Page 12 of 112
1 10 11 12 13 14 112

Jordi Riera: Tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para cubrir la brecha digital que la pandemia está suponiendo

Por: educaweb

Jordi Riera (Barcelona, 1962) es Catedrático de Educación en la Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del Deporte Blanquerna de la Universitat Ramon Llull. Ha sido decano de la misma facultad y vicerrector de la URL, presidente de la Asociación Catalana de Pedagogos de Catalunya y del Colegio de Pedagogos de Catalunya, miembro del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Catalunya y del Consell de Expertos de Bienestar Social de la Generalitat de Catalunya. Ha publicado numerosos libros y artículos científicos en prensa, así como en revistas especializadas sobre temas educativos. Es el investigador principal del Grupo de Investigación Consolidado de Pedagogía, Sociedad e Innovación con el apoyo de las TIC (PSITIC). Ha dirigido el Anuario: Retos de la educación en Catalunya 2018, de la Fundación Jaume Bofill.

¿Cuál cree que ha sido el impacto del COVID-19 en la educación?

En términos generales, la pandemia ha impactado en el ámbito educativo de una manera determinante, convulsa y disruptiva, tanto en un sentido negativo como positivo.

Negativamente, y más allá del grave problema sociosanitario que estamos viviendo, porque a nivel educativo ha supuesto una ruptura repentina, no prevista, con la presencialidad justo en medio de un curso escolar, con todo el que esto supone de improvisación y emergencia de actuación. Esta emergencia también ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar en competencias digitales docentes en general y también la clara brecha digital que existe en la sociedad, donde en torno a un 10-15% de chicos y chicas de Primaria y Secundaria han desconectado de la escuela, por falta de recursos tecnológicos o infraestructurales necesarios para seguir «conectados» de forma no presencial.

Pero positivamente también por lo que está suponiendo de provocación de cambios y movilización de energías individuales y colectivas en torno a la innovación en el uso de recursos sociotecnológicos – digitales centrados en la comunicación y el aprendizaje en línea, como apoyo o sustitución provisional de la presencialidad. Después de la pandemia, todos habremos avanzado unas cuantas pantallas en esta dimensión transformativa, que quizás se nos resistían años atrás y que ahora las circunstancias nos han forzado, por pura necesidad, a mejorar y a profundizar.

¿En qué medida siguen vigentes los ejes de la nueva relación educativa y de las nuevas dinámicas de la innovación educativa que expuso al inicio de la publicación?

No solo siguen vigentes, sino que todavía se ha puesto más en evidencia en el momento actual de la pandemia. Sostengo que, mientras queramos seguir arraigados a los viejos parámetros de esta relación, superar momentos y retos como los que supone la pandemia, es más difícil encontrar soluciones. Aquí radica, a mi parecer, la enorme dificultad que estamos sufriendo para ligar normativas sociosanitarias con los objetivos, metodologías y espacios de aprendizaje. En la introducción del Anuario, ciertamente, defendí que los tres esos clavos de la relación educativa tenían que evolucionar para avanzar hacia la sociedad y la educación que aspiramos. Tanto en lo que se refiere al tiempo, al contenido como a la forma de esta relación. Y mire usted como esto se ha puesto todavía más de manifiesto en tiempo de pandemia.

En primer lugar, defendíamos allá que había que revisar la coordenada tiempo de esta relación. Nos preguntábamos si podíamos conseguir una escuela donde el horario, los tiempos y los espacios de aprendizaje permitan el emprendimiento en el acto de aprender, la libre relación educativa, intergeneracional y cargada de momentos únicos y significativos en los que en ningún caso nunca más interrumpiera el timbre. Imaginábamos pues una nueva concepción del tiempo de la relación menos sujeto a horarios encapsulados y más abierto e integrador de las experiencias educativas, que priorice la calidad de las mismas (enfoque Kairos del tiempo de educar) a la cantidad (enfoque de Cronos actual). Si ya tuviéramos esta nueva escuela, la pandemia no habría sido tanto problema en la reimaginación de lo que toca hacer ahora.

En segundo lugar, hablábamos de los cambios necesarios en la revisión del contenido de la relación. Hace poco el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya enunciaba que, dada la situación que vivimos, quizás nos teníamos que plantear una revisión del currículum competencial que vaya al core de lo que es objeto de aprendizaje y de manera interdisciplinar, es decir, no tanto dividida por asignaturas y materias, dado que habrá que trabajar con grupos más reducidos y estables, con menos diversidad de profesores itinerantes por los grupos. Esto, si lo sabemos aprovechar, querría decir una revisión transformadora de todo el currículum, desde esta perspectiva más holística e integradora del saber. Aquí pues tenemos también una nueva y gran oportunidad, en la línea que defendíamos en la introducción del Anuario en cuanto a la revisión del contenido de la relación educativa.

Y, finalmente, planteábamos una revisión del eje formal de la relación. Defendíamos allá que el momento prepandemia ya hace tiempo que pone en entredicho el propio concepto de una relación sostenida esencialmente por la díada histórica educadoreducando. Hemos de avanzar hacia nuevas formas de relación que amplían el concepto de la clásica díada y también de concepción del aula hacia un sistema multiagente de interacciones en el marco de un gran ecosistema de aprendizaje, en el que las aportaciones diversas, complementarias y significativas de la misma familia, de la comunidad, del territorio, en contextos de aprendizaje formal, no formal e informal, tanto de apoyo presencial como sociodigital, son el nuevo marco formal donde acontece la relación educativa, y donde el maestro se convierte en el principal líder-referente de continuidad de las varias experiencias, pero no el agente único. Si esto lo tuviéramos del todo asumido e integrado en la escuela actual, bien es verdad que la pandemia tampoco supondría una crisis tan decisiva en el momento de afrontar la problemática a la que nos abocan todas las medidas de seguridad sociosanitarias que tenemos que implementar. Entre todos, y desde una visión comunitaria-territorial del reto educativo, se encuentran más recursos y estrategias de superación del reto actual.

 «Desde una visión comunitaria-territorial del reto educativo se encuentran más recursos y estrategias de superación del reto actual».

 ¿Qué temas tratados en el Anuari 2018 requieren un replanteamiento tras la irrupción del COVID-19? ¿Por qué?

Lo que necesitamos no es un replanteamiento, sino que ¡todos ellos ganen en actualidad máxima de toma de conciencia de los mismos! Tanto desde la concepción de la evaluación que defendíamos en el primer capítulo, como desde la necesidad de avanzar en la aportación sociodigital en la educación, como una mejora de la orientación y, específicamente, en los contextos más vulnerables. Allá defendíamos justamente esta visión en red de corresponsabilidades e imaginábamos un sistema educativo más descentralizado y más empoderador de los centros y de los territorios. Y también, por eso, ¡teníamos que imaginar los mejores profesionales de la docencia y la mejor investigación! Ninguno de los temas tratados pues en el Anuari2018 queda en un segundo plano, más bien al contrario: habría que recuperarlos todos para avanzar.

Diversas entidades y organismos han constatado que la educación presencial no puede sustituirse por la virtual sin merma de la calidad educativa, sobre todo en las primeras etapas educativas. ¿Cómo se podría mejorar esta formación de manera ágil, teniendo en cuenta que todavía no existe vacuna para el COVID-19?

Mejorando la formación de los propios formadores. La calidad educativa tiene que ver con el máximo aprovechamiento de la relación educativa tanto en el sentido de aprendizaje como de la misma relación que se establece en ella.

Es evidente que la relación presencial es insustituible al 100%, con todo lo que aporta el contacto directo y próximo, por una relación virtual. Pero esto no quita que esta última no se pueda desarrollar con el máximo de calidad posible más allá de las limitaciones obvias que supone trabajar a distancia. Y, por eso, hay que seguir ofreciendo a nuestros profesores un plan de formación continua, justamente de carácter virtual, de forma que, implícita y explícitamente, la misma formación continuada sea fuente de aprendizaje sostenido por parte del maestro.

Al mismo tiempo que son necesarios los foros y debates virtuales en torno a esta praxis, ayudando a los maestros y las maestras a hacer su propia tira de recursos y estrategias según la edad y contexto de sus alumnos. Y también hay que seguir ampliando y mejorando todos los repositorios de recursos virtuales de acceso libre de los que disponemos actualmente, alimentándolos con todas las experiencias innovadoras que los mismos educadores y educadoras están desplegando a lo largo de estos tiempos de pandemia.

También se ha denunciado el crecimiento de las desigualdades educativas a raíz del coronavirus. ¿Qué medidas extra cree que deberían tomarse, además de las propuestas en la publicación?

En el Anuario proponemos muchas medidas proactivas y no reactivas como tenemos que tomar ahora. Pero, sin dejar de defender que las actuaciones a medio y largo plazo son las que nos tienen que permitir afrontar esta crisis con las mejores garantías, ahora mismo tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para dar cobertura a la brecha digital que la pandemia está suponiendo.

Tenemos que diagnosticar dónde faltan aparatos, conexión o las dos cosas, y hacer llegar las dos cosas con los recursos que haga falta y con packs de comunicación. No nos podemos permitir lo que hasta ahora, en muchos contextos vulnerables, ha supuesto la brecha digital.

En estos entornos, la comunicación digital de la escuela con las familias ha cogido forma -en el mejor de los casos- como máximo de un móvil y un whatsapp, o incluso sin whatsapps, haciendo uso de los SMS’s. Y poca cosa más. Y esto está generando una brecha dentro de la brecha, lo cual es muy preocupante. Por lo tanto, es necesaria la máxima atención a estas bolsas de necesidades tecnológicas, si no queremos salir de la pandemia con una agudización grave de la desigualdad.

La orientación académica y profesional también ha sufrido el impacto del COVID-19. ¿Cómo podría ofrecerse un acompañamiento adecuado, sobre todo en periodos de transición?

Tal y como proponemos en el Anuario, incrementando los nodos de orientación y asumiendo que el paradigma de la orientación acontece cada vez más multiagente y multiprofesional. No hacemos bastante con los orientadores profesionales, que en todo caso nos tienen que liderar. Tenemos que asumir el rol orientador toda la tribu, para atender en diferentes momentos y lugares las necesidades y dudas de nuestros jóvenes.

Y, por tanto, tenemos que diseñar e implementar un modelo de orientación en red de conexiones con diferentes recursos y espacios de orientación. La escuela se queda corta en este reto. Muchos retos de la orientación pueden ser asumidos desde un enfoque comunitario en red con la escuela, y desplegarla en código de proximidad con los jóvenes. Sus transiciones y dudas más relevantes encuentran más cobertura en la red de capital social de la comunidad que en una atención particular. Hace falta que fomentemos pues un nuevo modelo de orientación a lo largo de toda la vida, que se base en la capacidad orientadora que puede desplegar una comunidad madura y rica en capital social, donde la escuela puede hacer un papel dinamizador, pero no solitario, de la orientación.

«Tenemos que diseñar e implementar un modelo de orientación en red de conexiones con diferentes recursos y espacios».

Si hoy le pidieran dirigir el anuario 2020 y seleccionar los retos a tratar, ¿cuáles calificaría de imprescindibles?

Desgraciadamente hemos avanzado poco en el marco de los retos que planteamos a lo largo de los 10 capítulos del Anuario del 2018, pero probablemente todavía enfatizaría más el reto de reconceptualizar la escuela como parte de una red de corresponsabilidades, con clara vocación de escuela comunitaria.

La pandemia lo está poniendo de manifiesto: las escuelas abiertas y muy integradas en el contexto comunitario al que pertenecen están encontrando mejor soluciones y más seguras (puesto que de seguridad sociosanitaria se trata también) que las que están endocentrades en ellas mismas.

Los retos de futuro, como estamos defendido e investigando hace muchos años desde mi grupo de investigación PSITIC de Blanquerna de la Universitat Ramon Llull, pasa por un cambio de modelo de la escuela y de la concepción de la educación que toca al currículum, la evaluación, la organización escolar, el rol del maestro y, en general a nivel macro, la reconceptualitzación del conjunto del sistema educativo en formato de red educativa descentralizada y de gran componente comunitaria, tal y como se recoge en el Anuario del 2018. Y si a alguno le quedaba alguna duda, el contexto en que vivimos, por suerte o por desgracia, todavía lo ha puesto más en evidencia.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/10/28/tenemos-hacer-todos-esfuerzos-necesarios-cubrir-brecha-digital-pandemia-esta-suponiendo-19347/

Comparte este contenido:

Toda persona tiene derecho a la educación ya sea para aprender cosas o simplemente por el gusto de saber más: Julieta Fierro Gossman

Toda persona tiene derecho a la educación ya sea para aprender cosas, actualizar sus conocimientos o simplemente por el gusto de saber más, afirmó Julieta Fierro Gossman, quien promueve en México la iniciativa Aprendizaje para toda la vida de la UNESCO.

La investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM colabora como consultora en la tarea que inició la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a partir de la década de los 50, con respecto al derecho humano a la enseñanza básica y en cada momento de la vida.

Dijo que, sin importar la edad, “se trata de que las personas aprendan a aprender, todos debemos tener esa oportunidad, porque una vez que te gusta ya te picas. La idea es que cada ser humano pueda acceder a la educación formal, y a la educación a distancia y que, durante su vida académica, pueda tener derecho a educación híbrida”.

Fuente: https://mundodehoy.com/2021/01/01/toda-persona-tiene-derecho-a-la-educacion-ya-sea-para-aprender-cosas-o-simplemente-por-el-gusto-de-saber-mas-julieta-fierro-gossman/

Comparte este contenido:

UNICEF: «Proteger a los maestros contra el Covid-19 servirá para mantener las escuelas abiertas». Costa Rica

La vacunación contra Covid-19 de los maestros es una medida fundamental para que los niños vuelvan a estudiar de nuevo, considera Unicef y es por eso que hace un llamado para que los docentes reciban las dosis luego del personal de salud y población de riesgo.

“Unicef pide que se dé prioridad a los maestros en la vacunación contra la Covid-19, una vez que se haya vacunado al personal de salud de primera línea y a las poblaciones de alto riesgo. Esto contribuirá a proteger a los maestros contra el virus, les permitirá enseñar en persona y, en última instancia, servirá para mantener las escuelas abiertas», insta Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef.

En su punto álgido, a finales de abril de 2020, el cierre de las escuelas a nivel nacional interrumpió el aprendizaje de casi el 90% de los estudiantes de todo el mundo.

«Si bien la cifra ha disminuido desde entonces, algunos siguen suponiendo sin fundamento que el cierre de las escuelas puede frenar la propagación de la enfermedad, a pesar de que cada vez hay más pruebas que indican que las escuelas no son el principal foco de transmisión en la comunidad. Debido a esta suposición, a medida que los casos se están disparando en muchos países del mundo, las comunidades están cerrando de nuevo las escuelas», indicó.

Hasta el 1 de diciembre, las escuelas de 1 de cada 5 alumnos en el mundo estaban cerradas, lo que constituye 320 millones de niños, reporta Unicef.

“Aunque las decisiones sobre la distribución de las vacunas recaen en último término en los gobiernos, las consecuencias de una falta prolongada de aprendizaje, o su deterioro, son abrumadoras, especialmente para los más marginados. Cuanto más tiempo permanezcan los niños fuera de la escuela, menos probable es que regresen a ella, y más difícil será para sus progenitores reanudar su trabajo», argumentó la directora ejecutiva.

En Costa Rica los docentes tanto de centros públicos como privados serán vacunados. Están en el grupo cuatro de cinco prioritarios por vacunar.

El retorno a clases presenciales está previsto para el 8 de febrero, y el curso lectivo 2021 será híbrido (modalidad presencial coexistirá con la virtual).

En los protocolos para el retorno se aclara que las lecciones presenciales pueden ser suspendidas por el Ministerio de Salud y el de Educación Pública en caso de que existan brotes de Covid-19.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/unicef-proteger-a-los-maestros-contra-el-covid-19-servira-para-mantener-las-escuelas-abiertas

Comparte este contenido:

Estados Unidos: ¿Qué hay en la lista de deseos de todo educador para estas vacaciones?

¿Qué quieren los educadores para 2021? Lo mismo que quiere la mayoría. Queremos que esta pandemia termine y que nuestros estudiantes estén de regreso en las aulas, en condiciones seguras. Sin embargo, lo que no queremos es volver a la normalidad. En Florida, lo normal ha significado décadas de falta de fondos y sobre gestión de las escuelas públicas, todo lo cual empeoró las cosas cuando llegó el COVID-19.

La pandemia ofrece una oportunidad para un restablecimiento completo sobre cómo este estado aborda la educación pública y sobre cómo trata a los maestros y al personal de apoyo que han trabajado tan duro para que los niños la superen.

Quienes ingresan a la educación lo hacen con una clara dedicación y amor por los niños. Los conductores de autobuses, los monitores de autobuses, los conserjes, los trabajadores de la cafetería, los paraprofesionales (asistentes de maestros), el personal de recepción, los trabajadores de mantenimiento y los maestros quieren que cada uno de «sus hijos» tenga éxito. En marzo, fueron los educadores quienes dieron un giro al sistema de escuelas públicas.

 

El personal de apoyo pone en riesgo su salud para preparar y entregar comidas, paquetes de trabajo y tecnología a los niños. Los maestros reelaboraron las lecciones en persona para el aprendizaje a distancia, ayudaron a los padres y se aseguraron que los niños estuvieran seguros.

Cuando las escuelas físicas abrieron en agosto, esas mismas personas recaudaron fondos para estaciones portátiles de lavado de manos y gastaron su propio dinero en artículos de limpieza. A algunos se les pidió que hicieran lo imposible: enseñar a algunos estudiantes a través de la pantalla de una computadora y al mismo tiempo enseñar a otros en persona, en el aula. Ellos perseveraron, haciendo todo lo posible por los niños y las familias.

Entonces, esto es lo que está en la lista de deseos de cada educador para un mejor 2021 para estudiantes, educadores y escuelas públicas:

  • El apoyo y los recursos necesarios para realizar el trabajo. Fue absurdo cuando los legisladores llamaron a 2020 “El año del maestro” sin dejar de socavar el trabajo de los educadores.
  • Garantías de que podemos defender a nuestros estudiantes sin temor a represalias. Los estudiantes salen perdiendo cuando los maestros temen que sus contratos no se renueven si hablan.
  • Que cada niño tenga acceso a todo lo que necesita para tener éxito. Esto comienza con un programa de prekindergarten totalmente financiado. Es imperativo que los estudiantes, independientemente de los ingresos familiares, reciban todas las herramientas necesarias para el jardín de infantes. Los distritos estatales y locales deben realizar esta inversión.
  • Ser respetados como profesionales y reconocidos como la máxima autoridad en nuestra profesión. Nos lo hemos ganado, pero los legisladores en todos los niveles toman decisiones sin la participación de las personas que mejor saben.
  • Saber que se valora nuestro trabajo y recibir una justa compensación. Enfrentar a los nuevos educadores contra los veteranos, o los maestros contra el personal de apoyo, o implementar un esquema de pago con el objetivo de mantener bajos los salarios, solo aleja a las personas de la profesión.
  • El fin de las pruebas excesivas. Esto no significa que debamos eliminar las pruebas, sino que debemos utilizar las pruebas para promover el aprendizaje, no para penalizar a los niños, los maestros y las escuelas.
  • Para que todos reconozcan que este no es un año escolar normal. No necesitamos dar hasta tres o cuatro semanas de instrucción para poder administrar exámenes de gran importancia. Necesitamos enfocarnos en las necesidades académicas y emocionales de los estudiantes.

Estamos aprendiendo mucho durante esta pandemia, pero una de las lecciones más importantes que se nos ha enseñado es que cuando los padres y los educadores trabajan juntos, pueden suceder cosas increíbles. Hagamos que sea un año nuevo increíble para nuestros estudiantes y las escuelas públicas del vecindario.

* Andrew Spar es presidente de la Asociación de Educación de Florida, que representa a más de 150.000 maestros y profesionales del personal educativo de PreK-12, profesores de educación superior y estudiantes graduados, estudiantes que se preparan para convertirse en maestros y empleados de educación jubilados.

Fuente: https://www.diariolasamericas.com/florida/que-hay-la-lista-deseos-todo-educador-estas-vacaciones-n4212888

Comparte este contenido:

Año escolar Perú 2021: cuándo empezarán, modalidades y todo lo que se sabe antes de su inicio el próximo año

El año escolar 2021 comenzará el 15 de marzo de manera gradual, flexible y segura en modalidades que pueden ser virtual o presencial.

Si bien el 2020 ha sido un año difícil para todos debido a la pandemia del nuevo coronavirus, también lo fue en el sector educación. Las formas de educar y estudiar dieron un giro total este año. Las clases presenciales pasaron a ser virtuales y los alumnos de todos los rincones del Perú se tuvieron que adaptar a esta nueva forma de aprender.

Sobre el año escolar 2021 se tiene muchas expectativas. En ese sentido, el ministro de Educación, Ricardo Cuenca, dio a conocer lo que se tiene pensado hacer con la enseñanza de los estudiantes peruanos el próximo año, según la situación de la pandemia del covid-19 en las regiones del país.

Cabe precisar que a la fecha se registran 995.899 infectados y 37.034 fallecidos por covid-19 en nuestro país, según las cifras del Ministerio de Salud (Minsa).

¿Cuándo inicia el Año escolar 2021?

El ministro de Educación, Ricardo Cuenca informó en la última conferencia de prensa encabezada por el presidente de la república Francisco Sagasti, que el año escolar 2021 se iniciará el próximo 15 de marzo y se hará de manera gradual, flexible y segura en modalidades que pueden ser virtual o presencial, según la situación de la pandemia del Covid-19 en el país.

Año escolar 2021: ¿Clases presenciales o virtuales?

Cuenca señaló que el reinicio de clases será de forma flexible porque la experiencia epidemiológica aprendida demuestra que no todos los lugares del país se comportan de la misma manera frente a la pandemia del coronavirus.

Asimismo, afirmó que lo más probable es que las clases sean dictadas en la modalidad semipresencial, dependiendo de cómo se encuentre cada zona del país.

“El Ministerio de Educación, junto con el Ministerio de Salud, ha elaborado un conjunto de protocolos que incluyen las medidas generales, como el uso de mascarillas, el lavado de manos, la distancia social, así como alertas inmediatas ante la falta de un niño o un docente a la escuela”, subrayó en Palacio de Gobierno.

En un comunicado, el sector Educación brindó alcances sobre cómo será la implementación del Currículo Nacional en el contexto de la emergencia sanitaria generada por el COVID-19.

En cuanto al proceso de matrícula, el Minedu destacó que este puede realizarse de manera presencial o remota. Sin embargo, dada la situación de emergencia sanitaria, se recomienda priorizar los procesos de matrícula a través de dispositivos electrónicos y medios digitales, dependiendo de las condiciones y necesidades de cada estudiante y colegio.

Sobre “Aprendo en casa”, se sabe que durante el año escolar 2021, el Minedu seguirá poniendo a disposición de las familias los contenidos, a través de radio, web y televisión.

Protocolos

Ricardo Cuenta, anotó que o principal, es la salud de las personas, y ante cualquier indicio de un posible riesgo para la vida de los estudiantes o de los docentes, aseguró que se volverá al esquema de educación virtual.

“Ante la primera alerta de un riesgo mínimo en la vida de cualquier niño, niña, joven o docente, estamos preparados para volver a actuar y retomar el modo remoto de la educación. Así que tengan la absoluta seguridad de que lo principal es la salud de todos”, aseveró ante las preguntas de la prensa.

Por otro lado, la presidente del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, anunció que se ha instalado un grupo de trabajo encargado de planificar el retorno del año escolar 2021, el cual, agregó, se realizará de manera gradual, flexible y segura.

“Tiene que ser un proceso que se adapte a las realidades y particularidades de nuestros respectivos territorios y de nuestros respectivos estudiantes”, dijo en la conferencia de prensa.

De igual forma, dijo que se ha aprobado las orientaciones para las instituciones educativas para el retorno a clases en el 2021. “Esto se hará a las disposiciones y recomendaciones de las instancias que correspondan en trabajo articulado salud, educación y gobiernos descentralizados”, señaló.

Fuente: https://elcomercio.pe/respuestas/ano-escolar-peru-2021-cuando-empezaran-modalidades-y-todo-lo-que-se-sabe-antes-de-su-inicio-el-proximo-ano-coronavirus-minedu-covid-19-aprendo-en-casa-revtli-noticia/

Comparte este contenido:

¿Cómo funcionan las escuelas de padres y madres?

Por: Emilio Vargas Santiago

Los encuentros acordados entre familia y centro escolar suelen desarrollarse tanto en cursos breves o talleres; también se abordan problemáticas puntuales relacionadas con la educación familiar de manera integral.

En el artículo titulado ¿Por qué surgen las escuelas para padres y madres?, publicado en estas páginas el pasado 30 de noviembre, quien escribe expresa: “La escuela debe ayudar a las familias para que participen en la educación de los estudiantes y, a la vez, que los padres conozcan aspectos de la educación que recibe su hijo y de su conducta en la escuela para poder colaborar con esta, señalan Grant y Ray (2013)”. En tal sentido, las escuelas de padres y madres (EPM) son proyectos formativos que se ofertan desde los centros educativos, para proporcionar a las familias diversas estrategias para entender, apoyar, comprender y dar respuesta a los cambios en el proceso de desarrollo que experimentan sus hijos en el ámbito emocional, afectivo, académico y social, para generar mejoras en las funciones educativas de las familias.

Otra manera de conceptualizarlas es: Constituyen un proceso de educación organizada y coordinada entre padres de familia e institución educativa, basado en un modelo de formación con un proceso académico de educación formal de aprendizajes y habilidades que ayuden a desempeñar el rol de padres y madres. De ahí que López Osorio y Alarcón (2008) afirman que son espacios idóneos para impartir de manera sistemática formación y capacitación a padres, madres, responsables o representantes frente a aspectos psicopedagógicos, culturales, sociales, políticos y ambientales. También la definen como una herramienta que se pone a la disposición de los docentes y directivos, la cual permite educar y ayudar a despejar dudas de los padres de familia en cuanto a la educación y formación de sus hijos (Díaz Hernández et al. (2011).

Estas escuelas han de dar respuesta real a las necesidades de las familias, debido a que si no es así, los padres y madres no sentirán la necesidad de participar en las mismas. Dependiendo de la edad de los hijos, se producen cambios en las necesidades familiares, por lo que se requiere pedir a padres y madres, a través de encuestas o cuestionarios, qué les preocupa y así dar respuesta desde una efectiva EPM que ha de ofrecer recursos y estrategias reales para la actuación en el abordaje de la problemática que afecta la dinámica familiar.

Existe una amplia evidencia empírica que indica que la participación de las familias en las escuelas, además de constituir un derecho y un deber, aporta grandes beneficios a los estudiantes, a la escuela y a los padres y madres. Por tanto, los padres no deberían educar a sus hijos al margen de los centros educativos. Familia y escuela no deben trabajar aisladas, pues la mayor parte de la vida de los niños, hasta la adolescencia, transcurre en el ámbito familiar y escolar. Pero además, las familias tienen necesidades que los maestros y profesores no deben obviar y deben ayudarles a encararlas como profesionales de la educación, pues los padres no son expertos en materia educativa, y muchas veces ante ciertas tareas de sus hijos, se cuestionan si lo que hacen, y cómo lo hacen, es adecuado o no.

En cuanto a su funcionamiento, las EPM están  conformadas por grupos de padres y madres guiados por un monitor/coordinador que se encarga de preparar materiales y llevar a cabo una serie de sesiones de trabajo, las cuales tratarán sobre aquellos temas que les preocupan especialmente, y que pueden ser propuestos por ellos mismos, o temas específicos seleccionados por profesionales por su trascendencia para la apropiada formación de los padres. «No se trata, pues, de encontrar un especialista en cuestiones de pedagogía o psicología exclusivamente, sino quien sea capaz de captar toda la problemática que lleva consigo la formación completa de los padres en cuanto tales, pero sin dejar a un lado lo que encierra la formación total del adulto” (Ríos González, 1972).

En cada centro educativo habrá un equipo responsable para coordinar y animar la EPM. A manera de ejemplo estaría integrado por: El equipo directivo del centro escolar; un equipo de personas capaces de integrar los diferentes aspectos que posibiliten el cumplimiento de los objetivos propuestos; los profesores fijos o personas especialistas que van a impartir los distintos temas del programa a desarrollar; y, la totalidad de padres y madres de la institución escolar que se beneficia.

La formación de los monitores es una tarea importante. El equipo se debe formar al inicio de las actividades de la EPM. Las sesiones, de periodicidad determinada, son impartidas por profesionales de cada tema. Y las temáticas a tratar pueden estar referidas  a: Dinámica familiar, psicopedagogía, sociología, psicología clínica, psicodiagnóstico, orientación profesional y humana relativa a ser persona, el proyecto personal y aprender a convivir, entre otros.

En la actualidad, los programas de formación de padres y madres constituyen un lugar preferente en las  políticas sociales de muchos países. También hay que destacar que aunque las EPM y las Asociaciones de Padres y Tutores tengan algunos puntos en común, son diferentes. La formación experiencial brinda a los padres conocimientos y destrezas para el desarrollo de sus roles parentales, de las competencias y las habilidades educativas y la identificación de sus recursos y fortalezas.

La participación parental se refiere al involucramiento de los padres y madres en las actividades del centro educativo. Esta participación ocurre en dos ámbitos: en el aula y en el centro en general. En el aula incluye entrevistas, apoyo en casa a las tareas escolares, acompañantes de salidas, participación en talleres de diversa índole, participación en asambleas, fiestas y celebraciones. En el centro se consideran las asociaciones de padres,  escuelas para padres y madres, fiestas, celebraciones, exposiciones y otros.

Las EPM se caracterizan por su formación sistemática e integral durante el proceso de desarrollo de los distintos temas que se tratan en los encuentros. Por eso, cada vez más los centros educativos ven la necesidad de aplicar esta alternativa para colaborar en la formación integral de los estudiantes, pues la familia y el centro escolar son los pilares fundamentales para el desarrollo de los individuos y para que este proceso sea eficaz debe existir un trabajo colaborativo y cooperativo entre ambas instituciones.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/como-funcionan-las-escuelas-de-padres-y-madres-8890483.html

Comparte este contenido:

Desafíos y estrategias globales para conseguir un aprendizaje digital práctico y efectivo

El programa Global Scholars facilita la interacción entre alumnos de nacionalidades y culturas diferentes, fomentando el entendimiento mutuo y la adquisición de habilidades básicas para su futuro.

¿Puede ser efectivo un aprendizaje en remoto? ¿Acaso no es la distancia física un obstáculo que dificulta la interacción de los estudiantes? En un contexto global marcado por la pandemia de coronavirus, todo depende de la manera en que se hayan diseñado esas clases. Los alumnos en edad escolar pueden desarrollar conocimientos y habilidades esenciales para su futuro en aulas a distancia bien planteadas, tales como el pensamiento crítico, las competencias digitales, el compromiso global y el trabajo en equipo, de acuerdo con los resultados de Far from Remote: Survey Evidence of Student Learning in Digital Classrooms (Lejos de lo remoto: un estudio del aprendizaje en aulas digitales), realizado por Global Cities, Inc., una iniciativa de Bloomberg Philanthropies.

El informe, realizado a partir de una encuesta a más de 8.500 alumnos en 47 ciudades de los cinco continentes, se basa en Global Scholars, un programa educativo de Global Cities que permite a alumnos de 10 a 13 años (desde 5º de Primaria a 1º de la ESO) de centros públicos trabajar colaborativamente con estudiantes de países y culturas diferentes, en inglés y a través de herramientas digitales. A lo largo de un año, los menores (organizados en aulas digitales seguras de unos 300 alumnos de ocho a diez ciudades diferentes) desarrollan una serie de actividades prácticas relacionadas con un desafío global en torno a dos ejes: la sostenibilidad y la tecnología. Al final del curso implementan un proyecto local de acción comunitaria que refuerza en los alumnos la idea de que sus acciones importan y que pueden contribuir a mejorar el mundo.

El consumo sostenible, la escasez de agua o el mantenimiento de la biodiversidad son algunas de las temáticas abordadas durante los siete años en que lleva funcionando esta iniciativa, y que este curso incluye a más de 3.200 alumnos de la Comunidad de Madrid y de Cataluña, ya sea a través de actividades extraescolares, integrando este currículum digital en las asignaturas ya existentes o creando una materia específica. Al combinar la enseñanza guiada por el profesor con un currículo digital y la interacción de los alumnos en plataformas de debate, “los jóvenes aprenden a creer en ellos mismos y en sus habilidades para cambiar sus comunidades, al completar proyectos y al compartir conocimientos con sus compañeros”, afirma Marjorie B. Tiven, fundadora y presidenta de Global Cities. La tecnología, señala, puede ofrecer oportunidades únicas para aprender a través del diálogo y la colaboración.

Promover el compromiso global

Según estimaciones de Naciones Unidas, para el año 2050 el 68 % de la población mundial vivirá en entornos urbanos. Las ciudades tienen un impacto mayor en todo lo relacionado con el cambio climático y la sostenibilidad, y por eso Global Scholars se centra en aportar soluciones locales a esos desafíos globales. A lo largo del año, cada semana, los docentes guían a los estudiantes en actividades que les sirven para desarrollar su conocimiento sobre esos desafíos y su impacto global. “Los alumnos comparten y comparan sus perspectivas en plataformas de debate que fomentan un sentimiento de comunidad, y adquieren una comprensión más matizada y global al leer y contestar a los mensajes de sus compañeros, aprendiendo nuevas soluciones”, explica Megan Wilhelm, gerente del programa educativo en Global Cities.

“Me sirvió de mucho porque pude comunicarme con alumnos de otros países, y aprendí a respetar sus ideas y sus opiniones, que son muy diferentes a las mías”, recuerda Elisabet Pujol, una alumna del Institut Vall de Llémena, en Sant Gregori (Girona), que participó en Global Scholars en el curso 2015-16. Ese año, su proyecto de acción comunitaria fue elaborar una ruta sostenible para ir al centro de la ciudad, comparando el tiempo, el coste y las emisiones de CO2 de un coche y una bicicleta; la promocionaron en un foro ciclista y crearon un vídeo y un Kahoot. Marc, su hermano, participa este año: “Estamos trabajando sobre el consumo sostenible, y cómo podemos mejorarlo. Aprendemos que, con pequeñas cosas, podemos conseguir grandes cambios”.

Naia Teixidor, por su parte, estudia 1º de la ESO en el mismo centro, y también cursa esa asignatura: “Es una de mis materias favoritas, porque participas mucho en clase y es muy interesante. Durante un día, recogimos todos los plásticos que consumimos, los llevamos al instituto y vimos que teníamos un kilo y medio de envoltorios y envases… Te hace pensar en las consecuencias de tus acciones, y creo que puede ayudar a que en el futuro mejoren las cosas”.

Un aprendizaje basado en competencias

El éxito de un programa como Global Scholars descansa en un currículum específicamente diseñado para obtener competencias globales en un entorno digital: apreciación por la diversidad y el entendimiento cultural, conocimientos y compromisos globales, habilidades digitales, autoeficiencia, compromiso académico y pensamiento crítico; unos objetivos que sirven de base para desarrollar las actividades de cada curso. Se trata de entender cómo funciona el mundo y actuar para mejorarlo, ya sea local o globalmente, “aplicando sus conocimientos y experiencias, ese espíritu crítico y los puntos de vista que han descubierto de alumnos procedentes de culturas muy diferentes a la suya”, sostiene Xavier Cortina, profesor de estos alumnos en el Vall de Llémena, un centro público abierto en 2014 cuyo proyecto pone un énfasis especial en la tecnología y la educación en competencias.

Los beneficios son muchos y muy claros, añade: “La cooperación, saber trabajar colaborativamente dentro y fuera del aula… ese es el futuro de la educación. Aprender por proyectos, en grupos, de manera eficiente y planificada” tiene además un impacto emocional que es muy importante en el aprendizaje. Una videollamada en Skype, por ejemplo, les sirve para darse cuenta de que hay alguien al otro lado, y muchos alumnos aprenden más rápido cuando hay un componente emocional de por medio. ¿Se pueden adquirir competencias globales a distancia? “No solo es posible, es que no puede ser de otra forma. Cuando estos alumnos sean mayores, van a tener que trabajar de forma colaborativa en el trabajo, pero también online”. Por otro lado, el hecho de que la comunicación sea enteramente en inglés hace que mejoren sus competencias en ese idioma, que pasa de ser solo una asignatura a una herramienta imprescindible y productiva para poder comunicarse.

Para que una enseñanza a distancia sea verdaderamente efectiva, señala Cortina, también ha de ser competencial, algo que es especialmente útil para los estudiantes con mayores dificultades académicas: “Cuando trabajan de manera competencial, que quiere decir que las actividades se hacen con un propósito concreto, para aplicar unos conocimientos, estas benefician en mucha mayor medida a los alumnos que tienen dificultades”. El estudio de Global Cities así lo confirma: aquellos con bajos niveles previos de interés y confianza en sus propias capacidades experimentaron un progreso notable a lo largo del programa. En una escala del uno al cinco, la puntuación media de los alumnos que inicialmente pensaban que no podrían alcanzar el éxito académico pasó de 2,71 a 3,58, especialmente en lo relacionado con su capacidad para compartir y debatir temas globales.

“La interacción es la clave para involucrar a los estudiantes en el aprendizaje en línea. Ya sea conectando con compañeros a la vuelta de la esquina o en otra parte del mundo, los alumnos están deseosos de interactuar sobre asuntos que son significativos para ellos”, señala Wilhelm. “Ahora mismo, en el aula digital, muchos se preguntan unos a otros sobre sus experiencias durante la pandemia, un aspecto que afecta a su vida diaria. Aprender de sus compañeros les ayuda a desarrollar empatía y una perspectiva más global”. Al conocer otras perspectivas o buscar opiniones acerca de sus ideas, adquieren el hábito de relacionarse respetuosamente con otros que piensan de diferente manera. “Lo que aprenden, la información que analizan y las ideas que elaboran llevan a mejores soluciones potenciales para ayudar a un mayor número de personas”.

El mencionado estudio pone de manifiesto otras conclusiones fundamentales: al finalizar el programa, había crecido el número de alumnos que pensaban que sus acciones podían afectar a otras personas, ya fueran de su ciudad o del resto del mundo (de 3,56 a 3,74 sobre 5), algo especialmente significativo entre los alumnos con niveles académicos más bajos, entre los que el compromiso global había pasado de 1,89 a 3,23 en solo un año. El entusiasmo por el aprendizaje global se mantuvo estable (4,2 final sobre 5, frente a 4,28 al inicio), y quedó demostrado que aquellos docentes que se beneficiaban de una formación específica interactiva eran capaces de conseguir que el compromiso global de sus alumnos creciera de una manera más evidente.

El papel de los docentes y de la tecnología, esencial

Para garantizar el compromiso y la eficacia de los profesores con el plan curricular de Global Scholars, la organización proporciona una formación profesional específica por videoconferencia antes de cada una de las unidades didácticas, a fin de que puedan implementar el currículum y ayudar a sus alumnos a integrar la tecnología de la mejor manera posible; tanto a la hora de investigar y de crear o presentar su trabajo, como al debatirlo con estudiantes de las más diversas procedencias. Unas sesiones que les sirven también para familiarizarse con diferentes herramientas digitales e intercambiar ideas con profesores de otras ciudades.

Los avances tecnológicos han facilitado el desarrollo de las aplicaciones y los recursos digitales. “Hay muchos, tantos y tan atractivos que al principio los cogerías todos”, reflexiona Cortina. Por eso, “tienes que pensar en los elementos que hacen que una actividad sea competencial (…). Tienen que ser recursos que te permitan construir algo juntos, porque de esta manera la actividad cobrará sentido: el uso del vídeo en educación, el entorno de Google…”. “Ellos no hacen un uso pasivo de las nuevas tecnologías”, continúa, “sino que las usan para generar contenido. Cuando usas la tecnología de una forma tan intensa, hay alumnos que incluso descubren habilidades que no sabían que tenían”. En breve, Cortina realizará con sus alumnos un libro digital con recomendaciones sobre consumo; una herramienta que no conocía y con la que se familiarizará gracias a la formación y el seguimiento proporcionado por Global Scholars. Siempre, eso sí, con un objetivo: desarrollar las herramientas y habilidades que los alumnos necesitarán en su vida adulta, a fin de convertirse en adultos globalmente competentes.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/12/09/actualidad/1607518408_102444.html

Comparte este contenido:
Page 12 of 112
1 10 11 12 13 14 112