar de señalar que hay condicionantes que intervienen en el proceso, como las habilidades de los normalistas sustentantes, o la calidad de la eficiencia terminal de la escuela normal de procedencia. Sin embargo, muchos confiamos en los buenos resultados de los egresados de normales públicas.

Como en esta y las anteriores versiones de convocatoria al examen de oposición, entrarán al servicio profesores genéricos. La palabra parece aludir al medicamento genérico que equivale al de patente. Pero no, con la palabra “genérico” me refiero al significado usado en arte dramático, donde es el que “puede adaptarse a muy diversos papeles secundarios”. Dicho así, porque la primera finalidad de las carreras universitarias, no es trabajar en educación básica.

Hace poco el secretario Aurelio Nuño refirió que “La ley, no es un capricho ni antojo de nadie, la ley, se cumple”. Sólo quisiera saber, si esa frase aplica para la Ley General del Servicio Profesional Docente. Porque en el Capítulo II, se aborda “Mejora de la práctica profesional”, y establece acciones que las autoridades educativas y los organismos descentralizados deben realizar, pero no realizan. “Mejorar la calidad”, es un imperativo, pero lo hicieron un discurso necesario. La realidad educativa ha convertido esas palabras en una sarcástica pregunta ¿mejorar la calidad?

Usted responda.

Publicado primeramente en: http://www.educacionfutura.org/convocatoria-abierta-profesores-genericos/

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La Manuela de Simón

El ser feminista es una cualidad de los verdaderos revolucionarios. En las letras orladas de la Historia, el expósito Simón no figura con su apellido paterno, Carreño, sino con el materno, Rodríguez, el de Rosalía, la mujer que lo acogió y el honró.

En el periódico Porvenir de Cartagena del 10 de agosto de 1849 hay una nota a manera de editorial en la que se afirma no sólo que «la mujer es inferior al hombre», sino que «no ha sido criada la mujer para gobernar a los hombres, para regir la sociedad, para dominar los mares, para establecer y mantener la unión de los mundos, sino para una vida quieta y modesta entre ocupaciones domésticas bajo el mando amoroso del hombre».

En el mismo año, pero entre abril y mayo en el periódico Neogranadino de Bogotá, capital de la República de la Nueva Granada, Simón Rodríguez en su»Extracto sucinto de mi obra sobre la Educación Republicana» escribe: «después de las aves, las plantas son las que más se parecen a las mujeres, en su previsión para después del parto». El hombre más extraordinario del mundo da dos ejemplos: el primero, «la mujer más pobre corta sus enaguas viejas para mantillas, y de las pretinas hace fajas»; y el segundo, «las plantas más desnudas sacuden sus hojitas para que sus semillas se abriguen mientras germinan».

Simón Rodríguez en su «Nota sobre el Proyecto de Educación Popular» (Arequipa, 1830) dice: «se daba instrucción y oficio a las mujeres para que no se prostituyesen por necesidad, ni hiciesen del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia».

En 1847 Rodríguez escribe desde Túquerres, pueblo al sur de la Nueva Granada, al señor Pineda, noble amigo que se encuentra en Pasto: «La casualidad ha traído aquí un médico naturista suizo, que anda explorando, y me ha hecho el favor de dar algunos remedios a Manuelita».

En la partida de defunción de Róbinson (1854) que reposa en el Archivo parroquial de Amotape dice: «fue casado dos veces y que era hijo de Caracas, y la última mujer finada se llamó Manuela Gómez, hija de Bolivia, y que sólo dejaba un hijo que se llama José Rodríguez».

El historiador ecuatoriano Alfonso Rumazo González, nacido en Latacunga en 1903 y fallecido en Caracas en 2002, presume que «la señora falleció en Túquerres, o en el camino de retorno del educador, poco después, al Ecuador» ya que «cuando llega a Latacunga, en 1850, ya no le acompaña sino su hijo José».

Este profesor de la Universidad Central de Venezuela escribe en 1976 una hermosa semblanza de esta mujer aymara: «Esa boliviana Manuela Gómez fue extraordinariamente valerosa: sufrió con intrepidez junto a su esposo la adversidad, la miseria, la desesperada angustia. Batalló con él en acto de sombra que se desdobla y protege; que busca todas las posibles salidas; que compite con él en austeridad y desinterés, situándose así a la altura del hombre noble que la había escogido. No decae, sino que triunfa sobre todo acoso y sobre todas las innumerables presiones negativas». La Revolución tiene nombre de mujer. ¡Manuela vive!

Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/a226774.html

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¿En dónde están los 43 normalistas y qué pasó con la verdad histórica?

Por: Miguel Ángel Pérez

Una de las aspiraciones centrales de la función ética de la educación, es trabajar con la verdad, decir la verdad siempre, buscar la verdad, encontrar la verdad, descubrir la verdad, construir la verdad en cualquier ámbito en donde uno se encuentre. El asunto de la verdad, a diferencia de la falsedad o la mentira, tiene sesgos científicos pero también filosóficos y hasta lógicos y éticos. Las verdades absolutas o inmutables parece que ya no existen, existen verdades transitorias, reconocidas o validadas por un consenso social o por un convencionalismo científico.

La verdad parte de una afirmación a modo de tesis la cual es sostenida o defendida con argumentos de todo tipo. Por ejemplo: “todos los políticos son corruptos, los diputados son flojos, los maestros no saben enseñar adecuadamente, la reforma educativa no es ni reforma ni tampoco educativa, los normalistas de Ayotzinapa no fueron incinerados o quemados en el basurero de Cocula en Guerrero”. Estas son las afirmaciones, ahora habría que acompañar los argumentos respectivos, para sostener y demostyrar diochas afirmaciones.

No sólo se diseña el enunciado en cuestión sino que también se difunde por todos los medios, “haz que se repita mil veces una mentira hasta que se convierta en verdad”.

Hace más de un año, el 26 de septiembre del 2015, un grupo de estudiantes normalistas de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en Guerrero, fueron emboscados cuando brigadeaban y recolectaban recursos económicos, después fueron desaparecidos y hasta la fecha nadie sabe dónde se encuentran y posiblemente los asesinaron. Los padres de familia indignados justificadamente, se han movilizado y con ello lograron que un equipo de expertos en antropología forense –todos ellos extranjeros–, pudieran hacer un peritaje en nuestro país.

Recientemente han entregado su último informe y todos sus argumentos contradicen las conclusiones oficiales a las que ha llegado y defiende el gobierno de Enrique Peña, de los funcionarios de la PGR e incluso del Ejército mexicano.
¿Qué pretende ocultar el gobierno mexicano o que verdades pretende fabricar para ocultar las “verdades verdaderas”?, ¿qué riesgos representaban los normalistas de Ayotzinapa de tal suerte que se prefirió desaparecerlos y muy posiblemente matarlos?, ¿qué contenía el quinto autobús y por qué no se había hablado de él hasta los últimos peritajes?, ¿por qué las esferas más altas del gobierno mexicano necesitan mentirle a la nación y a la historia, a la dignidad y a su propia persona?, ¿con qué finalidad?, ¿con qué objetivo?, ¿para ganar qué cosas que también nos ocultan?, ¿con qué ideas pretenden que nos quedemos la gente común, la gente de a pie, como el que escribe estas líneas y tal vez quien las lee?

Trabajar con la verdad como motor didáctico es importante en la tarea educativa, lo de Ayotzinapa como muchas cosas que pasan en este país, tal vez jamás lo sabremos con precisión, con objetividad e incluso con un nivel mínimo de racionalidad, como fue el asesinato de Colosio, la masacre de Acteal, del Charco, de Aguas Blancas. Pero los niños y las niñas no sólo tienen derecho a las verdades, están obligados incluso ir en su búsqueda, aun asumiendo todas las consecuencias, por develarlas o por conocerlas.

Marchan los politécnicos a su cita con el gobierno federal

Es lamentable que 43 normalistas de Guerrero y futuros educadores, tuvieran que ser sacrificados, en todo ello el gobierno mexicano quién sabe qué hizo o a quién sabe qué oculte. En última instancia, las verdades no son un punto de llegada, es el camino que uno construye para poder encontrarlas.

En este país fluyen las mentiras, las falsedades, en noticieros televisivos, en spots publicitarios, en propaganda de gobierno, trabajar con la verdad en cualquier espacio educativo es el requisito mínimo para aspirar a nuevos estadios de condición humana, de cultura y por lo tanto dar el salto para arribar a mejores niveles educativos superiores.

Publicado primeramente por:  http://www.educacionfutura.org/en-donde-estan-los-43-normalistas-y-que-paso-con-la-verdad-historica/

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Desmontando la economía colaborativa

Verdades y mentiras de la economía colaborativa

Isabel Benítez

El Salmón Contracorriente

Mucho se dice en la calle sobre esta otra forma de hacer economía. El espectro de creencias generalizadas va desde las acusaciones de ‘farsa’ e ‘ilegal’ hasta la fe ciega en sus posibilidades para salvarnos de la crisis. ¿Es que alguien tiene la razón?

Uno de los principales inconvenientes de hacerse famoso es que se está más expuesto a las críticas. Le pasa a las personas y, en general, a cualquier ente, objeto, fenómeno o pensamiento que quede iluminado por los focos de los medios de difusión. Entonces surgen las venturas y desventuras, las escaladas astronómicas al Olimpo de los dioses y las caídas (cuesta abajo y sin frenos) al Averno. La ya popular economía colaborativa no podía ser menos. Pero ¿qué hay de cierto en los rumores y leyendas que existen sobre ella? Hoy, desmontamos (o no) algunos de los mitos de la economía colaborativa.

“Esto es cosa de 4 hippies…”

… “de grupúsculos de dudosa moral”, de “bohemios de la vida”. Cualquier otra persona sería incapaz de dormir en el sofá de un desconocido, regalar dinero a un joven emprendedor o usar monedas con nombres tan raros como puma o boniato –¡con lo bien que nos va con el euro!

Es una minoría, desde luego, que, paradójicamente, se cuenta por millones, si nos fijamos en el número de personas involucradas en las distintas formas de economía colaborativa en nuestro país. Sirve de ejemplo el primer estudio sobre consumo colaborativo realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que asegura que el 74% de los encuestados dice haber participado en iniciativas de este tipo. Como este, hay otros informes del sector. Así que, o vivimos en un país de ‘perroflautas’, o esto está más generalizado de lo que nos cuentan.

“Es una moda pasajera”

También; aunque todo depende de la óptica desde la que se mire.

Siguiendo con el ejemplo del consumo colaborativo, podemos decir sin excedernos que lo único novedoso es el nombre, ya que el trueque, los intercambios y los préstamos entre particulares han existido durante siglos. Pero es que otros fenómenos englobados por el moderno paraguas colaborativo, como el software libre o el conocimiento abierto, se gestaron en los años 70 del siglo pasado ­–vamos, que hace tiempo que alcanzaron la mayoría de edad.

Referirnos a la economía colaborativa como una moda también nos hace pensar en su caducidad. ¿Dejará de ser ‘molona’ de aquí a unos años? Yo aún no he terminado mi curso online de interpretación de bolas de cristal, pero hay quienes estiman que en 2025 la economía colaborativa alcanzará un mercado global de más de 300.000 millones de euros. El tiempo dirá.

“Es peligroso”

Por desgracia, siempre hay quien se aprovecha de este tipo de situaciones. Nos llegan noticias sobre usuarios que se sintieron engañados y, en los peores casos, crónicas de sucesos sobre personas agredidas o mal tratadas cuando intentaban hospedarse en casas de particulares. Sin embargo, los incidentes siguen siendo “escasos y no de excesiva gravedad”. Así lo confirma el mismo estudio de la OCU que dice que “la satisfacción con el consumo colaborativo que indican quienes lo han probado es elevada, con notas medias por encima del 8 sobre 10”.

Mientras, mejoran los sistemas de reputación –incluso nacen herramientas especializadas como Traity– y las aseguradoras firman acuerdos con las plataformas para ofrecer garantías a los usuarios sin coste adicional. Por no hablar de lo útil que suele ser emplear el sentido común.

“Es ilegal”

¡Llegamos al quid de la cuestión! El tema que más gusta y del que más sabemos y hablamos en entre tapas. No en vano, esta y otras lindezas –“economía sumergida”, “competencia desleal”– son las que han conseguido más titulares.

La acusación tiene su lógica dado que muchas de estas prácticas entran en conflicto con la regulación de determinados sectores o surgen aprovechando lagunas legales. Mas me gusta pensar que si quisieran ser ‘ilegales’ operarían en la sombra y no se dedicarían a anunciarse por televisión.

Por otro lado, quedarse en esa afirmación, pierde de vista el trabajo que se está haciendo para regular este tipo de actividades e incluso los esfuerzos del sector por poner un poco de orden en su propia actividad, como el código de buenas prácticas de Sharing España o la labor de OuiShare.

“Un lobo con piel de cordero”

O lo que es lo mismo: un puñado de gigantes, unicornios y otros seres fantásticos –de la talla del B&B más famoso del mundo– que se enriquecen a costa del ciudadano-productor de valor y de mancillar el concepto colaboración.

Por supuesto, están ahí. Negar su existencia no es ni posible ni recomendable –de hecho, de no ser por ellos, ustedes y yo no estaríamos teniendo esta conversación­–; sin embargo, de ahí a que ellos sean ‘LA’ economía colaborativa hay un trecho. Su presencia no implica que no haya matices y variaciones de un fenómeno que…

“¡… ha venido a salvarnos!”

(Aquí bien podría ir el emoticono con cara de bochorno y la gotita en la frente.)

Eh…, a ver…, no exactamente o, al menos, no de un día para otro.

La aspiración de crear una sociedad colaborativa que empodere a las personas es ambiciosa, pero va a hacer falta que trabajemos un poquito más para salir de las crisis mundiales en las que nos hemos metido nosotros solitos. In medio stat virtus.

Dicho esto, ser fieles a los principios de la colaboración y la cooperación permite crear plataformas con verdadero potencial de cambio. Ya existen proyectos colaborativos que tienen entre sus motivaciones trabajar por el bien común, proteger el medio ambiente, promover el consumo responsable… Es decir, iniciativas colaborativas en el sentido más estricto de la palabra, algo que, por cierto –y aquí enlazo con el último punto–, no significa ‘hacer obras de caridad’.

Y es que “No es colaborativo porque es lucrativo”

Sin embargo, la economía colaborativa necesita ser económicamente viable –los hippies y sus familias también comen­. Por eso, ¿qué pasaría si, en vez de demonizar el dinero, cambiáramos su propósito y lo destináramos desde el principio a garantizar la sostenibilidad del proyecto y reinvertirlo (o repartirlo) en la comunidad?

Es el otro gran debate; uno que, por cierto, afecta por igual a todo lo que huele a economía social y solidaria, cooperativa o del bien común, y que nos invita a pensar en la creciente mercantilización de nuestras vidas. Aunque de eso, si les parece, hablamos en otra ocasión.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Verdades-y-mentiras-de-la-economia

Fuente de la imagen: http://www.ricardpons.com/wp-content/uploads/ECONOMIA-COLABORATIVA-1.jpg

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La Educación Pública, Movimientos Sociales y el Examen de Enseñanza Media en Brasil

PorMonique Evelle y Pedro Batalla

¿Se considera parte de un movimiento social? ¿Estudió o está estudiando en la escuela pública? Entonces entenderás lo que plantearemos aquí.

Nosotros, militantes partidistas o no colectivos, somos sumamente privilegiados al formar parte de una red de conocimiento académico a la que la mayoría de la población no tiene acceso. Nuestra lucha no es la única labor que se describe en la política pública, sino también un trabajo de rescate a la población que está marginada.

Debemos recordar que los militantes negros ahora tienen dificultades extremas para llegar a comprender ciertos temas y materias antes que comenzaran a participar en los movimientos sociales. Es un logro para nosotros que venimos de una educación deficiente, tener la oportunidad de responder a una pregunta de los examenes de enseñanza media (ESMS) a partir de los estudios que nos ha provisto el activismo social.

No podemos olvidar que en marzo del 2015 hubo una audiencia en el Comité Federal de Educación de la Cámara para discutir la política y el adoctrinamiento ideológico en las escuelas, lease: en contra de la diversidad de las ideas en el aula. Para el diputado Izalci Lucas (PSDB-DF), autor del Proyecto de Política de adoctrinamiento en las escuelas, los educadores brasileños tienen un sesgo ideológico hacia la izquierda y por eso son una amenaza para los estudiantes. Y ya podemos ver el efecto desastroso de un proyecto que aún no ha votado: el Profesor de geografía Breno Mendes, fue despedido en la ciudad de Río de Janeiro por exponer opiniones en las redes sociales contrarias a las políticas de educación pública. Además,  fue la retirada de la discusión de género y de diversidadsexual  de los Planes Municipales de Educación.

Comprender y saber cómo responder cuestiones ESMS sobre Simone de Beauvoir, Paulo Freire, Weber, MST, el panafricanismo y otros, es reconocer la importancia del ciberactivismo, las ruedas de los debates en las plazas públicas, la militancia de la educación popular, porque en las escuelas no se dan estos debates necesarios.

Es importante entender que los hombres y las mujeres negras que tienen o han tenido acceso a la educación superior, han estado en el lugar de aquellos que no podían responder a la pregunta de Beauvoir , y que en la actualidad debido a los debates, la militancia y otros factores, ahora la pueden responder. Esto puede no es una victoria completa para nuestros compañeros que están aún en situaciones difíciles. Pero no hay que menospreciar ninguna victoria, incluso si esa victoria es capaz de responder a una pregunta de ESMS con plena confianza.

Fuente: https://moniqueevelle.wordpress.com/2015/10/25/educacao-publica-movimentos-sociais-e-enem/

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