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Italia: El youtuber de 105 años que enseña sobre arte

Italia/Mayo de 2017/Fuente: Semana 35

Youtube no deja de sorprendernos con sus innumerables vídeos que se hacen virales en poco tiempo y que contribuyen a que nuestro día a día sea más entretenido. Por ejemplo, Daniel Samper Ospina (el youtuber de 42 años) desafió con su humor y estilo la idea convencional de que para dedicarse al videomaking había que ser joven. Sin embargo, tal parece que el récord del youtuber más longevo en la red lo ostenta el italiano Giorgio Michetti que tiene 105 años.

Michetti nació en 1912 en la ciudad toscana de Viareggio y desde siempre se ha dedicado a la pintura y al arte. Comenzó muy joven pintando en las paredes de su casa, pero tal ha sido su esmero, que su nombre es reconocido internacionalmente en Europa y Estados Unidos. Desde 1929 expone sus obras y en 1978 llegó a ser miembro de la Academia Arts-Sciences-Lettres de París.

Durante su trayectoria sus obras han estado en diferentes ciudades como Milán, Roma, Nápoles y Pisa en Italia; Berna en Suiza; San Luís en Estados Unidos; y Baagastein en Austria, entre otras. Pero ahora, después de haber pintado más de 2.000 cuadros, decidió volver a la escena a través de Youtube. Un reto que parece definir su vida y ser la receta para su longevidad. “Lo mío no es esperar en el sofá. Yo siempre quiero tener la mente ocupada”, dijo en una entrevista que le hizo otro youtuber en la red social.

Además de aparecer en la plataforma de videos, en donde tiene más de 2.200 suscriptores, Michetti hace transmisiones en vivo desde su página de Facebook, en donde cuenta con casi 10.000 seguidores.

El pintor llegó a Facebook y Youtube gracias a que uno de sus alumnos de su clase de pintura le enseñó a usar las redes sociales. Sin embargo, aunque en un comienzo le era casi imposible prender el computador, poco a poco ha ido perfeccionando su técnica en los videos en los que enseña a pintar y explica sus obras, dando conceptos básicos de la historia del arte. “Yo de computadores no entiendo un cuerno, pero intento vivir la vida moderna, es decir, sin entender nada”, dice Michetti riéndose en otro video que aparece en su página. Su canal ya suma alrededor de 65.000 visualizaciones.

A continuación, algunos de los mejores videos del profesor y artista.

«¿Cómo dibujar sin saber dibujar?»

«¿Cómo decorar jeans?»


«El estudio del color»

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/giorgio-michetti-youtuber-de-105-anos-que-ensena-sobre-arte/523951

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La patología del odio

Por: Adela Cortina

Hacia 1944 vio la luz el libro autobiográfico de Stefan Zweig El mundo de ayer. Memorias de un europeo.En él recordaba el comienzo del siglo XX desde el peculiar observatorio en el que había vivido como austríaco, judío, escritor, humanista y pacifista. Y consideraba un deber moral contar ese relato para aviso de navegantes, porque nada podía llevar a pensar en los umbrales del nuevo siglo que ya en su primera mitad se iban a producir dos guerras salvajes en suelo europeo. Los jóvenes educados en la Austria imperial, en un ambiente seguro y estable, creían periclitado cualquier episodio de barbarie y no veían en el futuro sino signos de progreso. No podían sospechar que ya se estaba incubando el huevo de la serpiente.

Ese relato resulta familiar a quienes hemos vivido la experiencia de la transición española a la democracia. En los años setenta del siglo pasado creíamos haber ingresado en la senda del progreso social y político, quedaban atrás los conflictos bélicos, propiciados por ideologías enfrentadas, por la desigualdad en oportunidades y riqueza, y se abría un camino de cambios a mejor. Hoy, sin embargo, es urgente aprender de europeos como Zweig para tomar conciencia de que las semillas del retroceso pueden estar puestas y es necesario frenar su crecimiento destructivo. Como bien dice Federico Mayor Zaragoza, la Unión Europea debería ser el catalizador de la unión mundial. Una de esas semillas destructivas, como en el tiempo de Hitler y Stalin, es el triunfo de los discursos del odio.

Se entiende por discurso del odio cualquier forma de expresión cuya finalidad consiste en propagar, incitar, promover o justificar el odio, el desprecio o la aversión hacia determinados grupos sociales, desde una posición de intolerancia. Quien recurre a ese tipo de discursos pretende estigmatizar a determinados grupos y abrir la veda para que puedan ser tratados con hostilidad, disuelve a las personas en el colectivo al que se agrede y lanza contra el conjunto su mensaje destructivo.

Tal vez el rótulo “odio” no sea el más adecuado para referirse a las emociones que se expresan en esos discursos, como la aversión, el desprecio y el rechazo, pero se trata en cualquier caso de ese amplio mundo de las fobias sociales, que son en buena medida patologías sociales que se deben superar. Se incluyen entre ellas el racismo, la xenofobia, el antisemitismo, la misoginia, la homofobia, la aversión a los miembros de determinadas confesiones religiosas, o la forma más común de todas, la aporofobia, el rechazo al pobre. Y es que las emociones, a las que tan poca atención se ha prestado en la vida pública, sin embargo la impregnan y son especialmente manipulables por los secuaces del flautista de Hamelín. Así fue en la primera mitad del pasado siglo y está siéndolo ahora cuando los discursos fóbicos proliferan en la vida compartida.

Desde un punto de vista jurídico, el principal problema estriba en el conflicto entre la libertad de expresión, que es un bien preciado en cualquier sociedad abierta, y la defensa de los derechos de los colectivos, objeto del odio, tanto a su supervivencia como al respeto de su identidad, a su autoestima. El problema es sumamente grave, porque ninguno de los dos lados puede quedar eliminado.

En principio, por decirlo con Amartya Sen, la libertad es el único camino hacia la libertad y extirparla es el sueño de todos los totalitarismos, lleven el ropaje del populismo o cualquier otro. La experiencia de países como China, Corea del Norte o Venezuela no puede ser más negativa.

Pero igualmente el derecho al reconocimiento de la propia dignidad es un bien innegociable en cualquier sociedad que sea lo bastante inteligente como para percatarse de que el núcleo de la vida social no lo forman individuos aislados, sino personas en relación, en vínculo de reconocimiento mutuo. Personas que cobran su autoestima desde el respeto que los demás les demuestran. Y, desde esta perspectiva, los discursos intolerantes que proliferan en países de Europa y en Estados Unidos están causando un daño irreparable. Por sus consecuencias, porque incitan al maltrato de los colectivos despreciados, y por sí mismos, porque abren un abismo entre el “nosotros” de los que están convencidos equivocadamente de su estúpida superioridad, y el “ellos” de aquellos a los que, con la misma estupidez, consideran inferiores.

Naturalmente, el derecho está abordando desde hace tiempo estas cuestiones, preguntándose por los criterios para distinguir entre el discurso procaz y molesto, pero protegido por la libertad de expresión, y los discursos que atentan contra bienes constitucionales. Como se pregunta también por las políticas de reconocimiento desde el marco de las instituciones.

Sin embargo, el derecho, con ser imprescindible, no basta. Porque el conflicto entre libertad de expresión y discurso del odio no se supera solo intentando averiguar hasta dónde es posible dañar a otros sin incurrir en delito, hasta dónde es posible humillar su imagen sin llegar a merecer sanciones penales o administrativas. En realidad, las libertades personales, también la libertad de expresión, se construyen dialógicamente, el reconocimiento recíproco de la igual dignidad es el auténtico cemento de una sociedad democrática. Tomando de Ortega la distinción entre ideas y creencias, que consiste en reconocer que las ideas las tenemos, y en las creencias somos y estamos, podríamos decir que convertir en creencia la idea de la igual dignidad es el modo ético de superar los conflictos entre los discursos del odio y la libertad de expresión, porque quien respeta activamente la dignidad de la otra persona difícilmente se permitirá dañarla.

En su libro El discurso del odio se preguntaba Glucksmann si el odio merece odio y respondía que para combatirlo basta con sonreír ante su ridículo. Sin embargo, y regresando al comienzo de este artículo, no creo que haya que sonreír ante el odio, ni siquiera con desprecio. Porque es destructor y corrosivo, quiebra el vínculo humano y provoca un retroceso de siglos.

Cultivar un êthos democrático es el modo de superar los conflictos entre la libertad de expresión y los derechos de los más vulnerables. Porque de eso se trata en cada caso: de defender los derechos de quienes son socialmente más vulnerables y por eso se encuentran a merced de los socialmente más poderosos.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/03/16/opinion/1489679112_916493.html

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Medios sin miedo

Alejandro Floría Cortés

Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación,

os harán amar al opresor y odiar al oprimido”

El-Hajj Malik El-Shabazz (Malcom X)

“El capitalismo post-industrial que, por mi parte, prefiero calificar de Capitalismo Mundial Integrado (CMI), tiende cada vez más a descentrar sus núcleos de poder de las estructuras de producción de bienes y de servicios hacia las estructuras productoras de signos, de sintaxis y de subjetividad, especialmente a través del control que ejerce sobre los medios de comunicación, la publicidad, los sondeos, etcétera”

Félix Guattari

“Lo que importa es el conocimiento. No tiene interés, creo yo, insistir en la información. Hay que insistir más bien en la relación que ésta tiene con el conocimiento y el poder económico y político. Hay que averiguar quiénes son los dueños de las fuentes de información y de los medios de difusión. Si la información está distribuida equitativamente, puede beneficiar a todo el mundo. Si, en cambio, está concentrada en pocas manos, va a beneficiar primordialmente, sino exclusivamente, a los dueños de esas fábricas de información.“

Mario Bunge

Leo que el consumo televisivo diario de los españoles se situó el pasado mes de septiembre de 2016 en una media de 231 minutos (3 horas y 51 minutos) [1]. Para quien le guste la cosa de los porcentajes, esto viene a ser el 15% de las 24 horas de nuestros días, ahí es nada, y el 22% del tiempo que pasaría (dudosamente) despierto si tuviese suficiente con seis horas de sueño diarias.

Tanta devoción deja poco tiempo para leer, claro. Ojalá hubiera, al menos, un cierto interés en ello y es que el barómetro del CIS del mismo mes [2] confirma que, haberlo, lo hay poco. Así, casi un 40% de los encuestados, dice el informe, no ha leído ni un solo libro en el último año, lo que parece de esperar si el 57,5% de los encuestados nunca ha acudido a una librería y el 74,7% tampoco ha pisado una biblioteca.

Con estos datos no aporta mucho ahondar en el resto de los porcentajes, ni entrar en demasiadas consideraciones sobre qué programas de televisión tienen mayor audiencia [3] o qué títulos son los más vendidos [4] (mucho podríamos discutir si duele más lo presente o lo ausente), ni detenernos en cuánto y cómo han influido en estas cifras los libros electrónicos, la web 2.0 [5] y la prensa digital [6].

Lo que parece evidente es que hay una clara preferencia, ya hace tiempo prevista, analizada e interpretada, por el consumo de entretenimiento e información procesados en formatos, tiempos y alcances muy concretos, más saciantes que edificantes, así como por frecuentar espacios virtuales en los que resulta tremendamente sencillo encontrar a alguien que te de la razón y experimentar, con un bajo coste emocional, todas las vicisitudes de cualquier relación presencial.

En esta tesitura, los Salvados de Jordi Évole, se convierten, en las redes, en el paradigma de todas las tomas de conciencia. Utilizo intencionadamente el término en plural, dada la eminente orientación de estos programas a la denuncia de diversas consecuencias, en lugar de tratar el cómo de lo que, a todas luces, es una sola causa.

Así, los días siguientes al documental sobre los minerales de sangre (10/11/16), proliferaba en el 2.0 el concienciado discurso de que el próximo móvil a adquirir habría de ser libre de coltán, y si el coltán era imprescindible, pues que estuviera libre de sangre, y profundos razonamientos en esta línea.

Eso sí, de descolonizar África y de reponer la huella histórica-ecológica-económica, nadie dice nada. ¿Cómo puede resultar tan increíble algo tan obvio?. ¿Intuimos que acabaría con nuestro way of life?. Idéntica observación podemos hacer en cuanto al capítulo del Astral, que asumía el discurso oficialista euro-americano. ¿Qué aspiras a cambiar, entonces, Jordi Évole?

Ilustra a la perfección J.R. Mora en una de sus viñetas la creación de categorías de pobreza que posibilitan la desconexión y el no reconocimiento entre las víctimas de las unas y las otras. Válido más allá de toda escala, alcance y geografía. Así, tres indigentes sin rostro se calientan en torno a una fogata en un pequeño barril:

  • “Me han dicho que tengo pobreza energética, emergencia habitacional, inseguridad alimentaria y ligeros desajustes en el bienestar” – dice el primero.
  • “Pues yo sólo soy pobre” – replica el segundo.
  • “Menudo pringao,…” – apunta un tercero.

La consolidación de la falsa multiplicidad de los síntomas de la misma enfermedad conduce a la urgencia de lo paliativo, a aspirar a mínimos, a dispersar esfuerzos y recursos, a las lentes para ver de cerca, a los ansiolíticos y a los antidepresivos. A que lo natural y necesario empiece a concebirse inimaginable.

En este sentido, los miedos de masas, en tanto que sirven y forman parte de intereses particulares, tienen una función eminentemente destructiva de la cohesión social y del pensamiento crítico. Apenas la derecha se siente fuerte, sustituye el pensamiento por la violencia, escribía Simone de Beauvoir (vis “fuerza”, -olentus “abundancia”, violens “impetuoso, furioso”).

Esta violencia se materializa, también, mediante esa habilidad de los legisladores de legalizar lo ilegítimo y de ilegalizar lo legítimo. Y la de los medios para consolidar el desastre en el imaginario popular. Así, parece ser que terrorismo, o presunto terrorismo, es citar un chiste de humor negro, una pelea de bar, denunciar una in-justicia en una obra de títeres o explotar el filón que ofrece el gobierno en la cosa de los memes; parece ser, por contra, que no lo es el saqueo de las arcas públicas, la pederastia en la iglesia, matar a golpes a un detenido o sacarle un ojo a un manifestante. Los caminos de los mass mierda para hacer versión y silencio son inescrutables.

Parece, cuanto menos, ilusionante el proyecto del Salto [7], en el que el colectivo editor de DIAGONAL plantea “la creación de una cooperativa estatal de medios y el lanzamiento de un nuevo medio de calidad, incisivo, con nuevos formatos y hecho desde las premisas de la economía social”.

Para ello convocaron a más de 20 medios (Pikara Magazine, El Salmón Contracorriente, Arainfo (Aragón), Directa (Catalunya), Praza Pública (Galiza), Último Cero (Valladolid), El Salto Andalucía, Galiza Ano Cero, Wiriko, Nodo50, SiberiaTV, La Marea, Pamplonauta (Nafarroa), La Entrevista del Mes, revista Ecologista, revista Pueblos, Viento Sur, Colectivo Burbuja, Revista Bostezo, medios locales como Voces de Pradillo (Móstoles), Periódico de Hortaleza, El Despertador, Ágora Alcorcón, Periódico 15M, diferentes radios libres comunitarias…).

Acumulación de fuerzas más que sugerente que entiende “el periodismo como una herramienta a disposición del tejido social y de los debates e ideas que de aquí surgen, como una herramienta más que posibilita esos cambios”.

Cualquier posibilidad de transformación parece pasar, indefectiblemente, por la auto-organización y por la cooperación y, por supuesto, por formas de pensar radicalmente diferentes e iniciativas consecuentes con ese pensamiento. Y ningún ámbito queda excluido. Lo cierto es que, en algún momento y en algún lugar, tendremos que encontrarnos.

[1] El consumo televisivo diario subió en octubre hasta las 3 horas y 51 minutos (según un informe elaborado por Barlovento Comunicación con datos de Kantar Media)

http://www.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/internet/consumo-televisivo-diario-octubre-minutos_0_968003507.html

[2] Los españoles siguen sin leer

http://www.estandarte.com/noticias/varios/habitos-de-lectura-de-los-espanoles-segun-el-cis-_3661.html

[3] Fórmulas TV – Audiencias

http://www.formulatv.com/audiencias/

[4] Los 20 libros más comprados en las librerías de Casa del Libro

http://www.casadellibro.com/libros-mas-vendidos/20

[5] Estudio de Redes Sociales 2016 – IAB Spain

http://www.iabspain.net/wp-content/uploads/downloads/2016/04/IAB_EstudioRedesSociales_2016_VCorta.pdf

[6] La mitad de los internautas lee prensa digital a diario

http://www.rtve.es/noticias/20160504/mitad-internautas-lee-prensa-digital-diario/1348380.shtml

[7] Más de 20 medios de comunicación se encuentran para dar El Salto

https://www.diagonalperiodico.net/promocion/32264-22-medios-comunicacion-se-citan-para-dar-salto.html

Fuente del articulo:https://elcomunista.net/2016/11/19/medios-sin-miedo/

Fuente de la imagen:https://elcomunista.files.wordpress.com/2016/11/medios-sin-miedo.png

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Transmitirá la Televisión Cubana Programa de Preparación para los Exámenes de Ingreso a la Educación Superior

Cuba / www.granma.cu / 8 de Febrero de 2017

Este programa, destinado esencialmente a los estudiantes de duodécimo grado, comenzará a  transmitirse por el Canal Educativo, a partir del 7 de febrero hasta el 13 de abril

Atendiendo a la importancia que reviste para la familia cubana el ingreso a la educación superior de los estudiantes de la enseñanza preuniversitaria, la Televisión Cubana, en colaboración con el Ministerio de Educación, transmitirá, como en años anteriores, el Programa de Preparación para los Exámenes de Ingreso a la Educación Superior.

Este programa, destinado esencialmente a los estudiantes de duodécimo grado, comenzará a  transmitirse por el Canal Educativo, a partir del 7 de febrero hasta el 13 de abril, los martes, miércoles y jueves entre las 8:00 y las 9:00 de la mañana, con la excepción del periodo comprendido entre el  6 y  el 20 de marzo, momento en que los estudiantes de esta enseñanza se enfrentarán a las pruebas finales.

Teniendo en cuenta la experiencia acumulada en las ediciones anteriores, un prestigioso colectivo de profesores del sistema nacional de educación ofrecerá métodos, procedimientos; propondrá actividades de trabajo independiente y orientará referencias bibliográficas, que permitirán a los estudiantes ejercitar los conocimientos y habilidades adquiridas en las asignaturas de Historia de Cuba,  Matemática y Español, durante su paso por la enseñanza preuniversitaria.

La transmisión de este programa conllevará a que se realicen ajustes en los horarios habituales de programación de los cursos de Universidad para Todos que hoy se ofrecen por el Canal Educativo. Durante el periodo de salida al aire de las clases de Preparación para los Exámenes de Ingreso a la Educación Superior, las emi­siones de Universidad para Todos programadas para los martes, miércoles y jueves en el horario de 8:00 a 9:00 de la mañana, emplearán el horario de 7:00 a 8:00 de la mañana de los propios días.

De esta manera el Instituto Cubano de Radio y Televisión continúa en el empeño de llevar a toda la población una programación de su interés, a la vez que se constituye en una vía para apoyar la labor de los profesores de la enseñanza preuniversitaria y contribuirá a que los estudiantes enfrenten con éxito la etapa final de preparación con vistas al ingreso a la Educación Superior.

Fuente: http://www.granma.cu/cuba/2017-02-03/transmitira-la-television-cubana-programa-de-preparacion-para-los-examenes-de-ingreso-a-la-educacion-superior-03-02-2017-23-02-46

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Entrevista con el investigador y académico Lorenzo Meyer “Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”

Entrevista con el investigador y académico Lorenzo Meyer
“Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”
Mario Casasús
El Clarín de Chile
En entrevista con Clarín.cl Lorenzo Meyer (1942), politólogo mexicano, denuncia la estructura del régimen de Peña Nieto y el desmantelamiento del nacionalismo: “El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente. Son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía”. El doctor Meyer reitera: “Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos”.Autor de los libros: Su Majestad Británica contra la Revolución mexicana (1991), La segunda muerte de la Revolución mexicana (1992), Liberalismo autoritario (1995), El Estado en busca del ciudadano (2005), De la euforia del cambio a la continuidad (2007), Las raíces del nacionalismo petrolero en México (2009), Nuestra tragedia persistente (2013) y Distopía mexicana (Editorial Debate, 2016), entre otros libros y antologías en coautoría.

El investigador y catedrático del Colegio de México hace una declaración de principios: “Mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos”. Desde el ámbito académico se enfrenta al poder, afirma Lorenzo Meyer: “porque lo considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias”.

MC.- Doctor, ¿cómo surgió el libro Distopía mexicana?

LM.- Este libro lo hice en dos etapas, cada semana tengo que redactar un artículo para la prensa, pero escribo todos los artículos pensando en un libro, no pienso en la coyuntura de ese día o semana, tomo los temas actuales, tal vez es muy presuntuoso o muy humilde –no sé cuál de las dos-, “escribo menos para el presente y más para el futuro”, quiero dejar un testimonio. Hace años, cuando comencé a colaborar en un periódico me costó algunos reproches del medio académico, un personaje que llegaría a ser presidente del Colegio de México me dijo: “veo muy mal que escribas en el periódico, porque la vida académica es una vida centrada y concentrada para el mundo universitario, escribir para un público mayor es degradante”; como no le hago mucho caso a las autoridades –ni a las de mi institución, por eso nunca me dejaron llegar a puestos directivos-, seguí colaborando en un periódico, en la radio y la televisión pública, en mis primeros años tenía el respaldo de Cossío Villegas que escribía en Excélsior.

MC.- ¿Reescribió los artículos del periódico “Reforma” para Distopía mexicana?

LM.- En este libro no encontrarán los artículos, me sirven como materia prima para rehacerlos y comprimirlos, a veces una página de mis libros lleva algo de 2 o 3 artículos, la mayor parte del material periodístico está desechado, espero que alguien, algún día, lea mi reflexión sobre la vida política y cotidiana de nuestro país. En “Distopía mexicana” están los últimos 5 años: el final del gobierno de Felipe Calderón y la primera mitad del gobierno de Peña Nieto, voy viendo la evolución -o involución- y reflexiono, en parte yéndome a la historia del fenómeno –aportando el contexto histórico-, en parte recurro a la teoría política, voy tratando de escribir para un público mayor, exactamente lo contrario que me reprochó el que sería presidente del Colegio de México. Mario, no crea que fue fácil escribir de manera sencilla, porque en la vida académica –sobre todo cuando yo empecé- premiaban lo confuso, entre más confuso y obtuso solían decir: “este doctor debe ser un genio, porque no le entendí nada, debe ser brillante, alcanza alturas insospechadas”. Se pueden escribir cosas profundas de manera sencilla, no hay que dar muchas vueltas ni usar conceptos de los iniciados en ciencias políticas, se puede decir lo mismo de una manera más simple.

MC.- ¿La Distopía corresponde a la decepción de los sexenios de Calderón y Peña Nieto, o tiene que ver con el estado de ánimo al perder las utopías?

LM.- Tiene que ver con una decisión, por lo menos con la palabra “distopía”, de enfrentarme a un poder que considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias -coincido con la observación de Cossío Villegas publicada en 1947, aunque él fue injusto con Lázaro Cárdenas-, escribo desde la única opción que me queda, pude inscribirme a un partido político y tener una participación en la administración pública, pero considero a los partidos políticos parte fundamental del problema, por otro lado, creo que en un punto chocan ser académico y militar en un partido, porque un partido político exige lealtades, tienen objetivos y uno tendría que ajustarse a esos objetivos, el académico de las ciencias sociales tiene que ser crítico de la situación en su entorno. Los académicos que militan en un partido político pierden independencia; para bien o mal en mis libros está mi juicio, pero es mío, no le estoy haciendo la corte a nadie, ni le estoy prestando servicio a los gobernantes, mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos.

MC.- Después de investigar los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto, ¿podríamos hablar de un patrón de conducta gubernamental o comparten pocos puntos similares?

LM.- El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente -es lo menos importante porque la naturaleza nos da las neuronas, si el presidente y los secretarios de Estado tienen un número limitado de neuronas no sería tan grave, si fueran honestos, si tuvieran un compromiso social, la inteligencia no sería tan importante-, pero son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía, ¿todos los presidentes han sido corruptos?, yo salvaría a Lázaro Cárdenas, algunos secretarios de Estado se han comprometido con un proyecto nacionalista, también hay muchos servidores públicos honrados.

MC.- Pienso en un par de embajadores admirables: Gonzalo Martínez Corbalá y Gilberto Bosques…

LM.- De acuerdo, el problema está en la cúpula.

MC.- El libro comienza con el capítulo dedicado a la relación México-Estados Unidos, ¿es un orden aleatorio o era una propuesta profética ante el triunfo de Trump?

LM.- No es aleatorio, pero tampoco lo pensé así, no me sorprende el triunfo de Trump. Mi primera investigación fue sobre el petróleo y la expresión positiva del nacionalismo mexicano; el nacionalismo mexicano es defensivo, no es el nacionalismo alemán de la década de 1930, tampoco es el ofensivo nacionalismo norteamericano. Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos; el embajador francés Alain Rouquié publicó el libro: México, un país de la América del norte (2014), su tesis era muy sencilla: “México decidió cortar con su historia como país latinoamericano y apostó por su geografía”. La geografía no es destino, si fuera destino Cuba sería una islita en medio de la nada, pero lograron su independencia y tuvo un costo enorme impuesto por el embargo de Estados Unidos. Según Rouquié: “México apostó por lo que era natural”, no era natural, porque desde Estados Unidos nos dicen: “fíjense en el espejo, ustedes son morenos, no saben inglés, no pertenecen al norte, nos desagradan y vamos a construir una muralla en la frontera”. ¿Quién demonios pensó que realmente nos dejarían ser parte de Norteamérica?, el gobierno de México desmanteló lo poquito que construyó la revolución: el nacionalismo defensivo y la autonomía relativa.

MC.- Entre los problemas domésticos, ¿cuál le preocupa más?, ¿la violencia del narco o la corrupción?

LM.- La corrupción, porque la violencia es resultado de la corrupción. La corrupción propicia la violencia, la corrupción es una manera de decirle a las instituciones que son débiles, que no tenemos una estructura a la altura del siglo XXI, por eso me preocupa la corrupción, porque nos detiene en la construcción del Estado de derecho, donde la ley se cumpla, la ley en México puede ser injusta, además de ser injusta la ley no se cumple. Domésticamente me preocupa la corrupción porque afecta la estructura extremadamente injusta y desigual de México.

MC.- ¿Cuál sería su reflexión sobre los efectos de la violencia del narco en México?

LM.- Por un lado tienes al SAT (Servicio de Administración Tributaria) intentando recaudar los impuestos y del otro lado está la eficacia del narco que cobra derecho de piso a los pequeños comercios y a las escuelas, el crimen organizado te hace su víctima para extorsionar, o te conviertes en el enemigo para exterminar, o mueres como daño colateral de una balacera.

MC.- El libro termina con el capítulo: “Los medios”, analiza la libertad de expresión, el despido de Carmen Aristegui y el legado de Julio Scherer. ¿Cómo podrán debatir los académicos, los periodistas y los lectores ante la censura del gobierno?

LM.- Una sociedad sana requiere que los medios sean libres, autónomos y plurales. Incluí el caso de Carmen Aristegui porque la conocí, colaboré en su programa durante años, muchas veces le dije: “Bueno Carmen, ¿hasta cuándo te van a dejar frente a los micrófonos?”, ella se reía de mi broma, pero en W Radio le ofrecieron permanecer en el programa con la condición de que la XEW (filial radiofónica de Televisa) pondría el contenido editorial, Carmen se fue y le costó mucho trabajo conseguir trabajo hasta que MVS Radio la contrató, porque ellos querían tener a una periodista de peso para negociar con el gobierno, Carmen y MVS firmaron un código de ética donde ella era libre, pero un día Felipe Calderón se ofendió con la pregunta sobre sus problemas de alcoholismo, la despidieron momentáneamente, MVS reinstaló a Carmen porque las negociaciones con Calderón no funcionaron y luego llegó la gran investigación de la “Casa Blanca” de Peña Nieto y Angélica Rivera, el resto es historia. Carmen presentó una demanda ante la Suprema Corte de Justicia para que se pronuncien si tiene sentido que los medios privados al usar un bien público deben respetar la libertad de expresión, la Corte hizo como que la virgen le habla, fallaron las instituciones, sus instituciones están podridas, la parte sana de México se estrella contra las instituciones podridas, el caso Carmen es emblemático y lo conocí de primera mano.

MC.- Finalmente, ¿qué opciones tiene la ciudadanía si la podredumbre del gobierno es irreversible?

LM.- ¿Qué hacemos contra las instituciones?, no estamos en un caso extremo, no vivimos en el régimen nazi, tampoco en la dictadura de Stalin. ¿Qué hacemos?, en nuestro pequeño espacio y mientras se pueda: cumplir con mi responsabilidad individual. Pero, qué hace alguien que no tiene una historia de ciudadanía, en un sistema que compra el voto y que usa la pobreza para ganar las elecciones que son espurias, pero son formalmente son legales, los acarreados y militantes van a votar y se benefician con alguna cosa material y el sistema se perpetúa, ¿qué hacemos?, hay una parte de la sociedad que reacciona ante la compra del voto porque puede, pero no podemos culpar enteramente a la otra parte porque son pobres y no se les dio la educación necesaria para entender cómo están metidos en el círculo infernal, donde ellos perpetuarán su pobreza mientras sigan votando de esa manera clientelar, el PRI tiene las estructuras clientelares para mover a sus bases y comprar las elecciones. ¿Qué hacer?, individualmente tenemos que reaccionar en contra del sistema, lo que no es garantía de que colectivamente podamos echar al PRI, se hizo un esfuerzo en la elección del año 2000, pero el personaje y el equipo que llegaron a dirigir al país no estuvieron a la altura, ni en broma, y se dejaron tragar por esas estructuras y se convirtieron en lo mismo que antes habían criticado. Espero sin mucha ilusión la elección del 2018, en fin, tenemos que ver entre la oferta que viene para 2018 quién da la posibilidad real de enfrentarse a una estructura y sus intereses creados.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221555

Imagen: http://www.estrategiamagazine.com/marketing/educacion-superior-en-marketing-en-mexico/

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Bits de Comunicación Popular

Sursiendo

Hablemos sobre la prensa, Internet y comunicación popular, en estos tiempos difíciles

Cuando nació la prensa escrita, allá por el siglo XVII, con publicaciones semanales llamadas las gacetas, y se consolidó en el siglo XVIII, el mundo estaba cambiando. Era síntoma y a la vez aporte hacia un mundo nuevo que estaba naciendo: crecimiento urbano, industrialización, revoluciones burguesas, movimientos de independencia en América Latina, etc. Aumentaba la población que sabía leer y escribir, y estaba ávida de conocer y organizarse. Se gestaba una incipiente opinión pública, que al estar informada se relacionaba de otra forma con el poder, y exigía derechos fundamentales. La prensa aportaba noticias y opiniones, lo cual muchas veces fomentaba el espíritu crítico frente al poder establecido, que abusaba y perpetuaba (o pretendía perpetuar) el oscurantismo, la ignorancia y por lo tanto la obediencia.

Con el correr de las décadas, la prensa cobró mayor importancia e incluso servía de contrapoder, de ahí que se le llamase el cuarto poder, frente al poder ejecutivo, el judicial y el legislativo (que se suponen que tienen que estar separados y actuar como contrapesos de sí mismos en una democracia). Pero la prensa establecía una comunicación muy unidireccional, y llegaba aún a una parte pequeña de la población, aunque tenía el sentido ético de servir a la sociedad.

Después vino la radio y más tarde la televisión se hizo comunicación de masas porque, aunque seguía el modelo unidireccional, iba de un emisor a millones de receptores; las corporaciones de comunicación se hicieron más y más poderosas, concentrándose en industrias del espectáculo, que salvo excepciones fomentaban el status quo político y el desarrollismo capitalista.

También estaban (y siguen) miles y miles de radios comunitarias por todo el mundo, miles y miles de gacetas, boletines o volantes independientes, que creados desde las organizaciones, colectivos o comunidades humanas expresaban sus ideas, sus noticias y sus propuestas, manteniendo ese espíritu crítico y su inquietud ética para con el pueblo.

Pasó el tiempo y en los últimos años del siglo XX se fue expandiendo el uso de Internet, actualmente usado por más del 42% de la población mundial, unos tres mil cien millones de personas (datos de diciembre de 2014). ¿Un nuevo medio? ¿una nueva herramienta? ¿un nuevo espacio? ¿cómo denominarlo?

México trágico
Mueren en México más periodistas que en Afganistán y Somalia, dice un titular del periódico Excelsior en diciembre de 2014. El problema es que en este recuento macabro sólo se incluyen profesionales de la información acreditados… ¿qué pasa con las personas que escriben en un blog informativo, que comunican en las redes sociales de forma seria y permanente? En México muchas de estas personas reciben amenazas, se tienen que refugiar en otras ciudades, son agredidas o son asesinadas.

Se ataca a personas que quieren informar a la sociedad frente al cerco mediático que establecen las empresas, los grupos delincuenciales organizados y las instituciones de gobierno. Son personas que se implican en difundir hechos que debe conocer la sociedad a través de revistas independientes, radios comunitarias, vídeos o notas a través de Internet. Muchas veces formando parte de colectivos sociales, que están actuando en las propias luchas que se difunden.

Internet popular
La prensa tal y como existía desde hace 200 años ya está agotando sus últimos momentos de poder y protagonismo (¡crisis del papel! dicen algunos). Las sociedades están cambiando a ritmo frenético, pero muchas instituciones sociales no lo quieren ver o intentan evitarlo, para seguir como están. Internet y las formas de relacionarse que plantea están presentes en esos cambios sociales, contrarias al monopolio de un-emisor-muchos-receptores-pasivos. Mucha gente quiere participar y puede hacerlo con los recursos digitales, creándose lo que Manuel Castells llama autocomunicación de masas,

“Es comunicación de masas porque potencialmente puede llegar a una audiencia global (…) Es autocomunicación porque uno mismo genera el mensaje, define los posibles receptores y selecciona los mensajes concretos. Es producto del desarrollo de las llamadas Web 2.0 y Web 3.0, o el grupo de tecnologías, dispositivos y aplicaciones que sustentan la proliferación de espacios sociales en Internet y su contenido está autogenerado, su emisión autodirigida y su recepción autoseleccionada por todos aquellos que se comunican”.

¿Por qué no considerar comunicadores y comunicadoras a quien usa esos medios de esa forma?

Medios y tercios en acción
Hace pocas semanas participamos brevemente en un encuentro de medios alternativos, comunitarios, ciudadanos o como quieran llamarse, para realizar un pequeño taller de seguridad digital, pero también a escuchar y aportar sobre la comunicación social (no comercial). Fue un encuentro fraterno en las montañas del sureste mexicano, donde hasta café y pan dulce recién horneado había… planteándose a modo de semillero, para definir líneas, formas y confluencias de trabajo.

Ahí se produjo un debate interesante sobre la exigencia o no de profesionalismo a la hora de realizar la labor comunicativa. Pero no en el sentido profesional de cobrar y ser periodista formalmente acreditado, no. Profesional en el sentido de dedicarle tiempo y esfuerzo para llegar a mucha gente y que sea interesante y entendible lo que se comunica. Por supuesto, ahí entra la actitud de saber a quién quieres llegar, y cómo.

En las escuelas y facultades de periodismo aún se predica la necesidad de la objetividad, de que el o la periodista es una persona con una misión social, por encima del resto de mortales. También se tratan algunos temas éticos, pero pocos. “Lo importante es la objetividad”, como si los profesionales de la información no fuesen sujetos, no tuviesen memoria histórica, sentimientos, vida cotidiana, frustraciones y simpatías. Todo ello finalmente se convierte en vender un producto, con apariencia de aséptico, pulcro y neutral, cuando en realidad es sólo un producto que beneficia a la empresa informativa de turno.

Frente a esto está la comunicación popular, que viene desde la educación popular de Paulo Freire y la teología de la liberación. Se puede definir como el proceso de interacción que se da entre seres humanos, en la colectividad que comparte su memoria histórica, que crea conciencia crítica y de justicia social, reflejando su realidad. Y también son las distintas formas en que se puede plantear esa interacción social.

Según Jorge Merino Contreras, la Comunicación popular:

“es aquella que partiendo de la cultura y necesidades de los grupos, transforma las características de la comunicación dominante; donde emisores y receptores intercambian continuamente sus posiciones; aquella que está definida prioritariamente para la participación de todos los sujetos que en ella intervienen, sobre todo aquellos a los que más directamente les atañe el proceso en el que están incluidos”.

Como explica Mario Kaplún, uno de sus impulsores en América Latina, se puede designar: “comunicación horizontal”, “comunicación participativa”,  “comunicación popular”, es la comunicación micro frente a la macro de los mass media.

Pero con Internet esta comunicación deja de ser tan micro, y sirve para comunicar denuncias, luchas, logros, propuestas, vivencias, errores, cotidianeidades, cultura, etc. que pueden ser leídas, escuchadas o vistas por millones de personas. Revaloriza el ser sujeto, frente a la objetividad, y hace suyo realmente el término glocal: piensa local y actúa global y viceversa. Da posibilidad de participación, de creación, de retroalimentación. Porque además es entrar en contacto, ejercer verdadera comunicación, recibir respuestas y comentarios, da la posibilidad de articularse y organizarse. Porque Internet es más que un medio, es más que una herramienta, es más que un espacio.

Pero sin duda, hay que dejar de lado el determinismo tecnológico, las máquinas por sí solas no nos ayudan; la tecnología puede ser de ayuda si las utilizamos de forma social y éticamente responsable, si no dejamos que se adueñen de ellas los intereses económicos y políticos privatizadores y de pensamiento único. Internet nos da posibilidades expresivas y de difusión sin precedentes, y en nuestras manos está que aprovechemos eso.

Participemos en la comunicación popular 2.0 ¡Hackeemos la comunicación!

Fuente del articulo: http://sursiendo.com/blog/2015/08/bits-comunicacion-popular/#more-5189

Fuente de la imagen:http://www.somoselmedio.org/sites/default/files/3_15.jpg

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Naomi Klein

En este libro se analiza la influencia de las marcas en la humanidad mediante sus técnicas de expansión, y describe los entornos económicos y culturales que suscitan una gran resistencia/rebeldía como respuesta a este dominio empresarial. Para ello la autora desarrolla temáticas como la imagen de la marca, el mercado del trabajo y del consumo, permeando todos los espacios y ámbitos de la vida cotidiana, desde la educación hasta nuestras sociedades en pleno.

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