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Libro: La movilización social. Experiencias de participación territorial

La movilización social
Experiencias de participación territorial

Cesar Leal Soto. Pablo Canelo Bridshaw. [Compiladores]

Miguel Lawner Steiman. Felip Gascón i Martín. Patricia Muñoz Salazar. Tania de Armas Pedraza. Suana Medeiros Silva. Claudio Utiratan Gonçalves. Boris González López. Pablo Saravia Ramos. Tomás Koch Ewerts. Pablo Canelo Bridshaw. Gustavo De la Barra Riquelme. Claudia Aranda Andrades. Katherine Fernández Olivares. Birgit Hoinle. [Autores de Capítulo]

Secretaría Ejecutiva. Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-956-7074-17-4
ICAL. CLACSO.
Santiago de Chile.
Diciembre de 2016

Resulta más difícil manipular procesos de planificación y del uso del suelo si existe una participación ciudadana sólida, sea a nivel de la planificación territorial o hasta de un voto democrático directo decidiendo sobre un cierto proyecto. Sin embargo, la participación ciudadana constituye un reto importante en una sociedad. Esta tiene que debatir a profundidad para determinar sus reglas y limitaciones. Es una larga marcha hasta que lleguemos a sistemas realizables y equilibrados de planificación participativa. La presente obra nos puede servir como orientación en este importante camino.

del Prólogo de Rainer Rothfuss

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1217&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1157
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Embajador UNESCO: Batalla 19 de Marzo es reflejo de valentía del pueblo dominicano

UNESCO/21 de marzo de 2017/Fuente: CDN

Este acontecimiento histórico es muestra de la osadía indestructible de nuestros héroes dominicanos”

Al conmemorarse hoy el 173 Aniversario de la Batalla del 19 de Marzo, el delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), José Antonio Rodríguez, dijo aquí que esta fecha refleja la valentía y gallardía que reafirmó la libertad e independencia del pueblo dominicano.

El representante diplomático sostuvo que “este acontecimiento histórico es muestra de la osadía indestructible de nuestros héroes dominicanos”.

Agregó que “no importa en qué parte del globo nos encontremos, nuestro sello de identidad debe revestir los principios de democracia, libertad y soberanía que nos dejaron nuestros héroes patriotas”.

Rodríguez abogó para que “esta eterna deuda de gratitud que tenemos los dominicanos con nuestros próceres sea saldada al emular su ejemplo de lucha, quienes nos demostraron la capacidad de nuestro país de regir sus propios senderos de libertad y soberanía al frente de cualquier potencia extranjera”.

En ese sentido, añadió que “esta fecha siempre reflejará el triunfo de un grupo de hombres cuyo espíritu democrático debe prevalecer en las presentes y futuras generaciones, pues, en sus manos descansa el futuro de nuestra patria próspera, solidaria y de paz”.

Fuente de la Noticia:

http://cdn.com.do/2017/03/19/embajador-unesco-batalla-19-de-marzo-es-reflejo-de-valentia-del-pueblo-dominican0

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Entrevista: En la lucha de los docentes se juega la posibilidad de ponerle un freno a la agenda neoliberal

Entrevista con Claudio Katz

Por: Mario Hernández

M.H.: Una serie de hechos se han producido en esta semana que pasó, el fallo judicial contra la personería jurídica de los metrodelegados, la  orden judicial para el desalojo del Bauen y paralelamente vivimos grandes jornadas de movilización como la docente del lunes pasado, al día siguiente la marcha de la CGT y el 8M, la marcha por el Día de la mujer trabajadora. ¿Qué reflexión te merecen estos hechos?

C.K.: Estamos viviendo un momento clave, marzo comenzó con manifestaciones realmente monumentales, inesperadas por su magnitud. La marcha docente desbordó todo lo imaginado, las expectativas de los organizadores y ni hablar el acto de la CGT sobre el cual todavía siguen los cálculos sobre el número de concurrentes y una marcha multitudinaria como fue la de las mujeres, ya en ese cuadro ni se comenta por el número de personas que está en la calle en Argentina en este momento.
Me parece que esto es el principio, sabemos que esta semana ya se viene una marcha muy importante de los movimientos sociales y tenemos la conmemoración del 24 de marzo y probablemente haya otra movilización de la CGT.
Estamos en un momento de gran convulsión y yo creo que por lejos el conflicto clave es el docente, es el que determina la balanza, el que define la correlación de fuerzas, por eso el gobierno está tan lanzado con provocaciones que fueron calculadas de forma premeditada, por eso alargaron cualquier negociación hasta una semana antes de empezar las clases y desconocieron la paritaria nacional, sepultando lo obtenido después de dos décadas de marchas federales y carpas blancas.
Yo creo que el gobierno sabe que doblegar a los docentes es el golpe contra todos los estatales, es siempre la paritaria clave, pero esta vez están buscando un golpe del tipo de Reagan contra los controladores aéreos, el de Thatcher contra los mineros, quizás el de Menem contra ferroviarios, un golpe brutal del neoliberalismo para doblegar a todos los trabajadores y por eso estas cosas insólitas de convocar voluntarios rompehuelgas de los servicios de inteligencia, algo que pondría en peligro a los chicos en las escuelas. Esta vez sí es tomar a los alumnos de rehenes.
Estamos en medio del conflicto, mañana se reinician los paros, creo que hasta ahora hay una resistencia muy fuerte de los docentes, ninguna de las campañas mediáticas del gobierno han logrado torcer la fuerte unidad que existe en el movimiento docente pero las campañas van a seguir, esta idea de que hay que seguir la lucha con los chicos adentro, con los docentes dando clase, que es una demagogia que se suele hacer para que se bajen los brazos porque eso de discutir sin interrumpir las clases es perpetuar salarios inferiores a la canasta de pobreza. Además, estos que dicen entender a los docentes son en general unos hipócritas que nunca dicen cuánto ganan ellos, los grandes funcionarios, los periodistas de los medios hegemónicos que no comparan el salario docente con el suyo. Me parece que estuvo el antecedente del triunfo de los bancarios, que demuestra que se puede ganar la pulseada contra el gobierno y creo que nunca fue tan cierto eso de «si ganan los docentes ganamos todos» porque en la lucha de los docentes se juega la posibilidad de ponerle un freno a la agenda neoliberal virulenta que está pensando Macri.

M.H.: En el programa radial de Fernando Bravo escuché lo siguiente: «si convocan a una movilización en defensa de la democracia yo voy».

C.K.: ¿Qué quiso decir con eso? Como yo sigo poco la radio, no puedo formular una interpretación, hay mensajes crípticos que suelen sobrevolar.

M.H.: ¿Está en peligro la democracia?

C.K.: Es lo único que falta, que el macrismo alegue que le están haciendo una medida destituyente, esta gente que se ha especializado en apoyar todo tipo de conspiraciones contra los gobiernos populares aquí y en todo el mundo. Me parece que hay un nerviosismo muy grande en todo el establishment por lo que está ocurriendo, creo que todos han registrado con mucha preocupación especialmente el acto de la CGT y no solo por el número de gente, que indicó cual es el grado de fastidio que hay con el ajuste del gobierno, sino por lo que ocurrió ahí, es un punto de inflexión.

M.H.: Pasará a la historia la consigna «poné la fecha la puta que te parió».

C.K.: Exacto. Y creo que es un giro porque quedaron todos sorprendidos, empezaron con esos argumentos ridículos de una conspiración de la izquierda, cuando es muy evidente que no fueron grupos organizados, fue una sublevación espontánea de las bases frente a una burocracia sindical que cruzó la raya en materia de agachadas, porque después de un año tan brutal como el que hemos tenido, no hicieron nada cuando se vetó la ley anti despidos, convalidaron el recorte del salario, la flexibilización laboral y terminaron en un brindis de fin de año con Michetti y Macri. Incluso pensaron este acto para volver a posponer la huelga, por eso fue tan curioso el acto fallido de Daer cuando dijo «vamos a convocar al paro antes de fin de año», se le escapó.
Hay un agotamiento de la paciencia popular y un gran desconcierto del establishment, de los medios, de la burocracia frente a lo que está ocurriendo por abajo, entonces aparecen todo este tipo de argumentos raros, éste que señalás, si está en peligro la democracia es tan disparatado como el argumento que circuló que estamos volviendo a la época de Herminio Iglesias o Lorenzo Miguel, o de los incidentes entre patotas peronistas. Nadie quiere ver lo que está pasando ahora, entonces se refugian en imágenes del pasado y están suponiendo que lo que ocurre en la realidad es una repetición de algo sucedido en el pasado, cuando está ocurriendo algo completamente diferente. Aquí no hay ninguna conspiración del justicialismo contra Macri, al revés, los renovadores, el Partido Justicialista, las bancadas de los senadores están sosteniendo al gobierno. Entonces, después de lo que se vivió la semana pasada, está todo el mundo reflexionando qué hacer, yo creo que los jerarcas sindicales discuten si le ponen o no día al paro, si lo ponen están pensando en algo muy dominguero, en algo para descomprimir, algo de hecho, en acuerdo con Macri.
Pero la semana pasada se demostró que eso no es fácil, que el espíritu popular está cambiando y me parece que hay datos importantes de un cambio en el nivel de organización y conciencia popular, hay una acumulación de muchos años, desde el 2001, pasando por la década pasada de organización y militancia juvenil muy consistente que cualquiera que visite los barrios o vaya a una marcha lo nota.  Y si Macri aprieta y va a una confrontación fuerte, esta vez tiene un pueblo que está dispuesto a librar una batalla importante.

M.H.: Esta situación por abajo, se combina con una economía que no arranca.

C.K.: Es el punto crítico, porque ellos no esperaban estar a esta altura del año haciendo el ajuste sin ninguna compensación, les falló la lluvia de dólares que iba a llegar, falló el segundo semestre del año pasado y les está fallando el principio de este año. Todas estas imágenes que transmite Dujovne, que la recesión se acabó, están solo en su cerebro, nadie lo ve, a lo sumo habrá algún indicador estadístico respecto de la caída fuerte del año pasado con un rebote puramente matemático, pero no hay una reactivación de ninguna manera y la causa es evidente.
Si aplastás el consumo con una retracción del 6 al 10% del salario, si en vez de combatir la pobreza creás un millón y medio de nuevos pobres y 600.000 indigentes, si producís situaciones de desastre social tan fuerte como que la empresa Sancor se dirija a la quiebra porque el consumo de leche entre los niños está cayendo en forma significativa, si hacés una transferencia tan fuerte de los sectores populares hacia los ricos, nadie consume, nadie que tiene miedo de perder el empleo consume, entonces hay un círculo vicioso donde la economía está frenada y creo que lo más importante es que el gobierno no tiene un plan B.

M.H.: Se le ha dado mucha manija al Procrear.

C.K.: Sí, pero el Procrear así como la obra pública, no te mueve el amperímetro, no va a cambiar una situación de este tipo, además siempre son planes muy limitados porque siempre que hacen un gasto de una magnitud importante viene Dujovne y dice «pongamos un techo fiscal, hay que cuidar el gasto público» porque sabe que está jugando con fuego porque han incrementado la deuda de una manera descomunal, en un año emitieron el 15% del PBI, 77.000 millones de dólares, están colocando deuda en forma completamente alocada y los acreedores de esa deuda saben que se la están dando a la Argentina, un defaulteador serial, a un país que apenas empiecen a husmear que la cosa no camina va a empezar la presión fuerte. Por eso cada vez que el gobierno hace un gasto tiene que quedar bien con los acreedores, sobre todo porque este es un gobierno del capital financiero, si había alguna duda con Prat Gay, con Dujovne quedaron disipados los últimos interrogantes, es un gobierno que s
e financia como siempre ocurrió, como en la época de Martínez de Hoz, de Cavallo, como ocurrió con la Alianza, es un gobierno que toma deuda pública para financiar fuga de capitales.
Lo más insólito es que los que ya tenemos cierta edad hemos visto esto más de 3 o 4 veces en nuestra vida, exactamente lo mismo, con los mismos mecanismos. Se les dispara la inflación, que el gobierno mismo promueve con los tarifazos de la electricidad, del peaje, de los combustibles, y para contenerla abre las importaciones y cuando lo hace se producen cierres de fábricas, de plantas, despidos. Estamos en el pozo  de ese círculo vicioso de inflación-recesión-deuda-deuda- inflación-recesión-más deuda-inflación.
Creo que la gravedad de lo que está pasando en la Argentina, se ve en cierta perspectiva mirando Brasil, porque Argentina tiene todavía la carta de un gran endeudamiento que Brasil no tiene, entonces, con esa carta de endeudamiento puede posponer lo que ya se ve en Brasil, que ha tenido los dos años con la mayor caída del producto bruto desde los ´30. Entonces el gobierno frente a esta situación lo que va a intentar hacer es buena letra con el círculo rojo, con el gran capital y  tratar de implementar medidas neoliberales fuertes, más de largo plazo que le ganen la confianza de los capitalistas, que le demuestre que este no es solo su gobierno sino un gobierno capaz de implementar el ajuste.
Ahí viene la gran contradicción que vamos a vivir en los próximos meses, todos imaginaban que el gobierno iba a posponer el ajuste para después de las elecciones, incluso es lo que sugirió el propio Macri a fines del año pasado. Pero al mismo tiempo, como la economía no le arranca, tiene que hacer más buena letra con los grandes capitalistas. Entonces creo que va a ir con dos proyectos fuertes, la flexibilización laboral primero, porque no solo está el convenio del primer empleo para precarizar el trabajo de la juventud como en Mc’donalds, también ese convenio de Vaca Muerta que es todo un principio de flexibilización general.

M.H.: Que ahora se extenderá a los automotrices.

C.K.: Exacto, ese mismo modelo que anula descansos, donde se cobra por productividad, se instrumenta la rotación, eso va para las automotrices, va para Tierra del Fuego, lo están discutiendo también en metalúrgicos y viene de la mano con transformar los planes sociales en subsidios a los empleadores, entonces con eso hay una baja muy fuerte de los salarios porque en vez de pagar una asignación universal el gobierno se la paga a la empresa que toma un empleado y si eso sucede con ese salario insignificante todo el promedio salarial se empieza a derrumbar.
El mes pasado por decreto empezaron a anular feriados, también venía por decreto la Ley de riesgo de trabajo que la pasaron por el Parlamento pero es lo mismo, y es toda una vuelta a la idea de disminuir las cargas sociales para crear empleo, es exactamente el discurso de Cavallo de la época de Menem de nuevo. Entonces creo que uno podría preguntarse cómo es que si quieren ganar las elecciones están haciendo todo esto, me parece que una posibilidad es que no pueden hacer otra cosa, son el PRO, son la derecha, son neoliberales, no son un gobierno peronista que puede pasar de Menem a Kirchner, de Kirchner a Isabel, de Isabel a Perón, que tiene todo el espectro del peronismo. Ellos son la derecha, su margen para salirse del discurso y de la agenda derechista es muy pequeño. Macri es Macri, a lo sumo es un pragmático, a lo sumo explica el «si pasa, pasa», el manejo de los errores, lanzan una medida reaccionaria y si hay mucha protesta social paran un poco, lo que pasó con los tarifazos, se tomaron un respiro y volvieron.
Hay dos conclusiones estratégicas políticas que me parece que hay que pensarlas bien, hay que tenerlas como ordenador de un planteo de la izquierda. La primera es que no es cierto que si a Macri le va bien nos va bien a todos, es exactamente lo contrario, si no derrotamos a Macri, Macri nos derrota a nosotros. Si no empujamos todos para el mismo lado, si él gana, nos hundimos nosotros, si nosotros ganamos lo derrotamos a él y al ajuste. La otra conclusión clave es que hay que ganarle a Macri antes que masifique el desempleo.

M.H.: Hace unos días publicaste un artículo «Ebullición frente al ajuste» donde planteás «es mejor batallar con huelgas de asalariados que con piquetes de desocupados».

C.K.: Así es. Esa es la idea central. Ya tenemos una experiencia muy fuerte en la Argentina respecto de cómo este tipo de planes producen un ejército de desempleados importante y a partir de ahí lo que tuvo Menem, una base de desempleados lo suficientemente fuerte como para empezar una cirugía neoliberal fuerte. Hubo que esperar hasta los piquetes y cortes de ruta. Después tuvimos una década de recomposición del movimiento obrero y del nivel de sindicalización. No hay que perder eso, hay que luchar con lo que hemos conseguido y tenemos la fuerza suficiente como para presentarle batalla y ponerle un freno a las políticas de este gobierno.

M.H.: Otro aspecto que destacás en ese artículo, es el tema de la cleptocracia.

C.K.: Yo creo que en los últimos meses nos ilustraron algo que quizás no lo veíamos con tanta claridad antes, cuando ganó Macri dijimos que era un gobierno de ricos, de la clase dominante, de los dueños del país, el país manejado por los CEOS. Pero se ha demostrado que es un gobierno de cleptócratas no solo de ceócratas, es decir, de un grupo que se apodera del Estado para beneficio propio. En la cumbre del gabinete de los CEOS opera una red de corrupción mayúscula, no es solo un gobierno de ricos, es un gobierno que le asegura los bolsillos al más rico de todos.

M.H.: Es al revés de lo que pensaron en algún momento los sectores populares que votaron a Macri: «No va a robar porque ya es rico».

C.K.: Es esa ingenuidad. Hay dos errores ahí, el primero es pensar que la ambición tiene un límite, que la codicia tiene un límite, que un capitalista puede decir «hasta aquí llegué» y, por otro lado, los capitalistas argentinos se han especializado en estafar al Estado, entonces cuando ellos lo manejan directamente, rienda suelta al robo a cuatro manos.
Yo creo que la población está empezando a percibir esto, el gran giro que hemos visto en la movilización esta semana de los sectores populares, es porque empiezan a notar que en el primer año de este gobierno hay más denuncias por malversaciones de fondos públicos que cualquier otro primer año de gobierno de las últimas décadas. No hay ningún área exenta, desde el rabino Bergman hasta la vicepresidenta Michetti, pasando por toda la gente del Ministerio de Energía. Pero la clave es Macri que es una acumulación de denuncias casi sin pausas, desde los Panamá Pappers, pasamos a los financistas de Qatar, después al escándalo del Correo, después a Avianca y ahora lo de Arribas que quizá puede terminar siendo lo más sustancial de todo, porque es la mano derecha de Macri en materia de negocios desde que se dedicaban a la intermediación de jugadores en Boca y si recordamos la causa que tuvo Macri por espionaje bajo su gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, es evidente que este grupo mafioso del macrismo suele utilizar el Estado y los servicios de inteligencia para servicios propios y para conspiraciones familiares.
Todo esto se está destapando y al hacerlo crece la indignación popular y la resistencia, en un escenario donde el propio círculo del gobierno está prendiendo luces rojas.

M.H.: Sobre todo por la presencia masiva de los sectores obreros y populares en la calle.

C.K.: Y además porque es un gobierno derechista con poca capacidad para aplicar el proyecto derechista, si fuera por ellos ya hubieran liberado a todos los genocidas, no me caben dudas y, sin embargo, no pueden evitar el 24 de marzo, no pueden evitar tener que pedir en forma hipócrita perdón por los virulentos deslices que tienen. Macri instauró la Ley antipiquetes pero no la puede aplicar, tiene una carta represiva que no puede instrumentar. Lo pone preso a Milani para socavarle el piso a Cristina y eso le afecta también su proyecto de cerrar los juicios y liberar militares genocidas.
Tiene una serie de límites muy grandes y para mí, el punto que ha mareado al gobierno, que lo tiene en un estado de desconcierto es la situación internacional, el triunfo de Trump, que es una noticia complicada para muchos gobiernos del mundo, pero para algunos, como el mexicano, el brasileño, el argentino, los ha dejado en shock frente al cual Macri no puede reordenar la política exterior, n
o sabe para dónde ir. Busca hacer buena letra con Trump hablando mal de Venezuela, resucitando el caso Nisman por pedido de la Embajada de Israel.

M.H.: E insistiendo con el acuerdo con la Comunidad Europea a través de España.

C.K.: Pero eso ya está en el mundo de lo grotesco.

M.H.: Parece que no tomó nota de lo que le dijo Merkel cuando viajó a Alemania.

C.K.: Claro, es casi grotesco porque ir a España y condecorar al rey con la Orden de San Martín, después de haber dicho el 9 de julio que los patriotas estaban muy conflictuados por decidir la Independencia en 1816 ante la presencia del ex rey Juan Carlos y este coqueteo con el rey actual, con Rajoy, no solo es ridículo sino que está a contramano de lo que ocurre, porque España está pensando en cualquier otro problema menos en invertir en Argentina.
Además Macri está buscando una sintonía fuerte con España en un momento en que en ambos países hay una indignación popular creciente, a diferencia de los ´90 donde no pasaba nada en España y aquí estábamos en reflujo, ahora hay una gran resistencia popular, un gran movimiento de crítica al neoliberalismo en España y también acá. Entonces se diseñan ejes de resistencia a nivel regional, iberoamericano, que crean un escenario interesante para los que estamos en el campo popular.

M.H.: El otro día me comentaba Eduardo Lucita de una convocatoria de Economistas de Izquierda para analizar toda esta situación política nacional e internacional el próximo 1° de abril.

C.K.: Sí. Hemos llegado a la conclusión obvia de que hay que discutir bien de qué se trata Trump, porque más allá de la coyuntura y lo que ocurra en cada lugar y, obviamente, la prioridad que tiene para todos nosotros lo que está sucediendo en Argentina, queremos hacer un debate con un conjunto de personas que estudian el problema sobre qué significa la llegada de un mandatario que lanza una agenda virulenta, construcción del muro, visado para inmigrantes, que hace un gobierno de generales y multimillonarios, que rehabilita la construcción de oleoductos contaminantes, que justifica la tortura, que ataca a los musulmanes.
¿Qué significa? Decir que es un populista es una caracterización muy superficial, no nos explica ni la naturaleza de clase de ese gobierno ni la modalidad autoritaria específica que tiene ni su componente derechista activo con milicias que lindan con acciones violentas y además nos interesa porque EEUU ha pasado a ser un campo de resistencia muy importante, esta vez no vamos a hablar solamente de la resistencia en América Latina, son cuatro millones de manifestantes que tuvo Trump el día de la asunción con una cultura que se está renovando por abajo, que recuerda los años ´60, la batalla contra la guerra de Vietnam, un cambio que se refleja en lo que fue Sanders y, por lo tanto, el fin del juicio negativo de un sector del pueblo norteamericano hacia el significado del socialismo y la izquierda.
Sobre todo nos interesa mucho analizar la estrategia internacional de Trump, qué significa en materia política de EEUU Muchos pensamos que viene a generar una gran pulseada con China, modificar el panorama internacional a través de la tensión con China, buscando una alianza con Rusia, para que EEUU recupere hegemonía dentro del marco de la mundialización, por lo menos yo no pienso que Trump sea el fin de la mundialización, el fin del neoliberalismo, el fin del libre comercio. Me parece que es reordenar el papel de EEUU dentro de ese contexto y dado que China ha sido la principal beneficiaria en las últimas décadas del curso neoliberal, buscar un equilibrio donde se intente doblegar a la economía china y recuperar gravitación para la economía norteamericana. Creo que Trump está pensando la agresión en términos económicos pero también de presión militar. Había una idea ingenua sobre Trump que para mí toma conciencia del reflujo de EEUU, Trump ha decidido aumentar el presupuesto militar, ha felicitado a la CIA y tiene en danza varios proyectos de intervención fuertes que me parece  que están frenados porque hay una inédita división en la clase dominante norteamericana.
Hay una parte muy importante de la elite norteamericana que no está de acuerdo con este acercamiento a Rusia para ir contra China. Obama había sostenido una convivencia con China para mantener mano dura sobre Rusia. Estamos en un momento en que se está definiendo, hay una pulseada externa de Trump y una interna muy importante dentro de Estados Unidos y el seminario está pensado para esclarecer esto y las consecuencias sobre América Latina que es el corolario, lo que nos interesa discutir como conclusión, porque es evidente que el efecto Trump sobre América Latina es alarmante tanto en el plano económico como en el plano político. Y hacer caracterizaciones sólidas de Trump, no ridículas como la que hizo uno diciendo que Trump es peronista. Una caracterización que lo ubique donde está, en el campo de los opresores, del imperialismo, de los enemigos de los pueblos de América Latina y de los proyectos de emancipación de toda la humanidad.

M.H.: Esto será el 1° de abril en el Hotel Bauen.

Fuente: http://www.lahaine.org/mundo.php/en-la-lucha-de-los

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«No hay Democracia con Hambre y sin Educación»

Por: Dario Pignotti. Rebelión. 15/03/2017

En la Carta al pueblo brasileño, Leonardo Boff, Eric Nepomuceno, Emir Sader y Chico Buarque, entre otros, destacan que “Lula dio un significado sustantivo y auténtico a la democracia” del gigante sudamericano.

Por la vuelta. Un grupo de intelectuales y referentes sociales lanzó ayer un manifiesto en respaldo de la candidatura de Lula en las elecciones presidenciales de octubre del año próximo. “Es por nuestro compromiso con el Estado Democrático de derecho, la defensa de la soberanía brasileña y de todos los derechos conquistados por el pueblo de este país que solicitamos al ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, que considere la posibilidad de lanzar, desde ya, su candidatura a la Presidencia de la República como forma de garantizar al pueblo la dignidad, el orgullo y la autonomía perdidos”. Leonardo Boff, Chico Buarque, Joao Pedro Stédile, Emir Sader y Eric Nepomuceno son algunos de los firmantes de la “Carta a las(los) Brasileñas(os)”.

“¿Por qué Lula?. Porque fue un trabajador, hijo de la pobreza nordestina, que al asumir la Presidencia de la República dio un significado substantivo y auténtico a la democracia brasileña” continúa el pronunciamiento  presentado el Miércoles de Cenizas que puso fin al carnaval más politizado de los últimos años en el que ni la censura de la prensa mercantil pudo disimular la indignación del público con el gobierno de facto encabezado por Michel Temer. En los multitudinarios bailes callejeros de Río de Janeiro, San Pablo, Salvador de Bahía y Brasilia sobresalió el grito de “Fuera Temer” y las “marchinhas” con ironías a sus políticas regresivas, especialmente la (contra) reforma previsional.

“No hay democracia con hambre, con ausencia de participación política efectiva, sin educación y salud de calidad, sin vivienda digna. En suma, sin inclusión social” plantea el escrito en una evidente crítica a la gestión surgida el 12 de mayo del año pasado, tras la separación del cargo provisoria y meses más tarde la destitución de Dilma Rousseff.

Desde entonces Temer ha perdido la poca aprobación que tenía mientras Lula no paró de crecer, sobreponiéndose a la guerra política, jurídica y mediática de la que fue, y probablemente seguirá siendo víctima: el bloque de poder dominante recibió con espanto el reciente sondeo que lo muestra como un candidato poco menos que imbatible.

Esta semana el diario Folha de San Pablo recomendó, casi sin disimulos, que su candidatura sea proscripta con artificios judiciales. El problema, de quienes sustentan el gobierno de excepción, es cómo justificar su adhesión a Temer.

El ocupante del Palacio del Planalto cuenta con el 3,7 por ciento de las intenciones de voto contra el 32,8 por ciento de Lula (en una de las simulaciones) según la encuesta publicada por la consultora MDA hace dos semanas en la que se confirma el ascenso del líder del Partido de los Trabajadores, ya que en la consulta anterior su apoyo rondaba el 24 por ciento.

Con la degradación acelerada del actual régimen, envuelto en un nuevo escándalo de corrupción que amenaza derribar al jefe de gabinete Eliseu Padilha, la eventual postulación de Lula parece invencible ya que se distanció 19 puntos de sus principales adversarios, la ambientalista Marina Silva y el militar retirado Jair Bolsonaro, popular en el electorado neocon por reivindicar con igual vehemencia los golpes de 1964 y 2016.

Soberanía

En otro tramo de la carta por la postulación de Lula a la presidencia, se menciona que “Brasil tiene que asegurar su soberanía sobre sus tierras, sus aguas, sus riquezas (..) y el país debe volver a tener un papel activo en el escenario internacional”.

El propio Lula, dos veces presidente entre 2003 y 2010, reconoció recientemente su disposición a disputar un tercer mandato.

“Tengo 71 años, pero tengo muchas ganas de pelear, creo que todavía no hicimos todo lo que podemos hacer por el país, y es eso lo que me motiva a estar en esta disputa otra vez”, dijo en diálogo con su compañero Paulo Pimenta.

Ayer el diputado Pimenta, que también apoya el retorno lulista, anunció que realizará un pedido de informes al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la autorización dada por el gobierno de Temer para que aeronaves británicas cuenten con apoyo “logístico” en aeropuertos brasileños en sus vuelos hacia las Islas Malvinas, algo que no fue concedido en los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff, pese a que fueron sondeados por Londres y por una delegación del gobierno insular.

El requerimiento del legislador se basó en la denuncia formulada por la exembajadora ante el Reino Unida Alicia Castro y el diputado Guillermo Carmona, en el programa de Gustavo Silvestre en C5N.

“Repudiamos esta actitud del gobierno brasileños sobre los vuelos” afirmó Pimenta consultado por PáginaI12. Y explicó que esa autorización afecta al tablero geopolítico regional dado que contribuye a la “militarización creciente del Atlántico Sur”.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=223615

Fotografía: EFE

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Libro: Gestão Estratégica Pública

Gestão Estratégica Pública

Renato Dagnino. Paula Arcoverde Cavalcanti. Greiner Costa. [Organizadores]
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ISBN: 978-85-5708-018-8
Editora Fundação Perseu Abramo
Brasil – São Paulo
Agosto de 2016

A publicação de um volume sobre gestão pública por parte da Fundação Perseu Abramo (FPA) – instituição comprometida com a luta dos trabalhadores e com o avanço da democracia no Brasil – é iniciativa importante e oportuna. Olhar para dentro do Estado brasileiro e para as questões que ele enfrenta na implementação das suas políticas e na provisão de serviços públicos aos cidadãos, é condição para a melhoria e a efetividade da ação estatal e, consequentemente, para a consolidação da ordem democrática no país.
Para descargar, haga click aquí:
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Fuente de la Reseña del Libro:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana-cm/libro_detalle.php?id_libro=1473&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1428
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Diplomacia, lucha de clases y democracia en la era Trump

Por:  James Petras 

La idea inicial de Trump de movilizar a los que se oponen a las guerras en el extranjero ha sido derrotada por los esfuerzos conjuntos del complejo militar-industrial

Introducción

Al terminar el primer mes de la Administración Trump, nos encontramos en una mejor situación para evaluar las políticas y la dirección del nuevo presidente. El examen de sus políticas interior y exterior, especialmente desde una perspectiva histórica y comparativa, nos permitirá entender si EE.UU. va camino de una catástrofe, como afirman los medios de comunicación, o hacia una mayor racionalidad y realismo.

Vamos a analizar si Trump busca la guerra o la diplomacia. Evaluaremos las iniciativas del presidente para reducir la deuda externa y las cargas comerciales con Europa y Asia. Continuaremos revisando sus programas proteccionistas y sobre inmigración con México y terminaremos viendo las perspectivas de la democracia en Estados Unidos en estos momentos.

Política exterior

Los encuentros del presidente con los dirigentes de Japón, Reino Unido y Canadá han sido bastante fructíferos. Su reunión con [el primer ministro de Japón] Shinzo Abe afianzó los lazos diplomáticos y obtuvo la promesa de que el país nipón aumentaría las inversiones en el sector automovilístico estadounidense. Puede que Trump consiga mejorar las relaciones comerciales reduciendo el desequilibrio en la balanza comercial. Trump y Abe adoptaron una postura moderada ante la prueba de misiles norcoreanos en el Mar de Japón y rechazaron el aumento de los gastos militares que reclamaban los medios de comunicación neoliberales.

La reunión EE.UU.-Reino Unido en la era pos-Brexit dio como resultado la promesa de un aumento del comercio bilateral.

En cuanto a China, Trump ha mejorado las relaciones con este país, apoyando sin ambages la política de “una sola China” y dando paso a la renegociación y el reequilibrio del balance comercial.

Estados Unidos respaldó el voto unánime de condena del Consejo de Seguridad de la ONU al lanzamiento de misiles norcoreanos. Trump no lo consideró una amenaza militar ni propuso incrementar el nivel de sanciones.

La política de reconciliación de Trump hacia Rusia, destinada a mejorar la lucha contra el terrorismo islamista, se ha visto obstaculizada. Bajo el liderazgo de la senadora de la izquierda liberal Elizabeth Warren, partidaria de la caza de brujas, ¡los militaristas neoconservadores y los demócratas declararon a Rusia como la principal amenaza a la seguridad nacional estadounidense!

El bombardeo constante y furibundo de los medios de comunicación forzó el cese del Consejero Nacional de Seguridad de Trump, el general retirado Michael Flynn, en base a una ley del siglo XVIII (la Ley Logan) que prohíbe a los ciudadanos discutir cuestiones políticas con dirigentes extranjeros.
Dicha ley nunca había sido implementada. De haberlo sido, cientos de miles de ciudadanos estadounidenses, especialmente los peces gordos incluidos entre los 51 “presidentes de las principales organizaciones judías “de EE.UU., así como los editores de política exterior de todos los grandes y pequeños medios de comunicación estadounidenses y los analistas de política exterior estarían encadenados junto a narcotraficantes convictos. Sin avergonzarse por la absurdidad o la trivialización de la tragedia, esta reciente “tempestad en un vaso de agua” ha generado llamamientos apasionados dentro de los medios y del Partido Demócrata para iniciar una nueva “investigación como la del 11-S” sobre las conversaciones del general Flynn con los rusos.

El contratiempo de Trump con a cuenta de su consejero de seguridad nacional hace peligrar una política exterior menos belicosa. Subraya el riesgo de confrontaciones nucleares y represión interna. Dichos peligros, que incluyen una posible purga antirusa –al estilo del tristemente célebre senador McCarthy– de los individuos realistas en política exterior, son responsabilidad exclusiva de la alianza de los ultramilitaristas del partido demócrata y los neoconservadores. En todo caso, nada de esto aborda los graves problemas socioeconómicos internos.

La búsqueda del equilibrio en el gasto y el comercio exterior

El compromiso público de Trump de reequilibrar las relaciones con la OTAN, es decir, reducir la cuota de EE.UU. en su financiación, ya ha dado comienzo. Actualmente, solo cinco miembros de la alianza cumplen con la contribución requerida. En el caso de que Alemania, Italia, España, Canadá, Francia y otros 18 miembros cumplieran con sus compromisos, el presupuesto de la OTAN aumentaría en más de 100.000 millones de dólares, lo que reduciría el desequilibrio en la balanza exterior de EE.UU.

Evidentemente, sería mucho mejor para todos que la OTAN se desmantelara y que las distintas naciones que la forman reasignaran sus partidas de millardos de dólares hacia gastos sociales y el desarrollo de sus economías domésticas.

Trump ha anunciado importantes esfuerzos para reducir el desequilibrio comercial con Asia.
Al contrario de lo que se afirman algunos “expertos” en comercio exterior en los medios de comunicación, China no es el único de los “infractores”, ni siquiera el mayor, que se aprovechan del desequilibrio comercial con Estados Unidos.

El actual superávit en el balance comercial de China equivale al 5% de su PIB, el de Corea del Sur al 8%, el de Taiwán al 15% y el de Singapur al 19% respectivamente. El objetivo de Trump es reducir el desequilibrio comercial de EE.UU. a 20.000 millones de dólares con cada uno de los países, equivalente al 3% del PIB. La cuota de Trump de 100.000 millones de dólares contrasta agudamente con el desequilibrio comercial de los “Cinco Grandes” asiáticos (Japón, China, Corea del Sur, Taiwán y Singapur), equivalente a 700.000 millones de dólares en 2015, según datos de FMI.

En resumen, Trump está actuando para reducir los desequilibrios externos un 85% con el fin de incrementar la producción doméstica y crear empleos en las industrias ubicadas en Estados Unidos.

Trump y Latinoamérica

La política latinoamericana de Trump se ha centrado fundamentalmente en México y, en mucha menor medida, en el resto del continente.

La principal decisión de la Casa Blanca ha sido echar por tierra el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica de Obama (TPP, por sus siglas en inglés), que favorecía a las corporaciones multinacionales que explotan la mano de obra de Chile, Perú y México y resultaba atractivo para los regímenes neoliberales de Argentina y Uruguay. Trump hereda del presidente Obama numerosas bases militares en Colombia, la base de Guantánamo en Cuba y las bases de Argentina. El Pentágono continúa la guerra fría de Obama contra Venezuela y ha acusado de forma falsaria al vicepresidente de aquel país de tráfico de drogas.

Trump ha prometido cambiar la política comercial y de inmigración con México. A pesar de la amplia oposición que ha levantado su política migratoria, aún le falta mucho para igualar la expulsión masiva de emigrantes mexicanos y centroamericanos acometida por Obama, campeón indiscutible en ese campo, que deportó a 2,2 millones de emigrantes junto a sus familias en ocho años, o lo que es igual, unos 275.000 al mes. En su primer mes al mando, el presidente Trump ha expulsado solo un 10% del porcentaje medio deportado por Obama.

El presidente Trump ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), imponiendo una tasa sobre las importaciones y persuadiendo a las empresas multinacionales para que regresen e inviertan en EE.UU.

Hay muchas ventajas ocultas para México si decide responder a las políticas de Trump con sus propias medidas económicas de “proteccionismo recíproco”. Bajo el NAFTA, 2 millones de agricultores mexicanos entraron en bancarrota y se han dedicado millardos de dólares a la importación de arroz, maíz y otros alimentos de primera necesidad (subvencionados), de EE.UU. Una política de “primero México” podría reavivar la agricultura mexicana para el consumo doméstico y la exportación; esto disminuiría la emigración de campesinos mexicanos. México podría renacionalizar su sector petrolero e invertir en refinerías en el propio país, lo que le supondría la ganancia de millardos de dólares y reduciría la importación de productos petroleros refinados de EE.UU. Al tener que implantar una política de sustitución de las importaciones, la manufactura local podría reactivar el mercado y el empleo internos. Aumentarían los trabajos en la economía formal y se reduciría el número de jóvenes en paro, carne de cañón para los cárteles de la droga y otras bandas criminales. Mediante la nacionalización de los bancos y el control de los flujos de capital, México podría interrumpir la fuga de capitales cifrada en alrededor de 50.000 millones de dólares de fondos ilícitos al año. Por su parte, estos programas nacional-populares incentivarían la elección de nuevos líderes que podrían iniciar la purga de la policía corrupta, los militares corruptos y los líderes políticos corruptos.

En resumen, aunque las políticas de Trump podrían causar algunas pérdidas a corto plazo, a medio y largo plazo pueden suponer sustanciales ventajas para el pueblo mexicano y su nación.

Democracia

La elección del presidente Trump ha provocado una virulenta campaña autoritaria que amenaza nuestras libertades democráticas.

La propaganda continuada y bien coordinada emitida por todos los grandes medios de comunicación y por los dos principales partidos políticos ha fabricado y distorsionado informes y ha alentado a los representantes elegidos a atacar salvajemente a las personas nombradas por Trump para hacerse cargo de las responsabilidades en política exterior, forzando dimisiones e inversión de las políticas. La dimisión forzosa del consejero de Seguridad Nacional, Michael Flynn ha puesto de manifiesto la agenda belicista del partido demócrata contra la Rusia en poder de armas nucleares. Los senadores liberales, que solían pronunciar grandiosos discursos contra “Wall Street” y el “Uno por ciento”, ahora exigen que Trump se niegue a colaborar con el presidente Putin para detener la amenaza real que supone el Estado Islámico, mientras apoyan a los neonazis ucranianos. Los iconos liberales presionan abiertamente para incrementar la presencia de buques de guerra en Asia con el fin de provocar a China, a la vez que se oponen a la política de Trump favorable a renegociar los tratados comerciales con Pekín.

Hay multitud de peligros y ventajas ocultos en esta guerra política de partidos.

Trump ha sacado a la luz las mentiras y distorsiones sistémicas de los medios de comunicación, confirmando la desconfianza que les profesa la mayoría del pueblo. Esta baja opinión que tienen los estadounidenses, especialmente los que habitan el devastado centro del país (aquellos a quienes Hillary Clinton llamaba “los deplorables”) se corresponde claramente con el profundo desdén de los medios por esta enorme porción del electorado. En realidad, la cháchara constante de los medios acerca de cómo los malvados “rusos” habían pirateado las elecciones presidenciales de EE.UU. dando la victoria a Donald Trump es más bien una cortina de humo para enmascarar su reticencia a denunciar abiertamente a los “blancos pobres” –incluyendo a los trabajadores y campesinos estadounidenses– que votaron abrumadoramente por Trump. Este elemento regional y de clase ayuda mucho a explicar la continua histeria provocada por la victoria de Trump. Las élites, los intelectuales y los burócratas están furiosos por el hecho de que “la canasta de deplorables” de Clinton rechazara al sistema y a sus portavoces bien peinados y de uñas cuidadas.

Por vez primera, se ha abierto un debate político sobre la libertad de expresión al más alto nivel del gobierno. Ese mismo debate se prolonga al modo en que el nuevo presidente se ha enfrentado al enorme e incontrolado aparato policial del Estado (el FBI, la NSA, la CIA, la Seguridad Nacional, etc.), tremendamente ampliado bajo la presidencia de Obama.

La política comercial y de alianzas de Trump ha despertado al Congreso y ha provocado que empiece a debatir sobre temas sustanciales en vez de hacerlo por nimiedades de procedimientos internos. La retórica política de Trump ha provocado manifestaciones masivas de protesta, algunas de buena fe, aunque otras pagadas por los megamillonarios que respaldan al Partido Demócrata, como el “Padre de las Revoluciones de Colores” George Soros. Sería importante saber si estas manifestaciones pueden provocar la aparición de auténticos movimientos democráticos y socialistas de base capaces de organizarse y aprovechar la división en las élites.

Las falaces acusaciones de contactos “traicioneros” con el embajador ruso que supuestamente realizó el consejero de Seguridad Nacional de Trump Michael Flynn cuando todavía era civil y la utilización de la Ley Logan relativa a la discusión de política exterior con gobiernos extranjeros abren la posibilidad de investigar a algunos legisladores, como Charles Schumer y otros cientos, por discutir la posición estratégica de EE.UU. con autoridades israelíes…

Gane o pierda, la administración Trump ha provocado un debate sobre las posibilidades de paz con una superpotencia nuclear, sobre la reconsideración del inmenso déficit comercial y la necesidad de defender la democracia contra amenazas autoritarias de la denominada “comunidad de inteligencia” contra un presidente electo.

Trump y la lucha de clases

La agenda socioeconómica de Trump ya ha puesto en marcha poderosas corrientes subterráneas del conflicto de clases. Los medios de comunicación y la clase política se han centrado en los conflictos relativos a la inmigración, los temas de género y las relaciones con Rusia, la OTAN e Israel así como en las políticas internas del partido. Estos conflictos oscurecen antagonismos de clase más profundos, procedentes de las propuestas económicas radicales del presidente.

Sus propuestas para reducir el poder de las instituciones federales de regulación y de investigación, simplificar y reducir los impuestos, recortar la partida destinada a la OTAN, renegociar o dar por finalizados los acuerdos multilaterales y recortar los presupuestos de investigación, sanidad y educación, amenazan el empleo de millones de trabajadores y funcionarios del sector público en toda la nación. Entre los cientos de miles de manifestantes que han participado en las marchas de mujeres por la inmigración y la educación, miles son empleados públicos y sus familiares, que ven amenazado su sustento económico. Lo que, en una primera instancia pueden parecer protestas por determinados derechos humanos, culturales o identitarios, en realidad son manifestaciones de una lucha más profunda y más general de los empleados del sector público que se oponen a la agenda privatizadora del Estado, que a su vez obtiene su respaldo de clase de los pequeños empresarios atraídos por la bajada de impuestos y una reducción de las cargas regulatorias, así como de los cuadros de las escuelas y los hospitales privados que gozan de subvención estatal.

Las medidas proteccionistas de Trump, entre las que se incluyen las ayudas a la exportación, enfrentan a los fabricantes internos con los importadores multimillonarios de bienes de consumo baratos.

Las propuestas de Donald Trump destinadas a desregular el petróleo, el gas, la madera, las exportaciones agrícolas y minerales y las inversiones en grandes infraestructuras tienen el respaldo de los jefes y trabajadores de dichos sectores. Ello ha provocado un grave conflicto con los ecologistas, los trabajadores y productores comunitarios, los pueblos indígenas y sus simpatizantes.

La idea inicial de Trump de movilizar a las fuerzas internas opuestas a continuar destinando gran parte del presupuesto federal a las guerras en el extranjero y partidarias de la construcción de un imperio basado en las relaciones de mercado ha sido derrotada por los esfuerzos conjuntos del complejo militar-industrial, el aparato de inteligencia y sus defensores dentro de la coalición de las élites políticas liberal-neoconservadoras-militaristas y sus seguidores de masas.

La lucha de clases en curso se ha profundizado y amenaza con destruir el orden constitucional en dos sentidos: el conflicto puede llevar a una crisis institucional, a la destitución forzosa de un presidente electo y a la instalación de un régimen híbrido, que preservaría los programas más reaccionarios de ambas partes de la lucha de clases. Podría llegar a ocurrir que importadores, inversores y trabajadores de las industrias extractivas, defensores de la educación y la sanidad privatizadas, belicistas y miembros del politizado aparato de seguridad se hicieran con el control total del Estado. Por otro lado, si la lucha de clases consigue movilizar a los trabajadores del sector público, a los del sector comercial, a los desempleados, a los demócratas contrarios a la guerra, a los emprendedores de la tecnología de la información y a los patronos que dependen de inmigrantes cualificados, así como a los científicos y a los ecologistas en un movimiento de masas dispuesto a apoyar un salario digno y a unirse en torno a intereses de clase comunes, será posible lograr un profundo cambio del sistema. A medio plazo, la unión de estos movimientos de clase puede llevar a un régimen híbrido progresista.

Texto completo en: http://www.lahaine.org/diplomacia-lucha-de-clases-y

Imagen: https://quienestadetras.files.wordpress.com/2013/12/f7d75-repartiendodemocracia.png

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Reseña de Libro: Los límites de la democracia .

Gino Germani. Norberto Bobbio. S. N. Eisenstadt. Theda Skocpol. Alberto O. Hirschman. Perry Anderson. Luciano Pellicani. Francesco Alberoni. Seymour Martin Lipset. Adrian Lyttelton. Achille Ardigó. Torcuato S. Di Tella. Göran Therborn. Alessandro Pizzorno. Carlo Donolo. Pierre Birnbaum. Magali Sarfatti Larson. Richard Falk. Kyriakos M. Kontopoulos. Fernando Henrique Cardoso. Philippe C. Schmitter. Guillermo O´Donnell. Jorge Graciarena. Giorgio Alberti. Francisco Delich. [Autores de Capítulo]

Colección Biblioteca de Ciencias Sociales. Colección Histórica.
ISBN 950-9231-13-6
CLACSO.
Buenos Aires.
Enero de 1985
 

El problema de la democracia atraviesa toda la reflexión de la modernidad y parece en ocasiones confundirse directamente con el problema de la política y de lo político. Los procesos de modernización y desarrollo, cumpliendo por diferentes caminos históricos pero dando siempre como resultado una mayor complejidad social, reabren los esfuerzos de interpretación teórica respecto de la relación entre el sistema político y la transformación económica y social. Tales esfuerzos tienen como motivación subyacente la comprobación de la vulnerabilidad o precariedad de los sistemas democráticos, ya sea en una continuidad de los regímenes constitucionales o a traves de las rupturas de los mismos. Por otra parte, las rupturas revolucionarias no necesariamente se plasman en formas más altas de participación política institucionalizada. Los límites de la democracia (Volumenes 1 y 2) constituyen un trabajo colectivo por parte de los especialistas internacionales en este campo, quienes encaran específicamente una reflexión dialogada sobre los resultados democráticos y autoritarios de los procesos revolucionarios; el aporte de la modernidad y de la tradición a la génesis de los movimientos autoritarios; la vulnerabilidad de la democracia en las sociedades avanzadas y los procesos de modernización y la persistencia del autoritarismo en América Latina. Todos los trabajos fueron presentados en el Congreso Internacional en honor de Gino Germani, realizado en Roma en la Libera Universita Internazionale degli Studi Sociali, a fines de 1980, con el patrocinio del Centro Gino Germani, del International Sociological Association, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, el Consiglio Italiano per le Scienze Sociali, el Centro Nazionale di Prevenzione e Difesa Sociale, el Instituto de Sociología de la Universidad de Harvard y el Instituto di Sociologia dell´Universita degli Studi di Napoli.
Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/historico/pizzorno.pdf
Imagen: http://www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/381_Tapa.gif
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