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Libro(PDF): Cartografías de la discapacidad: una aproximación pluriversal

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Una de las primeras intenciones del proceso creativo de este libro es la de encontrar(se)nos. Creemos que cartografiar implica reconocer que estamos, somos y crecemos en distintos espacios, temporalidades y dimensiones, con las particularidades que ahí se construyen, con la conciencia de que nos habitan y creamos multiplicidades. La dinámica de encuentros que logramos vivir, habilitó momentos de diálogos y escrituras inesperadas, tan impredecibles como el momento de pandemia que aún estamos atravesando como humanidad. Un libro es un encuentro. Este libro es la creación de esas alternativas que los espacios académicos no nos ofrecen, porque no existen (o son escasos), no fueron pensadas, no son rentables, no nos hacen competir. Este es un libro para hermanar, acuerpar, llorar, esperanzar y seguir. Es un libro para continuar tejiendo otras cartografías, otros territorios libres de todas las violencias. Siéntanse abrazadas por todas nosotras. De la Introducción.

Autor:  Lelia Schewe. Alexander Yarza de los Ríos. [Editor y editora]

Carmen Callejo. Aníbal González. Yamila Irupé Nuñez. Diana Vite Hernández. Elizabeth Ortega Roldán. Ana D. Tamayo Marín. Mariela Rodríguez Arango. Ximena A. Cardona Ortíz. Paola Balanta-Cobo. Cintia Schwamberger. Fábio Junio da Silva Santos. Cristina Pereyra. Nilva Rosa Palacio Peralta. David Babi. [Autoras y autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Universidad de Antioquia.

Año de publicación: 2022

País (es): Argentina. Colombia

ISBN: 978-987-813-205-1

Idioma: Español

Descarga: Cartografías de la discapacidad: una aproximación pluriversal

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2514&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1650

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Racismo y violencia escolar: el caso Juanito

Por: Carlos Ornelas

Un reportaje de Elías Camhaji (El País, 3 de julio) me agrietó el corazón y me llenó de enojo. Llega a la médula de una práctica que, pese a esfuerzos de muchos gobiernos, instituciones y personas, persiste en las escuelas mexicanas: el racismo, la exclusión y la violencia entre pares.

Un resumen apretado: En la escuela secundaria Josefa Vergara, de Querétaro, dos alumnos sentaron a Juan Zamorano, niño otomí, en una silla que habían rociado con alcohol. De eso hace ya tres semanas. Él sintió que el pupitre estaba mojado, pero pensó que era agua.

No obstante, cuando Juanito se levantó, uno de los niños gandallas le prendió fuego con un encendedor. Las consecuencias: Juanito sufrió quemaduras de segundo y tercer grados, aún no puede caminar y le practicaron cuatro cirugías. El motivo de la agresión y las burlas se deben a que es un niño otomí y no habla bien español, tal vez también por ser un poco introvertido. La agresión pudo ser mortal.

No fue un acto único, hay historia de agresiones y burlas anteriores que Juanito no contaba a sus papás ni sus hermanas, que van en la misma escuela, que también sufren de burlas y agresiones verbales, pero no lo habían hecho público. La calamidad que acongoja a su familia les dio valor para decirlo.

A Juanito le cortaron el cabello, se burlaban de su acento y se reían de su madre, que vendía dulces en la calle por las tardes para completar el gasto familiar. Contó a sus papás que no se entendía con su maestra, que lo exhibía y que no estaba cómodo con los otros muchachos.

Tras la agresión a Juanito, la maestra del grupo y la directora, minimizaron el asunto. Además, no le prestaron la atención debida. La maestra le consiguió otro pantalón para que se quitara el incendiado y le untó cebolla en las quemaduras. Hasta después lo llevó a su casa. Al día siguiente los papás lo llevaron al Hospital del Niño y la Mujer. Sigue internado.

El papel de las autoridades es execrable. La secretaria de Educación de Querétaro, Martha Elena Soto, no sólo evita hablar de la acción de la maestra (porque está bajo investigación del órgano de control), sino que esquiva hablar de racismo. Atribuye el caso a la “crispación provocada por la pandemia”. La directora se negó a cambiarlo de grupo a pesar de las quejas de Juanito.

La secretaria de Educación aseguró al reportero que las autoridades ofrecieron cubrir gastos médicos, dar acompañamiento psicológico a Juanito y apoyo económico a la familia para solventar los gastos. Pero nada se ha hecho realidad. Es más, el papá de Juanito aseguró que la maestra le dijo: “No pongan una demanda porque si lo hacen no cuentan con nosotros, no les vamos a ayudar”.

El abogado Fabián García asesora a los papás de Juanito (imagino que pro-bono, pues es una familia pobre) e interpuso tres demandas: una contra los muchachos que lo agredieron y dos contra la maestra. A Ella se le reclama una indemnización por un daño patrimonial al ser representante del Estado. Los adolescentes agresores fueron vinculados a proceso por lesiones dolosas, mas por tener 13 años no son sujetos de castigo penal.

¿Cómo no voy a estar iracundo y crispado? En lugar de tomar cartas en el asunto y hacer algo para reducir la violencia escolar, las autoridades la quieren hacer invisible. Pero es imposible, es cada vez más grave. Los culpables de tanto agravio no son el currículo y el mestizaje, como dice la propuesta de cambio de planes de estudio de la SEP. Son la política y conductas sociales aberrantes.

Pienso que los niños agresores aprendieron a proceder de esa manera en el seno familiar y en su comunidad. Puede hacerse mucho para evitar que la violencia se reproduzca en las escuelas, pero hoy propagan la polarización que induce el presidente López Obrador.

Fuente e Imagen: http://www.educacionfutura.org/racismo-y-violencia-escolar-el-caso-juanito/

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Tenemos que hablar de la repetición

Por:

La repetición, aunque ha descendido en los últimos años, es una herramienta que, sobre todo en la secundaria obligatoria, miles de chicos y chicas «sufren». Al punto de que uno de cada cuatro chavales de 15 años está en, al menos, un curso por debajo del que le correspondería por edad. Intentamos arrojar un poco de luz sobre las causas y posibles soluciones.

España es una rara avis, nos guste o no, en muchos aspectos. El uso de la repetición de curso como un elemento de atención a la diversidad (o como un castigo por falta de compromiso con el propio itinerario educativo) es uno de esos factores que más nos separan de otros países. Se constata desde una gran cantidad de posiciones cada poco tiempo. Ya sea PISA, ya sean las cifras estadísticas europeas. España sigue haciendo repetir a miles de chicos y chicas que no mejoran sustancialmente su rendimiento académico y que, en no pocos casos, acaban en abandono escolar temprano.

«Repetir no ayuda a quien repite. Es innegable». Juan Fernández es profesor de secundaria, de Biología. Además, tiene una pasión personal y profesional: la traducción de estudios relacionados con la educación. La traducción y resumen. Todo lo publica en su blog. A esto se suma que ha publicado un libro en solitario y hace poco, otro junto a Mariana Morales, sobre evaluación formativa.

Juan tiene claro que la repetición no ayuda en nada a quien repite. O no impacta en su aprendizaje o lo hace negativamente (ojo, al aprendizaje), incluso cuando alguien habla del primo de un vecino que repitió y le fue muy bien después. La evidencia está de su parte, la repetición afecta a determinadas personas más que a otras y no relaciona con buenos resultados, sino que es un buen predictor de las trayectorias adacémicas. O mejor dicho, de las no trayectorias, puesto que quien repite tiene muchas más posibilidades de abandonar más pronto que tarde sus estudios.

Cuestión cultural y normativa

Esta relación con el abandono escolar temprano, aunque ha podido cambiar en los últimos años, está presente. Para Javier Rujas, sociólogo y profesor de la Complutense especializado, entre otros temas, en educación, desigualdades y abandono, sigue habiendo una correlación entre ambas cuestiones. Pero, al mismo tiempo, ve dos elementos importantes que están también presentes. La primera es una vertiente más administrativa, que se refleja en las leyes y normas que regulan la repetición.

«Las leyes tampoco han cambiado tanto los requisitos de repetición. Han sido bastante parecidos» a lo largo del tiempo, comenta. Al menos, hasta noviembre pasado, cuando se cambiaron ciertos criterios sobre el número de suspensos («los efectos no los veremos hasta el año que viene»). El número de suspensos y aprobados para pasar de curso «se ha mantenido bastante constante, creo, desde la Logse hasta ahora».

Lo escabroso aparece en la otra vertiente, la más «cultural, entre comillas», matiza Rujas. Se relaciona con la cultura evaluativa del profesorado. Algo que puede verse cuando se miran las diferencias entre primaria y ESO. En el último curso de primaria hay, de media, un 2,5 % de repetición. El curso siguiente alcanza el 10 %, cuatro veces más.

«Estoy de acuerdo en que se diga que es cultural, dice Rujas, porque tiene que ver con lo que piensa el profesorado, con las juntas de evaluación en las que se pueden oír (lo he observado haciendo trabajo de campo): ‘Este tiene que repetir porque no ha hecho nada / porque no ha satisfecho los objetivos / porque me parece que su actitud es horrible’».

Una idea con la que está de acuerdo el investigador Lucas Gortázar: «Es bueno para los chavales», es algo que quien más o quien menos ha escuchado alguna vez hablando de repetición. Una cultura que no está solo presente en una parte del profesorado, explica, sino que también se ve en esas familias más preocupadas por las notas que por otra cosa, «pero es que tienen 12 años», lamenta. A lo que se suma el hecho de que no se ha hecho gran cosas desde las políticas públicas para frenar la situación.

El investigador suma a esto el hecho de que, cuando se comparan los datos de rendimiento competencial en PISA y se cruzan los datos con los de repetición puede observarse que el alumnado repetidor español, si hubiera nacido en otro país, no habría repetido. Chicas y chicos en España repiten a pesar de tener el mismo desempeño en la evaluación internacional que sus homólogos de otros países que, cruzando porcentajes, no han tenido que cursar, de nuevo, el mismo año.

Mariana Morales, docente y formadora en temas de evaluación formativa también opina que hay un componente importante de «cultura del profesorado». «Ven la repetición como una solución pero no lo es, sino que agrava el problema», asegura. Para ella sería interesante que el profesorado pudiera observar las calificaciones que las y los repetidores tienen en ambos cursos, el ordinario y el que vuelven a hacer. Así notarían el impacto.

Días atrás, en Twitter hubo cierta discusión a cuenta de las repeticiones y hubo quien defendió que servían como acicate para todo el grupo para esforzarse para no repetir. Una especie de motivación extra. Juan Fernández opina que éticamente tiene problemas con esta manera de entender la repetición, puesto que la coerción no parece una gran herramienta motivacional. Además de esto, el problema radica en que la táctica para evitar esta situación por parte del alumnado no será aprender más, sino «empollar la noche antes. Vale para el desempeño, no para el aprendizaje», asegura Fernández.

El año de la pandemia

La pandemia y el confinamiento empujaron el último trimestre del curso 2020-21. Complejísima temporada en la que todo el profesorado se vio desbordado de muchas maneras y en las que desde el Ministerio se insistió incansablemente en, de alguna manera, «levantar la mano» para salvar el curso. En hacer la media con los dos primeros trimestres del año, en hacer valer, de manera clara, el carácter extraordinario que tiene la repetición históricamente pero que tanto cuesta cuando uno baja a las prácticas del aula.

Tal vez, una de las claves de aquel tiempo es la que ha quedado expresada en las estadísticas de idoneidad a los 15 años en las comunidades autónomas, y en la media de todo el Estado. La tasa de idoneidad se refiere al número de personas de 15 años que están en el curso que les corresponder por edad.

Si se observa el gráfico se puede ver la variación desde una década antes, un lustro antes y qué pasó entre el curso 2019-20 y 2020-2021. La tasa de idoneidad en España mejoró en 4,4 puntos porcentuales, al pasar del 71,1 % al 75,5 %. Ocho comunidades autónomas presentan datos todavía mejores.

Caso aparte merece Aragón. En la tierra de la actual ministra de Educación y FP la mejoría de los datos fue espectacular, puesto que la tasa de idoneidad era del 59,8 % en 2021-20 y un curso después mejoraron en 14,4 puntos porcentuales, hasta el  74,2 %, igualando virtualmente a la media estatal y mejorando, en un curso, a ocho territorios. Aragón tenía hasta ese curso las peores tasas de idoneidad de todo el país (sin contar Ceuta y Melilla). Este salto es el mismo que ha vivido la tasa media para todo el país entre 2010 y 2020.

Muchas personas, en la esfera pública, se llevaron las manos a la cabeza ante la reducción (o esa fue la interpretación) de la cultura del esfuerzo y el mensaje que mandaría a chicos y chicas a la hora de enfrentar aquel final de curso, pero las mejoras vividas en las tasas de idoneidad, en cualquier caso, dieron en ese curso un mejor recultado que, por ejemplo (de media) entre 2015-16 y 2019-20 (+3,6 puntos frente a 4,4 puntos de 2019-20 a 2020-21).

¿Soluciones?

Como recuerda Morales, en varios países, durante la pandemia, se prohibió que el alumnado repitiese debido a la excepcional situación. En España no se hizo, aunque como hemos visto, las diferentes declaraciones de las administraciones y la situación empujaron a una mejora de los índices aquel curso. Lucas Gortázar cree que en años venideros podremos ver qué efectos tiene la pandemia y las nuevas medidas sobre suspensos, pero no le extraña que hubiese un efecto rebote en el porcentaje de repetición.

En cualquier caso, hay diferentes niveles de posibles soluciones a la repetición. A su disminución. Máxime cuando de lo que se habla es de etapas obligatorias de la educación.Para Morales podrían realizarse acciones de evaluación formativa a lo largo de todo el curso para así aumentar el nivel de aprendizaje del alumnado y evitar la repetición. Desde luego, es consciente del impacto de los recortes en educación y de cómo esto impacta sobre la posibilidad de realizar estos procesos de evaluación formativa y continua.

También señala algunas otras cuestiones como la posibilidad de no concentrar un gran número de chicos y chicas repetidoras en las mismas aula. «Concentrar ‘los problemas’ no es una buena idea», ejemplifica. Sería más interesante evitar las agrupaciones por resultados y separar los grupos de repetidores para así mejorar también los resultados.

En opinión de Morales, la repetición es vivida por el alumnado como un castigo, lo que tiene unas consecuencias en las expectativas que el propio estudiante tiene de su trayectoria académica. El hecho de juntar a varios repetidores en el mismo aula puede suponer temas de desafección, mal comportamiento o desánimo que no ayudan a nadie.

Otra solución posible, dentro de la organización de los centros, sería la de evitar que en los primeros cursos de la ESO las tutorías y los grupos más complejos, aquellos que nadie quiere, recayesen en el personal interino o con menos experiencia.

Juan Fernández tiene claro que si la repetición no funciona, como se ha demostrado, hay que quitarla, pero para ello hacen falta alternativas para atender a la diversidad en las aulas cuando toca. Medidas en dos sentidos, en la actuación política y en la acción de aula. Entre las primeras, toma el ejemplo de Reino Unido, «a las escuelas con peores resultados se les da una mayor inversión para mejorar los datos».

En cualquier caso, Fernández cree que las evidencias deberían guiar, no solo la actuación del profesorado en las aulas y en los centros, sino también a las administraciones a la hora de poner en marcha sus políticas educativas.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/07/06/tenemos-que-hablar-de-la-repeticion/

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España: Al ritmo actual harán falta 25 años para escolarizar a todos los niños de 0 a 3

Europa/España/15-07-2022/Autor: ALFONSO TORICES/Fuente: www.elcomercio.es

Para universalizar estas enseñanzas se necesitan diez veces más plazas públicas de las que se ha comprometido a crear Educación.

Si el Ministerio de Educación, las consejerías y los ayuntamientos mantienen el actual ritmo de inversión pública para el desarrollo de la Educación Infantil las familias españolas tendrán que esperar entre 25 y 30 años para ver como el Estado garantiza una plaza escolar gratuita a todos los niños de 0 a 3 años de este país.

Se trata de la principal conclusión de una estudio monográfico realizado por la federación de enseñanza de CC OO que considera «inasumible» que las administraciones públicas condenen a varias generaciones de españoles a prescindir de una etapa formativa clave para su futuro éxito educativo y personal, especialmente a los hijos de las familias que no pueden pagarse un centro privado.

Los expertos son unánimes al subrayar que la habilidades y destrezas que los chicos adquieren en las aulas de 0 a 3 años son una auténtica vacuna contra el fracaso escolar (mejora su rendimiento académico posterior), contra el riesgo de pobreza (el mayor beneficio se da en hijos de familias modestas) e, incluso, en la lucha por cerrar las distintas brechas de género. Es un instrumento fundamental para la igualdad de oportunidades y la puesta en marcha del ascensor social.

España tiene al 56% de sus pequeños fuera de las aulas del primer ciclo de Infantil, pese a registrar una alta tasa de matriculación en comparación de sus vecinos europeos.

La escasez de plazas públicas tampoco puede justificarse por la ausencia de demanda. Un estudio de la UNED desveló hace pocos meses que al menos un tercio de los padres de los 650.000 pequeños que no cursan en España el primer ciclo de Infantil sí que querrían llevar a sus hijos a estas aulas, pero no lo hacen porque no pueden. Por la gran escasez de plazas y ayudas públicas y por su incapacidad material para pagar los precios privados.

Pese a que la nueva ley del educación, la Lomloe, se marca como objetivo de los poderes públicos la universalización del primer ciclo de Infantil, en España, en la actualidad, solo acuden a esta etapa el 42% del más de un millón de niños menores de 3 años. No es una tasa baja, de hecho está entre las más altas de la UE, pero si se aspira a la universalidad hace falta crear más de 52.750 nuevas aulas para acoger a los 650.000 niños sin escolarizar (si se marca como ratio media razonable los 12 pequeños por docente). Para hacer realidad este objetivo, además de las inversiones en centros, habría que formar y crear plazas para algo más de 100.000 profesionales entre profesores de infantil y técnicos superiores.

Esa es la necesidad, pero la realidad es que el actual compromiso de las autoridades educativas es crear hasta finales de 2023 aulas públicas para añadir a esta etapa a 65.382 niños, lo que elevaría la tasa de escolarización al 56%. Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO, recuerda que para llegar a la universalidad hacen falta diez veces más plazas nuevas de las que van a crear ministerio y consejerías, lo que, a este ritmo, significa casi tres décadas más de espera para que todos los niños tengan garantizado un puesto preescolar público.

García entiende que la inversión actual es «manifiestamente insuficiente» y que hace falta «un esfuerzo de país por parte de Gobierno, municipios y autonomías» para acelerar la implantación general de la etapa y porque los fondos con los que se crearán las 65.000 nuevas plazas proceden de la Unión Europea, lo que no garantiza su continuidad.

Dos escenarios posibles

CC OO reclama que el esfuerzo de país si no puede ser el deseable, el que llevaría a rozar en pocos años la universalización del ciclo, sea al menos el mínimo exigible para asegurar desde la red pública una plaza de 0 a 3 años a los hijos de las familias más modestas.

El primer escenario, el deseable, contemplaría alcanzar en el medio plazo una tasa de escolarización del 92%, con la creación de 325.196 nuevas plazas públicas, cinco veces más de las previstas hoy. El coste adicional anual al final del proceso sería de unos 3.315 millones de euros. Su exigencia más posibilista, la que estima como el mínimo necesario, significa escalar hasta una escolarización que roce el 70%. Supondría la incorporación de 175.606 chicos de meses, 1 y 2 años a la Educación Infantil, con un coste adicional aproximado para las arcas públicas de 1.790 millones de euros.

Una inversión rentable

El desembolso público que exigiría la universalización es importante, pero el mismo estudio monográfico de los expertos de la UNED citado indica que no solo sería socialmente beneficioso, sobre todo para el aumento de la equidad, sino incluso rentable. La cobertura universal y gratuita de 0 a 3 años generaría unos 3.900 millones de euros de beneficios directos anuales para el país, calcula el trabajo de estas investigadoras. La mayor parte por nuevos empleos y el resto por una mayor disponibilidad de gasto de las familias.

Pero es que, además, el estudio estima entre 1.800 y 6.200 millones más la generación de recursos por universalizar la etapa educativa infantil gracias a la mayor participación de las mujeres en el mercado de trabajo que permitiría, pues quedarían liberadas de unos cuidados que ellas asumen en la mayoría de casos en una sociedad española todavía muy patriarcal.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/ritmo-actual-haran-20220707125804-ntrc.html

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¿Cómo podemos fomentar la inclusión y la tolerancia entre los más pequeños?

Por: ABC

Cinco actividades para enseñar a los niños el valor de la diversidad.

Educar en la diversidad es uno de los mejores antídotos para evitar la discriminación en el entorno de niños y adolescentes. Desgraciadamente, en la actualidad, lejos de disminuir los casos de acoso escolar o bullying, con la pandemia y las nuevas tecnologías, están aumentando.

Por este motivo, sigue siendo imprescindible, e incluso más importante que nunca, que, como padres y educadores, enseñemos a los niños la realidad de la diversidad y la importancia de la inclusión. Así mismo, si estos aprendizajes comienzan prácticamente desde la cuna, podremos formar a niños con menos prejuicios , más tolerantes y de mente abierta.

Para ello, desde The English Montessori School , TEMS, nos dan algunas ideas de actividades que podemos hacer con niños para fomentar la inclusión y el respeto frente a todo aquello que puedan percibir como ‘ diferente’ :

1. ¿El mundo es igual en todas partes? Todas las actividades que ayuden a nuestros hijos a comprender que vivimos en un mundo grande y diverso les abrirán la mente en gran medida. A través de juegos con mapas, libros, presentaciones o dibujos, podemos mostrarles cuál amplio es el mundo y qué gran diversidad de culturas, costumbres, comidas, vestimentas, creencias, fauna y la flora, entre otras muchas cosas, habitan en él. Con ello, además de ampliar su conocimiento y sus metas, podremos despertar su curiosidad por descubrir otros lugares, aprender idiomas y relacionarse con personas diferentes.

2. ¿Por qué somos iguales, pero a la vez tan distintos? Existen muchos juegos que pueden ayudar a los niños a comprender que somos diferentes y a la vez iguales por dentro. Por ejemplo, a través naranjas, limones o manzanas podemos hacer que el niño/os memorice una de las piezas de fruta, después mezclarlas con el resto y hacer que la identifique. ¡Seguro que lo consigue! Por último, pelamos varios ejemplares de la misma fruta y, de este modo, verá que, por dentro, son realmente iguales.

3. ¿Dónde están nuestras diferencias? También hay muchos juegos y actividades que pueden ayudar a los niños a comprender que, aunque podemos tener más o menos diferencias, también muchas cosas en común. Por ejemplo, podemos jugar a un «quién es quién» o «quién soy yo». A través de papeles con características y gustos concretos o preguntas cuya respuesta sea sí y no, pueden intentar adivinar quién les han asignado ser o ver cuán amplia variedad de diferencias hay entre nuestros conocidos y seres queridos y, cómo, precisamente, nos unen y diferencian.

4. ¿Cuál es tu historia? Para comprender las diferencias en el mundo, también es importante que los niños entiendan que no solo las personas somos diversas, sino que las circunstancias y contextos que nos envuelven también lo son y, esto, precisamente, puede determinar nuestro camino. Para comenzar a enseñarles esto, podemos utilizar fotografías de familiares u objetos del pasado e ir indagando en las diferentes historias de cada uno de ellos.

5. ¿Cómo reaccionarías si…? Los supuestos, ejemplos, casos reales, fábulas o metáforas sencillas son muy buenas herramientas de aprendizaje en los niños. Una frase tan sencilla y repetida como la de “no hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti” puede ser un gran pilar para la comprensión de la empatía y el respeto en los niños.

Para transmitir estos valores, podemos apoyarnos en cuentos y en historias. Además, es beneficioso establecer con ellos una serie de normas de actitud que se deben cumplir.

Estas y otras muchas actividades con niños orientadas a hacerles comprender que podemos tener diferentes capacidades, colores de piel, gustos, cultura, etc. les ayudarán a comprender que vivimos en un mundo diverso y que, en cualquier caso, eso es un valor añadido y debe prevalecer el respeto.

En este sentido, además, debemos tener siempre presente que lo más importante es que seamos un buen ejemplo. Por ello, debemos tener cuidado con nuestras palabras, evitar prejuicios y ser cuidadosos al elegir los libros, dibujos o películas que podrán consumir nuestros hijos.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-como-podemos-fomentar-inclusion-y-tolerancia-202207110158_noticia.html
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Colegios privados en Venezuela aumentarán la mensualidad escolar

América del Sur/Venezuela/15-07-2022/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com

Fausto Romeo Monte, presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados, indicó que 70% del ajuste se debe a la incidencia laboral y el restante a aspectos operativos.

A partir del próximo mes de septiembre, se espera que 4.500 colegios privados en Venezuela presenten aumentos de entre 60% y 80% en la mensualidad escolar. Así lo reveló Fausto Romeo Monte, presidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep).

En entrevista con Adelita Sánchez para el programa Sin Mucho Protocolo, transmitido por Onda La Superestación, explicó que 70% del ajuste se debe a la incidencia laboral y el restante a aspectos operativos.

“Lo que más ha afectado estas cifras son los impuestos municipales y las tarifas de los servicios públicos que se han incrementado más de 500%, de acuerdo al municipio”.

Indicó que en años anteriores, los gastos operativos no representaban una gran inversión para los colegios privados como la que se presenta actualmente.

Agregó además que los colegios quieren mejorar el sueldo del personal docente, administrativo y obrero ante el alza de la canasta básica familiar.

“Ahora se le deberá pagar como mínimo $200 y en algunos casos hasta $800, incluyendo bonos y otros beneficios”, precisó.

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/venezuela/colegios-privados-en-venezuela-aumentaran-la-mensualidad-escolar/

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