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Adrián y la política del engaño

Por: Pedro Badía

El sistema necesita recursos, nueva organización y currículo, docentes mejor formados, perfiles de apoyo, participación de la comunidad para caminar hacia un sistema inclusivo.

Adrián es un niño con trastorno del espectro autista al que el gobierno de la Comunidad de Madrid ha obligado a matricularse en un centro de educación especial en contra de la voluntad de su familia. La Consejería de Educación  alega que este alumno necesita más apoyo del que pueden ofrecerle en el centro ordinario en el cual estaba matriculado. Según informa la prensa, la familia solicitó a los tribunales medidas cautelares para paralizar la decisión administrativa, pero la justicia rechazo dicha petición alegando, según un medio tan acreditado como la cadena SER, “que podía perjudicar al resto de compañeros”.

Una decisión política que protege un inmovilismo insano del sistema educativo, y que tiene su fundamento en la ideología más conservadora, aquella que distingue la escuela para “listos” y la escuela para “tontos”. Un fallo judicial que se fundamenta en el más absoluto desconocimiento de las necesidades del sistema educativo y que avala las ideas más retrógradas sobre el papel de la escuela y los beneficios de la escolarización en el marco de un sistema educativo inclusivo. ¿Porqué estos jueces y gobernantes quieren impedir una educación saludable y humana para Adrián? Cerraría todo los centros de educación especial.

Estuve un año en un centro de educación especial de Málaga. Una mezcla de estudio sobre el terreno y voluntariado me llevaron hasta allí. Era muy joven. Pero a punto de cumplir los sesenta años lo que allí viví, observé y aprendí me ha acompañado durante todos estos años. Especialmente me impactaban las horas de recreo y ocio. Allí me encontré, perdido, a un niño –entonces tendría 10 u 11 años– al que había dado clases particulares en el verano de ese mismo año. Ni él entendía porque estaba allí, ni yo entendí nunca cómo había terminado allí. La imagen de este niño, y otros muchos de similar perfil, deambulando por la zona de recreo sin rumbo me ha acompañado estos años y me ha reafirmado en la creencia de que todo es más sencillo de lo que parece: hay políticas educativas cuyo objetivo es separar a las personas marcando el hecho diferencial como elemento de riesgo y políticas educativas cuyo objetivo es cohesionar, haciendo de todo aquello que nos une algo bello e importante y del hecho diferencial, sustancial a cualquier ser humano, un elemento enriquecedor de todo aquello que nos une.

Por todo esto considero que el decreto de educación inclusiva que el gobierno regional de Madrid pretende poner en marcha para dar respuesta a la diversidad del alumnado, con especial atención a los más vulnerables es una apuesta para que todo siga como está, incluso peor. Porque la normativa madrileña no entra al fondo del problema y deja a los centros a su suerte, sin recursos ni orientaciones. Será un decreto pensado para ocultar la suerte que siguen corriendo muchos niños, niñas y jóvenes en la Comunidad de Madrid: el ostracismo. La política del engaño y el engaño como política. Todo esto me suena a charanga y pandereta. A la España machadiana de Frascuelo y de María. La Administración educativa va a conseguir que dude incluso de la buena voluntad. De que se intenta hacer las cosas de buena fe, aunque no se consiga. Me suena todo a estrategia mal fabricada.

El sistema educativo necesita recursos humanos y materiales. Otra organización escolar. Otro currículo. Un profesorado mejor formado. Nuevos perfiles profesionales de apoyo al docente, al alumnado y a las familias. Un escenario de participación real de la comunidad educativa. Y todo para caminar con paso firme hacia un sistema de educación inclusivo. Imposible con la LOMCE. Inviable con tanto recorte en la inversión. Improbable con un pacto político por la educación que se está fraguando quién sabe dónde.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/10/adrian-la-politica-del-engano/

Fuente imagen: https://i.ytimg.com/vi/LWsa4cnGIMc/maxresdefault.jpg

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Educación Especial en Cuba: Un reclamo de amor

Cuba/11 enero 2018/Fuente: Periodico 26

La atención diferenciada de las personas con necesidades educativas especiales (NEE) constituye la clave del éxito para esta enseñanza que hoy celebra su aniversario 56.

De su creación a la fecha, la Educación Especial (EE) en Cuba —que hoy 4 de enero celebra su aniversario 56— ha «crecido» no solo en número de instituciones y docentes, sino también en su carácter científico y en los aportes pedagógicos de una enseñanza que, quizás como ninguna otra, sea especial en el sentido más estricto de la palabra.

Si más de medio siglo atrás se daban los primeros pasos, pues en aquel entonces el país no contaba con la calificación y preparación requeridas para atender las diversas NEE, en estos momentos la EE constituye un referente importante para muchos países de la región, y en lo cual resulta válido resaltar el apoyo y la sensibilidad que siempre tuvo del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Los avances de la Educación Especial en nuestro país mucho tienen que ver con el impulso y el apoyo que siempre tuvo por parte del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Diversidad, inclusión, atención personalizada, son algunos de los términos que la experiencia y la práctica han validado en aras de alcanzar una educación de calidad para todos. A propósito de ello y de la fecha, CubaSí conversó con la Doctora Marlén Mederos, directora nacional de la EE.

¿Por qué resulta esencial hablar de una escuela inclusiva?

«Los seres humanos somos diversos y, por lo tanto, cada individualidad requiere una educación determinada. Ello significa atender los intereses, las motivaciones y preocupaciones, de cada uno de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, cuyos ritmos de aprendizajes son también diversos.

«La diversidad es, por tanto, la expresión del reconocimiento de las diferencias de sexo, de culturas, de desarrollo y del aprendizaje de los alumnos que, necesariamente, deben ser tomados en cuenta para su educación, no para la exclusión.

«De ahí la importancia de hablar de una escuela inclusiva, que sea flexible, que responda a las necesidades y potencialidades de los educandos, al contexto donde viven, a las familias de procedencia».

¿Cuál es entonces el papel del docente para lograr este propósito?

«Lo primero es la motivación que debe poseer para atender la diversidad. De ahí que resulte vital que los maestros estén conscientes de la necesidad de elevar el nivel profesional, de la autosuperación, de trabajar sobre la base del diagnóstico y la caracterización de cada uno los educandos.

«Es importante que asuma que cada acto de aprendizaje requiere determinadas actividades y medios didácticos; debe saber cómo graduar los niveles de exigencia. Si un niño necesita más tiempo, permitirlo. ¿Quién niega que pueda ser de otra manera? En nuestra realidad todo ello es posible, pues nuestros maestros son muy creativos».

Cuando hablamos de inclusión, ¿eso implica que los niños con necesidades educativas especiales se puedan formar en escuelas de la enseñanza general?

«En la actualidad el país tiene más de 12 mil niños, adolescentes y jóvenes que reciben su educación en los contextos regulares, desde la Primera Infancia hasta la Educación de Adultos.

«En la Educación Especial estamos hablando de más de 35 mil en 365 instituciones en todo el país. No obstante, en cada curso escolar disminuyen las matrículas entre 900 y mil. Ello no significa que no entran aquí y van a la escuela regular, sino que es el resultado de los procesos de detección y atención cada vez más temprana que se tienen de las NEE y por lo cual se actúa en correspondencia».

¿Qué valor le atribuye a la intersectorialidad en esta labor?

«Es relevante lo que ahora estamos haciendo a partir del Tercer Proceso de Perfeccionamiento de la Educación Cubana, pues hoy fomentamos el trabajo en red. Nos referimos al pleno conocimiento que debemos tener en relación con el contexto donde está ubicada la escuela y los principales recursos humanos y materiales con que cuenta.

«Trabajar de conjunto con otros profesionales en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes resulta fundamental. De ahí que podamos resaltar el vínculo estrecho que en este sentido ha tenido siempre Educación con otros ministerios, tales como Salud Pública, Trabajo y Seguridad Social, Cultura, y el INDER.

«Debemos tener presente cuánto puede aportar una Casa de Cultura, un combinado deportivo, un centro laboral cercano a la escuela; un padre o una madre que, con determinadas aptitudes, pueden contribuir con las actividades que ellos deben realizar en sus espacios. En fin, la labor intersectorial es indispensable para avanzar».

Como directora nacional de la enseñanza, y desde su experiencia personal, ¿qué limitantes existen para lograr la plena atención a la diversidad?

«Sumar en este empeño a los demás factores de la sociedad es un reto para la escuela, en aras de poder construir esa participación que tanto necesitamos y que, además, constituye un derecho humano.

«Hay que contar con todos, con la familia, con los vecinos, con la comunidad donde está situado el centro. Asimismo, resulta imprescindible elevar los niveles de preparación de los docentes para brindar una educación personalizada, reconociendo que lo individual en las NEE está estrechamente vinculado con posibilidades, intereses, niveles y ritmos de aprendizajes.

«Esta preparación tiene mucho que ver con la voluntad, los deseos y las motivaciones de los maestros para atender la diversidad que hoy está en las aulas, así como las diferencias en cuanto al color de la piel, procedencia social, condición de género y las discapacidades de cualquier tipo (físicas, motoras, sensoriales e intelectuales)».

Fuente: http://www.periodico26.cu/index.php/es/educacion-es/item/7541-educacion-especial-en-cuba-un-reclamo-de-amor

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12 claves del éxito en el sistema educativo de Estonia

Estonia / 30 de diciembre de 2017 / Autor: Ingrid Mosquera Gende / Fuente: Teaching Blog

Con menos de un millón y medio de habitantes, Estonia destaca, entre una mayoría de países asiáticos, como referente europeo en evaluaciones internacionales, junto a  Finlandia. Así, en los últimos años han llegado a ser primeros en pruebas de ciencias, segundos en matemáticas y terceros en comprensión lectora, además de encontrarse siempre en el top ten en el nivel de inglés como lengua extranjera. Del mismo modo, se encuentra por encima de la media europea en adultos, entre 25 y 64 años, que han terminado la educación media, con un 91%, frente al 76% de sus vecinos continentales.

Independientes desde marzo de 1990, Estonia es heredera de su bagaje soviético, con muchos profesores de la antigua escuela. En esta nación, a comienzos de los noventa, sólo la mitad de su población contaba con acceso al teléfono, pasando, en menos de quince años, a ser el primer país que permite la votación online, con un acceso a internet garantizado en su constitución y habiéndose convertido en uno de los países más modernos de Europa, precursores de Skype, antes de ser adquirido por Microsoft, y con un gobierno formado por ministros que no superan los treinta años de media. A pesar de sus tres horas escasas de luz en invierno, también fueron pioneros en la promoción de una administración digital, en el DNI electrónico y en promover la e-residency, una tarjeta de residencia virtual que te permite abrir una cuenta en un banco estonio, hacer transferencias internacionales o abrir una empresa en Estonia sin papeleo, además de implicar seguridad jurídica. Ya lleva más de 10.000 e-ciudadanos, es lo que se podría denominar como ciudadanía líquida. Con todo ello, el salario medio de un estonio ronda los mil euros.

Pilares de la educación en Estonia

Hay ciertos principios claves que parecen suponer la base del sistema educativo en Estonia:

  • El primero de ellos es la igualdad de oportunidades: sin que la procedencia socioeconómica influya en el acceso a los estudios. Todos los alumnos deben tener acceso a la educación obligatoria. En ese sentido, ha conseguido ser uno de los países con menos estudiantes con malos resultados, aunque, en contrapartida, también es uno de los países con menos estudiantes de alto nivel. Siguiendo esta misma política inclusiva, existen comidas escolares gratuitas, ayudas para las escuelas rurales o para niños con necesidades especiales.
  • En segundo lugar, destaca la importancia de las lenguas: el estonio es una lengua compleja que los niños dominan desde antes de primaria y a la que siguen dando importancia a lo largo de las diferentes etapas educativas. Así, por ejemplo, en la universidad, la carrera se puede hacer de forma totalmente gratuita si se hace íntegramente en lengua estonia. Del mismo modo, en secundaria, muchos de los alumnos estudian más de tres lenguas extranjeras. En la etapa universitaria existen más de 150 títulos en inglés, lo que les abre caminos internacionales y atrae a estudiantes extranjeros.
  • En tercer lugarel profesorado cuenta con mucha libertad en cuanto a contenidos y metodología. Los docentes son bien valorados, aunque no especialmente bien pagados, y tienen acceso a formación continua, enfocada, en gran medida, a prácticas innovadoras.
  • En cuarto lugar, y relacionado con el anterior, existe una gran estabilidad legislativa, el currículum nacional solo establece objetivos generales y los plazos para alcanzarlos, pero son los profesores lo que deciden cómo llegar a ellos.
  • En quinto lugar, especial mención merece, como se ha comentado antes, que, a pesar de contar con pocos recursos, es una educación altamente tecnológica, habiendo invertido en educación. Estonia es considerada por algunos como el Silicon Valley europeo. Algunas de sus innovaciones hacen referencia a la inclusión de la programación desde los primeros años de escolarización, el aprendizaje referido a la creación de videojuegos, la posibilidad de utilizar entornos virtuales para crear material didáctico electrónico, la conexión a banda ancha o que una de cada cinco escuelas cuenten con equipamientos robóticos Lego Mindstorms, con la idea de despertar la curiosidad científica de los alumnos. Desde 1997, existe la Tiger Leap Foundation, responsable de la estrategia nacional de las TIC para la docencia, para velar por la conectividad, la innovación y la formación continua del profesorado en metodología y uso de las TIC.

Otras características de la educación en Estonia

Además de los cinco pilares señalados, hay otras características propias del sistema estonio que merecen ser destacadas:

  • En sexto lugar, las aulas cuentan con un ratio de alumnos reducido, de menos de 18 alumnos.
  • En séptimo lugar, cuentan con nueve cursos de primaria, desde los siete a los dieciséis años, sin cambios de centro ni de docentes, y solo tres de secundaria, compuesta por secundaria general, vocacional y post-secundaria vocacional y con una mayor presencia de las ciencias naturales, el arte y las lenguas extranjeras. Carecen de bachillerato. En la etapa preescolar, no obligatoria, encontramos Lastehoid, a partir de dieciocho meses de edad, en los que se cuida de los niños sin constituir centros educativos y los Lasteaed, a partir de los tres años. Las guarderías pueden ser municipales, con listas de espera, o privadas. La lengua de esta etapa es el estonio, o en algunos casos el ruso. En la Universidad, se puede estudiar licenciaturas, másters o doctorados.
  • En octavo lugar, desde pequeños se da gran importancia a la creatividad y al pensamiento crítico. Así mismo, los alumnos cuentan con muchas asignaturas para escoger.
  • En noveno lugar, la eficiencia del sistema es elevada, ya que los estonios cuentan con uno de los años escolares más cortos. Comienza el curso en septiembre y acaban a comienzos de junio. También cuentan con vacaciones en Navidades, quince días, y dos semanas, una en primavera y otra en otoño, además del verano.
  • En décimo lugar, entre las metodologías innovadoras, destacan los proyectos fuera del aula, en entornos no académicos, buscando soluciones prácticas: trabajar con problemas reales.
  • En undécimo lugar, destaca la investigación sobre medio ambiente, ecología y ciencias de la naturaleza, con gran repercusión internacional de sus estudios, todos realizados en lengua inglesa.
  • Por último, en duodécimo lugar, la formación continua también es muy importante en Estonia, con una participación adulta por encima de la media europea.

Preguntas para la reflexión educativa

Habiendo visto los aspectos anteriores, surgen diferentes preguntas, de las muchas posibles, que estaré encantada de debatir en @imgende:

  • ¿Está nuestra educación suficientemente modernizada?
  • Metodológicamente, ¿está en manos del profesor en el aula el cambio o son necesarios cambios legislativos?
  • ¿Tenemos los docentes suficiente libertad o estamos muy limitados por la legislación?
  • ¿Deberían tener las lenguas mayor presencia en nuestra educación?
  • ¿Son correctas las etapas educativas tal y como las tenemos establecidas en la actualidad?
  • ¿Cuál es el papel de la investigación y de la formación continua en nuestra educación? ¿Se les otorga suficiente protagonismo?
  • ¿Debería haber una actualización de las asignaturas?

Fuente del Artículo:

12 claves del éxito en el sistema educativo de Estonia

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Equidad en la educación para la población indígena: contradicciones y paradojas

Por: Rosa Guadalupe Mendoza Zuany

La noción de equidad aparece de forma recurrente junto con la de inclusión en los documentos de política de la Reforma Educativa, conformando como díada uno de los ejes del nuevo modelo educativo. El principio de equidad se plantea como orientado a que el “acceso y permanencia en el sistema educativo de los individuos que se encuentran en una situación de rezago o desventaja sean prioridad para las autoridades educativas de los distintos órdenes de gobierno…” (SEP, 2016, p. 65-66). En congruencia con lo anterior, el acceso y la permanencia de la población indígena en el sistema educativo –y desde luego la pertinencia de su educación– deberían ser prioridad para las autoridades educativas en México. Cabe destacar que, en consonancia con la apropiación que se ha hecho de las directrices de la UNESCO sobre educación inclusiva (UNESCO, 2009), a ese grupo poblacional se le ha colocado en el marco de la inclusión, cuyas razones sociales y educativas apuntan por ejemplo a la oportunidad de aprendizaje para todos en el marco de una modalidad general única, la tolerancia, la convivencia en la diversidad y el abatimiento de la marginación y la exclusión bajo los principios de la Educación para Todos (EPT); mientras que la razón económica alude al menor costo, de ahí la necesidad de enseñar a todos los niños juntos, en “una sola escuela para todos”, en comparación con el elevado costo de enseñarles en susbistemas diferenciados (como el indígena o como la educación especial). Por consiguiente, la razón económica de la inclusión –“el ahorro”– resulta claramente paradójica si se reflexiona sobre las implicaciones de dejar de apoyar con recursos especiales a poblaciones en desventaja mientras que al mismo tiempo predomina un discurso sobre la necesidad de atender prioritariamente y con equidad a los grupos vulnerables de la sociedad.

¿Qué significa equidad para quienes diseñan políticas y las implementan? ¿Qué implicaciones tiene para la población indígena que la equidad aparezca constantemente en conjunto con la inclusión? ¿Cómo se vincula la razón económica de la inclusión ‒ “una sola escuela para todos es menos costosa”– con el principio de equidad a la hora de diseñar e implementar políticas orientadas a la población en rezago y vulnerabilidad como la indígena? ¿Qué significa constituir “prioridad” para el gobierno? Equidad significaría dar más a quien menos ha tenido: más presupuesto asignado a sus asuntos prioritarios, más esfuerzos de articulación y coordinación de políticas, más beneficiarios de programas provenientes de dichos grupos “vulnerables”, más beneficios y más pertinentes, y en suma, mejor educación. Sin embargo, desde el punto de vista de quien esto escribe, la equidad se confunde, y no inocentemente, con igualdad. En este sentido, dicha población debe conformarse con tener presupuesto, acceso a programas como al de la Reforma Educativa (PRE) y al de las Escuelas de Tiempo Completo (PETC), por poner dos ejemplos de programas vigentes, así como algunos “beneficios” generalizados, aunque no sean pertinentes ni suficientes para revertir la histórica marginación que padece este grupo de la población. Resulta paradójico que, aún contando con evidencias de la necesidad de rediseñar y mejorar la implementación de los programas de apoyo a la gestión escolar en las escuelas indígenas en los resultados del proyecto “Fortalecimiento de la Autonomía de la Gestión Escolar. Plan Indígena 2014” (SEP y Banco Mundial, 2014), la SEP no haya observado medidas que atendieran las recomendaciones de dicho proyecto en la actual estrategia Escuela al Centro y los programas de apoyo a la gestión escolar –como PRE y PETC– que incluyen apoyos para la infraestructura, el equipamiento, recursos para la consecución de las rutas de mejora, alimentación de los alumnos, entre otros. Por ejemplo, no se han diseñado estrategias desde la federación para incentivar a las Autoridades Educativas Locales (AEL) para lograr que una mayor cantidad de escuelas indígenas cuenten con el apoyo de PETC; simultáneamente desde la Federación, a decir de funcionarios encargados de coordinar dicho programa, se aspira a beneficiar a todas las modalidades por igual sin enfatizar el apoyo de aquellas históricamente marginadas como la indígena y las telesecundarias. Dicha marginación se puede evidenciar a través del hecho de que nueve de cada 10 alumnos hablantes de lenguas indígenas asisten a escuelas en localidades de alta y muy alta marginalidad; se observa también en las carencias en infraestructura de sus escuelas, al no disponer de baños (un 24.7% de las primarias indígenas), no contar con mobiliario para los alumnos (un 20.1% de los preescolares indígenas) sólo por mencionar dos ejemplos (INEE-UNICEF, 2016).

A partir de estas políticas y decisiones gubernamentales al parecer nos enfrentamos a la continuación de la inequidad y a la marginación porque no se ve la manera de poder corregir, a mediano y a largo plazo, las desigualdades históricas. Los apoyos que se ofrecen no toman en cuenta su pertinencia, como en el caso de los programas orientados a la infraestructura y equipamiento, que no atienden las necesidades apremiantes de los centros escolares, o no responden a los contextos, la cultura, el clima, entre otros. O cuando se da menos, como en el caso del Programa para la Inclusión y la Equidad Educativa (PIEE) –que fusionó siete programas presupuestarios en 2014– orientado a indígenas, migrantes y personas con discapacidad principalmente, y cuyo presupuesto no fue la suma del presupuesto individual con el que contaban dichos programas; lo cual en los hechos significa una reducción del presupuesto para estos grupos de la población. Ni qué decir de no asignar un presupuesto para el diseño de libros de texto en lenguas indígenas para todos los niveles, modalidades y lenguas (ver Catálogo de Libros de Texto Gratuitos de la CONALITEG), sin importar cuántos hablantes aún existan, ya que lo importante sería trabajar más vigorosamente para evitar la extinción de las lenguas minoritarias en función del número de hablantes.

Otros ejemplos que ilustran lo anterior son el Programa de la Reforma Educativa (PRE), las escuelas indígenas y el CONAFE. El PRE asigna recursos con base en los rangos de la matrícula en las escuelas, lo que claramente pone en desventaja a las escuelas indígenas cuya organización no es completa y su matrícula es baja; de ahí la insuficiencia de los apoyos para que mejoren sus condiciones de infraestructura, equipamiento, materiales y gestión escolar. Lo mismo sucede con los servicios de educación comunitaria del CONAFE que sólo pueden recibir un monto fijo como apoyo. Se observa que prevalece la idea de distribuir los apoyos a todos los niveles y modalidades, sin dotar de más apoyos a las escuelas donde asisten niños indígenas.

En ese mismo sentido, otro ejemplo lo constituye la estrategia Escuela al Centro, que parece haber sido diseñada ignorando la diversidad de escuelas en el sistema educativo y, particularmente, la marginación y las peculiaridades de las escuelas del subsistema indígena. Dichas escuelas, como ya se mencionó, en su mayoría no son de organización completa –49.9% de los preescolares indígenas son unitarios y 66.5% de las primarias indígenas son multigrado (INEE-UNICEF, 2016)–, lo que vuelve compleja su gestión escolar por la atención de grupos multigrado a partir de esquemas unidocentes o bidocentes, y por contar con un director que también está frente a grupo y que tiene sobre sí una enorme sobrecarga de trabajo administrativo en detrimento de la gestión académica; los directores, además, cumplen las funciones de mantenimiento de la escuela y a veces hasta de limpieza. Sin embargo, para las escuelas que tanto requieren de apoyo para la gestión escolar, no se observan figuras de apoyo administrativo que coadyuven a lograr una mínima normalidad escolar, porque esta nueva figura sólo puede operar en escuelas de organización completa.

Entonces, sería procedente preguntar lo siguiente: ¿Realmente se diseñan e implementan políticas y programas atendiendo al principio de equidad que logren revertir la marginación histórica de los pueblos indígenas en el ámbito educativo? ¿En qué medida el discurso de equidad es letra muerta si no hay un diseño e implementación de políticas educativas congruentes con dicho principio y con un respaldo presupuestario suficiente? Éstas y otras preguntas siguen pendientes y por lo mismo vale la pena seguir pidiendo una explicación a las autoridades correspondientes.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/equidad-en-la-educacion-para-la-poblacion-indigena-contradicciones-y-paradojas/

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Tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

Centroamérica / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Luis Armando González / Fuente: Radio La Primerisima

Imitando a las universidades privadas y a las escuelas de administración de las empresas estadounidenses en particular, los burócratas y los políticos de Gran Bretaña y de la Europa continental han adoptado una jerga empresarial que recuerda a la neolengua orwelliana para la gestión universitaria modelaba según el patrón de una corporación empresarial; y los más triste de todo, con ello respaldan la lógica de los resultados y logros rápidos”

Zygmunt Baumann y Leonidas Donskis, Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida.

No cabe duda que los conceptos científicos, particularmente los muy extensos, sí ayudan a cambiar las ideas extracientíficas”.

Thomas Kunh, La tensión esencial.

Introducción

Se ofrecen aquí algunas hipótesis y orientaciones metodológicas generales en torno a las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica. La indagación acerca de las tendencias de las políticas educativas en la región exige el examen, como punto de partida, del contexto económico en el cual se gestaron las políticas educativas vigentes en la actualidad, lo mismo que el estudio del paradigma economicista del cual se nutrieron los gestores de aquéllas.

La hipotesis general que se propone en estas páginas es que lo específico de las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa es su carácter fuertememente economicista, no sólo por su finalidad –hacer de la educación un soporte del modelo económico terciarizado que despuntaba en el marco de la globalización neoliberal—, sino por su filosofía educativa –una filosofía educativa inspirada en conceptos, hábitos y valores de cuño economicista neoliberal— y por sus consecuencias –dar pie a una privatización y mercantilización de la educación que debilitó extraordinariamente la educación pública.

Se trata, obviamente, de un planteamiento polémico. Pero en ningún ámbito como en el educativo es necesaria la polémica y el debate, especialmente cuando las fallas saltan a la vista. Hemos dado demasiadas cosas por supuestas en educación; por ejemplo, que hay conceptos, creencias y valores que deben aceptarse sin hacerse cuestión de ellos. Nada más contrario a la educación que la aceptación acrítica de lo dado. El acomodamiento a las modas educativas se ha convertido en cómplice de burocracias que, trabajando en función de un capitalismo rentista1, han convertido en dogmas educativos “respetables” lo que no son si no nociones tomadas de un economicismo, muy cuestionable desde criterios científicos y éticos, que se han integrado en un “constructivismo” igualmente débil en sus fundamentos filosóficos2.

Comenzamos, pues, con un planteamiento acerca de la necesidad de reflexionar sobre las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica, para luego hacer una valoración sobre la relación entre reformas económicas neoliberales, economicismo neoclásico y educación. Cerramos en el documento con discusión acerca de las tendencias que se pueden identificar, en estos momentos, en las políticas educativas en la región.

  1. La necesidad de reflexionar sobre tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

 

En el momento actual, el examen de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica se impone como una necesidad imperiosa. Los modelos educativos implementados después de la salida de las crisis y conflictos de los años ochenta han revelado, a estas alturas, severas deficiencias no tanto en cobertura, sino en la calidad de la educación3en todos sus niveles. Es evidente, en algunos países, la debilidad de la educación en los ámbitos científicos y técnicos, pero también en sus fundamentos filosóficos, éticos y humanistas. Lo mismo que es evidente el deterioro de la profesión docente, comenzando con una formación inicial docente poco sólida, hasta llegar a procesos de formación continua sumamente laxos y fuertememente orientados hacia un didactismo al que le es ajena la reflexión crítica sobre los dinámicas sustantivas de la realidad natural y social.

En algunos países, esas deficiencias han sido analizadas (o lo están siendo) de forma sistemática, y se han impulsado (o se están impulsando) cambios en orden a corregir sus fallas más significativas, por ejemplo en la formación docente4, en los contenidos y metodologías curriculares, y en el acceso a las tecnologías de la información y comunicación.

En otras naciones, reconociendo algunas falencias en los modelos educativos vigentes, los diagnósticos no son todo lo sistemáticos y realistas que debieran, y en consecuencia se introducen mejoras, según criterios de ensayo y error, que no tocan lo medular de aquéllos. En estas últimas naciones, hace falta una reflexión crítica sobre el conjunto de los procesos educativos y la lógica que los gobierna; hace falta una valoración –y no sólo un análisis— de los cambios educativos5, y las políticas a que los mismos dieron lugar, fraguados en los años ochenta y noventa, a la luz de su impacto no sólo en la calidad de la educación, sino también en la dinámica cultural y social.

Como quiera que sea, lo que no se puede negar es que las reformas educativas (y las políticas educativas) realizadas y ejecutadas en la era del postconflicto regional están siendo puestas en cuestión desde diferentes flancos y con distinta profundidad en cada una de las naciones centroamericanas.

Hay un importante debate educativo, ahogado muchas veces por otros debates –por ejemplo, el suscitado por la violencia y la inseguridad—, del cual se están generando diagnósticos, planteamientos críticos y propuestas de acción que, cabe esperar –no sin una gran dosis de optimismo—, den lugar a una reforma educativa (y las políticas educativas pertinentes) de nuevo calado, que permita superar lo que es para muchos una crisis educativa de enormes proporciones en países como El Salvador, Guatemala y Honduras.

2. Transformación económica y reforma educativa

Así las cosas, preguntarse por las tendencias de las políticas educativas en la región centroamericana supone, ante todo, reflexionar sobre las características de los modelos educativos que se diseñaron e implementaron al calor de la gran transformación económica inciada, con variantes nacionales, a finales de los años ochenta y principios de los noventa6, y que, consolidada como un modelo de acumulación centrado en la apertura comercial, la liberalización de los mercados financieros y el turismo –con una extraordinaria dependencia de las remesas y las maquilas en el caso salvadoreño7—, subordinó a sus necesidades el quehacer educativo, impregnándolo de una lógica privatizadora y mercantil.

La tesis de la mercantilización de la educación –que no sólo se escucha en Centroamérica8—es incomprensible sin hacerse cargo, por un lado, de la redefinición de los modelos económicos tradicionales –centrados en la agricultura y la industria— a partir de las exigencias de la terciarización de los aparatos económicos impulsada en el marco, y según los criterios y reglas, del neoliberalismo9. Y, por otro, de la ofensiva economicista de los años ochenta y noventa que permeó no sólo el quehacer económico y político, sino el conjunto de las prácticas, hábitos y creencias populares.

2.1. El economicismo de las reformas y las políticas educativas

El paradigma neoliberal10, con sus nociones del éxito fácil, consumismo, privatización, individualismo, acumulación, rendimiento, emprendedurismo, competencia…, y toda la gama de conceptos, palabras, creencias y estilos de comportamiento que son propias de ese paradigma se introdujeron con fuerza inusitada en la vida social y cultural (no sólo económica y política), impactando con particular eficacia el quehacer educativo en prácticamente todos sus componentes y niveles.

La tesis de la ofensiva de la economía neoclásica de los años ochenta sobre las ciencias sociales, planteada por Adam Przeworski11, se debe extender al pensamiento y a las prácticas educativas: la educación cayó en las redes de un economicismo de cuño neoliberal –del que por cierto aún no sale— no sólo por la lógica de rentabilidad que la terminó por caracterizar, sino por la “contaminación” de la filosofía de la educación (fines de la educación, contenidos curriculares, metodologías y didácticas de enseñanza, conceptos y valores educativos) de nociones, objetivos, propósitos y aspiraciones provenientes de la concepción económica que se erigió en dominante a lo largo de las décadas de los años ochenta y noventa.

Quizá el concepto de mayor influencia educativa desde los años noventa sea el de “competencia”, cuya carga economicista es indiscutible, como también es indiscutible el modo cómo intelectuales de las más diversa procedencia, incluidos figuras de izquierda, le han rendido un culto que ha resultado, en algunos contextos, verdaderamente vergonzoso. Una de las deudas pendientes del pensamiento crítico latinoamericano es el examen riguroso de la visión educativa sustentada en el “enfoque por competencias”, sus supuestos filosóficos y sus repercusiones en la educación.

Es un enfoque que no sólo se ha naturalizado, sino que se ha convertido en criterio de validación del ejercicio docente en todos los niveles del sistema educativo. Asimismo, el “enfoque por compencias” se ha convertido en un mecanismo para excluir del sistema a quienes o no lo conocen o se resisten al mismo por considerarlo insuficiente para apuntalar un proceso educativo sólido en lo congnoscitivo y éticamemente comprometido con la solución de los problemas sociales, económicos y culturales más graves.

En virtud de las exigencias planteadas por la transformación de los aparatos económicos y por el predominio creciente del paradigma neoliberal en el pensamiento social, político y cultural, en los años ochenta y noventa, se impulsaron reformas educativas encaminadas a articular de mejor manera el quehacer educativo con el modelo económico emergente.

El estudio a fondo de cada experiencia nacional seguramente arrojará modulaciones a la afirmación anotada; pero cabe sospechar que, en términos generales, se la pueda seguir sosteniendo como criterio de interpretación de la lógica de fondo de las políticas educativas emanadas de las reformas realizadas –a veces de forma abierta, como en el caso de El Salvador en los años 1996-1997, y a veces sin anunciarlas como tales— en el contexto, por un lado, de la transformación económica de los años ochenta y noventa, y, por otro, de la hegemonía del paradigma económico neoliberal.

2.2. La lógica neoliberal en la educación: la experiencia salvadoreña

En general, en los años noventa, la lógica neoliberal se impuso no sólo en el ámbito de la economía, sino también en el conjunto de la vida social y cultural. ¿En qué consiste esa lógica?

a) En la sujeción de las prácticas sociales a las reglas del mercado, con la subsiguiente mercantilización de la vida social. O sea, en virtud de esa sujeción, todo queda convertido en una mercancía que puede ser comprada o vendida.

b) En la privatización de todo, es decir, la conversión de bienes y prácticas sociales en propiedades individual o corporativa. La consecuencia de ello es que, por un lado, todo debe tener dueño y, por otro, los bienes públicos tienden a desparecer, siendo sometidos a una proceso de privatización.

El caso de El Salvador es extremo en el predominio de este espíritu privatizador en la vida social: desde el fin de la guerra civil (1992) ha sido indetenible la práctica de convertir en espacios privados espacios públicos (como calles, avenidas, pasajes, parques y zonas verdes) que, de la noche a la mañana, aparecen con verjas y portones por decisión de grupos de vecinos que habitan en las inmediaciones de los mismos12.

c) El debilitamiento del Estado, al cual se le van restando no sólo capacidades económicas, sino responsabilidades sociales, que precisamente se descargan en cada individuo del cual depende su propio bienestar y su propia seguridad13. En virtud de la lógica neoliberal, cada individuo es dueño de su destino, mismo que depende de lo que le haya tocado en suerte en esa rueda de la fortuna que es el mercado. Es problema de cada cual resolver las dificultades y trampas que la vida le depare, aunque estas sean generadas por un ordenamiento económico excluyente y empobrecedor.

d) La desaparición del ciudadano y el surgimiento del consumidor. El primero tiene derechos y deberes; el segundo capacidad o incapacidad de comprar o de vender algo. Si no tiene capacidad de compra, queda fuera del mercado y de los bienes que el mercado ofrece. Si tiene capacidad de compra, tiene “derechos de consumidor”: puede consumir las mercancías que se le ofrezcan y puede reclamar si las mismas no tienen la calidad debida o fallan en algún aspecto.

e) Consumismo extremo: el neoliberalismo alienta una cultura de consumir para llevar una vida fácil, ligera, cómoda, light,  sin más límite que la capacidad de compra al crédito o al contado. Si se paga un precio por un bien o un servicio, la idea es que el “cliente” gane en disfrute y en comodidad. Es un consumismo que, alentado por una cultura de marcas, atenta contra la ciudadanía, tal como lo hizo notar Naomi Klein en su libro No logo. El poder de las marcas14.

¿Cómo operó esta lógica en El Salvador, en el plano educativo?

En el caso de El Salvador, en los años noventa se realizó una proceso de reforma educativa inserto en el esquema neoliberal. Los gestores de esta reforma buscaron poner al sistema educativo en función de un modelo económico terciarizado y maquilero, y lo hicieron imbuidos, consciente o inconscientemente, del paradigma económico neoclásico. Para realizarla, había que formular una filosofía educativa que marcara el horizonte de la reforma que se estaba impulsando.

Esta nueva filosofía educativa –que se empapó del economicisimo predominante—, se caracterizó  por lo siguiente:

  1. El cambio del docente formador (del profesor) al docente facilitador, lo cual se hizo a partir de una “crítica” aparentemente sólida a las debilidades del docente tradicional. Junto con un rechazo a la educación bancaria y memorística (no se dudó en recurrir a Paulo Freire para sostener esta crítica), se desvirtuó el rigor, esfuerzo y disciplina intrínsecos a cualquier proceso de conocimiento (científico, literario o filosófico), cayendo en un facilismo poco propicio para el cultivo de las destrezas intelectuales superiores. La arremetida contra la “memorización” lo fue en contra de uno de los fundamentos de la identidad individual y colectiva: la capacidad de recordar. También se puso en jaque esa conquista humana sin la cual no hay educación: la palabra dicha y la palabra escuchada, la palabra escrita y la palabra leída (en una pizarra o en un libro). El diálogo socrático, pilar esencial de cualquier proceso educativo, fue ahogado por el practicismo didáctico y el uso de recursos tecnológicos en los cuales al profesor sólo le correspondía ocupar el lugar de “facilitador”15.
  2. La potenciación de la didáctica en detrimento de los contenidos cognoscitivos y críticos, bajo el supuesto de que había que orientar la educación hacia la práctica, o como se dice en la jerga didactista prevaleciente hacia el “saber hacer”, el “saber aprender” y el “aprender a aprender”. Se cayó en un “didactismo” de graves consecuencias para la educación, pues en virtud del mismo se dejaron de lado contenidos científicos, literarios y filosóficos sustantivos, lo mismo que se ahogó la reflexión crítica sobre la realidad y el compromiso con un conocimiento orientado a su transformación.

 

  1. El énfasis en hacer de la educación un proceso “suave”, “amigable”, light, en el que todos pueden construir el conocimiento en igualdad, pues nadie sabe más –y el facilitador menos que nadie—. Esta visión de la educación se nutrió de (y a su vez reforzó) la cultura de la globalización16 que se impuso con contudencia a lo largo de los años noventa y primeros años del 2000. Este trasiego de conceptos, valores, creencias, aspiraciones y hábitos desde la cultura globalizada hacia la educación, y viceversa, es algo a lo que no se le ha dado la debida atención, pero que reclama un examen detallado.

 

 

  1. Los estudiantes y sus padres, madres o tutores vistos como clientes, como consumidores individuales de bienes educativos, que les servirían para su éxito individual. Obviamente, ello dependiendo de su capacidad de pago, pues cada cual recibe la educación que pueda comprar.

 

  1. La implantación, como creencia compartida socialmente, de la que la educación que se paga (privada) es mejor que la gratuita (pública), y que entre más costosa es la mensualidad de mayor calidad y prestigio es la educación recibida. No sólo se introdujo una tajante separación entre la educación pública y privada, sin igualdad posible entre ambas en prestigio y reconocimiento social, sino una jerarquía entre las instituciones privadas, de la más cara a la más barata, y una competencia entre ellas por asegurarse las clientelas estudiantiles que hicieran rentable el negocio educativo.

 

 

  1. El deterioro de la educación pública que, de ser el principal foco de la educación en el pasado, se convirtió en el espacio para quienes no podían tener un lugar en el mercado educativo, es decir, para quienes no podían comprar los servicios ofrecidos por las empresas educativas privadas. Se dio por descontado que quienes no pudieran acceder a estas últimas no podrían presumir jamás de la educación recibida en las instituciones públicas, pues haber estudiado en ellas no sólo revelaba su situación de precariedad socio-económica (o sea, su condición de “perdedores”), sino la imposibilidad de salir de ella por no haber accedido a los conocimientos y habilidades –y también las relaciones y prestigio que dan las instituciones caras— que se requieren para triunfar en el mercado.

 

El deterioro de la infraestructura escolar pública, el descuido de la formación profesional docente, el ahogo presupuestario y la presión gremial en torno a demandas económicas, reforzaron en el imaginario social la idea de la inferioridad de la educación pública respecto de la privada, reforzando las ansias de las familias por buscar a toda costa alejarse de la posibilidad de enviar a sus hijos e hijas a escuelas públicas. Son los sectores medios los que más eco han hecho de esta visión, creyendo con los ojos cerrados que el éxito en la vida de sus hijos e hijas está en función de la inversión realizada en las colegiaturas escolares.

 

Se cayó en un círculo vicioso, del cual no sólo ha salido perdiendo la educación pública, sino la educación en general: el mito de que la educación privada es de calidad, y la pública no, ha impedido caer en la cuenta de que la primera, pese a las cuotas altas y a los lujos y comodidades en sus edificios, no ha escapado al empobrecimiento científico, filosófico y ético de la educación.

 

Antes bien, la educación privada ha sido una de sus generadoras, pues el facilismo, la falta de rigor académico y la implantación de valores consumistas, competitivos y poco críticos, han emanado de quienes la han auspiciado. Y lo que es peor, la visión educativa privada y privatizadora contagió el quehacer de la escuela pública, que no sólo fue vista y entendida como un instrumento que debe estar al servicio del mercado, sino que asumió, además de sus conceptos, palabras, creencias y hábitos, sus propósitos: en primer lugar, forjar consumidores y clientes de las empresas establecidas; y, en segundo lugar, crear una mano de obra lista para integrarse a las empresas que así lo demandaran en el marco de la transformación económica de los años noventa (maquilas, call center, comercio, servicios financieros).

2.3. Educación y economía: la particularidad del cambio educativo de los años ochenta y noventa

La subordinación de los sistemas educativos a las exigencias de los aparatos económicos no es un invento de los promotores de las reformas económicas neoliberales17. El modelo agroexportador dio pie a un quehacer educativo que le era funcional, y lo mismo sucedió con el modelo agroindustrial18. Desde las materias y las carrerras técnicas profesionales, pasando por los contenidos curriculares, hasta el calendario escolar y académico, no se entienden sin hacer referencia a los modelos económicos vigentes o emergentes en cada época histórica particular.

Sin embargo, lo singular de las reformas educativas y las políticas educativas de los años ochenta y noventa es su filosofía y orientación marcadamente economicista, lo cual las distingue de otros procesos de cambio educativo en los que los propósitos económicos coexistían e incluso se subordinaban a propósitos políticos e incluso culturales y religiosos.

Se trata, en las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa, de un proceso de cambio educactivo no sólo orientado casi exclusivamente por objetivos económicos, sino embuido de un paradigma economicista que, como se dijo arriba, ha contaminado el quehacer educativo de una manera extraordinaria. Hablamos, pues, de reformas y políticas educativas de carácter economicista en sus objetivos, en su conceptualización y en su ejecución. Esa es la gran novedad del cambio educativo de los años noventa, respecto de otras reformas y transformaciones edicativas del pasado.

Es decir, en el pasado de la educación en Centroamérica, si bien es cierto que ella tenía un eje que la subordinaba a los aparatos económicos prevalecientes o emergentes, también tenía anclajes en exigencias políticas y culturales emanadas de los grupos de poder, especialmente en la línea asegurar la sumisión a la autoridad y el mantenimiento del orden establecido, que muy probablemente tenían la primacía respecto de las exigencias económicas.

Parte del éxito del economicismo y el mercantilismo predominantes es hacernos creer que han existido en todos los tiempos y lugares, con lo cual logran imponerse como algo “natural”.

El análisis histórico nos enseña que, si bien nuestro tiempo es fuertemente economicista y mercantilista, en otras épocas fueron otros los paradigmas (creencias, nociones, valores y aspiraciones) que prevalecieron. Se trató de paradigmas políticos y culturales en los que la nación, la patria, el orden, la autoridad y las jerarquías sociales eran lo esencial, y la educación bebió de ellos y se puso en función de sus objetivos.

Hasta las transformaciones economicas de los años ochenta y noventa, y la hegemonía creciente del economicismo y el mercantilismo en la cultura colectiva –incompresibles sin la globalización neoliberal y su cultura—, fueron otras las matrices conceptuales (no economicistas, no mercantilistas y no privatizadoras) y otros los objetivos (no principalmente o exclusivamente económicos) que sustentaron las reformas y las políticas educativas19.

De tal suerte que sin entender los fines (casi) exclusivamente económicos y el predominio del paradigma neoliberal en las reformas y políticas económicas de los años ochenta y noventa no se las pueda explicar a cabalidad en su singularidad y novedad. Tampoco se podrán entender los efectos negativos que ello ha tenido no sólo en la calidad de la educación, sino en la integración social y cultural. Al convertir a la educación en instrumento expreso de un modelo económico emergente, el economicismo y el mercantilismo vulneraron su anclaje social, cultural y político, erosionando sus capacidades como mecanismo de integración.

3. Reflexión final: el estudio de las tendencias de las políticas educativas

En síntesis, es ineludible el examen a fondo de la dinámica económica prevaleciente o emergente en una época determinada para entender las políticas educativas, lo mismo que los procesos de reforma educativa.

Y ello porque, en general, los sistemas educativos se han configurado históricamente a partir de un anclaje con los modelos económicos prevalecientes, lo cual es particularmente evidente en el contexto de la emergencia y consolidación de los modelos económicos de carácter neoliberal y globalizado.

Así, en el caso de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica es de rigor analizar, como punto de partida, el contexto económico de las reformas educativas de las que emanaron las políticas educativas vigentes en la actualidad. Y, a partir de este análisis, se debe hacer el esfuerzo por vislumbrar las dinámicas futuras de la educación en la región centroamericana.

También es ineludible el examen de los paradigmas predominantes (económicos, políticos, culturales) pues las matrices conceptuales –la filosofía educativa— de las reformas y las políticas educativas se nutren de ellos, lo mismo que sus fines y objetivos fundamentales. Así, es imposible entender a cabalidad las políticas educativas operantes en el presente sin hacerse cargo del predominio del paradigma neoliberal y del modo cómo este contaminó la filosofía de la educación que sostiene las políticas educativas vigentes.

¿Cuáles són, pues, las dinámicas de las políticas educativas de cara al futuro en Centroamérica? O sea, ¿cuáles son las tendencias de las políticas educativas en la región?

Para responder a esa pregunta se debe reconocer, ante todo, la existencia de un incipiente replanteamiento de los modelos económicos establecidos, los cuales han comenzado a revelar algunas de sus fisuras más profundas. Tanto del lado de determinados grupos empresariales como del lado de determinados actores políticos (de distinta filiación ideológica) se hace patente la preocupación por los límites de unos modelos económicos estancados productivamente, dado su anclaje en los servicios financieros, el comercio, el turismo, las maquilas y las remesas.

La crisis financiera de 2007-200820 sacó a relucir, de manera dramática, la inviabilidad de unas economías que descansan en la intensificación del consumo de servicios financieros, sin atender a la inversión productiva y a la innovación científica y tecnológica.

Hay grupos empresariales que han comenzado a presionar a los gobiernos para apuntalar un giro educativo que posicione, como algo central del quehacer educativo, a la ciencia y a la tecnología. Aquí, de nueva cuenta, lo que predomina es la visión economicista de la educación, tanto por los objetivos que se buscan con ella como por las matrices conceptuales que deben orientarla. En el caso de El Salvador, el modelo económico terciarizado está en crisis y las formas emergentes de actividad económica que vislumbran algunos de los grupos de poder exigen un replanteamiento de la educación, en función de una nueva agenda económica21.

Desde la derecha política vinculada a los grupos empresariales emergentes se suele respaldar esta demanda de una reforma educativa que se traduzca en una potenciación, desde la educación, del giro económico que aquéllos están promoviendo. En algunas instituciones educativas privadas, creadas expresamente para articularse con el aparato económico predominante, ya se realizan las adecuaciones pertinentes para dar respuesta a estas nuevas demandas empresariales.

Por su parte, la educación pública no sólo está sometida a la tensión que le provocan esa demandas, a las que de alguna manera intenta dar respuesta, sino que también está sometida a otras tensiones surgidas de objetivos que, desde una visión política de izquierda o de centro izquierda, se le imponen ahí donde las derechas políticas no gobiernan (o temporalmente dejaron de hacerlo).

Es decir, los gobiernos progresistas de la región, sin romper totalmente con el marco de políticas educativas fraguadas en los años ochenta y noventa –y sin renunciar a responder, desde los sistemas educativos, a las demandas de los grupos empresariales emergentes— han intentado generar enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas educativas de un carácter distinto al de los vigentes, pero sin romper totalmente con ellos.

Entre los aspectos novedosos de estos enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas destacan la apuesta por la inclusividad educativa; la visión de que la educación debe estar en función de la humanización y dignificación de niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, y no en función de un modelo económico o de la reproducción de relaciones sociales y políticas de desigualdad; la idea de que el conocimiento científico (y sus implicaciones tecnológica) es esencial en el proceso educativo, pero que este es incompleto sin los saberes humanísticos y sin una ética de compromiso por parte de alumnos, profesores y padres de familia; la exigencia de apuntalar, desde la educación, los derechos humanos, la democracia y la participación ciudadana; la preocupación por articular al sistema educativo con las dinámicas de integración social y cultural22; y por último, el cultivo de un saber comprometido con la solución de los graves problemas de la realidad nacional. Como se ve, se trata de una visión de la educación no sólo distinta, sino contraria a la fraguada al calor de las reformas económicas neoliberales y del predominio del paradigma economicista.

Lo que sucede es que se trata de una visión de la educación que no ha sido traducida en un conjunto de reformas que las conviertan en un cuerpo de políticas educativas que le cambien el rostro a los sistemas educativos establecidos. Éstos, en lo fundamental, siguen operando según el marco de políticas fraguadas en las reformas educativas de los años ochenta y noventa.

De lo anterior, se pueden identificar tres grandes tendencias en las políticas educativas en Centroamérica: a) la primera es la de la continuidad de las políticas diseñadas en los años ochenta y noventa; b) la segunda, la del diseño e implementación de nuevas políticas educativas, coherentes con la filosofía y objetivos de las vigentes, pero orientadas a potenciar las áreas científico-técnicas, a tono con la emergencia de dinámicas empresariales vinculadas a la producción y no a los servicios; y c) una tercera, que apunta a un conjunto de acciones animadas por una nueva visión de la educación –no economicista, sino humanista, crítica y con sólidos fundamentos científicos, filosóficos y éticos— que pueden dar lugar una reforma educativa de envergadura, con el subsiguiente cuerpo de políticas educativas que le de viabilidad. Esta última tendencia está fuertemente condicionada por la contituidad de las gestiones de gobiernos progresistas que son las que han promovido cambios educativos desde una nueva visión de la educación.

Estas tres tendencias, al estar presentes en los sistemas educativos en estos momentos, tesionan a los ministerios de educación de la región. Por supuesto que el carácter de cada una de ellas es distinto en cada nación, lo cual depende de, al menos, estos factores: a) la manera como se concretó la reforma económica neoliberal y se instauró el modelo económico nacido de ella en cada país; b) la irradiación del paradigma economicista en el quehacer educativo; c) la forma cómo desde las reformas y las políticas educativas se encararon las dos dinámicas anteriores; d) las tradiciones institucionales y educativas propias de cada nación; e) la naturaleza de los gobiernos que administraron las reformas económicas y las reformas educativas de los años ochenta y noventa (y las políticas educativas surgidas de estas últimas); f) los movimientos docentes y su resistencia –o su no resistencia— a las reformas educativas de carácter neoliberal; y g) la naturaleza de los gobiernos que en el presente tienen que hacer frente, por un lado, al deterioro de los aparatos económicos terciarizados, por otro, a las deficiencias educativas (calidad de la educación, debilidades en la formación docente inicial y en servicio, deterioro de la infraestructura) y, por últlimo, a la erosión de la convivencia social no sólo por razones de inseguridad y violencia, sino por desigualdades socio-económicas de larga data.

Sin duda alguna, el estudio de cada uno de los casos nacionales enriquecerá, con evidencia firme, lo que aquí se ha esbozado de forma sumamente genérica. Como resultado de ello, seguramente contaremos con elementos de juicio más fundamentados para defender y proponer una reforma educativa de envergura (de la cual emanen las políticas educativas correspondientes), en la cual los sistemas educativos de la región –anclados en el cultivo de un conocimiento científico y filosófico, crítico y emancipador—, se pongan en función de la dignidad, bienestar y felicidad de sus ciudadanos.

San Salvador, 13 de octubre de 2017

Texto de la ponencia para el “Primer Congreso latinoamericano y del Caribe sobre metodologías para el análisis de reformas y políticas educativas”, realizado en Xalapa, Veracruz (México), del miércoles 29 de noviembre al sábado 2 de Diciembre del 2017.

1 L. A. González, “Capitalismo rentista”. En https://www.alainet.org/es/articulo/186841

2 L. A. González, “Educador: ¿facilitador o problemarizador?” En Educación, conocimiento y emancipación. San Salvador, EDIPRO, 2014.

3 L. A. González, “Una reflexión sobre la calidad de la educación”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/una-reflexion-sobre-la-calidad-de-la-educacion

4 Por ejemplo, en El Salvador desde 2009, con el gobierno de Mauricio Funes, se inició un trabajo de largo aliento en la potenciación de la formación docente, efuerzo que ha continuado a partir de 2014, con el triunfo electoral de Salvador Sánchez Cerén. No se ha resuelto en este país el gran desafío de contar con una institución formadora de docentes de carácter público, pese que el tema ha estado presente desde 2011, cuando se ensayó la creación de la Escuela Superior de Maestros, proyecto que por diversas razones no prosperó. Una nueva iniciativa, en la misma dirección, es la creación del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que, cabe esperar, prospere en la dirección deseada.

5 Fueran calificados esos cambios o no como “reformas educativas”.

6 Cfr., E. Ganuza, R. Paes de Barrios, L. Taylor, R. Vos (Eds.), Liberalización, desigualdad y pobreza: América Latina y el Caribe en los 90. Buenos Aires, Eudeba, PNUD, CEPAL, 2001; L. A. González, “Exclusión versus inclusión: democratizaciòn y reforma económica cen Centroamérica”. En Sociedad y política. Reflexiones desde El Salvador.San Salvador, UDB, 2015, pp. 210-227.

7 Cfr., L. A. González, “El círculo vicioso de las remesas”. ECA, No. 684, 2005, pp. 997-999.

8 Cfr., Cfr., L. A. González, “El problema del mercantilismo de la educaciób superior”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/tribuna/el-problema-del-mercantilismo-en-la-educacion-superior

9 Cfr., N. Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Buenos Aires, Paidós, 2007.

10 Cfr., L.A. González, “Globalización y neoliberalismo”. ECA, 1999,pp. 53-67.

11 Cfr., Adam Przeworski, “Marxismo y elección racional”. https://es.scribd.com/document/206479827/Marxismo-y-eleccio-n-racional-Przeworski-docx

12 Cfr., L. A. González, “Defensa de los espacios públicos”. https://www.alainet.org/es/articulo/185223

13 Cfr., L. A. González “Responsabilidades del Estado ante la sociedad”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/columnistas/responsabilidades-del-estado-ante-la-sociedad

14 Barcelona, Paidós, 2001.

15 Cfr., L. A. González, “Educador ¿faciltador o problematizador?”.http://abacoenred.mayfirst.org/wp-content/uploads/2015/10/educador_-_facilitador_o_problematizador.pdf

16 Cfr., L. A. González, “Implicaciones culturales de la globalización”. ECA, No. 703-704, 2007, pp. 377-396.

17 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

19 Incluso en als reformas impulsadas al calor de los proceso de industrialización por sustitución de importaciones, de los años 50 y 60, del siglo XX, los objetivos económicos, con todo y ser esenciales, no fueron los únicos, pues estuvieron acompañados de propósitos políticos y culturales (por ejemplo, a los objetivos de la modernización autoriraria de los gobiernos militares salvadoreños de la época).

20 L. A. González, “Crisis financiera muncial: su impacto social y político en Centroamérica”. En Sociedad y política…, pp. 228-257.

21 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

22 L.A. González, “Cultura, educación e integración social en El Salvador”. San Salvador, CENICSH, Cuaderno de Trabajo, No. 1, junio de 2009.

Fuente del Artículo:

http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/7406

Fuente de la Imagen:

https://es.slideshare.net/icefi/segunda-sesin-gasto-pblico

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IDONESIA: Membuka pintu pendidikan lebih lebar bagi siswa difabel di Indonesia

Asia/ Indonesia/Diciembre del 2017/https://theconversation.com/

Hari Disabilitas Internasional yang diperingati setiap 3 Desember bukan hanya untuk mendukung penyandang disabilitas tapi juga hari untuk mengambil tindakan demi memastikan warga difabel mendapatkan haknya. Sebuah kolaborasi Indonesia-Australia meninjau apakah lembaga pendidikan di Indonesia, termasuk lembaga pendidikan Islam, membuka pintunya bagi penyandang disabilitas.

Pemerintah Indonesia telah berupaya mempromosikan pendidikan yang inklusif dan mudah diakses oleh penyandang disabilitas. Tetapi, siswa difabel membutuhkan komitmen lebih dari pemerintah dan masyarakatdemi kesetaraan dan partisipasi penyandang disabilitas.

Kemajuan dalam hal akses dan inklusi

Hak penyandang disabilitas tercantum dalam Konvensi PBB tentang Hak bagi Penyandang Disabilitas.

Pemerintah Indonesia meratifikasi konvensi tersebut pada 2011 dan mengesahkan Undang-Undang tentang Penyandang Disabilitas pada 2016. Pemerintah dan masyarakat juga telah berupaya untuk mempromosikan inklusi penyandang disabilitas dalam bidang pendidikan.

Halangan-halangan masuk sekolah dan melanjutkan ke universitas juga telah dievaluasi. Ini termasuk upaya mengubah rancangan gedung sekolah agar mengakomodasi lajur khusus untuk kursi roda (ramp) untuk masuk ruang kelas. Kurikulum di sekolah umum dan sekolah Islam juga telah diubah demi meningkatkan partisipasi penyandang disabilitas di sekolah.

Perbaikan juga terjadi di luar sektor pendidikan. Sejumlah pemerintah daerah juga dilaporkan telah memulai perencanaan pembangunan yang inklusif untuk membangun infrastruktur yang bisa diakses orang difabel.

Masih banyak yang harus dikerjakan, tapi telah ada dukungan sungguh-sungguh untuk inklusi penyandang disabilitas di seluruh Indonesia.

Konferensi keragaman dan inklusi disabilitas

Dua lembaga Australia, Institute for Religion, Politics and Society di Australian Catholic University, dan Institute for Culture and Society di University of Western Sydney, telah bekerja sama dengan Fakultas Dakwah dan Komunikasi di Universitas Islam Negeri (UIN) Jakarta sejak 2016. Kemitraan ini bertujuan menumbuhkan sikap dan kebijakan yang inklusif di lembaga pendidikan tinggi Islam, madrasah dan pesantren.

Konferensi bertajuk Keragaman dan Inklusi Disabilitas di Masyarakat Muslim: Pengalaman di Negara-negara Asia adalah hasil dari kemitraan ini. Konferensi ini didukung oleh UIN Jakarta dan inisiatif pemerintah Australia, Program Peduli, yang dikelola The Asia Foundation.

Perhatian dari seluruh Indonesia mengenai isu ini cukup besar. Para pembicara termasuk akademisi, aktivis disabilitas dan masyarakat sipil. Konferensi ini mempertemukan cendekiawan dari berbagai disiplin, termasuk pendidikan, pekerjaan sosial, psikologi, hukum, studi kebijakan, dan studi agama. Maka pendekatan antardisiplin terasa kental dalam diskusi dua hari tersebut.

Isu-isu yang dipaparkan dalam konferensi termasuk diskriminasi yang masih terjadi, persepsi masyarakat yang negatif mengenai disabilitas, dan kebijakan yang diskriminatif. Konferensi juga menampilkan temuan para peneliti berkait praktik-praktik inklusi di tingkat komunitas. Isu penting yang didapati dari 52 makalah adalah kurangnya inklusi di bidang pendidikan.

Konferensi memilih fokus inklusi di lembaga pendidikan Islam dan ini memang disengaja. Pendidikan bermutu tinggi bagi penyandang disabilitas penting untuk memastikan mereka mendapat kesempatan kerja di masa depan. Perundangan-undangan di Indonesia memandatkan perusahaan untuk memberi kesempatan kerja bagi penyandang disabilitas berdasar prinsip non-diskriminasi. Pendidikan menjadi fondasi dari kesempatan kerja yang baik.

Manfaat pendidikan inklusif

Pendidikan inklusif merupakan dasar dari perkembangan kemampuan dan kapasitas penyandang disabilitas sehingga bisa bersaing dan dihargai di dunia kerja. Inklusi penyandang disabilitas di pendidikan tinggi mendorong sikap positif di komunitas terhadap penyandang disabilitas, partisipasi, dan inklusi sosial.

Pembahasan yang muncul dalam konferensi internasional memperlihatkan bagaimana disabilitas dan keragaman bisa menjadi jalan penting menuju menghargai perbedaan. Inklusi disabilitas mendorong dialog dan pembelajaran, memperluas pemahaman sosial akan hak, keadilan, dan praktik tanpa diskriminasi.

Disabilitas dan pendidikan Islam

Kolaborasi antara ilmuwan Australia dan Indonesia menelaah inklusi disabilitas di lembaga pendidikan Islam seperti di pesantren, madrasah, dan universitas Islam. Para akademisi juga menelaah pengajaran Islam, dari ayat Quran dan Hadis, berkenaan dengan praktik inklusif.

Para peneliti dan aktivis disabilitas Muslim di konferensi membahas kunci-kunci dalam pengajaran Islam yang mendorong inklusi, rasa hormat, dan martabat. Para penyaji makalah membahas dukungan positif untuk perbedaan dan keragaman dalam ajaran Islam. Ini termasuk peran iman yang mendukung pemenuhan hak dalam tindakan sehari-hari.

Isu inti yang juga diungkapkan di konferensi adalah mayoritas penyandang disabilitas di Indonesia tinggal di perdesaan. Ini tantangan sebab madrasah dan pesantren di perdesaan biasanya kurang dalam fasilitas dan sumber daya. Jarang ada pesantren atau madrasah yang memiliki fasilitas untuk penyandang disabilitas.

Konferensi ini memfasilitasi berbagi gagasan, pengetahuan, dan keahlian dari seluruh Indonesia. Para aktivis mengungkapkan pengalaman mereka dan menunjukkan cara baru untuk mewujudkan inklusi disabilitas di Indonesia. Gabungan antara pengalaman pribadi dan riset menekankan pentingnya kebijakan pemerintah dalam memperluas inklusi penyandang disabilitas, terutama di bidang pendidikan. Para pembicara dan peserta konferensi menekankan dengan inklusi pendidikan maka sikap masyarakat terhadap disabilitas bisa lebih positif.

Peserta konferensi menyetujui kolaborasi penting ini harus dilanjutkan. Rencana untuk kolaborasi lebih jauh bahkan telah mulai dibicarakan. Komitmen bersama antara aktivis dan akademisi, yang didorong aspirasi para penyandang disabilitas, akan melempangkan jalan ke perubahan kebijakan. Konferensi ini berakhir dengan dibentuknya Jaringan Riset Disabilitas Australia-Indonesia untuk membangun momentum demi perubahan sosial.

Fuente: https://theconversation.com/membuka-pintu-pendidikan-lebih-lebar-bagi-siswa-difabel-di-indonesia-88262

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/iWZ7BxcAOnWrTaPJASR5Ax5_i0rnr3L9DRsah_MffGJ8RY5YVxOJPHP0yXjT1cFypiKpSg=s129

 

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Argentina:Fundación lanzó campaña de educación inclusiva

10 Diciembre 2017/Fuente: lmneuquen/Autor:lmneuquen

La fundación local Faro Patagónico, junto con otras 150 organizaciones a nivel nacional nucleadas en Grupo Artículo 24, presentó una campaña de concientización con el objetivo de garantizar el derecho de todo niño a acceder a una educación inclusiva.

La campaña busca llegar a la población para que se acepte el modelo inclusivo en que niños con y sin discapacidad comparten una misma aula.

El vicepresidente de Fundación Faro Patagónico, Gastón D’Angelo, sostuvo la importancia de hablar del tema, ya que “el sistema educativo tradicional hace lo posible por sacarse de encima al chico diferente”.

A partir de la resolución 1256/17 aprobada en agosto pasado por el Consejo Provincial de Educación (CPE) de Neuquén, en 2018 los niños con discapacidad podrán elegir asistir a una escuela normal o a una especial.

La subsecretaria de Discapacidad de la provincia, Paula Cortés, señaló en esa oportunidad que “lo que hace el gobierno provincial es ponerse en consonancia con lo que dice la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el cómo lo van a decidir en conjunto los actores de cada escuela”.

“Los docentes que están hoy frente a un aula hicieron toda su carrera sin ver absolutamente nada sobre discapacidad. Deberían estar preparados para lo que les espera el año que viene”, describió. Comentó que en la actualidad “en muchos casos se le pide al padre de un niño con discapacidad que se lo saque de la escuela porque no quieren hacerse responsables”.

Luego de que el municipio le cediera tierras fiscales, la fundación presentó a Nación el pedido de presupuesto para construir el Centro Educativo Terapéutico de la Patagonia en el barrio San Lorenzo Sur, que tendrá capacidad para 120 chicos y trabajará con obras sociales.

Fuente de la noticia: https://www.lmneuquen.com/fundacion-lanzo-campana-educacion-inclusiva-n573929

Fuente de la imagen: https://media.lmneuquen.com/adjuntos/195/imagenes/002/831/0002831934.

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