Page 220 of 246
1 218 219 220 221 222 246

Cárceles y Covid-19: bomba de tiempo

Por: La Jornada

Tras los incidentes violentos ocurridos el martes pasado, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) recomendó a las autoridades del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Cuautitlán (Cpyrs) que implemente los protocolos necesarios a fin de resguardar el orden dentro y en la periferia de sus instalaciones. Asimismo, el organismo reprobó las reacciones violentas de los familiares de los internos y de los propios reclusos ante las medidas con que las autoridades buscan evitar la propagación del coronavirus SARS-Cov-2.

Lo cierto es que la suspensión de las visitas familiares constituye una política prudente y necesaria después de que cuatro internos y un custodio del centro resultaran positivos al virus pandémico, pero también es inevitable que quienes se encuentran en confinamiento experimenten una desesperación adicional al no contar con la compañía periódica de sus seres queridos, así como es comprensible que éstos se preocupen por el bienestar de sus parientes presos. Por ello, no se puede descartar que en las semanas por venir se produzcan nuevos episodios de confrontación conforme la enfermedad se haga presente en otros centros penitenciarios.

Lejos de permanecer pasivas ante tal escenario, las autoridades deben ver en la contingencia sanitaria una oportunidad para emprender la modificación profunda y urgente por la que clama la situación carcelaria del país. En efecto, no debe olvidarse que parte de los males que aquejan a las prisiones –corrupción generalizada, autogobierno, condiciones indignas de vida y, en general, notoria incapacidad para cumplir la misión de rehabilitar a los internos y reintegrarlos a la vida ciudadana– se explica hasta cierto punto por la sobrepoblación que enfrentan.

A su vez, el hacinamiento responde, entre otros factores, a la alta cantidad de personas encarceladas por delitos menores, pese a los avances brindados en este rubro con la implementación del nuevo sistema de justicia penal, así como a la elevada proporción de presos sin sentencia: cuatro de cada 10 en prisiones federales.

En esta coyuntura, Colombia brinda un ejemplo que, con las adaptaciones pertinentes a la realidad mexicana, puede inspirar medidas para reducir el peligro de contagio en lo inmediato, al tiempo que se establecen las bases para subsanar los pendientes del sistema de prisiones en el mediano y largo plazos. Dicha nación sudamericana canjeará temporalmente la prisión por el arresto domiciliario a los mayores de 60 años, a las madres gestantes o con hijos menores de tres años, a los enfermos de cáncer, diabetes, afecciones cardiacas, con discapacidad motora, a condenados hasta cinco años de prisión y a quienes hayan cumplido 40 por ciento de sus penas, con exclusión de quienes estén solicitados en extradición por cualquier delito, a los responsables de violencia sexual contra menores de edad, crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, narcotráfico, lavado de dinero y corrupción.

Está claro que se necesita con urgencia un trabajo extraordinario de las autoridades judiciales, procuradurías y de los gobiernos, tanto estatales como federal, para determinar qué reos pueden irse a sus casas sin poner en riesgo a la sociedad, a fin de desactivar la bomba de tiempo en que podrían convertirse las cárceles en tiempos de epidemia y despejar los riesgos que implican para la salud y para la seguridad pública.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/04/16/opinion/002a1edi

Imagen: https://pixabay.com/vectors/prisoner-gangster-convict-296515/

Comparte este contenido:

Declaración del plenario de secretarías generales de CONADU histórica-13/4/2020

Por: Conadu histórica.

La pandemia del coronavirus ha puesto en crisis sanitaria, humanitaria, social y económica al mundo y a nuestro país. Las consecuencias inmediatas por la infección masiva son muy graves, con decenas de miles de muertos, en particular en aquellos países cuyos gobiernos han privilegiado la economía – asociados a los intereses de los grupos económicos concentrados- por encima de la salud de la población.
Esta es la tensión y disputa que recorre el mundo y también nuestro país.
La inevitable cuarentena es un gran esfuerzo del conjunto del pueblo para frenar los efectos del contagio de la pandemia. En este escenario, es necesario privilegiar la emergencia sanitaria por el COVID-19, también enfermedades preexistentes como el dengue y sarampión que recrudecen en varias provincias argentinas. Todos los recursos del Estado deben ser puestos en función de cuidar vida y la salud del pueblo. Pero las desigualdades sociales, el hambre, una desocupación de casi el 9% en el cuarto trimestre de 2019, la pobreza de casi el 40% de la población que nos dejaron, exige en particular atender la emergencia sanitaria y social de gran parte de la población cuyas condiciones de aislamiento o de cuarentena son extremadamente difíciles.
A su vez, las consecuencias de deterioro en la estructura económica y productiva van a ser profundas y el aumento de la desocupación es una realidad que golpea con crudeza a la clase trabajadora y que amenaza con profundizarse. Se estima que se perderán más de 25 millones de puestos de trabajo a nivel mundial, pero a su vez las patronales empresarias imponen rebajas salariales, suspensiones y retiros anticipados, y no dudan en pedir la represión contra quienes reclaman por sus derechos, como ocurrió en el frigorífico Penta.
Los recursos económicos para atender la emergencia sanitaria y social pueden y deben salir de los sectores y grupos económicos concentrados de la economía que se han enriquecido en los últimos años, a través de medidas como impuestos de emergencia a las grandes fortunas u otras, y resulta ineludible la suspensión de los pagos de la deuda externa y su investigación.

▶️La Universidad al servicio del pueblo

A partir de la declaración de la emergencia sanitaria, desde la CONADU HISTÓRICA hemos convocado a la Docencia Universitaria y Preuniversitaria a poner nuestros conocimientos, profesiones y experticias, al servicio del pueblo.
Son muchísimas las experiencias de grupos de docentes y estudiantes que realizan acciones de extensión, que van desde la fabricación de insumos sanitarios -cómo alcohol en gel- hasta respiradores de bajo costo, o la disposición de miles de estudiantes voluntaries en las facultades de medicina, farmacia y carreras afines para contribuir al sostenimiento del sistema de salud que va a ser puesto bajo una tensión inédita. Asimismo, también se registran Universidades que han ofrecido sus residencias estudiantiles, tanto para posible adecuación hospitalaria, como así también lugares de refugio para mujeres en situación de violencia doméstica (agravada en tiempos de cuarentena).
Las Universidades deben privilegiar el poner a disposición toda su estructura al servicio de las necesidades urgentes del pueblo. Esta es la prioridad y es mucho lo que se puede aportar. Comenzando por la atención de los estudiantes que al cerrarse comedores universitarios no están recibiendo viandas ni bolsones de comida y aquellos que ante la crisis necesitan que se amplíe la cobertura de becas y su incremento.

▶️Las actividades de enseñanza

En el contexto de la necesaria suspensión de las clases y aislamiento del conjunto de la población, continuar con la vinculación pedagógica con las y los estudiantes a través de las herramientas virtuales es una importante contribución para transitar esta emergencia. Bajo ningún punto de vista deben agravar o complicar aún más esa situación.
Las consecuencias económico-sociales de la pandemia son y serán muy graves y profundas en el conjunto del pueblo argentino, y por lo tanto en lo inmediato son inevitables los retrasos, alteraciones y modificaciones del proceso de enseñanza, y deberán mitigarse fundamentalmente con las adecuaciones del calendario académico. Entendemos esta situación como transitoria y excepcional en tránsito al retorno a las clases, que debe darse cuando se reúnan las condiciones de protección de la vida y sanitarias para hacerlo.
Tanto la modalidad virtual en la enseñanza, como la readecuación de los calendarios académicos – en tanto implican modificar las condiciones de trabajo de la docencia – deben discutirse en paritarias con los gremios representativos a nivel nacional y en cada Universidad. Esto no ha sido así en gran parte de las instituciones universitarias. No sólo no se ha consultado y discutido con la docencia y el estudiantado, sino ni siquiera con los órganos colegiados de gobierno, generalizándose resoluciones unipersonales de rectorados “ad referéndum”.
Existe además una imposibilidad fáctica para que ciertas disciplinas y carreras se puedan desarrollar plenamente bajo la modalidad virtual, en particular aquéllas donde las actividades presenciales en grupos, en laboratorios, trabajos de campo, plantas pilotos, etc., son imprescindibles.
Asimismo, la implementación de esta modalidad virtual puede implicar la vulneración de derechos de la docencia, tanto por las condiciones socio-económicas del aislamiento al cual estamos sometidos, o porque el tránsito abrupto de la modalidad presencial a la virtual exige medios y nuevos saberes que en muchos casos no se cuentan, entre otras causales. En particular planteamos la eximición de las tareas laborales para docentes que en la situación de aislamiento, realizan mayores tareas de cuidado por tener menores y/o adultos mayores a cargo, y de todos los casos contemplados en decretos y resoluciones vigentes.
Tampoco se debe perder de vista que miles de estudiantes pueden quedar fuera de la enseñanza por no tener las condiciones de mínimas de conectividad o de estudio en sus hogares sometidos con toda la familia a las condiciones de aislamiento.
Manifestamos que la Universidad Pública Argentina más que nunca debe estar al servicio del Pueblo ante esta situación de emergencia que afecta a nuestro país y a la humanidad toda, que debemos garantizar como prioridad la vida de las y los argentinos, contemplar las distintas realidades familiares que se producen en docentes y estudiantes.
Asimismo – y en función de las asimetrías y desigualdades que existen tanto en la docencia , en el estudiantado como entre las distintas universidades de las regiones del país, más otras tantas que podrían agregarse – entendemos que forzar a docentes y estudiantes a una continuidad de calendario académico trasladando mecánicamente el cursado del cuatrimestre a la modalidad virtual sin contemplar las condiciones sociales y psicológicas de los distintos actores involucrados y sus entornos, justamente podría constituirse en un negacionismo de la situación de emergencia y grave crisis del país, incrementando así la brecha de desigualdad, incertidumbre y complejidad, en la que ya estamos inmersos.
La pandemia es una emergencia de la cual salimos colectivamente. Esto implica que las decisiones que se tomen en las distintas Universidades deben estar consensuadas entre los distintos componentes de la comunidad universitaria, docentes, estudiantes y no docentes.

CONADU HISTORICA-FEDERACION NACIONAL DE DOCENTES, INVESTIGADORES Y CREADORES UNIVERSITARIOS

Fuente de la reseña: https://www.facebook.com/conadu.historica/photos/a.1581609842090993/2599239876994646/?type=3&theater

Comparte este contenido:

La evaluación en tiempos de Covid-19

 

Por: Alejandro Cheyne.

El sistema de evaluación siempre ha sido motivo de debate en las instituciones de educación. Sin embargo, en la coyuntura actual, esta discusión se hace más álgida ante el reto de realizar el proceso de enseñanza y aprendizaje por modalidad de acceso remoto, sin ningún tipo de contacto presencial debido a la cuarentena nacional en la que nos encontramos.

En esta coyuntura, se han presentado los interrogantes de: si la eliminación de cualquier tipo de evaluación, o la aplicación inmediata de una evaluación cualitativa y no cuantitativa, podrían contribuir al desafío actual de la educación. A estas preguntas, por supuesto, la respuesta es que de ninguna manera estas “soluciones” resuelven el reto pedagógico. Lo anterior, con base en las siguientes reflexiones:

  1. Por encima de cualquier consideración, la evaluación es una oportunidad extraordinaria para que el estudiante aprenda mientras la desarrolla. Por ello, debe ser vista como un espacio para el aprendizaje, y no como un proceso para “medir”, “juzgar” e incluso “sancionar” a una persona por su aprendizaje.
  2. En la educación, la evaluación permite obtener la información necesaria para determinar la brecha existente entre los objetivos de aprendizaje y la realidad de cada estudiante. Por tanto, debe ser diseñada y desarrollada con los estudiantes, ya que, de lo contrario, podríamos caer en el error de pensar que la única persona con las competencias necesarias para evaluar es el profesor, dejando al estudiante como un actor pasivo del acto pedagógico. La evaluación debe surgir, precisamente, del diálogo entre el profesor y el alumno, para que así, de común acuerdo, se establezcan los criterios y la metodología adecuada.
  3. ¿Profesores y estudiantes tienen la humildad para reconocer y analizar los resultados de la evaluación? Pareciera que cualquier resultado se puede interpretar por ambas partes como un error en la exigencia del curso, falta de compromiso de los estudiantes, entre muchos otros factores que intervienen. Sin embargo, la evaluación es un arte que debe empezar con una concientización de su impacto, tanto a los profesores como alumnos, y que se debe realizar con unos criterios técnicos que han sido definidos en la pedagogía hace muchos años, pero que en muchos escenarios falta llevarlos a la práctica, para poder asegurar su validez y credibilidad.
  4. La evaluación debe ser continua y, de alguna manera, debe pasar inadvertida para los estudiantes, en la medida en que hace parte de su proceso cotidiano de aprendizaje. Mantener una evaluación tradicional, muy especialmente al final del proceso educativo, confunde a los estudiantes y no le aporta a su proceso de aprendizaje.
  5. ¿El acceso remoto es un obstáculo para la evaluación? Definitivamente no. En estas situaciones, la educación debe ser diferente, y esto requiere de una innovación pedagógica. Debemos evitar la estandarización y poder evaluar el aprendizaje de los estudiantes de acuerdo con las particularidades de cada uno.

En este orden de ideas, la coyuntura del Covid-19 no puede privar a los estudiantes de la oportunidad extraordinaria de aprender mientras son evaluados. Por el contrario, es el momento de prestar más atención a la evaluación, como un medio formativo para los jóvenes, muy necesario en este escenario marcado por la incertidumbre.

Es importante que toda institución de educación pueda, en unos meses, realizar una metaevaluación, como un proceso para calificar la evaluación y determinar si realmente nuestros sistemas tradicionales le están agregando valor al aprendizaje de los jóvenes. Debemos recordar siempre que ellos (los jóvenes) son los protagonistas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, que consiste en un acto de amor y generosidad por parte de quienes, durante tantos años, han desarrollado su vocación de servicio a través de la docencia.

Fuente del artículo: https://www.semana.com/opinion/articulo/columna-rector-del-rosario-la-evaluacion-en-tiempos-de-covid-19/660595

Comparte este contenido:

Guatemala: Región centroamericana teme desnutrición de estudiantes públicos en pandemia COVID-19

Centro América/ Guatemala/ 21.04.2020/ Fuente: diario.elmundo.sv.

La desnutrición de los estudiantes de los sistemas educativos públicos es uno de los problemas comunes que enfrentan los países centroamericanos y  temen que se agudice con la pandemia del COVID-19.

El Parlamento Centroamericano (Parlacen) sugiere que todos los ministerios de Educación de los Estados miembros lleven paquetes con alimentos a las casas de los estudiantes.

El diputado del Parlacen por El Salvador, Fernando Bautista, contó que Guatemala ya comenzó a entregar paquetes con alimentos en los hogares de los estudiantes; la idea es que el resto de países adopten esta iniciativa mientras dura la pandemia del COVID-19.

“El tema de la nutrición para los estudiantes debe mantenerse porque, si no, agravamos el problema de la desnutrición infantil. Estamos viendo el modelo de Guatemala donde están siendo entregados los paquetes alimenticios para garantizar la nutrición de los estudiantes”, explicó el diputado.

En El Salvador, las clases están suspendidas hasta este 1 de mayo, tras la prórroga de la Ley de Estado de Emergencia Nacional aprobada ayer por la Asamblea Legislativa.

Previo a la emergencia, el Ministerio de Educación tenía en el sistema educativo público el programa de alimentación para los estudiantes; sin embargo, tras la emergencia por la pandemia, esa cartera de Estado anunció que se entregarán los alimentos a las familias, pero hasta la semana anterior no se había definido la forma de entrega para evitar aglomeraciones de padres de familia .

 

Formación

El Parlacen también prepara un dictamen recomendable para que los Estados miembros destinen, al menos, un canal de televisión nacional para que imparta contenidos educativos, para contribuir en la formación académica de los estudiantes, tras el cese de las clases presenciales por la pandemia.

“Hay tecnología que no se está utilizando, por ejemplo, la radio y la televisión en esta pandemia. En Guatemala ya hay dos canales dedicados a material educativo, para un complemento educativo en el hogar. No todos los gobiernos han hecho eso y es algo que vamos a impulsar desde el Parlacen”, explicó el legislador.

 

Compra conjunta para reducir costos

El Parlacen y el Sistema de Integración Centroamericana

(Sica) implementan el Plan de Contingencia Regional para enfrentar como región la pandemia del COVID-19.

Este plan contempla la compra conjunta de medicina e insumos médicos de todos los países de la región, con el fin de reducir los costos de las compras. Estos procesos de compra están en marcha.

Además, propone que los Estados miembros compren a las medianas y pequeñas empresas de la región, como medida para ayudarles a palear la crisis por la pandemia.

Fuente de la noticia: https://diario.elmundo.sv/region-centroamericana-teme-desnutricion-de-estudiantes-publicos-en-pandemia-covid-19/

Comparte este contenido:

Libro: Tiempos interesantes Crisis y pandemia en el mundo actual

Por: jovenesemergencia.

(Versión en PDF)

 “Si no nos mata el virus, nos mata el Gobierno”*

Patricia Juárez, trabajadora doméstica mexicana

 

Se dice que la expresión Ojalá vivas tiempos interesantes es una maldición china. La frase fue popularizada por Robert F. Kennedy en un discurso en Cape Town, Sudáfrica, en 1966. Parece que la primera persona en atribuirle a los chinos esa expresión que no existe en su lenguaje fue el británico Joseph Chamberlain a fines del siglo XIX.

 

Hoy, sin duda, vivimos tiempos interesantes. No se trata de una maldición china, aunque también se le atribuya a China la visible maldición y su principal divulgador sea un político yanqui, Donald Trump. La humanidad ha llegado a su más alto grado de desarrollo tecnológico y sin embargo se ha paralizado por un virus tan parecido a un catarro común. Esto último se pone de manifiesto al ver que una de las herramientas más eficaces y aplicables para contrarrestarlo sea indicarle a la gente cómo ejercer una actividad humana tan antigua y cotidiana que pareciera no necesitar mayor explicación (lavarse las manos) y que aún así 3 mil millones de personas no lo puedan hacer por carecer de agua y jabón en sus hogares. O que la posibilidad de garantizar la vida humana sea dejar de acercarse a otros humanos, con una “distancia social”. O que veamos estados de excepción característicos de las más nefastas dictaduras como “un mal necesario” y que incluso sea aplaudido.

 

Parece que presenciamos una película sobre el fin del mundo. Si nos detenemos y rememoramos un poco, veremos hace tan sólo unos meses imágenes de grandes bloques polares derritiéndose, miles de animales huyendo del fuego y millones de hectáreas en llamas en Australia. Rebeliones populares en Haití, Bolivia, Ecuador, Chile. Cientos de miles de personas muriendo en los mares o en el desierto, tratando de buscar una vida mejor. Imágenes de caída de precios del petróleo y caídas de las bolsas de valores. Grandes guerras en curso en medio oriente y la amenaza de una mayor guerra ¿recuerdan cuando el asesinato del líder militar iraní nos tuvo tan cerca de que todo volara por los aires? Quizás no es sólo una película la que pareceríamos observar. Mas bien, es como si estuviésemos frente a una inmensa pantalla en la que simultáneamente y de modo sobrepuesto se emiten imágenes de destrucción incomprensibles. Lo único que nos queda claro, en medio de tanta confusión es que estamos ante un horror inédito, que eufemísticamente podríamos llamar tiempos interesantes.

 

  1. La pandemia

 

El SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19 es un nuevo virus de alto contagio con bajo índice de letalidad. Sin embargo, por ser un nuevo patógeno, nuestros organismos no tienen inmunidad contra él y no existen hasta ahora vacunas para prevenir el contagio. A la fecha las cifras de personas contagiadas ronda las 600 mil, con más de 27 mil muertes y poco más de 131 mil personas recuperadas en 176 países. Aunque el virus surgió en China, ahora es Estados Unidos el país con más número de contagios: más de 104 mil. Y son Italia y España los países con mayor número de muertos, con 9134 y 5138, respectivamente.

 

En las últimas décadas las epidemias que han surgido en el mundo han crecido en su niveles de expansión y en su frecuencia de aparición: el SARS (2002-03), la gripe porcina H1N1 (2009), el MERS (2012), el Ébola (2014-16), el Zika (2015), el dengue (2016) y ahora el COVID (2019-20). Aún no se sabe cuál fue el origen del más reciente virus. La investigadora Silvia Ribeiro del grupo ETC señala que hay tres causas concomitantes y complementarias que han producido los virus en las últimas décadas: 1. La cría industrial, masiva e intensiva de animales. 2.  El contexto general de la agricultura industrial y química. Y 3. el crecimiento descontrolado de la mancha urbana e industrial. Al cual tendríamos que añadir la falta de estrategias de salud preventiva; la resistencia y mutación de virus por las formas en que se consumen los fármacos en el mundo y tampoco podemos descartar, de ninguna manera, la posibilidad de surgimiento de este virus en laboratorios militares como ha sido denunciado por funcionarios chinos.

 

En ningún momento podemos poner en duda la existencia de este virus, aunque tengamos tanta desconfianza de los gobiernos y organismos internacionales. Tampoco podemos subestimar los riesgos que tenemos. Además de impulsar el auto cuidado, tenemos que pensar en cómo enfrentar esta crisis, reflexionar sobre los escenarios que se están configurando y, ante ellos, qué podemos hacer para los tiempos venideros.

 

  1. Lxs más afectadxs

 

Existe una idea de que el Covid-19 sólo afecta a los ricos por tener su mayor número de afectados en Europa y en Estados Unidos y porque los medios llenan sus titulares con una veintena de famosos infectados. La conjetura es fácil de hacer, pero si se piensa tan sólo un poco ¿acaso en Europa y Estados Unidos sólo existen ricos? Se mencionan unos 20 casos de famosos, de los cuales casi ninguno ha muerto, pero ¿quiénes son los casi 600 mil afectados? ¿Cuándo la muerte de un pobre ha aparecido en los grandes titulares? Quizás lo único angustiante en este sentido es que no es una enfermedad que sólo afecta a los pobres, como la mayoría de las que matan a miles diariamente.

 

Ciertas condiciones biológicas señalan como más vulnerables a muerte por COVID-19 a lxs mayores de 65 años, infantes menores de cinco, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas no transmisibles (hipertensión arterial, pulmonar, insuficiencia renal, lupus, cáncer, diabetes mellitus, obesidad, insuficiencia hepática o metabólica, enfermedades cardiacas o algún padecimiento o tratamiento farmacológico que generen supresión del sistema inmunológico).

 

Las condiciones socioeconómicas complejizan el espectro de afectadxs a la gente que carece de seguridad social, a los que no pueden permanecer bajo aislamiento por tener que buscar su sustento día a día, los trabajadores “informales”, las micro y pequeñas empresas También están las personas indocumentadas que día a día cruzan las fronteras de sus países en búsqueda de mejores condiciones de vida. Y los presos comunes, hacinados en espacios ideales para el contagio.

 

Conjuntado ambos condicionantes que hacen más propenso el contagio y la muerte, así como los impactos económicos que tienen las medidas de cierres de negocios, los despidos, etc. encontramos que la gente más afectada es un amplio espectro de pobres y clase media baja. Enfatizamos que gran parte de las enfermedades crónicas que vulneran a las personas tienen una mayor propagación entre esos sectores por la destrucción de las formas de producción de alimentos campesinos y su sustitución por “alimentos” de bajo costo producidos industrialmente y regados por todo el país bajo el “libre comercio” que son los que alcanzan a pagar para su consumo, el vivir cerca de fuentes de contaminación (antenas de celulares, plantas de alta tensión, pesticidas, entre otros) que sólo se colocan en las zonas pobres.

 

Hay un elemento básico de clase que afecta a los más pobres. Lxs más pobres serán los más afectadxs y los daños vendrán por los contagios, los impactos económicos de las medidas tomadas por el COVID-19 y la crisis económica en curso. Ya los sectores dominantes se frotan las manos para hacer de la crisis “una oportunidad” de negocios, que seguramente afectará a esa parte de la población excretable, desechable, como le ha nombrado Giorgio Agamben. Dentro de esa población “sobrante” las mujeres serán las más afectadas, por ser los principales sostenes económicos de muchas familias y estar expuestas al contagio, pero también por el riesgo de que se dispare la violencia intrafamiliar contra las que permanecen en cuarentena.

 

  1. El papel de los Estados.

 

A pesar de ser el foco original de contagio, China sorprendió al mundo por medidas que lograron frenar la expansión del mismo, controles para frenar la infección y la construcción de un hospital en un par de semanas. Corea del Sur ha tomado medidas parecidas. En Europa se señala que los países tomaron mediadas tardías, que llevaron a su alta expansión, hoy tienen paralizadas sus naciones, pero el número de muertos va en un ascenso aparentemente incontrolable.

 

En América Latina tenemos una amplia variedad de acciones frente a la emergencia. En El Salvador Nayib Bukele apuesta recuperar su legitimidad con las medidas tempranas que tomó para imponer la cuarentena, luego de su fallido auto golpe de Estado. Bukele, junto con Lenin Moreno, presidente ecuatoriano, han aprovechado este momento para avanzar en el endeudamiento de sus países con el Fondo Monetario Internacional. Sebastian Piñeira, en Chile, retrasó el referéndum sobre la Convocatoria a Asamblea Constituyente. La golpista Jeannine Añez en Bolivia postergó el llamado a elecciones de manera indefinida, con miras a sostenerse en el cargo por más tiempo y buscar revertir la tendencia de las elecciones que anunciaban al candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) Luis Arce como posible ganador.

 

Jair Bolsonaro en Brasil y Donald Trump en Estados Unidos subestiman la crisis del COVID. El primero le llama “gripecita” -Olavo de Carvalho, su ideólogo, afirma que no existe- y llama a no seguir ninguna recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El segundo, insinúa cancelar las medidas de cuidado en el país que ya tiene mayor número de infectados, fomenta su campaña de odio contra China llamándole “virus chino”, reniega de la importancia de los ventiladores de aire para pacientes y lanza una nueva serie de ataques contra Venezuela. Iván Duque, en Colombia, se empeña en impulsar el golpe en Venezuela sin tomar en cuenta la situación tan grave que vive su país y se niega a coordinar esfuerzos de sanidad en la frontera con Venezuela con el presidente Nicolás Maduro para evitar una desgracia.

 

Mientras tanto, Venezuela se toman medidas extraordinarias con la reducción de actividades a las mínimas vitales, impidiendo que haya despidos a trabajadores hasta el 31 de diciembre del año en curso, suspendió los pagos a prestamos contraídos por el Estado, prohibió que se corten las telecomunicaciones en caso de que no puedan pagar y se han activado las organizaciones de base para garantizar el abasto de alimentos para toda la población. Todo esto mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) le niega un préstamo y las Fuerzas Armadas y los equipos de inteligencia desmontan un intento de asesinato al presidente y se desarrollan medidas preventivas ante la posibilidad de un ataque luego de que Trump pusiera en la lista de financiadores del narcotráfico a Maduro y otros funcionarios de Estado este 26 de marzo.

 

Fuera de toda esta dinámica, resalta la fortaleza de Cuba para -también en condiciones de bloqueo y acoso- sostener uno de los mejores sistemas de salud del mundo y poniendo a su disposición brigadas de médicos para apoyar a los países más afectados, en esa tradición internacionalista. Además, es un medicamento desarrollado en laboratorios cubanos, el Interferón, el que más eficazmente ha ayudado a atender a las personas infectadas.

 

Argentina es uno de los países más afectados. Ahí se han tomado las medidas más radicales de contención de población. Las Fuerzas Armadas organizan el estado de sitio. Ya se han dado diversos casos de agresiones y abusos por parte de la Policía y el Ejército frente a personas que no acatan las ordenes, sin que las autoridades reparen en si tienen posibilidades de cumplirlas. A pesar de ser por una causa necesaria, las reminiscencias con la dictadura resultan preocupantes, al mismo tiempo que el presidente Alberto Fernández emprende un viraje discursivo al insistir que las medidas que no se acaten mediante la razón se harán por la fuerza.

 

En México aún no se alcanza a comprender si las medidas que ha tomado el gobierno son las correctas, indolentes o las únicas posibles. Más allá de los absurdos, cuando no irresponsables comentarios del presidente Andrés Manuel López Obrador que llama a no “apanicarse”, que su escudo protector es no ser corrupto, de presumir unos escapularios “protectores” y de sus reiterados llamados a abrazarse y salir a las calles -a pesar de que la OMS indicaba lo contrario- la cuestión es si el sistema de salud en México tiene condiciones para hacer otras cosas y si la paralización total por la que muchos propugnan se podría aplicar sin que el remedio resulte peor que la enfermedad.

 

Considerados por muchos como las cabezas de un nuevo ciclo progresista, los gobiernos de Fernández y López Obrador se han topado con un escenario imprevisto que pone en vilo su capacidad para cumplir con las expectativas que los llevaron al triunfo. Lo más preocupante no será su fracaso en tanto individuos,  sino que, acorralados por el nuevo escenario, llenos de soberbia y con un grupo de seguidores incondicionales, cataloguen a las expresiones populares de inconformidad como enemigos -y con eso los persigan, hostiguen y judicialicen- y que sigan cediendo más poder, recursos y legitimidad a empresarios y Fuerzas armadas.

 

  1. La crisis más profunda

 

Está en curso una crisis económica profunda que no fue causada por el COVID-19 pero sí precipitada por él. Los paros laborales en China por la epidemia impactaron el crecimiento económico de las cadenas mundiales de valor. Al mismo tiempo que se frustró un acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita para fijar los precios del petróleo. Las bolsas del mundo en un mes cayeron entre del 30% al 14%. Y luego vino la paralización, a causa de la pandemia, de varios sectores económicos en gran cantidad de países del mundo.

 

La crisis actual se concentra en la deuda de las grandes empresas y la deuda de los estados en un mundo lleno de burbujas financieras. Estamos ante una nueva crisis que tiene su conexión directa con la de 2008. Pero a diferencia de aquel momento, que logró ser atenuada, las posibilidades de controlarla son ahora más difíciles. Además de que la crisis en el fondo viene de una crisis estructural que comenzó a inicios de los años 70. Con el distanciamiento social se han frenado las dinámicas de producción y consumo, sobre todo en los países más desarrollados. Su efecto expansivo a los países periféricos ha sido más fuerte.  Uno de los mayores impactos, según la estimación de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) será la pérdida de 25 millones de empleos en el mundo.

 

Queda claro que la crisis de salud se utilizará como una herramienta para imponer medidas económicas lesivas para lxs más. Giorgio Agamben ha insistido -sin poner en cuestión la existencia de la pandemia- en la riesgosa tendencia a normalizar y avalar el estado de excepción impuesto. Naomi Klein, por su parte, ha recuperado en días recientes la denuncia del uso de la pandemia como doctrina del Shock. Una vez que el virus se instale y nos hayan metido en un escenario de pánico, será más fácil la instauración de políticas de control, económicas y políticas que de otro modo detonarían protestas.

 

También es difícil prever si podrán atenuar la crisis y/o reparar las grandes burbujas financieras en lo inmediato, aunque hay quienes dicen que esta crisis puede desenbocar en una mayor al crack de 1929. Sin embargo, es evidente que estamos más próximos a una reestructuración profunda del capitalismo, a la creación de un Nuevo “Consenso de Washington” y un amplísimo esfuerzo por revitalizar la economía, un New Deal post COVID-19 en el que Estados Unidos dará una pelea más voraz para sostenerse como el gran hegemón ante otros países que hoy se encuentran más fuertes que antes como son China y Rusia. Mientras no exista una alternativa radicalmente diferente y opuesta, la salida será del capitalismo y entre sus mejores formas de reestructurarse -nunca hay que olvidarlo- siempre existen las guerras.

 

  1. ¿Y qué hacemos?

 

Varias voces han insistido en que estamos en guerra contra un enemigo invisible, el nuevo virus. Esto puede servir para convocar a cierta disciplina y generar un cuerpo colectivo. Empero, para pensar una salida efectiva no podemos organizarnos contra a un enemigo invisible, que además se propaga a través de seres humanos. Esto daría como resultado ubicar a cualquier persona como un potencial propagador del enemigo, un mecanismo por demás similar a las ideas propagadas por las doctrinas de seguridad nacional de las décadas del 60 y 70 en nuestro continente: el peligro del enemigo interno.

 

El problema no es el virus, sino los sistemas precarios de salud que tenemos, las condiciones de vida por debajo de lo aceptable que está más vinculado a las necesidades de consumo del sistema que a las de nuestras propias necesidades sociales.

 

Frente al Estado

 

Son los Estados, y los organismos internacionales avalados por ellos, los que tienen la responsabilidad de responder a esta crisis. Hacia ellos tenemos que dirigir nuestros reclamos y exigencias inmediatas y, a pesar de las condiciones de aislamiento, tenemos que hacerlo de manera colectiva.

 

Estamos ante una emergencia de salud y económica. Necesitamos demandar mediadas urgentes para que sea con los recursos del Estado y de los que más tienen y no a costa de lxs que tenemos menos, lxs más afectadsx. Entre ellas:

 

  • Exigir condiciones óptimas para los trabajadores de la salud, reforzar las denuncias públicas que han hecho sobre la falta de medicamentos, insumos y materiales. De ellxs depende nuestras vidas y tenemos que cuidarles.
  • Demandar mayor presupuesto público para la salud, tanto para la emergencia como para la salud preventiva. Nuestra vida no puede depender de nuestro poder adquisitivo. La salud es un derecho humano y debe ser garantizado por el Estado.
  • Impedir despidos de personal ante la cuarentena. Suspensión provisional de cobro de servicios básicos. Cancelación de impuestos de la gente más pobre. Que la salida a la crisis sea con los recursos de quienes más tienen. 
  • Si bien la población mayor de 65 años es más vulnerable, en México la media de los infectados es de 41 años, de los doce  muertos sólo cuatro eran mayores de 65. Por lo que necesitamos atención a toda la población sin diferencia de edad.
  • En las defunciones ha quedado evidenciado que los impactos del virus están relacionados con el profundo deterioro de la salud pues las afectaciones que influyeron en la muerte de las personas infectadas por el virus son: tabaquismo, insuficiencia hepática, asma, obesidad, diabetes e inmunosupresión. Problemas de salud directamente relacionados con las dinámicas de consumo fomentadas por el Estado y debido a los daños al medio ambiente. Se tiene que revertir esto a través de políticas públicas y de castigos a las empresas responsables.
  • La entrega de 4mil 500 mdp al Ejército y Marina para llevar a cabo planes de contingencia debe dirigirse al sector salud y contratar personal médico para ello. No pueden ser los elementos armados, los principales responsables del derramamiento de sangre inocente en nuestro país, los que usen los recursos para relegitimar su poder y sembrar el terror en la población.
  • Debe impulsarse la producción y comercialización de alimentos de origen comunitario-rural. Esos alimentos pueden ayudar a mejorar la salud, activan la economía de sectores pobres y garantizan una estabilidad en los precios.
  • Frenar el acaparamiento de productos básicos. Se tiene que impedir se dispare el precio de la tortilla y los ingredientes esenciales de nuestra dieta.
  • Tras la crisis de salud, impulsar actividades económicas de emergencia para reactivar la economía sin que vayan en contra de la vida de los pueblos. Se debe cancelar el Tren Maya y el proyecto del Corredor Transistmitco y destinar sus recursos a salvaguardar la economía comunitaria y la cultura de nuestros pueblos. No más excusas: los pueblos sabemos administrar nuestra riqueza; las multinacionales, los grandes empresarios, los intereses espurios y nuestros gobernantes han sido los principales responsables de esta crisis. 

 

Autogestión y colectividades

 

Más allá de las demandas al Estado, en lo inmediato hay un sin fin de cosas que podemos hacer entre la gente cercana. Frente al distanciamiento social obligado debemos de fortalecer nuestros lazos humanos.

 

Vivir la cuarentena como se pueda: Quienes tengan condiciones de implementarla lo tienen que hacer y cuidar a los seres más queridos y a las personas que sabemos que serán vulnerables.

 

No olvidar la importantísima movilización de millones de mujeres contra los feminicidios y el patriarcado que fue inédita hace casi un mes atrás. La lucha sigue vigente y en las condiciones de encierro y pobreza la violencia patriarcal se vuelve más feroz. Armemos formas de prevención y actuación ante la violencia patriarcal.

Crear y/o reforzar redes de solidaridad. Solidaridad con compañeros y compañeras que perderán sus empleos. Apoyar el comercio local, apoyar en el consumo de productores independientes que no pueden aplicar la cuarentena total.

En momentos de crisis y encierro nuestra vulnerabilidad es aún mayor. Debemos cuidar la salud emocional, creando un tejido social envuelto en la identidad solidaria y comunal, poniendo en el centro el bienestar común antes que el propio. Y en eso será importante evitar saturar de información a las personas. Tener cuidado con lo que divulgamos, para no reproducir fake news y deep fakes que sólo buscan generar paranoia, miedo, desconfianza y confusión.

 

  1. Alternativas.  Desde la raíz, con sueños y fuerza

 

Ante estos tiempos que nos parecen tener atadxs, asiladxs, con poca energía y sobreinformación que nos empujan a pensar más el fin del mundo y menos el fin de este sistema, podemos hacer algo distinto y construir alternativas.

 

Demandar al Estado acciones en beneficio de la gente no es suficiente. Tampoco la creación de redes comunitarias en nuestro entorno más inmediato. Construir una gran alternativa frente al sistema es cada día más necesario. Para ello se requiere de todo lo anterior, pero no basta.

 

También, ha quedado claro que la salida del sistema siempre es para peor: siempre son un salto hacia delante, recrudeciendo las formas de explotación, dominación y opresión. No podemos ser ingenuos frente a esto: sus crisis no lo harán morir, sino transmutar en formas más agresivas.

 

Habrá que insistir de muchas -nuevas- maneras: es posible, urgente y necesario, vivir de modo diferente. Y que los escenarios de futuro pueden no ser los del fin de la humanidad y sí los del fin del capitalismo y de todas las relaciones de dominación que padecemos. Para ello será necesario ir creando nuevos proyectos, desatando sueños y esperanzas. Y sobre todo generando acciones, haciendo fuerza y aplicándola en contra de quienes nos quieren arrebatar la vida de múltiples formas.

 

En medio de la contingencia de salud la gente de Mexicali, Baja California, nos dio una enorme lección. Se atrevieron a salir a las calles -con los cuidados necesario- para echar fuera de sus tierras a la empresa gringa Constellation Brands que quería robarse el agua de su Valle para un negocio de cervezas. Contra todo su dinero, contra una consulta amañada a favor de la empresa, de intimidaciones y acarreos, derrotaron a la empresa y a los políticos que la favorecían. Una pequeña victoria nos demuestra, entre tanto mal, que cuando la gente se suma puede vencer a cualquier enemigo.

 

Resulta imperioso crear una alternativa que movilice. Antes de la cuarentena se venían gestando una fortísima lucha de mujeres, movimiento de familiares de víctimas de la violencia y de comunidades en defensa de su tierra y territorio. Será necesario que vuelvan a cobrar fuerzas y buscar lazos de unidad. El  gobierno actual ha demostrado sus limitaciones para atenderles y ha preferido sostenerse en el gobierno a través de los pactos con los grandes empresarios trasnacionales (en especial gringos y mexicanos), dándole más poder a las Fuerzas Armadas y profundizando la violencia e impulsando proyectos de saqueo.

 

Ya no es posible limitar la crítica y el surgimiento de una alternativa al argumento que cualquier oposición al Presidente le hace juego a la derecha reaccionaria y proto golpista. Si no avanzamos en una alternativa por fuera de la pugna entre quienes hoy dominan el país, siempre estaremos relegadxs a ir detrás de un Presidente que va en contra de nosotrxs. Pensar la política y el destino de este país a través de la elección del mal menor bajo la amenaza de un mal peor, nos seguirá arrastrando a la legitimar sistemas que sólo nos conducen a menos que la supervivencia.  Está en nuestro pueblo, en la gente más afectada por todas las crisis (la de salud, la económica, la del crimen), en nosotrxs la responsabilidad de cambiar el rumbo de nuestro país.

 

Lecturas recomendadas

 

Manual de prevención del Coronavirus. 101 tips:

https://albaciudad.org/2020/03/libro-manual-prevencion-coronavirus-101-tips/

 

Guía de salud solidaria, elaborada por médicxs mexicanos:

https://www.educaoaxaca.org/wp-content/uploads/2020/03/GUIA-SOLIDARIA-COVID.pdf

Revista Argentina de Salud Colectiva, elaborada por médicxs:

http://revistas.unla.edu.ar/saludcolectiva/Covid-19

 

Sobre la crisis económica en el contexto del COVID

https://rebelion.org/covid-19-como-fenomeno-visible-de-una-situacion-critica-de-la-economia-mundial-que-viene-de-lejos/

 

Naomi Klein sobre la doctrina del Shock

https://www.lavaca.org/notas/el-desastre-perfecto-naomi-klein-y-el-coronavirus-como-doctrina-del-shock/

 

Sobre la crisis mundial -“Crisis mundial 2020 y transición al postcapitalismo”

https://www.alainet.org/es/articulo/204788

 

Giorgio Agamben, “La invención de una epidemia”. En: https://www.pagina12.com.ar/250990-la-invencion-de-una-epidemia

 

De Mike Davis. El impacto de la enfermedad desde la situación de clase

https://vientosur.info/spip.php?article15712&fbclid

 

Judith Buttler sobre la crisis de salud

https://www.alainet.org/pt/articulo/205377

 

Opinión de Byung-Chu sobre la emergencia viral

https://elpais.com/ideas/2020-03-21/la-emergencia-viral-y-el-mundo-de-manana-byung-chul-han-el-filosofo-surcoreano-que-piensa-desde-berlin.html

 

De Misión Verdad sobre la crisis económica y la pandemia:

 

https://medium.com/@misionverdad2012/notas-en-tiempo-real-de-la-pandemia-financiera-global-a70feefe6622

 

https://medium.com/@misionverdad2012/el-capital-en-tiempos-de-coronavirus-una-nueva-guerra-contra-el-trabajo-43e90a1e75a9

 

Fuente de la reseña: https://jovenesemergencia.org/tiempos-interesantes-crisis-y-pandemia-en-el-mundo-actual/

Comparte este contenido:

Entrevista: «Si nos quedamos en casa, no tenemos cómo sobrevivir y si salimos a buscar cómo subsistir nos arriesgamos a contagiarnos… es un dilema muy perverso»

Por: Silvia Arana.

En la sexta entrevista de la serie, una joven estudiante cuenta que en su barrio no se han realizado fumigaciones indispensables para combatir el mosquito transmisor del virus que causa el dengue, enfermedad endémica de la región, cuyos síntomas tienen similitudes con el COVID-19. Esto incrementa el pánico en la población.

Entrevista a L. S., estudiante universitaria. Reside en Jardines del Salado, Guayaquil.

1) ¿Cómo describiría el nivel de organización del municipio de Guayaquil frente a la epidemia? ¿Le transmite seguridad?

NO, no me logra trasmitir seguridad, pues el proceso de acción fue tardío ante esta epidemia que iba en crecimiento cada día. La municipalidad no movió ni un dedo hasta que ya fue demasiado tarde, y aún sigo creyendo que no está dando el cien por ciento de su labor, pues decidió dejar en manos del gobierno nacional todo el trabajo, y no se responsabilizó por tomar medidas adecuadas a tiempo.

Comenzando, porque las únicas limpiezas de transporte que ha hecho la municipalidad son de las metrovías, y no proporcionando a los transportes públicos y a la ciudadanía seguridad al utilizar los otros medios de transportes como buses, taxis, furgonetas y transportes de carga. Sumándole a esto, las fumigaciones que se han hecho por sectores seleccionados, que no logran cubrir las necesidades de los barrios más alejados de la ciudad, ya que no solo tememos a la nueva pandemia, sino a distintas plagas que azotan en este invierno, que hacen preocupar aún más, ya que la similitud que existe entre los síntomas de estas enfermedades (dengue, por ejemplo) y la nueva pandemia, es alarmante; haciéndonos preocupar por las distintas manifestaciones que presentan en nuestros cuerpos, provocando así el pánico en la población.

2) ¿Qué piensa del rol del gobierno nacional en asistir a la ciudad y a la provincia del Guayas durante la pandemia de coronavirus?

Es decepcionante, desde el inicio de la pandemia nunca estuvieron atentos a la ciudad ni a la provincia del Guayas. Creo que si desde que se supo del caso cero se hubieran tomado medidas de precaución, el panorama sería diferente. Lamentablemente tuvimos que ser el mal ejemplo ante la sociedad internacional para que recién recapacitaran y pudieran poner en marcha la supuesta “ayuda” que se está brindando y el protocolo a seguir; la impotencia y frustración fue muy grande al saber que no se hacía nada, hasta que fueron expuestos por dichos medios. Antes de eso el gobierno nacional trataba a la información que se presentaba por redes sociales de «falsas» y «complot de correístas», que solo tenían el propósito de desestabilizar al país; ignoraba las declaraciones de la ciudadanía por redes sociales; aquellas personas solo tenían el propósito de manifestar su dolor e impotencia, al ver que ni el gobierno ni la municipalidad de Guayaquil mostraron preocupación ante esta grave pandemia.

3) ¿Ha podido adquirir víveres y remedios sin problema en los lugares de abastecimiento de su vecindario? ¿Se ha podido guardar la distancia recomendada entre las personas evitando las aglomeraciones?

Es difícil, ya que lamentablemente las tiendas no se abastecen con las diferentes mercancías, haciendo que se aprovechen de la situación para subir el precio de los productos más básicos, como los huevos, el verde, los limones, queso, algunas verduras, entre otras; dada la dificultad de obtenerlos en la ciudad, pues los mayoristas que los abastecen ya casi no llegan a estos lugares. En las tiendas del barrio la distancia no es respetada del todo y por todos, pues debido a este desabastecimiento, la gente intenta conseguir lo más rápido los alimentos para regresar a sus casas antes del toque de queda o que se agoten. En los supermercados el panorama no es muy diferente, ya que afuera se logra respetar  de alguna manera esta distancia por parte de algunas personas, pero la situación es diferente en el interior, ya que debido al apuro de ciertas personas por salir de esos lugares, pierden la noción de la distancia y el orden e irrespetan estas medidas al momento de andar por los pasillos de los supermercados o en las propias cajas registradoras.

4) ¿Tiene familiares o vecinos afectados por el coronavirus?

Hasta el momento no. Y deseo que así se mantenga.

5) ¿Qué piensa sobre los hospitales y centros de emergencia públicos y/o privados de la ciudad?

Fatal, realmente pienso y siento que la prioridad no es el pueblo. La falta de aseo y la precariedad de la atención y de la administración de los diferentes espacios hacen que se marque una clara incompetencia por parte de las gestiones administrativas de los hospitales públicos del estado como el IESS de Guayaquil, en el cual se ha visto como la falta de organización ha provocado un colapso en su sistema de atención, teniendo que atender de forma improvisada en espacios que no son adecuados para el tratamiento del COVID-19. Un ejemplo de esto son las largas filas de espera afuera del establecimiento,  dando así como resultado las lamentables e irreparables pérdidas de nuestros queridos familiares y allegados.

6) En su opinión, ¿la deficiencia del sistema de salud pública de Guayaquil es el mayor problema para confrontar la epidemia? ¿O piensa que el mayor problema es otro? ¿Cuál?

En mi consideración pienso que estos espacios deberían estar adecuados para contener y combatir esta grave pandemia, pero lamentablemente no es así,  la precariedad de la institución, se ve reflejada por el poco interés del personal administrativo para ejercer un verdadero control en las actividades dentro de los hospitales, creando así un desempeño laboral ineficiente, que marca preferencias solo para ellos mismos y no salvaguarda la salud y la integridad de las personas que asisten día por día a estas instituciones, sin mencionar el desinterés de unos cuantos especialistas de la salud, que no tienen una devoción por la vida de los paciente que se encuentran afrontando esta enfermedad. Aparte del poco empeño del personal de limpieza, que no logra desempeñar sus actividades laborales correctamente, haciendo que la gente se enferme aún más por asistir a estas instituciones, en donde el ambiente de trabajo no es adecuado, ya que este tiene que ser lo más limpio posible. Pero no todo el peso recae en el personal que se encarga de la salud, sino en la poca ayuda del gobierno nacional que no proporciona los insumos adecuados que otros tantos personales médicos piden a gritos, para salvaguardar su vida y la de las personas que enfrentan al COVID-19.

Barrio Jardines del Salado en cuarentena y toque de queda. Foto de L.S.

7) ¿Sigue recibiendo el mismo salario con la cuarentena y suspensión laboral o se ha quedado sin ingreso?

No, soy una estudiante universitaria y me he quedado sin ingresos debido a eso, estoy sobreviviendo con los pocos recursos que tenía antes de la cuarentena.

8) Si es un trabajador independiente, ¿puede seguir trabajando en esta situación?¿Y los integrantes de su familia más cercana?

Casi todos mis familiares están en la misma situación, debido a que ninguno cubre las modalidades de trabajos permitidos por el gobierno.

9) ¿Cuánto tiempo más cree que podrán subsistir (económicamente) en estas condiciones de cuarenta y suspensión laboral?

Incalculable, lamentablemente es una situación que no sabemos qué será de nuestro destino, si nos quedamos en casa, no tenemos como sobrevivir y si salimos de casa a buscar la forma de como subsistir nos arriesgamos a contagiarnos y a contagiar a nuestros seres queridos, es un dilema muy perverso. El gobierno dice beneficiar a los más necesitados, pero habemos una lista muy larga de personas que no somos favorecidos con ningún tipo de subsidios.

«Voces de Guayaquil, epicentro de la pandemia en Ecuador» consiste en una serie de entrevistas a residentes días posteriores a que su ciudad estuvo en la primera plana de las noticieros internacionales por los muertos sin sepultura y sus familiares clamando por ayuda a un Estado aparentemente inexistente. Trabajadores, artistas, estudiantes, docentes comparten sus vivencias en la ciudad que es el centro económico y financiero más importante del país, y que paradójicamente también es la ciudad con mayor concentración de pobreza. Se estima que un 17% de los 2.700.000 habitantes de la urbe viven en condiciones de pobreza. Recostada sobre las aguas terrosas del río Guayas, con un clima muy cálido y húmedo que no hace mella en la actividad intensa y el carácter hospitalario y amable de sus habitantes, Guayaquil tiene la mayor densidad de población del país y el sistema de transporte público con mayor cantidad de usuarios. Estos elementos unidos a las profundas deficiencias del sistema de salud pública nacional cuyo presupuesto fue reducido un 36% en el último año y la desorganización de una alcaldía de corte marcadamente neoliberal son factores que ayudarían a explicar por qué la ciudad concentra el 70% de los casos de COVID-19 en Ecuador, y la mayor cantidad de contagios per cápita en toda América Latina.

Fuente de la entrevista: https://rebelion.org/dolor-e-impotencia-al-ver-que-ni-el-gobierno-nacional-ni-la-municipalidad-de-guayaquil-mostraron-preocupacion-ante-esta-grave-pandemia/

 

Comparte este contenido:

Chile: El Mineduc y su postura frente a la pandemia: ¿una mirada pública?

América del Sur/ Chile/ 21.04.2020/ Fuente: radio.uchile.cl.

Como sabemos, la emergencia producida por el COVID-19 obligó a suspender la realización de clases presenciales en las escuelas, jardines infantiles y liceos del país desde el lunes 16 de marzo. Frente a esta emergencia, la estrategia del Mineduc ha sido básicamente apostar por continuar las clases de modo online y buscar un pronto retorno a “la normalidad”. Para ello ha implementado un sitio web denominado “aprendo en línea”, en el cual pone a disposición clases semanales, para las asignaturas de lenguaje y comunicación y matemáticas, bajo el lema “aprendo sin parar”. También ha dispuesto la entrega de la canasta de alimentos JUNAEB, suspendida durante estas dos semanas. Ha anunciado la entrega de equipos de computación para estudiantes y adelantó las vacaciones “de invierno” para la segunda quincena de abril, señalando que espera volver pronto a la modalidad presencial de clases: primero anunció que se volvía a las escuelas el 27 de abril; luego, ante el rechazo generalizado que despertó ese anunció, comunicó que están planificando un “retorno gradual, porque la situación sanitaria es mejor de lo proyectado inicialmente”.

 

Esta obsesión por “aprender sin parar” y “volver pronto a la normalidad” ha sido criticada por casi todas las organizaciones educativas. En decenas de liceos públicos, estudiantes han denunciado la desigualdad de condiciones para acceso, conectividad, disponibilidad de equipos y espacios para poder trabajar online, situación que afecta más, por cierto, a los y las estudiantes más pobres. De hecho, muchos liceos públicos estaban en paro cuando comenzaron las “vacaciones”. El Foro por el Derecho a la Educación Pública, que agrupa a asociaciones de padres, estudiantes y educadores, ha denunciado “la falta de productos y entrega de alimentos en mal estado en las canastas JUNAEB”. Docentes y asistentes de la educación han denunciado la inexistencia de protocolos claros, ni condiciones sanitarias mínimas para cumplir con los turnos éticos. Por su parte, el Colegio de Profesores/as ha criticado, tanto la falta de condiciones de parte de estudiantes y familias cuestión que profundiza la desigualdad educativa, como la falta de condiciones de trabajo adecuadas para el teletrabajo de las y los docentes. Además, ha presentado un Plan Educativo de Emergencia para enfrentar la crisis sanitaria, en el cual proponen, entre otras cosas, priorizar el trabajo de vinculación y apoyo socio emocional hacia estudiantes, detener la aplicación de la prueba SIMCE para evitar la presión hacia los contenidos que ella genera, implementar un canal de televisión educativa y realizar un proceso participativo tendiente a definir prioridades curriculares, en el entendido de que este no será un año normal. También en las redes sociales han circulado múltiples denuncias de parte de apoderados/as, como la de una mamá que se hizo viral señalando, entre otras cosas que el ministro de educación no es educador y que lo que mejor que podría hacer es “agarrar los libros que tienen todos los niños y que el Gobierno ya distribuyó y trabajar con esos libros y establecer un canal educativo que guíe ese trabajo”.

Las ideas y propuestas emanadas de organizaciones y actores educativos parecen simples, sencillas, quizás demasiado. Sin embargo, al igual que durante todos estos años de luchas por el derecho a la educación, la voz de quienes viven diariamente la experiencia educativa ha demostrado ser mucho más razonable y contar con más respaldo científico que las decisiones tecnocráticas, tomadas por autoridades que ni han estudiado, ni trabajado en educación. Recientemente la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) publicó recomendaciones para una respuesta integral del sector educativo de América Latina frente al COVID-19, basada en una revisión de buenas prácticas educativas a nivel mundial para enfrentar situaciones de catástrofe. Algo similar acaba de hacer un grupo de expertos de la Global Education Innovation Iniciative de Harvard, a partir de la revisión de las mejores prácticas de respuestas educativas de los gobiernos a la crisis de la Pandemia.

Lo que uno encuentra en estos informes son propuestas sencillas y accesibles para todos y todas los/as estudiantes y comunidades educativas y que coinciden llamativamente con lo que han señalado y denunciado los actores educativos chilenos. Revisemos algunas de ellas:

Sobre el estudio on-line. El informe de Harvard señala que “las diferencias de condiciones de los/as estudiantes y sus familias para el trabajo educativo a distancia exacerbarán las brechas de oportunidades ya existentes, a menos que se construya una respuesta intencional e integral”. En ese sentido, el informe es claro al señalar que “a corto plazo, en los países o sistemas escolares que aún no cuentan con una infraestructura existente para apoyar el aprendizaje en línea y el acceso universal a los dispositivos, es poco probable que se pueda implementar la educación en línea para brindar educación. Allí serán necesarias otras modalidades, de menor costo y relativa facilidad de implementación, como la educación por radio o la televisión educativa”. Claramente ese es el caso de Chile. Según la última encuesta de la Subsecretaría de Comunicaciones, el 44 por ciento de los hogares del país no tenía conexión fija a Internet al momento de su publicación, situación que perjudica principalmente a familias de menos recursos. Por ejemplo, en la Región Metropolitana, si bien el 98 por ciento de los hogares de la comuna de Providencia cuenta con conexión a Internet, este porcentaje es solo del 28.2 por ciento en la comuna de La Pintana.

Sobre la televisión educativa. Como señalamos, estos informes muestran que el trabajo articulado desde la televisión educativa puede resultar mucho más efectivo, dada la cobertura casi universal de televisores en los hogares. Al respecto, el anuncio que hizo el Mineduc sobre la implementación de un canal educativo parecía ser una muy buena noticia, hasta que averiguamos de qué se trata en verdad esta iniciativa. En realidad, lo que hará el Mineduc será pagar derechos de series de televisión ya realizadas que, a su juicio, tienen contenido educativo, como “el perro chocolo” o cantando aprendo a hablar”. Se trata de un paso, sin duda, pero no es lo que UNESCO considera televisión educativa. Televisión educativa es lo que se implementa en países como Letonia o Cuba, donde en horario fijos diarios, de manera alineada con objetivos de aprendizaje priorizados y libros repartidos a las familias, se emite programación dedicada específicamente a cada “ramo” o sector de aprendizaje. Nada de eso implica el anuncio del Gobierno

Sobre la cobertura curricular, el bienestar de las comunidades y las evaluaciones. El informe de Harvard señala que “debe reconocerse que las circunstancias extraordinarias bajo las cuales cualquier modalidad de educación alternativa probable podría continuar durante la pandemia, hacen que sea prácticamente imposible para los sistemas e instituciones lograr los mismos objetivos. Esto requiere priorizar los objetivos curriculares y definir lo que se debe aprender durante el período de distanciamiento social”. Asimismo, señala que “una prioridad clave de las instituciones educativas debería ser el bienestar de los estudiantes y el personal”. Por su parte, el informe UNESCO señala que es vital “priorizar algunos contenidos educativos clave durante la emergencia, dado que para la mayoría de los países no será factible la cobertura completa de los currículos”. Señala la importancia de “dar espacio y lineamientos para la actividad física, la relajación, el autoconocimiento, la contención y la entretención”, a la vez que considera imprescindible “flexibilizar los procesos y calendarios de evaluación educativa y pruebas estandarizadas” e “innovar hacia otras formas de medición (por ejemplo, la evaluación formativa)”.

Sobre la claridad de la información y la participación de actores. El informe de Harvard señala que es vital implementar, por parte de las autoridades, una “estrategia de comunicación clara para ayudar a mantener la coherencia y la colaboración”. Unesco agrega que es fundamental incorporar a las comunidades, pero particularmente es importante “involucrar al profesorado y a sus organizaciones en las medidas de emergencia”, tanto en su diseño como en su implementación. Claramente, nada de ello ha ocurrido en Chile, basta recordar la polémica implementación de “vacaciones” y el reciente anuncio del reintegro progresivo a clases presenciales justo en las semanas en que se espera el peak de contagios en el país.

Como vemos, las medidas sencillas, concretas, accesibles para todos y todas que han propuesto diversos actores educativos son las que se recomiendan para la educación pública del mundo. Aunque, como han señalado tantas veces las organizaciones educativas chilenas, el gran problema de nuestra educación es que nuestro sistema público fue desarticulado tras 40 años de aplicación de políticas educativas de mercado y privatización. Nuestro ministerio no es de educación pública, sino que parece más preocupado de perpetuar un paradigma de competencia desigual, en beneficio de los sostenedores de colegios privados, así como entregar señales de “normalidad” para que los padres de estos colegios sigan pagando y las comunidades de las escuelas públicas sigan perdiendo en la competencia desigual.

Se les olvida que esa “normalidad” es justamente la que necesitamos cambiar.

Sobre los autores:

Rodrigo Cornejo es investigador del Observatorio de Políticas Educativas de la Universidad de Chile (OPECH).

Eduardo González es dirigente nacional de Colegio de Profesores.

Fuente de la noticia: https://radio.uchile.cl/2020/04/20/el-mineduc-y-su-postura-frente-a-la-pandemia-una-mirada-publica/

Comparte este contenido:
Page 220 of 246
1 218 219 220 221 222 246