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Ángel Olaran: «Mientras el sistema corrupto del Primer Mundo no cambie, África no tendrá futuro»

África/ Etiopía/ 5 Diciembre 2016/ Autor: Rubén Vivar/ Fuente: El Diario.es

La causa principal del hambre y la pobreza en el continente africano no es la sequía, sino la explotación de Occidente, denuncia el misionero Ángel Olaran.

Reconocido como uno de los cooperantes más destacados de Etiopía, dirige una fundación que sostiene a 622 niños huérfanos y forma a 700 jóvenes.

Abrir un libro, sentir en las yemas de los dedos sus páginas y sumergirte en una historia que acabará dejando en mayor o menor medida un poso en tu conciencia, porque la lectura no (solo) es entretenimiento. A veces la huella de un libro puede ser tan profunda que puede marcar un antés y un después. Eso es lo que les sucedió a Amaia Carracedo y Lucía Sesma. ‘Ángeles de Wukro. La lucha contra la pobreza en un rincón de Etiopía’, de Mayte Pérez Baez (Kailas, 2008), terminó por prender en ellas la chispa que había surgido cuando en la guardería del Barrio Pesquero, en Santander, conocieron a un niño originario de Etiopía.

«Sus padres adoptivos venían muy impresionados de la experiencia que les supuso su estancia allí y muy sensibilizados sobre su situación de pobreza extrema. Sentimientos que de alguna manera nos transmitieron al personal de la guardería. Tiempo más tarde y de manera casual llegó a nuestras manos el libro de Mayte. Su lectura nos produjo una honda impresión. Lo fuimos pasando de mano en mano y de una manera, se puede decir que espontánea, surgió el deseo de apoyar al hombre que nos descubrió: Ángel Olaran», relatan.

Así es como surgió ‘Melaku’, la asociación que crearon en 2011 y que lleva el nombre con el que cariñosamente apodan a este misionero en Etiopía (Abba Melaku) y que quiere decir «padre ángel de dios».

A primera vista, Ángel no es más que un anciano de 78 años, frágil, marcado por las arrugas naturales de su edad. Al verlo bajar por la calle Burgos hasta la redacción de eldiario.es en Cantabria, vestido con vaqueros y un jersey azul marino, pasa totalmente desapercibido. Pero la vida de Ángel es peculiar. O al menos, no muy habitual. Ángel es cooperante, no a tiempo parcial sino a vida completa. En 1971, con 33 años, abandonó su Hernani natal, dejó el banco en el que trabajaba y se marchó a África. No se equivó. Si no, no llevaría 46 años dedicados a tratar de garantizar los derechos más básicos de las personas más pobres del mundo. Porque, como él mismo apunta, África es unos de los continentes más ricos en materias primas y al mismo tiempo donde viven las personas más pobres.

«Tienen coltán, oro, diamantes, petróleto… y sin embargo, viven los más pobres. Mientras el Primer Mundo siga estrujando todo lo que tiene África, África no tendrá salida», denuncia.

Ángel está estos días en Cantabria inivitado por ‘Melaku’. No ha venido de vacaciones. Cada dos años regresa a España tres meses -antes era cada cinco años- y aprovecha ese tiempo para reunirse con representantes de instituciones, dar charlas allá donde se lo proponen y mantener encuentros con voluntarios. Y es que su historia ha propiciado la creación de un ejército de pequeñas ongs repartidas por todo el país que, como ‘Melaku’ o ‘Patinar en Etiopía’, quieren contribuir al desarrollo del continente negro y, en particular, al de Wukro.

En esta ciudad de unos 40.000 habitantes localizada en el estado de Tigray, la Fundación Ángel Olaran lleva a cabo, en coordinación con la administración local, distintos proyectos que ayudan, por ejemplo, a retener el agua que cae en los dos meses de lluvias. Su organización cuenta con una escuela para 700 alumnos a los que educan en formación profesional vinculada a distintas áreas, como ganadería y agricultura, informática, mecánica general, electricidad o fontanería. También tienen una rama de formación artística no reglada: música, baile, confección o escultura, entre otras. Además, se hacen cargo en estos momentos de 622 niños huérfanos que viven en sus casas arropados por el vecindario y a los que sostienen económicamente.

El concepto de comunidad y solidaridad que tienen los africanos es distinto. Casi todos los trabajadores de las instituciones aportan parte de su salario para apoyar la acogida de niños huérfanos, en muchos casos a causa del SIDA, y que son acogidos por las familias del barrio donde se han criado. «En Wukro para asfaltar una calle, si la administración no tiene todo el dinero, ponen algunos impuestos o piden aportaciones, y los que no tienen empleo cobran por hacer la obra pero luego trabajan unos días gratis para compensar», añade como anécdota.

Fue ese « feeling social» el que ha cubierto con creces la «seguridad material» que dejó atrás. «Cuando fui a Tanzania no teníamos ni agua, ni luz, ni teléfono… Estaba acostumbrado a abrir el grifo y tener agua, pero quizá no estaba acostumbrado a ese calor, a esa viviencia, que vale mucho más que todas las tiendas y todo lo superfuo que puedas tener aquí», señala Ángel sin intención de colgarse ninguna medalla sino más de bien de mostrarse afortunado.

«Están muy por encima nuestro»

La conversación con Ángel transcurre con pausa, se explaya en cada respuesta y  apenas menciona la pobreza en África. Al contrario. La mayor parte del tiempo se centra en criticar el sistema del llamado Primer Mundo y en cuestionar la autocomplacencia en España. De hecho, es más optimista con la sociedad civil africana que con la de nuestro país.

«En Senegal, Burkina Faso, Chad, en el Congo, en Ruanda… hay movimientos civiles formados por artistas, jóvenes y mujeres que han echado a tres presidentes. No son antisistema, pero demandan elegir a una persona digna del cargo. El problema de aquí es que la gente no reacciona», dice en alusión a la torelancia de los españoles frente a la corrupción. «Yo creo que en este sentido están muy, muy por encima nuestro», incide.

«El nombre del movimiento en Burkina Faso -prosigue contando- se llama ‘La escoba ciudadana’. Pero no se presentan a las elecciones, lo que quieren es concienciar a la sociedad. Aquí algunas personas se empiezan a mover, pero ya están dentro de la política. Pensando mal, ¿qué lo hacen por la sociedad o para que les votemos?».

«Decimos de las sudamericanas, pero quizá nosotros seamos una democracia bananera que votamos cada cuatro años y después se acabó», apostilla.

Cuando se le recuerda el movimiento 15-M, exclama rápidamente: «¿Y en qué ha quedado?». «Eso podía haber sido algo, pero ya no sé si queda algo. Y si lo hay, es  simbólico. El 15-M ya no está en la calle. Aquí los políticos hacen de la capa un sayo. En Wukro, en junio la sociedad civil echó a nuestro alcalde porque no estaba haciendo lo que había prometido. A ver aquí a cuántos alcaldes han echado», insiste.

Un sistema «criminal»

Según expone Ángel, los países africanos han avanzado mucho en los últimos años. «A veces se es demasiado exigente con ellos. Ten en cuenta que hasta los años 60-70 prácticamente no había países independientes, y Etiopía, por ejemplo, hasta el 91 fue una sociedad feudal con emperadores. Cuando salieron los gobiernos colonizadores, los gobiernos africanos estaban hechos a imagen y semenjanza de los de aquí; no había escuelas ni universidades, pero había una policía muy bien formada y un ejército. La profesionalización de la Educación no tiene más de 20 años. Lo que se ha conseguido en este tiempo es brutal», reflexiona.

No obstante, es tajante respecto a sus posibilidades de desarrollo. «África depende totalmente del Primer Mundo y el Primer Mundo tiene un sistema criminal. Si África procesara su riqueza, podría ser un contienente exportador; habría dinero para hospitales, escuelas, infraestructuras… Pero de allí solo sale la materia prima, y la mayoría de las veces por la puerta de atrás y para el beneficio de Occidente y de unos pocos. Es el neocolonialismo», denuncia.

En este sentido, apunta que hay varios países africanos que están en el top mundial en crecimiento del PIB y pese a ello, «hoy hay 100 millones de personas más que hace 20 años que pasan hambre». «El desarrollo va orientado al crecimiento económico de unas élites, que es lo que está pasando aquí», afirma.

«El Primer Mundo es asquerosamente corrupto, y mientras a los americanos, a los ingleses, a los chinos no les interese, África no va a cambiar», lamenta.

La hambruna oculta

Además de la fuga de capitales, uno de los mayores problemas a los que se enfrentan hoy en día los países africanos es «la hambruna oculta». «Cuando yo llegué, sobre todo en Etiopía, veías a los niños con unas tripas hinchadas, unas piernitas, la cabeza que parecía que se les caía… Eso ya, al menos en nuestra área, prácticamente no se ve. Pero, sin embargo, los niños siguen muriendo; comen pero no tienen ninguna resistencia porque la dieta es muy básica», explica.

Durante su estancia en Cantabria, Ángel se ha reunido con el director general de Cooperación, Jorge Gutiérrez; los alcaldes de Santander y Astillero, Gema Igual y Francisco Ortíz, y ha participado en una comida solidaria en el Albergue de Güemes, gestionado por el sacerdote Ernesto Bustio.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/cantabria/ultima-hora/Entrevista-Angel-Melaku-Etiopia_0_586891479.html

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Dinero

Por: Fernando Savater

Según Maurice Baring, un escritor amigo de Chesterton, “para saber lo que Dios piensa del dinero no hay más que fijarse en a quién se lo da”. Donald Trump es la mejor ilustración de esta teología económica. El dinero, medio indispensable para el intercambio social, puede ser absolutizado por el deseo como finalidad vital y en ese punto convertirse en droga ponzoñosa. Lo mismo le ocurre al sexo, otro medio que tiende a inflarse en fin. Esa droga es del tipo de la que bebía el doctor Jekyll para convertirse en Hyde: transforma al que la toma en homúnculo procaz y deforme, capaz de atropellar a quien se le cruce en el camino, aunque sea una niña desvalida. Sus adictos nos suelen producir más repugnancia que compasión, aunque en puridad también la merecen. Pero ¿cómo compadecer a Trump, ese payaso siniestro, o a la caterva de felones que vemos en el banquillo por las causas de corrupción? Pero también la envidia envenena. Incluso entre quienes van a insultarles a la puerta del juzgado sospecho que hay más de un indignado no tanto por la sucia rapiña sino porque sea otro quien haya tenido la ocasión de forrarse sin trabas como él mismo sueña… De la envidia a la admiración: ¡el millonario presidente!

Y frente a los poseídos por esa ilusión intangible (nada menos material que el dinero, Schopenhauer lo llamó “felicidad abstracta”), los auténticos materialistas buscan las riquezas verdaderamente indispensables. Las descubrieron sea al verse desposeídos por la catástrofe de comida, agua, cobijo, familiares o medicinas, como en Haití, en Alepo, etcétera… sea guiados por la razón y el sentimiento hacia los bienes que valen más allá de las tarifas bancarias: arte, amistad, conocimiento, amor. Aunque por mucho que intentemos prevenirnos del contagio, de vez en cuando todos somos intoxicados.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/11/11/opinion/1478875911_290034.html

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Brasil: El MST y la Escuela Nacional Florestán Fernandes

América del Sur/Brasil/Noviembre de 2016/Fuente: Cuba Coraje

El MST surge en 1984 en un encuentro fundador que tuvo lugar en la ciudad de Cascavel en el Estado de Paraná, alrededor de una experiencia de ocupación de tierras y hace su primer congreso en 1985, también en el Estado de Paraná, en Curitiva. En 1990 el MST se había extendido a prácticamente todo el país y para entonces ya tenían organizado un curso básico de formación política. Hoy se calcula que esta pujante organización agrupa alrededor de 350 000 familias asentadas, que constituyen una base social de más de un millón de personas.

El 17 de Abril de 1996 hubo una masacre de campesinos del MST en la que perdieron la vida 19 de ellos, 4 murieron después como consecuencia de las heridas sufridas, 15 quedaron inválidos y hubo 120 heridos. Lo ocurrido en aquel acto de bárbara violencia reaccionaria fue fotografiado por Sebastián Salgado, artista brasileño del lente, mundialmente famoso, y se crearon 93 comités de apoyo al MST, contra la impunidad y por los derechos humanos, que funcionaron durante 2 años, mostrando en exposición las fotos Salgado y recabando solidaridad con el Movimiento de los Sin Tierra. Los recursos reunidos con los aportes solidarios de todo el mundo sirvieron para adquirir el terreno donde hoy se levanta la escuela a unos 60 kilómetros de Sao Paolo, en el municipio de Guararema, así como los recursos materiales principales para su ejecución.

Desde que surge el MST estuvo presente la proyección hacia la formación política, pero el 10 de Agosto de 1996, a un año de la muerte del destacado intelectual revolucionario brasileño Florestán Fernandes, en reunión de la Coordinación Nacional del movimiento, se discutió y aprobó el sistema que proyectaría la formación política a un nivel superior, fortaleciendo toda la labor educativa mediante una preparación más sistemática y articulada de los cuadros. Se vio entonces la necesidad de crear un centro de formación que estuviera ubicado en un lugar más central y con acceso, entre las urbes de Sao Paolo y Río de Janeiro, que llevaría el nombre del insigne luchador social, político y pedagogo.

En el Sistema de Formación Política del MST el concepto de partida es que donde quiera que el movimiento se organice, existe, hay también una escuela, hay actividad de formación, no solo política, sino también en otros terrenos de la vida social. Cada Estado tiene un Centro de Formación del MST, en algunos casos más de uno. La Escuela Nacional Florestán Fernandes da orientación metodológica a todo el sistema. Para acceder a ella, los militantes deben tener no solo una probada entrega al movimiento, sino también haber pasado el curso básico en la escuela estadual.

La ENFF es emblemática por su lugar en el sistema general de formación del MST y por el simbolismo que encierra todo el proceso de su surgimiento, de su construcción. La escuela se construyó con las manos de los propios integrantes del MST. La construcción fue asimismo un proceso de formación política. Durante 4 años más de 1200 miembros del MST procedentes de 23 Estados de Brasil trabajaron levantando los edificios que hoy tiene el alto centro docente. Se rotaban cada 2 meses. Los grupos de cada Estado venían con un responsable de formación. Trabajaban por el día y estudiaban en la noche, los que no sabían leer y escribir se alfabetizaron.

Cuando uno observa de lejos los edificios de los albergues, los docentes, la biblioteca, el teatro, el comedor, las oficinas, está viendo una ciudad escolar de una estética rústica y robusta, en armonía con el ambiente, una arquitectura de sobria elegancia, sin lujos, funcional, a tono con la esencia del movimiento que representa.

_A ESTA HORA ESTA SIENDO ATACADA BRUTALMENTE POR LA POLICIA DE_ *MICHEL TEMER* _DE ESE CAMBIO HABLA LA DERECHA DEL CONTINENTE_

*NO PASARAN SI HAY SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

Fuente: http://cubacoraje.blogspot.com/2008/08/la-escuela-nacional-florestn-fernndes.html

Imagen: http://laiguana.tv/articulos/40117-brasil-allanamiento-detenciones-escuela-movimiento-sin-tierra

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Educación en Estados Unidos, solo para pocos

Por: Anahi Rubin

Desde el año 2014 se está organizando la resistencia a los exámenes estandarizados en este país; entre otros motivos por el abuso de parte de una industria multimillonaria de exámenes, quienes están homogeneizando el sistema educativo y agotando los recursos limitados de los distritos escolares. El máximo exponente de esta industria es la corporación inglesa Pearson; la más poderosa en el área  educativa  del mundo.

Pearson, obtiene ganancias de 9 billones de dólares anuales, opera en más de 70 países; aunque  el 70 por ciento de sus ventas son realizadas en Estados Unidos a través de  18  estados.

Los exámenes estandarizados afectan sobre todo a la comunidad afroamericana; que ha visto sus aulas convertidas en centro de preparación y análisis de estrategias  para eliminar respuestas equivocadas, y en donde la  creatividad y el pensamiento crítico son apartados.

Dos estados que han sido muy expuestos por esta clase de pruebas, son Chicago y Filadelfia; con cuantiosa población afroamericana. En estos lugares se usaron los exámenes  para etiquetar las escuelas de las comunidades pobres como fracasadas, para después, finalmente cerrarlas. Esto también  sucedió en la ciudad de Nueva York en el año 2013 durante la intendencia de  Michael Bloomberg, quien después de evaluar los resultados de los exámenes estandarizados, culpabilizó del escaso rendimiento escolar a los maestros, y decidió cerrar 100 escuelas públicas, decisión que afectó a los estudiantes menos favorecidos económicamente.

Los Estados Unidos tienen una larga historia de usar pruebas de inteligencia para apoyar la supremacía blanca y la estratificación de clases.

En 1920, se empezaron a usar estos exámenes, basado en teorías supremacistas del hombre blanco y norteamericano. La más representativa fue la investigación desarrollada por Francis Galton, médico y estadista inglés, quien fundamentó sus análisis en la trasmisión hereditaria de las facultades intelectuales y morales; y en donde la raza blanca era la que prevalecía. Obviamente bajo toda esta seudo teoría aparecía el racismo y el clasismo.

Muchos años después todavía subsiste en este país  criterios similares a los que planteaba Galton, con los aditamentos de  intereses económicos alrededor de la educación.

Durante más de 10 años surgieron distintas experiencias educativas, como; No child left behind (Ningun chico se queda atrás) creado en la era de la presidencia de George Bush; Race to the top (La carrera a la cima) y Los estándares comunes estatales, que no dieron resultados positivos ni para estudiantes ni para maestros, pero ayudaron a incrementar los  movimientos de resistencia.

En Seattle, los maestros se negaron a tomar los exámenes estandarizados. Esta decisión fue  apoyada por la Federación Americana de Maestros (AFT en sus siglas en inglés) y la Asociación Nacional de Educación (NEA en sus siglas en inglés) quienes  basaron su solidaridad  argumentando que «los exámenes no responden al curriculum y objetivos de la escuela sino que se utilizan injustamente para evaluar los resultados de los docentes’’.

También en el estado de Oregón, los sindicatos  hicieron escuchar su opinión ante estos tipos de test y exigieron que en los contratos se incorpore una cláusula que prohíba que el desempeño de los estudiantes en estos exámenes sea utilizado como base para transferencias involuntarias, despidos o reducciones de salario.

Además del tema económico, muchos cuestionan la cantidad excesiva de tiempo que los estudiantes pierden a través de toda su carrera escolar por este tipo de exámenes. Según estudios de EL  Consejo de las Escuelas de la Gran Ciudad, (Council of the Great City Schools), que representa a los distritos urbanos; « los estudiantes toman 113 exámenes estandarizados, desde el jardín de infantes hasta el grado 12. O sea que el estudiante invierte 1.6 por ciento de su tiempo escolar rindiendo exámenes’’.

El presidente Barack Obama también ha opinado sobre este tema, y exhortó a limitar las evaluaciones a un 2 por ciento del tiempo en el aula escolar.

«El gobierno es parcialmente responsable por haber convertido los exámenes en lo más importante en las escuelas de Estados Unidos, donde los alumnos pasan entre 20 y 25 horas presentando estas pruebas estandarizadas’’; comentó el presidente norteamericano.

También la directora de la AFT, Randy Weingarten ha expresado; «ya no basta con enseñar a memorizar algunos números o términos, se debe aprender a pensar críticamente y ser capaz de absorber e interpretar el conocimiento’’.

A pesar de estas opiniones y de la resistencia de sindicatos y grupos educativos, los exámenes siguen existiendo; con la problemática de que los resultados sean muchas veces utilizados para desplazar  y  excluir a las minorías más pobres de este país.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Educacion-en-Estados-Unidos-solo-para-pocos-20161031-0004.html

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La democracia en disputa. Una entrevista con Boaventura de Sousa Santos

La crisis económica

Emma Faviola & Roque: Parece evidente que el capitalismo mundial vive una crisis permanente de crecimiento y de agotamiento del modelo basado en el aumento continuo del consumo. ¿Cree usted que el decrecimiento económico y el agotamiento de los recursos va a influir en la construcción de cambio hacia una economía menos salvaje, menos utilitarista?

Boaventura de Sousa Santos: Hoy es evidente que el desarrollo capitalista toca la capacidad límite del planeta Tierra. Se rompieron varios récords de riesgo climático en Estados Unidos, en la India, en el Ártico, y los fenómenos climáticos extremos se repiten con cada vez mayor frecuencia y gravedad. Ahí están las sequías, las inundaciones, la crisis alimentaria, la especulación con productos agrícolas, la creciente escasez de agua potable, el desvío de terrenos destinados a la agricultura para desarrollar agro-combustibles, la deforestación de bosques… Se va constatando que los factores de la crisis están cada vez más articulados y son, al final, manifestaciones de la misma crisis, que por sus dimensiones se presenta como crisis civilizatoria.

Todo está vinculado: la crisis alimentaria, la crisis ambiental, la crisis energética, la especulación financiera sobre los bienes y los recursos naturales, la apropiación y la concentración de tierras, la expansión desordenada de la frontera agrícola, la voracidad de la explotación de los recursos naturales, la escasez de agua potable y la privatización del agua, la violencia en el campo, la expulsión de poblaciones de sus tierras ancestrales para abrir camino a grandes infraestructuras y megaproyectos, las enfermedades inducidas por un medioambiente degradado, dramáticamente evidentes en la mayor incidencia del cáncer en ciertas zonas rurales, los organismos genéticamente modificados, los consumos de agro tóxicos, etcétera.

En varios países de América Latina, la valorización internacional de los recursos financieros permitió una negociación de nuevo tipo entre democracia y capitalismo. El fin (aparente) de la fatalidad del intercambio desigual (las materias primas siempre menos valoradas que los productos manufacturados), que encadenaba a los países de la periferia del sistema mundial al desarrollo dependiente, permitió que las fuerzas progresistas, antes vistas como “enemigas del desarrollo”, se liberasen de ese fardo histórico, transformando el boom en una ocasión única para realizar políticas sociales y de redistribución de la renta. Las oligarquías y, en algunos países, sectores avanzados de la burguesía industrial y financiera altamente internacionalizados, perdieron buena parte del poder político gubernamental, pero a cambio vieron incrementado su poder económico. Los países cambiaron sociológica y políticamente, hasta el punto de que algunos analistas vieron la emergencia de un nuevo régimen de acumulación, más nacionalista y estatista, el neo-desarrollismo, sobre la base del neo-extractivismo.

Sea como fuere, este neo-extractivismo se basa en la explotación intensiva de los recursos naturales y, por lo tanto, plantea el problema de los límites ecológicos (para no hablar de los límites sociales y políticos) de esta nueva (vieja) fase del capitalismo. Esto es tanto más preocupante en cuanto este modelo de “desarrollo” es flexible en la distribución social, pero rígido en su estructura de acumulación. Las locomotoras de la minería, del petróleo, del gas natural, de la frontera agrícola son cada vez más potentes y todo lo que se interponga en su camino y obstruya su trayecto tiende a ser arrasado como obstáculo al desarrollo.

¿Qué pasará cuando el boom de los recursos naturales termine? ¿Y cuando sea evidente que la inversión en los recursos naturales no fue debidamente compensada por la inversión en recursos humanos? ¿Cuando no haya dinero para generosas políticas compensatorias y el empobrecimiento súbito cree un resentimiento difícil de manejar en democracia? ¿Cuando los niveles de enfermedades ambientales sean inaceptables y sobrecarguen los sistemas públicos de salud hasta volverlos insostenibles? ¿Cuando la contaminación de las aguas, el empobrecimiento de las tierras y la destrucción de los bosques sean irreversibles? ¿Cuando las poblaciones indígenas, ribereñas y de los quilombos (afro-brasileños) que fueron expulsadas de sus tierras cometan suicidios colectivos o deambulen por las periferias urbanas reclamando un derecho a la ciudad que siempre les será negado?

Estas preguntas son consideradas por la ideología económica y política dominante como escenarios distópicos, exagerados o irrelevantes, fruto de un pensamiento crítico entrenado para dar malos augurios. En suma, un pensamiento muy poco convincente y de ningún atractivo para los grandes medios de comunicación.

Solo una conciencia y una acción ecológica robusta y anticapitalista pueden enfrentar con éxito la vorágine del capitalismo extractivista. Al “ecologismo de los ricos” hay que contraponer el “ecologismo de los pobres”, basado en una economía política no dominada por el fetichismo del crecimiento infinito y del consumismo individualista, sino en las ideas de reciprocidad, solidaridad y complementariedad, vigentes tanto en las relaciones entre los seres humanos como en las relaciones entre los humanos y la naturaleza.

E&R: ¿En qué momento las asociaciones voluntarias no gubernamentales sustituyen las obligaciones del propio Estado?

BDSS: El conjunto de políticas sociales que hacen efectivos los derechos sociales y económicos, y consolidan en el imaginario popular la idea de soberanía, fue ahora convertida en un anatema, vista como un obstáculo para el libre comercio y la globalización. Tal vez, para sorpresa de muchos, hay que señalar que esta actitud conservadora y antidemocrática fue apoyada por los activistas internacionales de derechos humanos que surgieron en ese periodo, defensores de que el Estado dejara de invertir en las prestaciones sociales, al considerarlo ineficiente, corrupto y abusivo, y de transferir la administración de esas prestaciones a la sociedad civil, a través de organizaciones no gubernamentales locales vinculadas a otras  igualmente internacionales, que a partir de entonces proliferaron como hongos. El 90 % de las organizaciones no gubernamentales internacionales que existen fueron creadas después de 1970. De ahí a la aparición de Estados fallidos, una de las creaciones más perversas del neoliberalismo, sólo hay un paso.

E&R: ¿Podemos replantear la cartografía económica global en términos de luchas por la deslocalización de hegemonías de poder?

BDSS: Hay una lucha entre poderes de la Unión Europea y Estados Unidos que han descubierto que expresan intereses distintos, pero tienen intereses comunes cuando se trata de Rusia y China. Entonces, habrá que unirse para impedir que la dinámica del capitalismo pase desde ese eje Europa-Norteamérica hacia un eje Rusia-China-India-Brasil. Por tanto, claro que hay una lucha por la hegemonía dentro del sistema mundial.

Por otro lado, Estados Unidos está haciendo lo que hacen siempre las potencias que están en declive, que es arrastrar a los otros, por eso se crean estas parcerías Transpacíficas y Transatlánticas (El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, TPP y TTIP respectivamente, por sus siglas en inglés): para retardar su decadencia uniéndose a países más débiles. Esa es la lógica de los tratados.

E&R: En ese contexto, ¿cómo podemos pensar una descolonización de la economía?

BDSS: Para empezar es necesario des-mercantilizar. Esto significa mostrar que usamos, producimos e intercambiamos mercancías, pero que no somos mercancías ni aceptamos relacionarnos con los otros y con la naturaleza como si fuésemos una mercancía más. Somos ciudadanos antes de ser emprendedores o consumidores y, para que lo seamos, es imperativo que ni todo se compre ni todo se venda, que haya bienes públicos y bienes comunes como el agua, la salud, la educación.

Des-mercantilizar a partir de las epistemologías del Sur es el despensamiento de la naturalización del capitalismo. Consiste en sustraer vastos campos de actividad económica a la valorización del capital (la ley del valor): economía social, comunitaria y popular, cooperativas, control público de los recursos estratégicos y de los servicios de que depende directamente el bienestar de los ciudadanos y de las comunidades. Significa, sobre todo, impedir que la economía de mercado extienda su ámbito hasta transformar la sociedad en una sociedad de mercado (donde todo se compra y todo se vende, incluyendo valores éticos y opciones políticas), como está sucediendo en las democracias del Estado de mercado. Significa, además, dar credibilidad a nuevos conceptos de fertilidad de la tierra y de productividad de los hombres y de las mujeres que no colisionan con los ciclos vitales de la madre tierra: vivir bien a la vez que vivir siempre mejor.

La crisis de derechos humanos

E&R: Parece que la crisis económica está también apareciendo con fuerza en América Latina, y vemos como reacción un peligro de regresión democrática y marcha atrás en algunos logros recientes. ¿Cómo articulamos la crisis de representatividad y la crisis de derechos humanos en la región?

BDSS: Hoy no se pone en tela de juicio la hegemonía global de los derechos humanos como discurso de la dignidad humana. Sin embargo, esa hegemonía convive con una realidad perturbadora: la gran mayoría de la población mundial no constituye ser sujeto de los derechos humanos, sino más bien el objeto de los discursos sobre derechos humanos. Hay siempre una parte de nuestras poblaciones – sean las mujeres, sean los indígenas, sean los afro-descendientes –  que son objeto de discursos de derechos humanos, porque no están en condiciones de ejercer sus derechos. Si llegan, por ejemplo, a un tribunal a representar una causa una indígena en México – y estoy hablando de experiencias concretas – en Veracruz, si eres una indígena, y vas a hablar con un oficial o un funcionario, seguramente que te vas a quedar para el fin de la cola. Todos van hablar primero, los blancos, los mestizos, por último quizás, hablará la mestiza. Ella no tiene derechos. Vive en una sociedad civil, incivilizada que no es una sociedad de derechos. Es tolerada por el derecho.

Cuando menos fuerte sea la democracia representativa, mayor será la exclusión social.

E&R: Ante la crisis de derechos humanos y la ausencia de derechos, ¿cuál es el desafío a la hora de tejer redes globales de solidaridad internacional?

BDSS: Fue eso lo que intentamos desde el 2001 cuando creamos el Foro Social Mundial. A pesar de sus limitaciones y de las críticas internas y externas, el Foro se ha constituido como un modo creíble de espacio global abierto, un grupo de encuentro para los movimientos y organizaciones más diversos, procedentes de los lugares más distantes del planeta, implicados en las luchas más diversas, ahora, ¿Esta mezcla de debilidad y fortaleza que ofrece el Foro como respuesta es sostenible a la larga? ¿expresándose en una cantidad babélica de idiomas, anclados en filosofías y formas de conocimiento occidentales y no occidentales, defendiendo diferentes concepciones de la dignidad humana, exigiendo una variedad de otros mundos que tendrían que ser posibles?

La respuesta es: el Foro no responde a la cuestión del por qué de dicha diversidad, ni para qué, en qué condiciones y en beneficio de quién. Pero ha tenido el acierto de hacer esta diversidad más visible y más aceptable para los movimientos y las organizaciones; las ha hecho conscientes del carácter incompleto o parcial de sus luchas, de sus políticas y sus filosofías; ha creado una nueva necesidad de inter-conocimiento, inter-reconocimiento e inter-acción; ha fomentado coaliciones entre movimientos hasta entonces separados y que sospechaban unos de otros. En suma, ha convertido la diversidad en un valor positivo, una fuente potencial de energía para la transformación social progresiva.

Después el foro perdió un poco su ánimo pero hubo muchas organizaciones de mujeres indígenas, de afros, de campesinos, que se organizaron en articulaciones internacionales. Por ejemplo, la Vía Campesina, es una de las organizaciones campesinas más fuertes del mundo. Yo mismo estuve con ellos en Zimbabwe y participamos en un taller de la Universidad Popular de los Movimientos Sociales, entonces realmente sí hicieron cosas.

E &R: ¿Estamos ante el fin del Estado-nación?

BDDS: Pienso que en el momento en que vivimos en América Latina, hay un contexto que es necesario tener en cuenta y que tiene que ver con la emergencia del concepto de plurinacionalidad. La idea de plurinacionalidad es hoy consensual en bastantes estados del mundo. Existen bastantes estados que son plurinacionales. Canadá es plurinacional, Suiza es plurinacional, Bélgica es plurinacional. Entonces, históricamente, hay dos conceptos de nación. El primer concepto de nación es el concepto liberal que hace referencia a la coincidencia entre nación y Estado; es decir, nación como el conjunto de individuos que pertenecen al espacio geopolítico del Estado y por eso en los Estados modernos se llaman Estados-nación: una nación, un Estado. Pero hay otro concepto, un concepto comunitario no liberal de nación, que no conlleva consigo necesariamente el Estado.

Por ejemplo, sabemos cómo los alemanes fueron, en Europa central y oriental, durante mucho tiempo, una nación sin Estado porque su identidad era una identidad cultural y no una identidad política. Aquí podemos ver que esta segunda tradición de nación, la tradición comunitaria, es la tradición que los pueblos indígenas han desarrollado. Este concepto de nación conlleva un concepto de autodeterminación, pero no de independencia. Nunca los pueblos indígenas han reivindicado, ni en el mismo Canadá, la independencia. Han reivindicado formas más fuertes o más débiles de autodeterminación. Entonces está aquí la idea de que la plurinacionalidad obliga, obviamente, a refundar el Estado moderno, porque el Estado moderno es un Estado que tiene una sola nación, y en este momento hay que combinar diferentes conceptos de nación dentro de un mismo Estado.

E&R: Entonces, ¿las reivindicaciones de las culturas minoritarias responden a un Estado débil?

BDSS: Primero tienes que saber qué es una cultura minoritaria. Durante mucho tiempo se consideró, por ejemplo en Bolivia, que los indígenas eran una cultura minoritaria cuando ellos son 62 por ciento de la población. ¿Qué es minoritario? Minoritario es una construcción social. No puedes decir que la cultura africana es una cultura minoritaria porque 54 por ciento de la población brasileña se considera negra o mulata.

Pienso que la sociedad, el capitalismo, tienen en su origen un elemento de barbarie muy fuerte, de destrucción muy grande, que fue de alguna manera domesticada a través de luchas sociales. Y es que el Estado liberal y la democracia liberal son contradictorios. Hay muchas cosas en el Estado, en la democracia, que están en proceso de lucha, como éste al que asistimos hoy en día, y es que el neoliberalismo está intentando desvincular el capital de los lazos políticos, que son todos nacionales. Nosotros no tenemos lazos políticos que sean transnacionales. Hay un derecho internacional, pero es muy débil; lo hemos visto en Afganistán, en Irak.

Entonces, la barbarie es la destrucción cada vez más grande de esos lazos políticos, que frenan de alguna manera el poder del más fuerte. Cuando el poder del más fuerte no tiene frenos, tenemos barbarie. Barbarie es cuando tenemos un contrato de trabajo entre un trabajador y un empresario, pero no hay un derecho laboral que proteja al trabajador. Pienso que ésta es una situación de barbarie a la que yo llamo fascismo social. Estamos caminando hacia sociedades que son políticamente democráticas y socialmente fascistas, porque los más fuertes tienen cada vez más poder para dominar al más débil, pues se están sobrepasando las reglas que existían. Por eso es necesario reinventar el Estado, la democracia y la emancipación social.

E&R: ¿Qué lugar ocupa la ciudadanía en la construcción de los derechos humanos?

BDDS: Desde el principio, los derechos humanos producen la ambigüedad de que su creación pertenece a dos grandes colectividades. Una de ellas es supuestamente la más incluyente, la humanidad, y de ahí los derechos humanos. La otra es una comunidad mucho más restringida, la de los ciudadanos de un Estado concreto. Esta tensión ha recorrido desde entonces los derechos humanos.

El propósito de adoptar declaraciones internacionales de derechos humanos y regímenes internacionales e instituciones de derechos humanos fue garantizar un mínimo de dignidad a las personas cuando no existieran derechos de pertenencia a una comunidad política o cuando estos fueran violados. Durante los últimos doscientos años los derechos humanos se han incorporado a las constituciones y prácticas jurídico-políticas de muchos países; fueron re-conceptualizados como derechos ciudadanos, garantizados de forma directa por el Estado y aplicados de manera coercitiva por los tribunales: derechos civiles, sociales, políticos, económicos y culturales.

Pero la verdad es que la eficacia de la amplia protección de los derechos de ciudadanía siempre fue precaria en la mayoría de los países. Y la evocación de los derechos humanos se produjo con mayor frecuencia en situaciones de erosión o de violaciones particularmente graves de los derechos de la ciudadanía. Los derechos humanos surgieron como el nivel más bajo de inclusión, como un movimiento descendente proveniente de la más densa comunidad de ciudadanos hacia la comunidad más diluida de la humanidad. Con la llegada del neoliberalismo y su ataque al Estado como garante de los derechos, y en particular a los derechos económicos y sociales, la comunidad de ciudadanos se diluye hasta el punto de llegar a ser indistinguible de la comunidad humana y de los derechos de la ciudadanía, tan trivializados como derechos humanos.

En el contexto actual, la prioridad atribuida a los derechos de la ciudadanía en materia de derechos humanos, antes llena de significado, se desliza hacia el vacío normativo. En este proceso los inmigrantes, y en particular los trabajadores inmigrantes indocumentados, descienden aún más abajo, a la “comunidad” de subhumanos. Para mí esto representa una derrota histórica.

Fuente: https://opendemocracy.net/democraciaabierta/boaventura-de-sousa-santos-fabiola-navarro-roque-urbieta-hernandez/la-democracia-e

Imagen de archivo

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Libro: La universidad investigadora y el capitalismo académico

América del Norte/México/Octubre 2016/Reseñas/http://www.clacso.org.ar/
Diego Andrés González Cardona. [Autor]
…………………………………………………………………………
Colección Red de Posgrados en Ciencias Sociales.
ISBN 978-987-722-193-0
CLACSO.
Buenos Aires.
Julio de 2016
La Universidad, como escenario de tensiones políticas, ha sufrido fuertes cambios en el marco del neoliberalismo. Este último, entendido no solo como una doctrina económica, sino también como una política sociocultural, al considerarla, ante todo, como una empresa, le designa la función de hacer investigación útil: consolida sistemas de evaluación de la investigación y fomenta la formación posgradual, pero en desmedro de su tarea histórica, que ha sido la formación humana. A través de un análisis arqueo-genealógico, se hace un rastreo de las formas en que se ensamblan los discursos y las prácticas de la Universidad investigadora y sus formas de operar, especialmente en los efectos que tienen sobre los procesos de subjetivación de aquellos formados bajo estas lógicas. Finalmente, se reflexiona sobre las posibilidades de agenciamiento y otras formas de hacer investigación
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También en tierras, Macri favorece a los capitales extranjeros

Por Emilio Marin

El gobierno de Mauricio Macri es particularmente permisivo al capital extranjero. Aguarda una lluvia de miles de millones de dólares de inversión. Una de las áreas donde implora por esa extranjerización es en materia de tierras. Macri siempre preconizó la relación de Argentina con el mundo, pero nunca aclaró los términos de dependencia en los que la concebía. Con velocidad, los argentinos vienen captando el sentido poco soberano de esas políticas. Aceptar en todos sus términos las demandas de los “fondos buitres”, así como emitir títulos por 16.500 millones de dólares para hacer efectivo ese pago, doblando comisiones millonarias al JP Morgan, Deutsche, HSBC, UBS, Citibank y Santander, fue muestra de aquellas subordinaciones.

Abrir en forma indiscriminada las importaciones de productos fabricados en el país, arruinando a la producción nacional -en particular a la pequeña y mediana ya azotados por la recesión- favoreció la concentración y extranjerización de una economía que siempre rengueó por el peso de los monopolios. También resaltaron los beneficios para las petroleras, gasíferas y eléctricas favorecidas por el tarifazo. Y, último pero no menos importante, la ley de blanqueo para que supuestamente 40.000 millones de dólares se acogieran. Ese resultado está más que verde, pero aún en caso de madurar no sería con dinero de regreso a la plaza argentina pues la ley no se lo exige. Bien podrían seguir su plácida estadía en los paraísos fiscales y firmas off-shore, donde Macri, sus familiares y empresarios amigos tienen experiencia de negocios.

En estas semanas hubo declaraciones del presidente y ministros encareciendo la importancia de las inversiones extranjeras. En julio se deben contabilizar sus discursos en las citas con empresarios y presidentes de la Alianza del Pacífico, en Chile; y los pronunciados en Francia, Bélgica y Alemania, con sus respectivas autoridades, más el foro tecnológico en Sun Valley Conference, en Idaho, EE UU. El hombre del PRO insistió en su súplica, para que capitales radicados en esos países vengan a Argentina o bien aumenten sus inversiones los que ya están acá. Lo de Macri es el apotegma opuesto al del maestro Aldo Ferrer, de “Vivir con lo nuestro”. Podría traducirse: “Para vivir, que el capital extranjero se adueñe de lo nuestro”.

Reflejo en tierras.

El punto de vista poco soberanista se plasmó el 30 de junio en el decreto 820/16, por el cual modificó la ley 26.737 aprobada por amplia mayoría en Diputados y el Senado en diciembre de 2011. La norma llevó el nombre de “Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de Tierras Rurales” y ponía límites a la extranjerización de tierras.

La oposición conservadora que tiroteaba al gobierno de Cristina Fernández y su vocero mediático, Clarín, interpretaron en 2011 que la iniciativa era parte del revanchismo del gobierno ante “el campo”, luego del fracaso de la resolución 125 que establecía retenciones móviles a las exportaciones de granos y en especial la soja.

Ese conflicto se vivió en 2008. Y la ley es bastante posterior, nacida al calor de cierta comprensión, algo tardía y no muy profunda, sobre la necesidad de limitar la expansión del agro-business. Se lo hizo en forma contradictoria, pues en 2012 la presidenta informó, feliz, que se había confirmado la inversión de Monsanto en la planta de semillas en Malvinas Argentinas, Córdoba.

Como fuere, la ley 26.737 fue un buen intento de limitar, aunque no de erradicar, los latifundios e inversiones de capitales extranjeros. Se planteó que una sociedad con mayoría de acciones del 25 por ciento en manos de extranjeros no podría comprar más que mil hectáreas en la zona núcleo, o sea la pampa húmeda (parte de Buenos Aires, sur de Santa Fe y sureste de Córdoba). Las provincias deberían realizar estudios para adecuar esas mil hectáreas a sus propios territorios, donde serían un poco más.

El capital foráneo así delimitado no podría superar el 15 por ciento de la superficie de tierras cultivables rurales del país. Pretextando que las situaciones de las diferentes regiones son disímiles y que la ley no previó todas las realidades de las propiedades rurales (dificultades catastrales, usucapiones, sucesiones, pleitos, etc), el macrismo aprovechó para modificar por decreto 820 una ley de alcance superior. Ya este aspecto ameritaría un pleito judicial y la maniobra gubernamental podría no prosperar.

¿Cuáles fueron los puntos centrales de la modificación oficialista? En vez de definir como extranjera a una sociedad o persona jurídica con el 25 por ciento de acciones en manos foráneas, aumentó ese techo al 51 por ciento. Sólo las que lo superen ingresan en la categoría que tiene impedimentos. Y aclaró que el tope de 15 por ciento de las tierras en manos de extranjeros rige sólo para las superficies rurales, no así para zonas industriales y de otros usos.

Si alguien tenía alguna duda sobre el objetivo macrista, la aclaró el subsecretario de Asuntos Registrales del Ministerio de Justicia de la Nación, Martín Borrelli, quien sostuvo que “se busca facilitar la llegada de inversiones productivas de capital extranjero en todo el país a través de la regulación de situaciones que no habían sido contempladas en el decreto 274 del 2012”.Argumentó que el sistema de equivalencias ya que no responde a la realidad del comercio de tierras rurales en nuestro país “ni a las necesidades de expansión del negocio agroindustrial de las provincias”. Eso conjuga perfectamente con Macri, quien en varias oportunidades reiteró su ideal: “no ser el granero del mundo, sino el supermercado del mundo”.

Dime quién te apoya…

La decisión gubernamental fue apoyada por la Cámara de Inmobiliarias Rurales (CAIR) por considerar que facilitará la llegada de inversiones productivas de capital extranjero en la explotación de commodities como trigo, maíz, soja y girasol. Así lo expresó el secretario Javier Christensen, quien fue muchos años dueño de la consultora agropecuaria Agroconnection SA, socia del grupo Telecom. La CAIR está presidida por un directivo de Álzaga Unzué y hay muchas empresas que tienen como valores “el relacionar, promocionar y crear vínculos entre las empresas e individuos dedicados a la intermediación de negocios inmobiliarios rurales”. Estos “intermediarios” con el capital concentrado y preferentemente extranjero son los que aplaudieron a Macri por el decretazoy advirtieron que “será necesario hacer más cambios”.

En La Política on-line, el 4 de julio pasado, se podía leer que “la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales y Coninagro no emitieron opiniones públicas sobre el tema, aunque en el sector descuentan que están de acuerdo con la iniciativa macrista”. El 16 de julio, Luis M. Etchevehere, titular de la SRA, cortó las cintas de la 130° Exposición de Palermo, y se congratuló por la presencia de funcionarios macristas, entre ellos el ministro de Agro-Industria, Ricardo Buryaile. Estos defensores del “campo argentino” no esbozaron ningún tipo de crítica al proyecto de la extranjerización de tierras.

Esos elogios serán aún más encendidos cuando se haga el acto central de la Rural, con presencia de Macri. Etchevehere podrá decir que al cabo de 14 años por fin un presidente volvió al predio comprado a precio vil y cuya recuperación por el Estado fue frustrado por los jueces amigos.

…Y quién te cuestiona.

El titular de la Federación Agraria Argentina, Omar Príncipe, cuestionó el decreto 820/16, rescatando la legislación anterior. Cabe recordar que la ley 26.737 fue aprobada en 2011 por el voto mayoritario del FPV, el sector peronista de Felipe Solá, el FAP de Hermes Binner y una parte de los radicales. En el Senado el único voto adverso fue el del salteño y hombre proclive al latifundio y desmonte, Juan Carlos Romero, ex compañero de fórmula de Carlos Menem. Otro que hizo fuertes críticas fue el núcleo interno de la FAA, “Grito de Alcorta”. Pedro Peretti dijo que se “habilita la venta de 20 millones de hectáreas justo cuando sale la ley de blanqueo de capitales”. “Estoy seguro que parte de esa plata mal habida va a ir a la compra de tierras y el paso que viene es la derogación definitiva de la ley de tierras”, añadió quien pidió la protección de pequeños y medianos productores del agro.

Según su cálculo, de los 230 millones de hectáreas que componen el conjunto de la soberanía territorial, hay 3 millones en manos de norteamericanos, 2.6 millones de italianos y 2.1 de españoles. Al menos 8 millones de hectáreas son de extranjeros, cuestionó en declaraciones a AM840. La conexión entre el blanqueo y las tierras es exacta.

El 30 de junio el Senado votó el polémico blanqueo y el 1 de julio se conoció el decreto ampliando facilidades del capital extranjero. Los Benetton con un millón de hectáreas, Douglas Tompkins, Joe Lewis, George Soros, Ted Turner, Monsanto, Syngenta, Nidera y otras firmas foráneas tienen la tranquera abierta donde ondea la bandera de remate. No son los únicos latifundistas. Los “nacionales” Carlos P. Blaquier con 155.000 hectáreas, y los Martínez de Hoz, que -como comprobó Osvaldo Bayer-, se adueñaron de 2.5 millón de hectáreas con la mal llamada “Campaña del Desierto”, son una plaga latifundista tan nefasta como la extranjera.

Reforma agraria, ¿para cuándo? Daniel Viglietti aún canta “a desalambrar”.

Fuente: http://www.barometrointernacional.com.ve/2016/07/30/tambien-tierras-macri-favorece-los-capitales-extranjeros/

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