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El estado docente: Luis Beltrán Prieto Figueroa (Libro para descargar)

Redacción: Fundación Biblioteca de Ayacucho

Reseña: Unos de los más grandes pedagogos venezolanos de nuestra historia contemporánea, que podemos situar al lado de Simón Rodríguez, es Luís Beltrán Prieto Figueroa, nacido el 14 de Marzo de 1902 en la Asunción, Nueva Esparta, se destaco como político, gremialista, intelectual y sobre todo como pedagogo, faceta en la cual nos deja la tesis más importante que haya existido en Venezuela y quizás para la Latinoamérica de entonces, como lo es la del ESTADO DOCENTE, cuya concreción ha alcanzado sus mayores niveles en el proceso de transformaciones sociales de la Revolución Bolivariana y hecho ordenamiento jurídico con la Constitución de la Republica Bolivariana (1999) y la Ley Orgánica de Educación (2009) .

El pensamiento en filosofía de la educación del «Maestro Prieto» se estudia en las universidades más respetables de América Latina y el Caribe y ¿por qué no? En el mundo. Sus planteamientos son valorados como una sentida necesidad social y de una invaluable calidad humana. Como intelectual orgánico, deja obras sumamente importantes, tanto de carácter político como pedagógico, entre ellas la más importante: El Estado Docente, donde manifiesta:

«La educación es un fenómeno colectivo y como tal, está regida por las normas fijadas por el grupo social. Se expresa como una necesidad de la totalidad; por ello que el estado determina los medios para satisfacerla.»

En este fragmento plantea la necesidad del estado de dotarse de un sistema de educación pública que sirviera para su consolidación pero que además establece que es un deber del estado sostenerla económicamente. Por otra parte, señala que es el estado quien determina los fines de la misma, es decir que es fuera de lugar la crítica de quienes chismorrean que la educación bolivariana es partidista. Además señala:

«…la disputa rebasa los términos técnicos para encuadrarse en el terreno político. Es la lucha secular entre los derechos de la colectividad y los privilegios de casta… a la larga terminara de imponerse en el mundo la idea justa de protección de la comunidad entera.»

He aquí el «Maestro como Líder» social, el que usa la pedagogía como método de liberación, el que lucha en la calle con el pueblo para que se imponga la causa de la justicia social. El Maestro Prieto miraría con gozo que el socialismo que se construye en Venezuela, estaría en la lucha por la consolidación del Estado Comunal, en el debate de ideas para superar la Cultura Rentista que es el arma de quienes nos combaten desde los centros del Poder Económico, miraría con satisfacción esta Revolucionen que consagra la educación como un derecho humano y como un deber irrenunciable del estado, lo que el planteó como premisa para la nación con su labor educadora y protegiendo a la «comunidad entera». En el marco del imprescindible Proceso de Transformación Curricular, sus ideas son de vital importancia para seguir construyendo un sistema educativo con referentes de Nuestra Mayúscula América. Sirva este ejemplo para las nuevas generaciones de maestros que tienen la labor histórica de forjar la Patria Grande.

Link de descarga: https://fidelernestovasquez.files.wordpress.com/2011/03/libro-el-estado-docente-por-luis-beltran-prieto-figueroa-con-presentacion-de-aristobulo-isturiz-fidel-ernesto-vasquez.pdf

 

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La escuela tradicional se convirtió en obsoleta y exige un gran cambio

Agustina Blanco

El Estado es el garante para elevar los niveles de equidad de la sociedad. El ideal de una república con una democracia representativa conformó el «Estado docente» que, a través de su red de instituciones escolares, ejercía el monopolio de la función educativa, y permitió «educar al ciudadano». La ley 1420 del año 1884 estableció la obligatoriedad de asistir a las escuelas para completar la primaria. Hoy esta obligación se transformó en el derecho de educarse durante toda la vida.

La tecnología en las escuelas es un componente indispensable a considerar, si el sistema busca reducir las brechas de oportunidades. El hecho de acceder a la información y al conocimiento no garantiza su comprensión, su apropiación y su uso. Es necesario dotar a las generaciones jóvenes de herramientas para sumergirse de modo eficaz en el océano de información que hoy está al alcance inmediato de todos, poder diferenciar lo importante de lo irrelevante, lo confiable de lo espurio, así como saber analizar las fuentes de información.

La nueva educación incorpora elementos fundamentales como el pensamiento tecnológico, el desarrollo de competencias, la metacognición, la resolución de problemas reales, la evaluación con objetivo de retroalimentación.

El gran dilema que debemos resolver en nuestro país es cuál es el sistema de educación que queremos, y cómo lograr transitar gradual pero sostenidamente hacia un modelo pedagógico apropiado para el siglo XXI. Es fundamental no caer en la simplicidad de creer que sólo trasplantando modelos educativos exitosos, ajenos al contexto nacional, pueden superarse nuestros problemas. Aprovechando la experiencia de afuera, debemos revisar lo existente en nuestro país, evaluar las posibilidades de acuerdo a nuestros recursos, así como qué de lo que tenemos debe ser superado porque constituye un obstáculo para marchar hacia la transformación necesaria.

Argentina requiere acuerdos sociales amplios y una férrea convicción sobre el nuevo rumbo de la educación. El compromiso con el cambio requiere generar las condiciones para poderlo gestionar: el protagonismo del Estado como rector fundamental, una reforma de la estructura burocrática, recursos y conectividad en todas las escuelas. Por sobre todo, mantener el foco en lo que debe ser la gran apuesta, el docente como agente de transformación, comprendiendo su nuevo rol, una nueva carrera de formación, y condiciones satisfactorias en su contratación.

Una nueva publicación

Educar 2050 recientemente lanzó la publicación «El futuro ya llegó. pero no a la escuela argentina ¿Qué nos atrasa y dónde está el futuro de nuestra educación?», escrito por Inés Aguerrondo y Guillermina Tiramonti. Se puede acceder al documento ingresando en educar2050.org.ar/publicaciones

Las autoras forman parte de la organización Educar2050

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1982057-la-escuela-tradicional-se-convirtio-en-obsoleta-y-exige-un-gran-cambio

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Maestros y maestras los eternos olvidados de las reformas educativas

Por: Miguel Ángel Pérez

En los últimos días he asistido a distintos eventos (Foros, Coloquios, Congresos, etc.), en donde uno de los temas centrales o periféricos que se discuten gira en torno a la reforma educativa y a la necesidad de que maestros y maestras seamos capaces de apropiarnos de lo que “la autoridad “dice. En primer lugar es más importante la autoridad que el propio docente (maestro o maestra) tiene en su trabajo y no la que provenga de otro lugar, ajeno a él o ella, desde afuera aun cuando sea el propio gobierno el que hable.

Aun en destacamentos vinculados con la disidencia magisterial, con el movimiento democrático en el magisterio y su relación el sindicato magisterial. La percepción que tengo de este fenómeno, es que los docentes siguen esperando desde instancias ajenos a el(los) incluyendo el gobierno que les digan con claridad que deben hacer y cómo, que (les) oriente la reforma lo que espera de ellos, que sea más clara la propuesta sobre todo en lo que se tiene que hacer.

Entonces lo que sucede es que en diversos espacios se busca la forma de entender y re-entender lo que el gobierno QUÉ es lo realmente quiere y espera de los maestros y maestras. Aquí ante este fenómeno se presentan dos escenarios en paralelo:

  1. Por un lado la propuesta gubernamental arropada con los diversos nombres con los que se les ha llamado (Reforma educativa, Nuevo modelo pedagógico, Pilotaje 2017, etc.), no tiene la capacidad de sintetizar globalmente lo que la educación del país necesita y lo que los docente pudieran y deberían hacer y conocer a partir de lo que hacen. En todo esto, en este tiempo mientras los docentes están preocupados e invirtiendo su tiempo en entender y re-tender qué esperan de ellos y del trabajo que realizan, de manera invisible pero intensa, las reglas van cambiando, se cancelan derechos laborales, la plaza automática desparece, desaparecen de igual manera las vías de promoción y ascenso laboral y profesional, las regulaciones contractuales fracturan una mínima forma de reconocerse como trabajadores al servicio del Estado y como profesionales de la educación al servicio de la patria. La evaluación del desempeño docente es una estrategia de control y de distracción, para que los docentes no logren mirar la realidad verdadera dentro de la cual están inmersos y han quedado atrapados.
  2. Por otro lado está la idea de pensar en una educación diferente no en otra reforma (porque nos colocaríamos en el mismo juego creado desde el poder), sino otra lógica de entender la gestión, el cambio la carrera docente y el compromiso con la sociedad. Los colectivos docentes deberíamos estar ocupados en esta construcción global que articule lo laboral, profesional, pedagógico, en el marco de un proyecto global de cara con la sociedad del siglo XXI con todos los cambios, exigencias y desafíos, con los que se ha venido acompañando. Esta re-configuración que implica entender y re-entender el compromiso social de los y las educadores, corre por un carril muy diferente al que el Estado nos ha trazado y por el que muchos docentes están transitando.

En última instancia los maestros y maestras en México hemos bailado al son que la SEP nos ha tocado. Se trata ahora de cambiar las reglas de la música del ritmo, de la melodía, y porque no, es mejor la cadencia de un tango, o la sensualidad de un danzón o el atrevimiento del ritmo libre.

Esta nueva música por tocarse junto con las reglas y sus tiempos, está pensada en diseñar otra ruta de acción y de la forma que se camine. La otra reforma de la que aquí hablo, sólo la pueden gestionar los maestros y maestras junto con intelectuales e investigadores en ese orden y no al revés. ¿Cómo meter en todos los docentes un nuevo chip en donde manden a la basura todo lo que estorba desde el marco gubernamental y comenzar a introducir ideas nuevas (muy nuevas) de todo aquello que deberla llegar?. Asistimos en el tiempo de las reformas estructurales, ante  un problema de cultura, de historia y de tradiciones pero que lo podemos es más lo debemos revertir, para que la educación en nuestro país comience a bailar a un nuevo rito y lo haga bien como lo ha hecho en otros tiempos. La música que se toque y la forma de bailarse debe surgir desde nosotros y nosotras, ni siquiera de la mejor orquesta que se nos quiera imponer abierta o veladamente.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/maestros-y-maestras-los-eternos-olvidados-de-las-reformas-educativas/

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Educación Pública, Ética y Compromiso Social

Por: Gerson Gómez

Quiero dedicar este corto artículo, a quien dedicara, gran parte de su vida al desarrollo del Sistema Educativo en Venezuela. El 14 de marzo de este año se celebró un año más de su natalicio, entre sus logros más resaltantes, está la creación de la Federación Venezolana de Maestros, la Tesis del Estado Docente, los INCES, las Escuelas Técnicas, entre otras cosas, que fueron esenciales en su lucha y compromiso en cada uno de los contextos en los que se desenvolvió.

El Doctor Luis Beltrán Prieto Figueroa, extraordinario educador venezolano, se destacó intelectualmente desde el gobierno de Juan Vicente Gómez hasta el último gobierno del Doctor Rafael Caldera, sus posiciones inclinadas hacia el progresismo, lo llevó a enfrentar a la élite política del partido en el cual milito por décadas AD ( Acción Democrática) Ministro de Educación, candidato presidencial, pero esencialmente educador con compromiso social y ético con visión y perspectiva de futuro para las nuevas generaciones.

En La Ley Orgánica de Educación, se visibiliza su obra a través de elementos, que fortalecen el marco legal a través de su tesis del Estado Docente, Articulo 6 (Seis) que en esencia destaca el papel del Estado frente la educación, donde se proponen aspectos metacognitivos, que son esencia de  la  Administración Educativa:” Planificación, Seguimiento, Control y Evaluación de procesos” donde hoy se debate el asunto de la representatividad y la administración “vertical” y la participación a manera de Gestión Educativa, que genera las contradicciones, que no solo, se acentúan en las políticas públicas, en materia educativa, que debe partir desde la transformación educativa, desde lo local y lo nuestro americano  con una visión estratégica epistemológica de la universidad del Siglo XXI.

Lejos de todas las posiciones encontradas, que pudiéramos encontrar, sobre la vida y obra de este insigne y ante todo educador, quiero resaltar, un artículo escrito  en 1969 “La fe en sí mismo “donde dedica el texto, a estimular en fomentar el espíritu de lucha, de cada joven, el deseo de salir adelante, en donde debe sobreponerse a las trabas o los obstáculos que aun mal intesionadamente, puedan surgir, en la ruta hacia las metas.

En este sentido invito, a la juventud venezolana, a leer y a visibilizar la vida y obra de este y otros intelectuales, que han dedicado su vida y lucha por una Venezuela mejor, dedicar tiempo y esfuerzo, de construir una escuela contemporánea, con fundamentos en lo nuestro americano, y en el pensamiento político educativo venezolano  y de América Latina.

No niego la necesidad, de consultar experiencias de otras latitudes y sus posibles aportes a la mejora de nuestra educación, pero también darle peso a lo nuestro, que tiene base en nuestra realidad concreta, y que debe dar pie, a la conservación y transformación de la universidad y de las economías dependientes, con un recurso humano que consolide la nueva realidad geopolítica.

Imagen: http://www.venezuelatuya.com/biografias/prieto_figueroa.htm

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Una campaña del desierto educativo en Argentina

América del Sur/Argentina/Octubre 2016/http://www.telesurtv.net/

En los primeros días de agosto de este año, el portal de Infobae publicó en su sección Tendencias, “Mis diez libros favoritos:

El listado es variopinto, pero hay al menos dos respuestas relevantes para dar cuenta de sus modos de pensar y hacer la educación.

El primer libro de su lista es la Biblia, toda una definición que es tanto espiritual como ideológica teniendo en cuenta que está hablando como Ministro de Educación.

El anteúltimo de la lista es la biografía de Julio Argentino Roca, expresión individual de una élite dirigente y dominante que ejerció con lucidez y sin piedad la construcción del Estado nacional en el último tercio del siglo XIX.

En el caso de Roca, hay al menos tres grandes definiciones de política pública que lo han puesto en un lugar trascendente de la historia argentina. Por un lado, la sanción de la Ley 1420 de educación primaria común, obligatoria y gratuita. Esta y otras medidas de política educativa dieron nacimiento a un poderoso Sistema Educativo Nacional con una noción de Estado Docente comprometido con la  universalización de la educación entendida como derecho de ciudadanía al cual todos debían acceder. Un segundo hecho – poco difundido- ha sido el sostenimiento de la denominada doctrina Luis María Drago. En efecto, en el filo del siglo XX Venezuela fue atacada por buques europeos por negarse a pagar su deuda externa. Drago, canciller de Roca, dejó sentada la idea de que un país no podía ser invadido militarmente por una deuda soberana. Toda una definición política de indudable inspiración antiimperialista y en defensa de la autonomía de nuestros países. El tercer hecho que lleva inscripta la marca roquista ha sido el genocidio perpetrado contra los pueblos originarios en la denominada Campaña del Desierto. En aquél trágico antecedente de la historia nacional fueron masacrados, esclavizados y sometidas numerosos pueblos a la par que sus tierras eran apropiadas y repartidas entre la naciente oligarquía terrateniente “nacional”.

En la inauguración del Hospital Escuela de la Universidad Nacional de Río Negro en Choele Choel, uno de los escenarios del genocidio, no tuvo el ministro mejor idea que referenciarse en Julio Argentino Roca reivindicando nada menos que la Campaña del Desierto. Dijo: “Esta es la nueva campaña del desierto, pero sin espadas, con educación”. En medio de una rueda de prensa Bullrich tuvo que volver sobre su analogía: “Me refiero a ese proceso histórico, del avance en un territorio que no estaba conquistado, ocupado.”

El discurso puede leerse en dos claves, una ideológica y otra político educativa. En relación a la primera, cabe consignar que el avance criminal del naciente Estado Argentino (nacido entre sangre y barro) constituyó una clase dominante repartiendo entre menos de 300 familias aproximadamente once millones de hectáreas. Entre los beneficiados de esa repartija que marcó a fuego el nacimiento de la oligarquía terrateniente figuran nombres como Martínez de Hoz o el propio Bullrich, antecesor del actual ministro de Educación: todo un (auto)reconocimiento.

Pero en materia de política educativa la metáfora nos habla de otra cosa. Sería el reconocimiento de que el Sistema Educativo heredado es un desierto y que resulta imperiosa una acción decidida del Estado Nacional frente a un orden inaceptable. En otras declaraciones, el ministro habló de la política educativa desplegada en los últimos doce años como un “fraude educativo”.

La “pesada herencia” del período kirchnerista puede exhibir algunos logros concretos: incrementó el financiamiento educativo a niveles inéditos, impulsó una prolífica legislación protectora de derechos, construyó escuelas, mejoró las condiciones laborales docentes, distribuyó notebooks y libros por doquier, promovió programas socioeducativos muy valiosos (como las Orquestas Infantiles, los Centros de Actividades Infantiles y Juveniles, etc.). Desde luego que hubo pendientes, como la construcción de un modelo pedagógico propio y consistente con los afanes democratizadores y emancipatorios enunciados por Cristina Fernandez de Kirchner. No se pudo avanzar, tampoco, lo suficiente en la construcción de un gobierno de la educación capaz de sintetizar la participación y la eficiencia en la toma de decisiones, entre otras tareas pendientes. Se expandió la matrícula en todos los niveles pero fue objeto de debate bajo qué condiciones y con qué resultados reales.

En su lugar, la Campaña del Desierto adquirió el nombre pomposo de Revolución Educativa. El análisis de lo efectivamente desplegado en estos primeros meses de gobierno dista de ceñirse a una Revolución y se parece, efectivamente, a una demoledora acción destructiva que justifica el nombre trágico de Campaña del Desierto.

Una estrategia de desmantelamiento de lo previo es la disolución de equipos ministeriales – como ocurrió con Conectar Igualdad, ligado a las computadoras y su introducción en aulas y escuelas- y la derivación de recursos por el mismo monto presupuestado en 2016, cuando la inflación duplicó las previsiones. Así se produce un verdadero vaciamiento presupuestario que tiene algunas consecuencias muy concretas. En 2015 se incorporaron 150.000 jóvenes-adultos al sistema de educación formal y 29.000 se alfabetizaron: este año, ninguno.

A pesar de una retórica donde se hace hincapié en la “calidad educativa”, al 30 de septiembre se usó menos del 11% de los recursos presupuestados para Innovación y Desarrollo de la Formación Tecnológica; algo más del 19% para infraestructura; el 31% en Acciones Compensatorias y menos del 31% para la Formación Docente. En el presupuesto aprobado para 2016 se había comprometido al distribución de cinco millones de libros, pero no se compraron libros y se informó el cese de compras de literatura para escuelas secundarias. Según fuentes sindicales, este año había que repartir 600.000 computadoras para los y las estudiantes de primer año, pero solo se entregaron 100.000 que eran remanentes del año pasado quedando medio millón de jóvenes sin su notebook.

Repasando los primeros meses de gestión, podremos apreciar en qué consiste la campaña del desierto promovida por el Poder Ejecutivo Nacional: se trata del exterminio de la Educación Pública, o más bien de su reducción a servidumbre para la formación de esclavos y papagayos sometidos a poderes fácticos e institucionales. Las resistencias crecen día a día pues, con todos sus claroscuros, la educación pública argentina tiene en su adn un mandato democratizador e incluyente. Y desde el fondo de su historia, y desde la realidad de muchas aulas, maestros y maestras se resisten con prácticas emancipadoras a aceptar el modelo inaceptable de educar para la exclusión y para el exclusivismo.

Fuente:

http://www.telesurtv.net/bloggers/Una-campana-del-desierto-educativo-en-Argentina-20161009-0003.html

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Universidad decente para un Estado docente

Por: Sydia Candanedo de Zúñiga

La Universidad de Panamá (UP), que a partir del 1 de octubre de 2016 iniciará un período con nuevas autoridades, es la única institución que podría sacar a nuestra Educación del desastre en que se encuentra. Este equipo que asumirá la dirección de la UP, llegará a la Colina inspirado en un mensaje renovador, ético y democratizador, pero, para lograr sus propósitos, tendrá mucho trabajo, por delante, en la construcción de las bases sobre las que deben descansar la Educación panameña y las futuras generaciones.

Es una doble e inmensa tarea, salvar a la Universidad y salvar al país. De manera que, si logramos tener una UP decente y preparada, ella estará en la capacidad de forjar el Estado docente que lleve al desarrollo humanístico al que aspira todo ciudadano honesto. Se sabe que la Educación es función social y es por ello que el Estado tiene que ser docente. Los educadores así lo deben entender. Es cierto que la UP es autónoma, pero ello no es obstáculo para que camine en forma unísona con el Estado. ¿En qué forma?, siguiendo el Estado las leyes educativas que lo rigen, que son las mismas que contempla la Primera Casa de Estudios.

Un Estado docente es aquel en que el Estado es el eje rector de la educación, la que debe ser laica, no atea, sino que permita diferentes religiones, que cultive la conciencia nacional, en el que las instituciones giren alrededor de la Educación. El Estado debe colocar cada institución en sintonía con la Universidad y las escuelas. Si es en Obras Públicas, se deben tener las infraestructuras eficientes y puentes y carreteras de acceso a sus centros de estudios. El Ministerio de Gobierno debe ser una fuente de docencia, brindando programas y noticias educativas. Si se trata del Ministerio de Salud, el Estado debe preocuparse por la salud física y espiritual de estudiantes y profesores. En la actualidad ni siquiera el Meduca ni el Mides están dirigidos a reforzar una idea de Estado docente, porque hay tal desconocimiento y falta de voluntad de parte de las autoridades que no tienen las metas dirigidas a ese fin. La educación en un Estado docente debe ser ‘ integral ‘, para formar seres con conocimiento, personalidad, espíritu y cultura, pero no pensando en una supuesta educación sexual ‘integral ‘, concepto que confunde el propósito de lo que es la educación integral.

Los cimientos de esos conocimientos pedagógicos que iniciarían los cambios profundos, deben nacer en la Facultad de Educación de la UP. La universidad estatal que debe ser luz y guía, no solo en conocimientos académicos, sino en dar las directrices y hacer respetar nuestra verdadera identidad nacional. Allí, en la Facultad de Educación, es donde tenemos que iniciar los cambios, porque es la esfera donde se preparan los profesores que educarán, a su vez, a los maestros de primaria en las escuelas normales. Esos maestros salidos de las escuelas normales, que podrán preparar eficazmente al niño de primaria.

Por otro lado, los profesores, educadores que egresan de las distintas facultades para enseñar su especialidad, en ocasiones no están preparados ni pedagógicamente ni académicamente. Eso también hay que corregirlo. Además, estos no pueden aspirar a ser maestros, porque les falta el bagaje personal de los pedagogos y maestros de aula. Los maestros deben salir de escuelas normales. La Universidad debe revisar sus programas educativos de la Facultad de Educación de manera que los profesores que enseñarán a los maestros, deben tener una instrucción diferente a la de los profesores que se preparan para educar en secundaria las diversas especialidades. La práctica docente metodológica que es verdaderamente especializada, no puede ser igual para primaria que para secundaria.

El pensum académico del profesor formado en la Universidad y que luego enseñará al futuro maestro y al futuro educador de secundaria tiene que ser reforzado en Pedagogía y en Metodología de la Enseñanza. Hay que establecer Escuelas Anexas de Práctica Docente. Además, para ello tendríamos que crear una mística que contagie a todo el Estado en esta misión.

Desde luego, compete a la UP igualmente, hacer los análisis pertinentes a través de organismos tales como el Centro de Estudios Nacionales, para indicar al Gobierno Central cómo hacer para atacar los problemas educativos con el fin de enfrentar la corrupción.

Empero, el primer gran desafío antes de iniciar estos cambios, es adecentar a la UP. La Universidad adecentada tendrá la capacidad de hacer docencia y la autoridad moral para obligar al Estado a convertirse al fin en un Estado docente. Todo esto será posible, si tenemos una Universidad decente, dispuesta a romper con el pasado y a forjar las bases de nuestro futuro.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/universidad-decente-para-estado-docente/23955435

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Estado Docente y Democracia Participativa

Por Ana De Abreu

Con la puesta en práctica del proyecto de país, que se encuentra contemplado en la carta magna, y la irrupción de la democracia participativa en Venezuela como modelo político-social hegemónico, han surgido interminables debates referidos a la viabilidad de la implementación de dicho modelo en el marco del tipo de Estado que aún se mantiene vigente y de cómo la transformación del mismo (Estado) minimizaría los obstáculos para materialización del modelo societal antes referenciado.

La apertura de espacios para la actuación de nuevos sujetos sociales en la gestión pública puso en evidencia la perentoria necesidad, por parte de ese nuevo Estado emergente, de crear los mecanismos que por obligatoriedad constitucional debían aparecer para lograr dicha transformación. Al respecto, la Constitución ha sido muy clara cuando establece en su artículo 62 que todos los ciudadanos pueden participar en la formulación, ejecución y control de la gestión pública; lo cual significa, que para la conducción de este modelo democrático, la participación ciudadana es la base primordial para la definición, aplicación y evaluación de las decisiones públicas que los gobiernos locales, regionales y nacional elaboran para darle respuesta ala diversidad de problemas que surgen en las comunidades.

La presencia de este principio en el ámbito de las políticas públicas venezolanas puede dar suficientes pistas para el abordaje de la política educativa, la cual se ha caracterizado desde hace un extenso período (casi por dos siglos) por la actuación preponderante del Estado Docente, quien se ha abrogado para sí el papel rector de todo lo relativo al proceso educativo del país. Ante este hecho, es pertinente continuar preguntándose ¿si con la implementación del principio de la participación ciudadana en la educación en estos últimos años, se ha visto afectada esta doctrina política en el país? ¿Si los mecanismos que se han ejecutado en este ámbito han fortalecido al Estado Docente tal y como lo ha caracterizado en los últimos años? O ¿si es posible encontrar algún vestigio de un nuevo Estado “Docente” que sea expresión de los nuevos sujetos sociales organizados que participan en dicho ámbito?

Con esta máxima participativa fueron materializándose mecanismos impulsados por las diversas autoridades ministeriales,como fueron desde la convocatoria a la Constituyente Educativa hasta la publicación de la Resolución 058, lo que ha redundado en inyección de calidad a la apertura de las puertas de la gestión escolar a la comunidad. Tales dispositivos, para su ejecución están sustentados en la actuación de un ciudadano fortalecido, organizado, consciente de la tarea a cumplir y del estar en sintonía con el concepto de bienestar colectivo. Al respecto, señala Rinesi (2015) que en el desarrollo de la historia latinoamericana se ha observado permanentemente la conformación de un Estado que le antecede a la sociedad, por lo tanto, para la aparición de los ciudadanos indispensables para el desarrollo de la democracia participativa se estaría en presencia de la construcción de una sociedad desde arriba por el Estado. En el caso venezolano, la creación de mecanismos institucionales por un lado y la formación ciudadana por el otro son parte del camino escogido que garantizan la participación ciudadana, con lo cual se avanzará en la conformación de un nuevo Estado Docente, incluso de un nuevo Estado. Con esas opciones, ¿será posible que surja esa sociedad educadora, nuevo sujeto corresponsable de la política educativa? ¿Será esa sociedad educadora la única opción para superar al Estado Docente? o ¿podrán los movimientos populares, las comunidades y los sectores organizadoscapaces darle respuesta a la problemática educativa desde otra perspectiva social, clasista, popular, comunal y local sin perder el componente nacional?

Rinesi, E. (2015). “Nuestras ciencias sociales tienen el gran desafío de repensar el Estado en su complejidad”. En Cambio de época Voces de América Latina. Brito y Lewit (Coordinadores). Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana

Fuente del Artículo: http://www.aporrea.org/educacion/a227190.html

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=Estado+Docente+y+Democracia+Participativa&biw=1024&bih=489&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwik0Y3twLzMAhXGJR4KHflaB94Q_AUIBigB&dpr=1#tbm=isch&q=Estado+Docente++&imgrc=WBlNJc_NJbn-SM%3A

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