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Educación popular, pedagogía en la formación de escuelas

Educación popular, pedagogía en la formación de escuelas
Mario Hernández
Rebelión

 

Ponencia presentada en el VII Encuentro Internacional de la Economía de los trabajadores/as realizado entre el 25 y 29 de setiembre de 2019

La educación popular (EP) surge a fines de los 60 como un movimiento de renovación y luego de transformación del mundo a través del poder de un saber popular. La educación popular ha pretendido ser un movimiento pedagógico que pretende fundar una educación liberadora, luego un movimiento popular que incorpora un movimiento pedagógico y finalmente una propuesta política a través de la educación al servicio de proyectos, sujetos y movimientos populares de construcción de una nueva hegemonía en el interior de la sociedad capitalista. El pasaje de una educación para el pueblo hacia una educación que el pueblo crea al interior de los movimientos sociales de orientación popular y de los movimientos populares de liberación. La forma propia de la educación popular es el movimiento emergente contestatario que se orienta hacia la realización de su proyecto, sin descuidar la confrontación con la institución consagrada. Para la educación popular el sentido del trabajo pedagógico es convertir el trabajo social de la comunidad local en movimiento popular de dimensión política. Es la posibilidad de la educación de ser no solo comprometida y militante, sino una anticipación de la liberación.

En Pedagogía del oprimido, Paulo Freire desarrolla su propuesta de principios y metodológica.

Allí cuestiona la relación educador-educando dominante en la escuela actual a la que califica de narrativa de contenidos, que implica un sujeto que narra y objetos oyentes (los educandos). El educador se refiere a una realidad estática y compartimentada ajena a la experiencia existencial de los educandos donde aparece como su agente indiscutible cuya tarea es llenar a los educandos con los contenidos de su narración. Estos deben memorizar mecánicamente el contenido narrado y cuanto más y mejor se dejen llenar dócilmente, tanto mejor educados serán. Tal es la concepción “bancaria” de la educación donde el saber es una donación de aquéllos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Estas posiciones serán siempre rígidas negando a la educación y al conocimiento como procesos de búsqueda.

Al contrario, Freire propone que la educación debe comenzar por la superación de la contradicción educador-educando, de manera tal que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos. Cuanto más se conviertan los educandos en depósitos, tanto menos desarrollarán la conciencia crítica de la que resultaría su inserción en el mundo como sujetos transformadores de la situación que los oprime, que es lo que pretenden evitar los opresores.

La acción del educador revolucionario debe estar imbuida de una profunda creencia en los hombres y su poder creador, lo cual exige en su relación con los educandos que sea un compañero de éstos. Mientras la concepción “bancaria” que sirve a la dominación, mantiene la contradicción educador-educandos.

La pedagogía crítica se propone convertir la educación en una herramienta al servicio del cambio y la transformación de las sociedades latinoamericanas. En esto consiste la educación popular que desarrolló Paulo Freire. El sujeto oprimido no solo debe liberarse de la opresión mediante el proceso educativo, sino promover cambios en las estructuras existentes y en las relaciones de poder. Así la pedagogía de Freire se convierte en una pedagogía crítica, liberadora y problematizadora del ámbito educativo y social y ofrece una propuesta revolucionaria en tanto el sujeto educando, mediante su participación, se convierte en actor indispensable al redimensionar la realidad social que le es propia. La responsabilidad, percepción, comprensión y conocimiento de la realidad se convierten en un hecho compartido, no obstante, como sostiene Freire: “Esta enseñanza y este aprendizaje tienen que partir, sin embargo, de los ‘condenados de la tierra’, de los oprimidos, de los desarrapados del mundo y de los que con ellos realmente se solidaricen”.

Cuanto más articulada esté la práctica pedagógica con la experiencia y la vivencia de los ámbitos en que los sujetos se forman -es decir, familia, barrio, comunidad, instituciones, espacios, grupos humanos formales e informales, etc.-, mayores posibilidades encontrará el reconocimiento de la identidad cultural y popular de cada individuo, grupo social o comunidad.

En ello juegan un papel fundamental los métodos educativos que rescaten y revaloricen las tradiciones populares y culturales de los educandos, en estrecho vínculo con las prácticas culturales que garantizan el proceso de formación e integración de sus identidades culturales.

El proceso educativo no solo debe consolidar un espacio de aprendizaje cognoscitivo, sino que debe propiciar una experiencia cultural, política, ideológica, estética y ética, en la que los sujetos puedan percibir, problematizar, re-significar y transformar críticamente su realidad social. Desde la articulación de los saberes con las prácticas y vivencias culturales, desde la cotidianidad y los diferentes ámbitos de socialización en los que educando/educador participan, se aportará un aprendizaje diverso y comprometido con las problemáticas y realidades de sus espacios sociales.

La mayoría entiende que la Educación Popular se define por el público hacia el cual va dirigido el esfuerzo educativo, que con tal de ser realizado al interior de los sectores populares corresponde a la Educación Popular. Evidentemente, esta conceptualización tan amplia no es suficiente. Aunque va dirigida hacia los sectores populares, tiene proyectos estructurados en base a un profundo cuestionamiento al sistema educativo tradicional en cuanto estructura reproductora de las desigualdades sociales. Dentro de esta corriente, el cuestionamiento radical apunta a la jerarquía del conocimiento en el sistema formal de educación, a la forma en que éste se aborda en la relación asimétrica entre “el que sabe” y el que “carece” de dicho conocimiento. El esfuerzo educativo se centra en una modificación de la forma en la que se estructuran las clases, colocando el énfasis en la horizontalidad y la desaparición del educador en la figura de un acompañante. Aunque debemos alertar sobre la concepción que pone énfasis en la forma desdibujando la intencionalidad transformadora que debe poseer todo proyecto de Educación Popular. Muchas veces se oculta la evidente asimetría existente entre quienes dominan determinados conocimientos y quienes los desconocen. El extremo son quienes no conducen ni guían, inspirados en definiciones de un Paulo Freire tardío, de Educar con Libertad, por ejemplo, o en posicionamientos teóricos posmodernos.

Entendemos que la Educación Popular es todo proceso educativo intencionado y orientado hacia el campo popular, que tiene por finalidad elevar la conciencia social a un plano político, desde una mirada radicalmente crítica del orden de dominación imperante, y con una perspectiva transformadora revolucionaria de la sociedad.  

¿Por qué una fábrica recuperada o un movimiento social han decidido construir sus propias escuelas?  

El surgimiento de los Bachilleratos Populares (BP) se presenta como una opción educativa en el campo de la educación de jóvenes y adultos, campo totalmente abandonado por las políticas públicas estatales de las últimas décadas en Argentina.

La creación de escuelas desde el campo de lo popular, gestionadas en y desde los movimientos sociales y fábricas recuperadas propone una alternativa pedagógica que rompa con la lógica piramidal y el discurso monolítico de la escuela estatal. A su vez pone en debate la existencia de lo público no estatal, ya que los BP son experiencias educativas, es decir, escuelas públicas populares, no estatales, gestionadas desde movimientos, organizaciones sociales y fábricas recuperadas.

Los BP se constituyen durante la última década y media como reacción y en oposición al modelo neoliberal, como respuesta al abandono por parte del Estado en el campo de la educación de jóvenes y adultos. Sus protagonistas buscan generar nuevos procesos sociales, que tienen como base la democracia y la participación. Desde estas experiencias sostienen una concepción de escuelas como organizaciones sociales, remarcando una nueva forma de desarrollar estas escuelas, pensadas desde la gestión social y enmarcadas en movimientos y organizaciones sociales que tienen como uno de sus objetivos la transformación social y la educación en clave de educación popular, como una de las herramientas para lograrla.

La idea de toda actividad educativa es política, por más pretensión que haya de una educación única, neutra y universal, no existe práctica pedagógica que no sea a su vez una práctica política. La escuela es un ámbito donde se desarrolla un trabajo político pedagógico que parte de una práctica política pedagógica.

Los BP responden a las formas y a los principios políticos de su movimiento y organización y no a normas, reglamentos y estatutos elaborados desde el Estado . A su vez, van generando formas de funcionamiento propias como bachillerato, a partir del trabajo que tienen en asambleas con docentes y estudiantes que se realizan en el horario de clase y en días rotativos para que puedan participar todos los profesores. Las asambleas de profesores también se realizan mensualmente.

Una primera diferencia que podemos establecer entre la propuesta político-pedagógica de los BP en relación a la escuela tradicional, es que ésta funciona en el Estado o desde el ámbito privado y los BP son escuelas gestionadas desde organizaciones y movimientos sociales y no obedecen a los patrones políticos pedagógicos hegemónicos sino que intentan construir un proyecto propio, teniendo en cuenta los objetivos de la organización . No significa que los BP se conviertan en asistencialistas o paternalistas. Quienes llevan adelante esta tarea educativa parten de reconocer la situación de clase de los y las educandos. Es a partir de este reconocimiento y de este reconocerse que se trabaja desde una educación clasista, que no reproduzca las injusticias sociales sino que sea crítica, transformadora y reveladora de las relaciones de opresión. Cada estudiante, docente o integrante de los BP y del movimiento, son fundamentales para lograr el proyecto político pedagógico que se construye.

No creemos que sean la respuesta al capitalismo, ni la alternativa pedagógica por excelencia, pero entendemos que es necesario construir proyectos políticos pedagógicos que apunten a formar sujetos políticos activos para el campo popular. En este sentido, los BP tiene lógicas diferentes no solo desde sus contenidos y objetivos, sino también desde sus prácticas y formas de organización.

En los BP trabajamos con sectores de la clase trabajadora para los que el Estado tiene destinada una educación de baja calidad. En el sistema educativo argentino existe una diferenciación clasista. Desde la reforma educativa de la década del 90 hasta hoy, la avanzada del capital sobre la educación ha sido feroz. La reforma educativa menemista siguió la concepción neoliberal de entender el presupuesto del Estado en educación como un gasto y parándose en el concepto progresista de descentralización educativa, inició el desmantelamiento más profundo que el sistema educativo argentino haya visto jamás. La educación pasó de ser una necesidad a ser un gasto y de ser un derecho a ser un bien de consumo. Por otro lado, los empresarios aprovecharon los agujeros que iba dejando el Estado para acercar a la sociedad sus ofertas educativas financiadas por el propio Estado mediante subsidios. Las escuelas públicas quedaron para los sectores populares, los hijos de la clase trabajadora y algún sector de la clase media y la escuela privada destinada a los sectores medios y más acomodados de la sociedad.

Los BP se presentan como una posibilidad concreta de dar educación de calidad a estos sectores de clase para los que el Estado reserva una educación de bajísimo nivel. Trabajan con jóvenes y adultos expulsados del sistema educativo tradicional.

En todos los BP hay talleres culturales, de oficio, comunicacionales, dentro de la currícula, pero la diferencia no es solo de contenido, los estudiantes también son participantes activos formando parte central en la toma de decisiones en igualdad de posibilidades con los docentes. Vamos reevaluando los programas en forma conjunta, por lo tanto, los estudiantes también definen la didáctica participativamente y no de manera normativa. Somos los docentes quienes ejecutamos y diseñamos el planeamiento de manera colectiva, pero al mismo tiempo lo vamos poniendo a consideración de los estudiantes. Las asambleas, las discusiones, los talleres de formación y los planes de lucha de los que participamos siguen siendo el motor de nuestras experiencias y son parte de nuestra currícula. Entendemos que educar es un acto político y tomamos partido a favor de los intereses históricos del pueblo trabajador. Somos la contracara de la educación privada empresarial que forma un sujeto individualista, aislado de las luchas populares e incapaz de pensarse colectivamente. También ponemos en cuestionamiento la supuesta neutralidad del Estado y de la educación estatal/pública.

Esto no implica desconocer la discusión en torno a la defensa de la asignación de cargos docentes vía acto público, mecanismo que democratiza el acceso al trabajo, pero que no impide que los contenidos políticos e ideológicos de la educación y las decisiones estratégicas las sigan tomando las clases dominantes por medio de sus funcionarios. Intentamos poner de relieve que el Estado es un Estado de clase, y que si bien debe ser el garante de la educación, las organizaciones populares debemos conservar nuestra autonomía política a la hora de desarrollar nuestras experiencias político-pedagógicas.

Creemos que para constituir una Educación Popular, es el Estado quien debe financiar los espacios educativos, mediante un financiamiento directo, que garantice la cobertura de todos los gastos tanto materiales como pedagógicos (salarios, alimentación, infraestructura, libros, computadoras, insumos educativos y servicios como agua, luz, gas, etc.). Los recursos estatales son nuestros, por tanto, tenemos derecho a autogestionar la educación y ser financiados con los recursos que legítimamente nos pertenecen.

Debemos lograr que el trabajo docente no sea realizado únicamente en nuestro tiempo libre sino que sea parte de la producción social, el lugar donde recibimos nuestros ingresos para vivir, permitiendo la sustentabilidad del proyecto de educación transformadora. Planteamos la autogestión como un proceso de autonomía de los trabajadores de la educación, en el que somos los trabajadores en conjunto con la comunidad educativa, quienes gestionamos las escuelas, logrando reproducir nuestra existencia.

Renunciamos a ver al Estado como única fuente de soluciones a la educación, por el contrario, podemos utilizar recursos del Estado para administrarlos y en proyectos político-pedagógicos que construyan relaciones cooperativas, autogestivas y emancipatorias.

El desarrollo de la Educación Popular debiera apoyarse fundamentalmente en los movimientos sociales, pueblo organizado o sociedad civil.

Uno de los problemas más graves que atraviesan las escuelas estatales es la relación con la comunidad, en este plano, al estar insertos en organizaciones barriales, los BP y la comunidad están unidos por lazos estrechos de solidaridad y pertenencia mutua.

Autor: Mario Hernández

 

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Colombia. La educación popular como un elemento vital en la lucha social

Por América Niño/Kaosenlared

A propósito del IV Encuentro de Educación Popular en Bogotá que se desarrolló durante dos días con la participación de educadores y educadoras de todo el país, es preciso preguntarse por los desafíos de la educación liberadora ahora que la lucha de clases es tan difusa y se confunde fácilmente con la polarización política en […]

A propósito del IV Encuentro de Educación Popular en Bogotá que se desarrolló durante dos días con la participación de educadores y educadoras de todo el país, es preciso preguntarse por los desafíos de la educación liberadora ahora que la lucha de clases es tan difusa y se confunde fácilmente con la polarización política en la que tanto persisten los medios de comunicación y sus líderes de opinión. Se ha convertido en lugar común señalar y silenciar todo lo que cuestiona el capitalismo a través de procesos de organización social y comunitaria.

Siguiendo los planteamientos de Paulo Freire acerca de la educación popular, es claro que existen relaciones de poder entre oprimidos y opresores y que de esta relación se desprende una necesidad de los sujetos conscientes de su opresión por superar las condiciones de desigualdad y buscar la humanización y la libertad.

En este sentido y como conclusión del encuentro vale la pena analizar los fenómenos sociales, políticos, económicos y culturales de la sociedad colombiana a la luz de una educación que problematice las condiciones de desigualdad y busque desde la praxis establecer un diálogo entre los saberes propios de las comunidades con los resultados científico-sociales aportando así al rechazo colectivo del actual sistema económico empobrecedor y deshumanizante.

Para construir desde la rabia y paso a paso un mundo nuevo que dignifique la existencia humana hacia el buen vivir.
Basta con recorrer las grandes ciudades para ver como la miseria convive a pocos metros con la opulencia, como la normalización de la pobreza imposibilita unirnos como clase, como los pueblos que luchan por la autonomía y propiedad colectiva de sus territorios son estigmatizados, asesinados, desplazados y judicializados a diario, sin que esto nos movilice exigiendo alternativas para la vida digna. Gran parte de los sectores populares han sido empujados a defender posturas políticas que van en contra vía de condiciones dignas de vida para sí mismos.

Hacer educación popular es también forjar escenarios de disputa política que tengan como referente la lucha de clases, precisando la forma en que esta lucha se ha desarrollado en Colombia y de qué manera podemos crear colectivamente alternativas para la superación de las desigualdades, y además legitimar los procesos de educación y organización como elementos propios de las comunidades y que no pueden permitir el señalamiento directo a las organizaciones y procesos sociales de pertenecer a grupos alzados en armas pues ha sido este fenómeno el que ha incrementado y legitimado el asesinato a líderes y educadores en los territorios.

De acuerdo con Boaventura de Sousa Santos, quien participó también del IV encuentro de Educación Popular “actualmente la lucha armada no es una forma de lucha legítima, los acuerdos contribuyeron a deslegitimarla porque el principal grupo de lucha armada decidió abandonar las armas y ha dicho precisamente que hoy en día no se justifica” (Sousa, 2019) Sin embargo, es pertinente preguntarse qué tan perjudicial ha sido rechazar esta forma de lucha como una de las vías para la disputa del poder, porque ha sido precisamente esta satanización del derecho a la rebelión armada, la que ha puesto a organizaciones y líderes sociales en una condición de desventaja frente a las posibilidades políticas de sus propuestas y que no permite el avance de propuestas de país para la vida digna.

Es entonces la educación popular una oportunidad para cuestionar los rasgos de una sociedad como la nuestra que ha instalado en la cultura ciudadana una visión generalizada de los buenos muertos y los malos muertos, en vez de cuestionar las causas de la desigualdad, la participación y la violencia que son en últimas las que han generado las condiciones para la guerra y que nos ponen ahora en un contexto particular, en el que con la excusa de la rebelión armada se han segregado sectores sociales con propuestas políticas que propendan por una sociedad con justicia social.

La respuesta está en la educación antipatriarcal, anticapitalista, antirracista, antiimperialista y solidaria que fomente los nuevos cimientos de una sociedad con principios de equidad, respeto a la diversidad y buen vivir, una educación que deje de formar proletarios para engrosar las filas del desempleo o de trabajadores con sueldos precarios, y comience a forjar personas libres y conscientes de la realidad que viven, capaces de generar cambios y la transformaciones estructurales para crear colectivamente la vida digna.

Fuente: https://kaosenlared.net/colombia-la-educacion-popular-como-un-elemento-vital-en-la-lucha-social/

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Marberlis González. Proyectos comunitarios en Cuba: una forma de decir «sí se puede»

América Central/Cuba/13-10-2019/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu 
Por: Prensa Latina
Los proyectos comunitarios en Cuba logran hoy en día un mayor compromiso e inclusión en la sociedad a pesar de la presión ejercida por el cerco económico impuesto por Estados Unidos hace más de medio siglo a la isla.
En entrevista con Prensa Latina, la educadora popular y coordinadora de proyectos del Centro de Intercambio y Experiencias Iniciativas Comunitarias (Cieric), Marberlis González, resaltó la importancia de mantener activos los proyectos como alternativa en la sociedad.

González recordó que ‘las políticas neoliberales son un desafío pero a la vez son oportunidades para que la gente pueda organizarse comunitariamente y hacer cosas de forma diferente abogando al concepto de comunidad, trabajo en común, compartir los bienes’.

Asimismo, la educadora popular insistió en que estas iniciativas propician un cambio de concepción de vida, incorporan valores como la emancipación, la responsabilidad y la solidaridad.

‘Con el fin de construir vida desde los lazos de cooperación hasta los sosteniblemente económicos, los proyectos abarcan la labor desde las escuelas, con la atención a niños con discapacidades mentales y personas de la tercera edad’, afirmó la educadora.

Actualmente los proyectos comunitarios, sobre todo en la formación de un ciudadano comprometido con el desarrollo y el bienestar de su entorno son de vital pertinencia para la inserción social de muchas personas.

La especialista subrayó que esta iniciativa en la isla se deriva a partir del surgimiento de necesidades que hay en determinados territorios y comunidades.

‘A pesar del injusto bloqueo económico, comercial y financiero que afronta Cuba hace casi seis décadas, la sociedad cubana se impone ante la adversidad, lucha contra las exigencias neoliberales capitalistas y defiende sus derechos’, apuntó.

Explicó también que la política del bloqueo norteamericano sigue teniendo un impacto negativo en esferas como la cultura, donde tanto el pueblo cubano como los estadounidenses se han visto privados del disfrute de la mejor expresión artística y literaria de ambos pueblos.

‘Aún así las agresiones constantes implementadas por la actual administración del presidente estadounidense, Donald Trump, no mermarán las acciones realizadas por estos proyectos, solo se mantendrán más firmes’, reafirmó González.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=311632&SEO=proyectos-comunitarios-en-cuba-una-forma-de-decir-si-se-puede-foto
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Noche de los Lápices y los impactos en la sociedad Argentina

Redacción: TeleSUR

Uno de los episodios más tristes y sangrientos de la historia Argentina, es reivindicada cada 16 de septiembre por estudiantes que exigen garantías a sus derechos.

Tras cumplir 43 años de la denigrante Noche de los Lápices, el pueblo argentino recuerda con tristeza a los diez estudiantes de secundaria secuestrados, torturados y seis acribillados por militares de la dictadura de Jorge Videla.

Después del golpe de Estado a María Estela Martínez de Perón, el 24 de marzo de 1976, la dictadura militar se instauró como «Gobierno» entre los años 1976 y 1983. La junta militar fue integrada por Jorge Rafael Videla por el Ejército, Emilio Massera en la Armada y Orlando Agosti por la Fuerza Aérea Argentina.

El sangriento período fue catalogado como «El proceso», donde se secuestró, torturó y masacró clandestinamente a miles de activistas sociales bajo sospechas de guerrilleros o militantes marxistas; las víctimas durante la dictadura son conocidas como «Los Desaparecidos».

Un 16 de septiembre de 1976, jóvenes simpatizantes y militantes de la Unión de Estudiantes de La Plata (UES de La Plata) y Juventud Guevarista participaron en marchas pacíficas para exigir el Boleto Estudiantil Secundario, el cual consistía en un subsidio de transporte para los estudiantes.

La reivindicación de su derecho tuvo como respuesta el secuestro de los adolescentes por parte de soldados, los cuatro sobrevivientes relataron las torturas y vejámenes en centros clandestinos que sufrieron en el Pozo de Arana, el Pozo de Banfield, la Brigada de Investigaciones de Quilmes y la Brigada de Avellaneda, la Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires, entre otros.

Honor a la memoria de los mártires

La memoria de los mártires es reivindicada en cada organización estudiantil que actualmente lucha por sus derechos. Ante el panorama sombrío a causa de las políticas neoliberales de Mauricio Macri, los adolescentes se han convertido en un bastión de resistencia para la educación popular.

El pasado mes de junio, centenares de adolescentes salieron a las calles de la provincia de Buenos Aires para exigir a la gobernadora, María Eugenia Vidal, implementar urgentemente el boleto estudiantil.

Entendiendo el papel fundamental de los jóvenes en la transformación de la sociedad, tanto estudiantes de secundaria como universitarios se han unido al reclamo nacional de declarar la Emergencia Alimentaria, a causa de las fallidas decisiones económicas del ejecutivo que disparó la inflación y el riesgo país.

El 16 de septiembre es declarado como Día de los Derechos de los y las Estudiantes Secundarios, por lo que habrá movilizaciones desde varias regiones del país para recordar a las víctimas y rendir honor a su memoria pidiendo por una calidad educativa para todos los ciudadanos argentinos.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/noche-lapices-impactos-sociedad-argentina-20190915-0034.html

 

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Libro(PDF): «Educación popular y pedagogías críticas en América Latina y el Caribe : corrientes emancipatorias para la educación pública del siglo XXI»

Reseña: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Este libro es producto de la tarea colectiva que, durante el año 2016 y 2017 desarrolló el Grupo de Trabajo de CLACSO “Educación Popular y Pedagogías Críticas”. El GT tiene ya cinco años y está conformado por investigadoras/es, docentes y educadoras/es de ocho países de América Latina y el Caribe: Chile, Colombia, Argentina, Brasil, México, Bolivia, El Salvador y Costa Rica.

Durante el proceso que fuimos haciendo como GT, detectamos que el significado de la “Pedagogías Críticas” y la “Educación popular” no era el mismo para todos y todas nosotros/as. Nos propusimos entonces darnos un debate al respecto, sin ánimo de unificar concepciones sino más bien con la intencionalidad de propiciar reflexiones epistemológicas, teóricas, históricas y metodológicas, y de profundizar en la densidad de prácticas, memorias, experiencias y conceptualizaciones que se caracterizan por una perspectiva crítica y/o popular. El problema no era sólo semántico sino también teórico, histórico y político. Saber de qué hablábamos los diferentes países, centros miembros e investigadoras/es era imprescindible, pero también lo era discutir qué hacíamos, con quién y para qué trabajamos, qué disputamos, como concebimos lo popular, lo público, lo crítico, lo emancipador.

Autores (as): Anahí Guelman, Fabián Cabaluz, Mónica Salazar (Coordinadores); Estela Quintar; Inés Cappellacci; Anahí Guelman; Claudia Loyola; María Mercedes Palumbo; Shirly Said; Laura Tarrio; Silvya De Alarcón; Beatríz Areyuna; Fabián Cabaluz; Felipe Zurita; Jonathan Piedrahita; Yicel Giraldo; Cindy Guzmán; Yolanda Pino; Andrés Castaño; Mónica Salazar; Héctor Fabio Ospina; Piedad Ortega Valencia; María Teresa Cruz Bustamante; Juan Carlos Hernández; Cándida Chévez; Ariana Celeste Aquino; Suyapa Pérez; Danilo R. Streck; Alfonso Torres Carrillo; Alfredo Manuel Ghiso; Oscar Jara Holliday

Editoras(es): CLACSO

Año de publicación: 2018

País: Buenos Aires, Argentina

Idioma: Español

ISBN: 978-987-722-384-2

Descarga en: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20181113022418/Educacion_popular.pdf

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Convocatoria para publicar en la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos; Volumen L, No. 2

El Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas del Sistema Universitario Jesuita (CEA-MOPE) y el Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana

Convocan

  • A los investigadores que participen en la Cátedra Pablo Latapí, en agosto de 2019, con el objetivo de analizar las prioridades y pasos a futuro de la Investigación Educativa en México y América Latina.
  • A los investigadores, docentes e interesados que participen a distancia en los trabajos de la Cátedra Pablo Latapí, y deseen compartir sus hallazgos sobre el desarrollo de proyectos de investigación educativa relacionados con el tema.
  • A los investigadores y docentes cuyo trabajo se encamina a informar el diseño de la política pública y a evaluar el impacto de ésta en el ámbito cotidiano de los actores escolares.
  • A los docentes e investigadores que posean propuestas concretas para hacer presente la realidad social en la vida pública y académica y que contribuyan con su conocimiento en la transformación de la realidad social.

a integrar el VOLUMEN L, NÚMERO 2 de la Revista Latinoamericana de Estudios Educativos.

Bases

Para investigadores, docentes e interesados en la divulgación científica:

  • Se publicarán trabajos en español, portugués, francés e inglés como lenguas legítimamente establecidas en América e idiomas básicos de contacto con el resto del mundo.
  • Se aceptarán artículos originales e inéditos, que no hayan sido propuestos a otra revista de forma paralela, que contengan resultados de investigación educativa y se sustenten en una rigurosa metodología, bien sean éstos con base empírica, teórica o conceptual.
  • Trabajos que aporten significativamente, desde cualquier enfoque disciplinar válido, al logro de una mayor justicia social, que vinculen el conocimiento con la política educativa, el derecho a la educación, la desigualdad y las injusticias educativas en América Latina y el mundo.
  • Trabajos referidos a la sistematización y la reconstrucción de experiencias que emergen de la educación popular y de los movimientos sociales latinoamericanos, así como resultados de investigación que den prioridad a la problemática educativa de los grupos excluidos social y educativamente.
  • Trabajos que promuevan el diálogo informado y constructivo acerca de la numeralia de la problemática educativa a nivel local y regional.
  • Trabajos que sustenten propuestas concretas para hacer posible una mayor equidad y una mayor calidad educativa, en especial para las poblaciones desfavorecidas.

Las propuestas de inserción aprobadas que no sean originales o que hayan sido enviadas a dos publicaciones a la vez serán rechazadas y sus autores quedarán inhabilitados para presentar propuestas editoriales a la UIA.[1]

Los trabajos deberán cargarse directamente en el formulario Alta de colaboración dispuesto para ello por la Revista, junto con una declaración de originalidad de la investigación, mediante la que sus autores admiten y certifican que son responsables de su producción intelectual en el todo y en sus partes (fotos, tablas, imágenes, dibujos o gráficos que acompañen a un artículo para ilustrar su contenido), que son titulares de los derechos de autor y que la inclusión de los nombres que los firman no entra en conflicto de interés entre los autores citados, con la institución que auspicia la investigación que se reporta, o con cualquier otra entidad física o moral. En caso de encontrar inconsistencia en esta parte del envío, los responsables de la revista se adhieren al Código de Conducta del Committee on Publications Ethics (COPE).[2]

Cuando los trabajos superen la etapa de evaluación por pares, serán sometidos a una prueba de originalidad y antiplagio mediante un software especializado. Superada esta prueba, se hará llegar a los autores una liga para su registro como autor de la UIA, y para la cesión de derechos, mediante la que el o los autores transfieren a la UIA los derechos de reproducción del trabajo que propongan para su inserción. Transcurrido el plazo señalado en el Instructivo para la colaboración, el autor podrá publicar su trabajo en cualquier otro soporte, citando la fuente de su aparición original en la RLEE.

En caso de contener testimonios o fotografías de personas, el o los autores deberán contar con el consentimiento informado de los sujetos de la investigación, si acaso el material publicado lesionara su integridad física o moral, sus datos personales u ocasionara conflicto de interés. Deberán contar con los derechos de uso y reproducción de las fotografías o gráficos que no fuesen de su propiedad o autoría.

Los principales criterios de aceptación de propuestas de inserción en la Revista son:

  1. Pertinencia del tema al campo de la investigación educativa, desde cualquier enfoque disciplinar, multidisciplinar o transdisciplinar tratado con rigor teórico, metodológico y conceptual.
  2. Resultados de investigación académica original, con relevancia y validez en sus referentes empíricos, teóricos y conceptuales.
  3. Sistematización y reconstrucción de experiencias educativas originales, que aporten al campo de la educación popular y de amplios movimientos sociales.
  4. Se incluirán en especial aquellos cuya aportación refuerce la interacción del saber con amplios fenómenos sociales y los que tengan una potencial influencia de la investigación hacia las transformaciones sociales necesarias.
  5. En todos los casos, se valorará positivamente la vigencia y la actualidad de las fuentes de la investigación, así como la alta calidad literaria de los textos.

Manuscritos:

Los trabajos deberán observar la normativa internacional y los buenos usos en materia de estructura básica de:

  1. Artículos originales de investigación empírica, académica y socialmente relevantes: título conciso, que anticipe el contenido real del trabajo, autores del trabajo, filiación institucional y correo electrónico; resumen en dos o tres idiomas, con extensión máxima de 200 palabras y estructura mínima de: objetivo, metodología, resultados o relevancia académica o social de la investigación; palabras clave en dos o tres idiomas, de preferencia con base en el Tesauro de educación de la UNESCO, o en el vocabulario controlado de IRESIE; introducción (partes de las que consta el trabajo), objetivos, metodología, referentes bibliográficos, resultados, conclusiones y, en su caso, recomendaciones u horizontes de futuras indagaciones.
  2. Artículos originales de investigación conceptual y aportes a la reflexión académica en el área, que organicen crítica y exhaustivamente el material ya publicado en la materia y den cuenta del estado en el que se encuentra el análisis del asunto en cuestión, identifiquen vacíos, inconsistencias o relevancia teórica y social de las aportaciones o anticipen posibles formas de nuevas soluciones a los problemas.
  3. Aporte metodológico que presente aproximaciones nuevas, cambios de métodos existentes o discusiones sobre enfoques cuantitativos y análisis de datos.
  4. En las sistematizaciones, recuperaciones de experiencias o estudios de caso, se describirá el material recogido durante la experiencia descrita con personas u organizaciones y se pondrá de manifiesto la utilidad y la relevancia social de la recuperación.

Tendrán una extensión máxima de 25 cuartillas y una mínima de 20 (1 800 caracteres con espacio por página), y serán enviadas en documentos de Microsoft Office (Word, Excel); lo mismo los textos que las tablas y gráficas o figuras, que deberán enviarse de forma editable y no como imágenes. En caso de enviar dibujos o fotografías, éstas deberán tener una resolución mínima de 300 puntos por pulgada (dpi).

Fecha límite para la recepción de trabajos: 31 de octubre de 2019.

Referencias:

Los trabajos harán referencia de la literatura que sirve específicamente a la difusión de los resultados de la investigación en esta revista, y se abstendrán de incluir la bibliohemerografía amplia que dio lugar a la investigación.

Las referencias dentro del texto se señalarán por autor, fecha y página (Apellido, año, p. xx). En la parte final del trabajo se incluirá, en orden alfabético, la ficha amplia de las fuentes usadas en el derivado de la investigación que se propone a esta revista, en el formato APA, que incluye todo tipo de publicación o documento, libro, revista, tesis, ponencia, cotidiano o sitio WEB. No se dará entrada a la primera fase de la evaluación a los trabajos que incumplan esta norma.

Para garantizar la calidad literaria del trabajo, se recomienda observar las normas del estilo editorial del Departamento de Publicaciones de la Universidad Iberoamericana.

 

[1] De acuerdo con el capítulo III, segundo párrafo del Reglamento de Publicaciones de la Universidad Iberoamericana (UIA).

[2] Puede consultarse en www.publicationethics.org

Fuente: http://www.educacionfutura.org/convocatoria-para-publicar-en-la-revista-latinoamericana-de-estudios-educativos-volumen-l-no-2/

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Guía para formadores: Formación de educadores populares para el aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación en su práctica docente

Reseña: El presente documento es una propuesta para la formación de educadores populares en el marco del proceso de la integración de las tecnologías de información y comunicación a sus prácticas educativas. Las orientaciones expuestas surgen de la experiencia de formación que se ha desarrollado en escuelas pertenecientes a Fe y Alegría en países de Latinoamérica. El manual está dirigido a los entornos educativos que desarrollan los procesos de la capacitación inicial y permanente de educadores en informática educativa bajo una estrategia de formación en red con modalidades presenciales y a distancia en espacios virtuales.
El Programa de Informática de la Federación Internacional de Fe y Alegría, desde el año 2002 viene trabajando en la promoción del aprovechamiento de las tecnologías informáticas, para asegurar su correspondencia con los preceptos de la educación popular, con los principios de nuestro ideario, con las necesidades de la población que se atiende y con la realidad en que se desenvuelve nuestra acción.

Federación Internacional de Fe y Alegría
Depósito Legal: If60320070044058
ISBN: 978-980-7135-02-3
Caracas 2007

Fuente: http://www.feyalegria.org/sites/default/files/Formacion_Educadores.pdf

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