Lula: “Es el trabajador quien mueve la economía real”

POR: GLAUCO FARIA, NINA FIDELES

El expresidente y candidato para las elecciones de octubre analiza la situación del mercado laboral en Brasil y el deterioro de las condiciones de vida de la población. ¿Cuál es su proyecto para remontar la crisis económica del gigante del sur?

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva concedió una entrevista por correo electrónico a Brasil de Fato abordando la situación actual de su país y, en particular, la precarización del mercado laboral y el deterioro de las condiciones de vida de la población en general. Para él, “lo que genera empleos es que la gente pueda comprar, es el dinamismo de la economía, la economía real, no la especulación”.

“La estabilidad que le da la formalización al trabajador también se traslada a la economía. Así podemos planificar un viaje para ir a ver a la familia, podemos planificar comprar una nevera, hacer un asado para celebrar nuestro cumpleaños”, señala Lula.

La precarización del mercado laboral y la ilusión que genera el llamado “emprendedurismo” también fueron temas abordados por el exmandatario. “El sueño de todo trabajador es no tener un jefe. Pero se creó la ilusión de que no tendría un jefe y luego se creó uno peor, invisible, y una cadena desde las aplicaciones móviles, en un trabajo sin derechos”.

Lea a continuación la entrevista, que también es objeto de la edición especial impresa de Brasil de Fato nº 19, cuyo tema principal es el trabajo.

Brasil de Fato: Además del alto nivel de desempleo, Brasil vive actualmente un proceso de caída del ingreso medio de los trabajadores con el crecimiento de la informalidad. ¿Qué medidas puede tomar el gobierno para estimular la creación de empleo con una mayor formalización? ¿Y cómo puede impactar el aumento de la formalización en la economía del país?

Lula: El poder público necesita creer y construir el futuro de Brasil, y no ser destructor, como sucede con el actual gobierno. Necesitamos realizar las obras de infraestructura necesarias, estimular sectores de la economía que generen empleos e ingresos. Escuchar a todos los sectores de la sociedad y ayudar a los más pobres, para que también puedan tener una vida digna y participar en la economía.

Necesitamos apoyar la producción de alimentos y las reservas reglamentarias, para que el precio de los alimentos caiga. Necesitamos establecer los precios de los combustibles en base a los costos en reales, no al precio en dólares del mercado internacional. Ayudar a la gente a renegociar y pagar sus deudas. Y así empezar a mover la economía, porque lo que genera empleo es que la gente pueda comprar, es el dinamismo de la economía, la economía real, no la especulación. Cuando el trabajador tiene un trabajo de calidad, mueve el comercio y la industria.

A finales de 2014, Brasil tenía una tasa de desempleo del 4,3%, estaba cerca del pleno empleo, tenía el estándar de Francia, de Suecia. Creamos 22 millones de empleos formales. La estabilidad que le da la formalización al trabajador también se traslada a la economía. Así podemos planificar un viaje para ir a ver a la familia, podemos planificar comprar una nevera, hacer un asado para celebrar nuestro cumpleaños. Y eso agrega energía a la gigante rueda de la economía.

La política de suba del salario mínimo fue abandonada en el gobierno de Temer y llegó a su fin en el gobierno de Bolsonaro. ¿Qué importancia tiene la reanudación de esta política para la clase trabajadora y para la economía en su conjunto?

Todo el mundo está sintiendo a diario el problema de que los salarios no se reajusten como deberían. Se nota cuando hay que reducir la lista de la compra a la mitad o endeudarse para pagar la factura de la luz. Hoy, una de cada tres familias brasileñas tiene cuentas atrasadas. Las familias más pobres son las más afectadas, las que más sufren, viven peor que antes. Vale recordar que, cuando estábamos en la Presidencia, el salario mínimo se incrementó un 74%, y más del 80% de los reajustes de las categorías de trabajadores organizados se dieron por encima de la inflación, lo que aseguraba el poder adquisitivo. Hoy, sólo el 15,8% de los reajustes están por encima de la inflación, el resto son iguales o menores. Significa que la gente gana menos, tiene menos empleo, come menos y se endeuda más.

En los últimos tiempos, la lógica del emprendedurismo ha ganado cada vez más fuerza entre los brasileños, que pasan a admitir la pérdida de derechos como algo natural para conseguir un trabajo, aunque sea precario. Esto ocurre tanto en la narrativa de las iniciativas privadas con poco capital como en la precarización de los conductores y repartidores de aplicaciones móviles. ¿Cómo ves este momento en el mercado laboral?

El sueño de todo trabajador es no tener un jefe. Pero se creó la ilusión de que no tendría un jefe y luego se creó uno peor, invisible, y una cadena desde las aplicaciones móviles, en un trabajo sin derechos. Y el desmantelamiento de los derechos de los trabajadores no ha aumentado la empleabilidad, como dicen. Lo que aumentó fue el trabajo sin garantía para el trabajador, sin jubilación, sin seguridad social.

El chico que sale de casa a repartir comida no está emprendiendo. Está ganando algo de dinero, a veces muriéndose de hambre y llevando comida en la espalda, mientras que el dueño de la aplicación gana millones. Y si se cae de la bicicleta, no tiene seguro social, no tiene seguro médico, no tiene cobertura por enfermedad. No tiene nada. El déficit de la Seguridad Social creció después de la reforma, porque la gente ya no está aportando a la Seguridad Social.

El momento es grave y necesitamos volver a discutir estos temas. Por eso he estudiado y hablado con el gobierno de España, donde hubo una negociación con trabajadores y empresarios para revisar la reforma laboral, para recuperar la calidad, la estabilidad y la solidez del mercado laboral y de consumo en España.

El desempleo es una preocupación general, pero, especialmente durante la pandemia, afectó de forma particular a algunos segmentos, como a la juventud, las mujeres y las personas negras. ¿Cómo se debe mirar a estas categorías de trabajadores para revertir esta desigualdad en el mercado laboral?

Necesitamos actuar para reducir las desigualdades raciales y respecto a las mujeres en el mercado laboral. Necesitamos crear oportunidades de trabajo y volver a ampliar las ofertas educativas. Antes teníamos más y más personas negras en las universidades, más personas de la primera generación de su familia que se graduaban. Esto generó una generación que exige más diversidad en las empresas, porque se acabó el discurso de que no había mujeres y negros con buena preparación para los puestos más calificados del mercado laboral.

Desde el golpe de Estado contra la presidenta Dilma Rousseff, los sindicatos han sido objeto de ataques desde el gobierno federal y también desde el Congreso Nacional. ¿Cómo se puede revertir esta situación?

El golpe no fue contra Dilma. El pueblo ahora, seis años después, se da cuenta de que el golpe fue contra él mismo, contra el pueblo brasileño, contra los trabajadores, contra la soberanía del país que está siendo destruida.

Y en eso también se incluyó la persecución contra los sindicatos. Los sindicatos tienen que ser fuertes y desarrollar nuevas relaciones, no solo con la base, sino con las nuevas categorías de trabajadores que emergen y que tienen menos derechos que los trabajadores de las fábricas. Y tenemos que dialogar con la población, que se dio cuenta de que los ataques a los sindicatos, al PT [Partido de los Trabajadores], eran básicamente ataques a sus derechos. Necesitamos explicar y no conformarnos con el mundo salvaje y precario que ellos impusieron a los trabajadores.


Edición: Thales Schmidt

Traducción: Isabela Gaia

Fuente de la información: https://www.alai.info
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Dominados por la Superficialidad

Por: Jorge Salazar García

Internet nos esta convirtiendo, y especialmente a nuestros hijos, en cabezas de chorlito acelerados e incapaces de meditaciones profundas[1] .


Una característica común en la juventud es su capacidad de rebeldía contra los abuso del  poder. Actualmente, por ejemplo, esa facultad humana es mostrada por los jóvenes palestinos y colombianos que no aceptan sumisos las atrocidades de que son objeto. En México, los normalistas de Mactumactzá y Ayotzinapan son quienes, al considerar que “El que ve la injusticia y no la combate, la comete”[2], la expresan dignamente. Conscientes de su condición saben que estudiar no es (exclusivamente) un ACTO DE CONSUMIR ideas sino de crearlas y recrearlas (Paulo Freire).


Esta clase de juventud es un peligro para la permanencia del Sistema depredador. Por esa razón, a través de las redes, centros escolares, tv, radio, cine intentan eliminarle su CAPACIDAD de INDIGNACION extrayéndoles el sentido de solidaridad para con el débil. Utilizando el internet, los monopolios del entretenimiento y la “educación” formal, los señores del capital lograron distorsionar en millones de jóvenes el sentido de colectividad, sustituyéndolo por un individualismo extremo basado en la CODICIA. Con ese propósito, la reforma educativa neoliberal reformó las leyes relativas a la Educación que permitieron crear más normales particulares y recortar el presupuesto a las públicas. Se favorecieron los “valores” empresariales de  COMPETENCIA y EMPRENDEDURISMO[3] en detrimento del trabajo, el amor a la Patria y el respeto por el otro.

A la generación nacida entre 1980-1996, (millennial) y posterior, desde el nivel básico hasta el superior les repitieron incesantemente que ser pobre es decisión personalque las “oportunidades” siempre están al alcance de TODOS, ¡por igual!; que su pobreza es culpa propia porque no supieron aprovechar las oportunidades para ser EXITOSOS; o que no fueron suficientemente “valientes” para  asumir los riesgos de enriquecerse sin medida.

Dicho discurso, acompañado de una parafernalia visual y auditiva,  promueve a personajes famosos por su riqueza como modelos a seguir. Con esa basura nutren diariamente el espíritu de quienes aspiran ser TRIUNFADORES en la vida persiguiendo la acumulación monetaria. Los pocos que logran convertirse en millonarios estafando al prójimo, tarde se dan cuenta del mal que se ocasionan a sí mismos y a los demás. Rechazan o desconocen lo que escribió antes de morir  el prototipo mundial del emprendedor exitoso, Steve Jobs[4]: “No dejar de perseguir la riqueza, sólo puede convertir a una persona en un SER RETORCIDO, igual que yo”. Steve sacrificó sus sueños dedicando su existencia a la acumulación … de cosas materiales. Su carta publicada póstumamente demostró cuan destructivo resulta tal aspiración.

Por otro lado, quienes no logran salir de su pobreza a pesar de intentarlo, sufren un proceso de autoinmolación psicológica, autoculpándose de su condición de “perdedores”. Su enemigo ya no es quien causa su pobreza sino ellos mismos; o, si acaso, el colega, el amigo, el compañero; el hermano de clase.

Con el internet, esa perversa manipulación se amplió abrumadoramente impactando el cerebro de niños, jóvenes y adultos con misiles de alta precisión provocándoles confusión, miedo, desconfianza y una sensación de vulnerabilidad total. Es un modo efectivo de romper los lazos comunitarios. Los monopolios de Facebook, Google, Amazon, tweter y Apple son ahora las cárceles donde aprisionan la mente de millones de usuarios. Basta ver el documental “El dilema de las redes sociales” o leer el libro “Superficiales” de Nicholas Carr, para descubrirlo. El intenso flujo de imágenes, sonidos y datos, logran dejar al internauta sin posibilidad de desarrollar un pensamiento profundo. Ya bloqueada su capacidad de concentración y reflexión, termina transformado en un Ser tan SUPERFICIAL que hace de la ignorancia, la estupidez y la incultura, antes vergonzantes, ufanas preseas.

Pocos internautas superan su indiferencia ante las injusticias. Decía Héctor Suárez que la mayor muestra de rebeldía de algunos mexicanos es gritar “¡puto!” a un jugador, desde el anonimato que permite la muchedumbre alcoholizada en las tribunas de un estadio de futbol. Algo no esta bien en la red, pues a pesar de la enorme disponibilidad de información está procreando más analfabetas funcionales que sabios. El acto de comprar (compro luego existo, Guadalupe Loeza) se convierte esencialmente en un evento de realización personal. Las actividades de dormir, consumir chatarra y chatear así como las actividades extremas y explosivas complementan ese falso sentido existencial.

Resulta natural que así sea, pues el Sistema mercantilista, al mismo tiempo de vaciarles el cerebro, les estimula el deseo obsesivo de poseer cosas, sin trabajar. Ya desposeídos de su voluntad de SENTIDO del SER, los jóvenes son sumergidos en la SUPERFICIALIDAD total resultando incapaces  de luchar por un ideal fundado en el esfuerzo honesto y desinteresado.

Le propongo un ejercicio para indagar que tanto se encuentra afectado por la SUPERFICIALIDAD. Si contesta afirmativamente las preguntas siguientes, ya no indague más la causa de su frustración:

¿Intenta transformar su dolor o culpa en algo positivo dañando a otros? ¿Piensa que perder dinero es una tragedia? ¿Su prioridad es ser admirado y obedecido? ¿Busca con delirio el placer y el ocio? ¿Las causas sociales son causas perdidas? ¿Cree merecer todo sin dar nada a cambio?[5].

Por supuesto, hay padres que se ocupan de sus hijos supervisándoles el uso de internet y demás tecnologías digitales, les enseñan a respetar lo ajeno, trabajar, leer libros y amar su cultura. Son jóvenes que caminan por el mundo levantando en alto la utopía de sus sueños o la posibilidad de invertir la pirámide de la ignominia globalizada. Como ya se dijo en el inicio, en México, los normalistas de Ayotzinapa y Mactumactzá son ejemplo de esa hermosa juventud rebelde.


[1] John Horgan; Wall Street Journal. Tomado del libro “Superficiales“ de Nicholas Carr, pág. 4.

[2] Frase escrita en el patio central de la Escuela Normal de Ayotizinapan.

[3] Palabra derivada del término anglosajón “entrepreneurship”.

[4] Empresario en el sector informático y la industria del entretenimiento estadounidense. Cofundador y presidente de Apple. Máximo accionista de The Walt Disney Company. https://www.youtube.com/watch?v=K9vmAd45lHw (1955-2011).

[5] Preguntas elaboradas con base al libro de Víktor Frankl, titulado “En el principio era el sentido

Fuente e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com/dominados-por-la-superficialidad/

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Tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

Centroamérica / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Luis Armando González / Fuente: Radio La Primerisima

Imitando a las universidades privadas y a las escuelas de administración de las empresas estadounidenses en particular, los burócratas y los políticos de Gran Bretaña y de la Europa continental han adoptado una jerga empresarial que recuerda a la neolengua orwelliana para la gestión universitaria modelaba según el patrón de una corporación empresarial; y los más triste de todo, con ello respaldan la lógica de los resultados y logros rápidos”

Zygmunt Baumann y Leonidas Donskis, Ceguera moral. La pérdida de sensibilidad en la modernidad líquida.

No cabe duda que los conceptos científicos, particularmente los muy extensos, sí ayudan a cambiar las ideas extracientíficas”.

Thomas Kunh, La tensión esencial.

Introducción

Se ofrecen aquí algunas hipótesis y orientaciones metodológicas generales en torno a las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica. La indagación acerca de las tendencias de las políticas educativas en la región exige el examen, como punto de partida, del contexto económico en el cual se gestaron las políticas educativas vigentes en la actualidad, lo mismo que el estudio del paradigma economicista del cual se nutrieron los gestores de aquéllas.

La hipotesis general que se propone en estas páginas es que lo específico de las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa es su carácter fuertememente economicista, no sólo por su finalidad –hacer de la educación un soporte del modelo económico terciarizado que despuntaba en el marco de la globalización neoliberal—, sino por su filosofía educativa –una filosofía educativa inspirada en conceptos, hábitos y valores de cuño economicista neoliberal— y por sus consecuencias –dar pie a una privatización y mercantilización de la educación que debilitó extraordinariamente la educación pública.

Se trata, obviamente, de un planteamiento polémico. Pero en ningún ámbito como en el educativo es necesaria la polémica y el debate, especialmente cuando las fallas saltan a la vista. Hemos dado demasiadas cosas por supuestas en educación; por ejemplo, que hay conceptos, creencias y valores que deben aceptarse sin hacerse cuestión de ellos. Nada más contrario a la educación que la aceptación acrítica de lo dado. El acomodamiento a las modas educativas se ha convertido en cómplice de burocracias que, trabajando en función de un capitalismo rentista1, han convertido en dogmas educativos “respetables” lo que no son si no nociones tomadas de un economicismo, muy cuestionable desde criterios científicos y éticos, que se han integrado en un “constructivismo” igualmente débil en sus fundamentos filosóficos2.

Comenzamos, pues, con un planteamiento acerca de la necesidad de reflexionar sobre las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica, para luego hacer una valoración sobre la relación entre reformas económicas neoliberales, economicismo neoclásico y educación. Cerramos en el documento con discusión acerca de las tendencias que se pueden identificar, en estos momentos, en las políticas educativas en la región.

  1. La necesidad de reflexionar sobre tendencias de las políticas educativas en Centroamérica

 

En el momento actual, el examen de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica se impone como una necesidad imperiosa. Los modelos educativos implementados después de la salida de las crisis y conflictos de los años ochenta han revelado, a estas alturas, severas deficiencias no tanto en cobertura, sino en la calidad de la educación3en todos sus niveles. Es evidente, en algunos países, la debilidad de la educación en los ámbitos científicos y técnicos, pero también en sus fundamentos filosóficos, éticos y humanistas. Lo mismo que es evidente el deterioro de la profesión docente, comenzando con una formación inicial docente poco sólida, hasta llegar a procesos de formación continua sumamente laxos y fuertememente orientados hacia un didactismo al que le es ajena la reflexión crítica sobre los dinámicas sustantivas de la realidad natural y social.

En algunos países, esas deficiencias han sido analizadas (o lo están siendo) de forma sistemática, y se han impulsado (o se están impulsando) cambios en orden a corregir sus fallas más significativas, por ejemplo en la formación docente4, en los contenidos y metodologías curriculares, y en el acceso a las tecnologías de la información y comunicación.

En otras naciones, reconociendo algunas falencias en los modelos educativos vigentes, los diagnósticos no son todo lo sistemáticos y realistas que debieran, y en consecuencia se introducen mejoras, según criterios de ensayo y error, que no tocan lo medular de aquéllos. En estas últimas naciones, hace falta una reflexión crítica sobre el conjunto de los procesos educativos y la lógica que los gobierna; hace falta una valoración –y no sólo un análisis— de los cambios educativos5, y las políticas a que los mismos dieron lugar, fraguados en los años ochenta y noventa, a la luz de su impacto no sólo en la calidad de la educación, sino también en la dinámica cultural y social.

Como quiera que sea, lo que no se puede negar es que las reformas educativas (y las políticas educativas) realizadas y ejecutadas en la era del postconflicto regional están siendo puestas en cuestión desde diferentes flancos y con distinta profundidad en cada una de las naciones centroamericanas.

Hay un importante debate educativo, ahogado muchas veces por otros debates –por ejemplo, el suscitado por la violencia y la inseguridad—, del cual se están generando diagnósticos, planteamientos críticos y propuestas de acción que, cabe esperar –no sin una gran dosis de optimismo—, den lugar a una reforma educativa (y las políticas educativas pertinentes) de nuevo calado, que permita superar lo que es para muchos una crisis educativa de enormes proporciones en países como El Salvador, Guatemala y Honduras.

2. Transformación económica y reforma educativa

Así las cosas, preguntarse por las tendencias de las políticas educativas en la región centroamericana supone, ante todo, reflexionar sobre las características de los modelos educativos que se diseñaron e implementaron al calor de la gran transformación económica inciada, con variantes nacionales, a finales de los años ochenta y principios de los noventa6, y que, consolidada como un modelo de acumulación centrado en la apertura comercial, la liberalización de los mercados financieros y el turismo –con una extraordinaria dependencia de las remesas y las maquilas en el caso salvadoreño7—, subordinó a sus necesidades el quehacer educativo, impregnándolo de una lógica privatizadora y mercantil.

La tesis de la mercantilización de la educación –que no sólo se escucha en Centroamérica8—es incomprensible sin hacerse cargo, por un lado, de la redefinición de los modelos económicos tradicionales –centrados en la agricultura y la industria— a partir de las exigencias de la terciarización de los aparatos económicos impulsada en el marco, y según los criterios y reglas, del neoliberalismo9. Y, por otro, de la ofensiva economicista de los años ochenta y noventa que permeó no sólo el quehacer económico y político, sino el conjunto de las prácticas, hábitos y creencias populares.

2.1. El economicismo de las reformas y las políticas educativas

El paradigma neoliberal10, con sus nociones del éxito fácil, consumismo, privatización, individualismo, acumulación, rendimiento, emprendedurismo, competencia…, y toda la gama de conceptos, palabras, creencias y estilos de comportamiento que son propias de ese paradigma se introdujeron con fuerza inusitada en la vida social y cultural (no sólo económica y política), impactando con particular eficacia el quehacer educativo en prácticamente todos sus componentes y niveles.

La tesis de la ofensiva de la economía neoclásica de los años ochenta sobre las ciencias sociales, planteada por Adam Przeworski11, se debe extender al pensamiento y a las prácticas educativas: la educación cayó en las redes de un economicismo de cuño neoliberal –del que por cierto aún no sale— no sólo por la lógica de rentabilidad que la terminó por caracterizar, sino por la “contaminación” de la filosofía de la educación (fines de la educación, contenidos curriculares, metodologías y didácticas de enseñanza, conceptos y valores educativos) de nociones, objetivos, propósitos y aspiraciones provenientes de la concepción económica que se erigió en dominante a lo largo de las décadas de los años ochenta y noventa.

Quizá el concepto de mayor influencia educativa desde los años noventa sea el de “competencia”, cuya carga economicista es indiscutible, como también es indiscutible el modo cómo intelectuales de las más diversa procedencia, incluidos figuras de izquierda, le han rendido un culto que ha resultado, en algunos contextos, verdaderamente vergonzoso. Una de las deudas pendientes del pensamiento crítico latinoamericano es el examen riguroso de la visión educativa sustentada en el “enfoque por competencias”, sus supuestos filosóficos y sus repercusiones en la educación.

Es un enfoque que no sólo se ha naturalizado, sino que se ha convertido en criterio de validación del ejercicio docente en todos los niveles del sistema educativo. Asimismo, el “enfoque por compencias” se ha convertido en un mecanismo para excluir del sistema a quienes o no lo conocen o se resisten al mismo por considerarlo insuficiente para apuntalar un proceso educativo sólido en lo congnoscitivo y éticamemente comprometido con la solución de los problemas sociales, económicos y culturales más graves.

En virtud de las exigencias planteadas por la transformación de los aparatos económicos y por el predominio creciente del paradigma neoliberal en el pensamiento social, político y cultural, en los años ochenta y noventa, se impulsaron reformas educativas encaminadas a articular de mejor manera el quehacer educativo con el modelo económico emergente.

El estudio a fondo de cada experiencia nacional seguramente arrojará modulaciones a la afirmación anotada; pero cabe sospechar que, en términos generales, se la pueda seguir sosteniendo como criterio de interpretación de la lógica de fondo de las políticas educativas emanadas de las reformas realizadas –a veces de forma abierta, como en el caso de El Salvador en los años 1996-1997, y a veces sin anunciarlas como tales— en el contexto, por un lado, de la transformación económica de los años ochenta y noventa, y, por otro, de la hegemonía del paradigma económico neoliberal.

2.2. La lógica neoliberal en la educación: la experiencia salvadoreña

En general, en los años noventa, la lógica neoliberal se impuso no sólo en el ámbito de la economía, sino también en el conjunto de la vida social y cultural. ¿En qué consiste esa lógica?

a) En la sujeción de las prácticas sociales a las reglas del mercado, con la subsiguiente mercantilización de la vida social. O sea, en virtud de esa sujeción, todo queda convertido en una mercancía que puede ser comprada o vendida.

b) En la privatización de todo, es decir, la conversión de bienes y prácticas sociales en propiedades individual o corporativa. La consecuencia de ello es que, por un lado, todo debe tener dueño y, por otro, los bienes públicos tienden a desparecer, siendo sometidos a una proceso de privatización.

El caso de El Salvador es extremo en el predominio de este espíritu privatizador en la vida social: desde el fin de la guerra civil (1992) ha sido indetenible la práctica de convertir en espacios privados espacios públicos (como calles, avenidas, pasajes, parques y zonas verdes) que, de la noche a la mañana, aparecen con verjas y portones por decisión de grupos de vecinos que habitan en las inmediaciones de los mismos12.

c) El debilitamiento del Estado, al cual se le van restando no sólo capacidades económicas, sino responsabilidades sociales, que precisamente se descargan en cada individuo del cual depende su propio bienestar y su propia seguridad13. En virtud de la lógica neoliberal, cada individuo es dueño de su destino, mismo que depende de lo que le haya tocado en suerte en esa rueda de la fortuna que es el mercado. Es problema de cada cual resolver las dificultades y trampas que la vida le depare, aunque estas sean generadas por un ordenamiento económico excluyente y empobrecedor.

d) La desaparición del ciudadano y el surgimiento del consumidor. El primero tiene derechos y deberes; el segundo capacidad o incapacidad de comprar o de vender algo. Si no tiene capacidad de compra, queda fuera del mercado y de los bienes que el mercado ofrece. Si tiene capacidad de compra, tiene “derechos de consumidor”: puede consumir las mercancías que se le ofrezcan y puede reclamar si las mismas no tienen la calidad debida o fallan en algún aspecto.

e) Consumismo extremo: el neoliberalismo alienta una cultura de consumir para llevar una vida fácil, ligera, cómoda, light,  sin más límite que la capacidad de compra al crédito o al contado. Si se paga un precio por un bien o un servicio, la idea es que el “cliente” gane en disfrute y en comodidad. Es un consumismo que, alentado por una cultura de marcas, atenta contra la ciudadanía, tal como lo hizo notar Naomi Klein en su libro No logo. El poder de las marcas14.

¿Cómo operó esta lógica en El Salvador, en el plano educativo?

En el caso de El Salvador, en los años noventa se realizó una proceso de reforma educativa inserto en el esquema neoliberal. Los gestores de esta reforma buscaron poner al sistema educativo en función de un modelo económico terciarizado y maquilero, y lo hicieron imbuidos, consciente o inconscientemente, del paradigma económico neoclásico. Para realizarla, había que formular una filosofía educativa que marcara el horizonte de la reforma que se estaba impulsando.

Esta nueva filosofía educativa –que se empapó del economicisimo predominante—, se caracterizó  por lo siguiente:

  1. El cambio del docente formador (del profesor) al docente facilitador, lo cual se hizo a partir de una “crítica” aparentemente sólida a las debilidades del docente tradicional. Junto con un rechazo a la educación bancaria y memorística (no se dudó en recurrir a Paulo Freire para sostener esta crítica), se desvirtuó el rigor, esfuerzo y disciplina intrínsecos a cualquier proceso de conocimiento (científico, literario o filosófico), cayendo en un facilismo poco propicio para el cultivo de las destrezas intelectuales superiores. La arremetida contra la “memorización” lo fue en contra de uno de los fundamentos de la identidad individual y colectiva: la capacidad de recordar. También se puso en jaque esa conquista humana sin la cual no hay educación: la palabra dicha y la palabra escuchada, la palabra escrita y la palabra leída (en una pizarra o en un libro). El diálogo socrático, pilar esencial de cualquier proceso educativo, fue ahogado por el practicismo didáctico y el uso de recursos tecnológicos en los cuales al profesor sólo le correspondía ocupar el lugar de “facilitador”15.
  2. La potenciación de la didáctica en detrimento de los contenidos cognoscitivos y críticos, bajo el supuesto de que había que orientar la educación hacia la práctica, o como se dice en la jerga didactista prevaleciente hacia el “saber hacer”, el “saber aprender” y el “aprender a aprender”. Se cayó en un “didactismo” de graves consecuencias para la educación, pues en virtud del mismo se dejaron de lado contenidos científicos, literarios y filosóficos sustantivos, lo mismo que se ahogó la reflexión crítica sobre la realidad y el compromiso con un conocimiento orientado a su transformación.

 

  1. El énfasis en hacer de la educación un proceso “suave”, “amigable”, light, en el que todos pueden construir el conocimiento en igualdad, pues nadie sabe más –y el facilitador menos que nadie—. Esta visión de la educación se nutrió de (y a su vez reforzó) la cultura de la globalización16 que se impuso con contudencia a lo largo de los años noventa y primeros años del 2000. Este trasiego de conceptos, valores, creencias, aspiraciones y hábitos desde la cultura globalizada hacia la educación, y viceversa, es algo a lo que no se le ha dado la debida atención, pero que reclama un examen detallado.

 

 

  1. Los estudiantes y sus padres, madres o tutores vistos como clientes, como consumidores individuales de bienes educativos, que les servirían para su éxito individual. Obviamente, ello dependiendo de su capacidad de pago, pues cada cual recibe la educación que pueda comprar.

 

  1. La implantación, como creencia compartida socialmente, de la que la educación que se paga (privada) es mejor que la gratuita (pública), y que entre más costosa es la mensualidad de mayor calidad y prestigio es la educación recibida. No sólo se introdujo una tajante separación entre la educación pública y privada, sin igualdad posible entre ambas en prestigio y reconocimiento social, sino una jerarquía entre las instituciones privadas, de la más cara a la más barata, y una competencia entre ellas por asegurarse las clientelas estudiantiles que hicieran rentable el negocio educativo.

 

 

  1. El deterioro de la educación pública que, de ser el principal foco de la educación en el pasado, se convirtió en el espacio para quienes no podían tener un lugar en el mercado educativo, es decir, para quienes no podían comprar los servicios ofrecidos por las empresas educativas privadas. Se dio por descontado que quienes no pudieran acceder a estas últimas no podrían presumir jamás de la educación recibida en las instituciones públicas, pues haber estudiado en ellas no sólo revelaba su situación de precariedad socio-económica (o sea, su condición de “perdedores”), sino la imposibilidad de salir de ella por no haber accedido a los conocimientos y habilidades –y también las relaciones y prestigio que dan las instituciones caras— que se requieren para triunfar en el mercado.

 

El deterioro de la infraestructura escolar pública, el descuido de la formación profesional docente, el ahogo presupuestario y la presión gremial en torno a demandas económicas, reforzaron en el imaginario social la idea de la inferioridad de la educación pública respecto de la privada, reforzando las ansias de las familias por buscar a toda costa alejarse de la posibilidad de enviar a sus hijos e hijas a escuelas públicas. Son los sectores medios los que más eco han hecho de esta visión, creyendo con los ojos cerrados que el éxito en la vida de sus hijos e hijas está en función de la inversión realizada en las colegiaturas escolares.

 

Se cayó en un círculo vicioso, del cual no sólo ha salido perdiendo la educación pública, sino la educación en general: el mito de que la educación privada es de calidad, y la pública no, ha impedido caer en la cuenta de que la primera, pese a las cuotas altas y a los lujos y comodidades en sus edificios, no ha escapado al empobrecimiento científico, filosófico y ético de la educación.

 

Antes bien, la educación privada ha sido una de sus generadoras, pues el facilismo, la falta de rigor académico y la implantación de valores consumistas, competitivos y poco críticos, han emanado de quienes la han auspiciado. Y lo que es peor, la visión educativa privada y privatizadora contagió el quehacer de la escuela pública, que no sólo fue vista y entendida como un instrumento que debe estar al servicio del mercado, sino que asumió, además de sus conceptos, palabras, creencias y hábitos, sus propósitos: en primer lugar, forjar consumidores y clientes de las empresas establecidas; y, en segundo lugar, crear una mano de obra lista para integrarse a las empresas que así lo demandaran en el marco de la transformación económica de los años noventa (maquilas, call center, comercio, servicios financieros).

2.3. Educación y economía: la particularidad del cambio educativo de los años ochenta y noventa

La subordinación de los sistemas educativos a las exigencias de los aparatos económicos no es un invento de los promotores de las reformas económicas neoliberales17. El modelo agroexportador dio pie a un quehacer educativo que le era funcional, y lo mismo sucedió con el modelo agroindustrial18. Desde las materias y las carrerras técnicas profesionales, pasando por los contenidos curriculares, hasta el calendario escolar y académico, no se entienden sin hacer referencia a los modelos económicos vigentes o emergentes en cada época histórica particular.

Sin embargo, lo singular de las reformas educativas y las políticas educativas de los años ochenta y noventa es su filosofía y orientación marcadamente economicista, lo cual las distingue de otros procesos de cambio educativo en los que los propósitos económicos coexistían e incluso se subordinaban a propósitos políticos e incluso culturales y religiosos.

Se trata, en las reformas y políticas educativas de los años ochenta y noventa, de un proceso de cambio educactivo no sólo orientado casi exclusivamente por objetivos económicos, sino embuido de un paradigma economicista que, como se dijo arriba, ha contaminado el quehacer educativo de una manera extraordinaria. Hablamos, pues, de reformas y políticas educativas de carácter economicista en sus objetivos, en su conceptualización y en su ejecución. Esa es la gran novedad del cambio educativo de los años noventa, respecto de otras reformas y transformaciones edicativas del pasado.

Es decir, en el pasado de la educación en Centroamérica, si bien es cierto que ella tenía un eje que la subordinaba a los aparatos económicos prevalecientes o emergentes, también tenía anclajes en exigencias políticas y culturales emanadas de los grupos de poder, especialmente en la línea asegurar la sumisión a la autoridad y el mantenimiento del orden establecido, que muy probablemente tenían la primacía respecto de las exigencias económicas.

Parte del éxito del economicismo y el mercantilismo predominantes es hacernos creer que han existido en todos los tiempos y lugares, con lo cual logran imponerse como algo “natural”.

El análisis histórico nos enseña que, si bien nuestro tiempo es fuertemente economicista y mercantilista, en otras épocas fueron otros los paradigmas (creencias, nociones, valores y aspiraciones) que prevalecieron. Se trató de paradigmas políticos y culturales en los que la nación, la patria, el orden, la autoridad y las jerarquías sociales eran lo esencial, y la educación bebió de ellos y se puso en función de sus objetivos.

Hasta las transformaciones economicas de los años ochenta y noventa, y la hegemonía creciente del economicismo y el mercantilismo en la cultura colectiva –incompresibles sin la globalización neoliberal y su cultura—, fueron otras las matrices conceptuales (no economicistas, no mercantilistas y no privatizadoras) y otros los objetivos (no principalmente o exclusivamente económicos) que sustentaron las reformas y las políticas educativas19.

De tal suerte que sin entender los fines (casi) exclusivamente económicos y el predominio del paradigma neoliberal en las reformas y políticas económicas de los años ochenta y noventa no se las pueda explicar a cabalidad en su singularidad y novedad. Tampoco se podrán entender los efectos negativos que ello ha tenido no sólo en la calidad de la educación, sino en la integración social y cultural. Al convertir a la educación en instrumento expreso de un modelo económico emergente, el economicismo y el mercantilismo vulneraron su anclaje social, cultural y político, erosionando sus capacidades como mecanismo de integración.

3. Reflexión final: el estudio de las tendencias de las políticas educativas

En síntesis, es ineludible el examen a fondo de la dinámica económica prevaleciente o emergente en una época determinada para entender las políticas educativas, lo mismo que los procesos de reforma educativa.

Y ello porque, en general, los sistemas educativos se han configurado históricamente a partir de un anclaje con los modelos económicos prevalecientes, lo cual es particularmente evidente en el contexto de la emergencia y consolidación de los modelos económicos de carácter neoliberal y globalizado.

Así, en el caso de las tendencias de las políticas educativas en Centroamérica es de rigor analizar, como punto de partida, el contexto económico de las reformas educativas de las que emanaron las políticas educativas vigentes en la actualidad. Y, a partir de este análisis, se debe hacer el esfuerzo por vislumbrar las dinámicas futuras de la educación en la región centroamericana.

También es ineludible el examen de los paradigmas predominantes (económicos, políticos, culturales) pues las matrices conceptuales –la filosofía educativa— de las reformas y las políticas educativas se nutren de ellos, lo mismo que sus fines y objetivos fundamentales. Así, es imposible entender a cabalidad las políticas educativas operantes en el presente sin hacerse cargo del predominio del paradigma neoliberal y del modo cómo este contaminó la filosofía de la educación que sostiene las políticas educativas vigentes.

¿Cuáles són, pues, las dinámicas de las políticas educativas de cara al futuro en Centroamérica? O sea, ¿cuáles son las tendencias de las políticas educativas en la región?

Para responder a esa pregunta se debe reconocer, ante todo, la existencia de un incipiente replanteamiento de los modelos económicos establecidos, los cuales han comenzado a revelar algunas de sus fisuras más profundas. Tanto del lado de determinados grupos empresariales como del lado de determinados actores políticos (de distinta filiación ideológica) se hace patente la preocupación por los límites de unos modelos económicos estancados productivamente, dado su anclaje en los servicios financieros, el comercio, el turismo, las maquilas y las remesas.

La crisis financiera de 2007-200820 sacó a relucir, de manera dramática, la inviabilidad de unas economías que descansan en la intensificación del consumo de servicios financieros, sin atender a la inversión productiva y a la innovación científica y tecnológica.

Hay grupos empresariales que han comenzado a presionar a los gobiernos para apuntalar un giro educativo que posicione, como algo central del quehacer educativo, a la ciencia y a la tecnología. Aquí, de nueva cuenta, lo que predomina es la visión economicista de la educación, tanto por los objetivos que se buscan con ella como por las matrices conceptuales que deben orientarla. En el caso de El Salvador, el modelo económico terciarizado está en crisis y las formas emergentes de actividad económica que vislumbran algunos de los grupos de poder exigen un replanteamiento de la educación, en función de una nueva agenda económica21.

Desde la derecha política vinculada a los grupos empresariales emergentes se suele respaldar esta demanda de una reforma educativa que se traduzca en una potenciación, desde la educación, del giro económico que aquéllos están promoviendo. En algunas instituciones educativas privadas, creadas expresamente para articularse con el aparato económico predominante, ya se realizan las adecuaciones pertinentes para dar respuesta a estas nuevas demandas empresariales.

Por su parte, la educación pública no sólo está sometida a la tensión que le provocan esa demandas, a las que de alguna manera intenta dar respuesta, sino que también está sometida a otras tensiones surgidas de objetivos que, desde una visión política de izquierda o de centro izquierda, se le imponen ahí donde las derechas políticas no gobiernan (o temporalmente dejaron de hacerlo).

Es decir, los gobiernos progresistas de la región, sin romper totalmente con el marco de políticas educativas fraguadas en los años ochenta y noventa –y sin renunciar a responder, desde los sistemas educativos, a las demandas de los grupos empresariales emergentes— han intentado generar enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas educativas de un carácter distinto al de los vigentes, pero sin romper totalmente con ellos.

Entre los aspectos novedosos de estos enfoques, marcos conceptuales, objetivos y políticas destacan la apuesta por la inclusividad educativa; la visión de que la educación debe estar en función de la humanización y dignificación de niños, niñas, jóvenes, hombres y mujeres, y no en función de un modelo económico o de la reproducción de relaciones sociales y políticas de desigualdad; la idea de que el conocimiento científico (y sus implicaciones tecnológica) es esencial en el proceso educativo, pero que este es incompleto sin los saberes humanísticos y sin una ética de compromiso por parte de alumnos, profesores y padres de familia; la exigencia de apuntalar, desde la educación, los derechos humanos, la democracia y la participación ciudadana; la preocupación por articular al sistema educativo con las dinámicas de integración social y cultural22; y por último, el cultivo de un saber comprometido con la solución de los graves problemas de la realidad nacional. Como se ve, se trata de una visión de la educación no sólo distinta, sino contraria a la fraguada al calor de las reformas económicas neoliberales y del predominio del paradigma economicista.

Lo que sucede es que se trata de una visión de la educación que no ha sido traducida en un conjunto de reformas que las conviertan en un cuerpo de políticas educativas que le cambien el rostro a los sistemas educativos establecidos. Éstos, en lo fundamental, siguen operando según el marco de políticas fraguadas en las reformas educativas de los años ochenta y noventa.

De lo anterior, se pueden identificar tres grandes tendencias en las políticas educativas en Centroamérica: a) la primera es la de la continuidad de las políticas diseñadas en los años ochenta y noventa; b) la segunda, la del diseño e implementación de nuevas políticas educativas, coherentes con la filosofía y objetivos de las vigentes, pero orientadas a potenciar las áreas científico-técnicas, a tono con la emergencia de dinámicas empresariales vinculadas a la producción y no a los servicios; y c) una tercera, que apunta a un conjunto de acciones animadas por una nueva visión de la educación –no economicista, sino humanista, crítica y con sólidos fundamentos científicos, filosóficos y éticos— que pueden dar lugar una reforma educativa de envergadura, con el subsiguiente cuerpo de políticas educativas que le de viabilidad. Esta última tendencia está fuertemente condicionada por la contituidad de las gestiones de gobiernos progresistas que son las que han promovido cambios educativos desde una nueva visión de la educación.

Estas tres tendencias, al estar presentes en los sistemas educativos en estos momentos, tesionan a los ministerios de educación de la región. Por supuesto que el carácter de cada una de ellas es distinto en cada nación, lo cual depende de, al menos, estos factores: a) la manera como se concretó la reforma económica neoliberal y se instauró el modelo económico nacido de ella en cada país; b) la irradiación del paradigma economicista en el quehacer educativo; c) la forma cómo desde las reformas y las políticas educativas se encararon las dos dinámicas anteriores; d) las tradiciones institucionales y educativas propias de cada nación; e) la naturaleza de los gobiernos que administraron las reformas económicas y las reformas educativas de los años ochenta y noventa (y las políticas educativas surgidas de estas últimas); f) los movimientos docentes y su resistencia –o su no resistencia— a las reformas educativas de carácter neoliberal; y g) la naturaleza de los gobiernos que en el presente tienen que hacer frente, por un lado, al deterioro de los aparatos económicos terciarizados, por otro, a las deficiencias educativas (calidad de la educación, debilidades en la formación docente inicial y en servicio, deterioro de la infraestructura) y, por últlimo, a la erosión de la convivencia social no sólo por razones de inseguridad y violencia, sino por desigualdades socio-económicas de larga data.

Sin duda alguna, el estudio de cada uno de los casos nacionales enriquecerá, con evidencia firme, lo que aquí se ha esbozado de forma sumamente genérica. Como resultado de ello, seguramente contaremos con elementos de juicio más fundamentados para defender y proponer una reforma educativa de envergura (de la cual emanen las políticas educativas correspondientes), en la cual los sistemas educativos de la región –anclados en el cultivo de un conocimiento científico y filosófico, crítico y emancipador—, se pongan en función de la dignidad, bienestar y felicidad de sus ciudadanos.

San Salvador, 13 de octubre de 2017

Texto de la ponencia para el “Primer Congreso latinoamericano y del Caribe sobre metodologías para el análisis de reformas y políticas educativas”, realizado en Xalapa, Veracruz (México), del miércoles 29 de noviembre al sábado 2 de Diciembre del 2017.

1 L. A. González, “Capitalismo rentista”. En https://www.alainet.org/es/articulo/186841

2 L. A. González, “Educador: ¿facilitador o problemarizador?” En Educación, conocimiento y emancipación. San Salvador, EDIPRO, 2014.

3 L. A. González, “Una reflexión sobre la calidad de la educación”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/una-reflexion-sobre-la-calidad-de-la-educacion

4 Por ejemplo, en El Salvador desde 2009, con el gobierno de Mauricio Funes, se inició un trabajo de largo aliento en la potenciación de la formación docente, efuerzo que ha continuado a partir de 2014, con el triunfo electoral de Salvador Sánchez Cerén. No se ha resuelto en este país el gran desafío de contar con una institución formadora de docentes de carácter público, pese que el tema ha estado presente desde 2011, cuando se ensayó la creación de la Escuela Superior de Maestros, proyecto que por diversas razones no prosperó. Una nueva iniciativa, en la misma dirección, es la creación del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) que, cabe esperar, prospere en la dirección deseada.

5 Fueran calificados esos cambios o no como “reformas educativas”.

6 Cfr., E. Ganuza, R. Paes de Barrios, L. Taylor, R. Vos (Eds.), Liberalización, desigualdad y pobreza: América Latina y el Caribe en los 90. Buenos Aires, Eudeba, PNUD, CEPAL, 2001; L. A. González, “Exclusión versus inclusión: democratizaciòn y reforma económica cen Centroamérica”. En Sociedad y política. Reflexiones desde El Salvador.San Salvador, UDB, 2015, pp. 210-227.

7 Cfr., L. A. González, “El círculo vicioso de las remesas”. ECA, No. 684, 2005, pp. 997-999.

8 Cfr., Cfr., L. A. González, “El problema del mercantilismo de la educaciób superior”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/tribuna/el-problema-del-mercantilismo-en-la-educacion-superior

9 Cfr., N. Klein, La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Buenos Aires, Paidós, 2007.

10 Cfr., L.A. González, “Globalización y neoliberalismo”. ECA, 1999,pp. 53-67.

11 Cfr., Adam Przeworski, “Marxismo y elección racional”. https://es.scribd.com/document/206479827/Marxismo-y-eleccio-n-racional-Przeworski-docx

12 Cfr., L. A. González, “Defensa de los espacios públicos”. https://www.alainet.org/es/articulo/185223

13 Cfr., L. A. González “Responsabilidades del Estado ante la sociedad”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/opinion/columnistas/responsabilidades-del-estado-ante-la-sociedad

14 Barcelona, Paidós, 2001.

15 Cfr., L. A. González, “Educador ¿faciltador o problematizador?”.http://abacoenred.mayfirst.org/wp-content/uploads/2015/10/educador_-_facilitador_o_problematizador.pdf

16 Cfr., L. A. González, “Implicaciones culturales de la globalización”. ECA, No. 703-704, 2007, pp. 377-396.

17 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

19 Incluso en als reformas impulsadas al calor de los proceso de industrialización por sustitución de importaciones, de los años 50 y 60, del siglo XX, los objetivos económicos, con todo y ser esenciales, no fueron los únicos, pues estuvieron acompañados de propósitos políticos y culturales (por ejemplo, a los objetivos de la modernización autoriraria de los gobiernos militares salvadoreños de la época).

20 L. A. González, “Crisis financiera muncial: su impacto social y político en Centroamérica”. En Sociedad y política…, pp. 228-257.

21 L. A. González, “Educación y modelo económico”. http://www.contrapunto.com.sv/archivo2016/columnistas/educacion-y-modelo-economico

22 L.A. González, “Cultura, educación e integración social en El Salvador”. San Salvador, CENICSH, Cuaderno de Trabajo, No. 1, junio de 2009.

Fuente del Artículo:

http://www.radiolaprimerisima.com/articulos/7406

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República Dominicana: Infotep prepara 2 millones 704 mil 515 participantes en cinco años

Centro América/República Dominicana/13 Agosto 2017/Fuente y Autor:elcaribe

El índice de empleabilidad de los participantes de la formación técnica profesional de Infotep es de 83.2 por ciento, de acuerdo a estudios realizados en el año 2016.

En los últimos cinco años, han egresado del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP) dos millones 704 mil 515 participantes, de los cuales, dos millones 64 mil 930  corresponden a la gestión del actual director general, Rafael Ovalles, iniciada en septiembre del 2014.

Asimismo, entre agosto del 2012 y junio del presente año 2017, el INFOTEP ha ofrecido 13 mil 956 acciones formativas, con 252 mil 676 participantes, en el sector zonas francas; 11 mil 477, con 230 mil 119 participantes, en turismo, y 9 mil 730 docentes han participado en programas de actualización  técnica y metodológica.

El índice de empleabilidad de los participantes de la formación técnica profesional es de 83.2 por ciento, de acuerdo a estudios realizados en el año 2016.

Al presentar memorias de la gestión institucional agosto 2012- junio 2017, Ovalles precisó que las ejecutorias han estado sustentadas en cinco líneas estratégicas fundamentales.

“Estas líneas incluyen la ampliación y actualización de la infraestructura física; innovación y desarrollo; ampliación y mejora de los servicios, alianzas estratégicas interinstitucionales nacionales e internacionales, así como el incremento de los ingresos que percibe la institución  a través de las diferentes fuentes, contempladas en la Ley 116-80”, expuso.

Aseguró el director general del INFOTEP que al pasar balance de lo realizado, no hay dudas de que “hemos logrado una gestión muy fructífera, muy provechosa y de muy buenos resultados”.

Funcionales infraestructuras

En el aspecto de la infraestructura, el director general del INFOTEP cita entre sus logros la construcción del Centro Técnico de Capacitación en San Juan de la Maguana, uno de los más modernos de América Latina y el Caribe.

Este centro cuenta con equipos innovadores y de alta tecnología, distribuidos en las 18 aulas que posee, para la formación teórica, y en 10 talleres para prácticas, en las cuales desde su creación en 2015 a la fecha se han formado 13,690 participantes.

También, las construcciones del Taller de Masaje Corporal, modernamente equipado para los sectores de salud y turismo; un edificio de 18 aulas y talleres, en la Gerencia Regional Central; un Taller de  Calzados en la Región Norte, en la que se formarán 20 mil técnicos del área; y la Escuela de Hotelería, Gastronomía y Repostería de la Región Este del país, en Higüey, provincia La Altagracia.

El INFOTEP cuenta, además,  entre sus logros, la construcción de un  salón multiuso en la Oficina Nacional y la de un  edificio para oficinas administrativas en Santiago, por un monto de 92 millones 665 mil pesos, así como la inauguración de nuevas instalaciones que albergan la Oficina Satélite Nordeste, en San Francisco de Macorís.

Ovalles  indicó que esas construcciones han estado acompañadas de la adquisición de equipos para la modernización de los centros en las distintas regionales, Central, Norte, Sur y Este del INFOTEP y de la propia Oficina Nacional de la institución (ONA).

INFOTEP y su vínculo a la comunidad

Expuso Ovalles que en el INFOTEP prevalece el principio de transparencia, por lo que, además de rendir cuenta a la sociedad y poner a disposición de la ciudadanía los estados financieros, también hay mecanismos que garantizan que los fondos obtenidos en cumplimiento de la ley 116-80, sean correctamente administrados.

El establecimiento de un Código de Ética institucional figura también entre los logros de la gestión, al igual que el fortalecimiento del programa de Capacitación Comunitaria, dirigido a jóvenes  de sectores socialmente vulnerables.

Manifestó que mediante este programa, el INFOTEP ha logrado atraer a esa población, flexibilizando los requisitos, adecuando las metodologías y los contenidos  y disminuyendo la carga horaria, para que estos puedan participar en las acciones formativas, sin mayores obstáculos.

“Estas formaciones se imparten en colaboración con los programas sociales del Gobierno y de la Vicepresidencia de la República, con lo cual impulsamos los lineamientos del presidente de la República, Danilo Medina, para disminuir el número de jóvenes, llamados ni-ni, porque han carecido de oportunidades para estudiar y/o trabajar”.

Indicó que la institución desarrolla un Sistema de Impresión en Línea de Certificados, con el cual las personas, pueden obtener su  certificado desde su oficina u hogar, lo que les representa un ahorro de  tiempo y dinero y  a las  empresas les permite  validar  la calificación del personal que desee contratar

¡Emprende ahora!, es el portal puesto en funcionamiento por el INFOTEP, con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para que los interesados en emprender un negocio o mejorar el que ya tienen dispongan de un lugar de consulta, capacitación, asesoría y asistencia técnica.

“Esta herramienta digital contribuye con las políticas del Gobierno de apoyo al desarrollo de las PYMES, que proponen desarrollar habilidades emprendedoras en los propietarios y mandos medios de las pequeñas y medianas empresas”, precisó.

Innovación y Desarrollo

En el plano de la Innovación y el Desarrollo, la entidad tripartita ha implementado programas de Capacitación y Desarrollo para el Personal; Actualización Técnica y Metodológica para los Docentes de la Formación Técnico-Profesional y el Proyecto de Transversalización con Perspectivas de Género; al igual que el establecimiento del Centro Nacional de Formación Docente para los facilitadores.

Respecto a las mejoras en los servicios de formación profesional y asesoría y asistencia a la productividad de las empresas, el director general del INFOTEP explicó que  el organismo ha aportado tres millones 17 mil 534 participantes, que se han formado en áreas de turismo, zonas francas, textiles, servicios, gerencias, emprendedurismo y otras vitales para el desarrollo.

Enunció,  además, el ciclo de Charlas de Formación sobre Principios y Valores, de las cuales han sido impartidas 24, con igual número de personalidades de los ámbitos público, empresarial, académico y profesional del país.

Las alianzas estratégicas interinstitucionales constituyen una importante línea de acción de la gestión de Ovalles frente al INFOTEP, quien formalizó una unidad de trabajo dedicada a esos aspectos.

En ese sentido han sido suscritos 44 convenios  con distintas instituciones, para afianzar la formación técnica y asegurar el acceso a poblaciones vulnerables, mejorando la articulación con los distintos sectores de la vida nacional.

Más allá de las fronteras

El INFOTEP ha mostrado su mayor potencial de acción del período 2012-2017, a partir del año 2014, cuando introduce una serie de movimientos, programas, proyectos y acciones, cuyos beneficios han transcendido las fronteras nacionales y se ha constituido en importante referente en el plano internacional, en aspectos puntuales de la formación técnico-profesional.

Varios congresos, talleres, conferencias y seminarios internacionales han sido organizados por el INFOTEP, en la búsqueda de la mejoría y la más elevada formación y capacitación de sus docentes, de los participantes y, esencialmente, de sectores productivos y empresariales de la nación que trabajan en estrecha armonía y cooperación con esa institución.

Los Congresos Internacionales Retos y Desafíos de la Formación Dual y  sobre Perspectivas de la Formación de Docentes, a los que asistieron funcionarios, empresarios, formadores, así como los máximos representantes del sistema educativo dominicano y especialistas de Centroamérica y el Caribe, son algunos de los enfoques globales promovidos por el INFOTEP en la consolidación de la formación técnico-profesional.

Reconocimientos nacionales e internacionales

Como consecuencia de la eficiente labor desempeñada en la preparación y formación técnico-profesional a favor de la productividad, la competitividad y el desarrollo, el INFOTEP ha obtenido decenas de reconocimientos nacionales e internacionales, incluyendo la recertificación de Calidad en la Norma ISO 9001.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), que lo define como un “gran socio estratégico en el área”, ha elegido esta institución para la aplicación por primera vez en el país de la metodología SCORE, para el mejoramiento sostenible de la productividad, la competitividad y las condiciones laborales.

En tal virtud, el INFOTEP se convierte en el segundo centro de excelencia de formación en esa materia en Centroamérica y en el primero, en el Caribe.

También recibió el Premio Internacional BIZZ 2014,  en reconocimiento al compromiso con la calidad, el liderazgo, la tecnología y la innovación; seis medallas de bronce, ganadas en la competencia de World Skill América, efectuada en Colombia y el Sexto lugar en el ranking Institucional, otorgado por la Oficina Presidencial de Tecnologías de la Información y la Comunicación (OPTIC).

Otros reconocimientos recibidos por el INFOTEP, en la gestión de Rafael Ovalles, son “Labor Institucional en Apoyo al Sector Industrial”, que entrega la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y el Premio Nacional a la Producción Más Limpia, del Ministerio de Medio Ambiente.

También  el de Buenas Prácticas dirigidas hacia la inclusión Plena de Personas con Discapacidad, que entrega el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS); el de la Universidad Católica Tecnológica del Cibao (UCATECI) “por sus grandes aportes a la formación y capacitación de hombres y mujeres” y el de la Unión Nacional para el Desarrollo de la Mujer rural y Barrial (UNDEMURB), de la provincia Duarte.

Fuente de la noticia: http://elcaribe.com.do/2017/08/11/infotep-prepara-2-millones-704-mil-515-participantes-en-cinco-anos/

Fuente de la imagen: https://storage.googleapis.com/mmc-elcaribe-bucket/uploads/2017/08/a3bd68a3-rafael-ovalles-infotep-640×384.jpg

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Eduy21: para educar mejor

Por. Antonio Mercader

La madre de todas las reformas es la reforma educativa”. Esta frase del historiador Gerardo Caetano fue una de las más acertadas entre las que se oyeron durante la presentación de Eduy21, una asociación privada dedicada a trabajar por la educación nacional. Una frase que de alguna forma evocaba aquella de Tabaré Vázquez pronunciada en su primer mandato sobre la trascendencia de la -prometida y nunca concretada- reforma del Estado.

Por supuesto que reducir, modernizar y agilizar el Estado uruguayo es una asignatura urgente, pero más lo es reformar la enseñanza. Eduy21, conformada por académicos, expertos y representantes de diversos sectores sociales, se propone colaborar en esa tarea en la que al país se le va, si no la vida, al menos buena parte de su futuro. Ya sea en la economía, la seguridad, la salud o el cuidado del medio ambiente, sus perspectivas dependerán de aquí en más de la formación que se brinde a las nuevas generaciones.

La presentación de Eduy21 dejó en claro esa preocupación por el porvenir. Aunque parezca un lugar común decir que el mundo cambia aceleradamente y que hay que prepararse para los cambios, más vale asumirlo entre todos y entender que con el sistema educativo actual vamos al despeñadero. Renato Opertti, un especialista de prestigio internacional y miembro de la nueva asociación, sintetizó así el objetivo: “Transmitimos conocimiento de forma magistral, pero el mundo que se viene necesita alumnos que produzcan conocimiento”.

El desafío no puede ser más acuciante.

El mundo laboral, tal como lo conocemos, está dejando de existir como lo muestran quienes predicen que de aquí a veinte años -o menos-, no se necesitarán la mitad de los puestos de trabajo que hoy existen. Basta ver cómo se manejan las grandes plantas productoras de celulosa en Uruguay -computación, robótica y logística mediante- para saber que ese vaticinio es correcto. Eso no significa que la educación deba rendir culto exclusivo a la tecnología, pues tan necesario como enseñar el dominio de los nuevos instrumentos es moldear ciudadanos de mente abierta, creativos, con sólida cultura y, sobre todo, emprendedores.

Uno de los principales responsables de esta oportuna iniciativa ciudadana, el maestro Juan Pedro Mir (ex-director de Educación), lo formula así: “Reconocer los cambios vertiginosos que estamos viviendo y que hace que nuestras instituciones fundamentales (familias, partidos políticos, Estado, agremiaciones, iglesias, y por supuesto sus instituciones educativas) se vean interpeladas y resignificadas”. Eduy21 parte de la base de que en esa labor debe participar no solo el sistema educativo sino “otros espacios que también están en crisis”.

“Para educar a un niño hace falta todo un pueblo”, reza un antiguo proverbio africano que resalta que la causa de la educación es de todos y no sólo patrimonio de las escuelas y los docentes. Ojalá que esta nueva institución que surge con el auspicio de tantas personalidades logre encolumnarnos a todos en una empresa que tiene al menos una parte del trabajo hecho: el diagnóstico de los males que afligen a la educación nacional. Ahora que sabemos lo que no hay que hacer en la enseñanza, Eduy21 puede ayudarnos a enderezar el rumbo.

Fuente: http://www.elpais.com.uy/opinion/eduy21-educar-mejor-enfoque-mercader.htm

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China intensifica esfuerzos por reducir pobreza a través de la educación

Asia/China/18 de octubre de 2016/Fuente: spanish.peopledaily

El gobierno de China dio prioridad a la educación en sus esfuerzos por erradicar la pobreza en el periodo 2011-2015, según un libro blanco publicado hoy lunes.

Para garantizar el acceso de las personas empobrecidas a la educación, el gobierno ha tomado medidas para promover el equilibrio en la educación obligatoria, salvar la brecha educativa entre las áreas urbanas y rurales, mejorar las infraestructuras educativas en las zonas empobrecidas y conceder subvenciones de subsistencia a los estudiantes, indica el documento, publicado por la Oficina de Información del Consejo de Estado, el gabinete chino.

Entre 2012 y 2015, el gobierno central dedicó 83.100 millones de yuanes (12.330 millones de dólares) a renovar las escuelas de enseñanza obligatoria y destinó 14.000 millones de yuanes a la construcción de residencias en áreas rurales remotas para unos 300.000 profesores, recuerda el estudio.

En las regiones menos desarrolladas del centro y el oeste de China, el número de niños inscritos en guarderías pasó de 21,53 millones en 2011 a 27,89 en 2015, un aumento del 30 por ciento.

China ofreció subsidios de subsistencia para profesores rurales de zonas empobrecidas colindantes de los que se beneficiaron un millón de maestros de 600 distritos.

En ciertas zonas con elevados niveles de pobreza se llevó a efecto entre 2012 y 2015 un programa de matriculación dirigida en el que se registraron 183.000 estudiantes de 832 distritos desfavorecidos.

Entre 2013 y 2015, el crecimiento anual medio de los estudiantes de áreas pobres rurales que se matricularon en las principales universidades se mantuvo siempre por encima del 10 por ciento, según el libro blanco.

El documento añade que China también reforzó sus esfuerzos de reducción de pobreza a través del desarrollo de industrias con características locales, el realojo de la población empobrecida, la mejora de la seguridad sanitaria y el apoyo al empleo y el espíritu emprendedor.

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2016/1017/c31621-9128461.html

Imagen: images.china.cn/attachement/jpg/site1006/20120810/001372a9aeaf118eb9b20d.jpg

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