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Iglesia en Perú: «Nuestras cárceles son escuelas de criminalidad»

En tiempos de COVID-19 la Pastoral penitenciaria en Perú, a través del Padre Enrique Gonzales, Secretario ejecutivo de la Comisión de Acción Social, en una larga entrevista concedida a la Agencia de Prensa de los obispos revela las consecuencias de las precarias condiciones en que se encuentran las prisiones del país

Davide Dionisi  – Vatican News

Acompañamiento espiritual a las personas privadas de libertad y a sus familias. La pastoral penitenciaria promovida por la Comisión de Acción Social (CEAS) de los obispos peruanos continúa su valioso servicio, incluso en tiempos de pandemia. Las restricciones no impidieron que los voluntarios y capellanes entraran en los centros penitenciarios y asistieran a los huéspedes que, debido al COVID-19, padecen un doble sufrimiento: el estado de detención y la distancia de sus seres queridos.

Así lo revela el Padre Enrique Gonzales, Secretario Ejecutivo de la CEAS, en una larga entrevista con Ancep, la Agencia de Prensa de los obispos:

“Nuestras cárceles son auténticas escuelas del crimen y no lugares de reinserción social”

El Padre Gonzales añade que “las causas deben atribuirse al hacinamiento, a las precarias condiciones” en que se encuentran las prisiones, “a la falta de un trato digno de los huéspedes y, por último, al prejuicio generalizado de la opinión pública con respecto a las prisiones». Tras la propagación de la pandemia, la situación se ha desplomado como en el resto del mundo.

“Pero las cosas empeoraron aquí”

Cuatrocientas víctimas en las cárceles

El sacerdote continúa explicando que «la incapacidad de responder a las necesidades de los numerosos prisioneros los ha hecho más vulnerables”. Con el resultado de que “el número de contagiados ha sido muy alto” y, hasta ahora, han registrado 400 víctimas. Como resultado, se prohibieron las visitas y los detenidos ya no pudieron recibir alimentos y medicinas. “El trabajo también se ha detenido», continúa el Padre Gonzales. Ante un panorama desalentador, los agentes pastorales no se han dado por vencidos y han logrado «también gracias a su imaginación y espíritu de iniciativa» garantizar su presencia constante.

“Los capellanes no podían celebrar la misa, pero la oración y la reflexión sobre la Palabra nunca faltó”

Relanzamiento de los proyectos de pastoral carcelaria

El Secretario Ejecutivo de la CEAS también dijo que tomaron medidas para la distribución de medicamentos y mascarillas. “A través de llamadas telefónicas pudimos responder a las peticiones de los prisioneros». El Padre Gonzales anticipó, después, el relanzamiento de los proyectos de pastoral carcelaria a través de la creación de una «red nacional» dirigida por Monseñor Jorge Izaguirre, obispo de la prelatura de Chuquibamba y presidente del Ceas. El sacerdote observa con satisfacción:

“Las primeras reuniones de la red, todas online, han permitido una comparación fructífera entre los diversos equipos que trabajan en el sector en todas las diócesis”

Mientras por lo que respecta a la medida relativa a la liberación de los presos más vulnerables, el Padre Gonzales califica la decisión de «tardía». Y concluye:

“Muchos de nuestros hermanos y muchas de nuestras hermanas han muerto mientras tanto. A pesar de esto, lucharemos para que se aplique”

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2020-11/iglesia-en-peru-nuestras-carceles-son-escuelas-de-criminalidad.html

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Brasil: Transexuales pueden elegir entre cárceles femeninas o masculinas

América Central/Brasil/04-10-2020/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

Justicia de Brasil también sentenció que tienen derecho a decidir si, dentro de los presidios que escojan, conviven con los reclusos en general o en pabellones destinados a la población LGBTI .

RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Los travestidos y transexuales que están presos en Brasil obtuvieron este viernes el derecho a decidir si quieren permanecer en presidios masculinos o si prefieren ser recluidos en cárceles femeninas.

El beneficio fue concedido por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), que aprobó una resolución que obliga a los jueces a consultar a las personas que se declaran transexuales o travestidos sobre el tipo de presidio en el que prefieren permanecer presos.

De acuerdo con la resolución del organismo gestor del Poder Judicial en Brasil, estos presos también tienen derecho a decidir si, dentro de los presidios masculinos o femeninos, quieren convivir con los reclusos en general o permanecer en los pabellones destinados a la población LGBTI (Lesbianas, homosexuales, bisexuales, travestidos e intersexuales).

Según el Consejo Nacional de Justicia, que es comandado por el presidente de la Corte Suprema, el magistrado Luiz Fux, los presos que se declaran homosexuales y lesbianas sí tienen que ser recluidos en presidios masculinos y femeninos, respectivamente, pero podrán declarar su preferencia por un pabellón o una celda específica para las personas con su opción sexual.

Igualmente tendrán que tener en cuenta si el preso en cuestión no representa riesgo para los demás reclusos de la unidad a la que se les destine.

«El juez tendrá que fundamentar su decisión. Podrá negar, por ejemplo, la petición de un travestido condenado por varios crímenes sexuales que manifieste su deseo de ser recluido en una celta solo con mujeres», según el ponente de la propuesta, el consejero Mario Guerreiro.

El consejero que propuso la medida hace más de un año alegó que la decisión busca garantizar derechos de personas sometidas a situaciones humillantes.

«Esas personas están sujetas dentro de los presidios a un infierno en la tierra. No podemos ignorar lo que está ocurriendo. Son violadas y maltratadas todos los días, y contraen enfermedades», afirmó.

Según el Consejo Nacional de Justicia, el plazo para que jueces y el sistema penal se adapten para implantar la medida es de 90 días.

En la justificación de la decisión, el ponente afirmó que el artículo quinto de la Constitución brasileña garantiza «que nadie será sometido a tortura ni a tratamiento inhumano o degradante».

Igualmente citó artículos de la convención sobre Principios de Yogyakarta, que la comunidad internacional aprobó en 2007 y que buscan garantizar los derechos humanos de las personas en relación a su orientación sexual e identidad de género.

«Con esta resolución, Brasil da un paso importante en el fortalecimiento de la tutela de las minorías y en el reconocimiento de la dignidad de la persona humana», afirmó Fux.

De acuerdo con los datos analizados por la CNJ, Brasil lidera la clasificación mundial de violencia contra los transgéneros, cuya expectativa de vida no supera los 35 años en el país.

Según los datos del Departamento Penitenciario Nacional (Depen), en Brasil sólo hay 36 unidades carcelarias con pabellones destinados a presos de la comunidad LGBTI, lo que representa el 3 % del total de presidios y cárceles del país. EFE

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/actualidad/transexuales-pueden-elegir-entre-carceles-femeninas-o-masculinas-8867285.html

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Las escuelas, las fábricas, las cárceles y las alternativas

Escrito por: Luis Miguel Alvarado Dorry

En pleno siglo XXI las escuelas se siguen organizando y construyendo como las del siglo anterior puntualizando que, les niñes y jóvenes, tienen muchas características diferentes a la de los siglos anteriores, más, por las implicaciones tecnológicas y el acceso a la información.

En la actualidad, se ha pospuesto la fecha de inicio del ciclo escolar en México que, generalmente, era en el mes de agosto, sin embargo, por la actual coyuntura es tentativo iniciar en el mes de septiembre, si es que el semáforo de salud lo permite, es decir, que esté y permanezca en color verde, según el secretario de educación en México, el economista Esteban Moctezuma Barragán.

Al iniciar un nuevo ciclo escolar, al mismo tiempo, llevar consigo los obstáculos y problemas a las que se enfrentaron les docentes en todo el país a partir de marzo pasado por la propagación del coronavirus COVID-19, es decir, docentes que no sabían usar determinadas plataformas digitales-virtuales, docentes que no sabían usar las redes sociales y, lo más cruel, docentes que fueron excluidos y que excluyeron a muches de sus estudiantes al momento de mandar tareas y/o de realizar una clase de manera digital-virtual por no tener acceso a internet o a algún dispositivo electrónico; docentes y familias que, de sus dineros, contrataron con alguna empresa conectividad a internet o bien datos de telefonía celular, ganando el mismo salario precario e indigno.

En este contexto, es inherente repensar la escuela desde sus lenguajes, organización, estructura e infraestructura, con el hito de empezar a construir procesos de transformación al respecto, una transformación en la que todes quepan, en las que todes, estén, en las que todes construyan corresponsabilidades y humanidades con les otres.

Los lenguajes, las estructuras e infraestructuras de las escuelas, por lo general, son muy parecidas entre sí y, similares al de una fábrica y/o al “panóptico” de Bentham (Foucault, 2008, págs. 88-89), en este marco, iré haciendo una analogía entre estas.

 

Estructura

Todos los años en el nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) en el mes de febrero se esperan a les estudiantes y sus familias para recibir sus documentos de preinscripción, posterior a ello, al término de cada ciclo escolar las familias “inscriben” a sus hijes al grado correspondiente.

Al inicio de cada ciclo escolar les docentes tienen dos semanas para «diagnosticar» al grupo de estudiantes que le tocó atender, este diagnóstico se basa, por lo general, en la aplicación de una prueba o examen de los contenidos del grado anterior, en este sentido, se van etiquetando y clasificando a les estudiantes como meras materias primas, quienes son “buenos”, “regulares” o “malos”, quiénes manejan mejores los contenidos y quiénes no, ante esto, no quiero decir que los conocimientos previos no son importantes a la hora del proceso dialéctico de enseñanza-aprendizaje, al contrario, son muy importantes, sin embargo, la aplicación de este examen cerca de conocer las experiencias de la vida cotidiana de les estudiantes como persona y sujeto integral, solo indica y se reduce a la parte cognitiva.

Desde la perspectiva fabril, les obreres, al llegar las materias primas a la fábrica se encargan de revisarlas minuciosamente y separarlas entre “buenos”, “regulares” y “malos”; mientras que al ingresar  en las prisiones, les reos, son evaluades según los delitos cometidos y su peligrosidad, son separades y ubicades como “máxima peligrosidad”, “peligrosidad moderada” y “peligrosidad mínima”.

Al inicio de cada ciclo escolar las familias se ven obligadas a firmar el “reglamento” de la escuela y el de salón (este a veces son construidas por docentes y estudiantes), los cuales, controlan, vigilan y miden el comportamiento de todes les estudiantes, asimismo es un pretexto para estigmatizar y castigar por las reglas infringidas; castigos que van desde una llamada de atención (amenazas), ubicarlos en la ya famosa “silla de reflexión”, suspensiones y se han dado casos que, hasta gritos, golpes y expulsión definitiva; si el reglamento se lleva a cabo por les estudiantes, son reconocides premiándoles con puntos en sus calificaciones y con su “carta de buena conducta” con el hito de disciplinarles, usualmente, más de une se resisten a la opresión, esta disciplina originada por el reglamento más que liberar el pensamiento y expresiones de emociones de les estudiantes, trata de homogeneizar a todes para el mayor control posible a partir de la obediencia generada por el modelo premios-castigos.

De la misma manera en las fábricas, todes les obreres, deben obedecer los reglamentos impuestos por los propios patrones con el fin de homogeneizarles y acallar sus voces que, por miedos, gritan en la clandestinidad por sus condiciones de explotación a la que viven, si no se lleva a cabo el reglamento de manera estricta, son amenazades, suspendides o corrides de sus trabajos sin ninguna remuneración o finiquito; si obedecen las reglas, son remunerades como “trabajadora o trabajador del año”.

En las prisiones sucede algo similar, en el sentido que, si una o un reo infringe alguno de los puntos del reglamento, son castigades llevándoles a celdas insalubres y permanecen allí durante determinado tiempo dependiendo de la falta cometida, en la mayoría de los casos, se han presentado maltratos y golpes por parte de la autoridad del penal; si les reos llevan a cabo el reglamento los premian con la oportunidad de más visitas y, en algunos casos, en la reducción de sus condenas.

Al inicio de cada “jornada” y dependiendo del “horario” establecido, al sonido del «timbre«, chicharra y/o silbatos, les estudiantes, obreres y prisioneres, en el mismo orden, se dirigen a sus respectivas aulas y talleres para comenzar su “jornada”, de la misma manera, mediante ese sonido, indican la hora de receso, alimento, esparcimiento y fin de la jornada, así todos los días. De lo anterior, podemos observar las palabras “jornada” y “horarios” son usadas de manera frecuente en los tres sectores.

Tanto las escuelas, las fábricas y las prisiones, tienen que «rendir cuentas» o entregar resultados a la sociedad, estos resultados van dirigidos con base en la formación/producción/readaptación; en el caso de las escuelas en la formación de “buenos ciudadanos consumidores”, en las fábricas “productos de calidad” y en el caso de las prisiones “readaptación social”, desde esta perspectiva, todes son medibles y cuantificables, de esta manera se va cosificando a la humanidad.

Dentro de las escuelas, fábricas y prisiones, en su mayoría, uno de los factores importantes y estrictos es el uso diario del «uniforme», desde su propia concepción “vestido de la misma forma y color, destinado a identificar a los miembros de un grupo: uniforme deportivo; uniforme escolar” (SEP, 2012), en este sentido, en los tres espacios, el uniforme da sentido de pertenencia y, a la vez, de competencia por pertenecer a determinada escuela que es “mejor” que las otras, de la misma manera en la fabricas o empresas y, en las prisiones. Las familias en la mayoría de las escuelas y fabricas se ven obligados a comprar uniformes, en algunas fábricas les regalan el uniforme y, solo en las prisiones, otorgan de manera gratuita el uniforme en la mayoría de los casos. En este marco, se va homogeneizando a les estudiantes, empleades y recluses, es decir, a todas las sociedades.

El «pase de lista«, otro aspecto más que son similares en los tres sectores, este es indispensable para controlar, vigilar, sancionar, premiar y administrar, tanto a les docentes y estudiantes, como a les obreres y materia prima y, a les policías penitenciarios y recluses. Esta se lleva a cabo al toque (timbre, chicharras y/o silbatos) de entrada y al de la salida antes mencionado.

La «matrícula«, otro factor similar que me he percatado que existen y son muy similares en los tres sectores, cada estudiante, obrere y recluse al entrar a su respectivo sector, son matriculades y llevan ese número de matrícula por lo que tarda el nivel escolar, el trabajo y/o la condena.

También he observado que en los reclusorios es muy frecuente que se encuentran «separades hombres y mujeres«, es decir, en un área solo se encuentran puras mujeres y en otras solo hombres sin posibilidad de encuentro; en las escuelas, en principio, eran organizadas de esta forma, actualmente, algunas heredaron esta estructura, del mismo modo ha pasado en las fábricas.

Dentro de la organización del sistema educativo es muy similar al de una fábrica o empresa y, al de los reclusorios, los tres espacios son de manera jerárquica.

Iniciamos por las autoridades superior de arriba hacia abajo y me centraré desde las jefaturas de sectores de nivel primaria, esta función se encarga de vigilar, sancionar, premiar y administrar el trabajo que realizan las supervisiones y estas a su vez a las direcciones de escuelas y, les directorxs vigilan-sancionan-premian y administran a les docentes por el trabajo realizado con les estudiantes, todes rinden cuentas ante su superior inmediato.

Del mismo modo las fábrica o empresas, se encuentran les jefxs de departamentos que vigilan, sanciona, premian y administran los trabajos realizados por supervisorxs de área y estos a su vez a encargade de producción, estes últimes vigilan, sanciona, premian y administran la producción de les obreres que manipulan las materias primas para la obtención de productos determinados.

Dentro de un reclusorio o cárcel, se encuentra la dirección que, al igual que les anteriores, vigila, sanciona, premia y administra a un centro penitenciario o cárcel, de manera vertical descendente, se le subordina la función de subdirección de seguridad en el centro y, a este, el de jefatura de departamento de seguridad, sigue el puesto de policías penitenciarios, por último, los que son sometides, disciplinades, normades y violentades por todes son les recluses.

Por lo tanto, los trabajos de vigilar, sancionar, premiar y administrar, puedo asegurar que las funciones en los distintas áreas educativas, fabriles y penitenciarias son muy similares.

A continuación, pondré de manera jerárquica comparando  los cargo en los tres sectores: les jefxs de sectores de educación son similares a les jefxs de departamento de producción y dirección del penal; les supervisorxs escolares son similares a las funciones de les supervisorxs de área de producción y subdirección de seguridad en el centro; les directorxs escolares con funciones similares a les encargades de producción y a la  jefatura de departamento de seguridad; les docentes con funciones similares a las de les obreres y policías penitenciarios; por último, les estudiantes con funciones similares a las materias primas y recluses esperando ser moldeades con el fin de obtener un producto final con base al perfil de egresos educativo explícito en el currículum, en el caso de las fábricas, de los manuales de productos a fabricar y, en les recluses, según el plan de readaptación social.

 

Infraestructura 

Dentro de la infraestructura también son muy similares los tres sectores, cuentan con una «entrada/salida» que, en el caso de la escuela y la fábrica, solo las abren a la hora de entrada y salida, en las prisiones solo abren las puertas para que salgan a los espacios de sus áreas correspondientes dentro de la misma prisión.

Las tres cuentan con baños, con un «área de mantenimiento y limpieza«, asimismo con áreas de «comedores«; en las escuelas, en algunas empresas (por ejemplo, Google), y en los reclusorios, cuentan con «áreas de esparcimiento» como canchas para realizar determinado deporte o gimnasios para ejercitarse.

En las escuelas se construyen «aulas» y se dividen por grados en donde trabajan les docentes y estudiantes, si estas son de organización completa y se exceden de números de estudiantes, se dividen en grupos designándoles una letra (A, B, C, etc.); de la misma manera las fábricas se construyen áreas y se dividen en secciones en donde, les obreres, trabajan con la materia prima; mientras que en los reclusorios se construyen edificios o “alas” con determinado número de celdas, también se dividen por medio de colores o por letras (A, B, C, etc,), los cuales, sirven para que les recluses vayan trabajando consigo mismo la mayoría del tiempo y vigilados por les policias.

En los tres sectores se construye un espacio donde instalan la «dirección«, ubicada en un lugar que tenga visibilidad para todos los lados, generalmente, se encuentran al lado de la puerta de entrada/salida, con el fin de tener mayor control y vigilancia de las distintas zonas, principalmente, el de las aulas donde fiscalizan el trabajo de les docentes-estudiantes, obreros-materia prima y recluses-policias.

Como podemos observar, los lenguajes, las estructuras e infraestructuras de las escuelas, de las fábricas/empresas y de las prisiones son muy similares, las cuales, en esta coyuntura del confinamiento obligatorio por el coronavirus COVID-19 se han reducido a solo un espacio llamado “hogar”, construyendo con ello como lo he denominado en uno de mis artículos publicados con anterioridad como “las nuevas cárceles” [1]. Estas similitudes no son coincidencias o neutras, sino que están cargadas de ideologías alienantes que juegan un papel muy importante en la construcción y consolidación de determinadas sociedades, desde la perspectiva neoliberal, sociedades: individualizadas, con sentido de competencia, conservadoras, autoritarias, patriarcales, neocoloniales, instrumentalizadas, cosificadas y deshumanas.

 

Las otras voces

Existen educaciones que se han venido construyendo a partir de la relación armoniosa humano-naturaleza, del contexto y de les participantes del proceso educativo (docentes, familias, estudiantes, etc.), educaciones que se reinventan cada día, es decir, no son programas acabados y rígidos, sino que, en constante construcción en distintas partes de México, América Latina y del mundo.

Puedo mencionar algunas construidas en mi país como la del movimiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Proyecto Educativo Alternativo (PEA) construida por docentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Proyecto Comunitario para la Escuela (PCE) construida por docentes pertenecientes a la Asamblea Estatal Democrática de la sección 40 del SNTE-CNTE, estas tres en el estado de Chiapas, el Plan de Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO) construida por docentes de la CNTE de Oaxaca, El Centro Sindical de Investigación e Innovación Educativa (CSIIE) de Michoacán, El Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura del Programa de Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PNAEC-PDECEM) estas dos últimas construidas por la CNTE de Michoacán y el Proyecto de Educación Crítica de Baja California construida por docentes de la CNTE junto con docentes y egresados del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica.

Otras que, por la actual coyuntura, fue inherente el establecimiento de alianzas con el fin de trascender y transformarse, en donde se han venido consolidando como una escuela-taller alternativa y popular, organizando conversatorios, debates y conferencias virtuales contrahegemónicas para la formación de pensamiento crítico humanizante, me refiero a la alianza del Centro Internacional de Investigaciones “Otras Voces en Educación” (CII-OVE) de Venezuela, la Cooperativa de Educadores e Investigadores Populares Histórica (CEIP-H) de Argentina y el Centro Internacional de Pensamiento Crítico “Eduardo del Rio (Rius)”.

Todos estos proyectos educativos construidos desde las bases magisteriales en conjunto con estudiantes y familias, con un acumulado teórico e histórico desde las perspectivas críticas latinoamericanas, fundamentadas desde Simón Rodríguez, José Martí, José Carlos Mariátegui, Paulo Freire, Marco Raúl Mejía Jiménez, Luis Bonilla-Molina, Sergio Quiroz Miranda, Peter McLaren, Henry Giroux, Michael Apple, Luis Huerta, Rigoberto Martínez Escárcega, Teresita Garduño, María Shirley Dos Santos entre otres no menos importantes y, que nos han servido como bases epistemológicas para la construcción de esa otra educación.

Por lo anterior, al ser develadas y reflexionadas las similitudes de las escuelas con los otros dos sectores, las pedagogías críticas y educaciones populares tienen el compromiso con la humanidad para ir repensando la escuela en su lenguaje, estructura e infraestructura, con el hito de construir una escuela/educación diferente en estos tiempos tan necesarios, una que enseñe a pensar en libertad, una que sea justa, democrática, creativa, que sea crítica, que se construya entre todes les que participan en el proceso, con respeto a la diversidad, otredad, feminista, humana, humanizante y que desarrolle integralmente las diversas capacidades de les estudiantes.

 

Referencias

Foucault, M. (2008). Nacimiento de la biopolítica: curso en el Collage de Francia: 1978-1979. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

SEP. (2012). Academia mexicana de la lengua. Diccionario escolar. Ciudad de México: SEP.

[1]. http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/345322

Fuente: El autor escribe para OVE

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Las cárceles, el feminismo y la delgada línea del punitivismo

América/Argentina/06/05/2020/Autor y fuente: anred.org

¿Realmente la sociedad se da el debate de pensar quiénes deben acceder al arresto domiciliario y quienes no? ¿Por qué causa más indignación este planteo que los beneficios y tratos especiales a criminales de lesa humanidad? ¿Se está cuestionando tras la pandemia la función de las cárceles, la criminalidad penitenciaria y policial, y la inoperancia del poder judicial? Las pantallas y las redes estallan de indignación por la supuesta “liberación masiva de presos” que en realidad, hilando fino, resulta ser muy selectiva. En general, las cárceles no están ni en la agenda ni en los discursos políticamente correctos porque, como bien decimos las feministas, lo que no se nombra no existe, y dentro de la (súper)población carcelaria, las mujeres y disidencias también son invisibilizadas como en todos los aspectos sociales. ¿Alguien está hablando de las mujeres con hijos, las embarazadas y las personas con enfermedades inmunosupresoras en contexto de encierro?. Por Natalia Tangona para ANRed.


Siempre ha sucedido que ciertas noticias recién demandan atención cuando explotan “del lado de adentro de la Gral. Paz”. En los últimos días la situación del penal de Devoto acaparó las pantallas, siendo que las cárceles del interior comenzaron sus demandas, sus comunicados, sus huelgas de hambre, desde hace casi un mes. Los internos advirtieron de la presencia de agentes penitenciarios infectados mucho antes de la confirmación de casos positivos en Bariloche, Olmos, Campana y Devoto. Advirtieron de los traslados de internos desde cárceles ubicadas en zonas de riesgo hacia penales del interior en pueblos donde no se registraban casos, como Junín. De hecho, el 16 de marzo las mujeres privadas de la libertad en la cárcel de Batán fueron las primeras en tomar la iniciativa de solicitar que se suspendieran las visitas por prevención y cuidado teniendo en cuenta que sus familias viajan horas en transportes masivos para verlas.

En general, las cárceles no están ni en la agenda ni en los discursos políticamente correctos porque, como bien decimos las feministas, lo que no se nombra no existe. Y si los muros ya hacen su parte evitándonos poder ver y los medios tergiversan las voces para no escuchar lo que realmente deberíamos escuchar, el silencio es el remate final para legitimar la barbarie en los sótanos del Estado. Barbarie es la palabra que resume a la concepción del sistema carcelario como centros de hacinamiento, de tortura, violaciones, infecciones y asesinatos declarados por la versión oficial como “suicidios” o “enfrentamientos” entre reclusxs, y archivados como “muertes dudosas”.

El punitivismo es una de las cuestiones más teorizadas y debatidas por los feminismos, en este último tiempo, a partir de la práctica del escrache a abusadores, golpeadores y femicidas. La delgada línea del punitivismo serpentea entre los justificativos, los discursos éticos y el dolor. Lo cierto es que los feminismos no buscamos generar el mismo dolor al escrachado ni venganza, sino advertir, exigir, gritar, no olvidar, cuidar y aplicar la condena social en tanto no haya políticas efectivas de prevención y contención ni justicia. Porque ellos, los pedófilos, los violadores, los femicidas, en su mayoría, no están presos (la mayor parte de los internos en las penitenciarias federales cumplen condenas por robo y narcotráfico, sólo el 5% corresponde a delitos sexuales y el 6% a homicidios). Y por eso, en tanto no haya justicia efectiva, habrá escrache. Muy diferente es entender a la justicia como el ejercicio de la tortura y el asesinato sistemáticos.

Lo irrefutable es que para los genocidas y para estos hijos sanos del patriarcado el único lugar posible es la cárcel. Entre éstos hay un conjunto en común de crímenes cometidos contra mujeres, adolescentes y niñas. Aún así, muchos criminales de la dictadura cumplen la preventiva en cárceles vip como la de Campo de Mayo o gozan de prisión domiciliaria. ¿Acaso hablamos de que deben tener todos los mismos beneficios por igual?, no. Se deben regularizar las condiciones sanitarias básicas de las cárceles comunes y allí deben permanecer todos ellos cumplimentando sus penas y los protocolos de prevención ante la pandemia, tal como debe asegurarlo un Estado de derecho que respeta las garantías constitucionales incluso de los que representan las violencias que combatimos quienes luchamos por los derechos humanos. El beneficio del arresto domiciliario frente a los riegos de contagio del coronavirus se aplica a personas con condenas menores o pertenecientes a la población de riesgo, sin embargo quienes deberían acceder a ello aún se encuentran hacinados en las cárceles mientras que genocidas, violadores y femicidas ya están en sus domicilios y, en varios casos, sin previa notificación a las víctimas o sus familiares. Mientras tanto, presxs políticos, presxs por causas armadas, presxs por cultivar cannabis para uso medicinal, o por portación de cantidades insignificantes, por robos menores, con prisiones preventivas por doquier, están en penitenciarías y comisarías colapsadas frente un inminente contagio masivo y devastador que, además, puede extenderse más allá de los muros y calabozos.

Dentro de la (súper)población carcelaria, las mujeres y disidencias también son invisibilizadas como en todos los aspectos sociales. ¿Alguien está hablando de las mujeres con hijos, las embarazadas y las personas con enfermedades inmunosupresoras en contexto de encierro?

En el caso de las mujeres privadas de la libertad la primera causa de detención es el menudeo y transporte de estupefacientes. El 70% se encuentra en prisión preventiva a la espera del inicio de un juicio. Capítulo aparte, o un libro entero, merecerían las causas armadas por el aparato policial y los periplos del horror que padecen quienes no han hecho absolutamente nada y están presxs.

En Argentina no hay un registro sistematizado ni actualizado de datos sobre presas por aborto. El Código Penal establece una pena de 1 a 4 años pero la libre interpretación de jueces y juezas hace que muchos casos se caratulen como “Homicidio agravado por el vínculo”. Ésto, sumado a la falta de relevamientos completos, contribuye a la total invisibilización de las mujeres condenadas por abortar. ¿Cuántas están en prisión a la espera de un juicio caratulado vaya a saber de qué forma?.

El 8 de abril, el juez de la Cámara de Casación Penal bonaerense, Víctor Violini , dispuso mediante una resolución el beneficio del arresto domiciliario a detenidos por delitos leves y en riesgo sanitario. Según él mismo declaró no lo permite a quienes están presxs por delitos cometidos con armas, delitos de violencia de género, delitos de abuso sexual o delitos cometidos con violencia. Sin embargo, la realidad siempre es bien distinta cuando el poder judicial es deshumanizado y patriarcal.

En un artículo publicado por Página 12, el 18 de marzo, Adriana Meyer resumió claramente estas desigualdades: “La ley 24.660 indica en el artículo 32 que los jueces pueden disponer la prisión domiciliaria a las mujeres embarazadas y a las que tienen hijes pequeñes a su cargo. Pero el cumplimiento queda a la arbitrariedad de jueces y juezas. La selectividad del sistema penal se ve con claridad en estos casos, cuando en gran medida se le concede con facilidad la domiciliaria a los genocidas, pero a las mujeres pobres y con hijxs, no. También se pidió que se revisen las causas por homicidios agravados o intentos de homicidio en los que las mujeres están detenidas por defenderse de sus parejas.”

La feminización de la pobreza, la criminalización de las mujeres y disidencias y la justicia patriarcal se complementan y retroalimentan calando tan hondo que ni en los discursos ni las agendas de los feminismos más representativos las presas y les preses están presentes. En la última reunión informativa por videoconferencia de la Comisión de Mujeres y Diversidad con del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad ninguna de las asistentes, ni la ministra siquiera, dijeron una sola palabra sobre la situación de las encarceladas ante la pandemia de Covid 19, siendo que ya el 20 de abril, las internas de la Unidad Penitenciaria n°33 de Los Hornos habían emitido un comunicado donde expresaron “un penal que no sólo aloja mujeres sino también a sus hijos hasta los cuatro años de edad; a adultas mayores; con VIH; con enfermedades respiratorias (…) Pedimos ser contempladas en el Plan de Emergencia Sanitaria y que las malas condiciones en nuestra situación de encierro sean tenidas en cuenta en el contexto actual de pandemia por COVID 19. La cárcel no está preparada para atendernos si nos enfermamos y los efectos serían devastadores (..) Vinimos a pagar una condena, no a morir en una cárcel.” Además, el pasado 24 de abril, las mujeres privadas de la libertad en la Unidad Penitenciaria n°3 del Borbollón, en Mendoza, fueron reprimidas por el grupo masculino de choque del Complejo Boulogne Sur Mer con golpizas y disparos, tras iniciar un reclamo sonoro ante una nueva negativa de parte de las autoridades a sus notas solicitando garantías de higiene y celulares para comunicarse con sus hijes (beneficios que sí se habían otorgado en el Complejo de varones).

Imágen que pertenece a la muestra “Iluminaciones” realizada en la Unidad 31 del penal de Ezeiza por mujeres privadas de la libertad en el marco del taller de fotografía estenopeica “Luz en la piel.”

Por su parte, el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos elaboró recomendaciones irrisorias al Servicio Penitenciario Federal, como si el actual estado de las prisiones cumpliera con los mínimos requisitos de sanidad y como si la idiosincrasia del personal carcelario guardara algo de respeto por la dignidad humana cuando se trata de presxs comunes y pobres. A nadie se le ocurre considerar la formación de género.

En las últimas horas, cinco de los seis módulos del Complejo IV de Mujeres de Ezeiza comenzaron una protesta pacífica exigiendo el cumplimiento del protocolo de salud y que se tomen medidas para descomprimir la superpoblación. Las internas del Centro de Rehabilitación de Drogadependientes (CRD) denuncian que se relizan requisas excesivas (30 requisas para 11 mujeres, obligándolas a quitarse la ropa y tocándolas a todas con los mismos guantes) y el recrudecimiento de la falta de insumos sanitarios como guantes, barbijos y botas para las encargadas de la limpieza de los pabellones.

En lo que va de la cuarentena se contabilizan oficialmente los asesinatos de José Candía, en Corrientes, y Federico Rey, en Florencio Varela, ambos a balazos, por parte del SPF. Se sospecha de otras dos posibles muertes más en Devoto. Y en la Unidad 40 de Lomas de Zamora, Magalí Saraco, de 27 años, fue hallada ahorcada en una celda de castigo, estando a días de recuperar la libertad y reencontrarse con sus hijes. También hubo “suicidios” en San Luis: Florencia Magalí Morales, de 39 años, en la comisaría 25ª de Santa Rosa de Conlara y un chico de 16 años en la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia, de Villa Mercedes.

¿Realmente la sociedad se da el debate de pensar quiénes deben acceder al arresto domiciliario y quienes no? ¿Por qué causa más indignación este planteo que los beneficios y tratos especiales a criminales de lesa humanidad? ¿Se está cuestionando tras la pandemia la función de las cárceles, la criminalidad penitenciaria y policial, y la inoperancia del poder judicial?

Mientras las pantallas y las redes estallan de indignación por la supuesta “liberación masiva de presos” que en realidad, hilando fino, resulta ser muy selectiva, Miguel Ángel Pierri es designado como colaborador de Sergio Berni, en el Ministerio de Seguridad Bonaerense. Pierri fue el abogado defensor del femicida de Ángeles Rawson, Jorge Mangieri; participó de la defensa del padre Julio Grassi e incluso estuvo detenido por encubrimiento en esta causa. Al parecer, el Estado está muy lejos aún de discusiones y acciones estructurales en torno a las cárceles y la perspectiva de género, demasiado distante de las representaciones no sesgadas y por demás enviciado con la misma doble vara de la justicia patriarcal, de la cual no se eximen legisladores y mandatarixs escudadxs en el discurso de la división de poderes.

Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad”, pero lo que no puede ni quiere verse, ni escucharse, ni pensarse, no puede ser puesto en palabras. En nuestros feminismos tan llenos de voces desapresadas y no olvidadas habrá que escuchar con los ojos y observar las voces a través de los muros donde “la libertad es real aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos, al mundo de los muertos, al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia” Después de todo, si hay algo que nosotres sabemos muy bien es que “la única irreal es la reja.”*

*Fragmentos de Paco Urondo

Fuente e imagen: https://www.anred.org/2020/05/01/las-carceles-el-feminismo-y-la-delgada-linea-del-punitivismo/

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Cárceles y Covid-19: bomba de tiempo

Por: La Jornada

Tras los incidentes violentos ocurridos el martes pasado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recomendó a las autoridades del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Cuautitlán (Cpyrs) que implemente los protocolos necesarios a fin de resguardar el orden dentro y en la periferia de sus instalaciones. Asimismo, el organismo reprobó las reacciones violentas de los familiares de los internos y de los propios reclusos ante las medidas con que las autoridades buscan evitar la propagación del coronavirus SARS-Cov-2.

Lo cierto es que la suspensión de las visitas familiares constituye una política prudente y necesaria después de que cuatro internos y un custodio del centro resultaran positivos al virus pandémico, pero también es inevitable que quienes se encuentran en confinamiento experimenten una desesperación adicional al no contar con la compañía periódica de sus seres queridos, así como es comprensible que éstos se preocupen por el bienestar de sus parientes presos. Por ello, no se puede descartar que en las semanas por venir se produzcan nuevos episodios de confrontación conforme la enfermedad se haga presente en otros centros penitenciarios.

Lejos de permanecer pasivas ante tal escenario, las autoridades deben ver en la contingencia sanitaria una oportunidad para emprender la modificación profunda y urgente por la que clama la situación carcelaria del país. En efecto, no debe olvidarse que parte de los males que aquejan a las prisiones –corrupción generalizada, autogobierno, condiciones indignas de vida y, en general, notoria incapacidad para cumplir la misión de rehabilitar a los internos y reintegrarlos a la vida ciudadana– se explica hasta cierto punto por la sobrepoblación que enfrentan.

A su vez, el hacinamiento responde, entre otros factores, a la alta cantidad de personas encarceladas por delitos menores, pese a los avances brindados en este rubro con la implementación del nuevo sistema de justicia penal, así como a la elevada proporción de presos sin sentencia: cuatro de cada 10 en prisiones federales.

En esta coyuntura, Colombia brinda un ejemplo que, con las adaptaciones pertinentes a la realidad mexicana, puede inspirar medidas para reducir el peligro de contagio en lo inmediato, al tiempo que se establecen las bases para subsanar los pendientes del sistema de prisiones en el mediano y largo plazos. Dicha nación sudamericana canjeará temporalmente la prisión por el arresto domiciliario a los mayores de 60 años, a las madres gestantes o con hijos menores de tres años, a los enfermos de cáncer, diabetes, afecciones cardiacas, con discapacidad motora, a condenados hasta cinco años de prisión y a quienes hayan cumplido 40 por ciento de sus penas, con exclusión de quienes estén solicitados en extradición por cualquier delito, a los responsables de violencia sexual contra menores de edad, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, narcotráfico, lavado de dinero y corrupción.

Está claro que se necesita con urgencia un trabajo extraordinario de las autoridades judiciales, procuradurías y de los gobiernos, tanto estatales como federal, para determinar qué reos pueden irse a sus casas sin poner en riesgo a la sociedad, a fin de desactivar la bomba de tiempo en que podrían convertirse las cárceles en tiempos de epidemia y despejar los riesgos que implican para la salud y para la seguridad pública.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/16/opinion/002a1edi

Imagen: https://pixabay.com/vectors/prisoner-gangster-convict-296515/

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‘Modelo Estéreo’, el crudo y real documental grabado en la Cárcel Modelo

Redacción: Shock

La música es el hilo conductor de este proyecto audiovisual

Este documental, que podrá ver por Señal Colombia el lunes 24 de septiembre a partir de las 7:30 de la noche, ofrece una perspectiva real de lo que viven los internos al interior de esta penitenciaría donde la falta de programas de educación y resocialización lleva a una existencia cíclica para muchos.

El proyecto es realizado por 5 amigos que se conocen desde hace algunos años y que comparten la pasión por el cine y la fotografía. Ellos se hacen llamar “Mario Grande”, nombre que era utilizado por los internos de la Cárcel Modelo de Bogotá para avisar a los reclusos que los guardianes se acercaban a hacer una de las temidas requisas.

El documental hace referencia, entre otros, a Garo, un rapero preso en esta cárcel, que busca su redención a través de la creación musical; a My Friend, otro rapero, y al grupo Libertad Vallenata. Sin embargo, el ambiente hostil, impide que los artistas lleguen a lograr sus objetivos y los regresa al círculo vicioso de la desesperanza.

Este proyecto empezó con la idea de hacer un disco con las diferentes expresiones musicales que se daban al interior del reclusorio, el cual finalmente se hizo y hoy sirve de banda sonora a Modelo Estéreo, coproducción de Mario Grande, Señal Colombia, Janus Films y Dublin Films, que antes de verse en la pantalla del canal público ya empezó un recorrido por festivales internacionales. Este es el tráiler de Modelo Estéreo, entre patio y patio.

Fuente: https://www.shock.co/cine-y-tv/modelo-estereo-el-crudo-y-real-documental-grabado-en-la-carcel-modelo-ie2636

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Entrevista a Manal Tamimi: “Exprisioneros y abogados enseñan a los niños palestinos sus derechos durante los interrogatorios en las cárceles israelíes”

Entrevista a Manal Tamimi, activista palestina

Por: Mundo Obrero

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 Manal Tamimi es una activista muy conocida en la Cisjordania ocupada con un largo historial de lucha no violenta. Toda la familia Tamimi es ampliamente conocida allí por su resistencia pacífica a la ocupación israelí aunque, desde diciembre, la más conocida mediáticamente es Ahed, la joven detenida con 16 años, que ha cumplido los 17 en prisión esperando a que la juzgue un tribunal militar que la puede condenar hasta 20 años de cárcel por haber abofeteado a un soldado israelí. Ahed se ha convertido en el símbolo de la resistencia palestina y hay una campaña internacional por su liberación y, en la misma medida, de concienciación de la represión israelí con los presos palestinos. Es esa campaña la que ha hecho que el juicio se haya aplazado ya dos veces en espera de que se reduzca la presión internacional.

Pero Ahed no es la única joven encarcelada. Hay más de 300 menores encerrados en las cárceles israelíes, como contamos en el reportaje recién publicado en el número 314 de la edición impresa de Mundo Obrero del mes de febrero, publicado también en Mundo Obrero digital. Y también hay más de 6.000 presos políticos palestinos, condenados o en espera de un juicio que nunca llega pero cuya detención “administrativa” se prolonga en los años.

Íbamos a entrevistar a Manal hace un par de semanas. Pero la mañana de la entrevista no pudimos hacerlo porque primaba la urgencia de encontrar asistencia psicológica para uno de sus hijos encarcelados que llevaba ya 25 días encarcelado en régimen de aislamiento, bajo la presión del servicio de inteligencia israelí y las habituales torturas denunciadas en los interrogatorios.

Los Tamimi viven en Nabi Saleh, un pueblo de 620 habitantes a 20 kilómetros de Ramallah, Cisjordania. Todos los viernes, desde hace 9 años, mujeres y hombres, niñas y niños de Nabi Saleh se manifiestan pacíficamente contra la ocupación y el asentamiento colono que en diciembre de 2009 tomó el manantial, se estableció en lo alto de la montaña y comenzó a expandirse por todo el valle. Salen a reivindicar el derecho a vivir libremente en sus tierras.

Desde que Trump reconociera a Jerusalén como capital de Israel y desde la detención de Ahed y la campaña internacional por su liberación, la resistencia y la represión han aumentado. El pasado 26 de febrero el ejército israelí confirmó la detención de 9 habitantes de Nabi Saleh, todos pertenecían a la familia Tamami, y tenían entre 12 y 30 años de edad. 7 de los 9 son menores. Cada viernes de manifestación las familias y amigos se abrazan en una despedida medio en broma medio en serio porque nunca se sabe lo que puede pasar.

A Manal también la han detenido cuatro veces y le han disparado otras dos veces. Le quedan secuelas pero no le han quitado la voluntad de luchar. Ella enseña a sus hijos cómo resistir al miedo, porque el miedo inmoviliza, como nos dijo hace un par de semanas. Su lucha es por la vida, por un futuro, por no tenerle que hablarles a sus niños de qué hacer si les detienen o si les gasean con gas pimienta. Eso en un contexto en el que su hijo pequeño, como muchos niños palestinos, prefiere dormir vestido por si los soldados vienen a buscarle a media noche, como suelen hacer. Manal ha hablado en otras ocasiones del papel fundamental de las mujeres en la lucha contra la ocupación, no sólo como víctimas, sino en la organización, en la batalla por la liberación de los presos, en la educación de sus hijos.

Esta mañana, unos días después de hacer la entrevista, Manal nos dijo que había podido ver a su hijo Mohammed en el juicio. Sólo nos dijo que estaba “muy traumatizado” después de los interrogatorios y ahí se acabó la conexión.

Mundo Obrero: ¿Qué está significando la campaña de Amed Tamimi para la lucha del pueblo palestino?

Manal Tamimi: La campaña de Ahed Tamimi es una campaña de solidaridad con la familia Tamimi y nuestro pueblo Nabi Saleh, además de una campaña de concienciación sobre los niños prisioneros palestinos y la situación dentro de las cárceles.

M.O.: Has denunciado que el ejército ha puesto en el punto de mira a los niños y jóvenes para atemorizarles y desactivarles y evitar así que se propague el ejemplo de Ahed como símbolo de la resistencia. ¿Cómo podéis educar a vuestro hijos a vivir sin miedo en medio de una guerra de ocupación?

M.T.: En el pueblo, para romper el bloqueo del miedo dentro de los niños y enseñarles a que controlen sus temores en lugar de que el miedo les controle a ellos, empezamos a permitirles participar en actividades realizadas con UMCSA, centro de víctimas de tortura, y al Najah, institución para la salud psicológica de los niños.

Realizamos talleres con los ex prisioneros y abogados, y también en los colegios, sobre los derechos de los niños en los interrogatorios, tales como el derecho al silencio y el de tener la presencia de los padres y de un abogado. Y cómo nunca dejar de resistir hasta el final.

También hemos hecho dos talleres, que llamamos terapia de cámara, para enseñarles a utilizar la cámara de fotos y de video como forma de resistencia no violenta.

Además, les enviamos a campamentos de verano en Francia, Italia, ECspaña y Alemania para enseñarles sobre el sentido de libertad, porque sin saber lo que significa la libertad y cómo se ve vive en un país libre no entenderán la importancia de resistirse por la libertad.

M.O.: Tú, mucha gente de tu familia y de vuestro pueblo han pasado por los centros de detención y la cárceles israelíes. ¿En qué situación están las mujeres?

M.T.: La situación en las cárceles es horrible para las mujeres. Hay muchas presas, la mayoría menores de edad que sufren de lesiones graves y no reciben ningún tipo de atención médica a parte de analgésicos y antibióticos.

La comida, por ejemplo, es muy desagradable y no hay carne ni pescado, sólo pollo un día a la semana.

A los detenidos les transfirieren de la prisión a los tribunales en autobuses divididos en pequeñas celdas, todo de metal sin ventanas, en las que pasan mucho frío en invierno y calor asfixiante en verano. Salen de la cárcel a las 2.30 am y vuelven a las 12 pm.

M.O.: Hay más de 6.000 palestinos encerrados en las cárceles israelíes. El año pasado más de 1.500 realizaron una larga huelga de hambre. ¿En qué condiciones viven los prisioneros palestinos?

M.T.: Están en unas condiciones muy difíciles y se pusieron en huelga de hambre para denunciar, en primer lugar, la detención administrativa, que es una manera de arrestar a los palestinos y ponerlos durante mucho tiempo en la cárcel sin ningún cargo. Lo justifican diciendo que sospechan que esa persona está participando en actividades ilegales contra Israel, pero no pueden encontrar pruebas y por ello piden ponerlo en la cárcel para buscar evidencias.

Los presos tienen derecho a llamar a sus familias o comunicarse con ellos, pero durante las visitas, cuando usan teléfonos, la mayor parte del tiempo las autoridades penitenciarias distorsionan las llamadas. Los prisioneros no tienen derecho a visitas privadas y no se les permite abrazan ni siquiera tocar a sus hijos. Y sólo las esposas, hijos y padres pueden visitarles pero no pueden hacerlo hermanas, hermanos, ni los primos.

Algunas veces, por lo que llaman razones de seguridad, también les niegan el permiso al padre y a la madre. Es el caso de mis dos hijos que están en la cárcel. A mi esposo y a mi nos niegan el permiso de visita.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=239388

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