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La capacidad de lectura de los niños mejora con videojuegos, según un estudio

Por: ABC

El estudio demuestra, además, que estas ganancias persisten en el tiempo, hasta el punto de que se observa una mejora en las notas de la escuela más de un año después de finalizar el entrenamiento.

Un equipo internacional de la Universidad de Ginebra (UNIGE), en Suiza, y la Universidad de Trento (Italia) han probado que un videojuego de acción para niños mejoraría las habilidades de lectura. Los resultados, publicados en la revista ‘Nature Human Behaviour’, demuestran una mejora de las capacidades de lectura tras sólo 12 horas de juego. El estudio demuestra, además, que estas ganancias persisten en el tiempo, hasta el punto de que se observa una mejora en las notas de la escuela más de un año después de finalizar el entrenamiento.

La decodificación de las letras en sonidos es un punto clave en el aprendizaje de la lectura, pero no es suficiente para dominarla. «La lectura recurre a otros mecanismos esenciales en los que no pensamos necesariamente, como saber mover los ojos en la página o utilizar la memoria de trabajo para enlazar las palabras en una frase coherente», señala Daphné Bavelier, profesora de la Sección de Psicología de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación (FPSE) de la UNIGE.

«Se sabe que estas otras habilidades, como la visión, el despliegue de la atención, la memoria de trabajo y la flexibilidad cognitiva, mejoran con los videojuegos de acción», explica Angela Pasqualotto, primera autora de este estudio, que se basa en su tesis doctoral en el Departamento de Psicología y Ciencias Cognitivas de la Universidad de Trento bajo la dirección de los profesores Venuti y De Angeli. Con esta idea, se diseñó un videojuego que combina videojuegos de acción con minijuegos que entrenan diferentes funciones ejecutivas, como la memoria de trabajo, la inhibición y la flexibilidad cognitiva, funciones a las que se recurre durante la lectura.

«El universo de este juego es un mundo alternativo en el que el niño, acompañado de su Raku, una criatura voladora, debe realizar diferentes misiones para salvar planetas y progresar en el juego», añade Angela Pasqualotto. La idea es reproducir los componentes de un juego de acción, sin incorporar la violencia, para que sea apto para los más pequeños. «Por ejemplo, el Raku vuela a través de una lluvia de meteoritos, moviéndose para evitarlos o apuntando a ellos para debilitar su impacto, mientras recoge recursos útiles para el resto del juego, un poco como lo que se encuentra en los videojuegos de acción», prosigue.

A continuación, los científicos trabajaron con 150 escolares italianos de entre 8 y 12 años, divididos en dos grupos: el primero jugó al videojuego desarrollado por el equipo, y el segundo a ‘Scratch’, un juego que enseña a los niños a codificar. Ambos juegos requieren control atencional y funciones ejecutivas, pero de manera diferente.

El videojuego de acción requiere que los niños realicen tareas dentro de un límite de tiempo, como recordar una secuencia de símbolos o responder sólo cuando el Raku emite un sonido específico, mientras se incrementa la dificultad de estas tareas según el rendimiento del niño. ‘Scratch’, el juego de control, requiere planificación, razonamiento y resolución de problemas. Los niños deben manipular objetos y estructuras lógicas para establecer la secuencia de programación deseada.

«Primero probamos la capacidad de los niños para leer palabras, no palabras y párrafos, y también realizamos una prueba de atención que mide el control atencional del niño, una capacidad que sabemos que se entrena con los videojuegos de acción», explica Daphne Bavelier. A continuación, los niños siguieron el entrenamiento con el videojuego de acción o el de control, durante seis semanas, dos horas a la semana bajo supervisión en el colegio. Los niños fueron examinados en la escuela por los clínicos del Laboratorio de Diagnóstico y Educación de Observación (UNITN). Poco después de terminar el entrenamiento, los científicos repitieron las pruebas en ambos grupos de niños. «Encontramos una mejora de 7 veces en el control atencional en los niños que jugaron al videojuego de acción en comparación con el grupo de control», dice Angela Pasqualotto.

Y lo que es más sorprendente, el equipo de investigación observó una clara mejora en la lectura, no sólo en términos de velocidad de lectura, sino también de precisión, mientras que no se observó ninguna mejora en el grupo de control. Esta mejora en la lectura se produce a pesar de que el videojuego de acción no requiere ninguna actividad de lectura. «Lo que resulta especialmente interesante de este estudio es que realizamos otras tres pruebas de evaluación a los 6, 12 y 18 meses después del entrenamiento. En cada ocasión, los niños entrenados obtuvieron mejores resultados que el grupo de control, lo que demuestra que estas mejoras se mantuvieron», afirma Angela Pasqualotto.

Además, las calificaciones en italiano de los niños entrenados mejoraron significativamente con el tiempo, lo que demuestra una mejora virtuosa de la capacidad de aprendizaje. «Los efectos son, pues, a largo plazo, en consonancia con el videojuego de acción que refuerza la capacidad de aprender a aprender», subraya Daphne Bavelier. En el marco del NCCR Evolving Language y en colaboración con Irene Altarelli (coautora del artículo e investigadora de LaPsyDE, Universidad de París), el juego se adaptará al alemán, al francés y al inglés.

«Al leer, la descodificación es más o menos difícil según el idioma. El italiano, por ejemplo, es muy transparente -cada letra se pronuncia-, mientras que el francés y el inglés son bastante opacos, lo que supone retos de aprendizaje bastante diferentes. La lectura en lenguas opacas requiere la capacidad de aprender excepciones, de aprender cómo una variedad de contextos influye en la pronunciación y exige una mayor confianza en la memorización», comenta Irene Altarelli.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-capacidad-lectura-ninos-mejora-videojuegos-segun-estudio-202201200112_noticia.html

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El Salvador: Profesores piden atrasar el inicio de las clases semipresenciales ante fuerte aumento de casos Covid-19

América Central/28-01-2022/Autor: Enrique Carranza/Fuente: www.elsalvador.com

Andes 21 de junio sugirió al Ministerio de Educación que el inicio en esa modalidad sea el 15 de febrero, y no el 31 de enero como está programado.

La Asociación Nacional de Educadores de El Salvador, Andes 21 de junio, pidió el lunes al Ministerio de Educación, Mined, postergar hasta el 15 de febrero el inicio de las clases semipresenciales en los centros escolares públicos.

El Mined contempla el inicio del año escolar escolar 2022 para el 31 de enero, y como el año anterior, será de forma semipresencial, opcional y multimodal para todos los niveles educativos.

Para los maestros reunidos en dicha asociación el inicio temprano de las clases semipresenciales supone el riesgo de elevar elevar la cifra de contagios de Covid-19 entre los estudiantes.

“No es que no queremos trabajar, se puede iniciar con las clases virtuales, estamos velando por la salud de los estudiantes”, comentó Israel Montano Osorio, secretario general de Andes.

La gremial de docentes expresó su preocupación por la cifra récord de casos reportados entre el 18 y el 20 de enero, cuando fueron confirmaron más de 600 al día, el nivel más alto de toda la pandemia, según las estadísticas del Ministerio de Salud (MINSAL).

El plazo de 14 días toma en cuenta el periodo de incubación del coronavirus SARS- CoV-2, causante del Covid-19 en relación al repunte vivido en este momento, explicó la gremial.

“En este momento, los estudiantes no asisten a los centros escolares y muchos docentes están contagiados, y varios han fallecido en lo que va del año 2022, y creemos que por los periodos de incubación todavía no es conveniente que nuestros estudiantes inicien clases presenciales el 31 de enero”, expuso Montano Osorio.

“No hay campañas de limpieza o sanitización como se le dice, los maestros y padres de familia hacen lo que pueden”, puntualizó Montano Osorio.

Ese segmento de los docentes estuvo amparado al decreto legislativo 774, emitido el 19 de noviembre del 2020, mismo que facilitaba el teletrabajo a los docentes.

Esa normativa tuvo una prorroga de 180 días desde el 13 de mayo del 2021, pero la misma disposición llegó a su fin en noviembre pasado.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/covid-19-coronavirus-clases-semipresenciales/920533/2022/

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Los nuevos estudiantes

Por: Miguel Ángel Casillas

Con el inicio del año arranca un nuevo semestre en la educación superior; todos quisiéramos creer que lo haremos sin la pandemia de la COVID, sin embargo, esto es imposible pero también ineludible cuando pensamos en el diseño de los cursos o en las planeaciones didácticas que habremos de desarrollar.

Los cursos de este semestre habrán de programarse de modo híbrido, con grupos diezmados por el abandono, combinando hipotéticas sesiones presenciales con sesiones de trabajo a la distancia; volveremos a poner disponibles las lecturas y actividades en alguna plataforma de enseñanza; actualizaremos los grupos de Facebook y de WhatsApp. Habremos de continuar en clases a través de las pantallas, reactivaremos los foros de discusión, volveremos a recomendar y a descargar archivos desde el chat de la videoconferencia en que estemos conectados. Nuestros estudiantes seguirán leyendo en las pantallas de sus celulares y computadoras, descargando archivos de texto, de audio o de video para acceder al contenido de sus cursos.

Los actuales estudiantes de la educación superior, la enorme mayoría, los que llevan transcurridos cuatro semestres en pandemia y siguen bajo esa condición, no conocen físicamente las instalaciones universitarias, no las frecuentan ni les son familiares; ignoran dónde están las canchas y los espacios deportivos, las bancas y los rinconcitos. Nunca han visitado la biblioteca de su escuela: no saben a qué huelen miles de libros alineados en los anaqueles, nunca han localizado ahí un libro de papel, ni saben cómo buscarlos, nadie los ha regañado por alzar la voz o reír de un chiste para inculcarles el culto al silencio. Como la mayoría de los trámites se hacen en línea, desconocen los espacios administrativos y secretariales, no entregan oficios en papel, ni se les solicitan sellos de tinta en papel membretado.

Recluidos en sus casas, separados de sus amigos, sin interacciones físicas y corporales con sus compañeros de estudio, sin cachondear con sus novios o novias, miles de jóvenes universitarios han estado casi dos años sometidos a las medidas de control y distanciamiento social. Miles de nuestros actuales estudiantes no han socializado con sus compañeros dentro del claustro; no se conocen físicamente, desconocen su verdadero tono de voz, el color de sus ojos, su olor o su vestimenta para salir a la calle. Nunca han jugado ni sudado juntos. No hacen mítines ni protestas, tampoco bailan ni hacen fiestas sometidos por la sana distancia. Sólo se han conocido a través de las pantallas e interactuado de modo remoto a través de videoconferencias o grupos de colaboración.

Los nuevos estudiantes de la educación superior conocen a sus profesores por las pantallas, escuchan sus clases en línea o revisan los videos pregrabados. Casi nunca han discutido con ellos de viva voz, no han compartido dudas o comentarios en los pasillos o en las explanadas; mucho menos han departido con ellos en bares, fiestas y otros espacios informales. Nunca los han visto actuar en clase, gesticulando de pie incentivando la imaginación de sus alumnos.

De por si distantes del alumnado, en la actualidad los estudiantes desconocen completamente quiénes son las autoridades escolares e institucionales. Nunca el funcionariado había estado tan lejos del alumnado, nunca el gobierno institucional había sido tan opaco y la gobernanza tan autoritaria.

Aunque saben que existe físicamente, para los nuevos estudiantes, la universidad es un espacio fundamentalmente virtual, ahí han hecho su vida cotidiana de estudiantes, han tomado sus clases e interactuado con sus compañeros y profesores; en ese entorno virtual han accedido a las lecturas y realizado sus trámites administrativos. Tanto el servicio social, como las tesis y sus asesorías se están realizando en espacios virtuales, se investiga a la distancia a través de formularios electrónicos y de la etnografía digital.

Un hipotético retorno a las actividades presenciales no puede suponer un simple retorno al pasado, después de la experiencia vivida y de reconocer quiénes son los actuales estudiantes de la educación superior estamos obligados a reformar las prácticas y el contenido de la enseñanza superior. Es necesario dar prioridad al aprendizaje y diseñar estrategias relativas a las nuevas formas de estudiar, de leer y buscar información; debemos imaginar un nuevo cuaderno propio de las nuevas formas de tomar notas (con fotos, hipervínculos, imágenes, textos, etc.), así como aprovechar al máximo el potencial de los foros, chats y otros espacios de interacción y colaboración entre estudiantes.

El propio de desarrollo de la pandemia nos obliga a dejar de considerar la situación actual como transitoria y nos exige asumir plenamente que es impostergable la reforma de la enseñanza para asumir quiénes son los estudiantes actuales y cómo hemos cambiado los profesores de la educación superior.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-nuevos-estudiantes/

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Mundo: Pese a ómicron, la mayoría de países ha mantenido las escuelas abiertas

Mundo/28-01-2022/Autor(a) y Fuente: www.elespectador.com

La Unesco celebra que las escuelas están actualmente abiertas en la mayoría de los países del mundo (135). Solo una docena de naciones han decidido el cierre de sus escuelas ante el avance de la nueva variante.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, conocida como Unesco, señaló este lunes 24 de enero que la mayoría de países del mundo han logrado mantener las escuelas abiertas, pese al avance de ómicron. En el Día Internacional de la Educación la organización señala que solo una docena de países han optado por cerrar las escuelas y pasar a una enseñanza totalmente a distancia en lugar de presencial desde el estallido de la variante ómicron.

“La educación sigue viéndose profundamente perturbada por la pandemia, pero todos los países son ahora muy conscientes de los dramáticos costes que supone mantener las escuelas cerradas, tal y como dijo la UNESCO durante los dos últimos años. La expansión de la vacunación y las lecciones de los dos últimos años se han traducido en un nuevo modelo basado en protocolos de salud y seguridad escolar”, dijo Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.

El cambio de la estrategia de los gobiernos respecto a olas anteriores es evidente. Mientras ahora sola una docena de países ha optado por el cierre, durante este mismo período del año pasado se cerraron las escuelas y el aprendizaje fue totalmente a distancia en 40 países, resalta la organización.

“El apoyo socioemocional, la asistencia a los profesores y los recursos financieros son esenciales para aplicar eficazmente estos protocolos. La UNESCO pide una vez más que se redoblen los esfuerzos para vacunar a los profesores, ya que éstos no fueron asignados a ningún grupo prioritario en aproximadamente 1 de cada 3 países”, dice la Unesco.

“Si las escuelas están en vías de reapertura, también hay que actuar para devolver a la escuela a todos los niños que se han alejado de ella y recuperar las pérdidas de aprendizaje. Si no se toman medidas correctivas, prestando atención a los alumnos más vulnerables, la pandemia de la COVID-19 tendrá consecuencias dramáticas a largo plazo”, destacó Azoulay.

Un estudio publicado por la organización y la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Escolar realizado en 11 países reveló las dificultades del regreso a clase y el impacto del cierre de escuelas.

Según dicho estudio, más del 50% de los profesores declararon que los alumnos no habían progresado a los niveles esperados, mientras que la mayoría de los profesores coincidieron en que era difícil proporcionar el apoyo necesario a los alumnos vulnerables. Más del 50% de los estudiantes dijeron sentir ansiedad por los cambios en sus escuelas.

Fuente e Imagen: https://www.elespectador.com/educacion/pese-a-omicron-la-mayoria-de-paises-ha-mantenido-las-escuelas-abiertas/

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Formación continua de docentes: ¿va en serio?

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

«Los programas de formación continua representan acciones casi olvidadas de las políticas públicas educativas…»

El Diario Oficial de la Federación publicó el pasado 13 diciembre de 2021, el documento “Criterios generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente, y para la valoración de su diseño, operación y resultados en educación básica y media superior.” (CGPFCDPD-2021).

Los criterios tienen como objetivo definir las bases para formular programas de formación continua y desarrollo profesional docente (así como de directivos escolares y asesores técnicos) en educación básica y media superior, y para valorar su diseño, operación y resultados, con el fin de que sean relevantes y pertinentes a las características y condiciones de los docentes, las escuelas, las zonas y sectores escolares, regiones y entidades federativas, señala el documento de referencia.

La pertinencia y oportunidad de generar criterios que guíen el diseño, operación y evaluación de dichos programas, es un acierto de la actual orientación general establecida en el Artículo Tercero Constitucional y leyes secundarias en materia educativa (actualizados en 2019), en el sentido de definir las bases técnicas y crear condiciones adecuadas para fortalecer los programas nacionales y locales de formación continua y de desarrollo profesional, dirigidos a dichas figuras educativas, como un derecho pleno de las y los trabajadores.

Digo esto porque los programas de formación continua y de desarrollo profesional, dirigidos a docentes, directivos escolares y asesores técnicos de la educación básica y media superior, en servicio, han representado históricamente ámbitos o acciones casi olvidados de las políticas públicas educativas.

Cabe resaltar esta cuestión porque, en algunos casos, los recursos públicos originalmente destinados hacia estas tareas estratégicas (la formación continua o permanente de docentes), han sido subvalorados o, en caso extremos, han sido desviados hacia otros ámbitos de la administración pública federal (me refiero de la SEP), a partir de criterios discrecionales administrativos, no educativos ni académicos.

Existe el hecho, documentado, de que durante el ejercicio de la administración de la SEP de la época de Aurelio Nuño (2015-2017), la dependencia realizó un subejercicio de los recursos destinados hacia la formación continua de las figuras educativas, mientras que el gasto ejercido en el área de comunicación social, aumentó.

En la actualidad, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación es la institución encargada, de acuerdo con la ley, de emitir dichos criterios para el diseño, operación y valoración de los programas de formación continua y desarrollo profesional de docentes, directivos escolares y asesores técnicos de educación básica y media superior.

En uno de sus párrafos, el documento de Criterios, indica: “El artículo 113, fracción VIII, de la Ley General de Educación establece que, en el caso de docentes de educación básica, corresponde a la autoridad educativa federal regular dicho sistema sujetándose a los lineamientos, medidas, programas, acciones y demás disposiciones generales que resulten de la aplicación de la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros.”

En la primera parte de la cita anterior, cuando se habla se “sistema” se refiere al Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización al cual deben tener acceso las maestras y los maestros tanto de educación básica como de media superior.

“El artículo 92 de la Ley General de Educación mandata que las autoridades educativas, en sus respectivos ámbitos de competencia, constituirán el Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización, que… será retroalimentado por evaluaciones diagnósticas para cumplir los objetivos y propósitos del sistema educativo nacional…”

En otra parte del documento se señala: “Para garantizar el derecho de las maestras y los maestros a acceder a un sistema integral de formación, de capacitación y de actualización, el artículo 12, de la Ley Reglamentaria del Artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de Mejora Continua de la Educación, define que las autoridades de educación media superior, las autoridades educativas de los Estados y de la Ciudad de México y los organismos descentralizados, ofrecerán programas de desarrollo profesional y cursos, de conformidad con los criterios que emita la Comisión, bajo la coordinación de la Secretaría a través de sus áreas competentes…”

El documento de criterios está organizado por los siguientes apartados principales: Definiciones (artículo 3); Criterios generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente. (artículos 4 al 8); Intervenciones formativas (artículos 9 al 20); Criterios para la valoración del diseño, operación y resultados de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente (artículos 21 al 24) y De los Consejos de Formación Continua y Desarrollo Profesional Docente (artículos 25 al 46).

También en el documento se define a la formación continua como un proceso amplio que incluye a la formación inicial de las figuras educativas. Es “el proceso institucional, intencionado, sistemático y permanente que abarca etapas que van de la formación inicial y la inserción laboral en distintas funciones, a la formación en el servicio y hasta el final de la vida laboral. La formación continua contribuye al desarrollo profesional docente, aunque no lo agota, ya que el fortalecimiento de saberes, prácticas y autonomía profesional de maestras y maestros depende también de factores institucionales y sociales que lo posibilitan o impiden.”

En el documento así mismo se establece un marco de referencia de saberes y conocimientos docentes para la formación continua (por cada una de las figuras educativas), y referentes y medios para la valoración del diseño, operación y resultados de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente.

Los primeros programas de formación continua y desarrollo profesional docente formulados conforme a los criterios que se emiten, iniciarán su operación en el ciclo escolar 2022-2023, por lo que deberán estar diseñados en su totalidad de manera previa (tercero transitorio).

Será conveniente que estos criterios se conviertan en realidad y no se queden en letra muerta. Además, sería deseable que tanto las autoridades educativas federales como estatales den a conocer los montos de financiamiento que anualmente se destinarán a la operación de los programas de formación continua. ¿Cuánto invertirá el Estado mexicano en la formación continua de sus docentes, directivos escolares y asesores técnicos, al año, de aquí en adelante? ¿Esto va en serio? Porque las experiencias institucionales anteriores en esta materia, son deplorables. ¿Cuáles serán los compromisos explícitos al respecto y qué instancias garantizarán que se haga efectivo este derecho esencial de las y los trabajadores de la educación?

Fuente consultada:

(1) Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación. Criterios Generales de los programas de formación continua y desarrollo profesional docente, y para la valoración de su diseño, operación y resultados en educación básica y media superior. CGPFCDPD-2021. DOF, 13 de diciembre, 2021.

Juan Carlos Miranda Arroyo en Twitter: @jcma23

Correo electrónico: jcmqro3@yahoo.com


Publicado en SDPnoticias

Fuente: https://profelandia.com/formacion-continua-de-docentes-va-en-serio/

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«Un niño expuesto a violencia constante es un cerebro que aprende menos y peor»

Por: ABC

Por Ana Santiago Martínez y Virginia Izquierdo Moreno, equipo de Evaluación del Centro de Evaluación e Intervención Educativa Corat.

La actual crisis sanitaria, económica y social ha agrietado los cimientos de nuestro bienestar y los gritos desesperados de auxilio parecen ser poco escuchados. Estamos en un momento en el que lo prioritario es sobrevivir, tirar para delante, y donde los cuidados se están viendo sobrepasados en nuestra sociedad. La presencia de la violencia dentro y fuera de las aulas se ha convertido en una preocupación constante. No podemos ser ajenos a ella.

La violencia tiene consecuencias, tanto para el que la recibe como para el que la emplea. El que la ejerce, puede hacerlo a veces como mecanismo de escape y otras como espejo de las circunstancias vitales que le envuelven. Somos conscientes de sus fuertes implicaciones psicológicas, emocionales y sociales, pero la huella de sus efectos es mucho más profunda, llegando a afectar tanto a la estructura como a la funcionalidad del cerebro de las personas más jóvenes.

Situaciones estresantes como la que estamos viviendo por la Covid u otras que nuestros alumnos pueden experimentar a diario en aula como acoso escolar o la presión académica a la que están sometidos para aprobar llevan a su cerebro a producir niveles elevados de cortisol. Inicialmente, esta hormona ayuda a proteger las estructuras cerebrales (el hipocampo, la amígdala, la corteza prefrontal o el cuerpo calloso, entre otras) en situaciones potencialmente peligrosas, pero cuando el nivel de cortisol se mantiene aumentado en el tiempo, se desregula y acaba por alterar esas estructuras necesarias para poder recibir, seleccionar, almacenar, transformar y/o recuperar la información del entorno y actuar en consecuencia.

En este sentido, se van a ver afectadas funciones cognitivas tan importantes como la memoria a corto plazo (incluida la memoria de trabajo que usan, por ejemplo, al hacer los deberes), la memoria a largo plazo (tanto explícita como implícita), la atención (especialmente la auditiva y visual, así como la atención alternante para cambiar de una tarea a otra), la percepción visoespacial y la velocidad de procesamiento. Todo ello va a repercutir inevitablemente en su rendimiento académico, su motivación, su estado emocional y en sus relaciones sociales y familiares.

Como profesionales, la experiencia y conocerles en profundidad nos aproxima al mundo interno de niños y adolescentes. Es necesario dedicarles tiempo, escucharlos, observarlos, realizar actividades juntos, reflexionar con ellos, comprenderlos, cuestionarles, observar cómo piensan, cómo se expresan, cómo interpretan el mundo, qué significan los otros para ellos, qué posición adquieren en el grupo, en su familia, qué lugar se dan a sí mismos, qué recursos o estrategias tienen para hacer frente a los retos que este mundo les presenta.

Respecto del que emplea la violencia, una vez más, la ciencia y el conocimiento cada vez más profundo del funcionamiento cerebral están de nuestro lado y nos ayudan a comprender qué ocurre en el cerebro de aquellos niños o adolescentes que tienen un carácter violento. Desde el punto de vista neuropsicológico, como sucede en el caso de los niños, niñas y adolescentes expuestos a violencia (o estrés) de forma continuada, existe evidencia de dificultades en la atención, la memoria o las funciones ejecutivas en quienes recurren a ella, lo que pude explicar, en cierta medida, sus dificultades para controlar su conducta.

Saber que existe una base neurobiológica en la aparición y desarrollo de la violencia y entender qué estructuras cerebrales están alteradas nos ayuda a comprender y poder generar estrategias para la prevención e intervención temprana, para el diseño de intervenciones adecuadas y para reducir su manifestación y minimizar el daño (neurológico, psicológico, emocional, social y familiar), sin olvidar la importancia crucia que tiene el contexto en su expresión final.

El contacto con aquellos que nos cuidan, nos protegen, nos acompañan a lo largo de nuestra vida, y que podrían ser nuestra familia, profes, vecinos, amigos o incluso, nuestro sistema sanitario, educativo o social, es clave para proporcionarnos -o no- una base sólida en la que sostenernos cuando las cosas van mal.

Desde el Centro de evaluación e Intervención Educativa Corat observamos que muchas familias consultan desde la angustia de no entender a sus hijos o hijas. No comprenden qué les está pasando, por qué están tan enfadados, por qué se meten en líos, por qué no quieren estudiar, por qué se frustran por todo, por qué no logran aprender o por qué se aíslan del mundo.

Sabemos que una valoración que recoja todas las dimensiones de la persona: cuerpo (neurodesarrollo), cerebro (procesos cognitivos), corazón (emociones y afectos) y contexto (social: escuela-familia) es primordial para conocer, comprender y ofrecer una respuesta a las necesidades individuales y sistémicas de cada familia que nos llega.

Si en otras crisis a lo largo de la historia como hambrunas, abusos de poder o guerras, los profesionales de la psicología, el comportamiento y el desarrollo humano con sus intervenciones han marcado la diferencia para revertir los efectos de estas situaciones en la integridad física, emocional y cognitiva de las personas que las sufrieron, merece la pena que pongamos las mismas ganas y esfuerzo en ayudar a aquellos que están ahora luchando la suya propia, para protegerles, pero también para protegernos en este mundo compartido en el que todos y todas tenemos el potencial de construir y destruir.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-nino-expuesto-violencia-constante-202201160033_noticia.html

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¿Regresar a las escuelas o regresar al encierro y al confinamiento?

Por: Miguel Ángel Pérez

El contexto de la pandemia apenas nos dejó respirar un poco y sus amenazas regresan justo al final de las vacaciones invernales. Los anuncios políticos no son claros ni tampoco generosos. De nuevo se anuncia un regreso a la escuela sin escuelas, los aparatos volverán a encenderse y al otro lado de las pantallas estará la voz y las imágenes de los sin rostro junto con las y los de docentes.

Esta historia que ya la vivimos recientemente, en pleno corazón de la pandemia y sirvió para muy poco, solo nos demostró que nos hace falta mucha imaginación e inventiva para encontrar mejores alternativas para atendernos escolarmente.

En este país los bares, los antros permanecen abiertos mientras se decide cerrar las escuelas, esa es la peor paradoja que nos deja el actual contexto pandémico. En cambio, con la decisión de mantener las escuelas abiertas, las cosas han demostrado que se vive mejor, los alumnos y las alumnas encuentran a sus pares, se ven y platican cara a cara. En estos momentos la socialización y la convivencia es mucho más educativa que los contenidos curriculares formales.

El asistir a la escuela tiene un alto valor simbólico, por la legitimidad de los aprendizajes, por el encuentro cara a cara entre docente y estudiantes y por la ratificación que los espacios de riesgo pueden ser cualquiera, menos las escuelas.

A las escuelas se les concibe o se les debiera concebir como espacios seguros, cuyo cuidado está en los propios actores que asisten a ella: docentes, alumnos y alumnas, directivos y padres de familia (cuando así sucede).

Poco se ha difundido en cuanto a los ámbitos más riesgosos para el contagio, y en ello valorar a las escuelas como espacios seguros que garantizan la protección de sus usuarios, debería ser al concebir a dichas instituciones como espacios blindados que garantizan la interacción social y la sana convivencia.

Cerrar las escuelas nuevamente en este momento, es cancelar la posibilidad de diseñar y construir alternativas educativas para el uso de los espacios escolares abiertos y también en la contraparte se desmitifica el uso de la virtualidad como alternativa única y los supuestos grandes beneficios que ofrece.

En todo caso, es importante recuperar la experiencia anterior, darle la palabra a maestras, maestros y padres de familia y también a los escolares para conocer cómo nos fue, qué representa tomar las clases desde el hogar, qué representa asistir a la escuela y valorar cuál es el ámbito que garantice mayores y mejores beneficios en términos educativos.

Regresar a las escuelas sin escuelas es demostrar que la lección de la fase anterior no la aprendimos satisfactoriamente.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/regresar-a-las-escuelas-o-regresar-al-encierro-y-al-confinamiento/

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