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“La ciencia nos hace seres más críticos y mejor informados y, por tanto, más libres”

Por: Salvador López Arnal

Entrevista a Daniel Farías y Juan Carlos Cuevas sobre Las ideas que cambiaron el mundo.

DANIEL FARÍAS (Buenos Aires, 1965) es físico experimental, formado en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Libre de Berlín, donde se doctoró en 1996. Desde 2007 es profesor titular en la Universidad Autónoma de Madrid, donde investiga en diversos temas de Física de la Materia Condensada. Ha publicado más de 100 artículos en las revistas científicas más prestigiosas, incluidas Science Nature.

JUAN CARLOS CUEVAS (Medina del Campo, 1970), cursó sus estudios en Ciencias Físicas en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) donde se graduó en 1993 y se doctoró en 1999. Posteriormente, trabajó en el prestigioso Karlsruhe Institute of Technology (Alemania) durante siete años, donde dirigió su propio grupo de investigación. Desde 2007 es profesor titular en la UAM donde continúa su labor investigadora en diversos temas de Física de la Materia Condensada y Nanotecnología, en los que es un referente a nivel mundial. Ha publicado más de 120 artículos en las revistas científicas más prestigiosas, incluidas Science Nature.  

Nos habíamos quedado aquí. Les pido un comentario de texto sobre una frase a veces usada en la cultura popular o en los ámbitos de la filosofía y las ciencias sociales: “Como demostró Einstein, todo es relativo. Por lo tanto, el conocimiento es relativo, la verdad es relativa, la moral también, etc”.  

Es cierto que relatividad a veces se malinterpreta como sinónimo de relativismo y se cita a Einstein para negar la existencia de una verdad objetiva o de valores morales. Esto ya ocurría en los tiempos de Einstein, y llegó a molestarle tanto que sugirió el cambio de nombre de su teoría por el de “teoría de los invariantes”, un nombre poco atractivo que nunca cuajó.

Es completamente falso que la relatividad nos diga que todo es relativo. De hecho, hay muchas cosas absolutas en la teoría de la relatividad. La relatividad nos dice que las leyes de la física son las mismas para todos los observadores, que la velocidad de la luz es la misma para todos o que el concepto de espacio-tiempo también lo es. La relatividad también unificó conceptos como los de masa y energía o como el campo eléctrico y magnético. En definitiva, la relatividad nos habla de un montón de cuestiones absolutas y su verdadero poder reside en la capacidad de unificar conceptos que se creían independientes.

¿Se puede afirmar a día de hoy que la teoría de Einstein ha sido corroborada? ¿Cuáles serían los experimentos más decisivos que han jugado ese papel?  

La teoría de la relatividad es muy amplia y tiene muchas implicaciones, pero podemos afirmar que la mayor parte de sus predicciones han sido comprobadas experimentalmente. Por ejemplo, en el caso de la relatividad especial, esas predicciones son corroboradas a diario en millones de reacciones nucleares y de partículas que tienen lugar en reactores nucleares y aceleradores de partículas de todo el mundo. Con respecto a la relatividad general, la confirmación de las diversas predicciones ha ido llegando con cuenta gotas a lo largo de los últimos 100 años. Entre los experimentos más emblemáticos destacan: la medición de la desviación de la luz por acción de la gravedad (1919), la observación de la expansión del universo por Edwin Hubble (1929), la detección del corrimiento al rojo gravitacional (1960), la confirmación de la acción de la gravedad en la medición del tiempo (1971) o la existencia de ondas gravitacionales (2015).

Les pido casi un imposible: ¿pueden resumir en diez líneas, no más, lo esencial de la mecánica cuántica?  

La principal característica del mundo cuántico es la existencia de valores discretos para las propiedades físicas. Por ejemplo, si pensamos en el modelo planetario del átomo, los niveles de energía para un electrón son discretos, no continuos. Además, la cuántica es una teoría no-determinista, es decir, afirma que el estado actual de un sistema ya no determina el resultado de un evento; solo la probabilidad de que ocurra. Respecto a la nueva visión que nos da de la realidad externa, se puede resumir en estos dos puntos: 1. Las partículas cuánticas poseen propiedades indefinidas o borrosas mientras no se realiza una medición, es decir, adoptan propiedades bien definidas solo cuando son medidas. 2. En el mundo cuántico existe la acción a distancia instantánea, lo que se conoce como “no-localidad”. Esto es consecuencia del entrelazamiento, una propiedad cuántica que no tiene analogía en física clásica.  

Que no sea determinista, ¿implica que debemos abandonar el concepto de causalidad en este ámbito teórico?  

No, no realmente. Causalidad en el contexto de la física significa que los efectos no pueden preceder a las causas. Esto quiere decir, por ejemplo, que una madre no puede nacer antes que su hijo o un lector no puede leer esta entrevista antes de que usted la escriba. La mecánica cuántica sigue respetando la causalidad y, de hecho, toda teoría física seria ha de respetarla.  

¿Por qué es tan difícil comprender la mecánica cuántica? ¿Por qué son tantas sus interpretaciones?  

La principal dificultad se debe a que la cuántica describe el estado de un sistema mediante un objeto matemático conocido como “función de onda”, que contiene toda la información acerca de dicho sistema. Esto representa un cambio conceptual enorme: mientras que la física clásica describe un sistema especificando directamente las posiciones y velocidades de sus componentes, la cuántica los reemplaza por un objeto matemático complejo, proporcionando una descripción indirecta del sistema. Ahora bien, la función de onda no se puede medir en un experimento. Desde un punto de vista formal, esto supone una gran diferencia entre la física clásica y la mecánica cuántica, y es en gran medida una de las principales causas del carácter no intuitivo de esta última.

En cuanto a las interpretaciones, su origen está en el llamado “problema de la medición”. El formalismo cuántico nos dice que un sistema se encuentra en una superposición de estados (los resultados posibles de un experimento) hasta que se realiza el proceso de medición, mediante el cual el sistema adoptará uno de los estados posibles. Al medir, en cierta forma se “obliga” al sistema a definir instantáneamente su estado. Cómo ocurre esto es el principal problema conceptual de la mecánica cuántica. Este problema se ve claramente en la paradoja del gato de Schrödinger. La cuántica divide al mundo entre objetos microscópicos (con propiedades indefinidas) y macroscópicos (con propiedades bien definidas), aunque no aclara en qué punto se encuentra la división.

En un determinado momento citan ustedes a Borges, ¿qué tiene que ver el poeta argentino con la teoría de Heisenberg y Schrödinger?  

En la llamada “interpretación de los muchos mundos” de la cuántica, propuesta por Everett en 1957, se postula la existencia de varios mundos paralelos para librarse del problema de la medición. En cada uno de estos universos paralelos, habría diferentes “yo”, cada uno de los cuales será consciente de un solo resultado. Avisamos de paso que la mayoría de físicos no se toma en serio esta interpretación, que entre otras cosas no es falsable (en el sentido de Popper), o sea, no es científica. La idea de una continua bifurcación en el tiempo de la realidad es el tema central de un célebre cuento de Borges, “El jardín de senderos que se bifurcan”, publicado muchos años antes de que Everett formulara su interpretación. ¡Parece que algunos físicos no leen a Borges!

 Niels Bohr

Me voy un poco de tema. ¿Colaboró Heisenberg con los nazis en su opinión? ¿Por convencimiento? ¿No le quedó otra?  

El papel de Heisenberg en el proyecto nuclear alemán sigue siendo tema de debate entre los especialistas. Lo cierto es que permaneció durante la segunda guerra mundial en Alemania, donde estuvo a cargo de dicho proyecto, algo que es muy poco conocido incluso entre los físicos profesionales. Es difícil entender los motivos que pudieron llevar a Heisenberg a trabajar en este proyecto. Si bien nunca fue miembro del partido nazi, Heisenberg trabajó durante años a las órdenes del Tercer Reich sin oponerse nunca a nada. Creemos que Heisenberg representa un muy buen ejemplo de cómo no hay que comportarse en circunstancias similares. En este sentido, quizás su caso pueda servir para replantear la manera en que formamos a nuestros estudiantes de física.

¿Se les forma mal? ¿Cómo debería formárseles en ese caso?  

Los estudiantes de ciencias no reciben ningún tipo de formación ética en la universidad y cada vez menos en la educación secundaria. Esto es un grave error ya que, como hemos dicho antes, la ciencia encierra un gran poder, también para hacer el mal. El caso Heisenberg, por ejemplo, no se menciona en ningún libro de texto de mecánica cuántica; aunque sus motivos pueden ser tema de debate, hay hechos concretos que están fuera de toda duda. Ya hemos mencionado alguno de los retos futuros a los que se van a tener que enfrentar las nuevas generaciones de científicos. Por esta razón, debemos anticiparnos y asegurarnos de que tienen la formación necesaria para abordar esos retos y tomar las decisiones correctas ante tales desafíos. En definitiva, la ética debe ser una parte integral de la formación de cualquier ciudadano, y los científicos no pueden ni deben ser una excepción.

 

¿Pueden enunciar, de manera asequible, el principio de incertidumbre? ¿Da pie al subjetivismo filosófico?  

El principio de incertidumbre establece el hecho de que es imposible medir con total precisión y de forma simultánea algunas propiedades de un objeto como su posición y su velocidad. En otras palabras, nos dice que no importa la precisión de nuestros instrumentos, hay cosas que no se pueden medir de forma exacta. Esto implica que la naturaleza es un tanto difusa y no podemos acceder a toda la información que nos gustaría. Sin embargo, es importante recalcar que los límites que establece este principio no son muy restrictivos y sólo son importantes en el mundo microscópico. Además, nada impide medir propiedades individuales con toda la precisión del mundo. Así pues, en nuestra opinión, el principio de incertidumbre no da pie en absoluto al subjetivismo filosófico.

Quizá el aspecto de la mecánica cuántica que esté más relacionado con el subjetivismo es el acto de medición. Según la interpretación más extendida de la cuántica, la realidad sólo se crea cuando se realiza una medición, lo cual parece conferir al observador un papel fundamental que podría asociarse con el subjetivismo. Sin embargo, la cuántica no dice en ningún momento que el resultado de una medida dependa de alguna cualidad o propiedad del observador. De hecho, conviene recordar que hoy en día las mediciones en nuestros experimentos son realizadas típicamente de forma automatizada sin la intervención de un ser humano, lo cual excluye cualquier interpretación subjetiva. La realidad sigue siendo tan “real” como antes, solo que ahora sabemos que sus propiedades (la velocidad de un electrón, por ejemplo) no están bien definidas hasta que no se las mide.

¿Demuestra o fundamenta ese principio la noción o aspiración de libertad humana?  

Bueno, para ser precisos no es tanto el principio de incertidumbre, sino el hecho de que sólo seamos capaces de predecir probabilidades lo que está más relacionado con la noción de libertad y libre albedrío.

De acuerdo, de acuerdo, gracias por la corrección.  

Es obvio que en el mundo determinista de la física anterior a la mecánica cuántica, el libre albedrío no tenía cabida, todo “estaba escrito”. En ese sentido, mucha gente ha querido ver en la mecánica cuántica y su aleatoriedad intrínseca una posibilidad para rescatar el libre albedrío. Pero que algo sea aleatorio no implica necesariamente libertad. Lo cierto es que se sabe muy poco, por no decir nada, sobre cómo podría estar conectada la aleatoriedad cuántica con la conciencia y luego, con la libertad. Este es sin duda un tema fascinante en el que esperamos que se pueda avanzar en este siglo.

¿De qué hablarían Heisenberg y Bohr en su encuentro en Copenhague?  

Este encuentro es el tema central de la obra de teatro “Copenhague”, de Michael Frayn, publicada en 1998, donde el autor dramatiza el encuentro y plantea una hipotética discusión entre ambos. Pero hay que decir que, en realidad, no se sabe demasiado de qué hablaron, solo que Bohr salió muy impresionado del encuentro. Parece obvio que hablaron de la posibilidad de fabricar una bomba atómica, y fue probablemente este episodio el que hizo decidirse a Bohr a colaborar con el proyecto nuclear aliado.

En el último capítulo de su libro dedican muchas páginas al láser. ¿Por qué es tan importante?  

Por sus innumerables aplicaciones, que van desde la medicina (cirugía, corrección de miopía) y la industria (cortar o soldar materiales) a las comunicaciones, donde el láser es esencial para enviar información usando fibras ópticas. Estas aplicaciones son el resultado de décadas de investigación, con once premios Nobel concedidos por trabajos en los que el láser desempeña un papel esencial. Por dar algunos ejemplos, la espectroscopía láser ha permitido medir periodos de tiempo con mayor precisión que la de los relojes atómicos, algo equivalente a un segundo en la edad del universo. Otro resultado notable es el desarrollo del microscopio STED, que permitió superar el llamado “límite de difracción” de los microscopios ópticos, algo que se suponía imposible hasta hace muy poco. Hoy en día, el 80% de los estudios en células vivas que se realizan en el mundo emplean un microscopio STED.

De las interpretaciones de la mecánica cuántica, ¿cuál les convence más a ustedes?  

Como casi todos los físicos que emplean la cuántica a diario en el laboratorio, la llamada interpretación de Copenhague es la que adoptamos de forma natural. Esta es la interpretación más pragmática de la cuántica, debida sobre todo a Bohr, la gran autoridad sobre el tema desde el nacimiento de esta teoría. Como le gusta decir a Bunge, “los físicos de la época hablaban del espíritu de Copenhague como los cristianos del Espíritu Santo.”  

¿Pueden hacer un resumen de esa interpretación?  

La cuántica predice probabilidades, lo que implica que el mismo experimento puede dar resultados diferentes cada vez (si lo repito muchas veces, las probabilidades medidas son las que predice la cuántica). Si uno pregunta, como hacía Einstein, ¿qué hace que el mismo experimento dé diferente cada vez? La interpretación de Copenhague responde: no puede saberse. Esta interpretación asume que toda la información de un sistema está contenida en su función de onda, no podemos decir nada más. Al medir, se obliga al sistema a adoptar uno de los posibles valores, sin más explicaciones. Como consecuencia, el determinismo tal y como se entendía clásicamente ya no puede considerarse una propiedad del mundo microscópico, ya que los eventos individuales son objetivamente aleatoriosSu pragmatismo queda claro en algunas afirmaciones célebres de defensores de esta interpretación, como Heisenberg (“La transición de lo posible a lo real ocurre en el acto de observación”) o Jordan (“La medición no solo perturba lo que se mide, lo produce”).

Charles Townes, inventor del láser

La pregunta es casi innecesario después de lo dicho pero debo hacerla. ¿Por qué están tan interesados los filósofos de la ciencia por la mecánica cuántica, acaso más que por cualquier otra teoría? Pienso en Bunge o en Popper por ejemplo.  

La cuántica es la primera teoría donde, además de las ecuaciones, aparece el concepto de interpretación. Esto la hace muy atractiva para los filósofos. Einstein y Bohr pusieron de moda los “experimentos pensados”, que son esencialmente preguntas filosóficas sobre la realidad. Por ejemplo, la cuántica nos dice que las propiedades de los objetos están “objetivamente indefinidas” (son borrosas) hasta que se las mide, momento en que toman un valor definido. Einstein opinaba que esto no podía ser, que las propiedades están siempre bien definidas, incluso antes de medir. Esto es un debate puramente filosófico que, sorprendentemente, pudo dirimirse con un experimento, realizado por Alain Aspect en París en 1982. Hoy sabemos que Einstein estaba equivocado, y que las propiedades a nivel microscópico son “borrosas” hasta que se las mide.

¿Llegó Einstein a aceptar los resultados de la mecánica cuántica?  

Einstein aceptó los éxitos de la mecánica cuántica, cuya capacidad para predecir los resultados experimentales es indiscutible, pero siempre se negó a creer que era una teoría completa. Murió convencido de que algún día la cuántica sería reemplazada por otra teoría que se adaptara mejor a su visión de la naturaleza. Había varias cosas que le desagradaban de la mecánica cuántica. Una de ellas era la interpretación probabilística, es decir, el hecho de que sólo podemos predecir la probabilidad de que algo ocurra. A Einstein le costaba aceptar este abandono del determinismo como resumió en su célebre frase: “Dios no juega a los dados”. Pero quizá lo que mayor rechazo le producía a Einstein es la nueva concepción de la realidad que surge de la cuántica.

¿Y por qué ese rechazo a la nueva concepción cuántica de la realidad? ¿No son ustedes einsteinianos en este punto?  

Einstein era un firme defensor de la existencia de una realidad objetiva, con propiedades bien definidas, independiente del acto de medición, algo que niega la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica. Esa era la principal razón de su rechazo. Nosotros somos pragmáticos y no podemos obviar todas las evidencias experimentales que apuntan claramente a que la visión correcta es la de la mecánica cuántica y no la de Einstein. La visión einsteiniana es seguramente más hermosa y más fácil de reconciliar con nuestra experiencia cotidiana, pero resulta que a la Naturaleza no le importan nada nuestros prejuicios o preferencias.

¿Qué se quiere decir cuando se afirma que no existe aún una relatividad cuántica? ¿Por qué es tan importante que la haya?  

La relatividad general es capaz de describir la mayor parte de los fenómenos que involucran la gravedad, mientras que la cuántica describe correctamente la mayor parte de los efectos relacionados con las otras tres fuerzas fundamentales en la naturaleza (electromagnética y nuclear fuerte y débil). Sin embargo, hay fenómenos donde las cuatro fuerzas pueden jugar un papel importante y es entonces cuando se requeriría una teoría que unificara la relatividad y la cuántica. A pesar de intentos prometedores como los de la llamada gravedad cuántica o de la teoría de cuerdas, aún nadie ha sido capaz de desarrollar esa teoría del todo que describiría cualquier fenómeno físico. Dicha teoría sería importante para comprender fenómenos extremos como el Big Bang, el acto de creación del universo, o el interior de los agujeros negros. Estas son situaciones un tanto exóticas, pero de gran interés fundamental porque en ellas las leyes físicas actuales dejan de ser válidas.

¿Cuál es la relación entre ciencia y verdad desde su punto de vista de científicos e investigadores?  

La ciencia asume que existe una verdad objetiva y que puede conocerse. Contrariamente a lo que proponen los posmodernistas, los hechos existen, y afortunadamente la verdad objetiva es accesible mediante observación de la realidad (experimentos). En una época como ésta, donde somos bombardeados a diario con “fake news” y mucha gente no sabe distinguir un argumento de un hecho o una opinión, conviene destacar una vez más este punto tan elemental que ciertos irracionalistas modernos nos quieren hacer olvidar: ¡los hechos existen!

¿Quieren añadir algo más?  

Nos gustaría animar a la gente a leer más divulgación científica y, en general, a acercarse al mundo de la ciencia. La ciencia es obviamente una parte esencial de nuestra cultura y no se puede aspirar a comprender el mundo en el que vivimos sin conocer la visión que nos da la ciencia moderna. Además, creemos sinceramente que la ciencia nos hace seres más críticos y mejor informados y, por tanto, más libres. Por último, esperamos que libros como el nuestro ayuden a la gente a entender mejor la conexión íntima que existe entre la ciencia básica y el mundo también fascinante de las aplicaciones tecnológicas, por no mencionar las obvias implicaciones económicas. Como dice Hiroshi Amano (Nobel de Física en 2014 por la invención del LED azul): “hacemos física para mejorar la vida de la gente.”

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=255619&titular=%93la-ciencia-nos-hace-seres-m%E1s-cr%EDticos-y-mejor-informados-y-por-tanto-m%E1s-libres%94-

 

 

 

 

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Eduard Punset sobre la inteligencia y el aprendizaje

Redacción: National Geographic

«El viaje más emocionante» es el título de este editorial de la revista especial «National Geographic Cerebro y Emociones» publicado en 2010 y en el que el famoso divulgador nos explicó por qué la ciencia se ha inmiscuido de un tiempo a esta parte en campos tan trascendentales como la salud mental, la educación o la vida empresarial de las personas.

De unos años a esta parte hemos empezado a reflexionar -y, en cierto modo, a inventar- la inteligencia emocional, la inteligencia social y el aprendizaje social y emocional. Se trata de tres conceptos que están ya siendo aplicados en campos tan trascendentales como la salud mental de las personas, los sistemas educativos y la vida corporativa.
Las 15 frases más inspiradoras de Eduard Punset

En primer lugar, por el hecho insólito de que la esperanza de vida se haya casi triplicado en los últimos 200 años. Los recién nacidos en este nuevo siglo dispondrán, en promedio, de 40 años de vida redundante en términos biológicos. Una vez cumplidos los cometidos evolutivos como el de perpetuar la especie, nos siguen quedando a los humanos varias décadas para plantearnos misiones, objetivos y procesos que hace sólo unos años no nos hubiéramos podido ni siquiera imaginar. Por primera vez en la historia, la gente puede sustituir la vieja e inconclusa pregunta de si hay vida después de la muerte por la constatación de que hay vida antes de la muerte, que merece la pena vivirla.

Por primera vez en la historia podemos cambiar la pregunta de si hay vida después de la muerte por la constatación de que hay vida antes de la muerte y que merece la pena vivirla

El Segundo factor responsable de este cambio radica en la revolución tecnológica, que está permitiendo medir por primera vez los procesos internos como el estrés, la actividad cerebral y hasta la propia capacidad de aprender e imaginar. Las técnicas, basadas la mayoría de ellas en las resonancias magnéticas funcionales, han permitido a los científicos diferenciar los papeles desempeñados por el entorno y por la genética, y calibrar el impacto mental del aprendizaje o, simplemente, del paso del tiempo en el entramado neuronal. Esta entrada en tromba de la ciencia en la gestión de las emociones representará un alivio insospechado para la gente. A eso me refiero cuando hablo de la irrupción de la ciencia en la cultura popular.

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Avengers: Endgame | ¿Cómo funciona la física cuántica con la que buscan salvar el universo?

Redacción: BBC News Mundo

¿Qué tan cerca estamos de los viajes en el tiempo? Si los agujeros negros pueden hacerlo, quizás algún día también los humanos lo logremos. Esta nota contiene spoilers de la película Avengers: Endgame

En la nueva película de Avengers, el Hombre Hormiga ilustra un caso típico de la ciencia: se le ocurre una idea que al principio parece ridícula y descabellada, pero que termina siendo la clave para resolver un problema.

En el filme ese problema es nada menos que resucitar a la mitad de la población del universo, que se había pulverizado con un simple chasquido de dedos del malvado Thanos.

De manera un poco torpe, el Hombre Hormiga trata de explicar que la solución es crear una máquina de tiempo. Lo que parece un disparate, se convierte en una genialidad gracias a la mente brillante de Iron Man.

Gracias a estos dos personajes, y a Hulk, por supuesto, la película está llena de principios científicos que le dan un interesante toque nerd mezclado con acción.

¿Cuáles son esos conceptos que Avengers toma de la ciencia, especialmente de la física cuántica, y qué tan cercanos son a la realidad?

El Hombre Hormiga puede reducirse a dimensiones subatómicas.

El Hombre Hormiga puede reducirse a dimensiones subatómicas. (Foto: Disney/Marvel)

Viajes en el tiempo

El triunfo de los Avengers depende de que su máquina del tiempo funcione.

El Hombre Hormiga, que puede encogerse a escalas subatómicas, confía en que las reglas del mundo cuántico los ayuden a realizar ese viaje al pasado.

En una escena menciona la «longitud de Planck», que equivale a 0,000000000000000000000000000000000016 centímetros. A esa escala el tiempo y el espacio se comportan de manera distinta, así que eso les brinda una oportunidad.

Pero en su intento de viajar al pasado, los Avengers se enfrentan a otro dilema clásico de la ciencia, conocido como «la paradoja del abuelo».

La paradoja plantea este problema: si lograras viajar al pasado, a la época en la que tu abuelo era un niño y lo asesinas, entonces tú nunca podrías haber nacido, pero… si nunca naciste, entonces no podrías haber viajado al pasado para matarlo.

Esta situación resultaría en un bucle infinito, con lo cual el viaje al pasado sería imposible.

Pero, como lo explican en un artículo publicado en el portal The Conversation Michael Milford y Peter Stratton, profesores en la Universidad de Queensland, Australia, gracias a las teorías de Einstein sabemos que los agujeros negros pueden deformar el tiempo y el espacio.

Si los agujeros negros pueden hacerlo, quizás algún día también los humanos lo logremos.

Recientemente, investigadores del Instituto de Física y Tecnología de Moscú lograron que una computadora cuántica revirtiera un bit cuántico al estado que tenía una fracción de segundo en el pasado.

En otras palabras, lograron que el tiempo fluyera hacia atrás.

Realidades alternativas

Los Avengers también abren la puerta a otro enigma: la posibilidad de universos paralelos.

En física a esto se le conoce como la Teoría de muchos mundos.

A nivel cuántico, un objeto se puede comportar como una partícula o una onda. Es decir, una partícula cuántica puede tener dos estados a la vez.

Según la Teoría de muchos mundos, cualquier medición que se haga de un objeto cuántico causa que se cree un nuevo universo.

Así, como lo explica el portal HowStuffWorks, el universo se divide en dos para mostrar los dos posibles resultados de la medición. En un universo el objeto se medirá como una partícula y en el otro, como una onda.

Según Milford y Stratton, los Avengers se la juegan por esa idea de la realidad alternativa, en la que cualquier cambio que se haga en el pasado genera un nuevo universo.

Se crea una «ramificación de varias líneas de tiempo», como la llaman los profesores.

La cinta de Moebius

En su búsqueda por crear una máquina del tiempo, Tony Stark (Iron Man) tiene un momento eureka cuando logra diseñar una «cinta de Moebius invertida».

Esta cinta es lo que los matemáticos llaman un «objeto de un solo lado».

Una forma sencilla de hacer una cinta de Moebius es tomar una tira de papel, voltearla y pegar sus extremos como haciendo una pulsera.

Esta cinta plantea interesantes conceptos que desafían la física, como subir para abajo, o bajar para arriba. Por eso los expertos la definen como un «objeto no orientable».

La cinta de Moebius también es un símbolo de lo infinito, así que los conceptos matemáticos y esa aura mística que la rodea, le dan la combinación perfecta para que aparezca en la épica Avengers, donde el tiempo y el espacio son sus mayores aliados en la batalla por salvar al universo.

Fuente: https://elcomercio.pe/tecnologia/ciencias/avengers-endgame-funciona-fisica-cuantica-salvar-universo-noticia-630545

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Once adolescentes que nos ilusionan y ayudan a creer en un futuro mejor

Redacción: Bebes y Más

Greta Thunberg, Willy Connelly, Salma Paralluelo o Leonel Virosta, son algunos ejemplos muy claros de que nuestros adolescentes hacen algo más que jugar con videoconsolas o chatear en las redes sociales.

Te contamos por qué estos jóvenes nos ilusionan y nos hacen creer en que es posible un mundo mejor.Porque en sus manos y en las de nuestros hijos se encuentra nuestro futuro. Y por si tenías alguna duda, sí pueden mejorarlo y lo están haciendo.

Álvaro Sánchez, un adolescente de Zaragoza, nos hablaba en su canal de Youtube del anticuado modelo de enseñanza. Y además nos daba las claves para mejorarlo. Tanner Wilson, es un estudiante de secundaria que estuvo ahorrando durante años para comprar una silla de ruedas motorizada a su amigo.

Y son solo dos ejemplos de chicos con buen corazón y que quieren mejorar el mundo en el que viven. Aunque hay muchos más chicos anónimos, incluso en nuestra propia casa. Aquí no están todos los adolescentes que marcan la diferencia pero, los que aparecen, se han ganado su lugar en la lista.

Salma Paralluelo, una atleta de récords

Salma Paralluelo 1

Que un niño destaque en un deporte es un orgullo para cualquier padre, pero que además se lo disputen en dos disciplinas tan dispares como el fútbol femenino y el atletismo, es casi increíble, aunque sí posible.

De padre español y madre guineana, esta joven zaragozana de solo 15 años es campeona mundial con la selección española de fútbol sub-17 y bate récords en velocidad, allá donde va. Récord de España sub-20 en la prueba de atletismo de 400 m, ocupa el cuarto lugar del ránking mundial sub- 18 del año, por detrás de tres estadounidenses, y es la segunda atleta más joven de la historia en participar en unos europeos absolutos de atletismo.

Salma Paralluelo divide su precoz carrera deportiva entre dos amores, el fútbol y el atletismo, y por el momento no quiere dejar ninguno, aunque eso signifique no parar: se levanta a las 4.30 para estudiar y hacer deberes, vuelve de clase a las 15.00 para comer y en marcha otra vez a las cinco. Lunes, miércoles y viernes entrena con el Zaragoza, líder de la segunda división femenina; martes y jueves toca atletismo.

«Es muy duro compaginar el fútbol y el atletismo pero son deportes que disfruto muchísimo. Hasta que lo tenga muy claro seguiré con los dos, porque los dos me encantan. Entiendo que me pregunten siempre por cuál me decanto, pero yo sigo concentrada», explicaba Salma a Marca.

Y al paso que va, seguro que nos regalará más de una y de dos alegrías deportivas. Habrá que estar muy pendientes.

Greta Thunberg, líder del activismo contra el cambio climático

Greta

Esta adolescente sueca necesita pocas cartas de presentación, porque lleva meses ocupando portadas y abriendo informativos. Con tan solo 16 años y síndrome de Asperger, se ha convertido en una voz muy fuerte en el activismo climático.

Todo comenzó en agosto de 2018, cuando decidió faltar al colegio y sentarse sola cada viernes con una pancarta escrita a mano frente a la sede del Parlamento sueco en Estocolmo con el mensaje: «Huelga contra el cambio climático».

Poco a poco se fueron sumando otros jóvenes, y hoy más de un millón de niños y adolescentes en más de 100 países, secundan las huelgas escolares por el cambio climático.

Además, su poderoso mensaje se adueñó de toda la atención en el Foro Económico Mundial de Davos 2019, al afirmar que: «Dado que nuestros líderes se están comportando como niños, tendremos que asumir la responsabilidad que deberían haber tomado hace mucho tiempo. Nuestra casa está en llamas. Estoy aquí para decirles que nuestro hogar está ardiendo».

Pero su lucha parece no hacer hecho más que empezar: se ha entrevistado con el Papa, ha hablado ante el Parlamento Europeo, y se ha reunido con líderes de diferentes sectores políticos en el Parlamento británico en Londres (momento que inmortalizó en su cuenta de twitter con la foto que publicamos de ella).

Y, lo más reciente, una gira por Europa aprovechando las vacaciones de Pascua, tal y como recoge en su cuenta de Instagram, viajando con su ya famoso cartel reivindicativo.

Hailey Fort, la niña amiga de los pobres

Abrigos

Captó nuestra atención ya hace cuatro años. Tenía solo nueve y llevaba casi la mitad de su vida ayudando a los más necesitados.

Cuenta que tenía cinco años y paseaba con su madre por las calles de Washington cuando se fijó en un hombre sin techo. Preguntó a su madre si podía ayudar y, desde entonces, en su tiempo libre, construye refugios móviles de madera para que las personas pobres puedan dormir bajo techo.

Pero no solo eso. También se dedica a cultivar un huerto para proporcionarles comida y recolecta ropa de abrigo y productos de higiene personal y femenina.

Aunque en 2016 su madre publicó una nota en la página de Facebook de Hailey disculpándose por la inactividad de su hija por problemas de salud, está visto que la pequeña no deja de pensar en los demás y sigue adelante con sus proyectos.

En su página de Facebook podrás seguir los pasos que da para lograr más viviendas para los más desfavorecidos, como hablando con senadores que puedan apoyar su causa o con bolsas llenas de abrigos para los niños más pobres.

Su causa cuenta con campaña en GoFundMe y compra solidaria en Amazon.

Will Connolly, el rostro del antirracismo

Will Connolly
Foto: Instagram de Will Connolly

Este australiano de 17 años se ha convertido en un ‘héroe’ mundial de la lucha contra el racismo gracias al huevo que arrojó al senador xenófobo de su país, Fraser Anning, el pasado 15 de marzo. Su móvil y la televisión captó el momento en el que el huevo se estrellaba contra la coronilla del político mientras este culpaba a los inmigrantes del atentado que ese día costó la vida a 49 musulmanes en dos mezquitas de Christchurch, Nueva Zelanda.

Esta es la publicación de Will Connolly en su cuenta de twitter captando ‘el huevazo’ donde manda este mensaje: «los musulmanes no son terroristas y el terrorismo no tiene religión. Todos los que consideran a los musulmanes una comunidad terrorista, tienen las cabezas tan vacías como Anning».

El nuevo rostro, bautizado como ‘Egg Boy’, ha empezado a aparecer en carteles y grafitis reivindicativos por todo el mundo, y los dólares llegan a la cuenta de ‘Gofundme’ que abrió un admirador para costear su defensa legal, y que él ha donado a la víctimas del atentado.

Ha reconocido en su cuenta de Instagram que «lo que hice no estuvo bien, pero ese huevo ha unido a la gente». Un ejemplo más de que solo un joven puede marcar una diferencia en las injusticias que ocurren en el mundo.

Thomas Suárez, un genio precoz de la programación

Thomas Suarez

Termina de cumplir 19 años, pero comenzó a programar con nueve años y lleva desde los 12 en el candelero. Este joven desarrollador de aplicaciones ha dado varias charlas en diferentes partes del mundo y es uno de los talentos más prometedores en el mundo de internet.

En la charla TED, cuando solo tenía 12 años, explica ya todas las apps que ha realizado con una seguridad que pocos adolescentes tienen a esa edad.

De hecho, se habla de Thomas Suárez, estudiante de Ciencias Computacinales en Georgia Tech, como el próximo Steve Jobs. Habrá que esperar a ver qué ocurre.

De momento, solo leer su currículum te deja con la boca abierta.

Jazz Jennings, activista transgénero

Jazz Jennings

Esta luchadora nata de Estados Unidos tiene 18 años y desde los cinco años, en los que ya dejó claro a sus padres que era una niña, no un niño, se ha convertido en un icono de niña y adolescente transgénero, al contar al mundo a través de las redes sociales los pasos dados para apoyar a los jóvenes que pasan por la misma trasición.

Su historia ha servido para dar visibilidad a los menores trans, desde su cuenta de Instragram (donde cuenta con más de 825.000 seguidores), en programas de televisión o en su canal de Youtube.

Pero sus iniciativas han ido más allá: protagonizó una serie centrada en su vida ‘I’m Jazz’, publicó un libro de memorias y creó una fundación para apoyar a adolescentes en su situación: ThansKids Purple Rainbow Foundation. Incluso sirvió de inspiración para la fabricación de la primera muñeca transgénero, que lleva su nombre.

Nadie puede negar que es valiente, luchadora, tiene un buen corazón y es un ejemplo para otros jóvenes.

Amika George, contra la ‘pobreza del período’

Amika George

Esta joven inglesa tenía solo 17 años cuando se enteró de que una ONG del Reino Unido había enviado productos sanitarios femeninos a los colegios de la ciudad de Leed, porque había niñas que tenían que quedarse en casa los días que tenían la menstruacción porque no podían pagar compresas y tampones.

Decidió fundar #FreePeriods (Períodos gratis, en español) y en diciembre de 2017 organizó una protesta delante de la residencia de la primera ministra británica, donde 2.000 personas demandaron al gobierno que hiciera algo contra lo que Amika denominó «pobreza del periodo».

Y la presión surgió efecto. El 9 de marzo Amika compartía en su cuenta de twitter la buena noticia: el gobierno británico financiaría productos sanitarios gratuitos en todos los colegios ingleses.

Hammond to promise funds to end period poverty in English schools: Scheme to make free sanitary products available is expected to echo one already in place in Scotland

Es un buen ejemplo del impacto político que puede tener una adolescente con ganas de luchar por lo que cree justo.

Su charla TED sobre el tema con solo 17 años, nos deja con la boca abierta. Amika George nos desafía a pensar acerca de la normalidad de la regla para nosotros y nos llama a luchar contra la pobreza en los colegios.

Leonel Virosta, un biólogo prodigio ejemplo del ‘homeschooling’

LeonolFoto: TEDs Talks

A los seis años fue reconocido como alumno de alta capacidad con sobredotación intelectual, y desde los diez se formó en su casa con la ayuda de sus padres y fuera de las aulas. Esta decisión provocó que no fuera admitido en la Universidad Complutense para estudiar Bioquímica, pero a cambio fue becado por el British Council para estudiar en la Universidad de Manchester, donde hoy está.

Pero lo que de verdad motiva a Leonel Virosta, que hoy tiene 19 años, es compartir su pasión por la biología en su canal de Youtube, ya que él mismo es el resultado de haberse formado a través de vídeos educativos en este canal de vídeos. En ‘Flip Your Learning’, que abrió hace más de tres años y que cuenta con más de 62.000 suscriptores en todo el mundo, explica que decidió a hacerlo porque cree que “hace falta un cambio en la forma de aprender, y que no vendrá del sistema, sino que tiene que venir de cada uno de nosotros: alumnos y profesores”.

Autodidacta y curioso, Leonel sabe que por sus capacidades y las elecciones de su familia es un joven diferente, pero agradece a sus padres que no forzaran su amoldamiento a las formas comunes aunque eso le hubiera permitido continuar estudiando dentro del sistema educativo español. Hoy, desde Manchester, mantiene intacto su sueño por convertirse en científico y su idea de compartir los conocimientos.

Aquí tienes un ejemplo de sus clases magistrales en su canal de Youtube ‘Flip Your Learning’.

Gitanjali Rao, mejor científica joven de Estados Unidos

Gitanjali Rao

En 2018, esta niña de solo doce años fue nombrada la mejor científica joven de Estados Unidos, gracias a la invención de un dispositivo que ayudará a salvar vidas.

Se trata de un detector de plomo que se le ocurrió a Gitanjali cuando vio en las noticias que en la ciudad de Flint, Michigan, sus habitantes habían estado consumiendo agua contaminada por plomo durante dos años a causa de un cambio de suministro.

Así que la pequeña, tal y como explicó a BBC News, se preguntó «¿Por qué estaba pasando eso si todo el mundo debería tener derecho a agua potable?», pensando en «todos esos niños de mi edad que estaban expuestos al veneno cada día solo por utilizar diariamente un recurso como el agua».

Así que diseñó Tethys (llamado así por la diosa griega del agua dulce y madre de los ríos), un dispositivo portátil que utiliza nanotubos de carbono para medir el plomo. El detector incorpora un sensor conectado a través de bluetooth a una aplicación móvil que ofrece un análisis preciso y casi inmediato del agua.

Reconoce que de mayor quiere ser genetista o epidemióloga, para seguir ayudando a resolver los problemas de la gente a través de la ciencia y la tecnología, pero de momento sigue trabajando en su invento. Seguro que logra lo que se proponga, vindo cómo piensa: “Si tienes una idea, persíguela. Y si fracasas, inténtalo de nuevo”.

Emma González, activista por el control de armas

Emma Gonzalez

‘Never again’ (Nunca de nuevo) es el nombre del grupo fundado por los jóvenes para promover el control de armas, surgido tras el tiroteo en la escuela secundaria estadounidense Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, donde fallecieron 17 jóvenes.

Emma González fue uno de los adolescentes supervivientes ese febrero de 2018 y una de las impulsoras de la campaña nacional que nació tras esta tragedia, para intentar poner fin a la violencia con armas de fuego.

Su liderazgo se hizo más notorio en ‘March for our lives’ (marcha por nuestras vidas en español), celebrada al mes siguiente en Washington DC. Se dirigió a los cientos de miles de personas allí reunidos para exigir el control de armas, con un discurso realmente inspirador de poco más de seis minutos. De ellos, cuatro (el tiempo que duró el tiroteo) fueron un desafiante silencio como homenaje a sus compañeros, una vez que había leído todos sus nombres.

Su atrevimiento le ha valido ser diana de de ataques personales. Pero mereció la pena, aunque aún le queda un largo camino por recorrer: Florida aprobó tras la protesta ‘la Ley de seguridad pública de la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas’, que aumentó de 18 a 21 años la edad para comprar un arma de fuego.

Nos quedamos con la leyenda que encabeza su cuenta de Instagram: «Emma es mi nombre, la reforma de las armas, nuestro juego» (Emma’s the name, gun reform’s our game»), de donde hemos sacado su foto.

Savva Osipov, diseñador de una consola portátil giratoria

Savva Osipov

Este adolescente de 14 años, es digno hijo de Ilya Osipov, su padre, un conocido emprendedor tecnológico, experto en gamificación, fundador de algunos de los mayores proyectos web y colaborador habitual de medios especializados. Viven en Silicon Valley, Estados Unidos.

Y Savva parece dispuesto a superar sus logros. A una edad a la que la mayoría de los chicos piensan únicamente en música, ropa y videojuegos, es un aventajado desarrollador de software y un ingenioso inventor que presume de haber diseñado la primera consola portátil de videojuegos que puede girarse como si fuera un cubo de Rubik para que su contenido cambie.

WOWCube consta de ocho pequeños cubos. Cada uno de ellos es un ordenador con tres pantallas y conectados entre sí para poder comunicarse. Los juegos estarán disponibles a través de una aplicación en la Apple Store y gracias a una API abierta cualquiera podrá programar y lanzar sus propios desarrollos.

De momento, tal y como cuenta Savva en sus redes sociales, el prototipo está recibiendo buenas críticas en las ferias en las que lo están presentando, por lo que puede ser comercializado en breve.

Puedes saber más sobre este niño prodigio y su invento en su canal de Youtube. y en el vídeo que Vodafone creó sobre él.

Fuente: https://www.bebesymas.com/ser-padres/once-adolescentes-que-nos-ilusionan-ayudan-a-creer-futuro-mejor

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India: Higher education system in India grim, needs more investment, reforms: NITI Aayog

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“People say a large number of graduates and PhDs are coming out but we know the quality of those products /graduates/PhDs,” NITI Aayog official V K Saraswat said

The situation of higher education in India is grim and needs to be reformed, a NITI Aayog official Monday said while emphasising on the need to grow human expertise in the fields of science, technology, engineering and mathematics. Releasing a task force report on ‘Emergence of STEM education in India’, NITI Aayog member V K Saraswat said the country may have a large number of graduates, post graduates and PhDs but their quality is questionable due to the shortcomings of the higher education system.

“If we neglect higher education, we neglect growth of the nation as a whole because higher education contributes to the nation’s growth. If we have to transform our demography, we have take a look at the higher education in a big way because if you take an overall view of it, the situation is grim and not a happy situation.

“People say a large number of graduates and PhDs are coming out but we know the quality of those products /graduates/PhDs,” Saraswat said. The government official compared the investment in higher education in India to that in China and said the situation is very serious.

“Four per cent of GDP has been spent by India on overall education while China is spending around 565 billion dollars, out of which 145 billion dollars is spent on higher education. However, India spent only 12.5 billion dollars in overall education out of which 4.5 billion dollars were spent on higher education. This is the ratio in which we are working vis-a-vis China,” he said.

The report, which has been prepared by the Vivekananda International Foundation (VIF) and several professors across the country, has highlighted issues in STEM (science, technology, education and mathematics) education and made recommendations to reform it.

It recommended expanding diversity in STEM education on national priority and noting that women and racial minorities are disproportionately under-represented particularly in the STEM-based private sector.

It said the GDP on education should be increased to 1.5 per cent from one per cent and economics (analysis of cost and benefit) of higher education needs to be discussed in more detail.

The report, which has been prepared by the Vivekananda International Foundation (VIF) and several professors across the country, has highlighted issues in STEM (science, technology, education and mathematics) education and made recommendations to reform it.

It recommended expanding diversity in STEM education on national priority and noting that women and racial minorities are disproportionately under-represented particularly in the STEM-based private sector.

“Call for a focus on ‘diversity, equity and inclusion’ in STEM education. It needs to be made public friendly as private institutions are far behind in enrolling Scheduled Castes, Scheduled Tribes, Other Backward Classes and special category students in comparison to public universities,” the report recommended.

It said the GDP on education should be increased to 1.5 per cent from one per cent and economics (analysis of cost and benefit) of higher education needs to be discussed in more detail.

The report was released by Saraswat along with Arvind Gupta, Director, VIF, and members of the task force at the VIF, Chanakyapuri here. Other recommendations of the report include planning national-level specialised institutions in areas where the impact is expected to be the highest and for the long term, for example, artificial intelligence, cyber security, climate change, event-driven business ecosystem and internet of things etc.

It also suggested setting up of institutions for popularisation of Science in one year.

Fuente de la Información: https://indianexpress.com/article/education/higher-education-system-in-india-grim-needs-more-investment-reforms-govt-official-5690188/

Fuente de la Imagen: https://indianexpress.com/article/education/higher-education-system-in-india-grim-needs-more-investment-reforms-govt-official-5690188/

 

 

 

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La escuela pública en terapia intensiva

Por: Luis Bonilla-Molina

Lo que significó la escuela entre la primera y la tercera revolución industrial

La escuela representa la máxima aspiración para la democratización del conocimiento, los saberes y la ciencia viva. Todo el ideario progresista del siglo XVIII y XIX enfatizó en su poder y capacidad para construir una sociedad más justa y de iguales. En el siglo XX estos ideales se convirtieron en políticas públicas incluyentes, a pesar que los sistemas escolares fueron permanentemente tensionados por los señores del capital para que abandonaran sus preceptos humanistas. Para millones de seres humanos, la escuela constituyó la posibilidad de acceder a la cultura general que nos era negada por nuestro origen social de trabajadores no propietarios. Defender la escuela pública para todos y todas sigue siendo el eje central de cualquier proyecto emancipador en el siglo XXI. Solo que en las actuales circunstancias debemos hacer un debate crítico al respecto, para garantizar que la educación salga del letargo en la cual el orden capitalista la arrinconó y para que la escuela pueda seguir siendo la más importante esperanza institucional para los y las pobres del mundo.

 

El vacío de la escuela en la tercera revolución industrial

La escuela y los liceos en América latina y el Caribe se quedaron atascados en los conocimientos que requerían la primera y segunda revolución industrial. Se masificó la educación construyendo hegemonía al modelo de consumo capitalista, se homologó la visión de ciudadanía para el orden capitalista y se enseñó la ciencia moderna. También contribuyo a la construcción de pensamiento crítico y con ello al surgimiento de otro mundo posible.

El problema es que a partir de los sesenta desembarca la tercera revolución industrial y, esto fue visto por los sistemas escolares como simple innovación de la tecnología del entretenimiento. La tercera revolución industrial ha tenido periodos cortos que evidencian la aceleración tecnológica de la última época. Primero fue la etapa de las macro computadoras (60s), luego las computadoras de escritorio (70s y 80s), las computadoras portátiles (80s y 90s), internet (90s), las redes sociales (primera década del siglo XXI), virtualidad, nanotecnología, big data, inteligencia artificial (segunda década del siglo XXI). Esta tercera vuelta de tuerca de las revoluciones industriales fue posible gracias al descubrimiento de nuevos minerales y materiales, el desarrollo de la física, la química y la biología, el emerger de la física cuántica, el mapeo del ADN humano y el desarrollo de las neuronas digitales.

Pero, en muchas escuelas y liceos se sigue enseñando el conocimiento de la primera y segunda revolución industrial. En física se sigue trabajando punto inicial, aceleración, resistencia, dinámicas que permitían entender el funcionamiento de las maquinas que se desarrollaron desde 1840; pero no se enseña física cuántica a pesar que la mayoría de estudiantes han manipulado por lo menos una vez en sus vidas un control remoto para televisores, equipos de sonido o video juegos, siendo el mando a distancia un producto de las nuevas tendencias en la relación materia, espacio y tiempo. En química, la tabla periódica se suele trabajar como si el hierro, el aluminio o el cobre fueran las grandes novedades en el mundo productivo, sin destacar elementos como el coltran de fuerte impacto en la industria de la informática y lo digital. En Biología, Mendel aún ronda los pasillos educativos sin que se explique como el inventario del ADN humano demostró muchas de las carencias o limitaciones de sus postulados; la neurociencia y su conocimiento de la dinámica cerebral apenas si se menciona en lo educativo.

Lo más preocupante es que los ciclos incesantes de reformas educativas se han centrado en temas instrumentales y han abandonado el horizonte estratégico de lo educativo. Esto se muestra en el desinterés de los y las estudiantes, pero también en el desenfado con el cual los gobiernos y el mundo productivo hablan de lo educativo. Para colmo, la educación para una sociedad de hombres y mujeres libres es aún una agenda pendiente en la mayoría de sistemas escolares de la región.

 

El peligro de la parálisis escolar ante la cuarta revolución industrial

Un sistema escolar que cada día muestra más su condición de añejo, lo cual a diferencia de los vinos no es una virtud, se encuentra ahora con el anuncio de una cuarta revolución industrial. Las fabricas 4.0 se plantean como espacios en los cuales la inteligencia artificial, la nanotecnología, la conexión 5G y 6G llevará el manejo de los metadatos a un nivel nunca soñado, pero paradójicamente encuentra a la escuela sembrando huertos escolares con pala, charapo y rastrillo a la usanza del siglo XIX.

Estamos a solo unos pocos años del inicio del cuarto giro drástico de la innovación tecnológica, el cual se prevé reestructurará los conceptos de trabajo, mercancía, dinero, pero también las relaciones sociales, la sociabilidad y la cultura, como nunca se había visto. La escuela y los liceos de la región parecieran no estar preparados para este acontecimiento, lo cual nos preocupa de manera especial a quienes defendemos y militamos en la idea de una educación pública, laica, gratuita, popular y de calidad para todos y todas. Es hora de comenzar, por lo menos, a hablar de ello.

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/12/la-escuela-publica-en-terapia-intensiva/

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Los intelectuales

Por: Marcelo Colussi

Los filósofos no han hecho sino interpretar el mundo de diversos modos; de lo que se trata es de transformarlo”. Carlos Marx

I

Aunque según Antonio Gramsci todo ser humano “despliega cierta actividad intelectual, es decir, es un “filósofo”, un artista, un hombre de buen gusto, participa en una concepción del mundo” , no hay dudas que los intelectuales “de profesión” constituyen un grupo especial. “Especial” no con un sentido peyorativo; en todo caso: grupo especializado, grupo con una tarea especial, particularizada, con una misión bastante sui generis . ¿Cuál es exactamente esa misión?

La pregunta en torno a qué es un intelectual y a su función es eterna. Desde que alguien se puso a pensar (y de esto hace ya un buen tiempo), desde ahí hay “intelectuales”. De todos modos, la pregunta sigue siendo válida. Por lo que queremos decir ahora en el desarrollo del presente texto podría afirmarse que dilucidar esa pregunta puede ser imprescindible, vital. Al tener claro qué es y qué hace un intelectual, se puede tener claro por dónde caminar en este siempre problemático ámbito del interrogarnos, del querer saber, en esta pulsión de conocimiento que parece definir a nuestra especie.

Un intelectual piensa. Verdad de Perogrullo por cierto. Como decía Gramsci, todos pensamos, todos somos algo filósofos. También piensan –mucho por cierto– quienes se dedican al campo de las llamadas “ciencias duras” (ciencias exactas, aquellas que, al menos en principio, no dejan mayor espacio a la duda), aunque nadie dedicado a estas disciplinas (ciencias puras o aplicadas: física, química, telecomunicaciones o ingeniería genética, para poner algunos ejemplos) es considerado un intelectual en sentido estricto.

¿Qué define entonces hoy el “ser intelectual”? Por supuesto ha de ser algo más que ciertos lugares comunes, ciertos estereotipos prejuiciosos: un bohemio que anda por las nubes, mezcla rara de artista y filósofo, con barba y fumando en pipa (curioso: el primer estereotipo que surge es masculino; ¿no hay imagen estereotipada de intelectuales mujeres? ¿Aquí también se presentifica el machismo?) A partir de ese prejuicio, es fácil terminar considerando al clan de los intelectuales ora como superior, una “raza” con cierta aureola que llama a su reverencia, ora como unos inservibles diletantes sin incidencia práctica real: “sociólogos vagos”, como los llamara un candidato presidencial ecuatoriano alguna vez, o “gente con el privilegio de poder dudar”, según se expresó un militar argentino. Lo cierto es que hay mucho de difuso prejuicio en su apreciación, y menos de una clara y precisa delimitación.

Con Javier Biardeau se los podría considerar, al menos, jugar alguno de estos papeles: “a) custodios de valores permanentes de la “civilización”, b) comprometidos con las luchas de su tiempo con base a un proyecto revolucionario, c) articuladores de la queja común, d) portavoces de los débiles, e) contradictores del poder, e) aseguradores del saber-experto, f) servidores de Amos de turno”.

Sin dudas no es fácil precisar con exactitud qué es y qué hace un intelectual; pero quizá más a base de intuiciones que de precisiones lógico-formales, estamos seguros de lo que no es. Pero, ¿por qué todas estas elucubraciones? No oculto el motivo de escribir estas líneas: es la reacción –visceral en buena medida ¿por qué negarlo?– a lo escuchado recientemente en una conferencia: que “ante el avance imparable de las ciencias, los intelectuales están llamados a su desaparición” (sic).

La idea (o más bien el prejuicio) en juego en esta afirmación es que la acción de los intelectuales es puro humo destinado a desvanecerse o, en todo caso, es algo colateral, sin mayor importancia, incomparable con la “seriedad” de las ciencias (léase para el caso: ciencias duras); es decir: algo así como pasatiempo banal. Está tan plagado de inconsistencias este discurso ideológico que ni siquiera vale la pena intentar desmontarlo parte a parte. No es esa la intención de este breve escrito; pero sí, a partir de una formulación tan ricamente cargada de formaciones político-culturales, podemos aprovechar la ocasión para puntualizar y definir de qué estamos hablando: ¿qué aportan los y las intelectuales? ¿De verdad van a desaparecer? ¿Por qué?

 II

Buena parte de quienes leen este artículo, y habitualmente leen el medio en que aparece, podrían considerarse “intelectuales” (varones y mujeres, entren o no en el estereotipo descrito arriba). ¿Qué los definiría así? Seguramente no el tener barba ni el fumar en pipa (es probable que esas características superficiales no las tenga ninguno –ni ninguna– de quienes ahora están leyendo esto). Se es “intelectual” por una posición en la vida, por una actitud y no tanto por una especialidad profesional. En esta era de hiper especializaciones donde los grados universitarios van quedando “pasados de moda” y se exigen post grados como carta de presentación –ya estamos en los post doctorados– para un mercado laboral cada vez más descarnadamente competitivo, mundo, valga recordar, que al mismo tiempo presenta un 15% de su población planetaria analfabeta, en esta era de (supuesta) excelencia académica creciente, no hay carrera de “intelectual”. Nadie se gradúa de tal. ¿Dónde se estudia eso? Jorge Luis Borges, sin dudas uno de los grandes intelectuales del siglo XX, erudito como nadie, tenía por todo título académico un bachillerato en Suiza; y Nicanor Parra, el gran poeta chileno, intelectual de fina sensibilidad humana y social, tenía por grado de sus estudios formales… profesor de matemáticas. ¿Cuándo se empieza a ser intelectual entonces? La historia está llena de intelectuales sin título profesional.

La pregunta insiste: ¿cuándo se comienza a ser un intelectual? ¿Qué cosa da esa categoría? El periodista Ignacio Ramonet, por ejemplo, el director de Le Monde Diplomatique, sin dudas es un intelectual. ¿Lo son también los otros periodistas que trabajan en ese medio? ¿Qué diferencia a un periodista de un intelectual? ¿O no hay diferencias? Aunque exista esa cierta inexactitud en la definición, así sea a tientas intuimos de qué se habla cuando se dice que alguien es un intelectual: es alguien que piensa, que piensa creativamente. Si bien puede tener directa ligazón con lo político, no es un político. La práctica política se relaciona directamente con el poder, en tanto lo intelectual tiene que ver, antes bien, con la búsqueda de la verdad, con la creatividad.

Al hablar del poder tocamos el corazón del asunto: un intelectual es alguien que, o funciona como servidor del Amo de turno, o es un contradictor del poder. En esa dinámica se despliega toda su actividad: como “profesional” de la cultura, del hecho civilizatorio en sentido amplio, le toca definirse por una de las dos alternativas: mantiene el orden dado, o lo cuestiona. No hay trabajo intelectual neutro . Hay intelectuales que actúan en la esfera política propiamente dicha, poniendo el cuerpo en forma directa: Lenin, Mao Tse Tung, Fidel Castro, o por el lado del pensamiento no-crítico, fundador y defensor del sistema: los iluministas franceses (Voltaire, Rousseau, Montesquieu, etc.), George Washington, Mario Vargas Llosa, pero esa no es la generalidad. Los intelectuales hacen su aporte modestamente desde un trabajo silencioso, no desde la tribuna pública.

Ahora bien: la idea aquella por la que “la” ciencia hará a un lado a los intelectuales desplazándolos por inservibles, esconde una visión prejuiciosa (ideológica) de las ciencias, idea no crítica por cierto: idea que las asimila a instrumentos a favor de los poderes constituidos, sin cuestionamiento, el saber como servidor del Amo de turno. ¿De qué ciencia se está hablando? De cualquier actividad que sirva para mantener el orden establecido, desde las modernas tecnologías comunicacionales de manipulación social a la psicología militar, desde las técnicas de mercadeo a eso que en Estados Unidos se llamó alegremente “ingeniería humana”, hoy esparcido por todo el globo. Si ese cúmulo de saberes es lo que reemplazará al pensamiento crítico sobre lo humano, sobre lo social y sobre la historia, la perspectiva es muy preocupante. Y sabemos que esa es la tendencia en marcha, por eso se torna imprescindible seguir levantando voces a favor de un humanismo crítico y cuestionador. Es decir: de una intelectualidad comprometida con la verdad.

 III

Por supuesto que un intelectual puede ser parte vital del sistema. Ahí están los llamados “tanques de pensamiento”, los ideólogos que “piensan” los escenarios del mundo, que diseñan el orden cultural, los engranajes vitales al sistema que, ciencias de por medio, consolidan el estado de cosas. La “ingeniería humana” no es sino eso (¿Kissinger?, ¿Brzezinsky?, ¿Milton Friedman?).

Pero un intelectual también puede optar por otro proyecto. La función del intelectual es ayudar a abrir los ojos. Aunque en esto hay que tener cuidado: tampoco un intelectual es un iluminado que conduce al rebaño de zombis hacia la sabiduría. Esa es la otra versión del intelectual –y lo que alimenta esa visión, igualmente estereotipada y también errónea– de su aureola mágica. Si alguna responsabilidad ética le toca, es la de ayudar a quien no ha tenido la posibilidad de un desarrollo intelectual a poder ver lo que le está vedado. Si la cuota de saber de que dispone le sirve sólo como mero regodeo, supuesto tesoro del que se ufana terminando muchas veces en bizantinas discusiones estériles para demostrar cantidades de saberes en juego, eso justifica ese otro estereotipo que circula socialmente donde se lo ve como “alejado de la realidad, enfrascado en sus propias elucubraciones”. Esa actitud, con un tácito llamado a una “discusión teórica permanente” que esconde una parálisis en la acción concreta, es lo que ha llevado a desconfiar de su importancia, de su utilidad, considerándolo entonces un “vago inservible”.

Pero ni lo uno ni lo otro: así como un pragmatismo ciego sin teoría no puede sino estrellarse contra la pared, un devaneo teórico por el puro goce de especular no aporta nada. En definitiva, tanto uno como otro son inconducentes.

Las ciencias de las que nuestro conferencista se jactaba –aunque no sólo él, sino en buena medida la conciencia término medio que ha creado la modernidad– producen efectos, sin dudas. Si, por ejemplo, consumimos todo lo que consumimos es porque hay saberes técnicos que posibilitan operar y decidir los “gustos” de los consumidores: ¿por qué los logotipos de las marcas más conocidas mundialmente llevan todos, invariablemente, los colores rojo, amarillo y blanco? Un cierto saber técnico (disfrazado de científico) lo certifica. Y no hay dudas que eso es cierto, que produce impactos. En definitiva: que sirve para vender. Utilizar ese conocimiento para mercadear es, en la lógica de nuestro conferencista, lo que marca el rumbo de las ciencias sociales contemporáneas. ¿Lo podemos aceptar? Ahí es donde nace entonces el pensamiento crítico (o si se quiere decirlo de otro modo: la misión de la intelectualidad como contradictora del poder).

Justamente el problema que se le presenta hoy al pensamiento crítico, el que intentan desarrollar los intelectuales en tanto contradictores al sistema, es la forma en que el saber “oficial” de ese sistema va tomando forma. Como dijo Ralph Emerson, podemos estar de acuerdo con que “la tarea más difícil del mundo es pensar, pensar críticamente se entiende. Sin dudas, puesto que se trata de remar contra la corriente. Eso no es nuevo; siempre ha sido así, y cada pequeño avance en las ideas, en las teorías –¿podremos decir: en la civilización?– costó sacrificios indecibles, pagados con muerte, sufrimiento, escarnio, destierro. Pero ahora las cosas se complican porque el grado de “impacto” (palabra tan de moda) de esos saberes que recorren el mundo es tan fenomenal (por ejemplo, lo que más arriba presentábamos como demostración de la “infalible” psicología de la percepción, las “ciencias” de nuestro conferencista), y junto a eso la cantidad inconmensurable de datos y más datos que se producen con velocidades vertiginosas es tan inmanejable, que formular visiones globales y críticas de esos procesos se torna muy complicado.

Ser un intelectual crítico en un mundo manejado por poderes descomunales que hacen uso de cada pequeño avance tecnológico (se dice, por ejemplo, que vivimos en guerra perpetua, “guerra de cuarta generación” la llaman los ideólogos de la derecha, guerra psicológico-mediática, aunque no nos demos cuenta), abrir una visión alternativa ante ese “impacto” fabuloso que evidencian las ciencias sociales –ingeniería humana– que no se avergüenzan de ser las sirvientes del Amo de turno, es difícil, entre otras cosas, porque no se dispone de “éxitos” que mostrar desde este lado. Y además, manejar el grado casi infinito de datos e información que recorre el mundo es ya una tarea imposible en términos prácticos.

Pero para quienes siguen apostando por la visión humanista y crítica del mundo, para quienes no se fascinan con esa ingeniería humana tan “exitosa” y de tan alto impacto, algo nos puede dar esperanzas, al mismo tiempo que llena de sentido el trabajo intelectual, hoy cuestionado por este conferencista (y por tanta propaganda que, o lo sataniza, o lo denigra). Permítasenos presentarlo con un breve parangón histórico: la Revolución Francesa de fines del siglo XVIII no fue el origen del mundo moderno, de la burguesía como clase dominante con toda su ideología liberal de libre mercado; fue, por el contrario, la culminación de un proceso que se venía gestando desde siglos atrás, que arranca ya con la Liga Hanseática en el siglo XIII y es desarrollado por toda la intelectualidad europea que comenzó a promover ideas nuevas que posibilitaron el Renacimiento y el surgimiento de la ciencia moderna tal como hoy la podemos conocer; ideas-fuerza, valga decir, que se fueron transformando en los ideales político-filosóficos que para 1789 logran forma acabada. Pero lo que posibilitó la toma de la Bastilla y el guillotinamiento de la nobleza francesa como símbolo del inicio de una nueva era política, de nuevas relaciones de poder, fue el trabajo intelectual de innumerables pensadores que fueron creando las bases de esa “asalto al poder” dieciochesco.

En ese sentido podemos decir que el experimento socialista, del que conocimos en el siglo XX sólo los primeros balbuceos –extraordinarios en algunos casos, condenables en otros, pero siempre eso: primeros pasos– no es un punto de llegada: es un punto de partida, y sólo el trabajo intelectual de revisión crítica –no el debate estéril para el propio pavoneo, que quede claro–, sólo la lectura constructiva y la reformulación teórica profunda, honesta, buscadora de la verdad, podrá hacer de estos primeros pasos un momento en la construcción de esa sociedad menos injusta que sigue siendo el ideal del socialismo, aunque hoy se lo quiera hacer pasar por fenecido.

En ese sentido, entonces, los intelectuales tienen un gran reto por delante: seguir pensando y dándole forma a esa utopía que nos sigue haciendo caminar. Sin ser la guía, la vanguardia esclarecida –¡pobres de aquellos que se lo crean!–, los intelectuales no son “charlatanes de feria”. Son, por el contrario, bastiones de un pensamiento crítico que no ha muerto ni se puede dejar morir.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=253638

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