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La otra pandemia hace cien años; poco hemos aprendido.

Por: Victor Arrogante

Estamos viviendo una de las mayores crisis en España y en el mundo entero. Una pandemia con efectos negativos no solo en el ámbito sanitario, sino también en lo social y con incalculables consecuencias  económicas, un agujero del que tardaremos años en salir. Y se acercan los peores días. Las cifras van a ser cada vez más negras, los hospitales empiezan a desbordarse y los frutos del confinamiento tardarán en llegar. Si Italia ha superado el umbral de muertes por coronavirus registradas en China, lo más probable es que España se encuentre una situación similar dentro de siete días, cuando se cumplan los primeros 15 días de estado de alarma, que será prorrogado otros 15.

Los médicos y los expertos eran conscientes de que tarde o temprano este momento iba a llegar; algunas unidades de cuidados intensivos (UCI) ya tienen que dar priorizar en la atención a los pacientes. La falta de camas o respiradores lleva a que se entre en la fase en la que los hospitales restrinjan ingresos por criterios que no dependen sólo de la edad, sino de la esperanza de vida de los pacientes. El Plan de contingencia para los servicios de medicina intensiva frente a la pandemia del Covid-19, de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), establece que en la fase de saturación de las UCI habrá “criterios de ingreso estrictos, guiados por escalas objetivas, aplicando, si es necesario, los protocolos de limitación del tratamiento de soporte vital”. Otro documento, que establece los criterios de la prioridad, dice que: se valorará la expectativa de vida del paciente inferior a 1-2 años, dando prioridad a la persona con más años de vida ajustados a la calidad de la misma o tener en cuenta “el valor social de la persona enferma”. Es decir que un sintecho entrará en la UCI al último, por tener prioridad un dirigente político o el Jefe del Estado, pongo por ejemplo.

Con la gravedad de la situación y las previsiones que se esperan, permítanme que de un salto en el tiempo y me sitúe en el año 1918; ciento dos años han transcurrido. Durante los últimos meses de la Primera Guerra, una virulenta cepa del virus de la gripe se extendió, en apenas 18 meses, por todo el planeta. 100 millones de personas perdieron la vida. Algunos temieron que había llegado el fin de la humanidad. La pandemia de 1918, más conocida como la gripe española, afectó a un tercio de la población mundial. La pandemia llegó a matar a más personas que las dos guerras mundiales juntas.

Posiblemente, la pandemia adquirió su apodo debido a que en la Primera Guerra Mundial, los principales países beligerantes, Alemania, Austria, Francia, Reino Unido y Estados Unidos suprimieron la información sobre el alcance de la enfermedad. Por el contrario, España, al ser neutral, no necesitaba ocultarla. Este hecho produjo la falsa impresión de que este país fue el más castigado, por informar más sobre la enfermedad. De hecho, el origen geográfico de la gripe sigue siendo objeto de debate, aunque diversas hipótesis apuntan al Este de Asia, Europa e incluso Kansas.

Todo comenzó a principios de 1918, cuando miles de personas empezaron a enfermar, sentían debilidad y tenían neumonía, problemas estomacales, dificultades para respirar, confusión y fiebre. Casos similares aparecieron en México, Rusia, Irán, Nueva Zelanda, Argelia, las Islas Fiji o Gambia. La expectativa de vida se redujo 12 años en EEUU. La pandemia, que duró poco más de un año, logró controlarse en 1919, pero los efectos de la enfermedad más mortífera de principios del siglo XX todavía están presentes.

Los periódicos de la época dan cuenta de calles vacías, de trabajadores que no acudían a sus trabajos y de gente que no se atrevía a salir de sus casas, por miedo a cruzarse con quienes sufrían la enfermedad y que, desesperadamente, necesitaban ayuda. Uno de los testimonios, fue el del director de la organización Ayuda de Emergencia en el estado de Pensilvania. Contaba que había niños que morían de hambre porque sus padres habían fallecido y nadie quería acercarse a ellos; un pánico similar al de la Edad Media con respecto a la Plaga Negra, afirma un informe interno de la Cruz Roja Americana citado por el Institución Smithsonian estadounidense.

Como ya he mencionado, a la pandemia se le conoce como la gripe española por la atención que recibió por la prensa; incluso el rey Alfonso XIII enfermó. Los medios de comunicación, que no estaban censurados como los de otros países que participaban en la guerra, cubrieron el tema ampliamente. Pese al transcurso de los años y la evolución de la tecnología, no se han logrado explicar todas las circunstancias que rodearon a la mortal pandemia. Un hecho destacable es que la enfermedad  cobró la vida de adultos jóvenes saludables, de entre 20 y 40 años, en vez de niños y ancianos, que suelen ser los más vulnerables. Hay quien la ha calificado de la mayor pandemia de la historia.

Lo que ocurrió entre 1918 y 1919, tuvo una consecuencia positiva: la creación de la Liga de las Naciones. Sus principios se acordaron en la Conferencia de Paz de París, que tuvo lugar en 1919, tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Su objetivo principal era mantener la paz, pero también se concibió como un centro de cooperación y coordinación internacional. La prevención y el control de las enfermedades era un asunto de preocupación internacional y fue incluido en el tratado; y fueron las bases del sistema moderno para el control global de crisis sanitarias como la que ocurrió en 1918 o, más recientemente, las que se presentaron con el ébola o la gripe aviar.

La pandemia del coronavirus, comenzó el 1 de diciembre de 2019 en China, en la ciudad de Wuhan, cuando un grupo de personas contrajeron neumonía por causa desconocida, vinculada a trabajadores del mercado mayorista de mariscos de Wuhan, el cual vendía, diferentes tipos de animales exóticos (murciélagos o perros). La economía mundial se está viendo afectada por esta pandemia. Varios países han aplicado medidas de prevención y restricción para evitar la propagación de la enfermedad, como la cuarentena aplicada en Italia y en España o la cancelación de vuelos a Europa por Estados Unidos, entre otros. En China, se ha reducido la aparición de nuevos casos.

La pandemia de 1918 cambió el curso de la Primera Guerra Mundial; la tercera oleada de la pandemia fue la más letal;  el virus mató a la mayoría de las personas infectadas; las terapias de la época apenas tuvieron impacto sobre la enfermedad; los funcionarios de los servicios públicos de salud, la policía y los políticos tenían motivos para restar importancia a la gravedad de la gripe. Los genes del virus nunca se han secuenciado. En 2005, los investigadores anunciaron que habían determinado con éxito la secuencia; el virus se recuperó del cuerpo de una víctima de la enfermedad enterrada en Alaska, así como de muestras de soldados estadounidenses que cayeron enfermos en aquella época.

Hoy, la realidad ha superado todas las previsiones que tenía el Gobierno de España, sobre el número de contagios de Covid-19. La gravedad de la epidemia en España la marcan las personas que acaban en el hospital: casi el 50% de los diagnosticados. Justo antes del estado de alarma, Pedro Sánchez avisaba de que esta semana podríamos llegar a los 10.000 infectados; la realidad es que se está cerca de los 30.000 y los fallecidos superan los 1.700. Eso, teniendo en cuenta además que, desde hace unos diez días, en las zonas de transmisión comunitaria y debido al colapso de los laboratorios, ya no se hacen pruebas a pacientes leves, por lo que no están incluidos en esas estadísticas. A los que no presentan complicaciones solo se les pide que se aíslen y eviten contagiar, sin tener el confirmado. Sanidad informa de que los primeros 640.000 test rápidos se están distribuyendo. Además, Sanidad confirma que 3.475 profesionales sanitarios tienen coronavirus, más de un 12 % del total. Se trata de una cifra “muy preocupante” y un “problema importante” para el sistema sanitario.

La pandemia de 1918, fue un escenario más de una de las peores tragedias que ha vivido la humanidad. Quinientos millones de personas se contagiaron. Ahora la pandemia del Covid-19, afecta a 176 países, con más de 310.000 contagiados y superados los 13.000 muertos y creciendo.

El Ministerio de Sanidad español, este domingo confirmó un total de 28.572 casos de coronavirus en el país, de los que 3.646 son nuevos, un 14,6 % más, y ya hay 1.720 fallecidos, 394 más que el sábado, con un incremento del 29,7 %. Según los datos oficiales, hay además 1.785 pacientes en la UCI, unidades de cuidados intensivos, y 2.575 pacientes ya se han recuperado. Además, Sanidad ha publicado los primeros datos sobre el perfil de edad de los contagiados. España es el país con un porcentaje mayor de fallecidos de más de 80 años: el 67% de los muertos superaba esta edad frente al 50,1% en Italia, el 35,1% en Corea del Sur o el 14,77% de China; y el 25% de las personas de más de 70 años requieren cuidados en el hospital. La globalización es lo que tiene.

La pandemia de 1918 ofrece algunas lecciones para la de 2020, pero quienes tenían que tenerlo en cuenta no lo han hecho. En cada década se producen epidemias graves de gripe y los expertos creen que no hay que preguntarse si va a haber una próxima, sino cuándo sucederá.

El estado de alarma en España, lleva en vigor desde el día 14 pasado y ha superado su primera semana mientras el Gobierno prepara a la población para los días más duros. Los casos siguen creciendo y se espera que en los próximos días los casos más graves supongan una prueba crucial para la capacidad de los hospitales; por lo que el presidente Sánchez pedirá al Congreso prorrogar el estado de alarma y el confinamiento hasta el 12 de Abril, cuando acabe la Semana Santa. De otra parte, el presidente ha negado que sea necesario, por el momento, dar un paso más allá en la reclusión de los ciudadanos en sus casas y limitar la actividad económica a los servicios esenciales. Ha anunciado que las comunidades autónomas tendrán el control de las residencias de mayores privadas para poder controlar los focos de contagio en estos lugares, extremadamente sensibles por la acumulación de personas en un grupo de riesgo.

Sánchez avisa: el coronavirus pondrá “al límite la capacidad material y moral”, por lo que pide coraje en el confinamiento para afrontar la “ola más dura y dañina” que nos espera. Estamos en un momento muy crítico y van a venir días muy duros y está por ver cuantos no lo soportaremos.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/la-otra-pandemia-hace-cien-anos-poco-hemos-aprendido/


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Colecciones de libros sobre Educación y Aprendizaje

Por: sobrelaeducacion.

Tenemos el placer de anunciar el lanzamiento del nuevo portal académico, donde usted encontrará información no solo sobre congresos, libros y revistas de esta comunidad, sino también sobre otras comunidades académicas gestionadas por Global Knowledge Academics.

¡Y tenemos un regalo de bienvenida esperándole!

Del 1 de enero hasta el 30 de marzo de 2020 podrá descargar bono-descuentos de 25 EUR/USD en la página web de cada uno de los congresos de 2020.

 

Esta colección universitaria de libros publica recopilaciones de artículos académicos, organizados por temáticas y comprometidos con la innovación y el avance en el campo de la investigación. Los libros de esta nueva propuesta editorial son multidisciplinares y pretenden combinar la rigurosidad de la investigación académica con la divulgación de los conocimientos, siempre desde una perspectiva de responsabilidad y contribución a la comunidad. Todos los textos publicados están redactados en riguroso formato académico y tratan temas diversos, todos relevantes para la comunidad.

Cubierta La educación en tiempos de cambios

La educación en tiempos de cambios

Editor: José Manuel Castellano Gil
ISBN: 978-84-15665-41-0
Publicación: Junio de 2019

Cubierta Mosaico Educacional

Mosaico educacional: propostas e ideias para a educação disruptiva

Editor: Virgínia Wanderley Diniz
ISBN: 978-84-15665-40-3
Publicación: Mayo de 2019

Cubierta Perspectivas de accesibilidad

Perspectivas de accesibilidad educativas en Iberoamérica: aprendizaje, motivación e inclusión social

Editor: Gustavo Norberto Duperré
ISBN: 978-84-15665-39-7
Publicación: Mayo de 2019

Cubierta Conectando pilares para la educación

Conectando pilares para la educación

Editora: Alicia B. Corsini
ISBN: 978-84-15665-37-3
Publicación: Abril de 2019

Cubierta Los retos educativos del siglo XXI en España y Latinoamérica: de las TIC a la enseñanza inclusiva

Los retos educativos del siglo XXI en España y Latinoamérica: de las TIC a la enseñanza inclusiva

Editor: Luis Matosas López
ISBN: 978-84- 15665-35-9
Publicación: Febrero de 2019

Cubierta ¿Cuáles son los indicadores de la calidad educativa que preocupan a la comunidad iberoamericana?

¿Cuáles son los indicadores de la calidad educativa que preocupan a la comunidad iberoamericana?

Editora: Ana María Morales Nevárez
ISBN: 978-84-15665-34-2
Publicación: Febrero de 2019

Cubierta - Práticas docentes, metodologias e inclusão

Práticas docentes, metodologias e inclusão: um olhar desde a complexidade da Escola à universidade.

Editora: Dra. Jenny Patricia Acevedo-Rincón
ISBN: 978-84-15665-33-5
Publicación: Enero de 2019

Cubierta - Mixtura educativa a la carta

Mixtura educativa a la carta: reflexiones en torno a la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación.

Editora: Dra. Marisol E. Cipagauta
ISBN: 978-84-15665-30-4
Publicación: Diciembre de 2018

Cubierta - Estudios latinoamericanos de Enseñanza y Aprendizaje. Compilación de casos.

Estudios latinoamericanos de Enseñanza y Aprendizaje. Compilación de casos.

Editora: Profa. Cecilia Villavicencio
ISBN: 978-84-15665-23-6
Publicación: Enero de 2018

Cubierta - Caleidoscopio educativo: Prácticas y reflexiones iberoamericanas

Caleidoscopio educativo: Prácticas y reflexiones iberoamericanas

Editora: Dra. Carmen Sánchez Ovcharov
ISBN: 978-84-15665-19-9
Publicación: Diciembre de 2017

Cubierta - Novos Rumos da Educação

Novos Rumos da Educação: Caminhos Teóricos e Práticos

Editora: Dra. Magda Pereira Pinto
ISBN: 978-84-15665-22-9
Publicación: Diciembre de 2017

Cubierta - Escolas Ecossistêmicas

Escolas ecossistêmicas e complexas: Olhares para além da fragmentação

Organização: Dra. Magda Pinto e Dra. Paula Scherre
ISBN: 978-84-15665-24-3
Publicación: Diciembre de 2017

Cubierta Desafíos del paradigma educativo en el siglo XXI: investigación, innovación y formación

Desafíos del paradigma educativo en el siglo XXI: investigación, innovación y formación

Editora: Dra. Cándida Filgueira Arias
ISBN: 978-84- 15665-17- 5
Publicación: Diciembre de 2016

Fuente de la reseña: http://sobrelaeducacion.com/libros/coleccion/

 

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Educación, empatía y fraternidad

Por: Pedro Luis Angosto. 

En una situación tan excepcional como la que vivimos la educación es tan necesaria como el aire que respiramos -tal como decía Goytisolo– trece veces por minuto. Educación a la hora de dirigirnos a los demás, a quienes tenemos más próximos en el hogar, a quienes nos sirven exponiendo su salud en hospitales, tiendas de alimentación, transportes y servicios esenciales o cuidando para que se cumplan las leyes; pero si cabe, es todavía más necesaria la educación democrática, esa que impide crear bulos, infundios, mentiras, esa que nos obliga a respetar y obedecer todas y cada una de las indicaciones que nos den las autoridades sanitarias sin erigirnos en sabelotodo y en hipercríticos cuando hemos estado callados viendo como privatizaban nuestros hospitales públicos, como despedían a miles de sanitarios, como mantenían cerradas decenas de plantas hospitalarias para favorecer la aparición de más clínicas privadas, verdaderas sanguijuelas de lo público que se han estado tragando buena parte del presupuesto de salud de comunidades como Madrid, Cataluña o Murcia. Sorprende, por cierto, la unidad de acción existente entre los líderes de esos tres territorios, más interesados en echar la culpa a otros de su propia necedad, de su maldad, que de cumplir con sus obligaciones: Privatizar es precarizar y diezmar, es enajenar lo que es de todos, lo que está al servicio de todos independientemente de su condición social para favorecer a quienes sólo quieren ganar dinero de forma exponencial. Esa ha sido la política sanitaria de las derechas españolas, tanto periféricas como centralistas, acabar con el Sistema Público de Salud, cosa que ahora sufrimos todos, pero sobre todos quienes padecen la enfermedad, quienes han perdido a seres queridos y quienes se están portando como verdaderos héroes en los adentros de nuestros hospitales, los de todos. Y no es que esto suceda porque sí, no, eso deriva de la falta de educación democrática, pues quien muestra desprecio por lo público, por lo que nos ayuda y nos protege a todos ocupando cargos públicos, quien es capaz de entregar al negocio parcelas enteras del Sistema Público de Salud sólo pretende beneficiar a unos pocos a cambio de la salud y el bienestar de la inmensa mayoría. Su modelo no es otro que el de Estados Unidos donde el tratamiento por el coronavirus cuesta 35.000 euros a pagar por el enfermo si es que puede. Y allí, el país más rico del planeta, la mayoría no puede, ni aquí tampoco. Aunque aquí, esa es la grandísima diferencia, tenemos Hospitales Públicos.

Esa falta de educación democrática se demuestra también de forma bestial en las acusaciones vertidas hacia el gobierno por autorizar las manifestaciones del 8 de Marzo, cuando ese mismo día se jugaron cientos de partidos de fútbol, se celebraron mítines masivos, todas las calles estaban llenas de gente y miles de personas, entre otras cosas, fueron a misa en miles de pueblos de España: Ese día, con un número de contagiados todavía bajo y con muchas recomendaciones de las autoridades sanitarias sobre lo que podíamos y no podíamos hacer, no existía el Estado de Alarma como tampoco existía en China en las mismas fechas, como tampoco en ese país de economía centralizada y con una capacidad de producción enorme de cualquier cosa, tampoco hubo mascarillas, ni respiradores ni trajes aislantes durante el primer mes. Simplemente porque no tenemos ni varitas mágicas ni lámparas de Aladino. La misma carencia de educación democrática está detrás de quienes, irresponsablemente, piden la paralización de toda actividad económica sin ser conscientes del caos de producción, distribución, abastos y orden público que esa decisión podría acarrear. Por el contrario, es la educación democrática la que está llevando a la inmensa mayoría de ciudadanos a quedarse en sus casas y no seguir el ejemplo de los energúmenos que van a segundas residencias o aprovechan cualquier argucia para romper el confinamiento.

Nos han enseñado mal, hemos carecido de educación, empatía y fraternidad al contemplar como miles de inocentes morían en el Mediterráneo o en África por querer escapar de la miseria y de la guerra, por pretender que sus hijos tengan una vida mejor, por huir del infierno que Occidente les fabricó

Si hay algo necesario en este momento y debería seguir para el día después como norma vital de comportamiento, es la empatía, palabra tan de moda como hermosa por lo que significa. La empatía es la capacidad que tenemos los seres humanos para ponernos en la piel del otro, en la piel de nuestros viejos que son quienes más están sufriendo la pandemia y a quienes algunos quieren apartar de las UCIs siguiendo criterios despreciables como su utilidad material para la sociedad o su esperanza de vida. La vida de un viejo vale tanto como cualquier otra y si hay algo que tenemos que aprender de esta tragedia es a respetarlos, quererlos y protegerlos evitando que en lo sucesivo la vida de muchos de ellos dependa de negociantes dueños de residencias concertadas que no cumplen con las mínimas normas higiénico-sanitarias tal como demuestra la actual situación. Empatía necesaria, como el pan de cada día -otra vez José Agustín- para comprender lo que está pasando en el interior de cada uno de los sanitarios que batallan contra la enfermedad sin tener otra cosa en el horizonte que acabar con ella; con quienes nos despachan en las tiendas, con quienes cultivan la tierra, con quienes reparten alimentos y medicinas, con quienes limpian las calles, con quienes no  pueden tener el privilegio de estar confinados porque les ha tocado estar en primera línea de batalla.

Y fraternidad, otra palabra hermosa que nos habla de la capacidad que tenemos para no ver al otro como un enemigo sino como un hermano, y de ese modo no vernos como el centro del universo sino como una parte más y ayudar con todas nuestras energías a quienes más lo necesitan, a quienes más están sufriendo, a quienes más dolor soportan. Ser conscientes de que nuestra vida vale lo mismo que la de nuestro vecino, ni un céntimo más ni uno menos; no querer llegar el primero en la carrera de la vida sino ayudar a quienes van rezagados para que también puedan llegar, al mismo tiempo, al mismo lugar y al llegar fundirnos con él, con ellos, en un inmenso abrazo. Saber que no es mejor quien más cosas tiene, sino quien es más generoso, más solidario, más benéfico como decía nuestra primera Constitución de 1812. 

Nos han enseñado mal, hemos carecido de educación, empatía y fraternidad al contemplar cómo miles de inocentes morían en el Mediterráneo o en África por querer escapar de la miseria y de la guerra, por pretender que sus hijos tengan una vida mejor, por huir del infierno que Occidente les fabricó. Nos hemos tapado los ojos, los oídos y la nariz para no sentir el dolor ajeno, para no denunciar la explotación, las privatizaciones criminales, el fraude fiscal que tantos recursos se ha llevado. Es hora de aprender la lección, de saber que pese a la minoría incívica dedicada a esparcir mierda mediante mentiras irresponsables, saldremos de esta y sabremos construir un mundo mejor para todos, sin exclusión. Para ello, cuando todo esto pase, tendremos que estar dispuestos a librar la gran batalla contra quienes vendrán de nuevo con recortes y con más austericidio, porque vendrán, dispuestos a todo, con toda su artillería.

Fuente del artículo: https://www.nuevatribuna.es/opinion/pedro-luis-angosto/educacion-empatia-fraternidad/20200323142738172500.html?fbclid=IwAR3GebM-_OwHgCIty3VOQJgelYJjSjkK99MUL-9mD5Di_IUkqeK_hF-zuus

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Cómo explicar a un niño la pandemia de coronavirus

Por: news.un.org.

 

La epidemia de coronavirus COVID-19 ha provocado que millones de niños no puedan asistir a la escuela, practicar deporte o realizar cualquier tipo de actividad extraescolar comunitaria. Al pasar más tiempo del habitual en sus hogares, los menores también se ven expuestos a un vertiginoso aumento de estímulos audiovisuales relacionados con la pandemia.

Esta situación les puede ocasionar dificultades para comprender lo que ven en Internet o en las pantallas de televisión, escuchar las conversaciones de otras personas, y pueden ser especialmente vulnerables a los sentimientos de ansiedad, estrés y tristeza.

Por esa razón, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha publicado una serie de consejos sobre cómo hablar a sus hijos sobre el coronavirus y poder tener una conversación franca que les ayude a comprender y enfrentarse a esta delicada situación.

UNICEF recomienda empezar la conversación preguntando a sus hijos qué saben sobre la enfermedad. Si son muy jóvenes y todavía no son conscientes de la aparición del brote puede que no sea necesario plantear el tema, pero es un buen momento para recordarles medidas básicas de higiene.

Es de suma importancia no minimizar o evitar las posibles preocupaciones que puedan tener. Comprenda sus sentimientos y tranquilíceles explicando que es natural sentirse asustado ante este tipo de situaciones. Aparte de prestarles la máxima atención, también es necesario que comprendan que pueden hablar sobre el tema con usted o con sus profesores cuando quieran.

Los dibujos, los cuentos u otras actividades pueden ayudar a iniciar una discusión.

[Descarga nuestra aplicación Noticias ONU para IOS o Android. O subscríbete a nuestro boletín.]

OPS
La Organización Panamericana de la Salud vacuna niños y adolescentes contra el sarampión y la difteria en América del Sur.

Honestidad, ante todo

Los niños tienen derecho a saber la realidad y estar informados, mientras que los adultos tienen la responsabilidad de protegerlos de las aflicciones. Habrá que usar un lenguaje apropiado a la edad del niño, observar cómo reacciona y ser conscientes de su nivel de ansiedad.

Si se desconocen las respuestas, no hay que inventárselas. Una de las opciones más recomendable es buscar las soluciones en las páginas de internet de organizaciones especializadas como la Organización Mundial de la Salud o UNICEF junto a sus hijos. A su vez, es importante explicarles que no todas las informaciones en el ciberespacio son correctas y que hay que acudir a fuentes expertas en la materia

Aprender a protegerse puede ser divertido

Una de las mejores maneras de mantener a los niños a salvo del coronavirus y otras enfermedades consiste simplemente en lavarse las manos de forma regular. En internet, existen recursos como videos con canciones bailes para aprender estas simples tareas de forma divertida.

También es recomendable enseñarles cómo cubrirse con el codo al toser o estornudar, explicarles que es mejor no acercarse demasiado a las personas que tienen esos síntomas y pedirles que nos cuenten si sienten que tienen fiebre, tos o dificultades para respirar.

Ante todo, seguridad

En nuestro entorno cotidiano, los niños están expuestos a una gran cantidad de imágenes y puede ser confuso distinguir entre ficción y realidad, creando una falsa situación de peligro inminente.

Un modo de afrontar el estrés es jugar con ellos y tranquilizarlos. Es importante mantener las mismas rutinas y horarios tanto como sea posible, especialmente antes de ir a dormir, o crear otras nuevas en un espacio diferente.

Si hay un brote de coronavirus en nuestro entorno, se les ha de recordar que probablemente no se contagiarán, que un alto número de personas no sufren síntomas graves y que hay muchas personas trabajando para mantenerlos a salvo.

Combatir la discriminación racial

El brote de coronavirus ha diseminado muchas noticias de discriminación racial a nivel global, por lo que es importante comprobar que sus hijos ni sufren ni colaboran con esta amenaza.

Es importante explicar que el coronavirus no está relacionado con el aspecto de una persona, su procedencia o el idioma que habla. Si se les ha insultado o acosado en la escuela, deben sentirse seguros y contárselo a un adulto en quien confían.

Hay que recordarles que la escuela ha de ser un espacio seguro, que el acoso es una conducta incorrecta y que todos debemos contribuir a fomentar la amabilidad y el apoyo mutuo.

Ayuda externa

Asimismo, se destaca la importancia de enseñar a los niños que la gente se ayuda mutuamente con actos de bondad y generosidad.

Para ello, se pueden compartir las experiencias de los profesionales de la salud, científicos y jóvenes que trabajan para detener el brote y mantener segura a la población.

Cuídate

La ayuda a los hijos comienza con uno mismo. Si usted está tranquilo y en control de la situación ante las noticias sobre la enfermedad, los niños percibirán este tipo de respuesta.

En caso de estar nervioso o preocupado, tómese un tiempo para usted mismo y acérquese a otros familiares, amigos o personas de confianza en su comunidad. Dedique tiempo a hacer cosas que le ayuden a relajarse y recuperarse.

Prudencia con las conversaciones personales

Es importante no dejar a los niños angustiados. Al finalizar una conversación, intente medir su nivel de ansiedad observando su lenguaje corporal, estudie si usa su tono de voz habitual y vigile su respiración.

Recuerde a sus hijos que pueden tener otras conversaciones difíciles con usted en cualquier momento. Recuérdeles que usted se preocupa, que está escuchando y que está disponible siempre que se sientan preocupados.

Fuente de la reseña: https://news.un.org/es/story/2020/03/1471422

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Brecha educativa

Por: El País.
Dos niños realizan tareas escolares a través de sus tabletas electrónicas.
Dos niños realizan tareas escolares a través de sus tabletas electrónicas. MAX MUMBY/INDIGO GETTY IMAGES

Más de 10 millones de estudiantes se están viendo afectados por el cierre de las aulas y el confinamiento en sus domicilios al que obliga el estado de alarma. Todas las etapas de aprendizaje, desde infantil hasta universitaria, están paralizadas y la vuelta a la normalidad sume en la incertidumbre a la comunidad educativa. Una de las primeras decisiones adoptadas por el Ministerio de Educación, en colaboración con las comunidades autónomas, ha sido retrasar la prueba de selectividad a los más de 200.000 alumnos convocados este curso. A estas entidades les corresponde establecer parámetros para evitar que los estudiantes pierdan el curso y velar para que los más vulnerables desde el punto de vista socioeconómico no queden atrás a causa de la emergencia sanitaria

Hasta ahora son muchos los centros que han optado por impartir clases online o en formato telemático, un recurso que ha puesto de manifiesto las diferencias entre las plataformas de aprendizaje y la existencia de un nutrido número de alumnos desfavorecidos que no disponen de los materiales imprescindibles, empezando por un ordenador adecuado. Esta crisis ha desvelado que uno de cada tres no puede recibir en sus domicilios clases virtuales, ya sea por carecer de ordenador o de acceso a Internet. En un intento de sortear la brecha tecnológica, Educación ha puesto en marcha el programa Aprendemos en casa, en colaboración con RTVE, editoriales especializadas y portales educativos, para permitir que esos alumnos de 6 a 16 años pertenecientes a familias más desfavorecidas o de entornos culturalmente menos ricos, puedan acceder de alguna forma a contenidos pedagógicos. Se trata de que los escolares no pierdan la tensión educativa y que mantengan una cierta disciplina en las pautas pedagógicas. Recurrir a la televisión pública y a editoriales especializadas permitirá mitigar el desequilibrio en el uso de herramientas informáticas que aún persiste en la sociedad, pero no colmar una brecha que debió haberse cerrado mucho antes.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/03/23/opinion/1584980814_661409.html

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Mulan, la heroína china para que los escolares valencianos aprendan desde casa

Mulan, la heroína china para que los escolares valencianos aprendan desde casa

Mulan, la heroína china para que los escolares valencianos aprendan desde casa

El estado de alarma durará al menos tres semanas más, pero los centros educativos pueden estar cerrado mucho más tiempo. Al menos, eso ha ocurrido en países que ahora se miran como ejemplo para combatir el coronavirus. En Corea del Sur se ha pospuesto en tres ocasiones la apertura de los centros educativos y los alumnos llevan sin clase desde el 6 de febrero. Las últimas informaciones apuntan a que la actividad se retomará el 6 de abril.

En Valencia y en aquellos municipios donde se acogieron al “calendario fallero” se inicia hoy el curso virtual. La Conselleria de Educación ha querido dotar de simbolismo el programa para impartir clases de manera no presencial y le aprovechado las iniciales del plan para llamarle Mulan.

Modelo unificado lectivo de actividades no presenciales, forma el acrónimo que recuerda a la legendaria heroína china Hua Mulan del siglo VI que simboliza la lucha de todo un pueblo contra el invasor. A esto aspira a ser Mulan, el símbolo de que trabajando conjuntamente podemos ganar la batalla al Covid-19 tal como está haciendo el pueblo chino”, ha subrayado el conseller de Educación, Vicent Marzà.

El plan ‘Mulan’ incluye cuatro portales digitales. Tres de ellos están segmentados por etapas educativas atendiendo sus características específicas y para garantizar al mismo tiempo que, aunque el número de usuarios en línea sea elevado, el sistema no colapse. Son ‘Mestreacasa’, dirigido para Infantil y Primaria, ‘AULES’ para ESO, FP Básica y EOI, así como la plataforma de videoconferencias ‘Webex’ para Bachillerato y FP. A todos los efectos, las pruebas o exámenes se realizarán a través del portal web ‘AULES’.

El cuarto portal es la herramienta ‘Web Familia’ (WF2), que es el nexo de comunicación entre el profesorado y las familias. Se ha ampliado su capacidad por encima de los 5,5 millones de mensajes. Ante la evolución del COVID-19, se realizaron trabajos de mantenimiento a los servidores de la DGTIC para ampliar con creces la capacidad de enviar y recibir mensajes.

El portal ‘Mestreacasa’ aloja todas las webs de los centros educativos públicos y será desde donde se difundirán en abierto los materiales para Infantil y Primaria para que las familias y el alumnado puedan descargar-los para realizar las tareas a casa.

Los centros concertados lo harán desde sus propias plataformas web y desde la Conselleria de Educación se asegura que se les prestará ayuda si necesitan adherirse a las herramientas creadas a través de Mulan.

Fuente de la Información: https://www.larazon.es/comunidad-valenciana/20200323/dkoww5hpnvejnf5fivder2ne6u.html

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Higher Education in the Time of COVID-19

Higher Education in the Time of COVID-19

 

Desperate attempts to curtail the spread of the Corona Virus are turning many localities in different parts of the world into phantom cities. Universities and other higher education institutions have not been immune to this process. They are closed institutions, with academics urged, if not compelled, irrespective of their training for this purpose, to place their courses and carry out their teaching online. This has led many to herald the ‘brave new world’ of online learning as the panacea for the crisis. There are those who would consider the present period as the potential watershed in establishing this already widely practiced mode of delivery as the dominant form of teaching in Higher Education. This reaction, couched in phrases such as “every cloud has a silver lining”, is to be expected and falls in line with the neoliberal tenets that have been underlying most common sense thinking about mass-oriented Higher Education. I argue for caution in this regard.
The history of education is full of episodes whereby necessity, through crises in the form of occupation, led to ingenuity. Under Nazi occupation, Polish universities went underground and operated as distance learning (DL) institutions; material flew from one place to another. This became known as the ‘flying university’. It was innovative and attested to the resilience of the Polish academic community (students and professors) involved. The good thing about the present crises is that it makes those who are resistant to modern digitally mediated technology take the plunge, whether adequately trained for this purpose or not. Many academics from Greece, Italy, Cyprus and the UK revealed that online learning is a new experience foisted on unprepared academics. It might enable them to transcend archaic ways. Most universities throughout the world have placed their courses and are delivering their teaching online. Some universities already have had adequate preparation for this as a good percentage of their students are DL students. It is likely that the teachers involved have had adequate training, in one case of a year’s duration. A former tutor at the UK’s Open University, which backs distance learning with a variety of other approaches, including tutorials carried out by academics ensconced in different parts of the country, spent a year’s preparation period before joining the university staff. The present crisis however recalls, in certain cases, the situation during the immediate post revolution literacy campaigns in Latin America and elsewhere when young literacy workers were rushed to the field without adequate preparation.

This mass scale online learning approach can have the same effect. It can extend beyond a crisis response as the institution begins to see the lucrative side of it, a means of spreading one’s net far and wide. Now it would be foolish to overlook online learning’s positive aspects reaching communities at the furthest remove from universities and centres. It reaches communities with problems of physical access and time. However once the dust settles, will there be space for critical reflection as to how technologically mediated delivery complements what is good about ‘face to face’ delivery and adequate teacher student human interaction? Online learning can address mass students anywhere and at any time throughout the world. All academic staff really need to think about the appropriate pedagogical approach to take and how to use most modern technology in appropriate ways. Development of good learning environments requires specialist skills and is a team effort that requires collaboration between academics and learning designers. And by appropriate ways I mean avoiding the use of this technology as another surveillance mechanism. Recorded sessions, ostensibly for the benefit of those who could not tune into the live session, can inhibit student participation in the discussions.To what extent is it part of the blended approach to learning which reserves space for different forms of interaction including human to human and human to earth interaction? The push for a lucrative share of the global education market can easily make institutions forget the second aspect of the blended learning approach. Meanwhile elite schools continue to enjoy a monopoly in the latter type of University learning.

How do we strike a happy medium between online and face to face teaching? Will online learning continue to drag higher education along the business route or will it play its part in an overall conception of education as a public good? To end on an optimistic note, as hope springs eternal, I reproduce the words of one of the US’s most prominent educators, Ira Shor who wrote to me on this matter, stating “Critical teachers who question the unequal, toxic status quo will deliver critical education no matter the delivery system”.

Peter Mayo is Professor at the University of Malta and author of Higher Education in a Globalising World: Community engagement and lifelong learning (Manchester University Press, June 2019).

Fuente de la Información: https://www.counterpunch.org/2020/03/23/higher-education-in-the-time-of-covid-19/

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