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Las bibliotecas escolares, clave para la equidad

Por: Guadalupe Jover

La LOMCE no les dedica ni una línea. Sin embargo, las bibliotecas escolares son imprescindibles para proveer de entornos lectores a quienes no nacieron rodeados de libros. La apuesta de la próxima ley educativa por la equidad y la cultura contará con un termómetro irrebatible: el lugar que en ella ocupen las bibliotecas escolares.

“En todas las ediciones de PISA, desde 2000 a 2012, la variable sobre el número de libros en casa ha mostrado tener una relación positiva y significativa con los resultados de los estudiantes”. En 2015, PISA corroboró una vez más que el número de libros en el hogar es un buen predictor del rendimiento en las tres áreas evaluadas: ciencias, lectura y matemáticas. (Fuente: MECD)

Puesto que la LOMCE establecía como uno de sus objetivos prioritarios “mejorar en las comparativas internacionales” (esto es, subir en PISA), hubiera cabido esperar una fuerte presencia de las bibliotecas escolares en el desarrollo de la ley. Pero, ¿cuántas veces son nombradas las bibliotecas escolares en la LOMCE? Ni una mención siquiera.

Se ha repetido que la Ley Wert no fue sino una modificación de la ley anterior, la LOE, de la que se suprimieron determinados artículos y en la que se introdujeron otros. Hacer el rastreo del campo semántico eliminado y del incorporado es sumamente esclarecedor. La obsesión del PP por absolver a las estructuras políticas y sociales del devenir de cada individuo, atribuyendo su futuro personal y profesional exclusivamente a su talento y su esfuerzo, en una suerte de carrera meritocrática en la que el contexto de cada quien aparece sustituido por una especie de envasado al vacío, está en la raíz de la omnipresencia de términos como emprendimiento, emprendedor y empresario. Cada estudiante es responsable de su “éxito” o de su “fracaso”. En este marco, efectivamente, huelgan las bibliotecas escolares.

Pero quienes estamos a pie de aula con niñas y niños sabemos bien de su importancia. Sabemos que aunque es cierto que la escuela no puede a solas cambiar el mundo y que no es posible educar en cualquier contexto, el potencial de las bibliotecas escolares como palanca de equidad es innegable. La educación debiera hacer posible que nuestro futuro no esté determinado por el azar de nuestro nacimiento, y aunque para ello lo primero son las políticas sociales, la escuela no puede limitarse a ser el escenario donde se reproducen las desigualdades, también de la condición (o no) de lectores. Si afirmamos que las bibliotecas escolares son necesarias en esta contribución de la escuela a la equidad es por su capacidad de proveer de entornos lectores a quienes no nacieron rodeados de libros.

De la infinidad de fórmulas que he conocido de eso que se ha dado en llamar “animación a la lectura” no conozco ninguna más acertada que la de tratar de acercar, lo más humildemente posible, los usos escolares de la lectura a sus usos sociales: tener acceso a los libros y pertenecer a una red de lectores son dos de los requisitos imprescindibles para hacer de la lectura -de la lectura sostenida de libros íntegros, sea cual sea su género- una práctica habitual. ¿Que hay muchas más actuaciones necesarias para contribuir al fomento del hábito lector y la educación literaria? Sin duda. ¿Que nada asegura que quienes han leído durante sus años escolares vayan a ser lectores toda su vida? Por supuesto. Pero quien no tiene acceso a los libros en su hogar ni posibilidad de compartir experiencias de lectura con gente de su entorno no tendrá siquiera la capacidad de elegir. La responsabilidad de la escuela consiste en proveer, a todos sin excepción, de espacios y tiempos para la lectura y de libros que merezcan la pena; en desarrollar estrategias de comprensión lectora que permitan a los estudiantes vencer las resistencias que cada texto presenta; en proporcionar experiencias placenteras de lectura. Lo demás, en efecto, es cosa suya.

Pero aún hay más. Y es que aunque según la lógica de la OCDE y de la propia LOMCE lo suyo hubiera sido que las bibliotecas escolares hubieran sido objeto de una atención especial en nuestra última ley educativa, hay algo que chirría, y mucho, en los discursos utilitaristas en torno a la lectura. ¿Utilidad social o exigencia vital?, se pregunta Michèle Petit. Preguntémonos a qué esa obsesión por la lectura y si quien la alimenta la pone al servicio de la emancipación o la sumisión, del cuestionamiento crítico del mundo o de su adaptación acrítica a él. Prostituir el deseo -o tratar de suscitarlo no apelando al placer sino a una eventual retribución en el mercado- produce más repugnancia que adhesión.

Si el silencio de la LOMCE con respecto a las bibliotecas escolares es sintomático de su desprecio por la equidad, no lo es menos de su desprecio por la cultura. Corremos el riego, decía Naomi Klein en su Doctrina del Shock, de que nos borren nuestro pasado. “No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee”, vaticinaba Ray Bradbury. Que los únicos libros que maneje un chico o una chica en los años de la secundaria obligatoria sean los libros de texto en nada contribuye a la formación de una ciudadanía crítica. Que cada centro educativo no cuente con una buena biblioteca escolar impide a ciencia cierta la formación de una ciudadanía culta. Sin duda alguna, la realidad de los hechos desmiente la grandilocuencia de los discursos (o los preámbulos legislativos).

Es en las bibliotecas donde tenemos acceso a un nuestro patrimonio cultural, a un imaginario compartido. La biblioteca escolar -entendida como espacio físico y simbólico que todo lo impregna- es pieza imprescindible para el fomento de la lectura, para la transmisión de un cierto mapa de la cultura -más allá del papel y más allá de las fronteras nacionales; más allá también de la literatura- y para el desarrollo de las habilidades de interpretación. Es, además, un espacio magnífico para cohesionar, con un sinfín de actividades, a la comunidad educativa, pues si bien las bibliotecas del siglo XXI no pueden dar la espalda al inmenso potencial de los entornos digitales, no pueden renunciar tampoco a la inmediatez del territorio, a reforzar los vínculos entre la gente que pisa el mismo suelo.

Pese al desprecio por la equidad y la cultura por parte de unas administraciones educativas que se han olvidado de sus bibliotecas escolares (no en todas las comunidades autónomas, conviene recordarlo), hay por fortuna muchas maestras y maestros comprometidos en hacer de sus bibliotecas espacios confortables y hospitalarios, cálidos y acogedores; en cuidar los fondos y hacerlos visibles y accesibles; en “detener el tiempo” y ofrecer ocasiones para la lectura silenciosa y autónoma al margen de requerimientos externos; en combinar las lecturas compartidas y las sugerencias individualizadas, en hacer de la lectura una de las líneas medulares del proyecto educativo de centro y en construir, con niñas y niños, itinerarios de progreso. Pero necesitamos recursos.

No sabemos muy bien qué será del Pacto educativo. Pero en tanto prosiguen sus trabajos conviene recordar a sus señorías que la apuesta de la próxima ley de educación por la equidad y la cultura contará con un termómetro irrebatible: el lugar que en ella ocupen las bibliotecas escolares.

 

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/22/las-bibliotecas-escolares-clave-para-la-equidad/

 

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Nicaragua: Gasto público en salud y educación reduce más la pobreza

Nicaragua/22 junio 2017/Fuente: El Nuevo Diario

Investigación. Esta inversión social garantiza mayor cobertura y montos de transferencia más altos, revela estudio de Funides. El acceso a salud y educación gratuitas ayuda a reducir los índices de desigualdad y la probabilidad de volver a caer en la pobreza.

La pobreza se reduce en 8.1% en los hogares que viven con menos de US$1.8 al día por persona, cuando reciben los beneficios del servicio gratuito de salud y educación, revela el estudio “Incidencia del gasto público en la reducción de la pobreza y la desigualdad”, elaborado por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).

Los programas sociales como Bono Solidario, Patio Saludable, Plan Techo, Merienda Escolar o Paquete Alimentario Solidario, en su conjunto, reducen la pobreza en 2.6% en los hogares con esa misma brecha de pobreza.

El efecto del gasto social en salud y educación es predominante en la reducción de la pobreza tanto por el monto que se destina por persona para estos servicios como por su cobertura, explicó la economista Lylliam Huelva, una de las autoras del estudio.

El gasto público social aumentó 35.2% en el periodo 2009–2014. El gasto mensual por persona que se transfiere por los servicios de salud y educación es de C$315 en promedio al mes, mientras que por los distintos programas sociales la transferencia promedio es de C$130 aproximadamente.

Los programas sociales benefician alrededor de 736,000 hogares, lo que representa una cobertura del 52% del total de hogares a nivel nacional. En cambio, el gasto social en educación y salud beneficia alrededor de 1.2 millones de hogares, lo que equivale a casi el 83% de los hogares a nivel nacional.

El estudio concluye que “los programas sociales tienen una mejor focalización que los servicios de salud y educación, sin embargo, el gasto social en salud y educación tiene un mayor impacto en la reducción de los niveles de pobreza y desigualdad porque tienen mayor cobertura y montos de transferencia más altos”.

VARIACIÓN DE INGRESOS 

El estudio muestra ejercicios hipotéticos sobre cómo varían los ingresos por hogar, dependiendo de las intervenciones públicas a las que tienen acceso, partiendo de la información disponible en la Encuesta de Medición del Nivel de Vida (EMNV) del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) de 2014.

“Vamos construyendo cada uno de los ingresos, ya sea deduciendo o sumando intervenciones públicas como impuestos, beneficios de salud, pensiones, subsidios. Tratamos de contabilizar el valor monetario de todas estas intervenciones. Allí es donde se van modificando los porcentajes de pobreza o desigualdad”, explicó el economista Carlos Toruño, coautor del estudio.

Tomando como referencia una línea de pobreza de US$1.8 al día por persona, determinaron que el 27.3% de la población vive con esa cantidad de dinero diario, en promedio. Esto lo definieron como ingreso de mercado e incluye pagos por dividendos o remesas.

A ese primer ingreso sumaron las pensiones recibidas del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) y restaron el impuesto sobre la renta (IR) y las cotizaciones del INSS, denominándole ingreso de mercado neto. Con esto, la pobreza disminuía a 26.5%.

“Allí vemos que el aporte de las pensiones compensa el pago que hacen los hogares por IR y por cotizaciones, porque en los hogares más pobres es donde menos pagan impuestos sobre la renta”, expuso Huelva.

Al ingreso anterior le sumaron los programas sociales, de los cuales consideraron 14, incluyendo el Bono Solidario, Patio Saludable, titulación de la propiedad, Plan Techo, materiales didácticos escolares, Merienda Escolar, zapatos escolares, mochila escolar y Paquete Alimentario Solidario. Con este ingreso la pobreza disminuye a 23.9% y sería el ingreso disponible.

Luego estimaron el ingreso posfiscal, es decir, la deducción del pago del impuesto al valor agregado (IVA), el impuesto selectivo de consumo (ISC) y la adición del beneficio del subsidio al servicio de electricidad. Con esto, la pobreza aumentaba a 25%.

“Este aumento de la pobreza es porque todos los hogares, por más pobres que sean, tienen que pagar impuestos indirectos, pero no todos se ven beneficiados por el subsidio de la energía eléctrica, porque no todos los hogares están conectados a la red eléctrica”, aseveró Huelva.

En última instancia consideraron el ingreso final, aquel en que se suma el beneficio que recibe el hogar de los servicios de salud y educación. Aquí la pobreza se reduce a 16.9%, lo que sitúa a este beneficio como la intervención social predominante para reducir la pobreza.

DESIGUALDAD Y VULNERABILIDAD

El estudio del Funides detalla también que el beneficio de la salud y la educación no solo disminuye los niveles de pobreza, sino que ayuda a reducir los índices de desigualdad y la probabilidad de caer nuevamente en la pobreza.

El gasto social en salud y educación reduce el coeficiente de Gini en tres puntos porcentuales (mide desigualdad, siendo cero el índice en que el ingreso está distribuido de la misma forma para todos), mientras los programas sociales lo reducen en solo un punto porcentual, y estos son, en su mayoría, los programas escolares ejecutados por el Ministerio de Educación (Mined).

Tratamos de contabilizar el valor monetario de todas las inter-venciones públicas. Allí es donde se van modificando los porcentajes de pobreza o desigualdad”. Carlos Toruño, coautor del estudio.

Toruño explicó que la desigualdad no disminuye necesariamente si la pobreza lo hace. “Según datos oficiales, desde 2009 hasta 2014 los niveles de pobreza disminuyeron, pero en el mismo periodo de tiempo aumentó la desigualdad”.

La vulnerabilidad, es decir, las probabilidades de un hogar de permanecer por arriba de la línea de pobreza, es menor por la influencia del gasto público en salud y educación.

“Un hogar que cuenta con estos servicios disminuye sus probabilidades de caer bajo la línea de pobreza. Los recursos liberados permiten satisfacer necesidades que de otra manera no podrían sin afectar su consumo”, detalla el estudio.

Los programas sociales contribuyen muy poco a la reducción de la vulnerabilidad, solo 0.4%. Es decir, que hay mayores posibilidades de que un hogar caiga en situación de pobreza si deja de recibir los beneficios de los programas sociales, que si dejara de recibir salud y educación de forma gratuita.

METAS CLARAS

Una mejor focalización de los programas sociales podría lograr que la desigualdad se reduzca el doble, afirmó Huelva. Es decir que la distribución igualitaria de los ingresos podría ser mejor si los programas sociales llegaran en mayor medida al 27.3% de personas que viven con US$1.8 al día.

Con esa misma focalización, la pobreza se reduciría casi el triple, pasaría de 2.6% (reducción por programas sociales) a 7%.

“Sería útil tener un sistema de registro único de los beneficiarios de los programas sociales”, detalla la economista, pues esto permitiría conocer qué programas recibe qué persona y con qué frecuencia, así como su situación económica.

“También sería oportuno reestructurar aquellos programas sociales que tienen más incidencia en la reducción de la pobreza y desigualdad”, recomienda el estudio, que también propone establecer metas claras y medibles para cada programa, para el monitoreo y la evaluación.

Indicó que los programas que están mejor focalizados son el Paquete Alimentario Solidario y los programas escolares ejecutados por el Mined. En cambio, los programas donde hay más fugas son Patio Saludable, Bono Solidario y educación universitaria.

Fuente: http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/431439-gasto-publico-salud-educacion-reduce-mas-pobreza/

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Estados Unidos: La educación en línea no es para todos, más del 90% de los inscritos desertan

Estados Unidos/22 junio 2017/Fuente:Arena Publica

El desconocimiento de tus métodos de aprendizaje puede hacer que nunca termines el curso al que ingresaste.

Cuando un estudiante se encuentra en riesgo de dejar la escuela o es propenso a reprobar materias, tomar un curso en línea puede ser su peor decisión.

Los porcentajes de continuidad escolar disminuyen en los cursos en línea en comparación con los presenciales, asegura el estudio “Promesas y peligros de la educación en línea” publicado por el Instituto Brookings en 2017.

Las tendencias de clases seriadas en modalidad presencial y en línea de la Universidad DeVry, en Illinois, Estados Unidos revelaron que el promedio de estudiantes que tomó la segunda parte fue de 88% de forma presencial y 79% en línea.

Esta universidad otorga todas sus clases en ambas modalidades, provee los mismos materiales a todos los estudiantes y sus clases no son gratuitas, motivos por los que fue tomada como caso de estudio.

Así mismo el reporte revela que los cursos en línea son deficientes para los estudiantes rezagados en conocimiento, pues a pesar de que el trabajo en línea ayuda a identificar sus puntos débiles, no hay manera de hacer algo para nivelarlos, debido a la naturaleza digital que desaparece la interacción directa en el curso.

No obstante, esto no significa que las clases en línea sean de menor calidad que las presenciales, sino que están diseñadas para perfiles de estudiantes muy específicos, algo que confirma la misma Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), las dos con cursos en línea disponibles a nivel internacional.

La Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts, cuentan  con cursos en línea gratuitos disponibles a nivel internacional.

Los estudiantes de cursos en línea deben de ser dedicados y disciplinados, hacerse el tiempo para ver las presentaciones y cumplir con las tareas no es fácil, especialmente si el estudiante es quien fija estos horarios, coinciden ambas instituciones.

Además, debe existir una alta motivación para concluir, pues el 35% de los estudiantes que se registran a un curso gratuito otorgado por HarvardX -plataforma digital de la universidad- nunca ingresan o participan en el curso, asegura un reporte de la misma institución publicado en 2015.

Porcentajes de terminación de cursos gratuitos ¿por los suelos?

En promedio sólo el 6% de los que se inscriben a un curso de la plataforma edX, de Harvard y el MIT lo terminan y pagan su certificado, dio a conocer la misma plataforma.

Un promedio muy similar es el que maneja Coursera, con 5.8% de los inscritos según datos del Proyecto MOOC, una base de datos donde se identificaron tasas de terminación según número de inscripciones en cursos por internet de diferentes plataformas y universidades.

Tasas muy bajas si se observan de manera aislada, sin embargo, representan a millones de estudiantes, y es que a pesar de que las instituciones no dan números exactos de estos porcentajes, de acuerdo con la cantidad de estudiantes que se han inscrito se pueden estimar.

La falta de interacción con el profesor, es uno de los motivos principales para que los estudiantes deserten de los cursos en línea. 

En el caso de edX, que reportó 2.8 millones de registrados en 2015, sus egresados equivaldrían a poco más de 172,000 estudiantes.

Por su parte, Coursera contaría con al menos 1 millón de ellos, tomando en cuenta que anunció alcanzar un total de 18 millones de inscritos en 2015. Los 32,974 egresados de la UNAM en 2016 apenas representarían el 3%.

Para dimensionar estas tasas de terminación se debe tener en cuenta que se trata de cursos gratuitos, abiertos a cualquier persona del mundo, por lo que pueden llegar a tener más de 200,000 inscritos.

Así sucedió con un curso de la Universidad de Duke, Estados Unidos, sobre cómo razonar y argumentar, en donde sólo 5,322 estudiantes terminaron, 2.3% de la matrícula.

Los motivos de la deserción del curso son diversos según los estudios que se consulten, sin embargo, la falta de interacción con el profesor es una de las más constantes, esto incluye ausencia de retroalimentación, la falta de conocimientos, ya sea para completar los cursos o de idioma, así como el tiempo.

El cobro de los cursos puede ser una solución para estas altas tasas de deserción, asegura la directora general de Telefónica Educación Digital del Grupo Telefónica, Carolina Jeux, pues al no existir una carga económica abandonar los estudios resulta sencillo.

No obstante, se debería cuestionar si vale la pena deshacerse de uno de los ganchos primordiales de estos cursos, la gratuidad, para hacer crecer los números de eficacia terminal.

De hacerlo, la tasa crecería de inmediato, pues el 70% de los que tomaron una clase en Coursera para obtener un certificado completaron el curso, asegura la fundadora de esta plataforma, Daphne Koller.

 14,318 personas se inscribieron a una licenciatura en línea dentro de la UNAM en el periodo 2016 – 2017.

En México 14,318 personas se inscribieron a una licenciatura en línea dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en el periodo 2016 – 2017.

Hasta 2015 el 70% de ellos se caracteriza por tener entre 20 y 39 años y ser una población adulta con compromisos de trabajo y familia adquiridos, según datos de la misma universidad.

La mitad de ellos supera los 30 años y su principal motivación es regresar a estudiar para obtener el grado de educación superior. No obstante, el porcentaje de egresados se desconoce.

Por su parte 1,342 estudiantes mexicanos han terminado al menos un curso dentro de la plataforma especializada Coursera, el 60% de ellos entraron para obtener algún triunfo laboral como un ascenso, mismo que 53 aseguraron lograr.  El 40% relacionaron sus motivaciones con la educación, de acuerdo con una encuesta realizada por la plataforma en 2015.

Fuente: http://www.arenapublica.com/articulo/2017/06/21/6135/cursos-en-linea-estudiantes

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Entrevista a Salvador Rodríguez Ojaos: “El propósito de la educación es mejorar el mundo”

22 junio 2017/Fuente:educaciontrespuntocero

Pedagogo, formador, blogger y asesor en innovación educativa, Salvador Rodríguez Ojaos se define como un “entusiasta de la educación”. Recientemente, acaba de publicar su primera obra en papel ‘La educación que deja huella y no cicatrices’ de Ediciones DeFábula. Hemos charlado con él acerca de su libro, el papel que tiene en estos momentos la escuela y el docente, metodologías de enseñanza…

Es su primer libro escrito en papel, ¿cómo ha sido la experiencia y qué le ha aportado?

Tras varios años escribiendo y publicando semanalmente en El Blog de Salvaroj sentí la necesidad de articular un discurso coherente sobre mi manera de entender la educación. Esa tarea de articular un discurso pedagógico coherente me ha servido para profundizar aún más en mi reflexión sobre cómo, qué, cuándo y dónde enseñar y aprender en el siglo XXI. Fruto de ella es el libro ‘La educación que deja huella y no cicatrices’.

Además tenía la sensación de que lo que escribo en las redes sociales y en el blog, aunque afortunadamente llega a muchas personas, tiene un carácter efímero. En cambio, la publicación del libro, en el que las palabras queden impresas en papel, lo hace más duradero y perdurable en el tiempo.

¿Qué temas aborda y desde qué perspectiva?

En el libro se aborda el concepto de educación en el mundo actual, que está caracterizado por la incertidumbre y por los cambios constantes. En él se reflexiona sobre cómo se debe enseñar y aprender en este mundo para que nuestros jóvenes tengan una vida plena y provechosa. La educación, tal y como se entiende en el libro, tiene como propósito mejorar el mundo y proporcionar a las personas las herramientas que les permitirán adaptarse a los retos y desafíos del presente y del futuro: educación emocional, educación en valores, creatividad, cooperación…  Una vez definida cómo debe ser la educación en la actualidad, se aborda cómo tiene que ser la escuela que ofrezca este tipo de formación y el papel de los docentes en este proceso.

En el libro se reflexiona cómo se debe enseñar y aprender en este mundo para que nuestros jóvenes tengan una vida plena y provechosa

En su opinión, ¿cómo debería replantearse la escuela el papel que juega en estos instantes?

La escuela ha perdido la exclusividad como garante de la transmisión del conocimiento, pero continúa siendo un lugar privilegiado para ello. Desafortunadamente, se ha ido convirtiendo en una especie de fábrica donde preparar exámenes y en la que es más importante aprobar que aprender. La escuela debe asumir su nuevo rol como lugar donde se forma a personas capaces de participar en la sociedad de manera activa, crítica y constructiva; de entender y valorar su cultura y la de otros;  y de vivir dignamente y con plenitud. Para conseguir esto, la escuela debe transmitir conocimientos, pero también valores, emociones, sentimientos y habilidades no cognitivas como la perseverancia, la resiliencia, la meticulosidad

¿Y en el caso del rol de los docentes?

En el libro digo que: “El maestro no es una enciclopedia con piernas; es un punto de apoyo, un guía, un mago, un contador de historias, un creador de ilusión”. El dominio de los conocimientos propios de las materias es necesario y se le supone a cualquier docente. Pero no es suficiente, es igualmente importante conocer a los alumnos, dominar las diferentes metodologías y recursos didácticos… Como muy bien explicaba María Montessori: “La mayor señal de éxito de un profesor es poder decir: Ahora los niños trabajan como si yo no existiera”.

Aunque muchos docentes tienen reparos a educar en valores, ¿podemos permitirnos el lujo de no educar en valores a nuestros alumnos?

¿Cómo puede un profesor dejar huella en sus alumnos?

No creo que exista un modelo de profesor que deje huella. Si pensamos en cómo eran los docentes que nos han dejado huella a lo largo de nuestra vida académica, nos daremos cuenta de que, probablemente, eran muy diferentes entre sí. Esto sucede porque enseñar no puede reducirse a una técnica. Sí que destacaría una cualidad común entre ellos: creen que todos y cada uno de sus alumnos tiene algo que aportar.

¿Qué valores echa en falta en el sistema educativo o cree que se han perdido?

En el libro afirmo que la verdadera innovación de la educación actual pasa por recuperar los 10 valores fundamentales de la educación del siglo XXI que son flexibilidad, curiosidad, autonomía, emprendimiento, creatividad, tolerancia, cooperación, responsabilidad, transparencia y entusiasmo. Aunque muchos docentes tienen reparos a educar en valores, ¿podemos permitirnos el lujo de no educar en valores a nuestros alumnos?

La metodología que hay que tener siempre presente es la de ABSC, es decir, el Aprendizaje Basado en el Sentido Común

¿Qué metodología de enseñanza es su favorita?, ¿y la que menos le atrae?

Todas pueden aportar algo, depende de las circunstancias, del contexto, del propósito… Son como la ropa que tenemos en el armario: si hace frío o calor, si llueve o no, si tengo una celebración o no…, me vestiré de una u otra forma. Lo mismo sucede con las metodologías, están a nuestra disposición para ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos. La metodología que hay que tener siempre presente es la de ABSC, es decir, el Aprendizaje Basado en el Sentido Común. Es la clave para utilizar todas las demásTodas las metodologías pueden aportar alguna cosa, depende de las circunstancias, del contexto, del propósito

Por último un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?:

Aprendizaje: Aprender es sinónimo de vivir. Debemos aprender a lo largo de nuestra vida, es lo que nos permitirá adaptarnos y salir airosos de los retos que nos planteará el futuro.

Deberes: Un recurso útil, pero muy mal utilizado en la mayoría de los centros. Creo que en general se banaliza el debate de si “deberes sí” o “deberes no”. Hay que especificar qué tipo de deberes, en qué condiciones, para qué… En todo caso nunca deben ser tantos como para no permitir que los alumnos y alumnas puedan hacer otras cosas.

Emoción: Es un elemento facilitador del aprendizaje significativo. En las aulas de muchas escuelas todo es previsible y sería muy positivo emocionar a los alumnos.

Innovación: Innovar no es solo hacer las cosas de forma distinta, sino mejor; es decir, obtener algún tipo de beneficio en el proceso de enseñanza/aprendizaje. En la educación actual, hay una cierta tendencia desmesurada por innovar, pero solemos olvidar que para ello es necesario tener un profundo conocimiento del saber pedagógico existente.

Lectura: Hay que leer comprensiva y compulsivamente. La lectura es una de las puertas de acceso al conocimiento más importante, pero también es una puerta a otros mundos, a otras realidades, a otras culturas…

Fuente noticia: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/salvador-rodriguez-ojaos/50030.html

Fuente imagen: https://2.bp.blogspot.com/-bvgb4CEfCqA/WG0-8Na637I/AAAAAAAABUs/R0XVGBc0bLo_0alk88xhEaGtjT8-gHyHgCLcB/s1600/20161228_CHF_014%2B-%2Bblogger.jpg

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Argentina: Avanzan acuerdos para un sistema de acreditación universitaria

Argentina/22 junio 2017/Fuente: Primera Edicion

El reconocimiento de créditos está masificado en Europa, EEUU y África. En Argentina, esperan alcanzar un acuerdo interregional en agosto próximo.

La Universidad Nacional del Nordeste (Unne) fue sede el jueves y viernes pasados de la cuarta reunión regional de los equipos de las carreras de Ingeniería e Informática de las universidades del Norte argentino que trabajan en el marco del Sistema Nacional de Reconocimiento Académico para lograr el reconocimiento de tramos formativos en familias de carreras de educación superior de Argentina.

El encuentro de representantes académicos de universidades públicas y privadas del Norte de nuestro país se realiza con la idea de avanzar en los últimos detalles que permitirán a los alumnos de las carreras de grado de Ingeniería y afines e Informática tener tramos de formación académica comunes para favorecer su acceso, movilidad, permanencia y graduación.

El Sistema de Reconocimiento Académico de Educación Superior fue impulsado por el Ministerio de Educación de la Nación el año pasado. Posibilitará corregir la problemática de las equivalencias entre universidades y generar condiciones para la innovación curricular con menor rigidez en los planes de estudio.

La propuesta, creada por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) propicia que los estudiantes permanezcan dentro del sistema educativo ya que, de otra manera, en muchas ocasiones alguien que cambia de carrera o de centro de estudios pierde parte o toda su trayectoria académica cursada.

Sistema innovador 

Entre febrero y junio de este año se ejecutó la etapa de desarrollo de éste Sistema Nacional de Reconocimiento Académico con reuniones regionales e interregionales. Hasta hoy día se realizaron 42 reuniones de los distintos Consejos Regionales de Planificación de la Educación Superior (CPRES) en todo el país. La Unne y la Universidad Nacional de Misiones (Unam) forman parte del CPRES-NEA.

Sobre estos encuentros, la secretaria académica de la Unne, Viviana Godoy Guglielmone, indicó que “se busca definir una metodología para todas la universidades participantes y acordar así los trayectos comunes que luego serán aplicados en las distintas casas de estudios”.

A su entender, se trata de un sistema realmente innovador en pleno proceso de construcción “cuya implementación permitirá -por ejemplo- que un alumno que haya cursado un ciclo en la carrera de Ingeniería de la Universidad Nacional de Rosario, pueda ingresar a alguna de nuestras Ingenierías  de la Unne sin tener que hacer trámites y recorridos que lo retrasan y desmotivan en su trayecto académico”, destacó.

Según indicó el referente disciplinar designado por la Secretaría de Políticas Universitarias, el docente de la Universidad Nacional de la Plata, Javier Díaz, “esta reunión es la última de la regional NEA con miras a un acuerdo donde se detallen los reconocimientos de trayectos formativos (RTF)”.

La idea es que para agosto se logre un acuerdo interregional para que luego los rectores de las distintas universidades involucradas en este nuevo sistema suscriban un acuerdo de implementación. “Éste es un primer paso que favorece la movilidad de las carreras del país reconociendo sus saberes. Es una forma de flexibilizar la movilidad estudiantil. “La idea es continuar después con el reconocimiento académico de títulos intermedios y carreras cortas”, remarcó Díaz.

América Latina 

Según indicó el ministro de Educación, Esteban Bullrich, en América Latina prácticamente no existe un sistema de movilidad entre las universidades, teniendo en cuenta que casi todos manejamos hasta el mismo idioma, como sí lo tiene Europa a pesar de la diversidad de lenguas que podrían complicar el sistema.

Expertos universitarios coinciden en que, hasta ahora, la educación superior argentina no tiene unidad. De ninguna manera significa que las universidades deban perder o ceder autonomía; la clave pasa por sumarse a la tendencia mundial educativa que apunta a “aprender durante toda la vida” sin que haya -para hacerlo- que iniciar una carrera. La idea es, además, promover ver el mismo esquema en los terciarios donde se instrumentará un examen de calidad.

Fuente: http://www.primeraedicion.com.ar/nota/249332/avanzan-acuerdos-para-un-sistema-de-acreditacion-universitaria.html

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Innovar en educación: Aprender una nueva sintaxis

Por: Redem

Una búsqueda rápida de la palabra “innovación” en Google genera casi ¡500 millones de resultados! Y es que los jóvenes emprendedores están transformando el panorama económico, político y social cambiando la forma en que hacemos negocios, obtenemos créditos, nos comunicamos y, más aún: cómo nos educamos. La innovación ha venido desempeñando un papel importante en discusiones sobre la educación desde los estudios de pregrado y postgrado en las universidades estadounidenses hasta las escuelas primarias y secundarias en Perú. Pero, ¿Es ¨innovación¨ sólo una palabra de moda con alto valor comercial o hay algo más?

Para ser justos, la innovación siempre ha jugado un papel en producir el cambio. Pensemos, por ejemplo, en ideas tan grandes como la máquina de vapor, el estado-nación o la bomba atómica. Pero ¿qué es lo nuevo ahora? La diferencia clave es que, mientras que en el pasado las innovaciones importantes eran tan raras que marcaban la transición de una época a otra, la nuestra es una edad definida por transformaciones constantes y de largo alcance. El mareo que a veces sentimos no es porque el ritmo de los cambios es demasiado rápido o su alcance demasiado amplio; es porque esta es la nueva normalidad.

En pocas palabras, ahora estamos trabajando con un estilo de vida que utiliza una sintaxis diferente que dificulta el entendimiento del significado y la profundidad de tantos cambios. En este mundo tan cambiante, la mejor opción que tenemos es desarrollar las habilidades cognitivas y no cognitivas para navegar e interactuar productivamente con los cambios en curso. A escala, esto sólo puede provenir de una sola fuente: la educación.

Entonces, en lugar de hablar de innovaciones en educación, ¿es la educación es en sí misma la innovación?. En cierto sentido, sí. En todo el mundo, más de 70 millones de niños no reciben educación formal y más de 700 millones de adultos son analfabetos. Para ellos, cualquier educación es transformadora. Asegurar su educación es imprescindible, y los programas intensivos en tecnología, como el Media Center, en el estado brasileño de Amazonas, pueden ser una herramienta poderosa y rentable. Esto se refiere a un importante foco de las innovaciones: la eficiencia. Hacer las cosas de una manera más barata y/o más rápida puede preparar el camino para reducir las desigualdades, ya que más personas pueden beneficiarse de lo que anteriormente estaba restringido.

Sin embargo, los aumentos de eficiencia no serán suficientes. La educación misma tendrá que transformarse profundamente tanto en los países avanzados como en los países en desarrollo. Una razón es que, como algunos han argumentado, el 65% de los niños que entran a la escuela primaria terminarán trabajando en trabajos que ni siquiera existen hoy en día. Y es muy probable que las habilidades enseñadas y desarrolladas en las escuelas no sean las necesarias para esos nuevos trabajos. Deberán entonces desarrollarse y ampliarse a niveles masivos programas y políticas que permitan nuevas formas de interacción entre profesores y alumnos, con currículos y prácticas docentes que integren múltiples materias de manera atractiva y que se enfoquen en la resolución de problemas, al mismo tiempo que potencien la colaboración y la creatividad.

La buena noticia es que estamos presenciando más y más iniciativas con esas características, y más gente se une a la tendencia. Por ejemplo, el BID y Google for Education firmaron recientemente un acuerdo para aprovechar sus respectivas fortalezas y mejorar los enfoques tradicionales de la enseñanza, el aprendizaje y la recopilación de datos educativos en América Latina y el Caribe. Una de las actividades incluidas en este acuerdo es el diseño de soluciones tecnológicas para brindar acceso a educación de calidad a comunidades remotas en países como Panamá y Brasil.

Otro ejemplo de esta tendencia es la consolidación de uno de los mejores depósitos de innovaciones educativas: el Centro de Innovaciones Educativas. Del mismo modo, iniciativas como el programa NTPPS en Ceará, Brasil, han mostrado impactos prometedores en las habilidades cognitivas y socioemocionales de los estudiantes de secundaria.

Desde la División de Educación, al promover el debate sobre innovación, queremos resaltar la importancia de las innovaciones educativas que reconocen este mundo lleno de transformaciones y preparan a los niños y jóvenes para desarrollar las habilidades necesarias para dar sen

Fuente: http://www.redem.org/innovar-en-educacion-aprender-una-nueva-sintaxis/

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La mayoría de los chinos quieren continuar con su formación educativa

China/22 junio 2017/Fuente: Spanish People Daily

La proporción de trabajadores chinos que planean cursar una educación superior es el doble que la de los trabajadores de Estados Unidos, según una encuesta realizada por la web con sede en EE.UU. LinkedIn .

Un 98% de los trabajadores chinos dijo que aspiran a cursar programas educativos, ya sean de grado o cursos de habilidades, según un informe publicado el jueves.

Una encuesta de LinkedIn de 2015 realizada a trabajadores en EE.UU. muestra que sólo el 49% quería continuar formándose académicamente.

Entre los trabajadores que planea cursar estudios avanzados, el 65% de los encuestados en China dijo que llevará a cabo un plan de estudio dentro de un año, en comparación con el 51% de los encuestados estadounidenses que querían continuar estudiando.

Casi la mitad de los trabajadores chinos que desean continuar formándose dijo que gastarán más de 100.000 yuanes (14.700 dólares) para seguir aprendiendo. Se suelen tardar de promedio unos 100 días desde que se empieza a calibrar la idea hasta que se paga la matrícula, según la encuesta.

Más de 500 personas realizaron la encuesta de LinkedIn en línea en enero.

Las tres razones principales dadas por los trabajadores chinos para seguir formándose fueron: mejorar sus habilidades profesionales, ser más competitivo y enriquecer su experiencia en la vida.

Sólo el 21% de los encuestados chinos dijo que querían cursar educación superior para obtener un salario más alto, que fue la mejor opción, marcada por el 54% de los encuestados en todo el mundo, según una encuesta de LinkedIn de hace dos años.

«Los trabajadores chinos, especialmente los de mediana edad que han alcanzado un cierto punto en sus trayectorias profesionales, muestran una pasión increíble por la educación, tienen una fuerte conciencia de la crisis y quieren tener más control sobre su desarrollo profesional», dijo Zhou Xiaodan , jefe de soluciones de marketing de LinkedIn China.

La encuesta también muestra que 4 de cada 10 trabajadores chinos prefiere la educación en línea a un aula tradicional para impulsar su futuro profesional.

Entre los que están a favor de la educación en línea, el 85% dijo que es más flexible y el 64% dijo que de esta manera no tienen que dejar de trabajar.

Casi el 70% de las mujeres quería cursar estudios de idiomas en línea, y el 60% de los hombres quería aprender habilidades de trabajo, según la encuesta.

Los expertos creen que a medida que sigue avanzando la tecnología de transmisión de datos y videos, el mercado de la educación en línea continuará en auge.

El mercado de la educación en línea ha crecido un 20% en China continental desde 2013, cuando el tamaño de esta industria era de casi 84.000 millones de yuanes, según la consultora local iResearch. Se espera que alcance los 200.000 millones de yuanes en 2018.

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2017/0616/c92122-9229542.html

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