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El mejor ‘profe’ de España guía la transición educativa

España / 24 de febrero de 2019 / Autor: C. Centeno / Fuente: La Nueva Crónica

La tesis del maestro leonés Óscar Casado, en la que establece los puentes entre los métodos tradicionales y los activos, obtiene la calificación de ‘cum laude’

Hace algo menos de un año que el leonés Óscar Casado era reconocido como el ‘Mejor Docente de España’ en Educación Primaria en los premios Educa Abanca. Un galardón entonces inesperado con el que empezó un 2018 que cierra ahora con un sobresaliente ‘cum laude’ en su tesis doctoral, una investigación con la que este maestro por vocación sienta las bases de la transición educativa entre las metodologías tradicionales y las activas, el paso intermedio para que fórmulas como el aprendizaje colaborativo o por proyectos lleguen a funcionar en las aulas.

La autorregulación en el aula de Educación Primaria’ es el fruto de más de siete años de trabajo en los que ha querido buscar ese «puente», ya que entre ambas fórmulas «hay demasiada distancia como para pegar el salto de lo uno a lo otro sin algo intermedio». Con esa hipótesis comenzó a trabajar en una tesis enfocada a desarrollar la autonomía de los niños como paso previo para aprovechar al máximo las metodologías activas. Una fórmula que ahora ha podido demostrar de forma científica, ya que su investigación concluye que fomentando la autorregulación de los alumnos se generan mayores niveles de motivación entre ellos y su compromiso hacia las tareas es mayor. Unos datos que ha corroborado no solo observando el día a día de su trabajo como profesor si no «con los datos que te dan los alumnos y las propias familias», explica.

«Lo que se comprueba es que los padres de repente te comentan que los niños han mejorado en la gestión de los deberes, que llevan menos tarea a casa porque les da tiempo a hacer más en clase y organizan mejor su tiempo», asegura Óscar Casado, que defiende que enseñar a los niños a planificarse de una forma realista es clave para llevar a cabo esta metodología.

Al menos quince centros de la comunidad aplican estas fórmulas, en las que los niños aprenden a organizarse

 

«Para ser autónomos también necesitan ser realistas», explica el mejor ‘profe’ de Primaria. Un sistema que él lleva a cabo mediante autoevaluaciones en el aula con las que ha comprobado que «al principio de curso distan mucho de las que hace el profesor pero al final cada vez se van acercando más, lo que demuestra que van siendo cada vez más realistas».

Aspectos como la organización son fundamentales en las metodologías activas, en las que muchos expertos fijan el futuro de la educación. «Lo que les vamos a exigir va a ser que sepan organizarse, que sepan establecer tiempos, cumplir plazos, que tengan iniciativa para trabajar en equipo… pero si no les hemos formado antes es un poco perverso que luego les pidamos que lo tienen que hacer directamente», confiesa Óscar Casado. Por eso, su tesis guía esa transición que tanto él como al menos quince docentes de su grupo de trabajo ‘Actitudes’ ya han puesto en marcha con sus alumnos, pudiendo comprobar que el método funciona aplicado en el aula.

En todos los contextos

Otra «clave» de la investigación de Óscar Casado es que su método puede aplicarse tanto en aulas pequeñas –como en la que actualmente da clase, en el Colegio Rural Agrupado Eria-Jamuz– como en clases de 26 alumnos. Precisamente, en su tesis participaron los alumnos y padres del Ceip Ponce de León a los que dio clase antes de llegar a los centros de Castrocalbón y Jiménez de Jamuz, los mismos que le propusieron para los premios ‘Mejor Docente de España’ el año pasado.

«Independientemente del contexto, la metodología funciona, lo que se requiere es continuidad», defiende

 

«En un aula multinivel como en la que estoy ahora –con alumnos de varias edades– no te queda más remedio que tener niños autónomos porque no puedes dar lecciones magistrales con niveles tan dispares, pero en una clase más grande también hay diferentes niveles y la metodología tendría que ser la misma y debería tener en cuenta que también son aulas multinivel», defiende. Por eso, eligió para su tesis doctoral un aula de 26 niños para concluir que «independientemente del contexto la metodología funciona». Eso sí, se requiere de una «continuidad», confiesa, «cuando se trabaja todos los días en la misma línea los resultados tienen que llegar sí o sí».

Un año «apoteósico»

El mejor ‘profe’ de Primaria de España pone fin como doctor a un 2018 que no duda en calificar como «apoteósico» tanto en lo profesional como en lo personal, ya que también acaba de ser padre. Ahora, con su tesis en la mano y tras un proceso «duro» pero más que satisfactorio, espera comenzar a divulgar entre los profesores que quieran sus conclusiones y métodos. «La tesis tiene un carácter divulgativo, de hecho hay un apartado dirigido directamente a que otros profesores lo pongan en práctica», asegura. De hecho esa es una de las partes fundamentales de su proyecto realizado en la Universidad de Valladolid y codirigido entre tres profesores, uno de ellos Ángel Pérez Pueyo, de la Universidad de León y que también forma parte del grupo ‘Actitudes’, donde hay ya más de una treintena de personas.

El objetivo final es que su tesis sirva como «herramienta» para que los profesores que quieran comenzar a aplicar en sus aulas metodologías activas comiencen con esta transición propuesta por Casado, que consiste en hacer a los alumnos cada vez más autónomos.

Su método, que suscita el interés de cada vez más docentes e incluso de colegios enteros, pone a este leonés al frente de la transición de la educación hacia los métodos innovadores.

 

Fuente de la Noticia:

https://www.lanuevacronica.com/el-mejor-profe-de-espana-guia-la-transicion-educativa

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 24 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

24 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 24 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – México: Reforma Educativa provocó que 150,000 maestros se jubilaran, acusa la SEP

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301777

01:00:00 – Guía de Uso: Evaluación Formativa. Evaluando clase a clase para mejorar el aprendizaje (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301782

02:00:00 – Argentina: Los docentes realizarán una huelga el 6, 7 y 8 de marzo. Paro en las universidades

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301899

03:00:00 – Visita a Finlandia. Notas sobre su sistema educativo (Artículo de Alfredo Arnaud Bobadilla)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301657

04:00:00 – La violencia y el acoso escolares son un problema mundial, según un nuevo informe de la UNESCO

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301957

05:00:00 – Colombia: 43° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa V)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301943

06:00:00 – Libro: La Educación encierra un tesoro (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301961

07:00:00 – Educación: las consecuencias inesperadas de reducir el número de alumnos por aula en las escuelas (Artículo de Andreas Schleicher)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302203

08:00:00 – Libro: Metas educativas 2021 (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302214

09:00:00 – Conferencia: Los contenidos curriculares para una ciudadanía comprometida con la justicia y los nuevos retos del profesorado. Jurjo Torres (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301947

10:00:00 – Estados Unidos: No más escuelas públicas amenazadas con la privatización, mensaje de maestros, padres y estudiantes al gobernador Newsom y al titular de Educación de California, Tony Thurmond

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302220

11:00:00 – México. Una universidad del pueblo y para el pueblo (Artículo de OLEP)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302217

12:00:00 – Unexpo arriba a su 40 aniversario en medio de la crisis universitaria en Venezuela

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302097

13:00:00 – Conozca el desarrollo del Movimiento Pedagógico Latinoamericano (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301950

14:00:00 – Reforma educativa en Honduras ordena evaluar a 13,000 empleados

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302198

15:00:00 – 10 cosas que los profesores quieren que los demás sepan sobre su trabajo (Artículo de Camila Londoño)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302223

16:00:00 – Panamá: Destinar el 6% del PIB a la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302195

17:00:00 – Lourdes Jiménez: “El sistema obliga a ‘tragar’ y memorizar cosas que luego se olvidan”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301954

18:00:00 – Puerto Rico: Pedirán $1,000 millones más para Educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302192

19:00:00 – El INEA y la Cuarta Transformación (Artículo de Juan Carlos Miranda Arroyo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301903

20:00:00 – Inversión paxful en jóvenes líderes africanos mediante la construcción de escuelas con Bitcoin

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302100

21:00:00 – Psicólogo experto en educación, Aníbal Puente Ferreras: “Se está dando poca importancia a lo que es escuela pública”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302208

22:00:00 – El mejor ‘profe’ de España guía la transición educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301664

23:00:00 – OEI: Metas educativas 2021 (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/302211

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

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Educación transformadora, una ocasión para la colaboración de escuela y ONG

La educación transformadora como ejercicio de apertura de puertas en el centro educativo y búsqueda de miradas más allá de las paredes del aula.

Pablo Gutiérrez del Álamo

“La educación no puede cambiar el mundo, pero puede cambiar a las personas que pueden cambiar el mundo”. La frase es del pedagogo Paulo Freire y se ha convertido en el motor de muchos proyectos educativos que esperan poder incidir en las vidas de las personas.

Es una frase que utiliza Esther Gutiérrez, una mujer que ha hecho su vida en el centro educativo en el que trabaja, en Madrid, el centro Gamo Diana. Allí es ahora docente, pero ha sido parte del equipo directivo, y directora, y madre y alumna. El caso es que Esther es de la opinión de que Paulo Freire, de alguna manera, definió en esta frase algo que se conoce como educacióntransformadora y para la ciudadanía global. Lo dejaremos a partir de ahora en educación transformadora.

El pasado 22 de septiembre se celebró un encuentro con representantes de cuatro centros educativos (Valencia, Euskadi, Navarra y Madrid) en los que cuatro ONG llevan a cabo proyectos de educación transformadora. La idea es perfilar un documento que pretende sintetizar las bases del proyecto. También es un buen momento para fortalecer una red que comienza a dar sus pasos. Una red que va más allá de la tejida por cada organización con los centros con los que realiza su labor. La red se ha ampliado y en ella participal Oxfam Intermon, Alboan, InteRed y Entreculturas. Y entre todas constituyen la Red por la Educación Transformadora y la Ciudadanía Global.

Aprovechamos ese encuentro para hablar con las cuatro mujeres que han viajado. Primero, para que nos expliquen qué es eso de la educación transformadora y, segundo, qué puede tener de interés para una o un docente acercarse a este marco de actuación.

Si tuviéramos que definir la educación transformadora podríamos decir que es un marco conceptual en el que se engloban diferentes prácticas y metodologías que tienen como fin último conseguir que el alumnado, primero, analice la realidad que le rodea (poniéndola en uncontexto global, más amplio) y tome conciencia d las muchas diferencias y desibualdades que se dan. Y segundo, una vez que haya hecho esto, ponga manos a la obra para incidir positivamente en dicha realidad.

Expresado de otra manera, pasa por formar a las personas “en el plano emocional para que sean capaces de quererse a sí mismos, empatizar con el otro y, lo más importante de la educación transformadora: llegar a la acción”. Así lo enciente Pilar Cuesta, maestra y tutora de primaria en el colegio  Castroverde, un centro concertado de Santander.

A los ingredientes relacionados con qué se aprende con este tipo de visión de la educación se une algo que se sale del currículo oficial. Se trata de que la educación transformadora y para la ciudadanía global, además de concienciar al alumnado para que transforme la realidad, es también una propuesta que inpacta, o puede hacerlo, en la estructura organizativo de los centros. La cosa es hacer “estructuras transformadoras, más colaborativas en las que haya un liderazgo distribuido, con más trabajo en equipo con tus compañeros”. Es la visión que tiene la única directora del grupo, Eva Rodríguez, del colegio San Jose Jesuitak, de Durango.

Para Eva, este tipo de estructuras, más horizontales, pueden ser el “modelo de lo que queremos que sea la sociedad. Que las relaciones humanas sean más colaborativas y el liderazgo más distribuido”.

Además, finalmente, este tipo de estructuras terminan por imponerse, por ser necesarias para que, de verdad, tenga sentido el proyecto de educación transformadora. Esto lo explica Pilar sin explicarlo directamente: “Es muy importante que el profesorado se coordine; las áreas tienen que dejar de ser estancas, no puedo dar ya solo Matemáticas y el otro Lengua… no… tienen que desarrollarse proyectos” en los que se acerquen diferentes materias, “y vinculados lo más posible a las realidades más cercanas” del alumnado.

Cómo concretamos

La concreción varía un poco de un centro a otro. Pero Eva Rodríguez tiene una cosa clara: “Primero se concreta por una apuesta del colegio, de la dirección, en la vía de convertirse en un centro transformador. Parece obvio, pero no lo es”. y esto es así, según explica, por que no solo queremos que un docente cambie su aula, se pretende que el centro educativo sea transformador.

A esto se suma, según explica Rodríguez, que gracias al trabajo más competencial, ahora es posible trabajar la ciudadanía (global) bajo el paraguas legal. De esta manera no es algo que puedan hacerse de manera anecdótica o pasajera, sino que puede formar parte más intensamente del proyecto educativo. “Esto nos da la excusa perfecta para entrar en la parte más amplia y no de hacerlo de forma tan puntual”.

Tras esta decisión clave, hacia dónde queremos que vaya nuestro colegio o instituto, toca decidir cómo se hará ese viaje. Ahí ya entra la elección de qué metodologías. Entre las que aparecen incansablemente a lo largo de la conversación, cabría destacar el trabajo por proyectos, por ejemplo, o el aprendizaje cooperativo, o los proyectos de aprendizaje-servicio. En cualquier caso, metodologías activas que obliguen a niñas y niños a investigar, trabajar, mirar más allá del aula, del centro.

¿Y para convencer al claustro? “No puedes convencer”, dice Pilar Cuesta. “Es un camino largo y bonito porque para convencer, tienes que ser ejemplo”. “Se te van uniendo, continúa, en la medida en que lo que haces es atractivo”.

Esther Gutiérrez tienen claro que en este proceso hay tres pasos por los que han de pasar docentes, alumnado y familias. Lo primero, dice, es poner a la persona en el centro. Lo primero es escuchar a quienes forman la comunidad educativa, su situación, sus necesidades. Después se llega al paso dos, empoderar a esas personas para que cada parte asuma algo de la responsabilidad. “Y esa labor también es difícil porque en general nuestra escuela genera mucha dependencia: de los alumnos respecto del profesor; de los profesores respecto de los equipos directivos, y estos, de la administración”. Y para cerrar el círculo: “El derecho a equivocarse”. “De los errores salen unos aprendizajes que revisamos y evaluamos y tiramos adelante”.

Saltar con red

El salto que hay que dar para un cambio así parece enorme. El resultado lo es. Pero el salto no tiene por qué. Al menos, no el primero. Se trata de procesos más o menos largos que requieren de paciencia y, sobre todo, de red. El salto hay que darlo con red. Y ahí está el trabajo mano a mano con las ONG que forman parte del proyecto. Ellas tienen una gran cantidad de material, también de experiencia en el campo. Y, por si fuera poco, están los otros centros educativos que trabajan con una determinada ONG o, más amplio, la red que forman todos los centros del movimiento.

Y la preexistencia de esta red también es interesante a la hora de hablar con el alumnado, de explicarle que no es un proyecto solo de su aula o de su colegio, también lo es de otros muchos centros educativos y de cientos, miles de chicas y chicos como ellos. “Está siendo indispensable todo el trabajo en red, con ellos (las oenegés) y también con los otros coles de jesuitas de la zona norte”, afirma Ana Vicente, tutora de primaria en el Colegio San Ignacio de Loyola, en Pamplona.

“No estamos solos, dice Esther Gutiérrez, hay un montón de asociaciones de barrio y también iniciativas del propio ayuntamiento, las ong… las propias famlias”. Y continúa: “Si somos capaces de abrir el aula a esa realidad, no solo lo estamos haciendo más seguros porque estamos acompañados, sino también estamos ayudando a nuestros alumnos a entender que el mundo no lo vamos a poder cambiar solos. Pero no pasa nada, hay un montón de chicos que se está moviendo con sus profesores y sus familias en esta dirección transformadora”.

Pero precisamente esa apertura del aula puede provocar las reticencias de más de una y de uno. “Tener miedo a que otro entre en mi aula es muy humano”, explica Esther Gutiérrez, que aboga por escuchar a ese docente y etender qué experiencias previas ha podido tener. “Es miedo a que alguien obserbe tu trabajo y pueda criticarlo; es falta de seguridad”, dice Eva Rodríguez, que continúa: “Pasa lo mismo con equipos directivos en los que tal vez no establecen sistemas más participativos. Piensan que la participación de otras personas les quita libertad, aunque para mí, la da”.

Y en este punto entienden que el papel de las oenegés es importante porque ayudan a posar otra mirada sobre el funcionamiento del propio centro. “Las ONG, por su manera de funcionar, ayudan a establecer esa filosofía: si queremos cambiar el mundo ha de ser un mundo más participado. Si hay estructuras que nos parecen injustas, tenemos que ser nosotros más justos”.

“Creo, dice Eva Rodríguez, que la clave está en abrir puertas. Los cambios no se hacen porque alguien te dice que abras la puerta sino porque el tiempo demuestra que las cosas más participadas provocan más cmabios, aunque cuesta mucho”.

“Ha sido precioso que diferentes oenegés, dice Ana Vicente, que están trabajando con docentes de maneras distintas en el aula hayan dado este paso, junto con la AECID, de decir: podemos hacer algo juntos”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/09/28/educacion-transformadora-una-ocasion-para-la-colaboracion-de-escuela-y-ong/

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Hacia el aprendizaje colaborativo en el propio ejercicio profesional (sobre la formación y la carrera del profesorado)

Mariano Fernandez Enguita

La constatación reiterada de la amplia complejidad y la rápida evolución de la función docente conduce de modo inevitable al problema de la formación, en un camino que típicamente se bifurca entre la formación inicial, que es ya habitual juzgar insuficiente e inadecuada, y la formación continua, siempre cuestionada en su oferta y casi siempre decepcionante por sus resultados. No puede sorprendernos que sea difícil para la profesión docente, por su misma esencia, evitar la identificación y confusión de aprendizaje, educación y enseñanza, reduciendo cada uno de ellos al siguiente, pues en eso ha consistido históricamente la escolarización, en la institucionalización de la educación y del aprendizaje, y ese es, por tanto, el suelo en el que ha crecido y del que se alimenta el colectivo. Pero la sociedad de la información, y en particular el despliegue del ecosistema digital, ha venido ensanchando cada vez más la distancia entre aprendizaje, educación y enseñanza. Siempre ha habido aprendizaje (un sujeto que aprende) sin educación (sin otro que le guíe en ello), pero la novedad es que, con la ubicuidad, accesibilidad y casi gratuidad de la información y el conocimiento, ahora el hiato se expande de manera acelerada y no va a dejar de hacerlo. Por si fuera poco, la misma dinámica afecta a la distancia entre educación y enseñanza, pues el nuevo entorno informacional multiplica las oportunidades de acceso a los expertos (en línea, en comunidades de interés), a los iguales que actúan ocasional o parcialmente como tales (aprendices avanzados, mentores…) y a recursos pasivos (vídeos, demostraciones, tutoriales…) o interactivos (software), es decir, a la educación al margen de la enseñanza y de la escuela.
Una formación más colaborativa
 
Hoy y aquí no voy a ocuparme de los alumnos sino de sus profesores; no de los trabajadores en general sino de la profesión docente en particular, para lo cual es igualmente cierto lo ya dicho. No sólo igual, sino más, dado que buena parte del saber y el saber hacer de los docentes son del tipo que se ha llamado conocimiento tácito (M. Polanyi), conocimiento que no se vierte ni formaliza en instrucciones, manuales, guías o ensayos, quedando ahí y así al alcance de otros, sino que se difunde, si es que lo hace, esencialmente a través de procesos informales y sólo en parte intencionales, como son la imitación, la conversación, la colaboración o la mentorización. Paradójicamente, ese aprendizaje se asemeja mucho menos al del alumno en la escuela que al del aprendiz en la práctica del oficio, pues no discurre como la transmisión de una información a través de la lección y el estudio sino como práctica formativa, más o menos estructurada, compartida en una comunidad profesional, como participación en una comunidad de práctica.
Esto tiene varias consecuencias sobre la formación docente, sea esta inicial o ulterior, propedéutica o en el trabajo, en el aula o fuera de ella. En la inicial cabe distinguir la formación universitaria previa, de la no me voy a ocupar aquí aunque sí diré una palabra al final, y la iniciación en el proceso de trabajo, llámese prácticas, prácticum, introducción, inducción, MIR docente o de cualquier otro modo. Lo esencial a señalar es que debe diseñarse como un proceso más prolongado, en el que el profesor novel esté siempre acompañado en el aula por otro(s) experto(s), apoyado con mecanismos específicos para la reflexión sobre su progreso práctico (videograbación, microenseñanza, estudio de clase…) y que sea además la etapa final de la selección inicial, es decir, que haya que demostrar a lo largo del mismo, y no solo en un ejercicio alejado del aula como es el concurso oposición, la idoneidad para la función docente.
También a la hora de la formación continua habrá que tener en cuenta que el aprendizaje del profesor se desenvuelve, en muchos aspectos y ámbitos, mejor sobre el terreno y en la acción que con el libro o en el pupitre de alumno. Es razonable que el uso de una hoja de cálculo para recopilar y analizar datos del alumnado pueda aprenderse a través de un tutorial o en línea, o que una introducción al estado del arte en psicología cognitiva pueda organizarse como un curso académico en el estilo magistral más clásico, pero la configuración de un aula flexible, la gestión de un proyecto STEAM, la puesta en marcha de una clase invertida o el apoyo al trabajo de los equipos de alumnos en que se divide un grupo se aprenden mejor –y tal vez únicamente– sobre el terreno y con un educador ya experto al costado, sea para observarlo, imitarlo o ser aconsejado o corregido por él.
Aprender en el ejercicio profesional
 
Pero lo esencial no es ya esto sino, sobre todo, el trabajo cotidiano en el aula. Lo que distingue a un profesional (siempre que entendamos el término profesión en sentido fuerte, como una ocupación en la que el trabajador necesita un alto nivel de cualificación y dispone de un amplio grado de autonomía, como es el caso del profesorado), de un operario (es decir, de quien manipula o procesa algo, sea material o inmaterial, como es la información, siguiendo unas reglas claramente predefinidas) o de un peón o auxiliar (o sea, de quien realiza un trabajo lo bastante impreciso para que no pueda ser encomendado a un automatismo pero lo bastante simple como para ser realizado con la capacidad general, no cualificada, que la persona típica siempre tiene), es que la impredecibilidad y la complicación o la complejidad (que no son lo mismo) del trabajo cotidiano obligan constantemente a discernir, decidir y, con ello, a aprender; pero a un aprendizaje que requiere ya por sí mismo una base de conocimiento avanzada, pues no se trata de aprender a no tropezar con la misma piedra, cosa que ya sabemos que puede hacer un burro, sino de interpretar situaciones no conocidas para extraer datos, patrones y reglas aplicables a situaciones nuevas, etc.; no se trata de aprender rutinas preexistentes ni de probar respuestas intuitivas, sino de elaborar soluciones más o menos complejas a tareas o problemas que antes, al menos desde la perspectiva del implicado, no las tenían. Es el sentido que cabe dar al concepto algo bizarro propuesto por Castells: trabajadores autoprogramables.
Necesitamos ir todavía un paso más allá para comprender lo que significa el aprendizaje en el ejercicio profesional del docente. Un piloto aéreo y un docente son ambos profesionales, pero son bastante distintos. Un piloto necesita más tiempo y en todo caso más recursos para formarse, gana más, debe tomar decisiones de efectos más inmediatos y tal vez irreversibles, etc. Pero la realidad es que, en comparación con un maestro en un día de clase, un piloto tiene que tomar muchas menos decisiones (por eso existe el piloto pero no el maestro automático), afronta menos imprevistos y va a aprender bastante menos en una jornada de vuelo. La diferencia consiste en que el trabajo del piloto está ya muy normalizado y la recogida y el procesamiento de la información pertinente, así como su análisis y buena parte de las decisiones consiguientes, están ya incorporados a los mecanismos

automáticos de la aeronave, aun cuando el piloto pueda optar entre delegarlas o recuperarlas. No faltan los imprevistos, ni por consiguiente los nuevos aprendizajes, pero el proceso está ya tan normalizado y es tan normalizable que, de hecho, estos nuevos elementos, si tienen cierta relevancia y una vez que se consideran adecuadamente identificados y formulados, se incorporan de inmediato al diseño técnico de las nuevas aeronaves (o incluso de las viejas) o a las normas universales que se aplican a su operación. La versión extrema de esto, que no tardará en llegar al transporte aéreo, puede verse ya en los automóviles autodirigidos, en los que la presencia del conductor es solo un recurso de última instancia (quizá más útil a la hora de legitimar las pruebas ante la opinión pública que a la de mejorar la conducción o su seguridad) y los resultados del aprendizaje (no sólo los derivados de accidentes sino otros muchos, de todos los días, que no llegan a los medios) son inmediatamente incorporados al software y, así, generalizados a todos los vehículos (o al menos a los de una marca). Compárense estas actividades con la docencia, donde todo el énfasis del mundo sobre las buenas prácticas, las prácticas de éxito, la evidencia científica disponible, etc., conduce una y otra vez a la decepción, pues la bondad o el éxito en un contexto no garantizan en modo alguno su reproducibilidad en otro. No es que no se aprenda nada, sino que lo aprendido nunca es suficiente por sí mismo porque ni los contextos son lo bastante parecidos ni los procesos, sobre todo, son lo bastante normalizables; en otras palabras, porque es un conocimiento difícilmente transferible entre personas y entre contextos.

Sin embargo, el modelo escolar dominante, que es el del profesor permanentemente aislado en su aula y con su grupo, opera justo en sentido contrario, reduciendo al docente a una soledad de ejercicio que solo lleva a no aprender, o hacerlo de manera muy limitada, y a perpetuarse en los mismos errores, o incluso a profundizarlos. Es la cara oscura de que cada maestrillo tenga su librillo. Incluso en el marco de este modelo, o con mayor razón dentro del mismo, el aprendizaje profesional requiere tiempos y espacios compartidos con otros miembros de la profesión: como poco, salas de profesores o seminarios que se utilicen para algo más que el desayuno de media mañana y la reunión ocasional del claustro y tiempos de permanencia, fuera de los lectivos, más allá de los necesarios para guardias y sustituciones, atención a servicios auxiliares y reuniones obligadas. En suma, espacios y tiempos informales en los que los profesores puedan intercambiar información, comunicarse experiencias, compartir problemas y soluciones, aprender juntos o simplemente conversar. Por desgracia, la presión constante por la reducción de los horarios y el calendario lectivo y de permanencia, la ofensiva interminable por una jornada matinal y la interesada confusión de los horarios docente y discente han tendido a hacer de los centros, y en particular de los funcionarizados centros públicos, una especie de oficinas por horas en las que el profesorado sólo se encuentra lo imprescindible, inviabilizando el aprendizaje en colaboración o reduciéndolo, como suele decirse, a voluntarismo.
La pesada herencia del aula
A esto debe añadirse que la mejora y la innovación educativas se juegan hoy, ante todo, en el nivel meso, no tanto en las políticas generales ni en la práctica individual, aunque nadie cuestiona su importancia, sino en los proyectos de centro, los equipos docentes y las redes trans-centros, que para existir siquiera y para alcanzar alguna vigencia necesitan esos espacios (físicos, pero también virtuales) y tiempos (sincronizados, pero también asíncronos) compartidos. En otras palabras, hay que devolver el tiempo de trabajo del profesor al centro. El patrón por el que el profesor viene al centro, da sus clases, arregla cuatro papeles y se va a su casa, cuanto antes mejor, a estudiar y hasta la próxima, pudo tener sentido como parte del modelo del docente transmisor, el aula-huevera y la enseñanza de talla única, pero lo ha perdido por completo en el contexto de la sociedad de la información y el conocimiento, el ecosistema digital y una prolongada escolarización universal que se quiere igualitaria, en los que el educador debe convertirse en diseñador de entornos, situaciones, experiencias, proyectos y trayectos de aprendizaje. El profesorado, aun con toda la libertad necesaria para desplegar su actividad no docente donde y cuando convenga, debe volver por defecto al espacio y el horario escolares, si bien es cierto que esto requeriría cambios radicales en las condiciones de trabajo e incentivos adecuados.
En el ecosistema digital de aprendizaje, la parafernalia pasiva y en serie formada por el libro, el cuaderno, la pizarra, etc. es sustituida por dispositivos y programas altamente interactivos y personalizables; la colaboración entre iguales, que había sido desdeñada o prohibida, resurge con fuerza porque ya no depende de la copresencialidad ni de la sincronía; la comunidad, que había sido contenida fuera de los muros del aula y la escuela, está de nuevo al alcance sin restricciones distales, temporales ni económicas; en consecuencia el aprendizaje recupera el terreno perdido frente a la enseñanza, así como lo hace la actividad discente frente a la transmisión docente, y el modelo broadcast, o lectio, en el que un solo profesor enseñaba a un grupo de alumnos en un aula, diseñada físicamente como auditorio y organizativamente como audiencia, pierde ya todo sentido. La generalización de recursos materiales que son activamente educativos y la recuperación de los iguales como co-educandos y co-educadores revaloriza el trabajo individual y el pequeño grupo, mientras que las economías de escala en las actividades de pura transmisión, como la clase magistral, en la distribución del espacio o en el equipamiento digital empujan hacia la formación de grupos más grandes: es el modelo de la hiperaula que se va asumiendo en buena parte de la innovación educativa más reciente (aunque venga de lejos), visible en la Escola da Ponte, el CFP Padre Piquer, el proyecto Horitzó 2020, la red Teach for One, los centros diseñados por el estudio Fielding & Nair, etc., etc. En este modelo, al grupo discente más amplio se asocia un microequipo de docencia compartida (tres o más educadores) que, además de ser más flexible y eficaz y permitir mejores combinaciones de especialidades, facilita asimismo, entre los docentes, la transmisión y compartición de técnicas, experiencias, habilidades…, y en particular la iniciación de profesores los noveles; en suma el aprendizaje colaborativo en el ejercicio mismo de la profesión.
Y una coda sobre redes y universidades
 
Resta añadir que, aunque pueda tener en el espacio de la hiperaula y la docencia compartida del microequipo su principal escenario, el aprendizaje colaborativo del docente no ha de verse restringido ni a ese espacio ni a ese grupo. En la profesión docente hay ya una larga tradición de redes colaborativas y de aprendizaje que, como los viejos movimientos de renovación pedagógica o las nuevas comunidades virtuales (y múltiples otras formas mixtas o simplemente distintas), han servido al trabajo conjunto de profesores que, sin estar en un mismo centro, compartían proyectos de mejora o innovación, focos de interés definidos por el contenido o el método, etc., atravesando distancias físicas, divisorias administrativas y, a menudo, demarcaciones disciplinares. Hoy esto resulta más practicable gracias a la superación de los límites espaciales y temporales que permite el nuevo entorno digital.
Permítaseme cerrar con unas pocas palabras sobre lo que dije que no trataría en este texto, la formación universitaria, pero solo para señalar la triste paradoja de que sea esta, en particular las Facultades de Educación, la que más se resiste a la transformación de la estructura profunda del aprendizaje y la enseñanza y, por tanto, el mayor o, al menos, el primer obstáculo para ésta. Dados el elevado nivel tecnológico de las universidades, la dimensión investigadora de sus profesores y su invariable apuesta por la innovación, ahí tenemos justamente el mejor indicio de que no se trata sólo de cambiar las mentalidades (que también), sino las estructuras en las que nos movemos y que nosotros mismos reproducimos.
Fuente: http://blog.enguita.info/
Fuente de la imagen: https://gesvin.files.wordpress.com/2018/01/aprendizajecolaborativo5ventajasinspirarc3a1n-artc3adculo-bloggesvin-e1515498622880.jpg?w=596&h=392
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Infografía Aprendizaje Basado en Proyectos – 6 Aspectos para Hacerlo Significativo

Compartimos una interesante infografía sobre “Aprendizaje Basado en Proyectos – 6 Aspectos para Hacerlo Significativo

 

Fuente: https://gesvin.wordpress.com/2018/06/27/aprendizaje-basado-en-proyectos-6-aspectos-para-hacerlo-significativo-infografia/

Imagen de cabecera tomada de: https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcTWqmkr9L9ZdwwBRAroI15DGKsuS7Gvley8xGtLOMewV-_evXk2

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Bilbao Berrikuntza Faktoria: un ecosistema de aprendizaje, innovación y emprendimiento

Europa/España/ObservatorioITESM

Hace unos días tuve la oportunidad de conocer un lugar donde de manera integral, esta interacción se lleva a cabo diariamente. No era un bootcamp, congreso, fórum, feria universitaria o de empleo. Ni siquiera una escuela (en el sentido tradicional). Se trataba deuna fábrica donde conviven diariamente la formación universitaria y la comunidad emprendedora en un espacio transversal e interconectado, sin aulas ni oficinas, sin profesores ni alumnos.

Este espacio lleva el nombre de Bilbao Berrikuntza Faktoria (BBF) y existe físicamente en Bilbao, España, aunque la iniciativa es una red de emprendedores en equipo que se extiende a nivel mundial. Esta red es la Mondragón Team Academy, una comunidad internacional deteampreneurs y la unidad de emprendimiento de la Mondragon Unibertsitatea (Universidad de Mondragón).

Pero, ¿cómo funciona una escuela sin profesores ni alumnos? La BBF es un ecosistema de aprendizaje, innovación y emprendimiento donde los profesores se convierten en mentoresy los alumnos en emprendedores. Las “aulas” son más bien entornos laborales con grandes mesas de trabajo donde los alumnos llevan a cabo sus empresas y proyectos en colaboración con empresas y start-ups que están en el mismo edificio.

Entrar a esta fábrica de innovación fue para mí una experiencia distinta a lo que esperaba. Desde la llegada. El edificio que alberga la BBF, ubicado en pleno centro urbano de Bilbao, pasa casi desapercibido entre el resto de los edificios pues no parece para nada un campus universitario. La estética industrial del inmueble hace honor a su nombre y en el interior se pueden encontrar grandes espacios abiertos donde emprendedores, mentores y empresarios trabajan en colaboración.

La distinción entre alumnos, profesores y empresarios es casi imperceptible. Y es que en este lugar no se ven docentes escribiendo en una pizarra o mostrando slides de PowerPoint, ni alumnas sentadas pasivamente escuchando la clase. Aquí el trabajo colaborativo e interdisciplinario es la norma. Si bien este ecosistema se asemeja más a una incubadora, la BBF ofrece programas universitarios y de posgrado oficiales pero distintos a la oferta académica promedio.

“En la actualidad, los centros educativos y empresariales nos privan de la posibilidad de entender que pasión y educación o pasión y trabajo pueden ir de la mano”

.¿Cómo funciona Bilbao Berrikuntza Faktoria?

El modelo de BBF integra tres capas diferenciadas e interconectadas entre sí: Aprendizaje, Emprendimiento e Innovación.

  1. Aprendizaje. A través de la oferta académica disruptiva que ofrece la Mondragon Unibertsitatea: El grado universitario LEINN (Grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación – LEINN) y los programas de posgrado, Máster internacional en Intrapreneurship e Innovación Abierta (MINN) y el Máster Profesional en Coaching de Personas y Equipos (TMINN).
  2. Emprendimiento. A través de la incubación, consultoría y desarrollo de proyectos en el ámbito de la innovación, el intraemprendimiento y la creatividad.
  3. Innovación. Una sede de empresas, con productos y servicios innovadores y un importante potencial de crecimiento.
Las claves del Grado LEINN Es el único grado universitario oficial e internacional sobre emprendimiento que existe en España. Está basado en el Modelo Educativo Finlandés el cual se basa en tres pilares básicos: aprender haciendo, emprender en equipo y viajes de aprendizaje internacionales. Es una carrera universitaria 100% práctica y real donde desde el primer curso los estudiantes crean una empresa real, diseñan y desarrollan productos y servicios reales, trabajan con clientes, y deben facturar para superar el curso.No hay profesores sino mentores y las aulas se sustituyen por entornos laborales actuales.Es el único grado universitario con un 100% de empleabilidad en España. Más de 1,000 jóvenes estudian LEINN en los laboratorios de la red internacional Mondragon Team Academy (MTA), con bases en Madrid, Barcelona, Bilbao, Irún, Oñati y Valencia (en España), México, Amsterdam, Shanghai (China) y Pune (India). “El LEINN es un viaje de cuatro años que te pone en situaciones y te hace vivir experiencias que en una universidad convencional es imposible que vivieras”— Ibai Martínez, egresado de LEINN. El BBF es un proyecto impulsado por Mondragron Unibertsitatea con la colaboración del Ayuntamiento de Bilbao. Para conocer más sobre esta iniciativa visita la página de la Bilbao Berrikuntza Faktoria.
Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/bilbao-berrikuntza-faktoria-ecosistema-de-aprendizaje-innovacion-y-emprendimientoFuente:
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5 estrategias didácticas innovadoras para tus clases

España / 25 de marzo de 2018 / Autor: Miniland / Fuente: Miniland Educational

El sistema educativo está cambiando y están surgiendo nuevas metodologías de enseñanza, como estas 5 estrategias didácticas innovadoras que debes conocer.
La enseñanza, tal y como la conocemos ahora, va a sufrir cambios muy importantes en los próximos años que la transformarán en un sistema completamente nuevo. De hecho, ya está empezando a experimentar ligeras modificaciones, sobre todo, en los métodos de aprendizaje. Muchos profesores empiezan a testear nuevas estrategias didácticas innovadoras que favorecen la educación de los alumnos.Las habituales clases teóricas aportan poca retroalimentación, ya que la participación de los estudiantes es mínima y, además, no se centran en los problemas individuales de cada alumno, lo que a la larga genera problemas de aprendizaje en muchos niños. Por ello, últimamente son muchos los docentes que optan por innovar en sus clases introduciendo estrategias didácticas poco habituales. Estas son algunas de las que mejor están funcionando:

estrategias innovadorass para tus clases

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  • El aprendizaje basado en problemas:

La enseñanza a través del aprendizaje basado en problemas consiste en plantear problemas al alumno relacionados con diversas áreas de estudio para que él solo pueda resolverlos. Es decir, deberá aprender determinados conocimientos con el fin de poder resolver de manera autónoma los problemas planteados por el profesor. El problema es el punto de partida para identificar los conocimientos y habilidades que hay que aprender. De esta forma, la enseñanza se vuelve mucho más activa y participativa, se genera un clima de colaboración entre todos los estudiantes y el papel del profesor pasa a ser el de facilitador o tutor.

  • El aprendizaje colaborativo:

Este tipo de enseñanza intenta extrapolar el trabajo en las empresas a la escuela. Es decir, en la gran mayoría de compañías se trabaja en equipo, por lo que es importante inculcar dicha forma de trabajar desde que los niños son bien pequeños. Por lo tanto, como su propio nombre indica, el aprendizaje colaborativo fomenta el trabajo conjunto. El maestro debe dividir la clase por equipos de entre tres y cinco miembros y plantearles una tarea a resolver entre todos. El aprendizaje colaborativo fomenta la conciencia de grupo, el intercambio de opiniones, la coordinación y la aceptación de críticas y valoraciones. Es importante hacer un seguimiento a cada grupo para comprobar que todos participan y que la opinión de cada miembro es valorada y respetada.

  • El aprendizaje basado en proyectos:

Esta técnica de aprendizaje es una variante del aprendizaje basado en problemas pero, en este caso en vez de plantear un problema, los alumnos ya lo tienen identificado y lo que han de hacer es desarrollar un proyecto que dé solución al conflicto. En el aprendizaje basado en proyectos (APB) más que un problema, lo que se plantea es una pregunta guía que servirá para planificar y estructurar el trabajo. El aprendizaje basado en proyectos se puede dividir en 10 pasos, según Aula Planeta: la selección del tema, la formación de equipos, la definición del reto final, la planificación, la investigación, el análisis, la elaboración del producto, la presentación, la respuesta colectiva y, por último, la evaluación.

metodos aprendizaje digitalmetodos aprendizaje digital

  • La autogestión o autoaprendizaje:

Este modelo de enseñanza pone el foco en el alumno, es decir, es más individualizado. La autogestión lo que pretende es que el estudiante adquiera una mayor iniciativa y sea más independiente. De esta forma, participa más activamente en el proceso de aprendizaje adquiriendo continuamente nuevas capacidades y habilidades a través de su desempeño personal y profesional. La principal cuestión que implica esta metodología es que el alumno debe estar preparado para asumir dicha responsabilidad. Es decir, tiene que haber una determinación, esfuerzo y motivación por parte del niño. En el autoaprendizaje el docente ejerce un papel de mediador o tutor que tiene que guiar al alumno facilitándole las herramientas o técnicas necesarias, pero sin entrar en el proceso de enseñanza.

  • La enseñanza por descubrimiento:


Esta tendencia educativa defiende que la mejor manera de que un alumno aprenda algo es haciéndolo. Por ejemplo, la mejor manera de aprender ciencia es haciendo experimentos científicos. Por tanto, es una metodología que se fundamenta sobre todo en el aprendizaje práctico. La enseñanza por descubrimientoargumenta que a través del ejercicio práctico, el alumno sabrá extraer los conocimientos y habilidades para ser consciente de lo que ha aprendido y poder aplicarlo en otras situaciones. Eso no quiere decir que este tipo de enseñanza deba ser completamente autónoma. El papel del profesor es muy importante, ya que es él quien planificará las actividades didácticas y quien guiará al alumno durante el desarrollo del ejercicio. 
Si estás interesada en innovar en tus clases, estas 5 estrategias didácticas pueden ser de gran utilidad para ti. Prueba a introducirlas paulatinamente, empezando por aquella que creas que mejores resultados va a reportar a tus alumnos, y si te funciona puedes continuar con el resto. Si conoces otras estrategias didácticas innovadoras, cuéntanoslas. En Miniland Educational nos encanta estar en constante aprendizaje.

Fuente de la Reseña:

https://spain.minilandeducational.com/school/estrategias-didacticas-innovadoras-para-tus-clases

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