Organismo Internacional
Unesco: Una nueva campaña mundial con miras a hacer frente al ciberacoso
Mayo de 2017/Fuente: UNESCO
Entre el 26 y 27 de marzo de 2017 se celebró en Londres una reunión con múltiples personas interesadas en debatir sobre la creación de una nueva campaña mundial con miras a hacer frente al ciberacoso y a crear el marco para un entorno en línea saludable.
Los niños y los adolescentes de todo el mundo se conectan con mayor frecuencia a canales electrónicos como teléfonos, internet, redes sociales, aplicaciones y juegos en línea. La inmensa mayoría de las experiencias en línea son positivas, pero desgraciadamente algunas pueden ser negativas. Muchos de los comportamientos negativos que pueden experimentar en el mundo real es probable que ocurran también en el virtual. Entre los ejemplos de ciberacoso figuran los mensajes de texto no deseados o vergonzosos, los correos electrónicos, las fotografías o los vídeos, y también pueden presentarse bajo modalidades más sutiles como la exclusión.
Los jóvenes son los más afectados por la violencia en línea
Una investigación de Microsoft realizada en 2016 entre adultos y jóvenes en 14 países demuestra que 65% de los participantes en las encuestas han estado expuestos al menos a un riesgo en línea, especialmente por parte de contactos no deseados.
La encuesta establece claramente que los jóvenes corren más riesgo de experimentar la violencia en línea que los adultos. De hecho, al experimentar niveles superiores de interacción en línea están más expuestos al “trolling” (mensajes deliberadamente provocativos en un conjunto de noticias o tablero de mensajes con la intención de provocar molestias y discrepancias), al acoso y a sufrir perjuicios sociales y académicos.
La investigación proporciona también datos desglosados por género. Demuestra que mientras que los niños son más propensos que las niñas a sufrir comportamientos digitales incívicos, las niñas lo son a perder confianza tanto en línea como fuera del ámbito virtual, así como a padecer problemas de salud tales como el estrés y trastornos del sueño.
El ciberacoso socava la consecución adecuada del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 en aras de una enseñanza de calidad
El acoso tradicional y el acoso en línea están íntimamente vinculados, ya que ambos impiden un acceso igualitario a la educación y actúan contra la creación de entornos de aprendizaje inclusivos, protegidos y no violentos para todos los niños y adolescentes (ONU Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, meta 4.a).
Queda claro que el sector de la educación nacional necesita involucrarse más en este aspecto. Un estudio muestra claramente que 62% de los usuarios digitales entrevistados no sabían o no estaban seguros de a dónde dirigirse para encontrar ayuda cuando eran víctimas de un ciberacoso.
Apoyándose en las pruebas disponibles, los participantes congregados en Londres con el objetivo de desarrollar esta nueva campaña con miras a hacer frente al ciberacoso estuvieron de acuerdo en que el énfasis debe centrarse en los niños y los jóvenes. No obstante, esto significa también una mayor oportunidad para aumentar el compromiso y el apoyo a los adultos, entre los que figuran los padres, los docentes, los administradores del sector educativo, los líderes juveniles, los orientadores, los profesionales de la salud, entre otros.
Una campaña mundial con miras a hacer frente al ciberacoso
El llamamiento a una campaña mundial para hacer frente a esta cuestión se anunció por primera vez durante el <a name=»page-title»></a>Simposio internacional sobre la violencia y el acoso escolar. Este encuentro está coorganizado por la UNESCO y del Instituto de Prevención de la Violencia escolar en la Universidad Ewha Womans, de Seúl, en enero 2017, durante el cual se publicó el Informe Mundial de la UNESCO sobre la Violencia Escolar y el Acoso (SVB, por sus siglas en inglés).
La campaña mundial contra el ciberacoso, respaldada por la ONG “No Bully” (No al Acoso), desea establecer una colaboración creativa, una acción descentralizada y propiciar el acceso a los mensajes y materiales adaptables, así como proporcionar una orientación clara para ayudar a impulsar un cambio transformativo. Los participantes que asistieron a la reunión en Londres provenían de todas partes del mundo, incluidos redes sociales y representantes de otras industrias, investigadores, asociados en el ámbito de la sociedad civil, jóvenes, funcionarios de ministerios de educación y la UNESCO.
Esta iniciativa prometedora puede vincularse estrechamente con el programa de trabajo de la UNESCO sobre la Violencia Escolar y el Acoso (SVB), como parte de los esfuerzos con miras a proteger la salud y el bienestar de los jóvenes en lo relativo al acoso en línea.
Por ahora, dicha campaña está en plena implementación y se espera presentarla en el curso del año 2017.
Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/a_new_global_campaign_to_address_cyberbullying/
Unicef urge al G7 a resolver la crisis migratoria infantil con un plan global
Mayo de 2017/Fuente: Terra
El número de niños que emigran solos se ha disparado en todo el mundo y se ha multiplicado por cinco en la última década, señaló hoy Unicef con la intención de que estos datos despierten la atención de los líderes del G7, que se reunirán en Sicilia el 26 y el 27 de mayo.
El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) urge a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido a adoptar un plan de acción para atajar el problema de la migración infantil.
Unicef pide que se luche contra el abuso y la explotación de los menores, que se acabe con las detenciones, se les permita la reunificación familiar, se les ofrezcan oportunidades de educación en los países de tránsito y destino, se combata la xenofobia y el racismo y que se aborden las causas que les empujan a emigrar.
«Los países más ricos del mundo deben unirse en favor de la infancia y dejar de ver a los niños como criminales, amenazas o cargas», dijo en una rueda de prensa la directora de Europa y Asia Central de Unicef, Afshan Khan.
Al menos 300.000 niños migrantes no acompañados se desplazaron clandestinamente entre las fronteras en 80 países a lo largo de 2015 y 2016, asegura Unicef en un informe publicado hoy.
En el mismo periodo, un total de 170.000 niños solos solicitaron asilo en Europa, mientras que en el otro lado del Atlántico la guardia fronteriza estadounidense interceptó a 100.000 niños cuando intentaban cruzar desde México.
Estas cifras son cinco veces superiores a las registradas hace más de quince años por Unicef.
La intensificación de los conflictos y la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos en Oriente Medio, en África subsahariana y el sudeste asiático han provocado un aumento considerable del tránsito de inmigrantes ilegales y de refugiados en el mundo, y la mitad de ellos son niños.
Las rutas migratorias más peligrosas para los menores son la del mar Mediterráneo, la bahía de Bengala en India y el mar de Andamán en Birmania y Tailandia, el Mar Rojo y el Cuerno de África y la frontera entre Estados Unidos y México.
El endurecimiento de barreras a la inmigración ilegal y el aumento de la xenofobia en el Viejo Continente no han frenado la llegada de menores a Europa.
Nueve de cada diez niños navegaron en 2016 y en los dos primeros meses de 2017 solos a través de la ruta del Mediterráneo central, que une el norte de África e Italia, mientras que los menores no acompañados representaron un 75 % del total de inmigrantes indocumentados que emprendieron esta travesía en 2015, según Unicef.
Además, el porcentaje de niños solicitantes de asilo en países europeos se ha duplicado desde que representaron uno de cada cinco en 2008 hasta el tercio del total que supusieron el año pasado.
La desconfianza y el miedo a la detención y a la deportación empuja a los niños a proseguir vías migratorias ilegales y a caer en las redes de grupos de contrabandistas en vez de solicitar protección y apoyo a las autoridades, con lo que no pueden beneficiarse de programas de reunificación familiar o de visados humanitarios.
El 90 % de los inmigrantes ilegales, adultos y menores, que entraron en Europa recurrieron a grupos contrabandistas en algún momento de su viaje, una industria al margen de la ley que generó entre 4.700 y 5.700 millones de euros en 2015, descubrió Unicef.
Por otro lado, el organismo de la ONU en favor de la infancia reiteró que el tráfico ilícito de inmigrantes está estrechamente ligado a la explotación, y aportó datos de Europol que aseguran que el 20 % de los contrabandistas tienen vínculos con la trata de personas y el 22 % está ligado al narcotráfico.
Unicef denuncia, asimismo, que tres cuartas partes de los 1.600 inmigrantes de entre 14 y 19 años que llegaron a Italia en 2016 se vieron obligados a trabajar sin remuneración y permanecieron retenidos en contra de su voluntad.
A su vez, nueve de cada diez inmigrantes indocumentados procedentes de África Occidental sufrieron malos tratos en 2015.
Por otro lado, Unicef reconoció desconocer el número de niños inmigrantes y refugiados retenidos en centros de detención en el mundo, aunque sí sabe que al menos un centenar de países llevan a cabo esta «práctica peligrosa» para los menores.
En general, Khan alabó la respuesta alemana, italiana y canadiense a la crisis migratoria, y ha pedido a estos estados «defensores de los niños migrantes» que demuestren «liderazgo» y que trabajen para conseguir un acuerdo en favor de los menores refugiados con las otras potencias la semana próxima en Sicilia.
Fuente: https://www.terra.com.co/noticias/mundo/europa/unicef-urge-al-g7-a-resolver-la-crisis-migratoria-infantil-con-un-plan-global,c49ab248765a72061b9c1a0d3ccef76ated9em5y.html
FAO: Agricultura y cambio climático
Mayo de 2017/Fuente: El Tiempo
La FAO señala el camino para que los sectores agrícolas contribuyan a la adaptación y mitigación y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Tras la firma del Acuerdo de París sobre el Clima, las estrategias nacionales para cumplir los planes de mitigación y adaptación prometidos sobre las emisiones de carbono, han pasado ahora a tener un papel protagonista.
La FAO ha elaborado directrices complementarias a las Directrices PNA de la CMNUCC para “Abordar la agricultura, la silvicultura y la pesca en los Planes Nacionales de Adaptación” con el fin de ayudar a los países en desarrollo a garantizar que la agricultura se incluya en los planes nacionales de adaptación y se haga más adaptativa y resiliente. Servirán para ayudar a los países vulnerables a acceder a la financiación, en particular del Programa de preparación del Fondo Verde para el Clima, al mismo tiempo que promueven una amplia participación en el proceso de toma de decisiones y permiten desarrollar la necesaria capacidad técnica.
Las opciones más apropiadas dependen del contexto específico y de las opiniones y necesidades de las múltiples partes interesadas. No es una tarea sencilla. Por ejemplo, el lago Faguibine en el norte de Malí ha estado en su mayor parte seco desde mediados de la década de 1970, siendo un campo de ensayo para los cambios ecológicos, políticos y sociales impulsados por el cambio climático. Mientras que los grandes grupos de interés claman por rellenar el lago -y defienden la adaptación basada en las infraestructuras-, los miembros de la comunidad local tienden a preferir los enfoques basados en el ecosistema -como la gestión sostenible de los bosques-, que han aumentado en importancia a medida que el lago retrocedía.
Estos casos son habituales y subrayan la importancia de sopesar múltiples factores en la preparación de los Planes Nacionales de Adaptación (PNA) que buscan tanto estimular el desarrollo como reforzar la resiliencia y la seguridad alimentaria.
“La planificación de la adaptación a medio y largo plazo es crucial para alcanzar la resiliencia ante el cambio climático y la seguridad alimentaria para las generaciones futuras”, aseguró Julia Wolf, Oficial de Recursos Naturales de la FAO y coautora de las directrices. “Los sectores agrícolas, a menudo la columna vertebral económica de los países en desarrollo, deben ser un motor clave y un actor principal. Las directrices se establecen para abordar las cuestiones clave, los puntos de partida y los pasos a seguir”.
Papel especial de la agricultura
El sector agrícola -incluyendo los cultivos, la ganadería, la silvicultura y la pesca-, ocupa un lugar especial en el esfuerzo por evitar que las temperaturas mundiales aumenten más de dos grados Celsius por encima de los niveles de la era preindustrial.
El sector es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), por lo se convierte en un objetivo primordial para los esfuerzos de mitigación, así como en una fuente de soluciones innovadoras. Al mismo tiempo, la producción alimentaria tendrá que incrementarse un 60 por ciento para 2050 -en relación a 2006- para satisfacer la demanda de una mayor población. De hecho, cuatro de los ocho principales riesgos del cambio climático identificados por el 5º Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) están vinculados a la seguridad alimentaria.
Casi el 90 por ciento de los países en desarrollo han incluido sus sectores agrícolas como clave para sus promesas climáticas. Los PNA se consideran un elemento básico para cumplir las prioridades nacionales de adaptación y para hacer que cumplan las medidas de adaptación mencionadas en las Contribuciones previstas determinadas a nivel nacional (INDC, por sus siglas en inglés) al tiempo que se abordan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Las nuevas directrices de la FAO, diseñadas para proyectistas nacionales, autoridades y expertos agrícolas, forestales y pesqueros, así como los donantes bilaterales y de las Naciones Unidas, están orientadas a abordar los desafíos específicos que plantean los esfuerzos de adaptación y mitigación en el ámbito agrícola. La idea es generar cambios a un ritmo asumible para quienes dependen de estas actividades para sus ingresos, medios de subsistencia y seguridad alimentaria.
Por ejemplo, la siembra de cultivos de crecimiento rápido que maduran rápidamente puede hacer maravillas en condiciones de sequía, pero sólo si las semillas están ampliamente disponibles. Asimismo, mientras que la yuca es un cultivo importante en entornos tropicales, los programas nacionales que buscan ampliar su potencial deben considerar que las temperaturas más altas podrían afectar a los vectores de las enfermedades virales que afectan a este tubérculo.
La FAO tiene una gran experiencia en la integración de conocimientos locales con los científicos. Un proyecto de la FAO en la República Democrática Popular de Laos tiene como objetivo ayudar a los agricultores y pescadores que viven en los humedales del país -donde se prevé que el cambio climático tenga un impacto importante en la cantidad y calidad del suministro de agua- para coordinar sus acciones y conseguir prácticas de manejo de la tierra más sostenibles.
Puntos clave
La formulación de planes nacionales eficaces comienza con la identificación de entidades responsables – a menudo un grupo de trabajo especial dentro de un ministerio que tiene el mandato de involucrar a todas las partes pertinentes – así como con el establecimiento de un proceso de recolección y almacenamiento de datos y la definición de indicadores para documentar los avances.
Es evidente que se requieren análisis de costo-beneficio, junto con el reconocimiento de beneficios y efectos colaterales que cualquier opción de adaptación puede presentar. Otro componente vital es la evaluación del impacto en la seguridad alimentaria y la nutrición de las poblaciones vulnerables.
El fomento de prácticas agrícolas sostenibles es clave para crear un mundo con bajas emisiones de carbono y un crecimiento económico resiliente, ambos componentes esenciales de una agenda de desarrollo orientada a lograr acuerdos internacionales sobre la erradicación del hambre y la pobreza y el cambio climático.
Las nuevas directrices se basan en el programa FAO-PNUD Integración de la agricultura en los planes nacionales de adaptación, y se han desarrollado gracias a la financiación del Ministerio Federal alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear (BMUB) y de Bélgica, los Países Bajos, Suecia y Suiza.
Fuente: https://www.tiempo.com/ram/334502/agricultura-cambio-climatico/
Entrevista: «¡Pedimos la palabra por la educación! – Es hora de garantizar este derecho».
Entrevista a Camilla Croso, presidenta de la Campaña Mundial por la Educación y coordinadora de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), quién nos detalla la lucha y movilización durante la SAME 2017.
Con esta consigna se marca la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME 2017), iniciativa de movilización internacional coordinada por la Campaña Mundial por la Educación (CME), este año la semana está dedicada a exigir a los gobiernos que rindan cuentas sobre la implementación de la Agenda de Educación 2030 en sus países y teniendo como premisa la participación activa de la ciudadanía en el seguimiento de estos compromisos, se realizarán actividades de incidencia política y movilización social en más de 100 países de todo el mundo.
Durante la SAME 2017, también se abordan los desafíos para la realización del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 – referido a Educación – a nivel mundial, entre ellos la disputa sobre el concepto de calidad educativa; el debilitamiento del rol de los Estados como garantes del derecho a la educación pública y gratuita; y la reducción de espacios para la participación ciudadana en muchos países, inclusive con casos de criminalización y represión de la protesta social.
Descargue aquí el programa con la entrevista, producido por la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER).
Fuente de la Entrevista:
http://same2017.campanaderechoeducacion.org/index.php/mediateca/130-pedimos-la-palabra-por-la-educacion-es-hora-de-garantizar-este-derecho
Los videojuegos pueden enseñarnos a ser mejores personas, según la UNESCO: hablamos con el autor del informe
UNESCO/16 de mayo 2017/Autora:Marina Such /Fuente: https://www.xataka.com
¿Puede un videojuego ayudarnos a ser más empáticos con las personas que nos rodean? ¿A darnos herramientas para solucionar conflictos? ¿A convertirnos, en definitiva, en mejores personas? Ésa es la tesis detrás de ‘Empathy, perspective and complicity: How Digital Games can support peace education and conflict resolution‘, un trabajo para la UNESCO que analiza cómo pueden usarse los videojuegos para fomentar las mejores cualidades de los gamers.
Y, de paso, rompe uno de los prejuicios más persistentes asociados a ellos, como es que los videojuegos son perjudiciales para los jóvenes y que no son más que una pérdida de tiempo. Son una herramienta que puede utilizarse para bastante más que para cumplir la misión de turno o pasar el rato matando monstruos.
La reivindicación de los juegos
El autor del trabajo es Paul Darvasi, profesor de instituto en Toronto (Canadá) que está realizando un doctorado en el Programa de Lenguaje, Cultura y Enseñanza en la Universidad de York. Analizó varios juegos calificados como «serios», juegos desarrollados por estudios independientes que buscan despertar ciertos debates en sus jugadores, como ‘Papers Please’, y expuso su potencial para ser utilizados en la educación para la paz y la resolución de conflictos.
Paul Darvasi, autor del paper para la UNESCO sobre el uso de videojuegos para la educación en la paz.
Darvasi explica a Xataka que «empecé a estudiar la intersección de los vieeojuegos y la enseñanza hace unos diez años. Creo que hay un gran potencial para mejorar la educación a través de juegos (…). Los juegos se han jugado, a lo largo de la historia, en diferentes situaciones sociales, con funciones que van desde la diversión menor a rituales religiosos. Casi en todos los casos, algo se ha aprendido o practicado, ya sea estrategia, análisis, conocimiento procedimental, reconocimiento de patrones, protocolos de comunicación, función ejecutiva, etc. Sólo estamos comenzando a entender cómo ocurre el aprendizaje en los juegos digitales, y cómo puede medirse».
El interés por estudiar de una manera más concienzuda la importancia educacional de los juegos viene por la gran popularidad que están alcanzando los juegos para móviles y la importancia económica de la industria de los videojuegos, que en 2016 generó 91.000 millones de dólares en beneficios. Algunos estudiosos, como Mary Flanagan y Helen Nissenbaum, llegan a señalar que los videojuegos son el nuevo paradigma mediático del siglo XXI.
«El mercado de los videojuegos es increíblemente diverso, y se están desarrollando muchos juegos que tienen mensajes positivos y no violentos», apunta Darvasi. ¿Cómo pueden usarse, entonces, para enseñarnos a ser, básicamente, mejores personas?
La importancia de la empatía
El investigador señala una cualidad importante de muchos de estos juegos, y es que el jugador se pone, literalmente, en el lugar de otra persona:
«En primer lugar, y lo más importante, los juegos te dejan tener la perspectiva de otra persona y ‘caminar en sus zapatos’. Esto nos permimte entender la vida y las motivaciones de otros, incluidos aquellos con los que estamos peleados. Las tensiones pueden ser reducidas al animar a grupos hostiles a comprender mejor las vidas de sus enemigos u oponentes. Esto ayuda a humanizar al otro y recordar a todas las partes las cosas que pueden tener en común».
En 1971, el juego ‘The Oregon Trail’ enseñaba a los alumnos cómo era la vida de los colonos que se iban al Oeste en el siglo XIX, y lo hacía poniéndolos en el papel de un guía de una caravana. El ya mencionado ‘Papers Please’ nos sitúa en la piel de un funcionario fronterizo de un país comunista en 1982. En todos esos casos, el jugador está solo, pero hay juegos en los que debe formar parte de un equipo, e interactuar con otros jugadores, para conseguir superarlo.
Darvasi profundiza en su respuesta anterior explicando que «algunos estudios han mostrado que la gente tiende a ver a los demás de forma más positiva cuando cooperan y juegan en el mismo equipo. Por desgracia, cuando hay grupos en conflicto, a menudo no quieren trabajar juntos o incluso verse cara a cara. Los juegos ofrecen espacios virtuales sonde la gente puede cooperar y llevar a cabo actividades significativas sin compartir, necesariamente, los mismo espacios físicos/geográficos. Pueden neutralizar las apariencias físicas o cualquier otro marcador que enfatice la diferencia. Puede ser un primer paso positivo hacia unir a la gente».
Y no hay que olvidar que la interactividad es un apartado muy importante en los videojuegos. No sólo asumimos el rol de otra persona, sino que tenemos que tomar decisiones que afectan el desarrollo del juego. Darvasi explica que:
«Los videojuegos dejan que los jugadores experimenten con múltiples soluciones y elecciones. Un juego puede enseñar a un jugador la diferencia entre elegir un camino violento y uno pacífico. Una simulación puede llevar a un jugador a darse cuenta de que la no violencia, la diplomacia y el compromiso pueden ser más fructíferos que la violencia y el antagonismo. Al contrario que los libros y el cine, el mundo cambia de acuerdo a sus decisiones, lo que puede tener un efecto cognitivo más profundo, y psicológico, que los medios tradicionales».
Da también algunos ejemplos de juegos concretos que pueden utilizarse para trabajar la empatía de los estudiantes en determinados temas, aunque reconoce que no está claro si la capacidad para la empatía puede profundizarse en etapas más avanzadas de la vida «Lo que los juegos pueden hacer es animar a los jugadores a sentir empatía por otros en una variedad de circunstancias, ya sean víctimas de guerra (‘This war of mine’), dificultades en la comunidad LGBTQ (‘Gone home’) y cómo una familia afronta la pérdida de un niño (‘That dragon, cancer’). Esto puede abrirnos los ojos a la realidad de otra persona y, quizás, incluso actuar o cambiar actitudes para mejorar el mundo de algún modo».
¿Y los videjuegos comerciales?
Donde la industria del videojuego recibe más críticas no es tanto en esos juegos serios estudiados en el paper para la UNESCO, sino en los comerciales, en los grandes lanzamientos, que son los que llegan a un público mucho más amplio. En ellos pueden ya estar desarrollándose, sin que el jugador se dé cuenta, habilidades psicomotrices, de relación con el espacio y formas creativas para resolver conflictos, y Darvasi cree que algunos pueden utilizarse con el mismo objetivo de educación para la paz:
«Soy un gran fan del uso de juegos comerciales, y hay muchos que son tanto serios en su temática como exitosos comercialmente, como ‘1979 Revolution: Black Friday’ y ‘This war of mine’. Incluso juegos AAA increíblemente populares como ‘World of Warcraft’ o ‘Skyrim’ tratan asuntos como los refugiados y el racismo. Sé de un profesor en Noruega que utiliza ‘The Walking Dead’ para enseñar filosofía moral, y otro que enseña historia con ‘Civilization’. Conforme la industria madure, veremos más y más juegos exitosos comercialmente que son también serios en su temática».
No todos los títulos son igual de adecuados para su uso educativo, sino que tienen que tener ciertas características que faciliten que los jugadores puedan trabajar en su capacidad empática y de resolución de conflictos. «Para producir empatía, es crucial ofrecer una perspectiva convincente», explica Darvasi: «Algunos estudios sugieren que los jugadores sienten más empatía por personajes presentados en tercera persona o como los otros».
Pero lo más importante es el contexto, es decir, no utilizar el juego como algo separado de otras facetas del asunto que se quiere enseñar, o en el que se quiere trabajar. El investigador explica aquí que «el éxito en el uso del juego para un resultado productivo depende, principalmente, del contexto. Si hay objetivos de aprendizaje específicos, es importante contextualizar el juego con lecturas, vídeos, preguntas, debates, etc».
En los últimos años, se ha hablado mucho sobre la gamificación de la enseñanza, cómo se pueden utilizar juegos para mejorar la capacidad de concentración de los estudiantes o para facilitar la comprensión de conceptos un poco más complicados. «Los videojuegos tienen mucho que enseñarnos sobre cómo mejorar la educación», señala Darvasi, que afirma que también hay que entender cómo enseñan los juegos y cómo los gamers pueden aplicar esos principios al mundo real: «los videojuegos son increíbles herramientas de aprendizaje; un jugador, a menudo, empieza un juego realizando acciones simples y, según el juego avanza, tiende a volverse más y más difícil. Al final, el jugador está realizando acciones complejas y procesando con rapidez una gran cantidad de información, todo gracias al juego».
Si los videojuegos se aplican en las aulas, y si pueden ser importantes en la educación para la paz, es en su capacidad para mantener el interés de los estudiantes. En palabras de Darvasi, «(los jugadores) quieren persistir y continuar, pese a los desafíos y las decepciones. ¿Cómo podemos motivar a los estudiantes del mismo modo en aulas y escuelas? ¿Cómo podemos usar los sistemas empleados en un videojuego para mejorar el sistema educativo? Esto incluye dar a los estudiantes capacidad de elección, progreso en los niveles de habilidad individual, maestría de habilidades y conceptos y reconocimiento de que el éxito se alcanza, a menudo, en un camino pavimentado por el fracaso».
CEPAL analiza las formas de violencia y la educación desde la mirada de los y las estudiantes, sus familias y docentes
CLADE – CEPAL/16 de mayo de 2017/Fuente: http://v2.campanaderechoeducacion.org/
Datos de 15 países de América Latina y Caribe muestran la percepción de la violencia en las escuelas de educación primaria y en los entornos escolares y su impacto sobre la garantía del derecho a la educación
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en alianza con la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de UNICEF, ha publicado el documento “Las violencias en el espacio escolar”, basado en el análisis de los resultados educativos del Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), realizado por la UNESCO en el año 2013.
Para abordar el tema de la violencia en la educación primaria, el documento analizó datos de 15 países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay. Los resultados generales de esta medición indican que, en la mayoría de estos países, los ambientes de mayor violencia en el entorno de la escuela constituyen uno de los factores asociados a un menor rendimiento académico entre los y las estudiantes. Asimismo, la violencia en la escuela tiene impacto sobre la trayectoria de los y las estudiantes, y puede manifestarse como intimidación, violencia sexual o basada en el género, acoso sexual, peleas entre pares en el patio de la escuela, violencia pandillera, agresión con armas y discriminación por condición económica o condición étnica/racial. “Alrededor de un 30% de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar en América Latina afirma haber vivido situaciones de violencia en la escuela, tanto en forma de agresiones físicas como burlas por distintos motivos”, afirma el estudio.
“Los contextos de violencia que sufren los estudiantes en la escuela son muy preocupantes en cuanto a sus diversos efectos en el proceso de aprendizaje. Diversos estudios plantean que la exposición a distintas formas de violencia en el contexto escolar lleva al ausentismo, al abandono escolar, a la falta de motivación académica y peor desempeño escolar”, señala la publicación.
En general, los niños perciben mayores niveles de violencia en el aula que las niñas. Es un fenómeno que ocurre en mayor medida en escuelas urbanas públicas, más que en las rurales o privadas. La población de estudiantes en situación de trabajo infantil también percibe climas de aula más violentos, así como la población de estudiantes indígenas y la de inmigrantes.
El tema fundamental detectado por los y las estudiantes en la región tiene relación con las burlas entre pares. En promedio, alrededor de un tercio de los/as estudiantes de sexto grado perciben alta frecuencia de burlas en la sala de clases. Esto es consistente también con la cantidad de estudiantes que perciben haber experimentado directamente burlas por parte de sus compañeros/as de clase.
Tanto en el tercero como en el sexto grado, el 79% y el 86%, respectivamente, de los y las estudiantes a nivel regional indican que siempre o a veces hay burlas entre compañeros/as, destacándose Uruguay, Argentina, Panamá, Brasil, Colombia y México.
El 18% de las y los estudiantes de Perú dicen tener temor a ser agredidos físicamente por algún/a compañero/a. “En Argentina se destaca nuevamente el caso de que los compañeros lo fuerzan a hacer cosas que no quieren (18% contra 10% para el promedio). La República Dominicana por su parte, es el país donde los estudiantes señalan en mayor medida que para el promedio de los países, que los compañeros los dejan solos (17% contra 13%), que se sienten amenazados por uno de ellos (14% contra 10%) y que le temen a algún compañero (15% contra 11%). Este es el tipo de violencia que demuestra tener impacto en los aprendizajes (en el caso de ciencias) en este país”, complementa el estudio.
En promedio, las y los docentes destacan situaciones de violencia y conflicto entre pares más que en la relación entre estudiantes y profesoras/es, o ambientes de agresividad más generales. Más del 40% del magisterio de la región percibe que se dan situaciones como que un/a estudiante le pegó a otra/o, la/o insultó o se amenazaron. Para todos estos indicadores, la publicación destaca la frecuencia con que las y los docentes de Costa Rica señalan presenciar este tipo de conductas.
En la región, solo un 16% de docentes señala situaciones de violencia de un/a estudiante hacia un profesor. En el caso de Brasil, casi el 40% de los docentes que participaron en el estudio destaca este tipo de conducta.
Cuando cuestionadas acerca de los indicadores de violencia en el entorno inmediato de la escuela, las familias y directoras/es de escuelas se refieren a la probabilidad de que exista venta explícita o consumo de drogas y robos y/o actos de vandalismo en los alrededores de la escuela. Al respecto, las y los directoras/es tienen una percepción más negativa que las familias. Ambos consideran que las actividades relacionadas con drogas son comunes. El 46% de las y los directoras/es percibe que es probable o muy probable que ocurra, comparado con un promedio del 34% en el caso de las familias.
A su vez, el foco de violencia identificado con mayor frecuencia por las familias y los/as directores/as son los robos. El promedio regional de los/as directores/as que indican que esto es probable que ocurra supera el 50%.
La publicación alerta para la importancia de esta temática y destaca que espacios y entornos escolares violentos vulneran el derecho de niñas, niños y adolescentes de desarrollarse en ambientes seguros y protegidos. Se recuerda también el rol de la escuela que, además de promover los procesos de enseñanza y aprendizaje, tiene como propósito formar ciudadanos/as, así como promover la diversidad y la convivencia pacífica en ambientes democráticos.
Fuente de la Noticia:
http://v2.campanaderechoeducacion.org/