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Los docentes innovadores son bichos raros

Por: Javier Palazón

Los docentes innovadores son bichos raros. Unos frikis, vaya. No lo digo yo. Lo suelen decir ellos mismos casi de forma automática cuando se presentan en público para definir la labor que realizan en su centro educativo o, simplemente, expresan con estas palabras la imagen que ellos creen que tienen entre sus compañeros.

Bichos raros porque, en definitiva, han decidido abandonar la tan manida zona de confort para emprender un viaje hacia un territorio desconocido, hacia una educación cuyos cimientos y andamiajes se están construyendo ahora mismo

Después de muchos años de coincidir con estos bichos raros en toda clase de eventos educativos y de conocer de primera mano sus proyectos e iniciativas, entiendo perfectamente que se sientan y se definan de este modo. Motivos para autodenominarse así no les faltan. Son raros por creer en una educación muy diferente a la tradicional, en las antípodas de la clase magistral; raros porque siguen en su empeño a pesar de no contar en numerosas ocasiones con el apoyo de sus compañeros de claustro o, mucho peor, de lo equipos directivos de sus centros; raros porque suelen olvidarse de los libros de texto cada comienzo de curso para utilizar en sus clases cualquiera de las pedagogías activas de las que llevamos hablando años en este medio de comunicación (Trabajo por Proyectos, Flipped Classroom, Aprendizaje Cooperativo, gamificación…); raros porque creen en la importancia de la Inteligencia Emocional dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje; raros porque son conscientes de que cada estudiante tiene una capacidad distinta a la de su compañero, ni mejor ni peor, pero diferente (Inteligencias Múltiples); raros porque, en definitiva, han decidido abandonar la tan manida zona de confort para emprender un viaje hacia un territorio desconocido, hacia una educación cuyos cimientos y andamiajes se están construyendo ahora mismo con el objetivo de disfrutar de un edificio sólido y con muchísimo futuro por delante.

Son raros por creer en una educación muy diferente a la tradicional, en las antípodas de la clase magistral

Recientemente tuve el placer de convivir durante todo un fin de semana con multitud de estos bichos raros. Fue en la ciudad de Almería, en el marco del #EABE2017, donde se dieron cita más de 500 docentes procedentes no sólo de Andalucía, sino también de otros puntos de la geografía, y hasta de Latinoamérica, para formarse y reflexionar sobre los más variados temas relacionados con el presente y futuro de la educación. Por supuesto, fueron ellos mismos los que se pagaron de su propio bolsillo todos los gastos derivados de asistir a un evento de estas características, organizado también de forma altruista y horizontal cada año con auténtica pasión por un equipo de docentes de una provincia andaluza distinta. Y todo ello, por supuesto, fuera de su horario laboral y solicitando un día libre en muchos casos para no perderse nada. Definitivamente, los docentes innovadores son bichos raros. ¿Y tú?

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/los-docentes-innovadores-bichos-raros-javier-palazon/45870.html

 

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GNOSS educación: Más allá de moodle

GNOSS Universidad 2.0 trata de un enfoque de educación superior orientado a mejorar, enriquecer y acelerar el aprendizaje de los alumnos en la Universidad utilizando las posibilidades de las herramientas de la web 2.0  (redes sociales) y de la semántica. No se trata del e-learning tradicional, cuyo paradigma es Moodle, que en demasiadas ocasiones ha convertido internet en un espacio educativo para hacer lo mismo que en el aula con otros medios.

GNOSS educación: mas allá de moodle

Fuente de la reseña: https://www.gnoss.com/recurso/gnoss-educacion-mas-alla-de-moodle/175bbbe7-ff22-4570-9772-f99fa5342f90

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Entrevista a Richard Gerver: “Hay demasiadas modas pasajeras en la educación”

Reino Unido / Autor: Pilar Álvarez / Fuente: El País

El experto en innovación educativa, asesor del Gobierno británico, afirma que las escuelas se centran demasiado en lo académico y es crítico con los exámenes y los deberes

Sale al escenario a insuflar ánimos. Y Richard Gerver (Londres, 1969) logra arrancar carcajadas en una sala donde centenares de profesores siguen sus charlas sobre innovación educativa. Doctor en Educación por la Universidad de Derby, escritor y asesor en temas de educación del Gobierno británico, este profesor saltó del aula al reconocimiento internacional por su trabajo como director de un colegio donde aplicó un exitoso plan para motivar a alumnos y docentes y combatió el alto índice de fracaso escolar. Es discípulo de Ken Robinson, uno de los pensadores educativos más solicitados. Como él, Gerver defiende que las escuelas se han centrado demasiado en lo académico y están reaccionando “con excesiva lentitud ante los cambios del mundo”. Recientemente estuvo en Zaragoza en una convención sobre innovación educativa organizada por el Gobierno de Aragón, donde se realizó esta entrevista.

Pregunta. Si fuera ministro de Educación, ¿por dónde empezaría?

Respuesta. Hay que aprender qué necesitan nuestros chicos para convertirse en seres humanos de éxito. Conversaría con educadores, empresarios, padres, estudiantes… Trabajaríamos para diseñar un sistema educativo acorde.

P. ¿Los políticos no hacen eso tan sencillo que usted propugna?

R. No, porque siempre viven en el corto plazo, para ganar las siguientes elecciones. Y muchos padres, aunque quieren lo mejor para sus hijos, creen que esto consiste en la misma receta que ellos recibieron. Pero el mundo ha cambiado. Lo que valía hace 20 años ya no vale.

P. ¿Hay países que lo estén haciendo?

R. Los más jóvenes. En parte de América Latina, por ejemplo Colombia. Parte de Asia también. Hasta China se ha dado cuenta de que el sistema tradicional no funciona para el futuro. Y los países escandinavos, por supuesto.

P. ¿Qué es innovar en la escuela?

R. Necesitamos un sistema educativo que siempre cuestione sus procesos. Innovar sugiere un gran momento de transformación, pero no puede hacerse demasiado rápido.

P. A veces se propugnan cambios sin suficiente evidencia científica.

R. Trabajar en el desarrollo del ser humano es algo complejo. Por un lado, no podemos esperar a tener un 100% de evidencia antes de cambiar algo pero, por otro, hay demasiadas modas pasajeras en educación. Muchas ideas que suenan fantásticas no promueven cambios. Tenemos que ser capaces de generar nuevas ideas y ponerlas a prueba.

P. ¿Puede la tecnología sustituir a los libros de texto?

R. El problema es cómo los usamos. Si los profesores solo siguen el libro, se están perdiendo el elemento personal. Si todo lo que hacemos es cambiar los libros por tecnología y usarla del mismo modo se trata simplemente de otra forma de cometer el mismo error.

P. ¿Qué papel cree que deben jugar los exámenes?

R. En España o Inglaterra son la razón de ser de la escuela. Esto tiene que parar. La educación no va de aprobar exámenes, sino de desarrollar a los jóvenes para que tengan éxito.

P. ¿Cómo medir entonces el progreso de los alumnos?

R. Los profesores no necesitan los exámenes para eso. Seamos serios. Están evaluando a sus alumnos todo el tiempo. Los exámenes existen porque les gustan a los políticos y los piden los padres. Pero, en realidad, como herramienta, obstaculizan la educación, no la mejoran. La OCDE señala que los países con sistemas que se centran en exámenes son en los que los chicos tienen más dificultades para encontrar un trabajo. Esto se debe a que la educación no está enfocada a su desarrollo, sino a prepararlos para un examen.

P. En España es recurrente también el debate sobre los deberes.

R. La primera pregunta es para qué ponemos a los niños a hacer deberes. Los deberes tradicionales suponen normalmente tenerlos sentados en una mesa haciendo ejercicios durante dos o tres horas. No hay evidencia que indique que los deberes tradicionales supongan una diferencia en la educación de los niños. ¿Son realmente un valor o es algo que hacemos porque siempre lo hicimos?

P. ¿Considera que no tienen sitio en la educación?

R. No, lo que digo es que me gustaría ver deberes de otro tipo, que se permita a los chicos investigar cosas que les interesan. Hay gente que piensa que la escuela es como una versión del purgatorio. La infancia debería ser mágica y excitante. Los niños nacen aprendiendo, son curiosos. Y conforme se van haciendo mayores son cada vez menos entusiastas. Tenemos que preguntarnos por qué pasa esto y dejar de culpar a los niños. No puede ser que todo siga igual solo porque nosotros nos aburriésemos en la escuela.

P. Los adultos se aburren a veces. ¿No cree que la escuela debería enseñar a soportarlo?

R. No digo que los niños tengan que estar pasándolo bien todo el tiempo. Aprender es un trabajo duro porque tienes que retarte a ti mismo. Pero, ¿por qué tenemos que hacer de la escuela algo tan duro durante tanto tiempo? Aún no trabajan, son solo niños. Y lo que sí sé es que los niños felices son los que más y mejor aprenden.

P. Hay familias con más recursos que otras. Un alumno puede ser un apasionado de la literatura porque ha tenido la suerte de que sus padres le hablaran de Dante, mientras que otro no ha tenido esa ventaja en casa. ¿Los métodos innovadores contemplan este desequilibrio?

R. Por supuesto. La educación no solo ocurre en la escuela y no solo tiene que ver con el conocimiento, sino con exponer a los niños a nuevas experiencias, llevarlos a galerías de arte o al ballet… Si todo lo que haces en el colegio es enseñar en un aula y con libros, los niños que tienen estas experiencias en casa siempre estarán por delante de los chavales que no tienen esas oportunidades. Parte del trabajo de los profesores es dar a estos alumnos lo que otros ya tienen en sus casas. Si enfocas tu currículo en hechos factuales y exámenes, los profesores no tienen tiempo de ayudar a desarrollar otras cualidades en los niños.

P. ¿Usted a qué escuela fue?

R. Fui a una escuela privada, mis padres eran ricos. Lo interesante es que no fue mi calidad académica la que me ayudó a tener éxito, sino mis habilidades sociales. El hecho de tener la confianza para hablar con gente, de adaptarme a situaciones diferentes, mi experiencia en el campo de las artes, de los deportes, los viajes, los sitios diferentes que vi por el mundo. No es que los niños no tengan que saber matemáticas, lengua, ciencia, historia… Pero el sistema tradicional se centra solo en estas cosas en lugar de en el desarrollo completo.

P. ¿Qué cambios importantes ha notado en las escuelas desde que empezó a hablar de innovación?

R. He visto evidencias de lo que hablo tanto en educación como en el mundo laboral. Muchos padres españoles soñarían con que sus hijos trabajasen en Google o Apple. Yo he trabajado con ellos y sé lo que buscan. No estoy intentando ser liberal o revolucionario. Yo también quiero que nuestros hijos tengan la oportunidad de crear las próximas Google y Apple.

P. ¿Y por qué su forma de entender la educación aún no es mayoritaria?

R. Hay muchas razones. Una, la transformación cultural no pasa rápido. La sanidad ha cambiado a lo largo de un siglo, paso a paso. Eso no da miedo. Lo que da miedo en educación es que aún estamos en el punto de partida y lo que vemos es la diferencia entre donde estamos y donde queremos estar. Es duro y se necesita un cambio masivo. Eso asusta.

P. España lleva lustros instalada en el debate de cómo atraer a los mejores profesores al sistema.

R. Uno de los retos en países como España es que la educación no disfruta de un estatus social alto. A los profesores no se les paga bien y muchos piensan que es algo que haces si no se te dan muy bien otras tareas, aunque el dinero no es la principal razón. La confianza es lo más importante. Y la admiración. Necesitamos que a los profesores se les mire como a Cristiano Ronaldo o a Messi.

P. Quienes critican la innovación educativa señalan que hay profesores, como usted, que salen del aula para convertirse en ponentes internacionales ya no vuelven a las clases.

R. No hice nada como profesor o como director para convertirme en famoso. Lo hice porque creía que era lo mejor para mis estudiantes. Cuando mi escuela fue conocida, tuve la oportunidad de probarle a la gente que había otra manera de hacer. El día que decidí dejarla fue el más difícil de mi vida, lloré cuando mandé mi carta de renuncia. Antes tenía influencia sobre 30 niños. Ahora doy conferencias por todo el mundo y puedo haber ayudado a más de un millón. Mi argumento es que nunca dejé la escuela, ahora tengo el privilegio de influir en un millón de alumnos. Tengo mucha suerte, pero echo de menos a mis chicos cada día.

P. ¿Cómo educó usted a sus hijos?

R. Fueron a la escuela pública, que es donde nosotros enseñamos [su mujer es directora de centro]. Tienen una educación muy sólida. Mi hijo tiene 16 y la chica, de 21, se prepara para ser maestra. Los dos tienen confianza suficiente para perseguir sus sueños. Son muy felices.

Fuente de la Entrevista:

https://politica.elpais.com/politica/2017/10/02/actualidad/1506943955_129970.html

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La Kenia más vulnerable estudia con tablet: el talento dibuja su futuro con ‘big data’

Kenia/06 de febrero de 2018/Por: Ana Gómez /Fuente: https://www.elconfidencial.com

Un cambio de vida a golpe de click. El aula digital de ProFuturo abre un nuevo camino a los huérfanos del sida y a niños que van a clase entre los vapores del mayor vertedero de Nairobi.

John Kioko traduce cada emoción en un registro y cambia de gesto sin apenas transiciones, como un actor de teatro kabuki. Así pasa de su faceta de profesor serio y concentrado, que organiza a los alumnos para que no salgan amontonados al terminar la clase de Ciencias, a la de maestro satisfecho con su labor, de ser el espejo en el que se miran sus estudiantes y de que le vean como a un igual -otro huérfano del sida en Kenia- que ha pasado por lo mismo que ellos y ha llegado alto.

«Yo soy su héroe, un ejemplo para ellos. ¿Sabes lo que es eso para mí?», dice Kioko, con una sonrisa de media luna. La sonrisa del orgullo. Lleva tres años dedicado a la docencia en la escuela primaria Hotcourses de Nyumbani Village, una aldea-orfanato ubicada a unas tres horas de Nairobi donde 964 niños y 100 abuelas, no necesariamente siempre con vínculos de sangre, conviven como familias para paliar la ausencia de esa segunda generación intermedia que murió sin poder ocuparse de sus niños y mayores, como manda la tradición en Kenia. Su historia es un caso de éxito tras décadas de políticas e iniciativas privadas, como la de esta ONG, para que los huérfanos de la pandemia tengan garantizado un futuro.

Pinche aquí para ver la galería (Foto: Ismael Martínez Sánchez)
Pinche aquí para ver la galería (Foto: Ismael Martínez Sánchez)

Por eso, Kioko se emplea a fondo por sus alumnos a través de la educación, que en su experiencia es «el único camino». «Siendo tan jóvenes y sin padres les ayuda mucho estar en un sitio como este. Me gusta trabajar aquí porque les incentivo para que aprendan, les estimulo para que sean buenas personas en el futuro», cuenta. A sus 24 años, es uno de los jóvenes profesores que desde hace unos meses incorpora tres horas semanales de clases con las tablets del proyecto de educación digital ProFuturo, la propuesta puesta en marcha por Fundación Telefónica y Fundación Bancaria «la Caixa» para reducir la brecha tecnológica en los entornos más vulnerables.

Las respuestas de los alumnos viajan por la nube hasta las oficinas de ProFuturo en Madrid, donde el ‘big data’ permitirá identificar a los grandes talentosLa lección de hoy ha sido especial. Un canon de vocecitas sale de los dispositivos; en la pantalla -con el sistema Weclass- los personajes de la plataforma viajan en un ‘jeep’ por el campo y plantean a los alumnos qué animal es un mamífero y cuál un anfibio. Kioko pasea por el aula mientras los alumnos terminan los ejercicios de Ciencias, con una nube de periodistas españoles deambulando alrededor. De vez en cuando se acerca a su ordenador, conectado con las tablets a través de un ‘router’, y comprueba los resultados de las respuestas y si han terminado todos. A su vez, todos esos datos viajan por la nube hasta las oficinas de ProFuturo en Madrid, donde se hace seguimiento del uso de la herramienta y más adelante el ‘big data’ permitirá identificar el talento en las escuelas más vulnerables. Desde 2016, ProFuturo ha llegado a 5,6 millones de niños y niñas que, según las previsiones serán 7,7 millones a finales de año y unos 10 millones para 2020

Lo del calor asfixiante no es un problema para ellos pero concentrarse no parece una tarea fácil; sin embargo, Kioko tiene mano de hierro y no se oye un alma. Como no hay juegos ni conexión a internet en la aldea la tentación es mucho menor aunque alguno reconoce que la galería de la tablet está llena de ‘selfies’. Para Mary Mutindi, de 12 años, lo mejor de dar clase con tablets es que es «más divertido» y que enseguida sabes si lo has hecho bien. «Y me pongo muy contenta si acierto», dice.

La vida después de las ayudas

Kioko es apenas diez años mayor que sus alumnos. Él pasó por lo mismo que ellos, más o menos. A diferencia de los estudiantes y de su propia hermana pequeña, él no pasó su infancia y parte de su adolescencia en la aldea, sino “fuera”. “Es pasado”, zanja. Y cambia de nuevo de registro a otro más sombrío.

Pero pasada ya la secundaria llegó con su hermana de la mano cuando ella apenas tenía 5 años, acompañados por «otro montón de niños huérfanos». Le agradece a Nyumbani Village, a la ONG homónima, (Nyumbani es ‘hogar’ en swahili, que cuenta con otro ) y a su directora, la religiosa irlandesa Sister Mary Owens el apoyo económico durante su formación como profesor de Educación Primaria.

Sister Mary Owens posa frente a las canchas de la aldea de Nyumbani. (Foto: Ramón Sánchez Orense)
Sister Mary Owens posa frente a las canchas de la aldea de Nyumbani. (Foto: Ramón Sánchez Orense)

«John vino después de terminar la escuela secundaria junto con su hermana pequeña, que es mucho más joven. Él pidió ayuda para formarse como profesor de Primaria y decidimos encargarnos de pagarle los gastos y cuando terminó quiso venir a este colegio, pidió la plaza y la consiguió», relata Owen. El agradecido profesor es el primer beneficiario de Nyumbani Village en revertir la ayuda que le fue dada, pero no el único. «Devolver la ayuda que un día recibiste es muy gratificante», comenta Kioko.

Al menos 2,6 millones de niños huérfanos de Kenia se encuentran en una situación vulnerable, de acuerdo con el marco político de la estrategia contra el sida del Gobierno del país africano. Y de ellos, cerca del 46% perdieron a sus padres por cuenta del VIH. Afrontan una doble estigmatización, pues caminan por la cuerda floja de la exclusión en una sociedad en la que quedan trazas de puritanismo y cargan con la cruz de un virus que les arrebató a sus padres. La buena noticia es que la tasa de afectación del VIH en niños de entre 0 y 14 años se ha venido desplomando en los últimos años, desde los 12.000 afectados en 2013 a los 6.600 en 2015, según la agencia de Naciones Unidas contra el Sida (UNAIDS).

Evitar la transmisión maternoinfantil del VIH en Kenia es todo un desafío porque si la madre o el padre mueren, muchos niños son abandonados por la propia familia. Los niños de Nyumbani Village, en concreto, no son seropositivos.

ProFuturo ha enviado maletas con ‘aulas digitales’ a más de medio centenar de escuelas primarias en Kenia, hasta ahora todos ellos centros privados con contrapartes como los Salesianos de Don Bosco en Nairobi y en Nzikoni, y la Diócesis de Kitui en la región de Kitui, a la que pertenece la escuela de Nyumbani. El objetivo es llegar a un compromiso con el Gobierno de Kenia para llevar los dispositivos y el sistema a 100 colegios públicos, pero para ello habrá que destrabar primero la exención de aranceles. «La educación es la clave para romper estos círculos de pobreza. Es condición necesaria: o educas a estos niños o no hay futuro. Van a vivir toda su vida de proyectos asistenciales. Y la tecnología digital te permite educar de una manera asequible», explica a El Confidencial la directora general de ProFuturo, Sofía Fernández de Mesa Echevarría.

Hellen y Georgina apuntan alto: quieren ser doctora y arquitecta. (Foto: Ismael Martínez Sánchez)
Hellen y Georgina apuntan alto: quieren ser doctora y arquitecta. (Foto: Ismael Martínez Sánchez)
Expectación en el Saint John, ubicado junto al mayor vertedero de Nairobi. (Foto: Ismael Martínez Sánchez)
Expectación en el Saint John, ubicado junto al mayor vertedero de Nairobi. (Foto: Ismael Martínez Sánchez)

Y los beneficiarios no están solo en entornos rurales como Nyumbani Village: los niños que recorren el caos urbano de Nairobi también esperan ansiosos a su clase «de ProFuturo». Así lo reconocen Georgina Adongo y Hellen Muthoni,dos alumnas del colegio Saint John de los Hermanos Combonianos en Korogocho, el tercer mayor ‘slum’ de Kenia, que apuntan alto: quieren ser arquitecta y doctora, respectivamente. Y el primer plan que tiene Georgina en mente es «limpiar todo esto», dice despectivamente en alusión al gigantesco vertedero que asfixia a su colegio, por encima de los límites del urbanismo y la salud pública, y que sirve de sustento para muchas de las familias de sus compañeros. «Después de arreglar el vertedero, voy a construir parques, colegios y casas». «Y hospitales», añade Hellen, barriendo para casa, «pero no solo en Kenia. Igual podemos triunfar en todo el mundo».

«Después de arreglar el vertedero, voy a construir parques, colegios y casas». «Y hospitales, pero no solo en Kenia. Podemos triunfar en todo el mundo»El director del colegio, el italiano Maurizio Binaghi, pone en contexto a los visitantes. Este colegio de Korogocho tiene una lista de espera de 200 niños y en general hay un alto nivel de escolarización porque en el asentamiento irregular «hay pocas escuelas» y muchos menores. Si los niños faltan a clase es porque están enfermos, no tienen dinero para costear los 17 euros trimestrales que cuesta el colegio o porque las familias no pueden pagar uniformes y comidas; algo que solo el 60% de los alumnos pueden costear. Aunque hay quien, durante las vacaciones, tiene que dedicarse a reciclar basura para ayudar en casa, arriesgando su infancia en un mundo de mafias.

Reducción del absentismo y ‘feedback’

El contenido del programa sigue la pauta de las ‘Competencias del siglo XXI’ que marca la Unesco para la educación primaria y que se centran en las asignaturas de lengua, matemáticas y competencias para la vida; y se trata de una plataforma abierta donde algunos profesores ya empiezan a cargar sus propios contenidos en swajili. Una de las primeras consecuencias del uso de las tablets en los últimos meses es que nadie se quiere perder una clase con el material de ProFuturo. «Antes solían faltar en torno a un 60% y ahora la asistencia es del 100%; todos quieren venir ahora a clase porque usan estas tablets, mucho más que antes», comenta el profesor Kioko.

La abuela Anna Kavangi con sus 'nietos' en la aldea de Nyumbani. (Foto: Ismael Martínez Sánchez)
La abuela Anna Kavangi con sus ‘nietos’ en la aldea de Nyumbani. (Foto: Ismael Martínez Sánchez)

También los coordinadores del programa que prestan asistencia a los docentes coinciden con este punto de vista, si bien es pronto para sacar una conclusión sobre el impacto de esta herramienta complementaria que apenas lleva en marcha un año. La tasa de abandono escolar antes de terminar la educación primaria es del 42% en África Subsahariana aunque en Kenia la primaria es obligatoria desde 2003.

«Es pronto para saber si los niños pasan los exámenes mejor que en otros colegios pero yo sí veo indicios», observa Fernández de Mesa al finalizar su viaje a Kenia. La directora general de ProFuturo añade también que «el aprendizaje así es mucho más rápido porque al esperar una respuesta inmediata ellos se quieren asegurar de que es correcta y eso les hace prestar muchísima atención».

Fuente de la Noticia:

https://www.elconfidencial.com/mundo/2018-02-03/profuturo-kenia-educacion-digital-huerfanos-sida_1515780/

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Nicaragua implementará mayor uso de tecnología para la educación

28 de Enero 2018/Fuente:hispantv /Autor: Moisés Mercado

En Nicaragua, el Ministerio de Educación habilitará más aulas digitales en los colegios públicos para facilitar el proceso de aprendizaje de estudiantes del año lectivo 2018, su acceso a internet, lo que permitirá un mejor uso de tecnologías de la información y la comunicación.

Las autoridades educativas de Nicaragua tienen como propósito para este 2018 que los colegios públicos del país tengan acceso libre a internet, lo que permitirá un mejor uso en las aulas de las tecnologías de la información y la comunicación.

Para los representantes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la inversión en tecnología para la educación es vital porque aporta al conocimiento de los estudiantes.

En 2018, el Gobierno de Nicaragua a través del Ministerio de Educación equipará 154 aulas móviles digitales.

El Ministerio de Educación realiza capacitaciones sobre el uso de las tecnologías a más de 56,000 docentes quienes impartirán clases en las aulas digitales móviles de los colegios públicos del país.

Moisés Mercado, Managua.

Fuente de la noticia: https://www.hispantv.com/noticias/nicaragua/366711/implementar-tecnologia-educacion-aulas-digitales

Fuente de la imagen: http://www.soytecnoprofe.com/images/imagenes/noticias/2017/tecnologa_y_educacin

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Resaltan avance educativo para independencia tecnológica en Bolivia

América del sur/Bolivia/27 Enero 2018/Fuente: Prensa Latina

El presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, resaltó hoy la importancia del avance educativo para lograr la independencia tecnológica en el país, como uno de los pilares importantes de la Agenda Patriótica-2025.
En el marco de la celebración del octavo aniversario de la fundación del Estado Plurinacional, el también vicepresidente de la nación andino amazónica destacó en su discurso los logros alcanzados en materia educativa y la importancia del empleo de la tecnología en el desarrollo económico y social.

Para ello, fue necesario llevar a cabo tres importantes acápites durante los 12 años de Proceso de Cambio en el país, dígase la erradicación de la pobreza, la inversión en educación y la nacionalización de la economía.

Acerca del primer punto, García Linera precisó que no puede haber sociedad del conocimiento, ni desarrollo científico verdadero si la mitad de la población se acuesta con hambre cada noche, como sucedía hace 12 o 15 años atrás.

Asimismo, explicó que se multiplicó la inversión en educación en tiempos porcentuales, del seis al 16 por ciento, respecto al presupuesto del Estado, lo cual se traduce en tres mil 200 millones de bolivianos (463 millones 096 mil 960.93 dólares) a 21 mil millones de bolivianos (tres mil 039 millones 073 mil 806.08 dólares).

Refirió, además, que las universidades triplicaron el presupuesto, se derrotó el analfabetismo, se erigieron mil nuevos colegios y se logró que el 99 por ciento de los profesores alcanzaran la licenciatura, en pos de una mejor educación para los jóvenes.

Por su parte, con la nacionalización de la economía se consiguió un incremento 12 veces mayor de la inversión pública.

Comentó, que los nuevos tiempos demandan novedosas obras constructivas con uso intensivo de tecnología, iniciadas ya en el país, como los sistemas de energía renovable, dígase solar, eólica, geotérmica, así como también la industrialización del gas, urea, amoniaco, litio y sus derivados, entre otros.

Precisamente, indicó que se debe priorizar entre otros el desarrollo de la industria a base de litio, en pos de convertirse en el país que defina el mercado mundial de ese mineral.

Resaltó que Bolivia se encuentra en estos momentos en pleno proceso de industrialización, fase posterior a la nacionalización de los recursos naturales y de la recuperación de las empresas estratégicas. ‘La industrialización es el ancho horizonte que los bolivianos hemos comenzado a caminar en el siglo XXI, con optimismo y con entusiasmo. Pero, esta nueva época del proceso histórico requiere hoy (…) de abundante conocimiento científico y tecnológico’, profundizó.

De tal manera, será fundamental para la planificación, el diseño, la construcción y la administración de estas nuevas obras de un mayor número de obreros especializados, técnicos, ingenieros, agrónomos y científicos, precisó.

Igualmente, señaló que para cumplir con este reto histórico es preciso contar también con la creación de nuevos y propios paquetes tecnológicos, de sistemas informáticos, de herramientas, de conocimientos adecuados a la realidad, a las características, a la geografía y al mercado del país.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=146726&SEO=resaltan-avance-educativo-para-independencia-tecnologica-en-bolivia
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ProFuturo lleva educación digital de calidad a 5,6 millones de niños de 23 países

Asia-África-Latinoamérica / 21 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Economista

El objetivo para 2018 es que 7,7 millones de niños se hayan beneficiado.

«Si se aprovecha de la manera correcta y es accesible a escala universal, la tecnología digital puede cambiar la situación de los niños que han quedado atrás –ya sea debido a la pobreza, el origen étnico, el género, la discapacidad, el desplazamiento o el aislamiento geográfico– al conectarlos a numerosas oportunidades y dotarles de las aptitudes que necesitan para tener éxito en un mundo digital. Pero a menos que ampliemos el acceso, la tecnología digital puede crear nuevas brechas que impidan que los niños alcancen todo su potencial». Así arranca el último informe de Unicef sobre el «Estado Mundial de la Infancia 2017» publicado hace pocas semanas.

Contra estas brechas educativa y digital enfoca sus esfuerzos ProFuturo en 23 países de África, Asia y Latinoamérica desde julio de 2016. A cierre de 2017 son ya 5,6 millones los niños que están teniendo la oportunidad de usar herramientas y contenidos digitales para enriquecer su aprendizaje.

ProFuturo es uno de los proyectos de educación digital más grandes del mundo, que nace de un deseo compartido por Fundación Telefónica y Fundación Bancaria «la Caixa» de que todos los niños y niñas del mundo tengan las mismas oportunidades, y cuyo reto es reducir la brecha educativa proporcionando una enseñanza digital de calidad en entornos vulnerables. Con su labor, ProFuturo aspira a convertirse en un referente de la transformación e innovación educativa mejorando la enseñanza de millones de niños a través de la tecnología.

Tal y como recoge el último informe de UNICEF «Estado Mundial de la infancia 2017», el 29% de los jóvenes entre 15 y 24 años (346 millones de personas) no tienen acceso a Internet. Este dato se acentúa en el continente africano, donde un 60% de los jóvenes no puede conectarse a la Red, un porcentaje que en Europa se reduce hasta el 4%. Además, el 56% de los sitios web del mundo están en inglés, lo que provoca que los niños que solo hablen lenguas minoritarias, o sin recursos para aprender este segundo idioma, no puedan encontrar contenidos relevantes para su educación.

La propuesta educativa de ProFuturo tiene como sellos de identidad la calidad, la sostenibilidad a lo largo del tiempo y el acceso desde todos los rincones, ya sean zonas vulnerables, rurales, remotas o en situación de conflicto o crisis humanitaria. Para lograrlo, su solución educativa se modula y se adapta a cualquier entorno y contexto, disponga o no de conectividad, y está disponible en español, francés, inglés y portugués, las lenguas oficiales donde está presente el proyecto. Todo ello con el objetivo de proporcionar la mejor educación a 10 millones de niños, que actualmente están en riesgo de exclusión social, en 2020.

Según datos ofrecidos por Unicef y Unesco, el 12% de las personas más pobres (más de 170 millones) saldrían de su situación si todos los estudiantes de sus países tuvieran la escolarización básica. Además, un niño nacido de una madre que sabe leer, tiene un 50% más de posibilidades de sobrevivir pasados los 5 años.

El 4º de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propone al mundo trabajar para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. En esta tarea César Alierta, presidente de ProFuturo y presidente de Fundación Telefónica, lidera este área de trabajo como Asesor Global del Fondo ODS para la Educación Digital y Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.

Es evidente que un cambio en la educación es hoy más que nunca una necesidad y, por este motivo, con su labor a través del ambicioso proyecto ProFuturo, Fundación Telefónica y Fundación Bancaria «la Caixa» ponen al servicio de esta causa su experiencia para transformar la educación en los entornos más vulnerables. Eligen hacerlo a través de la educación digital, por su experiencia con las nuevas tecnologías, y porque la tecnología permite llegar a más personas en menor tiempo adaptando y personalizando la enseñanza a cada entorno de aprendizaje.

Desde su nacimiento en 2016, casi 6 millones de niños de 23 países han podido acceder a un sistema educativo de calidad y adaptado a sus necesidades gracias a ProFuturo. El objetivo para 2018, es que 7,7 millones de niños se beneficien de esta iniciativa.

Fuente de la Noticia:

http://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/8872507/01/18/ProFuturo-lleva-educacion-digital-de-calidad-a-56-millones-de-ninos-de-23-paises.html

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