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Entrevista a Miriam Leirós: “La educación ambiental que no recibimos las generaciones anteriores la estamos recibiendo por parte de los niños”

Entrevista/28 Marzo 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El Diario la Educación

Miriam Leirós es una maestra gallega que a base de persistencia se ha convertido, al menos en parte, en referente en temas de educación ambiental. Hablamos con ella de la ‘desnaturalización’ de la infancia y de #FridaysForFuture.

Casi sin comerlo ni beberlo, Miriam Leirós se ha convertido en un referente en la educación ambiental y la defensa de la ecología. Profesora de Primaria desde hace 20 años, educadora e intérprete ambiental, explica que siempre ha estado vinculada a la naturaleza y que un día, viendo que el currículum educativo no entraba en ese área (“está desnaturalizado”, dice ella) lo metió en clase. Los pequeños enseguida abrazaron la causa. A partir de ahí ha realizado varios proyectos como Plasticoff, que consistía en la reducción y reciclaje de plástico, o Residuos Cero. Leirós cree (y practica) que la educación ambiental da de sí como para realizar un enfoque transversal y tocar con ella distintas áreas, como Lengua y Matemáticas.

¿Cómo se convence a un alumnado tan pequeño para que se conciencie por algo a veces tan intangible como el medio ambiente?

No se les convence. Se les habla de ello y sienten atracción. No hay niños a los que no les gusten los animales y la naturaleza. Otra cosa es que tengan oportunidades de hacerlo. Estamos en una sociedad en la que siempre están bajo cuidado de un adulto, luego salen de clase y van a extraescolares. Las pocas veces que tienen ocio al aire libre ni siquiera son parques naturales, son de caucho o cemento. Las oportunidades de tener contacto con la naturaleza son prácticamente nulas, los estamos privando de esto, que antes era impensable. Estudiamos los pistilos o estambres en un libro sin que vean los ejemplos más que en escaparates. Cuando les das oportunidad de salir fuera, observar la naturaleza, hablar de los animales y tener contacto con ellos no hay uno al que no le guste. Otra cosa es que después nos hacemos adultos y volvemos a entrar en la vorágine de la sociedad de consumo y los horarios estrictos y puede que se vuelva a perder el contacto con la naturaleza. Lo primero es el contacto, lo segundo es la concienciación.

El currículum tampoco hace mucho, dice.

Se estudian los mamíferos, las plantas… Pero se hace desde un nivel académico, no naturalista. El currículum está totalmente desnaturalizado. La única ley que contempló un poco la educación ambiental de forma transversal fue la LOGSE, en los 90. Después ninguna tuvo una aproximación transversal, que acerque los niños a la naturaleza más allá del reciclaje, que debería ser el último paso.

¿Somos una anomalía europea? ¿En otros países se hace?

Sí que tienen más contacto con la naturaleza. Tienen programas de no generación de residuos, lo maman desde infantil. También hay muchas actividades en la naturaleza.

¿Qué tipo de actividades realiza?

Salgo con ellos a la naturaleza. Hacemos actividades tan sencillas como hacer un hervario, una vez que estudias las plantas. Por ejemplo, en Ciencias Naturales estudiamos las hojas, salimos, las buscamos, recolectamos, investigamos, clasificamos y cada uno presentaba un hervario. Si vas con ellos paseando por la naturaleza y les explicas, les gusta. También les llevo noticias. Hace poco hablamos de la desaparición de especies tan corrientes como los gorriones, las abejas y vemos las consecuencias de esta desaparición. Los niños son curiosos y a partir de ahí quieren investigar y saber. Relacionamos estos temas con el currículum y a partir de un contacto con la naturaleza surge la intención de ayudar y la ecología.

¿Cómo se puede meter la educación ambiental en el colegio contra el currículum?

Ahora está de moda el trabajo por proyectos. Me parece que la educación ambiental debe ser transversal y trabajarse en todas las áreas. Es un poco grave que la naturaleza y la educación ambiental estén a merced de que el profesor tenga más o menos sensibilidad con el tema cuando vemos que es tan importante. Tenemos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, pero no se trabajan casi en las escuelas. No han llegado de forma tangible en la escuela y queda en función de que el profesor lo considere importante. Me parece grave, tanto por parte del Ministerio de Transición Energética como por del de Educación. Tenemos la agenda 2030, pero a la Educación han llegado temas contados.

¿Puede aterrizar un poco la propuesta? ¿Pondría una asignatura, por ejemplo, ahora que está de moda pedir asignatura para todo?

Quizá no como asignatura, aunque igual no estaba de más porque es algo fundamental y relaciona con todas las áreas. Desde una noticia en la que se trabaja la comprensión lectora, un trabajo de investigación y argumentativo después (¿por qué están desapareciendo las golondrinas?), hasta las matemáticas, porque siempre hay cifras (kilos de residuos, por ejemplo). Si se quiere trabajar como una asignatura más habría que delimitar unos puntos para que se trabajara en todos los niveles educativos.

¿Cree que hay un cambio de mentalidad respecto a este tema entre los jóvenes?

Creo que sí. Los que nacimos en los 60-70 respondemos a una sociedad de consumo que se abría entonces. También pasamos a ser supermodernos: todo era de usar y tirar y muy cómodo. Fue un momento social en el que en España se incorporó la mujer al trabajo y había muchas comodidades, pero no se contemplaron las incompatibilidades con el medioambiente. Esta gente de ahora es más consciente de la contaminación, aunque nunca se ha abierto un telediario por un desastre medioambiental, a no ser que sea algo gordo como el Prestige. La contaminación no ha sido nunca un tema de preocupación que haya salido en las listas del CIS. Sin embargo, creo que a la gente joven sí pertenece a otra generación de reutilizar, vienen escuchando estas noticias y quieren hacer algo porque no quieren encontrarse un plantea con una habilitabilidad incómoda.

¿Y entre tus compañeros profesores? ¿Encuentra apoyos o está haciendo la guerra un poco por su cuenta?

Antes de aparecer Fridays for Future (Greta Thunberg, la estudiante de 16 años que empezó el movimiento, empezó a manifestarse en agosto de 2018), desde junio, creamos un blog varios profesores llamado Educando en Medio Ambiente (#guiñoverde, en Twitter). Se creó con la idea de que todos los profesores que hacemos actividades relacionados con el medio ambiente o la ecología volcásemos las actividades ahí, para compartir ideas, dar visibilidad… Hay profesores de toda la península que han colgado actividades. Creo que hay un montón de gente que está haciendo y quiere hacer, pero no es la gran mayoría. También creo que gracias a Fridays for Future se está dando un impulso y aumenta el número de quien quiere hacer esto. Espero que no sea solo en clase, sino saliendo también a la naturaleza.

Entiendo también que hay una llamada a las familias.

Hay un problema grave que es la conciliación familiar. Siempre se busca y se entiende como que los centros deben aumentar su horario para atender a los niños cuando sus padres trabajan. Estamos imponiendo jornadas de ocho horas a los niños. La conciliación tendría que venir de ambas partes. Veo a las familias muy receptivas cuando se les pide algo o invita a hacer una actividad de este tipo. En mi colegio pusimos en marcha un programa llamado Residuo Cero que consiste en no generar residuo en las meriendas, con cantimploras y tuppers en vez de botellas y bandejas, por ejemplo. Las familias han respondido muy bien en general. La falta de educación ambiental que tuvimos las generaciones anteriores la estamos recibiendo de parte de los niños. Hay una reeducación, los niños llevan este feedback ambiental a casa.

¿Cree que el movimiento ‘Fridays for future’ es el bueno y ha llegado para quedarse?

Creo y espero que haya llegado para quedarse. Aunque llevo tiempo hablando de la importancia de la educación ambiental y estamos avanzando en la tecnología (y me parece fenomenal), no podemos desnaturalizar a los niños. Llevo tiempo hablando de esto y veo que por fin hay un movimiento y todos son gente joven reclamando su futuro y un planeta con una habitabilidad digna y lo comento en clase. Mis alumnos fueron los primeros en decir que querían hacer algo. Todo el mundo ha respondido muy bien. Tengo contacto con el movimiento, veo cómo se organiza y creo que sí ha llegado para quedarse.

¿Cómo decidió hacer de esto su principal motivación?

Siempre me gustó mucho la naturaleza y siempre estuve en relación con ella. En el libro llamado Toletis, de Rafa Ruiz, el protagonista dice que todos los libros de árboles dicen cosas que a los niños no les interesan de los árboles. Ahí caí en la cuenta de esta desnaturalización de la que hablaba. Sí, los niños estudian muchos árboles, muchas plantas, muchos mamíferos, pero no tienen esa vivencia. En educación siempre estamos hablando de aprendizaje significativo, que el niño se quede con esta vivencia y tenga la experiencia, pero luego todo es artificial, no tienen la experiencia real de la naturaleza. Ahí mi cabeza hizo clic y llevé todo esto al aula. Es cierto que ya había puesto en marcha Plasticoff, pero era un proyecto más de aula que de salir al campo. Toletis me pareció tan interesante y con una riqueza lingüística tan buena que acabé elaborando un libro de texto de lengua en función de aquel. El libro en España es un libro más, pero he visto que en Inglaterra ha triunfado, hasta me han pedido una crítica como profesora.

¿Hay una edad mínima para abordar estos temas?

Ninguna. Tenemos un proyecto de apadrinamiento ecológico en el que los alumnos de sexto apadrinan a los de cuatro años. Ellos tienen unas meriendas pactadas así que, por ejemplo, recogemos las mondas de la fruta y las llevamos a un compostero que pusimos en marcha. Una vez, al menos, leemos un cuento relacionado con la naturaleza. También les invitamos a participar en Residuo Cero y cada mes que consiguen el objetivo, y a veces lo hacen mejor que los mayores porque los pequeños son muy persistentes, les regalamos algo: una hoja de roble, un muñeco de un animal… Así los de cuatro años van teniendo esta mentalidad.

¿Habla en clase de movilidad, uso de vehículo privado, etc. o aún son muy pequeños para eso?

Mucho. Como tenemos una sección de ecología en el magazine siempre sale alguna noticia relacionada. Hemos hablado muchas veces del problema en Madrid, las restricciones al tráfico, etc. Hablábamos de cómo se puede mejorar. Galicia se caracteriza por tener muchos núcleos rurales y reflexionamos sobre que no siempre es posible ir andando o compartir coche y necesitamos la red de transporte público de calidad. Hablamos de muchas cosas y ahí entra todo. Hemos hablado también de la fast fashion, el consumo rápido…

¿Los pequeños tienen algún tema favorito que les entre mejor?

Más que gustarles más, donde sí veo que entienden todo y empatizan muchísimo es con los animales, y da igual cuál. Les hablamos de los osos polares, de que las abejas están desapareciendo por los insecticidas, que hay islas que pueden desaparecer por la subida del mar y se volvieron muy sensibles con el tema, reflexionamos sobre los refugiados climáticos, etc.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/03/22/la-educacion-ambiental-que-no-recibimos-las-generaciones-anteriores-la-estamos-recibiendo-por-parte-de-los-ninos/

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Cómo tener un año escolar más verde. Haz la diferencia

Por: Ecoportal

Para cuando se acerca el fin de las vacaciones, el frenesí del regreso a la escuela está en plena marcha en todos los grandes almacenes. Es divertido abastecerse de suministros nuevos, pero también es un buen momento para recordar que las tiendas desean que usted compre todo lo que necesita, junto con las cosas que ni siquiera sabía que quería hasta que llegó allí. Esta época del año también puede ser especialmente difícil para los estudiantes universitarios de primer año que no pueden esperar para comprar todo lo que necesitan para vivir de forma independiente.

Reciclar es una parte importante de ser verde, pero consumir menos en primer lugar lo hace mucho más fácil. Ya sea que sus hijos vayan a la escuela primaria, secundaria, o su primer año de universidad, hay muchas maneras en que puede ayudarlos a tomar decisiones ambientalmente inteligentes cuando compre útiles escolares

Consejos para estudiantes de primaria y secundaria

Con tantos cuadernos, carpetas y lápices lindos, puede ser difícil decir “no” cuando sus hijos agregan muchos cargamentos de suministros al carrito. Aquí hay algunos consejos para que sea sencillo:

  • Haga un inventario de los suministros que ya tiene y reutilice los suministros sobrantes del último año escolar. Los niños pueden quejarse por esto, pero si tienen un cuaderno vacío, o incluso uno parcialmente vacío, vea si pueden aprovechar más este año. Lo mismo ocurre con los lápices y carpetas. Si los suministros antiguos son completamente inutilizables, ahora puede ser un buen momento para reciclarlos correctamente.
  • En la tienda, se adhieren a la lista de los maestros que proporciona. Afortunadamente, la mayoría de los maestros de escuela primaria le dirán todo lo que los estudiantes necesitan para el año escolar. A menos que haya grandes ventas en compras a granel, intente comprar solo lo que necesita. Si los niños se quedan sin suministros, siempre puede regresar más tarde en el año para reabastecerse.
  • Al elegir suministros, consulte las opciones respetuosas con el medio ambiente, como los cuadernos hechos de cartón reciclado o las mochilas hechas con fibras naturales.
  • Si sus hijos almuerzan en casa y usualmente usan bolsas de papel, considere actualizar a una bolsa reutilizable. En el transcurso de un año escolar, ¡imagínese cuánto papel puede ahorrar esto! Puede llevarlo aún más lejos utilizando contenedores reutilizables en lugar de bolsas de plástico.
  • Si su escuela permite que sus hijos tengan botellas de agua en clase, omita las botellas de un solo uso y compre una reutilizable. Hay varios materiales disponibles, pero probablemente sea una buena idea optar por el acero inoxidable o el plástico sin BPA en lugar del vidrio.

Consejos para estudiantes universitarios

Ya sea que sus hijos vivan en el campus, asistan a clases en línea o vayan a la escuela de tecnología, hay muchas formas para que ellos tomen decisiones sustentables cuando compran en la universidad.

  • Los adolescentes pueden divertirse mucho comprando artículos para la universidad, ya que es probable que se estén preparando para vivir solos por primera vez. Incluso si su estudiante está viajando a la escuela desde su casa, es posible que quieran comenzar a vivir más independientemente. En la tienda, aliéntelos a ser realistas sobre lo que realmente necesitan en lugar de exagerar con la interminable organización, la ropa de cama y los artículos de decoración que las tiendas de departamentos venden a los estudiantes universitarios.
  • Considere conseguirle a su estudiante un buen juego de platos y utensilios de cocina. Anime a su hijo a cocinar en su dormitorio o comer en el comedor en lugar de confiar en las entregas de pizza o comida para llevar. Las cajas de pizza no se pueden reciclar cuando están grasosas, y muchas cajas de comida para llevar están hechas de espuma de poliestireno u otros materiales que no se pueden reciclar fácilmente.
  • Compre a su adolescente una taza de café reutilizable. La mayoría de los campus tienen una cafetería en el lugar o cerca, y el uso de una taza durante todo el año puede evitar que se utilicen innumerables vasos de papel o peor de espuma de poliestireno .
  • Compre papel de impresión reciclado o papel de compañías que apoyan la silvicultura sostenible. Además de eso, fomente la impresión en ambos lados del papel o la utilización de buzones o correos electrónicos en línea si los profesores lo permiten.
  • Para completar el ciclo, no tire los artículos innecesarios al final del año. Si bien algunos campus no te permiten tirar aparatos electrónicos o muebles en los basureros, a otros puede que no les importe. Considere la posibilidad de donar artículos utilizables en lugar de tirarlos

https://www.ecoportal.net/temas-especiales/un-ano-escolar-mas-verde/

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La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Por: Ecoportal 

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

La crisis ambiental

Desde siempre la especie humana ha interaccionado con el medio y lo ha modificado, los problemas ambientales no son nuevos. Sin embargo, lo que hace especialmente preocupante la situación actual es la aceleración de esas modificaciones, su carácter masivo y la universalidad de sus consecuencias.

Los problemas ambientales ya no aparecen como independientes unos de otros sino que constituyen elementos que se relacionan entre sí configurando una realidad diferente a la simple acumulación de todos ellos. Por ello, hoy en día podemos hablar de algo más que de simples problemas ambientales, nos enfrentamos a una auténtica crisis ambiental y la gravedad de la crisis se manifiesta en su carácter global.

La Educación Ambiental: una respuesta a la crisis ambiental

Desde los años sesenta, cuando se cuestionó el modelo de crecimiento establecido y se denunció el impacto que sobre el medio ambiente producía, los diagnósticos realizados sobre la crisis ambiental han sido numerosos. Poco a poco, el ser humano empieza a realizar una nueva lectura del medio en el que está inmerso y una nueva cosmovisión, una nueva percepción de la relación ser humano-sociedad-medio, va abriéndose paso.

En no pocos de los informes y manifiestos que van apareciendo a lo largo de estos años se plantea la necesidad de adoptar medidas educativas (entre otras) para frenar el creciente deterioro del planeta.

Las relaciones entre educación y medio ambiente no son nuevas, sin embargo, la novedad que aporta la educación ambiental es que el medio ambiente, además de medio educativo, contenido a estudiar o recurso didáctico, aparece con entidad suficiente como para constituírse en finalidad y objeto de la educación.

De esta forma, aunque sus raíces son antiguas, la educación ambiental, como la entendemos hoy en día, es un concepto relativamente nuevo que pasa a un primer plano a finales de los años sesenta.

Estos planteamientos alcanzan rápidamente un reconocimiento institucional. Así por ejemplo, en el ámbito internacional, ha sido la Organización de las Naciones Unidas, a través de sus organismos (UNESCO y PNUMA fundamentalmente), la principal impulsora de estudios y programas relativos a la educación ambiental. Sin embargo, no podemos reducir este proceso de desarrollo a su vertiente institucional. Es preciso reconocer el esfuerzo de innumerables entidades, organizaciones de carácter no gubernamental y educadores que han contribuido, a veces de forma anónima, no sólo a la conceptualización de la educación ambiental sino, sobre todo, a su puesta en práctica.

Funciones de la Educación Ambiental

Un propósito fundamental de la educación ambiental es lograr que tanto los individuos como las colectividades comprendan la naturaleza compleja del medio ambiente (resultante de la interacción de sus diferentes aspectos: físicos, biológicos, sociales, culturales, económicos, etc.) y adquieran los conocimientos, los valores y las habilidades prácticas para participar responsable y eficazmente en la prevención y solución de los problemas ambientales y en la gestión de la calidad del medio ambiente.

La educación ambiental resulta clave para comprender las relaciones existentes entre los sistemas naturales y sociales, así como para conseguir una percepción más clara de la importancia de los factores socioculturales en la génesis de los problemas ambientales. En esta línea, debe impulsar la adquisición de la conciencia, los valores y los comportamientos que favorezcan la participación efectiva de la población en el proceso de toma de decisiones. La educación ambiental así entendida puede y debe ser un factor estratégico que incida en el modelo de desarrollo establecido para reorientarlo hacia la sostenibilidad y la equidad.

Por lo tanto, la educación ambiental, más que limitarse a un aspecto concreto del proceso educativo, debe convertirse en una base privilegiada para elaborar un nuevo estilo de vida. Ha de ser una práctica educativa abierta a la vida social para que los miembros de la sociedad participen, según sus posibilidades, en la tarea compleja y solidaria de mejorar las relaciones entre la humanidad y su medio.

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Objetivos de la Educación Ambiental

  • Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos.
  • Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad crítica.
  • Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.
  • Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver los problema ambientales.
  • Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.
  • Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Definidos en el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado. 1975

 Educación y gestión ambiental

Previamente ha quedado planteado el carácter estratégico que la educación ambiental tiene en el proceso hacia el desarrollo sostenible. Sin embargo, es evidente que la acción educativa, por sí sola, no es suficiente para responder al reto ambiental. “Para contribuir con eficacia a mejorar el medio ambiente, la acción de la educación debe vincularse con la legislación, las políticas, las medidas de control y las decisiones que los gobiernos adopten en relación al medio ambiente humano”. (UNESCO).

La educación es, a la vez, producto social e instrumento de transformación de la sociedad donde se inserta. Por lo tanto, los sistemas educativos son al mismo tiempo agente y resultado de los procesos de cambio social. Ahora bien, si el resto de los agentes sociales no actúa en la dirección del cambio, es muy improbable que el sistema educativo transforme el complejo entramado en el que se asientan las estructuras socioeconómicas, las relaciones de producción e intercambio, las pautas de consumo y, en definitiva, el modelo de desarrollo establecido.

Esto implica la necesidad de incluir los programas de educación ambiental en la planificación y en las políticas generales, elaboradas a través de la efectiva participación social. Demasiadas veces se cae en la tentación de realizar acciones atractivas, con una vistosa puesta en escena y grandes movimientos de masas, que no comprometen demasiado ni cuestionan la gestión que se realiza. La educación ambiental debe integrarse con la gestión (“la mejor educación es una buena gestión”) y no ser utilizada como justificación ante las posibles deficiencias de ésta.

El reto que tenemos planteado hoy en día es el de favorecer la “transición” hacia la sostenibilidad y la equidad, siendo conscientes de que esta transición requiere profundos cambios económicos, tecnológicos, sociales, políticos, además de educativos. Así pues, aun reconociendo las enormes potencialidades de la Educación Ambiental, no podemos convertirla en una falsa tabla de salvación.

Ecoportal.net

Fuente

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“Hay que saber qué tenemos y quererlo para poderlo proteger”: Richard Deverell

Por: Semana Sostenible. 

En 121 hectáreas está Kew Gardens, el jardín botánico más grande del mundo. Más de dos siglos de historia investigando y preservando miles de especies de todo el Planeta. Semana Sostenible habló con su director sobre su papel a la hora de enfrentar retos como cambio climático y seguridad alimentaria.

Richard Deverell llegó a Colombia gracias a una invitación hecha porMaloka y el Hay Festival. Pero, su interés en el país ha existido desde siempre, pues representa para él un gran laboratorio. Un paraíso para la investigación.

Este hombre ha dedicado su vida profesional a liderar propuestas innovadoras en materia de participación y educación, por eso, cuando se le pregunta si Colombia necesita una política pública que enmarque la educación ambiental no duda en decir: “Sí”.

En septiembre de 2012 asumió la dirección del famoso Kew Gardens o Jardín Botánico Real de Londres. Desde allí se ha destacado por fortalecer la investigación científica, con un claro enfoque: ayudar a salvar el mundo o resolver los desafíos críticos que enfrenta la humanidad en el siglo XXI.

De hecho a Bogotá llegó a presentar su conferencia: ¿Pueden los jardines botánicos salvar el mundo? Semana Sostenible habló con Deverell sobre este interrogante y otros más que se van desprendiendo a hora de convertir en afirmación la pregunta.

Semana Sostenible: Richard, ¿pueden los jardines botánicos salvar el mundo?

Richard Deverelle: Creo que los jardines botánicos pueden tener una contribución enorme a la hora de hacerlo. Por ejemplo, uno de los grandes problemas que enfrentamos es la extinción y la pérdida de biodiversidad. Frente a esto, una de las cosas que se puede hacer es identificar las zonas que tienen muchas plantas en riesgo y hacer ‘lobby’ para su protección.

Otra cosa que se  puede hacer son bancos de semillas donde podemos guardar cualquier planta, es como un seguro para el futuro en caso de extinción. Por ejemplo, nosotros trabajamos en Colombia con algunos compañeros para proteger el bosque seco tropical y buscar que no desaparezca nunca. Pero, además, también podemos jugar un papel muy importante frente a la seguridad alimentaria.

Kew Gardens cuenta con la colección más grande de plantas vivas y disecadas del mundo. Foto: Cortesía Kew Gardens London

S.S.: ¿El tema de seguridad alimentaria lo manejan a partir del banco de semillas?

R.D.: Sí, pero no es la única forma. Hoy en día tres cuartas partes de la carga calórica que consumimos proviene solo de 12 especies de plantas. Tres de ellas son arroz, trigo y maíz. Pero, existen 7 mil más que se pueden comer.

Sobredepender de unas pocas es muy peligroso. Pero para dejar de hacerlo hay que conocer las diversidad que existe e investigar sobre posibilidad que ofrecen. Por ejemplo, saber cómo se adaptan al cambio climático. Esto sí que puede salvar a la especie humana.

S.S.: En Colombia hemos dejado la investigación a los institutos de investigación. Los jardines botánicos casi que se ven solo como museos. ¿Pasa lo mismo en Inglaterra? ¿Cómo los perciben?

R.D.: En Reino Unido nosotros tenemos el mismo problema. La gente ve el jardín solo como un sitio para ir de visita. Normalmente no ven ese maravilloso grupo de científicos que están trabajando para comprender más las plantas y entender toda la historia de ellas y cómo su conocimiento puede resolver esos problemas globales que enfrentamos.  Así que tenemos el mismo problema.

S.S.: ¿Han hecho algo al respecto?

R.D.: Sí, muchas cosas. De hecho, una de ellas son las historias que contamos a nuestros visitantes. Por ejemplo, nosotros hemos incrementado las historias sobre el trabajo de nuestros propios científicos, y los vínculos entre lo que la gente ve en el jardín y el trabajo científico y eso es una experiencia que une los dos lados del trabajo.

Otra cosa importante para aumentar la conciencia del público sobre lo que hacemos es publicar en los medios de comunicación resultados de nuestras investigaciones científicas. Hace poco lo hicimos con un trabajo realizado sobre las plantas de café y el riesgo de extinción que enfrentan. Esto ayuda mucho a que la gente tenga en su mente Kew y pienso en él y su trabajo científico sin tener que estar allí.

S.S.: ¿Cómo se financia Kew Gardens?

R.D.: La tercera parte del presupuesto viene del Ministerio de Ambiente en Gran Bretaña, el resto lo conseguimos nosotros a través de proyectos, entradas, eventos y otro tipo de actividades.

S.S.: ¿Cuál es la oferta de Kew Gardens?

R.D.: En este momento tenemos 30 mil especies de plantas distintas que le hacen ser el más diverso del mundo, con la más grande colección de plantas. Nosotros tenemos enormes invernaderos que nos permiten hacer crecer plantas de diferentes zonas climáticas porque podemos controlar la temperatura. También contamos con 14 mil árboles, entre ellos 8.000 especies distintas. Algunos tienen más de 250 años. Son tan viejos como el jardín.  Tenemos una colección espléndida de orquídeas, el próximo mes haremos una exposición dedicada a Colombia.

S.S.: A propósito, ¿Kew Gardens tiene proyectos en Colombia?

R.D.: Llevamos dos años trabajando con el programa de Colombia Bio (de Colciencias) en Boyacá. Eso incluye bancos de semillas, taxonomía, identificar lo que hay en esta parte del mundo y su potencial uso.

A futuro también quisiéramos hacer un intercambio de estudiantes y profesionales para aprender los unos de los otros.

S.S.: ¿Cómo hacer que Colombia encuentre en su biodiversidad un verdadero capital, que económicamente, pero, también en términos de seguridad alimetaria le de más valor?

R.D.: Cada año en el mundo descubrimos 2.000 nuevas especies, entonces la primera parte es saber lo que tenemos. Investigar para saber lo que tenemos es el primer paso. Entender las familias de plantas es muy importante. Saber que si cierta planta me sirve para determinada cosa, las de su familia deben tener propiedades similares.

Cuando conocemos lo que tenemos podemos plantear alternativas alrededor del turismo, la alimentación y medicina.

S.S.: Para conocer e investigar mucho más, entonces, ¿deberíamos tener una política pública de educación ambiental?

R.D.: Sí, creo que es necesaria una política pública. Siempre creo que si el público entiende algo lo van a querer mucho, y si lo quieren lo van a proteger. Entonces, hay que entenderlo para quererlo y hay que quererlo para protegerlo. Hay un vínculo entre el conocimiento y la protección que es muy fuerte y que se deba dar siempre.

*Fuente: https://sostenibilidad.semana.com/tendencias/articulo/hay-que-saber-que-tenemos-y-quererlo-para-poderlo-proteger-richard-deverell/42732

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La Educación Ambiental, la mejor arma contra el deterioro del planeta

América del Norte/ México / 29.01.2019/ Fuente: www.lja.mx.

  • Con Terramóvil y Encuentro con la Tierra, el IGL de la UNAM contribuye a la conservación
  • 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental

La mejor manera de contrarrestar la contaminación de los suelos, el aire y el agua, y con ello el cambio climático, es la educación ambiental. Las acciones que se tomen al respecto sólo tendrán éxito si empiezan en el ámbito local: la casa y la escuela.

Si se logra crear conciencia en los niños, cuando sean adultos reconocerán y aceptarán la importancia de mantener nuestro entorno, coincidieron Christina Siebe y Ana Cecilia Lopera, académicas del Instituto de Geología (IGL) de la UNAM.

En el Día Mundial de la Educación Ambiental, que se conmemora mañana, 26 de enero, indicaron que la Universidad Nacional contribuye en este ámbito a través de dos iniciativas que impulsa el IGL: Terramóvil y Encuentro con la Tierra.

LA UNAM, EN PRO DEL AMBIENTE

Terramóvil es un programa itinerante de divulgación de las ciencias de la Tierra, que viaja por primarias y secundarias para acercar a los niños a temas como el cambio climático, el cuidado de recursos naturales como el agua y el suelo, los peligros naturales como sismos y volcanes, y sus repercusiones en la vida diaria. “Juntos podemos hacer realidad el cuidado, conservación y aprovechamiento de los recursos naturales”.

El objetivo es que los pequeños conozcan su entorno. Por ejemplo, a través del taller Geografía de la Cuenca de México, conocen las características y la disposición de recursos con que cuenta el sitio en donde viven.

Encuentro con la Tierra (el 7 de abril celebrará su séptima edición) busca sensibilizar a la población en temas como el cambio climático, el cuidado del ambiente, la protección civil, los riesgos geológicos, la protección de planeta y el impacto que produce el mal uso de los recursos.


 

Es importante crear educación ambiental, tomar conciencia de todos los fenómenos que regulan la vida en el planeta. Cuidar y proteger el medio ambiente es clave para el futuro; en nuestras manos está hacer la diferencia, empecemos con acciones en casa, dijeron las universitarias.

AÚN FALTA MUCHO POR HACER

Christina Siebe, del grupo de trabajo Suelo y Ambiente, del IGL, resaltó que la gente comienza a ser receptiva en ciertos temas ambientales; sin embargo, son pocos los sectores que han mostrado sensibilidad. “Como país, aún nos falta mucho por hacer”.

La educación ambiental es indispensable para entender la importancia de modificar nuestros hábitos de consumo, conservar los recursos finitos, cuidar a las especies en peligro de extinción y lograr una mejor convivencia con el medio ambiente, para que las futuras generaciones también lo disfruten: “Si se logra crear conciencia en los niños, cuando sean adultos reconocerán y aceptarán la importancia de mantener el entorno”.

La universitaria expuso que factores como la basura y la contaminación del aire, el suelo y el agua son temas urgentes: El crecimiento urbano, el desarrollo industrial, el avance acelerado de las tecnologías y el cambio en los patrones de consumo abonan al incremento de la generación de residuos sólidos urbanos, vinculados al deterioro ambiental.

Según la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México, en 2017 se produjeron casi 13 toneladas diarias de basura en esta urbe, y a nivel nacional, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales registró 102 mil 895 toneladas, de las cuales sólo se recicló el 9.63 por ciento.

Para disminuir la cifra es indispensable crear conciencia entre la población y aplicar normas adecuadas para separar los desechos; en concreto: tener educación ambiental.

Otros elementos importantes son el agua y el aire: “seguimos vertiendo las aguas residuales a cuerpos de agua superficiales, y aunque hay programas que pretenden mejorar la calidad del aire, buscamos cómo evadir todas las regulaciones; como particulares no le damos mantenimiento a nuestros vehículos, y la industria no se preocupa por emitir la menor cantidad posible de contaminantes y establecer procesos ambientalmente amigables.

“En todos los ámbitos hace falta trabajar”, remarcó Christina Siebe, doctora en Agronomía e investigadora titular C de tiempo completo, y quien en el grupo de trabajo “Suelo y Ambiente” estudia procesos de degradación de suelos por actividades antrópicas, procesos de pérdida de materia orgánica, ensalitramiento y dispersión de contaminantes por actividades mineras e industriales.

Ana Cecilia Lopera, integrante del Laboratorio de Edafología Ambiental del IGL, indicó que gran parte de la sociedad tiene la idea de que el manejo de residuos urbanos o el cuidado del agua y el ambiente son problemas “de otras personas o del gobierno, pero nosotros mismos debemos implementar acciones sencillas, como depositar la basura en el lugar correcto”.

La educación ambiental, concluyó, debe iniciar en la niñez. “Plantar en los pequeños la idea de que la solución no está afuera, sino en las acciones concretas de cada quien, es fundamental”.

Lopera Gasca, quien cursó la maestría en Ciencias de la Tierra en el IGL, labora en el proyecto de investigación Efecto del Cambio Climático Global sobre la Lixiviación de Metales en el Valle del Mezquital, Hidalgo.

Fuente de la noticia: https://www.lja.mx/2019/01/LA-EDUCACION-AMBIENTAL-LA-MEJOR-ARMA-CONTRA-EL-DETERIORO-DEL-PLANETA/

 

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España: La naturaleza entra en el aula para crear sociedades más justas y sostenibles

Redacción: EFE

Huertos ecológicos, talleres de reciclaje, «aulas vivas» y excursiones al campo son algunas de las actividades que ocupan las agendas de miles de escolares, pues la educación ambiental, cuyo Día Mundial se celebra mañana, se ha convertido en una rama «esencial» para formar «una sociedad justa y sostenible».

Así lo explica a EFE el coordinador de las áreas ecosocial y educativa de la Fundación Benéfico Social Hogar del Empleado (inicialmente Fundación Hogar del Empleado, FUHEM), Luis González, que considera que “sería una irresponsabilidad no explicar al alumno lo que ocurre en el mundo actual, ahora que la preocupación por el medio ambiente se ha introducido en todos los ámbitos de la sociedad”.

Aulas vivas y reciclaje

La Fundación independiente FUHEM, creada en 1965, “promueve la justicia social, la democracia y la sostenibilidad ambiental” a través de la actividad educativa y, para ello, ha elaborado un sistema de estudios que introduce la naturaleza en las asignaturas de los alumnos desde infantil hasta formación profesional.

La educación ambiental es necesaria de forma transversal en las escuelas porque somos ecodependientes, y por lo tanto necesitamos de los ecosistemas para sobrevivir y funcionar”, subraya el coordinador.

González destaca entre sus actividades la creación de “aulas vivas”, unos invernaderos que forman parte de los centros para que los jóvenes aprendan, por ejemplo, técnicas agronómicas ecológicas o sobre polinización, y talleres de compostaje o reciclaje.

Salud Ambiental

Además de este, hay otros programas para fomentar la concienciación medioambiental en las aulas y que muestran la naturaleza “no sólo desde el punto de vista de que hay que cuidarla, sino que todo el daño que le hacemos, nos acaba afectando a nosotros mismos”.

Nuria Millán, responsable del programa ‘Salud Ambiental en las Escuelas’, que se desarrolla en varios colegios de la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, pretende concienciar a los más jóvenes mostrándoles los efectos que la contaminación tiene en su propia salud, pues “cuanto más cercanas y físicas sean las consecuencias, más en serio te lo tomas”.

Entre las actividades que Millán propone a los alumnos, destaca el juego del “detective ambiental”, en el que los jóvenes tienen que identificar los contaminantes que se encuentran en su entorno y que perjudican su salud de manera constante, como el exceso de productos de limpieza, el ruido, o “la cantidad de ondas electromagnéticas a las que nos exponemos cada día”.

Educación ambiental también para adultos

Por su parte, la Asociación Española de Educación Ambiental considera que “hace falta aún mucho trabajo” y que las iniciativas que existen hoy en día son “necesarias, pero insuficientes”, pues no se dirigen a los adultos, “los responsables, por acción u omisión, de los daños ambientales que tenemos”.

Entendemos que el sistema prefiere dirigir los programas a los niños, cuyo contexto parece más aséptico e inofensivo, pero no basta”.

La Asociación apunta en una nota la necesidad de un “cambio en la metodología”, que incluya más salidas al medio y que permita la reflexión, el debate y la participación.

Día Mundial de la Educación Ambiental

El Día Mundial de la Educación Ambiental se creó en 1975, año en el que se celebró en Belgrado (Serbia) el Seminario Internacional de Educación Ambiental en el marco de los programas de las Naciones Unidas, donde participaron expertos de más de 70 países.
Fuente: https://www.efeverde.com/noticias/naturaleza-aula-justas-sostenibles/
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La Campaña Mundial por la Educación reivindica un mundo más sostenible. (Video)

Por: magisnet.com/23-01-2019

Con motivo del Día de la Educación (24 de enero) y del Día Mundial de la Educación Medioambiental (26 de enero), la CME lanza “Defendemos la Educación, sostenemos el mundo”, que visibiliza la importancia de la Educación para la supervivencia de nuestro planeta y de sus habitantes.

Este año, la coalición llama la atención sobre la necesidad de transformar nuestros sistemas educativos para que fomenten estilos de vida más sostenibles. El cambio climático constituye un reto global que no sólo tiene graves consecuencias medioambientales, sino un elevadísimo coste humano. Por ejemplo, la contaminación ambiental del aire contribuyó a 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo, 38.000 de ellas en España, según las estimaciones.

También se prevé que, en 2050, 200 millones de personas se habrán visto obligadas a desplazarse a causa del cambio climático, cuyos efectos pueden llevar a la pobreza a 122 millones de personas en el año 2030. Este fenómeno afecta también a la Educación, una de las primeras actividades que se abandonan cuando se produce un desastre, y tiene también graves repercusiones desde el punto de vista de género, ya que afecta de manera desproporcionada a las niñas y mujeres en crisis y emergencias.

El papel de una educación equitativa, inclusiva y de calidad

Desde la CME, coinciden con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas a la hora de reivindicar el papel esencial que debe desempeñar la Educación en el necesario cambio individual y colectivo de nuestros comportamientos  y patrones de consumo a fin de salvar nuestro planeta. Una Educación equitativa, inclusiva y de calidad puede contribuir a que:

  • Las personas sean capaces de comprender los problemas medioambientales y darles respuesta, así como de adaptarse a sus efectos negativos y reducir su vulnerabilidad. Por ejemplo, investigaciones que demuestran que los agricultores con mayor nivel educativo tienen una mayor capacidad de adaptación ante los efectos del cambio climático. Otros estudios apuntan que, si el progreso educativo se estanca, el número de víctimas de desastres naturales podría incrementarse en un 20% en la próxima década. Sin embargo, universalizar la Educación Secundaria para 2030 prevendría 200.000 muertes provocadas por desastres naturales en los próximos 20 años.
  • Formar a una ciudadanía consciente de las causas y consecuencias del cambio climático y otros problemas medioambientales, y dotarla de los conocimientos, competencias y actitudes necesarios para buscar soluciones, cambiar sus patrones de consumo y transformar la sociedad. Por ejemplo, el aumento en la Educación medioambiental favorece los cambios de valores y comportamientos tanto a nivel individual como colectivo, contribuyendo a modificar los hábitos de consumo y favoreciendo la búsqueda de soluciones a los problemas medioambientales.
Semana de Acción Mundial por la Educación: «Defendemos la Educación, sostenemos el mundo»

Del 1 al 7 de abril se celebrará la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) bajo el lema “Defendemos la Educación, sostenemos el mundo”. En España, habrá actos de movilización en más de 30 ciudades, donde se prevé la participación de más de 40.000 personas, entre estudiantes, docentes y activistas. La actividad de movilización de la SAME será la construcción de Scrabbles de la sostenibilidad por plazas y colegios de toda España.

Durante todo el año más de 200 centros educativos y grupos de Educación no formal han estado trabajando los materiales didácticos de la CME sobre Educación, sostenibilidad y Agenda 2030, y serán ellos los encargados de impulsar distintos actos reivindicativos. Hay muchas formas de sumarse a la SAME. En la página www.cme-espana.org se publicarán las diferentes propuestas y en redes sociales, se difundirán las diferentes acciones bajo los hashtags #SAME2019 #SostenemosElMundo.

*Fuente: https://www.magisnet.com/2019/01/la-campana-mundial-por-la-educacion-reivindica-un-mundo-mas-sostenible/

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