Page 289 of 2682
1 287 288 289 290 291 2.682

América Latina y el Caribe: El coronavirus colapsa y destruye el sistema educativo en América Latina

El coronavirus colapsa y destruye el sistema educativo en América Latina

Carlos de Urabá 

Tras más de un año y medio de estar cerradas las escuelas a causa del coronavirus, y aunque ya se dio la orden de abrirlas desde en agosto en México y en otros países de Latinoamérica, lo cierto es que todavía no se han activado las clases presenciales.

Ante esta desoladora emergencia sanitaria la educación pública es la más  afectada pues en la mayoría de los países (el 60% de su territorio especialmente el medio rural), se han quedado  en el limbo al carecer los medios adecuados para recibir la señal de Internet. Entonces, no les ha quedado más remedio a los docentes que improvisar otras estrategias como la televisión educativa para salvar el año escolar.  La tragedia para los alumnos no puede ser más desgarradora porque ya de por si el nivel educativo antes de la pandemia era deplorable pero ahora es calamitoso. Al entrar en pánico al dispararse las cifras de muertos e ingresados en los hospitales se clausuraron las escuelas a cal y canto.  Una decisión política que trajo como consecuencia que muchas fueran saqueadas o vandalizadas. Las autoridades se equivocaron pues nunca se debieron cerrar los centros escolares ya que como se ha demostrado es el sitio más idóneo si se toman correctamente las medidas de seguridad sanitarias con todo el rigor. Se ha condenado a los niños y los jóvenes a la educación en línea vía zoom como única herramienta de comunicación y supuesta panacea para afrontar esta grave emergencia. Brasil, uno de los epicentros de la pandemia, ha reabierto las escuelas desde marzo 2021 con tan solo el 35% de ocupación máxima en las aulas. El 40% de los estudiantes de las escuelas públicas urbanas de Brasil no tiene computador o tableta en su casa,  en las áreas rurales sube al 65%. La reapertura de los centros escolares se ha visto afectada por las demandas ante los tribunales de los sindicatos de los profesores que se niegan a regresar a clases presenciales. El estado de excepción o el confinamiento impide la libre circulación de los ciudadanos y  lo peor de todo es que se violó el derecho universal de los niños y las niñas a la educación.

Además, los alumnos se han quedado huérfanos porque las escuelas no eran solo un lugar donde recibían clases sino también sus hogares pues allí desarrollaban parte de su vida social; se reunían con sus amigos y se interrelacionaban con sus maestros y tutores.  Además de asistir a distintas actividades extraescolares, en bibliotecas, campos de deportes. los comedores que les brindaban al menos una comida diaria  y miles que residían parcial o totalmente como internos. Las escuelas cumplen un papel de protección y monitoreo que va más allá de los propósitos académicos.  Cuando eres un niño o un adolescente lo que quieres es relacionarte con tus amigos. Así que no pueden estar encerrados en medio del agobio y el hacinamiento  en sus casas junto a sus padres porque están desarrollando autonomía. Ahora sobreprotegidos parece difícil que vayan a emanciparse a los 18 años. Y encima son tantos los problemas afectivos que deben soportar gritos, agresiones y violencia. Se calcula que en un 55% se han elevado las agresiones físicas, 48%, las psicológicas, un 20% en abusos sexuales y violaciones a niños y niñas. Cerca de la mitad de los niños, las niñas y adolescentes (91 millones) viven en  la pobreza en América Latina. Un fenómeno que  ha afectado la salud mental  de millones de personas que sufren depresión, angustia, falta de autoestima, estrés, ansiedad. Las conductas suicidas han aumentado en un 30% y, por ejemplo,  según la Secretaría de Educación de México, en el 2020 el número de suicidios y adolescentes de ambos sexos alcanzó la cifra record de 1.150 víctimas.

Durante el confinamiento ha sido tal la demanda de Internet que en muchas regiones  los servidores colapsaron. O sencillamente no existía conexión. Y en el colmo  las familias no tenían datos móviles por falta de  presupuesto  porque “si hay para internet, no hay para comida”   En un hogar con tres o cuatro hijos han tenido que compartir un computador o un teléfono celular para recibir sus clases en línea -los más afortunados-. Ha sido imposible tomar sus cursos al mismo tiempo y conectarse con sus profesores aparte de que se perdía la señal de Wi Fi. Millones de hogares más pobres y marginales no pueden conectarse a Internet  y deben conformarse con atender las clases por televisión que muchas veces está ocupado en las telenovelas o los partidos de futbol. Desde luego que el aprendizaje en línea ha sido catastrófico.  En un intento por mitigar la emergencia escuelas y colegios se organizaron grupos de WhatsApp para al menos recibir las tareas y que se mantuvieran los alumnos activos. Pero la perdida total de tiempo y el aburrimiento de estar encerrados provocó que millones de niños, niñas y jóvenes desertaran de las clases en línea. En México la cifra supera 6 millones, en Colombia unos 300.000, en Perú 340.000, en Brasil 7 millones. Por falta de recursos se calcula que 40% de los alumnos abandonarán las universidades privadas.  El sistema educativo no estaba preparado para esta crisis sanitaria y menos para impartir las clases de manera virtual o hibrida. Entonces, ¿de qué vale estudiar a los más humildes si nunca alcanzarán el nivel de educación superior y universitario?  El derecho a la educación pública es también parte de la lucha de clases porque es la única salida de los más desfavorecidos para subir en la escala social. Superarse por méritos propios para salir de la pobreza. pero sin recursos económicos o una beca para pagar una matrícula universitaria esto parece utópico. Solo una élite de privilegiados ha mantenido sus ingresos e incluso los han aumentado. Blindando el nivel educacional sus hijos en escuelas o universidades privadas donde generalmente son aprobados no por su capacidad técnica o intelectual  sino por su pertenencia a familias de alta alcurnia.

Quienes carezcan de patrimonio económico solo heredarán marginalidad y pobreza; lo que significa estar condenados a ser el recambio de sus padres en los trabajos más precarios y peor remunerados. La verdad es que según las estadísticas de la CEPAL en América Latina hay ya 210 millones de pobres (22 millones de personas más que el año 2019) Centroamérica y el Caribe es la región más depauperada con 30 millones de personas sumidas en la indigencia. La tasa de vacunación contra el COVID no sobrepasa el 20 % de la población y el nivel educacional es uno de los más bajos del Tercer Mundo. En el Salvador, Honduras, Guatemala o Belice, Haití, República Dominicana apenas el 20% de los alumnos de las escuelas públicas tienen acceso a la educación virtual y su retraso es más que ostensible.

En las favelas y suburbios de las grandes ciudades  se concentra el lumpen proletariado que sobrevive en medio de la exclusión y la miseria. El COVID 19 ha afectado mayormente a los países pobres y vulnerables. Muchos niños, niñas y los jóvenes o adolescentes de los estratos más bajos se vieron obligados a ayudar a sus padres en sus trabajos informales (en América Latina hay 140 millones de personas laborando en condiciones de informalidad lo que representa el 50% del empleo real) El hambre y la marginalidad hizo que infinidad de jóvenes y adolescentes se enrolaran en las pandillas delincuenciales o los carteles del narcotráfico donde al menos reciben una paga por sus servicios (muy superior al salario mínimo)  Poco a poco se van  iniciado en el sicariato, los secuestros, los asaltos, la prostitución, el tráfico de armas o el narcomenudeo. no están escolarizados, no hay bibliotecas, ni centros culturales o campos deportivos solo cantinas, antros y burdeles ¿Cómo evadirse de un ambiente tan ruin y opresivo? Solo consumiendo sustancias psicotrópicas o alcoholizándose. Porque las mafias más dominantes, adaptables y violentas del mundo se han aprovechado de la situación de quiebra total para reforzar su accionar en los cordones de miseria.

Hoy las carreras más solicitadas y las más promocionadas por las universidades públicas y privadas son las profesiones relacionadas con el ámbito digital: marketing digital, cuentas digitales, community manager, social media manager, programadores de informática, administración de empresas, corredores de valores, gerentes de sociedades offshore, brokers, inversionistas, comisionistas, comercial delivery, ejecutivos de venta on line, turismo on line, ejecutivo expertos de blockchain, criptomonedas y Bitcoin, cibernética, Uber technologies, la inteligencia artificial, técnicos en desarrollo de software o hardware,   telemática, robótica, programadores de videojuegos, creadores de Apps, es decir, especialistas en el  modelo de desarrollo calcado al de Silicon Valley con sus grandes parques tecnológicos. Multimillonarios exitosos como Billy Gates, Jobs o Bezos son el espejo para los emprendedores y marcan el camino a seguir. Nuestros estados tan serviles se han entregado las trasnacionales y nuestra dependencia tecnológica es total y absoluta con respecto a EE. UU, Europa, China o el Japón que son los que poseen las patentes (en EE.UU las patentes con mayor valor son las que registraron las organizaciones y compañías electrónicas, comunicaciones, servicios y equipos de Internet, Google, Facebook, YouTube, Apple e IBM) El concepto de innovación y competitividad entre universidades, centros de investigación y empresas de la tecnología de la información van a regir el mundo globalizado. Porque el sistema productivo y los planes de negocios no pueden parar de crecer. Las leyes del capitalismo son muy claras: solo los más preparados e “inteligentes” o, mejor dicho,  los que alcancen a costearse sus estudios de educación superior -a la que solo accede el 5 % de la población -serán los elegidos para asumir las riendas del poder y seguirán dominando  el ámbito político, económico, empresarial  e industrial.

Millones de latinoamericanos han sido golpeados brutalmente por la crisis económica desatada por la pandemia. El desempleo afecta un 15% más que en 2019 rozando los 30 millones de personas que en su inmensa mayoría, no reciben subvenciones de los gobiernos para mitigar la tremenda catástrofe. Las ayudas sociales son irrisorias y han tenido que reinventarse en trabajos por cuenta propia.  En América Latina: más de 28 millones de personas entrarán en situación de pobreza este año por el COVID-19. Con un 30% Argentina es el país con las mayores tasas de desempleo juvenil en el Cono Sur. Mientras el nivel de empobrecimiento de la población ha subido hasta el 43%. Y es que oficialmente el confinamiento todavía se mantiene en muchos países porque la incidencia del COVID-19 es muy alta. Los maestros se niegan a volver a clases presenciales puesto que la vacunación de los menores de doce años es casi nula. Temerosos de contagiarse prefieren seguir sometidos a la educación virtual.  Evidentemente para las nuevas generaciones como consecuencia de estar confinados meses y meses  el impacto emocional y psicológico será tremendo y dejará unas taras que no van a borrarse de la noche a la mañana. Nos esperan unos cambios sociales  impresionantes. En Colombia entre abril y junio del 2021 se produjo un paro nacional reprimido por las fuerzas del orden del gobierno del derechista de Duque y que dejó extraoficialmente más de 78 muertos, 2.500 heridos y 180 desaparecidos.

El gobierno mexicano consciente de la urgencia en reactivar el sistema educativo obligó a abrir las escuelas en el mes de agosto después de un año y medio de ausencia. 16 millones de alumnos regresaron a las aulas, es decir,  el 48%. la pregunta es ¿por qué  no cerraron los cuarteles, ni los casinos, los centros comerciales, los restaurantes, ni los antros o los prostíbulos? La educación es una actividad estratégica esencial tan importante como la industria o la salud. Como bien lo reconoció el presidente López Obrador “Tenemos que correr riesgos. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, ¿nos vamos a quedar todo el tiempo ahí encerrados?” los pequeños ya necesitan regresar, ya vemos problemas fuertes de violencia intrafamiliar, de estrés, de obesidad y de adicción a los aparatos electrónicos” Las redes sociales son manipuladoras y tóxicas. Que se regrese a la escuela o la universidad para comunicarse y socializar”  Pero ya es tarde. Ahora tenemos un sistema escolar colapsado y los niños han perdido el hábito del estudio, de la lectura, no se concentran y son incapaces de leer o escribir correctamente. Los niños que antes jugaban en los parques al final de la jornada escolar ahora se han vuelto seres pasivos pegados a los artilugios electrónicos. Una epidemia de miopía golpea a los menores de edad a raíz de la larga exposición  a las pantallas digitales y el poco tiempo que pasan al aire libre.

Lo cierto es que se ha perdido un año y medio lo que significa casi dos cursos lectivos. El retraso ya es imposible de recuperar en un corto espacio de tiempo y solo queda confiar en la buena voluntad de los alumnos para que disciplinadamente estudien sus lecciones en sus hogares. Pero todos sabemos que los jóvenes están más interesados en conectarse a las redes sociales o a dedicarse a jugar con la PlayStation o la Nintendo (75 millones de mexicanos se consideran videojugadores y el país ocupa el puesto número 12 a nivel mundial) El control de los dispositivos electrónicos deben asumirlo los padres de familia, pero como han perdido la autoridad apenas si se atreven a reprender a sus hijos. Las consecuencias son muy nocivas pues los niños están completamente enviciados y si se les prohíbe sus juguetes favoritos llegan incluso a agredir a sus padres y en algunos casos hasta matarlos. Este va a ser uno de los mayores dramas sociales del recién comenzado siglo XXI: la guerra de cuarta generación por el dominio de las mentes. El Big Data procesa, analiza e interpreta con su algoritmo grandes volúmenes de datos que generar los usuarios de Internet y que controlan nuestras vidas con el incesante bombardeo propagandístico que dicta cuales son nuestros deseos y preferencias. Una alienante manipulación que podríamos calificar de “fascismo cibernético”.

Las multinacionales de la industria digital y sus poderosísimas maquinarias mediáticas son las principales interesadas en promocionar la venta de computadores, teléfonos inteligentes, tabletas, etc. que por arte de magia transformarán a los alumnos en unos genios. El consumismo es de tal envergadura que a pesar de la crisis económica el iPhone 12 es el más vendido, aunque su precio sea de 700 dólares.  El número de teléfonos celulares en América Latina supera los 450 millones de unidades.  ¿Un profesor reemplazado por un androide que dicta los cursos a través de un computador o un teléfono celular? Se están criando niños solitarios y antisociales y de carácter autistas que se niegan a relacionarse con los demás y que se pasan horas y horas enchufadas a las pantallas. Sin contar que los altos niveles de radiaciones electromagnéticas de radiofrecuencia que a lo largo de la vida puede dañar las neuronas y destruir las células cerebrales hasta provocar cáncer o alzheimer.

Lo cierto es que los grandes triunfadores de la pandemia han sido las multinacionales de la tecnología digital y la industria del entretenimiento que han incrementado sus ganancias en un 30%.  Las que más han subido son las ventas de los productos on line,  pornografía on line, a los burdeles on line,  los casinos on line, o las casas  de apuestas de fútbol como Caliente, Codere, bet 365, Betway, 1XBET, y hasta la lotería de los EE.UU Mega Millons con un premio mayor de 345 millones de dólares y que es una de las más populares en México. Hay que buscar emociones fuertes y evadirse de la cruel realidad con unos servicios que se activan mediante una tarjeta de crédito (perteneciente a los cabezas de hogar pero que sustraen sus hijos) y que solo en Colombia recaudaron unas ganancias en el 2020 de 102.137 millones de pesos.

Se está criando una juventud de ludópatas y tahúres ilusionados por obtener dinero fácil y hacer realidad todas sus fantasías.  La publicidad que se emite a través de Internet y las redes sociales no se detiene ni un minuto y sigue escupiendo sus magníficas ofertas que nos cautivan. En nombre de la libertad de expresión están esclavizando especialmente a los niños y niñas que son los más indefensos y manipulables. En Tijuana a los adolescentes durante el confinamiento y para mantenerlos ocupados se les aplicó la receta de PlayStation, chelas (cervezas) y mota (marihuana)

La tecnofilia crea unas adicciones tan perversas que los pacientes más graves necesitarían un tratamiento de choque parecido al de los heroinómanos para desengancharlos. Hace pocas semanas China prohibió que los menores de edad estén más de tres horas semanales en los videojuegos.  Unas restricciones que afectan drásticamente a la enorme industria del juego en el país. El Partido Comunista Chino se han dado cuenta que las nuevas generaciones están gravemente afectados en su salud física y mental por el continuo uso de artilugios digitales. ¿Cómo romper esas cadenas invisibles que los atan al ciberespacio? Los niños-autómatas han desarrollado síntomas de neurosis, inclinaciones suicidas o se han suicidado.  Han perdido la capacidad de memorizar y concentrarse, han perdido las habilidades sociales, escolares y académicas de aprendizaje. No están motivados con los medios digitales que se resume en buscar la tarea que se les ha encomendado en las páginas web de Internet y sencillamente cortar y pegar y enviársela al profesor para que las califique.

El caso más aberrante quizás sea el del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia que bajo el pretexto de brindar conexión a Internet gratis a los colegios públicos situados las zonas rurales más apartadas y desfavorecidas del país pagó por adelantado 70.000.000 de pesos las empresas COMCEL y UTCP.  De una licitación de 1.07 billones de pesos que tan solo se ha ejecutado el 1%. Incomprensiblemente incumplieron los contratos y el presupuesto se perdió en el pozo sin fondo de la corrupción. El proyecto de “un país digital” naufragó por completo.

La comunicación entre alumnos y profesores se hace a través del cordón umbilical del zoom confiados en que el aprendizaje sea óptimo y se alcance las más altas cotas del conocimiento académico. Se pensó que la tecnología punta iba a suplir todas las funciones de las aulas convencionales pero el comportamiento de los alumnos deja mucho que desear porque sencillamente están más preocupados en jugar con la  PlayStation, ver películas en streaming (especialmente los de guerra, violencia y terror), chatear con sus amigos por el WhatsApp. Allí son felices y se niegan a desconectarse de esos paraísos artificiales. Como no existe la disciplina ni el espíritu autodidacta ningún niño va a leer voluntariamente un libro si no se le obliga. La cultura de masas es más entretenimiento o diversión que conocimiento.

La Secretaría de Educación Pública de México ordenó que ningún alumno que se haya conectado a las clases virtuales en el curso 2020 2021,  ya sea de forma intermitente o permanente, podrá ser reprobado: todos deberán tener una calificación mínima de 6. De inmediato, los muchachos y sus padres lo celebraron por todo lo alto  y prepararon las respectivas fiestas de graduación donde tradicionalmente deben lucir las togas y birretes como símbolo haber alcanzado las más altas cumbres del saber. Una farsa que solo sirve para elevar aún mas los niveles de ignorancia y analfabetismo. Esta pandemia ha desnudado las falencias educativas en América Latina y el tremendo abismo que separa a ricos y pobres. En Ecuador solo el 37% de la población tiene la conexión de Internet para las clases virtuales. Los maestros mandan las tareas por WhatsApp a los alumnos y deben esperar hasta que ya entrada la tarde sus padres llegan a su casa y les prestan el teléfono celular.

Según el informe PISA- en México los estudiantes no comprenden lo que leen y en un 70% tiene dificultades para redactar un folio y sus faltas de ortografía son lamentables. La OCDE les ha calificado con un promedio bajo en lectura, matemáticas y ciencias (solo 1% obtuvo un nivel de competencias superior)  A partir del año 2020 la Secretaría de Educación suspendió las pruebas de campo (con medios analógicos)  en las escuelas públicas y privadas para no hacer más visible el fracaso de su sistema educacional. Es preferible ocultar estos resultados tan vergonzosos de los que nadie quiere hacerse responsable. ¿Algún alumno está dispuesto a hacer las pruebas presenciales sin soportes digitales y en formato convencional? Parece que muy pocos se atrevan pues lo más seguro es que obtendrían unas pésimas calificaciones. ¿Si la educación es el pilar del desarrollo y el progreso de la sociedad cuál será el futuro que nos espera? En un estudio de la OCDE y la UNESCO México se posicionó en el puesto 103 de 108 países en el  que tan solo se leen 3 libros al año por persona (el libro más leído es la Biblia) Pero las encuestas que se han hecho últimamente sostienen que el 40% de la población jamás ha leído un libro en su vida.

La reconstrucción post pandemia se alargará durante toda la década del 2020-2030. Por lo tanto, con un horizonte tan sombrío el subdesarrollo se cronifica eternizando la dependencia de los países del Primer Mundo. Lo que se traduce en una mayor exclusión social ampliando el abismo entre ricos y pobres. América Latina se consagra como la región más desigual del mundo. La recesión va a ser antológica así que no hay más remedio que endeudarse o empeñarse y pagar a crédito a los bancos o las entidades financieras para obtener liquidez. ¿Cuándo se van a recobrar los niveles de crecimiento que se venían observando a finales del 2019? A sabiendas que la inmunidad colectiva se adquiere con el 80% de la población vacunada todavía falta como mínimo 2 años para disfrutar de una relativa normalidad (condicionado al surgimiento de nuevas mutaciones) La catástrofe educacional causada por el coronavirus no se ha medido en toda su dimensión pues los políticos, burócratas y tecnócratas parecen estar más preocupados por demostrar que las cifras macroeconómicas y el crecimiento del PIB son muy favorables para este año 2021.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/el-coronavirus-colapsa-y-destruye-el-sistema-educativo-en-america-latina/

Comparte este contenido:

Brasil: Homenaje en el centenario de su nacimiento – Por Frei Betto

Homenaje en el centenario de su nacimiento – Por Frei Betto

Por Frei Betto*

Si queremos rescatar el legado de Paulo Freire, el camino es volver al trabajo de base con las clases populares, adoptando su método en una perspectiva histórica, abierta a las utopías libertarias y al horizonte democrático.

Puedo afirmar, sin miedo a exagerar, que Paulo Freire está en la raíz de la historia del poder popular brasileño a lo largo de 50 años, entre 1966 y 2016. Ese poder surgió como un árbol frondoso de la izquierda brasilera actuante en la segunda mitad del siglo XX: grupos que lucharon contra la dictadura militar (1964-1985); las comunidades Eclesiales de Base de las Iglesias cristianas; la amplia red de movimientos populares y sociales que despuntaron en los años 70; el sindicalismo combativo.

Y, en la década de 1980, la fundación de la CUT (Central Única de los Trabajadores); de la ANAMPOS (Articulación Nacional de los Movimientos Populares y Sindicales) y enseguida de la CMP (Central de Movimientos Populares); del PT (Partidos de los Trabajadores); y del MST (Movimento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra); y de tantos otros movimientos, ONGs y entidades.

Si tuviese que responder a la pregunta: “Indique una persona causante de todo eso”, diría sin ninguna duda: Paulo Freire. Sin la metodología de educación popular de Paulo Freire, no habría esos movimientos, porque él nos enseñó algo muy importante: a ver la historia desde la óptica de los oprimidos y hacerlos protagonistas de los cambios en la sociedad.

Los excluidos como sujetos políticos

Al salir de la prisión política, a finales de 1973, tuve la impresión de que toda lucha, aquí fuera, había acabado por la fuerza de la represión de la dictadura militar, y porque todos nosotros, imbuidos de la pretensión de ser los únicos entendidos en la lucha capaz de rescatar la democracia, estábamos en la cárcel, muertos, o en el exilio. Cuál no fue mi sorpresa, al encontrar una inmensa red de movimientos populares diseminados por todo Brasil.

Cuando fue fundado el PT, en 1980, vi a compañeros de izquierda reaccionar: “¿Obreros? No. Es mucha pretensión querer que los obreros sean la vanguardia del proletariado. Somos nosotros, intelectuales teóricos, marxistas, quienes tenemos capacidad para dirigir a la clase trabajadora”. No obstante, en Brasil los oprimidos empezaban a volverse no sólo sujetos históricos, sino también líderes políticos, gracias al método Paulo Freire.

Una vez, en México, compañeros de izquierda me preguntaron:

— ¿Cómo hacer aquí algo parecido al proceso de ustedes en Brasil? Porque ustedes tienen un sector de izquierda en la Iglesia, un sindicalismo combativo, el PT… ¿Cómo se obtiene esa fuerza política popular?

— Empiecen haciendo educación popular –respondí– y de aquí a treinta años…

Ellos me interrumpieron:

— ¡Treinta años es demasiado! Queremos una sugerencia para tres años.

— Para tres años no sé cómo hacer –observé–, pero para treinta años conozco el camino.

En resumen, todo el proceso de acumulación de fuerzas políticas populares que resultó en la elección de Lula como presidente de Brasil, en 2002, y mantuvo al PT en el gobierno federal durante trece años, no cayó del cielo. Todo fue construído con mucha tenacidad a partir de la organización y movilización de las bases populares aplicando el método Paulo Freire.

El método Paulo Freire

Conocí el método Paulo Freire en 1963. Yo vivía en Rio de Janeiro, formaba parte de la Dirección Nacional de la Acción Católica. Al surgir los primeros grupos de trabajo del método Paulo Freire, me comprometí en un equipo que los sábados subía a Petrópolis, a 70 km de Rio, para alfabetizar a obreros de la Fábrica Nacional de Motores. Allí descubrí que nadie enseña nada a nadie, unos ayudan a otros a aprender.

¿Qué hicimos con los trabajadores de aquella fábrica de camiones? Fotografiamos las instalaciones, reunimos a los obreros en el salón de una iglesia, proyectamos diapositivas e hicimos una pregunta totalmente simple:

— En esta foto, ¿qué es lo que ustedes no hicieron?

— Bueno, no hicimos el árbol, la planta, el camino, el agua…

— Eso que ustedes no hicieron es naturaleza –dijimos–.

— ¿Qué es lo que hizo el trabajo humano? –indagamos–.

— El trabajo humano hizo el ladrillo, la fábrica, el puente, la cerca…

— Eso es cultura –dijimos–. ¿Y cómo fueron hechas estas cosas?

Ellos discutían y respondían:

— Fueron hechas a medida en que los seres humanos transformaron la naturaleza en cultura.

Enseguida, aparecía la foto del patio de la Fábrica Nacional de Motores ocupado por muchos camiones y las bicicletas de los trabajadores. Simplemente preguntábamos:

— En esta foto, ¿qué hicieron ustedes?

— Los camiones.

— ¿Y qué tienen ustedes?

— Las bicicletas.

— ¿No estarán ustedes equivocados?

— No, nosotros fabricamos los camiones…

— ¿Y por qué no van a casa en camión? ¿Por qué van en bicicleta?

— Porque el camión cuesta caro y no es nuestro.

— ¿Cuánto cuesta un camión?

— Cerca de 40 mil dólares.

— ¿Cuánto ganan ustedes al mes?

— Bueno, ganamos en promedio 200 dólares.

— ¿Cuánto tiempo tiene que trabajar cada uno de ustedes, sin comer, sin beber, sin pagar alquiler, economizando todo el salario para ser un día dueño del camión que construye?

Ahí ellos empezaban a calcular y tomaban conciencia de la esencia de la relación capital x trabajo, lo que es la plusvalía, la explotación, etc.

Las nociones más elementales del marxismo, en cuanto crítica del capitalismo, venían por el método Paulo Freire. Con la diferencia de que no estábamos dando clase, no hacíamos lo que Paulo Freire llamaba ‘educación bancaria’, o sea, meter nociones de política en la cabeza del trabajador. El método era inductivo. Como decía Paulo, nosotros, los profesores, no enseñábamos, ayudábamos a los alumnos a aprender.

Culturas distintas y complementarias

Cuando llegué a São Bernardo do Campo (SP), en 1980, había militantes de izquierda que distribuían periódicos entre las familias de los trabajadores. Cierto día doña Marta me preguntó:

— ¿Qué es “contradicción de clase”?

— Doña Marta, olvide eso.

— No soy de mucha lectura –se justificó– porque mi vista es mala y la letra pequeña.

— Olvide eso –le dije–. La izquierda escribe esos textos para leerlos ella y quedarse contenta, creyendo que está haciendo la revolución.

Paulo Freire nos enseñó, no sólo a hablar en lenguaje popular, plástico, no académicamente conceptual, sino también a aprender con el pueblo. Enseñó al pueblo a recuperar su autoestima.

Al salir de la cárcel, viví cinco años en una favela en el Estado de Espíritu Santo. Allí trabajé en educación popular con el método Paulo Freire. Al volver a São Paulo, a finales de los 70, Freire me propuso hacer un balance de nuestra experiencia en educación y, gracias a la mediación del periodista Ricardo Kotscho, produjimos el libro titulado “Esa escuela llamada vida” (editorial Ática). Es su relato como educador y creador del método, y mi experiencia como educador de base.

En el libro cuento que, en la favela donde yo vivía, había un grupo de mujeres embarazadas de su primer hijo, asesoradas por médicos de la Secretaría Municipal de Salud. Pregunté a los médicos por qué trabajar sólo con las embarazadas de primer hijo.

— No queremos mujeres que ya tengan vicios maternales –dijeron–, queremos enseñar todo.

Pues bien, pasados unos meses, llamaron a mi puerta.

— Betto, queremos su ayuda.

— ¿Mi ayuda?

— Hay un cortocircuito entre nosotros y las mujeres. Ellas no entienden lo que hablamos. Usted, que tiene experiencia con ellas, nos podría asesorar.

Fui a presenciar el trabajo de ellos. Al entrar en el Centro de Salud del barrio, me asusté. Allí estaban mujeres muy pobres, y el Centro había sido adornado con carteles de bebés Johnson, rubios de ojos azules, propaganda de Nestlé etc. Delante de aquel espectáculo visual, reaccioné:

— Todo está equivocado. Cuando las mujeres entran aquí y ven esos bebés perciben que eso es otro mundo, no tiene nada que ver con los bebés de ellas.

Presencié el trabajo de los médicos. Hablaban en FM y las mujeres estaban sintonizadas en AM. La comunicación realmente no funcionaba. En una sesión, el doctor Raúl explicó, en lenguaje científico, la importancia de la alimentación materna y, por tanto, de las proteínas, para la formación del cerebro humano. Cuando él terminó la exposición, las mujeres lo miraron como yo al abrir un texto en mandarín o árabe: sin entender nada.

— Doña María, ¿usted entendió lo que dijo el doctor Raúl? –pregunté–.

— No, no entendí, sólo entendí que él dijo que nuestra leche es buena para la cabeza de los niños.

— ¿Y por qué no lo entendió usted?

— Porque no tengo estudios. Fui poco a la escuela, nací pobre en el campo. Yo tenía que trabajar la tierra y ayudar al sustento de la familia.

— ¿Y por qué el doctor Raúl supo explicar todo eso?

— Porque él es doctor, tiene estudios. Él sabe y yo no sé.

— Doctor Raúl, ¿usted sabe cocinar? –pregunté–.

— No sé ni hacer café.

— Doña María, ¿usted sabe cocinar?

— Sí sé.

— ¿Sabe hacer pollo en salsa oscura (plato que en Espirito Santo y también en algunas áreas del Nordeste se llama galinha de cabidela)?

— Sé.

— Por favor, póngase de pie –le pedí–, y cuéntenos cómo se hace un pollo en salsa oscura.

Doña María dio un aula de culinaria: cómo se mata el pollo, cómo se despluma, cómo se prepara la carne y se hace la salsa, etc.

Cuando se sentó, dije:

— Doctor Raúl, ¿usted sabe hacer un plato así?

— Claro que no, me gusta, pero no sé cocinar.

— Doña María –concluí–, usted y el doctor Raul, están perdidos en un bosque espeso, muertos de hambre, y de pronto aparece una gallina. Él, con toda su cultura moriría de hambre, usted, no.

La mujer abrió una sonrisa de oreja a oreja. En aquel momento ella descubrió un principio fundamental de Paulo Freire: no existe nadie más culto que otro, existen culturas distintas, socialmente complementarias. Si ponemos en la balanza toda mi filosofía y teología y la culinaria de la cocinera del convento en el que vivo, ella puede pasar sin mis conocimientos, pero yo no puedo pasar sin los de ella. Ésa es la diferencia. La cultura de una cocinera es imprescindible para todos nosotros.

Paulo Freire y desafíos de futuro

Ante la emergencia de tantos gobiernos autoritarios y la profusión de mensajes antidemocráticos, racistas, homofóbos, machistas y negacionistas en las redes digitales, me parece de suma importancia volver a Paulo Freire en esta fecha del centenario de su nacimiento.

El reflujo de las fuerzas progresistas en América Latina en los últimos años y el despuntar de figuras neofascistas como Bolsonaro en Brasil, nos obligan a reconocer que hace décadas abandonamos el trabajo de base de organización y movilización populares. Ese vacío en las poblaciones de la periferia, de las favelas, de las zonas rurales pobres, está siendo ocupado por el fundamentalismo religioso, por el narcotráfico y los milicos.

Paulo Freire nos enseña en sus obras que no hay movilización sin concientización previa. Es preciso que las personas tengan un “perchero”, donde colgar los conceptos políticos y las claves de análisis de la realidad. El “perchero” es la percepción del tiempo como historia.

Hay civilizaciones, tribus, grupos, que no tienen percepción del tiempo como historia. Los griegos antiguos, por ejemplo, creían que el tiempo era cíclico. Hoy, el tiempo retorna por medio del esoterismo, del negacionismo, del fatalismo y del fundamentalismo religioso. Pero retorna sobre todo por el neoliberalismo.

La esencia del neoliberalismo es la deshistorización del tiempo. Cuando Fukuyama declaró que “la historia acabó”, expresó esto que el neoliberalismo nos quiere inculcar: ¡Hemos llegado a la plenitud de los tiempos! El modo neoliberal de producción capitalista, basado en la supremacía del mercado, es definitivo. Pocos son los escogidos y muchos los excluidos. Y de nada sirve querer luchar por una sociedad alternativa, ¡por “otro mundo posible”!

De hecho, hoy en día es difícil hablar de sociedad alternativa. Socialismo, entonces, ¡ni pensar! Se ha creado un pudor, un bloqueo intelectual y emocional. “El socialismo se acabó, se derrumbó, colapsó, fue enterrado”, alardean las pitonisas. Las alternativas que se plantean son por lo general intrasistémicas.

La noción de que el tiempo es historia viene de los persas, pasada a los hebreos y acentuada por la tradición judaica. Tres grandes paradigmas de nuestra cultura son de origen judaico –Jesús, Marx y Freud– y, por lo tanto, trabajaron con la categoría de tiempo como historia.

No se consigue estudiar el marxismo sin profundizar en los modos de producción anteriores, para entender cómo se llegó al modo de producción capitalista. Y entender, enseguida, cómo sus contradicciones podrían llevar a los modos de producción socialista y comunista. El análisis marxista supone por tanto el rescate del tiempo como historia.

Si alguien hace análisis o psicoterapia, el psicoanalista pregunta al paciente sobre su pasado, su infancia, su educación. Si el paciente puede hablar sobre su vida intrauterina, tanto mejor… Toda la psicología de Freud es un rescate de nuestra temporalidad como individuos.

La perspectiva de Jesús era histórica. El Dios de Jesús se presenta con currículum vitae: no es un dios cualquiera –es Dios de Abraham, Isaac y Jacob–, o sea, un Dios que hace historia. La categoría principal de la predicación de Jesús es histórica: el Reino de Dios. Aunque situado allá arriba por el discurso eclesiástico, teológicamente no se sitúa allá arriba. El Reino es algo ahí adelante, es la culminación del proceso histórico.

Es curioso que en la Biblia la historia, como factor de identificación del tiempo, es tan fuerte que en el relato del Génesis la Creación del mundo ya aparece marcada por esa historicidad del tiempo antes de la aparición del ser humano.

Para muchos, historia es lo que hombres y mujeres hacen. Entonces, no habría historia antes del surgimiento de hombres y mujeres, tanto es así que se habla de prehistoria. Para la Biblia, ya hay historia antes de la aparición del ser humano. Tanto que los griegos consideraban al dios de los hebreos una entidad muy incompetente. Un verdadero dios crea como el Nescafé: instantáneo, y no a plazos, como muestra el relato bíblico. En el relato de la Creación, en siete días, ya hay historicidad. Y Paulo Freire, hombre de formación cristiana y militante adepto a los fundamentos del marxismo, supo percibir la importancia de la lectura del mundo como condición para la lectura del texto.

Al neoliberalismo no le conviene esta perspectiva. Por eso, no se puede hacer educación popular sin tener el “perchero vertical” en el que colgar las ropas… Ese “perchero” –el tiempo en cuanto historia– es fundamental para poder visualizar el proceso social y político. Esto sucede también en la dimensión micro de nuestras vidas. ¿Por qué hoy muchos tienen dificultad para hacer proyectos de vida? ¿Por qué hay jóvenes que llegan a los 20 años sin la menor idea de lo que pretenden ser o hacer en la vida? Para muchos de ellos, todo es aquí y ahora.

Por eso, si queremos rescatar el legado de Paulo Freire, el camino es volver al trabajo de base con las clases populares, adoptando su método en una perspectiva histórica, abierta a las utopías libertarias y al horizonte democrático. Fuera del pueblo no hay salvación. Y si creemos que la democracia debe ser, de hecho, el gobierno del pueblo para el pueblo y con el pueblo, no queda alternativa sino adoptar el proceso educativo paulofreiriano que sitúa a los oprimidos como protagonistas políticos e históricos.

Cuando Paulo Freire volvió de 15 años de exilio, en agosto de 1979, nos encontramos en São Paulo. Éramos vecinos y con frecuencia lo visitaba. Estrechamos mucho nuestras relaciones personales.

Termino este homenaje con este texto que escribí el día 2 de mayo de 1997, fecha de la transvivenciación de Paulo Freire:“Ivo vio la uva”, enseñaban los manuales de alfabetización. Pero el profesor Paulo Freire, con su método de alfabetizar concientizando, hace que adultos y niños en Brasil y en Guinea-Bissau, en la India, en Nicaragua y en tantos otros lugares, descubran que Ivo no vio sólo con los ojos. Vio también con la mente y se preguntó si uva es naturaleza o cultura.

Ivo vió que la fruta no resulta del trabajo humano. Es Creación, es naturaleza. Paulo Freire enseñó a Ivo que sembrar uva es acción humana en y sobre la naturaleza. Y la mano, multiherramienta, despierta las potencialidades del fruto. Así como el propio ser humano fue sembrado por la naturaleza en años y años de evolución del Universo.

Coger la uva, aplastarla y transformarla en vino es cultura, señaló Paulo Freire. El trabajo humaniza la naturaleza y, al realizarlo, el hombre y la mujer se humanizan. Trabajo que instaura el nudo de relaciones, la vida social. Gracias al profesor, que inició su pedagogía revolucionaria con trabajadores del Sesi de Pernambuco, Ivo vio también que la uva es recogida por temporeros, que ganan poco, y comercializada por intermediarios, que ganan mucho más.

Ivo aprendió con Paulo que, aun sin todavía saber leer, él no es una persona ignorante. Antes de aprender las letras, Ivo sabía levantar una casa, ladrillo a ladrillo. El médico, el abogado o el dentista, con todos sus estudios, no son capaces de construir como Ivo. Paulo Freire enseñó a Ivo que no existe nadie más culto que otro, existen culturas paralelas, distintas, que se complementan en la vida social.

«Ivo vió la uva», y Paulo Freire le mostró los racimos, el parral, toda la plantación. Enseñó a Ivo que la lectura de un texto es tanto mejor comprendida cuanto más se inserta el texto en el contexto del autor y del lector. De esa relación dialógica entre texto y contexto, Ivo extrae el pretexto para actuar. En el inicio y en el fin del aprendizaje la praxis de Ivo es lo que importa. Praxis-teoría-praxis, en un proceso inductivo que torna al educando sujeto histórico.

Ivo vio la uva y no vio el ave que, desde arriba, mira la parra y no ve la uva. Lo que Ivo ve es diferente de lo que ve el ave. Así, Paulo Freire enseñó a Ivo un principio fundamental de epistemología: la cabeza piensa desde donde pisan los pies. El mundo desigual puede ser leído con la óptica del opresor o con la óptica del oprimido. Resultan lecturas tan diferentes una de otra como entre la visión de Ptolomeo, al observar el sistema solar con los pies en la Tierra, y la de Copérnico, al imaginarse con los pies en el Sol.

Ahora Ivo ve la uva, el parral y todas las relaciones sociales que hacen del fruto fiesta en el cáliz de vino, pero ya no ve a Paulo Freire, que se sumergió en el Amor la mañana del 2 de mayo de 1997. Nos deja una obra inestimable y un testimonio admirable de competencia y coherencia.

Paulo debía ir a Cuba, donde recibiría el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Habana. Al sentir dolorido su corazón, que tanto amó, pidió que fuese yo a representarlo. Pero yo tenía que ir a Palestina y no me fue posible atenderlo. Sin embargo, antes de embarcar fui a rezar con Nita, su mujer, y con sus hijos en torno a su semblante tranquilo: Paulo veía a Dios.

www.alainet.org

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2021/10/homenaje-en-el-centenario-de-su-nacimiento-por-frei-betto/

Comparte este contenido:

Mundo: Aprendizajes inesperados

Aprendizajes inesperados

 

Lev M Velázquez Barriga

El coronavirus es una reacción de la naturaleza ante su mayor depredador: el ser humano. Tal aseveración pareciera un discurso de las izquierdas radicales que no comparten la visión de desarrollo del empresariado, pero no es así.

Klaus Schwab, articulador del Foro Económico Mundial de Davos, donde reúne a los líderes más influyentes del mundo pro capitalista, pone al descubierto en su libro “Covid 19: El gran reinicio” que esta pandemia y otros patógenos zoonóticos (transmisibles de un animal a un ser humano), son producto de la invasión que hemos hecho del hábitat natural de los animales; es decir, cambios de uso de grandes extensiones de tierra para la agricultura extensiva, extractivismo, deforestación, desarrollos turísticos y habitacionales, ganadería a gran escala, industrialización, contaminación ambiental, vías de comunicación y megaproyectos.

Schwab concluye que “cuanto más alteramos el medio ambiente […] mayor es el riesgo de nuevas pandemias”. No obstante, las agendas corporativas de las industrias 4.0 del Foro de Davos, mantienen estratos de las cadenas de valor en la extracción de materias primas para producir tecnologías avanzadas o su aplicación en la agroindustria, lo que sigue agudizando la crisis ambiental y, con ello, el peligro de la extinción de todo lo vivo. Además, parecen estar más preocupados por introducir un conjunto de tecnologías del siglo XXI con formas de explotación laboral del siglo XVIII, las cuales no han sido reguladas todavía por las legislaciones nacionales.

Lo que debió y debería ser en adelante, en palabras de Naomi Klein, “los años de la reparación” planetaria y de la humanidad, se han convertido en un laboratorio para instaurar la globalización del capitalismo informático, en donde la economía de plataformas y aplicaciones organiza la esclavitud digital con base en el control virtual del trabajo, de su ampliación a jornadas que superan las ocho horas, experimentando vínculos laborales sin reconocimiento; si los milenials concibieron como precarios los contratos de renovación semestral, las generaciones posmilénicas padecen la extinción de la relación contractual y la noción de trabajador, sustituidos por la prestación de servicios individuales, también llamados “socios”, en tiempos infinitesimales, minutos u horas, tal como lo hace UberRappiDiDi o empresas similares.

Naomi Klein, nos advierte que los tiempos de la reparación no se limitan a la restauración de los edificios de escuelas y hospitales, precisamente donde muchos de nosotros hemos ubicado nuestras preocupaciones; pareciera que el reacondicionamiento de infraestructura es lo único, si no, lo más importante que nos detiene para regresar a la normalidad escolar y educativa. De ser así, no habremos aprendido casi nada de la pandemia ni de aquellos primeros debates en los que juramos no volver jamás a la normalidad capitalista, porque justamente eso es lo que puso en crisis el sistema educativo.

La escuela de la pandemia y de la pos pandemia, no ha reaccionado de frente al modelo de superexplotación de la naturaleza, productor de las enfermedades que están amenazando a la humanidad en las ultimas y las posteriores décadas; a la agudización de la violencia familiar y de género; a la profundización de las desigualdades sociales históricas y de nuevas situaciones de infopobreza; al laboratorio de precariedades laborales que se experimentan en las generaciones de juventudes abandonadas a las economías digitales no reguladas por ninguna legislación de protección laboral.

Preocupa que el regreso a las clases presenciales sea también la vuelta a los aprendizajes preestablecidos en el currículo lineal. Lo que aconteció con la pandemia fue lo inesperado, la incertidumbre como principio de una realidad en constante cambio; ni los pronósticos basados en la estadística y la ciencia cuantitativa sobre el comportamiento del virus instalado en la sociedad han sido verdades inamovibles. Lo esperado, lo cotidiano, lo de siempre y las inercias de las trayectorias escolares no caben en las emergencias, son de hecho un problema para superar las situaciones de crisis. ¿Por qué entonces la necedad de resituarse en los aprendizajes esperados?

En oposición a esta manifestación del pensamiento unidireccional, coincido con otros pedagogos mexicanos que han señalado que lo urgente y más importante es reconocer, reflexionar y recuperar los “aprendizajes inesperados”; es decir, los que resultaron de la inteligencia y la creatividad humana en contextos excepcionales, justamente para comprender realidades disruptivas, para enfrentarlas sin quedarse pasmados ante el advenimiento de su complejidad abrumadora y luego resolverse como colectividades emancipadoras, críticas y propositivas en constante transformación de sí y de sus contextos.

Necesitamos pensar un currículo para la emergencia; romper las dinámicas lineales, atrevernos a cambiar lo instituido. Resulta impensable enseñar historia u otras disciplinas que no sitúen críticamente los puntos de quiebre que nos llevaron a la crisis ambiental y a las reacciones de autodefensa de la naturaleza; no podemos seguir replicando la formación de habilidades digitales distanciándose de la resolución de las necesidades humanas. Es urgente aprender ciencias que expliquen los problemas de la salud de nuestro tiempo, que diserten sobre la producción y las prácticas de consumo sustentable, orientados por los conocimientos de la seguridad alimentaria; no debemos continuar con un tipo de gestión escolar gerencial, negando la imperiosa necesidad de construir posibilidades económicas cooperativas. Todo parece indicar que la emergencia no será la excepción, sino la condición característica de nuestro tiempo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información:  https://rebelion.org/aprendizajes-inesperados/

 

Comparte este contenido:

UNESCO: El programa Transcultura de la UNESCO apoya a los músicos caribeños en la Feria de Músicas del Mundo (WOMEX), 2021

El programa Transcultura de la UNESCO apoya a los músicos caribeños en la Feria de Músicas del Mundo (WOMEX), 2021

El Programa Transcultura de la UNESCO, apoyado por la Unión Europea, auspició la participación de cuatro grupos de talentosos músicos del Caribe en la Feria de Músicas del Mundo (WOMEX), cuya edición 21 tuvo lugar en Porto (Portugal) entre el 27 y el 31 de octubre de 2021.

AzueïBlvk H3ro & Reggae Soul BandYarima Blanco y Son Latino y Cimafunk resultaron los cuatro grupos escogidos por el jurado de WOMEX para presentarse y participar en el evento, tras una Convocatoria de subvención lanzada por la UNESCO en marzo de 2021 con el propósito de cubrir a músicos caribeños los costos de aplicación al llamado de propuestas artísticas de WOMEX.

Para nosotros esta oportunidad tiene un gran significado pues nos permite presentar nuestro trabajo en una plataforma tan extensa como lo es WOMEX, que por unos días se convierte en el epicentro del mayor intercambio entre diferentes expresiones musicales. Quisiéramos agradecer a la UNESCO y a la Unión Europea por abrir esta puerta para nosotros

manifestó la músico y Directora de “Yarima Blanco y Son Latino”.

La convocatoria de la UNESCO alcanzó la más alta participación de artistas de la región en el proceso de aplicaciones de WOMEX. 58 grupos de 9 países del Caribe (Barbados, Belice, Cuba, República Dominicana, Haití, Jamaica, San Kitts y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago), involucrando a 317 artistas en total, enviaron sus aplicaciones con el apoyo del Programa Transcultura.

La UNESCO también organizó un panel en WOMEX con el tema: “Aprovechar la cultura para el Desarrollo Sostenible”. Al juntar a representantes de tres programas financiados por la UE y relacionados con el Caribe (Transcultura, Procultura y ACP-EU Cultura), y con la participación de la Sra. Annica Floren, en representación de la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Comisión Europea, el debate mostró cómo, a pesar de los cambios en las dinámicas nacionales, regionales y globales de la cultura, provocadas por la COVID-19, la cultura y la creatividad se han mantenido vivas y han demostrado ser poderosas fuentes de resiliencia, cohesión social, innovación y recuperación.

El Programa de la UNESCO Transcultura, Integrando Cuba, el Caribe y la Unión Europea mediante la Cultura y la Creatividad es apoyado por la Unión Europea. Esta iniciativa de cuatro años de duración fue lanzada en 2020, enfocada en 17 países del Caribe y con el objetivo de apoyar la profesionalización de los sectores cultural y creativo en la región, así como crear oportunidades para jóvenes profesionales de la cultura, mediante transferencia de conocimientos, intercambios y acceso a mercados. Con un presupuesto de 15 M EUR, es el programa de más amplio rango en América Latina y el Caribe.

Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/programa-transcultura-unesco-apoya-musicos-caribenos-feria-musicas-del-mundo-womex-2021

 

Comparte este contenido:

México: El Congreso de las Escuelas Normales: ¿Es la hora para fortalecer el normalisimo o es la hora para pensar en un nuevo modelo de formación inicial docente?

El Congreso de las Escuelas Normales: ¿Es la hora para fortalecer el normalisimo o es la hora para pensar en un nuevo modelo de formación inicial docente?

Miguel Ángel Pérez Reynoso

Con la aprobación de la Ley General de Educación Superior, la cual fue promulgada desde el año 2019, se genera visibilidad y una nueva forma de organización de las instituciones de educación superior (IES), al dividirlas en tres tipos:

  • Universidades tradicionales.
  • Institutos tecnológicos.
  • Instituciones abocadas en las tareas de formación docente.

Bajo esta perspectiva, la ley de educación superior, establecer una serie de lineamientos normativos los cuales se vinculan con la obtención y administración de recursos, la gestión y la vinculación y las atribuciones generadas de cada IES. Pero el caso de las instituciones encargadas de la formación docente, Escuelas Normales y sistema de Unidades de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), ambas instancias deberán entrar en una diputa no sólo por los recursos sino también por hegemonizar el apoyo institucional y la visibilidad académica.

En ello tanto la UPN, como las Escuelas Normales han entrado en un proceso de consulta, deliberación para generar nuevos acuerdos en el marco de la realización de congresos para cada una de ellas.

En el caso de las escuelas Normales tendrán un Congreso Consultivo los días 29 y 30 del presente mes de septiembre, sus ejes de reflexión básicamente son: la reformulación curricular y la actualización de planes y programas a través de algo que ahí le laman: marco curricular, flexibilidad y autonomía curricular, otro aspecto ligado con el anterior es el co-diseño como estrategia que pretende fomentar la participación conjunta, todo lo anterior está entro en una estrategia global que desde hace muchos años se viene discutiendo al interior de las escuelas Normales y que se le denomina genéricamente “Programa nacional de fortalecimiento de las escuelas Normales”.

Como sabe todo mundo las Escuelas Normales son las instituciones que, en nuestro país, se han encargado desde hace más de 100 años, casi de manera monopólica de atender los asuntos de la formación de docentes de todos los niveles y modalidades de la educación básica, dejando de lado la formación docente en educación media y superior. La Universidad Pedagógicas Nacional en cambio tiene otras tareas y otras funciones, aunque también realiza actividades vinculadas con la formación inicial de agentes educativos en campos o en disciplinas ligadas con la educación, realiza otras tareas ligadas con la investigación, la difusión y la contribución a la conformación de una cultura pedagógica de avanzada.

Con respecto a las escuelas Normales lo que se debe reconocer es que su desarrollo forma parte de una trayectoria de muchos años, a partir del reconocimiento de tradiciones institucionales largamente sedimentadas, junto a ello algunas de sus problemáticas son la dispersión institucional, las formas y estilos diversos de entender la formación de docentes, también al normalísimo se le ha visto como espacio que les ha dado cobijo a grupos de poder ligados al sindicato de maestros.

Aunque no tengo un dato preciso, se habla de que existen en el país 278 escuelas Normales de todo tipo, urbanas, beneméritas y centenarias, rurales, experimentales, estatales, federalizadas y una segunda clasificación es por la especificidad del tipo de docente al que se pretende formar: escuelas Normales para educadoras, de educación primaria, Normales superiores de educación secundaria, de educación especial, de educación física, de educación indígena, de educación de adultos, de educación artística, etc. todo ello genera dispersión, distintas formas de entender y actuar en el campo de la formación y dificulta la conformación de un proyecto global unificado.

El normalísimo y el SNTE son dos piezas que han caminado de la mano, ya que de ahí se garantiza el control corporativo, la cultura clientelar y las formas patrimoniales de garantizar el control del gremio magisterial.  De ahí que poco se toque de un rubro que poco aparece en la agenda de este congreso: lo llamaría así “las condiciones institucionales y la cultura académica e institucional al interior de las Escuelas Normales”, dentro de ello se esconde el asunto del ejercicio de poder, de los grupos políticos ligados al SNTE y al magisterio y de las distintas hegemonías, que rodean al normalismo en nuestro país.

Antiguamente las comunidades académicas de las Escuelas Normales eran consumidoras de lo que se diseñaba por un pequeño grupo de personas, otra diferencia sustantiva con la UPN, es que en esta última toda la oferta académica y los distintos programas de formación desde la licenciatura hasta el doctorado son diseñados por sus académicas y académicos de la propia institución. Esta tradición que viene desde abajo y de manera participativa de frente a los pares académicos ha servido para que la UPN pudiera avanzar y adquirir un capital que la hace distinta del nomadismo.

Es probable que con la incorporación de Marcela Santillán a la dirección de la DEGESPE (en su momento), junto con un grupo de destacadas personas que provenían de la UPN, ello sirvió para compartir la cultura institucional y sirvió de fondo para reducir las diferencias y asimetrías.

El Congreso de las Escuelas Normales, es por delegados (se pidió un representante por cada Escuela Normal) ahí es obvio pensar que los que salgan electos serán afines a los grupos de poder en turno de cada escuela Normal.

Por último, el asunto central de Marco curricular, de flexibilidad y autonomía curricular; son sólo algunos de los componentes de la agenda que deberá discutirse y acordarse. En el marco del fortalecimiento tradicional de las escuelas Normales, el tema curricular no es el más importante, para irlo agotando antes deberá discutirse y acordar asuntos como los siguientes: sobre los rasgos y el perfil profesional del docente y la docente para el siglo XXI, el modelo de formación para dicha propuesta y las nuevas tradiciones que pretenden generarse, el asunto del formador de formadores, etc.

Las Escuelas Normales del país deberán seguir siendo diferentes entre sí, sus tradiciones, su legado fundacional, la huella o la esencia que las ha caracterizado, deberán de conservarse. El desafío ahora es de otro tipo, se define a partir de pensar qué rasgos deberán ser comunes, qué capacidades y atributos deberán tener todas y todos los formadores de formadores.

Esta agenda tiene muchos años discutiéndose y poco, muy poco se ha avanzado. Entonces, la estrategia deberá cambiar, es necesario buscar relevos generacionales en las plantillas académicas de las escuelas, tal vez con docentes nuevos o formados en otra tradición, más rigurosa y potente, se pudiera dar el brinco y colocar a las Normales en la palestra de la formación de docentes en nuestro país.

Al igual que la UPN si las Escuelas Normales no aprovechan en serio esta oportunidad histórica, entonces seguramente, podrían pensarse como piezas del museo de la pedagogía el siglo XX en nuestro país.

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/el-congreso-de-las-escuelas-normales-es-la-hora-para-fortalecer-el-normalisimo-o-es-la-hora-para-pensar-en-un-nuevo-modelo-de-formacion-inicial-docente/

Comparte este contenido:

Consejo Técnico Escolar: rompamos el silencio frente al ataque educativo

Por: Sulem Estrada

A poco más de dos meses de la imposición del regreso a clases presenciales se llevará a cabo el primer Consejo Técnico Escolar ordinario en las escuelas de educación básica en el país ¿Qué temas se tratarán?

Resiliencia, educación socioemocional, bienestar individual, optimismo, entre otros, son conceptos que la autoridad educativa ha venido incorporando en las juntas de los Consejos Técnicos Escolares (CTE) con la clara intención de minimizar el impacto psicosocial que ha tenido para la comunidad educativa la pandemia, el aumento de la carga laboral, la precarización que cada día aumenta más, el regreso a clases inseguro y la falta de presupuesto educativo.

Llama la atención que en toda la guía de la primera sesión ordinaria no se menciona ni una sola vez ninguna de las preocupaciones de las maestras y maestros y que afectan el día a día de nuestra labor educativa.

La “agenda de trabajo” de dividirá en tres temas: Fortalezas de las y los docentes, revisión del diagnóstico y ajustes al Programa Escolar de Mejora Continua (PMCE) y por último cómo utilizar el espacio del CTE para la organización de la escuela.

En el primer tema, “Me reconozco en mis fortalezas”, se plantea una serie de argumentos para que las y los maestros puedan identificar sus “fortalezas” frente a la situación que estamos enfrentando, que las autoridades educativas, sin reconocerlo abiertamente, saben que cada día es más difícil como explicamos aquí.

Nos dicen: “Los docentes pueden mejorar su actividad profesional si identifican, reconocen y potencian sus fortalezas (…) estarían mejor preparados frente a factores como el burnout y el estrés, que repercuten negativamente sobre su salud mental.”

Lo que no dicen es que el burnout o el estrés no son condiciones naturales de nuestra labor, sino que se producen por la profundización de la precariedad y las condiciones en que debemos llevar adelante nuestra importante labor.

Una de las preocupaciones actuales de las y los maestros, son las condiciones presentes de las escuelas que no reciben recursos para afrontar el regreso a clases presenciales de forma segura. La mayoría carece de insumos y a las pocas a las que se les dotó de éstos ya están por terminarse sin que la autoridad se preocupe en lo más mínimo por esta situación, no sólo eso, sino que, además, producto de la política de reapertura económica pretenden que hacinemos a los alumnos en las aulas pues han anunciado ya el regreso a clases al 100 %, sin escalonamiento, que fue una de las estrategias que se utilizaron en las escuelas frente a la falta de más y mejores espacios educativos.

En lugar de aprovechar este tiempo para construir escuelas y contratar docentes con plenos derechos laborales -y no de forma temporal como se viene haciendo en los últimos años-, lo que ayudaría significativamente a abatir el rezago generado por la falta de recursos que enfrentaron los alumnos y docentes durante la pandemia pues no se les dotó de lo necesario, pretenden que 40 o 50 alumnos se hacinen en las aulas -que carecen de tamaño y ventilación adecuadas- o que sigan acudiendo únicamente una o dos semanas al mes.

Responsabilización exclusiva del docente en el rezago educativo

El segundo tema para tratar es el «rezago educativo». Se pretende que las y los docentes presentemos una valoración de la evaluación diagnostica y adecuemos el Programa Nacional de Mejora Continua (PMCE), además debemos demostrar qué resultados ha tenido el Plan de Atención que cada docente debía llevar adelante con sus alumnas y alumnos.

Si bien para llevar delante de forma adecuada el proceso de enseñanza-aprendizaje es indispensable que haya un análisis del diagnóstico, éste debe ser integral, pero para que así sea, debe tomarse en cuenta también los recursos materiales con los que cuenta la escuela, la estabilidad laboral de las y los docentes que laboran en la institución, los insumos y materiales que hay disponibles y el contexto de la escuela. Asimismo, debe analizar la situación de las y los alumnos, no sólo en términos de aprendizaje, sino también en relación con las condiciones que enfrentan.

Muchos alumnos se encuentran en situaciones de vulnerabilidad tanto físicas como emocionales. Las familias están padeciendo una situación económica muy compleja y las escuelas, basadas en la última reforma educativa donde se establece la “corresponsabilidad de madres y padres”, pues les exigen cosas que no pueden cumplir, como que sean ellos quienes doten de recursos económicos a las escuelas.

Aunque en el diagnostico se mencionan algunos de estos elementos, la realidad es que se enfoca casi exclusivamente en las acciones que las y los maestros debemos emprender para cambiar la situación, como si ésta pudiera cambiar solo con el esfuerzo individual del docente sin la implementación de medidas que permitan trabajar los aspectos socioemocionales para que se pueda llevar a cabo un aprendizaje significativo, tales como contratación de profesionales en psicología dentro de nuestros planteles.

Para mejorar la educación y abatir el rezago se requiere en primer lugar que las y los alumnos tengan condiciones materiales que les permitan acceder a la educación, y esto no significa únicamente asistir a clases, sino estar bien alimentados a través de comedores escolares, contar con recursos para solventar la compra de materiales -o mejor aún, que estos les sean proporcionados en su totalidad- y poder asistir diariamente a la escuela sin que esto signifique arriesgarse al contagio, lo que forzosamente implica la construcción de más y mejores escuelas, para lo cual se requiere un aumento de emergencia al presupuesto educativo, sobre la base de impuestos a las grandes fortunas.

De la mano de una propuesta educativa recuperar a todas las niñas, niños y adolescentes que fueron expulsados del sistema educativo por enfrentar problemas de violencia y embarazos adolescentes.

Asimismo, es indispensable que las y los docentes gocen de plenos derechos laborales, pues mientras se mantengan los bajos salarios, las cargas excesivas de trabajo, el miedo al contagio, la inestabilidad en el empleo y muchos otros problemas que enfrentamos, difícilmente se puede exigir que los maestros logren enfocar toda su energía en mejorar su labor.

Por último, el espacio del CTE debería servir para que los docentes tengamos espacios de intercambio y reflexión sobre nuestros problemas concretos. Debemos intercambiar en el último punto del CTE sobre nuestras necesidades y definir, temas que profundicen y evidencien el ataque al sector educativo que las y los maestros venimos enfrentando y la necesidad de mantenernos organizados frente a éstos.

¡Organicémonos escuelas por escuela en defensa de una educación pública y gratuita al servicio de las necesidades de la comunidad!

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

Comparte este contenido:

Paulo freire (1921-2021) ¿cien años de soledad pedagógica?

Por: Carlos a. Scolari/Hipermediaciones

En estos días se cumplen 100 años del nacimiento de Paulo Freire (1921-1997), quizás el pedagogo más importante del siglo XX. Y no estoy exagerando: según un estudio realizado en la London School of Economics en 2016 la Pedagogía del oprimido (1970) era el tercer libro más citado en las ciencias sociales dentro de una lista donde aparecen autores clásicos como Thomas Kuhn, Michel Foucault o Clifford Geertz. Este éxito del libro de Freire se debe a las quichicientas (re)ediciones en castellano, las cuales superaron incluso a las originales en portugués o las traducciones al inglés.

La Pedagogía del oprimido merece estar en esa lista. Es una obra revolucionaria, escrita en un momento revolucionario por un pensador que, sin necesidad de tomar el fusil e irse a la montaña, desarrolló un pensamiento radical y profundo que todavía hoy sorprende por su sencillez. En cierta forma, el libro de Freire compartió destino con otro clásico publicado más o menos en los mismos años y por la misma afortunada editorial (Siglo XXI): Para leer al Pato Donald (1972) de Ariel Dorfman y Armand Mattelart. Ambos libros fueron y siguen siendo medio siglo después dos superventas académicos. Si Para leer al Pato Donald develaba los misterios de la ideología burguesa y explicaba cómo el imperialismo inculcaba una visión del mundo, la Pedagogía del oprimido era el tool ideal para activar procesos de concientización y poner en crisis esa (falsa) imagen del mundo. Lo bueno del libro de Freire es que esa concientización no era el resultado de una transferencia lineal de conocimiento (desde una vanguardia iluminada a un sujeto alienado) sino el resultado de un diálogo o comunicación interpares.

La pedagogía de Paulo Freire en 15 snacks

  1. A través de la manipulación, las élites dominadoras intentan conformar progresivamente las masas a sus objetivos.
  2. El diálogo no impone, no manipula, no domestica, no esloganiza.
  3. Hablar de democracia y callar al pueblo es una farsa. Hablar del humanismo y negar a los hombres es una mentira.
  4. Matar la vida, frenarla, con la reducción de los hombres a meras cosas, alienarlos, mistificarlos, violentarlos, es propio de los opresores.
  5. No hay hombre absolutamente inculto: el hombre “se hominiza” expresando y diciendo su mundo. Ahí comienza la historia y la cultura.
  6. Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión.
  7. Quien actúa sobre los hombres para, adoctrinándolos, adaptarlos cada vez más a la realidad que debe permanecer intocada, son los opresores.
  8. La palabra, por ser lugar de encuentro y de reconocimiento de las conciencias, también lo es de reencuentro y de reconocimiento de sí mismo.
  9. A través de su permanente quehacer transformador de la realidad objetiva, los hombres simultáneamente crean la historia y se hacen seres histórico-sociales.
  10. Para dominar, el dominador no tiene otro camino sino negar a las masas populares la praxis verdadera. Negarles el derecho de decir su palabra, de pensar correctamente.
  11. Solamente el diálogo, que implica el pensar crítico, es capaz de generarlo. Sin él no hay comunicación y sin ésta no hay verdadera educación.
  12. La alfabetización, por todo esto, es toda la pedagogía: aprender a leer es aprender a decir su palabra. Y la palabra humana imita a la palabra divina: es creadora.
  13. La invasión cultural, indiscutiblemente enajenante, realizada discreta o abiertamente, es siempre una violencia en cuanto violenta al ser de la cultura invadida, que o se ve amenazada o definitivamente pierde su originalidad.
  14. No hay palabra verdadera que no sea una unión inquebrantable entre acción y reflexión y, por ende, que no sea praxis. De ahí que decir la palabra verdadera sea transformar el mundo.
  15. La concepción problematizadora y la superación de la contradicción educador-educando: nadie educa a nadie -nadie se educa a sí mismo-, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo.

Como se puede apreciar, el pensamiento de Freire expresa un humanismo de matriz cristiana radicalmente transformador. Detrás de un aparente “programa de alfabetización“, los cuales estaban muy en boga en el Tercer Mundo en los años 1960 dentro del pack desarrollista, se escondía una filosofía de la liberación que ponía la palabra y la comunicación al centro de su praxis emancipadora.

Lecturas

Entré en el mundo-Freire junto a varios colegas gracias a la profesora Mercedes Pallavicini en la Universidad Nacional de Rosario. Como tantos otros autores, los libros del brasileño habían estado prohibidos durante la dictadura, así que acceder a estos textos en los primeros años de democracia dejaba un agradable sabor a libertad en la boca. El primer libro que leí de Paulo Freire fue ¿Comunicación o Extensión?. Si no recuerdo mal, lo leí casi en sincronía con otro clásico latinoamericano, Comprender la comunicación de Antonio PasqualiSi Freire oponía comunicación / extensión, Pasquali hacía lo mismo con información / comunicación. Había dos formas de entender la práctica comunicativa, una top-down y centralizadora, la otra bottom-up y democratizadora. No es casual que los libros de Freire dialogaran tan bien con los textos donde se proponía el desarrollo de una “comunicación alternativa” en los años 1970-80.

En los años siguientes leí otros libros de Freire como La educación como práctica de la libertad y la mítica Pedagogía del oprimido, además de textos donde se analizaban sus contribuciones; si bien participé en talleres de formación basados en su método, nunca llegué a ejercer de “alfabetizador freireano”. Durante varias décadas leer a Freire o citarlo ha sido un guiño político, una señal de pertenencia a una comunidad de lectores donde comunicación, educación y revolución formaban una misma cosa. Y sin embargo… me temo que el autor más citado, el más vendido y celebrado de la pedagogía, ha sido el menos aplicado en el aula.

¿100 años de soledad?

Estoy seguro de que al menos un libro de Paulo Freire es bibliografía obligatoria en las carreras de pedagogía, educación o de formación docente, no solo en Hispanoamérica. Y sin embargo, cuando llegamos a la realidad del aula, las ideas y propuestas del brasileño tienden a derretirse como un cubo de hielo al sol… La masificación del sistema, la burocratización de las prácticas o el desinterés de los actores de la interfaz educativa hacen que “aplicar a Freire” sea muy difícil en los actuales contextos de enseñanza-aprendizaje. Tampoco descartemos que algunos piensen que “aplicar a Freire” es bajar línea a grito pelado dentro el aula…

Me temo que, como muchos otros autores que también terminaron en el cementerio de la bibliografía obligatoria, la Pedagogía del oprimido acabó siendo un punto del examen de una aburrida asignatura que casi todos olvidarán al final de la carrera. A pesar de esto, estoy convencido de que, si existe el interés por parte del docente o la escuela, el pensamiento de Freire siempre se puede recuperar y aplicar, incluso en las situaciones de enseñanza-aprendizaje más adversas.

Freire not dead

Lo más hermoso y contundente del pensamiento de Paulo Freire es que sigue molestando como hace medio siglo. Cuando en 2019 el presidente brasileño Jair Bolsonaro decidió no renovar el contrato de una televisión pública volcada a la educación, justificó el cierre esputando: “¿Ustedes conocen la programación de la TV Escuela? Des-educa!”. Bolsonaro sostuvo que la temática de esa emisora era “totalmente de izquierda” y dedicaba recursos públicos a asuntos como la “ideología de género”. La política de Bolsonaro apunta a eliminar todo tipo de ideología de las escuelas y universidades en un lustro. “Las cosas tienen que cambiar”, dijo el mandatario, y prometió que en cinco años se “acabará con la ideología de Paulo Freire… Hay mucha gente formada aquí según la filosofía de Paulo Freire, ese energúmeno e ídolo de la izquierda”.

Bonus track

¿Por qué la propuesta de Paulo Freire terminó replegándose a los discursos académicos? Quizá la respuesta se encuentre en esta entrada del 2014: “¿Bibliografía del oprimido? Hacia una crítica de la razón bibliográfica” . Como dice el siempre genial Gonzalo Frasca, “la mejor manera de domesticar una idea es ponerla a pastar en un programa de estudios”.

Fuente de la información e imagen: https://hipermediaciones.com

Comparte este contenido:
Page 289 of 2682
1 287 288 289 290 291 2.682