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No hay educación sexual integral en México: expertos

Por: Katia Rejón.

La sexualidad no es sólo reproducción y órganos sexuales

“La educación sexual es absolutamente insuficiente y deficiente”, dice la doctora Sandra Peniche Quintal, la primera mujer profesionista sexóloga en el sureste del país y directora de la clínica Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva A.C. Ella fue una de las primeras personas que instó a las escuelas a hablar de sexualidad en la península y describe como una odisea hablarle a los estudiantes sobre el tema. “Para mí, la sexualidad es la base de la salud mental y social porque a partir de ahí nos construimos como personas y establecemos vínculos con los demás”, afirma.

Que no hay educación integral de la sexualidad en Yucatán y en el resto del país es una afirmación en la que coinciden especialistas en ginecología, sexología y mujeres entrevistadas. Opinan que los temas de menstruación, métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual, además de impartirse con un contenido menos que básico, es sólo una pequeña parte de lo que significan las 10 letras de la palabra “sexualidad”. No están, mencionan, el placer, los derechos sexuales o la higiene y los cuidados.

El director del Centro de Estudios Superiores en Sexualidad (Cessex), Frederick Santana Núñez, coincide, a grandes rasgos, con Peniche. Opina que no hay educación integral de la sexualidad porque no hay suficientes profesionales que la aborden de manera laica, desmitificante y científica.

“Quienes estudiamos sexología estamos en una constante revisión de nuestros estereotipos y tabúes, y eso que hemos pasado ya por un proceso.

Desafortunadamente, docentes de todos los niveles siguen enseñando con bases sólo biológicas sin tomar en cuenta aspectos sociológicos e históricos. La sexualidad está conformada por muchas otras áreas: médica, cultural, social, sicológica, emocional”, agrega.

La máxima del ciclo de la vida: naces, creces, te reproduces y mueres marca, según los entrevistados, la educación de las personas. “Se le ha quitado este componente primordial a la sexualidad que es el placer contigo misma y con otras personas”, dice Santana. Incluso el informe de la Consejo Nacional de Población del 2016 titulado Situación de la salud sexual y reproductiva de México se centra únicamente en temas como la anticoncepción, fecundidad y embarazo.

La doctora Peniche asegura que las consecuencias de esto es poner en una condición de vulnerabilidad a la niñez y la juventud. La sociedad en general va reproduciendo mitos: que si no hay penetración, no hay enfermedades de transmisión sexual; o que todas y solo las mujeres que no desean ser madres terminarán con tumores.

Llegar a la vida adulta y sexualmente activa con desconocimiento del cuerpo ha tenido consecuencias para las mujeres entrevistadas. M.L. fue con seis médicos antes de saber que tenía vaginismo, una condición que provoca que el piso pélvico se tense involuntariamente y que, a decir de M., causa muchísimo dolor físico. Lo supo apenas en enero pasado, aunque desde hace dos años comenzó a buscar respuestas: un médico la mandó a un siquiatra sin explicarle por qué; dicho facultativo tampoco supo decirle qué tenía, otro más le pidió que volviera cuando pudiera tener penetración.

“Ha sido una de las peores cosas que me ha pasado. Me ha traído depresión y preguntarme cosas acerca de mi cuerpo. No tener penetración no había sido importante hasta ahora porque me di cuenta de que la gente piensa que si una mujer no puede tener penetración, entonces no está completa”, dice en entrevista.

Dejó de ir con el último doctor porque los ejercicios que le recomendaba estaban enfocados en que pudiera tener coito, pero antes de eso ella quiere usar tampón, ponerse una copa menstrual, pensar en embarazarse o hacerse revisiones médicas como una colposcopia.

“No se trata de eso [penetración], se trata de tener control sobre mi cuerpo. Algunos doctores asumen que no he tenido sexo en mi vida por esta idea falocentrista de que si no tienes penetracion no puedes tener placer sexual”, explica. Aunque es una condición que se puede tratar, en Mérida le ha costado mucho trabajo encontrar ginecólogos expertos en el tema.

También ha intentado contactar a más mujeres, pero todavía no conoce a otra en la ciudad. M.L. dice que esto es estadísticamente imposible, pero tampoco hay estadísticas oficiales sobre cuántas mujeres tienen esta condición. Ensayos académicos calculan que entre un dos y cinco por ciento de la población femenina la padece. Es probable que no estén diagnosticadas o, como dice M., normalicen los síntomas antes de ir con un especialista. De las cosas que le hubiera gustado saber en la escuela está el conocimiento de cómo funciona su cuerpo y lo que tiene que hacer para cuidarlo.

El cuerpo de las mujeres y su sexualidad

“Tú no conociste al doctor Erosa Barbachano pero él ponía empeño en la educación sexual y les enseñaba a los hombres, no a las mujeres, cómo lavarse el pene; sobre todo para los que tienen prepucio, pero ahora ni eso. Las sotanas, que tienen que ver con el control de la población y el abuso de las mujeres, han impedido que haya un avance como debiera de ser del siglo pasado hasta la fecha”, cuenta la doctora Sandra Peniche.

Me recuerda que seis meses antes de que yo naciera se reconoció mundialmente a las mujeres como seres humanos con derechos. Hasta 1993 se pensaba que los derechos de los hombres englobaban los derechos de todos los demás sectores y sus necesidades eran las mismas que las de todas las personas.

“El terreno recorrido desde entonces a la fecha es corto, y ese es un factor del problema que hay en la salud pública y mental. No se puede entender la depresión de las mujeres sin hablar de sexualidad, reproducción y derechos violados”, afirma la doctora Peniche.

P.J. tuvo tres veces cistitis, inflamación de la vejiga urinaria, con intervalos de dos o tres meses cada una. La tercera vez fue con un urólogo quien afirmó que era “muy raro” lo que le pasaba y concluyó que la vagina infectaba las vías urinarias.

“Me mandó a hacer papanicolau, que no tiene relación alguna, y hasta baños de asiento. El segundo urólogo me sugirió una dosis más fuerte de pastillas y si no, tendría que hacerme cirugía. Mandé mail a un tercer urólogo diciendo que mi esposo estaba desesperado porque no podíamos tener sexo [P.J. es soltera] y entonces me atendió muy bien y me mandó a hacer exámenes de laboratorio”, explica.

P.J. investigó por su cuenta y encontró documentos de investigación médica donde explicaba que era un padecimiento muy común entre las mujeres en etapa de premenopausia y activas sexualmente.

“Todas las bacterias o bichos que viven en los intestinos ‘colonizan’ el área perineal, así que terminan infectando las vías urinarias durante el coito. Lo solucioné yo sola con una costumbre india -de la India, me han dicho- : Lavándome el culo en lugar de limpiarme con papel después de ir al baño”, termina.

Otras mujeres compartieron experiencias de malos diagnósticos, tratamientos con demasiados efectos secundarios, falta de empatía e información completa de los diagnósticos y padecimientos, así como de las reacciones que pueda tener un medicamento en el cuerpo y sus secuelas en la salud.

“Estuve al borde del suicidio. Fui a sicólogos, siquiatras (…); mi ginecóloga lo sabía pero supongo que no era importante para ella. Luego de dos años le dije que uno de los efectos secundarios en la caja del anticonceptivo que ella me recetaba era la depresión y no quería seguir tomando ese medicamento. Ella me dijo que no creía que fuera mi caso. Dejé el anticonceptivo y a esa ginecóloga, y volví a cantar”, dice otra entrevistada que prefiere omitir su nombre.

“Todo el personal médico debería sensibilizarse en estas situaciones, pero de entrada no está en su matrícula la sensibilización o inteligencia emocional. Hay un estudio de la doctora Cecilia Leo que es una propuesta para que el personal médico tenga más empatía y humanización al momento de dar diagnósticos. No todo es malo, hay especialistas en ginecología que tienen otra mirada”, confirma Santana.

Además de la falta de confianza con los profesionales de la salud sexual, así como una desinformación en temas de educación sexual, algunas mujeres entrevistadas confesaron una desconexión con sus cuerpos, quizás desde la educación en casa. “Nadie me dijo que era tan importante saber eso, o a lo mejor tenían miedo de que explorara mi sexualidad”, dice otra mujer de 23 años.

La doctora Sandra Peniche ve con preocupación que las mujeres adopten modelos masculinos de comportamiento sexual donde prevalece el irrespeto, abuso y violencia sin que haya una verdadera reflexión sobre sus cuerpos.

“Somos usadas y lo peor que nos puede pasar es que nos usemos en el mismo contexto de los hombres a nosotras mismas”, dice.

El cuidado del cuerpo

El responsable del programa de Cáncer en la Mujer en Yucatán, Jorge Arturo Rubio Cejas, opina que sí hay un esfuerzo de otorgar educación sexual pero el acceso a información incorrecta o la prevalencia de los mitos en torno al tema hace que llegue en menor grado. Coincide en que en algunas ocasiones los estilos de vida son irresponsables en cuanto a la salud sexual y la percepción de riesgo de las personas no es alta, es decir, piensan que no les ocurrirá a ellos.

Cuando las personas comienzan la vida sexual es cuando se exponen a embarazos o enfermedades de transmisión sexual, es por eso que en esta etapa tanto hombres como mujeres deben iniciar sus exámenes periódicos. La edad promedio del inicio de la vida sexual de las mujeres oscila entre los 17 y 18 años de edad. En el caso de las jóvenes con bajo nivel de escolaridad, tienen una mayor posibilidad de ser madres a una edad más temprana.

El examen del papanicolaou, así como otras revisiones anuales tales como la exploración y autoexploración mamaria son fundamentales en el cuidado de la salud sexual de las mujeres. Los expertos aseguran que en general la prevención es algo que no es frecuente. “Si no tienes una enfermedad, ¿quiénes van a sus chequeos? Es impresionante ver que hasta que uno no siente un dolor, no va al médico. No sólo de la salud sexual, a que chequen el azúcar, o a ver si me falta algo. Lo sexual es todavía menos común ¿que yo me vaya a hacer un papanicolau, una prueba de sífilis, de VIH sin un solo síntoma? Muchas de esas infecciones a veces son silenciosas y asintomáticas”, comenta Frederick Santana.

Los tumores malignos son la tercera causa de muerte en las mujeres a nivel mundial, y los más comunes aparecen en las mamas, en el cuello uterino y le sigue el cáncer de ovario en tercer lugar. Le ocurre sobre todo a mujeres entre 25 y 64 años por lo que las campañas de salud se centran en estas edades, comentó Jorge Rubio Cejas, del programa de Cáncer en la Mujer en Yucatán.

En Yucatán existen campañas de programas nacionales para la prevención del cáncer cervicouterino y mamario.

Jorge Arturo Rubio Cejas apuntó que el estado tiene tasas de mortalidad por debajo de la media nacional en el caso de cáncer cervicouterino; y por arriba de la media en el caso del cáncer de mama.

En los dos casos es posible detectar a tiempo. El cáncer de mama tiene un factor genético, entre otros factores de riesgo como atrasar o no dar lactancia, la obesidad, el cigarro y el alcohol. Sucede sobre todo entre mujeres de los 25 a los 69 años de edad por lo que a partir de los 20 años Rubio recomienda una autoexploración mensual y una exploración de rutina, pues con especialistas la probabilidad de encontrar nódulos más pequeños es mayor a la de la autoexploración.

A partir de los 40 años de edad se recomienda hacer el ultrasonido y la mastografía, también se puede solicitar el ultrasonido antes de esa edad si se cuenta con algunos factores de riesgo.

Explica que en Yucatán las mujeres pueden hacerse exploraciones médicas en los centros de salud, y si hay algún indicio de probabilidad, una mastografía en Mérida, Progreso, Valladolid y en una unidad móvil, pero sólo después de haber sido canalizadas por parte de un médico del centro de salud.

“Muchas veces vienen mujeres del interior del estado que nunca antes habían venido a Mérida y las dejan solas. Llegan a un lugar nuevo, ven un aparato enorme y, el procedimiento puede ser incómodo: las van a tocar médicas, les pedirán que tomen posiciones incómodas, probablemente sientan dolor”, agrega.

Comenta que en el Hospital O’Horán hay una Clínica de la Mujer para usuarias del seguro popular donde ofrecen servicios de colposcopia, ginecología, oncología, entre otros para atender cáncer de mama, ovario y cuello uterino.

Para éste último, menciona, no hay un proceso para intervenir antes de que se manifieste.

VPH: muertes que se pueden evitar

Una mujer va por primera vez al ginecólogo a los 25 años de edad y es diagnosticada con papiloma humano. Todo lo que sabe de ese virus es que es mortal y causa del cáncer cervicouterino, ignora que existen más de 200 tipos de VPH y que casi todas las personas sexualmente activas se contagian de algún tipo de este virus a lo largo de su vida.

Todavía más: que cerca del 80 por ciento de los hombres son transmisores del virus en algún momento de su vida.

En el 2013, el Instituto Nacional de Salud Pública de México publicó en su página oficial una declaración del doctor Aurelio Cruz Valdez, titular de esa dependencia en ese entonces: “Hay cifras muy reveladoras sobre la salud en etapas juveniles, como el hecho de que 95 por ciento de las mujeres menores de 30 años con vida sexual activa ya hayan tenido una infección con Virus de Papiloma Humano.

La mayoría llega a controlarlo con su propio sistema inmune, pero aquellas que no logran controlar el virus terminan por desarrollar cáncer temprano”.

Para este reportaje fueron entrevistadas cuatro mujeres diagnosticadas por VPH, todas relacionaron su diagnóstico con cáncer. En algunas ocasiones, dependiendo del grado de la lesión por VPH, ésta puede ser autoeliminada por el sistema inmunológico o motivado por una biopsia.

En otros casos, es necesario un tratamiento más invasivo pero el cáncer cervicouterino causado por el VPH puede ser evitado cuando se detecta a tiempo pues su evolución es muy lenta, ginecólogos mencionaron un lapso de hasta 10 años.

Aún así, en México se registran entre 4 mil y 6 mil casos al año de cáncer cervicouterino y cada día fallecen entre 11 y 13 pacientes, de acuerdo con la doctora Lucely del Carmen Cetina del Instituto Nacional de Cancerología.

Rubio apunta que los factores de riesgo son las infecciones vaginales recurrentes, falta de tratamiento adecuado, múltiples parejas sexuales sin condón, el alcohol y el cigarro. “Pueden dar una infección por el virus mas no tener cáncer. El cáncer es un proceso que puede tardar hasta 10 años, pero si hay factores de riesgo es más rápido el desarrollo”, agrega.

Para detectar el virus del papiloma, las mujeres de entre 25 y 36 años deben hacerse un papanicolau anual; y de 35 a 64 se les hace una prueba PCR. Si hay lesiones, entonces el especialista manda a una atención colposcópica para analizar si se trata de VPH y en qué grado. Cuando el cáncer es muy avanzado, se turna a oncología.

“Algunas mujeres no pueden acceder a un centro de salud y es la población a la que damos apoyo pero también cubrimos a otras usuarias. En el caso de las mujeres en poblaciones alejadas hay caravanas de salud cuya frecuencia es de acuerdo al calendario, puede ser cada semana o cada dos semanas y programan a las pacientes”, indica Rubio Ceja.

Los hombres tienen la facultad de embarazar y enfermar, explica la doctora Peniche, ya que las mujeres heterosexuales no tienen otra manera de adquirir enfermedades si no es a través del coito.

“No hay responsabilidad para ellos porque su propia anatomía les protege. La diferencia biológica es que toda la vagina y la vulva es mucosa, y a la mucosa entra lo que sea; para que el cuello se lastime también tiene que ver con trastornos hormonales y violencia coital. Entonces, cuando a las mujeres les dicen sus esposos: te dio cáncer cervicouterino, deberían contestar: no, tú me lo pegaste”, reclama.

Desde hace años, la asociación que dirige tiene una campaña de prevención tanto para hombres como para mujeres. A través de la colposcopia y el papanicolau se pueden detectar lesiones por el virus del papiloma, pero es necesario que acudan a las revisiones periódicas pues no hay síntomas.

“La colposcopía en el primer nivel de atención porque puedo detectar muchísimo antes de que salga en el papanicolau porque las lesiones se ven antes que eso. Tiene que haber una campaña de educación y promoción de conocimiento público, se tiene que garantizar que por todos los medios se hable de esto e incluir a los hombres, decirles: eres responsable de no infectar”, agrega.

Las campañas de prevención son una alternativa a la falta de educación sexual integral en las escuelas y una posibilidad de ampliarlo a las personas no escolarizadas. Rubio Ceja dice que las campañas de VPH dirigidas a los hombres suelen ser las mismas que las de VIH, pero específicamente las de papiloma son orientadas a las mujeres porque ellas son las afectadas. “Pero es un buen punto el que se está mencionando, incluir a los hombres en las campañas de concientización, al fin y al cabo es una enfermedad de transmisión sexual”, coincide.

“Los hombres podemos tener VPH y en menor medida sucede algo. Sí hay muertes por cáncer de pene pero es menos común y tiene que haber muchos factores de riesgo. Es mucho más sencillo y visible detectar una lesión en los hombres, en el caso de las mujeres las lesiones son internas”, plantea.

Algo importante es que aunque existe ya una vacuna contra VPH para las personas menores de 25 años, ésta no protege de todos los virus del papiloma, no protege de hecho de los más comunes en la entidad, de acuerdo con la doctora Peniche. Rubio Ceja añade que protege de los más cancerígenos, aunque esto no significa que otros tipos de VPH menos oncogénicos no puedan derivar en cáncer.

La educación sexual en el futuro

Por último, el director del Cessex afirma que la nueva reforma de educación contempla la educación integral de la sexualidad como algo transversal, laico y científico. En abril pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre el tema y contestó que el contenido será dictado por pedagogos y expertos y tendrá siempre un respaldo científico y no dogmático.

Mientras tanto, en México surgen proyectos como la Pussypedia, una enciclopedia gratuita, online y bilingüe sobre la vagina hecha por 200 expertas en la materia. Porque no hay hasta ahora un libro de biología lo suficientemente grande para explicar la atrofia vulvovaginal, la barrera dental de látex, la congelación de óvulos; con una carta de derechos sexuales, el consentimiento y la advertencia de los efectos secundarios de productos tan promocionados como las duchas vaginales.

La sexualidad, dicen los que saben, es más que el coito y los órganos reproductivos, es todo el abanico de características físicas, emocionales y psicológicas de una persona, y todavía no se ha abierto del todo.

Fuente del artículo: https://www.lajornadamaya.mx/2019-07-22/No-hay-educacion-sexual-integral-en-Mexico–expertos
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Uruguay aprueba Ley Integral para Personas Trans

Por: redclade.org.

Esta ley, publicada el pasado 7 de noviembre, tiene como objeto “asegurar el derecho de las personas trans a una vida libre de discriminación y estigmatización, para lo cual se establecen mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección, promoción y reparación”

La ley reconoce que las personas trans han sido históricamente víctimas de discriminación y estigmatización por su condición de tales y reconoce el derecho a la identidad de género, estableciendo que toda persona tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad conforme a su propia identidad de género, con independencia de su sexo biológico, genético, anatómico, morfológico, hormonal, de asignación u otro. Agrega que este derecho incluye el de ser identificado de forma que se reconozca plenamente la identidad de género propia y la consonancia entre esta identidad y el nombre y sexo señalado en los documentos identificatorios de la persona (artículo 1).

Define qué se entiende por identidad de género, expresión de género y por persona trans, y mandata a incorporar la variable “identidad de género” en todos los sistemas oficiales de información estadística, incluidos los censos, las encuestas continuas de hogares, los informes de la Oficina Nacional del Servicio Civil y todas las mediciones públicas que releven la variable “sexo”.

En cuanto al ámbito educativo, cabe destacar que la ley establece la obligación de asegurar la inclusión educativa de las personas trans (artículo 15) y determina una serie de responsabilidades para las Instituciones y Organismos Educativos, los que deberán: (i) asegurar que las personas trans no sean excluidas del sistema educativo nacional por razones de identidad de género; (ii) prestar apoyo psicológico, pedagógico, social y económico, en su caso conforme a la reglamentación respectiva, a las personas trans, con el fin de concretar efectivamente su desarrollo académico y social; (iii) incorporar a personas trans en sus programas para culminar estudios a nivel de educación primaria, educación media básica y media superior así como terciaria, facilitándoles el acceso a los cupos disponibles y becas que se otorguen en los casos pertinentes.

Por su parte, la ley mandata a los órganos, organismos e instituciones que asignen becas y apoyos estudiantiles a nivel nacional y departamental, cualquiera sea su fuente de financiamiento, previendo cupos del 2% (dos por ciento) para personas trans.

Acceda al texto completo de la Ley N° 19684 aquí.

Fuente del documento: https://redclade.org/noticias/uruguay-aprueba-ley-integral-para-personas-trans/

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Niñez: ¿Costo u oportunidad?

Por: Carolina Vásquez Araya

Sin una niñez bien alimentada, tarde o temprano todos sufrirán hambre.

La niñez y la juventud representan la renovación indispensable para garantizar la permanencia y transmisión de valores, tradiciones y ese complejo legado cultural que conforma el patrimonio intangible de una nación. Sin esa dinámica de cambio generacional resulta imposible conservar el equilibrio del tejido social y, más importante aún, las capacidades de crecimiento y desarrollo para una sociedad cuyo principal recurso es el aporte productivo y creativo de sus integrantes. Sin embargo, en la mayoría de países latinoamericanos regidos por sistemas basados en un modelo de economía de mercado, la niñez ha pasado a convertirse en un renglón pasivo sin incidencia alguna en los programas políticos.

En países como Brasil y Chile, en donde el sector económico tiene el poder de decidir sobre un asunto tan sensible y alejado de su territorio como la educación, ha quedado en evidencia el dramático desequilibrio en las prioridades cuando se trata de los derechos inalienables de la niñez y la juventud. Con el cierre de establecimientos educativos “no productivos” y la eliminación de materias del pensum escolar por “no ser relevantes” como ha sucedido en Chile con la asignatura de Historia, se transparentan las intenciones de esos sectores poderosos cuyos intereses se contraponen de manera frontal con el desarrollo de una sociedad ilustrada, capaz de ejercer una ciudadanía fuerte y responsable.

Eso que sucede en dos naciones con algunos pasos más en la vía del desarrollo se repite en países mucho menos avanzados, en donde incluso se reduce la inversión estatal para fortalecer a otros sectores de mayor poder político, como sucede en Guatemala con las fuerzas armadas. La negligencia en el trato del tema educativo ha sido, en este país centroamericano, una política de Estado desde hace muchas décadas. Con el cierre de institutos vocacionales y el abandono de la red de escuelas públicas, la niñez guatemalteca carente de recursos –la abrumadora mayoría- es sometida a enfrentar las peores condiciones para tener acceso a una educación mediocre y sin mayores perspectivas.

Es evidente la intención detrás de esta “no-política educativa”: La creación de un contingente de seres humanos carentes de herramientas para progresar en el ambiente laboral de manera digna; un gran reservorio de esclavos cuyas opciones quedan reducidas a un salario de miseria o al desempleo. Un relevo generacional pobre y desprovisto de capacidades intelectuales debido a la desnutrición crónica, apto únicamente para las labores más duras en situación de explotación. Todo lo cual proporciona la excusa perfecta para mantener el sistema con la farsa de que para dar empleo es preciso flexibilizar las leyes laborales. Este cuadro tan poco promisorio es el sello de identidad de Guatemala, un país que pudo ser ejemplo positivo para el resto de la región.

El maltrato hacia la niñez y la pérdida de derechos de este sector tan importante se refleja no solo en la educación, también en la privación de recursos para el desarrollo de sus comunidades y en la falta de inversión pública en áreas como la infraestructura vial, la red de hospitales y centros de salud o en la raquítica presencia del Estado en áreas rurales, cuya incidencia en la mayor o menor calidad de vida de la población toca a todos sus integrantes.

Invertir en la niñez es invertir en el futuro de la nación; un axioma repetido hasta el cansancio. Sin embargo, quienes tienen el control del Estado y sus instituciones se han empecinado en colocar a este gran segmento poblacional en la columna de los costos. Caro pagará el país por esta manipulación del valor de la niñez y por no darle el trato que merece.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/ninez-costo-u-oportunidad/

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Polarización en acceso a la educación superior

Por: Hugo Aboites

En 2003 Karina y Elizabeth murieron en la Ciudad de México cuando eran apenas adolescentes. Pero no fueron víctimas de la inseguridad capitalina, ocurrió que, por su cuenta, cada una decidió quitarse la vida, en desesperanza por no haber logrado ingresar a una preparatoria de la UNAM y a la Anexa a una Normal. Lo hicieron, además, cuando comenzaba un periodo de esperanza en la educación en la ciudad. Impulsados por las protestas universitarias de 1996, 1998 y 1999-2000 contra las cuotas y la evaluación para el acceso, los jóvenes rechazados de las principales instituciones habían conseguido que se abriera una mesa donde autoridades de la UNAM, IPN, UAM, y jóvenes rechazados podían dar una discusión. En ese momento también Andrés Manuel López Obrador creó una prepa en cada delegación y la universidad del Peje (UACM), sin colegiatura y sin examen de selección. Después de un periodo –1996-2000– sumamente conflictivo y que al final llevó al encarcelamiento y enjuiciamiento de más de mil estudiantes, esta combinación de, por un lado, impulsar que las instituciones federales en conjunto dieran soluciones a grupos específicos de rechazados y, al mismo tiempo, que el gobierno local ampliara sustancialmente el acceso a la educación superior, trajo un inusitado periodo de estabilización y crecimiento de la educación.

Suena a paradoja, pero ahora que tanto a escala federal como local gobierna la misma opción partidista,se ha oscurecido el futuro de esa convergencia. A la demanda de jóvenes rechazados de que también este año se instale la mesa de acuerdos, la SEP se niega verbalmente y por escrito descalifica el pase directo (eliminación del examen de selección) que los rechazados siempre han planteado. Esta demanda, que al inicio de los años 2000 era considerada absurda, con el paso del tiempo fue ganando posiciones. No sólo la retomaron las preparatorias y la universidad creadas en esos años en la Ciudad de México, sino que la gratuidad y libre acceso también son rasgos propios de los 100 nuevos planteles de nivel superior a escala nacional. En la UNAM desde hace seis décadas no se hace examen para los estudiantes de sus preparatorias que buscan pasar a la licenciatura y también existe libre acceso a ciertas instituciones de la SEP. Decisiones como la de la UAM (2008) –de no considerar sólo el resultado del examen para el ingreso, sino además tomar en cuenta el promedio– también muestra la relativa pérdida de confianza en estos exámenes incluso para seleccionar a los que pueden aprender. El examen de selección, sin embargo, sigue siendo uno de los más firmes baluartes de la opción neoliberal en el seno de la educación superior, es rápido, igualitario, transparente –se dice– y además produce ingresos. Pero tiene efectos profundamente discriminatorios, y por eso en agosto de 2016 (en Jalisco) el ahora presidente López Obrador decía que cuando triunfe nuestro movimiento vamos a cancelar los exámenes de admisión, eso se va a suprimir, todos van a poder estudiar y en diciembre de 2018 presentó la iniciativa de modificaciones al artículo tercero que incluía el derecho pleno a la educación en el nivel superior (y, por tanto el fin de las evaluaciones para el ingreso).

La reacción, sin embargo, fue muy fuerte. En San Lázaro, los partidos de derecha y la mayoría de diputados de Morena, convergieron y lograron hacer que este derecho fuera reservado sólo para las personas que cumplan con los requisitos dispuestos por las instituciones públicas (artículo 3, X). Podría pensarse que esto da mayor flexibilidad para explorar alternativas, pero en su carta a los rechazados (Subsecretaria ES, Of. 500/2019-0596) la SEP se inclina por definir que el requisito fundamental son los criterios académicos en condiciones de igualdad y equidad… transparentes –los adjetivos usualmente adjudicados al examen estandarizado– y rechaza como injusto con otros candidatos, el pase directo.

Es decir, que si la intención de AMLO era el que los exámenes de selección fueran desapareciendo resultó lo contrario. No sólo porque ahora el ejercicio de un derecho queda condicionado a lo que cada institución disponga como requisito por arbitrario y contra derecho que éste sea, sino porque además, en su carta, la interpretación a que apunta la SEP es que el requisito significa examen. Y con eso, el papel socialmente restrictivo que han jugado estos exámenes quedaría ahora fortalecido como nunca antes. Hasta quienes desean ingresar a los nuevos planteles de educación superior en la CDMX deberán tomar un curso y presentar un examen (Instituto de Educación Superior, 29/5/19).

En estas circunstancias, cerrar unilateralmente por parte de la SEP un espacio de 15 años que ha servido para disminuir tensiones y acordar el ingreso de miles, no parece prudente. Sobre todo cuando las instituciones involucradas están dispuestas a escuchar y acordar.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/polarizacion-en-acceso-a-la-educacion-superior/

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Nuevas leyes para la educación: Momento de reiterar antiguas y nuevas demandas

Por: Claudia Santizo

La revisión de las nuevas leyes de educación, tanto la Ley General de Educación como sus leyes secundarias, es una oportunidad para reiterar la demanda de hacer cambios de fondo en el sector educativo. Por un lado, cambiar la centralización y el corporativismo del sistema educativo. Por otro, abrir espacios a la participación de directores, docentes y padres de familia en la toma de decisiones del sector.

Eliminar la administración vertical del sistema educativo

La centralización del sistema educativo es uno de los mayores problemas. Las decisiones verticales, de arriba hacia abajo, por lo general no tienen suficiente información acerca de las necesidades reales de alumnos, docentes y directivos. Además, el sistema educativo del país no considera mecanismos que permitan, desde debajo, retroalimentar a la autoridad acerca de los problemas que existen en escuelas, en las aulas y en el aprendizaje de los alumnos.

Las autoridades en turno reiteradamente suponen que saben pero no es así. Conocer modelos o propuestas pedagógicas no significa que éstas sean adecuadas para toda circunstancia. En ese aspecto, son los directores y docentes los que necesitan adecuar esas propuestas a las realidades de las escuelas y alumnos. Por ello es importante que en las leyes de educación sean creados espacios para que las comunidades escolares pueden tomar decisiones.

Cabe aclarar que lo opuesto a la centralización no es descentralizar, sino sustituir la estructura vertical en la toma de decisiones con la creación de una estructura horizontal donde tiene cabida la opinión de las figuras educativas y de los padres de familia o bien de los adultos responsables de la educación de los menores.

La reforma de 2013 estableció la autonomía de gestión de las escuelas. Esa autonomía puede tener diferentes significados. Se puede entender autonomía como la forma de gobierno de las escuelas privadas. No es seguro que en algún momento, con seriedad, fuera pensado que una perspectiva privada fuera viable en la educación pública. Ahora se abre la oportunidad de interpretar a la autonomía escolar, o cualquier otro nombre que se le quiera dar,  como la práctica en la cual las comunidades escolares tienen espacios de participación para el diseño del modelo educativo desde las mismas escuelas y con base en su práctica cotidiana.

En una perspectiva centralista, vertical, se ha desestimado la posibilidad de que los directores y docentes puedan aportar o tener capacidad para ajustar el diseño del modelo educativo. Sin embargo, optar por esa dirección ofrece mayores posibilidades de éxito para mejorar la educación que reciben los estudiantes.

El gobierno de AMLO tiene la propuesta de desarrollar una nueva escuela. Aun no son claros los detalles de esta propuesta. La experiencia difundida de un modelo pedagógico aplicado en San Luis Potosí puede ser la idea general de la propuesta de la nueva escuela. Sin embargo, el problema no es el modelo desarrollado en SLP sino la perspectiva centralista- vertical de que se puede aplicar en las escuelas públicas un modelo pedagógico sólo por mandato de la autoridad. Es el error reiterado, una y otra vez, de suponer que la autoridad es la única que sabe lo que le conviene a las escuelas, directores, docentes y alumnos.

Eliminar el corporativismo en el sector educativo

La relación del gobierno con el SNTE desde mediados del siglo XX representa un arreglo político-sindical. El sindicato no se mete con la política educativa a cambio de posiciones en el sistema político. Por su parte, el gobierno comparte o entrega las decisiones laborales, incluyendo el control de plazas, a los liderazgos sindicales. La pregunta actual es qué tanto cambiará esta relación en la etapa del gobierno de AMLO.

La comunicación, o retroalimentación, entre las autoridades educativas y las comunidades escolares no se debe confundir con los arreglos político-sindicales entre el gobierno y los liderazgos sindicales. ¿Será posible separar y diferenciar estos dos tipos de relación que están entreveradas por las disputas políticas? No lo sabemos y la única posibilidad de cambio real está en las manos de los directores y docentes de las escuelas.

Reducir el papel del individualismo y aumentar el trabajo colaborativo de docentes

La reforma de 2013 colocó en las capacidades y preparación de los docentes y directivos la mayor responsabilidad de las fallas del sistema educativo; esa reforma postuló que los alumnos no aprenden porque el docente no está bien preparado. De ahí el énfasis en la capacitación y evaluación de cada docente.

El trabajo colaborativo, no individual, es sistemáticamente desestimado en las leyes de educación. Numerosas experiencias relatadas en diversos estudios señalan las ventajas del trabajo colaborativo, de las virtudes del métodos de trabajo de comunidades de aprendizaje. La colaboración de directivos y docentes, e incluso la participación de padres de familia es un mecanismo factible para introducir innovaciones educativas.

Un modelo pedagógico novedoso no sólo depende de la capacitación proporcionada a los docentes sino del ajuste de dicho modelo en la práctica cotidiana y de acuerdo con las circunstancias de escuelas, alumnos y familias. Un método de trabajo para aprender en la práctica es el de las comunidades de aprendizaje.

El aprendizaje de los alumnos no sólo es un problema educativo 

El problema de la educación es complejo, es decir, intervienen múltiple factores. Las fallas en los aprendizajes de los alumnos no sólo se deben a las capacidades de los docentes, principalmente afectan las condiciones socioeconómicas y de escolaridad de la familia. Numerosos estudios en México y en otros países explican por qué  los alumnos con menor desempeño, y menor posibilidad de continuar sus estudios, provienen de familias con desventajas socioeconómicas y menor escolaridad en la familia. La desigualdad es un fenómeno que se reproduce.

La educación como factor para mejorar la condición social y económica de las personas, y sus familias, depende de la posición socioeconómica de donde parte la familia. Por ello, el objetivo de proporcionar acceso al sistema educativo es insuficiente. Mejorar la calidad del servicio educativo también es insuficiente. Una beca tampoco es suficiente. Las familias en condición social desventajosa requieren que sus hijos tengan ambientes, en la escuela y más allá de ella, que permitan su desarrollo educativo durante toda su etapa escolar. Este esfuerzo sostenido necesita ser financiado por el Estado.

En conclusión, son múltiples los factores que afectan la educación. Un factor puede pesar más que otro en diferentes circunstancias. Por ello, un real transformación de la educación no es posible lograrla con un sistema educativo vertical cuyo objetivo principal es el control: el control político de los docentes, el control de los modelos pedagógicos y el control de los padres de familia. Por ello, la centralización y el corporativismo son los mayores problemas  del sector educativo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/nuevas-leyes-para-la-educacion-momento-de-reiterar-antiguas-y-nuevas-demandas/

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Aviso a los padres: en el parque también se educa

Por: Rafael Guerrero

Sobreprotección, compartir juguetes y otros aspectos sociales que debemos tener en cuenta o evitar cuando nuestros hijos disfrutan de su tiempo libre

El juego es el lenguaje natural de los niños. Una parte importante de sus necesidades de contenido emocional y social se cubren mediante el juego: aprenden a identificar y gestionar sus emociones, asumir el rol que les corresponde como niños, aprender normas y límites, establecer turnos en las conversaciones y en la utilización de los juguetes, aprender a respetar a los demás, valorar las diferencias entre las personas, favorecer su autonomía, aumentar su sentido de pertenencia, etc. Pero claro, todo esto se consigue con ayuda de las figuras de apego que están pendientes de ellos. Para que haya un correcto desarrollo de la personalidad y la sociabilidad de nuestros hijos, es imprescindible que nuestros hijos se relacionen tanto con nosotros como con sus iguales. Son como las dos caras de una misma moneda. Tan necesario para su desarrollo es relacionarse con sus padres (adultos) como con sus amigos y compañeros de colegio (grupo de iguales).

Los parques son lugares ideales para desarrollar todas estas habilidades sociales y emocionales que acabamos de mencionar, pero ¿acaso son todo buenas noticias las que ocurren en los parques infantiles? Parece ser que no. Si todos los padres cumpliéramos de manera religiosa con nuestras funciones, los parques serían un lugar idóneo para entrenar a nuestros hijos en muchas de las habilidades que deben adquirir. Y yo me pregunto: ¿por qué los parques infantiles sacan, en ocasiones, lo peor de los padres? Son como la jungla, en donde cada uno hace la guerra por su lado. Si hiciéramos un ejercicio de sinceridad, ¿realmente estamos cumpliendo con nuestras obligaciones cuando dejamos a nuestros hijos jugar y relacionarse en el parque? ¿Cuál es realmente nuestra función? Podríamos resumir en dos las funciones que los padres debemos cubrir a nuestros hijos en los parques: por un lado fomentar su curiosidad, su necesidad de exploración y de aprender a ser lo más autónomos posibles y, por otro lado, proteger y calmar a nuestros hijos ante el miedo, el conflicto y otras emociones desagradables. ¿Os habéis dado cuenta como los niños que están llorando buscan con la mirada a sus padres para ser protegidos y atendidos? En ocasiones los padres están físicamente tan distanciados de sus hijos que cuando estos lloran por una disputa, no pueden ser calmados y tranquilizados por ellos. Siempre he creído que los padres deberíamos ser en los parques como los coches de choque. Tendríamos que llevar un palo en nuestra espalda con una banderita de un color que coincida con el color de nuestro hijo, de tal manera que sea sencillo poder identificar quien es el padre o madre del niño que ha entrado en crisis. Solo así podemos actuar de manera rápida. En ocasiones veo niños llorando en el parque que buscan desesperadamente a sus padres y por más que trato de averiguar quiénes son sus progenitores, no lo consigo. Me da la sensación que algunos padres van a los parques a descansar y a hablar más que a educar a sus hijos, porque aún en el juego seguimos educando a nuestros hijos. Recordemos que para educar a un niño hace falta la tribu entera.

Un capítulo aparte merece el polémico tema de compartir los juguetes. ¿Por qué obligamos a nuestros hijos a que compartan todos sus juguetes? ¿Acaso obligas a tu marido o tu mujer a que comparta el móvil con los demás? ¿Y el coche? ¿Y tu casa? Pero si está muy bien compartir, ¿no? En mi opinión, no estamos respetando en absoluto a nuestros hijos. Si no quieren compartir, están en su pleno derecho. Eso sí, hay que ser consecuentes, en el sentido de que si tú no sueles compartir es posible que en un futuro no quieren compartir contigo. Hay que respetar sus decisiones pero también hay que invitarles a ser consecuentes, a que piensen en el futuro y en cómo se pueden sentir sus amigos si no comparte con ellos, pero respetando al cien por cien su decisión. Debemos educar también en el respeto hacia aquello que no es tuyo. El otro día en un parque un niño de unos dos años le cogió sin permiso la bicicleta a mi hijo mientras este último jugaba en la arena. Como los padres no estaban atentos a su hijo, me tocó a mí educar al suyo. ¿Qué hacer ante esta situación? Yo lo tengo claro. Le pregunté al niño si le había pedido permiso al dueño de la bicicleta. Al decirme que no, le recomendé que lo hiciera. Una vez que el niño se encamina a pedir permiso al propietario, ya delego en ellos lo que puedan acordar. Ojo, estas situaciones no son culpa del niño sino responsabilidad de los padres, pero como estos últimos no estaban en primera línea, me tocó a mí actuar. Entiendo perfectamente que los niños pequeños son, por naturaleza, impulsivos y no vienen de serie con estos extras. Considero que es importante que los niños entiendan que si no son dueños de algo que quieren, deben pedir permiso al propietario, y en caso de que no lo encuentren, no podrán utilizarlo. Es una cuestión de educación y de valores. ¿Por qué en estas situaciones nos tenemos que ocupar de la educación de los demás niños del parque? Considero que debemos hacerlo por el bien de todos los niños que están en ese momento en el parque; de nuestros hijos y del resto.

Tengamos muy presente que los niños son libres de poder dejar o no dejar sus juguetes a quienes consideren. Y subrayo niños. En ningún momento digo “padres”. Recuerdo que hace unas semanas en la piscina de nuestra comunidad mi hijo de casi tres años me dijo que había un dinosaurio de un amigo suyo que quería coger. Le dije que no podía jugar con él a menos que le preguntara a su dueño si le daba permiso para poder jugar con el dinosaurio. En ese momento, el padre del dueño del dinosaurio, que había escuchado nuestra conversación, le dio permiso a mi hijo a coger el dinosaurio: “Yo que soy su padre, te dejo que lo cojas”. Yo insistí, prudentemente, en pedir permiso al dueño y no al padre del dueño. Cuál fue nuestra sorpresa cuando fuimos a buscar al propietario del dinosaurio de goma y al preguntarle mi hijo si podía coger el muñeco su respuesta fue negativa. Moraleja: pide siempre permiso al propietario y no te dejes llevar por las decisiones de sus padres. En esta materia, ellos llevan el timón.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/07/17/mamas_papas/1563359176_688024.html

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Jornada escolar: lo que la cronobiología y la cronopsicología pueden aportar

Por: Gonzalo Pin Arboledas

A la hora de diseñar los horarios escolares en las diversas etapas se deben tener en cuenta diferentes aspectos. Pero para la salud, la conducta y el aprendizaje, el «cuándo» es tan importante como el «qué» y el «cómo».

Como premisa previa he de confesar que no soy docente, salvo en cursos de postgrado. Mi dedicación profesional estos últimos 30 años ha sido a la infancia y la adolescencia, pero desde el punto de vista sanitario. Los últimos 14 años especialmente dedicados a los ritmos vigilia-sueño, la cronobiología y la cronopsicología.

Es desde estas áreas desde donde nace mi preocupación (y ocupación) por los horarios escolares. Esta preocupación me ha permitido dirigir durante 3 años el proyecto SHASTU (Sleep Habits and Student Performance) financiado por la Unión Europea dentro del programa Erasmus Plus.

En él estudiamos y valoramos, el rendimiento escolar y la conducta del alumno (desde infantil a bachiller) antes y después de ajustar los horarios escolares y los horarios de alimentación a los Ritmos Circadianos y a la Cronopsicología en tres ciudades de países diferentes: España, Italia y Turquía.

Son los resultados de ese estudio, (coincidentes en los tres países a pesar de sus diferencias culturales y económicas) los que me animan a escribir estas líneas aportando, no opiniones personales, sino datos extraídos con metodología científica contrastada.

Lo conveniente, pienso, para poder entender el porqué de las cosas es empezar por las bases:

Durante millones de años el ser humano se ha ido adaptando a un medio ambiente que cambiaba de una manera periódica y rítmica (día y noche); para ello, ha desarrollado un reloj interno que le permite prepararse anticipadamente para ese cambio rítmico y adaptar sus funciones internas al horario en el que se encuentra el medio ambiente que le rodea. Esto es, nuestras funciones internas se comportan de manera diferente según el momento del día (o de la noche) en la que nos encontramos. Aparecen, de esa manera, lo que hoy llamamos ritmos circadianos (circa= alrededor: alrededor del día). Estos cambios rítmicos de nuestras funciones biológicas son el objeto de estudio de la cronobiología.

Esa adaptación es global de manera que, aproximadamente cada 24 horas, cada una de nuestras células adapta su funcionamiento al momento horario del medio ambiente. Así, nuestro sistema hormonal, de defensas… y nuestra mente adaptan en cada momento su funcionamiento al momento del día en el que se encuentran.

Esta adaptación hace que no rindamos lo mismo a todas las horas del día, que no tenga la misma influencia en nuestra salud la actividad física a cualquier hora del día o, por ejemplo, que el momento en el que comemos tenga casi tanta influencia en nuestra salud como el qué comemos. Esto es, cuándo hacemos las cosas es muy importante para nuestra salud y nuestro rendimiento.

Los cambios psicológicos y de rendimiento que acontecen a lo largo del día de manera rítmica son el objeto de estudio de la cronopsicología.

A nivel escolar, ya hace muchos años, Testut demostró que nuestros estudiantes no aprenden ni rinden por igual durante todas las horas del día. Estas variaciones las vemos reflejadas en la figura 1 en la que se escenifican los patrones diarios de rendimiento de los alumnos en diferentes materias (F. Testut: Cronopsicología y rendimiento escolar.1992). Estos vaivenes diarios en el rendimiento nos ayudaron a programar las asignaturas en nuestro estudio SHASTU para mejorar dicho rendimiento académico.

Variaciones diarias en el rendimiento escolar. A mayor puntuación mayor rendimiento. F.Testut. Cronopsicología y rendimiento escolar.1992.

Los hábitos vitales del ser humano a lo largo de su evolución se adaptaron también a los cambios horarios ambientales rítmicos. Surge así la crononutrición (segundo pilar de nuestro estudio) que nos enseña que cuando coordinamos los horarios o ritmos de la alimentación a los biorritmos diarios de acuerdo con el momento del día en que nos encontramos, nuestro estado de salud nutricional es más saludable y tenemos menos propensión a la obesidad (la gran epidemia de nuestra infancia y juventud) y a la diabetes tipo 2 entre otras muchas morbilidades. De manera que, por ejemplo, aquellas personas que tienen su almuerzo de medio día antes de las 14 horas y la cena antes de las 21 horas tienen un mejor estado de salud y, a igualdad de ingesta de calorías y de actividad física, tienen menor riesgo de obesidad/sobrepeso y diabetes.

Junto a la nutrición (o, mejor, de la mano de ella en un mundo de cazadores y depredadores) se estableció el ritmo vigilia-sueño (tercer pilar de nuestro estudio).

Del estudio de este ritmo vigilia-sueño hemos aprendido que un tiempo total de sueño adecuado para cada edad, en horario más o menos regular según la edad (otra vez los biorritmos) y una relación horaria adecuada entre sueño, alimentación, actividad física y uso de tecnología son extremadamente importantes para el control de la conducta del escolar al día siguiente, así como para su rendimiento en clase.

El sueño de mala calidad, de menor duración de la que precisamos y/o con horarios irregulares disminuye el tiempo en el que podemos mantener nuestra atención de manera continuada y, por ello, necesitamos actividades más cortas y con un tiempo de descanso entre ellas mayor para poder rendir adecuadamente. Este ritmo vigilia sueño, a su vez, controla el ritmo diario de nuestra capacidad de atención como podemos ver en la figura 2 procedente de un estudio inglés realizado en dos centros escolares (uno con un alto nivel socioeconómico y el otro con un bajo nivel socioeconómico). En la gráfica observamos que el nivel de somnolencia es máximo en las primeras horas del día (siendo como la imagen especular de la gráfica extraída del libro de Testut):

Este ritmo diario de somnolencia ya lo han comprendido muchas otras sociedades (algunos estados de EEUU, Alemania, Israel…) que han decidido facilitar un mayor tiempo de sueño a sus estudiantes retrasando el inicio (y final) de los horarios escolares. El retraso de media hora en el inicio de las clases conlleva que el 80% del tiempo extra el estudiante lo dedique al sueño y con ello, por ejemplo, que un instituto pase de 3.159 problemas de conducta contabilizados en un año escolar a contabilizar 1.447 casos al año de retrasar el inicio escolar media hora (Sleep 2016;39(2):271-281).

Estas fueron las bases del estudio SHASTU que me permitió explicar a la comunidad educativa de cada uno de los países el porqué necesitábamos cambiar los horarios escolares, el orden de las asignaturas, el momento de la actividad física y de los horarios de las comidas. Es necesario agradecer la implicación absoluta de las comunidades educativas de estas tres ciudades (en España la ciudad de Silla en Valencia) que dedicaron tiempo extra a este aprendizaje y a su aplicación dentro de su horario escolar. Al mismo tiempo, implicamos también a los estudiantes en el conocimiento de los biorritmos con especial atención al ritmo vigilia/sueño, el ritmo y horario de la actividad física intensa (debía finalizar al menos dos horas antes de iniciar el horario de sueño) así como el ritmo y horario del uso de las tecnologías y de la alimentación.

En ese sentido aprovechamos el tiempo de comedor escolar para hacer educación sobre nutrición reconvirtiendo los comedores escolares en algo más que un lugar destinado a la pura ingesta, sino en un aula de “salud nutricional” en cuanto a tipo de alimento, horario y gastronomía de manera que todos los alumnos de los centros tenían, al menos una vez al día, las mismas oportunidades nutricionales y de aprendizaje en esta área de la salud.

¿Cuáles fueron las consecuencias de adaptar los ritmos escolares a los biorritmos circadianos?

Es necesario reconocer que estas medidas fueron fáciles, sencillas y eficientes una vez se establecieron, pero el proceso de aprendizaje, comprensión y aceptación requirió un esfuerzo extra de todos los implicados (dirección de los centros educativos, docentes, familiares, alumnos y profesionales externos). Entre las medidas que se instauraron y por citar sólo unas cuantas están, por ejemplo, que a primera hora se realizaba algo de actividad física (10 minutos de baile, carrera… según la preferencia del educador), el evitar los exámenes los lunes a primera hora colocándolos siempre a partir de las 11 de la mañana coincidiendo con el mayor rendimiento del alumno, adelantar los horarios de las cenas intentando que fueran sin la presencia de pantallas y en familia, aprovechar las horas lectivas de la tarde coincidentes con el repunte de la atención… Todos estos datos pueden encontrase en la página web del estudio (SHASTU.org).

Como muestra de los resultados obtenidos estas dos tabla: una referida a los problemas de sueño y la otra al rendimiento escolar.

SDSC: Cuestionario para evaluar la presencia de problemas con el sueño.

En todos los grupos de edad tras la instauración de las medidas se observa desde el punto de partida (BASAL) hasta el final del proyecto (SEGMTO) una franca disminución en el porcentaje de alumnos con problemas relacionados con el sueño; especialmente llamativa es la mejoría en el grupo de adolescentes.

Tras la instauración de las medidas de respeto a los ritmos cronobiológicos y cronopsicológicos se aprecia una mejoría rendimiento escolar que permanece al menos dos años después de la instauración de esas medidas.

¿Qué nos ha enseñado el proyecto SHASTU a docentes, sanitarios, familias y estudiantes?

Algunas enseñanzas deberíamos aprovechar de este estudio:

  1. El respeto horario a los biorritmos mejora la calidad de vida de los alumnos, su rendimiento y comportamiento haciendo más eficiente el trabajo de los educadores.
  2. Mejorar el sueño en tiempo, ritmo y calidad mejora la vigilia del alumno, le permite mantener la atención, mejorar su conducta y rendimiento.
  3. El comedor escolar es un arma irrenunciable para fomentar la igualdad educación nutricional.

¿Con estos datos que recomendaciones horarias se extraen?

Evidentemente otros factores deben ser tenidos en cuenta a la hora de recomendar horarios escolares. En el diseño de éstos deben participar todos los estamentos implicados en el área docente y profesionales de otras áreas (nutricionistas, sociólogos, psicopedagogos, cronobiólogos, pediatras…) que deben asesorar a la comunidad educativa a la hora de que ésta decida el tipo de horario escolar.

Después de estos tres años del estudio SHASTU y de la revisión bibliográfica se podría inferir:

  • Es adecuado retrasar la hora de inicio del horario escolar para favorecer el sueño y el rendimiento.
  • Las asignaturas se deben redistribuir en función del cronorendimiento del escolar.
  • Tener en cuenta el pico atencional que se produce en horario de tarde.
  • El horario de los exámenes es importante.
  • El comedor escolar debe ser considerado un elemento educativo curricular más (especialmente en una sociedad como la nuestra en la que la obesidad infantil es una epidemia).

Estos resultados parecen indicar la conveniencia de un horario escolar de inicio entre las 08.30 – 09.00 según las edades, con una distribución de materias en función de los momentos de mayor atención del alumnado, con respeto a los ritmos derivados de la crononutrición favoreciendo la comida de medio día en horario de 13 a 14 y finalizando la actividad escolar alrededor de las 16.30.

A la hora de diseñar los horarios escolares en las diversas etapas, evidentemente, se deben tener en cuenta otros factores implicados; pero sería un grave error obviar las enseñanzas derivadas de la cronobiología, la cronopsicología y la crononutrición. Para la salud, la conducta y el aprendizaje el “cuándo” es tan importante como el “qué” y el “cómo”.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/18/jornada-escolar-lo-que-la-cronobiologia-y-la-cronopsicologia-pueden-aportar/

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