¿Qué hace que los profesores se enamoren de enseñar? Una de las razones es la motivación intrínseca, que se origina al interior de la persona y está dada por el gusto por la tarea que se realiza. En el caso de la enseñanza, sería el interés y disfrute por ésta, el tener habilidades para desempeñarse como docente y el gusto por trabajar con niños o adolescentes. ¡Esto es lo que señalan algunos profesores como el motivo que los llevó a elegir Pedagogía y a permanecer en el aula!
Jesús Melo, es una de ellas. Esta profesora que está en primer año de ejercicio dice que “no era solo que me gustaban los niños o enseñar, sino que me encantaba y me encanta entrar a la sala y explorar. Siempre me gustó trabajar con materiales, querer enseñar a los demás y cuando un día me puse a ver fotos de niña, me di cuenta que en todas salía jugando a hacer clases o enseñando en mi casa diversas cosas que exploraba y que quería que todos conocieran. Siempre me gustó saber el por qué de las cosas, así que decidí estudiar Pedagogía para estar rodeada de niños y sobre todo, para compartir lo que me apasiona y hacer que otros se apasionen conmigo”.
Dayana Oporto, docente con cinco años de ejercicio profesional, tuvo una motivación similar. “Me motiva entregar valores a los niños, transmitir mis aprendizajes y dejar en ellos una huella. Enseñar en Básica es como estar en familia, tienes cercanía y eso también me motivó”. Para Dayana, el recuerdo de su profesora de Educación Básica también fue un argumento de motivación para elegir Pedagogía. “Me gustaba su manera de trabajar porque era didáctica y usaba material concreto, todavía me acuerdo de la canción de las preposiciones que nos cantaba”, agrega.
Valeska Díaz es Educadora de Párvulos hace cuatro años, para ella la Pedagogía va de la mano de la motivación de cada docente. “Me motiva el trabajo con los niños y generar vínculos, es gratificante sentir el cariño que sienten por uno, enseñarles habilidades y los primeros pasos que son significativos a esa edad; yo por ejemplo todavía recuerdo a mi profesora del Kinder, entonces quiero que ellos me recuerden como una profesora afectuosa y que les entregó todo lo que tenía en mí”.
Motivación intrínseca reforzada por el trabajo colaborativo
Según Sharath Jeevan, fundador de STiR Education y autor del libro “Intrinsic”, la motivación interior o intrínseca es la que les impulsó un día a los docentes a elegir una carrera de Pedagogía. Para uno de los profesores que trabaja con Jeevan, “la motivación intrínseca es algo que no puede desarrollarse conceptualmente: tiene que desarrollarse y experimentarse mediante la práctica profesional”. Eso lo notó también Jeevan cuando descubrió que trabajando en red los docentes podían volver a enamorarse de su carrera y que aquello permitiría a los estudiantes enamorarse de aprender y no solo eso, les haría generar aprendizajes para toda la vida.
Jeevan se dio cuenta que los docentes abandonan el aula si tienen la oportunidad, entonces decidió formar una red de profesores para obtener mejores prácticas educativas a pequeña escala que podrían ayudarles a potenciar las clases. Con el tiempo, la red permitió a los docentes ver —otra vez— por qué se habían convertido en profesores en primer lugar, ya que las comunidades de prácticas locales activaban y sostenían la motivación intrínseca de los docentes.
¿Cómo impulsa esta red la motivación de los docentes?
Dándoles autonomía para adaptar estos principios a sus propios contextos y colaborando durante el proceso con sus compañeros. En una red compuesta por 30 docentes repartidos en diferentes escuelas, deciden qué hacer en el aula, discuten y comparten nuevas ideas, practican juntos, se comprometen entre ellos y se observan en aula para reforzar el cambio de comportamiento. Además, esto les permite desarrollar prácticas reflexivas, resolución de problemas, colaboración, autoeficiencia y mentalidad de crecimiento. Según un docente que participa de estas redes “la motivación intrínseca, estos momentos de iluminación, es posiblemente lo más importante”.
Con la motivación intrínseca del profesor, la práctica docente y los resultados de aprendizaje de los estudiantes se da un círculo virtuoso: por un lado, el educador hace el mayor esfuerzo para que los estudiantes aprendan; luego las pequeñas mejoras en la enseñanza o en la práctica mantienen la motivación intrínseca del profesor; y finalmente los docentes ven que los estudiantes aprenden, entonces su práctica mejora la motivación. Gracias a ese círculo, 200.000 docentes de India, África Oriental e Indonesia volvieron a amar la enseñanza al reavivar su motivación intrínseca; y aquello permitió que 6 millones de niños desarrollaran amor por el aprendizaje, según cifras de STiR Education cuyo objetivo es llegar a 60 millones de niños para 2025 y a 300 millones para 2030.
Fuente de la Información: https://eligeeducar.cl/historias-docentes/la-motivacion-por-ser-docente/
El papel de las actividades extraescolares en el futuro educativo de los hijos
Los expertos aconsejan tener en cuenta los gustos y preferencias de los menores para que vayan con entusiasmo y aprendan.
Cada vez son más las familias que, a la hora de elegir el centro educativo para sus hijos, miran con lupa la oferta extraescolar. Y no es para menos. La conciliación depende en gran medida de los servicios que ofertan los colegios. De hecho, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, más del 90% de los alumnos de enseñanza obligatoria hacen alguna actividad extraescolar, mientras que algo más de la mitad acuden dos o más veces a la semana a clases extraescolares.
«Siempre se intentan cuadrar los horarios escolares a los laborales. Aunque es un grave error, la realidad es la que es», reconoce Ana María Reynoso, profesora del Grado en Pedagogía de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Aún así, la experta señala que padres y madres, en la medida de lo posible, «deben tener en cuenta la edad de los niños y sus gustos a la hora de apuntarles a una actividad».
De hecho, «hasta que no finalicen la etapa de Educación Infantil, si es posible, la mejor opción es no apuntarles a nada. Los niños tan pequeños tienen que estar jugando al aire libre, en el parque -asegura la experta-. Toca dejar el móvil a un lado y centrarse en ellos. Es verdad que es una etapa agotadora, pero no vuelve, y es encantadora. Una pena que por el estrés diario no la valoremos en todo su esplendor».
Potenciar un talento
Después, aconseja Reynoso, lo mejor es consensuar con el niño la extraescolar a la que puede ir, «preguntándole previamente, teniendo en cuenta sus gustos». «Hay veces que reducimos las extraescolares a clases particulares para reforzar aprendizajes que en el colegio van mal, y nos olvidamos de que es mejor potenciar talentos que no reforzar siempre debilidades», señala. Es decir, si le cuesta inglés, no conviene apuntarle a una extraescolar de dicho idioma porque acabará frustrándose.
«No se trata solo de que las extraescolares actúen de refuerzo académico. Si le gusta la danza, la pintura, las manualidades… lo mejor es apuntarle a una extraescolar que potencie ese gusto que tiene por el arte», aconseja. Tocar algún instrumento u optar por teatro son «actividades donde se refuerza la lectura, la creatividad, el autoconocimiento…Les parecerá un juego, pero dentro se enmarcan grandes aprendizajes».
Si lo que la familia busca es una extraescolar en la que el niño refuerce un idioma, «ya que es algo que necesitará en su vida laboral», toca ingeniárselas. «Si a tu hijo no le gusta aprender otro idioma -recuerda la pedagoga-, habrá que buscar algo que le motive y con lo que indirectamente aprenda, como apuntarlo a una actividad deportiva con niños que hablen en inglés».
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir la extraescolar, es ser muy consciente de que los niños cambian y si a principio de curso querían baloncesto y luego piden fútbol, es normal. «No pasa nada porque cambien de opinión. Por eso, es importante que los niños puedan probar para que, así, las familias puedan decidir», señala Reynoso, que recuerda también la importancia de optar por actividades que van a robar mucho tiempo a las familias: «Hay que tener en cuenta si una opción acarrea competiciones los fines de semana o entrenamientos».
Influencia futura
Y es que a las extraescolares hay que ir contentos, con entusiasmo y ganas porque, según un estudio de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC), tienen un papel relevante en el desarrollo de los niños porque les ayudan a descubrir intereses y potencialidades mientras favorecen su autonomía, su autoestima y el máximo desarrollo de sus capacidades. «Pueden completar e impulsar la formación y el desarrollo de los menores, además de contribuir a formar personas únicas y con un perfil formativo diferenciado, lo que favorece su futura inserción social y laboral», afirma Sylvie Pérez, profesora de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC.
Por suerte, la oferta de las extraescolares hoy en día es muy amplia: intelectuales, como lectura, idiomas, ajedrez, programación o robótica; artísticas, tales como teatro, pintura, cerámica, música, danza, poesía, diseño; o deportivas, entre las que ya no se encuentran únicamente las tradicionales fútbol o baloncesto, sino también atletismo, ballet, natación, tenis o patinaje.
«Lo importante de la extraescolar es que motive al menor, que le proporcione esas otras cosas que no tiene en su jornada escolar pero que son vitales para su desarrollo como es saber relacionarse con los demás, que les ayude a superar su timidez, a trabajar en equipo, a tener un estilo de vida saludable… Es decir, todo lo que tiene que ver con la inteligencia emocional. Y todo ello desde bien pequeños», concluye Reynoso.
Fuente: Ana I. Martínez / abc.es
Fuente de la Información: https://www.redem.org/el-papel-de-las-actividades-extraescolares-en-el-futuro-educativo-de-los-hijos/
México como inviiRegresa la Feria del Libro de Bogotá. Este año la fiesta cultural también se vivirá en las regiones
México será el país invitado de honor a este gran evento que se realizará entre el 18 de abril y el 2 de mayo en Corferias. Escritores de 25 países harán parte de la programación.
Alrededor de 1.800 actividades, que hacen parte de una nutrida programación cultural, jornadas profesionales orientadas a un público especializado y una oferta editorial que ocupa 53 mil metros cuadrados del recinto ferial, le dan vida a una nueva edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), que en 2023 celebra 35 años. Sus organizadores, la Cámara Colombiana del Libro CCL) y Corferias, dieron a conocer la imagen oficial: un afiche que evoca el arte del cartelismo.
El evento contará con la participación de más de 500 invitados nacionales e internacionales de 25 países: autores de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Corea, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Israel, México, Mozambique, Nigeria, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido, República Checa, Uruguay, Venezuela y Vietnam. Entre ellos se encuentran la escritora y comunicadora científica argentina Paula Bombara, la académica brasileña Djamila Ribeiro, el ilustrador ecuatoriano Roger Ycaza y los españoles Carmen Posadas, novelista, y el divulgador científico, Javier Santaolalla.
A estos nombres se suman el del británico Richard Firth-Godbehere, investigador y miembro asociado del Centro de Historia de las Emociones; el estadounidense David Wallace-Wells, una de las voces más prolíficas sobre el cambio climático; la nigeriana novelista, cuentista y escritora feminista de no ficción Chimamanda Ngozi Adichie; y la novelista y chef quebequense de origen vietnamita, postulada al Nobel de Literatura Alternativo, Kim Thúy.
En cuanto a literatura infantil y juvenil, estarán la argentina ganadora del premio Hans Christian Andersen María Teresa Andruetto, la escritora chilena Sara Bertrand, la ilustradora brasileña Mariana Massarani, la checa Renáta Fučíková, el polifacético artista francés Benjamin Lacombe y la narradora venezolana Jacqueline Goldberg.
Por Colombia, algunos de los invitados colombianos son Juan Miguel Álvarez, Vito Apüshana, Piedad Bonnett, Ana Lucía Caicedo, Santiago Escobar-Jaramillo, Santiago Gamboa, Carlos Granés, Marita Lopera, Oscar Pantoja, Pilar Posada, Pilar Quintana, Carolina Sanín, Juan Gabriel Vásquez, Jorge Velosa y Velia Vidal.
También se vivirá en las regiones
De manera paralela a la agenda de Corferias, se realizará FILBo Ciudad y FILBo Región, dos eventos que llevarán la Feria y a sus invitados a colegios, librerías, bibliotecas y espacios culturales de varias ciudades y municipios del país. “Niños, jóvenes, adultos, familias enteras y los diferentes públicos convergerán en una edición única llena de actividades y experiencias”, dijo Andrés López Valderrama, presidente ejecutivo de Corferias. El tema principal de esta edición serán las ‘Raíces’ (indígena, española y africana), conversaciones sobre sostenibilidad, medioambiente, género y paz; y arraigos y desarraigos de las personas que migran.
Adicionalmente, precisó Emiro Aristizábal, presidente ejecutivo de la CCL, será posible “conocer el estado actual de la industria editorial, de la mano de los expertos que vienen a nuestras jornadas profesionales”. El emprendimiento editorial, la traducción editorial, los derechos de autor y la ilustración serán algunos de los temas centrales de las 13 jornadas previstas, entre seminarios, charlas, congresos y el Salón Internacional de Negocios, que se realizarán entre el 19 y 29 de abril.
Habrá más de 90 actividades en FILBo Ciudad, en librerías, bibliotecas, colegios y universidades; y 13 en FILBo Región en Barranquilla, Cali, Cartagena, Cúcuta, Medellín, Pasto, Pereira y Popayán. – Foto: Cortesía Corferias
México, invitado de honor
La presencia de México en la FILBo 2023 es organizada por el Fondo de Cultura Económica, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y la Secretaría de Cultura de México. El país invitado de honor tendrá una librería con cerca de 30.000 ejemplares, presentaciones y charlas con autores, exposiciones artísticas, espectáculos musicales, muestras gastronómicas y una delegación de más de 200 personas relacionadas con la cultura mexicana, quienes harán parte de más de 150 actividades, en un pabellón de 3.000 metros cuadrados.
Entre los autores mexicanos invitados están confirmados Antonio Malpica, uno de los más importantes autores de literatura infantil y juvenil de América Latina; Karina Sosa, ganadora del Premio Amazon como Primera Novela 2021 y Bernardo Esquinca, maestro de la literatura de terror. También confirmaron el conferencista y motivador Daniel Habif, la periodista y defensora de los derechos de las mujeres Lydia Cacho y el premiado novelista y ensayista Jorge Volpi.
Fuente de la Información: https://www.semana.com/hablan-las-marcas/articulo/regresa-la-feria-del-libro-de-bogota-este-ano-la-fiesta-cultural-tambien-se-vivira-en-las-regiones/202300/
Los condados de Hertford y Northampton tienen como objetivo eliminar las suspensiones de la primera infancia
Katie Duques
Los estudiantes negros se ven afectados de manera desproporcionada por las suspensiones y expulsiones en la primera infancia. Ahora, un proyecto que tiene como objetivo reducir o eliminar el uso de dicha disciplina excluyente entre los niños en edad preescolar está en marcha en dos condados de mayoría negra.
Ebonyse Mead es presidenta de EEI, pero trabajó durante varios años con North Carolina Partnership for Children. Así fue como conoció a Stacey Henderson, directora ejecutiva de Hertford-Northampton Smart Start Partnership for Children.
Cuando EEI comenzó a desarrollar un modelo a principios de 2022 para reducir el uso de la disciplina excluyente en entornos de educación y cuidado infantil, Mead le preguntó a Henderson si estaría dispuesta a participar.
Henderson se describe a sí misma como “protectora” de las personas en los condados de Hertford y Northampton. Pero ella ya confiaba en Mead y apreciaba que el modelo se construyera en torno a la experiencia vivida por las personas de su comunidad.
“ Estoy emocionado de que hayan elegido esta área porque estamos excluidos de todo”, dijo Henderson. “Creo que la gente simplemente nos deja fuera, por lo que esta oportunidad es muy necesaria”.
Comienza con la comprensión del problema.
‘Suspensiones como primer recurso’
Como ha informado EdNC , los mejores datos disponibles sobre suspensiones y expulsiones en entornos de cuidado y educación temprana provienen de la Oficina de Derechos Civiles (OCR) del Departamento de Educación de EE. UU.
El informe más reciente de OCR sobre la disciplina de exclusión es para el año escolar 2017-2018 y solo incluye información sobre los 28,385 estudiantes de Carolina del Norte inscritos en aulas de prekínder operadas por un sistema de escuelas públicas. Eso es solo el 20% de los niños de 4 años del estado, y ningún niño de 0 a 3 años.
Según los datos, 89 estudiantes de prekínder recibieron una o más suspensiones fuera de la escuela durante el año escolar 2017-2018. No se reportaron expulsiones. (Las expulsiones de niños menores de 14 años fueron legalmente prohibidas por una ley estatal en 2011).
Los niños afroamericanos representaron casi la mitad (47 %) de todas las suspensiones registradas, a pesar de ser solo el 11 % de los niños en el estado. Además, el 40 % de los estudiantes de prekínder suspendidos tenían discapacidades legalmente reconocidas.
Carolina del Norte no tiene un sistema para monitorear las suspensiones de niños menores de 4 años o del 80% de los niños de 4 años que no están inscritos en una clase de prekínder administrada por un distrito escolar.
“Obtener los datos de las suspensiones no es fácil”, dijo Mead. “Sabes que la gente está suspendiendo a los niños, pero nadie quiere decírtelo”.
Un desafío es que muchas suspensiones no se registran oficialmente como tales, en parte debido a cómo los entornos de cuidado y educación temprana a menudo manejan la disciplina.
“Cuando llamas a alguien para que venga a buscar a su hijo por el resto del día, eso es una suspensión”, dijo Henderson. “Ya sea que se hayan tomado el tiempo de escribir ese papeleo o no, eso es una suspensión”.
Y como explicó Mead, en lugares donde el personal y los recursos están bajo presión, los miembros del personal pueden “utilizar las suspensiones como primer recurso” para manejar los problemas de comportamiento.
Ayudar a las partes interesadas en la educación en todos los niveles a comprender la omnipresencia de la disciplina excluyente, especialmente cuando se confía en datos anecdóticos en lugar de números reales, es un desafío.
“Así que ahí es donde tenemos que romper el muro”, dijo Henderson. “No entienden, y ahí es donde hay que romper los muros”.
‘Hay que cambiar de mentalidad’
El proyecto Hertford-Northampton se encuentra en su primer año, inicialmente capacitando al personal de Smart Start Partnership, luego creando y capacitando a un “equipo de planificación estratégica” de miembros de la comunidad.
La capacitación que brinda EEI enfatiza la comprensión de los orígenes históricos de las identidades racializadas en Estados Unidos y cómo las percepciones de esas identidades pueden afectar la forma en que los sistemas educativos se involucran con los niños negros.
“Estamos desarrollando la capacidad del personal y el equipo de planificación estratégica para comprender cuáles son los problemas a nivel nacional y estatal”, dijo Mead, “y nos ayudarán a comprender los problemas que se encuentran dentro de su comunidad”.
Si bien Henderson dijo que sabía sobre el papel que podría desempeñar la raza en las prácticas disciplinarias excluyentes antes de que ella y su equipo comenzaran a entrenar con EEI, la capacitación ha profundizado su comprensión del problema.
“Hay algunos juicios previos, algunos comportamientos anticipados que quizás los educadores observen antes de que los niños lleguen a la escuela”, dijo Henderson. “Estamos aumentando la conciencia al respecto. Ahora, ¿qué vamos a hacer al respecto? ¿Y cómo podemos crear conciencia sobre esto antes de que estos bebés lleguen a la escuela?”
Como dijo Mead: “Para cambiar las prácticas, hay que cambiar la mentalidad”.
Henderson y su personal han utilizado lo que han aprendido para reclutar al equipo de planificación estratégica, miembros de la comunidad con una conexión con el cuidado y la educación de la primera infancia que serán fundamentales en el diseño de la segunda fase del proyecto y luego en la implementación de la tercera fase.
“Cada comunidad es diferente”, dijo Mead. “Por eso es tan importante desarrollar un equipo de planificación estratégica en el primer año”.
El equipo de Hertford-Northampton está formado por mamás y papás (uno de los cuales trabaja como camionero), proveedores de cuidado infantil, educadores e incluso un comisionado del condado.
A los miembros del equipo de planificación estratégica se les paga por el tiempo que dedican a la capacitación y la experiencia que sus experiencias aportan al proyecto.
Cuando completen su capacitación, pasarán el segundo año desarrollando un plan para que su comunidad se aleje del uso de la disciplina excluyente en los entornos de cuidado y educación de la primera infancia. Ese trabajo también será remunerado. Luego, su plan se implementará en el tercer año, con un enfoque en la sostenibilidad más allá de la finalización oficial del proyecto.
Henderson dijo que el mayor cambio que ha observado hasta ahora es el reconocimiento de que la disciplina excluyente se usa en entornos de cuidado y educación de la primera infancia, y que es un problema.
“La gente piensa que esto es normal, algo regular”, dijo Henderson, “y no es regular”.
Fuente de la Información: https://www.ednc.org/2023-03-24-hertford-northampton-counties-eliminate-early-childhood-suspensions/
Esta fue la región que más tardó en reabrir sus aulas. Tres años después del inicio de la crisis sanitaria, ocho expertos analizan la situación: aumentó la deserción escolar y la brecha digital.
Guatemala cerró las escuelas por la pandemia el 16 de marzo de 2020. Tres meses después, el maestro Edvin Mó ya había creado todo un plan alternativo a la propuesta de Aprende en casa del Ministerio de Educación. “Mis niños jamás las habrían entendido, no estaban contextualizadas”, cuenta por teléfono. Así que decidió armar grupos de tres o cuatro alumnos de la Aldea Chixajau, en el departamento de Alta Verapaz, e ir a darles clases. “Nos poníamos mascarillas y llevaba un tablero, no me importó exponerme al virus. Era la única forma de que sintieran que algo era normal”, recuerda. A 1.500 kilómetros de ahí, en el Estado mexicano de Nueva León, Ariana Lucio Muñoz, también decidió reescribir los cuadernillos que llegaron a su escuela rural apenas a finales de año. “Nada del material online nos servía. Casi nadie en la comunidad tiene internet. Tuvimos que buscar nosotros mismos las estrategias”, cuenta por videollamada.
La pandemia le dio la vuelta a todo. Y la educación no fue una excepción. América Latina y el Caribe fue la región que más tardó en reabrir. Aunque era injusto pedirle a los gobiernos preparación los primeros meses, tanto profesores como alumnos, sobre todo en las zonas rurales del continente, criticaron la lejanía de los ministerios de Educación. Sienten que no tuvieron en cuenta el contexto particular de los 170 millones de niños y adolescentes y su ritmo de aprendizaje.
Un niño toma clases con el maestro Edvin Mó en Guatemala.EDVIN MÓ
La pandemia y las necesidades económicas expulsaron de la escuela a más de tres millones de niños en edad lectiva en los últimos tres años. Actualmente, según datos del Banco Mundial y la agencia de la ONU de la infancia, Unicef, hay 15 millones de niños y adolescentes que no van al colegio. Es una cifra similar a la población de Ecuador. Para Alejandra Meglioli, directora del programa regional de calidad e impacto de Save the Children,hablar de deserción es eufemístico: “Son niños a los que el sistema no supo mantener en las clases, es exclusión”. Las consecuencias de esa salida temprana son muy diferentes según el sexo: ellas suelen quedarse embarazadas o dedicarse a los cuidados del hogar, mientras que ellos salen a trabajar, principalmente en el campo. En la casa o cosechando, la pandemia les robó la infancia.
El mismo informe del Banco Mundial y Unicef arroja unas cifras preocupantes: cuatro de cada cinco niños menores de 10 años no son capaces de leer un texto corto. Para Ítalo Dutra, asesor regional de Educación para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, este dato es “alarmante”: “Ya teníamos una crisis de aprendizaje muy fuerte. Nuestro desarrollo económico y social ya estaba estancado por ello. No invertir en los más pequeños es perpetuar la escasa movilidad social, que accedan a peores trabajos, que cobren menos… Que siga el mismo ciclo de pobreza”. El impacto económico es inabarcable. De acuerdo una estimación de Jaime Saavedra, director general de Educación del Banco Mundial, la generación de niños que se ha quedado atrás en los países de bajos recursos provocará una pérdida de 11 trillones de dólares. “En algunos países, es como si la pandemia hubiera borrado diez años de progreso”, explicó en una entrevista con The Economist.
Un grupo de niños en un aula después del confinamiento por la pandemia, en Rosario (Argentina), el 15 de marzo de 2021.EUROPA PRESS
En países como Perú, donde las escuelas estuvieron alrededor de dos años cerradas —más que discotecas o peluquerías— ya hay algunas señales de la herida que esto dejó en el aprendizaje. Carla Gamberini Coz, directorra ejecutiva y cofundadora de MásEducaciónPe, explica que, a finales del año pasado, la Evaluación Virtual de Aprendizaje (EVA) que se hizo al 48% de alumnos de segundo de Primaria y segundo de Secundaria encontró datos inquietantes. “El rendimiento promedio en comprensión lectora cayó 16 puntos desde 2019, que fue la última vez que se hizo esta prueba. Es un salto grande, teniendo en cuenta que, entre 2015 y 2019, la diferencia había sido sólo de 0,3 puntos”, comenta. En matemáticas, la situación fue similar: la tendencia bajó en 13 puntos. Pero lo que más intranquiliza a Gamberini es la parte emocional. “Los datos señalan que solo uno de cada diez chicos es capaz de controlar sus emociones y que solo dos de cada diez tiene la posibilidad de hacer amigos fácilmente”, recuerda.
En Perú, además, este antecedente se combina con otras malas noticias: como en una especie de déjà vu, varios colegios volvieron a cerrar, no por la pandemia, sino por las torrenciales lluvias y las protestas que trajo la crisis política del país. “Contrario a lo que se dijo durante la covid, que se había visibilizado finalmente la importancia de la educación, ante cualquier nuevo problema, Perú, en vez de evitar cerrar las escuelas o evitar retrasar el inicio de la escuela, lo que ha hecho a nivel regional es no empezar la educación de nuevo”, apunta.
Por su parte en Colombia, la deserción también aumentó durante la pandemia, aunque más en el sector privado que en el público. Según explicó el Ministerio de Educación a América Futura, mientras en la enseñanza oficial la deserción entre los años 2020 y 2021 aumentó hasta 4,1% (después de fluctuar históricamente alrededor de 3,1%), en el sector no oficial “hay un claro salto del 2019 al 2020 pasando de 2,6% al 5,7%”. “Este comportamiento puede estar relacionado con la capacidad económica de los padres de familia para mantener a los estudiantes en los colegios no oficiales. Adicional, en el 2021, se mantiene esta tendencia de subida llegando hasta el 6,1%”, aseguran.
Brecha digital
Si hay alguna brecha en el continente que se ahondó durante la pandemia fue la digital. La covid forzó la digitalización y el estudio remoto en países con bajísimas tasas de acceso a internet. En Brasil, uno de cada tres ciudadanos no puede conectarse. En Guatemala, esta cifra alcanza el 50%. Y en Perú, el 25%. “Este modelo de educación remota dejó a mucha gente afuera, sobre todo a los niños más pequeños”, añade Dutra.
La profesora Ariana Lucio Muñoz, del Estado mexicano de Nueva León, siente que su aula fue una de esas que quedaron en los márgenes. “Sentí mucha frustración. Nos sentimos más desaventajados que nunca, nos hablaban de dar clases por Zoom cuando ni los profesores sabíamos cómo usarlo ni los alumnos tenían desde dónde conectarse”, lamenta. “Siento que el plan b se pensó para otra realidad, definitivamente no para la de la ruralidad”.
Sofialeticia Morales Garza, secretaria de Educación de ese mismo Estado, celebra que prácticamente el 100% de los estudiantes volvió a la presencialidad. “La sensibilización con los padres jugó un papel importantísimo. A fin de cuentas, eran ellos los que tomaban la última decisión de mandar o no al menor”, explica por videollamada. Para Morales, hay dos retos fundamentales en su mandato: traer a las escuelas a los más de 9.000 adolescentes que la abandonaron y aplicar modelos híbridos como elección y no por necesidad: “Queremos apostarle a eso porque es lo que pide la educación del siglo XXI”.
“El debate de digitalizar la educación no es nuevo”, cuenta Bibiam Díaz, especialista en educación de CAF-banco de desarrollo de América Latina. “La incorporación de la tecnología al aprendizaje fue de lo más desigualador, pero hoy es una oportunidad. Y hay muchos países que están haciendo verdaderos esfuerzos en reducir precisamente esta brecha”, apunta.
Sin embargo, la brecha digital no implicó una caída de matrículas en el área rural en países como Colombia. “Inclusive, se observa que el gran peso de la disminución en la matrícula (126.685 estudiantes en el periodo evaluado), es mucho mayor en la zona urbana (108.182), mientras que 18.503 corresponden a zona rural”, indica el Ministerio de Educación.
Un padre ayuda a sus hijos a estudiar en casa, durante la pandemia de la covid-19, en Bogotá (Colombia), el 13 de junio de 2020.CARLOS ORTEGA (EFE)
Un nuevo paradigma, ¿una nueva educación?
El escenario educativo dio un giro de 180 grados. Sin embargo, los expertos señalan que existen infinitas posibilidades de aprovechar el paradigma actual y darle forma a la escuela latinoamericana postpandémica. Para ellos, son cuatro las características fundamentales que debe tener una nueva educación: una escuela que sea flexible para las necesidades individuales, un plan de estudios que desarrolle las habilidades y competencias, capacitaciones a los docentes para que no sientan que están solos y un protocolo que acerque las aulas a la comunidad. “La realidad de una escuela en el Chocó [Pacífico colombiano] no tiene nada que ver con otra en Bogotá”, añade Díaz. “El acceso y las oportunidades tienen que ser las mismas”.
Daniela Trucco, oficial superior de Asuntos Sociales de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal), y quien hizo parte de una publicación sobre la educación en la región durante la pandemia en la que se dan unas recomendaciones sobre cómo transformar la enseñanza, también arroja unas señales. Lo primero es hacer pruebas diagnósticas para conocer cuáles son los vacíos de aprendizaje de niños y niñas. Pero, más allá de eso, aclara, se deben conseguir mayores apoyos en las escuelas para estar pendiente del bienestar socioemocional de la comunidad. “Lo ideal sería un psicólogo independiente por escuela pero, como es difícil, la educación se debe articular con las políticas del sector salud”.
Además, sugiere que se debe reforzar la plantilla de docentes, ya que no todos necesariamente tienen las capacidades para abordar las necesidades de los estudiantes, “tanto en su salud, como en la recuperación del aprendizaje”. Lo más importante, sin embargo, es lo que se ha dicho incluso antes de la pandemia: que se invierta en educación, pero “con una mirada de transformación, no de recuperar el status quo antes de la covid-19, sino de una educación más inclusiva”.
Olga Cantó y Libertad González, que han coordinado un estudio sobre el coste de la pobreza infantil para la economía, hablan sobre sus resultados y el auge del análisis de la desigualdad en los últimos años
Docentes universitarias, economistas, investigadoras y líderes de amplios grupos académicos sobre pobreza, desigualdad y políticas públicas. Olga Cantó (1970) y Libertad González (1975) atienden a elDiario.es días después de presentar un innovador estudio coordinado por ambas sobre el coste económico de la pobreza infantil en España. Una injusticia social y una vulneración de derechos de los menores, reiteran ambas, pero también una ineficiencia económica que resta miles de millones a la economía cada año.
La pobreza infantil no solo lastra de manera injusta a quienes la sufren, explican las académicas, sino también al conjunto del país con trabajadores más precarios, más desempleo y mayores problemas de salud que atender, entre otras consecuencias. Poner esta factura en números, en una oferta pública para el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, con colaboración de la Fundación La Caixa, no solo es pionero en España sino que rompe con dogmas capitalistas del pasado.
En su estudio concluyen que la pobreza infantil no solo es injusta para quienes la padecen, sino que también es claramente ineficiente desde un punto de vista económico. Estiman que nos cuesta a todos unos 63.000 millones de euros al año.
Libertad González: Con los datos que se habían publicado hasta ahora sobre la incidencia de la pobreza parecía como si fuera un tema que importa solo a un segmento de la población, quienes la sufren. Y, si te convences de que es relativamente poca gente, aunque no lo es porque en España la incidencia es muy alta, puede parecer que afecta solo a una parte pequeña de la población. Aquí lo que intentamos era mostrar que no solo afecta a las personas que viven directamente en situaciones de pobreza, sino también a la prosperidad económica de toda la sociedad.
Lo hace través de distintos canales, como con impactos sobre la productividad, menor crecimiento económico y el nivel de desarrollo de la economía en su conjunto. Pero afecta también a la recaudación impositiva, al gasto sanitario, al gasto social… Toda la sociedad se puede beneficiar de reducir los niveles de pobreza infantil, porque es un coste para todos.
Una lectora nos destacaba que la pobreza es en sí una vulneración de derechos, a la que habría que combatir aunque costara dinero. ¿Por qué era importante medir esta ineficiencia económica?
Olga Cantó: Libertad ha tocado un punto clave, mostrar que la pobreza afecta a toda la sociedad, y añadiría aquí que estamos indagando en la conexión entre la desigualdad y la pobreza con la eficiencia económica que hasta principios de la segunda década de este siglo estaba muy escondida en el análisis económico. La desigualdad parecía como una especie de externalidad negativa de un sistema capitalista competitivo, donde se quiere llegar a la mayor eficiencia posible y la pobreza parecía que no afectaba a este resultado. Pero es que la pobreza sí que afecta a la eficiencia económica.
Los países que realmente consiguen desarrollar su sociedad son países que intentan, por supuesto, tener una producción más eficiente, pero a su vez tienen unas políticas que son inclusivas. Y lo vemos en esta línea que estamos explorando sobre desigualdad-pobreza-eficiencia, que era muy evidente desde hace ya mucho tiempo, pero los organismos económicos, como el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, no lo ponían en el foco.
Los países que realmente consiguen desarrollar su sociedad son países que intentan, por supuesto, tener una producción más eficiente, pero a su vez tienen unas políticas que son inclusivas
Ese coste de la pobreza para toda la economía lo cifran en alrededor de unos “1.300 euros por persona al año” en España.
Olga Cantó: Es importante poner en el foco en el coste de no hacer nada, que es como invisible, la población no lo percibe. Y es muy importante. Pasó por ejemplo cuando de pronto se lanzó el cheque bebé en 2007. Hubo mucha discusión sobre si se debía dar prestaciones a los más ricos y nadie se había planteado que en el impuesto sobre la renta las familias más ricas ya tenían una desgravación por hijo y por lo tanto estaban recibiendo dinero del Estado. Pero era algo como escondido, que no se ve.
Creo que el coste de no hacer nada no se ve ¿y cuándo se ve? Cuando ya no hay remedio, se ve cuando ya esos niños han pasado mucho tiempo por debajo de ese umbral de la pobreza, cuando ya tienen muchas dificultades educativas, laborales,… Por ello también creo que este estudio es fundamental.
El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil lanza la convocatoria pública para que se investigue cuál es el coste de la pobreza infantil, pero apenas había precedentes académicos. ¿Cómo lo abordaron?
Libertad González: Lo primero fue acotar el problema. Es una pregunta que se puede abordar desde distintas perspectivas, así que en mi equipo pensamos en cómo afecta la pobreza infantil a la vida de las personas, a corto, medio y largo plazo, que luego se vaya a traducir en un coste para la sociedad. Con lo que ya sabemos de otros países y del análisis empírico, decidimos acotar y centrarnos en dos áreas que nos parecían muy importantes.
Una, los efectos sobre el capital humano. Es decir, crecer en una situación de pobreza va a afectar a tu desempeño educativo, desarrollo cognitivo y luego más adelante al mercado de trabajo, en el acceso al empleo, su calidad, ingresos laborales. Esta gran pata afecta a la productividad, a los ingresos, a la recaudación impositiva y también indirectamente a algunas prestaciones sociales.
El segundo gran bloque analiza el impacto de crecer en la pobreza sobre el estado de salud. En concreto, nos centramos en dos áreas principales: la salud mental, por un lado, ya que está documentado que la pobreza está asociada con tasas de enfermedades mentales y de depresión más altas, y las consecuencias derivadas del sobrepeso y obesidad, también más elevadas.
Libertad González, profesora de Economía e investigadora en políticas públicas en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. Xavier Jubierre
Apuntaban en la presentación del estudio que el coste de la pobreza de 63.000 millones al año era un mínimo, porque hay más efectos sin incluir y distintos niveles de pobreza que pueden encarecer este resultado, ¿no?
Olga Cantó: Nuestro grupo se ocupó de caracterizar la pobreza para el equipo de Libertad. Y los resultados de coste que obtenemos realmente son un umbral inferior, porque hay cosas que no se han podido incorporar porque no hay datos. Sobre todo para conectar padres con hijos, que es muy difícil porque tenemos muy poca información longitudinal en España, mientras que hay otros países que lanzan análisis estadísticos de cohortes y pueden saber qué le ha pasado a esa cohorte desde que es pequeña hasta que es adulta. No se ha podido incluir por ejemplo una dimensión fundamental, que es el aumento de la cronicidad de la pobreza.
Libertad González: Vemos el efecto medio para todos los que han sido pobres en la infancia, pero para algunos de ellos la pobreza fue transitoria, con un efecto menor, mientras otros pasaron situaciones más persistentes de pobreza crónica y el efecto sería obviamente mayor.
Olga Cantó: Así que si añadiéramos esa dimensión de aumento de la cronicidad de la pobreza, esa herida probablemente sería más cara. La estimación realmente es como un mínimo, porque no tenemos otra información que creemos que empeoraría los resultados.
Su investigación es innovadora, con escasos referencias previas, alguno en Estados Unidos y Reino Unido. ¿Qué repercusión está teniendo?
Libertad González: Justo la OCDE en paralelo ha intentado hacer un estudio similar, para los 27 países de la Unión Europea. A la presentación de la investigación vino un representante de la OCDE para hablar de sus resultados y, aunque ellos no lo han podido hacer con tanto detalle como nosotros, sus resultados son de una magnitud similar al nuestro. Lo cual nos parece interesante porque son dos estudios independientes que concluyen cosas parecidas. Para el caso de España estiman que la pobreza infantil cuesta un 4,2% del PIB y a nosotros nos sale un 5,1%, porque medimos un poco diferente. Pero es relevante, porque tenemos dos estudios recientes en la misma dirección.
Olga Cantó: Eso también nos permite la comparación. Ahora puedes coger el informe de la OCDE y vemos que España está en la cola alta de coste de pobreza infantil. Eso ya te dice algunas cosas.
Vemos esa gran factura social que supone que millones de menores vivan por debajo del umbral en la pobreza. ¿Han estudiado qué medidas son más efectivas para reducirla?
Olga Cantó: Nos planteábamos inicialmente hacer esa extensión hacia las políticas, pero el informe empezó a ser realmente muy grande, haría falta otro documento completo para analizar esa parte. Pero sí indicamos que creemos que hay que extender las políticas, no solo a las monetarias, sino también a las educativas y sanitarias.
Por ejemplo, está aumentando la incidencia de la pobreza en 0-5 años, algo muy preocupante y sabemos que las políticas educativas de 0 a 3 años son muy preventivas. Hay mucha literatura que indica lo que realmente ayuda mucho para el desarrollo cerebral de los menores es tener una situación de suficientes recursos económicos cuando tienen esa edad, especialmente. La capacidad de llevarlos a una escuela desarrolla mucho más el cerebro de aquellos que vienen de familias con situaciones económicas difíciles, que de quienes vienen ya de una situación de ingresos mucho más estabilizada. Entonces, las políticas de 0 a 3, incluso de 0 a 6 años, hasta el primer año de primaria, son muy relevantes.
Pero también sabemos que el coste de un niño aumenta con la edad, el adolescente es más costoso que el menor en términos de ingresos, por lo que también habría que hacer políticas para ese grupo de 6 a 12 años particularmente. Pueden ser educativas, pero nos parece relevante que se simulen algún tipo de transferencias a esos grupos. La idea es que estaríamos ahorrando el gasto futuro, estaríamos gastando hoy para no gastar mañana.
El Gobierno ha desplegado una medida específica en este sentido, el ingreso mínimo vital (IMV) y el complemento de ayuda a la infancia, las ayudas entre 50 y 100 euros al mes por hijo.
Libertad González: En políticas públicas hay dos pilares. Por un lado, proponer cosas nuevas, pero también documentar los impactos de las políticas que ya se están implementando. Es muy interesante evaluar los impactos de políticas que se han aprobado desde 2019, como la subida del salario mínimo y sobre todo el ingreso mínimo vital, que se concretó en 2020 y tenemos que evaluarlo.
Aquí hay que mencionar la importancia de que se facilite el acceso a los investigadores a datos administrativos de prestaciones sociales, de la manera lo más urgente posible para que se pueda ir evaluando sobre la marcha, para poder ir reaccionando sobre lo que funciona y lo que no.
Mencionan el salario mínimo y también cómo ha cambiado la mirada sobre la desigualdad y la pobreza en la ciencia económica. ¿Se están desmontado ideas preconcebidas sobre medidas sociales, tradicionalmente más progresistas, que pueden hacerlas prosperar en gobiernos más conservadores?
Olga Cantó: Los académicos hacemos estudios y damos los resultados de impacto distributivo y sobre la eficiencia, por ejemplo. Y es el político que está votado por los ciudadanos el que ha de tomar la decisión respecto a qué quiere pesar más y qué peso le quiere dar a la equidad.
Lo que lo que subrayamos en este estudio es que la eficiencia económica se puede coordinar con la justicia social. Luego hay otra pregunta: ¿hasta dónde estarías dispuesto a reducir la eficiencia? Esa es la gran pregunta siempre. ¿Hasta dónde estás dispuesto a reducir la eficiencia para mejorar la equidad?
Libertad González: Pero es cierto que los economistas se han centrado, o nos hemos centrado, mucho en mirar los efectos sobre la eficiencia y sobre posibles destrucción de empleo, pero no han tenido tanto peso las investigaciones que hayan documentado el impacto que tiene el salario mínimo para producir la pobreza infantil, por ejemplo.
Hasta hace unos años, como apuntaban, en los que sí se están haciendo más estudios en este sentido.
Olga Cantó: En España en particular los estudios sobre desigualdad y pobreza no han sido suficientemente valorados por la academia. De hecho no hay muchas revistas que publiquen resultados sobre ello, está algo menos valorado. También hay pocos congresos donde haya sesiones sobre desigualdad y pobreza, es así. Esto ha traído que sea un área menos desarrollada.
Te vas al extranjero y ves la cantidad de sitios donde se trabaja ese tema y desde 2010 en adelante ha habido cada vez más trabajos sobre el impacto distributivo de las políticas, está muy presente ya en el ámbito europeo. Creo que hemos dado unos pasos de gigante en los últimos años, se está desarrollando mucho esa visión más heterogénea de las políticas públicas, que no inciden solo en el individuo medio, sino en muchos individuos con diferentes características.
En España los estudios sobre desigualdad y pobreza no han sido suficientemente valorados por la academia económica y esto ha traído que sea un área menos desarrollada
¿A qué adjudican ese aumento de las investigaciones sobre pobreza y desigualdad?
Olga Cantó: Esto es una creencia mía, no contrastada, pero creo que cuando hay movilidad social –y en España hubo mucha en las generaciones nacidas en los 70 y los 80– y hay personas de orígenes sociales bajos que tienen la oportunidad de estudiar y que pueden llegar a una educación superior, o incluso a tener becas para estudiar fuera de España, es obvio que pueden tener más interés en explicar esos temas. Mientras que en general, si uno viene de un entorno más rico, probablemente le pueda dar menos valor, lo cual no significa que no haya mucha gente de esos entornos que también sea consciente de estos problemas. Pero, en media, creo que sí sucede.
Hay ejemplos, por ejemplo, de economistas que han vivido una recesión, como le pasó a Keynes en su momento, y que estaba preocupado sobre por qué había esas colas de hambre en Nueva York o en Londres en los años 29 y 30. Se preocupó por eso y buscó un modelo de corto plazo para analizar la economía. Lo que has vivido influencia, creo.
En sus casos, ¿hay alguna vinculación con su trayectoria personal?
Libertad González: Yo nací en 1975 en Dos Hermanas, un pueblo de Sevilla que, digamos, no es la zona más próspera de España. Fui a un instituto público de mi pueblo y luego la Universidad Pública de Sevilla. Después estudié el doctorado en Economía en Estados Unidos gracias a una beca para hacer cursos de posgrado, un poco por casualidad, gracias a esa beca porque tenía buenas notas de la carrera. Pero no conocía a nadie que hubiera estudiado ni fuera de España, ni muchísimo menos en Estados Unidos. Esto me abrió completamente otro mundo, de ir de Dos Hermanas a Chicago.
Luego ya una vez que estuve un año en Estados Unidos, conseguí también una beca del Ministerio aquí en España que me permitió hacer el doctorado allí, que es carísimo, y a partir de ahí pues poder dedicarme a la investigación en los temas que me interesan, que son temas de tipo social. Pero eso es el resultado de que haya universidad pública en todas las provincias de Andalucía, que había becas para estudiar en la carrera y después para apoyar los estudios de posgrado.
Mi carrera es el resultado de que haya universidad pública en todas las provincias de Andalucía, de becas para la carrera y también para los estudios de posgrado
Olga Cantó: Yo soy medio andaluza, medio valenciana, porque mis padres son inmigrantes internos del país, como sucedió en tantos hogares. Mis abuelos tenían un nivel educativo muy bajo, por lo que fue un esfuerzo muy importante para ellos trasladarse, como hicieron todos los inmigrantes internos del país tanto en Cataluña como en Madrid.
También estudié en la Universidad Pública, en la de Alcalá de Henares (Madrid) y en el Erasmus, un esfuerzo para mis padres, fue donde vi el cartel para hacer la tesis en Florencia. Vi “economía laboral y desigualdad” y aquello me llamó mucho, porque yo vivía en Alcalá de Henares, una ciudad de aluvión, estilo lo que puede ser Hospitalet de Llobregat, en Barcelona. Me dieron la beca, me financiaron cuatro años y pico que tardé en terminar. Sin eso, no hubiera podido hacer la tesis en un instituto universitario europeo, ni vivir en Florencia. Así que también soy producto de las becas, como Libertad, y probablemente las dos cumplimos esa movilidad social de la que estábamos hablando al principio.
Son dos mujeres que lideran equipos de investigación, con autoridad dentro de sus ámbitos de estudio. ¿Cómo de frecuente es esto? ¿Qué dificultades específicas han afrontado como investigadoras por ser mujeres?
Libertad González: No siento que haya tenido muchos obstáculos particulares por el hecho de ser mujer, pero hay dos cosas que quiero mencionar. Por un lado, que por razones culturales, aunque también sistémicas, a veces nosotras mismas nos autolimitamos o somos menos ambiciosas de lo que podríamos ser. Por ejemplo, ahora mismo conseguí un proyecto bastante cuantioso del European Research Council y casi no lo pedí porque pensaba que era imposible, que no me lo iban a dar, que no daba la talla, me tuvieron que insistir en mi departamento. En cambio, para muchos hombres es más fácil lanzarse, atreverse y ser ambicioso.
La economista Libertad González, en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Xavier Jubierre
Lo segundo está relacionado con el tema familia y los hijos. Soy madre, tengo dos hijos y mi marido siempre ha sido maravilloso, pero escuché a una mujer economista decir: ‘Las mujeres lo mejor que podemos aspirar es una pareja que haga el 50%’. Es decir, que nuestra pareja va a hacer entre el cero y el 50%, pero la mayoría de mis compañeros tienen compañeras que llevan a todo el cuidado de los hijos, que dejan de trabajar o trabajan a tiempo parcial, que los han seguido de país a país,… Ellos tienen un apoyo en casa con el que nosotras no contamos.
También a veces el reto está los equipos de investigación y las universidades, ¿no?
Olga Cantó: Al principio cuando trabajé de regreso a España, en Vigo, tuve la gran suerte de que mis dos colaboradores que trabajaban en desigualdad y pobreza fueron muy equitativos conmigo, compartíamos los investigadores principales siempre, íbamos rotando y no había diferencias por hombres y mujeres. Pero esto no es lo común. Conozco bastantes casos de personas donde los hombres, a veces también las mujeres, se han resistido a que gente más joven, y sobre todo mujeres más jóvenes en particular, lideren los proyectos de investigación porque creen que lo debe liderar siempre el que ya lo ha hecho antes. Estas persistencias a las mujeres nos nos retrasan.
Luego en la práctica diaria, creo que nosotras tenemos una forma de trabajar y de funcionar mucho más horizontal y mucho menos jerárquica. Pero el sistema promociona lo jerárquico, porque cuanto más acumulas en una persona, más posibilidades de ganar. Es verdad que nos atrevemos menos, como dice Libertad, pero a la vez ellos acumulan más porque en gran medida se colocan en esa posición de liderazgo y no se mueven de ahí. Yo eso no lo he sufrido y por eso también he conseguido acreditarme como catedrática, sino no hubiera podido y tampoco estaría aquí.
Las calles de la capital madrileña volverán a teñirse de verde este sábado 25 marzo debido a la manifestación en defensa de la educación pública que ha convocado Marea Verde Madrid. Estos son los porqués de la concentración.
El Gobierno de la Comunidad de Madrid es el que menos invierte en educación pública», así comienza el manifiesto en defensa de la educación pública realizado por Marea Verde; un texto que critica la escasa financiación y aborda la necesidad de construir nuevos centros públicos e incrementar el número de plazas de Formación Profesional y de la Universidad en la capital. Sus reivindicaciones son las que resonarán por las calles de Madrid el sábado 25 de marzo a partir de las 18:00 horas desde la plaza de Neptuno hasta la Consejería de Educación, en la calle Alcalá.
La divergencia existente entre la financiación estatal de los centros públicos y privados es uno de los motivos principales por los que se celebra esta manifestación. Tal y como denuncia Marea Verde, «cada vez se destina más dinero público a centros privados y concertados». Un ejemplo de ellos son los 1,9 millones de euros procedentes de los fondos ‘Next Generation’ que se destinan a centros privados y concertados pero que estaban pensados para dirigirse a fomentar el éxito académico de alumnos vulnerables quienes, principalmente, «están escolarizados en la pública», tal y como asegura el manifiesto.
No obstante, la escasa orientación de dinero público a Educación no es el único tema que se podrá escuchar este sábado. También podrán oírse proclamas a favor del aumento de plazas para la contratación de docentes, la necesidad de nuevos profesionales en las aulas como los orientadores que ayuden a los alumnos en cuestiones pedagógicas; y medidas para desmasificar las aulas y ejercer una educación más personal con los alumnos, entre otras. Aquí se pueden todas y cada una de las exigencias de Marea Verde para este 2023.
Las demandas de Marea Verde por la Educación
Se reivindicará una mayor inversión en educación pública: bajo esta pretensión, desde Marea Verde, se proclama una subida de la inversión en educación elevándolo al 7% del producto interior bruto (PIB). Actualmente el índice no asciende del 5% .
Una bajada de ratio a un máximo de 15 estudiantes por clase con el objetivo de reducir la masificación en las aulas y favorecer la enseñanza de calidad.
La construcción de nuevos centros públicos según los niveles demográficos en solo una fase: con ello se pretende agilizar la creación de nuevos centros y también crear nuevos colegios para el grueso de los estudiantes.
El aumento de más plazas públicas en Universidades y Formación Profesional con lo quese pretende que más alumnos entren a la universidad o a su FP y que les salga más barato e incluso gratis.
Creación de más Escuelas infantiles de 0 a 6 años con el objetivo de que los más pequeños no se queden sin su plaza, obligando a las familia a escolarizar a sus niños a partir de los 3 años.
Más Orientadores y docentes de Pedagogía y otros profesionales que no son exclusivamente profesores: entre ellos pueden encontrarse psicólogos e integradores sociales.
18 periodos lectivos para todas las etapas educativas: se pretende disponer de más tiempo para coordinación.
La derogación de la Ley Maestrade Libertad de Elección Educativa de la Comunidad de Madrid con la que se regula el derecho a la educación y a la libertad de elección de un determinado centro escolar. Esta ley entra en conflicto con la LOMLOE y fomenta la segregación, según explica el manifiesto.
La revisión del Programa Bilingüe en Madrid con lo que se intenta que este programa no afecte a la enseñanza del castellano en las aulas.
La demanda de una mayor transparencia y sistemas democráticos con respecto a las políticas educativas de la Comunidad de Madrid: se espera erradicar la confusión y el autoritarismo en el sistema educativo teniendo en cuenta a las familias y los profesores.
¿Qué ocurre con los colegios concertados y privados?
Una de las razones de esta marcha son las desigualdades existentes entre los colegios privados-concertados y los públicos. La polémica surgió cuando la Comunidad de Madrid destinó las ayudas del programa PROA+ (Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo) a estudiantes vulnerables de centros privados y concertados, excluyendo a los públicos donde se encuentran la mayoría de los estudiantes. La Comunidad de Madrid destinó en total 1.937.021,69 euros de los fondos Next Generation a 46 centros concertados, y entre ellos no hay ninguno público.
Por otra parte la misma capital también ha confirmado que aumentará un 15% los fondos para contratar a personal no docente y otros gastos de funcionamiento, según Europa Press, de nuevo excluyendo a los centro públicos del aumento de estas partidas. Además según ha informado Comisiones Obreras Madrid, ya es una de las comunidades autónomas que menos invierte en educación pública, alrededor de 900 euros por alumno, mientras crece la financiación de los centros privados y concertados. Su secretario general, Jaime Cedrún, ya dijo en 2021 que «esta comunidad se estaba convirtiendo en la más segregadora de España y también de Europa, con abundancia de centros gueto en función de qué barrios».
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