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España: Ayuso decreta el fin de las escuelas públicas 0-6 de Madrid

Tras meses de lucha de las familias, las educadoras y directoras de nueve centros de educación infantil 0-6, el Gobierno de Díaz Ayuso confirma con la publicación en el Boletín Oficial de la CAM el fin de una experiencia de éxito en la educación pública madrileña.

“Hoy es un día triste, desaparece de la ciudad de Madrid un modelo de éxito educativo para los ciudadanos más pequeños”, dicen desde la Junta de Portavoces 0-6, una de las plataformas que se movilizaron —y siguen haciéndolo— para preservar un modelo que existe en Madrid desde los años 70. “Sabíamos que iba a pasar, hemos luchado para evitarlo, las familias se han movilizado y todo ha sido en vano porque tenemos en la Comunidad de Madrid un Gobierno insensible, que no lo es cuando se trata de defender sus intereses privados y los de sus familias y amigos, pero siempre es sordo a las demandas de los colectivos que quieren mejorar la Educación, la Salud, en definitiva la calidad de vida de la mayor parte de la ciudadanía”, señalan en un comunicado.

Un modelo que era mayoritario en la escuela pública ha ido desapareciendo. A partir de ahora, solo los centros concertados y privados ofertarán plazas en escuelas 0-6, un enfoque en auge en el sector privado que ofrece una “educación más ajustada a su desarrollo evolutivo y su necesidades, al dar continuidad a la etapa educativa”, según un comunicado lanzado por nueve equipos de atención temprana de la Comunidad de Madrid el pasado 21 de diciembre.

Desde su experiencia de estos profesionales que trabajan a diario en los centros, los equipos de atención temprana hablan de “la trascendencia de esta etapa educativa en el futuro desarrollo de las niñas y los niños y en las pautas educativas que se incorporan en la familia. El primer ciclo de Educación Infantil es plenamente educativo, igual que el segundo ciclo, y entre ellos hay una interrelación que se mantiene en las escuelas 0-6 años y que, sin embargo, se fractura en el paso a colegio”.

Según defienden, el modelo educativo de las escuelas 0-6 “favorece un contacto cotidiano entre la familia y los profesionales de la educación”, algo que redunda en un mayor conocimiento de los niños y niñas y “facilita el establecimiento de una relación de confianza entre el entorno familiar y educativo”.

El debate llegó en varias ocasiones a la Asamblea de Madrid, donde todos los partidos de la oposición, en especial Unidas Podemos y Más Madrid, mostraron su rechazo a una medida que solo redunda, según criticaron, en el desmontaje de la educación pública y el crecimiento de los centros concertados y privados.

“No nos podemos acostumbrar a que nos quiten uno a uno todos los servicios públicos de calidad. En el centro de salud del barrio no tenemos pediatra hace meses. Tenemos que volver a hacer ruido”, afirma a El Salto

“¿Qué tiene que pasar para que paren su decisión señor Martín Blasco?”, decía la diputada regional de Más Madrid María Pastor interpelando al director de Educación infantil de Madrid, formado en centros concertados y del Opus Dei. “Porque tienen ustedes a los equipos de atención temprana en contra, a las directoras, a las educadoras, a las expertas en desarrollo infantil, a las familias en contra de esta decisión. Decirle a una familia que tiene que irse de donde estaba para irse a un CEIP ¿es libertad o es comunismo, señor Martín Blasco?”, decía.

Aunque las AFA creen que hay poco margen para cambiar la decisión, no están dispuestas a que Isabel Díaz Ayuso y su Gobierno se vayan “de rositas”, dice una madre de La Jara cuyo hijo de casi tres años tendrá que cambiarse a un colegio ‘de mayores’ el siguiente curso. En las celebraciones del Carnaval saldrán a la calle con pancartas y corazones verdes en favor de los servicios públicos. “No pueden tomar decisiones en contra de todo el mundo, como apisonadoras, no nos podemos acostumbrar a que nos quiten uno a uno todos los servicios públicos de calidad. En el centro de salud del barrio no tenemos pediatras disponibles hace meses. Tenemos que volver a hacer ruido”, afirma a El Salto. Un padre de la escuela infantil Zofío, otra de los centros afectados, asegura que, “aunque el decreto esté ahí”, la lucha de las familias y de la comunidad docente no se ha terminado, más aún cuando el plan del Gobierno de Díaz Ayuso va más allá del cierre del segundo ciclo de las escuelas 0-6 y pretende embutir en macrocentros a todos los niños y niñas entre cero y 12 años, tal como anunció la semana pasada.

Fuente de la información e imagen: https://www.elsaltodiario.com

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Treinta cortos sobre educación sexual que quieren destronar al porno

Por: Mónica Zas Marcos

La segunda edición del festival de cortometrajes Sex Education apuesta por una ficción responsable en un terreno tan huérfano como el sexo, donde la pornografía (machista) ha cubierto la falta de enseñanza.

Cuando HBO estrenó la serie Euphoria en 2019, se elogió la desmitificación que hacía por fin del sexo entre adolescentes. Hay violencia, pero también cuidados. Representa los peores estereotipos patriarcales, pero también la homosexualidad, la transexualidad y los cuerpos diversos. Los protagonistas son torpes e inseguros, algo que impregna sus relaciones sexuales y sociales. En definitiva, había intención de no repetir los sucesivos errores de la ficción en este terreno. Incluso Élite, con sus muchos complejos, superó en algunos capítulos la nociva idealización del sexo entre menores.

¿Tiene la ficción el cometido de ser una fuente de enseñanzas sexuales? ¿Debe ser un sexotuto? Este término lo propone uno de los cortos que compiten en el festival Sex Education, que se celebra desde el 21 al 25 de febrero en Barcelona. Desde luego es un requisito para los 30 proyectos escogidos entre los 220 que se presentaron a la segunda edición del evento: tener un compromiso con la educación sexoafectiva desde muchas perspectivas distintas.

«Hay que tener en cuenta que los adolescentes y los adultos aprenden de sexualidad a través del porno, que también es una ficción y además una muy machista», señala Nadia Gumà, cofundadora del festival. También regenta una tienda de productos de bienestar sexual en Barcelona, donde cada día es testigo de los múltiples problemas que genera la intimidad en nuestro país. «Me encuentro a mucha gente que quiere llegar a ser como los actores y actrices porno, y con muchos problemas emocionales por no poder convertirse en esa figura ficticia», reconoce.

Los adolescentes y los adultos aprenden de sexualidad a través del porno, que es una ficción y además una muy machista

Andrea Gumà — Directora del festival Sex Education

A raíz de sus experiencias y hablando con Iván Albacete, profesor de instituto, ambos llegaron a la conclusión de que querían crear un proyecto con una función social. «Por eso quisimos hacerlo desde el cine, porque educar con algo divertido ayuda a retener mejor los mensajes», afirma Gumà. La elección de que fueran cortometrajes, y no películas, responde a esa misma necesidad: captar la atención de los más jóvenes de un vistazo.

Más del 50% de los adolescentes entre 14 y 17 años consumen pornografía por internet y para el 30% de los niños entre 8 y 12 años, esta es la única vía de educación sexual. «El problema no es el porno en sí, que es un mercado con una razón de ser: buscar la excitación o el placer en el adulto, pero no educar. Los chavales recurren al porno porque les surgen preguntas y acceden con mucha facilidad, pero no están capacitados para entender que lo que sale ahí no es real. Ni las cantidades, ni las dimensiones ni las maneras de hacerlo», cree la sexóloga Verónica Vivero, que participa en una de las charlas del Sex Education Film Festival.

De hecho, el corto A better porn propone una inmersión en los deseos de siete personas que luchan contra la herencia heteropatriarcal por medio del porno feminista. El proyecto incluye imágenes explícitas pero «desde un punto de vista más femenino y hechas para una sociedad que necesita más educación sexual y menos presión de los poderes».

Fotograma de ‘Sexotuto’, corto que participa en la sección ‘Teens’

«Mucha gente no conoce su cuerpo, no explora y no habla de sexo. Son un cúmulo de cosas que te provocan problemas contigo mismo, entre las parejas y en la sociedad. Al final, la violencia de género y la homofobia también se dan por desconocimiento y falta de aceptación», añade la directora del evento. Además de una lacra social, esto se ha convertido en una sanitaria: algunas ETS se han duplicado en el último lustro entre los jóvenes.

Para la experta en educación sexual, «los cortos ofrecen de una manera breve las distintas formas de vivir la sexualidad». Vivero comentará A tomar x culo las bragas, un proyecto en el que «se ven esas primeras citas y las nuevas formas de relación que tienen los jóvenes a través de las apps«, pero también «los prejuicios y falsas creencias sobre el feminismo» y el estigma hacia la bisexualidad, «que es discriminado incluso dentro del propio colectivo LGTBI». Pero este es solo uno de los 30 que se proyectarán durante la semana en el Cine Catalunya de Terrassa.

Familias y religión, en contra de la educación sexual

En esta edición llegaron cortos de 35 países distintos, entre los que han sido seleccionados España, Francia, Italia, Suiza, EEUU y Australia. Las temáticas también son diversas. Tanto, que han creado una sección adulta (Adults) y otra para adolescentes (Teens). La intención es que los chavales entiendan y empaticen con el contenido, ya que para muchos será la única clase de educación sexual que recibirán.

«En nuestro país llevamos mucho tiempo alzando la voz para que se empiece a impartir en las escuelas, y no como una sesión extracurricular. Con suerte tienen una hora al año con un profesional», critica Verónica Vivero. En esta edición se han inscrito siete centros educativos de Barcelona, 12 escuelas y 1.800 alumnos, que participarán en los coloquios posteriores al visionado. «El festival nos está ayudando a promover y crear conciencia social», agradece la sexóloga.

Gumà reconoce que, si bien la participación de este año es un récord, hay escuelas que siguen rechazando participar por presión de los padres o por la propia política del instituto. «España es uno de los países donde la religión está más arraigada y esto desfavorece la educación sexual», dice la directora.

Me alarma mucho que los chavales no sepan identificar chantajes o abusos y que tengan normalizadas dinámicas muy tóxicas

Verónica Vivero — Sexóloga

Aunque ambas reconocen que el cine y las series están explorando nuevos caminos para hablar de sexualidad, no creen que ninguna ficción pueda sustituir a la educación sexual. Con la salvedad, en todo caso, de la serie Sex Education. «Actualmente el cine está hipersexualizado, pero esta nos ha gustado mucho. Trata todas las orientaciones sexuales y las primeras relaciones de una forma muy sana. Todo el mundo necesita el sexo y hay que hablar de él de forma natural», destaca Gumà.

Dinámicas tóxicas y preocupantes

Vivero, que suele trabajar con jóvenes en talleres de sexualidad, ha identificado una tendencia preocupante entre sus alumnos: «Generan unas vinculaciones tóxicas basadas en el amor romántico y que no son del todo sanas». En algunas de sus prácticas, la sexóloga propone un juego de rol para identificar comportamientos. De hecho, la Fundación FAD Juventud infirió que uno de cada cinco adolescentes varones cree que la violencia de género es solo un «invento ideológico».

«Me alarma mucho que no sepan reconocer chantajes o abusos y que tengan normalizadas dinámicas muy tóxicas», admite, por lo que ella siempre intenta que «aprendan a relacionarse desde la igualdad y desde el respeto».

Fotograma del corto ‘A tomar x culo las bragas’, que compite en la sección ‘Adults’

Esta es solo una de las enseñanzas que se imparten en la educación sexual y que prevendría muchos problemas socioafectivos modernos. «La gente suele poner por delante lo afectivo, pero es que nosotros educamos desde los afectos. No son solo las prácticas, sino las maneras de vincularte, de enamorarte y de que los chavales aprendan a reconocer y a gestionar sus emociones», reivindica la experta. «Si tuviéramos todos una base, nos relacionaríamos de otra manera».

No es un problema que se quede en la edad adolescente. De hecho, esa también es la intención del Sex Education Film Festival: que llegue a esos adultos que no recibieron a tiempo una educación de calidad y que ahora tienen que enfrentarse a un mundo cambiante. «Uno de mis cortos favoritos se llama Fairyocious, es francés, y trata de un niño de siete años que quiere ir disfrazado de hada a la escuela. Su madre le dice que no porque se divide entre hacerle feliz o protegerle del rechazo y del bullying», relata Nadia Gumà.

La educación es fundamental y el papel de los adultos no se puede desvincular. Hay que eliminar muchos prejuicios adquiridos para que «cada vez se sumen más colegios y más padres al festival y a la promoción de la enseñanza sexual», piden los organizadores. Hay que entender el sexo más allá del coito y relacionarlo a la responsabilidad afectiva, el consentimiento, las identidades de género y la tolerancia. Y, por lo pronto, hay 30 cortos que cumplen una bonita labor.

Fotograma del corto ‘Dans la natura’, que compite en la sección ‘Teens’
https://www.eldiario.es/cultura/cortos-educacion-sexual-porno-euphoria_1_8766357.html
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España: El Ayuntamiento pone en marcha la ‘Escuela de Talento Digital’

El Ayuntamiento pone en marcha la ‘Escuela de Talento Digital’

Dos programas de formación, uno en ciberseguridad y otro en el lenguaje de programación Python

El Ayuntamiento de Madrid, a través del Área de Economía, Innovación y Empleo, pone en marcha sendos programas de formación para personas sin conocimientos previos en ciberseguridad y en el lenguaje de programación Python.

 

Estas formaciones se enmarcan en la iniciativa municipal ‘Escuela de Talento Digital’, cuyo objetivo es facilitar la empleabilidad de las personas que se encuentren en paro o que quieran reconvertirse laboralmente y, de forma paralela, dotar a las empresas madrileñas del talento cualificado que requieren para su crecimiento.
El programa es fruto de la colaboración entre el Área de Economía, Innovación y Empleo, la Agencia para el Empleo de Madrid, BeJob Empleabilidad, el Foro de Empresas por Madrid, los clústeres Big Data Madrid y Ciberseguridad y NTT DATA FOUNDATION.
Los módulos temáticos se desarrollarán en ciberseguridad y Python, uno de los lenguajes más utilizados por los científicos de datos, y están dirigidos a un amplio rango de personas sin conocimientos previos de programación, a profesionales y autónomos que necesiten destrezas digitales para impulsar sus negocios y a personas que busquen reconversión o estudios iniciales orientados a la empleabilidad. Ya está abierto el proceso de selección para esta primera edición de ambos programas que ofrecen 60 plazas en total.
Las formaciones, que comienzan el 15 de marzo, tendrán una duración de seis meses (480 horas) cada una y son gratuitas. Cada módulo recreará las condiciones de un primer trabajo o teletrabajo, siendo completamente experiencial, con aprendizaje basado en retos, trabajo colaborativo, evaluaciones y asesoramiento. Cada alumno tendrá que superar 24 retos en 24 semanas y hacerlo dependerá de su propio esfuerzo. En la formación participan, además, mentores representantes de las más importantes empresas del sector que, a su vez, serán potenciales empleadores de los participantes. Al finalizar la formación, el alumnado tendrá la capacidad de asumir las tareas básicas en estos dos ámbitos.
ESCASEZ DE PROGRAMADORES
El estudio impulsado por el Ayuntamiento de Madrid Análisis de la demanda del Talento en Big Data y Ciberseguridad indica que la ciudad tiene escasez de desarrolladores y de programadores. Este déficit de profesionales amenaza el potencial de crecimiento de sectores de gran dinamismo que podrían estar llamados a liderar el crecimiento económico de la ciudad en los próximos años y a impulsar el cambio hacia nuevos modelos productivos. Por ello, estos dos módulos servirán para conectar la oferta y la demanda de empleo y formar el talento cualificado que permitirá a las empresas poner su foco en la digitalización que exige el mundo actual.
Este proyecto, que pretende servir de referencia para una escuela de programadores municipal, tiene un doble objetivo. En primer lugar, comprobar que el planteamiento (la viabilidad de formar programadores online que den respuesta a las necesidades de las empresas y sean, por tanto, rápidamente contratados por estas) funciona efectivamente en la práctica. En segundo término, anticipar posibles problemas que pudieran aparecer en el proceso de formación de estos profesionales y en su posterior contratación por empresas madrileñas.
Fuente de la Información: https://madridpress.com/art/300872/el-ayuntamiento-pone-en-marcha-la-escuela-de-talento-digital

 

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UNICEF: Children in eastern Ukraine must have access to safe education and childhood

Children in eastern Ukraine must have access to safe education and childhood

KYIV, 17 February 2022 – Attacks on kindergartens and schools have been a sad reality for children in eastern Ukraine over the last eight years. More than 750 schools have been damaged since the beginning of the conflict, disrupting access to education for thousands of children on both sides of the contact line.

The conflict has taken a severe toll on the psychosocial wellbeing of an entire generation of children growing up in eastern Ukraine. Furthermore, children in eastern Ukraine live in one of the world’s most mine-contaminated stretches of land. Every day, they live, play, and go to and from school in areas littered with landmines, unexploded ordnances, and other deadly explosive remnants of war. Since the onset of the conflict, UNICEF has been on the ground across eastern Ukraine, delivering psychosocial support and mine risk education to over 180,000 children, youth, and caregivers. UNICEF also supports repairs to damaged schools and kindergartens and distributes vital education supplies such as educational kits, furniture sets and sports equipment.

UNICEF calls on all parties to respect the Safe School Declaration and protect children and their caregivers from attacks, regardless of the circumstances they might find themselves in. Educational facilities should remain a safe space where children can be protected from threats and crises and a haven where they can learn, play, and grow to their full potential. A child’s right to education cannot be safeguarded in conflict settings without education itself being protected.

UNICEF will continue to work with conflict-affected communities to provide much needed humanitarian support and address the urgent needs of the most vulnerable children and families.

Fuente de la Información: https://www.unicef.org/press-releases/children-eastern-ukraine-must-have-access-safe-education-and-childhood-unicef

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España: Ecofeminismos: una política de clase para el 99%

Ecofeminismos: una política de clase para el 99%

¿Cuántas veces has escuchado hablar de ecofeminismos? Posiblemente sería incapaz de poner un número que se aproxima a una realidad común, posiblemente me haya perdido más de una vez tratando de explicar qué implica hablar de ecofeminismos en general y qué implica hablar de ellos desde unas coordenadas anticapitalistas.

Los ecofeminismos son un espacio de encuentro, donde confluyen corrientes de pensamiento, análisis teóricos, propuestas políticas y movimientos sociales diversos. La suma de estos enfoques moldea un cuerpo político-teórico-práctico plural con múltiples voces y sujetos que propone nuevas formas de organización y proporciona lecturas críticas sobre la realidad que nos atraviesa. Y si hay una cosa todas hemos aprendido leyendo sobre ecofeminismos es que, este cuerpo diverso y plural, sus miradas nacen de la impugnación de un sistema brutal, capitalista, genocida, colonial y heteropatriarcal[1], que se produce y reproduce en base al dominio, la explotación y la desposesión. Ante las múltiples formas de dar respuesta a esta impugnación, algunas nos planteamos hacerlo desde el marxismo, desde la posición de ser feministas ecosocialistas revolucionarias, desde la voluntad de articular un ecofeminismo materialista, decolonial e internacionalista que nos permita articular una política de clase para el 99%.

Estas líneas que siguen recogen ideas, debates y reflexiones compartidas en esferas académicas, políticas y activistas, fruto de querer ampliar la discusión, de querer socializarla, conscientes de que parten de un pensamiento situado y territorializado en el Norte Global, que cambia y evoluciona.

1. Ecofeminismo materialista frente al capitaloceno

«Las ecofeministas explican las conexiones históricas, materiales e ideológicas entre la subyugación de las mujeres y la dominación de la naturaleza». Con esta frase, Christelle Terreblanche empieza a definir el ecofeminismo en Pluriverse: A Post-Development Dictionary (2019)[2] y genera un marco de discusión clave: ¿por qué hablamos de conexiones históricas, materiales e ideológicas?

El desarrollo de una propuesta ecofeminista materialista no se da en un espacio vacío. Nuestro espacio de debate se ve mediado por la constitución de un mainstream verde en el imaginario colectivo que, lejos de ser un elemento revolucionario y de transformación, han significado nuevas formas de enunciación y acumulación del capital.

La asunción de lo «verde» no se ha traducido en propuestas de enverdecimiento real de la economía, de reconocimiento de los límites biofísicos o de valorización de aquellos trabajos de sostenibilidad de la vida. Ha dado paso a procesos de mercantilización de lo verde y a la generación de nuevos espacios de acumulación, de nuevas burbujas especulativas sobre la naturaleza, la biodiversidad y el clima. La extracción de beneficios de los desastres naturales y sanitarios, de la disminución de reservas de agua y de la extinción de especies, a través de emisiones de deuda y la consolidación de nuevos mercados transnacionales ejemplifican a la perfección este proceso.[3]

Al mismo tiempo, ha impulsado una despolitización de la cuestión ambiental a través de la hegemonización de la narrativa del antropoceno y la construcción del capitalismo verde. Por una parte, la consolidación del discurso del antropoceno en el sentido común[4] ha cristalizado en la concepción de un nosotros abstracto y totalizante responsable de la crisis socio-ecológica, escondiendo todas aquellas no privilegiadas, deshumanizadas e invisibles que se han opuesto activamente a la destrucción de la naturaleza. Así, se genera un discurso de culpabilización ante un sujeto global, ahistórico y de naturaleza destructiva –la humanidad– que contamina en todos los territorios por igual, que privatiza, canibaliza, explota, destruye y colapsa el sistema-tierra de forma inevitable. Y por otra parte, la construcción de un capitalismo verde certifica la entrada de la cuestión ambiental como mercancía y se plantea su resolución en términos de laisser-faire del capital. El reconocimiento por parte del capital del problema del cambio climático no implica una internalización de sus externalidades ni mucho menos que se vuelva sostenible: significa que corporaciones transnacionales y organismos financieros observan las necesidades de inversión en adaptación y/o mitigación climática como nuevos espacios de acumulación. Por lo tanto, la acción queda limitada a todo aquello que no cuestione el modelo de raíz, planteando así soluciones tecnológicas desde una lógica de sustitución, sin planificar ni priorizar necesidades, ni cuestionar los impactos sobre cuerpos, comunidades y ecosistemas.

Así, los ecofeminismos materialistas se construyen desde la otredad. Se construyen visibilizando que la crisis socio-ecológica, que las crisis que nos rodean, tiene una raíz histórica, que son fruto de decisiones políticas y relaciones materiales –y simbólicas– desiguales, y que estas se han dado en un sistema jerárquico de significación. Un sistema que polariza diferencias entre sujetos y las plantea como separaciones naturales e irreconciliables que se corresponden directamente a y naturalizan las opresiones de género, clase, raza y naturaleza, respectivamente.[5] Por lo tanto, las lógicas de dominación, explotación y desposesión sobre los cuerpos y naturaleza responden a un ideal performativo: un sujeto autónomo en posesión de la razón –en cuanto a la ciencia, la tecnología y el derecho– y los medios de producción, con cuyas herramientas tiene el derecho a extraer el trabajo y el valor de lo que define como otredad.

Los ecofeminismos materialistas se articulan frente a una historia social, política, económica y cultural, desigual y violenta. Los ecofeminismos materialistas son una política emancipadora, una propuesta para el 99%, para las que sostienen el mundo.

2. Cuerpos y sujetos: ¿quiénes impulsan la transición?

Si la definición del sujeto revolucionario y de la clase han sido y son una de aquellas discusiones sin fin dentro de la praxis-teoría marxista; en los feminismos, observamos un proceso similar en la definición del sujeto emancipatorio y la comprensión de la experiencia encarnada, del cuerpo. Estos debates se reproducen y se complejizan, intentando dar respuesta a pregunta de qué sujetos van a impulsar la transición –o transiciones–. Pero, ¿en qué términos se da el debate?

Las miradas ecofeministas sobre la noción de trabajo son fundamentales para el debate. Desde un análisis histórico de la división sexual, racial y transnacional del trabajo, Plumwood en Feminism and the Mastery of Nature (1993) ponía de relieve la asociación del trabajo como aquello concebido exclusivamente como productivo, con valores de sociabilidad y promoción de la cultura del sujeto autónomo y autosuficiente, aquello que se daba fuera del hogar, en fábricas y oficinas. Aquellas tareas invisibles de provisión de bienestar, de reproducción social y sostenibilidad de la vida se comprenden como menos-que-trabajo, naturalizándolas, precarizándolas, convirtiéndolas en algo más fácilmente apropiable. Así, planteaba el trabajo desde la premisa de la propiedad y la percepción de devenir mercancía en el sí de un circuito económico globalizado.

Esta lectura lleva a la teórica ecofeminista Ariel Salleh a defender la necesidad de situar el trabajo invisible de la reproducción como un frente de batalla dentro de una política económica ecofeminista. A través del concepto de clase meta-industrial[6] busca dar reconocimiento a una clase sin nombre, a aquellos que realizan trabajos que tienen una mediación directa con los ciclos humanos y naturales y que, en su desarrollo, aseguran el mantenimiento de las condiciones necesarias para el sostenimiento de la vida. Es una clase trabajadora, de cuerpos colonizados y subalternizados; que se construye desde la otredad de no ser industrial, de realizar tareas de cuidado y subsistencia, y de la contradicción estructural constante de ser recurso esencial sin condición reconocida de sujeto político.[7] Así, dentro de la clase meta-industrial encontramos cuerpos feminizados, LGBTIQ+; cuerpos comunitarios, rurales, campesinos, indígenas y racializados; sujetos que con su acción enfrían la tierra.

Stefania Barca en Forces of Reproduction (2020)[8] plantea cuáles son los sujetos clave que muestran las contradicciones del sistema, que habitan sus márgenes y lo rechazan a través de sus prácticas cotidianas y formas de existencia. Estos sujetos que denomina las fuerzas de reproducción, son cuerpos racializados, feminizados, queer, asalariados y no asalariados, que hacen tareas humanas y no humanas que, con su agencia material, mantienen el mundo vivo. Son sujetos invisibles para el sistema y olvidados en la historia, sujetos en construcción producto de la confluencia de luchas (trans)feministas, indígenas, campesinas, sindicales, en defensa de los comunes, de justicia ambiental y en lucha contra la deuda, y de todas aquellas luchas por la dignidad de «vivir vidas que merezcan la pena ser vividas».

En el reconocimiento de estas clases y los cuerpos diversos que las integran se da un espacio común de trabajo: se comprende el trabajo de cuidados, de reproducción y sostenibilidad de la vida como trabajo, como trabajo que produce un valor metabólico necesario y que es trabajo climático.

3. Entre el reconocimiento y la redistribución ecofeminista: la cuestión del sujeto

En definitiva, si abordamos la cuestión del sujeto desde los ecofeminismos nos encontramos en un debate abierto. Un debate que se da desde posiciones teórico-académicas, desde las experiencias de lucha local pero también globales, y desde los nuevos espacios donde se desarrolla el conflicto capital-vida. Así pues, la discusión está dada y ante las reflexiones planteadas por autoras como Salleh y Barca, podemos problematizar la construcción del sujeto: ¿es correcto equiparar la necesidad de visibilización de los trabajos de reproducción y los cuerpos que los desarrollan a la constitución del sujeto revolucionario?

Sería un error considerar anecdótico la necesidad de reconocimiento de todos los trabajos de reproducción social y sostenibilidad de la vida que se dan en nuestro metabolismo socio-ecológico, junto a la voluntad de visibilizar los cuerpos que los realizan. Así, es necesario poner consciencia sobre los cuerpos que hacen posible la producción agroalimentaria, la pesca y la recolección, los trabajos domésticos y de cuidados, los trabajos de cuidado agroforestales y la silvicultura, las tareas de limpieza y saneamiento de los comunes –naturales y urbanos–, y que desarrollan tareas de provisión de bienestar comunitario fundamentales como la educación, la asistencia sanitaria, la recogida de residuos, etc.; entendiendo que son formas de trabajo reproductivas esenciales para el desarrollo de la vida humana en un contexto interdependiente y ecodependiente. Y sí, como recoge Barca en su planteamiento, son tareas humanas y no humanas, de ahí la necesidad de reconocer y visibilizar los procesos fundamentales que miles de especies hacen para el mantenimiento y sostenibilidad de nuestros ecosistemas. La cuestión de reconocimiento no es menor, es un reconocimiento amplio intraespecie pero también interespecie; pero el reconocimiento derivado de la realización de estas tareas no constituye el sujeto revolucionario.

Concebimos que el sujeto se construye en la lucha de clases, se construye a través de la autoorganización por la emancipación; no viene dado sólo por el desarrollo de un papel histórico y estratégico dentro de la estructura, sino por la disputa política colectiva que se da desde ese lugar. Así, el rol del reconocimiento en la concepción del sujeto es importante pero no es definitorio y, a riesgo de pecar de androcentrismo, puede llegar a exceder las realidades que intervienen en la lucha de clases.

Otro eje de problematización que podemos encontrar es la caracterización del sujeto. Las propuestas de clase que formulan Salleh y Barca surgen de hacer un repaso histórico a las formas de organización y las relaciones de poder, reconociendo, visibilizando y valorizando todo aquello que deviene otredad. Así, tanto la clase meta-industrial como las fuerzas de reproducción se configuran alrededor de la otredad, dibujándose sobre sujetos de características concretas y dándoles, a esas características, un potencial revolucionario y de transformación de per se. Pero, si bien observamos que la composición del sujeto revolucionario hoy está formada por una diversidad de cuerpos racializados, feminizados, campesinos, indígenas, asalariados y no asalariados, entre otras características, estas no son por ellas mismas constituyentes del sujeto.

No partimos de miradas ni esencialistas ni mecanicistas: si el sujeto se construye en la lucha, es en ella donde observamos y observaremos las características del sujeto revolucionario; siendo conscientes que es posible que encontremos que no todos los cuerpos respondan a ellas. Por lo tanto, la caracterización del sujeto no es estable ni responde intrínsecamente a lo que se considera otredad: se encuentra en movimiento, evolucionando constantemente dentro de los espacios de lucha de clases.

Al plantear los ecofeminismos como una política de clase para el 99%, en lugar de definir un nuevo sujeto ponemos de relieve cómo desde las coordenadas ecofeministas materialistas tenemos la capacidad de ampliar el sujeto de clase más allá de los sectores de trabajadoras. Esto adquiere especial importancia en un momento como el actual en el que, tal como describe Tithi Bhattacharya (2019), la producción de la vida cada vez genera más conflictos ante los imperativos de producción del capital. Es por este motivo por el que aquellos cuerpos que realizan las tareas de reproducción social y sostenibilidad de la vida se sitúan en una posición estratégica de lucha revolucionaria. Es en este punto donde las lecturas ecofeministas materialistas amplían la mirada sobre el sujeto; y es desde ahí, donde podemos trabajar en la organización de un sujeto político amplio y diverso con potencial revolucionario.

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/ecofeminismos-una-politica-de-clase/

 

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La economía verde empieza a brotar en Ucrania gracias a las mujeres

En Ucrania, sede de la industria pesada y de una de las mayores explotaciones mineras de carbón del mundo, unas apasionadas empresarias adoptan nuevos modelos de negocio, dando prioridad al medio ambiente y a las personas, contribuyendo con su labor a una Ucrania más sostenible.

Valentina y Tetiana Denysenko se vieron obligadas a huir de Donetsk, en el este de Ucrania, tras el conflicto armado que estalló allí hace siete años. Se trasladaron a la región de Kharkiv y establecieron una minigranja, Verde para ti, donde ahora cultivan lechugas, hierbas y brotes tiernos de verduras que se cosechan en cuanto empiezan a crecer. Cada mes, los restaurantes les encargan 300 kilos de productos.

La OIM ayudó a las hermanas Valentyna y Tetiana Denysenko a iniciar un pequeño negocio hortícola. Ahora suministran a los restaurantes hierbas para ensaladas y microvegetales.

Verde para ti
La OIM ayudó a las hermanas Valentyna y Tetiana Denysenko a iniciar un pequeño negocio hortícola. Ahora suministran a los restaurantes hierbas para ensaladas y microvegetales.

Svidomo Made en Ucrania

Como otros muchos proyectos e iniciativas de este tipo, Verde para ti recibe el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a través de su programa de empoderamiento económico que, en 2016, proporcionó equipamiento para la granja.

Con el fin de crear una red de empresas plenamente comprometidas, la agencia de la ONU puso en marcha en noviembre de 2020 un proyecto piloto denominado «Hecho de manera sostenible en Ucrania” (Svidomo Made), que dio lugar al desarrollo de la primera norma voluntaria de sostenibilidad corporativa para las pequeñas y medianas empresas del país.

Esta norma tiene en cuenta los Principios del pacto mundial de la ONU —que incluyen la protección de los derechos humanos, las prácticas laborales éticas, la responsabilidad medioambiental y la lucha contra la corrupción—, las mejores prácticas internacionales y la legislación nacional.

En una encuesta reciente, una cuarta parte de los consumidores ucranianos encuestados afirmó que se niega habitualmente a comprar un producto de una marca si no está de acuerdo con su posicionamiento ante cuestiones sociales y medioambientales. Al mismo tiempo, la mitad de los encuestados afirmó que el aspecto más importante de la responsabilidad social de las empresas es la protección de los derechos de los empleados y unas condiciones laborales dignas, mientras que un tercio indicó que la sostenibilidad y la protección del medio ambiente son importantes.

El estudio también mostró que el 75% de los líderes de las PYME están dispuestos a aceptar la norma voluntaria de sostenibilidad corporativa porque sus principios reflejan sus propios valores.

Gracias al proyecto Svidomo Made, los consumidores en Ucrania pueden saber qué negocios son innovadores y aportan soluciones ecológicas, como la producción de pajitas orgánicas hechas de plantas.
Made in Ukraine
Gracias al proyecto Svidomo Made, los consumidores en Ucrania pueden saber qué negocios son innovadores y aportan soluciones ecológicas, como la producción de pajitas orgánicas hechas de plantas.

El gran impacto de las pequeñas empresas

A través del proyecto Svidomo Made, los consumidores de Ucrania pueden conocer cuáles son las empresas que están innovando, y que adoptan soluciones sostenibles.

«El término ‘sostenibilidad empresarial’ suele asociarse a las grandes marcas y corporaciones», dijo Anh Nguyen, director de la oficina de la agencia en Ucrania. «La gente piensa que tiene poco que ver con las micro, pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, son el motor del desarrollo económico de Ucrania, ya que aportan más de la mitad del PIB del país. Así que, aunque el impacto de una sola micro o pequeña empresa pueda parecer pequeño, su impacto [medioambiental] combinado puede ser enorme».

Para Valentina Denysenko, de Verde para ti, la pequeña empresa que dirige con su hermana, el objetivo es apoyar el consumo y la producción sostenibles, utilizando únicamente envases ecológicos y tecnologías libres de residuos; además de concienciar a los niños sobre la importancia de aprender acerca el mundo que les rodea.

«Vamos a poner en marcha un proyecto piloto en dos colegios y ayudar a los niños a crear granjas urbanas en las aulas», declara Valentina. «La generación de los teléfonos inteligentes no saben cómo crecen las plantas, ni cómo acaban en las estanterías de los supermercados. Queremos educarlos y cambiar sus hábitos alimenticios, explicándoles que añadir ensaladas y microvegetales a su dieta diaria es bueno para su salud».

Acabar con la migración irregular en Ucrania

El desarrollo empresarial sostenible y la protección del medio ambiente no son los únicos intereses de la Organización Internacional para las Migraciones. Trabaja, además, en estrecha colaboración con el sector privado, con el fin de acabar con el trabajo forzoso y defender los derechos humanos de los trabajadores migrantes. Por ello, una parte importante del Svidomo Made consiste en sensibilizar a las empresas sobre las normas de empleo seguro y ético.

«Tenemos como objetivo mejorar el clima empresarial en Ucrania y crear alternativas a la migración irregular, que lleva a las personas a buscar una vida mejor, a menudo en el extranjero, donde acaban siendo víctimas de la trata, tanto fuera como dentro de Ucrania», manifiesta Anna Karelina, coordinadora del proyecto en la oficina de la OIM en Ucrania.

 Fuente: https://news.un.org/es/story/2022/02/1504122

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En la conservadora Rusia, los educadores liberales se quedan sin empleo

n el 2021, una maestra de la ciudad siberiana de Novosibirsk fue despedida luego de subir en internet un video en que aparece bailando mientras se quita la ropa hasta quedar en lencería.

La profesora de biología Olga Shchegoleva no duró más de seis meses en una prestigiosa escuela de San Petersburgo, de la cual tuvo que irse presionada por ser autora de un blog sobre educación sexual, un signo más del aumento de la intolerancia en Rusia.

En el blog, Olga Shchegoleva trata temas como la salud sexual, la anticoncepción y el uso de juguetes sexuales.

Está dirigido a personas adultas, lo que no impidió que varios padres se quejaran ante la dirección de la escuela, que forma parte del prestigioso conservatorio Rimsky-Korsakov de la antigua capital imperial rusa.

Shchegoleva dice que le gustaba su empleo y sus alumnos, pero sintió que no tenía más opción que renunciar.

“Existe la creencia de que los maestros no tienen vida o aficiones fuera del trabajo, y que hay algún estándar ético que no está oficialmente definido pero que los maestros deben seguir”, contó.

El caso de Shchegoleva no es único. La profesora de 31 años es una de cientos de educadores que recientemente fueron despedidos u obligados a renunciar por supuesta conducta inadecuada, una tendencia que refleja la creciente intolerancia y conservadurismo en Rusia bajo el presidente Vladimir Putin.

El Ministerio de Educación no respondió a un pedido de AFP sobre cifras, pero el presidente del sindicato de maestros rusos, Yuri Varlamov, dijo que los tribunales han emitido más de 2,000 sentencias sobre conducta inmoral en los últimos cinco años. La mayoría de los casos involucran a educadores, según Varlamov.

“El despido de maestros por comportamiento inmoral ha sido usado cada vez más por empleadores contra trabajadores indeseados”, aseguró.

La legislación al respecto es imprecisa, lo que deja la puerta abierta para despidos por una amplia gama de motivos.

En un caso destacado, una educadora de la ciudad siberiana de Omsk, quien también era de modelo de talla grande, fue presionada a renunciar cuando aparecieron en internet fotos suyas de tipo “pin-up”.

En el 2021, una maestra de la ciudad siberiana de Novosibirsk fue despedida luego de subir en internet un video en que aparece bailando mientras se quita la ropa hasta quedar en lencería.

Ese mismo año, una profesora de Sebastopol, en la península de Crimea anexada por Rusia, reclamó públicamente sobre su bajo salario. Fue interrogada por autoridades policiales y despedida.

Activistas dicen que hay educadores que han sido despedidos por su orientación sexual o por apoyar a la oposición.

Valores conservadores

Putin, apoyado por la Iglesia Ortodoxa, ha promovido los valores conservadores para generar respaldo entre su base, presentando a Rusia como la antítesis de los valores liberales de Occidente.

En el 2013, Rusia pasó una polémica ley que veda la promoción o exhibición de homosexualidad a menores. Activistas dicen que la ley puede ser usada para perseguir a los homosexuales.

Nikita Tushkanov, un profesor de historia y estudios sociales de Mukin, un asentamiento de la era soviética en el noroeste de Rusia, nunca temió criticar a las autoridades.

Con un brazo tatuado y una tendencia rebelde, el educador de 27 años dice que ha irritado a muchos de sus colegas que ya han pasado la edad de jubilación.

No ocultó su desaprobación por la promoción agresiva de la enseñanza religiosa ortodoxa en las escuelas y la militarización de la sociedad.

Dijo que algunos de sus colegas eran a veces racistas y criticó que los padres eran forzados a dar dinero para comprar materiales que deben ser cubiertos por el estado.

“Nuestro país gasta miles de millones de rublos para adquirir pistolas paralizantes, pero no puede comprar libros de texto para los niños”, declaró Tushkanov.

“Cállese o muera”

Cuando los opositores tomaron las calles para apoyar al detenido crítico del Kremlin Alexéi Navalni en enero del año pasado, Tushkanov hizo una manifestación de una sola persona en Mikun. “Cállese o muera”, decía un afiche en sus manos.

Su protesta por la detención de Navalni fue la gota que derramó el vaso para la escuela, según dijo.

Fue despedido dos meses después y sus intentos de apelar en la justicia terminaron sin éxito. No ha podido encontrar otro empleo.

Cuando intentó entrar a trabajar en una escuela, la directora recibió una llamada de la fiscalía. “Le dijeron que si me contrataba, tendría problemas”, afirma Tushkanov al contar lo que le dijo la directora.

Daniil Ken, jefe del sindicato de educadores y ligado a Navalni, aseguró que ha crecido la presión sobre los educadores. Indicó que una forma de evadir las leyes que protegen a los educadores es despedirlos por conducta inmoral.

Shchegoleva, la profesora de biología que ahora trabaja en una ONG, dice que el clima actual ha causado una sensación de estancamiento en la sociedad.

“Existe la impresión de que no es posible desarrollarse, avanzar, ser más moderno, más leal, más comprensivo y tolerante”, lamentó.

Fuente: https://gestion.pe/mundo/internacional/en-la-conservadora-rusia-los-educadores-liberales-se-quedan-sin-empleo-noticia/

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