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El aprendizaje fingido: una propuesta diferente para evaluar el curso que acaba

España / 9 de septiembre de 2018 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

«El evaluador es un educador; su éxito debe ser juzgado por lo que otros aprenden.» Lee J. Cronbach

Hace unos días, al intentar entrar en una página web para preparar este post, recibía continuamente el siguiente mensaje: ERROR 404. NOT FOUND. Un error en el sistema me impedía consultar la página y en su lugar aparecía siempre el exasperante mensaje.

Pero, como no hay mal que por bien no venga, en ese momento me di cuenta de que la educación actual también tiene su ERROR 404: el aprendizaje fingido.

El aprendizaje fingido es aquel en el que se memoriza contenido sin entender su significado, sin que sea significativo, con el objetivo de servir como respuesta a una prueba, a un examen, a una actividad… y que es desechado de nuestra memoria inmediatamente después de haber cumplido con su objetivo de uso. Como consecuencia, el alumno puede obtener una buena calificación que dé lustro a su expediente académico, pero en realidad es un espejismo, una falsa ilusión, que puede tener consecuencias negativas en su futuro académico y laboral.

Este tipo de aprendizaje está muy extendido en nuestras escuelas y es consecuencia directa del tipo de evaluación con la que valoramos los aprendizajes adquiridos por los alumnos.

Ahora que en España está a punto de finalizar el curso escolar, me gustaría proponer otra manera de evaluar sus resultados. La evaluación que se plantea a nuestros alumnos debe ser clara, oportuna, válida y suficientemente amplia como para tener en cuenta muchas más variables que las respuestas de un examen. Para colmo en muchas ocasiones esta prueba es de opción múltiple para facilitar su evaluación.

Para evaluar si nuestros alumnos han adquirido durante el curso los objetivos perseguidos no deberíautilizarse exclusivamente el bolígrafo rojo. La evaluación más que una prueba o un examen que contabilice aciertos y errores, debería ser un diálogo; más que comprobar si son capaces de reproducir respuestas, debemos valorar si pueden plantearlas de manera que demuestren que han entendido significativamente lo que han estudiado. Conocer el grado de adquisición de los contenidos y competencias de las distintas asignaturas es un elemento muy importante de la evaluación, pero no el único. Es igualmente importante comprobar si los alumnos han adquirido mayor destreza en el desarrollo de sus habilidades no cognitivas (perseverancia, curiosidad, optimismo, autocontrol…), ya que estas son fundamentales para desenvolverse adecuadamente en distintos ámbitos de la vida.

Otro aspecto que creo imprescindible conocer en la evaluación del curso que acaba es el grado de satisfacción de los alumnos: si se han cumplido sus expectativas, qué creen que podría mejorarse, qué les ha gustado más… Este me parece un indicador muy importante para saber cuál ha sido el grado de relevancia de los contenidos, competencias, habilidades y destrezas que los alumnos han adquirido.

Además de saber si el curso les ha hecho más sabios y más competentes, es importante saber si también les ha hecho mejores personas. Si queremos cambiar nuestra forma de educar, debemos cambiar nuestra forma de evaluar.

Fuente del Artículo:

https://www.salvarojeducacion.com/2016/06/el-aprendizaje-fingido-una-propuesta.html

ove/mahv

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El secreto del profesor que da la clase al revés

España/ 9 de septiembre de 2018 / Autor: Cecilia Castelló Llantada / Fuente: Retina

La tecnología entra en el aula para fomentar la motivación. Las metodologías innovadoras impulsan las aptitudes digitales

Los alumnos de Nacho Gómez llegan al colegio en el barrio de Las Tablas de Madrid con la lección aprendida. En clase, no escucharán el temario ni tomarán apuntes. El aula se transforma en un espacio de colaboración en el que, con apoyo del profesor y de la tecnología, plantean trabajos, debaten, hacen deberes y aplican la teoría que antes el docente les envió a casa y colgó en Youtube. Es el mundo al revés.

“En clase ayudamos a reforzar ideas, comprobamos si el niño o niña tiene problemas en la adquisición del conocimiento, hacemos tareas juntos”, explica Gómez, profesor que aplica en su escuela pública el concepto de Flipped Classroom o Aula Invertida. Un modelo que “cambia el rol del profesor” para aumentar la motivación de los chavales.

Recursos como la gamificación (uso del juego) y otras metodologías activas forman parte del día a día de estos maestros innovadores. Para ellos, “ya no es el profesor el que vomita conocimiento, se pone al alumno en el centro”, explica Virginia López, formadora de profesores en nuevas tecnologías y parte del equipo Tablentos. Los alumnos de Primaria aprenden así los ríos de España, el movimiento de la Tierra o visitan museos lejanos con programas de realidad virtual.

“La tecnología entra en el aula como en cualquier otro ámbito. Pero por sí misma no es la solución”, advierte López. “Hay que acompañar a los alumnos en el desarrollo de capacidades, hacerles competentes digitales”. Y señala que en la base está el cambio metodológico. “La tecnología debe ayudar a crear, no solo replicar un contenido del papel a digital”, afirma. “La tableta por sí misma no hace nada”.

El papel de las editoriales

En esta tarea de adaptar la educación a nuevos tiempos participan no solo profesores y alumnos, también administraciones, colegios y editores de libros. “Las editoriales están muy implicadas en la tarea de crear contenido adaptado”, explica Javier González Romero, director de marketing de Blinklearning, una plataforma tecnológica que permite a los centros y profesores personalizar el contenido educativo. “La tecnología ofrece una herramienta muy potente pero la educación recae en los profesores y en los contenidos”, señala. Blinklearning celebra el 20 de junio un encuentro con más de 250 profesionalespara tratar estas nuevas metodologías de aprendizaje y la introducción de las TIC en las aulas.

Los profesores se apoyan en herramientas que permiten a los chavales ver vídeos, grabar, jugar para evaluar su conocimiento u organizar tareas en grupo. Algunas de esas aplicaciones son gratuitas y otras permiten acceso limitado. Las opciones son muy amplias, desde herramientas de Google para compartir a documentos, a otras como ClassDojo (para gestión del comportamiento de los alumnos), Mindomo (crear mapas mentales) o Edmodo (comunicación de alumnos y profesores en un entorno cerrado). Con otras, los docentes se apoyan entre ellos y el aula se abre al exterior. Por ejemplo, Symbalooes una plataforma en la nube que permite recopilar y compartir recursos entre educadores.

Hugo Muñoz es maestro en un centro de Isla Cristina (Huelva) y aplica la tecnología en sus clases de música y de lengua. En música, utiliza vídeo partituras y trabaja con grupos de niños a los que asigna actividades diferentes como lenguaje musical, expresión corporal o flauta. “En el siglo XIX el objetivo de la escuela era la alfabetización. Ahora se trata de formar al ciudadano del futuro”, explica. El proyecto educativo debería fomentar “capacidades para tomar decisiones, para resolver” y “formar adultos más flexibles”, señala Muñoz, impulsor del proyecto Agora y que tiene en marcha un crowdfunding para diversas iniciativas.

Uno de los riesgos del nuevo paradigma es el uso excesivo de la tecnología en los niños, sobre todo fuera del aula y sin control. “Es necesario enseñar a los niños a buscar en internet, acotar, formarles en qué información es relevante. Hay que acompañar para minimizar los riesgos”, dice López. En esta línea Hugo Muñoz señala la necesidad de “enseñar a lidiar con el exceso de información”.

Los niños recuerdan por la experiencia, dice Gómez. Y hay que “buscar el equilibrio entre el iPad y la libreta. Lo realmente importante al final del proceso es: “¿He aprendido?”.

La edad sí importa

Herramientas La edad a la que entran las herramientas digitales en el aula es importante. En la etapa infantil, el aprendizaje es manipulativo y la tecnología se limita, por ejemplo, a ejercicios con pizarras interactivas. A partir de los últimos cursos de primaria es más fácil adaptar el contenido educativo a los formatos digitales, señalan desde Blinklearning.

Concentración. “La tecnología se tiene que introducir en el aula para una tarea concreta. Pero el proceso de concentración y otras destrezas se tienen que seguir aprendiendo”, señala Virgina López

Giro. Para las familias, el cambio·”es costoso”, pero cuando comprueban que el niño aprende mucho más motivado, “lo agradecen”, dice Gómez.

Fuente de la Reseña:
https://retina.elpais.com/retina/2018/06/11/tendencias/1528716934_292358.html
ove/mahv
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Presidentes de Chile y España acuerdan sobre educación y ciberseguridad

Chile – España / 2 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Xinhua

El presidente de España, Pedro Sánchez, se reunió este lunes con su homólogo chileno Sebastián Piñera en Santiago de Chile, en un encuentro en el que ambos mandatarios acordaron sobre temas de educación y ciberseguridad.

«Acabamos de celebrar un convenio que permite reconocernos mutuamente los títulos y facilitar el intercambio de estudiantes, de intelectuales, entre España y Chile», señaló Piñera durante un discurso que celebró en el palacio de La Moneda, la casa Presidencial del país sudamericano.

Piñera agregó que «hemos avanzado también en lo que se trata de unir fuerzas para combatir con mayor eficacia la amenaza que significa la ciberseguridad para todos nuestros países».

«Y ésa es un área donde, sin duda, tenemos mucho que aprender de España, que en esta materia ha logrado avances que son muy importantes, que queremos, sin duda, conocer y aplicar en la medida de lo posible en nuestro país», aseveró.

Piñera destacó que han logrado avanzar con España en muchos frentes, como en la colaboración que requiere el país sudamericano para mejorar y modernizar los acuerdos con la Unión Europea.

«España fue un gran aliado del ingreso de Chile a la Unión Europea, fue un gran aliado del ingreso de Chile a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y el presidente Sánchez ha ratificado que va a ser un gran aliado para esta nueva etapa y esta nueva relación que queremos emprender con la Unión Europea», indicó.

Sobre ciberseguridad, Sánchez aseguró que «lo que es evidente es que hay una amenaza de desestabilizar las principales instituciones, no solamente públicas sino también económicas y empresariales de los países y los Estados lo que deben hacer es adecuarse y anticiparse a esos ataques».

«Tenemos experiencias muy interesantes que estamos deseosos de compartir con el gobierno de Chile y desde luego trasladar tanto las garantías del tejido empresarial como a la sociedad española que el gobierno se toma muy en serio la ciberseguridad».

El presidente de España, Pedro Sánchez, inició este lunes en Santiago su gira por Latinoamérica, su primer viaje fuera de Europa desde que asumió el poder el 2 de junio pasado.

La gira del mandatario europeo continuará por Bolivia, Colombia y Costa Rica, donde se reunirá con los respectivos presidentes americanos.

Fuente de la Noticia:

http://spanish.xinhuanet.com/2018-08/28/c_137424549.htm

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56ºICA: «La crisis del conocimiento de la educación» (Video)

España / 2 de septiembre de 2018 / Autor: Universidad de Salamanca / Fuente: Youtube

Emitido en directo el 17 jul. 2018
56º CONGRESO INTERNACIONAL DE AMERICANISTAS Martes, 17/07/2018 – 09:0010:00 Edificio Histórico – Aula Salinas Conferencia «La crisis del conocimiento de la educación» José Gimeno Sacristán (Universidad de Valencia)

Fuente: https://youtu.be/kacWh_suNP8
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Siempre ha habido mucha educación sin escuela y mucho aprendizaje sin educación

España / 2 de septiembre de 2018 / Autor: Carlos Magro / Fuente: Asociación Educación Abierta

Preparar para la vida

No enseñamos a capturar peces con el fin de capturar peces, sino para desarrollar una agilidad general que no se puede obtener mediante la mera instrucción. No enseñamos a cazar caballos a garrotazos por cazar; lo hacemos para desarrollar una fuerza general en el aprendiz que nunca podrá obtenerse con algo tan prosaico y especializado como la caza de antílopes. No enseñamos a asustar tigres de dientes de sable con el fin de asustar tigres; lo hacemos con el propósito de dar ese noble coraje que se aplica a todos los asuntos de la vida y que nunca podría provenir de una actividad tan básica como cazar osos.

Harold Benjamin. 1939. El currículo de dientes de sable 1.

Hubo un tiempo en el que la educación no competía en tiempo ni con el trabajo ni con el ocio. Casi toda la educación era compleja, vitalicia y no planificada, escribió una vez Iván Illich(2). Hubo un tiempo en el que la educación sucedía en cualquier lugar y en cualquier momento(3). Un tiempo en el que la distancia entre lo que sucedía en la escuela y la vida era pequeña. Un tiempo en el que se aprendía a pescar, a cazar caballos lanudos y a ahuyentar tigres diente de sable porque esas eran las tres actividades más importantes para la supervivencia de la tribu. La escuela y los aprendizajes que ésta proporcionaban tenían pleno sentido. A los niños les gustaba aprender así. Los aprendizajes escolares estaban conectados a sus intereses y a su vida.

Pero el entorno cambió y la vida, que una vez había sido segura y feliz, se volvió incierta e inquietante. Con la llegada del frío, dejaron de verse peces en el río, los caballos lanudos fueron sustituidos por veloces antílopes y los tigres dientes de sable se extinguieron dejando su lugar a osos polares. La vida había cambiado y había que adaptarse a las nuevas condiciones rápido. La escuela también debía cambiar. Las materias principales del currículo habían perdido su sentido. Estaban lejos de aquello que era relevante para la vida de los jóvenes y la supervivencia de la comunidad. ¿Por qué no cambiar entonces el currículo?, preguntaron los más inquietos del grupo. La respuesta que recibieron es la cita que encabeza este texto. No enseñamos a capturar peces con el fin de capturar peces, sino para desarrollar una agilidad general que no se puede obtener mediante la mera instrucción […] La esencia de la verdadera educación, respondieron los ancianos y los sabios de la tribu, es la atemporalidad. Es algo que perdura a través de condiciones cambiantes, como una roca sólida que se encuentra firmemente anclado en medio de un tumultuoso torrente. ¡Debes saber que hay verdades eternas, y el currículum de dientes de sable es una de ellas! La escuela tenía que haber cambiado, pero no lo hizo. La escuela había dejado de preparar para la vida.

Desde entonces, no hemos dejado de reclamar a la escuela más relación con la vida y con los intereses de los alumnos y la hemos criticado por ser demasiado abstracta y superficial en relación con la educación extraescolar, mucho más vital, profunda y real.

Preparar para la vida ha sido y sigue siendo la gran promesa de la escuela. Todos, antes y ahora, sin importar la concepción que tengamos sobre la enseñanza y el aprendizaje, nuestras preferencias metodológicas, el currículo que defendamos o la evaluación que practiquemos afirmamos con rotundidad que el fin de la escuela es el de educar a los más jóvenes para la vida. Todas las reformas escolares, sin importar dónde, cuándo, quién las haya propuesto o cómo estén articuladas proclaman sin ambages su intención de preparar mejor para la vida.

Son muchos los que a lo largo de la historia han reclamado una mayor conexión entre la escuela y la vida, entre el aula y lo que sucede fuera de la misma. Son muchos los educadores para quienes el lema “dejad que la vida entre en la escuela” ha sido y sigue siendo su norte pedagógico(4). Abrir la escuela y salir al barrio, al museo, al campo, expandir, en definitiva, la educación ha sido una constante de todos los movimientos reformistas. John Dewey, por ejemplo, entendía la educación como un proceso vital y no solo como una preparación para la vida futura y reclamaba que la escuela debía ocuparse también de preparar para la vida actual de los alumnos. El fin de la escuela era aprender, decía Dewey, pero antes que todo vivir. Aprender a través y en relación con la vida.

La sátira de Harold Benjamin(5), escrita en 1939, recoge bien esta inquietud por minimizar la distancia entre los aprendizajes escolares y la vida. Una inquietud que, si cabe, se ha visto incrementada en la actual sociedad de la información, y en particular con el despliegue del ecosistema digital, que ha ensanchado cada vez más la distancia entre aprendizaje, educación y enseñanza(6).

Siempre ha habido aprendizaje sin educación y educación sin enseñanza. Siempre ha habido mucha educación sin escuela y mucho aprendizaje sin educación. Aprender no ha sido nunca algo que sólo suceda dentro de espacios acotados e institucionalizados para ese fin. La vida es un continuo de experiencias que significan oportunidades para aprender(7), pero en el proceso de institucionalización de la escuela, como bien ha señalado Fernández-Enguita(8), hemos identificando aprendizaje, educación y enseñanza, reduciendo, cada término al siguiente.

Ignorando o borrando artificialmente la distancia entre cada uno de esos términos, hemos llegado a confundir los planes de estudio, los libros de texto, los estándares, los objetivos y las pruebas como fines en sí mismos, en lugar de como un medio para un fin(9). Hemos confundido enseñanza con saber, promoción de curso con educación, diploma con competencia y fluidez con capacidad para decir algo nuevo(10). Hemos estandarizado y burocratizado no sólo lo que ocurre dentro de la escuela sino también gran parte de lo que sucede fuera. Creyendo ingenuamente que podíamos disciplinar la vida. Pero la vida no está organizada por disciplinas. La vida encaja difícilmente dentro de un currículo, más aún si éste es rígido y está muy compartimentado. No parece que la solución pase por disciplinar lo que sucede más allá de la escuela. Parece mejor idea, sin duda, abrir ventanas y puertas y sustituir las rígidas paredes que delimitan las aulas y los centros escolares por membranas móviles y porosas.

Si el gran desafío de la escuela es el de preparar para la vida en una sociedad cambiante, aspectos como la flexibilidad, la innovación y la interdisciplinariedad deben primar sobre la rigidez, la repetición y la disciplinariedad(11). La solución ante los enormes desafíos que enfrenta hoy la escuela no pasa ni por una vuelta al pasado, ni por más de lo mismo, reforzando los sistemas actuales en una huida hacia adelante, ni por acabar con la escuela institucionalizada a favor de nuevos de mecanismos de mercado, desescolarizando la sociedad. Al contrario, la escuela importa(12).

Preparar para la vida pasa por reclamar más escuela, pero una escuela distinta, caracterizada por una nueva cultura del aprendizaje y por una cultura organizacional de la colaboración, la innovación, la autonomía, la atención a la diversidad, la apertura y la vinculación con las familias, la comunidad y el entorno.

Preparar para la vida pasa por poner a los alumnos en el centro de su aprendizaje, implicándoles activamente en procesos de búsqueda, estudio, experimentación, reflexión, aplicación y comunicación del conocimiento(13). Pasa por hacerles responsables de su aprendizaje. Por darles la voz y escucharles. Pasa por dejarles elegir y por vincular el aprendizaje a los problemas cotidianos que afectan a su vida.

Preparar para la vida, pasa por entender que, en la escuela como en la vida, aprendemos cuando queremos y aprendemos para algo. Aprendemos de muchas maneras. Aprendemos solos y aprendemos con otros. Aprendemos haciendo y aprendemos reflexionando sobre lo que hemos hecho. Aprendemos haciendo las cosas bien y aprendemos equivocándonos. Aprendemos exponiendo y aprendemos escuchando. Aprendemos reproduciendo y aprendemos creando.

Preparar para la vida pasa por aprender a movilizar y combinar, en tiempo real, los recursos intelectuales y emocionales(14) adquiridos en la escuela para entender el mundo y poder actuar sobre él. Pasa por comprender, como dice Juan Ignacio Pozo, que aprender a decir y a hacer son dos formas diferentes de conocer el mundo y, por tanto, no basta con tener conocimiento para saber usarlo(15).

Preparar para la vida pasa por estimular la metacognición de cada estudiante, su capacidad para comprender y gobernar su propio y singular proceso de aprendizaje. Pasa por desarrollar la capacidad de aprender a aprender.

Si algo nos han enseñado las ciencias del aprendizaje en las últimas décadas es que desarrollar la facultad de aprender tiene mucho que ver con actitudes, creencias, tolerancia emocional y valores. Tiene que ver con fomentar la confianza, con creer que se pueden resolver los retos, con saber gestionar con calma la incertidumbre que rodea cualquier problema relevante de la vida, con no desanimarse cuando las cosas no salen como pensábamos, con mantener el esfuerzo.

Preparar para la vida pasa entonces por desarrollar la capacidad para tolerar la frustración y la confusión. Pasa por saber actuar sin saber qué sucederá y por aprender a vivir en la incerteza sin sentirse inseguro. Preparar para la vida requiere también sentirse apoyado y legitimado, saber que se tiene el derecho a ser curioso, a hacer preguntas incómodas, a discutir, a llevar la contraria, a imaginar cómo las cosas podrían ser otra manera y a equivocarse.

Aprender es más que nunca un asunto no circunscrito únicamente a unos espacios concretos (las instituciones educativas, las aulas), ni a unos tiempos (los de escolaridad, la educación formal), ni a unos ámbitos de conocimientos determinados (conocimientos declarativos, abstractos o factuales), ni a unas habilidades (las cognitivas), ni, por supuesto, a un único currículo, a unas metodologías únicas o a unos programas formativos normalizados y estandarizados. Preparar para la vida pasa por lograr aprendizajes más profundos y más permanentes. Pasa por enseñar menos y aprender más.

Preparar para la vida pasa por introducir mecanismos de flexibilidad y de conexión entre los aprendizajes formales e informales. Pasa por reducir la brecha entre la forma en que se “hace” el aprendizaje en las escuelas y la forma en que se “hace” en el mundo exterior. Y pasa por crear un clima y un entorno de aprendizaje adecuado donde todo esto se dé.

Pasa, en definitiva, por abrir la escuela y salir al barrio, al museo y al campo, defendiendo la idea de una escuela en la que el aprendizaje no está artificialmente separado del resto de la vida. Una escuela en la que aprendamos no solo a vivir, sino que también aprendamos cómo se vive. Una escuela que asume que el aprendizaje es vida. Preparar para la vida pasa por entender que vivir es aprender y que aprender es vivir.

Referencias:

  1. Harold Benjamin (1939). El currículo de dientes de sable. Disponible enhttp://users.ugent.be/~mvalcke/OWK_1415/toetsing/thesabertoothcurriculumshor.pdf
  2. Ivan Illich (1985). La sociedad desescolarizada. Disponible enhttp://www.mundolibertario.org/archivos/documentos/IvnIllich_lasociedaddesescolarizada.pdf
  3. Rubén Díaz y Juan Freire (eds) (2012). ZEMOS98. Disponible enhttp://www.zemos98.org/descargas/educacion_expandida-ZEMOS98.pdf
  4. Philippe Perrenoud (2012). Cuando la escuela pretende educar para la vida. Graò.
  5. Harold Benjamin (1939). Op. cit
  6. Fernández-Enguita (2018). Más escuela y menos aula. Morata
  7. Juan Freire (09/09/2013). Del aprendizaje expandido a la transformación de la educaciónhttp://nomada.blogs.com/jfreire/2013/09/transformacion-educacion.html
  8. Mariano Fernández-Enguita (2018). Op.cit
  9. Ron Ritchhart (2002). Intellectual character. What it is, Why it matters, and How to get it. Jossey-Bass
  10. Iván Illich (2012) ¿Por qué debemos privar de apoyo oficial a la escuela?
  11. Álvaro Marchesi & Elena Martín (2016). Calidad educativa. Alianza Editorial
  12. La escuela no importa fue, simplificando mucho, la principal conclusión del informe Coleman solicitado por la estadounidense Ley de Derechos Civiles de 1964 que cambió profundamente la manera de abordar las reformas educativas.
  13. Ángel Pérez Gómez (2007). La naturaleza de las competencias básicas y sus aplicaciones pedagógicas
  14. Philippe Perrenoud (2012). Op. cit.
  15. Juan Ignacio Pozo (2016). Aprender en tiempos revueltos. Alianza

 

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“Siempre ha habido mucha educación sin escuela y mucho aprendizaje sin educación.”

ove/mahv

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Protagonista de “Merlí”: “La serie recupera la filosofía como necesaria para una sociedad que nos convierte en ciudadanos pasivos”

España/ Autor:  / Fuente: El Desconcierto

Francesc Orella habla con El Desconcierto sobre la importancia de la filosofía en las aulas, el intento de retirarla en Chile y los temas de actualidad que aborda la serie, como el aborto y la transexualidad. Responde también a quienes la tildaron de «machista».

Cuando el pasado mes de febrero el Consejo Nacional de Educación (CNED) puso en duda la enseñanza de la asignatura de filosofía en 3º y 4º medio, inmediatamente se reabrió el debate sobre la importancia de esta materia en los colegios y liceos.

Colectivos de profesores y estudiantes se activaron para defender el derecho a la filosofía en las aulas y la campaña impulsó también un aumento del interés por la serie catalana “Merlí”, que relata las pericias de un profesor de filosofía de un liceo de Barcelona y de sus alumnos. “Quiero que os empalméis con la filosofía”, larga el docente nada más pisar el aula durante su primera clase. “Merlí” plantea algunos de los desafíos que enfrenta el sistema educativo actual, los problemas de la adolescencia y la respuesta que la filosofía puede dar ante algunas de las crisis que transitan los personajes.

Precisamente, Francesc Orella (Barcelona, 1957), el actor protagonista que interpreta a Merlí Bergeron, el polémico docente, fue una de las voces que se posicionó en defensa de mantener esta asignatura en la malla curricular chilena. Orella no dudó en participar de la campaña #DerechoALaFilosofía levantada por la Red de Profesores de Filosofía de Chile. “Recibí un correo de un profesor de filosofía [de Chile] que era fan de la serie y luego me explicó que, en su país, se querían cargar a la filosofía. Me propuso que si quería colaborar con un pequeño video con su movimiento de defensa para mantener la filosofía. Evidentemente, me sumé”, explica el actor catalán a El Desconcierto.

La serie, de tres temporadas y 40 episodios, se estrenó en la Televisión de Cataluña (TV3) en septiembre de 2015, y posteriormente dio el salto a Netflix, a finales de 2016. Desde entonces, su éxito en Suramérica ha sido incuestionable.

– ¿Cuáles son las claves del éxito de “Merlí”?

Es una carambola de aciertos. De partida, la ‘bíblia’ de la serie –el argumento principal– es muy atractivo y novedoso. Trata la enseñanza de la filosofía a los adolescentes y la vincula a cuestiones de actualidad, que no sólo afectan a los adolescentes, sino a toda la sociedad. Lo hace a través de un profesor provocador, diferente, crítico, gamberro y con muchas virtudes y defectos. El personaje era muy atractivo. También influyó como se escribieron los diálogos, las tramas. El hecho de hacer en cada capítulo un filósofo y a partir de las reflexiones de estos pensadores trabajar un tema concreto, que combine humor con temas más serios y drama, es pedagógico sin ser pretencioso. El otro gran éxito fue el equipo artístico y técnico. La energía y la entrega también fue total e hizo que todo rodara muy bien.

– ¿Qué pensaste el primer momento que cayó en tus manos el guión que hablaba sobre un profesor de filosofía?

Al principio fue una sorpresa y encontré muy original que el personaje central fuera un profesor de filosofía. Me atrajo. Luego cuando leí los guiones y me hicieron la propuesta ya me di cuenta que era muy interesante de hacer. Intuí que podía ser una novedad en TV3 y gustar a la audiencia. Lo que no sabía fue el éxito que tendría. Fueron muchos elementos que daban que pensar que si se hacía bien podía gustar. Tratamos de cuidar el material que teníamos entre manos.

– Más allá del éxito, es evidente que la serie ha despertado un interés de los jóvenes por la filosofía. ¿Cuál es para ti la importancia de esta asignatura en las aulas?

Ha sido fantástico comprobar que después de la primera temporada hubo un aumento en las matrículas de la carrera de filosofía. Lo encuentro cojonudo. Creo que las asignaturas humanistas están maltratadas desde hace tiempo. El sistema educativo ha potenciado desde siempre las materias más técnicas y científicas, está todo enfocado hacia la producción. Las asignaturas humanistas o artísticas son las de segundo o tercer orden. En concreto, la filosofía -que parece que no sirve para nada, que no tiene una salida laboral clara- es una asignatura incómoda porque motiva a la reflexión y análisis crítico del ser humano, de la vida y de la sociedad en la que vivimos. Enseña a tener espíritu crítico y un criterio propio sobre las cosas, a cuestionar todo y no creernos todo lo que nos venden. Y eso incomoda y molesta mucho a los poderes fácticos. El acierto de la serie ha sido volver a poner en valor el tema de la filosofía, pero también la enseñanza y el trabajo de los profesores.

– ¿En qué sentido?

Creo que hacen un trabajo muy importante, tienen mucha responsabilidad, sobre todo en las edades de la serie, en las que los adolescentes son una esponja y es muy importante lo que se les mete en la cabeza y el tipo de educación que reciben. Que a esta edad se les plantee que la filosofía se debe aplicar a la vida real para cuestionarse las cosas lo encuentro cojonudo. El acierto de la serie es que recupera la filosofía como materia interesante y necesaria para una sociedad a la que quieren meter todo con calzador, nos convierten en ciudadanos pasivos y consumidores. Lo que la filosofía propone es ser ciudadanos activos y críticos.

– ¿Preparaste tu interpretación leyendo alguno de los autores de la serie?

No, porque ya tuve mucho trabajo para memorizar los guiones. La primera temporada, en el 85% de las secuencias aparecía Merlí. O sea, el volumen de texto y guión para memorizar fue acojonante. Tras la jornada de grabación, que era hasta media tarde, yo tenía que seguir mi trabajo en casa para memorizar lo del día siguiente. El ritmo de trabajo ha sido muy alto. Después, cuando le tomé el ritmo y la serie me ofreció la posibilidad de conocer filósofos contemporáneos que desconocía, sí que me interesaron algunos de ellos e hice algunas lecturas aparte de algunos de ellos. Fue como un reciclaje.

serie Merli

– Sobre los temas que se abordan y que son parte de la agenda social y política en Chile, destaca, por ejemplo, la trama del personaje de Oksana, que tiene un hijo. En un momento determinado, a propósito de su caso, se plantea el debate del aborto. ¿Qué opinas sobre esa discusión?

Soy partidario absolutamente de que las mujeres decidan sobre su maternidad. Lo tengo clarísimo: soy pro aborto. La maternidad tiene que ser deseada en tres causas y en todas las demás. Es un tema que los adolescentes tienen que tener muy claro para enfocar sus relaciones sexuales y tiene que hablarse en familia, al colegio y donde sea. Los adolescentes tienen que tener información sobre eso y poder ser libres para decidir sobre sus vidas y sus cuerpos.

– Hay un capítulo dedicado a Judith Butler en el que se aborda la transexualidad a partir del personaje de Quima. Éste tema ha traspasado mucho a la opinión pública en el último tiempo, sobre todo después del Oscar a “Una Mujer Fantástica”. Se ha visto claramente que la producción cultural puede influir en la agenda política. ¿Qué opinas de este rol que tiene la industria audiovisual?

Es evidente que el cine y la televisión llegan a mucha gente y los que nos dedicamos a esto tenemos esta posibilidad y responsabilidad. Es un privilegio tener la oportunidad de influir en decisiones, sobre todo en esta materia. Ahora, hay que utilizar bien los medios, porque es positivo que en la sociedad se hable de lo que es tabú. Tendríamos que estar al servicio de la buena información, de la información neutra y del debate. A parte de entretener y emocionar, en ficción también tenemos este objetivo de concientizar y crear opinión.

– ¿Qué opinas de las críticas que tildaron a la serie de machista y “macho centrista”, argumentando que las mujeres tenían roles muy secundarios, criticando algunos diálogos concretos y calificando al personaje de Merlí de “macho alfa”?

Me hace reír un poco. Las otras temporadas [segunda y tercera] desminiteron estas primeras opiniones. Para mí ‘machista’ no es la palabra. Yo distingo ‘machista’ de ‘masculinizante’. Es cierto que hay más chicos que chicas en el aula y hubieron más tramas masculinas, pero después estos se fue matizando. Como personaje, Merlí no es machista, sino que es un tipo de hombre que existe en nuestra sociedad, un mujeriego, un Peter Pan o lo que quieras. Pero no es para ensalzar el machismo, sino para retratar un tipo de hombre que existe en nuestra sociedad y cultura, sin entrar a juzgar si esto es bueno o no. El espectador es suficientemente adulto como para sacar sus propias conclusiones sobre este tipo de comportamiento y de hombre. A unos les dará risa y a otros no, el espectador es libre de opinar. No estamos en un parlamento, no es una cuestión de paridad, es una serie de ficción que refleja la sociedad.

– ¿Qué opinas del reflejo que la serie entrega al mundo de la sociedad catalana de hoy? Existió una polémica por la militancia independentista del personaje de la profesora de inglés.

Me parece perfecto porque la situación en Cataluña también es un tema de actualidad. La serie ocurre en Barcelona, en la Cataluña actual y los problemas de nuestra sociedad aparecen, quizás de forma tangencial, pero están, como el tema del independentismo. La serie no ha hecho bandera de nada, ni de una cosa ni de otra. Está esta profesora y luego otro que se ríe de ella. Que este debate haya traspasado fronteras y océanos y haya tenido el eco tan brutal es buenísimo porque da a conocer la realidad de nuestro país. He dado unas 40 entrevistas a medios argentinos y siempre me preguntan sobre esto: la lengua, el movimiento independentista… Además, es muy positivo para el audiovisual catalán y para mostrar el nivel de nuestros profesionales.

– ¿Qué es lo que más rescatas de esta experiencia, con qué te quedas?

Ha sido un regalo para mí. Es una serie que me cayó en un momento determinado de mi vida profesional y personal, con una edad determinada. A nivel personal y como actor, trabajar con gente joven, hablar de los temas que se hablaron, reflexionar sobre el ser humano y sobre la vida como un objetivo del personaje me ha llenado mucho. Merlí me acompañará mucho tiempo.

serie Merli

Fuente de la Entrevista:
http://www.eldesconcierto.cl/2018/07/09/protagonista-de-merli-la-serie-recupera-la-filosofia-como-necesaria-para-una-sociedad-que-nos-convierte-en-ciudadanos-pasivos/
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España: El Gobierno estudia reducir los alumnos por aula y la jornada lectiva de los profesores

España / 2 de septiembre de 2018 / Autor: Clara Pinar / Fuente: 20 Minutos

  • Prepara un proyecto de ley para anular el decreto de recortes en Educación que aprobó Rajoy en 2012.
  • Cree que la masificación de las aulas no se sostiene con el aumento de funcionarios previsto en los Presupuestos.
  • Plantea reducir de 20 y 25 a 18 horas la jornada lectiva de los profesores.

El Gobierno está preparando un proyecto de ley para eliminar el real decreto por el que en 2012 el Ejecutivo de Mariano Rajoy aplicó recortes en el sector educativo que podría incluir la modificación de algunos aspectos de aquella regulación, como el incremento del ratio de alumnos por aula y el aumento de la jornada lectiva de los profesores.

El Consejo de Ministros ha estudiando este viernes un «informe técnico» sobre el funcionamiento de los centros educativos tras la entrada en vigor del decreto ley «de medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo».

Según el Gobierno, aquella normativa, aprobada en lo peor de la crisis económica, «tenía como único objetivo la reducción del gasto público, sin tener en cuenta las consecuencias de sus medidas en el funcionamiento de los centros educativos y en las condiciones de trabajo del profesorado».

De hecho, el decreto provocó protestas de sindicatos y recursos ante el Tribunal Constitucional como el que planteó la Junta de Andalucía y que en parte la declaró inconstitucional.

En virtud de esta ley del Gobierno de Rajoy. se dio luz verde a que el número de alumnos fuera hasta de 25 en Primaria y de 30 en Secundaria y a que los profesores tuvieran un mínimo de 25 horas lectivas en educación infantil y 20 horas en el resto de niveles.

El objetivo del Gobierno de Pedro Sánchez es eliminarlo y para ello está preparando un proyecto de ley que presentará en el Congreso y al que se referirá la ministra de Educación y Formación Profesional, María Isabel Celaá, en una comparencia ante la correspondiente comisión parlamentaria el miércoles de la semana que viene.

Puntos muy discutidos

Aunque de momento el Gobierno no ha tomado ninguna decisión sobre medidas concretas, sí se plantea modificar tres aspectos que, afirma, «han sido muy discutidos e la comunidad educativa».

El primero de ellos es «la posibilidad de elevación de los ratios por alumno por aula hasta un 20%», según indica el Gobierno en la referencia del Consejo de Ministros de este viernes, donde se apunta a que los Presupuestos Generales del Estado para 2018 contemplan una tasa de reposición del 100% de funcionarios para las Administraciones Públicas, que permitiría mantener los ratios de antes del decreto ley de 2012.

Por otra parte, muestra su intención de que los profesores recuperen su jornada lectiva de 18 horas, tal y como marca una regulación estatal que en la fecha en que se aprobó el Decreto no existía pero que ahora sí.

El tercer aspecto que el Gobierno se plantea modificar el plazo de 10 días que la normativa en vigor permite que un centro público esté sin profesores suficientes hasta que se proceda a nombrar funcionarios interinos para sustituirlos.

Fuente de la Noticia:

https://www.20minutos.es/noticia/3388575/0/alumnos-clase-jornada-profesores-recortes-educacion/

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