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Entrevista: Adela Cortina. “Hay que cultivar una ética que induzca a no dañar al otro”

La catedrática de Ética Adela Cortina ha participado en el ciclo ‘Encuentros de ética, humanismo y ciencia’ para conversar sobre las diferentes fobias sociales

UNA ENTREVISTA DE E. IRIBARREN FOTOGRAFÍA DE: J. M. MARTÍNEZ

DONOSTIA. La filósofa y catedrática de Ética Adela Cortina ha participado en Donostia el pasado jueves en el ciclo Encuentros de ética, humanismo y ciencia junto a Miguel Angel Von Wichmann, médico adjunto del Servicio de Enfermedades Infecciosas del OSI Donostialdea. La conversación de ambos giró en torno a un asunto de plena actualidad que obliga a los poderes públicos y a la sociedad en su conjunto a estar permanentemente alerta: las fobias sociales y los discursos del odio. Uno de los grupos más vulnerables a sufrir en sus carnes las expresiones de odio, tanto verbales como físicas, son los pobres, una condición a la que Cortina ha dedicado su último libro Aporafobia, el rechazo al pobre: un desafío para la democracia. Galardonada con innumerables premios y distinciones, Cortina es especialista desde el punto de vista de la ética y la filosofía de asuntos como ciudadanía, democracia o cosmopolitismo.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de fobia social?

-Al rechazo que sufren grupos sociales vulnerables por parte de quienes se sienten superiores a ellos.

¿Por qué surgen en la sociedad este tipo de expresiones? ¿Es algo espontáneo o inducido? Y si es inducido, ¿qué factores desencadenan este tipo de conductas?

-Hay tendencias biológicas hacia las fobias, pero se cultivan socialmente. El cerebro humano es muy plástico y se pueden potenciar unas tendencias u otras.

¿Hay colectivos especialmente proclives a sufrir delitos de odio? ¿Comparten alguna característica para sufrir este tipo de ataques contra su dignidad o es aleatorio?

-Los colectivos proclives a sufrir estas agresiones son los que se encuentran más desamparados en cada uno de los lugares sociales. Pueden ser los económicamente pobres, los mendigos, las personas sin hogar, pero también los que pertenecen a razas o etnias minoritarias, a la religión que no profesa la mayoría, a la orientación sexual que no se tiene por normal.

¿El Código Penal protege específicamente a algún grupo o colectivo, o cualquier colectivo es susceptible de sufrir un delito de odio?

-Cualquier colectivo que no cuenta con apoyo social puede sufrir el daño, y el Derecho cada vez se está ocupando más de castigar y prevenir estos delitos desde el Derecho Penal, el Administrativo y el Antidiscriminatorio.

No hace ni 70 años de la destrucción de los judíos europeos, el ejemplo más acabado de adónde conduce el discurso del odio. Y sin embargo, aquí seguimos a vueltas con ello. ¿Es innato al ser humano?

-Las fobias existen, y una de ellas es el antisemitismo, que sigue presente en muchos países. Pero existen otras fobias como la misoginia, la aporofobia, que es el rechazo al pobre, la islamofobia o la cristianofobia. Percatarse de que existen es esencial para combatirlas.

La reiteración de los delitos demuestra que el castigo no es suficiente. ¿Qué más se puede hacer desde los poderes públicos para proteger a los colectivos o sensibilizar a la ciudadanía para prevenir estas conductas?

-Educar en valores éticos como el respeto activo a todas las personas, porque todas tienen dignidad, y no un simple precio.

¿Dónde acaba la libertad de expresión y empieza el delito de odio? ¿Es posible establecer una línea?

-Es imposible trazar una línea. Por eso, el Derecho ha de buscar criterios para intentar detectar cuándo hay delito, pero no basta. Cultivar una ética que induzca a no dañar es la clave.

¿Internet ha venido para multiplicar los delitos de odio y las expresiones de fobia social? ¿Es su aparente anonimato una fuente para multiplicar este tipo de conductas?

-Sin duda. Precisamente por eso es necesario tomar medidas jurídicas preventivas y punitivas, y sobre todo formar personas que manejen las redes con responsabilidad, intentando no dañar.

Si en foros y chats no hay delito de odio, desde luego hay odio a raudales. ¿Cree que este tipo de expresiones están en aumento o ahora somos más sensibles a detectar los delitos de odio?

-Somos más sensibles a detectarlos, porque hay una conciencia moral social de que esos discursos dañan por sí mismos y por las consecuencias que conllevan. Pero también están en aumento porque hay más medios para difundirlos.

¿Cree que la clase política es consciente del efecto que sus discursos pueden tener para alimentar las fobias sociales?

-No existe “la clase política”. Existen políticos con nombres y apellidos. Algunos están encantados de alimentar algunas fobias sociales; otros, no.

¿Ve semillas de odio en la política del Estado o por ahora es una frontera que no se ha cruzado?

-No, no las veo.

¿Por los tuits y comentarios que ha hecho públicos desde que es presidente, se podría juzgar a Donald Trump por delito de odio?

-Un juez debería contestar a esa pregunta. Yo puedo decir que sus discursos contra los mexicanos son discursos de odio.

¿Y los medios? ¿Cuál es su responsabilidad?

-Muchísima. Deberían dar noticia de esos discursos lo indispensable para atender al derecho de información, pero no darles más publicidad, que es precisamente lo que desean quienes los pronuncian.

¿Qué opina de las caricaturas de la revista ‘Charlie Hebdó’?

-Que la revista es libre de publicarlas, pero yo no lo hubiera hecho, porque es mejor no dañar la sensibilidad.

¿Y del autobús homófobo? ¿Compartió la decisión de detener su recorrido?

-Siempre que se detuviera también el otro autobús, que dañaba a personas concretas sin más.

Hay quien se queja del lenguaje políticamente correcto, como si tuviera que existir el derecho a la ofensa. ¿Somos tolerantes con reírse a costa de herir a terceros?

-La cuestión no es tanto de tolerancia con quien se ríe hiriendo a terceros, sino de fomentar el respeto a los demás.

Acaba de publicar el libro ‘Aporafobia, el rechazo al pobre: un desafío para la democracia’. ¿En qué sentido es un desafío para la democracia?

-Porque la aporafobia causa exclusión y una democracia hoy debe ser incluyente. Nadie puede quedar fuera, menos aún los vulnerables.

¿Por qué nos causan rechazo los pobres?

-Esto es justamente lo que se cuenta en el libro, así como las propuestas para superar ese rechazo.

Tras la crisis, en Europa ha aumentado, si no la pobreza, sí la desigualdad y, desde luego, la precariedad. ¿Pone en riesgo el proyecto de la Unión Europea?

-Por supuesto. Porque atenta contra los valores que son el núcleo de la Unión.

A lomos del discurso neoliberal y el adelgazamiento del estado de bienestar, comienza a deslizarse la idea de que el pobre es dueño de su suerte. ¿Qué puede hacer el pobre para escapar a su situación?

-Exigir lo que por derecho le corresponde.

En Euskadi hay un fuerte debate a cuenta de las ayudas a los colectivos más desfavorecidos, ayudas que se plasman en una Renta de Garantía de Ingresos, que tiene la virtud de mantener a flote a sus perceptores y evitar el aumento de la pobreza. ¿Qué opina de este tipo de recursos?

-Que son un mínimo de justicia en una sociedad que valora a las personas.

Fuente de la Entrevista:

http://www.deia.com/2017/06/11/sociedad/euskadi/hay-que-cultivar-una-etica-que-induzca-a-no-danar-al-otro

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Investigación ética desde la filosofía crítica y metodología de ciencias sociales

Por: Agustín Ortega Cabrera

Como se ha estudiado, las ciencias sociales como es la sociología nacen con la conocida como cuestión social en la época moderna e industrial donde va dominando el capitalismo con sus desigualdades e injusticias sobre los obreros, las familias y los pobres. Frente a esta realidad, se van desarrollando corrientes de filosofía y pensamiento social que tratan de analizar, investigar todas estas patologías de las desigualdades e injusticias de la sociedad industrial y del capitalismo. Estamos en la génesis de la ciencia social y de la sociología con sus fundadores y clásicos. Lo que se pretende es explicar las causas de estos males y problemas sociales con las estructuras y sistemas que inciden, o comprender el sentido de la acción de las personas en sus inter-acciones sociales con la razón, carisma e ideales o valores. Un pensamiento social con conciencia, con carácter ético y crítico que explica la cohesión o el conflicto social con las estructuras y sistemas sociales que bien cohesionan o dominan y causan la desigualad, explotación laboral e injusticias sociales como es el empobrecimiento; que comprende a la razón y sus patologías, que re-fluyen con estas estructuras o sistemas, producidas cuando lo que impera es la racionalidad formal e instrumental que quiere lo utilitario, mercantilista y burocrático. Y olvida los fines y valores últimos como es la razón crítica-ética en la justicia con las víctimas.

Es pues una ciencia e investigación que quiere conocer, mejorar y transformar la realidad social e histórica con una praxis emancipadora de toda dominación, desigualdad e injusticia. Una práctica investigadora para la transformación humana, personal y social que se orienta y manifiesta los valores e ideales de justicia e igualdad, solidaridad y libertad. Comprendiendo y asumiendo los conflictos sociales, estratificación e injusticias entre los grupos económicos con las desigualdades, políticos con el poder y sociales con el estatus o prestigio. En donde el capital subsume al trabajo, al trabajo vivo negando así la vida de las personas que laboran y que son fines, no medios. Con la expropiación y alienación del valor real de su trabajo y salario, de la misma vida con sus necesidades y capacidades. La mercancía y el capital con su uso se convierte en fetichismo, que aliena a la persona con su valor, que convierte los bienes y al trabajo vivo, la misma vida, en mero instrumento de cambio, de lucro y rendimiento productivo. Lo que, como auténtica idolatría, diviniza al capital y al mercado que exige siempre el sacrificio de la vida del trabajador, de las personas y de los grupos sociales más oprimidos.

La investigación social crítica y ética siempre tiene como clave epistemológica el conocimiento real, inteligente y vital (asumir y sentir) la realidad de sufrimiento, desigualdad e injusticia u opresión que padecen las personas, los grupos sociales y víctimas. Como son los obreros, trabajadores, pobres (empobrecidos) y excluidos que se les priva de la satisfacción de sus necesidades vitales (privaciones sociales); que se les expolian los recursos y bienes que están al servicio de dichas necesidades o capacidades, deben servir liberadoramente a la vida y fin-dignidad de las personas. Con un destino y uso común, universal de los bienes, en este reparto y distribución justa de dichos recursos con solidaridad, equidad y carácter social de la propiedad-capital. La investigación social se lleva a todos los planos de la realidad, tanto el personal como el socio-estructural, en su crítica de todas estas patologías, contradicciones, asimetrías y desigualdades que generan los males e injusticias.

El análisis crítico-ético abarca la totalidad de la vida social, la realidad global de la persona con su vida social e histórica, que con su razón o conciencia y corazón puede alumbrar e idear malos sueños que se transmutan en pesadillas y monstruos como los patológicos de la modernidad. Los totalitarismos de los fascismos, del liberalismo economicista con el capitalismo y su mala repuesta como es un comunismo colectivista, el colectivismo estatalista de tipo leninista-stalinita, tienen unos presupuestos filosóficos, antropológicos y metafísicos más latentes o explícitos. Son esos reduccionismos y relativismos antropológicos que convierten metafísicamente la realidad humana en simple materialidad económica (economicismo), en colectivo amorfo estatal o en raza-nación. Son las idolatrías del mercado, capital, estado, partido y nación que como falsos dioses aniquilan antropológicamente al ser humano. Devorando metafísicamente a las personas que, despojadas de su sentido y condición de sujetos personales, se convierten en un mero objeto de cambio e instrumento de producción, dominio y apropiación por parte de este capital económico, político, racial, nacional y simbólico.

La razón formal e instrumental, que pervierte a la modernidad generando dichas patologías, se convierte en mecanismo de dominación de la naturaleza y del ser humano, de explotación del hombre por el hombre. Con la insaciable voracidad de dominio, utilitarismo, mercantilismo y burocracia que impide la memoria compasiva (sentida) y de la justicia liberadora con las víctimas de historia, que niega a la esperanza y liberación integral de todo mal, muerte injusticia. Esta ciencia social crítica con su filosofía humanista, ética y liberadora muestra que las personas no son objetos sino sujetos protagonista y gestores de toda la realidad social, política, económica y cultural, del mercado y del estado. Articula y asienta bien la justicia e igualdad en la sociabilidad solidaria de la persona, frente al capitalismo, con la libertad y participación (autogestión) democrática en contra del colectivismo estatalista que, en realidad, es un capitalismo de estado. Para una correcta comprensión de la inter-relación inseparable de la persona con la comunidad social/mundo en donde, lejos de todo dualismo u oposición, se fecundan mutuamente dichas realidades de la persona y lo social e histórico.

Como vemos, la ciencia social crítica se hace cargo (carga y se encarga) de lo real de la negatividad, de los sufrimientos e injusticias que padecen las víctimas u oprimidos. Con la materialidad de las condiciones de promoción de la vida y del bien común que son negadas por estos ídolos del capital económico (riqueza-ser rico) y político-estatal (el poder). Esta negatividad y materialidad, la negación de la vida digna a los seres humanos y a los pobres o excluidos, junto a una praxis liberadora de todo mal e injusticia con los oprimidos (pobres), son los criterios que constituyen a la ciencia (como es la social) en crítica. Y que analizan, juzgan o valoran como injusto, inmoral e inhumano a todo sistema, instancia real e ideología que niegue esta condición y naturaleza de la vida humana, que impida la vida digna e integral (en todas sus dimensiones o fases). Tal como impone el capitalismo o el colectivismo que son, por tanto, perversos, deshumanizadores y van en contra de esta ética socia crítica.

Por tanto, en la investigación social crítica se estudia toda esta desigualdad e injusticia causada por la acumulación del capital y los bienes en pocas manos, la de los rico y poderosos con sus sistemas e ideologías como el capitalismo y el colectivismo. Se observa y analiza como el capital crece exponencialmente, con dicha acumulación desigual e injusta, en detrimento de (contra) los bienes del trabajo, del trabajador, de las personas con sus familias y de los pueblos; como se alquila y se práctica la usura con todo, con los créditos e intereses y los bienes en general, negando este valor del destino universal y uso común de los bienes como es la propiedad para todos. Lo que endeuda para el presente y futuro a las personas, familias y pueblos con el cierre de todo desarrollo humano e integral. En esta línea, en nuestro mundo globalizado se investiga como este capital, sobre todo especulativo-financiero e irreal, genera un casino planetario. Con una economía de burbuja, tóxica y basura que especula con todo, genera las crisis y arruina a los pueblos, que pincha y estalla produciendo un estado de shock o colapso global.

Más esta ciencia social crítica, asimismo, articula la investigación con la acción-participación. Con la praxis protagonista y esperanza liberadora de los pueblos, pobres y movimientos u organizaciones populares, sociales y ciudadanos que buscan ese otro mundo posible. Una mundialización en la solidaridad, paz y justicia socio-ambiental e intercultural frente a la globalización del capital, de la guerra y la competitividad insostenible, anti-ecológica. Es la auténtica alternativa de la ecología integral en el desarrollo personal, humano, social y ambiental. La civilización del trabajo, la dignidad del trabajador con una economía al servicio de las necesidades de las personas, de los pueblos como clave del desarrollo integral; frente a la del capital, del lucro y beneficio. La civilización de la pobreza solidaria en comunión de vida, bienes y luchas liberadoras por la justicia con los pobres de la tierra como principio de humanización frente a la de la riqueza-ser rico, del tener y poseer por encima de este ser solidario.

Agustín Ortega Cabrera, Trabajador Social y Doctor en Ciencias Sociales (Departamento de Psicología y Sociología, ULPGC), Experto Universitario en Moral, Doctor en Humanidades y Teología (UM-ITM). Es profesor e investigador de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y en el Centro Universitario de Estudios del Seminario Diocesano de Ibarra. Investigador en la Universidad Loyola Andalucía.

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Los demasiados currículos

Guadalupe Jover

Es necesario adelgazar el currículo, pero sin olvidar la importancia de una ciudadanía con memoria histórica y ética

Los neoliberales, sin duda, están ganando la partida.

En el diagnóstico estamos todos de acuerdo. Diez o doce asignaturas por curso, casi un centenar de epígrafes en cada una de ellas, infinitos estándares de evaluación… Todo es un solemne disparate. Los inabarcables currículos son causa última de una sobredosis de información que produce ignorancia, de unos ritmos frenéticos que impiden la lentitud necesaria para el aprendizaje, de unas jornadas maratonianas que aún reclaman la prórroga de los deberes en casa e, incluso, la ampliación de la jornada lectiva a la que la propia ley abre la puerta.

Sobre el papel todos coincidimos en la necesidad de adelgazar los currículos y favorecer miradas interdisciplinares, de primar el diseño de itinerarios sobre el afán de agotar el recorrido compulsivo por cada uno de los rincones del mapa. Pero hagámoslo con cuidado. En el deseo de racionalizar los programas escolares, de alentar el trabajo por proyectos y los aprendizajes globalizados no podemos proceder a la voladura de la historia del saber, del mapa de la cultura, de ciertos conocimientos especializados.

Durante muchos años, y en la estela de Paulo Freire, muchos educadores hemos reclamado para la escuela unos aprendizajes que ligaran la lectura de la palabra y la lectura del mundo, una enseñanza que no abriera fosos -o levantara muros- entre lo que se enseña en la escuela y lo que precisamos para tomar las riendas de nuestra vida tanto individual como colectiva. Cuestionábamos por tanto una corriente hegemónica y conservadora que hacía de la reproducción de unas esencias homogeneizadoras -una lengua, una cultura, una religión, una patria- uno de los objetivos esenciales del sistema educativo y desterraba cuanto no encajara en ellas.

La escuela fue haciéndose más y más diversa -por la sucesiva extensión del sistema educativo hasta los 14, hasta los 16 años; por los imparables flujos migratorios y la creciente multiculturalidad de nuestros pueblos y ciudades; por la incorporación de personas con algún tipo de discapacidad- sin que nuestro sistema educativo cambiara de raíz sus estructuras. Como tantas veces ha denunciado Francesco Tonucci, estábamos ofreciendo la escuela de unos pocos… a todos. Reclamábamos, por ejemplo, la apertura del canon literario nacional a un canon universal que nos permitiera reconocernos en nuestras identidades múltiples o una enseñanza de la lengua orientada al fin a la reflexión acerca de lo que las personas hacemos con las palabras. Pero la escuela ha sido secularmente inmune a estas demandas. Lo han sido las sucesivas leyes educativas y lo han sido también -y no en menor medida- las rutinas docentes y la percepción social de lo que significa aprender, tantas veces identificado con la ingesta de contenidos -fueran los que fueren, que eso no se discutía- y el autocompletado de ejercicios y problemas.

Hasta ahora. En los últimos años, y de la mano de los dictados de la OCDE y las pruebas PISA, algunas cosas se están moviendo. Ya no parece importar tanto cuanto tiene que ver con la cultura heredada (la Historia, la Filosofía, las Artes) sino un mercado de trabajo que demanda determinados perfiles profesionales y ciudadanos. A la OCDE -una organización supranacional de carácter económico- lo que le preocupa son exclusivamente aquellos aprendizajes que encajan con sus intereses, esto es, aquellos que permiten a chicas y chicos integrarse con facilidad en el mercado de trabajo al término de su escolarización obligatoria: ciertas destrezas lectoras, ciertas destrezas matemáticas y científicas e incluso, en aquellos países donde se está desmantelando el Estado de Bienestar, algo de competencia financiera para estar en condiciones de hacer frente al pago de la propia cobertura sanitaria, la educación de los hijos, las pensiones del mañana.

De esta manera, viejas demandas progresistas han pasado a colarse en la agenda educativa de los gobiernos… desprovistas del que había sido su sentido. Aprendizaje cooperativo, aprendizaje por proyectos, aprendizaje interdisciplinar pueden ponerse al servicio de muy diferentes objetivos: ¿para cuestionar el modelo económico -un modelo fuente de enormes desigualdades y causante de la depredación del planeta- o para reproducirlo? Los nuevos enfoques, ¿contribuyen a formar ciudadanos cultos y críticos o más bien sumisos y eficaces? Depende, claro, del marco y del horizonte. Pero no olvidemos que no basta con cambiar de medio de locomoción si no nos pertrechamos de una brújula que nos ayude a no perder el norte.

Urge adelgazar los currículos, claro que sí. Pero estar contra el enciclopedismo no significa que renunciemos a formar ciudadanos cultos conocedores de la historia y el saber heredado y capaces de interpelar críticamente al ayer para construir un presente y un futuro más humanos. Quizá uno de los mayores desafíos que tiene hoy planteados la escuela es el desarrollo de aquellos aprendizajes que nos permiten tejer vínculos: vínculos entre unas esferas y otras del saber, por supuesto, pero vínculos también entre el ayer y el hoy, entre “nosotros” y “los otros” (y preguntarnos de paso qué referente asociamos a cada pronombre y quiénes y en función de qué criterios así lo determinan), entre cada gesto cotidiano -la compra en el supermercado, sin ir más lejos- y las condiciones de vida de nuestros compañeros de viaje, hombres y mujeres de todos los rincones de este maltratado planeta.

Contra el enciclopedismo, sí, pero a favor de la memoria histórica y la conciencia ética.

Fuente del articulo: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/11/08/los-demasiados-curriculos/

Fuente de la imagen: http://pitupitu.es/pitublog/wp-content/uploads/2014/12/school-and-education-03.jpg

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Uganda: Prof Mukiibi Condemned for ‘Fathering Children With Students’

Uganda/12 de Junio de 2017/Allafrica

Reseña: La Unión Nacional de Maestros de Uganda (UNATU) ha condenado en las «acusaciones más duras» las denuncias contra el último propietario de las Escuelas y Colegios de San Lorenzo, el Profesor Lawrence Mukiibi, a quien se le señala de ser padre de varios niños con sus propios estudiantes.

The Uganda National Teacher’s Union (UNATU) has condemned in the ‘strongest terms’ allegations against the late proprietor of St Lawrence Schools and Colleges, Prof Lawrence Mukiibi that he fathered several children with his own students.

UNATU secretary general, James Tweheyo, says it is unethical and professionally wrong for teachers to lead into temptation students placed under their care and protection.

Since his death, there has been wide spread condemnation against Prof Mukiibi, who succumbed to cardiac arrest last week. While the rumours of having sexual relations with his students have been around for some time, they gained even more credence upon his death when several young mothers and former students showed up at the burial with babies they claimed were Mukiibi’s.

«I will says that as an institution, that it is wrong for somebody entrusted with the responsibility of taking care of children to be the one to lead them into temptation. That is a very a clear position. It is wrong, it is not ethical, it is not professional, it is even religiously wrong. So, we condemn it to the highest level of it», Tweheyo said.

Tweheyo says if it is indeed true that the late Prof Mukiibi fathered children with learners placed under his care, his behaviour should be condemned with the contempt it deserves.

«The other day, the newspapers and everybody have been hyping Prof Mukiibi. But let me tell you, Mukiibi could have had his better side, but if it is true that he fathered all those children, from the learners he was supposed to take care of, it is wrong, it is ethically wrong, it is morally wrong, it is professionally wrong and it is wrong. We should condemn it and probably pray to God to forgive him», he said.

Fuente: http://allafrica.com/stories/201706080279.html

 

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Sudáfrica: Trading in finance to become a teacher

Sudáfrica/Mayo de 2017/Autor: Msindisi Fengu/Fuente: News 24

Resumen: El  tutor voluntario Anelisa Dyonase decidió dejar de lado su sueño de trabajar en el sector financiero y convertirse en maestro después de presenciar las sonrisas en los rostros de los alumnos que había ayudado a pasar las matemáticas. Nacido en la Cuenca de Qamata en Cofimvaba, Eastern Cape, Dyonase, que recibió el premio al mejor profesor de matemáticas provincial por el Northern Cape el año pasado, se involucró en la tutoría en escuelas secundarias locales mientras estudiaba para obtener su BSc en ciencias matemáticas en la Universidad Del cabo occidental.

Volunteer tutor Anelisa Dyonase decided to set aside his dream of working in the financial sector and become a teacher after witnessing the smiles on the faces of the pupils he had helped to pass maths.

Born in Qamata Basin in Cofimvaba, Eastern Cape, Dyonase, who was given the award for best provincial maths teacher by the Northern Cape last year, became involved in tutoring in local high schools while he was studying for his BSc in mathematical science at the University of the Western Cape.

The 28-year-old is one of 553 graduates in various fields who were recruited between 2009 and this year by Teach SA, a nonprofit organisation that works closely with the department of basic education.

The organisation was established to attract young graduates to the teaching profession to alleviate the shortage of maths, science, English and information technology teachers in previously disadvantaged schools around the country.

Dyonase said that helping maths pupils in Khayelitsha during a break from his university studies was very rewarding.

“They would come to my home and I would help them with their lessons. Even if I was busy in a library, they would come and ask for help. At the end of the term, they came to me all excited that I had helped them to pass.

“Even matric pupils would show me their excellent matric results. That made me very proud of myself. I discovered that I have the ability to impart knowledge to others,” Dyonase said.

A different path

While he had no aspirations of becoming a teacher and had instead dreamt of working in the financial sector and earning big bucks, the pupils’ smiles were overwhelming.

His plan had been to pursue his honours in financial mathematics after his junior degree.

However, he decided to apply for a position when he saw a Teach SA poster.

He was surprised by how well he did in the interviews and he became one of the ambassadors of the programme after obtaining a postgraduate certificate in education at the University of South Africa.

After going through training, Dyonase was placed at the then poorly performing Ratang-Thuto High school in the ZF Mgcawu district of the Northern Cape in 2013.

He remembers that, when he arrived at the school in 2013, it had recorded a 33% pass rate the previous year. He was assigned to teach Grade 11 and Grade 10 maths. He was also asked to give after-school lessons to the school’s nine Grade 12 pupils.

In the Grade 11 class, he had 17 pupils, but three other children who had previously not studied maths wanted to join, and he welcomed them. The pass rate jumped to 78% in 2013 and, in 2014, the school obtained a 94.7% pass rate. Out of the 20 pupils, only one failed, even though she had passed the September exams that year.

“That broke my heart. It still hurts me that she failed. I really don’t know why, but I understand that she had difficulties and a colleague and I tried to intervene. We raised R800 to buy her food, but I don’t know what happened in December,” Dyonase said.

He said the school’s pass rate dropped in 2015 to 75%, but improved again last year to 78%.

No funding

Another Teach SA ambassador, Tshegofatso Zingwita, who graduated in political science and international relations from North-West University, said she resigned two months before her internship contract ended with the department of public enterprises to join the programme.

“I saw that there was more stability in teaching and I was not sure if I was going to get hired elsewhere,” she said, adding that she would consider returning to her previous career, but only in five years.

Zingwita, who teaches English in Grade 10 and Grade 11 at Elizabeth Matsemela Secondary School in Soshanguve, Gauteng, is considering pursuing a postgraduate certificate in education.

Lerato Mathenjwa of Teach SA said that while there was no funding for the organisation’s training programme from the department of basic education, the collaboration was beneficial because the department provided posts and paid the salaries of their ambassadors.

She said the programme also wanted to help pupils in disadvantaged schools who were bedevilled by the perception that maths and science were difficult improve their performance in these subjects.

The programme is also helping reduce unemployment among young graduates and is therefore improving the country’s economy, she said.

Education department spokesperson Elijah Mhlanga said the partnership with Teach SA formed part of the department’s national strategy to address the shortage of maths teachers and to promote it as “a subject necessary for the growth of the South African economy”.

Fuente: http://www.news24.com/SouthAfrica/News/trading-in-finance-to-become-a-teacher-20170528-2

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Crítica y ética, una alianza favorable

Yasel Toledo Garnache

Algunos la hacen por impulsos, porque algo les molesta, por simularse valientes… La percibo en parques, guaguas, coches, en barrios y centros laborales.

Nace de la mente de muchos o todos, porque criticar es inherente al ser humano y hasta saludable, cuando no significa excesos ni “malaleche”.

Alguien me dice que implica conocimiento y responsabilidad, y tiene razón. Sin embargo, eso no significa que esté prohibido decir simplemente “no me gusta”.

El momento, el lugar, la forma y la función social del emisor son determinantes. Suele provocar dolor y baja autoestima, manifestados en llantos y aislamientos.

Con frecuencia, repetimos que debemos ser “críticos y autocríticos”, hasta constituye una especie de elemento para la evaluación en asambleas estudiantiles, y se incluye en avales, con el sonido imaginario de los aplausos en el fondo. Es favorable que en verdad lo seamos, para avanzar y disminuir errores.

Sin embargo, requiere mesura, aunque haya por ahí quien repita “soy tan feo como tan franco”. Siempre recordaré a un compañero de aula que, después de llegar a la beca, lloró durante varios minutos, por la dureza de ciertas expresiones.

Algunos andan siempre con los ojos bien abiertos, para ver, en especial, los “grises”. Entonces apuntan con el dedo y disparan balas verbales, que intentan convertirlo casi todo en negro.

Critican a uno y a otro, a esto y aquello, al jefe y al seleccionado como mejor trabajador…, pero nunca hablan de frente. En las reuniones, “cuchichean” algo al de al lado, y jamás alzan la mano. A veces, hasta mandan papelitos, firmados por Anónimo, un ser indefinible que, con frecuencia, solo quiere dañar.

Juzgar implica un alto grado de subjetividad y, en ocasiones, no conocemos cuántos problemas personales o de otro tipo sufre quien, en determinado momento, es blanco de los disparos de palabras.

Tampoco se trata de asumir personajes de víctimas cada vez que nos señalen. Las deficiencias y otros aspectos mejorables se deben asumir con valor y conciencia, sin pretextos ni máscaras. Hay que decir: “Es cierto”, y lo más importante: caminar hacia la eterna superación. Es preciso que nadie la “coja” contra el emisor, sino contra el problema.

Confirmo: criticar es una actitud favorable para todos, cuando pretende ayudar y empujar hacia el bien individual y colectivo, no destruir ni herir sensibilidades.

Los estudiosos refieren que su origen está en el latín  criticus y constituye una opinión, examen o juicio formulado en relación con una situación, servicio, propuesta, persona u objeto.

Tal vez, usted imagine a una vecina, colega de trabajo o amiga (puede ser del sexo masculino), que emite sus criterios de forma espontánea y parece traer una cuchilla en la lengua, siempre enunciando los defectos de otros. Esas personas casi nunca ven la paja en sus ojos, y no comprenden que su actitud es también reprochable.

Quienes tienen la posibilidad de difundir sus opiniones en publicaciones impresas, por micrófonos, cámaras…, deben ser exigentes con ellos mismos en cuanto a su ética profesional, sin influencias emocionales, aunque resulte bastante difícil.

Deben privilegiar la ecuanimidad y el respeto a lo juzgado y a sus autores. Se recomienda reconocer también lo positivo y fundamentar cada dificultad con argumentos sólidos, sin dogmatismos y conscientes de que expresan sus percepciones y no una verdad absoluta.

Jamás renunciemos a la crítica constructiva. Com­pren­damos que su mejor compañera es la ética, siempre con valor profesional y personal, con espíritu constructivo y deseos de aportar desde la utilidad.

Fuente del articulo:http://www.granma.cu/opinion/2016-06-03/critica-y-etica-una-alianza-favorable-03-06-2016-01-06-47

Fuente de la imagen:http://letralia.com/209/etica.jpg

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Libro: Ética, derechos humanos e interculturalidad

Ética, derechos humanos e interculturalidad

Abdiel Rodríguez Reyes [Editor]
Luis Pulido R..Gustavo Zelaya. Ángelo Moreno. Álvaro Carvajal. Amelia
Gallastegui. Abdiel Rodríguez. Olmedo Beluche. Xabier Insaust. [Autores]
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ISBN: 978-9962-12-253-1
Universidad de Panamá
Panamá – Panamá
Enero de 2016

Este pequeño libro recoge algunas conferencias que se dictaron en el Seminario Internacional “ÉTICA, DERECHOS HUMANOS E INTERCULTURALIDAD” que se realizó en el Centro Regional Universitario de Coclé, del 16 al 20 de noviembre de 2015.
Podemos decir que los Derechos Humanos son vulnerados, sólo hay que ver los medios informativos para darse cuenta de ello. La convivencia pacífica cada vez se tensa más; como humanistas debemos reflexionar sobre esto. En este estado de cosas, las humanidades juegan un papel importante, en educar para la civilización y no para la barbarie, educar en el sentido heurístico de la palabra. Donde se interiorice el conocimiento humanista, la Ética y los valores para una sociedad equitativa. Donde todas y todos gocemos plenamente de nuestros derechos.
Para descargar el libro, haga clic aquí:
Fuente de la Reseña:
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