Juan Carlos Miranda Arroyo
Información de interés para el magisterio, es la que se dio a conocer durante estos días, al término de la “Jornada Nacional de la Sana Distancia”, el pasado 30 de mayo, para hacer frente a la epidemia-pandemia del coronavirus. Según el Boletín No. 141 de la SEP (1 junio, 2020), “el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, presentó la Estrategia de Regreso a Clases Escalonada, para Educación Básica, Media Superior y Superior, correspondiente al Ciclo Escolar 2020-2021, así como el calendario de actividades para la conclusión del ciclo escolar vigente.” (1)
Me parece que está bien dicho lo señalado por el titular de la SEP cuando “manifestó que lo principal es la salud de niñas, niños, adolescentes, jóvenes, madres y padres de familia, así como de los docentes, por lo que sólo se regresará a clases presenciales siempre y cuando el semáforo sanitario esté en verde.”
El problema es que eso “bien dicho”, el señor secretario lo debió haber expresado desde marzo pasado, cuando se requería de definición y precisión por parte de la cabeza del sector educativo ante la crisis; es decir, hoy es tardío el posicionamiento o la actitud institucional (de la SEP y del gobierno federal), en el sentido de cuidar primero la vida de la gente en este contexto de emergencia sanitaria, para hacer frente a la crisis que se avecinaba, así como de sus efectos en lo educativo.
Pero no fue así. Nuestras autoridades se paralizaron, primero, y actuaron “en automático”, después. A eso es a lo que llamo “falta de oportunidad” en la gestión de políticas públicas educativas; falta de análisis de coyuntura; “actuaciones a destiempo”, o simplemente carencia de “timing” en el ejercicio de la administración pública. Por supuesto, eso que sucedió con el titular de la SEP y su equipo cercano, también se ha traducido en evidente “crisis de liderazgo”, acerca de la cual me referí en una colaboración anterior.
¿Por qué “la diversión”?
Imagino el profundo esfuerzo intelectual que realizó el grupo de creativos de la SEP, al momento de redactar la siguiente información: “A partir del 8 de junio y hasta el 7 de agosto, se transmitirán, por televisión e internet, los contenidos del programa Verano Divertido, con actividades lúdicas, recreativas y de esparcimiento para las y los estudiantes de Educación Básica.” ¿Se refieren sólo al anuncio de la agenda o a las actividades de verano propiamente dichas? Si las actividades planeadas para el verano “se transmitirán por televisión e internet”, y las y los estudiantes continuarán confinados en sus hogares, entonces esto ya no resultará tan “divertido”.
Pero también el liderazgo se define o se proyecta a través de las palabras utilizadas, elegidas: ¿Por qué la institución gubernamental, federal, más importante del sector educativo (la SEP) concluye una estrategia denominada: “Aprende en casa”, e inicia otra, en su lugar, llamada “Verano Divertido”? ¿Qué principios, valores o contenidos programáticos están implícitos en esta nueva estrategia? ¿O qué objetivos se persiguen mediante la promoción de la “diversión” como idea educativa durante el verano”?
Cerca de 25 millones de niñas, niños y jóvenes de Educación Básica entrarán al receso Inter escolar durante los siguientes días. ¿Para ellos se ha diseñado un programa “divertido”? ¿Acaso debe ser “divertida” la respuesta a la crisis de la salud pública que vivimos? Está bien que las y los estudiantes no estén más tiempo confinados y emocionalmente “a la baja”, pero ¿la “diversión” es la solución a las situaciones conflictivas que se viven en los hogares? Esto, en medio de una crisis educativa que se ha agudizado debido a los excesos de “burocratización” inducida por parte de las propias autoridades educativas federales y estatales, y que se generó como reflejo condicionado del accionar cerrado y sin imaginación de la alta burocracia, que trabaja desde el escritorio o la laptop.
Crisis institucional y de liderazgo que se da como signo de la improvisación, cuando lo que se requería era la organización de la sociedad en un sentido de solidaridad, desde abajo, desde las comunidades educativas. Sin embargo, lo que observamos fue todo lo contrario: comunidades dispersas, desvinculación entre la escuela y la familia. Frente a la emergencia sanitaria, lo único que alcanzaron a decir las autoridades educativas, dirigiéndose a las maestras y los maestros, fue: “No son vacaciones” o “consigan evidencias”, “pasen lista a como dé lugar”; y a las familias: “aprovechen el fin de semana para cumplir con sus hijas e hijos las tareas escolares que deben de entregar en línea”.
¿“Diversión” vs “Estrés”?
Por otra parte, Moctezuma Barragán “señaló que a pesar de la emergencia sanitaria el proceso de aprendizaje en todos los niveles no se suspenderá, por lo que las y los alumnos tendrán garantizado su derecho a la educación.” ¿Qué es lo prioritario durante este verano? ¿Bajar el estrés ocasionado por el confinamiento a través de actividades “divertidas” o dar continuidad a los procesos de aprendizaje mediante acciones creativas y propositivas? ¿Con qué recursos financieros, materiales y humanos se van a desarrollar las actividades del “verano divertido” en casa? ¿Cómo se llevará a cabo la continuidad de las actividades educativas y didácticas para garantizar el derecho a la educación? ¿De dónde surge la idea de promover la “diversión” en un contexto de emergencia? ¿Se trata de un “verano divertido” o de un “verano peligroso”, ante el cual se requeriría una respuesta menos frívola para los actores principales de la Educación Básica?
La SEP informó, a través del Boletín mencionado, que “Para Educación Básica, …el programa de aprendizaje a distancia, Aprende en Casa, concluye el próximo viernes 5 de junio; la valoración del ciclo escolar se realizará entre el 8 y el 12 de junio, y el proceso de descarga administrativa para los docentes será a partir del 15 y hasta el 19 de junio. El Ciclo Escolar 2019-2020 concluye el próximo viernes 19 de junio.”
“El Secretario de Educación Pública informó, además, que el receso magisterial iniciará el lunes 22 de junio y concluirá el viernes 17 de julio, para dar paso a la capacitación docente y a los Consejos Técnicos Escolares, los cuales se desarrollarán entre el 20 y el 31 de julio.”
Ojalá que el verano divertido no se convierta en una “campaña de frivolización” de la educación pública, y mucho menos que signifique, como lo hace una famosa cadena de supermercados, en una oferta de concursos y jueguitos al estilo de los nostálgicos programas de “En Familia con Chabelo”; o de barras de programas matutinos o nocturnos, con formato “divertido”, como los que tiene acostumbrados Televisa, TV Azteca y Grupo Imagen, y que ofrecen en horarios estelares.
Nota final: Para que vean que no hablo desde la amargura, sino desde el sentido social de la educación pública, sugiero algunos nombres alternativos al programa oficial “Verano Divertido”: “verano para explorar”; “verano experimental”; “verano solidario”; “verano creativo”; “verano fraterno”; “verano de historia y cuento”; “verano de lectura y escritura libres”; “verano de ciencia, tecnología y arte”; “verano deportivo y para pensar”, entre otros títulos.
Fuente consultada:
(1) https://www.gob.mx/sep/es/articulos/boletin-no-141-fechas-referenciales-para-el-regreso-a-actividades-e-inicio-del-ciclo-escolar-2020-2021-en-los-tres-niveles-educativos?idiom=es
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@jcma23
Fuente: https://profelandia.com/sep-verano-divertido/