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OVE entrevista a Juan C. Sánchez: “Pedagogía con praxis política descolonial”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Escuchamos y conocimos a Juan Carlos Sánchez–Antonio a través de sus importantes y profundos artículos en donde devela las distintas formas de poder, control y dominación por parte del sistema capitalista en su fase neoliberal que alienan las subjetividades de las sociedades, su lugar de enunciación es con base en su cultura originaria Zapoteca, en donde asevera que es mal llamada “indígena”.

Es Doctor en Filosofía Política por la Universidad Nacional Autónoma de México. Estancia de investigación doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid. Estancia de investigación posdoctoral en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Se especializó en el pos–estructuralismo francés (Michel Foucault), el giro descolonial latinoamericano y las epistemologías indígenas mesoamericanas. Recibió el premio Ensayo Revista Claridades 2019, por parte de la Universidad de Málaga, España. Sus líneas de investigación son: relaciones de poder, construcción de subjetividades, procesos descoloniales y epistemologías indígenas.

Sus dos últimas publicaciones son: Insubordinación de los saberes sometidos y emergencia de las epistemologías otras. Revista Tabula Rasa, Colombia (2020). Y Abrir las ciencias sociales: transmodernidad, pluralismo epistémico y diálogo mundial de saberes. Revista utopía y praxis Latinoamérica. Revista internacional de filosofía iberoamericana y teoría política. Venezuela. (2019). Actualmente está en la modalidad de retención en el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel C.

Desde su cosmovisión originaria, ética y estética, lo han llevado a investigar, anunciar y proponer que, los saberes ancestrales de nuestras culturas originarias, son la base para la construcción de otras educaciones y otras pedagogías. Esas otras educaciones y pedagogías a las que se refiere Juan Carlos son las que buscan ser descoloniales, con la utopía de que los pueblos se liberen del yugo opresor y dominador de las ideologías colonialistas eurocéntricas y norteamericanas. Ante esto nos asevera que “Ante este colapso ambiental y civilizatorio es importante descolonizar las pedagogías eurocéntricas, coloniales y ecocidas para superar el capitalismo y la modernidad–posmodernidad desde la amplia visión ecológica de las pedagogías del sur global”.

 

Juan Carlos, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Nací en un pueblo llamado San Pedro, Comitancillo, Oaxaca, México. Mi lengua materna es el zapoteco, perteneciente a la cultura binnigula´sa´, ubicada en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. Provengo de una familia humilde, dedicada por mucho tiempo al campo. Mi padre, el señor Juvencio Sánchez Altamirano, falleció en el 2006. Mi madre, la señora Isabel Antonio Jiménez, aún vive. Somos siete hermanos en total; todos hablamos el zapoteco. Soy profesor de primaria. Estudié la Normal Urbana Federal del Istmo (ENUFI) y me gradué en el 2006, con una plaza de primaria, adscrita hasta ahora en la sierra mixe, de Oaxaca.

De niño y de joven siempre fui muy inquieto. Durante mi formación en una escuela normal para profesores rurales, por curiosidad intelectual, me acerqué a la pedagogía crítica a través de las obras de Henry Giroux y Peter McLaren. Mi acercamiento a la educación crítica fue por insatisfacción cognitiva, pues muchas de las teorías que revisábamos en la carrera no respondía a los problemas que vivía en mi pueblo: pobreza, desigualdad, explotación, falta de oportunidades, etc. Las corrientes pedagógicas que consumíamos en las aulas de la ENUFI, en ningún momento me permitían comprender críticamente mi contexto, mi condición de pobre e indígena. Este coraje e inquietud por responder la desigualdad, las injusticias, la explotación y la pobreza social en el estado de Oaxaca y el país, me obligó a revisar desesperadamente la pedagogía crítica radical y anti–capitalista de Henry Giroux, Peter McLaren, Paulo Freire, la teoría crítica, el marxismo y el pos–estructuralismo francés. Actualmente, me he especializado en el pensamiento descolonial latinoamericano y las epistemologías indígenas mesoamericanas.

Cuando me gradué en el 2006, justo cuando falleció mi padre, el gobierno del estado de Oaxaca, a través del IEEPO, asignaban en momento, a todos los graduados de las Normales para profesores, una plaza como docente. En ese tiempo, cuando recién había egresado, estaba el problema de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) al cual me acerqué con mucha simpatía política. Con mi aproximación a las pedagogías críticas radicales, y a la teoría crítica alemana, coincidí con las luchas de la sección 22 en contra de las políticas educativas del gobierno federal dese el 2006 hasta la fecha. Desde ahora, tengo un profundo interés por los movimientos sociales, las teorías contestarías anti–capitalistas y todas aquellas movilizaciones y praxis anti–hegemónicas que procuran cuestionar el sistema económico neoliberal capitalista y las ideologías sociales y educativas que las encubren y legitiman.

Considero que una buena pedagogía contestataria requiere siempre de una praxis política, educativa crítica y descolonial que se involucra también en los movimientos sociales y revolucionarios anti–capitalistas. De ahí que la lucha magisterial de la sección 22 y los movimientos sociales que se han generado en el estado de Oaxaca y el país, combina con la educación crítica, descolonial y anti–capitalista. Actualmente colaboro impulsando proyectos educativos de pedagogía crítica descolonial con los profesores de la sección 22 de Oaxaca, al tiempo que imparto clases en los niveles de licenciatura y maestría en la UABJO.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Oaxaca, en México y en toda América Latina?

Considero que son varios los elementos significativos que han provocado la crisis educativa en América Latina. Primero, pienso que la ideología neoliberal del mercado (y su modelo de la competencia, la calidad educativa y ahora la excelencia educativa) es la que ha gobernado gran parte de las teorías, los enfoques y los planes y programas de todas las escuelas. Segundo, la escuela es hija de la modernidad, y hoy sabemos que la modernidad y la posmodernidad son los fundamentos epistemológicos del capitalismo neoliberal que produce miseria y muerte en todo el mundo (omnicidio). Tercero, la escuela al tener sus fundamentos filosóficos en la modernidad y la posmodernidad, también es cómplice del cambio climático (biocidio). Hoy sabemos que la razón occidental, al separar la mente del cuerpo, y el pensamiento de la naturaleza, ha fundamentado, desde sus orígenes, una razón contra natura, o una racionalidad que no sólo domina y explota al hombre (genocida) sino también a la madre naturaleza (ecocida y geocida). Es decir, la escuela y su modelo educativo, no sólo es neoliberal y capitalista, sino también es moderna y posmoderna, y con ello, también es blanca, patriarcal y eurocéntrica.

Cuarto, las escuelas, al ser eurocéntricas y occidentales, también son epistemicidas, ya que, al expandir el proyecto de la modernidad, niegan constantemente el saber de los pueblos originarios, tipificándola todos los días en las aulas como lo atrasado o pre–moderno. Entonces, la función de la escuela es contribuir a la expansión de la cultura de la modernidad y la posmodernidad que son el fundamento filosófico del capitalismo omnicida. Esto a su vez, acentúa el antagonismo entre razón (instrumental) contra la naturaleza (ecocidio), y con ello la aceleración del cambio climático (biocidio). Esto hace que las escuelas, lejos de liberar el pensamiento, lo colonizan desde un proyecto occidental moderno–posmoderno que nadie cuestiona y que poco a poco se va internalizando en la subjetividad de los estudiantes, para que luego les de pena ser de una cultura originaria.

Con este tipo de ideas coloniales, racistas, patriarcales, capitalistas y occidentales que fomenta la escuela, se generan permanentemente dentro de ellas epistemicidios (muerte del conocimiento de los pueblos originarios) y ontologicidios (muerte de sus formas de ser en el mundo) durante el proceso educativo. Estos son, me parece, algunos de los elementos que han puesto en crisis la educación en América Latina.

Juan Carlos, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en su estado y en el país es fluida? ¿Por qué?

Considero que la relación entre los gobiernos federal y estatal con el gremio, en este caso la sección 22 de Oaxaca, sigue siendo nula. Actualmente existen miles de incidencias de pagos, administrativas y de ascenso por parte de mis compañeros profesores, directores, supervisores y jefes de sectores que desde el 2015, con la aplicación forzada a sangre y fuego de la reforma neoliberal de Enrique Peña Nieto, no han podido atenderse y mucho menos resolverse. Existen muchos problemas de este tipo que, incluso, con el nuevo gobierno federal, siguen sin ser resueltas. Esto dificulta la relación entre la sección 22 y el IEEPO, pues la bilateralidad en los hechos aún sigue rota y no existe repuestas concretas a las demandas del gremio magisterial y la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación). Gracias al modelo neoliberal capitalista, miles de escuelas están en el abandono, ahora con esta relación nula entre los gobiernos y el gremio, las cosas se están agravando cada vez más. Miles de escuelas están en el abandono total, pues varias de ellas fueron colapsadas por el sismo del 2017 en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y varias siguen sin recibir ningún tipo de apoyo.

Bajo estas condiciones, escuelas abandonadas desde el 2015 con la imposición de la mal llamada “reforma educativa” neoliberal, siguen operando en condiciones mínimas. En muchas zonas escolares de nivel primaria y secundaria en el estado de Oaxaca, hace falta la contratación de personal docente. Pues desde el 2015, el otorgamiento de nuevas plazas a mis colegas normalistas, que antes de la “reforma educativa” se les asignaba en automático, ahora ya no se les ha dado. Cabe mencionar que muchas escuelas carecen de personal docente. Existen también cientos de direcciones, supervisiones escolares y jefaturas de sector con profesores comisionados atendiendo los problemas. Aunado a esto tenemos a muchos compañeros profesores que se les deben varias quincenas, incluso aguinaldos completos que no se les ha pagado en el 2015. Miles de quejas e inconformidades aglutinadas y señaladas ya por parte de la CNTE y la sección 22 de Oaxaca, siguen sin resolverse. Esto muestra, al menos desde mi experiencia ubicada en el Sur, que la relación entre los gobiernos Federal y Estatal para resolver los problemas estructurales del gremio magisterial son nulas.

 

Como pedagogo crítico, ¿considera que la formación inicial y continua de les docente corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

Considero al menos desde mi experiencia como profesor militante de la sección 22 de Oaxaca, en pocos casos la formación inicial y continua de los docentes corresponde a las necesidades del país y no están a la altura de los desafíos pedagógico del siglo XXI. Como había explicado al principio, muchos de los enfoques que se imparten en las escuelas formadoras de docentes en el nivel superior, se siguen realizando desde políticas educativas conservadoras, coloniales, patriarcales, eurocéntricas y occidentalocéntricas. Incluso, como lo explique al inicio, la mayoría de los modelos educativos que tenemos, al tener como fundamento epistemológico a la modernidad y la posmodernidad, son un correlato de la dominación y explotación del hombre y la naturaleza. Además de ser excluyentes, coloniales, epistemicidas y ecocidas, ahora en nombre de los ideales de la modernidad se mata al otro (genocidio–epistemicidio) y al medio ambiente (ecocidio). Considero que el actual modelo educativo, incluso la que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México, es modelo básicamente colonial y eurocéntrico.

El problema que tenemos en muchas de nuestras escuelas, es que, al estar situadas en muchas comunidades originarias amerindias, cuya historia milenaria y desarrollo autonómico al igual que Egipto, Mesopotamia, India, China, Mesoamérica (Anáhuac) e Inca (Tawantisuyu), siempre quedan fueran de la historia mundial. Cuando se enseña historia al niño, siempre encuentra que su cultura, que tiene una antigüedad de al menos 5000 años, entra en el horizonte de la historia universal cuando es “descubierta” por Cristóbal Colon. La enseñanza de la historia universal es helenocéntrica, eurocéntrica y por tanto colonial. El curso de la historia universal viene de oriente a occidente y Europa (y sólo por un tiempo Estados Unidos) son el centro del mundo. El niño queda avergonzado de su cultura que tiene una cronología histórica impresionante. Olvidamos en muchos casos que Grecia fue una colonia egipcia y la gran mayoría de los conceptos griegos tienen sus raíces egipcias y fenicias. Muchos de sus avances se lo deben a África (ciencia, astronomía, filosofía, etc.,) y a la India (medicina, matemáticas, etc.,) Incluso dichos avances europeos (imprenta, papel, papel moneda, brújala, pólvora, revolución industrial, etc.,) fueron inventados siglos antes por los chinos. Por eso, la educación en América Latina es eurocéntrica y no podemos generar grandes cambios si no cambiamos la visión colonial que tenemos.

Sucede lo mismo en el aspecto social y ecológico. Las escuelas aparte de ser occidentalocentricas, también son ecocidas, pues gracias a la visión occidental que descalificó la visión de los pueblos originarios, ahora vemos a la naturaleza como un objeto, una cosa, un “recurso natural” a la mano, dijeran los libros de textos de ciencias naturales. A la naturaleza, desde la visión occidental, se le ve como una cosa que hay que conocer para controlarla y dominarla. Por eso se justifica, muchas veces, para el mercado neoliberal, “explotar los recursos naturales de la nación”, sacar oro, plata, petróleo, madera, aire, agua, etc., para el “desarrollo” y el “progreso” del país a costa de exterminar poco a poco la flora y la fauna de los pueblos. Si la epistemología occidental es el fundamento del ecocidio y el capitalismo el fundamento práctico–económico del colapso del medio ambiente, entonces, las soluciones no pueden venir de la modernidad–posmodernidad y su modelo económico capitalista, sino desde las amplias culturas del sur global en diálogos creativos sur–sur y sur–norte global que fueron negadas por la modernidad capitalista colonial. Hoy el pleno siglo XXI no tenemos asegurada la sobrevivencia de la especie humana ante el colapso ambiental. Por ello, la pedagogía crítica radical no puede quedarse al margen de este asunto vital. Propongo entonces aquí algunas cosas que nos pueden ayudar:

  1. Es necesario reconstruir las ontologías relacionales, las epistemologías holísticas y las pedagogías ecológicas de nuestras culturas ancestrales cuya antigüedad cultural tienen más de 5000 años de existencia.
  2. Estas reconstrucciones de nuestra propia cultura, servirá como locus de enunciación, para subsumir crítica y creativamente la modernidad–posmodernidad, pero desde los criterios éticos–filosóficos de cada cultura del sur global. No desde el criterio de la taza de ganancia capitalista neoliberal, sino desde las lógicas ecológicas, complementarias y relacionales de la vida con el todo que tienen nuestras culturas amerindias para ir más allá del capitalismo omnicida y su fundamento moderno–posmoderno ecocida y epistemicida.
  3. Es necesario superar la separación occidental dicotómica pensamiento contra la naturaleza por una nueva relación cultural presente en las amplias culturas del sur global. Las pedagogías del sur global que fueron excluidas por la modernidad pedagógica del norte global, ahora jugarán un papel importante para proponer nuevas formas de enseñar y aprender que no sean capitalistas, coloniales, patriarcales, modernas y posmodernas.
  4. Una educación ambiental, crítica, descolonial, anti–patriarcal, anti–racista, pos–occidental y trans–capitalista es necesario hoy más que nunca, si en verdad queremos contribuir desde las pedagogías amerindias, nuevas epistemologías y prácticas realmente armónicas, ecológicas y respetuosas con la madre naturaleza y la vida toda en su diversidad.
  5. Descolonizar la pedagogía capitalista, colonial, patriarcal, moderna y posmoderna desde las epistemologías y pedagogías del sur global, es ahora vital en el pleno siglo XXI, si es que queremos proponer alternativas realmente posibles al colapso y transición civilizatoria mundial que estamos viviendo hoy en día. En el mejor de los casos, las pedagogías amerindias tienen hoy mucho que aportar en este siglo XXI.

 

Amigo Juan Carlos, ¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

Pienso que el COVID–19 es una clara muestra de que hoy todo está globalizado. Y si todo está globalizado, quiere decir que el problema es local y global y la solución también es local y global. El confinamiento pone en jaque al sistema capitalista y evidencia la precariedad laboral de miles de millones de personas en el mundo y la profunda vulnerabilidad que tenemos los seres humanos ante un sistema de salud neoliberalizado que está pensando siempre en la privatización e individualización de todo. Ante la actual pandemia lo que se muestra es que las formas de sobrevivencia en un caso extremo, no son individuales, sino colectivas, o más bien comunitarias. Lo que puede asegurar la sobrevivencia de la especie humana no es el acceso elistista y neoliberalizado a la salud, o la producción individualista y competitiva de los alimentos básicos, sino que el cuidado y la permanencia de la vida toda es comunitaria, nadie puede salvarse sólo con su dinero en el banco.

Lo que ha hecho el confinamiento por el COVID–19, es demostrarnos que el capitalismo neoliberal, con sus actuales hospitales privados y su modelo individualista competitivo, sólo nos llevará a la aceleración de la extinción de la especie humana. Ninguna solución para proteger la vida de todos se hace privatizando todo para salvarse individualmente. Pienso que esta experiencia, si la reflexionamos bien desde lo educativo, debe de poner en el centro del debate la incompatibilidad del capitalismo con la vida no sólo la humana, sino también con la vida del medio ambiente en su totalidad. La educación no puede quedarse al margen de esta gran oportunidad, pues ella misma como ya lo hemos dicho al principio, si no se transforma, seguirá siendo uno de los obstáculos fundamentales para generar la superación del capitalismo y la modernidad–posmodernidad. Entonces, el COVID–19, para la educación debe de significar una oportunidad fundacional en esta transición civilizatoria para incidir y proponer nuevas formas pedagógicas amerindias que sean realmente ecológicas y menos agresivas con la diversidad cultural y biológica.

Ahora bien, en lo que se refiere a las medidas adoptadas por confinamiento producido por la pandemia y si éste afecta o no al derecho a la educación, pienso que no afecta el derecho a la educación de las y los niños. Al contrario, creo que el niño sería más feliz si dejara de ser secuestrado por las escuelas que son sistemas carcelarios, disciplinarios, epistemicidas y ecocidas que matan la creatividad de los niños.  Más bien pienso que el actual confinamiento y las medidas tomadas aquí en México de continuar las clases mediante plataformas virtuales, lo único que ha hecho es evidenciar, gracias al modelo capitalista neoliberal, la precariedad laboral y la pobreza de más de 70 millones de mexicanos que muchas veces no tienen acceso a internet. Incluso para muchos, el confinamiento es un privilegio, pues la gran mayoría tiene empleos temporales o informales y tiene que salir a la calle para poder ganarse la vida. El problema es realmente grave y estoy seguro que la solución no puede ser más capitalismo y más modernidad–posmodernidad, sino que las soluciones tienen que venir del diálogo creativo de todas aquellas culturas del sur global que fueron negadas por la modernidad. Esto con la finalidad de proponer un nuevo sistema civilizatorio que ya no sea capitalista, colonial, patriarcal, blanco, eurocéntrico, moderno y posmoderno; creo que este es el gran reto de la humanidad: conservar el planeta (con sus ecosistemas) y la vida toda.

Desde la cosmovisión y cultura zapoteca, binnigula´sa´, ¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

Lo que puedo vislumbrar sobre el confinamiento obligatorio desde la visión de los binnigula´sa´, es que la vida humana no se puede reproducir encerrados en la individualidad. Gran parte del pensamiento mesoamericano, y por ende también la cosmovisión zapoteca, lo que asegura la vida es la relacionalidad del todo con el todo. Es la interdependencia de los seres humanos con la naturaleza la que permite que el hombre tenga un profundo respeto por los ecosistemas.  Para los pueblos amerindios, no existen los confinamientos solitarios, pues éste les genera pura tristeza y la muerte. Para los binnigula´sa´ la vida misma es relación, co–dependencia y co–presencia simultánea del todo con el todo; nada está separado, confinado o aislado. Entonces, este confinamiento capitalista que nos sugiere en varios casos ponderar y realizar la vida cotidiana de forma virtual, se vuelve complicado paras las comunidades originarias. El confinamiento o aislamiento significaría la muerte, pues la vida se hace posible gracias a la interdependencia comunitaria, co–presencial aquí y ahora. No existe una realidad virtual que pueda sustituir la realidad co–presente aquí con todos; la co–realidad se hace y se vive en la inter–dependencia vivencial comunitaria.

La transición civilizatoria que parece sugerir que la nueva edad del mundo va ser dominado por las realidades virtuales con sistemas de monitoreo permanente, telecomunicaciones 5G, equipos conectados aquí con todo, para saber tu temperatura corporal, ritmo cordiaco, etc., representa un problema para la filosofía de vida de los pueblos, pues lo que hará es acentuar la separación no sólo del pensamiento y el cuerpo como lo ha hecho la razón occidental desde hace 2600 años, sino la separación del cuerpo con los demás cuerpos (no tocarse, saludar de lejos, estar siempre vigilados y conectados digitalmente siempre, etc.,). Nuevamente, me da la impresión que el confinamiento y la realidad virtual ofrecida por estos sistemas, parecen sugerir que lo que vino y lo que se quedó con el COVID–19, va ser el aislamiento y la conexión de todo con el todo pero de forma virtual. Los pueblos, sin embargo, buscan otros proyectos de vida inter–dependientes con la naturaleza que tienen que ser tomados muy enserio, si es que queremos salir de esta crisis civilizatoria.

 

Estimado Juan Carlos, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Pienso que las propuestas para transformar de forma radical el sistema educativo pueden venir de los núcleos éticos–ontológicos de las culturas y pedagogías del sur global en diálogo crítico con los aspectos más positivos y emancipadores de la modernidad–posmodernidad del norte global. No podemos seguir reproduciendo lógicas ecocidas y epistemicidas fomentadas por el capitalismo y la razón occidental, como si toda la solución viniera de ellos. Creo que, si realmente queremos plantear una transformación radical del sistema educativo, éste debe aprender profundamente de las amplias culturas del sur global que fueron negadas y construidas conceptualmente como atrasadas. Considero que sólo se puede descolonizar la educación en el sentido en el que podamos partir realmente del locus de enunciación de la cultura a la que pertenecemos. Es decir, reconocer y partir del núcleo ético–ontológico de nuestra cultura y desde ahí generar el diálogo con las otras pedagogías del sur global. Se trata de un diálogo creativo que desde su cultura milenaria subsuma la razón moderna–posmoderna no para imitarlas o ser modernas como ellas, sino para superarlas creativamente e ir más allá del capitalismo colonial, patriarcal, blanco, racista, sexista, eurocéntrico y cristiano–céntrico.

Todo este proceso requiere cuestionar profundamente los fundamentos occidentales del sistema educativo colonial y cómo éste fundamento se vincula con el capitalismo para producir y reproducir prácticas ecocidas y epistemicidas en los procesos escolares. Me parece que el camino es ampliamente largo y hay muchas cosas por hacer. Queda en las manos de los educadores y educadoras analizar profundamente la genealogía de los grandes problemas civilizatorios, de donde vienen, cuál es su historia, su desarrollo y cómo hoy nos está afectando de esta manera poniendo en peligro la vida de todos. Tener más o menos clara la historia crítica de esta genealogía de la razón occidental, moderna–posmoderna, nos ayudará a comprender la importancia de las filosofías y pedagogías de nuestros pueblos amerindios, en diálogo con las pedagogías del sur global (India, China y África) para aprender mutuamente otras formas realmente ecológicas de enseñar y hacer la vida de forma inter–dependiente y respetuosa con los ecosistemas.

Muchas gracias.

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Casi la mitad de profesores no tuvieron asesoría ni acompañamiento para implementar programa Aprende en Casa

Por: Erick Juárez Pineda

En una encuesta realizada por la Secretaría de Educación Pública a docentes, se reveló que el 48% de los maestros no recibió asesoría, apoyo o acompañamiento de las autoridades educativas para la implementación del programa Aprende en Casa.

Mediante un sondeo realizado por la dependencia, se reveló que hasta el 70%  de los alumnos no tienen internet  y de los profesores, el 32.7% no tiene acceso a este servicio.

En la encuesta realizada a nivel nacional, participaron 302 mil 270 docentes de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y normales, así como del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Tecnológico Nacional de México (TecNM); se reportó un avance en el Programa de Estudios, en su grupo de alumnos, superior al 70 por ciento al inicio el aislamiento voluntario.

Respecto a las plataformas que se utilizan para el desarrollo del programa Aprende en Casa, se reportó que el 50.2 por ciento utilizan el teléfono celular para acceder a sus contenidos; alrededor del 30 por ciento lo hace con otros dispositivos, mediante la conexión a internet de sus hogares; el 14.5, a través de la televisión; el 0.3 por ciento, con la radio; y el resto, con el apoyo de otros instrumentos y materiales.

A la pregunta ¿con qué porcentaje de sus alumnos interactúa semanalmente? 247 mil 861 docentes respondieron que interactúan entre el 90 y 100 por ciento de sus alumnos; entre el 80 y 89 por ciento lo hacen 25 mil 88 docentes; entre el 60 y 79 por ciento lo hacen 15 mil 416; entre el 40 y 59 por ciento lo hacen 9 mil 370.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/casi-la-mitad-de-profesores-no-tuvieron-asesoria-ni-acompanamiento-para-implementar-programa-aprende-en-casa/

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Las Ampas, en contra de volver al aula «sin que se den condiciones objetivas»

Por: ABC

También el Sindicato de Estudiantes rechaza retomar las clases ante la eminente reunión del ministerio con las comunidades.

Las federaciones de madres y padres de alumnos de la enseñanza no universitaria vasca se han posicionado en contra de la vuelta de sus hijos a los centros «hasta que se den las condiciones objetivas para ello».

Dichas asociaciones -AMPAs, Fecapp, Bidelagun, Fapae, Feguiapa, Ufepa y Fapacne- han expresado en un comunicado su «incertidumbre y preocupación» por la decisión del departamento vasco de Educación de dar a los centros la libertad de decidir el retorno a las clases presenciales, lo cual ha sido muy criticado por los sindicatos ELA, LAB, Steilas, CCOO y UGT.

Dichas asociaciones también han destacado su «preocupación» por el hecho de que determinados centros puedan abrir y otros, no; lo que «generaría situaciones de desigualdad», según indican, por lo que apuestan por «actuar de forma coordinada». Tras remarcar que esta situación provoca «ansiedad e inseguridad» tanto en los alumnos como en las familias, las asociaciones señalan que la formación «online» «está en marcha» y «es más que probable que se siga así en el inicio del próximo curso».

En este escenario, reclaman al Gobierno Vasco que disponga de una «financiación adecuada» para la digitalización de todos los alumnos, así como un plan de financiación para que todos los centros se doten de las «medidas necesarias» para afrontar la vuelta a las aulas «con los necesarios niveles de seguridad».

El Sindicato de Estudiantes también ha rechazado la vuelta a las aulas al considerar que si no hay las máximas medidas de seguridad los centros se convertirán «en lugares de contagio», por lo que se niegan a «a poner en riesgo» sus vidas.

«¿Cómo podremos garantizar la distancia de 1,5 metros entre pupitres con aulas totalmente masificadas? ¿El Ministerio de Educación repartirá mascarillas a los estudiantes, a los profesores y a los trabajadores de nuestros centros? ¿Asegurarán la desinfección de las aulas y tests para todo el mundo? ¿Cómo organizarán un transporte público que suele ir abarrotado?».

Son algunas de las preguntas que se ha hecho la secretaria general de este sindicato, Coral Latorre, en rueda de prensa telemática para argumentar su rechazo a la reapertura de los centros con las fases de la desescalada del estado de alarma.

De hecho, han llamado a la huelga estudiantil indefinida en todos los institutos del País Vasco, a partir del 18 de mayo, cuando en principio se ha anunciado la vuelta a clase voluntaria, y ampliar la medida a todos los territorios donde se plantee esta medida.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-ampas-contra-volver-aula-sin-condiciones-objetivas-202005141555_noticia.html

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Coronavirus: El envés de la vida y de la educación

Por: Autor: Feliciano Castaño Villar

Este modelo de confinamiento homogeneizante reduce a la niñez a seres humanos en proyecto y de escaparate, aparca a las personas mayores o a cualquier otro colectivo que no sea considerado sano o productivo. Esta forma de monitorear el estado de alarma, ¿no encubre una concepción y atención muy miserable de la vida?

“Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos”

Árbol de Diana (1962), Alejandra Pizarnik

Las fisuras estaban, la pandemia las ha atravesado de un hachazo.Las faltas y desatenciones se padecían en las residencias de mayores, que en unos días se han convertido en inhóspitos depósitos de cadáveres. Las mercaderías y carencias del sistema público sanitario se conocían, pero en unos días se ha contaminado, colapsado y transfigurado.Podríamos seguir, pero la intención es otra.

Por más que la huida hacia delante no cese, podemos detenernos y apreciar el vacío en el que vivimos. Lo ocurrido en las residencias de mayores subraya el desprecio absoluto por la vida. Cómo el lucro es incapaz de conservar lo más preciado que tenemos. Si una cultura se juzgara por cómo trata a sus personas mayores, a sus niños y niñas o a sus trabajadores y trabajadoras indispensables, ¿cómo valoraríamos esta cultura?

La infección, la pandemia, el confinamiento neoliberal, todo lo que vivimos es real. Y aunque tengamos una sensación de irrealidad, por primera vez nos está ocurriendo algo real. Nos está ocurriendo algo a todas juntas y al mismo tiempo, reflexiona Alba Rico. Pero esta experiencia de la pandemia y el confinamiento son radicalmente desiguales.

La pandemia provocada por este virus de origen animal no se trata de un fenómeno aislado, sin historia, ni contexto económico y cultural alguno. Responde a un modelo de producción y consumo, a un tipo de ganadería industrial, como explica Rob Wallace. No lo sepultemos entre tanta desinformación y sobreinformación, sea tecnocrática o producida por el espectáculo de telepredicadores liberados.

La infección, la pandemia, el confinamiento neoliberal, todo lo que vivimos es real. Aunque tengamos una sensación de irrealidad, por primera vez nos está ocurriendo algo real.

Mientras el gobierno nos quiere indulgentes y serviles, el papel de las ultraderechas está embarrado de torpeza institucional, despreciando el dolor de millones y en una ofensiva constante de desestabilización con noticias falsas, insultos, discurso de odio y política de troll. Necesitamos iniciativas ciudadanas que exijan información clara, rigurosa y veraz con potencia como para revertir y consolidar un pacto democrático contra el odio, la desinformación y el bulo (fascismo) en la red.

Las reglas del confinamiento se fabrican desde la horma del mercantil urbanismo de Madrid, junto a su mirada adultocéntrica, marcial, patriarcal, etnocéntrica y un soberbio corte de clase social. Mientras las compras por internet no paran, las camas y los equipos de protección sanitarios no están disponibles. Amazon y Netflix llegan a máximos históricos en Wall Street, Glovo y Deliveroo-Unilever multiplican los servicios, Blackstone hace la mayor compra de activos en Europa, BlackRock se reclama como comisario de políticas post-crisis. ¿Ya vamos viendo quién toma posición en el nuevo orden mundial?

Como nos sugiere Bruno Latour, ahora que el mundo se ha detenido preguntémonos: ¿qué cosas son importantes? Y señalemos con ello: ¿qué oficios y trabajos esenciales para la vida hemos devaluado y convertido en salarios y condiciones laborales de birria?

Este modelo de confinamiento homogeneizante reduce a la niñez a seres humanos en proyecto y de escaparate, aparca a las personas mayores o a cualquier otro colectivo que no sea considerado sano o productivo. Esta forma de monitorear el estado de alarma, ¿no encubre una concepción y atención muy miserable de la vida?

Y ¿qué pensar de esa gran ausente, la educación como fundamento, en el debate? ¿Cuánto tiempo mantendremos la captura del, interesado y estéril, debate procedimentalista entre educación innovadora versus tradicional? ¿Por qué admitimos que el bienestar de la niñez y la educación ocupe el último lugar de lo esencial? ¿Por qué aceptamos el uso partidista que se hace de la educación y la incapacidad de los representantes políticos para asumir sus responsabilidades?

¿Dónde queda ante Google, WhatsApp, ZoomVideo… el control democrático de la educación pública, la autonomía profesional, los derechos del profesorado y estudiantes, el seguimiento local de las comunidades sobre sus escuelas…?

¿Cuánto peso supondrá esa cultura docente donde evaluar es calificar, devorando cual ogro al más débil? ¿Cuánta desigualdad, polarización, naturalización de la incapacidad y segregación somos capaces de generar? ¿Cuántos claustros se arrojaron al teletrabajo serial del programa de septiembre, sin parar, sin pensar, sin escuchar, sin comprender y sin rehacer su quehacer, con el fin de cubrir su expediente?

¿Cuántas cesiones de autoridad y datos se hemos entregado a actores tecnológicos privados, corporativos y globales? ¿Dónde queda ante Google, WhatsApp, ZoomVideo… el control democrático de la educación pública, la autonomía profesional, los derechos del profesorado y estudiantes, el seguimiento local de las comunidades sobre sus escuelas? ¿Asumiremos por siempre la evidencia de la imprescindible cooperación científica y en abierto, y la miseria democrática y social que suponen las patentes?…

Cerrar escuelas y centros de servicios sociales puede ser razonable, pero sin otras medidas que atiendan necesidades supone un abandono para las familias y personas más vulnerables

Dos lecciones del magisterio de Illich y Freire que reviven: menos es más y la alfabetización ha de ser una lectura/escritura crítica de la realidad.

Cerrar escuelas y centros de servicios sociales puede ser razonable, pero sin otras medidas que atiendan necesidades supone un abandono para las familias y personas más vulnerables. El teletrabajo se materializa para una parte, pero no es real para todo el mundo.

La escuela, aún a distancia, es un proyecto social colectivo, que exige construir desde lo común. Existe un riesgo de desnaturalizar, más aún, la escuela hacia el gerencialismo organizacional de la empresa o el Teaching to the test. En democracia, la escuela es ante todo un lugar abierto de encuentro entre diferentes, con capacidad de agitar el aprendizaje de la autonomía recíproca, el debate, la cooperación, la ayuda mutua, así como de aprender a pensar, investigar, analizar, razonar, crear, dudar y cuestionar.

Es urgente oponernos al darwinismo social, ecocidio, autoritarismo y a la competencia, rechazar las consignas que pretenden hacer de la nueva educación un sucedáneo autorregulado de técnicas de gestión para competir

Es urgente oponernos al darwinismo social, ecocidio, autoritarismo y a la competencia. Rechazando esas consignas que pretenden hacer de la nueva educación un sucedáneo autorregulado de producción de técnicas de gestión para competir. Es decir, una servidumbre voluntaria y adaptativa que nos lleva indefectiblemente al éxito del ocaso.

Sabemos del pasado que una política pública democrática, social y educativa exigente requerirá no sólo de dinero público, también de un gran tejido social de mareas, movimientos, sindicatos, partidos, asociaciones y colectivos para empujar hacia la democratización de cada una de las transformaciones y prácticas que necesitamos.

El desafío principal son los vínculos; entre nosotros, con la apertura al otro, la solidaridad, la fraternidad; y la equidad con la naturaleza. ¿Y si hiciéramos del confinamiento una experiencia compartida del mundo? Porque como dice Enric Casasses, “desde que estamos en casa encerrados se ha agudizado la sensación de estar a la intemperie”. Desprovistos de esos lugares comunes, como la escuela, donde lo conjuntivo prevalece frente a lo conectivo, donde se unen y comparten conocimientos, ideas, dudas, experiencias, sentimientos propios y colectivos, aprendiendo a decir “yo” y a hacer “nosotros”.

Fuente de la Información: https://www.elsaltodiario.com/coronavirus/enves-vida-educacion

 

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A flor de piel

Por: Carolina Vásquez Araya

Mirar hacia la calle desde la ventana, una parte de esta rutina recién adquirida.

6 de la mañana: Me despiertan la Pelusa y la Mimi algo impacientes y mirándome directo a los ojos, en espera de una señal de vida para comenzar a mover la cola y saltar de la cama. Sé muy bien que podría quedarme entre las sábanas porque no hay planes para hoy. De hecho, hace más de 6 semanas que no hay planes para el día; pero igual, con una persistencia encomiable, he insistido en darle un sentido positivo al encierro creando pequeños desafíos domésticos. Aunque agradecida por el privilegio de tener un techo y comida suficiente -mucho más que millones de personas cuyo día se inicia con el estómago vacío, en la incertidumbre y la necesidad- no puedo dejar de mirar con desconfianza al futuro inmediato.

Después de la invasión inicial de noticias y de sentirnos catapultados hacia una vorágine de información contradictoria cuyo efecto inmediato ha sido una profunda desconfianza hacia los medios y las fuentes oficiales, hemos pasado a la etapa del cedazo, en donde intentamos sin mucho éxito separar la paja del grano y darnos pequeños espacios de silencio mediático para no sentir, no saber y no ser absorbidos por la tensión y el temor natural al caos y a la desinformación. De todos modos, no siempre se puede ser tan racional cuando se trata de conservar la vida y el sentido común.

He pasado mi vida entera luchando por creer en conceptos tan elusivos como la justicia y el bien común y también he trabajado duro para tener la libertad de expresar mi pensamiento. A pesar de haber transitado por entornos de enorme incertidumbre política y de grandes fosos de inequidad social, todavía intento convencerme de la capacidad humana para experimentar algo parecido a la solidaridad, pese a las evidencias constantes de que en el fondo nuestra naturaleza nos hace egoístas y persistentemente impermeables al dolor ajeno.

Por esa necesidad de búsqueda de los motivos de tanta desigualdad, he llegado a conocer de cerca la miseria de quienes son considerados por las élites como un recurso indeseable pero necesario para acrecentar su riqueza. En el otro extremo del espectro, he tenido la oportunidad de constatar cuánto desprecio destilan esos núcleos privilegiados por quienes nunca han tenido las oportunidades ni los medios para superar su condición de pobreza, pero también cómo manipulan los conceptos para convencerse y convencer a otros de la inevitabilidad de las distancias sociales; como si estas nunca hubieran sido diseñadas y construidas a propósito.

Hace apenas unas semanas, creía que la pandemia nos equiparaba. Profundo error. Las nuevas condiciones comienzan a revelar hasta qué punto estamos distanciados frente a un enemigo común y cómo esta amenaza, supuestamente universal, se transforma en otro sistema de selección en donde los más pobres y los más vulnerables serán siempre los más castigados. Poco a poco, el mapa se define y las clases dominantes muestran la esencia de su codicia al aferrarse al poder y concentrar la toma de decisiones, afectando a millones de seres humanos alrededor del planeta. Ante ese poder prácticamente ilimitado, somos apenas un murmullo distante, una masa anónima con la impotencia y la rebeldía a flor de piel.

6 de la tarde: Termino el día con la sensación de no haber realizado ninguna tarea esencial. Me he empeñado en refugiarme en el no saber, como si esa barrera contra la especulación, la desinformación y la manipulación mediática pudiera, de algún modo, protegerme contra un enemigo ubicado al otro lado de la puerta de mi casa. Y vuelvo a mirar por la ventana, esperando que no llegue.

La amenaza sanitaria que nos rodea, también nos discrimina

Fuente e imagen: https://iberoamericasocial.com/a-flor-de-piel/

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Libro(PDF): «Trabajo y crisis de los modelos productivos en América Latina. Argentina, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Chile y Uruguay»

Reseña: CLACSO

Este libro, con casos nacionales significativos de la región, continúa la reflexión colectiva de investigadores pertenecientes a varios grupos de trabajo de CLACSO, que analizan desde la Macroeconomía, la Economía y la Sociología del Trabajo el fuerte impacto que tuvieron en la década pasada los modelos de desarrollo, o más bien, las configuraciones sociales sobre el trabajo en varios países de América Latina. Permite comparar las grandes diferencias que se observan en solo una década con las que esos mismos autores describieron en el libro Trabajo y modelos productivos en América Latina: Argentina, Brasil, Colombia, México, y Venezuela luego de las crisis del modo de desarrollo neoliberal, coordinado por Enrique de la Garza Toledo y Julio César Neffa (CLACSO, 2010).

Autores (as): Julio César Neffa. Enrique de la Garza Toledo. [Coordinadores]

Fernando Urréa Giraldo. Daniel James Hawkins. Jaime Rendón Acevedo. Marcio Pochmann. José Ricardo Ramalho. Enrique de la Garza Toledo. Jorge Carrillo. Ana Karina Hernández. Francisco Pucci. Antonio Aravena. Héctor Lucena. Julio César Neffa. [Autores y Autoras de Capítulo]

Editorial/Editor: CLACSO.

Año de publicación: 2020

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN: 978-987-722-598-3

Descarga: Trabajo y crisis de los modelos productivos en América Latina. Argentina, Brasil, México, Venezuela, Colombia, Chile y Uruguay

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=1961&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1387

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España: Medidas para evitar una crisis educativa por el coronavirus

Europa/España/26-04-2020/Autor(a) y Fuente: www.educaweb.com

La Fundación Jaume Bofill lanza la iniciativa Obrim l’Educació con recomendaciones para afrontar la desigualdad en la educación a causa del COVID-19, entre las que destaca orientar a través de las TIC.

La crisis del coronavirus ha obligado a cerrar los centros educativos y acabar el curso 2019-2020 de forma online, lo que conlleva un aumento de las desigualdades educativas entre el alumnado. Así lo señala la Fundación Jaume Bofill, que recuerda que existen evidencias científicas que demuestran que la ausencia prolongada de clases presenciales provoca la pérdida del ritmo de aprendizaje y la desvinculación escolar. Esto, aunado al contexto crítico de hogares que padecen dificultades económicas y/o de salud, requiere de medidas de choque para afrontar los retos de la educación ante la pandemia.

Para evitar los efectos del confinamiento en la educación y desarrollar soluciones que permitan aumentar las oportunidades educativas para todos y todas en tiempos de coronavirus, la entidad presidida por Ismael Palacín ha lanzado la iniciativa Obrim l’Educació, en la que destaca la importancia de la orientación para contener la desigualdad educativa.

Como parte de este proyecto, la Fundación promueve 30 medidas «de choque» para contener las consecuencias de la desigualdad educativa provocada por la ausencia de clases presenciales, así como 20 propuestas de reformas necesarias para impulsar la igualdad en la educación desde el curso 2020-2021 y que en tres años esta sea una realidad.

Si bien estas propuestas se han pensado especialmente para el ámbito educativo de Catalunya, estas podrían adoptarse en el resto de España.

Las medidas de choque para afrontar la crisis educativa por el COVID-19

Las 30 medidas de choque de la Fundación Jaume Bofill se han organizado en función de tres momentos y objetivos educativos: acabar el curso escolar con suficienciaenriquecer el verano con oportunidades educativas y garantizar la equidad en el curso 2020-2021.

La orientación, una de las medidas para finalizar el curso con suficiencia

Entre las propuestas relativas a la finalización del curso con garantías de suficiencia se encuentra evitar la brecha digital y social del alumnado vulnerable. Para ello, la Fundación Jaume Bofill recomienda que los centros desarrollen un registro fiable de familias y alumnado socialmente más vulnerables, y que las administraciones les proporcionen los medios técnicos que les permitan realizar las actividades o clases online (wifi, ordenadores, dispositivos móviles, etc.).

También resulta fundamental ofrecer orientación académica y profesional, vía telemática o telefónica, a todos los alumnos y las alumnas, sobre todo a los y las que finalizan cursos previos a las transiciones educativas relevantes como 6º de Primaria, 4º de la ESO o 2º de Bachillerato. De esta forma, se podrá garantizar que los y las estudiantes cuenten con toda la información y el acompañamiento necesarios para tomar decisiones sobre su proyecto de vida y profesional.

Promover la promoción automática de curso del alumnado, tanto de Primaria como Secundaria obligatoria y postobligatoria, constituye otra de las medidas que se incluyen en la iniciativa Obrim l’Educació para asegurar un fin de curso con las mismas oportunidades educativas para todos y todas.

Asimismo, la Fundación recomienda establecer acciones específicas de vínculo y acompañamiento educativo con los estudiantes con necesidades educativas especiales o en riesgo de exclusión social a través de figuras de referencia, como los tutores y las tutoras, y establecer contacto telefónico constante entre todos ellos.

Enriquecer el verano con actividades pedagógicas para garantizar la igualdad educativa

Para asegurar la igualdad en la educación también es prioritario que todo el alumnado, especialmente el más vulnerable, pueda participar durante el verano en actividades lectivas. Para lograrlo, será necesario que se ofrezcan suficientes programas de verano para todos y todas, así como becas del 100 % a las familias y estudiantes más desfavorecidos, con transporte y comidas gratuitos.

Asimismo, la entidad aboga por que estas actividades estivales tengan un carácter educativo, socioemocional y de enriquecimiento cultural, deportivo y lúdico. En el ámbito socioemocional en particular, resultará relevante que cada participante cuente con una figura de orientación o mentoría que actúe como tutor de referencia durante todo el periodo estival.

Establecer un sistema que permita valorar los aprendizajes y competencias adquiridas por el alumnado a lo largo de la participación de los programas de verano, así como ofrecer retroalimentación a los participantes y sus familias, es otra de las medidas que propone la Fundación Jaume Bofill a través de su proyecto.

Medidas para asegurar la igualdad educativa en el retorno a la escuela

En cuanto al retorno de los niños y niñas a la escuela en el próximo curso escolar, será necesario que los centros educativos dispongan de un plan de acogida post-crisis, que contemple acciones y dispositivos para facilitar que el alumnado se adapte de nuevo al ritmo y entorno escolar.

Para lograrlo, la Fundación propone ofrecer tutorías «en pequeños grupos e individualizadas». Además, considera necesario implementar espacios de trabajo socioemocional, para el debate y la reflexión, así como establecer planes concretos para luchar contra el absentismo escolar.

Reformas educativas para asegurar la igualdad en la educación

La Fundación Jaume Bofill también plantea reformas educativas que se podrían implementar en los próximos tres años para asegurar la igualdad de oportunidades en educación. Entre ellas se encuentra incluir las tecnologías digitales como contenido básico y troncal de los programas de formación inicial y de desarrollo profesional de los y las docentes.

Asimismo, considera que es necesario abrir un proceso de debate y consultas entre la comunidad educativa que finalice con una propuesta curricular y de evaluación actualizada en clave competencial, de «básicos e imprescindibles» y de personalización.

También sugiere dotar de más recursos a los centros de alta complejidad y ofrecer unas «becas salario» al alumnado de 16 a 18 años de hogares desfavorecidos para que sigan estudiando.

Retos y soluciones de la educación en época de coronavirus

Obrim l’Educació incluye también un «mapa» de retos educativos a resolver de forma abierta y colaborativa para que la crisis sanitaria no derive también en una crisis educativa. Para ello, la Fundación Bofill hace un llamamiento a diferentes agentes relacionados con la educación para que compartan soluciones y lideren propuestas para resolver los problemas educativos que la crisis del coronavirus ha dejado al descubierto.

«Ninguna organización por sí misma puede resolver el problema de la desigualdad educativa, pero juntos podemos hacerlo», señala la entidad, que también ha abierto en la web del proyecto un espacio para compartir reflexiones, aprendizajes y recursos sobre lo que se está haciendo y se puede hacer a nivel educativo para afrontar los retos de la crisis sanitaria.

Y es que las desigualdades educativas en época de coronavirus «solo pueden compensarse abriendo la educación para generar condiciones de posibilidades y oportunidades para todos», asegura la Fundación.

Si quieres conocer en detalle las medidas y reformas que propone la Fundación Jaume Bofill para afrontar la crisis educativa ante la pandemia, o bien compartir tus opiniones y soluciones, puedes acceder a través de la web de Obrim l’Educació.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/04/21/medidas-evitar-crisis-educativa-coronavirus-19156/

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