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¿Qué pueden aprender los maestros de los ‘standuperos’ para educar mejor?

Por: Sofía García-Bullé

El stand-up es un estilo de comedia pero contiene elementos que pueden ser útiles a los maestros en su labor docente.

La docencia es un oficio serio, conlleva la responsabilidad de educar a nuevas generaciones, transmitirles conocimiento, desarrollar en ellos las habilidades y valores que necesitan para integrarse al mercado laboral y ser miembros útiles de la sociedad. Sin embargo, usualmente los maestros que más recordamos son aquellos que nos retaron o convirtieron la experiencia educativa en algo divertido.

El stand-up o monólogo cómico, es un estilo de comedia que parte de convertir cualquier tipo de experiencia personal en algo entretenido, humorístico, que facilite crear una conexión con la audiencia. La comedia es una forma de comunicación que parte del conocimiento y la experiencia, igual que la enseñanza. Su potencial para desarrollar en el docente un discurso conciso, capacidad de descifrar el ambiente en el salón de clases, combatir la falta de atención a través del entretenimiento, son algunos de los beneficios que la práctica de la comedia en vivo puede aportar a la labor docente.

Comedia cartesiana en el aula

Tres de los elementos más importantes para hacer un buen monólogo cómico es la conexión con la audiencia, el ritmo y el tiempo. El médico y editor Richard Smith, explica la diferencia de los tiempos en una rutina de stand-up y la práctica docente.

“… Es muy difícil entretener a un salón por ocho horas al día, muchos cómicos lo hacen solo por 10 minutos a la vez, usando material seleccionado y pulido, que saben que conseguirá risas”, menciona el también profesor de liderazgo y técnicas de publicación. El hastío ante un día escolar de tal duración es un problema de todos los días, y una de las mejores maneras de sobrellevarlo es combinar esta técnica de selección de material, la generación previa de un contenido que genere una conexión con la audiencia (en este caso, el aula) y aprovechar esta medida de tiempo de la rutina cómica común para poner en práctica una de los pasos sugeridos en el Discurso del método: dividir una tarea grande en varias pequeñas.

Manejar la información en unidades concisas, breves y con contenido entretenido, puede hacer mucho para mejorar el nivel de atención en los estudiantes. Neurólogos y educadores apoyan la teoría de un aprendizaje efectivo, sin estrés o ansiedad; por esto el humor es una herramienta útil para fines educativos.

Una comunicación docente efectiva con base en el humor

Hacer reír no es tan fácil como parece, es necesario partir de una base común, generar una conexión con el grupo. No es tan simple como “caer bien”, es necesario hacer uso de habilidades como inteligencia social, inteligencia emocional y empatía para leer el lugar, saber cuál es el ánimo del salón; si responderán mejor a una breve broma blanca o a una anécdota personal que ejemplifique la importancia de usar acentos. Si es la tercera hora de día o la última, si acaban de presentar un examen o si la siguiente hora es el recreo, todo cuenta al momento de crear una base común significativa con los alumnos.

Scott Weems, neurólogo y autor del libro “Ha! La ciencia de la que reímos y por qué lo hacemos”, expone de forma puntual la razón por la que el humor puede ser el mejor aliado del docente. El humor, es un mecanismo de proceso psicológico, una forma de asimilar tanto la complejidad como contradicciones que experimenta un estudiante durante su jornada didáctica. El aprendizaje puede nutrirse de la positividad y apertura que ofrece el humor para procesar tanto la información nueva como el estrés inherente al reto de aprender o enseñar.

Generar conocimiento que perdure a través de buenas memorias

La memoria es un elemento crucial para el ejercicio del aprendizaje, no se puede entender, comprender ni adoptar lo que no se puede recordar primero. La memoria a su vez está ligada a la emoción, puede que el alumno no recuerde con tanta facilidad la lección completa sobre el episodio histórico de la Intervención Francesa, pero seguro recordará ese chiste sobre cómo algo tan vano como un par de pasteles, dispararon un incidente internacional entre México y Francia. Esto es aprendizaje por asociación.

La comedia es uno de los recursos más usados por los adeptos al aprendizaje por asociación. El humor activa la dopamina y el sistema de recompensa en el cerebro, esto es clave tanto para la motivación como para el nivel de recordación de los conocimientos transmitidos por un docente. Gracias a esta reacción química, una memoria adquirida en un momento en el que el alumno estaba divirtiéndose o pasando por una experiencia positiva, será recordada por más tiempo y generará conexiones cognitivas que faciliten el entendimiento de la información obtenida por parte del maestro, así como el desarrollo de habilidades en clase.

El aprendizaje, en su forma ideal, es un proceso compuesto de experiencias positivas que lleva a un crecimiento personal y desarrolla las habilidades para ser competitivo en el mercado laboral, el humor es una de las vías principales para asegurar que esta experiencia sea positiva y tenga resultados óptimos a largo plazo.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/standup-educacion
Imagen: Pierre Rosa en Pixabay
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Hong Kong sancionará a profesores implicados en revueltas violentas

Asia/China/12 Diciembre 2019/Prensa Latina

El departamento de Educación de Hong Kong (sur de China) informó hoy que investiga y castigará a varios profesores por sus vínculos con las revueltas registradas en el territorio desde hace seis meses.
Según la dirección de ese despacho, están procesamiento 106 casos y determinaron que 30 de ellos incurrieron en conductas inapropiadas para profesionales del sector.

Sin embargo, no precisó la cantidad de docentes que permanecen arrestados.

El último fue detenido el lunes, junto a seis estudiantes, durante una redada que además permitió a la policía confiscar barricadas, líquidos inflamables y otros productos usados con frecuencia durante los ataques en las protestas.

Precisamente una de las aristas que más llama la atención en la crisis de Hong Kong es la alta implicación de las nuevas generaciones en las manisfestaciones y lo que conciben como concepto de democracia.

Cifras divulgadas esta semana precisan que dos mil 393 jóvenes ?el menor de ellos de 11 años de edad- fueron detenidos desde junio pasado por sumarse a concentraciones ilegales, ataques con bombas caseras, uso de artículos peligrosos y altercados con las fuerzas del orden.

La situación genera creciente inquietud porque pone bajo la lupa su instrucción docente y en casa.

Múltiples análisis critican la manipulación a la juventud en una situación donde las autoridades denuncian la existencia de una agenda separatista, pues se pasó de marchas en rechazo a una ley de extradición ?ya sepultada- a un movimiento hostil sin final a la vista.

También señalan el desconocimiento, confusión y malinterpretación de ese sector sobre la historia de Hong Kong y esfuerzos para convertirse en un referente de la economía mundial.

De igual manera, varias voces culpan al currículo escolar impartido en Hong Kong desde la secundaria, por incluir a partir de 2009 asignaturas de corte liberal.

Un editorial del canal CGTN recordó que la publicación de libros de texto sobre dichas temáticas no necesita aprobación del Departamento de Educación y muchos pueden presentar contenidos con enfoques parcializados.

Argumentó esos planteamientos con lo que denomina una crisis de identidad nacional, pues los jóvenes destruyeron la bandera y emblema de China, mientras pedían apoyo de Reino Unido, la antigua colonia del lugar.

A finales de octubre pasado, el 19 Comité Central del Partido Comunista de China decidió en su cuarta plenaria adoptar mecanismos para reforzar y proteger el principio de ‘Un País, dos sistemas’ en Hong Kong y Macao, y avanzar en la reunificación pacífica del territorio.

Entre varias cuestiones, destaca el punto referido a la educación de las nuevas generaciones y los funcionarios públicos, pues se pondrá foco en su instrucción sobre las leyes, normas constitucionales, historia y cultura del país a fin de mejorar el patriotismo y el sentido de identidad nacional.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=327413&SEO=hong-kong-sancionara-a-profesores-implicados-en-revueltas-violentas
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Dieciséis libros sobre educación: cosecha 2019

Por: Jaume Carbonell

Se termina 2019 y con él un buen año para la edición de libros sobre educación, desde muy diferentes perspectivas. Dejamos aquí una selección de algunos, no son todos los que podrían estar, pero sí los suficientes como para hacerse una buena panorámica.

Más allá de la escuela

Beard, A. (2019) Otras formas de aprender. Barcelona: Plataforma Editorial.

“¿Por qué metemos a los niños en un aula y les hacemos permanecer en ella durante doce años hablando con una persona cuando eso no volverá a sucederles en toda su vida? No tiene ningún sentido”. Este es uno de los muchos testimonios que recoge el autor que, tras una experiencia docente no muy satisfactoria, emprendió un viaje por medio mundo para explorar qué funciona en educación y qué no -este es el subtítulo del libro- hablando con gente vinculada al mundo de la ciencia, la empresa, la economía, la tecnología, la medicina y, por supuesto, la educación, constatando el divorcio que existe entre los progresos del mundo y el enquistamiento de la escuela en modelos tradicionales obsoletos. También bucea en la historia, destacando aquellas aportaciones como la inteligencia o la neurociencia, entre otras, que apuntan hacia otras vías de signo innovador, subrayando el valor de la creatividad como elemento de ruptura y haciendo acopio de una información ingente, a veces poco estructurada. Con este propósito visita los mejores centros tecnológicos y escuelas del Silicon Valley californiano o las de Finlandia y Corea del Sur que, con orientaciones contrapuestas, obtienen las mejores evaluaciones de PISA, un instrumento de medición y comparación controvertido que merece sus elogios.

La obra se estructura en tres partes: pensar de nuevo, hacerlo mejor y ejercer el cuidado, y la cierra con un decálogo sobre lo que Beard considera una revolución del aprendizaje que, en líneas generales, coincide con otras propuestas alternativas: aprender constantemente; piensa críticamente; desarrolla tu creatividad; desarrolla el carácter; empieza pronto; fomenta la cooperación; practica la enseñanza; utiliza sabiamente la tecnología; construye el futuro, y nosotros somos el sistema: “El sistema no está ahí afuera. El sistema somos nosotros y está compuesto por las relaciones entre las personas. Todos tenemos una función que desempeñar dentro de él y la capacidad de influir en su funcionamiento, para mejor o para peor”. Beard respira optimismo y hace una apuesta por el desarrollo de nuestro rendimiento, nuestro intelecto y nuestra ética en clave solidaria y no competitiva; algo que se consigue con diferentes formas de aprender en función de las finalidades educativas. Y se despide con este mensaje: “Hasta los economistas coinciden en señalar que el aprendizaje garantiza la rentabilidad de las inversiones. ¿Qué es lo que nos detiene?”.


Viajar y soñar, porque Ítaca existe

Echeita, G. (2019). Educación inclusiva. Barcelona: Octaedro.

Este autor, que subtitula la obra como ‘El sueño de una noche de verano’, se ha dedicado media vida en cuerpo y alma a trabajar por lo que estima uno de los sueños posibles: el de la inclusión educativa. Tras su larga y sólida trayectoria como profesor universitario en los campos de la docencia, la investigación y el asesoramiento, hace un alto en el camino para escribir una obra de madurez, donde se deslizan ideas, emociones, narrativas y unas cuantas metáforas, entre otros recursos literarios, aderezados con la colaboración poética de Gemma Serrano. Y. sobre todo, muchos aprendizajes. Por eso, el libro se organiza como un viaje que guarda cierta analogía con el poema Educar de Gabriel Celaya y con otras metáforas marineras. Habla de vientos favorables, de cartas de navegación, de guías para la travesía o de turbulencias hasta llegar a Ítaca. Y este viaje lo hace arropado por colegas, docentes, equipos directivos y padres y madres -sobre todo madres-, porque Gerardo se ha perdido con frecuencia entre aulas y pasillos y ha atendido un montón de demandas familiares.

Para él existe un referente especialmente emblemático: la Declaración de Salamanca y su marco de Acción, producto de la Conferencia Mundial promovida por la UNESCO. Su tesis nuclear es que toda la infancia, independientemente de sus condiciones físicas, intelectuales, sociales, lingüísticas u otras debe ser acogida en la escuela ordinaria, mediante una educación común, garantizando, por tanto, el acceso en términos de equidad y calidad del llamado alumnado con necesidades educativas especiales: un largo camino trufado de dificultades. Uno de los principales retos es el de transformar todo tipo de barreras excluyentes en oportunidades, mediante un enfoque sistémico que significa un cambio radical de las políticas, culturas y prácticas educativas. Un proceso que requiere entornos acogedores y participativos para la atención a la diversidad, reflexiones compartidas, formación docente, un marco inequívoco de valores, escuchar la voz del alumnado, apoyos dentro y fuera de la escuela, variedad de recursos para el aprendizaje, estrategias de presión para vencer resistencias y una revisión y análisis constante de cuanto ocurre dentro del centro. Otro referente citado en este punto es la Guía para la Educación Inclusiva. Desarrollando el aprendizaje y la participación de Tony Booth y Mel Ainscow, uno de los expertos más reconocidos en este campo.
Echeita presenta un discurso esperanzador, por aquello del optimismo de la voluntad, pero también tiene muy claro que “la educación inclusiva solo avanzará significativamente si, y solo si, se pone en marcha una transformación profunda de los sistemas educativos excluyentes que ahora tenemos”.


Aprendizaje profundo

Fullan, M. (2019) El matiz. Por qué unos líderes triunfan y otros fracasan. Madrid: Morata.

Desde que la literatura educativa anglosajona empezó a traducirse al español, allá por los años 80, el nombre de Fullan se convirtió pronto en un referente para analizar los procesos de reforma, cambio e innovación, iluminándonos en sus críticas y alternativas. Esta es la tesis del libro: en un mundo en el que la toma de decisiones es cada vez más veloz, estratégica y determinante, se requieren liderazgos sólidos donde los matices y las sutilezas son muy importantes. Pero conviene señalar qué modelo educativo hay detrás. El autor rehúye recetas de la aborrecida escuela convencional y de las píldoras tecnocráticas y neoliberales, y apuesta por una educación pública igualitaria y transformadora que promueva el aprendizaje profundo: un aprendizaje de calidad “que queda anclado en la persona durante toda su vida, incrementa la implicación del alumno mediante la personalización y la apropiación y le pone en contacto con el mundo real”, donde se generan valores, destrezas, conocimiento, y nuevas relaciones de cercanía y confianza entre los diversos miembros de la comunidad educativa. Para Fullan esta innovación se condensa en lo que llama las competencias globales o las cuatro C: el carácter, la ciudadanía, la colaboración, la comunicación, la creatividad y el pensamiento crítico.

¿Qué liderazgo se requiere para este aprendizaje? Sobre todo uno que sepa profundizar y pueda ayudar a entender el cambio y a optimizarlo, tanto en el ámbito micro como en el macro. El matiz escapa a la superficialidad y está atento al detalle para que, a través de un proceso de inmersión y reflexión, pueda captar la imagen completa del sistema con toda su compleja red de conexiones, más o menos visibles: para que pueda ver los árboles pero también el bosque. El liderazgo atento al matiz siente curiosidad por lo que es posible, es sensible al contexto y abierto hacia otras personas, trabajando no solo para el grupo sino con el grupo, con una actitud integradora. Este es una de sus primeros atributos: el cambio requiere una determinación conjunta, con un propósito común y una interacción continua: el “juntos lo conseguiremos”. El segundo atributo es la adaptabilidad, y el tercero la cultura basada en la responsabilidad, individual y colectiva. En todos los casos se documenta con ejemplos de casos en los que se pone de relieve el liderazgo atento al matiz y al mundo en los procesos de cambio y mejora.


La pobreza en España tiene rostro infantil

Marí-Klose, P. (2019) La infancia que queremos. Madrid: Catarata.

Los niveles de pobreza infantil son una anomalía y solo se afrontan luchando contra la desigualdad y la vulnerabilidad. Este es el diagnóstico de partida del autor, profesor de Sociología de la Educación y diputado socialista, y exdirigente del Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil. En este ensayo desgrana, con rigor, estudios, datos y argumentos que, amén de las privaciones materiales que comporta, muestran diversas situaciones de un fenómeno que se rejuvenece y que provoca frustración, vergüenza, humillación y baja autoestima en quien lo padece. Porque, dentro de las políticas de bienestar que, con la crisis han ido a menos, las ayudas específicas para pobres suelen ser ayudas pobres.

En la primera parte, se destaca el carácter acumulativo de los problemas relacionados con la pobreza y el carácter multidimensional de la exclusión social: vulnerabilidad económica, vulnerabilidad laboral, falta de acceso a los bienes y servicios públicos y déficits de interacción social. Las evidencias educativas más llamativas tienen que ver con la segregación: el alumnado más desfavorecido se concentra en los mismos centros y entonces el rendimiento educativo baja en picado; con el fracaso escolar y con el abandono prematuro; con un acusado déficit de escolarización en el primer tramo de la educación infantil; o con el menor disfrute de actividades extraescolares y culturales, así como de apoyo y acompañamiento familiar. Todo ello repercute, en suma, en la formación básica y en la falta de credenciales para lograr una cierta mejora y movilidad social. El ascensor cada día permanece más tiempo averiado.

El autor da cuenta de algunos modelos exitosos en las políticas de bienestar infantil como los escandinavos, sin duda, de merecido reconocimiento. Más cuestionables resultan, por el contrario, las políticas que destaca del laborismo durante el gobierno de Tony Blair. Y, aunque es cierto que las políticas de infancia han entrado en la agenda de la Unión Europea, los pronósticos no son tan optimistas como se pintan. En la última parte, se presenta “Una agenda para erradicar la pobreza infantil” -éste es el subtítulo del libro- trufada de debates y propuestas: uno de ellos es el de la renta básica y su posible idoneidad o no. Las medidas tienen como horizonte la corrección de la privación material -como desfamiliarizar costes de crianza- y de la exclusión social, con intervenciones centradas en la propia infancia, la familia y la escuela y la comunidad: más escuelas infantiles, evitar las repeticiones que no conducen a ninguna parte, incidir en la equidad del ocio o hacer frente a la segregación.

Habrá que ver hasta qué punto los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, de modo general y respecto a la infancia en particular, superan las dificultades institucionales y financieras, además de las resistencias ideológicas, que también las hay. Al tiempo.


Las enmiendas educativas de un profesor de secundaria

Navarra, A. (2019). Devaluación continua. Tusquets: Barcelona.

Desde la publicación de Panfleto antipedagógico, de Moreno Castillo (2006), no han cesado de aparecer textos escritos por profesores de secundaria -casi siempre hombres- que, a partir de sus vivencias han puesto a caldo la situación de la enseñanza en este tramo educativo, sobre todo tras la aplicación de la reforma educativa de la LOGSE, a la que se le atribuye la causa de todos los males. ¿Qué tiene de común y de específico el libro de Navarra, construido a partir de historias vividas u observadas durante su media docena de años de docencia, un campo de estudio bastante reducido? Las coincidencias abundan en dos primeros capítulos de este ‘Informe urgente sobre alumnos y profesores de secundaria’ -así reza el subtítulo-, repletos de escenarios y situaciones que, a veces de forma irónica y corrosiva, y siempre con una prosa muy rica y fluida, habla de lo que califica de fenómenos paranormales y del profesor sobrehumano: del imparable descenso del nivel educativo; del síndrome del examen en blanco; de la pérdida del hábito lector y de las dificultades en la comprensión lectora; del abandono de los contenidos y su sustitución por las competencias; de la miseria cultural del entorno; de la indisciplina y desorientación del alumnado; de la angustia y del malestar del profesorado que tiene que dimitir de su función instructiva para convertirse en un mero animador.

Lo específico se mueve en un mar de contradicciones. Cuando se limita a contar su experiencia se percibe un entusiasmo y un compromiso inequívoco por explorar nuevas vías de enseñanza y aprendizaje y de conexión con el alumnado, en términos de ensayo y error, evitando la deriva hacia el catastrofismo del blanco y negro y fijándose también en lo que funciona o podría funcionar. También denuncia con brillantez los efectos de las prisas, la inútil sobrecarga burocrática, las visiones economicistas, los brotes de racismo, la pobreza y la desigualdad. Y es sensible a las dificultades familiares y a las carencias emocionales de su alumnado. Pero en el momento que pasa de la anécdota a la categoría, con ánimo de teorizar y generalizar, el matiz deja paso a la contundencia de un discurso reduccionista y simplificador: “La nueva educación degrada nuestra democracia”; “La nueva pedagogía es profundamente clasista”; “El constructivismo genera analfabetismo funcional”. U otras afirmaciones sobre el nivel educativo y la memorización.

Por otro lado, conviene resaltar su devoción por Gregori Luri, al que considera el mejor pedagogo y a quien cita una buena cantidad de veces. Lo mismo que hace con Inger Enkvist, profesora y pensadora sueca, su otro gran referente, defensora acérrima de la educación tradicional -donde primen la disciplina, el esfuerzo y la autoridad del maestro-, porque entiende que toda nueva educación ha fracasado. Ni Enkvist ni Navarra hacen distingos entre las diversas versiones de la innovación o renovación educativa, como si se tratara de un relato único.

Este profesor apuesta por un proyecto educativo neutral, más allá de derechas e izquierdas, y por otro tipo de centros públicos que “tienen que rediseñar los profesores, no los sistemas anónimos, a partir de iniciativas libres”.


Una apuesta por el éxito escolar

Uruñuela, P. (2019) La gestión del aula, Madrid: Narcea.

El autor, profesor de secundaria, inspector y formador, ahora ya jubilado, sigue siendo un todo terreno muy luminoso de la convivencia. ¡Qué cantidad de talleres, seminarios, cursos y conferencias ha impartido estos últimos años en las diversas comunidades autónomas! Su conocimiento experto en este campo dejó su huella en su paso por el Ministerio de Educación, durante el gobierno socialista de Zapatero, con la elaboración del Observatorio de la Convivencia, un referente que debería tener continuidad anual. Con otras personas creó la asociación CONVIVES para la mejora de la convivencia -dispone de una publicación digital- y en El Diario de la Educación es el responsable, junto con Josep Maria Puig, del blog en torno a la convivencia y el aprendizaje servicio.

“Yo empecé a dar clase sin que nadie me hubiera hablado nunca de cómo es un adolescente y, mucho menos, de cómo son los adolescentes de treinta en treinta”. Consciente de la necesidad y de las dificultades de conducir hoy una clase con adolescentes, se propone contar -así reza el subtítulo- “Todo lo que me hubiera gustado saber cuando empecé a dar clase”. Se trata de un libro que combina el diagnóstico y la reflexión con las propuestas concretas de intervención, como un cuaderno de bitácora para orientar al profesorado para lograr un buen clima y gestión del aula, identificando y corrigiendo las conductas disruptivas; e introduciendo los necesarios cambios metodológicos y organizativos y trabajando la motivación y el bienestar emocional del alumnado. Su tesis es que un aprendizaje exitoso requiere una buena convivencia. En este proceso intervienen varios factores y actores: proyecto educativo, alumnado, familia,… Y profesorado: su actitud y formación; y a esto último se ha entregado Pedro Uruñuela con horas y horas de compromiso. Una obra madura, clara y bien organizada que incluye en cada capítulo un breve ensayo, unas conclusiones y un amplio y útil repertorio de propuestas prácticas, con pertinente bibliografía, siempre con una mirada positiva y lejos del clásico modelo disciplinario sancionador.


Entre dudas, preguntas, escuchas y ayudas

Funes, J. (2018) Quiéreme cuando menos me lo merezca… Porque es cuando más lo necesito. Barcelona: Paidós.

Este psicólogo, educador y periodista lleva toda la vida en medio de jóvenes y adolescentes: observándolos, escuchándoles, hablando con ellos y, sobre todo, tratando de comprenderlos, más allá de lo que dicen y hacen, rehuyendo discursos fáciles, etiquetas y estereotipos. Se trata, sin duda, de una de las voces más autorizadas para hablar de estos colectivos: porque ha trabajado a pie de aula, desde los equipos psico-sociopedagógicos; en la calle para dar respuesta a los diversos rostros de la marginación en aras a lograr transiciones hacia la vida activa y la inclusión; en diversos ámbitos institucionales; y en la formación de educadores y educadoras. Una larga trayectoria que le ha permitido conocer las adolescencias desde distintas miradas.

Tras varias publicaciones, llega este libro, un auténtico best seller del cual, desde que salió a finales de 2018, se han vendido 20.000 copias -en catalán y castellano- llegando a estar entre los libros de ensayo en catalán más vendidos: algo insólito en un texto educativo. Además, no hay semana que no tenga una nueva presentación. Un día me lo encontré y le pregunté cuál era la razón de tan buena acogida. “Las familias andan cada día más preocupadas y con más dudas, y piden respuestas”. El propósito del libro de Funes se encuentra en el subtítulo: ‘Una guía para padres y maestros de adolescentes’. Ahora bien, comprometido como está con la renovación pedagógica transformadora, no siempre se lo pone fácil a quienes le escuchan: porque huye de los discursos oficiales al uso y de las recetas cómodas, tratando de devolverles las preguntas e invitándolos a pensar. Su saber experiencial lo condensa en dos agrandes apartados: el trabajo de convivir con adolescentes y propuestas para gestionar algunas preocupaciones. Y en el epílogo desvela una de sus prioridades: “Nuestra tarea debería consistir en descubrir sus malestares, reducir las contradicciones que las provocan y buscar formas de ayudas sensatas”.


¡Qué poco se conocen y respetan los Derechos de la Infancia!

Tonucci, F. (2018) Manual de guerrilla urbana. Barcelona: Graó.

Este psicólogo italiano que, con un gran poder de seducción, consigue llenos espectaculares en sus intervenciones en España -dicen que más que en su propio país- es tan conocido como Tonucci como por Frato, su alter ego, que pone en tela de juicio las miserias del sistema educativo y de la pedagogía convencional a través de sus viñetas. Desde su primera obra, Con ojos de niño, no han cesado sus miradas a la infancia en sus diversos espacios educativos: la escuela, la familia y la ciudad, porque entiende que su bienestar se encuentra en esos y en otros lugares y artefactos que contribuyen a su socialización. Observador agudo e irónico, sabe reflejar en un dibujo un pensamiento profundo. Esto le permite ser muy prolijo en sus publicaciones: quizás no hace nuevas aportaciones pero aporta detalles y matices muy eficientes. Ahora, ya jubilado, ha dejado la investigación psicológica, pero como abuelo encuentra un rico campo de observación y creatividad.

Este manual de guerrilla tiene un destinatario: las niñas y niños que quieren conocer y defender sus derechos. En este caso el texto escrito pesa más que su ilustración, aunque nunca faltan las viñetas de Frato para resaltar con oficio y humor las ideas clave. La primera parte es una breve historia de la Convención sobre los Derechos del Niño, que se abre con esta pregunta: ¿Sabías que el art.3 de la Convención dice que el interés de las niñas y niños es siempre superior? Bastaría con que lo supieran el presidente, los ministros, los empresarios, los sindicatos, los alcaldes, los guardias, los maestros y los padres….”. Y la segunda se centra en las propuestas de rebelión, donde se habla del interés superior del niño; del derecho a expresar su propia opinión y a participar; el derecho al tiempo libre; y de derechos y deberes. El libro lo dedica a una niña de Rosario de 10 años, que dice: “La culpa de todo la tienen los mayores; debemos limitar el poder a los mayores”; y a un niño italiano de 5 años: “Si los adultos no escuchan a los niños, tendrán serios problemas”. Aviso para navegantes.


Contra mentiras y tópicos

Trilla, J, (2019) La moda reaccionaría en educación, Barcelona: Laertes.

El autor cuenta con una amplia y diversificada trayectoria en el campo de la práctica educativa -maestro de primaria, monitor de colonias y, desde hace muchos años, profesor en la Universidad de Barcelona- y en la investigación y producción teórica: pedagogía del ocio, educación moral, el análisis de diversas pedagogías y de cuestiones socialmente controvertidas. Este es un libro que se mueve en esta dirección, porque desmonta las falacias, tópicos, simplificaciones e invenciones que, con tanta contundencia como ligereza, difunden prestigiosos opinadores mediáticos -que cuando no hablan de educación son bastante progresistas- y un buen puñado de profesores, sobre todo de secundaria.

¿Cuál es la piedra de toque de su discurso, de las pedagogías que Trilla califica de reaccionarias? La reivindicación nostálgica de hace unas décadas en las que sostienen que el nivel educativo era más alto, se valoraban los contenidos, la autoridad docente no era cuestionada y se imponía la disciplina en las aulas. Tiempo en que los rituales de la escuela tradicional, sostienen, aún no habían sido sustituidos por las nuevas pedagogías renovadoras, causantes de todos los males y desgracias del actual sistema educativo. Trilla parte del análisis de algunos libros de esta órbita, sobre todo del pionero más influyente: El panfleto antipedagógico, de Moreno Castillo, y de piezas periodísticas, y con una argunentación sólida y minuciosa refleja buena parte de los mitos reaccionarios que se venden como la salvación de las mejores esencias educativas. Y esto se hace magnificando, de forma catastrófista, algunos problemas educativos actuales, en contraste con una idealización del pasado al que se le atribuyen todo tipo de virtudes. Quizás sí que la escuela de otros tiempos fue diferente para unas minorías socialmente y/o culturalmente privilegiadas pero no, ni mucho menos, para la mayoría de la población.

En el catálogo de las modas reaccionarias, donde se mezclan los discursos de la antipedagogía con algunas rémoras del pasado -que habría que diferenciar más nítidamente-, Trilla incluye cuestiones de signo bien distinto: la disciplina y los castigos corporales; autoridad del profesorado y de la atención a los contenidos; la condena indiscriminada a los pedagogos; la segregación por sexos y por niveles; el adoctrinamiento, muy centrado en la enseñanza de la Religión etc. Al final, aunque de forma breve, tampoco ahorra críticas a las pedagogías progresistas donde «tampoco es oro todo lo que reluce». Supongo que el autor podría extender la crítica a otros libros que han aparecido últimamente, algunos de ellos muy mediáticos.


Resistir al neoliberalismo desde la escuela pública

Rodríguez Martínez, C. (2019). Políticas educativas en un mundo global. Barcelona: Octaedro.

La autora es una de las caras más visibles del Foro de Sevilla, un colectivo que nace en esta ciudad a finales del 2012, conformado por profesores y profesoras, sobre todo del ámbito universitario, preocupados por la evolución y la deriva conservadora del sistema educativo y comprometidos por su mejora y transformación. A partir de su manifiesto fundacional: “Por otra política educativa”, han promovido encuentros y debates con otras redes que se mueven en la misma dirección, y han elaborado gran cantidad de textos para promover el debate, muchos de ellos publicados en el Diario de la Educación. Carmen atesora una triple mirada y experiencia: como profesora e investigadora universitaria: como responsable de la renovación pedagógica de la Junta de Andalucía hace ya algunos años, y como activista social en el campo de la educación y del feminismo.

Este libro, se inspira en la filosofía del Foro de Sevilla, aunque aporta su particular punto de vista y ahonda en cuestiones educativas y pedagógicas de enorme calado. De manera clara y ordenada arremete contra sistema educativo español, inscrito en el relato europeo neoliberal del capital humano, la competitividad, la gestión empresarial, la rentabilidad y la progresiva privatización, pero con un acento específico más conservador tras la aprobación de la LOMCE, con sus itinerarios segregadores y la homogenización y centralización del currículo, entre otros puntos negros. Asimismo, critica los sistemas de evaluación y las condiciones de precarización de la profesión docente, con una formación inicial desvinculada de la práctica y con una formación permanente a la baja, basada en el cursillismo y la mera certificación. Todo ello, sostiene, obstruye la autonomía personal y el empoderamiento docente.

En contraposición, Carmen Rodríguez apuesta por el modelo de escuela pública que garantiza los derechos de toda la ciudadanía, la laicidad y la justicia social; y por una educación para una ciudadanía crítica y democrática, sin olvidar la naturaleza política y ética del currículo: “Un conocimiento participativo, con sentido y transformador para construir una escuela democrática, deliberadora y reflexiva que evolucione desde la estrechez cultural hasta una verdadera ciudadanía universal conocedora de su legado”.


Miradas y propuestas críticas y solidarias

Moliné, B; Planes, Ll; Bonals, J. (2019) Educando para otro mundo posible: por una escuela comprometida. Barcelona: Graó.

Los tres autores, aparte de su actividad docente y educativa, han trabajado en el campo de la cooperación interescolar, la renovación pedagógica, la animación sociocultural y el asesoramiento psicopedagógico. Y los tres han formado parte de la Xarxa d’Escoles Compromeses, estrechamente vinculada a la Educación para el Desarrollo, cuyo propósito es generar conciencia crítica para la transformación social y política para avanzar hacia la justicia global en todas las comunidades del planeta. Esta modalidad educativa ha evolucionado desde un modelo asistencial y proteccionista hasta un desarrollo humano sostenible.

La obra, de una gran solidez, se estructura en dos bloques claramente diferenciados: el marco conceptual y las propuestas y experiencias. En el primero, dentro de un planteamiento que apuesta por la educación en valores y para la ciudadanía, se compaginan las dimensiones personales y relacionales, lo global y lo local, la teoría y la práctica, la mirada larga hacia horizontes utópicos y la pegada a las condiciones de la realidad cotidiana. Cabe destacar, entre otras valiosas aportaciones, los atributos derivados de la competencia social con las otras personas, sistematizada en estos puntos: la buena disposición hacia los demás, la hospitalidad, la generosidad, el cuidado, la equidad, el reconocimiento y la dignificación, y la capacidad de dejar ser. En los distintas temáticas que parten de dos premisas -conocer para tener criterio y tener criterio para actuar- se aprecia una cierta similitud con los ejes transversales contemplados en la LOGSE –la reforma impulsada por los primeros gobiernos socialistas-, tales como el medio ambiente, la cultura de la paz o el interculturalismo, que ahora han queda diluidos sino desaparecidos del currículo oficial.

En segundo bloque contiene siete experiencias que ilustran las conceptualizaciones, donde se ponen de relieve el compromiso social, el poder de la conversación, el intercambio entre comunidades y culturas mediante la correspondencia al estilo freinetiano, el trabajo en torno a los refugiados o la ciudad educadora. Un abanico de posibilidades para una comprensión e intervención crítica sobre la realidad.

Larrosa, J. (2019). Esperando no se sabe qué sobre el oficio de profesor. Avinyonet del Penedès (Barcelona): Candaya.

Este profesor de Filosofía de la Educación en la Universidad de Barcelona muestra en sus ensayos, con ciertas pretensiones literarias, un amplio bagaje lector. Así, más allá de la pedagogía, son frecuentes sus incursiones y referencias a la filosofía, al cine, a la literatura y a otros campos culturales. En sus anteriores producciones ha dado cuenta de ello. En este libro se incluye el género epistolar, la descripción de cursos y conferencias con sus correspondientes comentarios y otro tipo de intercambios con amigos, colegas y congresistas que enriquecen el núcleo de un relato amenizado por el fuerte protagonismo del autor.

Hay cuatro viejos conceptos recurrentes que vertebran la obra con los que Jorge Larrosa va conversando: la materia de estudio, el aula, la escuela y el profesorado. Los elogia, cuida y homenajea, defendiéndolos con pasión y sin fisuras, porque entiende que es la única manera de dignificar una escuela pública equitativa y de calidad que pueda sortear los nuevos vientos neoliberales.

“Es en la materia donde está la nobleza y, sobre todo, la magia, y lo único que el profesor debe tratar de hacer es que la magia de la materia llene la sala de clase”. En este sentido, se muestra muy crítico con las propuestas que tratan de diluir su esencia, con propuestas más modernas y rompedoras como los estudios culturales y de otro tipo de innovaciones. El aula, con un tratamiento excesivamente reiterativo, la concibe como el epicentro del aprendizaje, un lugar para el encuentro, la celebración y el goce. Se sitúa en las antípodas de los planteamientos que reivindican la hiperaula o más escuela y menos aula, como así titula M.Fernández Enguita uno de sus últimos libros. La función de la escuela la asocia a la lectura atenta, a la conversación rigurosa -no al mero parloteo- y a los objetivos básicos de la instrucción. Y al profesorado -dice que sólo debe ejercer de profesor para dignificar su oficio, prescindiendo de otros roles y atributos- le compete, sobre todo, conocer el mundo y ponerlo en el centro del aula, tratando de renovarlo y de impedir que no se desmorone, así como llamar la atención sobre las cosas importantes. No obstante, parece que Larrosa esté pensando más en el espacio universitario y en los niveles superiores del sistema educativo que en los inferiores.

Se agradece que el autor trate de dignificar aspectos tales como la materia, el silencio, la atención o la perseverancia, fruto de la mejor tradición, con frecuencia demasiado olvidados o asociados únicamente a un modelo pedagógico conservador; ahora bien, no acaba de entenderse que, cuando afirma que “tal vez ahora la tarea no sea tanto renovar la escuela como defenderla”, solo cite como amenazas la escuela de Disney, de los bancos y de las empresas tecnológicas, del shoping, de la emprendeduría, del coaching y del aprendizaje cognitivo, y se olvide de otros muchos relatos e intervenciones renovadoras y transformadoras en el seno de la educación pública.


Conversaciones para gozar y pensar

Nomen, J. (2019). El niño filósofo y el arte. Barcelona: Arpa.

El año pasado este profesor de la escuela Sadako, un centro innovador de reconocido prestigio, publicaba El niño filósofo, en torno al pensamiento crítico, mientras que el que nos ocupa versa sobre el pensamiento creativo en la infancia, que se desarrolla a partir de múltiples y ricas relaciones que discurren entre el arte y la filosofía, y que abren apasionantes vías de indagación. La huella de Lipman y su propuesta para el desarrollo de habilidades de razonamiento es una de sus fuentes de inspiración más notorias. “Debemos trabaja la creatividad para que los niños y las niñas se abran al mundo para recrearlo, para superar sus dificultades y bloqueos, para ir más allá en el difícil ejercicio de la libertad humana que exige la autonomía del pensamiento crítico, el coraje del pensamiento creativo y el amor del pensamiento cuidadoso”.

Se trata de un texto sumamente original y bien trabado que combina el ensayo con una propuesta de trabajo que rehúye el utilitarismo que con tanta lucidez denuncia Nuccio Ordine en la Utilidad de lo inútil, quien estima que hay actividades que no sirven para nada y son imprescindibles. Razón y emoción se hermanan para poder leer y comprender la realidad. La mencionada propuesta la conforman doce conversaciones entre filósofos y artistas que, desde un enfoque interdisciplinar, incluye pautas y actividades para el diálogo, la creación plástica, literaria, fotográfica y musical.

En cada conversación, donde se asocia la obra de un pensador con la de un artista, existe un tópico que, a modo de interrogante, actúa como hilo conductor: ¿Podemos ser libres?, ¿Es siempre incorrecto mentir?, ¿Podemos prever el futuro?, ¿Hay que saber vivir en la incertidumbre?, ¿Vivimos en una sociedad cansada?, o ¿Qué se puede entender por belleza? Por ahí circulan Beauvoir, Aristóteles, los hermanos Grimm, Freud, la Mafalda de Quino, la danza de los pequeños cisnes de Tchaikovsky o los poemas de Gloria Fuertes.


¿Innovación al servicio de quién y de qué?

Martínez, M / Jolonch, A (coord.) (2019). Las paradojas de la innovación educativa. Barcelona: Horsori.

Libro coral con una docena de aportaciones autóctonas y foráneas de diversos autores y autoras, interés desigual, la mayoría de ellos con una amplia y sólida producción teórica detrás. Aunque no hay un hilo conductor que dé continuidad -Vaya, que los textos se pueden leer sin orden ni concierto-, sí que existen unos tópicos que circulan por todos ellos: las diversas lecturas, significados y ámbitos de aplicación de la innovación educativa y, sobre todo, su relación con la calidad y equidad, tanto en cuanto a los procesos de aprendizaje del alumnado como a las dinámicas de cambio en el centro y en la comunidad. Una reflexión necesaria en un momento en que el término innovación se ha convertido en un mantra al que todo el mundo hace referencia para pensar y hacer cosas muy diferentes.

En el primer capítulo introductorio «¿Qué hemos de innovar y qué debemos conservar en educación?», Miguel Martínez presenta una visión panorámica sobre los retos pendientes a partir de la premisa de que la innovación por sí sola no es garantía de mayor calidad en educación , y de que nunca es neutral. Así, plantea los cambios que genera la necesidad de renovación pedagógica, en un momento en que cada vez hay más educación fuera de la escuela; la compleja relación entre contenidos y capacidades; o la formación integral y la creación de espacios de aprendizaje y convivencia para una educación democrática en valores. Lástima que las paradojas que plantea, muy adecuadas, no siempre tengan respuesta en los otros textos.

La aportación de José Manuel Escudero, «Innovación y calidad en educación», es muy clarificadora al presentar una cartografía alrededor del triángulo innovación-calidad-igualdad, y al diferenciar la innovación en clave de justicia y equidad de la innovación neoconservadora y neoliberal. Antoni Tort en «Escuelas, territorio, trabajo en red e innovación en educación», avanza en el discurso sobre las dinámicas de cambio en la escuela con respecto a los procesos de reinstucionalització y regulación, destacando el potencial que tienen las redes educativas horizontales.

Anna Jolonch pone el foco en «Las comunidades profesionales de aprendizaje», a partir de diversas investigaciones internacionales. No faltan aterrizajes más concretos, como el de Begoña Gros en «La innovación en los entornos y materiales aprendizaje» donde presenta una selección de materiales y recursos con criterios innovadores muy afinados para que, como dice ella, innovar no sea digitalizar contenidos.

También se incluyen otros textos generales sobre la innovación o más específicos sobre liderazgo, evaluación o formación del profesorado. Se echa en falta, sin embargo, una valoración más amplia y profunda sobre la avalancha de prácticas que forman parte de lo que se llama la nueva primavera pedagógica. Aunque, bien mirado, tal vez esto sería otro libro.


La grandeza de una escuela justa

Perrenaud, P. (2019). La organización del trabajo, clave de toda pedagogía diferenciada. Barcelona, Graó.

Desde la publicación de La construcción del éxito y del fracaso escolar, un libro que abrió un nuevo horizonte analítico, Perrenaud no ha cesado de ocuparse de las desigualdades: de cómo siguen reproduciéndose, en sintonía con el ya clásico discurso de Bourdieu, y de cómo pueden afrontarse con cierta eficacia, en clave de discriminación positiva, fijando diferentes estrategias orientadas a objetivos comunes. Esta es la clave de la pedagogía diferenciada: aunar la exigencia de igualdad con el derecho a la diferencia. Huye, por tanto, de visiones uniformistas y convencionales, apostando por concepciones renovadoras donde se perciben las resonancias de Freinet y Meirieu, por citar dos maestros más próximos. Una diferenciación que atiende a cada sujeto individualmente pero no olvida su pertenencia a una colectividad que conviene democratizar y cohesionar.

Perrenaud arranca con una pregunta obvia pero a la que, en la mayoría de los casos, sigue sin obtener una respuesta: “¿Por qué hay alumnos que pasan años y años en la escuela sin aprender todo lo que la escuela les promete? Sostiene el autor que ello es debido a que raramente el alumnado se ve enfrentado a situaciones susceptibles de hacerle aprender. A partir de ahí elabora una propuesta de intervención que ofrezca el máximo de situaciones de aprendizaje sólido y fecundo, articulada a partir de una organización del trabajo radicalmente distinta. No se trata de hacer más actividades ni aumentar el tiempo de atención para quien lo necesite sino de hacerlo mejor en el mismo tiempo. Ello supone cambios en el currículo, rompiendo los compartimientos disciplinarios e introduciendo proyectos multidisciplinares; en los tiempos y espacios; en la gestión de ciclos plurianuales de aprendizaje, más allá del aula, o en la configuración de nuevos agrupamientos.

Una nueva organización del trabajo, que aterriza en propuestas muy detalladas, que se propone dotar al alumnado de un capital cultural escolarmente rentable; un deseo de apropiarse de los conocimientos escolares, y un entorno que puede apoyarlos en su trabajo escolar y en su orientación. Esta es la escuela justa por la que lucha Perrenaud: la que cumple con sus promesas para todo el alumnado, independientemente de su origen, sexo o condición social.


El qué y, sobre todo, el cómo.

Williamsom, B. (2019). El furo del currículum. La educación y el conocimiento en la era digital. Madrid: Morata.

¿Qué visiones sobre el currículo del futuro se imaginan, ensayan o promueven, y qué conocimientos debería incluir? Estos son algunos de los interrogantes nucleares que se plantea este libro-informe, que se nutre de diversos estudios y grupos de trabajo sobre innovaciones digitales promovidos y financiados por la Fundación John D. y Catherine T. MacCarthur, en cuyas conclusiones se pone de relieve cómo aprenden, juegan, socializan y participan en la vida la infancia y la juventud actual.

Una de las tendencias más emblemáticas es el tránsito de una visión centralizada, controladora y canalizadora, por otra cada vez más descentralizada, distribuida y dispersa, a través de multitud de redes y conexiones. Se argumenta que la arquitectura y desarrollo del currículo ha dejado de estar exclusivamente en manos del Estado y pasa a depender de una mezcla confusa de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, empresas comerciales y del sector privado, organizaciones filantrópicas, laboratorios de ideas y programas sociales. En cierto modo, se experimenta un proceso de desinstitucionalización en la línea que apuntara Iván Illich hace ya medio siglo en torno a las mallas de aprendizaje. El énfasis se pone en la adquisición de destrezas y en competencias como el razonamiento: “Es la consecuencia de la tesis de que hoy es más importante ‘saber cómo’ que ‘saber qué’, pues es probable que la mayor parte de conocimientos que se aprenden en la escuela queden rápidamente desfasados en un mundo tan hiperconectado como el actual”.

Todo ello se ilustra con algunos estudios de caso como el Opening Minds, un currículo por competencias implantado en 200 escuelas británicas; el Quest to Learn, una “escuela para niños digitales” en la ciudad de Nueva York; o la red de escuelas concertadas de San Diego High Tech High, que integra la educación técnica y académica en un aprendizaje basado en proyectos, y que el pasado mes de noviembre recibió el premio al mejor proyecto educativo del mundo en la Cumbre Mundial para la Innovación en Educación 2019 (WISE). En las diversas experiencias planea la economía del conocimiento y el aprendizaje supeditado al mundo laboral -reforzada por la presencia de las grandes multinacionales informáticas- aunque también se visualiza un enfoque crítico y progresista que coloca, por ejemplo, al alumnado y al profesorado en pie de igualdad como creadores activos de contenidos, procesos y productos curriculares a través de un aprendizaje conjunto.

Este es otro de los grandes interrogantes: “¿El currículo del futuro se orientará más hacia prácticas comunitarias y cooperativas o, por el contrario, se dejará arrastrar por los patrones individualistas y economicistas de carácter neoliberal?».

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2019/12/11/dieciseis-libros-sobre-educacion-cosecha-2019/

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Entrevista a Juan M. Aguado: “Los estudiantes seguros de sí mismos no sentirán la tentación de abandonar”

Por: Educación 3.0

Para Juan M. Aguado, docente de Primaria, una de las principales cosas que pueden aprender sus alumnos es a tener buena autoestima: les servirá para superar cualquier reto. Es uno de los temas sobre los que gira su novela ‘La flor del dojo’, sobre la que hemos hablado en esta entrevista.

Las vivencias durante sus años de formación han servido de inspiración al docente Juan M. Aguado para escribir su primera novela: ‘La flor del dojo’, publicada por la editorial Círculo Rojo. En ella, los protagonistas se enfrentan a situaciones de acoso escolar que superan gracias a la práctica de artes marciales; una actividad que les ayuda a aumentar su autoestima. De hecho, para él es esencial: los estudiantes seguros de sí mismos no sentirán la tentación de abandonar, podrán afrontar cualquier reto que se les presente y sabrán sobreponerse al fracaso. No es el único tema que trata en sus páginas, en las que también quedan reflejadas la amistad verdadera, la igualdad e, incluso, la homosexualidad.

Pregunta: ¿Cómo ha inspirado tu experiencia educativa esta novela?

Respuesta: Lo que viví durante mi etapa escolar está impregnado en cada página de este libro. Me gustaba ir al colegio, aprobaba todo con facilidad y era un buen estudiante. Incluso me llevaron a concursos de estudiantes por los buenos resultados que tenía. Todo cambió en Secundaria: me sentía incómodo en el centro escolar, me costaba entablar relación con los demás compañeros, sufrí episodios de acoso y empecé a ver la educación y la asistencia al colegio como algo negativo.

P: ¿Cómo te afectaron los episodios de bullying?

R: En muchas ocasiones, la gente que sufre este problema prefiere no hablarlo en el centro escolar ni en casa. Bien por miedo a represalias de aquellos que te están acosando precisamente o también, como en mi caso, porque me costaba asumir quién era y no quería que trascendiera más allá del ámbito escolar. Al final, es una situación que muchas veces se sufre en silencio y repercute negativamente en tu comportamiento, en tus notas y en tu rendimiento en general.

Los adultos no solemos pensar que esas conductas son señales de los jóvenes: son cosas de la edad, la rebeldía de la adolescencia, como se suele decir. Por eso creo firmemente en quitar las etiquetas dentro del centro escolar e intentar profundizar en el comportamiento de los alumnos ya que, casi siempre, un mal comportamiento se debe a algo más profundo que tenemos que saber analizar los que nos movemos en este ámbito.

P: ¿Qué conlleva para un adolescente sufrir acoso?

R: Recuerdo mucha tristeza y soledad, sobre todo los dos primeros años de ESO. ¡No tenía ni un solo amigo! A nivel académico, bajé el rendimiento tanto que me llevó a repetir curso y finalmente a dejar de estudiar, porque no me sentía para nada perteneciente a la comunidad educativa. Fue una decisión propia de aislamiento personal. Sin embargo, no todo fue malo. Por suerte, las amistades que surgen cuando estás sumido en una situación así suelen ser de las buenas y sinceras. En este caso, mis amigas de aquella época fueron mi pilar para no derrumbarme.

P: La novela está inspirada en el mundo del karate. ¿Cómo te ayudó?

R: Después de abandonar el instituto tras el primer curso de Bachillerato, empecé a trabajar. Pensé que ya había dejado todas malas experiencias atrás, pero nada más lejos de la realidad. Tendemos a pensar que son situaciones que solamente ocurren en el ámbito escolar, pero nos equivocamos, pues están en todos los estratos de la sociedad. En mi situación personal, tras aguantar más burlas de compañeros de trabajo e incluso tras un intento de agresión homófoba, decidí que quería cambiar y, aunque ahora me suena infantil, hacerme más fuerte.

La flor del dojo, estudiantes seguros

P: ¿Cómo pueden las artes marciales ayudar a superar el fracaso escolar?

R: Después de años de practicar karate conseguí asumir mi propia identidad y, sobre todo, mejorar mi autoestima: comprendí que podía seguir estudiando sin problema. Había creado un bloqueo mental que me hacía creer que era incapaz de ser buen estudiante, pero cuando miraba todo lo que había conseguido en el mundo del karate, las metas y barreras superadas, me sentí motivado para volver a los libros también.

P: ¿Cómo se enlazan realidad y ficción en la novela?

‘La flor del dojo’ no deja de ser una novela de ficción. Habla mucho de las emociones, de la derrota y de cómo afrontarla. Tiene muchos de mis sentimientos de aquellos años, vividos por sus dos protagonistas, que afrontan paso a paso todas las adversidades que se les van presentando. Quería que, de alguna forma, esto motivara a la gente a ver que siempre se puede salir adelante y supongo que elegí el mundo del karate porque es el que mejor conozco y porque fue el que me ayudó en mi experiencia personal. En principio, cualquier arte marcial está basada en unos valores de respeto, humildad, compañerismo, etc. Sobre todo, las que provienen de Japón.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/entrevista-juan-m-aguado/120318.html
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La letra con salsa entra

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

«¿El artista no se esfuerza? Mucho. Convirtamos a todos los alumnos en artistas y ya tienes la clave». Doris Sommer cree, y demuestra, que cualquier, con esfuerzo y jugando, tiene mucho que enseñar y aprender. Hablamos con ella (pero no solo) sobre su proyecto Pre-Textos.

Hace unos días Doris Sommer (profesora de lenguas y literatura románica y de estudios africanos y afroamericanos en la Universidad de Harvard. También es directora de la Iniciativa de Agentes Culturales en Harvard) visitó España durante unos días. Barcelona y Madrid. Doris Sommer es una mujer enjuta y llena de energía. Es una intelectual en muchos sentidos. Profesora en Harvard, experta en literatura latinoamericana, que habla español con una gran fluidez y un fuerte acento norteamericano. Y es modesta como solo las personas que saben mucho pueden serlo.

Quedamos en CaixaForum en Madrid para hacerle una entrevista. Acude con Marta García-Matos, licenciada en física teórica y doctora en matemáticas, colaboradora de EduCaixa y que ha trabajado y trabaja con proyectos que desarrolla Doris Sommer. La excusa de la entrevista es hablar de su programa Pre-Textos, un «duro» protocolo que tiene por objetivo un aprendizaje cívico-político, de ciudadanía crítica, que dispara la creatividad, la escucha activa y el uso del arte. Todo ello a base de un trabajo arduo, complejo y entretenido.

La entrevista no es la típica. El propio entrevistado termina respondiendo sus propias preguntas. También lo hace Marta e, incluso, Patricia Alocén, directora del Departamento de Acción Educativa de EduCaixa. Doris Sommer le llama a eso «pasar la batuta» y es parte de lo que supone Pre-Textos: que cada cual vaya construyendo saberes mediante la escucha de los demás, mediante la reflexión sobre lo que ocurre.

Pre-Textos es un juego de palabras en sí mismo. A Doris le gusta mucho doblar, rebuscar y resignificar palabras. Lo hace durante la hora larga que dura la conversación. Empezando por la palabra escuela. Confiesa que hace poco que ha aprendido la etimología: ocio. Pero eso es otra historia.

Pre-Textos es una metodología que bien puede ser utilizada para el acercamiento a una obra literaria que para aprender sobre trayectorias de acercamiento al planeta Marte. La materia es lo de menos. Lo importante es el protocolo.

Y para explicarlo, Doris decide que mejor lo haga Marta.  Marta, además de haber hecho cursos de capacitación en el protocolo, es matemática y se dedica a la divulgación y educación sobre las matemáticas. El resumen rápido del taller es más o menos así:

Tenemos, lo primero, un texto complejo, nada fácil. Puede ser un pasaje de Esquilo, por ejemplo. La facilitadora leerá en voz alta el texto, mientras el grupo, no menor de 20 personas, realiza trabajos manuales. En este caso, la portada del libro que les están leyendo. Tienen pegamento, cartón, cartulinas, papel celofán, lápices… un largo etcétera.

Después de que se haya leído el texto, cada persona puede leerlo de nuevo para, en un segundo momento, formular una pregunta a ese texto. Algo que no haya comprendido del todo bien. Las preguntas de todas las personas se cuelgan de un cordel, con una pinza. Después, cada persona ha de dar una respuesta a la pregunta o preguntas que quiera. Se cuelgan también del cordel.

El siguiente paso será la propuesta, por parte de la persona facilitadora, de una actividad relacionada con el texto que se hará en grupos de tres. Por ejemplo, bailar el texto o buscar una metáfora que entre las tres tendrán que representar, componiendo una escultura viviente. Antes de que se lleve a cabo la actividad se abre un turno de preguntas y sugerencias. Con una norma que parece pequeña pero no lo es. Todo el mundo ha de hablar. Y lo hará, en principio, una sola vez. Aunque quiera responder a otro participante, tendrá que esperar a que el resto haya intervenido. No hay manera de entablar un diálogo o una discusión a tres. Todo el mundo debe ser escuchado.
Una vez que se ha realizado este turno, el resto del grupo esperará a que cada trío haya hecho su representación, por ejemplo. Han de encontrar en el texto qué es lo que está representando cada grupo.

Después de todo esto, se abre de nuevo un turno en común bajo el título ¿Qué hicimos? De nuevo, todo el mundo debe intervenir y si alguien quiere hacerlo dos veces, tendrá que esperar a que el resto ya haya expresado su opinión.

El taller dura 15 horas. Se trabaja en dos días o cinco. Al menos, por lo que nos han contado. Siempre se trabaja sobre un mismo texto, que puede tener una extensión de página y media. No hace falta más. Y ya estaría todo.

Detás de esto, algo de bibliografía: Kant, Schiller («mi santo patrón», dice Sommer), Boal, Habermas… La simpleza del protocolo también es rigidez: es el que es por un motivo claro y fundamentado. Y, aunque Doris insiste en que no es necesario conocerlo para realizarlo, uno piensa que siempre es interesante profundizar en la justificación teórica.
En cualquier caso, funciona.

Competencias siglo XXI y educación cívica

Ambos conceptos son parte de los objetivos que busca Pre-Textos. Creatividad, pensamiento crítico, trabajo en grupo, respeto a las opiniones de los demás, espera, paciencia. Todo esto sale una y otra vez entre los objetivos del sistema educativo. Aunque no parece que una lección magistral sobre ello pueda enseñar estos conceptos. Hay que practicarlos. Y, quiera uno o no, las 15 horas del taller de capacitación de Pre-Textos es todo esto al mimo tiempo. Un aprendizaje hecho de experiencia personal.

«El desarrollo social es el principal encanto de Pre-Textos, dice Doris Sommer. Estamos descubriendo la importancia de la educación socioemocional y muchas veces eso se entiende como un momento, como una actividad distinta al desarrollo cognitivo o intelectual cuando tienen que ir de la mano».

Sommer es una defensora a ultranza de las humanidades y las artes en sí mismas y como vehículos de diferentes aprendizajes.  «¿Dónde se desarrollan esas destrezas que necesitan los estudiantes (creatividad, pensamiento crítico, comunicación y colaboración? En las humanidades. Nos hemos olvidado de ellas, pero son creativas, porque uno ve una obra de arte y tiene que inventarse muchas cosas (contextos, interpretación); el pensamiento crítico es lo que hace un humanista, con su interpretación. Y la comunicación; si un humanista no sabe escribir… comunicarse… Estamos desaprovechando los recursos de las humanidades».

Es el momento en el que uno se acuerda de aquellas palabras de José Ignacio Wert durante la implantación de la Lomce y la necesidad de reducir o eliminar las «asignaturas que distraen»… como la Filosofía o la Historia. Para ella, más que distraer, lo que hacen ciertas materias «inútiles» es abrir el campo a la etimología de la palabra escuela, es decir, al ocio. Ocio entendido como un tiempo «para filosofar, hacer arte, para hablar, hacer deporte. Y el ocio es para concentrarse en cosas que no tienen un valor económico». «Yo no usaría la palabra distracción, porque filosofar no es distraerse, es hacer algo con el tiempo que no se dedique a cosas prácticas, algo improductivo. Es lo opuesto de negocio, precisamente de ahí viene la palabra. A mí me gustan las etimologías».

Repite, copia y roba

Podrían ser tres técnicas básicas de Pre-Textos. Primero porque el protocolo hay que repetirlo, sin salirse del guión, para que funcione. Cuando más lo repite la persona que facilita, mejor ocurre la «magia». De hecho Marta y Doris cuenta el caso de una persona en Barcelona que se saltó un paso del protocolo. No funcionó la actividad, se descontroló y no salío del todo bien. «Menos mal que hubo un caso así, dice Doris, porque todo el mundo vio la diferencia entre coconstruir y decir: ‘Tengan fe en que va a salir bien’».

Copiar es  muy importante en todas las fases del proyecto. En el primer paso, alguien lee en voz alta a personas que hacen un trabajo manual. Doris Sommer no se ha inventado nada. Supo que en las antiguas tabacaleras cubanas, los trabajadores pagaban a una persona para que les leyera textos en alto. Trabajadores analfabetos que podrían mantener conversaciones de alto nivel intelectual escuchando algunas obras importantes de la literatura. «¿Por qué crees que hay una marca de cigarros que se llama Montecristo?».

Colgar preguntas y respuestas en un cordel con pinzas es una práctica que sale de la literatura de cordel que, aunque surge en España y Portugal, tiene mucha raigambre en Brasil.

Que todo el mundo tenga que intervenir en un momento dado, escuchar a todo el grupo sin entablar diálogos y, con todo lo dicho, se construya una actividad (aunque en realidad sirva para afianzar la propuesta inicial de la facilitadora) tiene todo que ver con Habermas: «El concepto de la acción comunicativa, explica Sommer, en diálogo, en conversación, donde la acción más importante es escuchar».

«Yo he robado mucho a Boal, a los cartoneros (de quienes copia la edición en material reciclado), a los lectores de las tabacaleras. La literatura es también material reciclado. ¿Qué hace Esquilo? Recicla, pone una palabra junto a otra para componer una metáfora, eso es lo que hace uno cuando usa el idioma». Dicho de otra manera, y tirando de nuevo de etimología, la palabra texto y la palabra textil tienen la misma raíz latina. Y, cuenta Sommer, el texto se compone de hebras, como la tela, y puedes sacar una, meter otra, transformarla. Es lo que hacen durante el taller también.

Un largo juego de aprendizaje que pasa por un esfuerzo no menor y continuo. El texto elegido, cuenta Marta, «tiene que ser complicado para que dé juego y no sea obvio. Pero no necesariamente ha de ser un texto oscuro o difícil». «O un buen texto de cualquier materia», puntualiza Doris. Explica que han hecho la capacitación con investigadores astrofísicos con un un texto titulado: Opciones de trayectorias para tripulaciones que van a Marte. «Yo no entendí nada. No tengo que entender nada, soy la facilitadora. Pero los astrofísicos sí entendieron. Bailamos las trayectorias, por ejemplo», dice.

Y ese largo juego del que hablan con tanta viveza, supone un reto que hay que enfrentar. «Preguntadle a los jóvenes qué texto odian, que texto les da más trabajo en la escuela. Qué vamos a usar como un trapo. Qué vamos a destrozar». Algo que comparten esta humanista y Marta, desde las matemáticas. «Me dedico a que a los demás les gusten las matemáticas, pero no diciendo que son fáciles y divertidas porque vendrás y verás que no son nada fáciles; pero es un placer enfrentarse a un problema complicado y resolverlo. Gracias a ese placer vas al siguiente problema». Los mismo ocurre con los textos que se utilizan en Pre-Textos.

Para muestra un botón: «Hicimos una capacitación en la Escuela de Verano de El Escorial y usamos un capítulo del Quijote. Una niña de 8 años que acompañaba a su mamá porque no tenía dónde dejarla, venía todos los días, hizo las 15 horas y participó en todo. Al final, en la última reflexión dijo: ‘Yo quiero leer el Quijote’. Así, inocentemente, tengo curiosidad por el libro. Esa es la clave», cuenta Sommer.

Y el protocolo de Pre-Textos, cuando se hace bien, es replicable en multitud de lugares y contextos. Tanto desde el ámbito empresarial como el social. Se ha desarrollado para poner en marcha proyectos de igualdad de género en la Cañada Real de Madrid, al igual que en cárceles en México.

La clave está en saber que todo el mundo tiene algo que aportar, que todo el mundo aprende y que cualquiera es artista. A través del juego de creación artística se alcanzan todos los objetivos propuestos por el taller. «¿El artista no se esfuerza? Mucho. Convirtamos a todos los alumnos en artistas y ya tienes la clave».

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/04/la-letra-con-salsa-entra/

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España y Rusia firman memorando para formación profesores de español en Moscú

Europa/Rusia/05 Diciembre 2019/La Vanguardia

Las autoridades de España y Rusia firmaron este miércoles un memorándum de entendimiento con el objetivo de formar profesores de español e impulsar la enseñanza de la lengua de Cervantes en los colegios de Moscú.

El documento fue suscrito por el Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y la Academia de Formación del Profesorado del Departamento de Educación del Ayuntamiento de Moscú.

«Estamos muy contentos porque hay un interés muy importante y muy fuerte por la lengua española como nunca antes en Rusia», comentó a Efe Aurelio Llaneza, agregado de Educación de la Embajada de España, encargado de firmar el memorándum en nombre del MEFP.

Explicó que el memorando incluye varios programas de colaboración para la formación de profesores de español en la capital rusa, donde el interés por la lengua de Cervantes es «cada vez más alto».

Así, indicó que en la actualidad el español se enseña en «unos 130 colegios de Moscú» como primera o segunda lengua extranjera.

A eso se suman otras 70 escuelas ubicadas en la región de Moscú, donde también han optado por incluir el español en el programa de enseñanza obligatoria.

En particular, uno de los programas que ya está en marcha se centra en la capacitación de los profesores de español entre los docentes moscovitas que «ya están enseñando otras lenguas o materias».

«Les formamos durante tres años en colaboración con el Instituto Cervantes y cuando acaban están capacitados para enseñar el español», explicó Llaneza, quien agregó que a los colegios donde hay un interés «muy fuerte» en el español «les viene bien formar a profesores que ya están en sus centros».

A la vez, detalló que otro proyecto en el que colaboran las partes es un curso de perfeccionamiento para profesores en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20191204/472056266825/espana-y-rusia-firman-memorando-para-formacion-profesores-de-espanol-en-moscu.html

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Diversidad cultural y Reforma Educativa

Por: Pluma Invitada

Dedicado a mi querido maestro Carlos Lenkersdorf

El México profundo está formado por una gran diversidad de pueblos, comunidades y sectores sociales que constituyen la mayoría de la población del país. Lo que los une y los distingue del resto de la sociedad mexicana es que son grupos portadores de maneras de entender el mundo y organizar la vida que tienen  su origen en la civilización mesoamericana, forjada aquí a lo largo de un dilatado y complejo proceso histórico… La civilización mesoamericana es una civilización negada, cuya presencia es imprescindible reconocer.

Guillermo Bonfil Batalla[2]

En el siguiente texto vamos a presentar un análisis en relación con la diversidad cultural y la educación, en específico sobre la enseñanza de las culturas de los pueblos originarios y las lenguas originarias. Lo que señalaremos es lo que se ha observado del 2013 hasta el 2019, lo cual implica mencionar algunos puntos sobre el proyecto educativo y la reforma educativa que inicia su promulgación a partir de publicar el artículo 3° constitucional el 15 de mayo de 2019, en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Para iniciar la exposición retomamos lo señalado por la ONU referente a la diversidad cultural:

La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.[3]

A partir de esto retomamos que la diversidad cultural significa diferentes culturas e identidades que conforman la humanidad, las naciones, los Estados. México está constituido por diferentes culturas y pueblos, al ser el nuestro un país multicultural donde conviven matrices culturales de pueblos originarios, afroamericanos, y de otras matrices europeas, asiáticas y norteamericanas. Por ello mismo, es un país de convivencia conflictiva, ya que existen ciertos sectores de la sociedad que viven privilegiados con las mejores condiciones de vida y dignidad, mientras un muy alto porcentaje vive en condiciones de explotación, ignorancia, exclusión social y en procesos de discriminación constante, procesos racistas, misóginos, homofóbicos, gerontofóbicos, etc.

En este trabajo me limitaré a presentar algunas ideas sobre la diversidad cultural en los pueblos originarios, lo que no implica desconocer la diversidad cultural de otros sectores que integran la sociedad mexicana. Sin embargo, considero que hoy en día, a pesar del discurso de la interculturalidad y de neoindigenismo que vivimos, se debe poner sobre la mesa de discusión educativa puntos para mejorar y construir un proyecto educativo no neoliberal, colonial y racista, pues tal sigue siendo hoy en día nuestro proyecto educativo, no abiertamente por supuesto, sino en el contenido y en el tipo de políticas pública que no resuelven los problemas de los pueblos originarios y de otros sectores de la sociedad mexicana, lo cual no será posible mientras no cambien los contenidos, políticas y proyectos de corte neoliberal.

Para entrar en materias de nuestro tema es importante señalar algunas cosas relacionadas con la reforma educativa actual 2019 del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Recordemos que la reforma inicia con la publicación del 3° constitucional el 15 de mayo de 2019 y con las leyes secundarias el 30 de septiembre de 2019. Un dato interesante es que en dos de las leyes secundarias está escrita muy pocas veces la palabra indígena o cultura; por ejemplo: en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, sólo se menciona una vez la palabra “indígena” y dos veces la palabra “cultura”, y en la Ley Reglamentaria del artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Mejora Continua de la Educación, aparece una sola vez la palabra “indígena” y cuatro veces la palabra “cultura”. Donde el concepto “indígena” o “cultura” aparece mayor número de veces es en la Ley General de Educación.

En la Ley General de Educación se pueden leer varias cuestiones importantes de anotar y preguntar: ¿Para quién es la educación indígena? ¿Quiénes aprenden los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas? ¿Cómo se percibe el valor de los conocimientos de los pueblos indígenas en el proyecto educativo nacional de México?

En la Ley General de Educación se puede leer en su artículo 14 en su fracción V que se debe de “promover la participación de los pueblos y comunidades indígenas en la construcción de los modelos educativos”; y en el artículo 30 que se refiere a los contenidos de los planes y programas de estudio que imparta el Estado en su fracción V se menciona que uno de los contenidos será: “El conocimiento y, en su caso, el aprendizaje de lenguas indígenas de nuestro país, la importancia de la pluralidad lingüística de la Nación y el respeto a los derechos lingüísticos de los pueblos indígenas”. Sin embargo, es ambiguo si esos contenidos se tienen que enseñar a todos y todas la estudiantes de México aunque no sean indígenas. Se hace la interpretación de que esos contenidos sólo se transmiten en la modalidad de educación indígena. Ello se puede leer en el Capítulo VI, artículo 56 de la Ley General de la Educación, en su párrafo segundo que dice: “La educación indígena debe atender las necesidades educativas de las personas, pueblos y comunidades indígenas con pertinencia cultural y lingüística; además de basarse en el respeto, promoción y preservación del patrimonio histórico y de nuestras culturas”.

En este sentido, es importante reconocer que las personas que pertenecen a un pueblo o comunidad indígena deben ser educadas con “pertinencia cultural y lingüística”. Sin embargo, no se le da el valor e importancia que tienen los conocimientos y saberes de los pueblos indígenas u originarios para el desarrollo económico, político, ético o ambiental de México. Planteamos una hipótesis del porqué no se piensan los conocimientos, saberes y cosmovisiones para ser enseñados en todo el Sistema Educativo Nacional, sin necesidad de pertenecer a un pueblo originario o indígena.

Por un lado, está la simple mitificación que han hecho investigadores e intelectuales de izquierda y derecha que piensan que los pueblos originarios sólo están interesados en mitos y leyendas o en preservar una cultura milenaria idealizada; y no reconocen que los pueblos originarios son pueblos que se encuentran en procesos históricos de reconfiguración, adaptación, integración de diferentes elementos culturales, creación de cultura, saberes y conocimiento. Ello implica que los pueblos no se niegan a aprender la ciencia, las humanidades y artes que pertenecen a otros pueblos, aunque sean occidentales.

Por otro lado, a manera de hipótesis del porqué no retomar conocimientos, saberes y cosmovisiones de los pueblos originarios y volverlos sistemáticos para crear contenidos nacionales en el Sistema Educativos Nacional, a través de la escritura u otras tecnologías que permiten la recuperación de saberes y conocimientos, es que las culturas originarias cuestionan las bases epistemológicas, políticas e ideológicas de la educación neoliberal, la educación dominante: la propiedad privada, la libertad individual, la relación que se tienen entre la naturaleza y el ser humano, el individualismo, la competencia, la soledad, la calidad/excelencia, los procesos de selección, los tipos de exámenes o aprendizajes que se llevan a cabo, el tipo de justicia o el desarrollo económico.[4]

Luis Villoro señalaba que el nuevo liberalismo a través de la libertad individual que promulga, necesitaría de la ausencia de la comunidad, y en el caso de los actuales actores sociales, son los pueblos originarios quienes siguen produciendo comunidad; sin embargo, la reproducción de su cultura, sociedad y cosmovisión está llevando grandes cambios en todos los pueblos originarios en México y en el mundo, ya que existen procesos de desindianización, discriminación lingüística y epistemológica que dan como resultado la pérdida de las lenguas y las culturas. Ello lo podemos leer en documentos como los que ha producido el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), México, lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición, donde todas las lenguas indígenas están en riesgo de desaparición; claro, con diferente nivel de riesgo.[5]

Un elemento fundamental del porqué nos debe de preocupar la pérdida de las lenguas y las culturas originarias, no debe ser sólo por un argumento folcklorizante o un nuevo indigenismo, que realmente no les importa a los seres humanos que pertenecen a los pueblos originarios. Primero, se trata de una posición ética de reconocer que ellas y ellos son ejemplo concreto de cómo es y puede ser el ser humano. No seres humanos de segunda ni subhumanos, como se ha visto a lo largo de la historia de conquistas y colonización que se ha llevado a cabo en América. Por otro lado, sus saberes y conocimientos, como han señalado autores como Leonardo Boff, Noam Chomsky, Pablo González Casanova, Naomi Klein, Carlos Lenkersdorf, nos pueden permitir que continúe la vida humana, por los problemas que han producidos otros sectores de la humanidad como es el cambio climático y el calentamiento global. Nos urge relacionarnos de otra forma con la naturaleza, con el planeta, con el globo, entre nosotros mismos como seres humanos. En este sentido, sus conocimientos ante una emergencia mundial se convierten en universales que debemos aprender, para que continúe la vida humana sobre la faz de la tierra, por lo cual sus saberes no son locales o regionales, sino se convierten, ante las necesidades actuales en el mundo, en conocimientos éticos, ambientales y antropológicos para formar otras humanidades.

Educación, pueblos originarios y pedagogía

Ahora bien, es importante ubicar la discusión del papel de los pueblos originarios en el terreno de la educación. En este texto se va a comprender a la educación como un proyecto social, cultural, histórico, político y económico donde se hacen presentes diversos modos de formar al ser humano para llevar a cabo un determinado proyecto de sociedad. A partir de esta forma de conceptualizar la educación, considero que en ella conviven y se articulan diferentes pedagogías, que hacen presentes diferentes modos de formar al ser humano. Lo que está en juego hoy en día es la educación, o en otros términos, el proyecto educativo nacional. Se puede señalar que la educación dominante hoy en día es la continuación del proyecto educativo gerencialista y neoliberal como lo han demostrado autores como Lucia Rivera, Roberto González Villareal y Marcelino Guerra, en texto como Cancelar la Reforma Educativa, un kit para luchar contra la reforma neoliberal así como Mauro Jarquín en su libro de próxima publicación: Pedagogía del capital. Empresarios, nueva derecha y reforma educativa en México.

Ante este panorama, lo que debemos ir construyendo es otra educación no neoliberal, donde participen otros actores que construyan otros objetivos que persigan formar al ser humano, no como consumista, cosa, objeto, sino como un ser humano diferente a los ideales gerencialistas y neoliberales hegemónicos en México y en muchas partes del mundo, lo que implica formar subjetividades no neoliberales. En México tenemos una gran diversidad cultural, que podemos leerla como matrices epistémicas y epistemológicas desde donde se pueden construir pedagogías de cada uno de los pueblos que conforman México. Esta tesis se sostiene a partir de la experiencia personal como docente y pedagogo así como desde la lectura hecha de la obra de Carlos Lenkersdorf, desde su convivencia con el pueblo maya tojolabal.[6]

La sistematización de los conocimientos de esos modos posibles de formar a mujeres y hombres en los distintos pueblos humanos, es a lo que aquí se le da el nombre de “pedagogías de los pueblos”. A cada pueblo le corresponde una pedagogía. Los caminos de su construcción pueden ser diversos. Sin embargo, me limito a plantear algunas posibilidades para la construcción de “las pedagogías de los pueblos”, y señalar lo siguiente:

  1. A partir de cada cultura de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  2. A partir de cada filosofía de los pueblos, se puede sistematizar o construir una pedagogía propia.
  3. A partir de cada lengua que pertenezca a troncos lingüísticos diferentes, se puede construir una pedagogía.
  4. A partir de las diferentes cosmovisiones, se puede construir, sistematizar o tejer la pedagogía de cada uno de los pueblos.

En este sentido, al hablar de pueblos, no sólo me refiero a los pueblos originarios, sino a una forma de clasificar a los diferentes grupos humanos en nuestra América, como ya lo ha hecho de forma extraordinaria en la década de los setenta Darcy Ribeyro cuando hace una tipología de los pueblos extraeuropeos del mundo moderno, presentando las siguientes categorías: Pueblos Testimonio, Pueblos Nuevos, Pueblos Transplantados y Pueblos Emergentes, pensándolos como macroetnias.[7] Por nuestro lado, nos concentraremos en mencionar algunos de los pueblos que observamos en la realidad mexicana: los pueblos originarios, los pueblos afromexicanos y los pueblos mestizos, concentrándonos, por el momento, en apelar a la construcción de las pedagogías de los pueblos originarios para ir superando el problema de la colonización pedagógica, qué se comprende como la transmisión del consenso de un modo único e ideal de formar a los seres humanos que no corresponde a la diversidad cultural de las naciones.

Sugerencias para otra educación

Alguna propuesta sobre la educación ante la diversidad cultural son las siguientes:

  1. Enseñar las diferentes lenguas originarias, en sus respectivas variantes lingüísticas en las diferentes regiones de México, desde educación inicial hasta educación superior, para que no haya desubicación lingüística.
  2. Enseñar las diferentes morales de los pueblos originarios en relación a los problemas ambientales, relaciones sociales individualistas, competitivas y violentas que estamos viviendo en México en pueblos no indígenas; con relaciones colectivas y solidarias que algunos pueblos originarios viven y comparten, poner sobre la mesa nuevamente el nosotros, como planteaba Carlos Lenkersdorf, quien lo identifica entre los mayas tojolabales y que comparten muchos pueblos más.
  3. Enseñar el español como segunda lengua, propuesta que ha trabajado más a fondo Leopoldo Valiñas.
  4. Sistematizar la escritura de todos los pueblos originarios para que se escriba en los salones de clases desde educación inicial hasta educación superior, y no haya necesidad sólo de escribir en español, ya que eso implica que poco a poco se vaya perdiendo la lengua. Conservar las lenguas originarias por escrito hoy se convierte en una necesidad para poder resolver la desindianización y etnocidio que se lleva a cabo todos los días en los salones de clases del Sistema Educativo Nacional.
  5. Hablar las lenguas originarias desde educación inicial hasta educación superior dentro de las escuelas y en los salones de clases.
  6. Sistematizar contenidos epistemológicos y éticos desde los pueblos originarios para que se enseñen en todos los planes y programas de estudio de educación inicial e educación superior.
  7. Transmitir la historia de mujeres y hombres que conforman los pueblos, comunidades y estados, para construir no una historia colonial, sino una historia donde se reconozcan a las mujeres y hombres como actores fundamentales en la vida de nuestra nación; una historia no patriarcal ni colonial.[8]
  8. Hacer presente que los diferentes modos de discriminación (por ejemplo racismo, misoginia, homofobia, gerentofobia) son una de las bases de la educación dominante en México, y por lo tanto un problema que se debe resolver pedagógicamente, lo cual implica valorar de forma positiva y práctica los conocimientos, saberes, creencia y cosmovisiones de los pueblos como una herencia histórica que se debe enseñar en todas las escuelas públicas de México.
  9. Hacer presente todos los ideales de ser humano a formar que posee cada uno de los pueblos, para tenerlos como ejes o perfiles de formación, de ingreso y egreso en los diferentes niveles educativos. Esto a partir de concebir que no hay una sola forma de ser mexicanos o mexicanas, sino diferentes modos y, por lo tanto, de ser humano. Y es que los perfiles del proyecto educativo actual en el Sistema Educativo Nacional sigue estando limitando por los principios e ideales del neoliberalismo: un ser competitivo, un ser individualista, un ser indolente, un ser violento, un ser excelente, un ser que ha perdido la historia de su pueblo y se ha impuesto la historia y memoria del consumo y del capitalismo actual, a través de los medios de comunicación como internet, redes sociales, música, artes, ropa, cine y otros productos culturales.
  10. Desmitificar que los pueblos originarios, los pueblos afros y hasta los pueblos mestizos no están interesados en aprender los conocimientos de las ciencias, las humanidades o artes porque los puede desindianizar; por lo contrario, es necesario pensar que esos conocimientos son parte de la cultura universal, por ende un derecho humano, el derecho al conocimiento, que todo pueblo debe de ejercer e integrarlo para que se convierta en su cultural propia; concepto comprendido desde lo que proponía Guillermo Bonfil Batalla: “Los ámbitos de cultura autónoma y cultura apropiada forman el campo más general de la cultura propia; es decir, aquel en que los elementos culturales propios o ajenos están bajo el control de grupo”.[9]
  11. Hacer presente que todas las culturas son incompletas, como señala Boaventura de Sousa Santos, principio de incompletud que debe ser uno de los ejes para la construcción de contenidos curriculares y en general de cualquier conocimiento pedagógico.[10]
  12. Valorar las cosmovisiones, culturas y leguas originarias como matrices pedagógicas desde donde se pueden construir otro tipo de conocimientos, prácticas y relaciones sociales, no sólo para los indígenas, sino para toda la sociedad mexicana. Pensar que estamos urgidos de pensar y comportarnos de formas diferentes para salvar nuestra propia vida, ante problemas como el calentamiento global o el problema de la violencia estructural que vivimos en México; violencia que tiene diferentes modos de expresión, como es: la violencia de género, la violencia contra las mujeres, la violencia contra los homosexuales, la violencia contra los niños, la violencia contra los viejos, la violencia contra los indios, la violencia que ejercen compañeros de trabajo contra otros compañeros de trabajo, violencia de un estudiante contra otro estudiante. Violencia que se convierte en el modus operandi de vida de un alto porcentaje de la población mexicana.
  13. Reconocer que la forma en que se ha intentado resolver los problemas que están relacionados con la diversidad cultural, con la interculturalidad impulsada por el estado, que tiene como base el indigenismo, no ha sido suficiente.[11]
  14. Impulsar políticas públicas que tengan como base epistemológica y ética los conocimientos de los pueblos originarios para resolver problemas, no sólo la sobrevivencia del pueblo local, sino para la resolución de problemas nacionales, ya que sus epistemes poseen una dimensión universal cuando nos ayudan a transformar las relaciones humanas y mejorar nuestra relación con nuestra casa común, la Tierra.

Ante la gran diversidad cultural y diversidad pedagógica, es necesario pensar que la educación es un proyecto, que es la unidad en la diversidad, y que mejorar es reflexionar en las posibilidades de aperturas para la discusión, así como en urgencias para cambiar las formas de plantear y resolver problemas, ya que debemos hacer presentes nuestros problemas como mayorías que somos: como pueblos indígenas, afromexicanos, jóvenes, mujeres, niños, viejos, lesbianas, homosexuales, desempleados, explotados, enfermos, etc., para poder resolver nuestros propios problemas.

Bibliografía

 

Bonfil Batalla, Guillermo, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001.

Embriz, Arnulfo y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

Gargallo, Francesca, Feminismo desde abya yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos de nuestra América, México, UACM, 2015.

Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”, En: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Colima, Universidad de Colima, vol. IV, núm. 12 Colima, 1991.

Lenkersdorf, Carlos, Filosofar en clave tojolabal, México Miguel Ángel Porrúa, 2005.

Lenkersdorf, Carlos, Los hombres verdaderos. Voces y testimonios tojolabalesLengua y sociedad, naturaleza y cultura, arte y comunidad cósmica, México, Siglo XXI editores, 2005.

Ribeyro, Darcy, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977.

Santos, Boaventura de Sousa Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Ediciones Trilce, 2010.

UNESCO, Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, UNESCO, 2001.

Villoro, Luis, De la libertad a la comunidad, México, Fondo de Cultura Económica, 2004.

[1] Coordinador del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica: construcción de discursos y prácticas. Agradezco a David Elías Hernández por sus correcciones y a Miriam Isabel Arciniega Miranda y a Mauro Jarquín por su lectura y sugerencias.

[2] Guillermo Bonfil Batalla, México profundo. Una civilización Negada, México, CONACULTA, 2001, p. 21.

[3] UNESCO, Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultura, UNESCO, 2001, p.p. 1-2.

[4] En relación con algunos de los anteriores puntos, Luis Villoro señalaba: “Esas cuatro palabras, libertad individual, democracia, Estado debilitado y desarrollo, resumen el pensamiento de un liberalismo renovado que parece haber obtenido un consenso planetario. Pero he calificado a ese liberalismo de “desencantado”. Porque, en efecto, la adhesión que suscita no se acompaña de entusiasmo, sino de un creciente malestar por sus resultados de una nostalgia dolorosa.” Luis Villoro, De la libertad a la comunidad, México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p.p. 3-4.

[5] Arnulfo Embriz y Oscar Zamora, México. Lenguas indígenas nacionales en riesgo de desaparición: variantes lingüísticas por grado de riesgo, México, INALI, 2012.

[6] Dos obras fundamentales de Carlos Lenkersdorf son: Filosofar en clave tojolabal y Los hombres verdaderos.

[7] Darcy Ribeyro, Las Américas y la civilización. Proceso de formación y causas del desarrollo desigual de los pueblos americanos, México, Editorial Extemporáneos, 1977, p. 93.

[8] Un trabajo esencial en la recuperación del conocimiento de las mujeres está el trabajo fundamental de Francesca Gargallo, titulado: Feminismo desde abya yala. Ideas y proposiciones de las mujeres de 607 pueblos de nuestra América, México.

[9] Guillermo Bonfil Batalla, “La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos”, En: Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, Colima, Universidad de Colima, vol. IV, núm. 12 Colima, 1991, p. 176.

[10] Boaventura señala: “La tercera premisa es que todas las culturas son incompletas y problemáticas en sus concepciones de dignidad humana. Lo incompleto se debe a la propia existencia de una pluralidad de culturas. Si cada cultura fuera tan completa como afirma ser, habría apenas una única cultura. La idea de completud es la fuente de exceso de sentido que parece plagar todas las culturas. La incompletud es de esta manera más visible desde afuera, desde la perspectiva de otra cultura.” Boaventura Sousa Santos, Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Ediciones Trilce, 2010, p. 71.

[11] La idea de que la interculturalidad impulsada por el Estado tiene como base el indigenismo, la señaló Gunther Dietz en: la 63° sesión del Seminario de Perspectivas Críticas en Educación de México y Latinoamérica, conferencia magistral de Gunther Dietz, titulada: “Los problemas de la educación intercultural en México”, moderó: José Carlos Buenaventura, martes 16 de junio de 2015, a las 17:00 horas, Salón 005 de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Consultado en: https://www.youtube.com/watch?v=jRz-beOL204&t=1s, sábado 16 de noviembre de 2019, a las 12:44 p.m.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/diversidad-cultural-y-reforma-educativa/

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