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Estas son las películas más esperadas que se estrenarán en 2022

¿Preparados y preparadas para todo lo que llega el año que viene?

El Covid ha hecho que todavía muchos estrenos previstos no hayan aterrizado en las salas. En las últimas semanas de este 2021 contaremos, por fin, con películas tan esperadas como ‘Dune’, lo último de James Bond, ‘Sin tiempo para morir’, las dos películas de Ridley Scott‘El último duelo’ y ‘La Casa Gucci’, y hasta la versión de ‘West Side Story’ que ha preparado Spielberg. Y todavía quedan unas cuantas películas que tienen prevista su fecha de llegada pasado el 31 de diciembre.

El 2022 viene repleto de sugerencias para el público cinéfilo: llegarán secuelas de famosas sagas, superhéroes (hay estrenos potentes de Marvel y de DC), títulos de los grandes estudios muy esperados. Animación proveniente de Pixar, acción como la esperadísima entrega de ‘Misión Imposible’, o ‘Top Gun: Maverick’, terror de sagas emblemáticas como Scream, la próxima de la nueva saga de ‘Halloween’, o comedia de la mano de Sandra Bullock… El hecho de que se hayan acumulado tantos retrasos puede provocar que el próximo año sea uno de los que tenga más visitas a los cines. Y tampoco nos olvidamos de las plataformas.

Tanto en salas como en streaming, el año que viene vamos a tener una agenda repleta de citas importantes. Aquí te adelantamos los estrenos más esperados. Seguro que más de uno no lo tienes apuntado. Ánimo, en 365 días se puede sacar mucho provecho.

‘La abuela’
"la abuela" de paco plaza
Jorge Alvarino

Tras varios retrasos, la esperada cinta de terror dirigida por Paco Plaza, y escrita por Carlos Vermut, llegará el día de Reyes.

Estreno: 5 de enero

‘Scream’

La sinopsis oficial anuncia lo siguiente: «Una mujer regresa a su ciudad natal para tratar de averiguar quién está cometiendo unos crímenes atroces. Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (‘Noche de bodas’) toman el testigo de Wes Craven. ¿Listos para ver a Ghostface una vez más?

Estreno: 14 de enero de 2022

‘Licorice Pizza’

Paul Thomas Anderson vuelve a los años 70, época que exploró en ‘Boogie nights’ o ‘Puro vicio’, para hablarnos de una historia de un joven aspirante a actor. Cooper Hoffman, hijo de Philip Seymour, es el protagonista junto Alana Haim.

Estreno: 14 de enero de 2022

 

‘Agentes 355’
the 355, diane kruger, penélope cruz, jessica chastain, lupita nyong'o y fan bingbing
Universal

El año comenzará con una reunión de agentes secretas internacionales. Escrita por Theresa Rebeck y Simon Kinberg y dirigida por este mismo, la historia se pone en marcha cuando un arma ultrasecreta cae en manos de mercenarios. Cruz, Kruger, Chastain, Nyong’o y Bingbing pasarán por París, Marruecos o Shanghai.

Estreno: 21 de enero de 2022.

‘El método Williams’
will smith en king richard
Warner Bros.

Will Smith se mete en la piel del padre de Venus y Serena Williams. Un biopic que repasará cómo Richard Williams convirtió a sus hijas en dos celebridades en el mundo del tenis.

Estreno: 21 de enero de 2022

 

‘El páramo’
el páramo inma cuesta netflix
Netflix

Inma Cuesta y Roberto Álamo cuentan la historia de una familia que vive aislada del resto de la sociedad y cuya tranquilidad se ve perturbada por la presencia de una criatura aterradora que pondrá a prueba los lazos que les unen.

Estreno: 26 de enero de 2022 (en Netflix)

‘Nightmare Alley’
próximos estrenos 2022
Disney

Cate Blanchett y Rooney Mara coinciden siete años después de ‘Carol’ junto a Bradley Cooper, Toni Collette, Willem Dafoe, Ron Perlman y Richard Jenkins entre otros. Guillermo del Toro les dirige a todos ellos en el remake de ‘El callejón de las almas perdidas’, de 1947.

Estreno: 28 de enero de 2022

 

‘Morbius’
morbius
Sony Pictures

Daniel Espinosa (‘Life’) se encarga de la historia ambientada en el universo de Spider-Man y centrada en uno de sus villanos más icónicos, Morbius. Jared Leto se meterá en la piel de este vampiro en esta cinta de terror.

Estreno: 28 de enero de 2022

 

‘Moonfall’
moonfall
‘Moonfall’

En la nueva catástrofe que prepara Roland Emmerich, es la Luna la que corre peligro, como su propio nombre indica. Halle Berry y Patrick Wilson capitanean este reparto. ¿Conseguirá Emmerich dar otro bombazo en las salas como en antaño?

Estreno: 4 de febrero de 2022

‘Los ojos de Tammy Faye’
imágenes de 'the eyes of tammy faye' con andrew garfield y jessica chastain
Searchlight Pictures

Jessica Chastain y Andrew Garfield costaba reconocerles como los telepredicadores Tammy Faye y Jim Bakker. La película repasará el fulgurante ascenso y posterior descenso a los infiernos de la pareja.

Estreno: 4 de febrero de 2022

 

‘Muerte en el Nilo’
próximos estrenos 2022
Disney

Kenneth Branagh vuelve con un remake de otro clásico de Agatha Christie. El cineasta vuelve a convertirse en el detective Hércules Poirot para descubrir en otro viaje, ahora en un barco fluvial, quién es el sospechoso del asesinato de una aristócrata americana. De nuevo, con reparto de lujo.

Estreno: 11 de febrero de 2022

‘Black Phone’
ethan hawke en 'black phone'
Universal

Ethan Hawke se pone la máscara de malo en esta historia de terror que viene de la mano de Scott Derrickson. El personaje de Hawke encierra en un sótano insonorizado a un niño de 13 años, algo que ya ha hecho antes. Cuando un teléfono roto y sin conexión empieza a sonar, Finney descubre que a través de él puede oír las voces de las anteriores víctimas, las cuales están decididas a impedir que Finney acabe igual que ellas.

Estreno: 11 de febrero de 2022

 

‘Uncharted’
imagen de tom holland como nathan drake en 'uncharted'
Sony Pictures

Más allá de ser Spidey, son muchos los que quieren ver a Tom Holland desarrollar facultades en la adaptación de la popular franquicia de videojuegos. Mark Wahlberg y Antonio Banderas también le acompañan.

Estreno: 11 de febrero de 2022

jake gyllenhaal
Jamie McCarthyGetty Images

Jake Gyllenhaal, Yahya Abdul-Mateen II y Eiza González están en lo último de Michael Bay, titulado en la versión original ‘Ambulance’. Dos hermanos robaran uno de estos automóviles tras un atraco que sale mal

Estreno: 18 de febrero de 2022

‘Cásate conmigo’

Los cines de momento no están en las condiciones que conocíamos antes de la pandemia. De modo que la nueva cinta, otra comedia romántica, de Jennifer Lopez pasa al próximo año. Junto a ella, Owen Wilson, en la foto, y también Maluma.

Estreno: 25 de febrero de 2022

‘El acontecimiento’
el acontecimiento
Caramel Films

Ganadora en el Festival de Venecia, Audrey Diwan adapta el libro de Annie Ernaux. En la historia, una joven de la Francia de los años sesenta hace frente a un embarazo no deseado.

Estreno: 25 de febrero de 2022

 

‘The Batman’
robert pattinson como batman
Warner Bros

Sin duda uno de los títulos más esperados desde que se anunció. Y más desde que se ha visto el primer tráiler. Se suponía que íbamos a ver a Robert Pattinson como Batman el pasado 25 de junio. Pero finalmente tendremos que esperar hasta marzo para ver lo que ha preparado Matt Reeves.

Estreno: 4 de marzo de 2022

 

‘Red’
red
Pixar

Si ‘Luca’ era, en un principio, el particular ‘Call me by your name’ de Pixar, esta nueva historia sería la cinta similar a Hulk dentro de la compañía del flexo. Domee Shi, la directora del corto ‘Bao’, trae esta trama sobre una adolescente que se transforma en panda rojo gigante cada vez que se emociona más de la cuenta.

Estreno: 11 de marzo de 2022

‘La peor persona del mundo’
la peor persona del mundo
La peor persona del mundo

Joachim Trier trae una comedia romántica: Julie está a punto de cumplir 30 años y su vida es un desastre. En plena crisis existencial, siente que ha desperdiciado su talento mientras que su novio Aksel, un exitoso escritor de novela gráfica mayor que ella, la está presionando para construir una vida estable. Una noche Julie se cuela en una fiesta y conoce a Eivind, un chico encantador, con quien establece una conexión inmediata.

Estreno: 11 del marzo de 2022

 

‘Downton Abbey 2’
logo de 'downton abbey 2'
Universal

Además de las seis temporadas de la serie y la película de 2019, todavía la familia Crawley tiene mucho que contar. Hugh Dancy, Laura Haddock, Nathalie Baye y Dominic West se suman al reparto de la primera.

Estreno: 18 de marzo de 2022

‘Bullet train’
sandra bullock y brad pitt
Getty Images

Cualquier cosa que tenga pendiente de estrenar Brad Pitt siempre suscita curiosidad. David Leitch dirige al actor además de Sandra Bullock, Lady Gaga, Zazie Beetz, Brian Tyree Henry, Andrew Koji, Michael Shannon, Logan Lerman y muchos más en una trama de acción. En abril lo tendremos.

Estreno: 8 de abril de 2022

 

‘Sonic, la película 2’
sonic 2 logo estreno 2022
Paramount

La primera parte fue muy bien acogida por el público. De hecho fue uno de los últimos éxitos en taquilla antes de que el mundo se viera inmerso en una pandemia. Era de esperar que el erizo azul volviera con más aventuras.

Estreno: 8 de abril de 2022

‘Animales fantásticos: Los secretos de Dumbledore’
animales fantásticos 3
Warner Bros.

El universo Harry Potter tiene cita en 2022. Mads Mikkelsen suma un villano a su carrera sustituyendo a Depp como el nuevo Grindewald.

Estreno: 8 de abril de 2022

 

‘Lost city of D’
sandra bullock y channing tatum en lost city of d
Paramount

2022 nos devolverá la vena cómica de Bullock. Ahora acompañada de Channig Tatum, la actriz traerá una comedia romántica en la que da vida a una novelista que se ve envuelta en una aventura con el modelo de la portada de su última novela.

Estreno: 13 de abril de 2022

 

‘The Unbearable Weight of Massive Talent’
cartel de the unbearable weight of massive talent
Distribuidora

Cualquier estreno protagonizado por Nicolas Cage es digno de mencionar. Y más si va acompañado de intérpretes como Pedro Pascal, Neil Patrick Harris, Tiffany Haddish… ¡o Paco León! Cage hace de sí mismo en esta comedia en la que anda desesperado por conseguir un papel para una película de Tarantino. Además mantiene una relación muy tensa con su hija adolescente y está hasta arriba de deudas. Su precaria situación le hará coger un trabajo para aparecer en la fiesta de cumpleaños de un fan suyo.

Estreno: 22 de abril de 2022

‘The Northman’
alexander skarsgård y nicole kidman
Dan MacMedanGetty Images

El tercer largometraje de Robert Eggers tras ‘La bruja’ y ‘El faro’. Kidman y Skarsgaard se reencuentran en cine y trabajando junto a Anya Taylor-Joy, Willem Dafoe, Ethan Hawke y Björk entre otros. Juntos traerán un drama de aventuras ambientado en la Islandia del Siglo X. Y viene con alta dosis de violencia.

Estreno: 22 de abril de 2022

 

‘Veneciafrenia’
veneciafrenia, cartel de la película
Veneciafrenia

El film de terror dirigido por Álex de la Iglesia llegará en primavera. La película está protagonizada por Ingrid García Jonsson, Silvia Alonso, Goize Blanco, Nicolás Illoro, Alberto Bang, Cosimo Fusco, Enrico Lo Verso, Armando di Razza, Caterina Murino y Nico Romero.

Estreno: 22 de abril de 2022

‘Doctor Strange in the Multiverse of Madness’
doctor strange
Marvel Studios

Sam Raimi vuelve a dirigir una historia de Marvel. ¿Qué nos deparará esta segunda parte? de momento Benedict Cumberbatch volverá a estar acompañado por Benedict Wong, Rachel McAdams, Chiwetel Ejiofor… Y Elisabeth Olsen.

Estreno: 6 de mayo de 2022

 

’65’
adam driver
Tristan FewingsGetty Images

Tras verle a las órdenes de Ridley Scott en el 2021, con obras tan dispares como ‘El último duelo’ y ‘La casa Gucci’, además de la particular ‘Annette’ de Leos Carax, Driver protagonizará esta historia de ciencia-ficción con el actor dando vida a un astronauta. Una cinta dirigida por Scott Beck y Bryan Woods, guionistas de ‘Un lugar tranquilo’.

Estreno: 13 de mayo de 2022

‘Top Gun: Maverick’
top gun maverick
Paramount

Cuando la veamos, habrán pasado tres años de la primera fecha prevista. Desde que salió el tráiler, es una de las películas más esperadas por el público. Treinta años después de la primera parte, Tom Cruise retoma el vuelo del papel que le llevó a la fama.

Estreno: 27 de mayo de 2022

‘John Wick: Chapter 4’
john wick capítulo 3   parabellum
Lionsgate

La saga de acción en la que se ha visto inmiscuido Keanu Reeves sigue, y en 2022 tendremos nueva ración de Wick. Y como si de la saga Fast and Furious se tratase, la nueva entrega se quiere superar respecto a sus antecesoras.

Estreno: 27 de mayo de 2022

‘Jurassic World: Dominion’
jurassic world dominion
Universal

La tercera entrega de la nueva trilogía contará con uno de los momentos más esperados -y nostálgicos- de los fans: la reunión de Sam Neill, Laura Dern y Jeff Goldblum. Chris Pratt y Bryce Dallas Howard volverán también a la carga en este tercer capítulo.

Estreno: 10 de junio de 2022

 

‘Lightyear’
lightyear, película de 2022
Disney

Algo grande vaticina el teaser con David Bowie escuchándose de fondo. La película nos contará la historia del hombre que dio origen al muñeco. Chris Evans prestará su voz al protagonista de esta nueva historia.

Estreno: 17 de junio de 2022

‘Elvis’
proximo estreno 2022
Warner Bros.

Tras ‘Bohemian Rhapsody’ la moda de los biopics musicales han vuelto por todo lo alto. El encargado de acercarnos la historia de El Rey será Baz Luhrmann.

Estreno: 1 de julio de 2022

‘Minions. El origen de Gru’
minions el origen de gru
Universal

Parece que ahondar en el pasado de los personajes animados gusta, y en 2022 también veremos una parte de ese villano favorito que lidera una banda de monigotes amarillos que van en peto y emiten soniditos como forma de comunicación

Estreno: 1 de julio de 2022

 

‘Thor: Love and Thunder’
thor love and thunder logo
Marvel Studios

La cuarta entrega sobre el Dios del Trueno contará con Lady Thor como acompañante, personaje al que dará vida Natalie Portman. ¿Qué la habrá mandado hacer Taika Waititi?

Estreno: 8 de julio de 2022

logo de 'black adam'
Warner Bros.

No tener a Dwayne Johnson en la cartelera sería algo extraño. El año que viene tendremos a The Rock en una de DC, concretamente ‘Black Adam’, a las órdenes de Jaume Collet-Serra, que ya ha dirigido al actor este año en ‘Jungle Cruise’.

Estreno: 29 de julio de 2022

‘Tadeo Jones 3: la maldición de la momia’
tadeo jones
Telecinco Cinema

La última vez que supimos de Tadeo fue en 2017 en su aventura con Granada de por medio. Pero como todos los grandes heroes, Tadeo va a contar con una tercera entrega.

Estreno 26 de agosto de 2022

mision imposible fallout
Ethan Hunt reúne al equipo

Pasada la resaca de ‘Tog Gun: Maverick’, Tom Cruise nos ofrecerá su título pendiente. Cortado su rodaje varias veces por la pandemia -y encima con una bronca muy viral-, la séptima entrega de la famosa saga llegará, con todo el elenco que conoceos, más algunas incorporaciones como Hayley Atwell o Pom Klementieff, a finales de mayo.

Estreno: 30 de septiembre de 2022

 

‘Ticket to paradise’
"money monster" photocall   the 69th annual cannes film festival
Gisela SchoberGetty Images

Julia Roberts y George Clooney, buenos amigos en la vida real, se reunirán en una nueva película. Aquí tendremos ocasión de ver a las dos estrellas en una cinta romántica, interpretando a una pareja divorciada que intentan que su hija no comenta el mismo error que ellos. Kaitlyn Dever estará también en la cinta.

Estreno: 30 de septiembre de 2022

‘El gato con botas: El último deseo’
gato con botas
Universal

La secuela del spin-off llegará en octubre del año que viene. La secuela traerá de vuelta a Antonio Banderas para poner voz al Gato con Botas mientras viaja tras el mítico Last Wish, lo único que puede restaurar las ocho vidas que ya perdió. Es una premisa simple que podría conducir potencialmente a una gran película.

Estreno: 7 de octubre de 2022

 

‘Spider-Man’: un nuevo universo 2′
spiderman un nuevo universo 2
Sony Pictures

Otra esperada segunda parte que llega con retraso y con muchas ganas dado el éxito de la primera parte. ¿Qué contarán las nuevas aventuras de Miles Morales?

Estreno: 7 de octubre de 2022 (en Estados Unidos)

‘Los renglones torcidos de Dios’
los renglones torcidos de dios
QUIM VIVES / Atresmedia

Tras la serie ‘El inocente’ o la película ‘Durante la tormenta’, Oriol Paulo adapta la famosa novela de Torcuato Luca de Tena. Bárbara Lennie encabeza el reparto en el que también están Eduard Fernández, Pablo Derqui o Loreto Mauleón.

7 de octubre de 2022

 

‘Halloween Ends’
'halloween ends'
Blumhouse Productions

Después de tanto tiempo, la saga de Michael Myers y Laurie Strode llega a su fin ¿O no? De momento la última parada, tras ‘Halloween Kills’, será en el próximo otoño.

Estreno: 14 de octubre de 2022

‘The Flash’
the flash rodaje ezra miller
Warner Bros.

Otra de las películas que ha sufrido varios cambios de fecha, y no solo por la pandemia. La historia con Ezra Miller como protagonista absoluto, la cual tenemos más ganas de ver desde que hemos visto tráiler, viene dirigida por Daniel Muschietti, y contará también con Kiersey Clemons, Ben Affleck, Michael Keaton, Sasha Calle y Maribel Verdú.

Estreno: 4 de noviembre de 2022

‘Black Panther: Wakanda Forever’
logo de black panther wakanda forever
Marvel Studios

Hacer una secuela sin T’Challa tras la muerte de Chadwick Boseman iba a ser algo duro. ¿Qué mejor nombre para la segunda parte que ‘Wakanda Forever’? Según Feige, será una película de la que Boseman se sentiría orgulloso.

Estreno: 11 de noviembre de 2022

‘She said’
carey mulligan y zoe kazan
Kevin MazurGetty Images

Maria Schrader dirige a Carey Mulligan, Zoe Kazan y Patricia Clarkson en una historia basada en hechos reales. Las reporteras del New York Times publicaron la historia que ayudó al lanzamiento del movimiento #MeToo.

Estreno: 2 de diciembre de 2022

‘Avatar 2’
avatar 2
Disney

13 años después regresamos a Pandora, regresamos al 3D y a la nueva proeza de James Cameron. Y todavía quedan tres películas más. Kate Winslet y Oona Chaplin se suman al elenco.

Estreno: 16 de diciembre de 2022

‘Aquaman 2’
reinos aquaman
Warner Bros.

‘Aquaman y el Reino Perdido’, tal y como dijo James Wan que se llamaría, llegará a finales de año para ofrecer nuevas aventuras de Arthur Curry.

Estreno: 16 de diciembre de 2022

‘Super Mario Bros: The Movie’
super mario
Nintendo

La competencia de Sonic llegará también a las salas de cine. Illumination Entertainment se encarga de producir la cinta basada en la franquicia de videojuegos Super Mario Bros. de Nintendo.

Estreno: 23 de diciembre de 2022

‘The Adam project’
the adam project, netflix
Netflix

Tras ‘Free Guy’, Ryan Reynolds tiene más proyectos pendientes con Shawn Levy. Aquí el cineasta y el actor se unen bajo el amparo de Netflix para contar una historia con viajes al pasado para poder impedir catástrofes del futuro. Algo suena a ficción de épocas pasadas. Por eso ha levantando tanta expectación. Zoe Saldana, Catherine Keener, Jennifer Garner y Mark Ruffalo acompañan a Reynolds.

Con fecha prevista para 2022

‘Puñales por la espalda 2’
puñales por la espalda
Lionsgate

Rian Johnson regresará, ahora vía Netflix, con Daniel Craig como el detective Benoit Blanc. De nuevo, un reparto de excepción para el nuevo misterio: Dave Bautista, Edward Norton, Janelle Monáe, Kate Hudson, Kathryn Hahn, Leslie Odom Jr., Jessica Henwick, Madelyn Cline y Ethan Hawke.

Con fecha prevista para 2022

‘The Gray Man’
joe y anthony russo
David M. BenettGetty Images

Los Russo cuenta con otro suculento reparto para su trama producida por Netflix. Ryan Gosling, Chris Evans, Ana de Armas y Regé-Jean Page protagonizan esta historia sobre un exagente de la CIA perseguido por un antiguo compañero.

Con fecha prevista para 2022

‘Disenchanted’

amy adams con patrick dempsey en encantada de 2007
Disney

¿Qué habrá sido de Giselle en todo este tiempo? Por fin el año que viene Disney estrenará la secuela. Amy Adams, Patrick Dempsey, James Marsden, Idina Menzel vuelven a reunirse además de sumarse al elenco Maya Rudolph.

Con fecha prevista para 2022

‘El retorno de las brujas 2’
disney
Disney

La secuela de la película de 1993 llegará a la plataforma de Disney en la segunda mitad del año.

Con fecha prevista para 2022

‘Pinocho’
disney pinocho 2022
Disney

Tom Hanks será el Gepetto de carne y hueso del live-action que prepara la compañía. Dirigida por Robert Zemeckis, la película llegará a finales de 2022.

Con fecha prevista para 2022

Fuente: https://www.fotogramas.es/noticias-cine/g37136546/peliculas-esperadas-estrenos-2022/

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Temas para una educación intercultural (I)

Por Ileana Almeida |

Lo que se conserva aún del pensamiento quechua (quichua) luego de siglos de dominación son formas de auténtico conocimiento, que deben ser incluidas en la Educación Intercultural Bilingüe porque generan la cultura.

Para exponer algunas de ellas, nos basaremos en conceptos que expresan valores éticos, estéticos, religiosos. Desde el punto de vista de la moral colectiva, que aún existe en muchas comunidades, prevalece el principio de repartición igualitaria de la tierra entre las familias. Es curioso que la longitud de la medida usada, el tupu, está en proporción inversa a la fertilidad del suelo: el más fértil se mide con la medida más corta, y el más pobre con la más larga.

En el periodo de la sociedad incásica, y aún antes, bajo el régimen comunal, los sentimientos estéticos tuvieron un notable desarrollo. El quechua presenta una rica terminología estética: sumaq, sijlla, paucar,tupa, que expresan encanto, deleite, agrado, placer. En la terminología estética de la literatura griega temprana ocupan un lugar de gran valía las palabras referidas a la luz. En el quechua, asimismo, se nota el intenso gozo que despiertan las imágenes luminosas: brillar=lliphiy, iluminar=kánchay, resplandecer= situy, deslumbrar= surumpiy, fulgurar= illariy, etc.

Es universalmente admirada hasta ahora la red de caminos que los incas construyeron a lo largo y ancho del Tahuantinsuyo, clara evidencia del dominio de una avanzada ingeniería. El Capac Ñan se extiende por territorios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. El concepto kápaq=magno, principal, grande, es uno de los más relevantes en la lengua quechua y se lo asocia con el poder incásico. Llama asimismo la atención que, a semejanza de los griegos de la antigüedad, los quechuas-incas, cuando alguna obra alcanzaba perfección, se le atribuía la autoría de la divinidad y se la consideraba qapchi.

Para entender la cultura quechua es preciso conocer sus formas religiosas de la conciencia. Lo que aquí a continuación se expone es solo una muestra de la amplia concepción religiosa de los quechuas. Cómo ha sucedido en otras culturas, en el proceso de desarrollo de la sociedad clasista, los dioses comienzan a asimilarse cada vez más a los soberanos y se crea una doctrina teológica. Si se establece un paralelo con la religión egipcia y se toma el ejemplo del halcón, se advierte que en ambas religiones fue el ave que representó al poder, al sol, a la fuerza, a lo “elevado por encima de todo”. El halcón totémico entre los egipcios compartió el nombre con el dios Horus, en la religión inca, tanto el halcón clánico como el dios supremo, el Sol, llevaron el nombre de Inti. Con el tiempo el Sol, se fue convirtiendo en creencia monoteísta, pero los descendientes del clan real siempre recordaron su relación con el halcón en sus propios nombres: se llamaron, y también sus descendientes ahora se llaman Cusi Huaman = Halcón Feliz.

Bibliografía consultada:

Carrillo, Alberto. La obra de arte y la presencia de la divinidad. Cs001021@ siu.buap. mx
Castel, Elisa. Egipto: signos y símbolos de lo sagrado. Letra H. Editorial Alderabán, Madrid, 1995
Lara, Jesús. Diccionario Castellano-Queshwa, Queshwa-Castellao. Editorial Los amigos del libro. La Paz, 1971
Rostworowski, María. Mediciones y computos en el antiguo Perú. En Runakunap Kawsayninkupaq Rurasqankunaqa=La tecnología en el mundo andino. Universidad Nacional Autónoma de México, México 1981, pag. 397
Spirkin, Alexander. El origen de la conciencia humana. Editoriales Platina/Stilgraf. Buenos Aires, 1965
Valcárcel, Luis. Historia del Antiguo Perú. Tomo II. Editorial Juan Mejía Baca. Lima, Perú, 1964. Pag. 16.

Fuente: https://rebelion.org/temas-para-una-educacion-intercultural-i/

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La identidad negra y el racismo

Por: Emmanuel Sogah

Introducción

Tabla 1 – Censo Estadounidense sobre un sistema de categorización étnica y racial

Alrededor del mundo, los nativos africanos y las Personas de Ascendencia Africana (PAD por sus siglas en inglés) o las personas de tez oscura se identifican como «negros». Y no es de sorprenderse, yo personalmente vi que los estadounidenses de tez oscura en las Filipinas y otras partes de Asia son comúnmente etiquetados como «negros americanos». Como tal, este artículo intenta abordar este calificativo racial y corregir el concepto erróneo de la identidad de los africanos y las personas de ascendencia africana, así mismo, educar al mundo de una manera que deconstruya la mentalidad racista sobre esta identidad de color de los pueblos étnicos de África.

El artículo describe de manera clara la calificación que experimentó un africano en Estados Unidos y argumenta en contra del racismo que existe hacia las personas de ascendencia africana (PAD por sus siglas en inglés) como «negras».

La primera experiencia de racismo de un Africano en Estados Unidos

En las primeras semanas de mi llegada a los Estados Unidos en la década de 1990, me encontré con un requisito grosero al tener que volver a identificarme como «negro», ya que tenía que llenar los formularios de inmigración y tarjeta de identificación y así sucesivamente. En cada formulario que tenía que llenar había una sección para la raza o etnia como se ilustra a continuación:
 Blanco;  Negro; Indio nativo ;  Isleño del Pacífico; Hispano/Latino;  Asiático;  Birracial/Otro____.

Naturalmente, al ver que ninguna de las categorías se aplica a mí, marqué la opción de «otro» y luego escribí «Africano». Después de llenar el formulario se lo presenté a la señora en el mostrador, era afroamericana. Ella tomó mi formulario, miró brevemente, tachó mi opción seleccionada de «otro» y marcó la categoría para «Negro». Así que pregunté en voz de protesta:

«Señora, ¿Por qué tachó lo que marqué? Soy africano, no soy negro”.

Ella me dio una mirada de desagrado y me preguntó: «¿Qué quieres decir con que no eres negro? Eres tan negro como mi negro trasero”.

Yo estaba tan sorprendido por su respuesta que no supe qué decir, además de guardar silencio. Esta situación me causó horas de tiempo de espera y al menos 2 días de ir y venir, ya que puso mi formulario debajo de la pila de otros formularios y me hizo esperar durante horas mientras procesaba los formularios de otros que estaban detrás de mí en la cola. Finalmente, después de 3 días de ir y venir obtuve mi licencia de conducir.

En la escuela de Teología en Washington DC, yo era el único africano en una clase de americanos, europeos y australianos «totalmente blancos». Muchos de mis compañeros de clase me esquivaban y, aunque algunos eran amigables, se debía a su curiosidad de que yo fuera africano y estudiara en una escuela de postgrado americana y que tenga aptitud académica y un inglés fluido.

Al final del primer semestre una de las profesoras me invitó a almorzar en un restaurante no muy lejos del campus. Mientras comíamos, me di cuenta de que me estaba mirando con entusiasmo mientras comía. Así que la miré y pregunté:

«¿No comes?»

Ella me miró por un segundo y me preguntó:

«¿Puedo hacerte una pregunta ignorante?»

«Por favor», dije.

«¿Comes en un entorno como este en África? Me refiero, ¿en un comedor con mesa, sillas, platos, tenedores, cuchillos y cucharas como esta?», preguntó señalando el arreglo de la mesa.

«Sí, lo hacemos», respondí. «Aunque en la mayoría de las casas, las familias se sientan alrededor de una mesa más pequeña y comen todos del mismo plato con las manos. Pero algunos otros comen en un ambiente occidentalizado exactamente como este”.

No soy Negro; Soy Africano-Una Realidad Antropológica

No soy negro, soy Africano

En el campo de la antropología, un aspecto muy básico y esencial de toda persona es la identidad humana. Esta define el origen de una persona y afirma su dignidad, valor, cultura y etnia. Además, la identidad humana no se define por la apariencia de una persona.

Como se puede ver en la «Tabla 1» anterior, la Oficina del Censo de los Estados Unidos ha estructurado las categorizaciones raciales y étnicas en su sistema estadístico, imponiendo el racismo sistémico.

El hecho es que nosotros, los nativos africanos, no nos identificamos como «negros» más de lo que los coreanos, los japoneses o los chinos se llegasen a identificar como «amarillos». Voy a explicar esto más a fondo.

En África Occidental, los Yoruba y los Igbos de Nigeria se refieren a los europeos y a otros occidentales como «Oyimbo» (oh-yeem-bow” y “Oyibo” (oh-yee-bow) respectivamente; lo cual significa «foráneo»; y los Hauses de Ghana y Nigeria se refieren a ellos como «Bature» [bar-too-ray] que significa, «el de ultramar» respectivamente. De manera similar, los Gãs y Akans de Ghana, se refieren a ellos como «Blorfonyo» (blaw-foe-gnow) y «Obroni» (oh-bro-nee) respectivamente, también significando, «uno de más allá de los océanos». Del mismo modo, los Wolofs de Gambia y Senegal se refieren a los europeos como «Tubab» (Too-bab), un «extranjero», y los Congos de África Central se refieren a ellos como «Ibam», (ee-bam), «externo» o «extranjero».

No existe un concepto de identificación racial o de «división de color» de la persona humana debido a la sombra o tez de la propia «piel» dentro del contexto cultural africano.

Sylviane Anna Diouf, una ardiente historiadora africana, expone en su libro bien investigado y muy aplaudido, Dreams of Africa in Alabama; The Slave Ship ‘Clotilda‘ y the Story of The Last Africans Brought to America, detalles de la terrible experiencia del último grupo de africanos secuestrados y contrabandeados por barco a los Estados Unidos como esclavos, a mediados de la década de 1860, incluso después de la abolición de la esclavitud, y su eventual libertad después de casi cinco años de trabajo esclavizado. En el libro, la Dra. Diouf señaló el hecho de que la comunidad de africanos de Clotilda Ship se esforzó por preservar su identidad como africanos —no «negros» — y trató de regresar a África, pero fracasó en todos sus esfuerzos por regresar. Como resultado, construyeron un asentamiento llamado «Pueblo Africano» no lejos de la ciudad de Mobile, Alabama, (Diouf, 2007, pp ii-ix).

¿Cómo y cuándo fueron los Africanos etiquetados como «negros» se impuso como su identidad?

A mediados del siglo XV (alrededor de 1445) el Príncipe Enrique, Navegante de Portugal, bajo el patrocinio colaborativo de su padre, el rey Juan I de Portugal y su sobrino, Juan II de Aragón (España), primo del Príncipe Enrique y su equipo de navegantes españoles y portugueses se dispuso a explorar la Costa Oeste de África, después de haber conquistado el Reino de Ceuta en Marruecos, en el Noroeste de África a principios de 1400. En un ensayo de 1866, «On The Physical and Mental Characteristics of The Negro», John Crawfurd, un escritor, abogado y explorador inglés, afirma que el encuentro de los portugueses con los nativos africanos y su descripción grosera de los mismos fue que los africanos eran «seres humanos peculiares con el cabello de la cabeza y otras partes del cuerpo siempre negros, y más o menos de la textura de la lana, con una piel negra de varios tonos» [De las Transacciones de la Sociedad Etnológica de Londres, Vol. 4 (1866), pág. 212].

Este desafortunado primer encuentro de los exploradores europeos con los nativos africanos y su descripción grosera de ellos resultó en que los exploradores crearan un «prejuicio» racial y la categorización contra África como seres humanos inferiores, lo que llevó a su posterior secuestro y esclavitud.

Una descripción No es una Identidad

Aunque la esclavitud fue formalmente abolida en los Estados Unidos por una Ley del Congreso aprobada el 31 de enero de 1865 y ratificada el 6 de diciembre de 1865 como enmienda 13 a la Constitución de los Estados Unidos de América. La generación esclavista de comerciantes y propietarios transmitió a sus generaciones futuras la percepción socio económica de los africanos como esclavos-comprados y poseídos como propiedad que proporcionaba el trabajo necesario para la riqueza agrícola e industrial—y por lo tanto como «seres inferiores». (https://www.archives.gov/historical-docs/13th-amendment/: Accessed Dec. 5, 2020).

El asesinato del 26 de mayo de 2020 de George Floyd, un estadounidense de ascendencia africana desarmado, por un oficial de la ley, es claramente indicativo de la percepción negativa en Estados Unidos y en todo el mundo, de las personas de ascendencia Africana como «seres humanos inferiores”. Antes de la muerte de Floyd, el oficial de policía «blanco» persistió en arrodillarse sobre el cuello de George Floyd, hasta su último suspiró impotente y quedando sin vida.

En conclusión, afirmo y sostengo que el racismo nunca existió hasta que los exploradores europeos en el continente africano decidieron que cierta población de la humanidad que se veía diferente de ellos eran seres humanos inferiores y concluyendo así, que deben haber dos clases o dos razas de seres humanos; una raza de seres humanos superiores y la de seres humanos inferiores. De ahí el nacimiento del racismo.

Me gustaría publicar una carga imperativa de responsabilidad humana, a todos los seres humanos para que miremos profundamente dentro de nosotros. Para ver qué es lo que nos hace humanos, la esencia de lo que somos, en lugar de etiquetar a otros seres humanos por su tez de piel o incluso su acento, como inferiores, y por lo tanto dividirnos por el color, como «negro».

NO soy negro. SOY Africano.

Fuente de la información e imagen:  https://www.pressenza.com

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Tiempos oscuros

Por: Miguel Ángel Casillas

 

Miguel Casillas

“Tiempos oscuros se ciernen sobre la ciencia y la cultura de nuestro país. Nuestras instituciones de educación superior, académicas y de investigación, así como sus comunidades, han sido objeto de iniciativas y expresiones públicas que atentan contra las libertades de expresión e investigación, así como el buen nombre y dignidad de sus integrantes. Todas estas medidas y expresiones tienden a desvirtuar la estima de la población por un sector estratégico y de gran valor para México, lo que merma su capacidad de trabajar por el país” Profesores y profesoras eméritos y distinguidos de la UAM se declaran en contra del acoso a miembros de la comunidad científica, Nexos, 5 octubre 2021.

 

La ofensiva para desprestigiar el trabajo académico y satanizar a los científicos y profesores universitarios tiene una oscura intención para debilitar la universidad pública, el conocimiento y su capacidad crítica.

La educación superior y la investigación científica cumplen muchas funciones sociales, entre las principales está la formación de los profesionistas y la producción de conocimientos útiles para la sociedad. En las sociedades modernas, dada la complejidad de los asuntos públicos y de las políticas que implementan los gobiernos, las universidades y otras instituciones de educación superior son la única reserva social para controlar los actos de gobierno. Tanto en los regímenes democráticos como en los autoritarios, esta función social de las IES es siempre conflictiva, pues a ningún gobierno le gusta que le fiscalicen sus cuentas, le analicen la congruencia de sus discursos, le evalúen sus acciones y le observen sus inacciones.

En efecto, al descalificar a los universitarios, al generalizar que todos los académicos son corruptos, al sostener sin pruebas que en las universidades predominan las mafias, al afirmar de manera irresponsable que los profesores universitarios no trabajan lo suficiente, o que las instituciones se han derechizado y adoptado el credo neoliberal, el gobierno federal está cometiendo un inmenso error, generando un nuevo polo de conflicto e iniciando una ruptura con un importante sector que le brindó su apoyo para llegar al poder. El Presidente no sólo está violando la autonomía y la libertd de cátedra y exámen consagradas en el artículo tercero de la Constitución, sino el espírtitu de la Ley general de educación que se aprobó recientemente y fue promovida por los adeptos de su propio gobierno.

La absurda confrontación con los universitarios que proviene del jefe del Ejecutivo contraviene las acciones que su propio gobierno ejerce como parte de la política educativa. Es un discurso que desalienta a quien aspira legítimamente a mejorar sus condiciones de vida, a enriquecer su intelecto o desarrollar su sensibilidad a través del esfuerzo académico; es un discurso que acusa sin conocimiento ni fundamento a los profesores y descalifica su esfuerzo y su trabajo; es una retórica que desprestigia a las instituciones y desconoce el papel del conocimiento científico en la vida social.

Comparto plenamente con Sylvie Didou que “ejercer el pensamiento crítico hacia el entorno, el conocimiento disciplinario acumulado y las prácticas sociopolíticas es parte del oficio científico. Como comunidad intelectual, no debemos trocar un principio de discernimiento sistematizado por uno de adhesión partidista a toda prueba, ni renunciar a ejercer el primero en tanto valor constitutivo de nuestro ethos profesional. Es un componente central de nuestra responsabilidad profesional y moral cuya defensa y preservación son ineludibles”, Educación Futura, 12 de octubre 2021. http://www.educacionfutura.org/perdida-de-confianza-argumento-o-fake-justificacion/

La confrontación del presidente con los universitarios es un error histórico, que se asemeja al clima de descalificaciones de la época de Calles, que llevó a la conquista de la autonomía; como entonces, la retórica basada en el sentido común y el prejuicio contra el saber está abriendo el paso a manifestaciones de lo más atrasado contra la cultura y el conocimiento. Es un error histórico confrontarse con los universitarios pues en las universidades se han desarrollado históricas luchas y contribuciones muy significativas en favor de la democracia, las libertades, la justicia y la igualdad. Es un error estratégico, que desconoce la crítica que desde las universidades se ha formulado contra el capitalismo neoliberal, demostrando las inequidades e injusticias que tienen como efecto sus políticas.

Es cierto que en las universidades y otras instituciones de educación superior hay muchos problemas e insuficiencias, pero no es desde el campo político como se van a resolver. Sólo la participación activa de los universitarios podrá determinar la reforma de la universidad.

Hoy como ayer, los universitarios son la reserva moral contra el autoritarismo, contra la ignorancia y el oscurantismo. De nuevo, como siempre, los universitarios habrán de defender la libertad de cátedra y de examen, la autonomía del conocimiento y la libertad para pensar críticamente, frente al poder y el prejuicio.

Fuente de la información: http://www.educacionfutura.org

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El origen de la cultura

Por: Carolina Vásquez Araya

 

En el inicio de las comunidades humanas prevaleció una visión de futuro.

En nuestra estrecha perspectiva de las cosas, al hablar de cultura tendemos a enmarcarla en objetos y manifestaciones específicas, la mayoría de ellas ligadas al arte y a sus derivados. Desde la imposición de un marco de valores cuya principal característica es la importancia de lo material por sobre lo social y humano -el capitalismo a la cabeza- hemos perdido la noción de la riqueza implícita en el tejido social, independientemente de su nivel económico o su posición en la pirámide, especialmente en lo referente a su relación con el entorno.

Las sucesivas crisis en donde se han sepultado las esperanzas de progreso de millones de seres humanos alrededor del planeta, han hecho brotar una especie de renacer de las culturas originarias, las cuales básicamente consistían en alimentar, proteger, resguardar y enriquecer a los pequeños núcleos de habitantes en territorios salvajes y de difícil control. De ahí el surgimiento de iniciativas -muy especialmente en grupos de escasos recursos- para volver los ojos a la tierra. En estos días de lecturas variadas, me han llamado la atención aquellas enfocadas sobre esta variante fundamental de nuestras culturas, caracterizadas por su relación con la madre tierra y, como parangón, con la madre humana.

La mujer es fuente de vida. Esta afirmación resulta redundante frente a las evidencias de su papel como protagonista del fenómeno de la reproducción humana, su cuidado y su educación. Pero además, su naturaleza la convierte en un factor fundamental en la protección de su entorno y la continuidad de distintas manifestaciones de su cultura, de su comunidad y, como corolario de esa actuación primigenia, de su capacidad de regresar a la tierra y convertir la azada en su pincel para crear un vergel en un campo yerto. Eso, para mí, es cultura.

En Perú, un grupo de mujeres, la mayoría de ellas en edad de retiro, decidieron cultivar el desierto. En el parque abandonado de uno de esos conglomerados habitacionales en donde el factor común es una pobreza alucinante, han creado un enorme huerto comunitario. Un esfuerzo gigantesco que ha provisto de recursos y alimentos a una comunidad que no los tenía. Un esfuerzo de mujeres capaces de romper la inercia de la costumbre de no tener, para establecer un antes y un ahora distinto y cargado de esperanza.

La mujer -como una característica propia de su condición- también es la guardiana de la naturaleza: de los bosques, de los ríos, de la integridad del territorio; y, por esa elevada misión, ha sido perseguida y eliminada, como si salvaguardar las fuentes de vida fuera un acto de terrorismo. Innumerables vidas de mujeres lideresas han sido segadas en nuestro continente y alrededor del mundo por quienes intentan detener su lucha y evadir a la justicia. Estos actos de extrema crueldad demuestran hasta qué punto la voluntad de esas mujeres puede cambiar la ruta del despojo y hacer prevalecer el derecho del ser humano sobre su ambiente.

La reciente iniciativa de las máximas responsables de los temas de ambiente y derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas -Inger Andersen y Michelle Bachelet- cuyo esfuerzo ha resultado en la declaración oficial de la ONU de que tener un ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano, pone en evidencia una vez más el compromiso y la responsabilidad de las mujeres en su lucha por la supervivencia de nuestra y de todas las especies que nos acompañan en la ruta.

Si la cultura es el conjunto de saberes acumulados por la Humanidad en su camino, entonces la protección de la vida en todas sus manifestaciones es un acto reivindicatorio ante los intentos del sistema económico de destruir lo poco que queda de las riquezas naturales del planeta; este afán del capitalismo salvaje tiene un solo propósito: acumular una riqueza que, ante el dantesco escenario de la destrucción de nuestro entorno, no servirá de nada. Los esfuerzos de las comunidades de mujeres, entonces, conjugan en sí mismos los valores de la vida y la cultura. Nuestra obligación es apoyarlas y protegerlas.

La mujer en un factor fundamental en la protección de su entorno.

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

 

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Libro (PDF): Nuevos acercamientos a los estudios latinoamericanos. Cultura y poder

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Este volumen realiza una cartografía de los últimos veinticinco años del campo de los estudios latinoamericanos organizada por giros. Sus dieciséis capítulos, que recorren desde el giro de la memoria, el decolonial, el transatlántico, hasta el afectivo, incluyen tanto una revisión de la bibliografía clave para entender el cambio paradigmático respectivo y sus efectos en el campo más amplio de los estudios latinoamericanos, así como una evaluación sobre los logros, posibilidades y limitaciones de la mutación estudiada. A través de un panorama amplio, aunque no exento de controversias ni polémicas, de la radical transformación de los temas, problemas, alcances y presupuestos epistemológicos y metodológicos del campo en ese periodo, sugiere algunos caminos para el futuro inmediato.

Autoras(es): Juan Poblete. [Editor]

Juan Poblete. Michael J. Lazzara. Abraham Acosta. Pablo Alabarces. Sonia E. Álvarez. Claudia de Lima Costa. Nicole Fabricant. Erin Graff Zivin. Robert McKee Irwin. Nelson Maldonado-Torres. Angela Marino. Mabel Moraña. Alberto Moreiras. Berenice Ortega Bayona. Laura Podalsky. Nancy Postero. Bécquer Seguín. Mónica Szurmuk. Ana Wortman. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. UNAM.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina. México

ISBN: 978-987-813-008-8

Idioma: Español

Descarga: Nuevos acercamientos a los estudios latinoamericanos. Cultura y poder

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=2393&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1567

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Leer el mundo (o de cómo la lectura debe ser un ejercicio de emancipación y empoderamiento)

Este artículo procede, con recortes y adiciones realizados para su publicación en El diario de la educación, del libro La furia de la lectura. Por qué seguir leyendo en el siglo XXI, publicado en Tusquets en 2021

En el año 1975 los países que constituían las colonias portuguesas africanas obtuvieron su independencia. Guinea-Bissau, Cabo Verde, Sâo Tomé y Príncipe, Angola y Mozambique se aprestaron a autogestionar el difícil camino de su propio rumbo después de siglos de dependencia y explotación colonial. Paulo Freire, el pedagogo crítico que había puesto en evidencia la manera en que los sistemas escolares segregaban a los más oprimidos y desheredados condenándoles a la insignificancia y el oprobio, fue invitado al nuevo Estado de São Tomé y Príncipe a desarrollar un proyecto de alfabetización masiva de una población mayoritariamente campesina y analfabeta [1]. La cuestión no era tanto la de enseñar a descifrar a los santotomenses los rudimentos del alfabeto, a balbucear vocales y consonantes (bi-bo-bu, la-le-li-lo-lu, como caricaturizaba el propio Paulo Freire), para que fueran más o menos capaces de aspirar a un puesto en la maquinaria burocrática del nuevo Estado o para que pudieran mejorar de alguna manera su cualificación profesional a fin de reinsertarles en la economía mundializada. El asunto era, por el contrario, cómo la enseñanza de la lectura debía convertirse en una herramienta para cambiar su propio mundo, para convertirse en protagonistas y actores de su propia realidad, para escribir su propio relato comprendiendo cuál había sido su historia previa y cuál querrían que fuera su futuro. En palabras del propio Freire, «el acto de aprender a leer y escribir debe partir de una comprensión muy amplia del acto de leer el mundo, algo que los seres humanos hacen antes de leer las palabras. Históricamente, incluso, los seres humanos cambiaron primero el mundo, proclamaron el mundo en segundo lugar y luego escribieron las palabras. Estos son momentos de la historia. Los seres humanos no empezaron a nombrar A! F! N! Empezaron por liberar la mano, comprendiendo el mundo» [2]. El juego de palabras al que hacía alusión Freire, reading the word & the world, difícilmente traducible al castellano, ponía en evidencia el carácter inseparable de la dimensión mecánica del aprendizaje de la lectura de la comprensión y transformación de la realidad del mundo en el que los aprendices vivían. Si de algo debía servir la alfabetización no podía ser tanto para reinsertar a los campesinos en la misma lógica de la reproducción social de la que provenían sino, sobre todo, para convertirles en protagonistas de su propio acontecer histórico comprendiendo en profundidad lo que les había ocurrido y deliberando colaborativamente sobre lo que debía sucederles. Empoderar, en fin, a los aprendices para que pudieran convertirse en protagonistas reales de su futuro. Alfabetización como emancipación, más como escritura que como mera lectura, como ejercicio colectivo de reapropiación de la memoria, como afloramiento del conocimiento tácito, como reflexión compartida sobre el significado de lo sucedido, como prospección colectiva de lo que el futuro debería llegar a ser y, en fin, como dignificación de la memoria, la lengua y la cultura propias. Si de algo debía servir la alfabetización era para transformar, para escribir un nuevo e inesperado capítulo de la historia de unos pueblos condenados tradicionalmente al silencio y la inexistencia.

Con este fin Freire trazó un plan que contenía varios elementos destinados al mismo fin. Lo explicaba en el año 1981 en la Harvard Educational Review [3]: elevar el aprendizaje y la obligación del estudio a una responsabilidad personal y a una fuerza de transformación revolucionaria; configurar círculos culturales, a la manera de espacios de trabajo colaborativo intermediados por un facilitador, en los que rememorar, reflexionar y discernir; establecer bibliotecas populares no como mero almacén de referencias literarias canónicas sino como construcción y salvaguarda del archivo de la memoria popular; editar y distribuir los Cuadernos de cultura popular [4], suerte de manuales de aprendizaje de la lectura que tenían mucho de herramienta de análisis histórico de la realidad padecida, de crítica política de las relaciones sociales de producción que habían constituido el entramado de la explotación colonial y de exploración colaborativa del futuro al que querrían asemejarse; promover el uso de las lenguas autóctonas y criollas en este ejercicio masivo de alfabetización, evitando el uso del portugués como lengua de enseñanza, porque la lengua es el principal instrumento de construcción de un imaginario y volver a hacerlo en la lengua de los ocupantes hubiera significado tanto como volver a reproducir las relaciones de dependencia y subordinación.

Portada del Primeiro Caderno de Cultura Popular Fuente: http://acervo.paulofreire.org:8080/xmlui/handle/7891/1164
Página 3 del Caderno de Cultura Popular
Fuente: http://acervo.paulofreire.org:8080/xmlui/handle/7891/1164

 

Las primeras palabras que se enseñaban en el Primer Caderno de Cultura Popular eran “pueblo”, porque se aludía a la colectividad y resultaba necesario generar el sentimiento de pertenencia; “bonito”, la segunda, porque se quería recuperar la belleza y la dignidad que habían sentido menospreciadas; “salud”, porque resultaba necesario preservar la fortaleza y la resistencia de todos; “unidad”, porque el destino habría de ser compartido, fruto del debate y la discusión; “disciplina”, porque no cabía augurar un futuro halagüeño sin el esfuerzo ordenado de todos; y “trabajo”, porque era necesario devolverle la dignidad de la que carecía. La primera frase que un alumno podía conformar tras aprender las primeras palabras y letras era:

O Povo é bonito na Luta.
Com unidade, disciplina e trabalho
O Povo luta e vence.
Viva o Povo [5].

Y la segunda frase completa con sentido pleno, tras aprender otras tantas sílabas y palabras, era:

Nâo conquistamos a independência de Sâo Tomé e Príncipe para cada um fazer o que quer. Nao acabamos com o colonialismo na nossa terra para cruzar os braços. Unidos e organizados devemos fazer o melhor para todo o povo. A luta continua. A vitória é nossa [6].

Aprender a leer resultaba indisociable de la toma de conciencia política, del análisis de la historia reciente y de sus sumisiones y dependencias, de la construcción de una narración de futuro compartida sustentada por la voluntad de escribir un texto común.

Es cierto que leídos con el filtro que proporcionan los años aquellos Cuadernos de cultura popular tienen mucho de breviario de adoctrinamiento, porque hay que entenderlos en la lógica de las luchas de liberación colonial de los años 60 y 70 del siglo XX y de la pugna ideológica de los partidos de los trabajadores o partidos comunistas en buena parte de la geografía iberoamericana y europea. Aprender a leer y a escribir era, simultáneamente, aprender a leer la realidad, aprender a rescribirla con la conciencia de que se tenía la responsabilidad y la capacidad de hacerlo. Las imágenes que complementaban a los textos tampoco eran gratuitas, porque reproducían escenas de trabajo en el campo, en la fábrica, en la escuela, o retrataban a las fuerzas armadas como el brazo ejecutor del pueblo o mostraban a grupos de hombres y mujeres desfilando ordenadamente en formación, disciplinados. Nada podía quedar al azahar de una mera enseñanza funcional porque la educación siempre es política y trata, en realidad, del empoderamiento o desenpoderamiento de sus alumnos.

Los capítulos que conformaban el segundo de los Cadernos no dejaban lugar a dudas sobre la indisociabilidad entre temas políticos, análisis histórico, gramática, instrumentos de intervención y comunicación y ejercicios de repetición: “El acto de estudiar”, como el de un derecho y una obligación adquiridos; “La reconstrucción nacional”, como el principal de los objetivos compartidos; “Trabajo y transformación del mundo”, o de cómo a partir del esfuerzo colectivo construir una nueva realidad; “La lucha de la liberación nacional”, como la tarea inacabable que debían acometer juntos; “Gramática: verbos”, porque la realidad no podía construirse sin su representación; “Ninguno ignora todo. Ninguno sabe todo”, porque resultaba necesario dignificar el conocimiento popular durante tanto tiempo despreciado; “Trabajo manual, trabajo intelectual”, porque convenía dejar claro que la mayoría de las diferencias entre uno y otro habían sido arbitrarias, fruto de la voluntad de poder de una clase culturalmente acomodada; “Pueblo y cultura”, porque la cultura no era patrimonio de las clases altas de la administración portuguesa sino raíz y recurso compartido por todos; “Gramática: pronombres”, porque sin ellos no cabría designar la realidad ni a sus protagonistas; “Ejercicios”, porque había que tomarse en serio la repetición y el estudio.

Índice del segundo número de Caderno de cultura popular

Algunos de los capítulos, como el de la «Lucha por la liberación nacional I», resultaban abiertamente panfletarios, partidistas, encauzadores de la voluntad, derivaciones de un marxismo básico que resaltaba el papel director de los partidos en la ruta hacia la construcción de una nueva nación:

O.M.L.S.T.P. guía la lucha de la liberación de nuestro pueblo.
O.P.A.I.G.C. guía la lucha de liberación del Pueblo de Guinea y Cabo Verde.
O.M.P.L.A. Partido del trabajo, guía la lucha de liberación del pueblo de Angola.
A.F.R.E.L.I.M.O. guía la lucha de liberación del pueblo de Mozambique.

La independencia de todos nosotros, pueblo de Santo Tomé y Príncipe [7], guineanos, caboverdianos, angolanos, mozambiqueños no fue un regalo de los colonialistas. Nuestra independencia resultó de una lucha dura y difícil. Lucha de la que casi todos participamos, como pueblos oprimidos, buscando la liberación. Cada uno de sus pueblos ha peleado la lucha que puede pelear y la suma de esas luchas derrotó a los colonialistas.

Como bien precisaba Martin Puchner al hablar de las literaturas postcoloniales en The written world, «las nuevas naciones necesitan historias que les cuenten quiénes son y nunca resultó esto tan evidente como durante la mitad del siglo XX, cuando las naciones europeas perdieron el control sobre sus colonias y docenas de nuevas naciones nacieron virtualmente de la noche a la mañana» [8].

El devenir reciente de la historia del país en el que trató de intervenir Paulo Freire parece revelarnos que su plan no obtuvo un gran éxito: la lengua vehicular sigue siendo el portugués, predominante sobre el forro o cualquier otra derivación criolla; y la economía sigue basándose de manera preponderante, si no exclusiva, en el comercio internacional del cacao y el café, primero nacionalizado en los años 70 y 80, como reflejo de todo buen plan marxista que pretendiera centralizar la gestión económica y redistribuir la riqueza, y después en los años 80 plegado a los dictados y ajustes del Fondo Monetario Internacional para adecuar su renqueante economía a las exigencias del comercio internacional. Mientras tanto, las tasas de alfabetización básica de la población, si hemos de hacer caso las últimas cifras disponibles, hablan de un 75% del total, de los cuales el 62% son mujeres y el 75% son hombres.

Es posible que el plan de acción concreto concebido por Freire para una población que no debió superar en su momento los 190.000 habitantes apenas alcanzara un lustro de vida, que algunos de sus planteamientos se tendrían hoy por dirigistas y políticamente manipuladores, pero la vigencia de su pedagogía y su plan de alfabetización críticos sigue intacta: ¿para qué leemos? ¿para qué aprendemos a leer y a escribir? ¿para adquirir ciertos automatismos funcionales que nos permitan descifrar textos que nos capaciten para aprender una profesión? ¿para reconocer en toda su magnitud y esplendor el canon literario que cada cultura haya establecido como inamovible, canon excluyente que rechaza incluir en sus jerarquías manifestaciones populares? ¿aprendemos a leer para disponer de las competencias operacionales necesarias para procurarnos una formación que nos haga útiles a la sociedad, para perpetuar un orden económico y social determinado? ¿para restringir o paralizar cualquier aspiración creativa que pudiera surgir del anhelo creador de cada cual al constreñir todo aprendizaje a mera admiración y repetición del canon? ¿leer es solamente, por mucho que sea inicialmente necesario, la simple identificación y conexión entre sonidos y grafías? ¿escribir es solamente el inacabable comentario a pie de texto de una obra histórica magnífica? ¿leer es, como se escucha habitualmente, respetar fielmente la integridad y propósito de la obra original, fuera ese cual fuere? ¿qué es la autoría sino un cruce de caminos de innumerables influencias que se concretan en un objeto específico? ¿podemos hablar siquiera de autores cuando hablamos de cultura popular? ¿quién se atreve a establecer de manera indisputable cuál podría ser el propósito único de una obra cualquiera? ¿no nos ha enseñando ya la historia sobradamente que la destilación del significado de una obra depende de los múltiples puntos de vista desde los que se la lee? «Leer es reescribir y no memorizar contenidos de la lectura», aseguraba Freire. «Debemos superar la comprensión ingenua del acto de leer y estudiar como un acto de “comer”. Desde el punto de vista de esta falsa concepción que podríamos llamar, con Sartre, “concepción nutricionista del conocimiento”, quienes leen y estudian deben hacerlo para llegar a ser “intelectualmente gordos”. De ahí el uso de expresiones como “hambre de conocimiento”, “sed de saber”, tener o no “apetito de saber”» [9].

Nuestra educación ha procuradoconvertir el aprendizaje de la lectura y la práctica de la escritura en un ejercicio de mero desciframiento y memorización, en la repetición desganada de listas de obras y autores, en la lectura descontextualizada de textos que forman parte de un canon teórico ajeno por completo a los intereses y motivaciones de sus sufridos y obligados lectores. Tras años de perseverante ejercicio de asociación entre grafos y fonemas, de adquisición de los automatismos necesarios para identificar de manera inequívoca signos y sonidos, viene el calvario de las lecturas canónicas, de los inacabables listados de textos a los que solamente cabe rendir reverencia, intentando escudriñar significados arcanos que solamente poseen los profesores y el sanedrín de los depositarios de los sentidos verdaderos. Y todo ello sucede de manera descontextualizada, como si cupiera desvincular las letras y los textos del mundo que deberían ayudar a percibir, conocer e interpretar. Nunca se menciona siquiera la posibilidad de que, para que un texto sea entendido y apreciado, es necesario que quienes los frecuenten se apropien de ellos, los recreen, los adapten, los hagan suyos, porque el aprendizaje de la lectura no es un proceso de recepción pasivo sino un procedimiento indisociable del despliegue de la creatividad. «El dominio de la lectura y la escritura», advertía Paulo Freire, «se logra a partir de palabras y temas significativos para la experiencia común de quienes se alfabetizan, y no de palabras y temas vinculados únicamente a la experiencia del educador. Sobre todo, su lectura de lo real no puede ser la repetición memorizada mecánicamente de nuestra manera de leer lo real» [10]. Quien aprende a leer, sea chico o adulto, sea joven o viejo, no se limita a practicar un ejercicio de repetición e identificación de letras y signos, de sílabas que dan lugar a palabras y frases. No quiero que se me entienda mal: el reconocimiento visual y la asociación sonara son el cimiento sobre el que se construye la capacidad lectora, pero la enseñanza y el aprendizaje de la lectura no se puede ni se debe limitar al del ejercicio de adquisición. Es justamente el planteamiento transformador de Freire, que vinculaba el aprendizaje de la lectura a la posibilidad de transformación de la realidad, el que demandaba y requería de una aproximación pedagógica nueva, de la ruptura de la concepción del aprendizaje como un proceso de mera transmisión o traspaso de conocimientos de una fuente fiable y contrastada a un organismo pasivo receptor, a un habitáculo vacío. «Es la misma falsa concepción que se encuentra iluminando la práctica de la educación como un acto de transferencia de conocimiento. En esa práctica, es como si los educadores fuesen los poseedores del cocimiento, mientras que los educandos serían “vasijas vacías” que deben llenarse con los depósitos de los educadores. De esta manera, los educandos no tienen por qué preguntar ni cuestionar, puesto que su actitud no puede ser otra que la de recibir pasivamente el conocimiento que los educadores depositan en ellos» [11].

Es justamente contra esa práctica pedagógica autocrática y de élite tan reconocible, sobre la que se sustenta también el aprendizaje tradicional de la lectura, contra la que se revela Freire. La posibilidad misma de ser racional y el principio de toda liberación se sustenta sobre la reflexión y el análisis de lo que somos, de las condiciones y razones que nos han llevado a ser lo que somos. Y la lectura es el principio de esa antropología reflexiva: «cuanto más capaces seamos de descubrir la razón de ser de por qué somos como estamos siendo, tanto más nos será posible alcanzar también la razón de ser de la realidad en que estamos, superando así la comprensión ingenua que podamos tener de ella» [12]. Por eso, aprender a leer es indisociable de aprender a leer el mundo que nos rodea, los procesos históricos que nos han conducido a la situación en la que estemos, y la consideración reflexiva sobre el que deba ser nuestro destino compartido.

Leer y escribir es, desde este punto de vista, un acto etimológicamente político, un acto creativo, un acto de desvelamiento, un acto de generación compartida del conocimiento. El profesor, siendo necesario, es un guía o un orientador que fomenta la apropiación individual y colectiva del texto y la memoria, el que promueve la implicación e impulsa la recreación. «Lo que es importante reconocer aquí es que una teoría radical de la alfabetización debe construirse en torno a una teoría dialéctica de la voz y el empoderamiento. En el sentido más general, esto significa conectar las teorías de la enseñanza y el aprendizaje con teorías más amplias de la ideología y la subjetividad. La manera en que los docentes y los estudiantes leen el mundo, en este caso, está inextricablemente ligada a formas de pedagogía que pueden funcionar ya sea para silenciar y marginar a los estudiantes o para legitimar sus voces en un esfuerzo por empoderarlos como ciudadanos críticos y activos» [13]..

Empoderar es dar alguien la autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo y, en este caso, es darles la oportunidad de dejar de acatar pasivamente el orden dado de las cosas, de implicarse activamente en su reinterpretación, de abrirles un horizonte de posibilidades interpretativas vedado a quien meramente se aviene a lo que hay, de reconocer la pluralidad de las voces que siempre se enfrentan por el establecimiento de la interpretación legítima de la realidad.

Este es sin duda uno de los corolarios decisivos de la teoría de la alfabetización radical: contribuir a construir el espacio de los puntos de vista desde los que se generan las diversas interpretaciones de un texto; intentar entender las condiciones que contribuyen a la concepción de distintas exégesis; entender la competencia que se establece entre ellas; ponerse, en definitiva, en el lugar del otro, en un ejercicio de empatía que busca comprender el fundamento y la razón de una determinada representación; entender que el arte de leer es un juego democrático porque no existe un solo punto de vista desde el que quepa establecer el significado unívoco de un texto; sospechar, en contrapartida, de todo acto de fuerza o imposición que pretenda imponer una interpretación incontrovertible de un texto; compartir con los demás esta certeza: que la lectura debe ser siempre grupal y colaborativa, polifónica, y que toda posible verdad, por muy precaria que sea, es fruto del consenso alcanzado en la discusión sobre el sentido del texto.

Cada texto es un espacio multívoco y el papel del orientador o el mediador es ayudar a los que aprenden a cobrar conciencia no solamente de la literalidad del texto sino, al contrario, de sus múltiples y posibles invocaciones. Es ahí donde la lectura se convierte en principio fundamental de la razón democrática siempre que se practique con el distanciamiento necesario para admitir que debemos esperar otras interpretaciones, otras traducciones, y que la confrontación y cotejo de los puntos de vista forma parte de la naturaleza reconstructiva de la lectura. La lectura puede ser, como ya sabemos, todo lo contrario: un callejón sin salida en el que quien puede y está capacitado para hacerlo impone una interpretación monolítica sobre el sentido del texto. Las dictaduras de cualquier signo, lo sabemos, practican de muchas maneras, con asiduidad, ese ejercicio de privación de la capacidad de interpretación. Un solo sentido compartido e incuestionado es el sueño de cualquier opresor. La lectura, ahí, sirve para lo contrario, para ratificar las razones únicas.

Si convenimos, no obstante, que en la lectura hay un principio esencial de convivencia democrática, de aceptación de la legitimidad de las diferentes lecturas de un mismo texto, de la necesidad de confrontarlas y compararlas para alcanzar alguna interpretación consensuada, entonces tiene que haber algo de principio ético y moral en la lectura. «La complejidad del acto de escuchar», afirma Marcia Tiburi, «radica en que, a través de la escucha, entro en otros procesos de conocimiento. Me torno otra persona» [14]. Si nos tomamos en serio que aprender a leer no es un mero procedimiento de distinción y asociación de fonemas y grafemas sino un ejercicio de prospección y reconocimiento del mundo, de comprensión de la disparidad de los puntos de vista que constituyen el significado de un texto, de oportunidad de diálogo con la alteridad, de curiosidad por las determinaciones y razones de los demás, tendremos que admitir que hay un principio ético radical en su práctica que no deberíamos desaprovechar: el de la disponibilidad ética que está dispuesta a dialogar con las razones del otro, el de la apertura ética que está dispuesta a entender al otro. «Aquel que no reconoce la alteridad está muerto. Está políticamente muerto. No obstante, quien está políticamente muerto, está muerto» [15], afirma con contundencia Marcia Tiburi, y tiene razón.

Enseñar a leer es, como hubiera reconocido Paulo Freire, tantos años después, devolver a las personas la capacidad de dialogar hasta encontrar el sentido polisémico de un texto, entender críticamente las razones de esos distintos puntos de vista, apropiarse del texto original acercándolo a la realidad del lector y empoderarle para que pueda reescribirlo o reinterpretarlo, haciéndolo suyo.
¿Es factible o recomendable trasladar esta pedagógica crítica a la enseñanza de la lectura en nuestra era digital? ¿Cabe pensar que nuestros nativos digitales puedan interesarse por la lectura mediante el uso de las herramientas y dispositivos que manejan habitualmente? ¿Sería descabellado creer que, hoy más que nunca, la alfabetización crítica en los medios digitales es la única manera plausible de enseñar a leer? ¿Cómo hacerlo, qué medios utilizar, de qué manera movilizar a esos lectores jóvenes y reticentes que no parecen simpatizar con la lectura? ¿Qué hay de las enseñanzas de Santo Tomé y Príncipe que pueda valernos en la actualidad?

[1] Freire, P. y Macedo, R. 1987. Literacy. Reading the word & the world. Londres, Routledge, 220 p.

[2] Freire, P. y Macedo, R. 1987. Op.cit. p. xiii

[3] Freire, P. 1981. “The people speak their word. Learning to read and write in Sao Tome and Principe”, Harvard Educational Review, vol. 51, nº 1, pp. 27-30.

[4] El ejemplar original del primero de los Caderno de Cultura Popular puede encontrarse en http://acervo.paulofreire.org:8080/xmlui/handle/7891/1164. La relación completa de Cadernos puede encontrarse en http://www.acervo.paulofreire.org:8080/jspui/simple-search?query=caderno+de+Cultura+Popular&submit=Buscar

[5] Pimer Caderno de Cultura Popular, op. Cit. p. 23. La gente es hermosa en la lucha.
Con unidad, disciplina y trabajo. La gente lucha y gana. ¡Viva la gente!

[6] Pimer Caderno de Cultura Popular, op. Cit. p. 42. No hemos obtenido la independencia de Santo Tomé y Príncipe para hacer lo que quieran. No hemos acabado con el colonialismo en nuestra tierra para cruzarnos de brazos. Unidos y organizados debemos hacer lo mejor para todas las personas. La lucha continua. La victoria es nuestra.

[7] Cinco años después se repite en Nicaragua la experiencia de Santo Tomé y Príncipe y otras excolonias portugueses. En julio de 1979 los sandinistas vencen en la guerra a la dictadura de Somoza apoyada por los Estados Unidos y pocos meses más tarde lanzan una Cruzada de Alfabetización para erradicar en la medida de lo posible el analfabetismo que asola al 51% de población. La campaña estará basada en los mismos fundamentos de la pedagogía popular​ ​de Paulo Freire pero con ciertas novedades enriquecedoras. Se involucra a toda la sociedad en la tarea, llevando a la práctica la teoría de que el aprendizaje es un camino de ida y vuelta. En los meses que van de julio de 1979 a marzo de 1980 se ponen a disposición del Ministerio de Educación todos los recursos materiales del Estado y, lo más importante, todos los recursos humanos del país. Con una juventud motivada por la euforia de la victoria se forman cientos de profesores, desde los universitarios a los maestros de primaria y, éstos a su vez, forman a millares de estudiantes desde la secundaria. ​ En total, participaron casi 100.000 estudiantes, maestros, trabajadores de la salud, asesores pedagógicos, conductores, oficinistas, amas de casa y un puñado de internacionalistas. Ellos enseñaron a leer y escribir a casi medio millón de nicaragüenses, reduciendo la tasa de analfabetismo desde un 50% a poco menos de un 13%.​ ​La Campaña de Alfabetización en español terminó oficialmente el 23 de Agosto de 1980 y, el 30 de septiembre comenzó la alfabetización en inglés, miskito y sumo, con el objetivo de alfabetizar a los «nicas» de la costa atlántica. Se van a distribuir por todo el territorio, durante cinco meses, chicos y chicas mayoritariamente urbanos por los rincones más recónditos del país, donde convivirán con la población local organizándola en pequeños grupos de alfabetización. Tenían que vencer las reticencias de padres y madres, los miedos a que sus hijos se enfrentaran a una vida difícil en condiciones de pobreza y de inseguridad inimaginables con edades que empezaban en los 13 años. La batalla se gana en el primer escalón del aprendizaje. Aún no han empezado “las clases” y sus futuros coordinadores —así se denominaba a los maestros populares— ya se habían bregado en talleres y asambleas con padres y madres, impartiendo nociones de salud, de seguridad y de cultura general sin limitarse a trasmitir conocimientos ajenos a la comunidad. Les hablan de lo que ellos conocen y se realiza un verdadero intercambio entre unos y otros que acabará resultando tremendamente enriquecedor para ambas partes. El país había cambiado radicalmente.

[8] Puchner, M. 2017. The written world. The power of stories to shape people, history and civilization, Random House, 448 p. La cita corresponde a la página 306. Existe versión española: Puchner, M. 2019. El poder de las historias: o cómo han cautivado al ser humano, de la Ilíada a Harry Potter. Editorial Crítica, 416 p.

[9] Freire, P. 2004. La importancia de leer y el proceso de liberación. Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 180 p. La cita corresponde a la pp. 67-68

[10] Freire, P. y Macedo, D. 1987. Literacy: reading the word & the world, Routledge & Kegan Paul, 220 p. La cita corresponde a la p. 28

[11] Freire, P. 2004. Op.cit. p. 68.

[12] Freire, P. 2004. Op.cit. p. 69.

[13] Freire, P. y Macedo, R. 1987. Op.cit. p. 27

[14] Tiburi, M. 2018. ¿Cómo conversar con un fascista? Reflexiones sobre el autoritarismo de la vida cotidiana, Madrid, Akal, 176 p. La cita corresponde a la p. 47.

[15] Tiburi, M. 2018. Op.cit. p. 86

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