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Crece cifra de reclutas bolivianos graduados en carreras técnicas

América del Sur/Bolivia/17 Diciembre 2016/Fuente: Prensa Latina

Más de cuatro mil jóvenes bolivianos se graduaron en diferentes especialidades gracias al trabajo conjunto que adelantan hoy los ministerios de Defensa y Educación.
Fernando Aramayo, viceministro de Defensa y Cooperación al Desarrollo Integral informó, que dentro de las Fuerzas Armadas se formaron cuatro mil 154 soldados en carreras técnicas y diversos oficios.

‘Hoy el cuartel es un escenario diferente, que permite a soldados y marineros no solo aprender el manejo de las armas, defender a la Patria, preservar los recursos naturales, atender políticas sociales, sino acceder a la educación en todos sus niveles’, remarcó Aramayo.

Esos reclutas del Servicios Militar Obligatorio (SMO) se capacitaron en carreras técnicas como sastrería, mecánica, plomería, informática y otros especialidades en las grandes y pequeñas unidades militares.

Explicó que el Decreto Supremo 1875 permite que el personal del SMO continúe estudios en todos los niveles educativos: educación regular (bachillerato); educación alternativa (bachillerato y formación técnica); educación superior (licenciatura y técnicos superiores).

Aramayo recordó que los soldados destacados también se benefician con becas en el nivel educativo público y en los institutos militares.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=50633&SEO=crece-cifra-de-reclutas-bolivianos-graduados-en-carreras-tecnicas
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Universidad y Teatro: ¿quién es quién en el espectáculo?

Por Francisco Javier Lozano Diaz

En un contexto socioeconómico liberal y dominado por las leyes del mercado, la educación superior debe resistir de un modo estoico las tentaciones de equipararse a un bien de mercado. Actualmente en México existen, según el portal de información Universitaria Universia, 1.144 universidades públicas (entidades encargadas de la educación superior a niveles estatales y federales) al tiempo que se calculan 2.022 (entidades uniplantel o multiplanteles en diversas partes de la República), valores estimados ya que no existe un registro formal y actualizado a la fecha. En esta basta cantidad de universidad generalizar es caer en el error más sencillo. Aunque podemos establecer ciertas líneas de análisis, siendo tarea de la persona lectora extraer sus conclusiones.

En este artículo, expondremos una cuestión básica: ¿qué está pasando en la Universidad a vista de pájaro?

Desde la perspectiva teatral, una obra se compone de actores principales, secundarios y figurantes que se reparten el peso de la acción con protagonismo, antagonismos, colaboraciones, complicidades, testimonios. Pero las obras de teatro para ser exitosas necesitan, además de lo propio del gremio, un lugar de representación y un público compuesto de espectadores diversos que se congregan para el deleite.

Así la Universidad tiene un alumnado, un claustro docente, un equipo administrativo y de servicio. En un enfoque pedagógico tradicional; el alumnado sería el público que paga su boleto y acude pasivo o activo a la función que se le presenta, el claustro son los actores con diversos talentos y papeles que realizar y, por último, el personal de servicio y administración se asemeja a taquilleros, acomodadores, vendedores de bebidas, revisores de boletos, etc.

Llegados a este momento liberal, donde todo es espectáculo y cada escenario se anuncia con más voltios de neón y eslóganes más provocadores de deseo en un mercado atrofiado de títulos, las Universidades tentadas a entrar en el juego comercial reinventan la función. ¿Cómo? Con las nuevas formas pseudopedagógicas, donde los roles se confunden en un azar de falsa suerte e intención dominado por los juegos de poder, intereses y, finalmente, la empresa.

Así, por ejemplo, las alumnas y los alumnos forman parte del elenco y actúan en una pieza de marketing del capital humano. No importa que el alumnado exhiba una caja de música de cartón-piedra desafinada, pues sonará con mayor volumen una música celestial accionada por la propaganda. Y si le prosigue una compañera con ideas de cambio emancipador, un rotundo aplauso agitado por el animador de público que ordenará callar a tiempo (con la paradoja). Porque no importa ni el producto ni el proceso de aprendizaje, sino el redito de la imagen que se propaga.

Por último, ¿cuál es el papel de los docentes en este escenario? Tienen el rol de auxiliar al mago para mantener la ilusión del espectador sin revelar los secretos de los trucos, ayudar a los voluntarios que se prestan para subir al escenario a formar parte de la magia y esperar la oportunidad de saltar como espontáneo con sueños de David Copperfield.

En definitiva, como cantaba el genio Queen: Show must go on (El espectáculo debe continuar).

Francisco Javier Lozano Díaz. Psicopedagogo. epedagogo@franlozano.es http://www.franlozano.es

Disponible en la url: http://www.educacionfutura.org/universidad-y-teatro-quien-es-quien-en-el-espectaculo/

 

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China: Xi pide que se fortalezca formación ideológica en las universidades

China/12 de Diciembre de 2016/http://spanish.peopledaily.com.cn/

El presidente chino, Xi Jinping, ha dicho que la preparación ideológica en las universidades ha de integrarse en el proceso completo de la educación, y ha pedido un firme liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh) en la educación superior.

Xi, también secretario general del Comité Central del PCCh y presidente de la Comisión Militar Central, hizo esta petición durante una reunión de dos días de duración sobre el trabajo ideológico y político en las universidades y centros de educación superior de China, evento que concluyó el pasado jueves.

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2016/1209/c31621-9152598.html

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El presidente chino ata en corto a los universitarios

China/12 de Diciembre de 2016/La Rioja

Las universidades no son un lugar que debe permanecer abierto al debate de ideas. Por lo menos en China. Así de claro se manifestó ayer el presidente del país, Xi Jinping, en una reunión con delegados políticos que debatían sobre el papel de la educación superior. «Las universidades deben servir al Partido Comunista y deben tener como objetivo fortalecer y promover el socialismo con características chinas», afirmó el mandatario. «Acatar el liderazgo del partido es esencial para el desarrollo de la educación universitaria. Por eso, sus centros educativos deben ser fortalezas del partido», añadió. Para terminar, pidió que las universidades «se guíen por el marxismo».

Diferentes analistas consideran que este es un paso más en la estrategia de Xi para hacerse con un poder casi absoluto. La disidencia no tiene cabida en China, algo que el presidente ya ha dejado claro con las diferentes campañas que ha puesto en marcha desde que tomó el timón en 2013: primero contra la corrupción, luego contra cualquier tipo de activismo y, finalmente, para atar en corto a la prensa y al gremio educativo, que son clave en la formación de la opinión pública.

«Hay que entender que China tiene una gran tradición de líderes absolutistas, empezando por los emperadores. Es lógico que Xi siga esa estela de cara al congreso clave que celebrará el máximo órgano legislativo del país el año que viene, cuando se decidirá el nuevo grupo de políticos que entrará a formar parte del selecto comité permanente del politburó», explica a el vicedecano de la China-Europe Business School (CEIBS), Xu Bin. «No obstante, estoy convencido de que en su segunda legislatura, Xi ahondará en las reformas de apertura».

No obstante, a nadie se le escapa que, tras la aparente calma de la sociedad china, existe una inestabilidad subyacente relacionada con la ralentización del crecimiento económico. Y algunos círculos del poder ya han criticado en varias ocasiones la creciente influencia que métodos y valores extranjeros tienen en los estamentos educativos chinos. Eso ha provocado un aumento de la censura y el incremento del control sobre las opiniones.

Fuente: http://www.larioja.com/internacional/201612/10/presidente-chino-corto-universitarios-20161210005035-v.html

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Chile: Estudiantes de Arcis califican de irresponsable a ministra de Educación

América del Sur/Chile/11 Diciembre 2016/Fuente:radio.uchil /Autor:Raúl Martínez

La presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Arcis, Sandra Beltrami, rechazó el intento de los parlamentarios de Chile Vamos que impulsan una comisión investigadora para determinar las eventuales responsabilidades que cabrían en la crisis que enfrenta el plantel educativo.

La dirigenta acusó directamente a los legisladores de la UDI que, a su juicio,  pretenden sacar dividendos políticos de esta situación.

“Nos parece de verdad un descaro que estén ellos una comisión investigadora cuando en verdad lo que pretenden es no preocuparse de la educación, no velar por nuestros derechos, sino que con esto están velando por sus propios intereses y en el fondo por las disputas que existen entre los partidos. Realmente nos parece un descaro. Y si alguien va a presentar acciones judiciales o acciones de cualquier tipo en relación a lo que está sucediendo, somos nosotros la federación de estudiantes o los demás miembros de la comunidad universitaria a quienes nos corresponde. A ellos (Chile Vamos) no les corresponde pedir una comisión investigadora porque ellos no están en la universidad y no son ellos los que han sido vulnerados en sus derechos. Tampoco les hemos pedido en ningún momento que nos defiendan ni lo vamos a hacer”, comentó la representante estudiantil.

Sandra Beltrami criticó además la actuación de la ministra de Educación, Adriana Delpiano, de quien dijo ha sido irresponsable luego de cambiar sus versiones acerca del cierre de la universidad.

La dirigenta subrayó que incluso desde los propios estamentos internos del Mineduc han salido a precisar la situación del plantel.

“El hecho que la División de Educación Superior le quitara el piso a la ministra demuestra claramente su incompetencia y la irresponsabilidad con la que ella actuó. Y en ese sentido, tanto las disculpas como el hecho que dijera que esto era un malentendido, nosotros la verdad con eso no nos basta. Pensamos que ella tiene que reparar el daño causado que hasta el momento es irreparable”, puntualizó.

La presidenta de la Feuarcis recalcó que la entidad educativa estaba iniciando su proceso de matrícula para el próximo año, pero que las declaraciones de Adriana Delpiano ponen una lápida al objetivo de conseguir matrícula para el plantel.

Sandra Beltrami sostuvo que la universidad no tiene un cuestionamiento respecto a su calidad educativa y que incluso en sus programas de posgrados hay ya alrededor de 400 personas interesadas en matricularse incluyendo estudiantes de otros países, aunque lamentó que el administrador provisional, Patricio Velasco, pusiera trabas para sus inscripciones.

Fuente de la noticia:http://radio.uchile.cl/2016/12/10/estudiantes-u-arcis-califican-de-irresponsable-a-ministra-de-educacion/

Fuente de la imagen:http://radio.uchile.cl/wp-content/uploads/2016/10/ARCIS-678×330.jpg

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¿Sólo eficiencia? Educación Superior e Investigación

Por: Marianne González Le Saux

Más del 80% de la investigación realizada en Chile se ejecuta bajo el alero de las universidades. En estos días en que se discute elpresupuesto para educación superior así como el de investigación, ciencia y tecnología, desde la Comisión Desafíos del Conocimiento de Revolución Democrática creemos necesario reflexionar sobre cómo se articulan estos aspectos, ya que la relación entre ambos se suele desdibujar al discutirse separadamente su financiamiento.

Patricio Basso trató esta relación de manera clara y propositiva en una columna en El Mostrador. En ella llama a desacoplar el financiamiento de la docencia del de investigación, pues deben evitarse la existencia de “subsidios cruzados” entre ambas actividades. Asimismo, propone separar el financiamiento estatal para la investigación dividiendo a las universidades en tres tipos: grandes universidades “de investigación” con financiamiento basal, universidades con áreas específicas de investigación con financiamiento a mediano plazo, y financiamiento concursable para investigadores individuales en el resto de las instituciones. Esta propuesta nos merece las siguientes observaciones.

La razón por la cual Basso busca realizar la distinción entre docencia e investigación es muy atendible: se trata de evitar que las familias de los estudiantes sean quienes financien la investigación. En efecto, como lo ha mostrado el mismo Basso, en Chile el aporte de las familias al financiamiento de la educación superior en comparación con el aporte estatal es elevadísimo (las familias contribuyen en Chile a financiar la educación superior en un 54,8%, versus un 45,8% en EE.UU., y un 21,7% el promedio de la OECD).

Sin embargo, la existencia de estos “subsidios cruzados” entre investigación y docencia parecen ser inevitables: el mismo Basso lo reconoce cuando afirma que los investigadores también debieran realizar docencia; que “parte del equipamiento e infraestructura que se requiere para la investigación […] sirve para la docencia”, y en consecuencia, que las instituciones que reciban fondos para la investigación debieran rebajar sus aranceles por concepto de docencia. Estos “subsidios cruzados” –que Basso parece leer en términos puramente económicos— traducen una realidad más profunda: muestran que la relación entre docencia universitaria e investigación es más que la de dos actividades que ocurren, de manera casual, en un mismo edificio. Por el contrario, es precisamente la existencia de una intensa conexión entre estos dos ámbitos lo que otorga calidad a una universidad.

Por ejemplo, hoy en día la “mejor calidad” de una universidad como la PUC o la Universidad de Chile no está dada por la excelente formación en docencia y pedagogía universitaria que reciben sus profesores, la cual es todavía casi inexistente en nuestro país. La calidad ocurre a pesar de las escasas herramientas pedagógicas de sus académicos, y está dada porque muchos de ellos también son investigadores, y pueden transmitir a sus estudiantes conocimiento especializado, acceso a publicaciones, materiales, laboratorios, y redes académicas que solamente se producen por el hecho de realizar investigación. Los “subsidios cruzados” entre educación e investigación no son “un problema”: son un aspecto crucial del quehacer universitario. Ahora bien, ¿quiere decir esto que la buena investigación garantiza la buena calidad de la docencia universitaria? Claramente no, pero la favorece. Y en cualquier caso, concordamos en esto con Basso: no debieran ser las familias de los estudiantes quienes se hagan cargo de dichos costos.

El sistema de financiamiento “tripartito” propuesto por Basso es problemático en la medida en que, si bien aboga por fondos basales, en su aplicación implicaría replicar la lógica de “el ganador gana todo” que ha sido la base, hasta hoy en día, de todo el sistema de financiamiento de la investigación en Chile.

Otro de los puntos planteados por Basso hace hincapié en la esencia de la Universidad: de acuerdo a Basso, no todas las instituciones de educación superior debieran ser “universidades de investigación,” definidas de acuerdo a la Carnegie Foundation como aquellas que entregan formación de nivel doctoral y poseen los más elevados índices en investigación. Para Basso “pretender […] que todas las universidades realicen investigación es no sólo absurdo sino que financieramente infactible”, y “si se aplicara [a Chile] la proporción de universidades de investigación de los Estados Unidos significaría tener solo 11 universidades de investigación”.

La premisa que subyace al argumento de Basso es sin embargo que el sistema de educación superior chileno debiera homologarse y aspirar a replicar la clasificación y los estándares del sistema de educación superior de EE.UU. Esto es igual de absurdo, pues la estructura de la educación superior en Chile es profundamente distinta a la de Estados Unidos. Sin embargo, Basso, de manera automática asume que ese es el modelo que debemos adoptar. Una cosa es la experiencia comparada, siempre enriquecedora, y otra muy distinta es el imperialismo de los estándares internacionales.

La cuestión de si en Chile debemos o no definir universidad como una institución donde se realiza investigación o bien si pueden existir universidades meramente docentes, es algo que debemos resolver en nuestros propios términos, y de acuerdo a nuestras propias necesidades. Si bien, como lo afirma Basso, no todas las universidades debieran ser “universidades de investigación”, esto es, donde la investigación es una actividad predominante, es difícil pensar en “universidades sin investigación”, esto es, desprovistas de una orientación a generar nuevos conocimientos y a evaluar críticamente la realidad que las rodea, pues esto es lo que va a garantizar un aspecto central de la famosa “calidad” de la educación superior. Lo mismo, por cierto, puede decirse de los CFT e IP: si bien en éstos no debiera exigirse la realización de investigación, al menos se debiera requerir como un aspecto central la innovación. En efecto, la formación técnica y profesional debe ir encaminada no solo a replicar conocimientos existentes, sino a desarrollar en sus egresados la capacidad de aplicarlos de manera novedosa y creativa.

El último y más sustantivo aspecto de la columna de Basso es su propuesta de dividir el financiamiento estatal para la investigación en las universidades en tres niveles: A) un fondo basal permanente para las “universidades de investigación”, es decir, para aquellas que ya realizan investigación a gran nivel de forma sistemática B) un fondo de financiamiento por convenio a cinco años para investigación en áreas específicas para universidades “con importante producción previa demostrable” en dichas áreas, y C) un fondo de financiamiento concursable para investigadores individuales estilo Fondecyt, que podría llegar a todas las universidades. Esta clasificación y por ende estos fondos serían independientes del carácter estatal o privado de la universidad. Además, se crearía un fondo para el mejoramiento de la docencia en universidades estatales, especialmente aquellas que no alcancen la categoría “A” o “B”.

Esta propuesta es inteligente y perfectamente razonable si lo único que se persigue es mejorar la “eficiencia” de los fondos destinados a investigación, pues busca precisamente concentrar fondos de investigación basales o de mediano plazo en universidades que ya tienen la capacidad demostrada de llevarla a cabo. El problema es que meramente contribuiría a reforzar las desigualdades regionales y socioeconómicas del sistema de educación superior: se haría más fuertes a las universidades que ya lo son, y más marginales a las que hoy en día no cuentan con los recursos para iniciar o fortalecer programas incipientes de investigación. Más aún, si bien es atendible que se considere un fondo específico para mejorar la docencia en universidades estatales, ¿qué hay entonces de intentar fomentar la investigación en universidades estatales, especialmente las de regiones?

Esta propuesta, por tanto, solamente tendería a cimentar un sistema de educación superior segregado, y en el que nuevamente, el financiamiento público se otorga sin distinción a instituciones privadas y públicas. Esto no contribuye a resolver el problema que el mismo Basso se ha encargado de denunciar con tanta fuerza: la preeminencia del modelo neoliberal de mercado en la educación superior.

En conclusión: el sistema de financiamiento “tripartito” propuesto por Basso es problemático en la medida en que, si bien aboga por fondos basales, en su aplicación implicaría replicar la lógica de “el ganador gana todo” que ha sido la base, hasta hoy en día, de todo el sistema de financiamiento de la investigación en Chile. Puede, por cierto, premiarse a las instituciones que han “hecho las cosas bien” pues malgastar el potencial que han alcanzado sería ridículo. Asimismo, las universidades privadas que no cumplan con estándares mínimos en investigación debieran convertirse en CFT o IP o bien considerarse su cierre. Finalmente, el Estado debe establecer mecanismos para mejorar la investigación en las universidades estatales que hoy en día demuestran falencias en la materia. No se trata de convertirlas en el MIT, pero sí de que estas cuenten con una suficiente masa crítica de investigadores que permitan dotarlas de lo que entendemos por “calidad” universitaria: la posibilidad de criticar el medio en el que se vive y buscar modificarlo mediante la generación de nuevos conocimientos: nada más y nada menos que el alma de la investigación.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/12/08/solo-eficiencia-educacion-superior-e-investigacion/

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México: Se debe ampliar matrÍcula en educación superior

México / www.cronica.com.mx /7  de Diciembre de 2016

 

Al afirmar que México carece de una normatividad en materia de educación abierta y a distancia, el director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Enrique Fernández Fassnacht, expresó la necesidad de trabajar este tema con las Instituciones de Educación Superior, para ampliar cada vez más la matrícula en esa modalidad.

Durante una reunión con egresados de Polivirtual, en la que se recordó que el IPN tiene casi un millón de ex alumnos, Fernández Fassnacht reconoció que la oferta educativa no escolarizada y mixta es menor y la matrícula es baja, comparativamente con la de educación presencial.

Acompañado por el secretario Académico del IPN, Miguel Ángel Álvarez Gómez, indicó que el Politécnico desarrolla un bachillerato general en la plataforma virtual, mejora las tecnologías de la información para hacerlas más robustas y diseña nuevos programas con el propósito de incrementar su oferta educativa.

El Director General de esta casa de estudios mencionó que la educación a distancia y virtual puede hacer mucho por la presencial en una relación ganar-ganar. Dijo que generalmente la primera contempla cosas en un diseño curricular muy cuidadoso y con objetivos de aprendizaje distintos que pueden enriquecer a la segunda.

También, comentó que la capacidad instalada de las instituciones se puede aprovechar mejor cuando existe la modalidad a distancia, porque es posible canalizar alumnos inscritos en el sistema presencial para cursar algunas asignaturas en educación virtual, lo que libera espacios que permitan apoyar a otras carreras que tienen más demanda.

Finalmente, Fernández Fassnacht felicitó a los egresados de Polivirtual y les reiteró que son tan politécnicos como los de la educación presencial.

En la sesión de trabajo se informó que recientemente se destinaron 10 millones de pesos para fortalecer la plataforma educativa a distancia de las escuelas, cuya matrícula actual es de 2 mil alumnos, para fortalecer el programa de tutorías y los lineamientos para la operación de la trayectoria en la modalidad.

Fuente:http://www.cronica.com.mx/notas/2016/999254.html

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